Invocación Inicial
Invocación Inicial
Invocación Inicial
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como
era (Aleluya).
HIMNO
Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.
PRECES
Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que recordando siempre su
santa alianza, no cesa de bendecirnos, y digámosle con ánimo
confiado:
-Favorece a tu pueblo Señor.
No supieron contarlo
los centinelas,
nadie supo la hora
ni la manera;
antes del día,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.
Al romper el día
nos apalabraste.
Cuidamos tu viña
del alba a la tarde.
Das al de la tarde
lo que al mañanero.
Son tuyas las horas
y tuyo el viñedo.
A lo que sembramos
dale crecimiento.
Tú que eres la viña,
cuida los sarmientos. Amén.
Salmodia
ANTÍFONA 1
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? †�
Salmo 26
CONFIANZA ANTE EL PELIGRO
Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca;
Que todos los pueblos, Señor, te reconozcan como al único Dios verdadero,
-y a Jesucristo como al Salvador que tú has enviado.
Te pedimos, Señor, por los trabajadores que sufren: alivia sus dificultades,
-y haz que todos los hombres reconozcan su dignidad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro
Maestro: Padre nuestro.
ORACIÓN
Escucha, Señor, nuestras súplicas y protégenos durante el día y durante la
noche: tú que eres siempre inmutable, da firmeza a los que vivimos sujetos
a la sucesión de los tiempos y de las horas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Jueves Vísperas I
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).
HIMNO
Vengo, Señor, cansado;
¡cuánta fatiga
van cargando mis hombros
al fin del día!
Dame tu fuerza
y una caricia tuya
para mis penas.
Yo roturé la tierra
y puse trigo;
tú diste el crecimiento
para tus hijos.
Así, en la tarde,
con el cansancio a cuestas,
te alabo, Padre.
Salmodia
ANTÍFONA 1
Eres el más bello de los hombres, en tus labios se
derrama la gracia.
Salmo 44 I
¡Llega el esposo, salid a recibirlo! (Mt 25, 6)
Martes Vísperas II
INVOCACIÓN INICIAL
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre.
Como era (Aleluya).
HIMNO
Mentes cansadas,
manos encallecidas,
labriegos al fin de la jornada,
jornaleros de tu viña,
venimos, Padre,
atardecidos de cansancio,
agradecidos por la lucha,
a recibir tu denario.
Llenos de polvo,
el alma hecha girones,
romeros al filo de la tarde,
peregrinos de tus montes,
venimos, Padre,
heridos por los desengaños,
contentos por servir a tu mesa,
a recibir tu denario.
Hartos de todo,
llenos de nada,
sedientos al brocal de tus pozos
y hambrientos de tu casa,
venimos, Padre,
el corazón entre tus brazos,
la frente humilde de delitos,
a recibir tu denario. Amén.
Salmodia
ANTÍFONA 1
No podéis servir a Dios y al dinero.
Salmo 48 I
VANIDAD DE LAS RIQUEZAS
No confiéis en la opresión,
no pongáis ilusiones en el robo;
y aunque crezcan vuestras riquezas,
no les deis el corazón.
Dios eterno, mil años en presencia son como un ayer que pasó;
-ayúdanos a recordar siempre que nuestra vida es como una hierba
que se renueva por la mañana y se seca por la tarde.
Jueves vísperas II
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como
era (Aleluya).
HIMNO
Cuando la luz se hace vaga
y está cayendo la tarde,
venimos a ti, Señor,
para cantar tus bondades.
Viernes vísperas II
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como
era (Aleluya).
HIMNO
Oh Cristo, tú no tienes
la lóbrega mirada de la muerte;
tus ojos no se cierran:
son agua limpia donde puedo verme.
Oh Cristo, tú no puedes
cicatrizar la llaga del costado:
un corazón tras ella
noches y días me estará esperando.
Oh Cristo, tú conoces
la intimidad oculta de mi vida;
tú sabes mis secretos:
te los voy confesando día a día.
Oh Cristo, tú aleteas
con los brazos unidos al madero;
¡oh valor que convida
a levantarse puros desde el suelo!
Oh Cristo, tú sonríes
cuando te hieren sordas las espinas;
si mi cabeza hierve,
haz, Señor, que te mire y te sonría.
Oh Cristo, tú que esperas
mi último beso darte ante la tumba,
también mi joven beso
descansa en ti en la incesante lucha. Amén.
Salmodia
ANTÍFONA 1
Arranca, Señor, mi vida de la muerte, mis pies de la caída.
Salmo 114
ACCIÓN DE GRACIAS
HIMNO
Enfría, Señor, mi boca;
Señor, reduce mi brasa;
dame, como te lo pido,
concordia de cuerpo y alma.
Salmodia
ANTÍFONA 1
Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.
Salmo 131 I
PROMESAS A LA CASA DE DAVID
Señor, tenle en cuenta a David
todos sus afanes:
cómo juró al Señor
e hizo voto al Fuerte de Jacob:
«No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos,
ni reposo a mis párpados,
hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el Fuerte de Jacob.»
