IRYeAKeCeme (O01
Esecritoras uruguayas:
una antologia critica
TRUCEContenido
Maria Eugenia Vaz Ferreira .
Delmira Agustini ...........
Juana de Ibarbourou
Sara de Ibafez...
Armonia SOMETS ......e
Idea Vilariffo.......
Amanda Berenguer ..
Ida Vitale ......
Matilde Bianchi
Mercedes Rein...
Sylvia Lago ....
Marosa di Giorgio
Cristina Peri Rossi
Teresa Porzecanski
Alicia Migdal
Ana Solari...
Andrea Blanqué
Helena Corbellini 1
Bibliografia general ...
110
114Introduccién
En los ultimos lustros uno de los acontecimientos mas significativos
de la literatura hispanoamericana ha sido el reconocimiente del discurso
femenino. La organizacién de congresos. publicacién de antologias y estu-
dios criticos han dado como resultado la reivindicacién de autoras que
habian sido olvidadas asi como la posibilidad de profundizar sobre las ya
consagradas. En el Uruguay. un pais de tradicién democratica y numero-
sa clase media que fomento el cultivo de las letras, a Jo largo de mas de
cien afos las mujeres han creado un discurso literaris rice y variado que
tlustres criticos como Alberto Zum Felde y Angel Rama se han ocupado de
estudiar y difundir. Especialmente eficaces han sido los recientes colecti-
vos. como Mujeres uruguayas: El lado Jemenino de nuestra historia y Muje-
res de mucha monta que ponen de relieve el talento y la diversidad de su
proctuccién literaria. Sin embargo, con raras excepciones los textos de la
mujer uruguaya no han Iegado a un amplio puiblico, especialmente aquel
que se halla fuera de fronteras.
Las historias de la literatura hispanoamericana tienden a incluir a las
poetas Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou, la narradora Armonia
Somers, y entre las escritoras contempordneas, generalmente a Cristina
Pert Rossi. Algunos voltimenes dedicados a la poesia incluyen asimismo a
Sara de Ibanez y a Jas integrantes de la Hamada Generacién del 45: Amanda
Berenguer, Idea Vilarifio ¢ Ida Vitale. En este sentido la situacién de las
escritoras uruguayas no ha sido demasiado diferente a Jas del resto en el
mundo hispano.
Seguin las teorias desconstruccionistas todo discurso es ideologizado y
como resultado los juicios emitidos por los criticos son portadores del
sistema estético y cultural que estos representan. De todo que el canon,
es decir, la lista de las “obras maestras” de la civilizacién occidental, que
ha sido histéricamente controlado por los hombres, ha tendido a recono-
cer aquellos textos que confirmaban ia tradicién patriarcal y a desvalori-
zar 0 ignorar el discurso del Otro como los de la mujer y otras minorias
culturalmente marginales.
Una de las consecuencias ha sido, como ha observado Hellen Ferro,
que a pesar de sus épocas de publicacién y tendencias literarias. las auto-
ras aparecen agrupadas en las historias literarias, claramente mostrando
los prejuicios del editor, para quien, como ha destacado la espanola LauraFreizas en Literatura y mujeres. éstas son vistas “menos como escritoras
que como mujeres escritoras”. Sin contar él caso de las consabidas poetas
Delmira Agustini, Alfonsina Storni y Gabriela Mistral, cuya excusa para
presentarlas conjuntamente ha sido que todas, sin excepcién, vivieron
una vida atormentada.
Un aspecto adicional que hay que tener en cuenta es lo que los criticos
del “nuevo historicismo”, como Judith Lowder Newton, han llamado “co-
munidad cultural”, o sea, la posibilidad que los hombres a través de los
anos han tenido de reunirse en verdaderas “cofradias” donde han podido
estimularse unos a los otros y de las cuales las mujeres histéricamente
han estado excluidas. Tal es el caso de las poetas uruguayas Eugenia Vaz
Ferreira y Delmira Agustini que escribieron en el llamado Novecientos.
periodo de enorme difusién cultural que se tradujo en la publicacion de
revistas y la fundacién de la Universidad de Mujeres. Sin embargo, toda-
via no asistian a los sitios de reunion de los jévenes intelectuales de la
época, como la tertulia del café Polo Bamba que tuvo en Montevideo una
verdadera importancia, semejante a Los Inmortales en Buenos Aires, ni
participaban en los cenaculos literarios La torre de los Panoramas, insta-
lado en la casa del poeta Julio Herrera y Reissig, y el Gay Saber acaudilla-
do por el cuentista Horacio Quiroga.
