Prolegomenos

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1 Prol(ego)menos al sujeto en la teora psicoanaltica. Laura Pez Daz de Len.

Cuando no lo dan los campos, no lo han los santos. Refrn espaol.

Abordaremos aqu, algunas cuestiones preliminares sobre el concepto de sujeto desde la perspectiva del Psicoanlisis inaugurado por Sigmund Freud (1856-1939) y prolong Prol(ego)menos al sujeto en la teora psicoanaltica. Laura Pez Daz de Len.

Cuando no lo dan los campos, no lo han los santos. Refrn espaol.

Abordaremos

aqu,

algunas

cuestiones

preliminares

sobre

el

concepto de sujeto desde la perspectiva del Psicoanlisis inaugurado por Sigmund Freud (1856-1939) y prolongado por Jacques Lacan (1901-1981). El trmino Psicoanlisis introducido en 1896 abre un campo indito del cual Freud esperaba que tuviera un mejor destino que aquel, de quedar confinado en los Manuales de Psiquiatra, como una terapia ms que viniera a hacer coleccin. psicoanalticos para Freud construye una teora y un mtodo los procesos mentales prcticamente indagar

2 inaccesibles de otro modo, es decir el modo como las teoras psicolgicas haban procedido, partiendo del concepto de anima aristotlica y deduciendo a priori todas las cosas que a posteriori se observaban como inherentes a ella. En el transcurso de su itinerario elabor los La relacin que Freud establece entre fundamentos de la teora del inconsciente y su relevancia en el proceso de constitucin de la subjetividad. teora y mtodo se distanciar de la normatividad psicolgica y filosfica, fundamentada en el espritu, la conciencia o el yo (autnomos), como principio ontolgico y epistemolgico determinante, como principio de la accin o como capacidad de iniciativa en el mundo, y que se opone a la parte pasiva (el objeto) en estas relaciones. La construccin de la teora psicoanaltica establece su forma de anlisis, de tal suerte que, el mtodo no es un apriori sino el resultado de una prctica interpretativa, a partir de la tesis del inconsciente, que ha abandonado la descripcin positiva, y da paso a la construccin de la interpretacin misma. Por ese mejor destino - el de su propio campo - Lacan pronuncia en 1955, precisamente en la tierra de su fundador su retorno a Freud1. Retorno en el que el psicoanlisis continua, restableciendo la causalidad psquica planteada en sus orgenes. Retorno que permite al psicoanlisis reconstituir el estatuto del sujeto que instala en su base 2. En lo terico retorno a la problemtica de la produccin y la transmisin de los descubrimientos freudianos, de esa tarea desmedida frente a la cual Freud deca uno tiene el derecho de confesar su perplejidad3. En lo clnico,
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retorno

que

permita

sacudirse

los

formalismos

los

Conferencia pronunciada en la clnica Neuro-Psiquiatrca de Viena el 7 de noviembre de 1955 reproducida y ampliada en Lacan, Jacques Lacan, Escritos I, Mxico, Siglo XXI editores,1980, pp. 145-178. 2 Lacan, Jacques, De la lectura de Freud en Robert Georgin, Lacan, Buenos Aires, Ediciones Nueva visin, 1988, p.14. 3 Freud, Sigmund, Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1985, Vol., XXI, p. 97.

3 ceremoniales de la tcnica insecticida, que ha proliferado para llevar al sujeto sembrado all, al buen trmino de su maduracin. En lo tico, retorno que sepa extraer las consecuencias de la experiencia clnica de Freud, que cuidadosamente asent en su obra, con sus aciertos y fracasos, orientada en contra del apaciguamiento de la culpa, cuyas implicaciones nos hacen tal delgado el velo entre demanda y deseo. En Freud una impotencia del saber al objeto se manifiesta. Lacan escucha y recoge la historia del psicoanlisis freudiano como una experiencia que pone en juego al deseo inconsciente. Desde el psicoanlisis, el ser cobra su dimensin fantasmtica y se estatiza en un axioma inconjugable. Para Lacan el lugar del ser queda vaco. Ah no hay ms que el objeto causa de la divisin del sujeto que Lacan denomino objeto a. Objeto del psicoanlisis en tanto que, en el retorno a Freud se trata de construir tericamente ese objeto (que Freud entrevi) de una manera distinta, de la que opera en la filosofa y en la ciencia, porque ambas dejan fuera al sujeto del inconsciente. Muy temprano encontramos en la obra de Freud recurrencias a la vida social. Desde sus ensayos sobre la distincin entre parlisis orgnicas e histricas trabaja con el supuesto que lo guiar a lo largo de toda su produccin terica de que el mecanismo psquico se ha generado por estratificacin sucesiva4. En este sentido afirma que, podemos trazar una lnea de continuidad entre las formas ms ancestrales de organizacin social y el presente. Para formular su teora, Freud incursion en todo lo que tuvo a su alcance. Al igual que las teoras sociales, hizo desarrollos en torno al origen, organizacin y funcionamiento de las relaciones, grupos e instituciones sociales. Sin embargo, ambos desarrollos han corrido como dos rectas paralelas que no logran tocarse, no por una suerte de impedimento intelectual, sino por algo que atae a sus
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Freud, Sigmund, op. cit., Vol., I, p 274.

4 respectivos campos. De igual forma el movimiento de incursin efectuado por Lacan para prolongar el psicoanlisis, incluye todo lo que tuvo a su alcance y sobre todo a Freud. El campo es vasto y para dar cuenta de l no conviene parcelarlo. En este sentido, y dado que, nuestro propsito es aqu introducir la teora del sujeto que el psicoanlisis promueve, resulta indispensable advertir que, nos limitaremos a formular algunas cuestiones, no todas, que nos permitan distinguirlo en su especificidad. No se trata de confrontar, a partir de ciertas positividades, al psicoanlisis con otros discursos que teorizan sobre el sujeto, es decir no se trata de oponer privilegios, sino de hacer resaltar las antinominas. Qu relacin podra establecerse entre el psicoanlisis y aquellas disciplinas que por derecho propio teorizan sobre el sujeto? Cmo dilucidar los efectos de un pensamiento sobre otro, sin un mnimo que nos permita preguntarnos, si entre ambos existe una inclusin recproca, una coincidencia parcial, una complementacin o una ruptura? Qu efectos de lectura se han producido cuando desde las disciplinas sociales, se ha recurrido a la teora psicoanaltica? Y qu decir de eso que hace sntoma en ciertos sectores acadmicos que, no nos son ajenos, y que accionan en la geometra de los complementos tomando lo agudo por lo recto? Desde dnde se autorizan las aguas de molino que precipitan ese compartimento que circula con el nombre de apartados filosficos o sociolgicos del psicoanlisis? Qu punto de encuentro podra establecerse entre el psicoanlisis y las ciencias modernas que en su constitucin, delimitando un campo de hechos que le son propios, se proponen por encima de las divergencias humanas, proporcionar los medios (cientficos) capaces de realizar el ideal de regulacin y el control de las individualidades, en favor del progr(eso)

5 social, y el bien-estar? Qu complemento podemos establecer si la teora social, nunca desprendida del todo de la filosofa, ara el campo del sujeto, emparejando el terreno de estas divergencias humanas (condicin de su exclusin) en favor de las identidades (integradoras) del sujeto? Sobre la teora social moderna, pesan por lo menos tres siglos de discursos sobre lo social, sobre el hombre y su conciencia rectora, y otros tantos sobre la racionalidad como medida ideal para el mejoramiento de la vida. Racionalidad instrumental, que a su vez, es medida crtica y til de las instituciones sociales susceptibles de transformacin y superacin, en las que el sujeto moderno se reencuentra -por fn- con la libertad, la felicidad y el bienestar. El nuevo dios ilustrado, crea una vez ms, el nuevo mundo social, donde nuevos sujetos sociales encarnan en el contininuos del progr(eso), para sostener el porvenir de una ilusin de una nueva vida cotidiana. Poco o casi nada podr decir el psicoanlisis respecto de las Desde su

posibles soluciones que permitan superar las crisis sociales.

lugar se abre una dimensin que nos permite pensar, si dicha-crisis es expresin de un proyecto social agonizante (fin de la historia, fin de las ideologas), o bien se trata de otra causalidad de la cual lo social es efecto. Efecto entendido como lo que sigue a una causa, que provisionalmente podemos figuralizar como sucede en el juego de billar, juego de destreza, por efecto de ese movimiento giratorio que toma la bola, cuando se la pica en el centro, pero de costado. El psicoanlisis pica en la bola de lo social, haciendo un agujero en la racionalidad, agujero que no pone a la razn en crisis, a no ser porque la anuda a otra dimensin, la de la verdad del sufrimiento. El sujeto freudiano es el sujeto atrapado en una paradoja proveniente de la realidad psquica, por la que vive esforzndose para recuperar en un futuro mejor, algo que no perdi en un pasado idealizado y olvidado.

