1.1 Los Derechos Humanos en El Sistema Juridico Mexicano

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Los derechos humanos

en el sistema jurídico mexicano


Los
derechos
humanos
en el sistema jurídico mexicano
Nuevas realidades y
consideraciones prácticas
para su ejercicio

Alfonso Hernández Barrón


Primera edición en castellano:
julio de 2013

Editor: Lorenzo Figueroa

Todos los derechos reservados.


No está permitida la reproducción total o
parcial de la obra, ni su tratamiento, o trans-
misión por cualquier medio o método, sin la
autorización escrita del autor.

© 2013, Alfonso Hernández Barrón


© 2013, del diseño editorial y portada,
Lorenzo Figueroa
© 2013, de la presente edición, Zahorí Editores
lord_enzo12@hotmail.com
33•15•45•47•64

Corrección ortotipográfica y de estilo:


Alejandra Sánchez Octavo, Lorenzo Figueroa y
Ernesto Castro

ISBN:

Impresión:

Impreso en México / Printed in Mexico


Dedico esta obra a todas las víctimas de violaciones de
derechos humanos, en particular a quienes a pesar de
su dolor han mantenido la fuerza para reclamar justicia
y mantener la esperanza; su esfuerzo es fundamental
para impulsar mayores niveles de protección que
beneficien a la humanidad entera.

Un reconocimiento a todas las personas que promueven


y defienden derechos humanos. Aunque su trabajo
resulta peligroso, solitario y en ocasiones incomprendido,
es fundamental para la paz y el progreso de los pueblos.

A la comunidad jurídica de mi país, en particular a


litigantes, docentes y quienes integran el Poder Judicial.
Estoy convencido de que la nuestra es una noble
profesión merecedora de mayores créditos y que sólo a
través de ella es posible una sociedad
pacífica, justa y solidaria.

A quienes se desempeñan en el servicio público, su


función es la mejor oportunidad para hacer efectivos los
derechos humanos, en ustedes se encuentra la
experiencia para aplicar con creatividad y compromiso social
los nuevos paradigmas y defender los derechos en serio.

Una dedicatoria particular a mi familia, fuente inicial de


mi toma de conciencia y compromiso con la defensa de
los derechos humanos.
Ver un crimen en silencio, equivale a cometerlo.
José Martí

El camino hacia la paz pasa por la defensa y promoción


de los derechos humanos fundamentales.
Papa Juan XXIII
Presentación

E l presente libro puede considerarse una guía de actualización en


materia de derechos humanos. Es, además, una herramienta
que permite identificar los alcances e implicaciones de los nuevos
paradigmas en la vida jurídica nacional; proporciona mecanismos
que facilitan su aplicación en el ejercicio profesional, tanto en el
foro jurídico y en la función pública, como en el análisis académico
y, fundamentalmente, en la construcción de una ciudadanía infor-
mada que fortalezca el estado social y constitucional de derecho a
través de la participación democrática.
La obra considera cinco hechos relevantes: la consolidación de
los sistemas internacionales en materia de derechos humanos; las
reformas constitucionales que entraron en vigor en junio de 2011;
las determinaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN) respecto al control de convencionalidad; las implicaciones
de las resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Huma-
nos en el derecho mexicano, y, finalmente, la aprobación de legis-

Alfonso Hernández Barrón 9


laciones que complementan la reforma constitucional y reflejan el
impacto del derecho internacional en la materia, como la Ley para
la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y
Periodistas, la nueva Ley de Amparo o la Ley General de Víctimas.
Es un texto que surge del ejercicio jurídico cotidiano, por lo que
su planteamiento se realiza desde una perspectiva práctica para
ejercer con sencillez y rapidez los derechos humanos. También
aporta algunas consideraciones para superar mitos en torno a los
derechos humanos y facilitar su explicación como teoría jurídica
plenamente armonizable con nuestra ortodoxia positivista.
El autor se plantea el reto de identificar con claridad los elemen-
tos esenciales de los derechos humanos a partir del método jurídi-
co, en particular de las fuentes del derecho y de la jurisprudencia;
también expone de forma práctica la integración y funcionamiento
de los organismos internacionales con énfasis en el sistema ameri-
cano de protección a los derechos humanos; finalmente, analiza de
forma detallada las últimas reformas legislativas y explica el nuevo
marco para el control de convencionalidad establecido por el pleno
de la SCJN. Todo lo anterior posibilita un escenario de discusión
aceptable con el mínimo de certezas que facilita la suma de cono-
cimientos jurídicos.
Me consta el compromiso académico del doctor Alfonso Hernán-
dez Barrón y su pasión por la defensa de los derechos humanos,
por lo que me congratulo de testimoniar su consolidación profesio-
nal a través de esta obra que seguramente fortalecerá la formación
de los operadores jurídicos, de los estudiantes de derecho, de los
servidores públicos y de los defensores de derechos que la socie-
dad mexicana requiere en estos momentos de encrucijada.

Dr. Felipe de Jesús Álvarez Cibrián


Presidente de la Comisión Estatal
de Derechos Humanos de Jalisco

10 Los derechos humanos


Introducción

D esde la consolidación de las organizaciones internacionales


como la ONU y la OEA, de sus sistemas y mecanismos de
protección de derechos humanos, y con la aparición de los primeros
grandes instrumentos en la materia como las declaraciones Universal
de los Derechos Humanos y la Americana de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, en 1948, la noción de derechos humanos
ha evolucionado vertiginosamente hasta consolidarse como una
teoría jurídica que resulta fundamental para la conceptualización e
interpretación del mundo jurídico contemporáneo.
En México, el 10 de junio de 2011, se publicó en el Diario
Oficial de la Federación una significativa reforma constitucional
que tuvo como eje articulador los denominados “derechos
humanos”. A partir de ese momento, la tradición jurídica nacional
debe replantearse algunos paradigmas y modificar criterios para
el ejercicio de la abogacía, el funcionamiento del orden judicial,
el desempeño del servicio público y los procesos educativos en
todos los niveles.

Alfonso Hernández Barrón 11


Como punto medular de la mencionada reforma se encuentra el
cambio en la denominación del capítulo inicial de nuestra ley máxima,
que fue eje central de la enseñanza decimonónica del derecho
constitucional durante al menos el último siglo, transformando el
título “De las garantías individuales”1 por el título “De los derechos
humanos y sus garantías”.
Con esta reforma, el constitucionalismo mexicano transformó los
derechos humanos en derechos humanos fundamentales, dando
pie a un nuevo bloque de constitucionalidad que otorga el máximo
rango a los derechos contenidos en los instrumentos internacionales
suscritos y ratificados por nuestro país.
Los artículos reformados en esa ocasión fueron once, en ellos se
abordan diversas aristas de los derechos humanos, que incluyen
no sólo aspectos jurídicos, sino también nuevas implicaciones en
materia educativa, ya que, al tenor de lo dispuesto en la reforma
del artículo tercero, ahora la educación que imparta el Estado debe
fomentar el respeto a los derechos humanos.
Posterior a esta reforma se realizaron otras que incluyen
modificaciones al artículo cuarto constitucional, en las que se
incorporaron derechos específicos como a la alimentación, a un
medio ambiente sano o el acceso al agua potable y a su saneamiento.
Previo a la reforma del 10 de junio de 2011, se publicó otra el 6 de
junio del mismo año, mediante la cual se reformaron, adicionaron
y derogaron diversas disposiciones constitucionales en materia
de amparo, donde destaca la competencia de los tribunales para
conocer y resolver sobre actos u omisiones de autoridades que
violen derechos humanos. Tal situación se complementó con una
nueva Ley de Amparo publicada y vigente desde abril de 2013
y que incluye precisamente como objeto del juicio de amparo la
protección de los derechos humanos.
Dentro de este proceso articulador de políticas públicas en
materia de derechos humanos, también se han publicado nuevas
1) Desde la Constitución de 1857 se incluía la denominación “garantías individuales”, en su artículo
101, considerándolas como fuente de protección.

12 Los derechos humanos


legislaciones como la Ley para la Protección de Personas
Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, publicada y
vigente a partir de junio de 2012; la Ley Federal de Justicia para
Adolescentes, publicada el 27 de diciembre de 2012 y que entrará
en vigor en diciembre de 2014; y la Ley General de Víctimas, cuya
última reforma se realizó apenas el 3 de mayo de 2013 y que entre
otros objetivos tiene el de reconocer y garantizar los derechos de
las víctimas de violaciones de derechos humanos.
Esta producción legislativa incluye una novedosa Ley Federal
de Responsabilidad Ambiental, aprobada recientemente en el
Congreso de la Unión. Todo lo anterior con el evidente afán de
garantizar la tutela efectiva de los derechos humanos bajo las
nuevas disposiciones constitucionales.
Por otra parte, destacan los criterios de la SCJN en relación
con las citadas reformas constitucionales y, en particular, con
las implicaciones que tienen en el sistema judicial nacional las
sentencias dictadas por un órgano jurisdiccional internacional,
como la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Al respecto,
la SCJN ha determinado que dichas sentencias son vinculantes
para el Estado mexicano, que son cosa juzgada y que corresponde
sólo acatar su cumplimiento; además, ha establecido que todos los
jueces deben realizar un “control de convencionalidad” de forma
oficiosa que obliga también a un control difuso de constitucionalidad
bajo ciertas reglas.
Como se deduce, ahora hay un replanteamiento de paradigmas
que implican nuevas obligaciones para los órganos jurisdiccionales,
servidores públicos, litigantes y, desde luego, para la sociedad en
su conjunto.
Con los razonamientos anteriores, se encuentra plenamente
justificada la necesidad de actualizar el ámbito jurídico nacional
bajo la perspectiva de lo que se identifica como una teoría jurídica,
que definitivamente impacta y transforma al universo del derecho
mexicano. Se requieren de forma urgente programas académicos
que incorporen los nuevos planteamientos y permitan avanzar

Alfonso Hernández Barrón 13


en su implementación efectiva; para lograr este propósito resulta
fundamental un abordaje integral de la teoría de los derechos
humanos, considerando su marco teórico, sus sistemas y
mecanismos, a efecto de armonizar correctamente sus postulados
con la ortodoxia del método jurídico y con la teoría general del
derecho.

14 Los derechos humanos


I. Marco teórico de los derechos
humanos

¿Qué son los derechos humanos? ¿Derechos humanos o derechos


fundamentales? Cualidades de los derechos humanos. Antecedentes
de los derechos humanos. Algunas clasificaciones de los derechos
humanos.

¿Qué son los derechos humanos?

El concepto de derechos humanos tiene dos dimensiones, una de


carácter sociológico y otra de carácter jurídico. La primera tiene
relación esencialmente con planteamientos filosóficos, históricos e
ideológicos que surgen en la comunidad internacional, mientras que
la segunda vincula a los derechos humanos con la teoría general
del derecho para hacerlos exigibles y vinculantes; de esto último
nos ocuparemos en el presente trabajo.
Como punto de partida, resulta fundamental clarificar el alcance y
dimensión de los derechos humanos, ya que la confusión en cuanto
al uso de este término dificulta su aceptación por las tradiciones
jurídicas y, desde luego, retrasa su incorporación plena en el
quehacer jurídico, lo que necesariamente implica un freno en su
reconocimiento y protección.
Para exponer un concepto de derechos humanos resulta
indispensable citar como referencia inicial a la Organización de las

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Naciones Unidas (ONU), la instancia más importante en la materia
a nivel internacional, quien los define así:
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres
humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia,
sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier
otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos,
sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados,
interdependientes e indivisibles.1

En la tradición jurídica nacional resulta evidente que una


definición como la que propone la ONU es insuficiente para
armonizar los derechos humanos con la teoría general del
derecho, ya que, entre otros puntos, se encuentra plagada
de reiteraciones que pueden considerarse tautologías o
inconsistencias gramaticales.
No obstante, es oportuno precisar que si bien las palabras
y frases utilizadas en la definición de la ONU parecen reiterar
aspectos vinculados con la universalidad, esto tiene como
explicación la necesidad de profundizar el alcance de sus
valores para no dejar dudas en su interpretación; en este
sentido se justifica el abuso del lenguaje a favor de la claridad
del concepto.
Sin embargo, resulta indispensable construir un concepto de
derechos humanos que resulte compatible con los sistemas
jurídicos vigentes, para lo cual se deben considerar al menos los
siguientes aspectos:
•La delimitación respecto a qué tipo de bienes jurídicos
representan.
•La identificación de la actividad humana que cualifican.
•Sus fuentes de reconocimiento.
•Los deberes y obligaciones que imponen a los Estados.
•Sus mecanismos de aplicación y coercitividad.
1 Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, disponible en http://
www.ohchr.org/SP/Issues/Pages/WhatareHumanRights.aspx. Última vista el 30 de junio de 2013.

16 Los derechos humanos


Los bienes jurídicos que representan los derechos humanos
implican la acepción más amplia de lo que entendemos por
derechos, por lo que para efectos prácticos pueden entenderse
indistintamente como prerrogativas, facultades, normas, demandas
de abstención o de actuación, pretensiones, bienes jurídicos,
potestades o inmunidades, etcétera.
La actividad que cualifican los derechos humanos es la vida
humana digna, entendiendo la dignidad como un valor supremo
inherente a nuestra especie, que implica que toda persona
pueda desarrollar, ejercer, aprovechar, compartir y disfrutar sus
cualidades, competencias, habilidades y emociones con un sentido
de autorrealización individual y colectiva.2
La dignidad se da al menos en dos planos: en el individual, donde
cada persona se construye una escala de valores directamente
proporcional a su sentido del deber ser, estableciendo de forma
personalísima las dimensiones de un proyecto de vida que asume
como suficiente; y en lo colectivo, donde la sociedad establece de
forma homogénea los parámetros para determinar los elementos
mínimos e indispensables que una persona debe tener para su pleno
desarrollo, una muestra de ello son la infraestructura y los servicios
públicos considerados como básicos. La dimensión individual de
la noción de dignidad se asocia a los derechos civiles y políticos,
mientras que los derechos económicos, sociales y culturales se
vinculan más estrechamente con la esfera colectiva.
Las principales fuentes de los derechos humanos son los
instrumentos internacionales, entre los que se encuentran los

2 En el artículo quinto de la recién aprobada Ley General de Víctimas se define a la dignidad como un
valor, principio y derecho fundamental base y condición de todos los demás. Implica la comprensión
de la persona como titular y sujeto de derechos y a no ser objeto de violencia o arbitrariedades por
parte del Estado o de los particulares; también señala que “En virtud de la dignidad humana de la
víctima, todas las autoridades del Estado están obligadas en todo momento a respetar su autonomía,
a considerarla y tratarla como fin de su actuación. Igualmente, todas las autoridades del Estado están
obligadas a garantizar que no se vea disminuido el mínimo existencial al que la víctima tiene derecho,
ni sea afectado el núcleo esencial de sus derechos”.
Anteriormente, la SCJN se había referido a la dignidad como “dignidad humana, el orden jurídico
mexicano la reconoce como condición y base de los demás derechos fundamentales”. Tesis: P. LXV/2009.

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tratados, pactos, protocolos, convenios o declaraciones que surgen
en los organismos internacionales; la jurisprudencia que producen
los órganos jurisdiccionales a escala internacional; y la doctrina que
generan las instancias académicas y los órganos especializados
de los sistemas internacionales de derechos humanos.
Los deberes y obligaciones que tienen los Estados en relación
con los derechos humanos son los de respetarlos y protegerlos.
Para cumplir estos propósitos tienen el deber de organizar sus
sistemas de gobierno para garantizarlos y estar en condiciones de
prevenir, investigar, juzgar, sancionar y reparar toda vulneración
injustificada producida por sus agentes o incluso por particulares.
Los mecanismos de aplicación y coercitividad de los derechos
humanos se ubican en dos escalas, la internacional, mediante la
suscripción de tratados y la sujeción a los organismos y sistemas
internacionales de derechos humanos, y la nacional, con la
recepción del derecho internacional y los mecanismos para aplicar
los tratados internacionales bajo un control de convencionalidad.
En líneas posteriores se abundará más sobre estos elementos,
pero de inicio y para efectos prácticos podemos entender a los
derechos humanos como los derechos esenciales para respetar y
proteger la dignidad de las personas.
Una definición integral establecería que los derechos humanos
son el conjunto de derechos mínimos e indispensables para tutelar
la dignidad de la vida humana, que surgen del ámbito internacional
y que los Estados deben respetar y proteger.
Como parte final del presente apartado analizaremos las
definiciones realizadas por el Poder Judicial Federal y por el sistema
público de los derechos humanos, ya que su comprensión resulta
pertinente para su adecuado planteamiento y ejercicio eficaz como
parte de una teoría jurídica.
Para la SCJN, los derechos humanos “son el conjunto de
prerrogativas de carácter civil, político, económico, social y cultural
inherentes a la persona humana, que obedecen a su propia
naturaleza, y que constituyen a los derechos mínimos que el orden

18 Los derechos humanos


jurídico debe reconocer y garantizar al hombre para asegurarle un
pleno desarrollo y una vida digna” (SCJN, 2008, p. 120).
En el mismo ámbito del Poder Judicial de la federación, se ha
expresado que se entiende por derechos humanos el “conjunto
de facultades, libertades y pretensiones de carácter civil, político,
económico, social y cultural, incluidos los recursos y mecanismos
de garantía de todas ellas, que se reconocen al ser humano,
considerado individual y colectivamente” (SCJN, 2011, p. 7).
De las definiciones anteriores destaca que en ambas se plantean
como referentes iniciales, vocablos que provienen de la ortodoxia del
derecho, al identificar a los derechos humanos como prerrogativas,
facultades, libertades y pretensiones, lo cual resulta pertinente para
efectos prácticos en la operación jurídica donde se parte de un lenguaje
técnico; de igual forma, esta identificación apuntala su aceptación en
una dimensión amplia de derechos. También encontramos la obligación
de reconocer y garantizar un mínimo de derechos, tanto en lo individual
como en lo colectivo, y la referencia a la vida humana digna.
Destaca también que caracterizan a los derechos humanos en
el ámbito civil, político, económico, social y cultural, lo cual va de
la mano con una de las clasificaciones más reconocidas, la de los
derechos individuales y colectivos. De hecho, dos de los instrumentos
internacionales de mayor relevancia en el sistema de la ONU son
precisamente el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
y, por separado, el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos los
define como “el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza
de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable
para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad
jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la
Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados
por el Estado”.3
3   Disponible en: http://www.cndh.org.mx/Que_Son_Derechos_Humanos. Última vista el 30 de
julio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 19


Al igual que en la definición del Poder Judicial de la federación,
encontramos su identificación como prerrogativas que deben ser
reconocidas y garantizadas por el Estado, también encontramos la
referencia a la naturaleza de la persona para su desarrollo integral,
lo cual implícitamente se vincula con la vida digna.
Si bien estas definiciones no refieren la dimensión del derecho
internacional, tal situación se explica desde la perspectiva práctica
del quehacer jurídico, ya que ambas son instancias del Estado
mexicano y, en consecuencia, deben establecer el marco teórico
para sus operadores; sin embargo, resulta de suma importancia
identificar los derechos humanos, tanto en la dimensión nacional
como internacional porque de ahí deviene una distinción que se
aborda en el siguiente apartado.

¿Derechos humanos o derechos fundamentales?

Un debate común en torno a los derechos humanos se genera por


la propia denominación, ya que para algunos es una tautología,
partiendo de que sólo los humanos tenemos derechos4 y, por
consecuencia, todos los derechos son necesariamente humanos.5
Al respecto, es importante aclarar que al margen de lo que proponen
los defensores de otros seres vivos o la aspiración de establecer
una expresión determinante para distinguir el derecho humano del
derecho divino, lo que debemos dilucidar es si existe una diferencia
sustancial entre derechos humanos y derechos fundamentales,
más allá del aspecto semántico.
Es importante precisar que en etapas anteriores el debate implicó
las expresiones de “derechos naturales” y “derechos morales”.

4  Los derechos humanos constituyen prerrogativas del hombre como tal, en cuanto pertenece a
la especie humana, por lo que todo individuo de dicha especie es titular de tales derechos, al serle
inherentes (Gómez, 2004, p. 32, y Bidart, 1989, pp. 13-17).
5 En México, durante varios años, la ortodoxia jurídica consideró que el término “derechos humanos”
implicaba una redundancia, puesto que todos los derechos son producto del hombre. Sin embargo,
“desde hace algún tiempo se emplea con un sentido específico, en relación con un grupo de derechos
diferenciados de los demás y que son humanos por antonomasia” (Staines, 1993, p. 1).

20 Los derechos humanos


Dichos conceptos han sido suficientemente atendidos por diversos
especialistas como Norberto Bobbio, Eusebio Fernández, H.L.A.
Hart, Francisco Laporta, Luis Prieto, Antonio Enrique Pérez Luño,
Manuel Atienza, Antonio Fernández Galiano, Alfonso Ruiz Miguel,
Carlos Santiago Nino, entre otros, que en su momento aportaron
elementos para identificar la relación entre el concepto de derechos
naturales, derechos morales y derechos humanos.
A manera de referencia, podemos señalar que los derechos
naturales se identifican como inalienables a la naturaleza humana,
entre ellos el derecho a respirar, a escuchar, a sentir, etcétera. Por
su parte, los derechos morales surgen de la evolución de uno de
esos derechos, el de pensar.
En la medida que evolucionó el ser humano, el derecho natural
“a pensar” planteó la dimensión del “deber ser”. Surgieron así los
derechos morales como antecedente inmediato de la teoría general
del derecho y que, al ser inherentes a la capacidad reflexiva de
las personas, se transforman y reconstruyen de forma permanente
y progresiva, dando pie a exigencias que surgen de la toma de
conciencia, a este proceso Immanuel Kant (Kant, 1994, p. 6) lo
identifica como el curso desde el nivel inferior de la animalidad
hasta el nivel supremo de la humanidad. Una etapa significativa de
estas aspiraciones se presentó después de las grandes guerras y
conflictos políticos de los siglos XIX y XX, marcados por la esclavitud
extendida en diferentes regiones del planeta, los horrores de los
conflictos bélicos y, en particular, la crueldad estremecedora del
holocausto judío ocurrido entre 1939 y 1945.
Al planteamiento que proponía el reconocimiento, respeto
y protección universal de los “derechos morales” después de
la segunda guerra mundial, se le denominó inicialmente como
“derechos del hombre y del ciudadano”, pero casi de inmediato se
propuso el nombre de derechos humanos; sin embargo, a la luz
de los últimos acontecimientos nacionales y mundiales, dentro del
contexto del fenómeno de la globalización y la consolidación de los
sistemas internacionales de derechos humanos, el debate actual

Alfonso Hernández Barrón 21


debe centrarse entre la distinción de las expresiones derechos
humanos o derechos fundamentales.
Respecto a la denominación “derechos humanos” como aspiración
de que ciertos derechos morales se consoliden en la legalidad,
tenemos a quienes optan por mantener su nombre original, y
otros, con mayor precisión técnica, que proponen la denominación
de “derechos fundamentales”. Analizados los planteamientos
principales en torno a este debate podemos concluir que una y
otra expresión tienen dimensiones distintas, de tal forma que no
colisionan, al contrario, se complementan.
Dentro de los autores que proponen el concepto de derechos
fundamentales se encuentra el doctor Gregorio Peces-Barba
Martínez, quien se desempeñó durante buena parte de su vida
como catedrático del reconocido Instituto de Derechos Humanos
Bartolomé de las Casas, de la Universidad Carlos III de Madrid. Él
planteaba lo siguiente:
Derechos humanos no es la expresión adecuada y aquí el
consentimiento universal, que se desprende de su utilización
generalizada, no es razón para aceptarla como base de un
proceso de reflexión que lleve a la comprensión de lo que se quiere
identificar. Sin embargo, podemos explicar su éxito y su extensión
que representa un anhelo generalmente sentido por los hombres
en la historia moderna. Y también que en el primer sentido se
use “derecho” para reforzar la presión de la pretensión moral y su
vocación de ser “Derecho positivo” (Peces, 1999, p. 24).
“[…] derechos fundamentales puede comprender tanto los
presupuestos éticos como los componentes jurídicos, significando
la relevancia moral de una idea que compromete la dignidad
humana y sus objetivos de autonomía moral, y también la relevancia
jurídica que convierte a los derechos en norma básica material del
ordenamiento, y es instrumento necesario para que el individuo
desarrolle en la sociedad todas sus potencialidades. Los derechos
fundamentales expresan tanto una moralidad básica como una
juridicidad básica (Peces, 1999, p. 37).

22 Los derechos humanos


Encontramos en las ideas de Gregorio Peces-Barba Martínez
el punto toral del análisis respecto a lo que implicaba la noción
tradicional de los derechos humanos, con referencias mayormente
morales; no obstante, también adelantaba la propuesta de
“derechos fundamentales” como un intento de otorgarles mayor
fuerza. Sin embargo, durante los años recientes aparecen
elementos significativos para entender y definir ambos conceptos
con dimensiones distintas.
Con la consolidación de los sistemas jurídicos internacionales y
principalmente con la incorporación de los derechos humanos en la
mayoría de las constituciones políticas, al menos de las naciones de
Iberoamérica, el concepto de derechos fundamentales se fortalece
por su vínculo con la tradición constitucionalista, al igual que el de
derechos humanos adquiere mayor relevancia y se consolida en la
doctrina del derecho internacional.6
En efecto, la expresión “derechos humanos” se consolida
en la doctrina especializada y en los múltiples instrumentos
internacionales que aportan permanentemente elementos teóricos
para conceptualizar una gran variedad de derechos que se extiende
de acuerdo con el dinamismo de la época contemporánea, donde los
avances científicos y tecnológicos son un reto para que las ciencias,
entre ellas la jurídica, se mantengan actualizadas y sean eficientes, de
tal forma que la expresión “derechos humanos” tiene una dimensión
amplia en el marco del derecho internacional y doctrinalmente resulta
oportuno diferenciar e identificar su incorporación en el derecho
interno de las naciones como “derechos humanos fundamentales” o
simplemente “derechos fundamentales”.
Como punto de referencia para la distinción entre derechos
humanos y derechos fundamentales se encuentran los
planteamientos realizados por el área especializada en derechos
humanos de la Universidad de Alcalá,7 que propone lo siguiente:
6  Para profundizar en el tema del constitucionalismo y los derechos humanos, se recomienda la
obra del Doctor José de Jesús Becerra Ramírez (Becerra, 2010).
7  Funge como órgano especializado y acompañante en diversos procesos académicos de

Alfonso Hernández Barrón 23


Los derechos humanos reconocidos en la Constitución se denominan
derechos fundamentales. Los derechos fundamentales son aquellos
derechos que el poder constituyente, máxima expresión jurídica
de la soberanía popular, ha considerado los más importantes, los
seleccionados para gozar del mayor nivel de garantía.
Los derechos humanos, entendidos básicamente como demandas
derivadas de la dignidad de la persona, pertenecen al campo de la
ética, no del derecho positivo. Por mucho que expliquen el origen
de los derechos fundamentales y puedan servir de fundamento de
los mismos, los derechos humanos se encuentran extramuros de la
Constitución.
Hasta que los derechos humanos no sean reconocidos por una
constitución vigente y concreta, no se transforman en derechos
fundamentales, permaneciendo por tanto como demandas, no como
exigencias jurídicamente tuteladas. Sin embargo, examinando
de cerca la realidad, la existencia de derechos humanos no
fundamentales es más la excepción que la regla, pues por lo general
las constituciones actuales contienen un catálogo de derechos más
amplio que el contenido en la Declaración Universal de Derechos
Humanos o el normalmente reconocido por los filósofos que han
tratado de explicitar cuáles son los derechos humanos.
Por otro lado, también podrían existir derechos fundamentales
que no son derechos humanos. Desde luego, el poder constituyente
puede reconocer derechos de escasa importancia, no vinculados
con la dignidad de la persona ni reconocidos en las declaraciones
internacionales. Cuando esta circunstancia, poco frecuente,
se produce, no se plantean especiales problemas prácticos:
simplemente, se pone de manifiesto que la Constitución fue más
generosa en su concepción de la dignidad de la persona o que
fue por delante de la comunidad internacional. En el peor de los
casos, prestó una protección excesiva a intereses que quizás no la
merecían (Universidad de Alcalá, 2009).

la Federación Iberoamericana de Ombudsman, además de tener un destacado programa de


posgrados en materia de derechos humanos, dirigido por el doctor Guillermo Escobar Roca.

24 Los derechos humanos


De lo expuesto, se deriva que existe una íntima relación y
una diferencia sustancial entre derechos humanos y derechos
fundamentales; los derechos humanos, que se concibieron
inicialmente como un conjunto amplio de ciertas exigencias
morales dentro de la concepción democrática del derecho –la de
llevar la moralidad a la legalidad–, se transforman en derechos
fundamentales al incluirse en los máximos ordenamientos jurídicos
de los Estados.
Los derechos humanos se encuentran doctrinariamente en el
marco del derecho internacional, incluso en esa dimensión son
derecho positivo y, a través de ciertos órganos jurisdiccionales de
carácter internacional, se hace posible su exigencia, por lo que se
fortalecen como categoría autónoma.
Por su parte, los “derechos humanos fundamentales”, que
derivan en la expresión “derechos fundamentales”, son reconocidos
de forma expresa en los documentos jurídicos “fundamentales”
de cada nación, precisamente en sus máximos ordenamientos,
donde se “fundamenta” su organización y su derecho, sean estos
constituciones políticas, cartas magnas, cartas fundantes, etcétera;8
esta precisión, aunque de carácter teórico, tiene sus implicaciones
prácticas, ya que es una forma de darle sentido jurídico a valores
que tradicionalmente se identificaban en el campo de la moral.9
Es importante puntualizar que entre ambas nociones no existe una
pretendida colisión, sino, como ya se ha expresado, una necesaria
complementariedad que los consolida como teoría jurídica, lo cual
tiene importantes implicaciones prácticas, como pueden ser los
sistemas de interpretación y los mecanismos de armonización
que deben utilizarse al momento de justiciarlos, considerando,

8   Para Ferrajoli “el constitucionalismo es un sistema de vínculos sustanciales impuestos por las
cartas constitucionales, y precisamente por los principios y los derechos fundamentales en ellas
establecidos” (Ferrajoli, 2009, p. 5).
9   Para el tratadista mexicano Miguel Carbonell “los operadores constitucionales se las tienen
que ver con la dificultad de trabajar con valores que están constitucionalizados y que requieren
de una tarea hermenéutica que sea capaz de aplicarlos a los casos concretos de forma justificada y
razonable, dotándolos de esa manera de contenidos normativos concretos” (Carbonell, 2008, p. 9).

Alfonso Hernández Barrón 25


por ejemplo, que existen derechos humanos que no son derechos
fundamentales y viceversa.
Como apunte final y complementario al concepto de derechos
humanos, cabe referirnos a la expresión “derechos y libertades”,
que con frecuencia se utiliza en el ámbito internacional. Es
pertinente señalar que desde la ortodoxia jurídica las libertades se
subsumen en el “derecho a la libertad”, del cual se derivan distintos
tipos y categorías de libertades, entre ellos las de expresión, de
conciencia, de asociación, de culto, etcétera, pero al final son parte
del citado derecho y su puntualización, al igual que los conceptos
primarios de derechos humanos cumplen simplemente la función
de destacar su importancia.

Cualidades de los derechos humanos

Los derechos humanos son universales, inalienables e inherentes a


la persona humana; también son intransferibles e imprescriptibles,
de naturaleza integral y progresiva. Con el afán de aportar mayores
elementos para dimensionar el alcance de los derechos humanos,
así como profundizar y clarificar su concepto y definición, se explican
a continuación estas cualidades.
En cuanto a la universalidad, es conveniente partir del análisis
del vocablo “universo”, del que deviene “universal”, el cual es
una abstracción que nos refiere el conjunto de “un todo” y que en
el ámbito de los derechos humanos es utilizado como el marco
general para establecer una premisa fundamental –los derechos
humanos son para todas las personas– sin distinciones; más
aún, la tutela de los derechos humanos no admite excepción y,
para tal efecto, se puntualiza una larga relación de categorías,
como sexo, raza, color, edad, idioma, creencias, orientación
sexual, condición económica, etcétera. La universalidad da
soporte a uno de los principios más importantes de la doctrina
del llamado derecho internacional de los derechos humanos, el
principio de la igualdad, que se considera un eje transversal en

26 Los derechos humanos


las declaraciones, pactos, tratados, convenios y resoluciones en
la materia.
Por su parte, el prefijo de origen latino in tiene dos connotaciones,
una de ellas refiere que forma parte de algo; en este caso, los
derechos humanos son inalienables e inherentes a la persona
humana, surgen al momento de la concepción de un nuevo ser
humano. Debemos considerar que, aunque subsiste la duda respecto
a cuándo se perfecciona esta situación, un hecho es irrefutable:
la tutela de sus derechos, se reconoce y debe garantizarse desde
antes del parto.10
El sentido de inherentes nos refiere también que permanecen en las
personas durante toda su vida y que, si bien pueden ser restringidos,
tales restricciones serán justificadas y temporales. Es importante
señalar que ciertos derechos nunca pueden verse afectados,
esto desde la perspectiva de la noción erga omnes que implica la
obligación universal de su reconocimiento, independientemente
de si los Estados se encuentran comprometidos o no por tratados
internacionales, tal es el caso del derecho a no ser víctimas de
tortura, tratos crueles inhumanos o degradantes. Lo anterior es
uno de los núcleos torales de la doctrina de los derechos humanos,
al considerar que hay derechos que toda nación debe respetar y
proteger como derechos elementales de la especie humana.
La otra connotación del prefijo in es en sentido negativo e indica
que no puede privarse de algo; en esta dimensión se identifican
las cualidades de intransferibles e imprescriptibles, que refieren la
imposibilidad de ser transmitidos o susceptibles de desaparecer por
el simple transcurso del tiempo (Soberanes, 1993, pp. 1635-1636).
En relación a la imprescriptibilidad, debemos señalar que aun
en etapas terminales de la vida, las personas tienen derechos
esenciales, dentro de los cuales hay quienes llegan a proponer el
“derecho a privarse de la vida” o el “derecho a la muerte” como un
10    En el caso Artavia Murillo y otros (Fecundación In Vitro) vs. Costa Rica, la Coidh determinó
que la concepción se da al momento de que el embrión se implanta en el cuerpo de la mujer, por
lo que los derechos del nuevo ser comienzan en algún momento en que éste se encuentra en el
vientre de su madre.

Alfonso Hernández Barrón 27


derecho oponible al derecho a la vida; de igual forma se ha llegado a
plantear la posibilidad de que aun después de muerta una persona
tenga derechos humanos, lo cierto es que sobre estos aspectos no
existen consensos, pero son ejemplos que ilustran las pretensiones
progresivas en torno a los derechos humanos.
Finalmente, la naturaleza integral y progresiva son dos cualidades
fundamentales de los derechos humanos y su comprensión representa
el punto de partida para lograr su pleno reconocimiento y protección.
En relación a la naturaleza integral de los derechos humanos,
debemos considerar que el desarrollo máximo de la persona sólo es
posible en la conjunción armónica de todas sus potencialidades, no
sólo físicas, sino emocionales, materiales, culturales y espirituales,
por tanto, en la cualidad de integralidad subsumimos las
características de interrelación, interdependencia e indivisibilidad
de tal forma que el reconocimiento y protección de un derecho
humano facilita el avance de los otros, al igual que la vulneración de
uno implica un daño a los demás, así se complementan e integran
en un todo indisoluble e inquebrantable.
La naturaleza progresiva de los derechos humanos es directamente
proporcional a la toma de conciencia individual y colectiva; avanzan
con el reconocimiento y respeto que les otorgan los pueblos de
acuerdo a sus procesos evolutivos y conforme a sus condiciones
particulares, de tal manera que los derechos humanos se constituyen
en principios éticos que orientan el desarrollo a partir de una identidad
social basada en el respeto a la autonomía personal y garantizando
aspectos elementales para la vida humana digna.
La dimensión de lo elemental nos indica que son derechos
mínimos e indispensables para lograr el propósito de la vida digna
en contextos determinados. En este sentido, el propio concepto de
derechos humanos se amplía permanentemente bajo el principio de
progresividad; un ejemplo lo encontramos en torno al derecho a la
vida, que originalmente fue concebido en relación con la regulación
de la pena de muerte, posteriormente plantea la erradicación de
esta, y en la actualidad el derecho a la vida tiene mayores alcances

28 Los derechos humanos


al implicar que los Estados tienen el deber de proveer elementos
básicos que permitan acceder a niveles mínimos de bienestar.
La noción de dignidad también contiene el elemento de la
progresividad, de tal forma que constantemente se reformula a partir
de los avances científicos y tecnológicos; así, por ejemplo, en materia
de derechos de corte social se establecen algunos indicadores
como el acceso a agua potable, energía eléctrica, servicios de
salud y educación, incluso algunos plantean el acceso a internet
como derecho humano. En la dimensión individual encontramos,
por ejemplo, el acceso a la información, a la participación en el
diseño de políticas públicas, a la participación política, etcétera.
En relación con los derechos económicos, sociales y culturales,
resulta importante destacar que éstos se evalúan desde los
alcances materiales que tiene cada nación, así podemos explicar
que algunos Estados presentan mayores niveles de bienestar en
relación con otros que no alcanzan lo que puede considerarse
mínimo indispensable. Desde la perspectiva jurídica, lo anterior no
necesariamente implica que a los gobiernos de los países menos
desarrollados se les deba fincar en automático responsabilidad
internacional por no generar las mejores condiciones de vida de su
población; en estos casos, el marco de referencia para determinar el
nivel de responsabilidad es establecer si cumplen con la disposición
de destinar el máximo de recursos disponibles para tutelar los
derechos humanos.11 Lo mismo ocurre con las vulneraciones
propiciadas de forma involuntaria por servidores públicos, en
cuyo caso se debe verificar si se atendió el principio de máxima
diligencia, de manera que si, a pesar del cumplimiento de todas las
previsiones y protocolos aplicables, se presenta una vulneración,
esto no necesariamente genera responsabilidad personal, aunque
subsiste la obligación del Estado de reparar.
11    Se recomienda la consulta de los Principios de Limburgo, puntos del 25 al 28, disponibles
en http://www.pgjdf.gob.mx/temas/4-6-1/fuentes/3-A-6.pdf; así como del Manual para las
instituciones nacionales de derechos humanos en materia de derechos económicos, sociales y
culturales, disponible en http://www.ohchr.org/Documents/Publications/training12sp.pdf. Última
vista el 30 de junio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 29


Antecedentes de los derechos humanos

Resulta complejo enunciar los antecedentes históricos de los


derechos humanos, ya que, dada su vinculación con las nociones
de dignidad, justicia o libertad, seguramente en el devenir de
todas las civilizaciones encontraríamos referencias. No obstante,
lo que sí podemos señalar es que a partir de la última etapa de
la edad media, y particularmente en la época del renacimiento,
aparecen algunos eventos que comienzan a perfilar, al menos
en la cultura occidental, una noción de lo que entendemos por
derechos humanos, la cual se consolida con el surgimiento de los
estados modernos.
Como momentos históricos significativos de la señalada cultura
occidental, podemos referir la redacción de la Carta Magna en
tiempos del rey Juan I de Inglaterra, conocido como “Juan sin
Tierra” en 1215; algunos textos también ingleses, de los que
destacan el acta de Habeas Corpus de 1679 y la llamada Carta
de Derechos Inglesa (Bill of Rights) de 1689. Todos ellos dan
origen al llamado modelo inglés de los derechos humanos, que se
caracteriza por la idea central de frenar el poder absolutista que
distinguía a los sistemas monárquicos.
Por su parte, en Estados Unidos de Norteamérica, previo a su
independencia, surge una serie de documentos de los cuales
destaca la Declaración de Virginia de 1776, en la que, al igual
que en otros documentos fundacionales de ese país, es evidente
la perspectiva religiosa, una de las características del llamado
modelo estadounidense de derechos humanos.
Finalmente, de Francia destacan el Edicto de Nantes de 1598
y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de
1789, esta última expone una postura laica, de respeto a la ley
y a la soberanía surgida del mandato del pueblo, características
fundamentales del modelo francés de derechos humanos.

