Consecuencias de La Guerra Del Pacífico

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CONSECUENCIAS DE LA GUERRA DEL PACÍFICO

La Guerra del Pacífico terminó en 1883 con la victoria de las fuerzas chilenas. El conflicto
tuvo como principal consecuencia la anexión a perpetuidad de Tarapacá y Antofagasta
por parte de Chile, que incluyó Tacna hasta 1929. Bolivia perdió su litoral y Perú debió
soportar una ocupación militar por tres años. A partir de entonces las percepciones entre
chilenos y peruanos se verían condicionadas, no solo por el conflicto bélico, sino por la
situación creada por el intento de chilenización de Tacna y Arica, consolidándose la
desconfianza y resquemor como elementos centrales de la relación; situación que
permanece hasta hoy.

En Perú hay mucha desconfianza ante Chile y desde Chile hay desconfianza hacia Perú.
En junio de 2010 aparecieron los resultados de una encuesta realizada en conjunto por el
Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IOP) y el
Instituto de Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales e Historia de la
Universidad Diego Portales (ICSO), que analizó las visiones que chilenos y peruanos
tienen de sí mismos y del país vecino (Instituto de Opinión Pública, Pontificia Universidad
Católica del Perú, Instituto de Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales e
Historia de la Universidad Diego Portales, 2010).

La encuesta mostró, en primer lugar, que los chilenos tenían una alta confianza en su
propio país. Un 42,3% de los encuestados sostuvo que Chile era un país importante en la
región. Para los peruanos, Chile también es visto como uno de los países más
importantes de la zona, solo superado por Brasil. Lo cual demuestra, para el investigador
peruano Farid Kahhat, que Chile es un país de gran importancia para Perú. El académico
del IOP argumentó, en el informe final, que la rivalidad histórica, el propio diferendo
limítrofe, el mayor gasto en defensa de Chile y la asimetría en la interdependencia
económica, favorable a nuestro país, es percibido por un sector de la sociedad peruana
como un riego de seguridad.

Sin embargo, al mismo tiempo la encuesta consultó al público respecto a qué pensaba
sobre al país vecino en el sentido de si acataría o no el fallo de la Corte Internacional de
Justicia de La Haya sobre la demanda marítima del Perú. Mientras en Chile un 48,1% de
los consultados sostuvo que Perú acatará el dictamen de La Haya, un 60,7% de los
peruanos sostuvo lo contrario. Según Claudio Fuentes, investigador del ICSO, esto refleja
la permanente desconfianza que condiciona la relación bilateral. Aun más, el mismo
estudio reveló que una relativa minoría en Chile (36%) y una gran mayoría en Perú
(60,4%) perciben que las autoridades del otro país no acatarán el fallo internacional.
Finalmente, un 8% de los chilenos y un 20% de los peruanos creen posible un conflicto
armado.

Está claro entonces que entre Chile y Perú hay desconfianzas y una rivalidad histórica
incuestionable. El académico e intelectual peruano José Miguel Flórez habla en un
artículo de la existencia de un "problema chileno", en que la dinámica de la relación iría
más allá del rol de los Estados, "pues elementos como la ‘identidad cultural’ o la
‘oportunidad política’ jugarían un papel más claro en la dinámica del problema" (Florez,
2007, p. 41). En consecuencia, Chile y Perú han vivido bajo una lógica de rivalidades,
desconfianzas, resquemores, resentimientos y desconocimiento mutuo, que ha terminado
por condicionar la relación bilateral, haciéndola un juego de suma-cero, en donde el éxito
del uno es el fracaso del otro y la debilidad propia ha mutado en fortaleza ajena.