Freud hace campo. No por azar, Jacques Lacan, lo nombra campo freudiano despertndolo del barbecho al que haba quedado confinado. Hacer campo es despejar un paraje. El campo, tierra laborable y tambin sitio que se elige para algn desafo. El campo del Psicoanlisis no es un campo elseo, y en l vendr a mostrar Lacan, que el sujeto de la ciencia social y el sujeto que adviene en psicoanlisis no hacen campo. Aunque cuando lodan los campos, loan los santos. Un ao despus de acuado el trmino Psicoanlisis, Freud dirige una carta a su amigo Wilhelm Flie, en la que le dice. Cuando el anlisis rinda lo que de l espero, lo elaborar de manera sistemticaHasta ahora no he hallado nada enteramente nuevoMuy fcil no es. Un nico pensamiento de valor universal me ha sido dado. Tambin en m he hallado el enamoramiento de la madre y los celos hacia el padre y ahora lo considero un suceso universal de la niez tempranaSi esto es as, se comprende el poder cautivador de Edipo Reyla saga griega apresa una obligacin que cada quien reconoce porque ha registrado en su interior la existencia de ella. Cada uno de los oyentes fue una vez en germen y en la fantasa un Edipo as, y ante el cumplimiento de sueo trado aqu a la realidad retrocede espantado con todo el monto de la represin que separa su estado infantil de su estado actual5 Entre la postulacin de estos indicios y la construccin del Complejo de Edipo, que dar cuenta de la primera conceptualizacin del sujeto con el que opera el psicoanlisis, transcurren trece aos de arduo trabajo en los cuales Freud, elabor los fundamentos de las formaciones del inconsciente, a partir de sus estudios sobre el trabajo del sueo y de sus observaciones sobre las operaciones fallidas en la vida cotidiana. As como, su conceptualizacin acerca de la sexualidad humana que,
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Freud, S., Cartas a Wilhelm Flie (1887-1904), Buenos Aires, Amorrortu editores, p. 293.

7 subvierte los presupuestos mdicos, esto es: su asentamiento en la anatoma de los cuerpos; su actividad como un comportamiento Esta preformado y su fin, dirigido a la conservacin de la especie.

decisiva ruptura, va a constituirse en un pilar fundamental que, pone en entredicho irreversiblemente, la naturalidad de lo sexual y de su objeto, confinados, el primero al mbito de la procreacin y el segundo al mbito de una naturaleza intrnseca. Los indicios edpicos que Freud descubre en l mismo, muestran que la eleccin del compaero sexual, est siempre trastocada, porque, desde lo que Freud denomina realidad psquica, el sujeto elector no sigue el patrn de un comportamiento fijo, instintual, sino que obedece a otra lgica (lgica pulsional) en la eleccin de un objeto, que tiene la propiedad de poder ser siempre sustituido, o dicho de otro modo, a Freud no le inquieta el objeto sino la falta de objeto, que Lacan escritur como objeto a. La teora de la sexualidad y la coincidencia del comienzo de la funcin sexual con el comienzo de la vida, aunada a la teora de la universalidad del Complejo de Edipo, hicieron suponer a Freud que, la organizacin social que incluye el rgimen poltico, tico, jurdico y religioso haba nacido como una formacin reactiva (una forma de decir el sntoma). Es decir, la elaboracin psicoanaltica con respecto a la gnesis de las instituciones se explica como el apuntalamiento que posibilite a los sujetos alguna forma de dominio del deseo expresado en el Complejo. De este trmino podemos conservar su alusin, en el sentido corriente, de lioso, problemtico o intrincado a condicin de no perder de vista que proviene de complecti que quiere decir enlazar. Es a partir de estos descubrimientos que Freud esperaba que el Psicoanlisis llegase a ser indispensable para las ciencias que se ocupan de lo social y sus instituciones. De ah que, el entusiasmo de Freud sobre la vinculacin entre el psicoanlisis y las ciencias sociales pueda

8 rastrerarse desde el inicio de su produccin terica, y la confianza en que, sus especialistas encontraran en el transcurso de sus investigaciones, aquellas tesis que el psicoanlisis ya haba formulado y as poder demostrar la universalidad de sus supuestos. La teora del complejo de Edipo, punto de llegada de Freud, expresa, a partir de un personaje literario, el complejo totmico, sistema que proporciona la base de la organizacin social, la cual lleva implicada en su propia constitucin, la prohibicin de ciertas relaciones en su interior. Conservada por siempre la prohibicin, aunque los objetos sobre las que recae puedan variar. La teora del complejo de Edipo atraviesa toda la obra de Freud. Los indicios a los que hace referencia en su comentario a Flie, no slo quedarn registrados en su propia persona, y en la de sus pacientes, sino que se encontrarn en los fundamentos del orden social, precisamente a partir de su incursin en el estudio del totemismo. Freud no inaugura la temtica, pero si una forma indita de abordarla, tomando su lugar en el conjunto de su obra. Reconoce en la obra del escocs J. Ferguson Mac Lennan (1869) al primer autor interesado en resaltar los fenmenos del totemismo y la exogamia, aunque el vocablo ttem fue introducido por el ingls J. Long bajo la forma de totam, vocablo utilizado por los indios de Amrica del Norte. Durante las siguientes tres dcadas se produjeron numerosas teoras acerca de su origen y funcin. Freud, por su parte se propone someter el problema del totemismo a un estudio especial, recurriendo al mtodo psicoanaltico. Por ejemplo la tesis de J.G. Frazer en Totemismo y exogamia (1910), respecto a que la relacin creada por el ttem es ms fuerte que la de la sangre o de familia en el sentido moderno de la palabra6 pone a Freud en la pista sobre el valor de representacin con la que opera la subordinacin simblica hacia l.
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Citado por Sigmund Freud en Obras Completas, op. cit., Vol. XIII, p. 12.

Un ensayo explcito sobre el tema llamado Ttem y Tab aparece en 1913, pero su primera referencia, data del ao de 1900, fecha de publicacin de La interpretacin de los sueos. Ah Freud seala a propsito del trabajo del sueo, las operaciones de condensacin y desplazamiento a partir de los sueos con animales salvajes, los cuales vienen a constituir la representacin para el sujeto, de personas temidas en la realidad. Se trata dice Freud de la figuracin del padre temido (significante-animal) sustituido en el sueo. La muerte del padre en el origen de lo social y condicin de posibilidad de lo social, es actualizada en el mito de Edipo y retomada por Freud para elevarlo a la categora de complejo universal. Esto quiere decir, que para poder hablar de leyes en plural (leyes sociales) se presupone lgicamente la posibilidad de su sustitucin y eventualidad concreta, por la cual, un comunidad determinada puede oponerse a otra y experimentar una diferencia especular. Normas, reglas o pautas de comportamiento se caracterizan: por su relatividad (proscritas en una comunidad, prescritas en otra); por su contingencia (ninguna en s misma es condicin de posibilidad de existencia del grupo en cuestin); por su arbitrariedad (no hay justificacin lgica para sostener la validez de unas o la falsedad de otras). Las leyes sociales estn historizadas, hacen sntoma, en tanto que no hay sociedad en la que no rija la prohibicin, que hace posible que el deseo sucumba a la represin y retorne como el retorno de lo reprimido bajo su aspecto de conciencia moral, premisa inconsciente de los deberes sociales. Freud no ve en el complejo totmico, una forma inferior de organizacin social que vendra a ser sustituida por otras formas de organizacin social superiores en cuanto a preceptos ticos y morales y mucho menos apost a construir una correspondencia proporcional entre

