Comprensión Lectora para Antología 1er Semestre
Comprensión Lectora para Antología 1er Semestre
Comprensión Lectora para Antología 1er Semestre
Lectura
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1
COMPRENDO LO QUE LEO
1. Contesta.
• ¿Qué tres hechos se cuentan para demostrar que Ish-ha era tonto?
• ¿Por qué hacía ruido el ladrón al entrar en la casa de Ish-ha?
• ¿Por qué tosía Ish-ha?
3. Después de leer el final de la historia, ¿te parece adecuado el apodo de «tonto» para Ish-ha?
¿Qué otro apodo le convendría?
4. Cuenta un caso en el que se vea que la conducta de una persona no coincide con la opinión
que se tenía de ella.
COMPRENSIÓN LECTORA
pila. Sustantivo femenino. 1. Recipiente pa-
ra contener agua. 2. Dispositivo que pro-
duce corriente eléctrica. 3. Conjunto de
objetos superpuestos.
쮿 Escribe el número del significado que tiene la palabra pila en cada oración.
La mujer oyó cómo el ladrón volcaba una pila de platos.
La pila de la cocina es de aluminio.
El transistor se ha quedado sin pilas.
SIGNIFICADO DE EXPRESIONES
6. Empareja cada expresión con su significado.
Expresiones Significados
Lectura
3
Un ídolo de oro
Tres meses después de salir de Egipto, los israelitas
llegaron al monte Sinaí conducidos por Moisés. Des-
de la cima del monte, Dios llamó a Moisés y le dijo:
–Yo soy Yahvé, tu Dios, que te sacó de Egipto y te li-
beró de la esclavitud. No tendrás más dioses que yo.
No harás ídolos ni te postrarás ante ellos. Baja y di
esto a tu pueblo. Regresa después a este monte y te
daré dos losas de piedra con los preceptos que tu
pueblo habrá de cumplir.
Moisés volvió al poblado de los israelitas, convocó a
su pueblo y le expuso lo que había ordenado el Se-
ñor. Todo el pueblo respondió a una:
–Haremos todo cuanto ha dicho Yahvé.
Moisés ordenó a los jóvenes que hicieran penitencia
y regresó a la cumbre del monte Sinaí, donde per-
maneció durante cuarenta días.
Al escuchar estas palabras, Moisés regresó veloz-
Impacientados por la tardanza de Moisés, los israeli-
mente al campamento, indignado arrojó al suelo las
tas acudieron ante Aarón:
losas donde Dios había grabado sus preceptos y or-
–Moisés ha desaparecido –le dijeron–, y Yahvé no denó que cesasen inmediatamente los festejos. Lue-
da muestras de existencia. Queremos un nuevo dios go tomó el becerro, lo quemó y lo redujo a polvo. A
que reemplace al antiguo. Un dios en torno al cual continuación, disolvió aquel polvo en agua y ordenó
podamos beber y danzar. que todos los israelitas bebieran la mezcla en señal
de penitencia.
Aarón meditó cómo podía crear el dios que todos le
solicitaban y respondió: Al día siguiente, Moisés reunió de nuevo a los israe-
litas y les dijo:
–Id por el poblado, recoged todas las joyas que en-
contréis y traédmelas. –Habéis pecado gravemente al romper vuestra pro-
mesa de obedecer a Dios. Subiré de nuevo al monte
Los israelitas reunieron entonces una montaña de
Sinaí para interceder por vosotros.
objetos de oro. Aarón mandó fundirlos y hacer con
ellos una escultura en forma de becerro. La puso so- Moisés regresó entonces hasta donde estaba Yahvé
bre un altar y proclamó: y le dijo:
–Este es el Dios de Israel. ¡A él adoraremos! –El pueblo de Israel ha destruido el ídolo que reve-
renciaba y ha cumplido severas penitencias. Te rue-
Al día siguiente, organizó una gran fiesta en torno al
go que seas misericordioso y no lo destruyas.
