Este documento resume varias sentencias judiciales relacionadas con la tasación de bienes expropiados. En particular, destaca fallos que establecen que la desvalorización monetaria debe ser considerada al fijar la indemnización, y que el valor del bien debe determinarse a la fecha de la sentencia.
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Este documento resume varias sentencias judiciales relacionadas con la tasación de bienes expropiados. En particular, destaca fallos que establecen que la desvalorización monetaria debe ser considerada al fijar la indemnización, y que el valor del bien debe determinarse a la fecha de la sentencia.
Este documento resume varias sentencias judiciales relacionadas con la tasación de bienes expropiados. En particular, destaca fallos que establecen que la desvalorización monetaria debe ser considerada al fijar la indemnización, y que el valor del bien debe determinarse a la fecha de la sentencia.
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TASACIÓN EN CASO DE EXPROPIA- zón de que las modificaciones legislativas
CIÓN * (T. XXV, pág. 1033.) sobre materia expropiatoria, dictadas con SUMARIO: I. Preliminares. II. Actualización posterioridad a la ley 13.264 (y su modif. jurisprudencial. 14.393), no tienen incidencia sobre el tema, I. Preliminares además de ser mínimas, tal el caso de ¡a Es sin duda el instituto de la expropia- ley 17.484/967, que estatuye la no sujeción ción una de las figuras jurídicas en que la de la expropiación al fuero de atracción de jurisprudencia tiene notable incidencia, no los juicios universales. sólo en atención a la cantidad de fallos ati- En esa postura anotamos la siguiente ju- nentes a la materia que se registran, sino risprudencia : porque su dinámica importa en la constante 1) Fallo plenario; Cám. Nac. Civ. (7/16/ aplicación de la ley, motivo de lógico estudio 970). En relación al mismo es de precisar respecto al propósito o apreciación del le- su trascendencia, pues resuelve una cues- gislador en cada una de las materias que tión esencial vinculada a un trámite o trata, y que por cierto en el caso son numé- gestión procesal, con gravitación decisiva ricamente muchas y trascendentes; y si en lo substancial. En efecto, se consagra la bien tales asertos aon comunes a las diver- doctrina de que para fijar el precio en los sas cuestiones que se plantean ante la jus- juicios de expropiación no es necesaria la ticia, en la situación que nos ocupa esa expresa petición del expropiado, en el sen- estimación se hace sentir con gravitación tido de que se considere la desvalorización más rigurosa. Por otra parte, aquellos fa- de la moneda. Ello importa de por sí una llos tienen decisiva influencia principalmen- posibilidad que era imprescindible conside- te la faz económica, la que constituye, en rarla, ante el fallo de la C. Sup. de Just. una sociedad como la nuestra en que el de la Nac. en el caso "Prov. de Santa Fe . capital y el respeto a la propiedad son pila- c/Nicchi Carlos A.J s/expropiación" (cit. en res de su basamento, aspecto substancial. el trabajo menc. ( ), y que estableciera el Y si en general en la expropiación, en el derecho del propietario a percibir una in- orden jurídico que regula, esas decisiones demnización actualizada, según la tasación son importantes, dentro de aquel régimen, real d«l bien, teniendo en cuenta la desva- tienen —por las circunstancias expuestas, lorización de la moneda, para que se llegue ver la voz que se actualiza ( J )— estricta a la "integralidad" del resarcimiento. La vigencia de realidad en la tasación de los Cám. Nac. Civ., en pleno, viene por la deci- bienes. sión que ahora comentamos a resolver un II. Actualización jurisprudencial. aspecto controvertido radicalizando una perspectiva adecuada a la visualización Como único tópico de actualización me científica ( 2 ). referiré a las sentencias que señalan la di- rección de las interpretaciones de los tribu- nales sobre el punto en examen, y que en (1) Trab. del suscripto, "Tasación en caso de ex- propiación'1, Enciclopedia Jurídica Omeba, t. XXV, definitiva representan una ampliación de pág. 1033, .Bs. Aires, 1968. citas oportunamente expuestas. Ello en ra- (2) L.L., t. 140 (en hnp.) (diario del 30/10/70). En la misma publ. Canasi. José: "La desvalorizados de la moneda y la petición expresa del expropiado" * Por el Dr. HÉCTOR ALFREDO GÓMEZ RIERA. (ííota a fallo). 2) Fallo Cám. Nac. Civ., Sala F (18/ TEMIBILIDAD ( P e l i g r o s i d a d ) . (T. 11/69). Se considera en general que la des- XXVI, pág. 27.) (V. la actualización de valorización del signo monetario juega en las voces CÓDIGO PENAL y NUEVOS DELITOS función del dólar; sin embargo cabe tener en este Apéndice). en cuenta también, y en esa apreciación tiene interés esta decisión, que si bien el T E N E N C I A DE LOS H I J O S * . (T. valor oficial del peso puede no variar frente XXVI, pág. 38.) 1. Tenencia provisoria a aquella moneda, se debe evaluar, si resul- (N? 2 de la. voz actualizada). El art. 68 de tase de público y notorio, que los precios la ley de matrimonio civil fue reformado internos llegan a encontrarse en una evolu- por la ley 17.711. En la parte referente ción de carestía ascendente ( 8 ) . a este tema la modificación se reduce a 3) Fallos Cám. Nac,. Fed., Sala Civ. y reemplazar la expresión "determinar el cui- Com. (25/11/69 y 9/12/69). Se estima dado de los hijos con arreglo a las dispo- que para mantener intangible el principio siciones de este código" por "determinar de la justa indemnización de la moneda, el a quién corresponde la guarda de los hijos valor del bien expropiado debe fijarse a la con arreglo a las disposiciones de este có- fecha de la sentencia ( 4 ) . digo"; se trata, pues, del empleo de una redacción más precisa técnicamente, sin que 4) Cám. Civ. Cap., Sala D (1/12/69). se altere la solución legal. Considérase que se debe conceptuar baldío 2. Tenencia definitiva (Nos. 3, 4 V 5 de el bien expropiado a los efectos del pago de la voz actualizada). La ley 17.711 susti- la indemnización —y lógicamente para eva- tuyó el art. 76 de la ley de matrimonio luarlo—, aunque se encuentre edificado, si civil por el siguiente texto: "Salvo causas la demanda por expropiación inversa se fun- graves, los hijos menores de cinco años da en el propósito de los propietarios de quedarán a cargo de la madre. Los mayores levantar un edificio sobre el predio cuestio- de esa edad quedarán a cargo del cónyuge nado, lo que implica reconocer por los due- inocente, a menos que esta solución fuere ños que el edificio, sólo tenía para los inconveniente para el menor; si ambos cón- mismos valor de demolición ( 5 ). yuges» fueran culpables, el juez decidirá el 5) Cám. Fed. Cap., Sala Civ. y Com. régimen más conveniente al interés de los (28/4/70). Se aprecia con numerosas citas hijos, según las circunstancias del caso". jurisprudenciales, que el mayor valor que En la parte referente a los hijos menores haya adquirido el bien a restituir, no es de cinco años la modificación consiste en susceptible de reclamación por parte de hacer la salvedad de que, en caso de existir quien por una causa legal, debe devolverlo causas graves, la tenencia de aquéllos pue- a su antiguo propietario ( 6 ) , de no ser otorgada a la madre. Se consagra 6) Fallo Cám. Nac. Fed., Sala Civ. y así la interpretación judicial del texto an- Com., (24/8/9'68). Se afirma, en una esti- terior, según la cual éste no fijaba una mación general, que los jueces deben pon- regla ineludible (ver N9 4 de la voz ac- derar en cada caso la naturaleza del bien tualizada ) . y sus características y apreciar su valor La modificación es de mayor trascen- real al momento de dictar sentencia, sin dencia en cuanto a los hijos mayores de