10 el desarrollo de la tcnica (clave de la periodizacin histrica) y el desarrollo de relaciones sociales ms elevadas. Estas fueron las tesis sociolgicas del organicismo positiva de Herbert Spencer y del funcionalismo de mile Durkheim. Dado que el desarrollo de la tcnica es relativamente fcil de rastrear empricamente, no resultaba evidente que ciertos grupos sociales que, contaban con una tecnologa que podramos calificar de incipiente y precaria, soportaran a nivel de sus relaciones sociales, altos grados de complejidad. Por el contrario la tesis de Freud ser que el sistema totmico incluye en s mismo: el origen de la religin; la eticidad; la estratificacin social y los mecanismos de alianza y parentesco. Esta primera forma humana de organizacin social, dir Freud, puede construirse por retroactividad en tres tiempos lgicos, a saber: Un primer tiempo en el que el llamado padre de la horda primitiva ocupa el lugar privilegiado con respecto al resto de los miembros de la comunidad. Detentador de los bienes y del uso exclusivo de la violencia, gobierna sin limitacin alguna. Acapara a todas las mujeres, asesinando o expulsando a los hijos peligrosos como rivales. Exento de provocacin ocupa un lugar inamovible que no puede ser ocupado por ninguno hasta su muerte; Un segundo tiempo en que en que los miembros hacen fraternidad para darle muerte y as poder ocupar su lugar. Es decir, los otros bajo su mando, expelidos y amenazados de muerte, desean matarlo y hermanados se conjuran para quitarle ese lugar de privilegio. El acto no es simple, la decisin de arrebatarle ese lugar, provoca un conflicto de ambivalencia. El lugar deseado se personifica: desear el lugar es desearlo a l y hacerse deseados por l. Condicin insuficiente, puesto que el pago de este amor tiene el elevado precio de la sumisin, que incita a la revelacin, en el acto de una hazaa liberadora consumada en comn, para cobrar su muerte. La consumacin del acto de muerte (parricidio), no eliminar el amor proferido. Se hace all necesario engullirlo, asegurando con ello su

11 incorporacin, es decir su resurreccin; y un tercer tiempo de lucha (social), en el que un ganador queda colocado nuevamente en el lugar de privilegio. Este tercer tiempo se constituye como la repeticin del fracaso, que hace propiamente hablando, a la comunidad. La repeticin de este acto permite extraer la conclusin del fracaso, que da paso a la escritura de la unin, pacto que impide ocupar el lugar original (del goce de uno), que deber permanecer vaco, porque cada uno de los miembros renuncia al ideal de conquistar para s, la posicin del padre. Falla escritural, nomimacin totmica-edpica, lo que da nombre a lo que falla, y que Lacan escribe como Nombre del padre, lugar en donde tenemos que reconocer el sostn de la funcin simblica que, desde el albor de los tiempos histricos, identifica su persona con la figura de la ley7. La renuncia al deseo y la instauracin de la ley como un solo movimiento promueven que el sujeto busque en el grupo, las soluciones (sintomticas) a su imposibilidad de gozar. Dice Freud, el mandamiento de la exogamia (cuya expresin negativa es el horror al incesto) responde a la voluntad del padre y la prolonga tras la eliminacin de l, de ah su carcter sagrado, que explica que en el origen lo sagrado no es otra cosa que la voluntad prolongada del padre primordial. Es decir al quedar la fraternidad plenamente constituida y sellado el pacto de renuncia, el contrato social, as establecido no solo consistir en el establecimiento de los derechos y obligaciones mutuas, sino que ser el garante de la vacuidad, porque cada uno renunciar al ideal de conquistar la posicin del padre. Quedan as, establecidas las prohibiciones fundamentales que dan cuerpo a la institucin y lo hacen operar en lo social. La institucin ahora inviolable y sagrada da inicio a la historia del derecho y la moral. La rebelin fraterna y el banquete que sigui al asesinato del padre primordial, se constituy, en tanto que mito, el soporte fundamental de la teora del sujeto promovida por el psicoanlisis.
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Freud en la

Lacan, Jacques, Escritos I, op. cit., p. 97

12 Interpretacin de los sueos ha descrito el deseo de matar al padre y en Ttem y Tab ha presentado el parricidio en lo real. El inters de Freud sobre cuestiones circunscritas hasta ese momento al mbito de la antropologa es de carcter clnico y no etnolgico. permanencia Freud, haba descubierto la presencia de formaciones del inmutable para la realidad psquica, requera de inconsciente organizadas en el complejo edpico, pero el valor de demostracin: La experiencia clnica de Freud que lo llev a plantear la hiptesis de que en la psique humana todo se conserva, bajo la forma de una represin constitutiva que toma la forma del olvido parricida, le permiti trazar una lnea de continuidad que va de la filognesis a la ontognesis. Es en este sentido que Lacan afirma que la etnologa encuentra toda la lgica de las combinaciones(significantes)(puesto que)la estadstica deja entrever que la libertad de la alianza no se ejerce al azarsino bajo los efectos de la Ley primordial, en la que la prohibicin del incesto no es sino su pivote subjetivo 8. Ni las tesis evolucionistas del desarrollo de las especies (que operan en un campo biolgico) ni las del organicismo positivista (propias de algunas teoras sociales) intervienen aqu. Sostenernos en el campo, trabajar en sus coordenadas, tomar la afirmacin freudiana de que la vida anmica de los llamados salvajes cobra particular inters si la discernimos como un estadio previo, pero bien conservado de nuestro desarrollo9, nos implica transitar del homo economicus al sujeto del inconsciente y de la razn econmica a la lgica de la pulsin, lgica que excluye la satisfaccin de la superacin del espritu humano o la de los estadios histricos.
8 9

Lgica que excluye la

Lacan, Jacques, Escritos I, op. cit., p. 96 Freud, S., Obras Completas, op. cit., Vol., XIII, p. 11.

13 satisfaccin, abriendo, por el camino del sntoma la dimensin

socializante, donde progreso y malestar se anudan. Nos implica tambin considerar que el totemismo es reconstruido por Freud como un objeto terico y no como un objeto de conocimiento, lo cual equivale a decir que Freud opera con este objeto terico para dar cuenta de que es por esta va, por la que, la realidad psquica queda tericamente al descubierto. Desde esta perspectiva no se trata de operar con las etnias, estas s, objetos de conocimiento de la Etnologa. Freud solo cuenta con el sntoma como aquello que se articula por el hecho de que representa el retorno de la verdad como tal en la falla de un saber 10. Y que l escucha en la metonimia de los Edpos contemporneos. Freud lograr, mediante su De lo que se trata en recurso a la tragedia de Sfocles, articular a Edipo con el sntoma, en el sentido propiamente psicoanaltico y no mdico. Edipo, dice Freud es de su representacin. Punto de partida de Lacan, afirmando que estamos en el lenguaje del sntoma porque sntoma es significante de un significado reprimido de la conciencia del sujeto. Qu espera Lacan del retorno a Freud? Lo mismo que espera del sntoma: que ponga a prueba su funcin significante
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Por su parte, una porcin de las teoras sociales contemporneas han hecho esfuerzos por plantear puntos de interseccin con el psicoanlisis en el afn de contribuir, desde su punto de vista, a la construccin de una teora ms adecuada? de las conexiones entre la psique y su particular formulacin sobre lo social. cuestin de las formas y represivas social que de Es a propsito de la poltica y la al dominacin

problematizacin de la nocin de sujeto, que se inaugura una vertiente de pensamiento poltico incorpora (fragmentando) psicoanlisis en su reflexin, ms influenciadas por una gama de propuestas que rechazan la teorizacin del complejo de Edipo y la
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Lacan, J., Escritos I, op. cit., p. 56. Idem., p. 161.