ídolo de oro y los israelitas acudieron a ofrecerle sa-
crificios, mientras bebían y bailaban. Yahvé, que había estado a punto de exterminar a los
israelitas, contestó finalmente:
Al ver esto, Yahvé dijo a Moisés:
–No destruiré a tu pueblo de Israel. Pero quien haya
–¡Tu pueblo se ha pervertido! Ha olvidado la promesa
pecado contra mí rendirá cuentas de su pecado.
que hizo a su Dios. Durante tu ausencia, ha construi-
Continúa tu marcha por el desierto hacia la tierra que
do un becerro de oro, se postra ante él, le ofrece sa-
prometí a vuestros antepasados. Yo mandaré por de-
crificios y proclama: «Este es nuestro Dios, el que nos
lante un ángel que os guiará y abrirá vuestro camino.
sacó de Egipto». ¡Mi ira se desencadenará sobre to-
dos ellos hasta aniquilarlos! Basado en la Biblia, libro del Éxodo
3
COMPRENDO LO QUE LEO
1. Contesta.
• ¿Qué hizo Moisés con el becerro de oro?
• ¿Por qué construyeron los israelitas el becerro de oro?
3. ¿Qué imaginas que dijo Moisés a Aarón cuando descubrió el becerro de oro?
Escribe un breve diálogo entre los dos.
POLISEMIA
4. La palabra ídolo tiene como principal significado «figura de un dios falso».
Explica qué significado tiene la palabra ídolo en la siguiente oración:
Este cantante se ha convertido en un ídolo de la juventud.
PARÓNIMOS
5. Explica por escrito qué significan las palabras sima y cima.
쮿 Ahora, construye oraciones en las que aparezcan las palabras sima y cima.
Ejemplo Moisés subió varias veces a la cima del monte Sinaí.
HOMÓFONOS
6. Lee el significado de estas palabras:
COMPRENSIÓN LECTORA
grabar. Verbo. 1. Representar algo sobre una superficie
mediante incisión o relieve. 2. Registrar sonidos o imá-
genes en un soporte, como un disco, una cinta mag-
netofónica o una película, de forma que después
puedan ser reproducidos.
gravar. Verbo. Imponer un tributo.
PALABRAS DERIVADAS
7. Observa y continúa como en el ejemplo.
• tardar F la tardanza • adivinar F la • vengar F la
• confiar F la • esperar F la • mudar F la
• labrar F la • añorar F la • enseñar F la
쮿 Elige seis de las palabras que has escrito y construye con ellas seis oraciones.
Lectura
6
–Harán falta algunos clavos… Una noche, precisamente cuando hojeaba un volu-
men del Banco del Estado australiano, el señor Puk
–Nada de eso. Si necesita clavos, coja mis monedas
encontró un billete falso.
de oro, fúndalas y haga clavos de oro.
–Harán falta tejas para el techo… –¿Cómo habrá llegado hasta aquí? ¿Habrá más?
–Nada de tejas. Utilizará mis monedas de plata; ob- El señor Puk se puso a hojear rabiosamente todos
tendrá una cobertura muy sólida. los volúmenes de su biblioteca y encontró una doce-
na de billetes falsos.
El arquitecto hizo el diseño y se inició la construcción.
–¿No habrá también monedas falsas rodando por la
casa? Tengo que mirar.
Y así empezó a deshacer toda la casa, en busca de
monedas falsas. Empezó por el tejado y luego siguió
hacia abajo, un piso tras otro. Cuando encontraba
una moneda falsa, gritaba:
–La reconozco, me la dio aquel bribón.
Poco a poco, el señor Puk desmontó toda su casa.
Luego se sentó en medio del desierto, sobre un mon-
tón de ruinas. Ya no tenía ganas de reconstruir la
casa. Pero como tampoco le apetecía abandonar su
Todas las noches, el señor Puk registraba a los alba- dinero, se quedó allí arriba, furioso. Y de estar siem-
ñiles para asegurarse de que no se llevaban algún pre encima de su montón de monedas se fue ha-
dinero en el bolsillo o dentro de un zapato. También ciendo cada vez más pequeño, hasta que se convir-
les hacía sacar la lengua por si escondían alguna tió en una moneda, en una moneda falsa. Y aún hoy,
moneda en la boca. cuando la gente acude a apoderarse de las mone-
das, a él lo tiran en medio del desierto.
Cuando se terminó la construcción, el señor Puk se
quedó solo en su inmensa casa en medio del desier- GIANNI RODARI
to, en su gran palacio hecho de dinero. Había dinero Cuentos para jugar (Adaptación)
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COMPRENDO LO QUE LEO
1. Contesta.
• ¿Para qué utilizó el señor Puk su dinero?
• ¿Por qué deshizo el señor Puk su casa?
• ¿En qué quedó convertido el señor Puk?