necesidad de una nueva peritación, debien- cinco años, ya que se sustituye el criterio do el problema ser resuelto por aplicación que atiende a la mayor idoneidad d-e uno del principio según el cual, probada la exis- u otro cónyuge por la primacía de la ino- tencia de un perjuicio, pero no su monto, cencia en el divorcio, con la sola excepción corresponde a los mismos fijarla pruden- de los casos en que el otorgamiento de la cialmente( 7 ). tenencia al cónyuge inocente sea inconve- niente para el menor. En caso de culpa dé 7) Cám. Nac. Fed., Sala Civ. y Com. ambos cónyuges se faculta a! juez a decidir 20/2/969). Atendiendo a lo efectivamente el régimen más conveniente al interés de acreditado en la causa, se ha decidido que los hijos según las circunstancias del caso. debe aceptarse que la indemnización com- Se aparta así la ley de la solución de prende el valor del terreno, según la super- Vélez Sársfield, seguida por todos los pro- ficie establecida en la pericia y no según yectos de reforma (Anteproyecto de Bibi- los títulos ( s ). loni, art. 635; Proyecto de 1936, art. 382; Anteproyecto de 1954, art. 464, inc. 8; An- (3) L. L., t. 138, pág. 662. teproyecto de De Gásperi, art. 219), para (4) L. L., t. 138, ps. 563 y 835. adoptar el criterio de Borda (ver N9 5 de (5) J. A., t. 7, 1970, pág. 30. (6) / A., t, 7, 1970, pág. 66. la voz actualizada;. (7) L. L., t. 135. pág. 1118. '8} L. L., t. 136, pág, 1151. Por e! Dr. AUGUSTO CÉSAR El nuevo régimen ha sido aprobado por lo que conduciría a resultados desatinados. su inspirador, quien insiste en que el cul- 3. Aplicación supletoria a otras situa- pable de la destrucción del hogar no puede ciones (Nos. 8, 9 y 10 de la voz actuali- ser el más apto para educar a los hijos y zada). El art. 76 de la ley de matrimonio guiarlos en su formación, pues su conducta civil fue considerado aplicable analógica- revela una inadaptación al medio familiar mente a los supuestos de separación de y una falta de sentido de la responsabilidad hecho, nulidad de matrimonio y filiación como esposo y como padre que influiría ilegítima. desfavorablemente en la formación espiri- Actualmente ha dejado de serlo parcial- tual de los hijos que viven con él O). mente, ya que en tales casos no media cul- Pero esa aprobación es aislada en la doc- pabilidad o inocencia de los padres en el trina. Llambías considera que la modifica- divorcio. Sin embargo, continuará siendo ción no es justificada, ya que lo que im- aplicable la primera parte del artículo —re- porta en estos casos es el bien del hijo y no ferente a los menores de cinco años— y el del esposo exento de culpa en el divorcio, también la última, que contempla la situa- pues puede no coincidir ¡a inocencia con la ción de los mayores de esa edad en caso de mayor aptitud para eí cuidado y educación culpa de ambos cónyuges en el divorcio. de los párvulos; sólo en paridad de aptitud Por consiguiente, p u e d e establecerse educativa de los padres estima que podría como regla que en caso de separación de preferirse al inocente. Señala, además, con hecho de los padres legítimos, de nulidad el antecedente de un caso concreto que tuvo de matrimonio con buena o mala fe de am- oportunidad de conocer como magistrado, bos contrayentes, y de filiación ilegítima, que el nuevo texto impide al juez otorgar la tenencia de los hijos menores de 5 años la tenencia al culpable cuando el interés debe ser acordada a la madre salvo causas del menor señale como más conveniente para graves; y respecto de los mayores de esa éste tal solución, sin que llegue a ser in- edad, el juez debe decidir el régimen más conveniente la tenencia por el inocente ( 2 ). conveniente al interés de los hijos, según Concordantemente, Raffo Benegas y Sas- las circunstancias del caso. sot señalan que aun cuando la inocencia en el divorcio no constituye un criterio TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN. (V. absoluto, queda establecida como principio CLÁUSULA "EEBUS sic STANTIBUS" y OBLI- fundamental; y que no es feliz la redacción GACIONES.) del precepto, pues introduce como excep- ción —para el caso de culpa de ambos cón- TEORÍA TRIALISTA DEL MUNDO yuges— ¡o que debería ser la regla general, JURÍDICO *. el interés de los hijos (*). SUMARIO: Liminar. /. Advenimiento de la eon- La reforma es desacertada porque susti- ceptuación tridimensional: a) Los precur- tuye el criterio rector de la aptitud para sores, b) Concepción tridimensional y teo- educar a ios hijos, que es el que lógica- ría tridimensional. II. Estructura de la mente debe prevalecer, ya que debe bus- teoría trialista: a) Jurística sociológica: carse la solución más favorable para la 1) El "reparto" y los "repartidores"; 2) buena formación de éstos, por e! de la ino- Lo adjudicado; 3) Destinatarios; 4) Es- cencia en el divorcio, que puede ser ajeno pecies de reparto; 5) Su justicia; 6) Or- al interés de los menores. Si bien los he- den de las adjudicaciones; 7) Su tempo- chos que dieron lugar al divorcio pueden ralidad, b) Jurística normológica: 1) La ser reveladores de la falta de aptitud para norma; 2) Prevalecencia de la voluntad del repartidor en la interpretación, c) Ju- dirigir la educación de los hijos, también rística dikelógica: 1) Axiología; 2) Axio- pueden ser ofensivos para el otro cónyuge sofía; 3) Principio supremo de justicia. pero no afectar dicha aptitud. Por otra Consectario: El sustrato filosófico del parte, la previsión excepcional del interés sistema {>). de los hijos como pauta orientadora para el supuesto de culpa de ambos cónyuges (1) La foraraladón completa de la teoría del pro- puede hacer creer que ese interés no es fesor Wemer Goldschmidt está en la 3» edición de la relevante cuando la culpa es de uno solo, Inlrodwríín al Derecho (La teoría trialista del mundo jurídico y *w horizontes), Depalma, Buenos Airea, 1967. Una síntesis ae encuentra en el opúsculo det mis- (1) Borda, Guillermo A.: familia, 49 ecl., Buenos mo ímtor La teoría, tiidimengiünal d?í mundo jurídico, Aires, 1968, í. I, N» 541; ía reforma de! Código Civil, publicad» en El derecho, t. 3. pég. 1088. En punto al nivarcio. El Dtfectin, 32, 885. cap. V. aspecto dikelógico. resulta inexcusable ia lectura de la (2) IJumbia», Jorge J.: Ley 11.111. Sfforma del elaboración realizada en La ciencia de ío Justicia (Aguí- CédiffO Civil, en Jar. Arg., 1969, doctrina, pág. 126/27, lar, Madrid, 1958). ba aplicación plena de la sistemá- Nv 13. tica trlaHsía al campo de una de las disciplinas inte- (3) Eaffo Benegas, Patricio, y Sassot, Rafael Ale- janán?: IM tenencia d? los hijnit # el div&rei®, Jur. Arg.. e, 1971, doctrina. * Por el Dr. HORACIO DANTO PIOMBG. Es propósito del presente trabajo con- real estructura de lo jurídico que signifi- tribuir a que el lector de esta Enciclopedia, can los movimientos doctrinales mentados interesado por los problemas fundamenta- como "hitos", no alcanzaron a constituir les del Derecho, se fsniii' n rice esquemáti- más que meras concepciones, sin alcanzar, camente con el bagaje conceptual y las por cierto, la estructuración de verdade- coordenadas doctrinales de una concepción ras teorías; esto, desde el momento en que jusfiíosófica que, no obstante haberse es- conducta, norma y valor no aparecen en tructurado en forma completiva en el pre- tales concepciones plenamente integradas térito cercano —hace apenas una década— en una problemática unitaria. viene inficionando profundamente el actual Las razones de la anotada frustración pensamiento jurídico argentino, especial- son sencillas. De los tres elementos del mente en los ámbitos del Derecho Constitu- mundo jurídico, únicamente la regla de De- cional, Derecho Internacional Público y De- recho había recibido una elaboración ius- recho Internacional