30 Los derechos humanos


Algunas clasificaciones de los derechos humanos

Existen múltiples clasificaciones de derechos humanos, de ellas


destaca por su consolidación la que surge del enfoque histórico
que los ubica en tres generaciones: la de los derechos civiles y
políticos; la de los económicos, sociales y culturales; y finalmente
la generación de los derechos de los pueblos o de la solidaridad.
El surgimiento de los derechos civiles y políticos, conocidos como de
primera generación, se vincula a la época de la Revolución Francesa.
La clasificación abarca esencialmente derechos enmarcados en la
esfera individual de las personas, tales como la libertad, la propiedad
y participar en los asuntos públicos, entre otros.
Los derechos económicos, sociales y culturales, identificados
como de segunda generación, se gestaron en la segunda mitad del
siglo XIX, en el contexto de las condiciones creadas por la Revolución
Industrial y con las reflexiones en torno a la llamada explotación
del hombre por el hombre. Aparecen formalmente a principios del
siglo XX, incorporados en algunas legislaciones como la de México,
la soviética, la de Weimar –Alemania– e, incluso, como lo señalan
algunos especialistas, en constituciones monárquicas como la de
Rumania o la del reino Servio-Croata Esloveno (Peces, 1999a, p.
47).Dentro de esta generación encontramos los derechos laborales.
Finalmente, los derechos de los pueblos y de la solidaridad,
clasificados como de tercera generación, aparecen después de
1945, en el contexto de la posguerra, durante la llamada “guerra fría”
caracterizada por la carrera armamentista y la confrontación entre
los bloques encabezados por la ex Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas y los Estados Unidos de Norteamérica, en un escenario
internacional enmarcado por la sobreproducción de armas, la
desigualdad económica de los pueblos y las catástrofes ambientales.
Entre estos se encuentran el derecho al desarrollo y a la paz.
Esta clasificación ha sido cuestionada por especialistas como
el doctor Gregorio Peces-Barba, quien señala que “hablar de
generaciones en los derechos humanos termina siendo una

Alfonso Hernández Barrón 31


terminología discutible, ya que las generaciones llegan a extinguirse
y a ser substituidas por las siguientes” (Peces, 1999, p. 183); lo cierto
es que la construcción filosófica de los derechos humanos va de la
mano con la evolución de la especie humana, de tal manera que
resulta pertinente una clasificación que identifique los momentos
históricos en los que adquirieron relevancia dentro de los procesos
de organización de las sociedades modernas.
De igual forma, la clasificación histórica a partir de generaciones
también resulta conveniente si consideramos que en la actualidad
se propone incluso una eventual cuarta generación en torno a temas
como el genoma humano, la fertilización in vitro, la inseminación
artificial, el alquiler de vientres o maternidad sustituta, la protección
de datos personales y algunas implicaciones del derecho a la
intimidad, todo en el contexto de los más recientes avances
científicos y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Otra razón que da sentido a la clasificación histórica,
principalmente en relación con las dos primeras generaciones, es
que en el ámbito de los instrumentos internacionales se identifican
dos bloques principales: el de los derechos civiles y políticos y el
de los derechos económicos, sociales y culturales, de tal forma
que el abordaje jurídico con frecuencia se realiza a partir de esta
distinción.
El Programa Regional de Apoyo a las Defensorías del Pueblo en
Iberoamérica de la Universidad de Alcalá propone una clasificación
de los derechos humanos identificándolos en relación a los deberes
de los Estados, así, tenemos derechos de defensa, derechos de
prestación y derechos de estructura compleja. Los primeros se
caracterizan por la “obligación de no hacer” de los Estados, esto
es, implican una actitud negativa por parte de los gobernantes; en
cambio, los derechos de prestación postulan que los Estados tiene
la “obligación de hacer” para garantizarlos. Al respecto, la siguiente
referencia:
Los derechos de defensa, originarios del Estado liberal y trasunto
de la separación entre Estado y Sociedad que éste propugna,

32 Los derechos humanos


tienen por principal objetivo preservar de la intervención estatal una
serie de posiciones, situaciones y actuaciones consideradas de
primordial importancia o especialmente vulnerables. La estructura
de los derechos de defensa responde a su vez a una doble
tipología: a) derechos reaccionales, que prohíben toda intervención
sobre una concreta posición o situación individual, generalmente
poseída por su titular de un modo inconsciente, como sucede con la
vida o la intimidad. […]; y b) derechos de libertad, que impiden que
se disuada, dificulte, prohíba o castigue el ejercicio consciente de
determinadas actuaciones. En esta ocasión, el titular del derecho
decide libremente ejercer una actividad, que el Derecho considera
importante, para su titular o para su titular y la colectividad; por
ejemplo, practicar una religión, expresar las propias opiniones,
fundar una asociación o participar en una huelga.
Los derechos de prestación tienden a garantizar, como proyección
de la igualdad material que propugna el Estado social, que las
necesidades básicas de todos los ciudadanos se encuentren
cubiertas […]. La estructura de los derechos de prestación es bien
diversa de la propia de los derechos de defensa: el obligado por
el derecho no ha de abstenerse sino precisamente lo contrario:
suministrar al titular del derecho una serie más o menos determinada
de prestaciones concretas.
Algunos derechos se resisten a ser encuadrados en una sola
categoría. A estas figuras, más la excepción que la regla, las
llamaremos derechos de estructura compleja. Entre ellas pueden
citarse derechos correspondientes a todas las fases de evolución de
los mismos: a) El derecho de propiedad; b) El derecho de sufragio,
activo o pasivo; c) El derecho a un medio ambiente; d) El derecho
de igualdad (Universidad de Alcalá, 2009).

Por la dimensión de su ejercicio, los derechos humanos también


pueden clasificarse en: de no interferencia, de participación, de
prestación y derechos deber. Los derechos de no interferencia
suponen acciones a cargo de los Estados con el propósito de evitar

Alfonso Hernández Barrón 33


que se vea afectada la esfera individual de las personas; los de
participación son los derechos políticos que implican la manifestación
de voluntad por parte de las personas; los de prestación, como se ha
mencionado, implican acciones a cargo de los Estados para otorgar
condiciones mínimas de bienestar; y finalmente, los derechos deber
implican una contraprestación individual que a su vez consolide el
Estado de derecho (Peces, 1999, pp. 459-462).
En atención a los intereses que protegen la SCJN contempla
una clasificación en derechos individuales, sociales y colectivos
o difusos (SCJN, 2011, pp. 56-57). Existen otras propuestas de
clasificación que se establecen considerando el contenido de los
derechos, su forma de ejercicio o los tipos de relación jurídica que
suponen; sin embargo, de alguna u otra manera todas coinciden
con las ya expuestas.
Ahora contamos con los referentes elementales que permiten
comprender los derechos humanos como teoría jurídica, por lo
que a partir de este marco teórico procederemos a exponer las
dimensiones y mecanismos de los sistemas internacionales de
derechos humanos, sus implicaciones en el derecho nacional, los
alcances de las reformas constitucionales y la reciente aprobación
de legislación complementaria en la materia, todo con el propósito
de facilitar su ejercicio en la praxis jurídica.

34 Los derechos humanos


II. Los organismos internacionales
y sus sistemas de derechos humanos

Antecedentes de los organismos internacionales. La ONU. La Organización


Internacional del Trabajo. Los instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos y un catálogo de derechos desde la Declaración Uni-
versal. Los tribunales internacionales en materia de derechos humanos.
Las expresiones de la sociedad civil.

Antecedentes de los organismos internacionales

Los sistemas internacionales de derechos humanos surgen a partir


de la consolidación de organizaciones de Estados a nivel global o
regional, que aparecen en su mayoría a lo largo del siglo XX, te-
niendo como base la solidaridad de intereses. En el ámbito mundial
destaca, como primer organismo de esta naturaleza, la sociedad o
liga de las naciones que surgió en 1919 como resultado del Trata-
do de Paz de Versalles, que puso fin a la conocida como Primera
Guerra Mundial o Gran Guerra; sin embargo, tal instancia fue insu-
ficiente para mantener la paz y evitar otro evento bélico de grandes
dimensiones como fue la Segunda Guerra Mundial, por lo que los
Estados se convocaron nuevamente para deliberar sobre la perti-
nencia de un nuevo orden internacional.
Los actos de barbarie cometidos durante la Segunda Guerra
Mundial incluyen la muerte aproximada de cincuenta millones de
personas, no sólo en los campos de batalla durante enfrentamien-

Alfonso Hernández Barrón 35


tos entre combatientes y soldados regulares, sino también en los
llamados campos de concentración, donde el ejército alemán utilizó
métodos poco ortodoxos para exterminar a miles de personas, prin-
cipalmente integrantes del pueblo judío, lo que marcó un preceden-
te lamentable sobre nuevas formas de desprecio a la vida humana.
En estos hechos se escribieron algunas de las páginas más crueles
y tristes de la historia de la humanidad, donde tuvo un gran senti-
do aquella sentencia citada por Tomas Hobbes en su Leviatán: “El
hombre es el lobo del hombre”.
Las acciones y argumentos jurídicos del gobierno alemán, para jus-
tificarse, comenzaron con una serie de decretos que imponían limita-
ciones a los derechos de los judíos alemanes y culminaron con la tris-
temente célebre “solución final” que determinó su exterminio. Destaca
que las acciones de la nación alemana daban particular importancia a la
actuación “conforme a derecho”, lo cual incluso se refleja en los razona-
mientos de defensa de quienes resultaron procesados como presuntos
criminales de guerra y que alegaron haber actuado bajo el amparo del
derecho vigente; no obstante, fueron condenados al considerar que nin-
guna ley puede atentar contra la dignidad de las personas.
Luego de la Segunda Guerra Mundial comenzó a generarse un movi-
miento global por la defensa de la dignidad de las personas, que dio im-
pulso al llamado derecho internacional de los derechos humanos; tales
esfuerzos han dado forma a diversas instancias con alcances mundiales
como la ONU, así como otras que también tienen carácter internacional,
pero que son conocidas para mayor precisión como organismos regio-
nales, entre ellas se encuentran la Unión Europea, la Unión Africana y la
Organización de los Estados Americanos (OEA), respecto a esta última,
se realizará una exposición detallada en el siguiente capítulo.

La ONU

Como una instancia de deliberación, creación de consensos y toma


de decisiones de la comunidad internacional, surge en 1945 la ONU,
con el propósito fundamental de preservar la paz y la seguridad

36 Los derechos humanos


internacional, fomentar entre las naciones relaciones de amistad,
promover el progreso social, la mejora del nivel de vida de las
personas y, de forma sustancial, el reconocimiento y respeto de
los derechos humanos.1
En la conformación inicial de la ONU participaron representantes
de 51 Estados y actualmente se integra con 193, teniendo única-
mente calidad de observadores el Vaticano y Palestina.
La Carta de las Naciones Unidas establece la estructura y fun-
cionamiento de la ONU, se firmó el 26 de junio de 1945 en San
Francisco y considera seis órganos principales:
• Asamblea General
• Consejo de Seguridad
• Consejo Económico y Social
• Consejo de Administración Fiduciaria
• Corte Internacional de Justicia
• Secretaría

Además, tiene múltiples comités, comisiones, juntas, consejos,


grupos de trabajo, foros, programas y fondos, institutos de inves-
tigación y capacitación, organismos especializados y órganos co-
nexos que se incorporan a cada uno de los órganos principales y
que actúan bajo el marco de alguno de los más de 500 tratados
multilaterales que abarca cuestiones, como los derechos humanos,
el desarme, las mercancías, los refugiados, el medio ambiente y el
derecho del mar.2
Las diferentes instancias de la ONU son un foro donde los Esta-
dos, a través de sus representantes, exponen sus opiniones y dan
forma a los procesos de entendimiento y toma de decisiones para
cumplir los objetivos de la organización.
De la estructura de la ONU destaca, como un elemento recurren-
te en los propósitos de la mayoría de sus órganos, la vinculación

1   Artículo 1° de la Carta de las Naciones Unidas, disponible en: http://www.un.org/spanish/


aboutun/charter.htm. Última vista el 30 de julio de 2013.
2  Uno de los últimos es el Tratado de Comercio de Armas, aprobado el 2 de abril de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 37


con los temas de derechos humanos, lo anterior se explica a la luz
de los objetivos que tiene como organización y que, como se ha
mencionado, se relacionan con la paz, la seguridad internacional,
la amistad, el progreso social de las naciones, el mejor nivel de vida
y, fundamentalmente, los derechos humanos.
No obstante la interdependencia de sus órganos, especialmente
en lo relativo a los temas de derechos humanos, la ONU cuenta
de forma particular con el Consejo de Derechos Humanos, antigua
Comisión de Derechos Humanos, y la Oficina del Alto Comisionado
para los Derechos Humanos, el primero depende directamente de
la Asamblea General, y la segunda de la Secretaría.
El Consejo de Derechos Humanos fue creado el 15 de marzo de
2006, con el objetivo principal de examinar las situaciones de viola-
ciones de los derechos humanos. Para tal propósito cuenta, entre
otros mecanismos, con el examen periódico universal, mediante el
cual se vigila y hacen recomendaciones a los Estados miembros.3
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos
apoya a todos los órganos de la ONU, en particular al Consejo de
Derechos Humanos, y a los órganos creados en virtud de los trata-
dos internacionales, desarrolla actividades de educación y promue-
ve la ratificación y aplicación de los principales tratados internacio-
nales en la materia.
Además de estos órganos, y como parte de la amplia red de
mecanismos para el respeto y la protección de los derechos hu-
manos, la ONU cuenta con “procedimientos especiales” que se
ejecutan a través de relatores y grupos de trabajo integrados por
expertos que colaboran con las tareas del Consejo de Derechos
Humanos y de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos
Humanos; todos tienen mandatos por país y tema, su tarea impli-
ca examinar, supervisar, asesorar e informar sobre la situación
que guardan los derechos humanos en un lugar determinado o,
3   El mecanismo del examen periódico universal fue aplicado a México en 2009, quien aceptó 83
recomendaciones, rechazó 3 y dejó sin respuesta clara 6. Disponibles en: http://catedradh.unesco.
unam.mx/webEpu/Documentos/Recommendations_Mexico_2009_S.pdf. El siguiente examen
está programado para 2013.

38 Los derechos humanos


en su caso, sobre algún tipo de violaciones a los derechos huma-
nos en particular.4
Como parte de la estructura de la ONU, se encuentran también
nueve órganos creados por tratados internacionales, a saber:
• Comité de Derechos Humanos
• Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
• Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial
• Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer
• Comité contra la Tortura
• Comité de los Derechos del Niño
• Comité para la Protección de los Derechos de Todos los
Trabajadores Migratorios y de sus Familiares
• Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
• Comité contra las Desapariciones Forzadas

En estas instancias se supervisa la aplicación de los principales


tratados internacionales.

La Organización Internacional del Trabajo

Dentro del conjunto de instancias que conforman la estructura de


la ONU destaca la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
desde donde han surgido varios instrumentos internacionales en
materia de derechos humanos. Fue creada en 1919, como parte
del Tratado de Versalles, y en 1946 se mantuvo e integró como una
agencia especializada al nuevo organismo internacional, constitu-
yéndose en una de las instancias más antiguas del mundo. De su
funcionamiento, destaca que es la única agencia de las Naciones
Unidas cuyos integrantes son representantes de gobiernos y de
particulares, empleadores y trabajadores.
Resulta significativo que desde su origen la OIT planteó considera-
ciones muy ligadas con los que posteriormente serían los propósitos
4  Actualmente, son 36 mandatos temáticos y 13 por país, disponibles en: http://www2.ohchr.
org/spanish/bodies/chr/special/. Última vista el 15 de julio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 39


de la creación de la ONU; así, en el preámbulo del documento que
formalizó su constitución, señalaba que “la paz universal y permanen-
te sólo puede basarse en la justicia social; que existen condiciones
de trabajo que entrañan injusticia, miseria y privaciones para un gran
número de seres humanos y que, si cualquier nación no adopta un ré-
gimen de trabajo realmente humano, esta omisión constituiría un obs-
táculo a los esfuerzos de otras naciones que deseen mejorar la suerte
de los trabajadores en sus propios países”.
Las principales áreas de atención para la OIT son la reglamen-
tación de las horas de trabajo, incluyendo la duración máxima de
la jornada laboral y la semanal; la contratación de mano de obra,
la prevención del desempleo y el suministro de un salario digno; la
protección del trabajador contra enfermedades o accidentes como
consecuencia de su trabajo; la protección de la niñez, la juventud
y las mujeres; la pensión de vejez e invalidez; la protección de los
intereses de los trabajadores ocupados en el extranjero; el reco-
nocimiento del principio de igualdad de retribución en condiciones
equitativas y del principio de libertad sindical, así como la organi-
zación de la enseñanza profesional y técnica, entre otras medidas
similares.5

Los instrumentos internacionales en materia de derechos


humanos y un catálogo de derechos desde la Declaración
Universal

Los compromisos internacionales en relación con los derechos


humanos se encuentran en el conjunto de instrumentos extraterri-
toriales que suscriben los Estados,6 dentro de ellos destaca la ya
citada Carta Internacional de Derechos Humanos, que se integra
con la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Inter-
5 Consultar la página de la OIT, disponible en: http://www.un.org/es/rights/.
6 Es lo que la ortodoxia jurídica denomina corpus iuris. En materia de derechos humanos se clasifican
en dos categorías, los instrumentos declarativos y los instrumentos convencionales, los primeros son
esencialmente de carácter enunciativo, como las declaraciones, y los segundos crean y establecen
compromisos; en estos últimos encontramos los pactos, tratados, convenios, protocolos, etcétera.

40 Los derechos humanos


nacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, más tres protocolos
facultativos de ambos pactos.
El primer instrumento especializado en derechos humanos fue la De-
claración Universal de Derechos Humanos, aprobada por la asamblea
general de la entonces naciente ONU, el 10 de diciembre de 1948,7
este documento se constituye en el cimiento de un amplio andamiaje
de instrumentos internacionales en los que se reconocen los denomi-
nados derechos humanos y ha sido traducido a más de 403 lenguas.8
Respecto a la Declaración Universal de Derechos Humanos,
desde su origen se convirtió en un referente fundamental para el
mundo jurídico; es considerada un código de ética universal que
plantea ideales comunes a los pueblos y que en la práctica se dis-
tingue por orientar el diseño de nuevas legislaciones, a partir de
una serie de derechos y principios mínimos e indispensables para
prevenir futuros conflictos y garantizar la dignidad de las personas y
el desarrollo sustentable de las sociedades. Una muestra de la tras-
cendencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
en el mundo jurídico es que, a pesar de que fue concebida como un
instrumento meramente enunciativo, la tendencia es consolidarla
como un documento vinculatorio, así se expresó, por ejemplo, en el
segundo punto de la Proclamación de Teherán, que señala:
2. La Declaración Universal de Derechos Humanos enuncia
una concepción, común a todos los pueblos, de los derechos
iguales e inalienables de todos los miembros de la familia hu-
mana y la declara obligatoria para la comunidad internacio-
nal; tiene un carácter vinculatorio para las naciones que la
han aceptado.9

7 A nivel continental, el primer instrumento especializado en derechos humanos fue la Declaración


Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, adoptada el 2 de mayo de 1948.
8 Disponibles en: http://www.ohchr.org/EN/UDHR/Pages/Introduction.aspx
9 Proclamada por la Conferencia Internacional de Derechos Humanos celebrada en Teherán
el 13 de mayo de 1968; disponible en: http://www.acnur.org/t3/fileadmin/scripts/doc.
php?file=biblioteca/pdf/1290. Última vista el 15 de julio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 41


Un análisis del contenido de la declaración nos permite identificar
de forma sintetizada los siguientes derechos:

Declaración Universal de los Derechos Humanos:

• Derecho a la igualdad
• Derecho a la no discriminación
• Derecho a la vida
• Derecho a la libertad de pensamiento, religión, opinión, expresión,
reunión y asociación
• Derecho a la seguridad personal
• Prohibición de la esclavitud
• Prohibición de la tortura o tratos crueles
• Derecho al reconocimiento de personalidad jurídica
• Derecho a un recurso efectivo de amparo
• Derecho a la no arbitrariedad en materia de justicia
• Derecho a ser oído por un tribunal independiente e imparcial
• Derecho a la presunción de inocencia
• Derecho a un juicio público
• Derecho a la irretroactividad de la ley
• Derecho a la protección de la vida privada
• Derecho a la protección del domicilio y correspondencia
• Derecho a la protección de la honra y reputación
• Derecho a circular libremente
• Derecho a elegir residencia
• Derecho a salir y regresar a su país
• Derecho a buscar asilo
• Derecho a una nacionalidad y cambiar de ella
• Derecho a casarse y formar una familia con pleno consentimiento
• Derecho a la propiedad
• Derecho a participar en el gobierno
• Derecho a la democracia
• Derecho a la seguridad social
• Derechos económicos, sociales y culturales

42 Los derechos humanos


• Derechos laborales, al trabajo, salario igual por trabajo igual,
al seguro de desempleo
• Derecho a un nivel de vida adecuado
• Derecho a la protección de la salud
• Derecho a la alimentación
• Derecho al vestido
• Derecho a la vivienda
• Derechos a cuidados especiales por maternidad y a la infancia
• Derecho a la educación
• Derecho a la cultura
• Derecho a un orden social que haga efectivos estos derechos
• Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad

El contenido de este instrumento debe analizarse desde el con-


texto histórico y político en que surge, de tal forma que en la actua-
lidad pudiera considerarse una serie muy limitada de derechos; sin
embargo, cada uno se complementa con un desarrollo más amplio
en otros instrumentos, lo cual se entiende desde la perspectiva de
progresividad explicada en el capítulo anterior.10
A partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
surgió una serie de textos jurídicos identificados como declaracio-
nes, tratados, pactos, convenios y convenciones, suscritos en el
concierto de las naciones durante las últimas décadas; estos instru-
mentos, de temática tan variada como derechos existen, integran la
base jurídica de lo que se ha denominado derecho internacional de
los derechos humanos.
El término “tratado” se utiliza como un término genérico que abarca
todos los instrumentos vinculantes del derecho internacional suscri-
tos entre entidades internacionales, independientemente de su de-

10 Desde las organizaciones de la sociedad civil se han propuesto actualizaciones como la


Declaración Universal de los Derechos Humanos Emergentes, que contiene un catálogo de más de 40
derechos agrupados en seis bloques de derecho: a la democracia igualitaria, a la democracia plural,
a la democracia paritaria, a la democracia participativa, a la democracia solidaria y a la democracia
garantista; página electrónica del Instituto de Derechos Humanos de Cataluña, disponible en: http://
www.idhc.org/esp/1241_ddhe.asp. Última vista el 15 de julio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 43


nominación oficial. La Convención de Viena de 1969 lo define como
“un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y re-
gido por el derecho internacional, ya conste en un instrumento único
o en dos o más instrumentos conexos con independencia de su de-
nominación particular”. La Convención de Viena de 1986 amplía la
definición de los tratados para incluir los acuerdos internacionales en
los que las partes son organizaciones internacionales.11
Incluyendo los señalados anteriormente, los instrumentos en mate-
ria de derechos humanos, hasta junio de 2013, eran 150 en el sistema
de Naciones Unidas y se agrupan en las temáticas:
• Derecho de libre determinación
• Derechos de los pueblos indígenas y de las minorías
• Prevención de la discriminación
• Derechos de la mujer
• Derechos de la niñez
• Derechos de las personas de edad
• Derechos de personas con discapacidad
• Los derechos humanos en la administración de justicia
• Bienestar, progreso y desarrollo social
• Promoción y protección de los derechos humanos
• Matrimonio
• Derecho a la salud
• Empleo
• Libertad de asociación
• Esclavitud, servidumbre, trabajo forzoso e instituciones y
prácticas análogas
• Derechos de los trabajadores migratorios
• Nacionalidad, apatridia, asilo y refugiados
• Crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad
• Derecho humanitario
11 Disponible en: http://www.un.org/es/treaty/untc.shtml#memoranda, donde además se
establece que un instrumento debe cumplir algunos criterios para poder ser considerado como tal:
en primer lugar, tiene que ser un instrumento vinculante; en segundo lugar, debe ser celebrado por
los Estados u organizaciones internacionales con poder de establecer tratados; en tercer lugar, debe
estar regido por el derecho internacional; y, por último, el compromiso debe hacerse por escrito.

44 Los derechos humanos


Todos los instrumentos de la ONU son interdependientes, interre-
lacionados y mutuamente complementarios. Los principales son:12
1. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y sus
protocolos facultativos
2. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales
3. Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial
4. Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer y su protocolo facultativo
5. Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes
6. Convención sobre los Derechos del Niño y sus dos protoco-
los facultativos13
7. Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos
de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Famliares
8. Convención sobre los Derechos de las Personas con Disca-
pacidad
9. Convención Internacional para la Protección de Todas las
Personas contra las Desapariciones Forzadas

Los instrumentos internacionales de derechos humanos no sólo se


generan en el sistema de la ONU, sino también en otros organismos in-
ternacionales; de hecho, cada uno cuenta con textos especializados en
el tema, así, por ejemplo, la Unión Europea tiene alrededor de 89 instru-
mentos,14 de los que destaca la Carta de los Derechos Fundamentales,
publicada el 14 de diciembre de 2007 en el Diario Oficial de la Unión
Europea, y que reúne en un solo texto los derechos personales, civiles,
políticos, económicos y sociales; llama la atención su primer artículo,

12 Todos suscritos y ratificados por México, disponibles en varios idiomas en: http://www.ohchr.
org/SP/HRBodies/Pages/HumanRightsBodies.aspx. Última vista el 15 de julio de 2013.
13 Relativos a la venta de niños, la prostitución infantil, la utilización de niños en la pornografía y
la participación de niños en los conflictos armados.
14 Disponibles en: http://www.corteidh.or.cr/sistemas.cfm?id=3. Última vista el 15 de julio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 45


que de forma literal señala: “La dignidad humana es inviolable. Será
respetada y protegida”.15 Este documento se convirtió en jurídicamente
vinculante en toda la Unión Europea con la entrada en vigor del Tratado
de Lisboa de 2009.16
Por su parte, la Unión Africana cuenta con 20 instrumentos,17 en-
tre ellos la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos,
también conocida como la Carta de Banjul, que entró en vigor el 21
de octubre de 1986. En este instrumento internacional se concen-
tran todos los derechos civiles y colectivos de este sistema regional.
Asia no tiene consolidado un sistema internacional en la mate-
ria, pero tiene una importante presencia de la oficina del alto co-
misionado de la ONU, además, cuenta con una Comisión Asiática
de Derechos Humanos y un centro de asistencia legal impulsados
desde la sociedad civil, donde se promueve la creación y el forta-
lecimiento de una organización internacional en la región; cuentan
con la Carta Asiática de los Derechos Humanos.18
En el caso del continente americano, cuenta con 22 instrumentos
que se abordan de forma particular en el siguiente capítulo.

Los tribunales internacionales en materia de derechos humanos

Dentro de los sistemas internacionales de derechos humanos,


aparte del andamiaje administrativo e instrumentos jurídicos, se
integra un conjunto de órganos en materia de procuración y admi-
nistración de justicia internacional que han surgido en diferentes
regiones del planeta, ejemplo de ello son el Tribunal Militar Interna-
cional de Núremberg, el Tribunal Penal Militar Internacional para el

15 Disponible en: http://eurlex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:C:2007:303:0001:0016:ES:PDF.


Última vista el 15 de julio de 2013.
16 Disponible en: http://eeas.europa.eu/human_rights/index_en.htm. Última vista el 15 de julio
de 2013.
17 Disponibles en: http://www.corteidh.or.cr/sistemas.cfm?id=4. Última vista el 15 de julio de 2013.
18  Disponible en: http://www.humanrights.asia/about y http://www.alrc.net/. Última vista el 30
de julio de 2013.

46 Los derechos humanos


Lejano Oriente (Tribunal de Tokio), la Corte Europea de Derechos
Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Corte
Internacional de Justicia, la Corte Penal Internacional, el Tribunal
Internacional del Derecho al Mar, el Tribunal Penal Internacional
para la ex Yugoslavia, el Tribunal Penal Internacional para Ruanda,
el Tribunal Especial para Sierra Leona, el Tribunal Especial para
el Líbano, las salas especiales en los tribunales de Camboya, y
recientemente la Corte Africana de Derechos Humanos y de los
pueblos.19
Estos tribunales tienen en común el sometimiento voluntario de los
Estados a su jurisdicción; esto implica renunciar a una parte de su sobe-
ranía y en términos reales someterse a la realidad de la “globalización
jurídica”, que gira en torno a valores éticos que llevan como punto angu-
lar el del respeto a la dignidad de la persona, desde “una concepción de
justicia en torno a un consenso máximamente aceptable de condiciones
de suficiencia” (Pogge, 2009, p. 18). Lo anterior se corrobora con la exis-
tencia y reconocimiento por la mayoría de las naciones de cientos de
instrumentos internacionales en materia de derechos humanos.
A partir de las premisas anteriores, los sistemas internacionales de
administración de justicia adquieren la mayor importancia como los mo-
delos más recientes producidas por el consenso de los Estados moder-
nos,20 en ellos se realiza la más relevante praxis jurídica con la perspec-
tiva del reconocimiento y respeto a su mejor derecho. Al respecto, el
tratadista Mauro Cappelleti denominó a este sector como “jurisdicción
constitucional transnacional” (Fix-Zamudio, 2009, p. 313).
19  De todos ellos, los tribunales de Núremberg, Tokio, Yugoslavia, Ruanda, Sierra Leona, Líbano y
Camboya, aun teniendo el carácter de supranacionales, han sido de carácter temporal; de igual forma,
en esta relación también podríamos citar al Tribunal Internacional del Derecho del Mar, el Tribunal
de Justicia de la Comunidad Andina, el Tribunal Permanente de Revisión del MERCOSUR, la Corte de
justicia del Caribe y la Corte Centroamericana de Justicia, que funcionó en Costa Rica desde 1908 hasta
1918, se reinstaló en 1994 en Nicaragua. Dsponible en: http://www.ccj.org.ni/HistoriaTribunal.html
20 El primer tribunal penal internacional ad hoc, del que se tiene registro, se constituyó en 1474 para
juzgar a Peter Von Hagenbach, quien fue juzgado y condenado por jueces provenientes de Alsacia,
Austria, Alemania y Suiza, por homicidio, violación, imposición ilegal, confiscación arbitraria de bienes,
perjurio y otros delitos contrarios a las «leyes de Dios y de los hombres» durante la ocupación de la ciudad
de Breisach al sur de Alemania (Bassiouni, Ch., 2006). También puede consultarse la revista de la Cruz Roja
Internacional en los artículos de Keith, C. , y Greepi, E., incluidos en nuestra bibliografía.

Alfonso Hernández Barrón 47


En las resoluciones que dictan los tribunales internacionales se
encuentra el sentido de interpretación más cercano a la tradición
jurídica y más actual de los derechos humanos, por tanto, resulta
imprescindible conocer sus criterios para facilitar su comprensión,
replantear paradigmas, favorecer su aceptación y fortalecer un orden
jurídico, bajo la que ha sido una aspiración fundamental del derecho
internacional, que “se establezca un orden social e internacional en
el que los derechos y libertades se hagan efectivos”.21
Respecto a la jurisprudencia generada en los órganos jurisdiccio-
nales internacionales en materia de derechos humanos, el jurista
Jorge Ulises Carmona Tinoco (Carmona, 2004, p.10) señala lo si-
guiente:
La jurisprudencia internacional, en materia de derechos humanos,
es el conjunto de criterios derivados de la actividad de los órganos
de supervisión internacional en dicha materia, sean o no plenamen-
te jurisdiccionales, que están contenidos, entre otros, en las senten-
cias, decisiones, observaciones o informes relacionados con casos
o peticiones individuales, así como en las opiniones consultivas y
en las observaciones generales.
Tales criterios constituyen la interpretación oficial y, en ciertas
hipótesis, las de carácter último o definitivo acerca de las disposi-
ciones de un tratado internacional de derechos humanos, de tal ma-
nera que el sentido y alcance de una disposición de este tipo está
determinada conjuntamente por el texto que la expresa y por su
interpretación; así, ambos conforman el estándar normativo cuyo
cumplimiento puede ser exigido y que debe ser observado por los
Estados.

No obstante que el autor refiere también como jurisprudencia los


criterios derivados de instancias no jurisdiccionales, en el sistema
jurídico nacional sólo consideramos jurisprudencia la generada por
los tribunales internacionales, con especial importancia la que ha
dictado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, respecto a
la cual profundizaremos en los siguientes capítulos.

21 Artículo 28 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

48 Los derechos humanos


Las expresiones de la sociedad civil

Como aspecto importante en el funcionamiento de los organismos


internacionales y de forma particular en los sistemas internaciona-
les de derechos humanos, destaca el trabajo de las llamadas “ex-
presiones de la sociedad civil”.
Un factor que favorece la trascendencia de quienes en algún momen-
to fueron conocidos como “Organismos No Gubernamentales” (ONG),
lo representa el hecho de que los postulados de los derechos humanos
surgen en los escenarios internacionales, donde las cuestiones políticas
locales se diluyen ante la gravedad de las situaciones que se viven en
otras latitudes, esto permite poner en un contexto global la necesidad de
superar visiones limitadas y establecer mecanismos de equilibrio.22 En
este proceso tienen un papel relevante los organismos civiles conocidos
también como “de la sociedad civil organizada” y que cumplen al menos
una triple función: estructural, propositiva y de vigilancia.
Las expresiones de la sociedad civil se incorporan en las estructu-
ras de los organismos y sistemas internacionales como integrantes y
observadores, desde ahí cumplen su función propositiva, haciendo re-
comendaciones y deliberando acciones dentro de los propios sistemas.
Algunas de estas expresiones cuentan con amplias estructuras a es-
cala mundial, que les permiten desarrollar actividades de vigilancia y
lograr que su opinión adquiera mayor relevancia, pues funcionan como
el conducto por el que fluye el sentir de la “ciudadanía libre”, la que no
se siente expresada por las representaciones oficiales de sus naciones
o que bien prefiere utilizar estos conductos alternos.
La existencia de estas organizaciones implica un sistema de con-
trapeso que auxilia a la gobernabilidad democrática. Su importancia
es reconocida, al grado de que existen mecanismos institucionales
para escucharlas en el marco de las estructuras oficiales; de hecho,
muchos gobiernos y organismos les apoyan con recursos econó-
22 El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, son una muestra de estos equilibrios, mientras el primero fue
impulsado por el llamado bloque de naciones capitalistas, el segundo fue impulsado por el bloque
socialista, lo anterior en el contexto de la “guerra fría”, en 1966.

Alfonso Hernández Barrón 49


micos, tal es el caso de la Unión Europea, que entre 2007 y 2012
destinó más de mil millones de euros para su financiamiento.23
La función de vigilancia de estas expresiones se cumple con el
trabajo, primordialmente voluntario, de cientos de participantes y
alianzas con organizaciones de cada nación, quienes reportan de
manera más ágil y con mayor crudeza que las burocracias estata-
les las situaciones en las que estiman afectaciones a los derechos
humanos. Con el apoyo de las nuevas tecnologías para la comuni-
cación global, una organización local puede lograr en poco tiempo
el apoyo solidario de cientos de organizaciones civiles de todo el
planeta, hasta articular acciones y llegar a la mesa donde se deba-
ten las grandes decisiones mundiales.
Algunas de estas expresiones son auténticas organizaciones
globales, como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y
Greenpeace, entre otras. A nivel nacional destacan la Red Nacional
de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los derechos
para todas y todos”, el Centro de Derechos Humanos de la Monta-
ña Tlachinollan y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín
Pro Juárez.24
Dentro de estas organizaciones, también destaca el trabajo de
especialistas independientes que proponen novedosas formas de
aplicación e interpretación de los instrumentos internacionales.
Como colofón del presente capítulo, podemos afirmar que los or-
ganismos internacionales y los sistemas especializados dan sus-
tento al derecho internacional de los derechos humanos.25 Tales
instancias son sumamente influyentes para determinar el rumbo de
los pueblos y su funcionamiento adecuado es una oportunidad para
mantener la paz, crear contrapesos, frenar los abusos y acceder a
la justicia.
23 Reporte de la Unión Europea. Disponible en: http://ec.europa.eu/transparency/civil_society/.
Última vista el 15 de julio de 2013.
24  En México son varios los órganos oficiales que obligan a la integración de representantes de
organizaciones civiles, un ejemplo es la Comisión Intersecretarial en materia de trata de personas.
25 Para profundizar sobre el tema se recomienda la obra del doctor César Alejandro Orozco Sánchez
(Orozco, 2012).

50 Los derechos humanos


III. La Oea y el sistema Interameri-
cano de derechos humanos

La Organización de los Estados Americanos. Los instrumentos jurí-


dicos de la OEA en materia de derechos humanos. Catalogo de de-
rechos humanos desde la Convención Americana y sus protocolos
adicionales. La Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Hu-
manos. El trabajo jurisdiccional de la Corte Interamericana de Dere-
chos Humanos.

La OEA

Con la independencia de las colonias pertenecientes a naciones


europeas, surgieron en América ideas de integración regional. Una
de las primeras fue la impulsada por Simón Bolívar, quien en 1826,
durante un encuentro realizado en Panamá, planteaba la posibili-
dad de una integración subcontinental. Años después, se concreta
ese ideal mediante una serie de encuentros que fueron denomina-
dos “conferencias panamericanas” y que se realizaron, la primera,
en Washington, del 2 de octubre de 1889 al 19 de abril de 1890.
En esa ocasión participaron dieciocho Estados americanos y se
acordó formar una Unión Internacional de Repúblicas Americanas,
con lo que se comenzó a establecer en este continente el que es
considerado el sistema institucional internacional más antiguo del
mundo.
En México, en 1901, se celebró la segunda conferencia paname-
ricana, allí se creó la Organización Panamericana de la Salud, que

Alfonso Hernández Barrón 51


entró en operación un año después. Este organismo internacional
es el más antiguo del mundo en materia de salud pública;1 suce-
sivamente se efectuaron las conferencias panamericanas en Río
de Janeiro, en 1906; Buenos Aires, en 1910; Santiago de Chile, en
1923; La Habana, en 1928; Montevideo, en 1933; y Lima, en 1938.
La novena conferencia panamericana se realizó en abril de 1948
en Bogotá, en ella se aprobó la Carta de la Organización de los
Estados Americanos2 y la Declaración Americana de los Derechos
y Deberes del Hombre, dando inicio al Sistema Interamericano de
Derechos Humanos; la última conferencia se realizó en Caracas
en 1954. En estos encuentros se aprobó la creación de múltiples
organismos regionales y de varios instrumentos internacionales,
algunos de ellos aún vigentes.
La OEA es la organización internacional creada por los Estados
del continente americano con el fin de lograr un orden de paz y jus-
ticia, fomentar su solidaridad y defender su soberanía, su integridad
territorial y su independencia (Carta de la OEA, artículo 1°, 2011, p.
109). Fue creada en 1948 en la ciudad de Bogotá, Colombia, con
la participación de 21 países, posteriormente se incorporan otras
naciones, hasta completar las 35 que la integran actualmente. Al
respecto, se presenta la siguiente lista elaborada con información
tomada de la página electrónica de la OEA:

PAÍSES MIEMBROS DE LA OEA:

Fundadores en 1948:
1. Argentina
2. Bolivia
3. Brasil
4. Chile

1 Página electrónica de la OPS CIDH, http://www.paho.org/spanish/am/hrm/re/hrm-geninfo.


htm. Última vista el 15 de julio de 2013.
2 La Carta de la OEA entró en vigencia en diciembre de 1951, posteriormente ha sido modificada,
mediante Protocolos de Reformas, en cuatro oportunidades: Buenos Aires, en 1967; Cartagena de
Indias, en 1985; Washington, en 1992; y Managua, en 1993.

52 Los derechos humanos


5. Colombia
6. Costa Rica
7. Perú
8. Uruguay
9. Venezuela
10. Ecuador
11. Cuba3
12. República Dominicana
13. El Salvador
14. Estados Unidos
15. Guatemala
16. Haití
17. México
18. Nicaragua
19. Panamá
20. Paraguay
21. Honduras4

Integrados posteriormente:
1. Barbados (1967)
2. Trinidad y Tobago (1967)
3. Jamaica (1969)
4. Granada (1975)
5. Surinam (1977)
6. Dominica (1979)
7. Santa Lucía (1979)
8. Antigua y Barbuda (1981)
9. San Vicente y las Granadinas (1981)
10. Bahamas (1982)
11. San Cristóbal y Nieves (1984)
12. Canadá (1990)
3 Cuba fue excluida en 1962, en el contexto de la llamada “guerra fría”; sin embargo, el 3 de junio de
2009, los ministros de Relaciones Exteriores de las Américas adoptaron la resolución AG/RES. 2438
(XXXIX-O/09), la cual resuelve que la resolución de 1962 queda sin efecto y declara que la participación de
la República de Cuba en la OEA será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del Gobierno
de la República de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la propia OEA.
4 Honduras fue suspendida en 2009, como consecuencia de un golpe de Estado.Fue reincorporada
en junio de 2011, una vez restablecida la democracia.