14 etiologa sexual de la causacin subjetiva. Al respecto Lacan plantea que la renegacin del freudismo es el sntoma de la situacin del hombre tal y como lo han supuesto hasta ahora todos los postulados del conocimiento12. Es por esto que la consigna de corregir a Freud no se hizo esperar. Las tesis de Freud a ojos del sntoma revisionista no podan ser prolongadas. Las crticas, las ms de ellas, asentadas sobre la persona de Freud, tejieron una historia que, es necesario tener presente para darle su justo peso a lo que Lacan denomin retorno a Freud. Esta otra historia (enhebrada con hilos de ortodoxia, disidencia, tendencias biolgicoinstintivistas, existenciales y culturalistas, y sus respectivas concepciones clnicas) se inicia desde los albores del movimiento psicoanaltico, a la manera de una spinning Jenny que maquila, deshilachando al sujeto del inconsciente para hilarlo en la mquina del yo. Estas observaciones resultarn obvias para muchos, pero no lo son tanto, para aquellos que, desde algunas disciplinas se han visto atrados por los descubrimientos del psicoanlisis, cuya lectura de progr(eso), busca coincidencias de objetos e incorpora mediante ciertas limpiezas y simplificaciones algunas temticas que consideran novedosas. Las construcciones tericas y metdicas que se desprenden de estas fusiones no son propiamente hablando, problemas tericos al interior de la prctica psicoanaltica, aunque no por esto dejen de tomar su lugar, en el mbito del discurso universitario de espritu modernizante que, a dictado del amo emergente del progr(eso), busca interdisciplinarizar. Decamos. Freud esperaba un mejor destino para el psicoanlisis: llegar a ser indispensable para las ciencias que se ocupan de la historia de la cultura y sus instituciones, si lograba desentraar la lgica de la
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Idem., p. 212.

15 constitucin del rgimen social. Ambicin desmedida? Pretensin de

destronamiento de la reina comtiana? Anhelo de coronacin del psicoanlisis? Avanzada la teora psicoanaltica, deca Freud que no hay que olvidar que el psicoanlisis no puede brindar una imagen completa del mundo. En la obra de Freud hay, es cierto, una formulacin de la relacin problemtica del hombre y el mundo. Su distanciamiento de los criterios rectores de la objetividad, como lo esbozamos a propsito de la sexualidad y su esfuerzo por no conducir al psicoanlisis por el sendero de una nueva o ms refinada cosmovisin, no le impiden, colocarse en una postura que, l mismo calific de semejante a la revolucin heliocntrica que, sustituye a la geocntrica Ptolomeica y a la revolucin darwinista de la evolucin de las especies que viene a desplazar a los creacionismos, por cuanto al desplazamiento de certidumbres que ellas provocan. Recordemos a propsito de los planteamientos freudianos sobre el totemismo, que est es slo una analoga empleada por Freud para certificar al psicoanlisis como un nuevo campo, puesto que no por causa de Darwin los hombres se juzgan menos en lo alto de la escalera entre las criaturas, puesto que es precisamente de eso de lo que los convence
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Un primer paso, era ah necesario. Freud, tercero en la lista, quiere inscribir su descubrimiento en el campo cientfico. naturalistas y no de compartir sus supuestos. Pretenda que el Distingamos dos psicoanlisis estuviera a la altura de la astronoma y las ciencias movimientos. Por una parte, Freud da cuenta de un descubrimiento, cuya envergadura no slo implica cuestionar el saber que adviene por la ciencia, por ejemplo, el conocimiento mdico sobre la sexualidad humana, sino que en y por el descubrimiento, la ciencia queda impedida a decir sobre lo sexual. Por la otra, Freud busca inscribir su descubrimiento en el lugar que en ese momento lo corresponda Un fantasma? Una poca? Ambos movimientos van en sentido contrario, el sentido nico se diluye,
13

Idem., p. 309.

16 las interpretaciones se multiplican, cada quien toma la parte, que cree que le corresponde, hasta que Freud se hace escuchar por Lacan. Lacan sale al encuentro (dentro del campo), Freud incomprendido an de s mismo, de haber querido hacerse entender14. Lacan en su lectura de Freud, adverta que aquello que estaba all, pasa inadvertido, es decir, lo que se produce en la prctica psicoanaltica que hizo posible que una enfermedad llamada histeria, enfermedad de rgano femenino, por una suerte de giramiento (descubrimiento del inconsciente), el rgano, ceda el paso a la palabra, que insiste, que nada de la ciencia dice lo sexual. La distancia que media entre la hoguera, el encierro, las ventosas, las sangras y las curas de agua y el abordaje psicoanaltico de la histeria es lo que manifiesta al sujeto (que habla y porque habla) que su decir est codificado en un otro que es quien le remite la clave de su incompletud subjetiva, verdad insabida de la realidad psquica. El descubrimiento freudiano del inconsciente, en su funcin

primordial de cumplimiento de deseo y con origen localizado en la represin originaria, permite colocar a lo sexual en el campo de la pulsin y sus destinos. Fuera del campo naturalista (biolgico), lo sexual en su corporalidad, nada tiene que ver con una conducta preformada, sino que se inscribe en el discurso del sujeto descentrado de s: Geos gira en torno a Helios y los creacionismos, junto con los mitos que los sostienen, hacen el lazo social, que desde el psicoanlisis pueden reducirse al mnimo Edpico. En este sentido es indispensable estar advertidos de que la perspectiva freudiana no va por el camino de una nueva ilustracin, capaz de arrojar luces sobre distorsiones, mistificaciones o errores que las otras disciplinas comenten. La posibilidad de una edad de oro de la sexualidad (la inocencia infantil) en la que descansan las utopas, es un lugar imposible y por lo mismo siempre deseado, por ms que la articulacin de
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Lacan Jacques, Psicoanlisis. Radiofona & Televisin, Barcelona, Editorial Anagrama, 1977, p. 16.

17 este deseo (inconsciente) se nos aparezca como proveniente de la necesidad. Lugar donde la fantasa puede organizar repartos equitativos como por ejemplo la liberacin de los negros y esclavos, convenida de comn acuerdo con los amos o el establecimiento universal de las unidades de relaciones en lengua, monedas y medidas, a la manera de El nuevo mundo industrial y societario de Charles Fourier. La nueva Babel de Fourier, es slo un ejemplo de actualidad, de lo reprimido que retorna y hace sntoma de la estructura eterna de la falta de unidad (identidad) del sujeto.

El sujeto freudiano no es el ser. En 1913 aparece un artculo de Freud para la revista Scientia de Bolonia, titulado El inters por el psicoanlisis15, en el que dedica un apartado para delinear los puntos de convergencia que es posible establecer entre las relaciones entre ciencia y psicoanlisis. Ms especficamente, Freud espera que la Filosofa as como otras ciencias reaccionen ante su descubrimiento. Los argumentos, uno formulado en imperativo, asevera que la filosofa debe tomar partido por el psicoanlisis y en el segundo, reforzado por una condicional dice que s la filosofa acepta la invitacin debe modificar sus hiptesis16. Sin embargo diez aos despus, Freud dir que para la mayora de las personas de formacin filosfica, la idea de lo psquico no consciente, resulta inconcebible y la rechazan por absurda e ilgica17. Para poder darle su justo peso a esta aseveracin, es necesario para nosotros ir a Aristteles, porque el rechazo viene de antiguo. Dice Aristteles, dar un significado al ser es aquello que desde hace tiempo y ahora y siempre
15 16 17

Freud S., Obras Completas, op. cit., Vol., XIII, p. 165. Freud, S., Obras Completas, op. cit., Vol., XIX, p. 1. Freud, S. Idem., p.

18 hemos buscado, aquello que siempre ser un problema para nosotros. Qu es el ser?18. Y formula el problema de la siguiente manera: Para plantearse el problema de la existencia no preguntamos Qu es x? Sino Qu es es? El punto de partida de su demostracin, mediante sus axiomas lgicos, es el principio de que es imposible que lo mismo sea y no sea. Es decir principio de identidad cuyo predicativo es que atributos opuestos contradictoriamente no pueden al mismo tiempo pertenecer al mismo sujeto19. Continua Freud. La diferencia de lo psquico en consciente e inconsciente es la premisa fundamental del psicoanlisiso dicho de otro modo: el psicoanlisis no puede situar en la conciencia la esencia de lo psquico, sino que se ve obligado a considerar la conciencia como una cualidad de lo psquico que puede aadirse a otras cualidades o faltar20. Recordemos la definicin del psicoanlisis. Freud dice que en psicoanlisis se trata de un tipo de indagacin indita, de los procesos mentales, hasta entonces, prcticamente inaccesible para la conciencia, que se separa del campo de la anatoma y del campo de la fisiologa, es decir, que ni por la va de la constitucin y conformacin de los organismos, ni por la va del estudio de las funciones de estos organismo, se hubiese podido llegar a los procesos inconscientes. Aristteles muy por el contrario asegura que debemos acercarnos a la investigacin de cualquier animal, incluido el hombre con la certeza de que en todos ellos, hay algo natural y bello, postura asentada en su teora tica, en la que cierto campo del deseo esta propiamente fuera de lo humano. Es verdad que todo hombre perverso ignora lo que debe hacer y lo que debe evitar; pero precisamente por este error son todos los de

18 19 20

Aristteles, Metafsica IV, 3. Idem., Alpha 1005b26. Freud, S., op. cit., Vol., 19, p.

