Vegetación Navideña

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ACEBO, Gorosti (Ilex aquifolium)

Arbusto o arbolito glabro, funcionalmente dioico (que tiene individuos con flor
masculina o femenina), habitualmente de unos 6 o 15 m de altura, aunque puede
llegar a los 20m. Con tronco recto, porte piramidal, y con copa densa y ramosa desde
la base. Tiene la corteza lisa durante toda su vida. Tronco de color grisáceo, aunque
los tres primeros años de vida suele ser verdoso. Sus hojas son persistentes (no
caducas), simples, pecioladas, alternas, con forma ovalada y, como cualidad más
característica, con un borde fuertemente espinoso en los ejemplares jóvenes y en las
ramas más bajas en los adultos. Estas hojas duran unos cinco años y son de color
verde muy brillante por el haz y verde amarillento mate por el envés, totalmente
lampiñas, muy rígidas y coriáceas.

Las flores pueden tener hasta 9 mm de diámetro, blanco amarillentas. Tienen cuatro o
cinco sépalos e igual número de pétalos, de estaminodios soldados
al receptáculo debajo del ovario las femeninas y de estambres soldados a
la corola las masculinas. Producen los ejemplares femeninos un fruto poco carnoso
(drupa), globoso, de color verde en un primer tiempo y luego de un color rojo brillante
o amarillo vivo, que madura muy tarde -hacia octubre o noviembre- y que permanece
mucho tiempo en el árbol, a menudo durante todo el invierno. Contiene en su interior
cuatro o cinco semillas (pirenos). Puede llegar a vivir quinientos años, aunque
normalmente no pasa de los cien. Su crecimieto es muy lento.
Se encuentran acebos en el oeste de Asia y Europa formando parte, con ejemplares
sueltos, del sotobosque de robledales y hayedos especialmente. Aunque en
ocasiones puede llegar a formar un denso matorral como especie dominante. Como
requiere siempre de ambientes húmedos y umbríos, se cría en el interior de los
bosques o en las laderas de umbría, tajos y hoces de montaña. Asciende hasta más
allá de los 2000 metros y siempre en suelos frescos y sueltos, preferentemente
silíceos.

En España se dan asociados especialmente a bosques de robles y en zonas de


montaña destacando la Cordillera cantábrica, la Submeseta Norte y las zonas
montañosas cercanas. El acebal de Garagüeta, en la provincia de Soria, es el mayor
bosque de acebos existente en la península ibérica y de Europa meridional. .
Comprende 406 hectáreas de bosque, de las cuales 180 son masa pura continua de
acebos que crecen de forma laberíntica formando bóvedas en las que se refugian
tordos, corzos y zorzales. El conjunto posee un extraordinario valor ecológico. El
acebal más grande del Sistema Central se encuentra en el municipio segoviano
de Prádena. Actualmente la provincia de Soria tiene más de 1500 ha en acebales
puros de origen natural y en su municipio de Oncala se celebra el 9 de diciembre de
cada año su tradicional Fiesta del Acebo.

Medicina polular: El acebo era ya conocido por Aristóteles. Le llamaba "paliuro" en


sus textos. La medicina natural tradicional ha empleado el acebo desde muy antiguo.
Sus propiedades derivan de la presencia en sus hojas de ilicina (ilixantina), ácido
cafetánico, dextrosa, goma, cera y otras sustancias en menor cantidad.
La infusión de las hojas cocidas se usaba como diurético y como laxante. Los frutos
son purgantes y, en mayores dosis, un vomitivo enérgico (de uso muy peligroso para
niños). Asimismo, la maceración en vino, de las hojas cortadas en pedacitos, servía
como tonificante.

Es un árbol de crecimiento muy lento acebo tiene una madera muy apreciada en
ebanistería. Es muy dura y compacta, tanto que no flota en el agua al igual que le
sucede a la madera de boj (Buxus sempervirens) y de palosanto (Bulnesia
sarmientoi), entre otras. No tiene dibujo y es difícil de trabajar. Se usa en marquetería,
tornería, herramientas de carpintero, culatas de armas de fuego, etc. Toma muy bien
los tintes. Como dato curioso, en la reconstrucción del Palacio Real de Madrid (año
1738), se empleó madera de acebo en sus ventanas, por su buena calidad y
resistencia a la podredumbre.
La recolección del acebo para usos medicinales, ornamentales, cinegéticos y en
ebanistería, le ha acarreado no pocos daños, hasta el punto de estar en peligro de
extinción en muchos sitios. Actualmente es una especie protegida en amplias
extensiones de varios países europeos.
El hecho de madurar sus frutos en invierno le da a esta planta un valor ecológico muy
importante, por ser una fuente singular de alimento para muchas especies, en
particular de pájaros, durante la estación más dura por la escasez de recursos, por
ejemplo, el urogallo (Tetrao urogallus).
Para el consumo navideño, los viveros de plantas cultivan los acebos en macetas
y los venden durante las fiestas. También existen actualmente planes experimentales
de reforestación de bosques mediante acebos.
MUERDAGO, Mistoa (Viscum album)
Planta semiparásita que crece sobre las ramas de diversos árboles, principalmente
especies de hoja caduca, como manzanos o álamos, pero también sobre algunas
variedades de pinos. Suele presentar una forma globosa, sus tallos pueden llegar a
medir hasta 1 metro, se dividen desde la base en varios ramos, desparramados,
ahorquillados, cilíndricos y divididos por nudos. Las hojas, de color amarillo verdoso,
se disponen en pares opuestos, son lanceoladas, enteras y de textura correosa. Las
diminutas flores (2-3 mm de diámetro) de color amarillo verdoso.