Segun J.C. Haedo. una de las personalidades que vivia en esos arios
“La mujer permanece recluida {...) salvo las horas de paseo, o cuando sale
para el teatro, las tiendas o las visitas, acompafiadas siempre de las per-
sonas de su familia, padres o hermanos. Su aparicion es siempre fugaz 0
accidental, cuidando especialmente de no mostrarse dos dias seguidos, ni
dos veces en el mismo dia. La sola excepcién de aquella clausura. que
recuerda a las de las ciudades arabes. y que presta tan singular tono a las
relaciones de los sexes, es el paseo por 25 de Mayo y Sarandi que se
cumple sistematicamente con la regularidad de un rito.” Delmira Agustini
Jament6 alguna vez no poder sentarse en una mesa de café, mientras que
Jas escapadas nocturnas de Maria Vaz Ferreira a un cafetin de la Ciudad
Vieja fueron unas de sus tantas audacias que dio que hablar en Montevi-
deo. En este ambiente de prejuicios, las dos mujeres formaron una estre-
cha afiliacién a pesar de tener una diferencia de edad de once afios. Vaz
Ferreira visitaba a Agustini en su casa-quinta de Sayago y ha quedado
registrado un recorte sin nombre ni fecha, custodiado en el Archivo de la
Biblioteca Nactonal de Montevideo, que relata como Vaz Ferreira se pre-
sento un dia en la casa del escritor Enrique Rodé para transmitirle con
gran alegria que habia descubierto una maravillosa poeta que venia a
sobrepujarla, A su vez Agustini le dedicé a Vaz Ferreira la primera de sus
siluetas sobre escritoras uruguayas que publicé en la revista La Alborada
en 1903, bajo el Litulo Legion Etérea. con el seudénimo de Joujou.
MI propésito en este vohumen es dar a conocer el discurso literario
plural y diversificado de las autoras uruguayas. Incluyo la obra de diecio-cho escritoras sigutendo un orden cronolégico de acuerdo a su fecha de
nacimiento, Cada una de ellas aparece presentada mediante una seccion
que informa sobre su vida y un comentario que presenta sus temas fun-
damentales asi como su posible evolucién. Cada seccién incluye asimis-
mo una bibliografia de la obra de las escritoras y otra critica para aquéllas
que he podido hallar. Al final del libro el lector hallara también una biblio-
grafia general. Inicio la trayectoria con Eugenia Vaz Ferreira a principios
del siglo XX, cuando la mujer entra en la historia literaria nacional y la
cierro con Helena Corbellini como digna representante de las escritoras
que nacieron en los afios sesenta. que emergen en los ultimos arios de la
dictadura militar y cuyo discurso aparece esencialmente signado por el
nuevo sistema cultural y politico que se origina en 1985 -conclusién del
periodo de la dictadura que habia comenzado en 1973- y por las preocu-
paciones que la nueva condicién origina. No me detengo, sino muy breve-
mente, en Ia evolucion experimentada por el discurso en cada uno de los
periodos histéricos.
Como se vera. algunas escritoras se destacan en todos los géneros
literarios. Delmira Agustint. Idea Vilarino y Marosa di Giorgio se han dedi-
cado a la lirica. Otras, como Armonia Somers 0 Mercedes Rein han culti-
vado la narrativa, pero la mayoria de ellas incursionan en mas de un
género literario. Ademas, su gran talento literario y su dominio del idioma
se hacen presentes en la riqueza de sus imagenes asi como en Ja combina-
cién de otros recursos como la ironia y la satira. que distinguen sus dis-
cursos,
Estas autoras despliegan también una gran variedad tematica que re-
flejan sus amplias preocupaciones feministas y sociales. Todas las situa-
ciones, edades y ocupaciones humanas se hallan representadas en sus
obras. Algunas como Armonia Somers 0 Ana Solari han seleccionado es-
pacios mas alejados de la realidad mientras que otras incorporan su he-
rencia cultural como es el caso de Alicia Migdal y Teresa Porzecanski,
cuyos textos articulan la condicién de la colectividad judia nacional.
