E - Emocional - M2 - Edwards y Pintus - Cap V
E - Emocional - M2 - Edwards y Pintus - Cap V
E - Emocional - M2 - Edwards y Pintus - Cap V
Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
CAPÍTULO V
1
Remedando a Marcel Proust, que decía que el verdadero viaje de descubrimiento no consiste
tanto en encontrar nuevos paisajes como en tener nuevos ojos...
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
¿Cuántas veces nos damos cuenta de la necesidad del otro pero no
podemos dar con la respuesta que satisfaga esa necesidad y limite en el
tiempo la explosión incontenible de su violencia?
¿Cuántas veces...?
...
Hay escuelas que deciden explicitar todas sus reglas y tienen muchas y
muy detalladas; otras que prefieren tener unas pocas generales, como una
escuela en Holanda, que tenía una sola regla: ‘No molestar a los demás’.
2
Cfr. LLEÓ FERNÁNDEZ, Rocío. La violencia en los colegios. Una revisión bibliográfica.
http://roble.pntic.mec.es/~fromero/violencia/articulo.htm
3
Cfr. EDWARDS, Ernesto y Alicia PINTUS. Poder y Seducción en la escuela. Rosario,
Homosapiens, 2001. Capítulo I.
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
¿Puede enseñar la solidaridad quien no es solidario?
• Recordemos que ‘ellos están siendo los que son para mí en el momento-
lugar del encuentro como yo estoy siendo para ellos la que soy en ese
mismo ámbito de interacción’. Esto es que las reacciones, expectativas,
conductas de cada uno se dan en función de la relación que tenemos y
de la trama que hemos establecido para la ocasión, que siempre resulta
singular. No pretendamos simplificarlas, asimilándolas a situaciones que
pueden tener semejanzas pero que no son, en modo alguno, idénticas.
• Estemos alertas. Cuando estamos con nuestros alumnos, tal como les
pedimos a ellos, debemos estar allí completos, íntegros en ese
momento-lugar, no distraídos en otras preocupaciones u ocupaciones
anteriores o posteriores a la clase.
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
• En la comunicación no adivinemos. Evitemos los riesgos. Es preferible
hacer conjeturas y buscar comprobarlas, contrastándolas con la
realidad. Siempre lo mejor es preguntar antes que aventurar una
afirmación o un juicio anticipados.
4
Cfr. MAKINISTIAN, Rubén L. Temas de la materia “Comunicación Humana y Sistemas
Humanos”, Rosario, Sistemas Humanos, 1991.
_____. Desarrollos en la materia “Comunicación Humana y Sistemas Humanos”, Rosario,
Sistemas Humanos, 1993.
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
Prestemos atención a su relato tanto en el contenido como a la forma,
porque además nos lo está diciendo a nosotros. Contemos nosotros
también lo que sea necesario hacer explícito y no dejemos supuestos
para que los demás tengan que adivinar. Seamos claros.
• Cuando uno está necesitado, carente, es mejor ser humilde y pedir. Hay
una diferencia entre el pedir y el exigir. Cuando alguien exige no acepta
otra posibilidad más que el otro realice lo solicitado. Cuando alguien pide
queda expuesto a la voluntad del otro de dar o no, y por tanto acepta
implícitamente que se le niegue lo pedido. Frente al pedido hay opción.
¿Por qué siempre creemos que tenemos derecho a exigir desde nuestro
rol docente? ¿Por qué no intentamos distinguir cuándo corresponde
exigir y cuándo pedir?
ATTACHMENT
I)
Una niña de 9 años le cuenta a su madre que una compañera la había
pellizcado. La madre le pregunta si le había informado a la maestra lo
sucedido. La niña asegura que no. Su madre le pide que ponga a la maestra en
conocimiento de lo sucedido.
¿Qué respondió la maestra cuando la niña le narró lo acontecido?
Pruebe algunas respuestas posibles antes de averiguarlo.
¿Por qué no me lo dijiste ayer?
¿Qué pasó?
¿Vos hiciste algo para que ella reaccionara así?
¿Qué querés que haga?
Yo no vi lo que pasó. ¿Alguien más lo vio?
...
La maestra le respondió: “Buchona”5
II)
Agustina, una alumna del Profesorado para Sordos e Hipoacúsicos,
contaba cómo prefería pasar frío en 5° grado que llevar a la escuela un grueso
pullover que le había tejido su abuela, para no tener que prestárselo a su
maestra, que lo usaba de almohadón porque sentía frío en sus asentaderas.