Alfonso Hernández Barrón 53


13. Belice (1991)
14. Guyana (1991)

Para alcanzar sus propósitos, la OEA establece cuatro pilares:


democracia, derechos humanos, seguridad y desarrollo. Sus princi-
pales órganos son la Asamblea General, la Reunión de Consulta de
Ministros de Relaciones Exteriores, los Consejos (el Consejo Per-
manente y el Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral),
el Comité Jurídico Interamericano, la Comisión y la Corte Intera-
mericana de Derechos Humanos, la Secretaría General, las Con-
ferencias Especializadas, los Organismos Especializados, y otras
entidades establecidas por la Asamblea General.
En el sistema interamericano, al igual que en el sistema de Na-
ciones Unidas, se realiza trabajo a través de relatorías que de for-
ma especializada analizan temas sobre derechos de mujeres, de
niñez, de pueblos originarios y comunidades indígenas, de migran-
tes, y sobre la libertad de expresión, entre otros.

Los instrumentos jurídicos de la OEA en materia de derechos


humanos

En el seno de la OEA se diseñó el primer instrumento internacio-


nal especializado en derechos humanos: la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre, adoptada el 2 de mayo
de 1948; meses después vendría la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. Aunque inicialmente tuvo un carácter enun-
ciativo, en la actualidad la Declaración Americana constituye una
fuente de obligaciones internacionales para los Estados miembros
de la OEA.5
Además de este documento, en el ámbito regional se han gene-
rado los siguientes textos:

5 Coidh, Interpretación de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en el


Marco del Artículo 64 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, opinión consultiva OC-
10/89 del 14 de julio de 1989, serie A, No. 10, párrafos 35-45. Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/

54 Los derechos humanos


Instrumentos interamericanos en materia de derechos
humanos 6

INSTRUMENTO FECHA DE ADOPCION
1. Convención Americana sobre Dere- 22 de noviembre de 1969
chos Humanos “Pacto de San José”
2. Protocolo Adicional a la Conven-
ción Americana sobre Derechos 17 de noviembre de 1988
Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales
“Protocolo de San Salvador”
3. Protocolo a la Convención Ame- 8 de junio de 1990
ricana sobre Derechos Humanos
relativo a la Abolición de la Pena
de Muerte
4. Convención Interamericana para 9 de diciembre de 1985
Prevenir y Sancionar la Tortura
5. Convención Interamericana sobre 9 de junio de 1994
Desaparición Forzada de Personas
6. Convención Interamericana para 7 de junio de 1999
la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra las Perso-
nas con Discapacidad
7. Convención Interamericana para 9 de junio de 1994
Prevenir Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer “Conven-
ción de Belem Do Para”
8. Convención Interamericana 29 de marzo de 1996
contra la Corrupción
9. Convención Interamericana so- 2 de mayo de 1948
bre Concesión de los Derechos Ci-
viles a la Mujer

6 Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/sistemas.cfm?id=2

Alfonso Hernández Barrón 55


INSTRUMENTO FECHA DE ADOPCION
10. Convención Interamericana 2 de mayo de 1948
sobre Concesión de los Derechos
Políticos a la Mujer
11. Convención Interamericana so- 15 de julio de 1989
bre Obligaciones Alimentarias
12. Convención Interamericana 15 de julio de 1989
sobre Restitución Internacional de
Menores
13. Convención Interamericana so- 24 de mayo de 1984
bre Conflictos de Leyes en Materia
de Adopción de Menores
14. Convención Interamericana so- 18 de marzo de 1994
bre Tráfico Internacional de Menores
15. Convención para Prevenir y 2 de febrero de 1971
Sancionar los Actos de Terrorismo
Configurados en Delitos contra las
Personas y la Extorsión Conexa
cuando estos tengan Trascenden-
cia Internacional
16. Convención sobre Asilo Territorial 28 de marzo de 1954
17. Convención sobre Asilo Diplo- 28 de marzo de 1954
mático
18. Convención sobre Asilo Político 26 de diciembre de 1933
19. Convención sobre la Nacionali- 26 de diciembre de 1933
dad de la Mujer
20. Carta Democrática Interamericana 11 de septiembre de 2001
21. Declaración de Principios so- Documento aprobado por la CIDH
bre Libertad de Expresión en octubre de 2000
22. Principios y Buenas Prácticas Documento aprobado por la CIDH
sobre la Protección de las Perso- en marzo de 2008
nas Privadas de Libertad en las
Américas

56 Los derechos humanos


Estos instrumentos conllevan un proceso de suscripción y rati-
ficación paulatino por parte de los Estados miembros de la OEA;
algunos son de carácter declarativo y otros se consideran tratados
ley o tratados contrato, por la fuerza con que vinculan a las nacio-
nes que los han aceptado. En su conjunto, muestran los intereses
externados por las naciones americanas ante la OEA a lo largo de
su historia. De todos ellos destaca la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, que por su importancia se constituye en pie-
dra angular del sistema interamericano de derechos humanos.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, también
conocida como “Pacto de San José”, fue emitida en San José de
Costa Rica, el 22 de noviembre de 1969, y tiene vigencia a partir
del 18 de julio de 1978;7 contiene ochenta y dos artículos distribui-
dos en tres grandes apartados, el primero especifica los deberes
de los Estados, expone una relación amplia de derechos civiles y
políticos, así como la referencia que vincula a los derechos eco-
nómicos, sociales y culturales, también establece los elementos
para la suspensión de garantías, los criterios para su interpretación
y aplicación, e incluye un capítulo respecto a los deberes de las
personas. La segunda parte establece la organización, funciones y
procedimiento de la Comisión y de la Corte Interamericana de De-
rechos Humanos; finalmente, la parte tercera expone disposiciones
de carácter general y transitorio.

Catálogo de derechos humanos desde la Convención


Americana y sus protocolos adicionales

Los derechos y libertades fundamentales que se expresan en la


Convención Americana sobre Derechos Humanos se agrupan bá-
sicamente en torno a los llamados derechos civiles y políticos, con-
forme al siguiente orden:

7 La vigencia se determina a partir del cumplimiento del mínimo de países que deben depositar
su documento de aceptación; en el caso de la Convención, el número mínimo era de 11, según el
artículo 74. México se sumó hasta 1981.

Alfonso Hernández Barrón 57


Convención Americana sobre Derechos Humanos:
Artículo 3. Derecho al reconocimiento de la personalidad ju-
rídica
Artículo 4. Derecho a la vida
Artículo 5. Derecho a la integridad personal
Artículo 6. Prohibición de la esclavitud y servidumbre
Artículo 7. Derecho a la libertad personal
Artículo 8. Garantías judiciales
Artículo 9. Principio de legalidad y de retroactividad
Artículo 10. Derecho a indemnización
Artículo 11. Protección de la honra y de la dignidad
Artículo 12. Libertad de conciencia y de religión
Artículo 13. Libertad de pensamiento y de expresión
Artículo 14. Derecho de rectificación o respuesta
Artículo 15. Derecho de reunión
Artículo 16. Libertad de asociación
Artículo 17. Protección a la familia
Artículo 18. Derecho al nombre
Artículo 19. Derechos del niño
Artículo 20. Derecho a la nacionalidad
Artículo 21. Derecho a la propiedad privada
Artículo 22. Derecho de circulación y de residencia
Artículo 23. Derechos políticos
Artículo 24. Igualdad ante la ley
Artículo 25. Protección judicial

Una cantidad considerable de los artículos que identifican de-


rechos humanos en la Convención Americana tiene un marcado
énfasis en obligaciones de abstención, esto se explica porque en
Latinoamérica, al momento en que surgió dicho documento, preva-
lecían gobiernos dictatoriales, con el consecuente abuso de poder.
En efecto, durante las décadas de 1960 a 1980, buena parte de
los gobiernos de las naciones latinoamericanas no tenían un ori-
gen ni un ejercicio democrático, eran múltiples y constantes las de-
nuncias sobre desapariciones forzadas, homicidios y ejecuciones

58 Los derechos humanos


sumarias, atribuidas en muchos casos a la inacción o inclusive a
las propias fuerzas policiales o militares. En ese escenario, lo pri-
mordial resultaba un intento por preservar a las personas frente a
la fuerza de los Estados, obligando a estos últimos a mantener una
actitud de abstención; esta perspectiva se manifiesta en la mayoría
de las disposiciones de la Convención.
Posteriormente, bajo la perspectiva de los derechos económicos,
sociales y culturales, la interpretación de la Convención comienza
un proceso de extensión interpretativa, fincando mayores respon-
sabilidades de intervención para los Estados, así encontramos un
marcado énfasis ya no sólo en la obligación de abstenerse, sino en
la obligación de activar mecanismos de acción para generar condi-
ciones que garanticen el pleno disfrute de los derechos humanos.
La Convención cuenta con dos protocolos adicionales, el Proto-
colo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Huma-
nos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
conocido también como "Protocolo de San Salvador”, redactado en
1988,8 y el Protocolo Relativo a la Abolición de la Pena de Muerte
que surge en 1990.9 Ambos documentos, conforme al derecho in-
ternacional, se integran en la misma jerarquía y nivel normativo a la
Convención Americana.
Los derechos enunciados en los Protocolos Adicionales a la Con-
vención Americana sobre Derechos Humanos son los siguientes:

Protocolo de San Salvador:

Artículo 6. Derecho al trabajo


Artículo 7. Condiciones justas, equitativas y satisfactorias de
trabajo
Artículo 8. Derechos sindicales

8 El Protocolo ha sido firmado y ratificado hasta la fecha por un total de 19 países: entre ellos
México. Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/sistemas.cfm?id=2
9 Aprobado en Asunción, Paraguay, el 8 de junio de 1990, en el vigésimo periodo ordinario de
sesiones de la Asamblea General. Este protocolo cuenta hasta el momento con la ratificación de
once países, entre ellos México. Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/sistemas.cfm?id=2

Alfonso Hernández Barrón 59


Artículo 9. Derecho a la seguridad social
Artículo 10. Derecho a la salud
Artículo 11. Derecho a un medio ambiente sano
Artículo 12. Derecho a la alimentación
Artículo 13. Derecho a la educación
Artículo 14. Derecho a los beneficios de la cultura
Artículo 15. Derecho a la constitución y protección de la
familia
Artículo 16. Derechos de la niñez
Artículo 17. Protección de los ancianos
Artículo 18. Protección de los minusválidos10

Protocolo relativo a la Abolición de la Pena de Muerte:

Artículo 1. Los Estados partes en el presente Protocolo no aplicarán


en su territorio la pena de muerte a ninguna persona sometida a su
jurisdicción.
Artículo 2. 1. No se permitirá ninguna reserva al presente Protocolo.
No obstante, en el momento de la ratificación o adhesión, los Esta-
dos partes en este instrumento podrán declarar que se reservan el
derecho de aplicar la pena de muerte en tiempo de guerra conforme
al derecho internacional por delitos sumamente graves de carácter
militar.
2. El Estado parte que formule esa reserva deberá comunicar
al Secretario General de la Organización de los Estados Ame-
ricanos, en el momento de la ratificación o la adhesión las dis-
posiciones pertinentes de su legislación nacional aplicables en
tiempo de guerra a la que se refiere el párrafo anterior.
3. Dicho Estado parte notificará al Secretario General de la Or-
ganización de los Estados Americanos de todo comienzo o fin de
un estado de guerra aplicable a su territorio.
Artículo 3. El presente Protocolo queda abierto a la firma y la ratifi-
cación o adhesión de todo Estado parte en la Convención America-
na sobre Derechos Humanos.

10 No obstante que el protocolo utiliza la expresión “minusválido”, actualmente el término


reconocido en la legislación mexicana como más adecuado es “personas con algún tipo de
discapacidad”.

60 Los derechos humanos


La ratificación de este Protocolo o la adhesión al mismo se efectua-
rá mediante el depósito de un instrumento de ratificación o de ad-
hesión en la Secretaría General de la Organización de los Estados
Americanos.
Artículo 4. El presente Protocolo entrará en vigencia, para los Es-
tados que lo ratifiquen o se adhieran a él, a partir del depósito del
correspondiente instrumento de ratificación o adhesión en la Secre-
taría General de la Organización de los Estados Americanos.

Resulta importante advertir cómo ambos protocolos exponen la


progresividad de sus consideraciones en relación con lo enunciado
originalmente en la Convención, así encontramos que respecto a
los derechos económicos, sociales y culturales, el protocolo, identi-
fica y define en qué consisten este tipo de derechos.
Por su parte, el Protocolo relativo a la Abolición de la Pena de
Muerte es una muestra clara de la evolución de las consideraciones
y criterios en torno al derecho a la vida, pues mientras en la pos-
tura inicialmente planteada en el artículo cuarto de la Convención
se percibe el claro propósito de regular la aplicación de la pena de
muerte, en el protocolo es evidente la tendencia de abolir su apli-
cación.
Lo anterior se explica mediante una interpretación histórica del
contexto político prevaleciente en Latinoamérica, el cual, como se
ha mencionado, se caracterizaba por los pocos límites a la fuerza
de los Estados.
Respecto al derecho a la vida vale la pena tomar en cuenta como
dato significativo y relacionado con la evolución legislativa e in-
terpretativa de los instrumentos internacionales citados, que has-
ta 2011 la pena de muerte continuaba vigente en Estados como
Bahamas, Barbados, Cuba, Estados Unidos, Guatemala, Guyana,
Jamaica y Trinidad y Tobago, aunque ciertamente sólo en Estados
Unidos se aplicó durante ese año, mientras que en Cuba se conmu-
tó la sentencia de las últimas tres personas sentenciadas.11
11 Punto 14 del Informe anual 2011 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Alfonso Hernández Barrón 61


La Comisión y la Corte Interamericana de derechos Humanos

Con el propósito fundamental de conocer de presuntas violaciones


a los derechos humanos, la OEA cuenta con la Comisión Interame-
ricana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Coidh); se puede acceder a ellas en cualquie-
ra de los cuatro idiomas oficiales reconocidos (español, francés,
inglés o portugués).12 A partir de 2010 se creó la figura del Defensor
Público Interamericano y de un Fondo de Asistencia Legal median-
te los que se otorga asistencia legal y apoyo financiero a las vícti-
mas de violaciones de derechos humanos para sufragar los gastos
relacionados con la tramitación de peticiones y casos, tanto ante la
CIDH como ante la Coidh.13
La Comisión Interamericana fue creada en 1959, aunque fue ins-
talada formalmente hasta 1979, su sede se encuentra en Washing-
ton; su mandato se deriva del artículo 106 de la Carta de la OEA y
enumera sus funciones de la siguiente manera:
1. Recibe, analiza e investiga peticiones individuales en que se
alega que Estados miembros de la OEA han violado derechos
humanos.
2. Observa la situación general de los derechos humanos y publi-
ca informes especiales sobre la situación existente en determinado
Estado miembro.
3. Realiza visitas a los países para analizar en profundidad la situa-
ción general y/o para investigar una situación específica.
4. Estimula la conciencia pública respecto de los derechos huma-
nos en las Américas. Publica informes sobre temas específicos.
5. Divulga información y fomenta el conocimiento amplio de la labor
del sistema interamericano de derechos humanos.

12  Toda petición debe incluir los datos de las presuntas víctimas, de sus familiares y de la parte
peticionaria; una descripción completa, clara y detallada de los hechos alegados que incluya circunstancias
de tiempo modo y lugar, así como las autoridades y el Estado que se considera responsable; los derechos
que se consideran violados, en caso de ser posible; las instancias judiciales o autoridades en el Estado a
las que se acudió para remediar las violaciones alegadas. Formulario para presentar denuncias, disponible
en: https://www.cidh.oas.org/cidh_apps/instructions.asp?gc_language=S
13 Reglamento de este fondo disponible en: http://www.oas.org/consejo/sp/resoluciones/res963.asp

62 Los derechos humanos


6. Recomienda a los Estados la adopción de medidas que contribu-
yan a la protección de los derechos humanos.
7. Solicita a los Estados miembros que adopten medidas cautelares
para prevenir daños irreparables a las personas o al objeto de una
petición ante la CIDH en casos graves y urgentes. Asimismo, pue-
de solicitar que la Corte Interamericana disponga la adopción de
“medidas provisionales” en casos de extrema gravedad y urgencia
para evitar daños irreparables a las personas, aunque el caso aún
no haya sido presentado ante la Corte.
8. Presenta casos ante la Corte Interamericana y comparece ante
la misma durante la tramitación y consideración de los casos.
9. Solicita opiniones consultivas a la Corte Interamericana.
10. Recibe y examina comunicaciones en las que un Estado parte
alegue que otro Estado parte ha incurrido en violaciones de los de-
rechos humanos.14

La Comisión Interamericana se integra con siete personas desig-


nadas por la asamblea general de la OEA, que duran en su encargo
4 años con posibilidad de una reelección. Algunas facultades de
la CIDH le fueron conferidas antes de la suscripción de la Con-
vención Americana sobre Derechos Humanos, como la de tramitar
peticiones individuales relativas a Estados que aún no son parte de
la Convención, de ahí que inicialmente la Comisión tuvo un papel
preponderante sobre la propia Corte Interamericana, situación que
se modificó en años posteriores con la reforma de sus respectivos
reglamentos.
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos rea-
liza su primera reunión el 29 y 30 de junio de 1979 en la sede de
la OEA en Washington,15 posteriormente se instala formalmente en
San José, Costa Rica, el 3 de septiembre del mismo año.
14 Disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/mandato/funciones.asp, también puede
consultarse el informe anual de actividades 2011, capítulo dos, punto 7, p. 10, disponible en:
http://www.oas.org/es/cidh/docs/anual/2011/indice.asp
15 “La Corte […] fue establecida como consecuencia de haber entrado en vigor, el 18 de julio
de 1978, la Convención Americana sobre Derechos Humanos […] al ser depositado el undécimo
instrumento de ratificación…”. (Corte Interamericana de Derechos Humanos, Informe anual
2004, p. 1).

Alfonso Hernández Barrón 63


La Coidh, es una institución judicial autónoma, cuyo funciona-
miento se regula en el capítulo VIII de la Convención Americana16
se integra por siete jueces designados por la asamblea general
de la OEA, cuyo encargo es de 6 años y pueden ser reelectos
por una sola ocasión. Quienes han integrado la Coidh llegan al
cargo a propuesta de las naciones; por parte de México des-
tacan los reconocidos juristas Héctor Fix-Zamudio, Sergio Gar-
cía Ramírez y Eduardo Ferrer Mac-Gregor, el primero de 1986
a 1999, el segundo de 1999 a 2010, ambos llegaron a ocupar la
presidencia de la Corte, y el tercero recién inició su gestión en
enero de 2013.17

El trabajo jurisdiccional de la Coidh

La función de la Coidh, derivada desde los artículos 61 y 62 de la


Convención es esencialmente consultiva y contenciosa, aunque
también desempeña una importante función preventiva a partir
de medidas provisionales o urgentes que dicta al amparo del
artículo 63.2 del mismo instrumento;18 su competencia vincula a
los Estados que así lo reconocen. Actualmente, son 21 las na-
ciones que se someten a la jurisdicción de la Coidh: Argentina,
Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador,
El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua,

16 En la Novena Conferencia Internacional Americana (Bogotá, Colombia, 1948) se adoptó la


Resolución XXXI denominada “Corte Interamericana para Proteger los Derechos del Hombre”, en
la que se consideró que la protección de esos derechos debía “ser garantizada por un órgano
jurídico, como quiera que no hay derecho propiamente sin el amparo de un tribunal competente”
(Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2011, p. 11).
17 Puede consultarse la integración de la Coidh desde su creación en la dirección electrónica
http://www.corteidh.or.cr/composicion.cfm. Última vista el 15 de julio de 2013.
18 Artículo 63.2. En casos de extrema gravedad y urgencia, y cuando se haga necesario
evitar daños irreparables a las personas, la Corte, en los asuntos que esté conociendo,
podrá tomar las medidas provisionales que considere pertinentes. Si se tratare de asuntos
que aún no estén sometidos a su conocimiento, podrá actuar a solicitud de la Comisión,
Convención Americana sobre Derechos Humanos, disponible en: http://www.oas.org/dil/
esp/tratados_B-32_Convencion_Americana_sobre_Derechos_Humanos.htm. Última vista el
15 de julio de 2013.

64 Los derechos humanos


Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam,
Uruguay y Venezuela. 19
La tarea consultiva de la Coidh se desarrolla a petición de la
CIDH o de los propios Estados miembros de la OEA y no se limita a
instrumentos internacionales del sistema de la OEA, sino que inclu-
ye cualquier tratado relacionado con la protección de los derechos
humanos,20 así como sobre legislación de los Estados a la luz de la
convencionalidad, aunque esta última sólo la pueden solicitar los
Estados miembros.
Para acceder a la Corte, los particulares deben acudir en pri-
mera instancia ante la Comisión Interamericana, quien decide si
procede someter el caso ante la Coidh, en caso de proceder, se
desahoga un proceso en el que participan los representantes de
los Estados presuntamente responsables, los particulares y la
propia Comisión, finalmente se dicta una sentencia que estable-
ce si se han vulnerado y, en su caso, cuáles derechos humanos.
Cuando se dicta una sentencia condenatoria, generalmente se
especifican medidas para restituir y garantizar el derecho vul-
nerado y, en su caso, las formas y montos de la reparación del
daño.
En cada resolución de la Coidh se debaten desde distintas pers-
pectivas, aspectos filosóficos, antropológicos, sociales y jurídicos
en torno a los derechos humanos, lo cual genera una amplia can-
tidad de criterios respecto a la interpretación de la Convención y
sus protocolos adicionales; este interesante trabajo jurisdiccional
ha generado una abundante identificación de derechos, no siempre
contenidos de forma expresa en las legislaciones de las naciones
que integran la región.
19 Venezuela se encuentra en proceso de separación, presentó la solicitud el 6 de septiembre
de 2012, pero solo es efectivo una vez transcurrido un año; ver comunicado de prensa de
la OEA de 12 de septiembre de 2012, disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/
comunicados/2012/117.asp       
20 Coidh, opinión consultiva OC-1/82, “Otros Tratados” Objeto de la Función Consultiva de la
Corte (art. 64 Convención Americana sobre Derechos Humanos), del 24 de septiembre de 1982,
serie A, nº 1, párrafos 21, 48 y 52. Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/. Última vista el 15 de
julio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 65


También resulta oportuno señalar que los argumentos de la Corte
en torno a cada derecho se fortalecen o modifican con cada senten-
cia a manera del sistema de precedentes característico de la familia
jurídica del common law o anglosajona, en la que se considera que
el “juez hace el derecho, y lo hace al ir resolviendo las controver-
sias” (Sirvent, 2008, p. 8), vinculando incluso argumentaciones que
refieren derechos no considerados en sentencias anteriores, ello es
una muestra de la importancia que merece su conocimiento y sis-
tematización para armonizar sus criterios con la ortodoxia jurídica
nacional. Un análisis de la jurisprudencia de la Coidh se realiza en
el capítulo sexto.

66 Los derechos humanos


IV. El control de convencionalidad
en México

¿Qué es el control de convencionalidad? Reconocimiento de la compe-


tencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Im-
plicaciones del caso Rosendo Radilla Pacheco. Los criterios de la SCJN
en relación con el control de convencionalidad. Control de convenciona-
lidad realizado hasta junio de 2013. Precedentes del control de conven-
cionalidad.

¿Qué es el control de convencionalidad?

La expresión “control de convencionalidad” proviene del proceso de


aplicación de los tratados internacionales en el derecho interno; en
el caso de la Convención Americana representa la potestad de que
los órganos jurisdiccionales realicen “el control de la Convención”, es
decir, que cuiden que sus disposiciones se cumplan al resolver casos
concretos. También es una forma de referirse a los mecanismos que
se utilizan para concretar su efectividad y su referencia abarca todos
los instrumentos internacionales que vinculan a un país.
Una propuesta de lo que implica el control de convencionalidad
lo realizó por primera ocasión la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (Coidh) en el año 2006 a través del caso Almonacid
Arellano y otros, contra el gobierno de Chile en los siguientes
términos:
124. La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos
están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a

Alfonso Hernández Barrón 67


aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico.
Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional
como la Convención Americana, sus jueces, como parte del
aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les
obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la
Convención no se vean mermadas por la aplicación de leyes
contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio carecen de
efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe
ejercer una especie de “control de convencionalidad” entre las
normas jurídicas internas que aplican en los casos concretos y
la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta
tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el
tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho
la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención
Americana. 1

Este criterio tuvo algunas modificaciones en la resolución del


caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros)
contra Perú, en el siguiente sentido:
128. Cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional
como la Convención Americana, sus jueces también están
sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque el efecto
útil de la Convención no se vea mermado o anulado por la
aplicación de leyes contrarias a sus disposiciones, objeto
y fin. En otras palabras, los órganos del Poder Judicial
deben ejercer no sólo un control de constitucionalidad, sino
también “de convencionalidad” ex officio entre las normas
internas y la Convención Americana, evidentemente en el
marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones
procesales correspondientes. Esta función no debe quedar
limitada exclusivamente por las manifestaciones o actos
de los accionantes en cada caso concreto, aunque tampoco

1 Coidh, caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones
y costas, sentencia de 26 de septiembre de 2006, serie C, nº 154, párrafo 124.

68 Los derechos humanos


implica que ese control deba ejercerse siempre, sin considerar
otros presupuestos formales y materiales de admisibilidad y
procedencia de ese tipo de acciones. 2

De estas consideraciones se infieren al menos cuatro elementos:


primero, una vez que la Convención Americana ha sido ratificada
por los Estados, obliga a que sus jueces y tribunales la apliquen;3
segundo, los jueces y tribunales también tienen la obligación de velar
por que las disposiciones de la Convención no se vean mermadas por
la aplicación de leyes internas; tercero, el control de convencionalidad
debe realizarse de oficio; y cuarto, se deben considerar los criterios
emitidos por la propia Corte Interamericana.
Ligado al control de convencionalidad se encuentra la participación
de nuestro país en los sistemas internacionales de derechos
humanos, particularmente en las instancias jurisdiccionales de
carácter transnacional, en donde se realiza la aplicación de tratados
y se generan criterios interpretativos.
Como hemos explicado, México reconoce la competencia
contenciosa de la Coidh. En seguida abundamos respecto
al reconocimiento de dicha competencia y posteriormente
las implicaciones que ha tenido en relación con el control de
convencionalidad.

Reconocimiento de la competencia contenciosa de la Coidh

La Coidh y sus resoluciones tienen relevancia jurídica en México a


partir del decreto que expresa el reconocimiento de su competencia
contenciosa publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de
febrero de 1999 en los siguientes términos:
2 Coidh, caso trabajadores cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Perú. Excepciones
preliminares, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 24 de noviembre de 2006, serie C, nº 158,
párrafo 128.
3 Incluso la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados (ratificada por México en 1974)
señala en su artículo 27.1. que un Estado parte en un tratado no podrá invocar las disposiciones de
su derecho interno como justificación del incumplimiento del tratado.

Alfonso Hernández Barrón 69


Ernesto Zedillo Ponce de León, Presidente de los Estados
Unidos Mexicanos, a todos los que el presente vieren, sabed:
El veintidós de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve,
se adoptó en la ciudad de San José, Costa Rica, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos “Pacto de San José de Costa
Rica”, a la que el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos se
adhirió el veinticuatro de marzo de mil novecientos ochenta y uno.
En ejercicio de la facultad que el artículo 62, numeral 1, de la
Convención citada, otorga a todo Estado Parte, el Gobierno de los
Estados Unidos Mexicanos sometió a la consideración de la Cámara
de Senadores del Honorable Congreso de la Unión, la Declaración
para el Reconocimiento de la Competencia Contenciosa de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, misma que fue aprobada por
dicha Cámara el primero de diciembre de mil novecientos noventa
y ocho, según Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación
del ocho del propio mes y año, en los términos siguientes:
DECLARACIÓN PARA EL RECONOCIMIENTO DE
LA COMPETENCIA CONTENCIOSA DE LA CORTE
INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
1. Los Estados Unidos Mexicanos reconocen como obligatoria de
pleno derecho, la competencia contenciosa de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, sobre los casos relativos a la interpretación o
aplicación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
de conformidad con el artículo 62.1 de la misma, a excepción de los
casos derivados de la aplicación del artículo 33 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
2. La aceptación de la competencia contenciosa de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos solamente será aplicable a
los hechos o a los actos jurídicos posteriores a la fecha del depósito
de esta declaración, por lo que no tendrá efectos retroactivos.
3. La aceptación de la competencia contenciosa de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos se hace con carácter general
y continuará en vigor hasta un año después de la fecha en que los
Estados Unidos Mexicanos notifiquen que la han denunciado.

70 Los derechos humanos


El instrumento de aceptación, firmado por mí el nueve de
diciembre de mil novecientos noventa y ocho, fue depositado ante el
Secretario General de la Organización de los Estados Americanos,
el dieciséis de diciembre del propio año, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 61, numeral 2, de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos “Pacto de San José de Costa Rica”.
Por lo tanto, para su debida observancia, en cumplimiento de lo
dispuesto en la fracción I del artículo 89 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, promulgo el presente Decreto, en
la residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la Ciudad de México,
Distrito Federal, el diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa
y ocho.- Ernesto Zedillo Ponce de León.-Rúbrica.- La Secretaria del
Despacho de Relaciones Exteriores, Rosario Green.- Rúbrica.4

De este decreto deviene la competencia de la Coidh en nuestro


derecho interno, situación que resulta primordial para abordar el tema
del control de convencionalidad y en su momento determinar cuáles
son los órganos del Estado mexicano facultados para dar trámite a
las sentencias de la Corte Interamericana y bajo qué criterios.
Hasta mayo de 2013 la Coidh había emitido 261 sentencias contra
diversos países, entre ellos México, cuyos casos estudiaremos en
capítulos subsecuentes. De las resoluciones dictadas contra nuestro
país destaca la recaída al caso Radilla Pacheco, que fue la primera en ser
analizada por la SCJN para efectos de establecer las responsabilidades
que le resultaban al Poder Judicial de la Federación, de dicho análisis
surgieron importantes criterios en materia de convencionalidad.

Implicaciones del caso Rosendo Radilla Pacheco

Este caso inició como una demanda contra el Estado mexicano


por la desaparición forzada del señor Rosendo Radilla Pacheco,
atribuida a elementos del ejército en el estado de Guerrero en

4 Disponible en la página electrónica de la Secretaría de Gobernación, http://www.ordenjuridico.


gob.mx/JurInt/16121998.pdf, visto el 5 de febrero de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 71


1974. Estos hechos ocurrieron antes de que México ratificara la
Convención en 1981, razón que fue alegada por el Estado; sin
embargo, y dado que la desaparición forzada está considerada
como un delito de carácter continuo y permanente, el asunto se
recepcionó a trámite y fue resuelto por la Coidh el 23 de noviembre
de 2009, que determinó responsabilidad internacional del Estado.
Como primer acercamiento a este tipo de sentencias exponemos
los siguientes puntos resolutivos:

Por tanto, LA CORTE DECIDE, por unanimidad


1. Rechazar las excepciones preliminares interpuestas por los
Estados Unidos Mexicanos. […].
2. Aceptar el reconocimiento parcial de responsabilidad internacional
efectuado por el Estado […].
DECLARA, por unanimidad, que,
3. El Estado es responsable de la violación de los derechos a la
libertad personal, a la integridad personal, al reconocimiento de
la personalidad jurídica y a la vida, consagrados en los artículos
7.1, 5.1, 5.2, 3 y 4.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, […]en perjuicio del señor Rosendo Radilla Pacheco […].
4. El Estado es responsable por la violación del derecho a la
integridad personal consagrado en los artículos 5.1 y 5.2 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con
el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las señoras Tita y Andrea,
y del señor Rosendo, todos de apellidos Radilla Martínez, […].
5. El Estado es responsable por la violación de los derechos a las
garantías judiciales y a la protección judicial, reconocidos en los artículos
8.1 y 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en
relación con los artículos 1.1 y 2 de la misma y los artículos I incisos a),
b) y d), IX y XIX de la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas, en perjuicio de las señoras Tita y Andrea, y del
señor Rosendo, todos de apellidos Radilla Martínez […].
6. El Estado incumplió el deber de adoptar disposiciones de
derecho interno establecido en el artículo 2 de la Convención

72 Los derechos humanos


Americana sobre Derechos Humanos, en relación con los artículos
I y III de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada
de Personas, respecto de la tipificación del delito de desaparición
forzada de personas, […].
Y, DISPONE, por unanimidad, que,
7. Esta sentencia constituye per se una forma de reparación.
8. El Estado deberá conducir eficazmente, con la debida diligencia
y dentro de un plazo razonable la investigación y, en su caso, los
procesos penales que tramiten en relación con la detención y
posterior desaparición forzada del señor Rosendo Radilla Pacheco,
para determinar las correspondientes responsabilidades penales
y aplicar efectivamente las sanciones y consecuencias que la ley
prevea, […].
9. El Estado deberá continuar con la búsqueda efectiva y la
localización inmediata del señor Rosendo Radilla Pacheco o, en su
caso, de sus restos mortales, […].
10. El Estado deberá adoptar, en un plazo razonable, las reformas
legislativas pertinentes para compatibilizar el artículo 57 del Código
de Justicia Militar con los estándares internacionales en la materia
y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, […].
11. El Estado deberá adoptar, en un plazo razonable, las reformas
legislativas pertinentes para compatibilizar el artículo 215 A del
Código Penal Federal con los estándares internacionales en la
materia y de la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas, […].
12. El Estado deberá implementar, en un plazo razonable y con
la respectiva disposición presupuestaria, programas o cursos
permanentes relativos al análisis de la jurisprudencia del Sistema
Interamericano de Protección de los Derechos Humanos en
relación con los límites de la jurisdicción penal militar, así como un
programa de formación sobre la debida investigación y juzgamiento
de hechos constitutivos de desaparición forzada de personas, […].
13. El Estado deberá publicar en el Diario Oficial de la Federación
y en otro diario de amplia circulación nacional, por una sola vez, los
párrafos 1 a 7, 52 a 66, 114 a 358 de la presente Sentencia, sin las

Alfonso Hernández Barrón 73


notas al pie de página, y la parte resolutiva de la misma, y publicar
íntegramente este Fallo en el sitio web oficial de la Procuraduría
General de la República, en un plazo de seis y dos meses,
respectivamente, a partir de la notificación de este Fallo,[…].
14. El Estado deberá realizar un acto público de reconocimiento de
responsabilidad en relación con los hechos del presente caso y en
desagravio a la memoria del señor Rosendo Radilla Pacheco, […].
15. El Estado deberá realizar una semblanza de la vida del señor
Rosendo Radilla Pacheco, […].
16. El Estado deberá brindar atención psicológica y/o psiquiátrica
gratuita y de forma inmediata, adecuada y efectiva, a través de sus
instituciones públicas de salud especializadas, a las víctimas […].
17. El Estado deberá pagar las cantidades fijadas […] por concepto
de indemnización por daño material e inmaterial, y el reintegro de
costas y gastos, según corresponda, dentro del plazo de un año […].
18. La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia,
en ejercicio de sus atribuciones y en cumplimiento de sus deberes
conforme a la Convención Americana, y dará por concluido el presente
caso una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo
dispuesto en la misma. El Estado deberá, dentro del plazo de un año
contado a partir de la notificación de esta Sentencia, rendir al Tribunal
un informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma.5

Después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación,


el 9 de febrero de 2010, esta sentencia fue atendida por la SCJN,
quien coincidentemente analiza el fondo días después de aprobada
la reforma constitucional de junio de 2011 y genera criterios que
son un parteaguas en la vida jurídica nacional.

Los criterios de la SCJN en relación con el control de


convencionalidad

El 26 de mayo de 2010, el presidente de la SCJN formuló una


solicitud al tribunal pleno para que determinara el trámite que
5 La sentencia íntegra se encuentra disponible en la dirección electrónica de la Coidh: http://
www.corteidh.or.cr/casos.cfm?idCaso=330.

74 Los derechos humanos


debía corresponder a la sentencia pronunciada en el caso Radilla
Pacheco contra los Estados Unidos Mexicanos, dicha solicitud fue
tramitada en el expediente 489/2010. El 7 de septiembre de 2010
se determinó que pese a que el poder Judicial no fue notificado
formalmente de dicha resolución, este resultaba competente para
pronunciarse dada “la duda que genera la inexistencia de normas
legales expresas que regulen su ejecución, y la importancia que
dicho caso reviste para el orden jurídico nacional”.6 Posteriormente,
el 14 de julio de 2011, cuatro días después de entrar en vigor la
reforma constitucional en materia de derechos humanos, a la
que nos referimos en el siguiente capítulo, se determinaron las
responsabilidades que tenía la SCJN; tal situación se resolvió en el
expediente varios 912/2010, el cual dio como resultado una serie
de medidas y trámites que debía seguir el Poder Judicial de la
Federación en el cumplimiento de la citada sentencia.
Para los efectos de la presente exposición, las consideraciones
de la SCJN que merecen mayor atención se encuentran agrupadas
en los siguientes aspectos:
I. Determinar el grado de competencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos, definido en el considerando quinto.
II. Definir qué obligaciones concretas le resultan al Poder Judicial
de la Federación con motivo de la sentencia de la Coidh,
argumentado en los considerandos sexto y noveno.
III. Análisis de las implicaciones del control de convencionalidad,
abordado en el considerando séptimo.

Las consideraciones y resolutivos emitidos por la SCJN resultan


fundamentales para dimensionar las nuevas implicaciones y
alcances de los derechos humanos en el sistema jurídico mexicano,
por lo que se sugiere una lectura detallada. A continuación se
presenta lo más relevante de la versión publicada en el Diario
Oficial de la Federación el 4 de octubre de 2011, incluyendo
el sentido de las votaciones en los puntos determinantes; esta

6 Considerando primero de la resolución.

Alfonso Hernández Barrón 75


transcripción respeta los números de origen que se encuentran
en el engrose.7
14. QUINTO. Reconocimiento de la competencia contenciosa de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos y de sus criterios vinculantes y
orientadores. De los antecedentes narrados, resulta un hecho inobjetable
que la determinación de sujeción de los Estados Unidos Mexicanos a
la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es una
decisión ya consumada del Estado mexicano.
15. Por tanto, cuando el Estado mexicano ha sido parte en una
controversia o litigio ante la jurisdicción de la Corte Interamericana, la
sentencia que se dicta en esa sede, junto con todas sus consideraciones,
constituye cosa juzgada […].8
16. En efecto, el Estado mexicano es parte en el litigio ante la Corte
Interamericana y tiene la  oportunidad de participar activamente en el
proceso. Es el Estado mexicano el que resiente las consecuencias del
mismo, ya que las autoridades competentes del país litigaron a nombre
de éste. Este Tribunal, aun como tribunal constitucional, no puede evaluar
este litigio ni cuestionar la competencia de la Corte, sino sólo limitarse a su
cumplimiento en la parte que le corresponde y en sus términos.
17. En este sentido, esta Suprema Corte no es competente para
analizar, revisar, calificar o decidir si una sentencia dictada por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, […] es correcta o incorrecta, o
si la misma se excede en relación a las normas que rigen su materia
y proceso. Esta sede de jurisdicción nacional no puede hacer ningún
pronunciamiento que cuestione la validez de lo resuelto por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos […].

7 Tomado del expediente 912/2010, disponible en http://www2.scjn.gob.mx/AsuntosRelevantes/


pagina/SeguimientoAsuntosRelevantesPub.aspx?ID=121589&SeguimientoID=225, vista el 24 de
enero del 2013.
8 En nuestra tradición jurídica se entiende por cosa juzgada la cuestión que ha sido resuelta en
forma definitiva, mediante una sentencia firme. El Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal en su capítulo IX “de la sentencia ejecutoriada” señala que existe cosa juzgada cuando la
sentencia causa ejecutoria; al respecto, el artículo 426 señala en su fracción VI que se considera
que causan ejecutoria por ministerio de ley las sentencias que no puedan ser recurridas por ningún
medio ordinario. En el mismo sentido, el artículo 449 expresa que el auto en que se declara que una
sentencia ha causado o no ejecutoria, no admite ningún recurso.