El fruto es una baya pequeña, verde cuando está inmadura y después traslúcida, de
color blanco o amarillo. El mesocarpio contiene una pulpa viscosa con 1 (raramente
varias) semillas que madura a finales de otoño. No es una baya comestible. La
multiplicación es llevada a cabo por los pájaros, en especial mirlos o tordos que, al
frotarse contra las ramas, dejan fijadas las pegajosas semillas, a partir de las cuales
se desarrollan unas raíces capaces de absorber la savia de las ramas del árbol
huésped. Sin embargo, sus hojas o tallos modificados mejor dicho, son capaces de
realizar la fotosíntesis, por lo que es considerada semiparásita. La planta posee
propiedades medicinales, su sustancia activa es la viscotoxina.

 En la Edad Media se usaba su aceite como repelente para lobos


 A esta planta se le atribuían también propiedades mágicas y existen tradiciones
de origen celta relacionadas con la fertilidad y el amor. Hasta nuestros días ha
llegado la tradición del beso cuando nos encontramos debajo de una rama de
muérdago.

Es diurética e hipotensora, aunque en altas dosis es tóxica. Sus proteínas producen


un descenso de la fuerza contráctil del corazón, originando una bradicardia. También
la lectina específica de galactosa se extrae de esta planta y consigue una mejora en
la calidad de vida de los pacientes sometidos a quimioterapia y radioterapia, ya que
aumenta la respuesta del sistema inmunológico y los niveles de endorfina del plasma
B.
Durante mucho tiempo, las culturas antiguas consideraron está planta como un
remedio universal, lo cual hacía que fuese objeto de gran veneración por parte de
los galos, por ejemplo, quienes se reunían en torno de las encinas cargadas de
muérdago para hacer sus oraciones bajo el sacerdocio de los druidas.
Poinsettia, Flor de Pascua, Planta de Navidad (Euphorbia pulcherrima)
Se trata de una planta con porte de árbol o arbustiva muy característica, que se ha
convertido en toda una tradición navideña en una gran cantidad de países. Su éxito
se debe a las grandes y vistosas brácteas (la palabra bráctea la podeis encontrar en el
glosario) de sus flores, de vivo rojo (aunque también hay plantas de Navidad de otros
colores como, por ejemplo, borgoña, blanco, salmón o rosa). Estas brácteas se
desarrollan habitualmente antes de las navidades, y que la han convertido en un
regalo clásico de estas fechas para dar vida y color al hogar en una época en que la
gran mayoría de plantas se encuentra en estado vegetativo.

Desgraciadamente, muchos dejan morir su poinsetia o flor de Navidad después de su


floración. Mantenerla es, no solo posible, sino más fácil de lo que muchos creen: solo
hay que atender a sus cuidados principales. Además, uno de estos cuidados
necesarios, la poda, nos permite la multiplicación de la flor de Pascua por el más
efectivo y sencillo de los métodos: el esqueje.
Cuidados básicos de la flor de Pascua:

 Luz: zona luminosa pero de incidencia indirecta. Junto a una ventana, protegida
por una cortina que tamice los rayos del sol.

 Ubicación: a salvo de corrientes de aire y de calefactores u otras fuentes de


calor. No le gustan las corrientes de aire.

 Humedad: necesita algo de humedad ambiental. Puede ser necesario pulverizar


ligeramente sus hojas verdes.

 Riego: por inmersión o desde el plato, solo cuando el sustrato se seque y sin
mojar la planta. Aproximadamente cada 3 días.

 Poda: necesaria tras la floración.

 Abono: en otoño y primavera para ayudarla con la floración y los rebrotes puedes
usar abono casero para la flor de Pascua.