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
III)
Inexperta y torpe directora de centro educativo privado no confesional a
profesor mayor: ‘Profesor, usted estacionó su auto en mi lugar. Que sea la
última vez. La próxima lo hago despedir’.
IV)
Alumna de Profesorado recuerda cuando su hijo de 7 años iba a la
escuela con el pañuelo limpio y volvía con el mismo, sucio. Pero sin estar
resfriado. Hasta que descubrió que la que estaba resfriada era... la maestra.
V)
Alumna de Profesorado que recuerda cuando su maestra de 2° grado
tiró su cuaderno de clases al cesto de los papeles porque estaba desprolijo.
VI)
Profesora de matemática a alumno de 7° año, al entregarle la prueba
con una calificación muy baja: ‘¡No estudiaste! Tenés que estudiar más, así no
vas a aprobar’. El alumno no pronuncia palabra pero piensa: ‘Me sacaba
mejores notas sin estudiar. Habré estudiado mal. No habré entendido. Pero
estudiar, estudié. ¿Por qué me prejuzga?’
VII)
Profesora depresiva acusaba a sus alumnos, culpándolos porque
cuando no estudiaban la hacían sentir mal y se ponía a llorar.
VIII)
Ministro de Educación de un estado provincial, a sus principales
funcionarios del nivel de enseñanza superior: ‘Buscale la vuelta para cerrar ese
Profesorado, porque a los directivos los odio, y total, como son de un pueblito,
nadie los va a defender...También investigame a los directivos. Quiero ver si
5
Esta anécdota fue narrada por Hilda Calcagno en una clase que compartimos sobre Didáctica
para el Profesorado Universitario.
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
podemos inventar algo para perjudicarlos. ’ (confesado en la intimidad por uno
de esos funcionarios)
IX)
Salía un compañero de la sala de profesores y me dijo:
- A ver, un vídeo por-no... por no dar la clase. ¿No has visto que hoy es
viernes?
Si lo primero era malo, lo segundo peor. Creo que me habría quedado bastante
menos preocupada sin la aclaración6.
X)
Va de profesoras...
Me pregunta una compañera que lleva quince años más de ejercicio que yo
(pregunta retórica, todo sea dicho): ¿Por qué voy a leerme el libro si ya he visto
la película? (Se refería, en este caso, a "La colmena". NOTA: las dos somos
profesoras de lengua y literatura castellana, por si no era suficiente...) 7
XI)
Una docente estaba muy molesta porque sus alumnos llegaban tarde a clase o
se marchaban antes de finalizada la hora, interrumpiendo sus exposiciones. Así
que decidió cerrar la puerta del salón con llave para evitar que alguien pudiera
entrar o salir durante sus 80 minutos.
XII)
Al docente le costaba recordar los nombres de los alumnos. Entonces como
nemotécnica acostumbraba a formular rimas con los apellidos: ‘..tin’ ‘cara de
chupetín’ . Por supuesto nunca consultaba a sus alumnos acerca de si querían
ese sobrenombre o preferían estar más cómodos en un absoluto anonimato.
6
www.profes.net/perlas.asp
7
www.profes.net/perlas.asp
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
XIII)
El alumno pre-adolescente aprendió rápido: ‘Para aprobar tenés que correr a
cada profesor con su locura. Con el de Contabilidad tenés que reírte de los
chistes aunque sean aburridos, con la de Lengua tenés que ser callado y no
molestar, con la de Formación Ética tenés que participar todo el tiempo,
levantando la mano y opinando.’
XIV)
El mismo alumno pre-adolescente se preguntaba: ‘¿Por qué cada profesor cree
que su materia es la única y más importante? ¿Por qué vienen con cara de
amargados? ¿No se dan cuenta que tenemos que soportar varias caras
distintas por día, todas avinagradas?’
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
El sentido de los límites8
8
PINTUS, Alicia. En diario La Capital de Rosario, domingo 06 de octubre de 2002, Sección
Mujer.
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
la que suscribimos. Los límites deben estar ligados al cuidado del otro. Deben
ser respetuosos del otro y complementarse con un vínculo afectivo que
permita al niño sentirse valorado como ser humano, más allá de los errores que
pueda cometer en el proceso de descubrimiento e internalización de las
normas. Uno de los fundamentos de las reglas está vinculado a la convivencia,
y al respeto mutuo que nos merecemos y precisamos como seres humanos en
relación. Los límites están entramados en el tejido mismo de la convivencia,
constituyéndola y haciéndola posible. Una convivencia sin límites sería más
parecida a un caos que a una convivencia.