Lo que proponemos en este trabajo es buscar cómo el legado de la Guerra del Pacífico ha
favorecido a la construcción de la identidad nacional, al choque de imaginarios y
percepciones, condicionando la relación bilateral entre los dos países. Chile y Perú
nacieron a la vida independiente sin ser naciones en el sentido moderno de la idea de
nación y de Estado-nación proveniente del siglo XIX, ya que como algunos autores
sostienen, Perú se construiría sobre las bases de una civilización (el Imperio Inca)
compuesta por un Estado centralizado, burocratizado y altamente organizado. Las elites
que conquistaron la independencia se abocaron a la tarea de construir Estados que
llevaran a cabo la edificación de sociedades con un sentido en común, con intereses en
común, con historias, visiones y lazos comunes que permitieran conseguir lo que Benedict
Anderson llamó la "comunidad imaginada", es decir, la nación (1993).

Dentro de la autoafirmación de ese nosotros está, por cierto, la diferenciación frente a


un otro. Nuestra hipótesis es que, en el caso de la construcción de la nación chilena y
peruana, el factor del otro ha sido importante, y ha determinado desde el fin de la guerra
no solo el modo en que la nación o la nacionalidad ha sido construida, sino que ha llegado
a condicionar la vida cotidiana entre ambas naciones.

RESPECTO A LA ECONOMÍA
Desde los comienzos de la década de 1840 hasta los inicios de la guerra con Chile en
1879, la vida económica y política del Perú descansó, de una manera u otra, sobre la
explotación del guano de las islas.
Con el inicio del bloqueo chileno de los puertos de exportación peruanos inmediatamente
se abrió un forado en las finanzas peruanas. El año 1879 se habían previsto en el
presupuesto, aprobado en febrero de 1879, ingresos fiscales por el monto de
Soles 15.257.698 pero el bloqueo chileno de los puertos de exportación los redujo a
Soles 8.078.555. Se ha calculado que se hubiesen necesitado Soles 55.000.000 para
solventar los gastos del primer año de la guerra. Peor aún, La Peruvian Guano,
consignataria del guano peruano en Europa suspendió las remesas al estado peruano
debido a que con el bloqueo se había debido suspender la carga de la mercadería.
Jorge Basadre describe la situación de los flujos de remesas al Perú por concepto del
guano así:
Con la certeza de que la Peruvian Guano Company, es decir la entidad
beneficiaria del contrato de 1876, era hostil y considerando también que la casa
Dreyfus se negaba a colaborar en espera de la revolución de Piérola, empezaron
los comisionados a tratar con un tercer interesado: la Sociedad General de Crédito
Industrial y Comercial de Paris.
Uno tras otro pasaron 6 ministros de finanzas por el gabinete de Prado sin lograr
estabilizar la situación económica.
El presidente Mariano Ignacio Prado había enviado a Europa a Rosas y Goyeneche
como renegociadores de los contratos del guano. Tras la caída de Prado, Piérola, el
nuevo mandatario, firmó decretos en que reconocía deudas con la Peruvian Guano y
la casa Dreyfus, provisionalmente, a cambio de un préstamo de £ 1.000.000 por
la casa Dreyfus. En París, Rosas y Goyeneche también rescindieron el contrato con la
Peruvian Guano, pero firmaron otro con la Credit Industriel. Piérola anuló este
contrato, embargó las propiedades de Rosas y Goyeneche y prohibió la circulación del
periódico El Comercio que había publicado una defensa de Rosas.
EN CONCLUSIÓN
1. 191.000 km cuadrados de territorio perdidos
2. Irredentismo peruano (Provincias Cautivas)
3. Una gran deuda externa.
4. Auge económico en Chile
5. Traspaso de la propiedad a capitales británicos
6. Pago de deudas peruanas reguladas por el Tratado de Ancón
7. Devolución de bienes embargados a chilenos en Perú y Bolivia
8. Contrato Grace
9. Reconstrucción Nacional
10. Abolición del pago de tributo indígena a los habitantes originarios en la región del
Litoral
11. Antichilenismo
12. Descubrimiento de la no incorporación de la población indígena peruana a la
sociedad
13. El costo del conflicto en vidas humanas fue alto, sobre todo en lo que se refiere a
pérdidas de vidas civiles. Si bien, no existe una cifra históricamente aceptada del
número de víctimas del conflicto, este alcanza promedialmente los 14 000
muertos, entre civiles y militares, a lo largo y a consecuencia de la guerra del
Pacífico.

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