Esta planta crece de manera natural en México y Guatemala; las poblaciones


silvestres más grandes se encuentran en los estados de Guerrero, Oaxaca,
Michoacán y Chiapas, en México, y en Guatemala: Quiché, Huehuetenango y el valle
central de Guatemala.
En su forma cultivada se localiza en todo México y Guatemala, en donde es
exportada en grandes cantidades.
ABETO, Izeia (Picea)

La pícea (Picea por su nombre científico) constituye un género de la familia Pinaceae con unas
35 especies. Son árboles entre 20 y 60 metros con porte piramidal, hojas aisladas, planas o
tetragonales puntiagudas y estróbilos colgantes que no se disgregan hasta madurar. Entre sus
representantes más conocidos están el abeto rojo (o falso abeto) y la Picea glauca. La mayoría
de las especies del género son árboles longevos y de crecimiento lento. Su madera es muy
utilizada para fabricar instrumentos musicales, como violines o guitarras.

Su nombre proviene del griego “peuke", que significa “pez", resina que emana del tronco una
vez cortado. Comunmente se confunde con un pino, (la palabra pino proviene del latín
“spina" que significa “espina" por sus agujas que recuerdan a las espinas. El abeto rojo debe
su nombre al color rojo-bruno del tronco y de las piñas en forma de puro, rojizas también.
Popularmente, las diferentes variedades de las familias de las abietáceas, se conocen con el
nombre de “pino".
Los celtas apreciaban de manera especial a los abetos, que citaban en el calendario y que iba
del 2 al 11 de enero y del 5 a 14 de julio. El solsticio de invierno, el 21 de diciembre, estaba
consagrado al abeto blanco y a la vocal “A", nombrada Ailm. Durante esa noche especial, los
días se alargaban y desde entonces fue considerado como el árbol de la génesis de la luz. Los
libros de la Edad Media distinguen claramente los diferentes tipos de picea, pero que
destinaban al mismo uso. Lonicerus decía que “las hojas de las piceas hervidas aliviaban la
inflamación y también el mal de dientes; para los hepáticos, se le añade un poco de miel. La
resina cocida con miel es buena para los constipados, dolores de garganta llamados anginas,
así como todas las lesiones externas el cuerpo.

ABETO ROJO, Picea abies:


La pícea es un árbol de gran porte, de hojas persistentes, que puede superar los 60 metros de
altura, de tronco recto y empinado con una cima en forma piramidal, de corteza
relativamente lisa y grisácea y las ramas ordenadas por pisos, extendidas y de color verde
intenso. Forma parte de la familia de las coníferas. Sus raíces son superficiales y por eso
perjudiciales en caso de tormentas. La corteza, con los años, se fisura y se descama. La
primera floración tiene lugar pasados los treinta años. Las flores machos y hembras nacen del
mismo árbol en el mes de mayo.
Forma piñas rollizas de unos 5 cm. de anchura, prolongadas, erguidas sobre las ramas de color
rojizo. Con la maduración, se oscurecen, se inclinan y se desprenden. En el mismo año, las
primeras piñas maduran en la cima del árbol. Algunas especies pueden llegar a vivir hasta 600
años. Las coníferas sufren más que otras especies el factor polución, las lluvias ácidas y los
suelos áridos ya que estas especies no tienen hojas caducas. Algunos de sus componentes,
como la piceina y el picéol, están considerados sustancias de estrés del árbol, ya que sólo se
producen bajo el efecto de una amenaza ambiental desconocida. La pícea crece en Europa
Central hasta el gran Norte. Crece a un altitud superior a los 900 metros, muchas veces junto
a otras especies de árboles frondosos. Actualmente se cultiva también en llanuras donde
comienza a sustituir al abeto plateado.

PICEA BLANCA, Picea glauca:


Se trata de un árbol mediano perennifolio, alcanzando entre 15 y 30 m de altura, raramente
40 m, con 10 cm de diámetro de tronco. La corteza es fina y escamada, despellejándose en
pequeñas placas circulares de 5-10 cm. La copa es cónica angosta en los jóvenes, haciéndose
cilíndrica en los viejos. Los brotes son pardo pálidos, glabros en el este de su rango, y a
menudo pubescentes en el oeste, y con prominentes pulvinos.
Las hojas son aciculares, de 12 a 20 mm de largo, rómbicas en corte saguital, de color verde
azulado glauco arriba con numerosas líneas finas de estomas, y azul-blanco en el envés con
dos anchas bandas de estomas. Los conos son pendulares, alargados cilíndricamente, de 3 a
7 cm de largo y 15 mm de ancho cerrados, abriéndose hasta 25 mm de ancho. Tienen
escamas finas, flexibles de 15 mm de largo, con márgenes suavemente redondeados;
verdosas o rojizas, madurando a pardo pálido entre 4 y 6 meses después de la
polinización. Semillas negras, de entre 2 y 3 mm largo, con un ala parda pálida de 5 a 8 mm de
largo.
MUSGO, Goroldioa

Los musgos son una parte muy importante de la vida vegetal del planeta. Fueron los
primeros en colonizar el medio terrestre y, gracias a ellos, luego pudieron aparecer y
desarrollarse plantas más grandes y complejas, como las plantas vasculares. Los musgos
suelen crecer en superficies como suelos, rocas y árboles, además de usarse para decorar
espacios interiores y, sobre todo, exteriores.