‘También se notara que de una produccién literaria singularizada por
sus multiples temas, asi como por sus estilos diversos. se pasé especial-
mente a partir de 1955 -el ario en el que comienza a acelerarse la crisis
sociopolitica nacfonal- a una literatura de denuncia. Voces insurgentes
fueron entonces tanto la de las mayores Amanda Berenguer, Matilde
Bianqui, Ida Vitale, Sylvia Lago, como las de la llamada por Angel Rama
Generaci6n de la Accién, como Cristina Peri Rossi y Teresa Porzencanski,
que, siguiendo géneros y estilos diversos. testimonian la situacion de la
patria. Durante los doce afios del Proceso las escritoras -al igual que los
escritores y los intelectuales— cuya voz y tono contradecia abiertamente la
de Jos militares se encontraron subitamente en una situacién en la que
eran perseguidas o excluidas, lo que las llevé a disimular sus inclinacio-
nes politicas y a cambiar la funcidn y el tono de sus textos, fendémenoconocido como la “autocensura.” Segun Jorge Ruffinelli. durante este pe-
riodo no aparecio en el pais ningun texto que se refiriera a la realidad
politica ya que muchos autores ¢ intelectuales optaron por no escribir
sobre la situacién ni tampoco colaborar con el régimen.
Este grupo. por supuesto, no fue homogéneo como han observado Maria
Rosa Olivera Williams y Alvaro Barros-Lémez. Fueron diferentes las con-
secuencias para quienes permanecieron en el pais, como Amanda
Berenguer o Teresa Porzecanski, de las que se exiliaron, y aun distinto el
caso de las que abandonaron el pais y regresaron, como Matilde Bianchi.
de las que decidieron fijar su residencia permanentemente en el exterior.
Ironicamente, aquéllas que se establecieron en paises con un mercado
editorial mas dindmico, como Ida Vitale en México y Cristina Peri Rossi en
Espafia. han llegado a difundir sus textos en una medida que hubiera
sido imposible de haber permanecido en Uruguay. Sin embargo. la dife-
rencia mas marcada entre arnbos grupos es la ampliacion del espacio
literario y el enriquecimiento del referente. En el caso de Peri Rossi, la
escritora uruguaya contemporanea que hasta el presente ha logrado mas
renombre internacional, surgen los espacios espafoles. ademas de\ desa-
trollo de temas tabues dentro de la moral tradicional, tales como el lesbia-
nismo.
A partir de 1985 comienza el “desexilio” -término acunado por Mario
Benedetti para referirse al regreso de los exiliados al pais natal- y el pro-
ceso de crear una nueva literatura con las nuevas circunstancias
sociopoliticas, Entonces empiezan a publicarse obras alegoricas inspira-
das en los recientes acontecimientos histéricos, como La nave de los lo-
cos. de Cristina Peri Rossi, y A la gran muteca, de Matilde Bianchi.
Concomitantemente, el imaginario se enriquece con un arsenal de moti-
vos de la nueva realidad nacional como la liberacién de los presos politi-
cos y el regreso de los exiliados en los textos de Mercedes Rein y Helena
Corbellini, Otras escritoras siguen incursionando en la literatura fantas-
tica, de larga tradicién en la literatura uruguaya a partir de Felisberto
Hernandez. y en el discurso femenino en las narraciones de Armonia
Somers. Marosa di Giorgio da a la prensa Mesa de esmeralda, Teresa
Porzencanski los relatos de Construcctones, y Ana Solari la novela Zack,
mientras que otros textos reevaluan los espacios domésticos a los que la
mujer ha sido tradicionalmente relegada con libros de titulos sugerentes
como La casa de enfrente, de Alicia Migdal, y Casa vacia, de Mercedes
Rein. A la vez. algunas autoras tratan de subvertir los modelos masculi-
nos manipulados por la tradicién patriarcal proponiendo otro que refleja
la experiencia femenina como la Novela erdtica, de Teresa Porzecanski. la
que incorpora funciones corporales femeninas como el embarazo y la mens-
truacion. o Andrea Blanqué que en Y no fueron felices le da un toque
feminista a los tradicionales relatos infantiles de principes y doncellas.
Finalmente, tanto ella como Helena Corbellini, de la misma generacién,afirman su identidad por medio de un discurso fémino-céntrico que in-
corpora el tema sexual mas explicitamente demostrando asi fa autentici-
dad artistica y personal que la expresion femenina ha alcanzado en la
actualidad en las letras uruguayas.
Espero que los lectores estimen este libro que por primera vez ofrece
un espacio antoldgico a la creaci6n literaria femenina uruguaya desde
fines del siglo XIX hasta nuestros dias. La obra de estas escritoras enri-
quece indiscutiblemente la literatura latinoamericana y cabe esperar que
este volumen sirva de base para estudios futuros.
RS.