19 esa especie, injustos en general21. Quines son los de esa especie? Cmo situar hoy a estos hombres, si lo que Freud puso en juego, es que el humano no puede acceder al justo comportamiento, por ms que se empee en buscar en la naturaleza las pautas de ese comportamiento justo que le pudieran otorgar un sentido a su existencia? De ah la construccin del concepto de realidad psquica, para dar cuenta de los procesos inconscientes, sostenidos en un deseo tambin inconsciente y de las fantasas relacionadas con l. exterior . Estas fantasas poseen una realidad distinta de lo que llamamos realidad fctica o Nuestra lengua no cuenta con dos vocablos para hacer la distincin, pero en la lengua de Freud, esta distincin si puede precisarse. Freud utiliza el trmino de psychishe realitt para referirse a la realidad psquica y el trmino wirklichkeit para realidad efectiva. En este segundo vocablo, compuesto de wirken que en alemn quiere decir obrar o actuar y lich que remite a real, se pone de manifiesto la realidad efectiva como una realidad actuada . Desde el psicoanlisis no se trata de atribuir a la realidad psquica una realidad metafsica, sino de poner el acento sobre el valor de realidad que sta tiene para el sujeto, por cuanto se le presenta con una cualidad efectiva. Freud apunta tambin que el papel de la realidad psquica en el proceso de constitucin subjetiva, es de igual importancia que aquella otra que, en tanto realidad efectiva, le precede. Por eso insiste en que la realidad psquica no es sinnimo de sustancia, sino que opera en lo social y da cuenta de lo que en lo social hace lazo. El esfuerzo consiste precisamente en intentar explicar la estabilidad, la eficacia y el carcter organizado de la vida de fantasa del sujeto. Desde esta perspectiva, el sujeto del psicoanlisis teorizado por Lacan, en el campo freudiano, ser el sujeto subvertido de la filosofa en donde la realidad psquica freudiana
21

Aristteles, Etica Nicomaquea, Mxico, Porrua, p. 29.

20 vendr a constituir una forma -siempre singular- de ex-sistencia, notacin lacaniana que diluye el significado existencial y predicativo del ser. El principio existencial de la identidad Aristotlica de una univocidad del ser, que reconoce en lo psquico al ser como ser-consciente existencial: Aristteles es y como ser-consciente predicativo: Aristteles es un filsofo, muestra ajenidad con la teora psicoanaltica que introduce la nocin de ambivalencia22 para dar cuenta de la forma de organizacin de la fantasa que la realidad psquica construye en el sujeto del inconsciente. imaginario (de Freud dir que dicha fantasa se organiza en el guin un deseo reprimido ms o menos deformado y

ambivalente) presente en el sujeto. El trmino de guin imaginario ya nos pone en la pista, de que no se trata de fenmenos de la percepcin provenientes de la realidad efectiva, sino de un acontecimiento de la palabra, y en tanto que palabra, inscrito en un registro simblico. Presencia de un orden simblico que hace barrera y del cual el ser solo puede ser sujeto. Desde que Freud centra su inters en las fantasas destaca modalidades tpicas de guiones fantaseados, relacionados con las teoras infantiles sobre la sexualidad, las cuales engloba con el trmino de novela familiar, expresin creada para designar las fantasas mediante las que el sujeto modifica y estructura fantasmticamente sus lazos sociales (filiales). La novela familiar adquiere el estatuto de mito que a su vez estar dictado por el conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles en relacin con los progenitores y por ende con la pregunta sobre el origen. Freud agregar que, en la novela familiar, no se trata tanto de lo
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Lacan escribe odioamoramiento para darle otro nombre al trmino ambivalencia introducido por Freud. Eso que hoyno vacilo en escribir odioamoramiento es el relieve que el psicoanlisis supo introducir para situar la zona de su experiencia Si al menos hubiese sabido (Freud) darle otro nombre y no el trmino, bastardo de ambivalencia, tal vez hubiera tenido mayor xito en conmover el marco de la poca en que se inserta. Pero acaso era modestia de su parte. Seminario XX, Barcelona, Ediciones Paids, 1981, p. 110.

21 vivido individual como de lo que se encarna en l. Es decir, que los

elementos organizadores de la vida de la fantasa (realidad psquica) hacen una estructura, cualesquiera sean las experiencias personales de los individuos. Freud nombr a esta estructura, fantasa originaria o protofantasa, la cual encuentra su comprobacin en los discursos narrados por sus pacientes de una forma particular, las cuales, aunque no podan referirse a escenas realmente vividas por el individuo, cobraban un sentido de realidad, en tanto que ejercan en l, una influencia como si hubieran sido reales y sobre causando un sufrimiento real. Freud descubre que los guiones de estas escenas son poco numerosos, repetitivos y sobre todo le sorprende un comn denominador a todos ellos: que se presentan como la pregunta filosfica por excelencia, en cuanto al origen del ser, pues efectivamente, estas fantasas se presentan como escenas referidas a los orgenes. Es decir, se trata de guiones que intentan aportar: primero una representacin y segundo, una solucin a lo que aparece como un gran enigma para todo sujeto, que como ya vimos, Aristteles intenta fundamentar. Se trata de un enigma que reclama explicacin (es decir que exige una teora y una historia) sobre el orgenes del sujeto, de la sexualidad y de la diferencia de los sexos). Los guiones de la escena o fantasa originaria sobre el origen del individuo, encuentran tambin, como hemos visto, una formulacin en la Metafsica aristotlica. Cmo explicar que esta realidad psquica pudiera cobrar sus derechos y a su vez tuviese un valor universal? Freud pens que la universalidad y valor de realidad de estas fantasas podra explicarse por un patrimonio trasmitido filogeneticamente, pero desde siempre aclar que no se tratara (como lo leyeron algunas teoras antropolgicas) de una realidad de hecho en la prehistoria que se habra convertido en realidad psquica actual, sino que se trata de una realidad psquica desde el principio, como una estructura irreductible a las contingencias de lo vivido (valor psicoanaltico del mito) y que tiene, como hemos visto, su

22 fundamento en el pacto social de la renuncia a dichas fantasas. Esto es lo que permitir al psicoanlisis definir lo inconsciente no como algo oculto, como experiencia ntima, sino como el acontecimiento de una palabra no pronunciada que vehiculiza dicho pacto social. En psicoanlisis tanto la metafsica como la positividad de los hechos objetivos, pasar a segundo trmino, porque para l no hay ms hechos que de dicho. decir formaciones significantes que producen en el sujeto Es del

inconsciente, la discordia entre significante y significado, desplazando toda posible identidad subjetiva. El principio de identidad Aristotlico sostiene al sujeto filosfico, en l no hay presencia simultnea de contradiccin. Por ello el sujeto filosfico no es un sujeto en conflicto sino un sujeto compensado, porque para Aristteles, los seres vivos ms elevados son aquellos a los que les ha tocado en suerte no simplemente la vida sino tambin una buena vida. El par forma-materia sostiene la diferenciacin sexual: Lo masculino, principio del devenir y el movimiento portador de la forma (alma). Lo femenino, fuente de lo material. La phantasia en tanto que resultado primario de la coordinacin de los sentidos, es un saber que sabe encontrar el juicio correcto que usa la razn, misma que, tiene en mira el bien como un todo. Freud por su parte, escucha el dictado de lo inconsciente que se le manifiesta en la novela familiar. Lo inconsciente, como organizacin ambivalente de deseos amorosos y hostiles aleja por definicin al sujeto de la buena vida que Aristteles promueve.. El principio de ambivalencia y el par antittico (amor-odio) que lo sostiene abre paso hacia la constitucin del sujeto del inconsciente. Porque desde el punto de vista de la realidad psquica la oposicin material amor-odio no se sostiene. Se trata de una presencia simultnea de ambos elementos,