Privado ( 2 ); materia filosófica a lo largo de un camino doctrinal esta última donde ha desarrollado una pro- que arranca en Fuerbach y culmina con ficua labor el creador de la teoría que nos Kelsen. Ni la justicia, ni la conducta jurí- ocupa, profesor Werner Goldschmidt (3). dica podían contar, en cambio, con metas I. La teoría trialista del mundo jurídico comparables. Así, la doctrina del Derecho nace del común anhelo, suscitado en los Natural había sido elucubrada por teólogos países occidentales, de superar los métodos o filósofos; es decir, personas ajenas a la analíticos que caracterizaron la ciencia del praxis del Derecho, por lo que sus frutos siglo pasado mediante pautas integracio- no podían satisfacer del todo a los juris- nistas y estructurales; y también —desta- prudentes. La Sociología Jurídica, a su camos— como revulsión contra el unilate- vez, al no estar realizada por entonces y ralismo positivista. ser obra también de extraños a ese ámbi- a) Hermann Kantorowicz es el primer to —los sociólogos— tampoco satisfacía estudioso que reclama la construcción del a los técnicos del Derecho. mundo jurídico en sus tres dimensiones; La tarea fundamental por cumplir para es decir, atendiendo no sólo al precepto, que la concepción se transformara en autén- sino también a la realidad social y al valor. tica teoría tridimensional, era graduar las Luego, marcan otros hitos el "integrati- ciencias de la realidad social y de la jus- vismo", de Jeronre Hall, la "egología", de ticia a nivel de la nomología, perfecta- Carlos Cossio y la "tridimensionalidad", mente constituida a la sazón. Y éste es, en de Miguel Reale. Atrás quedan superados esencia, el logro de la Teoría Trialista del los infradimensionalismos, sean éstos de mundo jurídico. tinte unidimensional —como lo es la Es- II. a) Para explicarlo racionalmente, de- cuela de Viena al centrarse únicamente en bemos comenzar por describir someramente el aspecto normológico, o el realismo es- el contenido de la primera parte de la es- candinavo al considerar solamente el "he- tructura de la teoría trialista, o sea la cho del derecho" —o de tinte bidimensional, Jurística Sociológica; ciencia propiamente tal como resultaron ser el movimiento valo- jurídica de la realidad, cuyo horizonte de rativo sociológico de la escuela francesa proyección está en la sociología del Derecho. de Hauriou y el socio-normológico postu- 1) En el mundo jurídico —postula Gold- lado por Duguit. schmidt— las conductas que como compor- b) Las sucesivas aproximaciones a la tamiento cumplen los hombres, realizan un "reparto". grativas del plexo jurídico, en el Derecho Internacional Privado del tratadista arriba mencionado (edic. "El Todo reparto, que consiste en adjudi- Derecho", Buenos Aires, 1970). La confrontación de su car "potencia" o "impotencia", es promo- teorfa con la egológica puede verse en la nota inserta en Jurttprudencia Argentina, t. 1965, V, pags. 77 y vida por sujetos determinados —aislados Bgtes. Dos trabajos propedéuticos en la tarea de abor- o agrupados— que se denominan en esta dar la comprensión del sistema son: La teoría trialista tesitura "repartidores". Mas si la adjudi- del mundo jurídico «egún Werner ffoldfchmidt, de Ger- min Bidart Campos (£1 Derecho, t. 25, paga. 899 y cación proviene de influencias humanas di- sgtes.) y Poder, noimatividad y jutticia en el mundo fusas o de la naturaleza, nos encontramos jurídico, de Antonio Boggiano (Jurisprudencia Argenti- na, tomo referido a doctrina, pág. 391). con "distribuciones" y no con repartos. (2) En la página V del Derecho Internacional Pri- 2) Lo repartido,, "potencia" e "impoten- vado citado en la nota que antecede, puede leerse una lista de cultores de la tesitura en comento. cia", aparece desde él punto de vista socio- ( 3 ) Desde La consecuencia jurídica de la norma orí lógico como beneficio y perjuicio, respec- Derecho Internacional Privado (Barcelona, edit. Bosch, 1935), pasando por el Sistema, y Filutofia del Derecho tivamente; mientras que desde el ángulo Internacional Privado (2» edic., E.Ú.E.A., Buenos Airea, visual del ordenamiento normativc. la pri- 1952) y la Suma dfl Derecho Internacional Privndo, mera significa derecho o faculta- y la se- (2* edic., Abeledo-Perrot. Buenos Aire», 1961), hasta »p:¡ugar en el trabajo de referencia en la nota anterior. gunda deber, obligación o carga; pero am- bas —potencia e impotencia— lucen como descripción del cumplimiento de esa volun- tareas en el campo de la justicia. tad. Cuando, en lo referente a la primera 3) Destinatarios de esas adjudicaciones faz, la norma da cuenta fielmente de la son los "recipiendarios" que, a diferencia voluntad del adjudicador, se habla de nor- de los "repartidores", pueden ser anima- ma fiel; en caso contrario, la norma es les o cosas; aunque, desde luego, los reci- infiel, y esto puede ocurrir tanto en el su- piendarios principales son, asimismo, los puesto que ella exprese más de lo que quiso hombres. el autor, como en el caso de que exprese 4) El reparto se nos manifiesta en dos menos. En orden a la segunda faz, la nor- especies o clases. Uno el "autoritario", que ma es exacta en caso de eficacia, es decir, se caracteriza por el hecho de que el repar- cuando asegure el cumplimiento de la vo- tidor lleva a cabo la atribución sin preocu- luntad de su autor. parse de la conformidad o disconformidad 2) Establecida la infidelidad de la nor- de los demás protagonistas. Otro, el autó- ma a través de la voluntad del repartidor, nomo, que se realiza mediante el acuerdo de cabe dar prevalecencia a esa voluntad y no los protagonistas y que no exige un encuen- a la norma; y si en una determinada hipó- tro positivo de las declaraciones de volun- tesis, aun con este método, no se logra eli- tad, sino sólo una coexistencia de con- minar la injusticia normativa, nace un re- ductas coincidentes. curso plenario a la justicia. 5) Ningún "reparto" es de por sí injus- c) La última parte del movimiento ius- to; la existencia de justicia dependerá ex- filosófico que nos ocupa es la dedicada clusivamente de su contenido; empero es a la elaboración de la teoría de la justicia menester tener en cuenta que en el reparto o "dikelogía". Así la denomina Goldschmidt autónomo los repartidores están justifica- acuñando un nuevo vocablo con el molde lin- dos, desde que el acuerdo entre ellos hace güístico del nombre de la deidad griega que actúen justamente como adjudicadores; que la simbolizaba. en tanto que en el reparto autoritario es El horizonte de la "dikelogía" se vis- menester justificar al repartidor con pres- lumbra en la Filosofía de la Justicia, dis- cindencia del contenido del reparto. ciplina ésta a la que se ha transportado la 6) Los repartos se concatenan en cierto consideración del Derecho Natural desde orden a raiz de dos causas: por un lado, de su perspectiva ética; estudiándose en la manera vertical y desde arriba, los engar- Teoría de la Justicia sólo el angular jurí- za el plan de gobierno formulado por los dico de aquél. que mandan; por el otro, de manera hori- Un inicial contacto con la dikelogía nos zontal, funciona enlazándolos su ejempla- muestra que ella comprende dos partes: una ridad. Los' repartos reputados ejemplares que analiza la estructura formal de la jus- por su razonabilidad son imitados a través ticia (axiología), y otra que se adentra en del seguimiento. Los no tenidos por ejem- su contenido (axiosofia). plares constituyen lo ilícito dentro del ré- 1) La primera nos enseña que el valor gimen de que se trate. justicia, como todo valor, posee intrínseca- 7) El orden de los "repartos" —final- mente un deber ser ideal, propio de su mente—• pertenece a la realidad social y valencia. La no realización o su realización tiene, por