76 Los derechos humanos


18. La firmeza vinculante de las sentencias de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos deriva, además de lo expuesto, de lo dispuesto
en los artículos 62.3, 67 y 68 de la Convención Americana  sobre
Derechos Humanos […].
19.  […] Por tanto, para el Poder Judicial son vinculantes no
solamente los puntos de resolución concretos de la sentencia, sino
la totalidad de los criterios contenidos en la sentencia mediante la
cual se resuelve ese litigio.
20. Por otro lado, el resto de la jurisprudencia de la Corte Interamericana
que deriva de las sentencias en donde el Estado mexicano no figura como
parte, tendrá el carácter de criterio orientador de todas las decisiones de los
jueces mexicanos, pero siempre en aquello que le sea más favorecedor a
la persona, de conformidad con el artículo 1o.constitucional […].
21. De este modo, los jueces nacionales deben inicialmente observar
los derechos humanos establecidos en la Constitución Mexicana y
en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea
parte, así como los criterios emitidos por el Poder Judicial de la
Federación al  interpretarlos y acudir a los criterios interpretativos
de la Corte Interamericana para evaluar si existe alguno que resulte
más favorecedor y procure una protección más amplia del derecho
que se pretende proteger. Esto no prejuzga sobre la posibilidad
de que sean los criterios internos aquellos que cumplan de mejor
manera con lo establecido por la Constitución en términos de su
artículo 1o.,  lo cual tendrá que valorarse caso por caso a fin de
garantizar siempre la mayor protección de los derechos humanos.
22. SEXTO. Obligaciones concretas que debe realizar el Poder
Judicial […]:
A) Los Jueces deberán llevar a cabo un Control de convencionalidad ex
officio en un modelo de control difuso de constitucionalidad.
B)  Deberá restringirse la interpretación del fuero militar en casos
concretos.
C)  El Poder Judicial de la Federación deberá implementar medidas
administrativas derivadas de la sentencia de la Corte Interamericana
en el caso Radilla Pacheco.

Alfonso Hernández Barrón 77


23. SEPTIMO. Control de convencionalidad ex officio en un modelo de
control difuso de constitucionalidad […].
26.   […] el diez de junio de dos mil once se publicó en el Diario Oficial de
la Federación la reforma al artículo 1o. de la Constitución Federal […].
27. De este modo, todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus
competencias, se encuentran obligadas a velar no sólo por los derechos
humanos contenidos en los instrumentos internacionales firmados por el
Estado mexicano, sino también por los derechos humanos contenidos
en la Constitución Federal, adoptando la interpretación más favorable al
derecho humano de que se trate, lo que se entiende en la doctrina como
el principio pro persona.
28. Estos mandatos contenidos en el nuevo artículo 1o. constitucional,
deben leerse junto con lo establecido por el diverso artículo 133 de la
Constitución Federal para determinar el marco dentro del que debe
realizarse este control de convencionalidad, lo cual claramente será
distinto al control concentrado que tradicionalmente operaba en
nuestro sistema jurídico.
29.   […] Si bien los jueces no pueden hacer una declaración general
sobre la invalidez o expulsar del orden jurídico las normas que
consideren contrarias a los derechos humanos contenidos en la
Constitución y en los tratados (como sí sucede en las vías de control
directas establecidas expresamente en los artículos 103, 107 y 105
de la Constitución), sí están obligados a dejar de aplicar estas normas
inferiores dando preferencia a los contenidos de la Constitución y de
los tratados en esta materia.
30. De este modo, el mecanismo para el control de convencionalidad
ex officio en materia de derechos humanos debe ser acorde con el
modelo general de control establecido constitucionalmente, pues
no podría entenderse un control como el que se indica en la sentencia
que analizamos si el mismo no parte de un control de constitucionalidad
general que se desprende del análisis sistemático de los artículos 1o. y
133 de la Constitución y es parte de la esencia de la función judicial.
31. El parámetro de análisis de este tipo de control que deberán
ejercer todos los jueces del país, se integra de la manera siguiente:

78 Los derechos humanos


Todos los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal
[…].
Todos los derechos humanos contenidos en Tratados Internacionales
[…].
Criterios vinculantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
[…].
32.   Esta posibilidad de inaplicación por parte de los jueces del país
en ningún momento supone la  eliminación o el desconocimiento
de la presunción de constitucionalidad de las leyes, sino
que, precisamente, parte de esta presunción al permitir hacer el
contraste previo a su aplicación.
33.   De este modo, este tipo de interpretación por parte de los jueces
presupone realizar tres pasos:
A) Interpretación conforme en sentido amplio […].
B) Interpretación conforme en sentido estricto […].
C) Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores no son
posibles […].
35.   Finalmente, es preciso reiterar que todas las autoridades del país
en el ámbito de sus competencias tienen la obligación de aplicar las
normas correspondientes haciendo la interpretación más favorable a la
persona para lograr su protección más amplia, sin tener la posibilidad
de inaplicar o declarar la incompatibilidad de las mismas.
37. OCTAVO. Restricción interpretativa de fuero militar.
44. Consecuentemente, como el párrafo segundo del
artículo 1° de la Constitución Federal dispone que las normas
relativas a los derechos humanos se interpretarán de acuerdo
con lo que ella establece y de conformidad con los tratados
internacionales de la materia y favoreciendo en todo tiempo a
las personas la protección más amplia, deberá considerarse
que el fuero militar no podrá operar bajo ninguna circunstancia
frente a situaciones que vulneren derechos humanos de
civiles.
45.   Esta interpretación debe observarse en todos los casos futuros
que sean del conocimiento de este Tribunal, […].

Alfonso Hernández Barrón 79


46. NOVENO. Medidas administrativas derivadas de la sentencia
de la Corte Interamericana en el  caso Radilla Pacheco que deberá
implementar el Poder Judicial de la Federación. […].
47.   Por lo que se refiere […] al establecimiento de cursos y programas de
capacitación para todos los jueces y magistrados y para todos aquellos
funcionarios públicos que realicen labores jurisdiccionales y jurídicas en
el Poder Judicial de la Federación, lo conducente es generar:
A) Capacitación permanente respecto del sistema en general y
de la jurisprudencia de la Corte Interamericana […].
B)   Capacitación para el debido juzgamiento del delito de
desaparición forzada y de los hechos constitutivos del mismo […].
50.   […] el Poder Judicial de la Federación deberá garantizar que
la averiguación previa abierta respecto al caso Radilla se mantenga
bajo conocimiento de la jurisdicción ordinaria y bajo ninguna
circunstancia en el fuero de guerra. […] Lo único que esto implica
es que, una vez consignada la investigación ante un juez federal, los
hechos investigados no pueden ser remitidos al fuero militar, ni debe
serle reconocida competencia alguna al mencionado fuero. El asunto
sólo puede ser conocido por las autoridades jurisdiccionales civiles.
51.    […] todos los jueces del Estado  mexicano, de conformidad
con el artículo 1o. constitucional, están facultados para inaplicar
las normas generales que, a su juicio, consideren transgresoras
de los derechos humanos contenidos en la propia Constitución
Federal y en los Tratados Internacionales de los que el Estado
mexicano es parte.
52. Además para concretar el efecto anterior, resulta necesario que
un ministro de este Tribunal Pleno solicite, con fundamento en el
párrafo cuarto del artículo 197 de la Ley de Amparo, la modificación
de la jurisprudencia P./J. 74/1999 en la que se interpretó el artículo
133 de la Constitución Federal en el sentido de que el control difuso
de la constitucionalidad de normas generales no está autorizado
para todos los jueces del Estado mexicano.
54.  De acuerdo a los párrafos 252 y 256 de la sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, este Tribunal Pleno ordena

80 Los derechos humanos


que deberá garantizarse, en todas las instancias conducentes, el
acceso al expediente y la expedición de copias del mismo para las
víctimas.
55 Se ordena a todos los juzgados y tribunales federales del país,
que en caso de que tengan bajo su  conocimiento algún asunto
relacionado con el tema, lo informen a esta Suprema Corte para
ésta reasuma su competencia originaria o bien ejerza su facultad de
atracción por tratarse de un tema de importancia y trascendencia.
Por lo expuesto y fundado, se determina:
PRIMERO. La participación del Poder Judicial de la Federación en
la ejecución de la sentencia dictada  por la Corte Interamericana
de Derechos Humanos en el “Caso Radilla Pacheco contra
los Estados Unidos Mexicanos” se circunscribe a los términos
precisados en la presente ejecutoria.
SEGUNDO.  Infórmese esta determinación al Pleno del Consejo
de la Judicatura Federal, y al titular del  Poder Ejecutivo Federal
por conducto de las Secretarías de Gobernación y de Relaciones
Exteriores, para los efectos a que haya lugar.9
En su oportunidad, archívese el presente expediente como asunto
concluido.
Publíquese en el Diario Oficial de la Federación y en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta.
Así lo resolvió el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en la inteligencia de que respecto del punto resolutivo
primero, las consideraciones que lo sustentan se aprobaron en
los siguientes términos:10

En relación con el considerando quinto “Reconocimiento


de la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos y de sus criterios vinculantes y orientadores”:
Por mayoría de ocho votos […] se determinó que frente a las

9 En el proyecto original, existe un tercer punto resolutivo, la publicación y difusión inmediata en


los medios oficiales y posteriormente a través de los medios impresos o electrónicos.
10  En el mismo engrose se incluyen el sentido de las votaciones.

Alfonso Hernández Barrón 81


sentencias condenatorias de la Corte Interamericana de  Derechos
Humanos, la Suprema Corte de Justicia no puede revisar si se configura
alguna de las excepciones del Estado Mexicano al reconocimiento
de la jurisdicción contenciosa de aquella, o alguna de las reservas
o declaraciones interpretativas que formuló al adherirse a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos,  así como a la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas […].
Por unanimidad de once votos […] se determinó que las sentencias
condenatorias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
son obligatorias para el Poder  Judicial de la Federación en sus
términos […].
Por mayoría de seis votos […] se determinó que los criterios
interpretativos de la  Corte Interamericana de Derechos Humanos
son orientadores para el Poder Judicial de la Federación […].

En relación con el considerando quinto “Reconocimiento


de la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos y de sus criterios vinculantes y orientadores”:
Por mayoría de ocho votos […] se determinó que frente a las
sentencias condenatorias de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, la Suprema Corte de Justicia no puede revisar si se
configura alguna de las excepciones  del Estado Mexicano al
reconocimiento de la jurisdicción contenciosa de aquella, o alguna
de las reservas o declaraciones interpretativas que formuló al
adherirse a la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
así  como a la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas […].
Por unanimidad de once votos […] se acordó fusionar
el considerando sexto al quinto, en el que se establece que la
Suprema Corte de Justicia de Nación carece de competencia para
revisar si se configuran las excepciones, reservas o declaraciones
interpretativas formuladas por el Estado Mexicano.

En relación con el considerando sexto “Obligaciones concretas

82 Los derechos humanos


que debe realizar el Poder Judicial”:
Por mayoría de diez votos […] se determinó que en este
considerando se señalen  únicamente de manera enunciativa las
obligaciones que pueden derivar de la sentencia dictada por la
Corte  Interamericana de Derechos Humanos en el caso Radilla
Pacheco […].

En relación con el considerando séptimo “Control de


convencionalidad ex officio en un modelo de control difuso de la
constitucionalidad”:
Por mayoría de siete votos […] se determinó que […] el Poder
Judicial de la Federación debe ejercer un control de convencionalidad
ex officio entre las normas internas y la Convención Americana, en
el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones
procesales correspondientes. […].
Por mayoría de siete votos […] se determinó que el control de
convencionalidad debe ejercerse por todos los jueces del Estado
Mexicano […].
Por mayoría de siete votos […] se determinó que el modelo
de control de convencionalidad y constitucionalidad que debe
adoptarse […] es en el sentido de que:
1) los jueces del Poder Judicial  de la Federación, al conocer de
controversias constitucionales, acciones de inconstitucionalidad
y de amparo, pueden declarar la invalidez de las normas que
contravengan la Constitución Federal y/o los tratados internacionales
que reconozcan derechos humanos;
2) los demás jueces del país, en los asuntos de su competencia,
podrán desaplicar las normas que infrinjan la Constitución Federal
y/o los tratados internacionales que reconozcan derechos humanos,
sólo para efectos del caso concreto y sin hacer una declaración de
invalidez de las disposiciones, y
3) las autoridades del país que no ejerzan funciones jurisdiccionales
deben interpretar los derechos humanos de la manera que más los
favorezca, sin que estén facultadas para declarar la invalidez de las

Alfonso Hernández Barrón 83


normas o para desaplicarlas en los casos concretos […].

En relación con el considerando noveno “Medidas


administrativas derivadas de la sentencia de la Corte
Interamericana en el caso Radilla Pacheco que deberá
implementar el Poder Judicial de la Federación”:
Por mayoría de ocho votos […] se determinó que el Poder Judicial
de la Federación, […] deberá establecer, para todos los jueces
y magistrados y para todos aquellos funcionarios públicos que
realicen labores jurisdiccionales y jurídicas del Poder Judicial
de la Federación, cursos de: a) Capacitación permanente
respecto de los contenidos de la jurisprudencia interamericana
sobre los límites de la jurisdicción militar, garantías judiciales
y protección judicial, y estándares internacionales aplicables a
la administración de justicia; y b) Capacitación en la formación
de los temas de debido juzgamiento del delito de desaparición
forzada […].
Por mayoría de siete votos […] se determinó que, […] el Poder
Judicial de la Federación debe garantizar que la averiguación previa
SIEDF/CGI/454/2007 abierta respecto al  caso Radilla Pacheco
se mantenga bajo conocimiento de la jurisdicción ordinaria y bajo
ninguna circunstancia en el fuero de guerra; lo que implica que, una
vez consignada la investigación, en su caso ante un juez federal, los
hechos investigados no pueden ser remitidos al fuero militar ni debe
serle reconocida competencia alguna al mencionado fuero […].
Por mayoría de siete votos […] se determinó que, […] para el efecto
de que todos los jueces del Estado Mexicano […] están facultados
para inaplicar las normas generales que a su juicio consideren
transgresoras de los derechos humanos […], resulta necesario que
el Tribunal Pleno modifique la jurisprudencia P./J. 74/1999. […].11
Por mayoría de siete votos […] se determinó que […] el

11 Esta jurisprudencia especificaba que los jueces no estaban facultados para realizar control difuso
de la constitucionalidad; sin embargo, luego de facultarles a realizar control de convencionalidad
resultaba incongruente seguirles impidiendo el referido control de constitucionalidad.

84 Los derechos humanos


Poder Judicial de la Federación adecuará sus subsecuentes
interpretaciones constitucionales y legales sobre la competencia
material y personal de la jurisdicción militar, orientándose con los
criterios contenidos en la jurisprudencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos […].
Por mayoría de siete votos […] se determinó que […] deberá
garantizarse en todas las instancias conducentes, el acceso al
expediente y la expedición de copias del mismo para las víctimas […].
Por unanimidad de diez votos […] se determinó que la Suprema
Corte de Justicia deberá reasumir su competencia originaria o ejercer
la facultad de atracción para conocer de conflictos competenciales
entre la jurisdicción militar y la ordinaria, o bien, ejercer de oficio
su facultad de atracción por tratarse de un tema de importancia
y trascendencia, por tanto, deberá solicitar a todos los juzgados
y tribunales federales del país, que en el caso de que tengan bajo
su conocimiento algún asunto relacionado con el tema, lo informen
a esta Suprema Corte para los efectos anteriores. […].

En la resolución de este asunto, la SCJN más allá del caso


concreto, replanteó varios paradigmas de nuestra tradición
jurídica, de los cuales, por su relación con nuestro propósito,
destacan los siguientes:
Un reconocimiento pleno de la jurisdicción contenciosa de la Coidh,
lo que implica que el Estado mexicano está obligado a respetar la
sentencia que se haya dictado en dicha instancia.
El reconocimiento de la competencia de la Coidh conlleva a que
se consideren de forma obligatoria todos los criterios interpretativos
de las sentencias dictadas respecto a casos donde México haya
sido parte, y considerar como criterios orientadores los demás.
Todos los jueces del Estado mexicano y los órganos que tengan
funciones materialmente jurisdiccionales deberán realizar un
control de convencionalidad oficioso entre las normas internas y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
El punto de referencia para el control de convencionalidad será

Alfonso Hernández Barrón 85


el de la interpretación más favorable a las personas.
Los jueces también están facultados para realizar un control de
constitucionalidad a partir de los siguientes tipos de interpretación:
interpretación conforme en sentido amplio, interpretación conforme
en sentido estricto, e inaplicación de la ley.
Todas las autoridades del país, en el ámbito de su competencia,
aunque no ejerzan funciones jurisdiccionales, tienen la obligación
de aplicar las normas correspondientes a los derechos humanos e
interpretarlas de la manera que más favorezca a las personas.

A pocas semanas de haberse dictado la resolución del


expediente 912/10, en diciembre de 2011, y en relación con el
control de convencionalidad, se derivaron de forma directa las
siguientes tesis de jurisprudencia:
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN
MODELO DE CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.12
De conformidad con lo previsto en el artículo 1o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, todas las autoridades
del país, dentro del ámbito de sus competencias, se encuentran
obligadas a velar no sólo por los derechos humanos contenidos en
la Constitución Federal, sino también por aquellos contenidos en los
instrumentos internacionales celebrados por el Estado Mexicano,
adoptando la interpretación más favorable al derecho humano de
que se trate, lo que se conoce en la doctrina como principio pro
persona. Estos mandatos contenidos en el artículo 1o. constitucional,
reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación de 10 de junio de 2011, deben interpretarse junto con
lo establecido por el diverso 133 para determinar el marco dentro
del que debe realizarse el control de convencionalidad ex officio
en materia de derechos humanos a cargo del Poder Judicial, el
que deberá adecuarse al modelo de control de constitucionalidad
existente en nuestro país. Es en la función jurisdiccional, como está

12 Tesis: P. LXVII/2011(9a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, décima época. Tomo


1. Libro III, diciembre de 2011, p. 535. Instancia: Pleno. Registro: 160589.

86 Los derechos humanos


indicado en la última parte del artículo 133 en relación con el artículo
1o. constitucionales, en donde los jueces están obligados a preferir
los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados
internacionales, aun a pesar de las disposiciones en contrario que se
encuentren en cualquier norma inferior. Si bien los jueces no pueden
hacer una declaración general sobre la invalidez o expulsar del
orden jurídico las normas que consideren contrarias a los derechos
humanos contenidos en la Constitución y en los tratados (como sí
sucede en las vías de control directas establecidas expresamente en
los artículos 103, 105 y 107 de la Constitución), sí están obligados
a dejar de aplicar las normas inferiores dando preferencia a las
contenidas en la Constitución y en los tratados en la materia.
PARÁMETRO PARA EL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX
OFFICIO EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.13 El mecanismo
para el control de convencionalidad ex officio en materia de derechos
humanos a cargo del Poder Judicial debe ser acorde con el modelo
general de control establecido constitucionalmente. El parámetro de
análisis de este tipo de control que deberán ejercer todos los jueces del
país, se integra de la manera siguiente: a) todos los derechos humanos
contenidos en la Constitución Federal (con fundamento en los artículos
1o. y 133), así como la jurisprudencia emitida por el Poder Judicial de
la Federación; b) todos los derechos humanos contenidos en tratados
internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte; c) los criterios
vinculantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos derivados
de las sentencias en las que el Estado Mexicano haya sido parte, y d)
los criterios orientadores de la jurisprudencia y precedentes de la citada
Corte, cuando el Estado Mexicano no haya sido parte.
PASOS A SEGUIR EN EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Y CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN MATERIA DE
DERECHOS HUMANOS.14 La posibilidad de inaplicación de leyes

13 Tesis: P. LXVIII/2011 (9a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, décima época. Tomo
1. Libro III, Diciembre de 2011, p. 551. Instancia: Pleno. Registro: 160526.
14 Tesis: P. LXIX/2011(9a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, décima época. Tomo 1.
Libro III, diciembre de 2011, p. 552. Instancia: Pleno. Registro: 160525.

Alfonso Hernández Barrón 87


por los jueces del país, en ningún momento supone la eliminación
o el desconocimiento de la presunción de constitucionalidad de
ellas, sino que, precisamente, parte de esta presunción al permitir
hacer el contraste previo a su aplicación. En ese orden de ideas, el
Poder Judicial al ejercer un control de convencionalidad ex officio en
materia de derechos humanos, deberá realizar los siguientes pasos:
a) Interpretación conforme en sentido amplio, lo que significa que los
jueces del país -al igual que todas las demás autoridades del Estado
Mexicano-, deben interpretar el orden jurídico a la luz y conforme
a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los
tratados internacionales en los cuales el Estado Mexicano sea parte,
favoreciendo en todo tiempo a las personas con la protección más
amplia; b) Interpretación conforme en sentido estricto, lo que significa
que cuando hay varias interpretaciones jurídicamente válidas, los
jueces deben, partiendo de la presunción de constitucionalidad de las
leyes, preferir aquella que hace a la ley acorde a los derechos humanos
reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales en
los que el Estado Mexicano sea parte, para evitar incidir o vulnerar
el contenido esencial de estos derechos; y, c) Inaplicación de la ley
cuando las alternativas anteriores no son posibles. Lo anterior no
afecta o rompe con la lógica de los principios de división de poderes
y de federalismo, sino que fortalece el papel de los jueces al ser el
último recurso para asegurar la primacía y aplicación efectiva de los
derechos humanos establecidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los cuales el Estado Mexicano es parte.
SISTEMA DE CONTROL CONSTITUCIONAL EN EL ORDEN
JURÍDICO MEXICANO.15 Actualmente existen dos grandes
vertientes dentro del modelo de control de constitucionalidad en el
orden jurídico mexicano, que son acordes con el modelo de control
de convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos a
cargo del Poder Judicial. En primer término, el control concentrado
en los órganos del Poder Judicial de la Federación con vías

15 Tesis: P. LXX/2011 (9a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, décima época. Tomo 1.
Libro III, diciembre de 2011, p. 557. Instancia: Pleno. Registro: 160480.

88 Los derechos humanos


directas de control: acciones de inconstitucionalidad, controversias
constitucionales y amparo directo e indirecto; en segundo término, el
control por parte del resto de los jueces del país en forma incidental
durante los procesos ordinarios en los que son competentes, esto
es, sin necesidad de abrir un expediente por cuerda separada.
Ambas vertientes de control se ejercen de manera independiente
y la existencia de este modelo general de control no requiere que
todos los casos sean revisables e impugnables en ambas. Es un
sistema concentrado en una parte y difuso en otra, lo que permite
que sean los criterios e interpretaciones constitucionales, ya sea
por declaración de inconstitucionalidad o por inaplicación, de los
que conozca la Suprema Corte para que determine cuál es la
interpretación constitucional que finalmente debe prevalecer en
el orden jurídico nacional. Finalmente, debe señalarse que todas
las demás autoridades del país en el ámbito de sus competencias
tienen la obligación de aplicar las normas correspondientes
haciendo la interpretación más favorable a la persona para lograr
su protección más amplia, sin tener la posibilidad de inaplicar o
declarar su incompatibilidad.

Posterior a estas tesis, en agosto y diciembre de 2012, la SCJN


puntualizó sus criterios en las siguientes tesis de jurisprudencia:
SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL. LA REFORMA AL ARTÍCULO
1o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS, DE 10 DE JUNIO DE 2011, RESPETA ESTE
PRINCIPIO.16 La reforma al artículo 1o. de la Carta Magna, publicada
el 10 de junio de 2011, en modo alguno contraviene el principio de
supremacía constitucional consagrado desde 1917 en el artículo
133 del propio ordenamiento, que no ha sufrido reforma desde el
18 de enero de 1934, y en cuyo texto sigue determinando que “Esta
Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella
y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados

16 Tesis: 2a. LXXV/2012 (10a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, décima época. Tomo
3. Libro XIII, octubre de 2012, p. 2038. Instancia: Segunda Sala. Registro: 2002065.

Alfonso Hernández Barrón 89


y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación
del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión”, lo cual implica
que las leyes y los tratados internacionales se encuentran en un plano
jerárquicamente inferior al de la Constitución, pues en el caso de las
leyes claramente se establece que “de ella emanan” y en el de los
tratados “que estén de acuerdo con la misma”. Por otra parte, la reforma
de 2011 no modificó los artículos 103, 105 y 107 constitucionales, en
la parte en que permiten someter al control constitucional tanto el
derecho interno, como los tratados internacionales, a través de la
acción de inconstitucionalidad, la controversia constitucional y el juicio
de amparo. Además, el propio artículo 1o. reformado dispone que en
nuestro país todas las personas gozan de los derechos humanos
reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de
los que México sea parte, pero categóricamente ordena que las
limitaciones y restricciones a su ejercicio sólo pueden establecerse
en la Constitución, no en los tratados; disposición que resulta acorde
con el principio de supremacía constitucional. Principio que también
es reconocido en el ámbito internacional, en el texto del artículo 46
de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre
Estados y Organizaciones Internacionales, al prever la posibilidad de
aducir como vicio en el consentimiento la existencia de una violación
manifiesta que afecte a una norma de importancia fundamental de
su derecho interno.
CONTROLDECONSTITUCIONALIDADYDECONVENCIONALIDAD
(REFORMA CONSTITUCIONAL DE 10 DE JUNIO DE 2011).17
Mediante reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el
10 de junio de 2011, se modificó el artículo 1o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, rediseñándose la
forma en la que los órganos del sistema jurisdiccional mexicano
deberán ejercer el control de constitucionalidad. Con anterioridad
a la reforma apuntada, de conformidad con el texto del artículo
103, fracción I, de la Constitución Federal, se entendía que el único

17 Tesis: 1a./J. 18/2012 (10a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, décima época. Tomo
1. Libro XV, Diciembre de 2012, p. 420. Instancia: Primera Sala. Registro: 2002264.

90 Los derechos humanos


órgano facultado para ejercer un control de constitucionalidad lo
era el Poder Judicial de la Federación, a través de los medios
establecidos en el propio precepto; no obstante, en virtud del
reformado texto del artículo 1o. constitucional, se da otro tipo de
control, ya que se estableció que todas las autoridades del Estado
mexicano tienen obligación de respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los que el propio Estado mexicano es parte, lo
que también comprende el control de convencionalidad. Por tanto,
se concluye que en el sistema jurídico mexicano actual, los jueces
nacionales tanto federales como del orden común, están facultados
para emitir pronunciamiento en respeto y garantía de los derechos
humanos reconocidos por la Constitución Federal y por los tratados
internacionales, con la limitante de que los jueces nacionales, en
los casos que se sometan a su consideración distintos de las vías
directas de control previstas en la Norma Fundamental, no podrán
hacer declaratoria de inconstitucionalidad de normas generales,
pues únicamente los órganos integrantes del Poder Judicial de
la Federación, actuando como jueces constitucionales, podrán
declarar la inconstitucionalidad de una norma por no ser conforme
con la Constitución o los tratados internacionales, mientras que
las demás autoridades jurisdiccionales del Estado mexicano sólo
podrán inaplicar la norma si consideran que no es conforme a la
Constitución Federal o a los tratados internacionales en materia de
derechos humanos.

En este sentido también destaca el hecho de que el 25 de octubre de


2012, el pleno de la SCJN dejó sin efectos las tesis jurisprudenciales
números P./J. 73/99 y P./J. 74/99, de rubros: “CONTROL JUDICIAL
DE LA CONSTITUCIÓN. ES ATRIBUCIÓN EXCLUSIVA DEL
PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN.” y “CONTROL DIFUSO
DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS GENERALES. NO
LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE LA CONSTITUCIÓN.”, con
lo que se clarifica aún más que los jueces locales o federales están

Alfonso Hernández Barrón 91


facultados para realizar no sólo control convencional, sino también
control constitucional, lo cual puede considerarse una consecuencia
muy relevante de las reformas de 2011 y de la propia determinación
de la SCJN. En la práctica esta situación implica que los jueces, al
advertir que una norma contraviene la constitución o los tratados
internacionales, están en posibilidad de inaplicarla.
La más reciente de las tesis generadas por el pleno de la SCJN
concentra los aspectos más relevantes en relación con el control de
convencionalidad, expresándolo de la siguiente manera:

CONTROL DIFUSO DE CONVENCIONALIDAD. LA INAPLICACIÓN


DE LA NORMA CUYA INCONVENCIONALIDAD SE DECLARA
SÓLO TRASCIENDE A UNA INCONSTITUCIONALIDAD
INDIRECTA DEL ACTO RECLAMADO AL NO EXISTIR LA
DECLARATORIA RELATIVA.18 En materia de derechos humanos
puede analizarse la contradicción entre una norma general interna
y un tratado internacional a través del juicio de amparo, pues si
bien es cierto que los juzgadores federales cuentan con facultades
constitucionales para realizar el control concentrado en términos
de los artículos 103, 105 y 107 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, también lo es que las tienen para
efectuar el control de convencionalidad con motivo de lo previsto
en los artículos 1o. y 133, última parte, de la propia Constitución,
así como de lo resuelto por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el caso Radilla Pacheco vs. Estados Unidos Mexicanos,
y por el Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en el asunto varios 912/2010, del que derivó la tesis P.
LXVII/2011 (9a.), de rubro: “CONTROL DE CONVENCIONALIDAD
EX OFFICIO EN UN MODELO DE CONTROL DIFUSO DE
CONSTITUCIONALIDAD.”. Lo anterior significa que una vez que
el juzgador realice el control de convencionalidad y determine que
una norma interna es contraria a determinado derecho humano
contenido en un tratado internacional e, incluso, a la interpretación
18 Tesis: P. V/2013 (10a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, décima época. Tomo
1. Libro XVIII, marzo de 2013, p. 363. Instancia: Pleno. Registro: 2003005.

92 Los derechos humanos


efectuada al respecto por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, debe analizar el acto reclamado prescindiendo del
precepto de derecho interno y aplicando el instrumento internacional
en materia de derechos humanos. En ese sentido, es innecesario
reflejar la inconvencionalidad de una norma de derecho interno
en los puntos resolutivos de la sentencia en la que se hace dicho
pronunciamiento, pues éste sólo trasciende al acto de aplicación,
en tanto que el control de convencionalidad no puede llegar más
allá de la inaplicación de la norma interna en el caso específico;
esto es, la inaplicación de la norma cuya inconvencionalidad se
declara sólo trasciende a una inconstitucionalidad indirecta del acto
reclamado, por lo que es innecesario llamar a juicio a las autoridades
emisoras de la norma cuya inconvencionalidad se demanda, pues
no habrá una declaratoria de inconstitucionalidad de ésta, sino sólo
su inaplicación respecto del acto reclamado.

En esta última tesis destacan tres aspectos relevantes:


primero, la confirmación de la facultad y la delimitación del marco
teórico para que los jueces realicen control concentrado de la
constitucionalidad, segundo, la confirmación de la facultad y la
delimitación del marco teórico para que los jueces realicen el
control de convencionalidad; y tercero, la especificación de que
un eventual control de constitucionalidad y convencionalidad sólo
aplica al caso concreto.
En relación con el control de constitucionalidad se confirma la
facultad y la delimitación del marco teórico para que los jueces lo
realicen en un modelo concentrado, al tenor de lo dispuesto por los
artículos 103, 105 y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
En cuanto al control de convencionalidad, se confirma la facultad
y la delimitación del marco teórico para que los jueces lo realicen al
tenor de lo dispuesto por los artículos 1° y 133 constitucionales, de
lo resuelto por la Coidh en el caso Radilla Pacheco, de los criterios
expresados en el referido expediente varios 912/10, resuelto por el

Alfonso Hernández Barrón 93


propio pleno y, de forma específica, conforme a lo expresado en la tesis
P. LXVII/2011 (9a.), de rubro: “CONTROL DE CONVENCIONALIDAD
EX OFFICIO EN UN MODELO DE CONTROL DIFUSO DE
CONSTITUCIONALIDAD”, citada anteriormente.
Finalmente, la especificación de que un eventual control de
constitucionalidad y convencionalidad sólo aplica al caso concreto,
nos lleva a la conocida “fórmula Otero”, característica de nuestra
tradición jurídica y que implica el amparo sólo para lo concerniente
al caso que se resuelve.

Control de convencionalidad realizado hasta junio de 2013

Como era de esperarse, las determinaciones de la SCJN amplían el


marco teórico de quienes operan los tribunales y clarifica en buena
medida el alcance de la reforma constitucional de 2011. Desde
entonces se han generado, hasta el primer semestre de 2013, más de
cien tesis de jurisprudencia, siendo las más abundantes en materia
de amparo y en la delimitación teórica de la convencionalidad y
los derechos humanos; de igual forma, las deliberaciones de los
jueces han producido significativos criterios en diversas materias,
que comentamos a continuación.
En materia laboral se ha interpretado que la legislación nacional
contiene mejores condiciones que la internacional en cuanto a
pensión de invalidez y que la cancelación de salarios caídos viola
el derecho humano a la igualdad y no discriminación, tratándose de
despidos injustificados.
En materia mercantil destaca que el pacto irrestricto de intereses
moratorios transgrede la prohibición legal de la usura, al tenor de lo
dispuesto por el artículo 21 de la Convención Americana, por lo que
se debe limitar su pago.
En materia fiscal y administrativa se han tocado aspectos
relacionados con los plazos para interponer recursos, la práctica
de visitas de inspección domiciliarias y la determinación de que
algunos artículos del Reglamento Interior del Tribunal de Justicia

94 Los derechos humanos


Fiscal y Administrativa violan el principio de acceso efectivo a los
medios de defensa previstos en la Convención Americana.
En materia penal se interpretan diversos puntos relacionados
con el procedimiento penal: se puntualizan aspectos en materia de
extradiciones, se pronuncian en materia de desaparición forzada
de personas y se obliga a la consideración de los instrumentos
internacionales a favor de las víctimas del delito, entre otros. En
relación al fuero militar, se reiteran los criterios para su restricción.
En materia familiar se expresan criterios para determinar juicios
de alimentos desde el interés superior de la niñez, así como
aspectos relacionados con la reparación del daño.
Aunque de forma incipiente, también se han expresado criterios
en relación con acceso a la información, grupos vulnerables,
derechos económicos, sociales y culturales.
A continuación algunos rubros reveladores con sus respectivas
referencias:

Laboral
Pensión de invalidez. La prevista en la legislación nacional
establece mejores condiciones que las reguladas como mínimas
en el marco legal internacional de los derechos humanos.19
Seguridad pública. El artículo 50 de la ley de la materia del estado
de Guanajuato, al proscribir el pago de salarios caídos en caso de
cese injustificado de los miembros de las instituciones policiacas,
viola el derecho humano a la igualdad y no discriminación previsto
en los artículos 1o. De la constitución federal, 26 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 24 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (control de convencionalidad
ex officio).20
Mercantil

19 Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XVI, enero de 2013. Tomo 3, p.
2107. I.9o.T.13 L (10a.). 27. Registro nº 2 002 588
20 Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XII, septiembre de 2012. Tomo 3,
p. 1978. XVI.1o.A.T.10 K (10a.). 58. Registro nº 2 001 769

Alfonso Hernández Barrón 95


Derechos humanos. El principio pro homine es inaplicable
cuando tratándose del cumplimiento de un contrato, el quejoso
alega que el juzgador debe elegir lo más favorable para él, entre lo
expresamente pactado en el acuerdo de voluntades y lo dispuesto
por la ley.21
Intereses moratorios en un título de crédito. El artículo 174 de
la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que permite
su pacto irrestricto transgrede el derecho humano de prohibición
legal de la usura establecido en el artículo 21, numeral 3, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.22

Fiscal
Tribunal Federal de justicia fiscal y administrativa. El artículo 39,
párrafo segundo, de su reglamento interior, al establecer una restricción
al derecho humano de acceso a la justicia, transgrede el artículo 8,
numeral 1, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. 23

Penal
Derechos humanos. Los tribunales de la federación deben
promover, respetar, proteger y garantizarlos, así como interpretar y
aplicar retroactivamente la normativa constitucional y convencional
expedida con anterioridad a la publicación del acuerdo general
11/2012 del pleno del consejo de la judicatura federal, no sólo en favor
del sujeto activo del delito, sino también de la víctima u ofendido.24

Civil y familiar
Competencia en los juicios de divorcio incausado y alimentos.
21 Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XVIII, marzo de 2013. Tomo 3, p.
1992. I.2o.C.6 C (10a.). 13. Registro nº 2 003 027
22 Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XI, agosto de 2012. Tomo 2, p.
1735. XXX.1o.2 C (10a.). 66. Registro nº 2 001 361
23 Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XI, agosto de 2012. Tomo 2, p.
2014. VIII.2o.P.A.12 A (10a.). 76. Registro No. 2 001 533
24 Localización: [J]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XV, diciembre de 2012. Tomo 2, p.
1163. I.7o.P. J/1 (10a.). 32. Registro nº 2 002 288

96 Los derechos humanos


Atendiendo al interés superior del menor y al principio pro homine
en el examen de los derechos humanos, debe prevalecer la regla
de competencia especial a favor del actor o acreedor alimentario,
sobre la genérica que atiende al domicilio conyugal de los
divorciantes.25
Daño moral. Cuando la víctima de un acto ilícito fallece, su familia
tiene legitimación activa para reclamar la indemnización relativa,
por ser también víctima de violaciones de derechos humanos
(legislación del Distrito Federal).26

Derechos sociales
Derechos humanos. El relativo a una vivienda digna y decorosa
debe ser analizado a la luz de los principios plasmados en la
constitución federal y tratados internacionales, a partir de una
interpretación más amplia que favorezca en todo momento a las
personas (aplicación del artículo 1o., párrafo segundo, constitucional
-principio pro homine-).27

Derecho a la información
Censura previa. Está prohibida por la Convención Americana
sobre Derechos Humanos como restricción a los derechos
fundamentales a la información y a la libertad de expresión, a
menos de que se actualice la excepción contenida en su artículo
13, numeral 4.28

En estas tesis se advierten las primeras expresiones realizadas


por los operadores jurídicos en relación con los derechos humanos y
25 Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XI, agosto de 2012. Tomo 2, p.
1668. I.11o.C.4 C (10a.). 64. Registro nº 2 001 257
26 Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro VIII, mayo de 2012. Tomo 2, p.
1835. I.7o.C.7 C (10a.). 85. Registro nº 2 000 759
27 Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro IV, enero de 2012. Tomo 5, P.
4335. VI.1o.A.7 A (10a.). 102. Registro nº. 2 000 085
28 Localización: [TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XVII, febrero de 2013. Tomo 2, p.
1329. I.4o.A.13 K (10a.). 21. Registro nº 2 002 720

Alfonso Hernández Barrón 97


el control de convencionalidad; ciertamente encontramos puntos de
incertidumbre que deberán asentarse bajo el ya señalado principio
de máxima protección, de tal forma que conforme se reiteren los
criterios, seguramente se clarificará la interpretación.
Por ahora, lo relevante es cómo la reforma se convierte en el
referente sobre el que se están ocupando los jueces del país, dejando
en claro el replanteamiento de varios paradigmas de la tradición
jurídica mexicana, por lo que resulta urgente el conocimiento de los
instrumentos internacionales y los criterios emitidos por la Coidh.

