Pablo Apóstol de Cristo

EDUCACIÓN RELIGIOSA
CONOZCAMOS A PABLO DE TARSO
San Pablo, también llamado el Apóstol de los Gentiles, fue un Apó stol
extraordinario. Era un hombre de acció n, muy comprometido con su vocació n,
de un celo apostó lico (ardor por el anuncio del evangelio) impresionante. Es uno
de los apó stoles má s reconocidos por su valor y esfuerzo para difundir el
evangelio por todo el mundo, sin embargo, fue uno de los mayores
perseguidores de la iglesia en Jerusalén, cuando aú n era llamado Saulo, pero
todo cambió en el momento en que tuvo un encuentro con Cristo camino a
Damasco y pasó de perseguidor a ser un seguidor de Jesú s.
Nacimiento y educación
Pablo nació en una familia judía acomodada, de la tribu de Benjamín, en Tarso.
Se le dio el nombre de Saú l, en memoria del primer rey de los judíos. Por ser Tarso una ciudad dentro
del Imperio Romano, gozó de ciudadanía romana.
Como todo ciudadano de la época, tenía dos nombres: Saú l, su nombre judío, que significa “invocado”,
“llamado por Dios” (grandioso) y su segundo nombre romano, el ú nico usado en sus epístolas, Paulo o
Pablo, que significa “pequeñ o” o “poco”. (1 Cor 15, 8-9).
El actor Jim Caviezel (quien hiciera de Jesú s en la Pasió n de Cristo y ahora representa a Lucas en
la película, Pablo Apó stol de Cristo), explica el significado de la transformació n de Saulo de
Tarso en uno de los apó stoles de Jesú s y lo que significa ser grande a los ojos de Dios.
“El nombre Saulo significa grandioso”, explicó Caviezel mientras estaba en el set de su épica
bíblica. “Y Paulo o Pablo, el nombre, solo por un cambio de una letra, significa pequeñ o”.
“Para que seamos grandes a los ojos de Dios, tenemos que volvernos muy pequeñ os”, dijo.
Segú n la costumbre judía, desde los cinco añ os aprendió a leer la Biblia hebrea. A los quince añ os, fue
enviado a Jerusalén para formarse a fondo en el conocimiento de la Escritura y de las tradiciones y
métodos rabínicos. A su educació n rabínica debe Pablo, no só lo muchas ideas religiosas y un
conocimiento a fondo del Antiguo Testamento, sino también su dialéctica y su método exegético.
Aunque criado en una ortodoxia rigurosa, mientras vivía en su hogar de Tarso estuvo bajo la influencia
de la cultura griega, que en ese tiempo había penetrado todos los niveles de la sociedad en el Asia
Menor. Por lo que, desde su juventud, aprendió igualmente la lengua griega, que era la corriente en
Tarso.
La personalidad de Pablo
El apó stol poseía temperamento de jefe, voluntad de hierro, constancia inquebrantable, sentido para la
iniciativa, extraordinaria capacidad de trabajo y resistencia. Su temperamento era, ademá s,
apasionado, impetuoso y dominador, y se entregaba de modo total al amor o al odio. Sin embargo,
junto a su férrea voluntad, tenía también un alma de fina sensibilidad y condescendencia, y un corazó n
lleno de ternura, sentía profundamente la necesidad y el dolor de los demá s.
La Conversión de pablo
Hacia el añ o 34 aparece como un recto joven fariseo, faná ticamente
dispuesto contra los cristianos. Creía que la nueva secta era una amenaza
para el judaísmo por lo que debía ser eliminada y sus seguidores
castigados. En los Hechos de los Apó stoles se narra que estuvo presente
cuando San Esteban, el primer má rtir, fue apedreado y muerto, aprobando
la acció n.
Mientras iba a la ciudad de Damasco para continuar su persecució n contra los cristianos y hacerles
renegar de su fe, Jesú s se le apareció y tirá ndolo al suelo le pregunta: «Saú l, Saú l, ¿por qué me
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persigues?». Por la luz sobrenatural quedó ciego. Pablo le preguntó : «Señ or, ¿qué quieres que haga?».
Jesú s le pide un profundo acto de humildad ya que se debía someter a quienes antes perseguía: «vete
donde Ananías y él te lo dirá ».