ende, naturaleza temporal. Un imperfecta —humana— en nada afectan orden de repartos ha sido, es o será. A tal la valencia íntima del valor. Empero, su realidad temporal se la suele llamar posi- no realización nos permite deducir del de- tividad, mas la nota de positividad de or- ber ser ideal un deber ser actual: el de dinario se reserva al derecho actual o pre- proceder para que la injusticia cese efec- sente. tivamente. b) La segunda parte de la estructura El valor justicia es, entonces, absoluto trialista está constituida por la Jurística y tiene función pantónoma: abarca todos Normológica, cuyos horizontes de proyec- los "repartos" habidos y por haber. Pero ción se encuentran en la Lógica y Metodo- como humanamente es imposible el cum- logía Jurídicas. plimiento de esa función pantónoma, los 1) El orden de "repartos" que hemos hombres realizan la justicia de un modo visto se refleja en el orden de normas. La fraccionado. norma será entonces, para la teoría que nos Al primer despliegue del valor justicia ocupa, la captación lógica de un reparto —la valencia— se añaden, en la tesitura proyectado por un tercero. Ella es, en un en consideración, otros dos: la valoración primer aspecto, descriptiva de la voluntad y la orientación. Es decir que la justicia del autor del reparto, y, como tal, funciona sirve, parejamente, para valorar el material describiendo ei pasado; pero al mismo tiem- estimativo constituido por el orden de los po funciona, en un segundo aspecto, como "repartos", y también para orientar, pues- to que, al valorar, los hombres inducen de los bienes. De! pedido se d^rá traslado al otros criterios de valor. Y esto es as por- embargante. La resolución será recurrible que, en el orden gnoseológico, primero va- cuando haga lugar a! desembargo. Si lo de- loramos y después componemos los criterios negara el interesado podrá deducir direc- de valor; en tanto que en el orden onto- tamente la tercería." lógico los criterios de valor son anteriores JURISPRUDENCIA. — De acuerdo a ío dispuesto por a las valoraciones. ei nrt. 98 rKl Código Procesal y a los alcance* previsto", 2) La axiosofía dikelógica, por su parte, en dicho precepto, t'l j u / t j a n o exigió la f i a n z a qoe *•! lecurrente objeta ((.'ám. Nac. Com., Sala A. 28/8/1972. analiza en primer lugar la justicia del re- L. L., 14/3/1973). S¡ ti tercerista ofrect la fianza parto aisladamente considerado, y luego prevista por el art. 9* del Código Procesal, corresponde aborda la justicia del orden de repartos o, que el juez fije el importe de ¡a garantía, aunque la documentación que acompañó sea insuficiente para sus- lo que es lo mismo, la justicia del régimen. pender los procedimientos inicíi«dos (Cám. Nae. Com.. 3) El principio supremo de justicia que Salí A. 20/12/1971. Kl Derecho, 6 / 0 / 1 9 7 2 ) . juega en relación a ambas, consiste en asegurar a cada hombre una esfera de TERCEROS EN EL PROCESO. (V. en libertad dentro de la cual sea capaz de con- este Apéndice la voz INTERVENCIÓN DE TER- vertirse en persona. CEROS. > Finalmente, cabe hacer una breve obser- vación de conjunto: la integración de las TÉRMINOS PROCESALES*. (T. XXVI, tres dimensiones del mundo jurídico en la pág. 150.) Ei nuevo Código Procesal Civil teoria del profesor Goldschmidt, obedece y Comercial de la Nación —ley N' 17.454— filosóficamente a una orientación realista dedica a este tema —Plazos— los arts. 165 teocéntrica cristiana, lo cual significa des- a 159, respetando, en líneas generales, los echar un monismo centrado en el hombre, antecedentes contenidos en ordenamientos y aceptar, en cambio, a un sujeto parcial anteriores. y trascendentalmente heteronorrnado ac- Al igual que la ley N<? 14.237, establece tuando en una realidad ajena a su con- el Código que los plazos —legales o judi- ciencia. ciales— son perentorios ('), "salvo acuerdo de las partes establecido por escrito en el TERCERIA. (T. XXVI, pág. 140.) El expediente, con relación a actos procesales capítulo IX del Código Procesal Civil y Co- específicamente determinados". mercial de la Nación (ley 17.454) legisla No obstante la crítica que a esta nueva sobre tercerías, por medio de los artículos exigencia legal efectúan Rocca y Griffi ( - ) , que van del 97 al 104. parece que la necesidad de instrumentar en Con excepción del art. 98 y del 104, in- el expediente el acuerdo de partes, repre- corporados al nuevo Código con carácter senta un paso adelante en el logro defini- de innovación, los restantes reproducen, tivo de la tan mentada celeridad procesal, con ligeras modificaciones, los artículos toda vez que —maguer la pomposa decla- pertinentes de la ley de Procedimientos ración legal en el sentido de que todos los derogada. Nos ocuparemos, en consecuen- términos son perentorios— lo cierto es que cia, de los artículos mencionados, que res- tan sólo uno de ellos reviste inexcusable- pectivamente dicen: mente este carácter: el que la ley acuerda Art. 98. "REQUISITOS: No se dará curso para interponer recursos, único tipo de a la tercería si no se probare, con instru- mentos fehacientes o en forma sumaria, la verosimilitud del derecho en que se funda, ( 1 ) Resulta sumamente conveniente a ilustrativo ver la erudita crónica que respecto de este vocablo y del tér- o se prestare fianza para responder de los mino improrrogablt hace HEIMUNOIN «n «u Código perjuicios que pudiere producir la suspen- Proceital Civil y Comercial ile la Nación (ZavaHa. Bs. As., 1970, paga. 347 y sgls.) sión del proceso principal. Desestimada !a (2) Ver Código Procesal Civil y Comercial, Depalma tercería, no será admisible su reiteración Hnos.. Bs. As.. 1968, t. I, pág. 182, 607, donde sostie- nen que: "Expresamente eliminamos en nuestra exposi- si se fundare en título que hubiese poseído ción la exigencia de que el acuerdo de partes que libere y conocido el tercerista al tiempo de enta- de la perentoriedad a un acto procesal determinado, deba blar la primera." ser 'por escrito' en el expediente. Eí acuerdo puede ser verbal y formar parte de lo que las partes expongan en Este artículo representa una innovación la audiencia. Si el Código quiere decir que las partes total, mientras que el 104 es el resultado no pueden en una audiencia acordar la liberación de perentoriedad para un acto procesa! determinado, esa de los ajiortes de la jurisprudencia, y dice: disposición sería un absurdo (principio del artículo 1137 "LEVANTAMIENTO DEL EMBARGO SIN TER- del Código Civil). Si quiere decir que lo actuado en audiencia debe quedar asentado en el expediente, la CERÍA: El tercero perjudicado por un em- indicación es superabundante, puesto que es de esencia bargo podrá pedir su levantamiento sin de la audiencia que quede, asentado en acta lo allí tra- promover tercería, acompañando el título tado." de dominio u ofreciendo sumaria informa- ción sobre su posesión, según la naturaleza * Por el Dr. ADOLFO S. ALVAEADO VELLOSO. plazo que escapa a la voluntad contractual dedicada al tiempo hábil, dentro de la gene- de los litigantes en relación con la amplia- ralidad del "Tiempo de los actos procesa- ción o reducción de términos; y si el usus les", sólo el último, que lleva el número 154, fori indica que prácticamente no existen representa una novedad, sin antecedentes plazos perentorios pues las partes respe- legales ni jurisprudenciales. Textualmente tan los acuerdos verbales efectuados —casi dice: siempre— para alongar plazos que legal- Art. 154. "HABILITACIÓN TÁCITA: La di- mente resultan angustiosos, es de creer ligencia iniciada en día y hora hábil podrá que la exigencia de la instrumentación del llevarse hasta su fin en tiempo inhábil sin acuerdo —unida a la necesidad de acredi- necesidad de que se decrete la habilitación. tar la conformidad de los mandantes