Precedentes del control de convencionalidad

Como complemento al presente capítulo habría que señalar que


antes de lo determinado por la SCJN en junio de 2011, algunos
órganos jurisdiccionales se habían pronunciado respecto al control
de convencionalidad, incluso lo habían ejercido, tal es el caso de
lo resuelto por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación al dictar sentencia respecto al juicio para
la protección de los derechos político electorales del ciudadano
Jorge Hank Rhon el 6 de julio de 2007, dentro del expediente SUP-
JDC-695/2007, y donde aplicaron el derecho de una persona a
ser votada tal y como lo dispone la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, generando como precedente la siguiente tesis
que posteriormente se consolidaría como jurisprudencia:

DERECHO A SER VOTADO. NO DEBE VULNERARSE POR


OCUPAR UN CARGO DE ELECCIÓN POPULAR (LEGISLACIÓN DE
BAJA CALIFORNIA).- La interpretación sistemática de los artículos 41,
fracción VI, 42, párrafo tercero, y 80, fracción IV, de la Constitución
Política del Estado Libre y Soberano de Baja California, conforme con
el 1° y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y 1°, 2°,
23, 29 y 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
permite establecer que el hecho de que un ciudadano esté en ejercicio

98 Los derechos humanos


de un cargo de elección popular, no impide que pueda registrarse
como candidato para contender por otro cargo de esa naturaleza, aun
cuando no hubiera concluido el periodo para el que fue electo, siempre
que se separe dentro del término legalmente exigido. Acorde con lo
anterior, cualquier condición adicional que se imponga al ejercicio de
los derechos político electorales deberá basarse exclusivamente en
calidades inherentes a la persona, además de ser necesaria e idónea
para lograr la finalidad perseguida, y obedecer a criterios objetivos,
racionales y proporcionales, que tengan como base algún principio o
valor fundamental del sistema constitucional; por tanto, la limitación a
la posibilidad de contender de un ciudadano, durante el desempeño de
un cargo de elección popular, debe hacerse en armonía con el texto
fundamental y los instrumentos internacionales en cuanto potencian el
derecho a ser votado.29

Otro caso atendido por un tribunal colegiado en materia


administrativa, respecto al mismo control de convencionalidad,
generó la siguiente tesis de jurisprudencia:
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD. DEBE SER EJERCIDO
POR LOS JUECES DEL ESTADO MEXICANO EN LOS ASUNTOS
SOMETIDOS A SU CONSIDERACIÓN, A FIN DE VERIFICAR QUE
LA LEGISLACIÓN INTERNA NO CONTRAVENGA EL OBJETO
Y FINALIDAD DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE
DERECHOS HUMANOS. La Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha emitido criterios en el sentido de que, cuando un Estado,
como en este caso México, ha ratificado un tratado internacional,
como lo es la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
sus Jueces, como parte del aparato estatal, deben velar porque las
disposiciones ahí contenidas no se vean mermadas o limitadas por
disposiciones internas que contraríen su objeto y fin, por lo que se

29 La Sala Superior en sesión pública celebrada el 10 de febrero de 2010, aprobó este criterio
como jurisprudencia obligatoria, bajo el número 2/2010, publicada en la Gaceta de Jurisprudencia
y Tesis en materia electoral, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, año 3, número
6, 2010, pp. 24 y 25. Disponible en la dirección electrónica del Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación: http://www.te.gob.mx/IUSE/tesisjur.aspx?idTesis=1351

Alfonso Hernández Barrón 99


debe ejercer un “control de convencionalidad” entre las normas de
derecho interno y la propia convención, tomando en cuenta para
ello no sólo el tratado, sino también la interpretación que de él se
ha realizado. Lo anterior adquiere relevancia para aquellos órganos
que tienen a su cargo funciones jurisdiccionales, pues deben tratar
de suprimir, en todo momento, prácticas que tiendan a denegar o
delimitar el derecho de acceso a la justicia.30

No obstante, lo determinante en materia de control de


convencionalidad es, como ha quedado explicado, lo expresado
por la SCJN, al establecer la obligación de realizarlo oficiosamente
y siguiendo los siguientes criterios:
a) Interpretación conforme en sentido amplio […] los jueces
del país al igual que todas las demás autoridades del Estado
mexicano, deben interpretar el orden jurídico a la luz y conforme
a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los
tratados internacionales en los cuales el Estado Mexicano sea
parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas con la protección
más amplia.
b) Interpretación conforme en sentido estricto, […] cuando hay varias
interpretaciones jurídicamente válidas, los jueces deben, partiendo
de la presunción de constitucionalidad de las leyes, preferir aquella
que hace a la ley acorde a los derechos humanos reconocidos
en la Constitución y en los tratados internacionales en los que el
Estado mexicano sea parte, para evitar incidir o vulnerar el contenido
esencial de estos derechos; y,
c) Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores no son
posibles.31

30 Tesis: I.4o.A.91 K, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época. Tomo XXXI,
marzo de 2010, p. 2927. Instancia: Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito. Registro: 165074.
31 Supra, nota 14, Tesis: P. LXIX/2011(9a.).

100 Los derechos humanos


V. El derecho internacional de los
derechos humanos y su impacto en la
legislación mexicana

La recepción de los derechos humanos en el sistema jurídico mexicano.


La reforma constitucional de junio de 2011. Leyes complementarias a la
reforma; la nueva Ley de Amparo; la Ley General para Prevenir, Sancionar
y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protec-
ción y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos; la Ley para la Protección
de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; la Ley Ge-
neral de Víctimas. Catálogo de derechos de las víctimas de delito.

La recepción de los derechos humanos en el sistema


jurídico mexicano

En nuestro País la recepción del derecho internacional en materia


de derechos humanos tiene una larga trayectoria que inicia con su
incorporación a organismos como la ONU y la OEA, donde a su vez
se integra a los sistemas internacionales de derechos humanos,
pasando por la suscripción de más de 170 tratados especializados;1
la creación del sistema público para la defensa de los derechos
humanos en 1990; la aprobación de leyes y publicación de decretos
vinculados con la materia, como la Ley sobre Celebración de
Tratados, publicada el 2 de enero de 1992, el decreto mediante el

1  El Centro de Documentación y Análisis, Archivos y Compilación de Leyes de la SCJN


presenta una relación actualizada de los tratados internacionales de los que México
forma parte, se encuentra disponible en: http://www2.scjn.gob.mx/red/constitucion/
TI.html, también puede solicitarse en el correo cdaacl@mail.scjn.gob.mx. Última vista
el 30 de julio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 101


que se formaliza el sometimiento de México a la jurisdicción de la
Corte Interamericana y las recientes reformas constitucionales.
No obstante lo anterior, hasta el 9 de junio de 2011 la recepción del
derecho internacional en el sistema jurídico mexicano se realizaba
básicamente desde la fundamentación constitucional establecida
en el artículo 133 que, desde el 18 de enero de 1934 no ha sufrido
modificaciones, señala lo siguiente:
Artículo 133: Esta Constitución, las leyes del congreso de la Unión
que emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo
con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de
la República, con aprobación del Senado, serán Ley Suprema en
toda la Unión. Los jueces de cada estado se arreglarán a dicha
Constitución, las leyes y tratados, a pesar de las disposiciones
en contrario que pueda haber en las constituciones o leyes de los
Estados.

No obstante, y a pesar de que este artículo es muy enfático al


señalar que la Constitución política, las leyes federales y las normas
de carácter internacional integran la ley suprema de la nación, se
planteaba cierta incertidumbre respecto a la jerarquía entre ellas, lo
cual implicaba dificultades prácticas entre los operadores jurídicos,
por lo que la aplicación de instrumentos internacionales era muy
limitada. Anteriormente, esta incertidumbre fue resuelta por el pleno
de la SCJN mediante una tesis de jurisprudencia que sostenía
que los tratados internacionales se ubican jerárquicamente por
encima de las leyes federales, y en un segundo plano respecto
de la Constitución federal, criterio que se transcribe para mayor
ilustración:

TRATADOSINTERNACIONALES.SEUBICANJERÁRQUICAMENTE
POR ENCIMA DE LAS LEYES FEDERALES Y EN UN SEGUNDO
PLANO RESPECTO DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.2

2 Tesis: P. LXXVII/99, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época. Tomo X,


noviembre de 1999, p. 46. Instancia: Pleno. Registro 192867.

102 Los derechos humanos


Persistentemente en la doctrina se ha formulado la interrogante
respecto a la jerarquía de normas en nuestro derecho. Existe
unanimidad respecto de que la Constitución federal es la norma
fundamental y que aunque en principio la expresión “... serán la Ley
Suprema de toda la Unión...” parece indicar que no sólo la Carta
Magna es la suprema, la objeción es superada por el hecho de que
las leyes deben emanar de la Constitución y ser aprobadas por un
órgano constituido, como lo es el Congreso de la Unión y de que los
tratados deben estar de acuerdo con la Ley Fundamental, lo que
claramente indica que sólo la Constitución es la Ley Suprema. El
problema respecto a la jerarquía de las demás normas del sistema, ha
encontrado en la jurisprudencia y en la doctrina distintas soluciones,
entre las que destacan: supremacía del derecho federal frente al
local y misma jerarquía de los dos, en sus variantes lisa y llana, y
con la existencia de “leyes constitucionales”, y la de que será ley
suprema la que sea calificada de constitucional. No obstante, esta
Suprema Corte de Justicia considera que los tratados internacionales
se encuentran en un segundo plano inmediatamente debajo de la
Ley Fundamental y por encima del derecho federal y el local. Esta
interpretación del artículo 133 constitucional, deriva de que estos
compromisos internacionales son asumidos por el Estado mexicano
en su conjunto y comprometen a todas sus autoridades frente a la
comunidad internacional; por ello se explica que el Constituyente
haya facultado al presidente de la República a suscribir los tratados
internacionales en su calidad de jefe de Estado y, de la misma
manera, el Senado interviene como representante de la voluntad de
las entidades federativas y, por medio de su ratificación, obliga a sus
autoridades. Otro aspecto importante para considerar esta jerarquía
de los tratados, es la relativa a que en esta materia no existe limitación
competencial entre la Federación y las entidades federativas, esto es,
no se toma en cuenta la competencia federal o local del contenido
del tratado, sino que por mandato expreso del propio artículo 133
el presidente de la República y el Senado pueden obligar al Estado
mexicano en cualquier materia, independientemente de que para
otros efectos ésta sea competencia de las entidades federativas.

Alfonso Hernández Barrón 103


Esta tesis clarificaba tres aspectos relevantes: primero, el nivel de
importancia de los tratados internacionales; segundo, la facultad del
Ejecutivo y del Senado para asumir compromisos internacionales
en representación del Estado mexicano; y tercero, la subordinación
de las entidades federativas aun en materias que originalmente son
de su competencia. Como consecuencia estableció tres niveles de
jerarquía donde ratifica a la Constitución general en el primer nivel,
en segundo a los tratados y en tercero a la legislación federal.
En una tesis anterior a la citada, la SCJN había sostenido el criterio
de que los tratados y las leyes federales tenían la misma jerarquía,
tesis P. C/92, de rubro: “LEYES FEDERALES Y TRATADOS
INTERNACIONALES. TIENEN LA MISMA JERARQUÍA
NORMATIVA;”3 sin embargo, ese criterio se cambió con la tesis
citada al inicio, mediante la cual se estableció una categoría
intermedia entre la Constitución y las leyes federales, un nuevo
eslabón en la pirámide de Kelsen. A pesar de esto, la aplicación de
instrumentos internacionales en el derecho interno resultaba más
bien marginal, por lo que la reforma de junio de 2011 significó un
importante impulso para la tutela de los derechos humanos desde
la perspectiva de los compromisos internacionales.

La reforma constitucional de junio de 2011

Los artículos reformados y vigentes a partir del 11 de junio de


2011 fueron once, destacando como punto de referencia la nueva
redacción del artículo 1o., que a partir de entonces establece lo
siguiente:
TÍTULO PRIMERO
CAPÍTULO I
DE LOS DERECHOS HUMANOS Y SUS GARANTÍAS
Artículo 1o.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas
gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución

3 Tesis: P. C/92, Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, octava época, nº 60, diciembre
de 1992, p. 27. Instancia: Pleno. Registro: 205596.

104 Los derechos humanos


y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea
parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio
no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de
conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales
de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia.
Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias,
tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar
los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos
que establezca la ley. [...].

Con esta reforma, el constitucionalismo mexicano transforma


los derechos humanos en derechos fundamentales, al expresar
de forma literal su reconocimiento en el máximo texto jurídico
y dando pie a un catálogo amplio donde se incluyen todos los
derechos contenidos en los instrumentos internacionales suscritos
y ratificados por nuestro país, lo cual es de gran trascendencia para
los operadores jurídicos y, desde luego, para la población.
Los demás artículos reformados son el 3°, 11, 15, 18, 29, 33, 89,
97, 102 y 105; en ellos se abordan diversas aristas de los derechos
humanos, que incluyen no sólo aspectos jurídicos, sino también
nuevas implicaciones en materia educativa, ya que al tenor de lo
dispuesto en la reforma del artículo tercero, ahora la educación
que imparta el Estado debe fomentar el respeto a los derechos
humanos. En relación con las nuevas dimensiones de los derechos
humanos en nuestro país, los aspectos más relevantes de esta
reforma Constitucional son los siguientes:
Se elevan a rango constitucional los derechos humanos protegidos
por los tratados internacionales ratificados por México.

Alfonso Hernández Barrón 105


En caso de colisión entre lo dispuesto por la legislación interna
y los instrumentos internacionales, se aplicarán las normas que
presenten mayores beneficios para las personas (principio pro
persona).
Establece como deberes de las autoridades, promover, respetar,
proteger y garantizar los derechos humanos.
Establece como obligaciones las de prevenir, investigar, sancionar
y reparar las violaciones a los derechos humanos.
Se identifican los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad.

Posterior a esta reforma se realizaron otras que incorporaron


al texto constitucional derechos humanos como el derecho a la
alimentación, al agua y a la reparación del daño ambiental.4

Leyes complementarias a la reforma

Después de la reforma constitucional de 2011, han sido aprobadas


legislaciones secundarias vinculadas con la materia, tales como
la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos
Humanos y Periodistas, la Ley General para Prevenir, Sancionar
y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la
Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, la nueva
Ley de Amparo, la Ley General de Víctimas, la Ley Federal de
Justicia para Adolescentes5 y la Ley Federal de Responsabilidad
Ambiental.6
4 Artículo 4º reformado el 8 de febrero de 2012. “[…] Toda persona tiene derecho a la alimentación
nutritiva, suficiente y de calidad. […] Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para
su desarrollo y bienestar. […] El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien
lo provoque […] Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para
consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible […]”.
5 Publicada el 27 de diciembre de 2012 y que entrará en vigor en diciembre de 2014.
6 Publicada y vigente a partir del 7 de julio del presente año; esta ley tiene por objetivo la
protección, la preservación y restauración del ambiente y el equilibrio ecológico, para garantizar
los derechos humanos a un medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar de toda persona,
y a la responsabilidad generada por el daño y el deterioro ambiental. Artículo 1º.

106 Los derechos humanos


La nueva Ley de Amparo

Previo a la reforma constitucional del 10 de junio del 2011, se


publicó otra el 6 de junio del mismo año, mediante la cual se
reformaron, adicionaron y derogaron diversas disposiciones de los
artículos 94, 103, 104 y 107 en materia de amparo, destacando
el nuevo contenido del artículo 103, que establece la competencia
de los tribunales para conocer y resolver sobre actos u omisiones
de autoridades que violen derechos humanos. Tal situación se
complementó el 2 de abril del 2013 con la publicación de la nueva
Ley de Amparo que ahora establece lo siguiente:
Artículo 1o. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda
controversia que se suscite:
I. Por normas generales, actos u omisiones de autoridad que violen
los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para
su protección por la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como por los tratados internacionales de los que el
Estado mexicano sea parte;
II. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad federal
que vulneren o restrinjan la soberanía de los estados o la esfera
de competencias del Distrito Federal, siempre y cuando se violen
los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para
su protección por la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; y
III. Por normas generales, actos u omisiones de las autoridades
de los estados o del Distrito Federal, que invadan la esfera de
competencia de la autoridad federal, siempre y cuando se violen
los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas por la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. […]

La Ley de Amparo es de especial significado en el derecho


mexicano, es el marco teórico del recurso jurídico más importante
en nuestro sistema de justicia, por lo que la inclusión directa de los
derechos humanos clarifica que la reforma constitucional implica

Alfonso Hernández Barrón 107


un cambio de paradigmas transversal en nuestro derecho. De esta
nueva ley también destaca el contenido de los artículos 107, 108 y
175, que en lo más relevante señalan lo siguiente:
Artículo 107. El amparo indirecto procede:
I. Contra normas generales que por su sola entrada en vigor o con
motivo del primer acto de su aplicación causen perjuicio al quejoso.
Para los efectos de esta Ley, se entiende por normas generales,
entre otras, las siguientes:
a) Los tratados internacionales aprobados en los términos previstos
en el artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; salvo aquellas disposiciones en que tales tratados
reconozcan derechos humanos; […]
III. Contra actos, omisiones o resoluciones provenientes de un
procedimiento administrativo seguido en forma de juicio, siempre
que se trate de: […]
b) Actos en el procedimiento que sean de imposible reparación,
entendiéndose por ellos los que afecten materialmente derechos
sustantivos tutelados en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y en los tratados internacionales de los que el
Estado mexicano sea parte; […]
V. Contra actos en juicio cuyos efectos sean de imposible reparación,
entendiéndose por ellos los que afecten materialmente derechos
sustantivos tutelados en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y en los tratados internacionales de los que el
Estado mexicano sea parte; […]
Artículo 108. La demanda de amparo indirecto deberá formularse
por escrito o por medios electrónicos en los casos que la ley lo
autorice, en la que se expresará: […]
VI. Los preceptos que, conforme al artículo 1º de esta Ley, contengan
los derechos humanos y las garantías cuya violación se reclame;[…]
Artículo 175. La demanda de amparo directo deberá formularse por
escrito, en el que se expresarán: […]
VI. Los preceptos que, conforme a la fracción I del artículo 1º de esta
Ley, contengan los derechos humanos cuya violación se reclame; […]

108 Los derechos humanos


Como se deduce, ahora hay un replanteamiento de paradigmas
que obliga a establecer las responsabilidades que devienen a los
órganos jurisdiccionales, cómo deben realizar la interpretación de
los instrumentos internacionales, determinar qué mecanismo se
utilizará para establecer cuál es la legislación más favorable y, en
su caso, qué hacer con la legislación interna que resulte superada
por el principio pro persona. Estos aspectos están moviendo a la
tradición jurídica mexicana y se engloban en la expresión “control
de convencionalidad”, analizado en el capítulo anterior.

Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en


Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia
a las Víctimas de estos Delitos

Es un documento legislativo que sin duda refleja la influencia del


derecho internacional de los derechos humanos en nuestro país;
fue publicada el 14 de junio de 2012, derogando la anterior Ley para
Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, que apenas cumpliría
cinco años de vigencia.
Esta ley tiene por objetivo coordinar acciones para la prevención,
investigación, persecución y sanción de los delitos en materia
de trata de personas, establecer los tipos penales en la materia,
los mecanismos para tutelar la vida, la dignidad, la libertad, la
integridad y la seguridad de las personas, así como reparar el daño
a las víctimas de este delito.
En su artículo tercero establece una serie de principios que se
vinculan con el derecho internacional de los derechos humanos,
entre ellos el de máxima protección, de perspectiva de género, de
prohibición de la esclavitud y de la discriminación, del interés superior
de la infancia, de la debida diligencia, de la prohibición de devolución
o expulsión de personas, del derecho a la reparación del daño, de la
garantía de no revictimización, de laicidad y libertad de religión, de
presunción de minoría de edad y el de que las medidas de atención,
asistencia y protección beneficiarán a todas las víctimas.

Alfonso Hernández Barrón 109


Como delitos en materia de trata de personas establece la
esclavitud, la condición de siervo, la prostitución ajena u otras
formas de explotación sexual, la explotación laboral, el trabajo o
servicios forzados, la mendicidad forzosa, la utilización de personas
menores de dieciocho años en actividades delictivas, la adopción
ilegal de persona menor de dieciocho años, el matrimonio forzoso
o servil, el tráfico de órganos, tejidos y células de seres humanos
vivos, y la experimentación biomédica ilícita en seres humanos.
Como parte de la reparación del daño considera todas las
medidas para garantizar a la víctima la restitución de sus derechos,
indemnización y rehabilitación por los daños sufridos, así como
garantías de no repetición, entre las que se encuentra el acceso al
“derecho a la verdad”, al cual otorga la finalidad de “poder conocer
lo que verdaderamente sucedió”.7 En el rubro de reparación
también destaca que deberá ser proporcional a la gravedad del
daño causado y a la afectación del “proyecto de vida”, y entre otras
compensaciones se prevén acciones para restablecer la dignidad y
la reputación de las víctimas.
Establece un catálogo de derechos de las víctimas y testigos,
entre los que se consideran la protección y asistencia inmediatas y
la obligación de diseñar y aplicar modelos que ofrezcan alternativas
dignas y apropiadas para las víctimas, con el propósito de restituirles
sus derechos humanos, además de ser tratadas con humanidad y
respeto por su dignidad.8
De igual forma prevé la integración y funcionamiento de una
Comisión Intersecretarial para realizar acciones de coordinación,
inspección, vigilancia y evaluación de acciones, en cuyas reuniones
consideran la participación de representantes de organizaciones
de la sociedad civil y de expertos académicos con conocimiento y
trabajo relevante sobre el tema de trata de personas.
Como políticas y programas de prevención se establecen
actividades de investigación y campañas de información y difusión,
7  Ver infra, nota 11 y páginas 172 y 173.
8  Fracción VI del artículo 62 y fracción I del artículo 66.

110 Los derechos humanos


la cooperación con organizaciones no gubernamentales y la
implementación de medidas legislativas, educativas, sociales y
culturales.
Entre otras obligaciones, señala que todos los niveles de gobierno
deben crear refugios o modelos de protección y asistencia de
emergencia, supervisar negocios que puedan ser propicios para la
comisión de la trata de personas y realizar búsquedas inmediatas
ante cualquier reporte de persona extraviada, sustraída o ausente,
librando una alerta general a todas las instancias de procuración
de justicia y policiales en todo el territorio nacional y fuera de éste,
así como al Instituto Nacional de Migración y a la Secretaría de
Relaciones Exteriores, para impedir que la persona reportada
pueda ser sacada del país.
También contiene una serie de principios y técnicas para la
investigación, procesamiento e imposición de las sanciones
mediante los cuales establece obligaciones específicas a los
policías, a los titulares de las agencias del Ministerio Público y de
instancias jurisdiccionales.

Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos


Humanos y Periodistas

Otra de las leyes que reflejan la influencia del derecho internacional


de los derechos humanos en nuestro país es la Ley para la Protección
de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas,
que fue publicada el 25 de junio de 2012 y entró en vigor al día
siguiente; tiene por objetivo coordinar acciones para garantizar
la vida, la integridad, la libertad y la seguridad de defensores de
derechos humanos y comunicadores que se encuentren en riesgo.
Propone un mecanismo de protección y un fondo de ayuda; el
mecanismo lo preside un colegiado donde participan servidores
públicos del Poder Ejecutivo, de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, además podrá invitarse a miembros del Poder
Legislativo y a un representante de las Naciones Unidas. También

Alfonso Hernández Barrón 111


contempla un consejo consultivo que debe integrarse con personas
expertas en el tema.
El mecanismo de protección prevé la recepción de casos y la
reacción rápida para implementar medidas urgentes de protección
hasta en un plazo de tres horas después de recibida una solicitud.
Dentro de las medidas de protección se contemplan la evacuación,
reubicación, asignación de escoltas, protección de inmuebles,
entrega de equipos de comunicación, instalación de cámaras,
chalecos antibalas, detector de metales, autos blindados, etcétera.

Ley General de Víctimas

Esta ley, publicada en enero de 2013, refleja de forma amplia la


influencia del derecho internacional de los derechos humanos en
la legislación mexicana. Se relaciona de forma expresa con los
artículos 1°, párrafo tercero; 17 y 20 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y con los tratados internacionales
en materia de víctimas que nuestro país ha suscrito y ratificado.9
La ley tiene por objetivo reconocer y garantizar los derechos
de las víctimas del delito y de violaciones a derechos humanos y
establece obligaciones para los tres niveles de gobierno a efecto de
que proporcionen ayuda, asistencia y reparación integral a favor de
las víctimas. Cabe señalar que una vez publicada recibió múltiples
cuestionamientos de organizaciones civiles, académicos y víctimas,
lo que en buena medida motivó un replanteamiento casi total de su
contenido apenas dos meses después de su entrada en vigor.

9 Existe como precedente la Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las
Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder, aprobada por la Asamblea General de la ONU el 29 de
noviembre 1985 y que en esencia planteaba una serie de principios divididos en los siguientes
bloques: el acceso a la justicia y trato justo, la restitución, la compensación, la asistencia, la
identificación de víctimas del abuso de poder. Disponible en: http://www.ohchr.org/EN/
ProfessionalInterest/Pages/VictimsOfCrimeAndAbuseOfPower.aspx . Otro precedente son los
cuatro Convenios de Ginebra para la Protección de las Víctimas de la Guerra, publicados el 23 de
junio de 1953, donde desde la perspectiva del derecho humanitario se alude el deber de tratar con
humanidad a las personas y, por ejemplo, tratándose de cadáveres, impone la obligación de que
se entierren “honorablemente”.

112 Los derechos humanos


Esta legislación propone novedosas figuras y una serie de
principios poco ortodoxos, tal es el caso de los principios de
dignidad, buena fe, enfoque diferencial y especializado, enfoque
transformador, mínimo existencial, no criminalización, victimización
secundaria y el principio de trato preferente.10
Esta variedad de principios, que en algunos casos pudieran
considerarse obviedades, se explica por diversas razones,
destacando desde luego el hecho de ser la primera ley en su tipo,
surgida de un particular ambiente de frustración y reclamo social
de cientos de familiares y amigos de personas asesinadas o
desaparecidas durante una etapa de persecución gubernamental
a grupos delictivos que fue conocida como la “guerra contra el
narcotráfico”.
En materia de reparación del daño establecen un marco teórico
amplio y acorde a los criterios de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, considerando medidas de restitución, rehabilitación,
compensación, satisfacción y garantías de no repetición, en sus
dimensiones individual, colectiva, material, moral y simbólica.
Entre los aspectos relevantes se encuentran tres denominaciones
de víctimas, directas, indirectas y potenciales, una novedosa
definición del derecho a la verdad;11 también propone, en su
artículo 5°, una definición de dignidad considerándola como un
“valor, principio y derecho fundamental base y condición de todos

10 Se describen en su artículo quinto, donde los coloca al lado de otros principios más cercanos a
la ortodoxia jurídica como son los principios de complementariedad, debida diligencia, gratuidad,
igualdad y no discriminación, integralidad, indivisibilidad e interdependencia, máxima protección,
participación conjunta, progresividad y no regresividad, publicidad, rendición de cuentas y
transparencia.
11 Lo identifica en su artículos 18 como el que tienen “las víctimas y la sociedad en general de
conocer los hechos constitutivos del delito y de las violaciones a derechos humanos de que fueron
objeto, la identidad de los responsables, las circunstancias que hayan propiciado su comisión, así
como tener acceso a la justicia en condiciones de igualdad”. De igual forma lo complementa en
el artículo 19, donde se establece que “las víctimas tienen el derecho imprescriptible a conocer
la verdad y a recibir información específica sobre las violaciones de derechos o los delitos que las
afectaron directamente, incluidas las circunstancias en que ocurrieron los hechos y, en los casos
de personas desaparecidas, ausentes, no localizadas, extraviadas o fallecidas, a conocer su destino
o paradero o el de sus restos”. Páginas 172 y 173.

Alfonso Hernández Barrón 113


los demás que implica la comprensión de la persona como titular y
sujeto de derechos y a no ser objeto de violencia o arbitrariedades
por parte del Estado o de los particulares”.
Esta ley establece además un amplio catálogo de derechos de
las víctimas en cinco bloques: derechos de ayuda, asistencia y
atención del derecho; derechos de acceso a la justicia; derechos
de las víctimas en el proceso penal; derecho a la verdad; y derecho
a la reparación integral.
También establece medidas de ayuda inmediata en materia de
alojamiento y alimentación, transporte, de protección, de asesoría
jurídica y en materia de asistencia y atención.
En lo estructural, establece un sistema nacional de atención a
víctimas, integrado por representantes de los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, y de organismos públicos como la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos; también prevé un registro
nacional de víctimas y la creación de un fondo de ayuda, asistencia
y reparación integral.
La especificación detallada de los derechos de las personas
que han sido víctimas de un delito se debe considerar como uno
de los avances más significativos de los derechos humanos en
nuestro sistema jurídico, por lo que como colofón de este capítulo
se presenta el siguiente apartado.

Catálogo de derechos de las víctimas de delito12

Toda persona víctima de cualquier tipo de delito tiene los siguientes


derechos:
1. A ser tratada con humanidad y respeto de su dignidad y sus derechos
humanos.
2. A la protección del Estado con respeto a su dignidad y privacidad,
esto implica que tiene derecho a solicitar y a recibir ayuda, asistencia
y atención en forma oportuna, rápida, equitativa, gratuita y efectiva por
personal especializado.

12  Basado en el artículo séptimo de la Ley General de Víctimas.

114 Los derechos humanos


3. A la protección y salvaguarda de su vida, su integridad corporal, su
libertad y su intimidad, para esto debe contar con medidas de protección
eficaces cuando se encuentre amenazada o se halle en riesgo.
4. A solicitar y a recibir información clara, precisa y accesible sobre
las rutas y los medios de acceso a los procedimientos, mecanismos y
medidas para lograr el pleno ejercicio de cada uno de sus derechos.
5. En caso de ser extranjera, tiene derecho a que el consulado de su
país de origen sea inmediatamente notificado conforme a las normas
internacionales que protegen el derecho a la asistencia consular.
6. A la reunificación familiar cuando por razón del tipo de victimización
su núcleo familiar se encuentre dividido.
7. A retornar a su lugar de origen o a reubicarse en condiciones de
voluntariedad, seguridad y dignidad, para lo cual debe recibir el apoyo
de cualquiera de los niveles de gobierno.
8. A recibir gratuitamente la asistencia de un intérprete o traductor de
su lengua, en caso de que no comprendan el idioma español o tenga
discapacidad auditiva, verbal o visual.
9. A recibir tratamiento especializado que le permita su rehabilitación
física y psicológica con la finalidad de lograr su reintegración a la
sociedad.
10. A acceder a los mecanismos de justicia disponibles para determinar
la responsabilidad en la comisión del delito o de la violación de los
derechos humanos.
11. A tomar decisiones informadas sobre las vías de acceso a la justicia
o mecanismos alternativos.
12. A una investigación pronta, efectiva y eficaz que permita el
esclarecimiento de los hechos y lleve a la identificación, captura,
procesamiento y sanción adecuada de todos los responsables.
13. A la justicia y a la reparación integral del daño.
14. A conocer la verdad.
15. A participar en la búsqueda de la verdad de los hechos.
16. A obtener en forma oportuna, rápida y efectiva todos los documentos
que requiera para el ejercicio de sus derechos.
17. A conocer el estado de los procesos judiciales y administrativos en
los que intervenga.
18. A ser efectivamente escuchada por la autoridad respectiva cuando
se encuentre presente en la audiencia, diligencia o en cualquier otra
actuación y antes de que la autoridad se pronuncie.

Alfonso Hernández Barrón 115


19. A ser notificada de las resoluciones relativas a sus solicitudes.
20. A ejercer los recursos legales en contra de las decisiones que
afecten sus intereses y el ejercicio de sus derechos.
21. A no ser discriminada ni limitada en sus derechos.
22. A ser beneficiaria de las acciones afirmativas y programas sociales
públicos para proteger y garantizar sus derechos.
23. A que las políticas públicas tengan un enfoque transversal de
género y diferencial, particularmente en atención a la infancia, los
adultos mayores y población indígena.
24. A acudir y a participar en escenarios de diálogo institucional.
25. A participar en la formulación, implementación y seguimiento de la
política pública de prevención, ayuda, atención, asistencia y reparación
integral.
26. A expresar libremente sus opiniones e intereses ante las
autoridades e instancias correspondientes y a que éstas, en su caso,
sean consideradas en las decisiones que afecten sus intereses.
27. A trabajar de forma colectiva con otras víctimas para la defensa de
sus derechos, incluida su reincorporación a la sociedad.
28. A participar en espacios donde se proporcione apoyo individual o
colectivo que le permita relacionarse con otras víctimas.

Lo anterior, bajo una interpretación integral, resulta en obligaciones


específicas a cargo de los servidores públicos de los distintos niveles
de gobierno, y sobre ello se presenta también una puntualización
en capítulos posteriores.

116 Los derechos humanos


VI. La jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos

Consideraciones generales sobre jurisprudencia. Análisis de


casos donde México ha sido parte. Responsabilidad internacional
de México en las sentencias de la Coidh. Medidas de reparación
dictadas en las sentencias contra México. Jurisprudencia generada
en las sentencias contra México. Jurisprudencia relevante de la
Coidh generada durante 2012.

Consideraciones generales sobre jurisprudencia

La palabra jurisprudencia en su acepción contemporánea se


refiere al criterio de interpretación judicial constante, uniforme
y coherente de las normas jurídicas de un Estado (De Pina,
2010, p. 341). La jurisprudencia se encarga de “resolver
la incoherencia y la oscuridad de los textos legales, de
armonizarlos, de llenar sus vacíos, y, lo que es más importante,
de desarrollar la doctrina […]” (Devis, 2002, p. 47), al respecto
advertía Kelsen: “no sólo se crea derecho mediante anulación,
sino también con los razonamientos jurídicos de las sentencias”
(Escobar, 2008, p. 19).
En la ortodoxia de la tradición positivista, especialmente de la
familia neorromanista, la jurisprudencia se produce al reiterarse
de forma ininterrumpida la interpretación de una ley con criterios
coincidentes y en determinado número de ocasiones; en el ámbito
del derecho internacional no funciona de la misma manera.

Alfonso Hernández Barrón 117


En México, conforme al artículo 215 de la nueva Ley de Amparo,
se puede establecer jurisprudencia mediante tres mecanismos: por
reiteración de criterios, por contradicción de tesis o por sustitución.
La jurisprudencia por reiteración se establece cuando se sustente
un mismo criterio en cinco sentencias no interrumpidas por otra en
contrario y resueltas en diferentes sesiones; la jurisprudencia por
contradicción se establece al dilucidar los criterios discrepantes
sostenidos entre las salas de la SCJN, entre los Plenos de Circuito
o entre los tribunales colegiados de circuito. Finalmente, la
jurisprudencia por sustitución procede a petición expresa señalando
las razones por las cuales se estima que debe realizarse.1
A pesar de que en el ámbito del derecho internacional de los
derechos humanos suele denominarse jurisprudencia a todo
tipo de resoluciones emitidas, aun por organismos de naturaleza
no jurisdiccional, para efectos de eficacia jurídica sólo podemos
considerar las dictadas por los tribunales internacionales en
la resolución de casos concretos, y para efectos del sistema
interamericano en relación con el sistema mexicano, nos referimos
específicamente como jurisprudencia internacional a los criterios
generados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(Coidh), dejando fuera las resoluciones de órganos como la CIDH,
los comités o relatores especializados, u otros órganos técnicos que,
aunque son sumamente interesantes, no entran en estricto sentido
en el ámbito del trabajo jurisdiccional indispensable para consolidar
a los derechos humanos como teoría jurídica.
Respecto al trabajo de la Coidh, es oportuno señalar que desde su
creación, hasta mayo de 2013, emitió 261 sentencias y 21 opiniones
consultivas. Resulta significativo que, no obstante haberse instalado
en 1979, su primera sentencia de fondo se dictó hasta 1988 con
el caso Velásquez Rodríguez; de hecho, hasta 1989 apenas se
dictaron ocho resoluciones en torno a tres casos, el ya citado y
los casos Fairén Garbi y Godínez Cruz, todos contra el Estado de
Honduras. Lo anterior se debió principalmente a que la mayoría de
1 Artículos 222, 223, 225 y 230 de la nueva Ley de Amparo.

118 Los derechos humanos


asuntos se resolvían en la CIDH. De 1990 a 1999 la Corte resolvió
55 casos y de 2000 a la fecha es cuando más se incrementó su
producción, hasta sumar 196 resoluciones con un promedio anual
aproximado de 20. El año en que se dictaron más sentencias fue en
2004, con 25; en 2012 se dictaron 21 resoluciones.
De forma general, los temas que se han abordado en las
sentencias dictadas por la Coidh son los siguientes:
Acceso a la información Derecho a la asociación

Derecho a la circulación y residencia Derecho a la familia

Derecho a la honra y dignidad Derecho a la igualdad ante la ley

Derecho a la integridad personal Derecho al desarrollo progresivo

Derechos de autor Desaparición forzada

Derechos de paternidad Derechos reproductivos

Desplazamiento forzado Estado de emergencia

Discriminación por razones de Derechos de las personas con


orientación sexual discapacidad
Excepciones preliminares Garantías judiciales y debido proceso
legal
Habeas corpus Impunidad

Independencia judicial Indulto

Jurisdicción militar Libertad de conciencia y de religión

Libertad de pensamiento y de Paramilitarismo


expresión
Pena de muerte Personas con alguna discapacidad
mental

Alfonso Hernández Barrón 119


Principios generales del derecho Pueblos indígenas
internacional
Reglas de derecho humanitario Reparaciones

Suspensión de garantías Terrorismo

Trato a reclusos Tratos crueles, inhumanos y


degradantes

Por su parte, en sus opiniones consultivas, la Coidh se ha referido


a los siguientes aspectos:
· Atribuciones de la Coidh establecidas en la Convención Americana
· Colegiación obligatoria de periodistas
· Compatibilidad de un proyecto de ley con la Convención
· Condición jurídica y derechos de los migrantes indocumentados
· Control de legalidad en el ejercicio de las atribuciones de la CIDH
· Derecho a la información sobre la asistencia consular en el marco
de las garantías del debido proceso legal
· Efecto de las reservas sobre la entrada en vigencia de la Convención
· Excepciones al agotamiento de los recursos interamericanos
· Exigibilidad de rectificación o respuesta
· Habeas corpus bajo suspensión de garantías judiciales en estados
de emergencia
· Informes de la CIDH
· Interpretación de la Declaración de los Derechos y Deberes del
Hombre en el marco del artículo 64 de la Convención
· Objeto de la función consultiva de la Coidh
· Propuesta de modificaciones a la Constitución de un Estado parte
· Responsabilidad internacional por expedición y aplicación de leyes
violatorias de la Convención
· Restricciones a la pena de muerte

Al final de este capítulo ofrecemos algunos criterios relevantes


que se generaron durante el último año de actividades de la
Coidh.

120 Los derechos humanos


Análisis de casos donde México ha sido parte

Por fecha en que se dictó la sentencia, los casos tramitados ante la


Coidh en los que el Estado mexicano ha estado involucrado son los
siguientes: caso Alfonso Martín del Campo Dodd, caso Castañeda
Gutman, caso González y otras (Campo Algodonero), caso Radilla
Pacheco, caso Fernández Ortega y otros, caso Rosendo Cantú y
otra, y caso Cabrera García y Montiel Flores.
Sobre el caso Alfonso Martín del Campo Dodd no se dictó
sentencia de fondo, ya que se declaró procedente el alegato de
México en el sentido de que los hechos ocurrieron antes de la fecha
en que éste aceptó la jurisdicción contenciosa de la Coidh y que
los presuntos delitos no eran de naturaleza continuada para que se
actualizara la competencia; sin embargo, aun cuando este asunto
fue archivado, generó criterios que a la luz de lo establecido por la
SCJN resultan obligatorios, uno en el sentido de la fecha a partir de
la cual la Coidh tiene competencia y otro que identifica a la tortura
como un acto no continuado.
Sobre los otros seis casos, sí se han dictado sentencias de fondo.
A continuación se presentan aspectos básicos de cada uno con el
propósito de conocerlos de manera general y, en su caso, favorecer
su análisis y aplicación, ya que funcionan a manera de precedentes
y representan información elemental para la actualización jurídica.2

Caso Alfonso Martín del Campo Dodd3

Fechas del trámite:


Interposición de la denuncia en la CIDH: 13 de julio de 1998.
Interposición de la demanda en la Coidh: enero 30 de 2003.
Sentencia: 3 de septiembre de 2004.
2 Las fichas son un resumen realizado con el apoyo de las sentencias y materiales expuestos en
la página electrónica de la Coidh.
3 Coidh, caso Alfonso Martín del Campo Dodd vs. México. Excepciones preliminares, sentencia de
03 de septiembre de 2004, serie C, nº. 113. Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/index.php/
mapa-interactivo . Última vista el 15 de julio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 121


Antecedentes del caso:
Es un asunto de índole penal cuyos hechos ocurrieron el 30 de
mayo de 1992 en la ciudad de México, cuando fueron asesinados
en su domicilio los esposos Juana Patricia Martín del Campo Dodd
y Gerardo Zamudio Aldaba. La pareja vivía en dicha residencia con
sus tres hijas y con el señor Alfonso Martín del Campo, hermano
de la señora Juana Patricia Martín del Campo Dodd.
El Ministerio Público dio formal inicio a la averiguación
previa y se presumió que el señor Alfonso Martín del Campo
había asesinado a la pareja. El 30 de mayo fue detenido el
señor Alfonso Martín del Campo y se le dictó auto de formal
prisión como presunto responsable del delito de homicidio.
En mayo de 1993 se declaró al señor Alfonso Martín del
Campo penalmente responsable del delito de homicidio y se le
impuso una pena privativa de la libertad de cincuenta años. En
agosto de 1993 se confirmó la sentencia de primera instancia.
Finalmente, el señor Alfonso Martín del Campo presentó un
recurso de revisión, el cual fue rechazado.
Agotadas las instancias nacionales, se presentó el caso ante
la CIDH, que posteriormente lo expuso ante la Coidh.
Reclamaciones de responsabilidad internacional al Estado:
La privación arbitraria de la libertad.
Actos de tortura.
La denegación de justicia en contra de Alfonso Martín del
Campo Dodd.
Principales instrumentos internacionales analizados:
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
Resoluciones de la Coidh:
Determinó procedente la excepción preliminar ratione
temporis interpuesta por el Estado, señalando que los hechos
ocurrieron antes de que México se sometiera a la competencia
contenciosa de la Coidh y que los actos de tortura, al no

122 Los derechos humanos


considerarse un tipo penal de carácter continuo, no eran
suficientes para actualizar su competencia.