Debe quedar claro que son las acciones las que pueden ser calificadas
como buenas o malas, pero que el chico, como persona, está más allá de esa
evaluación. La aprobación o desaprobación debe estar siempre direccionada a
las conductas y no a la persona.
Para nuestra atmósfera cultural y social el sustento de la moralidad es la
libertad, como condición indispensable para el análisis y calificación de los
actos. La libertad puede ser definida como la capacidad que tenemos de elegir.
Lo que significa que al elegir nos hacemos responsables de las consecuencias
y de los efectos de nuestras acciones. Nuestros hijos deben avanzar hacia un
ejercicio responsable de su libertad. Imponer los límites sin una mirada
prudente de nuestra función, sería estar incurriendo en una incoherencia básica
y perversa. En este proceso parece existir una paradoja: debemos promover
que elija, dejarlo elegir, pero debe elegir lo que creemos que es lo correcto.
Será conveniente, entonces, someter a reflexión nuestras creencias y nuestras
convicciones acerca de la crianza y la educación de los hijos, la libertad, los
límites, las relaciones entre libertad y responsabilidad, los valores y en
definitiva: nuestra concepción del mundo y de la vida en su conjunto. Reflexión
que no deberá ser un acto único que se realiza una vez y para siempre sino un
actitud existencial que replantea frecuentemente nuestros supuestos para no
anquilosarnos en la soberbia de creernos que hemos obtenido lo que
buscábamos, y allí finalizó la labor.
Coincidiendo con Montessori: Educar a los hijos es enseñarles a valerse
sin nosotros. Y ese debería ser, en cierta medida, el sentido de los límites:
ayudarlos a independizarse, contribuyendo a la construcción de sus propios
criterios, para que ellos piensen y elijan por sí mismos.
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
Valores para nuestros hijos9
La educación es un proceso social de carácter integral y permanente,
que acontece únicamente en los seres humanos, por el cual se produce un
desarrollo/perfeccionamiento intencional de las capacidades específicamente
humanas (inteligencia y voluntad), en una doble dinámica en la que se
incorporan elementos del medio (pautas culturales) y también se transforman,
desplegando las propias posibilidades.
Como padres nos corresponde la misión de educar a nuestros hijos,
ayudarlos a formarse como personas completas. Educarlos es prepararlos para
la vida pero también, desarrollar en ellos valores, aunque a veces estas tareas
parezcan contradictorias para la crisis moral de la época actual.
“Valor”10 es un término que ha acuñado una variedad de significaciones
que atraviesan casi todos los campos de la vida humana. Desde la Antigüedad
la palabra ha sido usada tanto para indicar la utilidad o el precio de los bienes
materiales como la dignidad o el mérito de las personas. Entre estos
significados está el que corresponde al ámbito de la moral. En general el
término se encuentra asociado a la cualidad o conjunto de cualidades que
hacen apreciables tanto a las personas, a las acciones, como a las cosas, a
través de un acto de preferencia entre dos o más posibilidades.
“Valor” es todo aquello que representa excelencia o perfección y que
hace que el ser humano aprecie o quiera algo. Es la cualidad por la que se
desean o estiman las cosas.
Son descubiertos, percibidos y apreciados a través de operaciones
sentimentales, incorporándose a nuestras actitudes y conductas, constituyendo
el núcleo central de nuestras convicciones.
Se presentan en jerarquías mediante las cuales unos valores son
preferidos a otros, y caracterizan de un modo especial a cada individuo.
Poseen bipolaridad, puesto que la preferencia o el rechazo de un valor
supone la existencia de polos opuestos diferenciados (valor y contra-valor o
valor y disvalor).
9
PINTUS, Alicia. En diario La Capital de Rosario, domingo 29 de diciembre de 2002, Sección
Mujer.
10
Del latín valor, de valere, estar vigoroso o sano, ser más fuerte; en griego, axios, merecedor,
digno, que posee valor, de donde proceden términos como axiología, axiomático, etc.
Edwards, Ernesto G. y Alicia M. Pintus. Violencia en la Escuela:
Pensando Estrategias y Soluciones. Rosario, Laborde, pp 81-90.
Producen reacciones en los seres humanos. Frente a ellos la neutralidad
es imposible.
Están ligados indisolublemente a la existencia humana y poseen a la vez
una doble dimensión: objetiva (generan una conducta concreta del sujeto que
los elige y realiza) y subjetiva (dan origen a afectos, sentimientos, deseos, etc.).
En definitiva educar está o debería estar atravesado por la educación en
valores, puesto que la idea misma de educación entraña la noción de
perfeccionamiento, que no es cualquier desarrollo sino aquel que se da en el
sentido de un progreso humano integral .