cuan- Si no pudiere terminarse en el día, conti- do la suspensión convencional excede de nuará en el siguiente hábil, a la hora que veinte días— reducirá en algo aquéllos y, en el mismo acto establezca el juez o tri- lógica consecuencia, la perentoriedad se im- bunal." (V. la actualización de la voz pondrá paulatinamente para lograr —tal HORAS HÁBILES E INHÁBILES.) vez— una efectiva celeridad procesal. En el resto del articulado, esta Sección TITULO*. Titulus, la voz latina de la no innova sobre lo que ya fuera objeto de cual viene esta palabra (titre en francés, comentario en el t. 26, pág. 150, de esta title en inglés, titel en alemán), según muy obra, aunque es de destacar la ausencia autorizados filólogos procede del griego de legislación referida al plazo por horas titos, de tío honrar, guia honor, dice Fac- y de mía minuciosa reglamentación de su ciol, et pretium suum rebus a titulo accedit. cómputo como contienen, v.gr., algunos có- El titulus designaba, pues, inicialmente digos procesales más adelantados y que, el cartel, pancarta o placa destinado para lamentablemente, no fueron tomados como recibir una inscripción; más adelante sig- modelo por el legislador (:í). nificó la misma inscripción, así como las La experiencia judicial enseña qu-e exis- dignidades y honores que ésta relataba y ten innúmeros casos en los que la urgencia sólo más tarde con el progreso del derecho de su resolución no puede quedar supedi- vino a tener también e! significado de "ori- tada al cumplimiento de los casi siempre gen o fundamento jurídico de un derecho", dilatados plazos procesales: para ello es y más explícitamente aún de "causa por menester acordar al tribunal la facultad cuya virtud adquirimos o poseemos algún de establecer lapsos h.arto breves, a fin de derecho o cosa" (Juan D. Ramírez Gron- que se realicen las medidas que los requie- da, Diccionario Jurídico) y también de ran; y aunque el art. 155 establece la posi- "demostración auténtica del mismo", con- bilidad de que el juez señale un plazo de sistente en e! documento instrumento en conformidad con la naturaleza del proceso que consta. y la importancia de la diligencia, tal atri- El título, considerado de acuerdo con bución se encuentra limitada a los supues- aquella definición, es o no traslaticio de tos para los cuales el Código no ha fijado dominio. expresamente un plazo determinado. Esta Las legislaciones colombiana y chilena, circunstancia, unida a la que puede deri- al tratar de la posesión regular y del justo var de la interpretación estricta del art. título necesario para ella, tienen en cuen- 156, imposibilita la aplicación lisa y llana ta no sólo el título traslaticio de dominio del plazo de horas que, acorde con su propia sino el título constitutivo del mismo y ha- naturaleza, debe transcurrir durante días cen las correspondientes enumeraciones de y horas inhábiles a partir de la hora si- uno y otro. (Arts. 765 del C. C. colombiano guiente a aquella en la cual se efectuara y 703 del C. C. chileno.) (V. Enciclopedia. la respectiva notificación. JUSTO TÍTULO, tomo XVII.) A propósito del título traslaticio de do- TERRORISMO. (T. XXVI, pág. 155.) minio surge la distinción entre título y (V. la actualización de las voces CÓDIGO PE- modo. Dicho título en el derecho español, NAL y NUEVOS DELITOS en este Apéndice.) colombiano, chileno y otros, no produce su efecto sino a consecuencia de la entreg- de TIEMPO HÁBIL. De los tres artículos la cosa, de la tradición, que constituye el que integran la sección primera del Ca- modo. No sucede así en el derecho francés pítulo VIII del nuevo Código Procesal Ci- (art. 1583 del Código Civil) ni en el dere- vil y Comercial de la Nación (ley 17.454), cho alemán. "Una antigua teoría del de- recho común, hace mucho tiempo abando- (3) Ver C'ódipo Pracfxal dril y Comercial de San- nada, dice Ennecerus, exigía en toda ad- ia Fe, art. 71 : "Los términos de horas st> cuentan desde Sa siguiente a la de lít notificación y correrán aun d u r a n - te las iiihábisev' * Por ei Dr. IGNACIO ANDRADE VALDERRAMA. quisición de derechos un titulus y un modus poseedor; y en este sentido suele decirse: acquirendi. Entendíase por título el supues- satius est non habere titulum, quam habere to de hecho que servía de fundamento a la vitiosum". (Diccionario razonado de Legis- pretensión dirigida a la trasmisión, por lación y Jurisprudencia.) ejemplo, la compraventa; por modus, los El título se divide también en título hechos de la adquisición misma, por ejem- gratuito y título oneroso. plo, la tradición. Pero esta distinción es imposible incluso a propósito de la adqui- Generalmente en los códigos y en la doc- sición de la propiedad (en la ocupación, trina se habla de esta división al tratar adquisición de los frutos, confusión, etc., de los contratos. El Código Civil francés, no existe título alguno en este sentido), y fuente e inspiración de muchos códigos en lo demás, la doctrina expuesta es con americanos, dice en su art. 1105: "Le con- frecuencia absolutamente inexacta, ya que, trat de bienfaisance est celui dans lequel por ejemplo, la adquisición de la propiedad Tune des parties procure a l'autre un avan- por tradición no presupone la validez del tage purement gratuit". Y el artículo si- contrato de compraventa que motivó la tra- guiente es de este tenor: "Le contrat a dición". (Derecho Civil, Tomo I*, Vol. 2', titre onéreux est celui qui assujetit cha- Pag. 2.) cune des parties a donner ou a faire quel- que chose". (V. Enciclopedia: CONTRATO A esto puede observarse que la distinción A TÍTULO GRATUITO, CONTRATO A TÍTULO que establecen las legislaciones arriba ci- ONEROSO, t. IV.) Pero esta distinción in- tadas entre título y modo se refiere no teresa no sólo a los contratos, sino a los a los títulos constitutivos de dominio como actos jurídicos en general, ya que gran la ocupación sino a los traslaticios del mis- número de ellos emanan de una volun- mo como la compraventa. Y respecto de tad única como las donaciones, legados, este contrato la validez que la ley da a la fundaciones, etc. "La distinción entre el venta de cosa ajena pone de relieve la im- título gratuito y el título oneroso es una portancia de aquella distinción: el título de las vértebras fundamentales de nuestro causa remota de la adquisición y el modo derecho", afirma Josserand, y agrega: su causa próxima: porque no produciendo "Extiende su soberanía a todos los actos en tales legislaciones los contratos sino cré- jurídicos, en el sentido de que no hay ni ditos u obligaciones personales entre las uno de ellos que no deba forzosamente en- partes, una de las cuales es, en el contrato trar en una u otra categoría, así como no de compraventa, la de hacer la tradición hay bien que no deba ser mueble o inmue- impuesta al vendedor, si se vende cosa ble". (Los móviles en los actos jurídicos ajena, aunque el título es válido, la tradi- del Derecho Privado.) Analiza en esta obra ción es ineficaz mientras el verdadero due- la diferenciación entre el título gratuito y ño no ratifique, y qsta ratificación, por el título oneroso, la complejidad y relativi- otra parte, no se refiere al contrato sino dad de estas nociones; lo que llama la "in- a la tradición. trusión de un título en otro", y finalmente Ésta ciertamente no presupone la vali- el criterio para la distinción entre ambos dez del título, pero en el caso, por ejemplo, títulos. Por las circunstancias de que habla de la venta hecha por un incapaz, ningún Josserand se explica muy bien que ya entre obstáculo constituye para la acción de nu- los romanos existiera el negotium mixtum lidad aunque por su medio se haya trans- cum donatione (L. 18 N. 1 D, de don. 39, 5). mitido el dominio. El título finalmente puede ser viciado Título