Puedes empezar así • Unos bandidos llamaron una noche a la puerta del señor Puk…
• Unos niños perdidos en el desierto llamaron una noche a la puerta
del señor Puk…
쮿 Redacta ahora un breve resumen de la historia del señor Puk con el nuevo final que has escrito.
HOMÓFONOS
COMPRENSIÓN LECTORA
5. Observa.
OJEAR HOJEAR
FORMACIÓN DE PALABRAS
6. Observa.
Lectura
9
El reidor
Cuando me preguntan la profesión, me entra timidez: les sangran las narices. Lo comprendo perfectamen-
me ruborizo, tartamudeo, yo, de quien todo el mundo te, porque en los días de asueto yo no me río nunca.
suele decir que soy un hombre seguro de mí mismo. Soy un hombre mortalmente serio y la gente me
Envidio a la gente que puede decir: «Soy albañil». A considera –quizás con razón– un pesimista.
los peluqueros, contables y escritores les envidio la
sencillez de sus declaraciones, porque todos esos ofi-
cios se explican por sí mismos y no exigen largas
aclaraciones. En cambio, yo estoy obligado a contes-
tar a esas preguntas diciendo: «Soy reidor». Semejan-
te declaración exige otras, ya que a la segunda pre-
gunta de «Y ¿vive de eso?», tengo que contestar «Sí»,
ateniéndome a la verdad. Vivo, efectivamente, de mi
risa, y vivo bien, porque mi risa es –en términos co-
merciales– muy rentable.
Para evitar explicaciones bochornosas, me califiqué
durante mucho tiempo de actor; pero me gusta la
verdad, y la verdad es que soy un reidor. No soy pa-
yaso ni actor cómico, no trato de alegrar a la gente,
sino que exhibo alegría: me río como un emperador
romano o como un sensible estudiante de bachille-
rato; la risa del siglo XVII me es tan familiar como la
del siglo XIX y, si no hay más remedio, paso revista
con mi risa a todos los siglos, a todas las clases so-
ciales y a todas las edades.
Ni que decir tiene que este oficio es cansado, sobre
todo porque domino la risa contagiosa; así que me
he hecho imprescindible para los cómicos de terce-
ro y cuarto orden que, con razón, temen por sus
momentos culminantes y me tienen a mí, casi cada
noche, en los locales de varietés, como una especie
sutil de claque, para reír de manera contagiosa
Al principio de casados, mi mujer me decía a veces:
cuando el programa decae. El trabajo tiene que es-
«¡Ríete un poco!»; pero con los años se ha ido dando
tar cronometrado: mi risa, bonachona o alocada, no
cuenta de que no la puedo complacer en ese deseo.
puede estallar demasiado pronto ni tampoco dema-
Me siento feliz cuando puedo distender los cansados
siado tarde, sino en el momento oportuno. Entonces
músculos de mi rostro, o reposar con profunda se-
me echo a reír a carcajadas, según estaba previsto,
riedad mi agitado ánimo. Incluso me pone nervioso
y todo el público alborota conmigo, con lo que que-
que se rían los demás, porque me recuerda excesi-
da salvado el bache.
vamente mi oficio. Llevamos, pues, una vida silen-
Todo el mundo comprenderá que, después del tra- ciosa y pacífica, porque mi mujer ha olvidado tam-
bajo o durante las vacaciones, tengo poca tendencia bién la risa; de vez en cuando, descubro en ella una
a reírme. El que ordeña vacas se siente feliz cuando leve sonrisa y entonces sonrío yo también. Los que
las pierde de vista, y el albañil desea olvidar el mor- no me conocen me creen reservado. Tal vez lo sea,
tero; los carpinteros suelen tener en su casa puertas porque con demasiada frecuencia tengo que abrir la
que no funcionan o cajones que solo se abren con boca para reír.
gran dificultad; los toreros acostumbran a tener afi- HEINRICH BÖLL
ción a las palomas y palidecen cuando a sus hijos La aventura y otros relatos (Adaptación)
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COMPRENDO LO QUE LEO
1. Contesta.
• ¿En qué consiste el oficio de reidor?
• ¿Cuál era la especialidad de este reidor?
4. Invéntate un oficio nuevo, dale un nombre y describe en unas líneas para qué serviría.
Habla de las ventajas e inconvenientes que ese oficio podría plantear a quienes lo ejercieran.