Por lo general, los musgos son plantas de tamaño pequeño, ya que no disponen de órganos
de sostén que permitan estructuras grandes, aunque los musgos pueden extenderse
cubriendo a modo de alfombra o tapiz grandes superficies, tanto verticales como
horizontales.

Se aferran a las superficies con unos órganos denominados rizoides, parecidos a raíces
pequeñas, pero con la única función de proporcionar agarre. Generalmente, son de color
verde vivo, ya que se trata de plantas clorofílicas, capaces de realizar la fotosíntesis gracias
a la clorofila. Necesitan de una abundante humedad ambiental, así que tienden a crecer en
zonas húmedas o junto a grandes masas de agua, habitualmente a la sombra.

Estas son las principales características de los musgos:


 Los musgos, como parte del grupo de las plantas no vasculares, son plantas muy primitivas.
Fueron las primeras plantas en desarrollarse en el medio terrestre junto con los helechos.
 Son plantas de tamaño muy reducido, pues no tienen órganos que les permitan soportar
estructuras de gran tamaño, y tienen una alta dependencia de humedad ambiental y de agua
en el suelo o medio al que se agarran, ya que sin esta última no pueden reproducirse.
 Representan la transición evolutiva de las plantas del medio totalmente acuático al hábitat
terrestre y actualmente cuentan con alrededor de 11.000 especies.

 Pueden desarrollarse en una gran variedad de hábitats, con altitudes desde el nivel del mar
hasta los casi 5.000 metros sobre este. Pese a esto, su zona predilecta es en altitudes entre
los 1.900 y los 3.800 metros sobre el nivel del mar, donde los altos niveles de humedad
favorecen su desarrollo.

 Tienden a formar una parte importante de la biomasa de los entornos en que se encuentran,
habitualmente como tapizante o colchón, por lo que ejercen una función muy
destacada reteniendo tanto agua como nutrientes, impidiendo así que las lluvias o
elementos limpien el suelo de ellos. Su reproducción es sexual.

De entre todas las plantas briófitas, solo los musgos abarcan alrededor del 70%. Estos,
además de numerosos, son muy variados, y son también las únicas plantas briófitas que
llegan a formar masas vegetales de tamaño destacable en un entorno. Dada su gran
diversidad, los musgos se clasifican en 8 clases distintas:

 Bryopsida, clase más abundante y representativa de los musgos.


 Sphagnopsida, muy fáciles de reconocer por su particular morfología, que recuerda
mucho a la de pequeñas plantas crasas o suculentas. Son los creadores y un
componente vital de todo un ecosistema único: las turberas altas. Además, son unos
de los pocos musgos que han llegado a tener impacto económico para el ser
humano, ya que en la I Guerra Mundial se usaban para la elaboración de vendajes.
Esto se debía a su enorme capacidad de absorción de agua: un esfagno puede llegar
a absorber hasta 20 veces su peso en seco en agua.
 Andreaeopsida, estos musgos crecen en climas fríos, normalmente sobre rocas
silíceas. Son de coloraciones rojizas u oscuras, y forman vegetación de muy pequeño
tamaño. Hay unos 100 tipos de musgos de esta clase y destacan por sus particulares
cápsulas, con una forma que recuerda a la de un farolillo chino.
 Polytrichopsida, Hay alrededor de 370 musgos de esta clase, entre los que se
encuentran los musgos de mayor tamaño, como el australiano Dawsonia superba, de
casi 50 centímetros de altura
 Takakiopsida, esta clase de musgos no fue descubierta hasta el siglo XIX, cuando se
encontró en las montañas del Himalaya
 Andreaeobryopsida, Hasta el año 2000, esta clase se consideraba parte de la
Andreaeopsida. Sin embargo, se encontraron diferencias entre ambas clases, ya
que los Andreaeobryopsida son dioicos, lo que quiere decir que los órganos sexuales
femeninos y masculinos se encuentran en plantas distintas.
 Tetraphidopsida y Oedipodiopsida, estas dos clases de musgos son raras y muy poco
numerosas.

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