no traslaticio de dominio es, como o vicioso, ya porque no sea justo (V. En- dice Escriche, "el que no se hace a perpe- ciclopedia: JUSTO TÍTULO, t. XVII), o por- tuidad y que no es capaz de transferir la que sea defectuoso en la forma, por carecer propiedad de una cosa en la persona del de uno o más de los requisitos que la ley poseedor, como la prenda, el comodato, exige tanto ad sustantiam actus como ad el depósito, el arrendamiento y otros seme- solemnitatem, o en el fondo, por falta de jantes. La tradición hecha en consecuencia aceptación de una de las partes. de tal causa no da derecho al poseedor para Las legislaciones contemplan los casos prescribir la cosa, porque este título sola- en que un título puede validarse, especial- mente transfiere la posesión natural y no la civil, que es absolutamente necesaria mente por la ratificación. Es bueno tener para la prescripción. De aquí que todo títu- en cuenta también a este respecto el prin- lo no traslativo de dominio es vicioso por lo cipio de la buena fe y la teoría de la apa- ^ue respecta a la prescripción, en cuanto riencia que han venido desarrollándose por anuncia y acredita que la cosa de que se la doctrina y la jurisprudencia para d' trata pertenece a otra persona distinta del fender a terceros. TÍTULOS INSCRIBIBLES*. (T. XXVI, obraron a partir de esos fallos adversos pág. 221.) Con posterioridad a nuestro para consolidar la existencia de los Regis- artículo sobre la voz "títulos inscribibles" tros provinciales, habida cuenta de su ma- se operó la reforma del Código Civil ar- nifiesta utilidad y eficacia en aras de la gentino según las prescripciones de la ley estabilidad jurídica y de la paz social. N9 17.711. Entre los artículos modificados La ley nacional registral inmobiliaria se encuentra el 2505, que establece que la 17.801, que avanza peligrosamente en algu- adquisición o transmisión de los derechos nos aspectos sobre el derecho público pro- reales sobre inmuebles solamente se juz- vincial, recoge los principios fundamentales gará perfeccionada mediante la inscripción del régimen o sistema registral argentino de los respectivos títulos en los registros en materia de inmuebles y sigue las aguas inmobiliarios de la jurisdicción que corres- del decreto-ley 11.643/63 de la provincia ponda. Esas adquisiciones o transmisiones de Buenos Aires, ratificado por la ley 6736. no serán oponibles a terceros mientras no En punto a títulos o documentos inscri- estén registradas. bibles, por1 tanto, la nueva ley nacional con Por consiguiente —y como lo asevera el ámbito de aplicación en todo el territorio mensaje -de elevación del proyecto de ley de la Nación, repite los enunciados de la registral nacional inmobiliaria al Poder ley provincial 11.643, del año 1963, en su Ejecutivo— para la eficacia de la consti- artículo primero que hemos analizado in tución de los derechos reales frente a ter- extenso en esta Enciclopedia (tomo XXVI, ceros, a los requisitos de título y modo se pág. 221.) ha agregado el de la inscripción en los re- Dice al respecto el artículo segundo de gistros inmobiliarios. la ley nacional 17.801, que se inscribirán Esta reforma de la ley de fondo, no muy o anotarán, según corresponda, en los re- feliz en lo que hace a! texto del nuevo gistros (se refiere a los existentes en cada art, 2505 al hablar de "perfeccionamiento" provincia, art. I"?) los siguientes documen- de la transmisión o adquisición mediante tos: "a) Los que. constituyan, transmitan, !a inscripción registral, creó incertidumbre declaren, modifiquen o extingan derechos en cuanto a si se trataba de implantar en reales sobre inmuebles; b) Los que dispon- el país un régimen registral constitutivo de gan embargos, inhibiciones y demás pro- derechos, apartándose así la reforma del videncias cautelares; c) Los establecidos sistema tradicional argentino en materia por otras leyes nacionales o provinciales". de publicidad inmobiliaria. La ley nacional Y el artículo tercero, a tenor del art. 2$ registral inmobiliaria N' 17.801 se apre- de la ley bonaerense, dispone: "Para que suró a despejar las fundadas dudas, esta- los documentos mencionados en el artículo bleciendo expresamente en su artículo se- anterior puedan ser inscriptos o anotados, gundo que "de acuerdo con lo dispuesto por deberán reunir los siguientes requisitos: los arts. 2505, 3135 y concordantes del Có- a) Estar constituidos por escritura notarial digo Civil, para su publicidad, oponibilidad o resolución judicial o administrativa, se- a terceros y demás previsiones de esta ley, gún legalmente corresponda; b) Tener las en los mencionados registros se inscribirán formalidades establecidas por las leyes y o anotarán, según corresponda, los siguien- estar autorizados sus originales o copias tes documentos", y enumera en tres inci- por quien esté facultado para hacerlo; c) sos los documentos o títulos inscribibles. Revestir el carácter de auténticos y hacer La reforma del art. 2505 del Código Civil fe por sí mismos o con otros complementa- apuntaba, según sus autores, a obviar las rios en cuanto al contenido que sea objeto presuntas tachas de inconstitucionalidad de la registración, sirviendo inmediata- que amenazaron la existencia de los regis- mente de título al dominio, derecho real tros de la propiedad creados por las pro- o asiento practicable. Para los casos de vincias y que habían afirmado su legali- excepción que establezcan las leyes podrán dad, luego de los célebres casos Jorba ser inscriptos o anotados los instrumentos c/Bambicha, de Catamarca, en 1935, y Papa privados, siempre que la firma de sus otor- e/Sociedad Compagno Hermanos, de Men- gantes esté certificada por escribano pú- doza, en 1938, en que la Corte Suprema blico, juez de paz o funcionario compe- , estuvo por la inconstitucionalidad de los tente". No es del caso repetir aquí lo ya mismos. expuesto sobre el principio de legalidad, su Los poderes de policía, típicos de nuestro extensión y límites y el de obligatoriedad sistema federal de gobierno y que incluyen, en cuanto a la inscripción o anotación de por cierto, la policía inmobiliaria en el los documentos o títulos inscribibles, ahora vasto campo del derecho público provincial, incorporado al texto del Código Civil (art. 2505) con los alcances allí señalados y en * Por ei Dr. TOMÁS DIEGO BSBNARD (fe.). la ley de la materia (17.801- art. 2?). La ley nacional registral inmobiliaria, mado conveniente por su interés ampliar la que da carta de ciudadanía a las disposi- jurisprudencia allí citada con la contenida ciones que analizamos en la voz "Títulos en las sentencias que a continuación se inscribibles", haciéndolas aplicables en toda señalan. la jurisdicción del país y a través de los La providencia mediante la cual se corre distintos registros provinciales de la pro- traslado de las excepciones se notifica piedad raíz, fue sancionada el 28-VI-68 y automáticamente o por ministerio de !a ley entró en vigencia, juntamente con las re- (Cám. Nac. Civ., Sala V. 17/2/1972. El De- formas del Código Civil, el P-VII-1968. cho, 16/5/1972). El traslado de la demanda BIBLIOGRAFÍA. — Tomás Diego Bernard: Los regis- debe practicarse, en principio, en el domi- tro* de la propiedad inmueble de las provincias y la cilio real, máxime cuando el representante Ity nacional regütral inmobiliaria 17.801, en Revista manifiesta no tener instrucciones, o expre- Notarial, órgano del Colegio de Escribanos de la Prov. de US. Aires, Nv 793, y Tomás Diego Bernard: Los sa su voluntad de no contestarla (Cám. principio» registráis», la incrífcion convalidante, el folio Nac. Civ., Sala F, 30/5/72. El Derecho, real H el "juicio de mtitrículacián" en la }>recur»ora lejí 2/11/1972). riojana de 19SS, en Remata Ifotnrinl, Nv 794. 1971.