Después de su llegada a Damasco, siguió su despertar espiritual, la sanació n de su ceguera por el
discípulo Ananías y su bautismo. Pablo aceptó , con profundo gozo la misió n de predicar la palabra de
Cristo; se apartó del mundo para pasar tres años en Arabia en meditació n y oració n antes de iniciar su
apostolado. Jesú s lo constituyó Apó stol de una manera especial, sin haber convivido con É l. Pablo es,
por tanto, el ú ltimo apó stol constituido. Su vida es totalmente transformada en Cristo.
La carrera del Apóstol Pablo. -
 Origen:
Tarso en Cilicia (Hch 22, 3) De la tribu de Benjamín (Flp 3, 5) Sabe fabricar tiendas (Hch 18.3) Fue
discípulo de Gamaliel (Hch 22, 3) Primera fe hebreo y fariseo (Fil 3, 5) religioso Perseguidor de
cristianos (Hch 8, 1–3; Flp 3, 6) Encontró a Cristo resucitado en el camino de Damasco (Hch 9, 1–
8) Recibió al Espíritu Santo en una calle llamada Derecha (Hch 9, 17) Llevó el evangelio a los
gentiles (Gal 2.7–10).
 Funciones:
Habló en nombre de la iglesia de Antioquía en el concilio de Jerusalén (Hch 15, 1–35) Se opuso a
Pedro (Gal 2, 11–21) realizó tres largos viajes misioneros (Hch 13–20) Fundó numerosas iglesias
en Asia Menor, Grecia, y posiblemente Españ a (Ro 15, 24 - 28) Escribió epístolas a muchas iglesias
y a varios individuos. Tras su arresto en Jerusalén, fue enviado a Roma (Hch 21, 27; 28, 16–31) De
acuerdo con la tradició n, su liberació n de la cá rcel le permitió continuar el trabajo misionero; fue
arrestado, encarcelado de nuevo en Roma, y decapitado en las afueras de la ciudad.
 Señalamos algunos puntos de su doctrina vividos por Pablo:
 Justificado por la fe: Descubre que só lo Cristo, con su muerte, hace Justo al ser humano, de una
manera gratuita. No se trata pues, de "merecer" la salvació n, sino de "recibirla" adhiriéndose
fielmente a Cristo. Cristo ha sufrido el castigo que nosotros merecíamos por nuestros pecados,
con su sangre derramada hemos sido hecho justos. (Rom 5, 8-9.11).
 La Gracia de Dios es una palabra clave en Pablo: ¡Dios nos ama, no porque somos buenos, sino
para que seamos buenos! En Damasco ha descubierto que es amado por Dios gratuitamente, con
mucha misericordia. (1 Cor 15, 10).
 La Encarnación del Hijo: El misterio salvífico es pura misericordia de Dios. La Encarnació n
muestra que la salvació n del hombre no es hecha por Dios como un ser benevolente pero extrañ o
y distante, sino por un Dios que se hace uno con nosotros, asumiendo nuestra misma condició n
humana, sin dejar de ser Dios, con todas sus limitaciones excepto el pecado (Fil 2, 6-8).
 Jesucristo Crucificado: La cruz, iluminada por la resurrecció n, se encuentra en el corazó n de
Pablo. A los pies del crucificado se siente pecador, pero perdonado. Cuando Cristo muere en la
Cruz, todos hemos muerto con É l. "Cristo murió por todos, para que los que vivan ya no vivan
para sí, sino para el que murió por todos" (2 Cor 5,15). “¡Dios me libre de gloriarme si no es en la
cruz de nuestro Señ or Jesucristo!” (Gal 6,14).
 La resurrección de Cristo: Cristo murió y resucitó para nuestra salvació n. Esta es la principal
verdad de la teología de San Pablo y el centro de nuestra fe. “Si no resucitó Cristo, es vacía
nuestra predicació n, y es vacía también vuestra fe…” (1Cor 15, 17-19). San Pablo enseñ a que el
verdadero creyente obtiene la salvació n profesando con su boca que Jesú s es el Señ or y creyendo
con el corazó n que Dios lo resucitó de entre los muertos (Rm 10, 9).
 La Iglesia, Cuerpo de Cristo: Pablo percibe la unió n entre Jesú s y sus discípulos, entre la cabeza
y el cuerpo y se hace miembro vivo de este cuerpo. (1 Cor 12, 12; Rom 12, 4-5).
 Apóstol de Jesucristo: Amado gratuitamente, y salvado, Pablo no puede dejar de llevar el
Evangelio. El amor lo empuja a anunciarlo a todos los pueblos. (1Cor. 9,16).
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