23 dirigida a un mismo y nico objeto, dando ocasin al conflicto en la vida consciente del sujeto. El sujeto filosfico que esta sostenido en el significado del ser como sustancia idntica a s misma, se conserva en la historia de la filosofa como marca de origen. El significado teje y desteje al animal racional, y en sus sucesivas construcciones histricas, y el sujeto filosfico se ajusta a una razn de poca. Cuando priva la exigencia de decir, lo que de la esencia no puede dejar de ser (esencia necesaria), Aristteles la nombra sustancia, verdadero objeto del saber: el sujeto existe en el ser y el objeto es en el significado de la cosa (natural). Y porque hay regularidad en la naturaleza, el objeto es siempre un objeto regular. En contraste con la postura de Freud, que apunta que de la filosofa nada tenemos que esperar (puesto que) nos pondr por delante, desdeosamente la inferioridad intelectual de nuestro objeto 23, la postura de Lacan otorga una importancia destacada al discurso filosfico, precisamente porque ha sido all donde se ha construido la pregunta ontolgica sobre el ser, que hace de impedimento necesario (represin intelectual) a la emergencia del sujeto del inconsciente, o dicho de otro modo porque en todo lo que concierne al ser que habla, la realidad es fantasmtica
24

Las incursiones de Lacan en los discursos filosficos de Aristteles, Descartes, Kant, Hegel o Heidegger, no apuntan hacia su desautorizacin, en aras de una nueva filosofa a la altura de los tiempos modernos. Una de las cuestiones que interesan a Lacan, es destacar que en el discurso filosfico, la nocin del ser aparece del lado del significado pleno. Discurso donde no hay lugar para la falta (de objeto) precisamente porque este discurso, enunciado por Lacan como discurso-amo obtura
23 24

Freud, S., op. cit., XV, p 88. Lacan, J., Seminario XX, op. cit., p. 107.

24 que, el significado dado al ser, evoca su carencia, suponiendo una positividad, que alude a la unidad imaginaria del ser, destino del hombre de ir al ser por no poder convertirse en unoFreud para siempre hace borrarse al buen sujeto del conocimiento filosfico, el que encontraba en el objeto un estatuto tranquilizador, ante el mal sujeto del deseo y de sus imposturas25. Lacan no espera, como quiz lo alberg Freud, alguna vez, que la filosofa abandone sus certidumbres para poder ver con buenos ojos al psicoanlisis. La nocin del ser -siempre del lado del significado- ocupa el lugar imaginario por excelencia del discurso de la filosofa. El ser, ni predicativo ni existencial: ni lo uno es uno, ni lo uno es. Ni es predicativo por accidente, ni es predicativo por s, porque ni es algo, ni es absolutamente. Ni como acto de existir, ni como la cpula predicativa del entendimiento entre dos trminos. Ni agregando una posicin relativa a la cpula predicativa, ni agregando una posicin absoluta para establecer la existencia de la cosa-dios. Significado predicativo del ser por inherencia. Inherir, pertenecer. Evoca la sustancia imaginaria del ser: lo que la cosa es. Como dice Aristteles el es inhiere en todas las cosas. O a la manera de Hegel la cpula es, resulta de la naturaleza del concepto, que es la de ser idntico consigo: lo individual y lo universal son determinaciones que no pueden ser aisladas. El ser referido al sistema total de la sustancia (Aristteles) o como totalidad de lo real (Hegel). El significado predicativo del ser por identidad. Identidad, El

suposicin: Cpula entre el sujeto y el predicado de la proposicin.

significado predicativo del ser por relacin. Relacin, modo de ser o comportarse de los objetos entre si: Relacin del sujeto y el objeto.
25

Lacan, J., Escritos II, p. 325.

25 Relaciones percibidas que aspiran a la sntesis (conocimiento) como nos propone Kant, acto de unir diferentes representaciones y comprender su multiplicidad en un solo conocimiento. Significado existencia del ser: por su significado general, por su significado privilegiado, por su significado de posibilidad, por su significado de asertoriedad. Por su significado ad infinitum. Significados, todos ellos, que se condensan en el significado de necesidad que se expresa desde la antigua filosofa de Parmenides, el ser es y no puede no ser hasta Hegel, lo que es racional es real y lo que es real es racional. Sujeto y objeto, seres necesarios a la filosofa. Carcter racional de la necesidad ontolgica que preludia la proposicin de Fitche el ser y la actividad del yo son la misma cosa. Heidegger intenta girar la tuerca del ser. El ser existente no se pone de manifiesto por sus cualidades objetivas, sino a travs del cmo de su ser. Pero cul es el sujeto del ser?. Ni yo, ni t, ni l sino el yo impropio, es decir, es el se. Porque el ser existente, aparece proyectado, cado. Lacan dir, si el sujeto proyectado pero a la imagen especular que sanciona yo propio? yo impropio?. Lacan dir, s el sujeto cado, pero por eso que el ser tiene de ms no de se. El sujeto no es se sino el sujeto del significante. Lacan dir, s el sujeto arrojado cuando Heidegger introduce el significante tiempo, pero agarrado del borde, porque aunque la gramtica insiste, la dramtica consiste, buscando el sentido del ser. Lacan fenomenlogo? Lacan dice no hablo de Heidegger, lo

traduzco con Freud quien con su descubrimiento hizo entrar dentro del crculo de la ciencia esa frontera entre el objeto y el ser26. Esta es una de las formas como Lacan inscribe al psicoanlisis en la lgica indomable del significante, eso que Freud teoriz como vorstellungsreprsentanz (representante-representativo), para dar cuenta de la forma indeleble del
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Lacan, J., Escritos I, p. 212

26 destino psquico de la pulsin, que Lacan toma al pie de la letra, tal y como lo hizo Freud. Desde Sigmund Freud hasta Jacques Lacan median largos

recorridos. En Freud, primera y segunda tpica del aparato psquico. Con la primera una operacin de descentramiento de la conciencia se produce. Revolucin freudiana: el sujeto ha perdido el asidero filosfico (discurso del ser) y el asidero psicolgico (discurso de la conciencia). prometan la garanta del discurso propio. con alguien? Ambos Freud en un viaje conversa

Quiere referirse a los famosos frescos de .El sujeto

falla, Freud olvida el nombre (Signorelli). Significante que Lacan llama punta quebrada de la espada de la memoria, porque es la escritura significante Signor lo que viene a ser (ltre) lo imposible de evocar. Freud no poda disponer de este trmino como material significante, por quedar ligado a la significacin reprimida 27 Evocacin que, por tanto, retorna en (lettre). Lacan tomando al Signor Freud al pie de la letra, anota al sujeto como S, aludiendo al cdigo de barra que lo escritura, para dejar sentado, en definitiva, que el sujeto en psicoanlisis no es ni el individuo ni el yo, sino el sujeto del inconsciente en su dependencia al lenguaje, que preexiste a todo sujeto y lo ata al campo simblico que lo nombra y le da un lugar en la cadena de las generaciones, aunque el sujeto siempre lo imaginarice de diferentes maneras, permitindole obturar, mediante el mecanismo de la represin, lo que lo causa como sujeto.

El sujeto y el saber filosfico sobre el objeto Edipo. La Filosofa aristotlica construye al sujeto desde la reflexin lgicoconceptual.
27

La Potica aristotlica y ms concretamente, la tragedia,

Lacan, Jacques, Escritos II, op. cit., p. 139.