Caso Castañeda Gutman4

Fechas del trámite:


Interposición de la denuncia en la CIDH: 12 de octubre de 2005.
Interposición de la demanda en la Coidh: 21 de marzo de 2007.
Sentencia: 6 de agosto de 2008.
Antecedentes del caso:
Los hechos se desarrollan en el marco de un registro de
candidaturas presidenciales para las elecciones del 2 de julio
de 2006 . El 5 de marzo de 2004 la presunta víctima presentó
al Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) una
solicitud de inscripción como candidato independiente al
cargo de presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Alegó que solicitaba su registro “en ejercicio del derecho
que le otorga el artículo 35, fracción II, de la Constitución”;
presentó ciertos documentos y declaró que cumplía los
requisitos constitucionales para ejercer dicho cargo electivo.
El IFE informó al señor Castañeda Gutman que no era posible
atender su petición, ya que corresponde únicamente a los
partidos políticos nacionales el derecho de solicitar el registro
de candidatos a cargos de elección popular.
Contra este pronunciamiento, la víctima presentó una
demanda de amparo ante el Juzgado Séptimo de Distrito en
Materia Administrativa del Distrito Federal; dicho juzgado resolvió
rechazar el recurso. Asimismo, Castañeda Gutman interpuso un
recurso de revisión contra la decisión del Juzgado Séptimo, pero
el recurso fue sobreseído por la SCJN. De tal manera, Castañeda
Gutman no pudo participar en las elecciones presidenciales.

4 Coidh, caso Castañeda Gutman vs. México. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y
costas, sentencia de 6 de agosto de 2008, serie C, nº 184. Disponible en: http://www.corteidh.
or.cr/index.php/mapa-interactivo . Última vista el 15 de julio del 2013.

Alfonso Hernández Barrón 123


Reclamaciones de responsabilidad internacional al Estado:
La presunta inexistencia en el ámbito interno de un recurso
sencillo y efectivo para el reclamo de la constitucionalidad de
los derechos políticos.
El impedimento de participar en las elecciones de presidente
de la república.
El pago de costas y gastos.
Principales instrumentos internacionales analizados:
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Carta Democrática Interamericana.
Carta de la Organización de Estados Americanos.
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Resoluciones de la Coidh:
Declaró por unanimidad que el Estado era únicamente responsable
por la violación al derecho humano a la protección judicial.
También determinó que el Estado no violó los derechos a la
igualdad ante la ley, ni el derecho político a ser elegido.

Caso González y otras5

Fechas del trámite:


Interposición de la denuncia en la CIDH: 6 de marzo de 2002.
Interposición de la demanda en la Coidh: 4 de noviembre de 2007.
Sentencia: 16 de noviembre de 2009.
Antecedentes del caso:
Los hechos sucedieron en 2001 en ciudad Juárez, donde
habitaban más de un millón doscientas mil personas y en el
que se desarrollan diversas formas de delincuencia organizada.
Asimismo, desde 1993 existe un aumento de homicidios de
mujeres que dio pie a la expresión “las muertas de Juárez,”
identificando un fenómeno de trascendencia internacional. En
5 Coidh, caso González y otras (Campo Algodonero) vs. México. Excepción preliminar, fondo,
reparaciones y costas, sentencia de 16 de noviembre de 2009, serie C, nº 205. Disponible en:
http://www.corteidh.or.cr/index.php/mapa-interactivo. Última vista el 15 de julio de 2013.

124 Los derechos humanos


ese lugar Laura Berenice Ramos Monárrez, estudiante de 17
años de edad, desapareció el 22 de septiembre de 2001; Claudia
Ivette González, trabajadora de 20 años de edad, desapareció el
10 de octubre; Esmeralda Herrera Monreal, empleada doméstica
de 15 años de edad, desapareció el lunes 29 de octubre. Sus
familiares presentaron las denuncias de desaparición. No
obstante, las autoridades actuaron de forma limitada.
El 6 de noviembre de 2001 se encontraron los cuerpos de las tres
mujeres con signos de violencia sexual. Se concluyó que estuvieron
privadas de su libertad antes de su muerte. A pesar de los esfuerzos
de sus familiares, no se investigó ni sancionó a los responsables.
Reclamaciones de responsabilidad internacional al Estado:
La desaparición y ulterior muerte de las jóvenes Claudia,
Esmeralda y Laura Berenice.
La falta de medidas de protección a las víctimas, dos de ellas
menores de edad.
La falta de prevención de estos crímenes, pese al
conocimiento de un patrón de violencia de género que había
dejado centenares de mujeres y niñas asesinadas.
La falta de respuesta de las autoridades frente a la
desaparición.
La falta de debida diligencia en la investigación de los
asesinatos.
La denegación de justicia y la falta de reparación adecuada.
Principales instrumentos internacionales analizados:
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer.
Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas.
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
Convención Internacional de los Derechos del Niño.
Convención sobre Eliminación de todas las Formas de

Alfonso Hernández Barrón 125


Discriminación contra la Mujer.
Resoluciones de la Coidh:
Pese a que el Estado reconoció parcialmente la responsabilidad
por irregularidades en las primeras etapas de las investigaciones,
la Coidh declaró por unanimidad que dichas inconsistencias
no se subsanaron. De igual forma, determinó que el Estado
incumplió con su deber de investigar, de garantizar y de no
discriminación, por lo que era responsable de violaciones a los
siguientes derechos humanos:
• Vida.
• Integridad personal.
• Libertad personal.
• Al acceso a la justicia y protección judicial.
• Derechos de niñez.
También determinó que el Estado no violó el derecho a la
protección de la honra y de la dignidad, y aceptó parcialmente
una de las excepciones preliminares.

Caso Radilla Pacheco6

Fechas del trámite:


Interposición de la denuncia en la CIDH: 15 de noviembre de 2001.
Interposición de la demanda en la Coidh: 15 de marzo de 2008.
Sentencia: 23 de noviembre de 2009.
Antecedentes del caso:
Se refiere a Rosendo Radilla Pacheco, de 60 años de edad;
casado y con doce hijos, componía corridos y era una persona
involucrada en la vida política y social de su pueblo, Atoyac de
Álvarez, Guerrero. El 25 de agosto de 1974, en el contexto de
la conocida como “guerra sucia de los años 70”, fue detenido
por miembros del ejército mientras viajaba en un autobús

6  Coidh, caso Radilla Pacheco vs. México. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas,
sentencia de 23 de noviembre de 2009, serie C, nº 209. Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/
index.php/mapa-interactivo. Última vista el 15 de julio de 2013.

126 Los derechos humanos


acompañado de su hijo de 11 años, a quien dejaron retirarse
y dio aviso a la familia. Posterior a su detención, fue visto
en el cuartel militar de Atoyac de Álvarez, con evidencias de
haber sido agredido físicamente. No se volvió a saber de su
paradero.
Pese al clima de hostigamiento contra cualquier familiar
o conocido de “desaparecidos”, los familiares de la víctima
interpusieron diversos recursos a fin de que se investigaran
los hechos y se sancionara a los responsables. La causa penal
fue dirigida a la jurisdicción penal militar. No se realizaron
mayores investigaciones ni se sancionó a los responsables.
No se han encontrado sus restos.
Reclamaciones de responsabilidad internacional al Estado:
La presunta desaparición forzada de Rosendo Radilla Pacheco
a manos de efectivos del ejército en el estado de Guerrero.
La afectación que tal hecho produce hasta la fecha a sus
familiares porque no se ha establecido el paradero de la víctima
ni se han encontrado sus restos.
Principales instrumentos internacionales analizados:
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
Resoluciones de la Coidh:
El Estado realizó un reconocimiento parcial de responsabilidad;
pese a ello, la Coidh declaró por unanimidad que el Estado
incumplió el deber de adoptar disposiciones de derecho interno
respecto de la tipificación del delito de desaparición forzada de
personas, y que además era responsable de violaciones a los
siguientes derechos humanos:
• Vida.
• Integridad personal.
• Libertad personal.
• Al reconocimiento de la personalidad jurídica.
• Garantías judiciales y protección judicial.

Alfonso Hernández Barrón 127


Caso Fernández Ortega7

Fechas del trámite:


Interposición de la denuncia en la CIDH: el 14 de junio de 2004.
Interposición de la demanda en la Coidh: el 7 de mayo de 2009.
Sentencia: 30 de agosto de 2010.
Antecedentes del caso:
Los hechos del presente caso se producen en el año 2002, en un
contexto de importante presencia militar en el estado de Guerrero.
La señora Fernández Ortega es una mujer indígena perteneciente
a la comunidad Me’phaa, residente en Barranca Tecoani, en
Guerrero. Al momento de los hechos tenía casi 25 años, estaba
casada con el señor Prisciliano Sierra, con quien tenía cuatro hijos.
El 22 de marzo de 2002, la señora Fernández Ortega se
encontraba en su casa en compañía de sus cuatro hijos,
cuando un grupo de aproximadamente once militares, vestidos
con uniformes y portando armas, ingresaron a su casa, le
preguntaron por un presunto robo cometido por su marido,
luego uno de ellos la tomó de las manos y, apuntándole con
el arma, le dijo que se tirara al suelo. Una vez en el suelo, otro
militar con una mano tomó sus manos y la violó sexualmente
mientras otros dos militares miraban. Al inicio del ataque
sexual sus hijos estaban presentes y salieron corriendo,
después regresaron y encontraron a su madre conmocionada
y llorando. Se interpusieron una serie de recursos a fin de
investigar y sancionar a los responsables de los hechos; no
obstante, éstos no tuvieron éxito. Durante su búsqueda de
justicia prevalecía la presencia militar en la región.
Reclamaciones de responsabilidad internacional al Estado:
Violación sexual y tortura en perjuicio de la señora Fernández
Ortega.

7  Coidh, caso Fernández Ortega y otros vs. México. Excepción preliminar, fondo, reparaciones y
costas, sentencia de 30 de agosto de 2010, serie C, nº 215. Disponible en: http://www.corteidh.
or.cr/index.php/mapa-interactivo. Última vista el 15 de julio de 2013.

128 Los derechos humanos


Falta de debida diligencia en la investigación y sanción de
los responsables.
Las consecuencias de los hechos del caso en la hija de la
víctima.
La falta de reparación adecuada en favor de la víctima y sus
familiares.
La utilización del fuero militar para la investigación y
juzgamiento de violaciones a los derechos humanos.
Las dificultades que enfrentan las personas indígenas,
en particular las mujeres, para acceder a la justicia y a los
servicios de salud.
Principales instrumentos internacionales analizados:
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer.
Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura.
Resoluciones de la Coidh:
El Estado realizó un reconocimiento parcial de responsabilidad,
por la falta de atención especializada a la víctima, por la
extinción de la prueba pericial y por la dilación y falta de
diligencia en las investigaciones; pese a ello, la Coidh declaró
por unanimidad que el Estado incumplió la obligación de
garantizar, sin discriminación, el derecho de acceso a la
justicia y el deber de adoptar, por todos los medios apropiados
y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y
erradicar todo tipo de violencia contra la mujer, y que además
era responsable de violaciones a los siguientes derechos
humanos:
• Integridad personal.
• Dignidad.
• Vida privada, a no ser objeto de injerencias arbitrarias o
abusivas en el domicilio.
• Garantías judiciales y protección judicial.

Alfonso Hernández Barrón 129


También reconoció que no contaba con elementos para
determinar violaciones en relación con algunos familiares de la
víctima y tampoco para determinar cierto tipo de violaciones en
materia de tortura.

Caso Rosendo Cantú y otra8

Fechas del trámite:


Interposición de la denuncia en la CIDH: 10 de noviembre de 2003.
Interposición de la demanda en la Coidh: 2 de agosto de 2009.
Sentencia: 31 de agosto de 2010.
Antecedentes del caso:
Los hechos se producen en el año 2002, en un contexto
de importante presencia militar en el estado de Guerrero,
donde un importante porcentaje de la población pertenece a
comunidades indígenas, quienes conservan sus tradiciones e
identidad cultural y residen en municipios de gran marginación
y pobreza económica.
Valentina Rosendo Cantú es una mujer indígena perteneciente
a la comunidad Me´phaa. Al momento de los hechos tenía 17
años, estaba casada y tenía una hija de pocos meses de nacida.
El 16 de febrero de 2002 se encontraba en un arroyo cercano
a su domicilio. Cuando se disponía a bañarse, ocho militares,
acompañados de un civil que llevaban detenido, se acercaron
a ella y la rodearon. Dos de ellos la interrogaron sobre “los
encapuchados”, le mostraron una foto de una persona y una
lista con nombres, mientras uno de ellos le apuntaba con su
arma. Ella les indicó que no conocía a la gente sobre la cual la
interrogaban. El militar que la apuntaba la golpeó en el estómago
con el arma, haciéndola caer al suelo. Luego uno de los militares
la tomó del cabello mientras insistió sobre la información

8  Coidh, caso Rosendo Cantú y otra vs. México. Excepción preliminar, fondo, reparaciones y
costas, sentencia de 31 de agosto de 2010, serie C, nº. 216. Disponible en: http://www.corteidh.
or.cr/index.php/mapa-interactivo. Última vista el 15 de julio de 2013.

130 Los derechos humanos


requerida. Finalmente “le rasguñaron” la cara, le quitaron la ropa
y dos militares la violaron sexualmente.
Tanto Valentina Rosendo Cantú como su esposo debieron
caminar hasta ocho horas en busca de servicios médicos
que resultaron ineficientes y donde el personal no actuó de
conformidad a los protocolos en este tipo de casos; también
presentaron recursos a fin de denunciar los hechos y solicitar
que se realizaran las investigaciones necesarias para identificar
y sancionar a los responsables. Inicialmente el ejército negó
su presencia en la zona. La investigación fue remitida a la
jurisdicción penal militar, la cual decidió archivar el caso.
Reclamaciones de responsabilidad internacional al Estado:
Violación sexual y tortura en perjuicio de Valentina Rosendo
Cantú.
Falta de debida diligencia en la investigación y sanción de los
responsables.
Las consecuencias de los hechos del caso en la hija de la
víctima.
La falta de reparación adecuada en favor de la víctima y sus
familiares.
La utilización del fuero militar para investigar y juzgar
violaciones a derechos humanos.
Las dificultades que enfrentan las personas indígenas,
en particular las mujeres, para acceder a la justicia y a los
servicios de salud.
Principales instrumentos internacionales analizados:
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer.
Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la
Tortura.
Resoluciones de la Coidh:
El Estado reconoció parcialmente su responsabilidad,
únicamente por la falta de atención médica, oportuna y

Alfonso Hernández Barrón 131


especializada a la víctima; por su parte, la Coidh declaró por
unanimidad que el Estado incumplió la obligación de garantizar,
sin discriminación, el derecho de acceso a la justicia, y el deber
de adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones,
políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar todo tipo
de violencia contra la mujer, y que además era responsable
de violaciones a los siguientes derechos humanos:
• Integridad personal.
• Dignidad.
• Vida privada.
• Garantías judiciales y protección judicial.
• Derechos de niñez.
La responsabilidad también se determinó a favor de la hija
de la víctima, no así del resto de sus familiares. Tampoco se
determinó responsabilidad por cierto tipo de violaciones en
materia de tortura.

Caso Cabrera García y Montiel Flores9

Fechas del trámite:


Interposición de la denuncia en la CIDH: 25 de octubre de
2001.
Interposición de la demanda en la Coidh: 24 de junio de 2009.
Sentencia: 26 de noviembre de 2010.
Antecedentes del caso:
Los hechos también se producen en un contexto de
importante presencia militar en el estado de Guerrero. El 2 de
mayo de 1999, los señores Rodolfo Montiel Flores y Teodoro
Cabrera García fueron detenidos en la comunidad de Pizotla,
municipio de Ajuchitlán del Progreso, estado de Guerrero, por
aproximadamente 40 miembros del 40º Batallón de Infantería

9  Coidh, caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México. Excepción preliminar, fondo,
reparaciones y costas, sentencia de 26 de noviembre de 2010, serie C, nº. 220. Disponible en:
http://www.corteidh.or.cr/index.php/mapa-interactivo. Última vista el 15 de julio de 2013.

132 Los derechos humanos


del Ejército Mexicano que entraron a la comunidad, en el
marco de un operativo.
Los señores Cabrera y Montiel, quienes se habían destacado
por participar en actividades de defensa de derechos,
particularmente en materia ambiental, fueron detenidos y
mantenidos en dicha condición a orillas del río Pizotla hasta
el 4 de mayo de 1999. Ese día fueron trasladados hasta
las instalaciones del 40º Batallón de Infantería, en Ciudad
Altamirano, Guerrero. Los señores Cabrera y Montiel fueron
golpeados y maltratados durante su privación de la libertad.
Posteriormente fueron acusados por la presunta comisión de
los delitos de portación de armas de fuego de uso exclusivo
de las fuerzas militares y siembra de amapola y marihuana,
iniciándose la respectiva investigación penal.
El 28 de agosto de 2000, el juez quinto de Distrito del
Vigésimo Primer Circuito en Coyuca de Catalán dictó sentencia
mediante la cual condenó a pena privativa de libertad de 6 años
y 8 meses de duración al señor Cabrera García y de 10 años
al señor Montiel Flores. Esta decisión fue objetada a través de
diversos recursos judiciales y se modificó parcialmente a su
favor. En 2001 los señores Cabrera y Montiel fueron liberados
para continuar cumpliendo la sanción que se les impuso en su
domicilio, debido a su estado de salud.
Reclamaciones de responsabilidad internacional al Estado:
El sometimiento a tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Falta de presentación sin demora ante un juez u otro
funcionario autorizado para ejercer funciones judiciales que
controlara la legalidad de la detención.
Irregularidades durante el proceso penal.
Por la falta de debida diligencia en la investigación y sanción
de los responsables de los hechos.
La utilización del fuero militar para la investigación.
Principales instrumentos internacionales analizados:
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Alfonso Hernández Barrón 133


Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes.
Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
Resoluciones de la Coidh:
Declaró por unanimidad que el Estado incumplió el deber de
investigar actos de tortura, el deber de adoptar disposiciones
del derecho interno al extender la competencia del fuero
castrense a delitos que no tienen relación estricta con la
disciplina militar, y que además era responsable de violaciones
a los siguientes derechos humanos:
• Libertad personal.
• Integridad personal (tratos cueles, inhumanos y
degradantes).
• Garantías judiciales y protección judicial.
También determinó que el Estado no era responsable por
violación del derecho a la defensa, ni al principio de presunción
de inocencia.

Responsabilidad internacional de México en las sentencias de


la Coidh

En las sentencias de la Coidh sobre los casos donde México ha


sido parte se ha determinado responsabilidad internacional por
violar los siguientes derechos humanos:
• A vida
• A la integridad personal
• A la libertad personal
• Derechos de niñez
• A la protección judicial
• Al reconocimiento de la personalidad jurídica
• A las garantías judiciales y protección judicial
• A la dignidad y a la vida privada
• A no ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en el
domicilio

134 Los derechos humanos


De igual forma, la Coidh ha determinado que el Estado mexicano
incumplió con los deberes de garantizar sin discriminación el
acceso a la justicia, de organizar para prevenir actos violatorios de
derechos humanos, específicamente por no adoptar disposiciones
de derecho interno en los siguientes aspectos:
- No implementar políticas suficientes para prevenir, sancionar y
erradicar todo tipo de violencia contra la mujer.
- No restringir la competencia del fuero castrense exclusivamente a
delitos que tengan relación estricta con la disciplina militar.
- No tipificar el delito de desaparición forzada de personas.

La Coidh también estableció responsabilidad internacional por el


incumplimiento de las obligaciones de investigar, juzgar, sancionar
y reparar, destacando casos de tortura donde se ha involucrado a
miembros del ejército mexicano.
Finalmente, en todos los casos donde México ha sido parte,
encontramos como datos significativos que la mayoría fueron
impulsados por organizaciones de la sociedad civil y que cuatro
de ellos se iniciaron por actos donde estuvo involucrado el ejército
en el estado de Guerrero.

Medidas de reparación dictadas en las sentencias contra México

Las medidas de reparación dictadas en los casos donde México


ha sido parte y cuyos criterios jurisprudenciales resultan
obligatorios, son de gran variedad y muestran en buena medida
los criterios que en general ha utilizado la Coidh en casos
contra otros países. Así, dentro de las sentencias dictadas
contra nuestro país se han incluido medidas de satisfacción,
rehabilitación, restitución, garantías de no repetición,
indemnizaciones compensatorias, gastos y costas; entre ellas
destacan las siguientes:
• La publicación de las sentencias en medios de comunicación
específicos y en plazos determinados.

Alfonso Hernández Barrón 135


• El pago de diversas cantidades por concepto de
indemnizaciones y compensaciones por daños materiales e
inmateriales y el reintegro de costas y gastos.
• Conducir eficazmente, con la debida diligencia y en un
plazo razonable las investigaciones para determinar
responsabilidades e identificar, juzgar y sancionar a los
culpables y conocer la verdad de los hechos; esto implica
remover todos los obstáculos que impidan ese propósito,
asignar recursos suficientes, e incluso se proponen pautas
para dirigir las investigaciones.
• La adecuación de legislación interna conforme a
estándares internacionales, incluyendo de forma muy
significativa aspectos relacionados con legislación
militar, el acceso a la justicia, investigación de tortura
y violencia contra la mujer.
• Realizar campañas de concientización y sensibilización,
programas de educación y capacitación especializada para
la población en general y de formación para servidores
y funcionarios públicos en diversas áreas como las de
procuración, administración de justicia y militares, con
perspectiva de género y etnicidad. Lo anterior incluye el
pronunciamiento expreso de asignar recursos suficientes.
• Diseñar mecanismos y procedimientos administrativos
para facilitar la búsqueda de personas y llevar un
registro adecuado de personas detenidas, el acceso a la
información, y la participación ciudadana en su localización.
• Estandarizar protocolos de actuación de forma
especializada para casos de violencia contra la mujer.
• Brindar a las víctimas atención médica, psicológica o psiquiátrica
gratuita, de forma inmediata, adecuada y efectiva, a través de
instituciones especializadas o pagar servicios particulares.
• Facilitar recursos a comunidades indígenas para que
desarrollen actividades educativas en derechos humanos
y derechos de la mujer.

136 Los derechos humanos


• Otorgar becas de estudios, construir escuelas o facilitar
el alojamiento y alimentación adecuados para que ciertos
grupos continúen sus estudios.
• Realizar actos públicos de reconocimiento de
responsabilidad internacional.
• Construir monumentos y realizar semblanzas en memoria
de las víctimas.

Jurisprudencia generada en las sentencias contra México

La Coidh ha generado criterios que resultan obligatorios en


tres grandes rubros: los relacionados con el procedimiento, los
relacionados con el fondo del asunto y los ya mencionados criterios
en materia de reparación del daño.
Dentro de los criterios relacionados con el procedimiento
encontramos aspectos vinculados con excepciones preliminares
y con el trámite del caso; dentro de los primeros se incluyen
criterios sobre cuestiones de incompetencia, admisión, desahogo
y valoración de pruebas; en relación con el trámite se identifican
consideraciones para precisar los hechos controvertidos, identificar
a la parte lesionada y analizar los diversos planteamientos de las
partes.
Los criterios generados en relación con el fondo de los asuntos
van desde aspectos vinculados con derechos político-electorales
(caso Castañeda Gutman), derechos de mujeres (caso González y
otras), en específico de mujeres indígenas (casos Fernández Ortega
y Rosendo Cantú), desaparición forzada (caso Radilla Pacheco),
y tortura (caso Cabrera García y Montiel Flores). Algunos de los
criterios relevantes por materia son los siguientes:

Derechos políticos

140. Los derechos políticos son derechos humanos de importancia


fundamental dentro del sistema interamericano que se relacionan

Alfonso Hernández Barrón 137


estrechamente con otros derechos consagrados en la Convención
Americana como la libertad de expresión, la libertad de reunión y
la libertad de asociación y que, en conjunto, hacen posible el juego
democrático. […].
193. La Corte considera que el Estado ha fundamentado que el registro
de candidatos exclusivamente a través de partidos políticos responde
a necesidades sociales imperiosas basadas en diversas razones
históricas, políticas, sociales. La necesidad de crear y fortalecer el
sistema de partidos como respuesta a una realidad histórica y política;
la necesidad de organizar de manera eficaz el proceso electoral en una
sociedad de 75 millones de electores, en las que todos tendrían el mismo
derecho a ser elegidos; la necesidad de un sistema de financiamiento
predominantemente público, para asegurar el desarrollo de elecciones
auténticas y libres, en igualdad de condiciones; y la necesidad de
fiscalizar eficientemente los fondos utilizados en las elecciones. Todas
ellas responden a un interés público imperativo. […].
197. […] la Convención Americana, al igual que otros tratados
internacionales de derechos humanos, no establece la obligación de
implementar un sistema electoral determinado. […].
198. […] la regulación del derecho a ser votado respecto de la inscripción
de las candidaturas puede implementarse de dos maneras; mediante
el sistema de registro de candidatos de forma exclusiva por parte de
los partidos políticos, o bien el sistema de registro de candidaturas
por parte de los partidos políticos junto con la posibilidad de inscribir
candidaturas independientes. […].
201. Las candidaturas independientes pueden regularse de manera que
faciliten y amplíen el acceso al derecho a ser votado, pero también puede
ocurrir que para inscribir candidaturas independientes se establezcan
requisitos mayores que los establecidos para nominar a un candidato por
un partido político. El sólo hecho de permitir candidaturas independientes
no significa que se trate del medio menos restrictivo para regular el
derecho a ser votado. Lo esencial es que cualquiera de los dos sistemas
que sea elegido haga accesible y garantice el derecho y la oportunidad a
ser votado, previsto en la Convención, en condiciones de igualdad.

138 Los derechos humanos


204. […] la Corte considera que ambos sistemas, uno construido
sobre la base exclusivamente de partidos políticos, y otro que admite
también candidaturas independientes, pueden ser compatibles con
la Convención y, por lo tanto, la decisión de cuál sistema escoger
está en las manos de la definición política que haga el Estado, de
acuerdo con su norma constitucional. […].10

Violencia contra la mujer

258. [En relación al deber de prevención] […] los Estados deben


adoptar medidas integrales para cumplir con la debida diligencia
en casos de violencia contra las mujeres. […] deben contar con un
adecuado marco jurídico de protección, con una aplicación efectiva
del mismo y con políticas de prevención y prácticas que permitan
actuar de una manera eficaz ante las denuncias. La estrategia de
prevención debe ser integral, es decir, debe prevenir los factores
de riesgo y a la vez fortalecer las instituciones para que puedan
proporcionar una respuesta efectiva a los casos de violencia contra la
mujer. Asimismo, los Estados deben adoptar medidas preventivas en
casos específicos en los que es evidente que determinadas mujeres
y niñas pueden ser víctimas de violencia. […].
283. […] el Estado […] tuvo conocimiento de que existía un riesgo
real e inmediato de que las víctimas fueran agredidas sexualmente,
sometidas a vejámenes y asesinadas. […] ante tal contexto surge un
deber de debida diligencia estricta frente a denuncias de desaparición
de mujeres, […] es imprescindible la actuación pronta e inmediata de
las autoridades policiales, fiscales y judiciales ordenando medidas
oportunas y necesarias dirigidas a la determinación del paradero de
las víctimas […]. Deben existir procedimientos adecuados para las
denuncias y que éstas conlleven una investigación efectiva desde
las primeras horas. Las autoridades deben presumir que la persona
desaparecida está privada de libertad y sigue con vida hasta que se
ponga fin a la incertidumbre sobre la suerte que ha corrido.
10 Caso Castañeda Gutman, párrafos 140, 193, 197, 198, 201 y 204.

Alfonso Hernández Barrón 139


293. La Corte considera que el deber de investigar efectivamente,
siguiendo los estándares establecidos por el Tribunal (…) tiene alcances
adicionales cuando se trata de una mujer que sufre una muerte,
maltrato o afectación a su libertad personal en el marco de un contexto
general de violencia contra las mujeres. […].
366. […] ciertas líneas de investigación, cuando eluden el análisis
de los patrones sistemáticos en los que se enmarcan cierto tipo de
violaciones a los derechos humanos, pueden generar ineficacia en
las investigaciones.
400. […] La impunidad de los delitos cometidos envía el mensaje
de que la violencia contra la mujer es tolerada, lo que favorece su
perpetuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la
sensación de inseguridad en las mujeres, así como una persistente
desconfianza de éstas en el sistema de administración de justicia. […].
401. […] es posible asociar la subordinación de la mujer a prácticas
basadas en estereotipos de género socialmente dominantes y
socialmente persistentes, condiciones que se agravan cuando los
estereotipos se reflejan, implícita o explícitamente, en políticas y
prácticas, particularmente en el razonamiento y el lenguaje de las
autoridades de policía judicial, […].11

Violencia sexual contra la mujer

100. […] la violación sexual […] en general, se caracteriza por producirse


en ausencia de otras personas más allá de la víctima y el agresor o los
agresores. […] no se puede esperar la existencia de pruebas gráficas
o documentales y, por ello, la declaración de la víctima constituye una
prueba fundamental sobre el hecho.
115. […] el uso de la fuerza no puede considerarse un elemento
imprescindible para castigar conductas sexuales no consentidas, así
como tampoco debe exigirse prueba de la existencia de resistencia
física a la misma, sino que es suficiente con que haya elementos
coercitivos en la conducta.[…].
11 Caso González y otras, párrafos 258, 283, 293, 366, 400, y 401.

140 Los derechos humanos


119. […] la violencia sexual se configura con acciones de naturaleza
sexual que se cometen contra una persona sin su consentimiento,
que además de comprender la invasión física del cuerpo humano,
pueden incluir actos que no involucren penetración o incluso contacto
físico alguno. En particular, la violación sexual constituye una forma
paradigmática de violencia contra las mujeres cuyas consecuencias,
incluso, trascienden a la persona de la víctima.
124. […] la violación sexual es una experiencia sumamente traumática
que tiene severas consecuencias y causa gran daño físico y psicológico
que deja a la víctima “humillada física y emocionalmente”, situación
difícilmente superable por el paso del tiempo, a diferencia de lo que
acontece en otras experiencias traumáticas. De ello se desprende que
es inherente a la violación sexual el sufrimiento severo de la víctima, aun
cuando no exista evidencia de lesiones o enfermedades físicas. […].
128. […] una violación sexual puede constituir tortura aún cuando
consista en un solo hecho u ocurra fuera de instalaciones estatales,
como puede ser el domicilio de la víctima. […].12

Protocolos de investigación de la violación sexual

194. […] en una investigación penal por violencia sexual es necesario que:
i) la declaración de la víctima se realice en un ambiente cómodo y seguro,
que le brinde privacidad y confianza; ii) la declaración de la víctima se
registre de forma tal que se evite o limite la necesidad de su repetición; iii)
se brinde atención médica, sanitaria y psicológica a la víctima, tanto de
emergencia como de forma continuada si así se requiere, mediante un
protocolo de atención cuyo objetivo sea reducir las consecuencias de la
violación; iv) se realice inmediatamente un examen médico y psicológico
completo y detallado por personal idóneo y capacitado, en lo posible
del sexo que la víctima indique, ofreciéndole que sea acompañada por
alguien de su confianza si así lo desea; v) se documenten y coordinen
los actos investigativos y se maneje diligentemente la prueba, tomando

12 Caso Fernández Ortega, párrafos 100, 115, 119, 124 y 128. Caso Rosendo Cantú, párrafos 109,
114 y 118.

Alfonso Hernández Barrón 141


muestras suficientes, realizando estudios para determinar la posible
autoría del hecho, asegurando otras pruebas como la ropa de la víctima,
investigando de forma inmediata el lugar de los hechos y garantizando la
correcta cadena de custodia, y vi) se brinde acceso a asistencia jurídica
gratuita a la víctima durante todas las etapas del proceso.13

Derechos de las niñas

408. […] los niños y niñas tienen derechos especiales […] su condición
exige una protección especial que debe ser entendida como un derecho
adicional y complementario a los demás derechos que la Convención
reconoce a toda persona. La prevalencia del interés superior del niño
debe ser entendida como la necesidad de satisfacción de todos los
derechos de la infancia y la adolescencia. […].14

Integrantes de comunidades indígenas

200. […] para garantizar el acceso a la justicia de los miembros de


comunidades indígenas, es indispensable que los Estados otorguen
una protección efectiva que tome en cuenta sus particularidades
propias, sus características económicas y sociales, así como su
situación de especial vulnerabilidad, su derecho consuetudinario,
sus valores, sus usos y costumbres. […].15

Desaparición forzada

139. […] la desaparición forzada de personas. […] constituye una


violación múltiple de varios derechos […] que coloca a la víctima en
un estado de completa indefensión, acarreando otras vulneraciones
conexas, siendo particularmente grave cuando forma parte de un
patrón sistemático o práctica aplicada o tolerada por el Estado. La
13 Caso Fernández Ortega, párrafo 194. Caso Rosendo Cantú, párrafo 178.
14  Caso González y otras, párrafo 408.
15 Caso Fernández Ortega, párrafo 200. Caso Rosendo Cantú, párrafo 184.

142 Los derechos humanos


desaparición forzada implica un craso abandono de los principios
esenciales en que se fundamenta el Sistema Interamericano, y su
prohibición ha alcanzado carácter de jus cogens.
140. […] elementos concurrentes y constitutivos de la desaparición
forzada: a) la privación de la libertad; b) la intervención directa de
agentes estatales o por la aquiescencia de éstos, y c) la negativa
de reconocer la detención y de revelar la suerte o paradero de la
persona interesada. […].
153. […] el sometimiento de detenidos a cuerpos represivos oficiales,
agentes estatales o particulares que actúen con su aquiescencia o
tolerancia, que impunemente practiquen la tortura y el asesinato
representa, por sí mismo, una infracción al deber de prevención
de violaciones a los derechos a la integridad personal y a la vida,
aun en el supuesto de que no puedan demostrarse los hechos de
torturas o de privación de la vida de la persona en el caso concreto.
Además, esta Corte ha sostenido que la desaparición forzada es
violatoria del derecho a la integridad personal porque “[e]l solo
hecho del aislamiento prolongado y de la incomunicación coactiva,
representa un tratamiento cruel e inhumano. [...].
158. […], el Estado tiene el deber de garantizar los derechos a través
de la prevención e investigación diligente de la desaparición forzada.
Esto obliga al Estado a adelantar investigaciones serias y efectivas
para determinar su suerte o paradero, identificar a los responsables
y, en su caso, imponerles las sanciones correspondientes. […].
161. La Corte ha considerado en numerosos casos que los
familiares de las víctimas de violaciones de los derechos
humanos pueden ser, a su vez, víctimas. En particular, en casos
que involucran la desaparición forzada de personas, es posible
entender que la violación del derecho a la integridad psíquica
y moral de los familiares de la víctima es una consecuencia
directa, precisamente, de ese fenómeno, que les causa un severo
sufrimiento por el hecho mismo, que se acrecienta, entre otros
factores, por la constante negativa de las autoridades estatales de
proporcionar información acerca del paradero de la víctima o de

Alfonso Hernández Barrón 143


iniciar una investigación eficaz para lograr el esclarecimiento de
lo sucedido.
212. […] El Tribunal ha definido la impunidad como “la falta en su
conjunto de investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y
condena de los responsables de las violaciones de los derechos
protegidos por la Convención Americana”. En casos de desaparición
forzada de personas, la impunidad debe ser erradicada mediante la
determinación de las responsabilidades tanto generales –del Estado-
como individuales -penales y de otra índole de sus agentes o de
particulares-. En cumplimiento de esta obligación, el Estado debe
remover todos los obstáculos, de facto y de jure, que mantengan la
impunidad.
222. […] para que una investigación de desaparición forzada, […], sea
llevada adelante eficazmente y con la debida diligencia, se deben
utilizar todos los medios necesarios para realizar con prontitud
aquellas actuaciones y averiguaciones esenciales y oportunas para
esclarecer la suerte de las víctimas e identificar a los responsables
de su desaparición forzada, […] Para ello, el Estado debe dotar a las
correspondientes autoridades de los recursos logísticos y científicos
necesarios para recabar y procesar las pruebas y, en particular,
de las facultades para acceder a la documentación e información
pertinente para investigar los hechos denunciados y obtener indicios
o evidencias de la ubicación de las víctimas. […].
c) Tipo penal aplicado en la consignación ante juez.
238. [E]l Tribunal ha establecido que la desaparición forzada
de personas es un fenómeno diferenciado, caracterizado por la
violación múltiple de varios derechos protegidos en la Convención.
En tal sentido, y en atención al carácter particularmente grave de
la desaparición forzada de personas, no es suficiente la protección
que pueda dar la normativa penal existente relativa a plagio o
secuestro, tortura u homicidio, entre otras.16

16  Caso Radilla Pacheco, párrafos 139, 140, 153, 158, 161, 212, 222 y 238.

144 Los derechos humanos


Tortura

134. […] el Estado es responsable, en su condición de garante de


los derechos consagrados en la Convención, de la observancia del
derecho a la integridad personal de todo individuo que se halla bajo
su custodia. […] siempre que una persona es detenida en un estado
de salud normal y posteriormente aparece con afectaciones a su
salud, corresponde al Estado proveer una explicación creíble de
esa situación. En consecuencia, existe la presunción de considerar
responsable al Estado por las lesiones que exhibe una persona que
ha estado bajo la custodia de agentes estatales. […]
135.[…] en todo caso en que existan indicios de la ocurrencia de tortura,
el Estado deberá iniciar de oficio y de inmediato una investigación
imparcial, independiente y minuciosa que permita determinar la
naturaleza y el origen de las lesiones advertidas, identificar a los
responsables e iniciar su procesamiento. […]. El Estado debe garantizar
la independencia del personal médico y de salud encargado de
examinar y prestar asistencia a los detenidos de manera que puedan
practicar libremente las evaluaciones médicas necesarias, respetando
las normas establecidas en la práctica de su profesión.
136. […] en los casos que la persona alegue dentro del proceso que
su declaración o confesión ha sido obtenida mediante coacción,
los Estados tienen la obligación de verificar, en primer lugar, la
veracidad de dicha denuncia a través de una investigación llevada
a cabo con la debida diligencia.17

Jurisdicción militar

272. […] En un Estado democrático de derecho, la jurisdicción


penal militar ha de tener un alcance restrictivo y excepcional y
estar encaminada a la protección de intereses jurídicos especiales,
vinculados a las funciones propias de las fuerzas militares. […] en el
fuero militar sólo se debe juzgar a militares activos por la comisión
17   Caso Cabrera García y Montiel Flores, párrafos 134, 135 y 136.

Alfonso Hernández Barrón 145


de delitos o faltas que por su propia naturaleza atenten contra
bienes jurídicos propios del orden militar.
273. […] la jurisdicción penal militar no es el fuero competente
para investigar y, en su caso, juzgar y sancionar a los autores de
violaciones de derechos humanos sino que el procesamiento de
los responsables corresponde siempre a la justicia ordinaria. […] “[c]
uando la justicia militar asume competencia sobre un asunto que
debe conocer la justicia ordinaria, se ve afectado el derecho al juez
natural y, a fortiori, el debido proceso”, el cual, a su vez, se encuentra
íntimamente ligado al propio derecho de acceso a la justicia. […].
274. […] si los actos delictivos cometidos por una persona que
ostente la calidad de militar en activo no afectan los bienes jurídicos
de la esfera castrense, dicha persona debe ser siempre juzgada por
tribunales ordinarios. […].
275. […] las víctimas de violaciones a derechos humanos y sus
familiares tienen derecho a que tales violaciones sean conocidas
y resueltas por un tribunal competente, de conformidad con el
debido proceso y el acceso a la justicia. La importancia del sujeto
pasivo trasciende la esfera del ámbito militar, ya que se encuentran
involucrados bienes jurídicos propios del régimen ordinario.
297. […] la participación de la víctima en procesos penales no está
limitada a la mera reparación del daño sino, preponderantemente, a
hacer efectivos sus derechos a conocer la verdad y a la justicia ante
tribunales competentes. Ello implica necesariamente que, a nivel
interno, deben existir recursos adecuados y efectivos a través de los
cuales la víctima esté en posibilidad de impugnar la competencia de
las autoridades judiciales que eventualmente ejerzan jurisdicción
sobre asuntos respecto de los cuales se considere que no tienen
competencia.18
177. La violación sexual de una persona por parte de personal militar no
guarda, en ningún caso, relación con la disciplina o la misión castrense. […].19

18  Caso Radilla Pacheco, párrafos 272, 273, 274, 275 y 297. Estos criterios se reiteran en los casos
Fernández Ortega, Rosendo Cantú y Cabrera García y Montiel Flores.
19  Caso Fernández Ortega, párrafo 177. Caso Rosendo Cantú, párrafo 161.