TRABAJADORES MARÍTIMOS. (T. TRATA DE PERSONAS. (V. CÓDIGO
XXVI, pág. 263.) Las normas legales rela- PENAL. NUEVOS DELITOS.) tivas a la navegación han sido modificadas por la ley 20.094, de 15 de enero de 1973. TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE Véase en este Apéndice la actualización de LA NAVEGACIÓN. Creado por la llama- la voz DERECHO MARÍTIMO. da ley 18.870, de 17 de diciembre de 1970, depende administrativamente del Comando TRABAJO (Juicio de). (T. XXVI, pág. en Jefe de la Armada y tiene jurisdicción: 270.) V. en este Apéndice la voz ORGANIZA- a) en todas las aguas navegables de la Na- CIÓN Y PROCEDIMIENTO DE LA JUSTICIA NA- ción o de las provincias que sirvan al trán- CIONAL DEL TRABAJO. sito y comercio Ínter jurisdiccional y en sus costas, así como en los puertos sometidos TRANSACCIÓN. (T. XXVI, pág. 342.) a jurisdicción nacional, respecto de los La ley 17.454, promulgada el 20 de sep- hechos derivados de accidentes de la nave- tiembre de 1967, al derogar el Código de gación; b) en alta mar respecto de los mis- Procedimientos en lo Civil y Comercial para mos hechos, cuando sean causados o sufri- sustituirlo por el vigente Código Procesal dos por buques de pabellón nacional, u Civil y Comercial, se ha referido .en el ocurran a bordo de loa mismos. Título V a los "modos anormales de ter- El personal de la marina mercante nacio- minación del proceso", señalando entre ellos nal o extranjera, imputado como presunto la transacción (art. 308) para determinar responsable de la comisión de los accidentes que las partes podrán hacer valer la tran- de la navegación que ocurran en los lugares sacción del derecho en litigio mediante la arriba indicados, estará sometido a la ju- presentación del convenio o suscripción del risdicción de este Tribunal, al cual corres- acta ante el juez, el cual se limitará a exa- ponde: a) fijar las responsabilidades de minar la concurrencia de los requisitos carácter profesional emergentes de acci- exigidos por la ley para la validez de la de >tes de la navegación, aplicando las san- transacción, homologándola o ao, conti- cit nes establecidas en las leyes y regla- nuando, en el segundo caso, los procedi- mentos; b) proponer al Poder Ejecutivo y mientos del juicio. al comandante en jefe de la Armada las medidas de seguridad o las modificaciones La exposición de motivos de ¡a precitada a las leyes, reglamentos y ordenanzas vi- ley es muy parca en la explicación de la gentes; organizar su régimen interno, re- norma, diciendo únicamente que se ha se- dactar su memoria anual y el presupuesto guido e! sistema de la ley 14.237. de gastos. En realidad, lo único que se ha hecho ha El Tribunal Administrativo estará in- sido añadir al art. 56 de Sa precitada ley tegrado por un oficial superior del Cuerpo dos párrafos dedicados a señalar cuáles de Comando de la Armada, que lo presidi- son las facultades del juez y la prosecución rá, y por seis vocales que serán: un oficia! del juicio si la transacción no es homo- del Cuerpo de Comando; un oficial de! logada. cuerpo de auditores con jerarquía no infe- rior a capitán de corbeta; un oficial del TRASLADOS Y VISTAS. (T. XXVI, cuerpo general de la Prefectura Naval Ar- pág. 335.) Esta voz estaba ya actualizada gentina, con jerarquía no inferior a la de cuando se insertó en el tomo correspon- prefecto; un capitán de ultramar de me- diente de la Enciclopedia. Pero se ha esti- nos de 60 años de edad al momento de su designación, que haya cumplido comandó cia, considerándose que se reputará tam- en dicha calidad durante los últimos cinco bién personal de la marina mercante a las años; y un representante de la entidad pro- personas que se embarquen para asesorar fesional que agrupe al personal de la espe- al capitán en navegación, maniobras o re- cialidad del imputado de mayor jerarquía. glamentaciones. Asimismo establece normas La representación de los derechos del Es- a que debe ajustarse la información suma- tado ante el Tribunal y el ejercicio de la ria que, en su caso, practiquen los cónsules. acción pública estará a cargo de un procu- Señala la obligación que incumbe a la rador fiscal, asistido por un procurador Prefectura Naval de poner en conocimiento fiscal auxiliar designados por el Comando del Tribunal en el plazo de 24 horas, los en Jefe de la Armada y recaerá en oficia- hechos de que tenga conocimiento previstos les del cuerpo de auditores de la Armada en la ley 18.870, debiendo instruir una in- con jerarquía no inferior a capitán de cor- formación sumaria que elevará al Tribunal. beta, preferentemente orientados en dere- cho de la navegación o en derecho admi- TRIBUNAL ARBITRAL. (En Derecho nistrativo. marítimo). (T. XXVI, pág. 439.) Las nor- Un oficial del Cuerpo de Comando, con mas legales relativas a la navegación han jerarquía no inferior a la de teniente de sido modificadas por la ley 20.094, de 15 navio, designado por el Poder Ejecutivo a de enero de 1973. Véase en este Apéndice propuesta del Ministerio de Defensa, ejer- la actualización de la voz DERECHO MARÍ- cerá las funciones de secretario del Tribu- TIMO. nal. Cuando los hechos ocurren fuera de las aguas jurisdiccionales, las funciones del TRIBUNALES DEL T R A B A J O . (T. Tribunal serán cumplidas por el cónsul ar- XXVI, pág. 450.) V. en este Apéndice la gentino que tenga jurisdicción en el lugar voz ORGANIZACIÓN Y PROCEDIMIENTO HE LA en que los hechos hubieran ocurrido, o en JUSTICIA NACIONAL DEL TRABAJO. el puerto de primera arribada del buque, o de la mayor parte de los náufragos, des- TUTELA*. (T. XXVI, pág. 475.) pués del accidente de navegación. La defensa de los impuestados será ejer- SUMARIO: I. Preliminares. II. Actualización legislativa. cida por abogados inscriptos en la matrícu- la respectiva, o por personas de la misma I. Preliminares. Si bien el instituto que especialidad del imputado o idóneas en tratamos de por sí resulta trascendente, cuestiones de navegación, las que deberán son pocas las modificaciones legislativas actuar con la asistencia de un abogado a las disposiciones del texto original de inscripto, cuando se plantearen cuestiones nuestro Código Civil, que rige —en lo esen- jurídicas. cial— sobre la materia. Ello se debe prin- La ley establece detenidamente las nor- cipalmente a que en general, las atinentes mas procesales a que debe ajustarse el al sujeto sobre el que se ejerce la potestad Tribunal y contra las