27 construye al sujeto desde la vivencia ontolgica-artstica. Dice Aristteles que el origen de la poesa se form de canciones hechas de repente 28. Emergencia sbita de lo inconsciente que requiere ser acallado, haciendo que lo siniestro se torne sublime por va de la esttica de la cosa inconsciente, que Aristteles no puede decir. Por su parte Freud a partir de los indicios de Edipo, dar cuenta de la misteriosa trada de sus acciones fatales: Edipo, asesino de su padre, esposo de su madre y vencedor de la Esfinge. Para Freud la realidad psquica y el conflicto de ambivalencia que la sostiene se realizan en cada sujeto. Es la ambivalencia y el conflicto que esta representa para todo sujeto, lo que la tragedia griega de Edipo escenifica. Escenificacin que pone en entredicho el saber filosfico del objeto Edipo. Los intentos de resolucin del conflicto hacen novela familiar y el sujeto ensaya, emprende, sondea, experimienta y re-conoce todo lo que est a su alcance para resolverlo. El poeta griego, maestro del pueblo, canta el mito. Los indicios impulsan a Freud a buscar las pruebas de la eficacia de la realidad psquica, en la escritura, puesto que, como hemos visto, haba comprobado que ni la fisiologa ni la neurologa le alcanzaban. Efectivamente Edipo, en tanto que literatura, es un ser de ficcin. Pero no es ficticio en el sentido de la clasificacin cartesiana de las ideas, que hace de lo ficticio un invento. En este sentido el objeto Edipo sera un invento de Sfocles sobre el cual no interesaran posteriores desarrollos. Kant por su parte, se acerca a la ficcin de otra manera. Valindose del trmino como s, en tanto carcter hipottico de una afirmacin. De tal manera que el objeto Edipo, podra pensarse por analoga como si fuera sustancia. Edipo es como si fuera un hombre pero no lo es. A principios de este siglo Hans Vaihnger, siguiendo a Kant, regresa a Aristteles. Dice en su Filosofa del como si, que las ficciones, aunque privadas de validez
28

Aristteles, Potica, Mxico, Editorial Porra,

p. 32.

28 terica, pueden ser aceptadas e incluso mantenidas en funcin de su utilidad. S Aristteles sostiene que la retrica y la dialctica son dos manera correctas de hablar sobre las cosas, tcnica que sistematiza los medios para ayudar al orador a tener xito. Que se trata de deleitar, persuadir o conmover a los oyentes, mediante la construccin de metforas que confieran al estilo: claridad, amenidad y originalidad. Que, por eso, acuar expresiones metafricas es un arte, que se debe cultivar con pre-causin, para que la metfora siempre sea adecuada a la situacin correspondiente. Y que no se puede emplear en cualquier momento, una palabra cualquiera, puesto no se trata de ofrecer conocimientos sino de excitar -desde la butaca- a la fantasa, entonces, nosotros podemos decir que la ficcin de Edipo , no es slo potica sino un objeto til para la filosofa. En este sentido, Aristteles funda el principio de la retrica como una combinacin de intuicin psicolgica y argumentacin lgica, para inducir al oyente a la decisin deseada por el orador. Si bien el orador debe estar familiarizado con muchos temas, llama la atencin que Aristteles advierta que, el mejor tema que debe saberse el orador es el de la felicidad, porque ella es en la vida de todo hombre, su meta. La metfora clsica promovida desde la Potica de Aristteles hasta las teoras retricas actuales, no conviene al psicoanlisis, porque sta puede operar, a condicin de acallar el discurso del deseo al que previamente se le ha construido la tica de un goce posible? bajo ciertas prescripciones. Aristteles encarnado en la figura del amo del saber, nos ofrece su Potica con la promesa de que s clasificamos al sujeto de acuerdo a lo que l quiere escuchar, nada nos puede fallar, creyendo hacer la conexin imposible entre saber sabido y saber ignorado. Sin

29 embargo esto tiene su latencia, puesto que la verdad del saber inconsciente, verdad que no se sabe y de la cual el sujeto es efecto, se manifiesta, como lo hemos visto por el sntoma. De ah que podamos afirmar que Edipo es para la filosofa un objeto til. No es acaso lo mismo que deca Aristteles con respecto a la funcin de utilidad de la tragedia? Qu otra cosa vehiculiza el discurso de la tragedia, que no sea ese saber ignorado? Y ser casual que Aristteles considerar a la tragedia como gnero superior y a la tragedia de Edipo Rey, como la ms perfecta.? No es casual que, desde la teora de los gneros literarios se defina a la estructura de la tragedia, como la representacin de una accin extraordinaria en la cual el personaje principal lucha solo contra una situacin intolerablemente dolorosa. Pero es Edipo el personaje central de la tragedia que lleva su nombre? Si, a condicin de no ver en l a un personaje o a un actor sino al sujeto de lo inconsciente. La tragedia como gnero potico, fue definida por Aristteles como la representacin de una accin memorable y perfecta. Accin extraordinaria y nica, que segn las insinuaciones de Sfocles, se halla determinada por largo pasado que pesa e inclusive condiciona la accin presente. Esto quiere decir que el mito de Edipo Este es el sentido que Freud siempre puede llevarse ms atrs en el tiempo histrico, o mejor dicho, que el tiempo no ha transcurrido por l. quiere darle a la expresin estructura edipca. Se trata, dice Freud, de la muerte del padre en el origen de lo social y de la condicin de lo social mismo, como lo ha planteado en su ensayo Ttem y Tab. Si Edipo mata a su padre, esto sucede en un segundo tiempo, puesto que no hay que olvidar que en un primer tiempo, es su padre quien ha ordenado matarlo a l. Edipo sobrevive heroicamente a la muerte real, para que sea posible que se vehiculice su historia. Su adopcin, por otra familia, presta el nombre de un segundo padre haciendo posible la simbolizacin.

30 Edipo nunca vivi en tierra helnica, ni hubo ningn rey tebano que llevara este nombre. Estudios histricos apuntan la hiptesis de que Sfocles dio forma literaria a una transmisin oral procedente del pueblo egipcio que narraba la historia (deliberadamente borrada de la escritura egipcia) de las circunstancias edpicas de Akhenatn, inventor del monotesmo y faran egipcio de la dcimo octava dinasta, que rein en los aos 1377-1358 ac. De tal manera que el retorno (en los griegos) de lo reprimido (en los egipcios), escritura la vida edpica de Akhenatn en la saga de Sfocles, que relata el mito. La tesis de I. Velikovsky, quiere mostrar de varias maneras que el griego Edipo y el faran egipcio Akhenatn o Ikhnatn como escribe Freud, habran sido una sola y misma persona. En lengua griega, Edipo significa pies hinchados. Segn la leyenda, esta deformidad haba sido secuela de las heridas, cuando recin nacido fue abandonado con los pies atados. El sobrenombre evoca la morfologa particular de Akhenatn, cuyos muslos parecen tan anormalmente hinchados en los frescos como en las estatuas. La palabra pous puede significar en griego no solamente el pie sino tambin la pierna, pero se involucran dos rdenes de hechos diferentes. Para Edipo se trata de una herida infligida por el padre (que evoca la castracin), para Akhenatn se trata tal vez de una enfermedad29. La tragedia griega (recobrada) es para el pueblo: la escenifican los hipcritas y la presencian los comunes, quienes, mediante la compasin y el horror sabrn juzgar correctamente. Hipcritas fue el nombre dado a los actores en la Grecia antigua. Hipcrita significa, que finge o aparenta lo que no es o lo que no siente. En la tragedia representada para el pueblo, Edipo es un hipcrita que quiere saber. En un sentido corriente, decimos que la hipocresa es la manifestacin de sentimientos o ideas
29

Pommier, Gerard, Nacimiento y renacimiento de la escritura, Buenos Aires, Nueva Visin, 1996, p. 30.