146 Los derechos humanos


Control judicial inmediato

93. […] el control judicial inmediato es una medida tendiente a evitar


la arbitrariedad o ilegalidad de las detenciones, tomando en cuenta
que en un Estado de Derecho corresponde al juzgador garantizar los
derechos del detenido, autorizar la adopción de medidas cautelares
o de coerción cuando sea estrictamente necesario y procurar, en
general, que se trate al inculpado de manera consecuente con la
presunción de inocencia.
102. […] la Corte reitera que en zonas de alta presencia militar,
donde los miembros de la institución militar asumen control de
la seguridad interna, la remisión sin demora ante las autoridades
judiciales cobra mayor importancia con el fin de minimizar cualquier
tipo de riesgo de violación a los derechos de la persona. […].
105. […] la información de los “motivos y razones” de la detención debe
darse “cuando ésta se produce”, lo cual constituye un mecanismo
para evitar detenciones ilegales o arbitrarias desde el momento
mismo de la privación de libertad y, a su vez, garantiza el derecho
de defensa del individuo. […] el agente que lleva a cabo la detención
debe informar en un lenguaje simple […] los hechos y bases jurídicas
esenciales en los que se basa la detención. No se satisface el artículo
7.4 de la Convención si sólo se menciona la base legal.20

Protección judicial

78. […] los recursos deben tener efectividad, es decir, debe brindarse
a la persona la posibilidad real de interponer un recurso, […].
79. […] el deber general del Estado de adecuar su derecho interno a
las disposiciones de dicha Convención […], incluye la expedición de
normas y el desarrollo de prácticas conducentes a la observancia
efectiva de los derechos y libertades consagrados. […].
92. […] no es en sí mismo incompatible con la Convención que un
Estado limite el recurso de amparo a algunas materias, siempre y
20  Caso Cabrera García y Montiel Flores, párrafos 93, 102 y 105.

Alfonso Hernández Barrón 147


cuando provea otro recurso de similar naturaleza e igual alcance
para aquellos derechos humanos que no sean de conocimiento de
la autoridad judicial por medio del amparo. […].
93. […] el análisis por la autoridad competente de un recurso judicial
(…) no puede reducirse a una mera formalidad, sino que debe
examinar las razones invocadas por el demandante y manifestarse
expresamente sobre ellas, […].
101. […] el Estado está obligado a proveer recursos efectivos que
permitan a las personas impugnar aquellos actos de autoridad que
consideren violatorios de sus derechos humanos previstos en la
Convención, la Constitución o las leyes. […].
118. […] Un recurso judicial efectivo es aquel capaz de producir el
resultado para el que ha sido concebido, […].21

Plazo razonable

244. El artículo 8.1 de la Convención Americana establece que


los tribunales decidan los casos sometidos a su conocimiento en
un plazo razonable. Al respecto, la Corte ha considerado preciso
tomar en cuenta varios elementos para determinar la razonabilidad
del plazo en el que se desarrolla un proceso: a) la complejidad del
asunto, b) la actividad procesal del interesado, c) la conducta de las
autoridades judiciales y, d) la afectación generada en la situación
jurídica de la persona involucrada en el proceso. La pertinencia de
aplicar esos criterios depende de las circunstancias particulares,
pues en casos como el presente el deber del Estado de satisfacer
plenamente los requerimientos de la justicia prevalece sobre la
garantía del plazo razonable. En todo caso, corresponde al Estado
demostrar las razones por las cuales un proceso o conjunto de
procesos han tomado un período determinado que exceda los límites
del plazo razonable. Si no lo demuestra, la Corte tiene amplias
atribuciones para hacer su propia estimación al respecto.22

21  Caso Castañeda Gutman, párrafos 78, 79, 92, 93, 101 y 118.
22  Caso Radilla Pacheco, párrafo 244.

148 Los derechos humanos


Las resoluciones íntegras de las sentencias dictadas contra México
se encuentran disponibles en la página electrónica de la Coidh y su
consulta resulta indispensable en el mundo jurídico, ya que, como
se ha analizado, los criterios utilizados en cada una de ellas resultan
obligatorios en el quehacer jurisdiccional, por lo que es necesario
identificar sus implicaciones y alcances, de igual forma también es
necesario identificar los criterios adoptados por la Coidh al interpretar
la Convención Americana sobre Derechos Humanos relacionados
en el resto de las sentencias que ha dictado, ya que en su conjunto y
de acuerdo con la propia SCJN, son criterios orientadores.

Jurisprudencia relevante de la Coidh generada durante 2012

En las sentencias dictadas por la Coidh durante 2012 no se resolvió


ningún caso donde México haya intervenido; no obstante, del
informe de este año, por materia, algunos criterios orientadores que
llaman la atención son los siguientes:

Derecho a la vida

Interpretación del término “concepción” en el artículo 4 de la


Convención Americana
Al respecto, la Corte resaltó que la prueba científica concuerda
en diferenciar dos momentos complementarios y esenciales en el
desarrollo embrionario: la fecundación y la implantación. El Tribunal
observó que sólo al cumplirse el segundo momento se cierra el ciclo
que permite entender que existe la concepción. Teniendo en cuenta
la prueba científica presentada por las partes en el presente caso, el
Tribunal constató que, si bien al ser fecundado el óvulo se da paso a una
célula diferente y con la información genética suficiente para el posible
desarrollo de un “ser humano”, lo cierto es que si dicho embrión no se
implanta en el cuerpo de la mujer sus posibilidades de desarrollo son
nulas. Si un embrión nunca lograra implantarse en el útero, no podría
desarrollarse pues no recibiría los nutrientes necesarios, ni estaría en

Alfonso Hernández Barrón 149


un ambiente adecuado para su desarrollo. En este sentido, la Corte
entendió que el término “concepción” no puede ser comprendido
como un momento o proceso excluyente del cuerpo de la mujer, dado
que un embrión no tiene ninguna posibilidad de supervivencia si la
implantación no sucede. Teniendo en cuenta lo anterior, el Tribunal
entendió que el término “concepción” desde el momento en que ocurre
la implantación, razón por la cual consideró que antes de este evento
no procede aplicar el artículo 4 de la Convención Americana.23

Interpretación del artículo 4 (derecho a la vida) de la


Convención Americana

Respecto a la Convención Americana, la Corte observó que durante


los trabajos preparatorios se utilizaron los términos “persona” y “ser
humano” sin la intención de hacer una diferencia entre estas dos
expresiones. El artículo 1.2 de la Convención precisó que los dos
términos deben entenderse como sinónimos.
La Corte indicó que la expresión “toda persona” es utilizada en
numerosos artículos de la Convención Americana y de la Declaración
Americana. Al analizar todos estos artículos no es factible sostener
que un embrión sea titular y ejerza los derechos consagrados en
cada uno de dichos artículos. Asimismo, teniendo en cuenta lo ya
señalado en el sentido que la concepción sólo ocurre dentro del
cuerpo de la mujer, se puede concluir respecto al artículo 4.1 de la
Convención que el objeto directo de protección es fundamentalmente
la mujer embarazada, dado que la defensa del no nacido se realiza
esencialmente a través de la protección de la mujer.
La finalidad del artículo 4.1 de la Convención es la de salvaguardar
el derecho a la vida sin que ello implique la negación de otros
derechos que protege la Convención. En ese sentido, la clausula
“en general” tiene como objeto y fin el permitir que, ante un conflicto

23  Coidh, caso Artavia Murillo y otros (Fecundación In Vitro) vs. Costa Rica. Excepciones
preliminares, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 28 de noviembre de 2012, serie C, nº.
257, párrafos 186, 187 y 188.

150 Los derechos humanos


de derechos, sea posible invocar excepciones a la protección del
derecho a la vida desde la concepción. En otras palabras, el objeto y
fin del artículo 4.1 de la Convención es que no se entienda el derecho
a la vida como un derecho absoluto, cuya alegada protección pueda
justificar la negación total de otros derechos.
La Corte utilizó los diversos métodos de interpretación, los cuales
llevaron a resultados coincidentes en el sentido de que el embrión
no puede ser entendido como persona para efectos del artículo 4.1
de la Convención Americana. Asimismo, luego de un análisis de las
bases científicas disponibles, la Corte concluyó que la “concepción”
en el sentido del artículo 4.1 tiene lugar desde el momento en que
el embrión se implanta en el útero, razón por la cual antes de este
evento no habría lugar a la aplicación del artículo 4 de la Convención.
Además, es posible concluir de las palabras “en general” que la
protección del derecho a la vida con arreglo a dicha disposición no es
absoluta, sino es gradual e incremental según su desarrollo, debido a
que no constituye un deber absoluto e incondicional, sino que implica
entender la procedencia de excepciones a la regla general.24

Derechos sexuales y reproductivos

Vida privada y familiar – Derechos reproductivos


Vida privada – decisión de ser o no madre o padre

La Corte ha resaltado el concepto de libertad y la posibilidad de todo


ser humano de auto-determinarse y escoger libremente las opciones
y circunstancias que le dan sentido a su existencia, conforme a sus
propias opciones y convicciones. La vida privada incluye la forma en
que el individuo se ve a sí mismo y cómo decide proyectarse hacia
los demás, y es una condición indispensable para el libre desarrollo
de la personalidad. Además, la Corte ha señalado que la maternidad
forma parte esencial del libre desarrollo de la personalidad de las
mujeres. Teniendo en cuenta todo lo anterior, la Corte considera que
24  Coidh, caso Artavia Murillo y otros (Fecundación In Vitro) vs. Costa Rica., párrafos 219, 222, 258 y 264.

Alfonso Hernández Barrón 151


la decisión de ser o no madre o padre es parte del derecho a la vida
privada e incluye, en el presente caso, la decisión de ser madre o
padre en el sentido genético o biológico.

Vida privada–autonomía reproductiva

El Tribunal indicó que el derecho a la vida privada se relaciona


con: i) la autonomía reproductiva, y ii) el acceso a servicios de
salud reproductiva, lo cual involucra el derecho de acceder a la
tecnología médica necesaria para ejercer ese derecho. Por tanto,
los derechos a la vida privada y a la integridad personal se hallan
también directa e inmediatamente vinculados con la atención de la
salud. La falta de salvaguardas legales para tomar en consideración
la salud reproductiva puede resultar en un menoscabo grave del
derecho a la autonomía y la libertad reproductiva. Respecto a los
derechos reproductivos, se indicó que dichos derechos se basan
en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e
individuos a decidir libre y responsablemente el número de hijos,
el espaciamiento de los nacimientos y el intervalo entre éstos, a
disponer de la información y de los medios para ello y el derecho
a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva.

Vida Privada–libertad reproductiva–acceso al progreso científico

El derecho a la vida privada y la libertad reproductiva guarda relación


con el derecho de acceder a la tecnología médica necesaria para ejercer
ese derecho. Del derecho de acceso al más alto y efectivo progreso
científico para el ejercicio de la autonomía reproductiva y la posibilidad de
formar una familia se deriva el derecho a acceder a los mejores servicios
de salud en técnicas de asistencia reproductiva, y, en consecuencia, la
prohibición de restricciones desproporcionadas e innecesarias de iure o
de facto para ejercer las decisiones reproductivas.25

25  Coidh, caso Artavia Murillo y otros (Fecundación In Vitro) vs. Costa Rica, párrafos 142, 143, 146 y 150.

152 Los derechos humanos


Protección del derecho a la familia en sentido amplio

La Corte observó que en la Convención Americana no se encuentra


determinado un concepto cerrado de familia, ni mucho menos
se define y protege sólo un modelo “tradicional” de la misma. El
concepto de vida familiar no está reducido únicamente al matrimonio
y debe abarcar otros lazos familiares de hecho donde las partes
tienen vida en común por fuera del matrimonio. La Corte reiteró que
el artículo 11.2 de la Convención Americana está estrechamente
relacionado con el derecho a que se proteja la familia y a vivir en
ella, reconocido en el artículo 17 de la Convención, según el cual
el Estado está obligado no sólo a disponer y ejecutar directamente
medidas de protección de los niños, sino también a favorecer, de la
manera más amplia, el desarrollo y la fortaleza del núcleo familiar.
El Tribunal señaló que diversos órganos de derechos humanos
creados por tratados, han indicado que no existe un modelo único
de familia, por cuanto este puede variar.26

Derecho a la igualdad y no discriminación por orientación sexual

La Corte estableció que la orientación sexual y la identidad de


género son categorías protegidas por la Convención Americana en
su artículo 1.1, bajo el término “otra condición social”, y reiteró la
obligación de los Estados de respetar y garantizar “sin discriminación
alguna” el ejercicio pleno y libre de los derechos fundamentales
reconocidos en la Convención. En efecto, el Tribunal indicó que toda
norma, acto o práctica interna, por parte de autoridades estatales o
particulares, que menoscabe los derechos de una persona basada
en su orientación sexual, constituye un acto discriminatorio y por lo
tanto susceptible de ser proscripto.27

26  Coidh, caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile. Fondo, reparaciones y costas, sentencia del 24 de
febrero de 2012, serie C, nº 239, párrafos 142 y 172.
27 Coidh, caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile, párrafos 85, 91 y 93.

Alfonso Hernández Barrón 153


El interés superior del niño no puede amparar la discriminación

El interés superior del niño no puede ser utilizado para amparar la


discriminación en contra de la madre o el padre por la orientación
sexual de cualquiera de ellos. De este modo, el juzgador no puede
tomar en consideración esta condición social como elemento para
decidir sobre una tuición o custodia. El Tribunal agregó que una
determinación a partir de presunciones infundadas y estereotipadas,
sobre la capacidad e idoneidad parental de poder garantizar y
promover el bienestar y desarrollo del niño, no es adecuada para
garantizar el fin legítimo de proteger el interés superior del niño.
La Corte consideró que no son admisibles las consideraciones
basadas en estereotipos por la orientación sexual, es decir,
pre-concepciones de los atributos, conductas o características
poseídas por las personas homosexuales o el impacto que estos
presuntamente puedan tener en las niñas y los niños.28

Niñez indígena

Medidas especiales de protección de los niños indígenas

La Corte consideró de crucial importancia la labor del Estado de


adoptar medidas especiales de protección a favor de los niños
indígenas, dentro de las cuales se encuentra la de promover y
proteger el derecho de estos a vivir de acuerdo con su propia cultura,
su propia religión y su propio idioma. Asimismo, la Corte ha señalado
que los niños indígenas para poder tener un desarrollo pleno de su
personalidad, de acuerdo con su cosmovisión, requieren formarse
y crecer dentro de su entorno natural y cultural, ya que poseen una
identidad distintiva que los vincula con su tierra, cultura, religión e
idioma.29

28  Coidh, caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile, párrafos 110 y 111.
29  Coidh, caso Masacres de Río Negro vs. Guatemala. Excepción preliminar, fondo, reparaciones
y costas, sentencia de 4 de septiembre de 2012, serie C, nº. 250, párrafos 143 y 144.

154 Los derechos humanos


Personas con algún tipo de discapacidad

Discapacidad y deber especial de protección

La Corte tuvo en cuenta que la Convención Interamericana para la


Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas
con Discapacidad define el término “discapacidad” como “una
deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza permanente
o temporal, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades
esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o agravada por
el entorno económico y social”. Por su parte, la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad establece que las personas
con discapacidad “incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas,
mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar
con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva
en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.
Al respecto, la Corte observó que en las mencionadas
Convenciones se tiene en cuenta el modelo social para abordar
la discapacidad, lo cual implica que la discapacidad no se define
exclusivamente por la presencia de una deficiencia física, mental,
intelectual o sensorial, sino que se interrelaciona con las barreras
o limitaciones que socialmente existen para que las personas
puedan ejercer sus derechos de manera efectiva. Los tipos de
límites o barreras que comúnmente encuentran las personas con
diversidad funcional en la sociedad son, entre otras, barreras físicas
o arquitectónicas, comunicativas, actitudinales o socioeconómicas.
En este sentido, la Corte Interamericana reiteró que toda persona
que se encuentre en una situación de vulnerabilidad es titular de
una protección especial, en razón de los deberes especiales cuyo
cumplimiento por parte del Estado es necesario para satisfacer las
obligaciones generales de respeto y garantía de los derechos humanos.
El Tribunal recordó que no basta que los Estados se abstengan de
violar los derechos, sino que es imperativa la adopción de medidas
positivas, determinables en función de las particulares necesidades de

Alfonso Hernández Barrón 155


protección del sujeto de derecho, ya sea por su condición personal o
por la situación específica en que se encuentre, como la discapacidad.
En este sentido, es obligación de los Estados propender por la
inclusión de las personas con discapacidad por medio de la igualdad
de condiciones, oportunidades y participación en todas las esferas de
la sociedad, con el fin de garantizar que las limitaciones anteriormente
descritas sean desmanteladas. Por tanto, es necesario que los
Estados promuevan prácticas de inclusión social y adopten medidas
de diferenciación positiva para remover dichas barreras.30

Plazo razonable-personas con discapacidad en situación de


reclamo judicial

Respecto a la afectación generada en la situación jurídica de la


persona involucrada en el proceso, la Corte recordó que, si el paso
del tiempo incide de manera relevante en la situación jurídica del
individuo, resultará necesario que el procedimiento avance con
mayor diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo breve.
Teniendo en cuenta lo anterior, el Tribunal estableció que en casos
de personas en situación de vulnerabilidad, como lo es una persona
con discapacidad, es imperante tomar las medidas pertinentes,
como por ejemplo la priorización en la atención y resolución del
procedimiento por parte de las autoridades a su cargo, con el fin de
evitar retrasos en la tramitación de los procesos, de manera que se
garantice la pronta resolución y ejecución de los mismos.31

Pueblos y comunidades indígenas

Derecho a la consulta previa, libre e informada de las


Comunidades y Pueblos Indígenas y Tribales

30  Coidh, caso Furlan y familiares vs. Argentina. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y
costas, sentencia de 31 de agosto de 2012, serie C, nº. 246, párrafos 132, 133 y 134.
31  Coidh, caso Furlan y familiares vs. Argentina, párrafo 194.

156 Los derechos humanos


La Corte profundizó acerca de la obligación de consultar a las
Comunidades y Pueblos Indígenas y Tribales sobre toda medida
administrativa o legislativa que afecte sus derechos reconocidos en la
normatividad interna e internacional, así como la obligación de asegurar
los derechos de los pueblos indígenas a la participación en las decisiones
de los asuntos que conciernan a sus intereses, lo cual implica el deber
de organizar adecuadamente todo el aparato gubernamental y, en
general, de todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el
ejercicio del poder público, en particular sus normas e instituciones, de
tal forma que la consulta a comunidades indígenas, autóctonas, nativas
o tribales pueda llevarse a cabo efectivamente, de conformidad con los
estándares internacionales en la materia. De este modo, los Estados
deben incorporar esos estándares dentro de los procesos de consulta
previa, a modo de generar canales de diálogos sostenidos, efectivos y
confiables con los pueblos indígenas en los procedimientos de consulta
y participación a través de sus instituciones representativas.
Asimismo, el Tribunal indicó que el Estado debe garantizar el
derecho de consulta y participación en todas las fases de planeación y
desarrollo de un proyecto que pueda afectar el territorio sobre el cual se
asienta una comunidad indígena o tribal, u otros derechos esenciales
para su supervivencia como pueblo, a fin de que los pueblos indígenas
puedan verdaderamente participar e influir en el proceso de adopción
de decisiones, de conformidad con los estándares internacionales
pertinentes. Por ello, en su caso, corresponde también al Estado llevar
a cabo tareas de fiscalización y de control en su aplicación y desplegar,
cuando sea pertinente, formas de tutela efectiva de ese derecho por
medio de los órganos judiciales correspondientes.32

Condiciones carcelarias

Deber de prevención en condiciones carcelarias

32  Coidh, caso Pueblo Indígena Kichwa de Sarayaku vs. Ecuador. Fondo y reparaciones, sentencia
de 27 de junio de 2012, serie C, nº 245, párrafos 166 y 167.

Alfonso Hernández Barrón 157


La Corte realizó algunas consideraciones sobre el deber de
prevención del Estado en condiciones carcelarias. En específico,
hizo mención a la incorporación en su jurisprudencia de los
principales estándares sobre condiciones carcelarias que el Estado
debe garantizar en favor de las personas privadas de libertad. En
particular: a) el hacinamiento constituye en sí mismo una violación a
la integridad personal; asimismo, obstaculiza el normal desempeño
de las funciones esenciales en los centros penitenciarios; b) la
separación por categorías deberá realizarse entre procesados
y condenados y entre los menores de edad y los adultos, con el
objetivo de que los privados de libertad reciban el tratamiento
adecuado a su condición; c) todo privado de libertad tendrá acceso
al agua potable para su consumo y al agua para su aseo personal;
d) la alimentación que se brinde en los centros penitenciarios, debe
ser de buena calidad y debe aportar un valor nutritivo suficiente; e) la
atención médica debe ser proporcionada regularmente, brindando
el tratamiento adecuado que sea necesario y a cargo del personal
médico calificado cuando este sea necesario; f) la educación, el
trabajo y la recreación son funciones esenciales de los centros
penitenciarios, las cuales deben ser brindadas a todas las personas
privadas de libertad, con el fin de promover la rehabilitación
y readaptación social de los internos; g) las visitas deben ser
garantizadas en los centros penitenciarios, la reclusión bajo un
régimen de visitas restringido puede ser contraria a la integridad
personal en determinadas circunstancias; h) todas las celdas deben
contar con suficiente luz natural o artificial, ventilación y adecuadas
condiciones de higiene; i) los servicios sanitarios deben contar con
condiciones de higiene y privacidad; j) los Estados no pueden alegar
dificultades económicas para justificar condiciones que no cumplan
con los estándares mínimos internacionales en esta materia y que
sean tan pobres que no respeten la dignidad inherente del ser
humano, y k) las medidas disciplinarias que constituyan un trato
cruel, inhumano o degradante, incluidos los castigos corporales,
la reclusión en aislamiento prolongado, así como cualquier otra

158 Los derechos humanos


medida que pueda poner en grave peligro la salud física o mental
del recluso están estrictamente prohibidas.33

Protección para periodistas

Medidas de protección para periodistas en riesgo especial

El Tribunal indicó que el ejercicio periodístico sólo puede efectuarse


libremente cuando las personas que lo realizan no son víctimas de
amenazas ni de agresiones físicas, psíquicas o morales u otros actos
de hostigamiento. Esos actos constituyen serios obstáculos para
el pleno ejercicio de la libertad de expresión. Al respecto, la Corte
también sostuvo que los Estados tienen la obligación de adoptar
medidas especiales de prevención y protección de los periodistas
sometidos a un riesgo especial por el ejercicio de su profesión, por
factores tales como el tipo de hechos que cubren, el interés público
de la información que difunden o la zona a la cual deben acceder
para cumplir con su labor, así como también a aquellos que son
objeto de amenazas en relación con la difusión de esa información
o por denunciar o impulsar la investigación de violaciones que
sufrieron o de las que se enteraron en el ejercicio de su profesión.
Los Estados deben adoptar las medidas de protección necesarias
para evitar los atentados la vida e integridad de los periodistas bajo
tales condiciones.34

Uso de la fuerza

Estándares del uso de la fuerza y principios de legalidad,


necesidad y proporcionalidad

33  Coidh, caso Pacheco Teruel y otros vs. Honduras. Fondo, reparaciones y costas, sentencia de
27 de abril de 2012, serie C,nº 241, párrafo 67.
34  Coidh, caso Vélez Restrepo y Familiares vs. Colombia. Excepción preliminar, fondo, reparaciones
y costas, sentencia de 3 de septiembre de 2012, serie C, nº 248, párrafos 194 y 209.

Alfonso Hernández Barrón 159


La Corte consideró que en casos que resulte imperioso el uso de
la fuerza, ésta debe realizarse en armonía con los principios de
legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad. Legalidad: el
uso de la fuerza debe estar dirigido a lograr un objetivo legítimo;
Absoluta necesidad: es preciso verificar si existen otros medios
disponibles para tutelar la vida e integridad de la persona o situación
que pretende proteger, de conformidad con las circunstancias
del caso; Proporcionalidad: el nivel de fuerza utilizado debe ser
acorde con el nivel de resistencia ofrecido. Además la Corte
observó que, de conformidad con los Principios sobre el Empleo
de la Fuerza de Naciones Unidas, en caso de presentarse heridos
luego del despliegue de la misma, se les debe prestar y facilitar
los servicios médicos correspondientes y notificar lo sucedido lo
antes posible a los familiares o amigos íntimos. Además, se debe
proceder con la rendición de informes de situación, los cuales
deberán tener supervisión administrativa y judicial. De igual
forma, debe existir una investigación de los hechos que permita
determinar el grado y modo de la participación de cada uno de
los interventores, sean materiales o intelectuales y, con ello,
establecer las responsabilidades que puedan corresponder.35

Como hemos analizado, la mayoría de estos criterios por ahora


resultan orientadores; sin embargo, no dejan de llamar la atención
al estar vinculados con varios de los temas de la agenda pública
nacional. Seguramente se convertirán en criterios obligatorios; por
ahora, sin duda, dan luz y resultan pertinentes para el análisis y el
debate.

35 Coidh, caso Nadege Dorzema y otros vs. República Dominicana. Fondo, reparaciones y costas,
sentencia de 24 de octubre de 2012, serie C, n•. 251, párrafos 85 y 99.

160 Los derechos humanos


VII. Deberes y obligaciones del
Estado mexicano y de sus agentes
en materia de derechos humanos

Consideraciones generales en torno a los deberes y obligaciones jurídicas.


Los deberes de respetar, proteger, garantizar, prevenir y organizar. Las
obligaciones de investigar, juzgar, sancionar y reparar. Tipos de daño. Medidas
de restitución, rehabilitación, satisfacción, garantías de no repetición,
indemnizaciones, costas y gastos. Fundamentos del derecho nacional que
dan lugar a la reparación. Deberes y obligaciones de quienes desempeñan
un cargo público a la luz de las nuevas disposiciones en materia de derechos
humanos. Principios que deben orientar a servidores públicos.

Consideraciones generales en torno a los deberes y


obligaciones jurídicas

Los deberes y obligaciones de nuestro país a la luz de lo expuesto


en las sentencias de la Coidh son los de respetar, proteger,
garantizar, organizar, prevenir, investigar, juzgar, sancionar y
reparar. Conocer en qué consisten resulta significativo, ya que son
referentes que orientan a los gobiernos sobre las políticas públicas
y acciones que deben implementar, y a su vez se constituyen en
herramientas ciudadanas para exigir su cumplimiento y disfrutar
sus beneficios.
De la aplicación de la Convención Americana realizada por la
Coidh, se desprende que los Estados tienen una serie de deberes
jurídicos de carácter general, de los que se derivan obligaciones
relacionadas con cláusulas específicas y derechos humanos en
particular. Lo anterior se identifica en los argumentos que contienen
las sentencias, opiniones consultivas y medidas provisionales que

Alfonso Hernández Barrón 161


ha dictado la Coidh en más de treinta años de trabajo y que en
el caso particular de México se incorporan en las resoluciones de
los casos donde ha sido parte. Tanto deberes como obligaciones
son interdependientes, de tal forma que unos respecto a otras son
necesarios para garantizar su cumplimiento integral.
Los deberes jurídicos surgen y se perfeccionan desde el momento
en que los Estados suscriben los instrumentos internacionales,
no están sujetos a ninguna eventualidad y tienen implicaciones
de carácter general en relación al orden mundial o regional, en
tanto que las obligaciones tienen implicaciones compuestas, esto
es, de forma general también son compromisos internacionales,
pero sólo se determinan a partir de un acto jurídico concreto que
haga presumir una vulneración de derechos, y del cual se derive
la identificación de sujetos que han adquirido el derecho a que
se cumpla en su favor una obligación; en este caso puede ser
la misma comunidad internacional, la población de una nación o
sujetos particulares.
Los deberes generales de los Estados americanos, en relación
con los derechos humanos, se encuentran establecidos de
manera central en los artículos primero, segundo, 27, 28 y 30 de la
Convención Americana, y son los de respetar y proteger, de los que
se derivan los de garantizar, prevenir y organizar.

Los deberes de respetar, proteger, garantizar, prevenir y organizar

Respecto a los deberes de respetar y proteger, se encuentran


identificados en la Convención Americana como deberes generales
de los Estados. De forma literal, el artículo primero establece la
obligación de respetar los derechos y libertades, así como garantizar
su libre y pleno ejercicio, mientras que el artículo segundo refiere el
deber de adoptar disposiciones de derecho para hacerlos efectivos;
ambos implican acciones de hacer y de no hacer.
En relación con estos deberes, los Estados deben desplegar
al menos dos tipos de medidas, las dirigidas a particulares y las

162 Los derechos humanos


dirigidas a los elementos al servicio del propio Estado. Las primeras
incluyen medidas generalmente de naturaleza inhibitoria, como la
tipificación de delitos, la regulación de causas de justificación para
la afectación de derechos y el acceso a la justicia por parte de las
víctimas; en tanto, las segundas consideran la regulación estricta
de las facultades de los elementos al servicio de los Estados con
el propósito de prevenir posibles violaciones de derechos por sus
propios agentes.
Los deberes de respetar y proteger parten de un reconocimiento
de los derechos humanos y la disposición de normas de carácter
interno que armonicen con los compromisos internacionales; de
este proceso derivan los deberes de garantizar y de prevenir.
El deber de garantizar pretende que las normas de reconocimiento
y protección se cumplan, considerando que las garantías son
precisamente acciones específicas para afianzar lo estipulado. En
tanto que el deber de prevenir pretende evitar cualquier violación
de derechos humanos,1 y constituye el fundamento para demandar
no sólo a nivel interno, sino también internacional, la adecuada
organización de los gobiernos.
Para cumplir los deberes de garantizar y de prevenir, los Estados
tienen el deber de organizar, que implica ordenar el aparato
gubernamental y el poder público; dicho deber es preeminente
respecto a los otros.
Sobre el deber de organizar, la Coidh ha establecido como
referente un universo que identifica como el “aparato gubernamental
y todas las estructuras del poder público”, el cual comprende el
amplio espectro de todas las instancias, niveles y estructuras de
los distintos aparatos de un gobierno, lo anterior cobra sentido
a la luz de la noción del concepto Estado-nación que establece
la teoría general del estado y que en el sistema interamericano
se clarifica con la cláusula federal enunciada en el artículo 28 de

1  Coidh, caso Velásquez Rodríguez vs. Honduras. Fondo, sentencia de 29 de julio de 1988, serie C, nº. 4,
párrafo 174. Caso Godínez Cruz vs. Honduras. Fondo, sentencia del 20 de enero de 1989, serie C, nº. 5,
párrafo 184. Disponibles en: www.corteidh.or.cr/. Última vista 15 de julio de 2013.

Alfonso Hernández Barrón 163


la Convención, que implica la responsabilidad de los Estados no
sólo de cumplir en el ámbito de su competencia, sino de asegurar
que las entidades que los integran también lo hagan.
En un primer plano, el deber de organizar implica aspectos
formales como el diseño y la planificación institucional, la
disposición de recursos materiales y la infraestructura necesaria
para el funcionamiento de la administración pública; sin embargo,
la Coidh también ha señalado que la organización debe “asegurar
jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos”,
lo cual nos lleva al campo de la eficiencia y de la eficacia, de
tal forma que más allá de los aspectos materiales, el deber de
organizar impone la necesidad de regular el desempeño en el
servicio público para hacer efectiva una conducta gubernamental
que asegure una eficaz garantía del libre y pleno ejercicio de los
derechos humanos.2
El incumplimiento del deber de organizar conlleva responsabilidad
por no tomar las medidas adecuadas del derecho interno para hacer
efectivos los derechos y, en su caso, por vulneración de derechos
humanos propiciados por actos u omisiones de sus agentes y de
particulares.
En relación con estos puntos, la Coidh señala que “un Estado
puede violar un tratado internacional y, específicamente, la
Convención […] por ejemplo, omitiendo dictar las normas a que
está obligado por el artículo 2º”. 3 De igual forma, indica que
no puede alegarse la preeminencia del derecho interno para
incumplir sus compromisos internacionales. 4 Como analizamos
en el capítulo anterior, México ha sido declarado responsable

2  Caso Velásquez Rodríguez, párrafo 167. Caso Godínez Cruz, párrafo 176.
3  Coidh, Opinión Consultiva OC-13/93, Ciertas Atribuciones de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (Arts. 41, 42, 44, 46, 47, 50 y 51 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos), 16 de julio de 1993, Serie A, nº 13, párrafo 26. Opinión Consultiva OC-14/94,
Responsabilidad Internacional por Expedición y Aplicación de Leyes Violatorias de la Convención
(Arts. 1 y 2 Convención Americana Sobre Derechos Humanos), 9 de diciembre de 1994, Serie A, nº.
14, párrafo 37. Disponibles en: www.corteidh.or.cr/. Última vista 15 de julio 2013.
4  Opinión Consultiva OC-14/94, párrafo 35.

164 Los derechos humanos


por incumplir este deber en materia de legislación militar, al no
restringir el fuero militar y por la falta de tipificación adecuada
de delitos como la desaparición forzada de personas.
Así pues, el deber de organizar el aparato gubernamental y
el poder público se constituye en piedra angular para respetar
y proteger los derechos humanos; su incumplimiento genera,
conforme al derecho internacional, una responsabilidad imputable
al Estado.
En relación con los deberes de los Estados podemos concluir
que los artículos primero y segundo, y los criterios para su
interpretación, son el marco que identifica las responsabilidades
de los Estados y que han establecido los puntos cardinales
para la ampliación paulatina en el reconocimiento y protección
de los diversos derechos, situación que se refleja en el trabajo
jurisdiccional y consultivo de la Coidh, donde su dimensión avanza
de forma progresiva hasta consolidar conceptos con mayores
alcances.

Las obligaciones de investigar, juzgar, sancionar y reparar

Como se ha señalado, los deberes de los Estados implican acciones


de abstención o de prestación de carácter general. Por su parte,
una vez acontecida una afectación de derechos, los Estados tienen
obligaciones en relación con casos concretos y ante la propia
comunidad nacional e internacional. Estas obligaciones son las de
investigar, juzgar, sancionar y reparar.
Existe una íntima relación entre deberes y obligaciones, ya que
los primeros resultan indispensables para el cumplimiento de las
segundas. Así, las obligaciones dependen del cumplimiento del
deber de organizar para que efectivamente haya una estructura
que permita investigar, juzgar, sancionar y reparar.
En relación con la obligación de investigar, la Coidh ha identificado
ciertos requisitos cualitativos que deben cumplirse para estimar
cumplida esta responsabilidad a cargo del Estado, entre ellos que

Alfonso Hernández Barrón 165


la investigación se realice “[…]con seriedad y no como una simple
formalidad condenada de antemano a ser infructuosa [...]”.5
Las primeras sentencias donde la Coidh enumera una serie de
obligaciones incumplidas y que le dan sentido a la obligación de
investigar son las recaídas a los dos primeros casos que resolvió,
ambos relacionados con desapariciones forzadas en el estado
de Honduras. Nos referimos a los casos Velásquez Rodríguez y
Godínez Cruz, cuyas sentencias son prolíficas en aspectos que
deben atender los Estados para estimar cumplida su obligación de
investigar, y que se replican en general en las sentencias dictadas
contra México y de forma muy particular en el caso Radilla Pacheco,
que también versa sobre una desaparición forzada.
De las sentencias citadas se infiere que para estimar atendida esta
obligación, la investigación debe ser eficaz, debe realizarla personal
competente e imparcial, la carga de la prueba está a cargo del Estado
de forma oficiosa y deben establecerse procedimientos para determinar
la responsabilidad del ilícito. El Poder Judicial debe atender los recursos
a favor de las personas, tramitar recursos de exhibición y tener acceso
a los lugares que se requieran para mejor proveer. En el caso del Poder
Ejecutivo, este se encuentra obligado a investigar oficiosamente casos
graves como las desapariciones forzadas. Finalmente, destaca que la
obligación de investigar subsiste hasta que se aclaren los hechos.6
En casos de desapariciones forzadas la Coihd ha sumado a la lista
de aspectos que debe atender una investigación como obligación
5  Caso Rosendo Cantú vs. México, párrafo 175. Caso Fernández Ortega vs. México, párrafo 191.
Caso Radilla Pacheco vs. México, párrafo 233. Caso González y otras vs. México, párrafo 289. Caso
Velásquez Rodríguez vs. Honduras, párrafo 177. Caso Godínez Cruz vs. Honduras, párrafo 188.
6  Caso Radilla Pacheco, párrafo 244. Caso Velásquez Rodríguez, Indemnización compensatoria, sentencia
de 21 de julio de 1989, (Art. 63.1 Convención Americana Sobre Derechos Humanos), serie C, nº. 7, párrafo
34. Caso Godínez Cruz, Indemnización compensatoria (Art. 63.1 Convención Americana Sobre Derechos
Humanos), sentencia de 21 de julio de 1989, serie C, nº 8, párrafo 32. Caso Caballero Delgado y Santana,
párrafo 69 y punto resolutivo 5. Caso El Amparo, Reparaciones (Artículo 63.1 Convención Americana sobre
Derechos Humanos), sentencia del 14 de septiembre de 1996, serie C, nº 28, párrafo 61 y punto resolutivo
4. Caso Castillo Páez, sentencia de 3 de noviembre de 1997, serie C, nº 34, párrafo 90. Disponibles en:
www.corteidh.or.cr/. Última vista 15 de julio 2013. En otros casos contra México no relacionados con
desaparición forzada la Coidh también se ha referido al plazo razonable, ver caso Rosendo Cantú, párrafos
223 y 249; caso Fernández Ortega, párrafos 228, 239, 240 y 262; y caso González y otras, párrafos 460,
462 y 502.

166 Los derechos humanos


a cargo de los Estados: que se use la diligencia necesaria para la
identificación de cadáveres;7 que la investigación sea pertinente;
que se tome en cuenta el patrón de violaciones existente en la época;
que la investigación sea realizada por autoridades competentes;
que tengan a su alcance y utilicen todos los recursos logísticos y
científicos necesarios para recabar y procesar las pruebas; que
tengan facultades para acceder a la documentación e información
pertinentes para investigar los hechos; que los familiares tengan
la oportunidad de participar en la investigación con las debidas
garantías de seguridad; y que las autoridades se abstengan de
realizar actos que impliquen la obstrucción del proceso investigativo,
ya que se debe efectuar en un plazo razonable.8
Siguiendo el orden propuesto de las obligaciones, después
de investigar los Estados se encuentran obligados a juzgar y
sancionar. Este binomio se propone ya que comúnmente la Coidh
se refiere al segundo; sin embargo, resulta lógico que después de
investigar y antes de sancionar debe existir, como etapa necesaria,
la de juzgar, ya que de no respetar el debido proceso se propiciaría
una interminable cadena de afectaciones de derechos, para lo cual
no debemos olvidar que la Coidh ha determinado que “por graves
que puedan ser ciertas acciones y por culpables que puedan ser
los reos de determinados delitos, […] ninguna actividad del Estado
puede fundarse sobre el desprecio a la dignidad humana”.9
Respecto a las obligaciones de juzgar y sancionar, es oportuno
señalar que la responsabilidad de los Estados puede implicar
responder tanto de violaciones de derechos humanos provocadas
directamente por cualquiera de sus agentes, o bien por particulares
que actúen bajo la complacencia o ante la deficiencia en el

7  Coidh, caso Neira Alegría y Otros. Fondo, sentencia de 19 de enero de 1995, serie C, nº. 20, párrafo
71. Disponible en: www.corteidh.or.cr/. Última vista 15 de julio 2013.
8  Coidh, caso Radilla Pacheco, párrafo 222, caso Gomes Lund y otros (Guerrilha Do Aaraguaia) vs.
Brasil. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 24 de noviembre de
2010, serie C, nº 219, párrafo 256. Disponible en: www.corteidh.or.cr/. Última vista 15 de julio de
2013.
9  Entre otras sentencias en el caso Velásquez Rodríguez, párrafo 154.