GRADACIONES
6. Ordena de menor a mayor intensidad.
COMPRENSIÓN LECTORA
• risa • sonrisa • carcajada
F F
PALABRAS COMPUESTAS
7. El verbo tener ha dado lugar a muchos verbos formados mediante prefijos.
Completa el texto siguiente con las palabras del recuadro.
MI ABUELA
Lectura
12
Asnos estúpidos
El anciano Naron, de la longeva raza rigeliana1, era
el cuarto de su estirpe que llevaba los registros ga-
lácticos. Tenía en su poder el gran libro que conte-
nía la lista de las numerosas razas de todas las gala-
xias que habían adquirido el don de la inteligencia, y
el libro, mucho menor, en el que figuraban las que
habían llegado a la madurez y poseían méritos para
formar parte de la Federación Galáctica. En el pri-
mer libro habían tachado algunos nombres anota-
dos anteriormente: los de las razas que, por el mo-
tivo que fuera, habían fracasado. La mala fortuna,
las deficiencias bioquímicas o biofísicas, la falta de
adaptación social se cobraban su tributo. Sin em-
bargo, en el libro pequeño no había habido que ta-
char jamás ninguno de los nombres anotados. –Bien, ese es el requisito –Naron soltó una risita–.
En aquel momento, Naron, enormemente corpulen- Sus naves sondearán pronto el espacio y se pondrán
to e increíblemente anciano, levantaba la vista, no- en contacto con la Federación.
tando que se acercaba un mensajero. –En realidad, señor –dijo el mensajero con alguna
–Naron –saludó el mensajero–. ¡Gran señor! reserva–, los observadores nos comunican que to-
davía no han penetrado en el espacio.
–Bueno, bueno, menos ceremonias. ¿Qué hay?
Naron se quedó atónito.
–Otro grupo de organismos ha llegado a la ma-
durez. –¿Ni poco ni mucho? ¿No tienen siquiera una esta-
ción espacial?
–Estupendo. Estupendo. Actualmente ascienden muy
aprisa. Apenas pasa año sin que llegue un grupo nue- –Todavía no, señor.
vo. ¿Quiénes son esos? –Pero si poseen la energía termonuclear, ¿dónde rea-
El mensajero dio el número clave de la galaxia y las lizan las pruebas y las explosiones?
coordenadas del mundo en cuestión. –En su propio planeta, señor.
–Ah, sí –dijo Naron–. Lo conozco. Naron se irguió en sus seis metros de estatura y
Y con buena letra cursiva anotó el dato en el primer tronó:
libro, trasladando luego el nombre del planeta al se- –¿En su propio planeta?
gundo. Utilizaba, como de costumbre, el nombre
bajo el cual era conocido el planeta por la fracción –Sí, señor.
más numerosa de sus propios habitantes. Escribió, Con gesto pausado, Naron sacó la pluma y tachó
pues: la Tierra. con una raya la última anotación en el libro peque-
–Estas criaturas nuevas –dijo luego– han establecido ño. Era un hecho sin precedentes; pero es que Na-
un récord. Ningún otro grupo ha pasado de la inteli- ron era muy sabio y capaz de ver lo inevitable como
gencia a la madurez tan rápidamente. No será una nadie en la galaxia.
equivocación, espero. –¡Asnos estúpidos! –murmuró.
–De ningún modo, señor –respondió el mensajero. ISAAC ASIMOV
Compre Júpiter
–Han llegado al conocimiento de la energía termo-
nuclear, ¿no es cierto? 1
rigeliana: perteneciente o relativo a Rigel, estrella de gran
–Sí, señor. magnitud de la constelación de Orión.
12
COMPRENDO LO QUE LEO
1. Explica la función que desempeñan estos personajes en el relato:
• Naron • el mensajero • los observadores
3. Imagina que eres Naron. Escribe una carta a los habitantes de la Tierra intentando disuadirlos
del camino que están siguiendo.
SINONIMIA
4. Sustituye cada una de las palabras destacadas por otra que signifique lo mismo.
Me quedé atónito al comprobar los muchos dones que poseen los longevos
miembros de esta ilustre estirpe.
FAMILIAS DE PALABRAS
COMPRENSIÓN LECTORA
5. Clasifica cada palabra según su familia.
• tronar
• retronar
• entronizar
• atronar TRUENO TRONO
• destronar
• destronamiento
LA RAÍZ TERM(O)
6. La raíz termo es de origen griego y significa «calor». Así, la energía termonuclear es la energía
procedente del calor producido por la fusión nuclear.