31 distintos a los reales. Es as como Freud aisla a la hipocresa, para que sta adquiera el estatuto del sntoma, porque la hipocresa mantiene una relacin histrica con la sexualidad, es decir la hipocresa, es solo uno de los sentidos que adquiere la forma como el humano toma contacto con la sexualidad y el saber sobre ella. La frmula de Lacan de que no hay saber sobre lo sexual, puede leerse con Freud en la frmula: slo representaciones de contenido sexual pueden ser reprimidos, en donde todo lo reprimido es sexual, aunque no todo lo sexual sea reprimido. Es esto lo que constituye el acto purificador. Es este el sentido que le da Lacan. La tragedia es la nocin mdica de la catarsis aristotlica30 El complejo de Edipo no es historia, sino estructura subjetiva, aunque siempre una historia (novela familiar) es construida en ese lugar. Pero el espectador antiguo de la tragedia a diferencia de Freud, es un juez. Debe haber experimentado en carne propia las terribles situaciones que vive el personaje para ser un juez correcto? Aristteles responde contundentemente que no. Freud, recordemos experimenta indicios y construye la teora del complejo de Edipo, alejndose del juicio correcto aristotlico. Lacan, por su parte, sostiene que el complejo de Edipo marca los lmites que (el psicoanlisis) asigna a la subjetividad: a saber, lo que el sujeto puede conocer de su participacin inconsciente en el movimiento de las estructuras complejas de la alianza31. La tragedia es el canto del macho cabro, ( , macho cabro y

, canto) capaz de infundir terror, lstima y compasin pone de


manifiesto el conflicto entre lo inconsciente y la Ley, canto catrtico tambin, porque produce en los oyentes, la posibilidad de liberar sus pasiones, como va de acceso para efectuar una simbolizacin de la funcin del padre, que se presentifica ya, en la etimologa de la palabra.
30

Lacan, J., Seminario VII La tica del psicoanlisis, Buenos Aires, Ediciones Paids, p. 294. 31 Lacan, J., Escritos I, op. cit., p. 96

32 , viene a escriturar el mito del canto y de la danza de los stiros, que para tal efecto se cubran con las pieles del macho cabro, agregndose nariz, orejas y patas. Este acto celebra a Stiro, uno de los hijos de Dioniso, apodado el amador de su padre, cuya devocin le llevo a suicidarse por la muerte de ste. El acto sacrificial de Stiro inflingindose la muerte, repite en Edipo, de forma menos violenta, pero de igual forma la muerte del padre necesita ser expiada. Las fiestas dionisiacas, en honor al dios, siempre nocturnas, incluan la persecucin de animales salvajes que eran descuartizados y comidos crudos, a la manera que Freud lo relata para los tiempos primordiales del totemismo. En este sentido, la tragedia no puede ser un gnero costumbrista, porque en ella no se trata de costumbres sino de actos. Lo que se vehiculiza en el mito de Stiro y de Edipo es lo que opera en la realidad psquica que hace a la estructuracin subjetiva. Desde la perspectiva de la tica aristotlica, Edipo viene a ser efectivamente un hombre extraordinario pero como anttesis del hombre ideal. Su escenificacin teatral resulta necesaria, en virtud de que el pueblo slo puede cierto acceso al modelo de hombre ideal (el filsofo), por va de la costumbre, la cual se va desarrollando por educacin y no por reflexin propia (virtud moral). La tica, por su parte, como anlisis terico de las formas de manifestacin del Bien y de la estructura del obrar tico, es producto de la reflexin de este hombre ideal (Aristteles, el filsofo) quien jams har algo por libre decisin que tenga que aborrecer, es decir el hombre ideal, por intermedio del logos, est exento de culpa (virtud intelectual). Conocemos bien el truco asertivo y proposicional que efecta Aristteles para que su sistema funcione: La inclusin de la zoologa, la anatoma comparada, la botnica y la psicologa en una naturaleza, fundada en la prueba emprica de la filosofa de la regularidad e

33 irreversibilidad de los procesos naturales de la generacin, hace posible que los llamados placeres indeseables, contrarios a la naturaleza, sean colocados en un plano inhumano: Se trata de la nocin de bestialidad. La bestialidad es conducta inhumana que no llega ni a vicio, de tal manera que, los que dan muestras de ella, carecen como las bestias, de todo principio racional. Aristteles distingue tres causas de la conducta moral bestial: La pertenencia a un pueblo brbaro; como consecuencia de una enfermedad o como producto de malformaciones. Sea por irracionalidad o morbidez, la maldad que se produce por estas causas, no es una maldad a secar sino un maldad inhumana32 . Pero lo que el psicoanlisis vino a mostrar con Freud, es que el sujeto del inconsciente y la teora que lo sostiene, emerge de las concordancias en la vida anmica de los primitivos y los neurticos, subttulo de uno de los apartados de su ensayo Ttem y Tab, a lo que Lacan agrega: El alcance que sigue teniendo Ttem y Tab en cuanto hace derivar del acontecimiento mitolgico, a saber del asesinato del padre, la dimensin subjetiva que le da su sentido, la culpabilidad33 . La tica de Aristteles cree encontrar en el equilibrio entre realidad y posibilidad, el justo medio de la accin del sujeto. la escisin constitutiva del sujeto. Freud ajeno al presupuesto de los equilibrios, encuentra en el conflicto de ambivalencia, La escisin cobra su dimensin sintomtica en ese movimiento por el cual, hemos dicho, el sujeto intentar lo que est a su alcance para resolverlo. Desplazamiento de los elementos de este conjunto (amor-odio) hacia los objetos sustitutivos. Impulsos hostiles que sucumben a la represin por la va de los desplazamientos. Aristteles desplaza lo que pudo entrever de la realidad psquica: El sntoma toma la forma de una virtud tica proveniente de la
32 33

Aristteles, Etica Nicomaquea, Mxico, Editorial Porrua, 1982, Libro VII. Lacan, Jacques, Escritos I, op. cit., p. 81.

34 comprensin filosfica correcta. La supresin del sujeto del inconsciente se hace all necesario para poder manipular con el sujeto de la accin. Por la filosofa, el deseo inconsciente se metaforiza en metfora del ser, fantasmtica del sujeto que invita a las ciencias humanas herederas de las ciencias morales, a re-conocer al sujeto como ser social. Qu hay de los fundamentos de estas ciencias humanas, en cuanto a su asiento filosfico? Deca Hegel que en el proceso dialctico del espritu humano, el sujeto necesita para poder conocer, de un objeto distinto a l, y constituir as al conocimiento como una sntesis entre ambos. Sujeto y objeto armonizados dialcticamente. De la misma manera, la sociologa, se corona como cosmovisin positiva, nueva religin laica y trinitaria cuyas dinmicas (teolgica, metafsica y positiva) responden por el origen de lo social, el desarrollo del conocimiento y el nuevo orden y sus estticas (individuo, familia y sociedad) confirman una lgica del nuevo orden armnico entre los individuos. Pocas veces se recuerda que la sociologa en su origen se asienta en la teora del Gran Ser34 unidad fundamental del mundo, al precio de no dar cabida al sujeto, porque el sistema social, objeto terico construido por ella, est constituido por fenmenos homogneos, asentados en el principio de que en el origen de lo social hay una disposicin espontnea y objetiva en el desarrollo comn a todos, apelacin a la causa de un instinto gregario, como operador explicativo de la ecuacin sociolgica bsica: individuo-sociedad, pero no hay mtodo sociolgico posible, si no es a condicin de separar el reino psicolgico del reino social35. Paradjicamente, la ciencia que tena la intencin de estudiar las sociedades y desentraar lo propiamente humano, tuvo que excluir al sujeto, convirtindolo en objecin estorbosa para la objetividad, colocando por encima de las divergencias humanas el ideal de regulacin y dominio.
34 35

Comte, Augusto, Poltica positiva III, Durkheim, mile, Las reglas del mtodo sociolgico, p.10

35

El discurso del psicoanlisis no va del individuo a la sociedad, sino del sujeto del inconsciente a lo que hace cuerpo en lo social, porque lo inconsciente requiere del cuerpo de Leviatan para realizar la administracin pblica fallida del deseo. El psicoanlisis no puede venir a ocupar el lugar de continuidad con la filosofa y las ciencias sociales derivadas de ella, cuyas aportaciones podran inscribirse en corrientes de pensamiento ms comprensivas, modelo epistemolgico de las teoras continuistas que suponen un continuo progreso del saber. Hemos visto que la muerte del padre en el origen de lo social es la condicin de posibilidad de lo social mismo. Y cmo esta muerte es actualizada en el mito de Edipo Rey, retomado por Freud para elevarlo a la categora de complejo universal que hace del hombre un sujeto de lo inconsciente: dimensin nueva de la condicin humana, en cuanto que no es nicamente el hombre quien habla, sino que en el hombre ello habla36. En este sentido, el discurso psicoanaltico, no va del individuo a la sociedad, sino del sujeto del inconsciente a eso que hace cuerpo en lo social y establece que lo social se funda en un lazo de discurso, lazo de dominio que slo se reconoce a s mismo como discurso del ser.

36

Lacan, Jacques, Escritos I, op.cit., p. 182.

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