sentencias que pro- respectiva, al pertenecer a la categoría de. nuncie procederá el recurso de infracción menor, la actualización de su situación ju- de ley, en los casos en que en la sentencia rídica es realizada —«n parte—, por com- se haya quebrantado la ley aplicable o no prenderlos en las normas relativas a los se hayan observado las formas procesales. mismos, aunque no siempre se los menciona Deducido el recurso y siendo el mismo pro- expresamente. cedente, e! Tribunal elevará el expediente La natural gravitación apuntada —del a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo régimen general del menor— se observa Federal y Contencioso-Administrativo. hasta en la relación que emerge de su con- Cuando en una causa que instruya el cepción legal, ya que aquel derecho —ejer- Tribunal Administrativo de la Navegación cicio de 1» tutela— que la ley confiere para surgiere prima facie la comisión de un de- gobernar la persona y bienes del menor de lito, se efectuará la comunicación del caso edad (art. 377 del Cód. Civil) encuentra al juez competente, .remitiéndole testimo- fijada su comprensión para saber a quiénes nio de las piezas pertinentes de la causa se considera tales, en el texto atinente al y demás constancias que hubiere. sistema de regulación, en el caso el art. 126 La ley 19.496, de 18 de febrero de 1972, del estatuto civil. introduce en la ley 18.870 las siguientes modificaciones: Cabe observar, sin embargo, que tales La sumisión al Tribunal del personal de especificaciones que hacen al método, no la marina mercante nacional o extranjera, justifican —por esa misma razón— que al habrá de referirse a accidentes de la nave- gación que ofrezcan gravedad o importan- * Por el Dr. HÉCTOR ALFREDO GÓMEZ RIERA. modificarse el código, en una extensión siciones de la naturaleza de la que estu- que comprende gran parte de las institu- diamos— la potestad necesaria al magis- ciones que legisla (ley 17.711), no se hu- trado para apreciar si se cumplen las con- biera procedido, como lo sostiene distin- diciones adecuadas. guida doctrina —vez voz "tutela'^ 1 )— con Otras modificaciones a los textos legales un mejor orden científico, unificando en un se efectivizan en el capítulo atinente por solo régimen todos aquellos casos en que la ley citada (17.711), en relación a los corresponde la representación de los inca- arts. 389 y 443 del Código Civil. paces. Por último, en relación a este tópico, El art. 38S consagra en su redacción debo hacer notar que las reducidas modi- actual, en los incs. 3 y 4, una dirección ló- ficaciones de los textos que seguidamente gica al ampliar el número de personas a las mencionaré, no han hecho surgir antece- que se les puede discernir la tutela. En dentes jurisprudenciales, vinculados a los efecto, el primero de los precitados incisos mismos. comprende ahora a las abuelas del menor II. Actualización legislativa. La ley (paterna o materna), suprimiendo aquella 17.711, al modificar el capítulo atinente a condición de que se conservasen viudas. menores y al determinar la vigencia del Esta posición es indudablemente ¡a acertada, instituto que se conoce como de "habilita- pues el hecho de un nuevo matrimonio de ción de edad" —que importa otorgar anti- las mismas no representa en sí, es decir cipadamente capacidad al mismo—, regula por esa circunstancia, un posible obstáculo una actitud distinta en el caso de la con- para que puedan cumplir satisfactoriamen- cedida por los padres, y en la situación del te su cometido, y en ocasiones puede im- que se encuentra sometido al régimen de portar un factor positivo. Además, y en la tutela, ya que en este último caso podrá atención a ¡o preceptuado por el art. 391, pedirla tanto el tutor como el menor, y aumenta el caudal de posibilidades que el quien la concederá será la autoridad judi- juez tendrá a su alcance para juzgar la cial, previa una breve información sumaria conveniencia, en cada caso, de lo que favo- sobre la aptitud del futuro beneficiario rece al interés del menor. (art. 131, Cód. Civil). Es de precisar lo El inc. 4"? incorpora en su texto, junto acertado de estas disposiciones, principal- a los hermanos, a los medio hermanos, y mente en cuanto se permite al menor la po- asimismo comprende en forma genérica a sibilidad que de por sí pueda instaurar la ellos, cualquiera fuese su sexo. Lo acotado acción pertinente. Y ello importa el reco- en relación al anterior inciso, en lo perti- nocimiento de que en ¡a actualidad se ha nente, resulta de estricta aplicación al caso, evolucionado, en el sentido que el mismo por lo que a ello me remito. tiene, en una realidad ambiental que no se La última modificación al régimen que puede dejar de percibir (aun cuando su estudiamos, art. 443, inc. 13, representa un situación jurídica no haya variado), una agregado, admisión que prestamos al tutor, mayor decisión en la dirección de su con- el que de por sí podría importar un serio ducta, cuyas causas no es relativo al tema riesgo a los intereses del menor, de allí lo analizar. Concuerda además esa posición acertado de la condición que refiere: "si legislativa —para la factibilidad de la di- existen garantías reales suficientes". No námica del instituto se exige haber cum- obstante la ambigüedad del término "si plido los dieciocho años (art. cit.)— con existen", debe entenderse —así lo estimo— determinada y cada vez más abundante que la ley exige en el caso el otorgamiento doctrina, en el criterio de otorgar al menor de las mismas, pues lo que se pretende es —en diversas situaciones— el derecho de que tengan efectiva vigencia. Concordante abrir la instancia judicial y que ve en ello con esta posibilidad se derogó el inc. 8 del un modo o forma de satisfacer inquietudes art. 450, que no permitía al tutor prestar del mismo, que podrá ser escuchado en sus dinero de sus pupilos, por más ventajosas reclamaciones. Por otra parte, resulta evi- que sean las condiciones. No obstante ello, dente que la garantía emergente de que cabe admitir que con aquella condición sea la autoridad jurisdiccional la encarga- ahora impuesta —concesión de garantías da de considerar la aptitud del gestionante, reales— y la apreciación judicial sobre la lo que se encuentra también conforme con suficiencia de las mismas, su prohibición la orientación vigente de conceder —en po- absoluta carecería de justificación.
(1) Trab. de! suscripto; voz ''Tutela", Enrié. Jur.