Oímos que estaba en Efrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies.
Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles te aclamen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.
ANTÍFONA 2
El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.
Salmo 131 II
El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.
Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandatos que les enseño
también sus hijos por siempre
se sentarán sobre tu trono.»
Porque el Señor ha elegido a Sión
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre
aquí viviré porque la deseo.
Bendeciré sus provisiones
a sus pobres los saciaré de pan;
vestiré a sus sacerdotes de gala
y sus fieles aclamarán con vítores.
Haré germinar el vigor de David
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia
sobre él brillará mi diadema.»
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.
ANTÍFONA 3
El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le
servirán.
Ap 11 17-18; 12 10b-12a
EL JUICIO DE DIOS
HIMNO
Yo he sentido, Señor, tu voz amante,
en el misterio de las noches bellas,
y en el suave temblor de las estrellas
la armonía gocé de tu semblante.
Salmodia
ANTÍFONA 1
El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Salmo 134 I
HIMNO A DIOS POR SUS MARAVILLAS
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
"en medio de ti, Egipto"
contra el Faraón y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
ANTÍFONA 2
Casa de Israel, bendice al Señor; tañed para su nombre, que es
amable.
Salmo 134 II
Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se compadece de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.
Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Casa de Israel, bendice al Señor; tañed para su nombre, que es
amable.
ANTÍFONA 3
Vendrán todas las naciones y se postrará en tu acatamiento, Señor.
Ap 15, 3-4
CANTO DE LOS VENCEDORES
Haz que todos los que confiesan tu santo nombre sean concordes en
la verdad
-y vivan unidos por la caridad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando
llegase el momento culminante.
PRECES
Llenos de confianza en el Señor Jesús que no abandona nunca a los que se
acogen a él, invoquémosle diciendo:
- Escúchanos, Señor, Dios nuestro.
Señor Jesucristo, tú eres nuestra luz; ilumina a tu Iglesia
- para que proclame a todas las naciones el gran misterio de piedad
manifestado en tu encarnación.
Martes Vísperas IV
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como
era (Aleluya).
HIMNO
Tú que eres Cristo, el esplendor y el día,
y de la noche ahuyentas las tinieblas,
Luz de Luz que a tus fieles
cual luz te manifiestas,
te pedimos, Señor, humildemente
esta noche que estés de centinela,
en ti hallemos reposo
y la paz nos concedas.
Miércoles Vísperas IV
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).
HIMNO
Te bendecimos, Cristo, en esta noche:
Verbo de Dios y Luz de Luz eterna,
emisor del Espíritu Paráclito;
te bendecimos porque nos revelas
la triple luz de una indivisa gloria
y libras nuestras almas de tinieblas.
A la noche y al día has ordenado
que se releven siempre en paz fraterna;
la noche compasiva pone término
a nuestras aflicciones y tareas,
y, para comenzar el nuevo surco,
el día alegremente nos despierta.
Da un sueño muy ligero a nuestros párpados,
para que nuestra voz no permanezca
muda por mucho tiempo en tu alabanza;
mientras dormimos se mantenga en vela
toda tu creación, cantando salmos
en compañía de la turba angélica.
Y, mientras duerme nuestro humilde cuerpo,
nuestro espíritu cante a su manera:
«Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu,
en el día sin noche donde reinan;
al Uno y Trino, honor, poder, victoria,
por edades y edades sempiternas.» Amén.
Salmodia
ANTÍFONA 1
Señor, tu saber me sobrepasa.
Salmo 138
TODO ESTÁ PRESENTE A LOS OJOS DE DIOS
Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me envuelves por doquier,
me cubres con tu mano.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
tu diestra llegará hasta mí.
Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí»,
ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Señor, tu saber me sobrepasa.
ANTÍFONA 2
Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre
según su conducta.
Salmo 138 II
Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has formado portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma,
no desconocías mis huesos.
Cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra,
tus ojos veían mis acciones,
se escribían todas en tu libro,
calculados estaban mis días
antes que llegase el primero.
¡Qué incomparables encuentro tus designios,
Dios mío, qué inmenso es su conjunto!
Si me pongo a contarlos, son más que arena;
si los doy por terminados, aún me quedas tú.
Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre
según su conducta.
ANTÍFONA 3
Todo fue creado por él y para él.
Col 1, 12-20
HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA
Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS
Haz que los que has llamado a la castidad perfecta por el reino de los cielos,
- sigan con fidelidad a tu Hijo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro
Maestro: Padre nuestro.
ORACIÓN
Acuérdate, Señor, de tu misericordia, y, ya que a los hambrientos los
colmas de bienes, socorre nuestra indigencia con la abundancia de tus
riquezas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Jueves IV VISPERAS
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como
era (Aleluya).
HIMNO
Porque es tarde, Dios mío,
porque anochece ya
y se nubla el camino,
Viernes IV VISPERAS
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como
era (Aleluya).
HIMNO
Eres la luz y siembras claridades,
eres amor y siembras armonía
desde tu eternidad de eternidades.