Construye una oración con cada una de las siguientes palabras:
• termómetro • termo • termostato
• térmico • termas • antitérmico
Lectura
13
Te apuesto la cabeza
(Un despacho con puertas laterales.) FEDERICO. (Leyendo.) «Total: cincuenta y cinco pesos.»
FEDERICO. (Entrando por la derecha.) ¿Molesto? Jamás he visto nada tan extraordinario. ¿Y crees
que seguirá abonándote el alquiler toda su vida?
CARLOS. (Mientras escribe.) ¡Adelante! ¡Adelante!
CARLOS. Que te lo diga él; aquí llega. ¡Hola, Edmundo!
FEDERICO. ¿Qué escribes?
EDMUNDO. (Entrando por la derecha.) Buenos días.
CARLOS. La factura semanal para Edmundo, por el al-
FEDERICO. Buenos días, querido Edmundo.
quiler de una cabeza.
CARLOS. ¿Traes el dinero?
FEDERICO. ¿Qué dices? ¿Por el alquiler de qué?
EDMUNDO. Discúlpame, pero esta semana…
CARLOS. ¡Ah!, ¿pero no sabes que ahora alquilo ca-
bezas? CARLOS. ¿Qué ocurre esta semana?
FEDERICO. ¡Vamos, déjate de bromas! EDMUNDO. Esta semana yo también tengo que pre-
sentarte una factura.
CARLOS. Escucha: como Edmundo tiene la manía de
hacer apuestas, me propuse curarlo de una vez CARLOS. ¡Ah, sí!, y ¿de qué?
por todas cobrándole una especie de alquiler por EDMUNDO. (Entregándosela.) Entérate.
el uso de su propia cabeza.
CARLOS. (Leyendo.) «Don Carlos Márquez debe al
FEDERICO. Perdóname, pero no te entiendo… señor Edmundo Valenzuela, por un sombrero pa-
CARLOS. Hace un mes, Edmundo y yo tuvimos una ra la cabeza que le alquila, treinta pesos; por ser-
acalorada discusión, y él, sin saber ya qué decir- vicios de peluquería durante cuatro semanas,
me, salió con su consabido «¡Te apuesto la cabe- veinte pesos; por una consulta al oculista, veinte
za!». Yo hubiera podido responderle, como otras pesos; por un diente de oro, cincuenta pesos.
veces, «¡claro, tú apuestas la cabeza porque… Total: ciento veinte pesos.»
para lo que te sirve!». Pero decidí curarlo, y le FEDERICO. ¡Jua! ¡Jua! ¡Jua! ¡Se acabó el negocio!
acepté su disparatada apuesta. ¡Y se la gané! CARLOS. Sí, sí; confieso que negocios de esta clase
Desde hace un mes, soy el legítimo propietario no me convienen. ¡Liquido y cierro!
de la cabeza de Edmundo.
EDMUNDO. Pero, antes, págame lo que me debes.
FEDERICO. ¡Eso sí que no me lo hubiera imaginado
nunca! CARLOS. Toma los ciento veinte pesos. Y toma tam-
bién estos cien. Así te devuelvo todo lo que me
CARLOS. Edmundo, como hombre honrado que es, pagaste por el alquiler de tu cabeza.
quiso entregármela inmediatamente, pero ¿para
qué iba a aceptársela? ¡No la iba a guisar! ¡Ni a EDMUNDO. ¡Ah, gracias, gracias! ¿Cómo podré de-
exponerla en una vitrina! Entonces, resolví permi- mostrarte mi agradecimiento?
tirle que siguiera utilizándola, mediante el pago, CARLOS. No haciendo más apuestas.
eso sí, de una cuota semanal que él me satisface EDMUNDO. Te lo prometo.
puntualmente.
FEDERICO. Discúlpame, pero no te creo capaz de
FEDERICO. ¿Y cuánto le cobras? cumplir esa promesa.
CARLOS. (Entregándole la factura.) Lee. EDMUNDO. ¿Por qué no he de ser capaz?
FEDERICO. (Leyendo.) «Don Edmundo Valenzuela de- CARLOS y FEDERICO. Porque no tienes voluntad.
be al señor Carlos Márquez, por una semana de
EDMUNDO. ¡Cómo que no!
servicios de un par de ojos, diez pesos; de una
boca, veinticinco pesos; de dos oídos, quince pe- CARLOS y FEDERICO. ¿Qué apuestas?
sos; de una cabellera, cinco pesos; y de un cere- EDMUNDO. ¡Apuesto la cabeza!
bro, cero pesos.» ¿Cómo? ¿Nada por el cerebro? GERMÁN BERDIALES
CARLOS. Y le sale caro… Te apuesto la cabeza (Adaptación)
13
COMPRENDO LO QUE LEO
1. Realiza un resumen de la lectura.
Puedes empezar así Federico le dijo a Edmundo que no le creía capaz de cumplir
la promesa y este…
POLISEMIA
4. Lee y observa.
쮿 Escribe seis oraciones utilizando la palabra cabeza en sus distintos significados e indica
en cada caso el número que corresponde a su significado.
Ejemplo 5. Mi pueblo es cabeza de partido.
FAMILIAS DE PALABRAS
5. Agrupa en familias estas palabras:
COMPRENSIÓN LECTORA
• discurrir • discutir • discurso • discutible • discursivo • discusión
EXPRESIONES
6. La expresión apostar la cabeza significa «apostar algo con mucha firmeza».
Relaciona cada una de estas expresiones con su significado:
Expresiones Significados
Lectura
15
PABLO NERUDA
Veinte poemas de amor
y una canción desesperada
15
COMPRENDO LO QUE LEO
1. Reflexiona y contesta.
• ¿Cómo era la noche en que el poeta escribió sus versos?
• ¿Qué recordaba el poeta?
• ¿Qué sentía el poeta?
2. Localiza y escribe los versos en los que el poeta alude a los rasgos físicos de su amada.
쮿 Imagina que los siguientes elementos de la naturaleza son seres animados; escribe qué podrían hacer.
• el mar • las nubes • el viento • los árboles • la Luna • las espigas
COMPRENSIÓN LECTORA
Ejemplo El mar duerme plácidamente.
PALABRAS DERIVADAS
5. Escribe un verbo derivado de cada uno de estos adjetivos:
• contento F contentar • claro F • suave F
-ear
-izar
Lectura
17
17
COMPRENDO LO QUE LEO
1. Localiza y subraya los errores que encuentres en este resumen del texto:
LA MARCHA POR LA LIBERTAD
4. Inventa y di tres oraciones que comiencen por «Yo sueño…» o «Yo quiero soñar…».
Debes expresar tus deseos de que se solucione algún problema o alguna injusticia.
CAMPOS SEMÁNTICOS
COMPRENSIÓN LECTORA
5. Escribe palabras pertenecientes a cada uno de estos campos semánticos:
HOMÓFONOS
6. Las siguientes palabras son homófonas, es decir, palabras que se pronuncian igual
pero se escriben de forma diferente:
HORCA ORCA
Lectura
18
La muralla
Para hacer esta muralla
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.
–¡Tun, tun!
–¿Quién es?
–Una rosa y un clavel…
–¡Abre la muralla!
–¡Tun, tun!
–¿Quién es?
–El sable del coronel…
–¡Cierra la muralla!
–¡Tun, tun!
–¿Quién es?
–La paloma y el laurel…
–¡Abre la muralla!
–¡Tun, tun!
–¿Quién es?
–El alacrán y el ciempiés…
–¡Cierra la muralla!
Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla…
Alcemos una muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte…
NICOLÁS GUILLÉN
18
COMPRENDO LO QUE LEO
1. Contesta.
• ¿A quiénes llama el poeta para que hagan esta muralla tan especial?
• ¿De qué estará hecha la muralla?
• ¿Qué cosas quedarán dentro de la muralla y qué cosas fuera?
3. ¿A qué o a quiénes abrirías tú las puertas de la muralla y a qué o a quiénes les impedirías el paso?
PARÓNIMOS
4. Observa.
VAYA USTED
A LA FARMACIA.
쮿 Escribe una sola oración en la que utilices las palabras valla y vaya.
COMPRENSIÓN LECTORA
PRECISIÓN
5. Sustituye el verbo hacer por otro más preciso.
RIMAS
6. Observa y continúa.
• El ruiseñor en la flor. • La miel de
• El diente de la serpiente. • El drama
• El afán del • El cristal
• La caracola en • El puesto
• La risa de • La playa