Alfonso Hernández Barrón 167


cumplimiento de los deberes del Estado. La Coidh ha sido muy
clara al señalar que “la acción u omisión de cualquier autoridad
pública constituye un hecho imputable al Estado que compromete
su responsabilidad en los términos previstos por la misma
Convención”.10
Al respecto, la Coidh ha señalado que “es un principio de derecho
internacional que el Estado responde por los actos de sus agentes
realizados al amparo de su carácter oficial y por las omisiones de
los mismos aun si actúan fuera de los límites de su competencia
o en violación del derecho interno”.11 Incluso señala que dicha
responsabilidad procede aun si el agente “no está individualmente
identificado”. 12
Es importante señalar que la responsabilidad estatal no exime de
la responsabilidad individual a los servidores públicos que hayan
propiciado la afectación de derechos cuando sus actos sean de
interés internacional, lo que da pie a que puedan ser juzgados
en órganos jurisdiccionales transnacionales como la Corte Penal
Internacional,13 conforme lo expresado a continuación:

10  Caso Velásquez Rodríguez, párrafo 164. Caso Godínez Cruz, párrafo 173. Caso Caballero
Delgado y Santana, párrafo 56.
11  Caso Velásquez Rodríguez, párrafos 169 y 170. Caso Godínez Cruz, párrafos 178 y 179. Caso
Neira Alegría y Otros, párrafo 63. Caso Caballero Delgado y Santana, párrafo 56.
12  Caso Velásquez Rodríguez, párrafo 173. Caso Godínez Cruz, párrafo 183. Caso Gangaram Panday,
Fondo, reparaciones y costas, sentencia de 21 de enero de 1994, serie C, nº 16, párrafo 62. La última
también disponible en: www.corteidh.or.cr/. Última vista 15 de julio 2013.
13  La Corte Penal Internacional es una organización internacional independiente, no forma parte
del sistema de las Naciones Unidas. Su sede está en La Haya, se rige por el llamado Estatuto de Roma,
el cual señala en su artículo primero que La Corte será una institución permanente, estará facultada
para ejercer su jurisdicción sobre personas respecto de los crímenes más graves de trascendencia
internacional; en el artículo quinto establece que son competencia de esa instancia el crimen de
genocidio, los crímenes de lesa humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión.
En la década de 1990, después del fin de la guerra fría, algunos tribunales como el Tribunal Penal
Internacional para la ex Yugoslavia y para Ruanda fueron establecidos para juzgar los crímenes
cometidos sólo dentro de un marco de tiempo específico y durante un determinado conflicto,
por lo que hubo un acuerdo general de que se requería un tribunal permanente. El 17 de julio de
1998, la comunidad internacional llegó a una decisión histórica en la que 120 Estados adoptaron
el Estatuto de Roma, la base jurídica para el establecimiento de la Corte Penal Internacional.
México depositó su instrumento de ratificación del Estatuto de Roma el 28 de octubre de 2005.
Información disponible en: http://www.icc-cpi.int/en_menus/icc/about%20the%20court/Pages/

168 Los derechos humanos


57. La Coidh concluye que el cumplimiento por parte de agentes
o funcionarios del Estado de una ley manifiestamente violatoria de
la Convención produce responsabilidad internacional del Estado.
En caso de que el acto de cumplimiento constituya un crimen
internacional, genera también la responsabilidad internacional de
los agentes o funcionarios que lo ejecutaron.14

En relación con la responsabilidad de los Estados por afectaciones


a derechos humanos propiciados por particulares, la Coidh ha
determinado lo siguiente:
172. […] un hecho ilícito violatorio de los derechos humanos que
inicialmente no resulte imputable directamente a un Estado, por
ejemplo, por ser obra de un particular o por no haberse identificado
al autor de la transgresión, puede acarrear la responsabilidad
internacional del Estado, no por ese hecho en sí mismo, sino por
falta de la debida diligencia para prevenir la violación o para tratarla
en los términos requeridos por la Convención.15

De tal forma que la responsabilidad de los Estados puede alcanzar


la esfera de actos realizados por particulares, particularmente cuando
se incumplen los deberes y obligaciones internacionales.
Respecto a la obligación de reparar, la Coidh ha señalado que
“obligar al autor de un hecho a borrar todas las consecuencias
que su acto causó es enteramente imposible porque su acción
tuvo efectos que se multiplicaron de modo inconmensurable”;16 no
obstante, ha generado interesantes y abundantes criterios para
lograr la mayor reparación posible.
En el sistema interamericano de derechos humanos el fundamento
de la obligación de reparar se encuentra en el artículo 63.1 de la
about%20the%20court.aspx, última vista el 15 de julio de 2013, la traducción es propia.
14  Coidh, Opinión Consultiva OC-14/94, párrafo 57.
15  Caso Velásquez Rodríguez, párrafo 172. Caso Godínez Cruz, párrafo 181. Caso Gangaram Panday,
párrafo 62. Caso Caballero Delgado y Santana, párrafo 56.
16  Coidh, caso Aloeboetoe y otros vs. Surinam. Reparaciones y costas, sentencia de 10 de
septiembre de 1993, serie C, nº 15, párrafo 48.

Alfonso Hernández Barrón 169


Convención Americana sobre Derechos Humanos, que expresa lo
siguiente:
Artículo 63.1. Cuando decida que hubo violación de un derecho
o libertad protegidos en esta Convención, la Corte dispondrá que
se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad
conculcados. Dispondrá asimismo, si ello fuera procedente, que
se reparen las consecuencias de la medida o situación que ha
configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una justa
indemnización a la parte lesionada.

Tipos de daño

Según los criterios fijados por la Coidh, la adecuada reparación


debe incluir tanto el daño material como el inmaterial; dentro del
primero encontramos los siguientes:
· Daño emergente. Afectación al patrimonio derivado
inmediata y directamente de los hechos. En la legislación
mexicana suele equipararse el daño en sentido amplio.
· Lucro cesante. Implica la ganancia o el beneficio que se dejó
o dejará de percibir como consecuencia del hecho que causó
el daño. En la legislación mexicana equivale al perjuicio.
· Daño físico. Es la lesión que sufre la persona en su cuerpo.

Por su parte, el daño inmaterial es la lesión sufrida en los bienes


no materiales que forman parte del patrimonio de las personas,
“puede comprender tanto los sufrimientos y las aflicciones causados
a la víctima directa y a sus allegados, el menoscabo de valores muy
significativos para las personas, así como las alteraciones, de carácter
no pecuniario, en las condiciones de existencia de la víctima o su
familia”.17 Dentro del daño inmaterial encontramos los siguientes tipos:

17  Caso Radilla Pacheco, párrafo 371. Caso de los Niños de la Calle (Villagrán Morales y otros) vs.
Guatemala. Reparaciones y costas, sentencia de 26 de mayo de 2001, serie C, nº 77, párrafo 84. Caso
Escher y otros vs. Brasil, Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 6 de julio
de 2009, serie C, nº 200, párrafo 224, y caso Dacosta Cadogan vs. Barbados. Excepciones preliminares,
fondo, reparaciones y costas, sentencia de 24 de septiembre de 2009, serie C, nº 204, párrafo 111.

170 Los derechos humanos


· Daño moral. Es la lesión sufrida en el aspecto psíquico de
la persona, más precisamente, en el emocional. Puede
tener una dimensión individual o social. Se vincula con la
afectación al buen nombre, al prestigio, a la fama pública.
· Daño al proyecto de vida. Es el que afecta la realización
de la persona, considerando su vocación, aptitudes,
circunstancias, potencialidades y aspiraciones que le
permiten fijarse razonablemente expectativas determinadas
y tener acceso a ellas. Implica, por tanto, la pérdida grave o
menoscabo de oportunidades futuras de desarrollo personal.
· Daño social. Es el que, debido a que trasciende a quien o quienes
sufrieron la afectación original, impacta en la sociedad.18
· Daño jurídico. Es la lesión que sufren las personas en sus
derechos. Este daño se ve especialmente reflejado en la
violación de las garantías individuales y sociales previstas
en la Constitución y en los instrumentos internacionales.

En la mayoría de sus resoluciones la Coidh determina las


características y montos de la reparación siguiendo esta estructura,
la cual en lo general armoniza con lo dispuesto en la legislación
mexicana, que analizaremos más adelante.

Medidas de restitución, rehabilitación, satisfacción, garantías


de no repetición, indemnizaciones, costas y gastos.

En relación con la obligación de reparar, la Coidh se refiere a


cuatro tipos de medidas: a) de restitución, b) de rehabilitación, c) de
satisfacción, y d) garantías de no repetición; todas presentes en las
sentencias dictadas contra nuestro país.
Las medidas de restitución buscan restablecer las condiciones que
tenían las víctimas antes de la violación de derechos; por ejemplo:

Disponibles en: www.corteidh.or.cr/. Última vista 15 de julio 2013.


18  En el caso Radilla Pacheco se analizó desde la perspectiva del impacto que provocó en la
comunidad la desaparición forzada de uno de sus líderes.

Alfonso Hernández Barrón 171


la libertad de personas detenidas ilegalmente o la devolución de
bienes o derechos.
Las medidas de rehabilitación buscan restaurar los componentes
personales o colectivos afectados, dañados o destruidos; están
asociadas a la prestación de servicios profesionales como la
atención médica y psicológica; y tienen el propósito de restituir la
afectación o al menos, en la medida de lo posible, resarcir los daños
físicos o emocionales causados a las víctimas.
Las de satisfacción son medidas significativas para reivindicar
a las víctimas por los daños inmateriales sufridos, cuyo propósito
es que exista la aceptación del Estado de la falta que hayan
cometido sus autoridades o servidores públicos. Entre otras, se
han considerado la publicación de la propia sentencia dictada por
la Coidh, actos públicos de reconocimiento de responsabilidad
internacional, el establecimiento de días conmemorativos en honor
a las víctimas, disculpas públicas, etcétera.
Finalmente, las garantías de no repetición son las acciones
que efectúa el Estado para adoptar medidas de justicia y de
derecho interno, esto implica modificar prácticas administrativas
o mecanismos de protección inadecuados a efecto de prevenir,
minimizar o mitigar pérdidas o daños a los gobernados, entre ellas
encontramos programas de educación en derechos humanos,
medidas legislativas –como la tipificación de delitos–, medidas
administrativas –como garantizar el acceso, sistematización y
publicación de documentos en poder del Estado–, o la creación de
comisiones especiales para investigar, entre otras.
Como parte de la reparación del daño la Coidh considera dos
aspectos fundamentales: la obligación de identificar a la parte
lesionada y determinar el paradero de las víctimas (en caso de
desapariciones forzadas), y las obligaciones de investigar los
hechos, juzgar y sancionar a los responsables; lo anterior ha
derivado en el denominado “derecho a la verdad”.
Respecto al “derecho a la verdad”, en el caso Radilla Pacheco se
incluye el razonamiento siguiente:

172 Los derechos humanos


180. […] los familiares de las víctimas tienen el derecho, y los Estados
la obligación, a que los hechos sean efectivamente investigados
por las autoridades estatales y, en ese sentido, a conocer la verdad
de lo sucedido […] la Corte […] ha confirmado la existencia de un
“[d]erecho de los familiares de la víctima de conocer cuál fue el
destino de ésta y, en su caso, dónde se encuentran sus restos”. […]
el derecho a la verdad se encuentra subsumido en el derecho de la
víctima o de sus familiares a obtener de los órganos competentes
del Estado el esclarecimiento de los hechos violatorios y las
responsabilidades correspondientes, […].19

Como tal, en nuestro país el derecho a la verdad ya se incluye en


la legislación vigente como la Ley General de Víctimas.20
Finalmente, también como medida compensatoria, se encuentra
el rubro de indemnizaciones, costas y gastos, los cuales se
constituyen con los pagos que se originen por los daños que se
hayan causado tanto a la víctima como a los ofendidos; dentro de
ellos se debe contemplar el daño material e inmaterial, las costas y
gastos, así como las modalidades como se deban cubrir.
En relación con el daño inmaterial, la Coidh ha planteado una serie
de novedades entre las que destaca el daño al proyecto de vida,
delimitado de manera notable en la sentencia del caso Villagrán
Morales y otros contra el Estado de Guatemala, también conocido
como “Niños de la Calle”, del 19 de noviembre de 1999, y en el cual se
estableció responsabilidad internacional por no generar condiciones
básicas de bienestar para evitar que la niñez fuera lanzada a la
miseria, privándole de unas condiciones mínimas de vida digna e

19  Caso Radilla Pacheco, párrafo 180.


20  Pueden consultarse mayores argumentos en relación con el derecho a la verdad en las
siguientes sentencias de la Coidh: Caso Castillo Páez vs. Perú. Fondo, sentencia de 3 de noviembre
de 1997, serie C, nº 34, párrafos 85 y 86; Caso González Médina y familiares vs. República
Dominicana. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 27 de febrero
de 2012, serie C, nº 240, párrafo 263. Disponibles en: www.corteidh.or.cr/. Última vista 15 de julio
2013. También ver los artículos 18, 19 y 20 de la Ley General de Víctimas.

Alfonso Hernández Barrón 173


impidiéndoles el pleno desarrollo para realizar un proyecto de vida.21
En las sentencias dictadas contra México destaca lo dispuesto
en el caso Radilla Pacheco Cabrera, donde se determinó una
compensación por daños inmateriales de 80,000 dólares en lo general
y de 40,000 dólares para cada uno de tres familiares identificados
como víctimas.22 En el caso Cabrera y García la compensación fue
de 20,000 dólares para cada una de las víctimas.23

Fundamentos del derecho nacional que dan lugar a la reparación

La obligación de reparar forma parte de la teoría general del


derecho, en particular de la teoría de las obligaciones, por lo que
la mayoría de las legislaciones estatales en la materia tienen un
fundamento constitucional. En el caso de México, la Constitución
Política general, en el artículo 113, último párrafo, establece que
“La responsabilidad del Estado, por los daños que, con motivo de su
actividad administrativa irregular, cause en los bienes o derechos
de los particulares, será objetiva y directa. Los particulares tendrán
derecho a una indemnización, conforme a las bases, límites y
procedimientos que establezcan las leyes”, esta disposición se
complementa con lo dispuesto por los artículos 1°, 17 y 20, apartado
C, de la propia Constitución, que al respecto señalan:
Artículo 1o. […] el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos
que establezca la ley.[…].
Artículo 17. […] Las leyes preverán mecanismos alternativos de
solución de controversias. En la materia penal regularán su aplicación,
asegurarán la reparación del daño y establecerán los casos en los
que se requerirá supervisión judicial. […].
Artículo 20. [...] C. De los derechos de la víctima o del ofendido: […].
21  Coidh, caso de los Niños de la calle (Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala. Fondo, sentencia
de 19 de noviembre de 1999, serie C, nº 63, párrafos 139 y 144. Disponible en: www.corteidh.
or.cr/. Última vista 15 de julio de 2013.
22  Caso Radilla Pacheco, párrafo 375.
23  Caso Cabrera y García, párrafos 260 y 261.

174 Los derechos humanos


IV. Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente,
el Ministerio Público estará obligado a solicitar la reparación del
daño, sin menoscabo de que la víctima u ofendido lo pueda solicitar
directamente, y el juzgador no podrá absolver al sentenciado de
dicha reparación si ha emitido una sentencia condenatoria.
La ley fijará procedimientos ágiles para ejecutar las sentencias en
materia de reparación del daño. […].

Lo anterior se complementa con legislación secundaria como la


recién aprobada Ley General de Víctimas, que es precisamente
reglamentaria de los citados artículos 1º, 17 y 20, de la Constitución,
que ya fue analizada en el capítulo quinto y de la que destaca que
en general armoniza con el marco teórico de la reparación del daño
establecido por la Coidh y que, entre otros puntos, también contempla
medidas de restitución, rehabilitación, compensación, satisfacción y
garantías de no repetición.
Con lo expuesto se clarifican cuáles son los deberes y obligaciones
de los Estados a la luz de sus compromisos internacionales,
en particular en el sistema interamericano. A continuación los
complementamos en relación con sus agentes.

Deberes y obligaciones de quienes desempeñan un cargo


público, a la luz de las nuevas disposiciones en materia de
derechos humanos.

La regulación de la conducta de los servidores públicos en la


tradición jurídica nacional comúnmente se realiza en tres órdenes, a
saber, en las disposiciones constitucionales; en los ordenamientos
jurídicos de carácter específico; y finalmente, por conducto de
códigos de ética no siempre vinculantes, pero sí orientadores en el
desempeño de un empleo o cargo.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece como marco general en materia de responsabilidades
de los servidores públicos el título cuarto, que comprende de los

Alfonso Hernández Barrón 175


artículos 108 al 114, y de los cuales se desprenden entre otros el
deber de actuar conforme a los principios rectores de legalidad,
honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia. Tal disposición se
reitera en los artículos 7º y 47, respectivamente, de la Ley Federal
de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y
de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos,
y se replica en la totalidad de las leyes estatales de la materia.
En consecuencia, las responsabilidades de los servidores
públicos en relación con las nuevas disposiciones de derechos
humanos parten de relacionar los deberes citados en el párrafo
anterior con lo dispuesto en los instrumentos internacionales en
la materia y con los deberes y obligaciones del Estado mexicano
analizadas en el presente capítulo.
Una referencia significativa y especializada para algunos rubros
de la función pública son los documentos enunciativos del ámbito
internacional que, sin ser directamente vinculantes, forman parte
del marco jurídico internacional y establecen principios y estándares
de conducta que resultan sumamente orientadores. A continuación
se enlistan por temáticas significativas:

Buen gobierno, independencia del poder judicial e integridad del


personal de la justicia penal
- Código de conducta para funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley
- Código internacional de conducta para los titulares de cargos
públicos
- Directrices de las Naciones Unidas sobre la función de los fiscales
- Directrices para la aplicación efectiva del Código de conducta
para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
- Principios básicos relativos a la independencia de la
judicatura
- Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de
fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
- Principios básicos sobre la función de los abogados

176 Los derechos humanos


- Procedimientos para la aplicación efectiva de los
Principios básicos relativos a la independencia de la
judicatura
Prevención del delito
- Declaración de las Naciones Unidas sobre el delito y la
seguridad pública
- Directrices para la cooperación y la asistencia técnica en la
esfera de la prevención de la delincuencia urbana
- Directrices para la prevención del delito
- Medidas para el control de las armas de fuego a los efectos
de prevenir la delincuencia y salvaguardar la salud y la
seguridad pública
Víctimas
- Directrices sobre la justicia en asuntos concernientes a los
niños víctimas y testigos de delitos
- Manual de Justicia sobre el Uso y Aplicación de la Declaración
de los principios fundamentales de justicia para las víctimas
de delitos y del abuso de poder
- Plan de acción para la aplicación de la Declaración de los
principios fundamentales de justicia para las víctimas de
delitos y del abuso de poder
- Principios y directrices básicos sobre el derecho a interponer
recursos y obtener reparaciones básicas
- Principios y directrices básicos sobre el derecho de
las víctimas de violaciones manifiestas de las normas
internacionales de derechos humanos y de violaciones
graves del derecho internacional humanitario a interponer
recursos y obtener reparaciones
Violencia contra la mujer
- Estrategias y Medidas Prácticas Modelo para la eliminación
de la violencia contra la mujer en el campo de la prevención
del delito y la justicia penal
Justicia de menores
- Directrices de acción sobre el niño en el sistema de justicia penal

Alfonso Hernández Barrón 177


- Directrices de las Naciones Unidas para la prevención de la
delincuencia juvenil (directrices de Riad)
- Reglas de las Naciones Unidas para la protección de los
menores privados de libertad
- Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración
de la justicia de menores (reglas de Beijin)
Tratamiento de los reclusos
- Conjunto de Principios para la protección de todas las
personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión
- Declaración de Arusha sobre buenas prácticas penitenciarias
- Principios básicos para el tratamiento de los reclusos
- Procedimientos para la aplicación efectiva de las Reglas
mínimas para el tratamiento de los reclusos
- Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las
reclusas y medidas no privativas de la libertad para las
mujeres delincuentes (reglas de Bangkok)
- Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos
- Situación del extranjero en el proceso penal
Medidas sustitutivas del encarcelamiento y justicia restaurativa
- Declaración de Kadoma sobre el Servicio a la Comunidad
y recomendaciones del seminario denominado “Justicia
penal: el problema del hacinamiento en las cárceles”,
celebrado en San José de Costa Rica del 3 al 7 de febrero
de 1997
- Principios básicos sobre la utilización de programas de
justicia restaurativa en materia penal
- Reglas mínimas de las Naciones Unidas sobre las medidas
no privativas de la libertad (reglas de Tokio)
Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes
- Principios de cooperación internacional en la identificación,
detención, extradición y castigo de los culpables de crímenes
de guerra y crímenes contra la humanidad
- Principios de ética médica aplicables a la función del personal
de salud, especialmente los médicos, en la protección de

178 Los derechos humanos


personas presas y detenidas contra la tortura y otros tratos o
penas crueles, inhumanos o degradantes
- Principios relativos a la investigación y documentación
eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes
- Principios relativos a una eficaz prevención e investigación
de las ejecuciones extralegales, arbitrarias o sumarias
- Principios y directrices recomendados sobre los derechos
humanos y la trata de personas
Personas de edad
- Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas
de edad
Personas con algún tipo de discapacidad
- Manual para parlamentarios sobre la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo
facultativo
- Normas uniformes sobre la igualdad de oportunidades para
las personas con discapacidad
- Principios para la protección de los enfermos mentales y el
mejoramiento de la atención de la salud mental
Defensa de derechos humanos
- Principios relativos al Estatuto de las Instituciones Nacionales
(principios de París)24
De acuerdo al cargo que se desempeña en la función pública, se
pueden consultar estos documentos y utilizarlos como referentes para
crear o actualizar reglamentos, protocolos de actuación y manuales
de procedimientos, considerando desde luego las fuentes primarias
como son los derechos humanos fundamentales establecidos en
nuestra Constitución y en los tratados internacionales suscritos y
ratificados por nuestro país.

24  En este caso se recomienda relacionar dichos principios con la Ley General de Víctimas, que
incluye un capítulo denominado “De los funcionarios de organismos públicos de protección de
derechos humanos”, artículo 126.

Alfonso Hernández Barrón 179


Principios que deben orientar a quienes desempeñan un cargo
público

Finalmente y considerando que la Ley General de Víctimas es lo


más reciente respecto a las obligaciones de quienes desempeñan
un cargo público, a continuación se presenta una relación de
los principios que las y los servidores públicos deben atender,
vinculándolos debidamente con el deber de salvaguardar la
legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia.
- Dignidad. Se debe respetar la autonomía de las víctimas,
considerarlas y tratarlas como el fin de su actuación.
- Buena fe. En todos los casos se debe presumir la buena
fe de las víctimas, esto implica atender sus planteamientos
desde una perspectiva humanista.
- Enfoque diferencial y especializado. Se debe otorgar atención
especializada a grupos de población con características
particulares o con mayor situación de vulnerabilidad.
- Enfoque transformador. Todos los esfuerzos deben contribuir
a eliminar los esquemas de discriminación y marginación
que pudieron ser la causa de los hechos victimizantes.
- Mínimo existencial. Se debe proporcionar a la víctima y a
su núcleo familiar condiciones que aseguren su subsistencia
con la debida dignidad que debe ser reconocida a las
personas en cada momento de su existencia.
- No criminalización. No se debe agravar el sufrimiento de
la víctima ni tratarla en ningún caso como sospechosa o
responsable de la comisión de los hechos que denuncie.
- Victimización secundaria. Se deben evitar mecanismos o
procedimientos que agraven la condición de víctima al momento
de que ésta es atendida en áreas de la función pública.
- Trato preferente. Se debe garantizar el trato digno y preferente
a las víctimas.
- Igualdad y no discriminación. Las autoridades se conducirán
sin distinción, exclusión o restricción alguna. En su caso,

180 Los derechos humanos


toda garantía o mecanismo especial deberá fundarse en
razones de enfoque diferencial.
- Debida diligencia. Se deben realizar todas las actuaciones
necesarias dentro de un tiempo razonable.
- Máxima protección. Se debe tener siempre presente la
perspectiva de brindar la protección más amplia a las víctimas.
Lo anterior implica el conocimiento de todas las alternativas, de
ahí la importancia de que los funcionarios y servidores públicos
se encuentren debidamente capacitados y actualizados.
- Participación conjunta. Las medidas de ayuda, atención,
asistencia y reparación integral deben realizarse con el
apoyo y colaboración de la sociedad civil.
- Progresividad y no regresividad. No se debe retroceder una
vez alcanzados los derechos o niveles de cumplimiento
logrados.
- Complementariedad. Todo tipo de asistencia, ayuda,
protección, atención y reparación integral a las víctimas debe
realizarse de manera armónica, eficaz y eficiente. Todas las
acciones deben ser complementarias e integrales.
- Gratuidad. Todo esfuerzo a favor de las víctimas debe ser
gratuito.
- Integralidad, indivisibilidad e interdependencia. Se debe
procurar que todos los derechos se garanticen, ya que se
encuentran interrelacionados.
- Publicidad. Se deben hacer públicas las acciones y
procedimientos siempre y cuando no vulnere los derechos
humanos de las víctimas o las garantías para su protección.
- Rendición de cuentas. Deben existir mecanismos efectivos
de rendición de cuentas y de evaluación de las políticas,
planes y programas que se instrumenten para garantizar los
derechos de las víctimas que contemplen la participación de
la sociedad civil.
- Transparencia. Se debe garantizar el acceso a la información,
así como el seguimiento y control correspondientes.

Alfonso Hernández Barrón 181


Desde el artículo 3° de la Ley General para Prevenir, Sancionar
y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la
Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos se sumarían
algunos otros que no están plenamente identificados con los
anteriores, pero que tienen una íntima relación con los derechos de
las víctimas del delito, tal es el caso del principio de perspectiva de
género, al que describe de la siguiente manera:
[…] una visión científica, analítica y política sobre las mujeres
y los hombres y las relaciones entre ellos en la sociedad, que
permite enfocar y comprender las desigualdades socialmente
construidas a fin de establecer políticas y acciones de Estado
transversales para disminuir hasta abatir las brechas de
desigualdad entre los sexos y garantizar el acceso a la justicia
y el ejercicio pleno de sus derechos.
También se encuentra el principio del interés superior de la
infancia, que se identifica como “la obligación del Estado de
proteger los derechos de la niñez y la adolescencia, y de velar por
las víctimas, ofendidos y testigos menores de 18 años de edad,
atendiendo a su protección integral y su desarrollo armónico”. De
igual forma, dicho ordenamiento incluye como principios el de la
prohibición de devolución o expulsión de personas, el derecho a la
reparación del daño, de laicidad y libertad de religión, de presunción
de minoría de edad y el de que las medidas de atención, asistencia
y protección beneficiarán a todas las víctimas.
Finalmente, debemos destacar que toda persona que ejerza
funciones en el servicio público al momento de implementar
medidas de protección a las víctimas debe atender los principios de
protección, de necesidad y proporcionalidad, de confidencialidad y
de oportunidad. De forma específica, desde el primer momento en
que tenga contacto con alguna víctima deben cumplir de manera
puntual con lo siguiente:
· Tratarla con humanidad y respeto a su dignidad y sus
derechos humanos
· Identificarse oficialmente

182 Los derechos humanos


· Brindarle información y orientación oportuna y suficiente
· Realizar las acciones que sean necesarias para garantizar
que se respeten y apliquen las normas e instrumentos
internacionales de derechos humanos
· Evitar todo maltrato y cumplir todos los protocolos que la ley
le obliga
· No solicitar o recibir gratificaciones de cualquier índole
· Dar vista a la autoridad ministerial sobre la comisión de cualquier
hecho que pudiera constituir la comisión de un delito o violación
de derechos, siempre que éste se persiga de oficio.

En relación con las medidas de apoyo a las víctimas, los tres


niveles de gobierno, de acuerdo a sus capacidades e infraestructura,
deben cumplir, entre otras acciones, con lo siguiente:
· Garantizar de manera gratuita los servicios de asistencia
médica preoperatoria, postoperatoria, quirúrgica, hospitalaria
y odontológica de las afectaciones de salud sufridas con
motivo de los delitos.
· Brindar alojamiento y alimentación durante el tiempo que
resulte necesario, en condiciones de seguridad y dignidad a
las víctimas que se encuentren amenazadas o desplazadas
de su lugar de residencia por causa del delito cometido
contra ellas o de la violación de sus derechos humanos.
· Pagar los gastos de transporte para que la víctima regrese a
su lugar de origen.
· Brindar información y asesoría completa y clara sobre los
recursos y procedimientos judiciales, administrativos o de
otro tipo para la mejor defensa de sus intereses y satisfacción
de sus necesidades. Esto de forma gratuita y a cargo de
profesionales conocedores de los derechos de las víctimas.
· Entregar a los niños, niñas y adolescentes víctimas los
respectivos paquetes escolares y uniformes para garantizar
las condiciones dignas y su permanencia en el sistema
educativo.

Alfonso Hernández Barrón 183


El incumplimiento de los deberes en la función pública será
sancionado con la responsabilidad administrativa o penal
correspondiente, incluso la responsabilidad puede recaer en
particulares que ejerzan funciones públicas en virtud de mecanismos
de concesión, permiso, contratación o cualquier otro medio idóneo,
ya que conforme a derecho tienen las mismas obligaciones.
Es importante recordar que el desconocimiento de la ley no exime
de su cumplimiento. Quienes desempeñan un cargo o empleo
público tienen la obligación de conocer el marco jurídico que regula
sus funciones y deben mantenerse actualizados, ya que como se
ha explicado, en determinados casos la responsabilidad por la
violación de derechos humanos no termina en el Estado, sino que
trasciende a los particulares, quienes no pueden alegar obediencia
a mandos superiores.

184 Los derechos humanos


Conclusiones

I. El derecho vigente es el mejor derecho posible, resultado de una


herencia subsidiaria que nos otorgan generaciones pasadas y
que las actuales deberemos entregar a las futuras. En la época
actual, los derechos humanos son lo más avanzado de la
ciencia jurídica.
II. Un derecho imposible no sirve a nadie. Para una tutela
eficiente y eficaz de los derechos humanos se requiere que se
identifiquen y sistematicen sus elementos doctrinarios; el reto es
definir y establecer conceptos, clasificaciones y procedimientos
para asumir su respeto y protección con seriedad, de forma
responsable e integral para lograr su pleno disfrute.
III. Los derechos humanos pertenecen a la humanidad, representan
la expresión de los valores con mayor consenso entre los
pueblos y constituyen un referente inevitable en las sociedades
contemporáneas. Todos los pueblos tienen en algún momento
de su historia antecedentes que los vinculan con la dignidad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad y la libertad.

Alfonso Hernández Barrón 185


IV. Los derechos humanos se definen como un conjunto de
derechos mínimos e indispensables para tutelar la dignidad
de la vida humana, surgen del ámbito internacional y los
Estados deben respetarlos y protegerlos; se transforman en
derechos humanos fundamentales o simplemente “derechos
fundamentales” cuando se incorporan a los máximos
ordenamientos jurídicos.
V. Con las recientes reformas legislativas en materia de derechos
humanos, el Constitucionalismo Mexicano transformó los
derechos humanos en derechos fundamentales, estableciendo
un catálogo amplio donde se incluyen con el mayor nivel de
protección todos los derechos contenidos en los instrumentos
internacionales suscritos y ratificados por nuestro país.
VI. Los derechos humanos dieron origen a un derecho internacional
especializado que se consolidó en el contexto de los Estados
modernos; en los últimos cincuenta años evolucionó
vertiginosamente hasta fortalecerse como una teoría jurídica
que irradia a todas las ramas del derecho y que orienta las
tendencias jurídicas globales.
VII.Los organismos internacionales tienen una gran importancia
para determinar el orden mundial y cuentan con sistemas que
impactan de forma significativa a todas las naciones en los
aspectos político, económico, social y cultural. Su presencia
global es una realidad ineludible; entenderla es necesario para
una adecuada actualización jurídica y transitar a nuevos y
mejores estadios de organización colectiva.
VIII.El andamiaje jurídico de los derechos humanos incluye una
gran cantidad de instrumentos internacionales que interpretan
y aplican órganos administrativos especializados y tribunales
internacionales. A nivel continental el documento referente en
materia de derechos humanos es la Convención Americana
sobre Derechos Humanos; su interpretación y aplicación
es tarea primordial de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.

186 Los derechos humanos


IX. Los órganos jurisdiccionales internacionales son instancias
surgidas del consenso de los Estados, sus resoluciones
son un referente válido y actual para interpretar los tratados
internacionales e identificar y aplicar los derechos humanos. En
el continente americano el máximo tribunal internacional es la
Coidh.
X. México reconoce la jurisdicción de la Coidh, por lo que se
encuentra obligado a cumplir sus sentencias, las cuales
representan un universo de estudio al que se puede aplicar el
método jurídico para identificar sus cualidades, favorecer su
comprensión y orientar la armonización legislativa. El Poder
Judicial debe considerar sus razonamientos como criterios
obligatorios en aquellos casos donde nuestro país sea parte, y
como criterios orientadores los demás.
XI. En México todos los jueces están obligados a realizar, de forma
oficiosa y bajo el principio de máximo beneficio a la persona,
el control de convencionalidad bajo el modelo que estableció
la SCJN, esto implica la incorporación de un nuevo bloque
de constitucionalidad que obliga a la aplicación de tratados
internacionales.
XII. A la luz de lo expuesto en las sentencias de la Coidh, los
deberes y obligaciones internacionales de México en materia
de derechos humanos son los de respetar, proteger, garantizar,
organizar, prevenir, investigar, juzgar, sancionar y reparar.
Los deberes son disposiciones de carácter general, mientras
que las obligaciones se concretan con un acto que haga
presumir vulneración de derechos. Deberes y obligaciones son
interdependientes e implican responsabilidades específicas,
cuyo marco teórico resulta indispensable para la actualización
jurídica, ya que son plenamente exigibles en los tribunales de
nuestro País.
XIII.Acorde con las nuevas responsabilidades en materia
de derechos humanos, el Estado mexicano ha realizado
importantes reformas constitucionales y creado legislación

Alfonso Hernández Barrón 187


secundaria que armoniza con los tratados internacionales,
dentro de ellas destaca la reforma constitucional de junio de
2011, la nueva Ley de Amparo y la Ley General de Víctimas. En
el mismo sentido, la SCJN ha establecido nuevos criterios que
obligan al control de convencionalidad, lo que a su vez generó
un nuevo modelo de control de constitucionalidad.
XIV. El nuevo marco jurídico en materia de derechos humanos
implica nuevas responsabilidades para quienes desempeñan
un cargo público; su actuación debe regirse por una serie de
principios que parten del reconocimiento de la dignidad de
las personas; el incumplimiento de sus obligaciones puede
llevarles a ser sujetos de responsabilidad internacional, ya que
no pueden alegar obediencia a mandos superiores.
XV. Con los nuevos criterios para la incorporación de los derechos
humanos en nuestro sistema jurídico, los derechos de las
personas se amplían y especifican de forma directa en leyes
plenamente exigibles. El reto actual es consolidar lo alcanzado
y generar núcleos de certeza que garanticen la viabilidad de
generaciones futuras con mayores niveles de protección y
bienestar.

188 Los derechos humanos


Bibliografía, hemerografía y otras
fuentes consultadas

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materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales "Protocolo de San Salvador",
disponible en: http://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/a-52.html

Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos


En general, se consultaron las sentencias de la Coidh dictadas hasta diciembre del 2012
y, de forma particular, los casos contenciosos y opiniones consultivas que se citan a con-
tinuación, disponibles en: http://www.corteidh.or.cr/casos.cfm y http://www.corteidh.or.cr/
opiniones.cfm

—Caso Alfonso Martín del Campo Dodd vs. México. Excepciones preliminares, senten-
cia de 3 de septiembre de 2004, serie C, nº 113.
—Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Excepciones preliminares, fondo, repara-
ciones y costas, sentencia de 26 de septiembre de 2006, serie C, nº 154.

Alfonso Hernández Barrón 193


—Caso Aloeboetoe y otros vs. Surinam. Reparaciones y costas, sentencia de 10 de
septiembre de 1993, serie C, nº 15, párrafo 48.
—Caso Boyce y otros vs. Barbados, Excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas,
sentencia de 20 de noviembre de 2007, serie C, nº 169.
—Caso Caballero Delgado y Santana vs. Colombia. Fondo, sentencia de 8 de diciembre
de 1995, serie C, nº 22.
—Caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México. Excepción preliminar, fondo, reparaciones
y costas, sentencia de 26 de noviembre de 2010, serie C, nº 220.
—Caso Castañeda Gutman vs. México. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones
y costas, sentencia de 6 de agosto de 2008, serie C, nº 184.
—Caso Castillo Páez vs. Perú. Fondo, sentencia de 3 de noviembre de 1997, serie C, nº 34.
—Caso Dacosta Cadogan vs. Barbados. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones
y costas, sentencia de 24 de septiembre de 2009, serie C, nº 204.
—Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala. Reparaciones
y costas, sentencia de 26 de mayo de 2001, serie C, nº 77.
—Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala. Fondo,
sentencia de 19 de noviembre de 1999, serie C, nº 63.
—Caso El Amparo vs. Venezuela. Reparaciones y costas, sentencia de 14 de septiembre
de 1996, serie C, nº 28.
—Caso Escher y otros vs. Brasil, Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas,
sentencia de 6 de julio de 2009, serie C, nº 200.
—Caso Fernández Ortega y otros vs. México. Excepción preliminar, fondo, reparaciones
y costas, sentencia de 30 de agosto de 2010, serie C, nº 215.
—Caso Gangaram Panday vs. Surinam. Fondo, reparaciones y costas, sentencia de 21
de enero de 1994, serie C, nº 16.
—Caso Godínez Cruz vs. Honduras. Fondo, sentencia de 20 de enero de 1989, serie C, nº 5.
—Caso Godínez Cruz, Indemnización Compensatoria (Art. 63.1 Convención Americana
Sobre Derechos Humanos), sentencia de 21 de julio de 1989, serie C, nº 8.
—Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha Do Aaraguaia) vs. Brasil. Excepciones prelimina-
res, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 24 de noviembre de 2010, serie C, nº 219.
—Caso González Médina y familiares vs. República Dominicana. Excepciones prelimina-
res, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 27 de febrero de 2012, serie C, nº 240.
—Caso González y otras (Campo Algodonero) vs. México. Excepción preliminar, fondo, repa-
raciones y costas, sentencia de 16 de noviembre de 2009, serie C, nº 205.
—Caso La Cantuta vs. Perú. Fondo, reparaciones y costas, sentencia de 29 de
noviembre de 2006, serie C, nº 162.
—Caso Neira Alegría y Otros vs. Perú. Fondo, sentencia de 19 de enero de 1995, serie C, nº 20.
—Caso Radilla Pacheco vs. México. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y
costas, sentencia de 23 de noviembre de 2009, serie C, nº 209.
—Caso Rosendo Cantú y otra vs. México. Excepción preliminar, fondo, reparaciones y
costas, sentencia de 31 de agosto de 2010, serie C, nº 216.

194 Los derechos humanos


—Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Perú. Excepcio-
nes preliminares, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 24 de noviembre de 2006,
serie C, nº 158.
—Caso Velásquez Rodríguez vs. Honduras. Fondo, sentencia de 29 de julio de 1988,
serie C, nº 4.
—Caso Velásquez Rodríguez, Indemnización compensatoria, sentencia de 21 de julio de
1989, (Art. 63.1 Convención Americana Sobre Derechos Humanos), serie C, nº 7.
—Opinión consultiva OC-1/82, "Otros Tratados" Objeto de la Función Consultiva de la
Corte (art. 64 Convención Americana sobre Derechos Humanos), del 24 de septiembre
de 1982, serie A, nº 1.
—Opinión consultiva OC-10/89, Interpretación de la Declaración Americana de los De-
rechos y Deberes del Hombre en el Marco del Artículo 64 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, del 14 de julio de 1989, serie A, nº 10.
—Opinión consultiva OC-13/93, Ciertas Atribuciones de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (Arts. 41, 42, 44, 46, 47, 50 y 51 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos), 16 de julio de 1993, serie A, nº 13.
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Alfonso Hernández Barrón 195


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—Organización de las Naciones Unidas, http://www.un.org/

196 Los derechos humanos


Contenido
Presentación 09
Introducción 11

I. Marco teórico de los derechos humanos 15


¿Qué son los derechos humanos? 15
¿Derechos humanos o derechos fundamentales? 20
Cualidades de los derechos humanos 26
Antecedentes de los derechos humanos 30
Algunas clasificaciones de los derechos humanos 31

II. Los organismos internacionales y sus sistemas de derechos 35


humanos
Antecedentes de los organismos internacionales 35
La Organización de las Naciones Unidas 36
La Organización Internacional del Trabajo 39
Los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos 40
y un catálogo de derechos desde la Declaración Universal
Los tribunales internacionales en materia de derechos humanos 46
Las expresiones de la sociedad civil 49

III. La Organización de los Estados Americanos y el sistema 51


interamericano de derechos humanos
La Organización de los Estados Americanos 51
Los instrumentos jurídicos de la OEA en materia de derechos humanos 54
Catálogo de derechos humanos desde la Convención Americana 57
y sus protocolos adicionales
La Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos 62
El trabajo jurisdiccional de la Corte Interamericana de Derechos 64
Humanos

IV. El control de convencionalidad en México 67


¿Qué es el control de convencionalidad? 67
Reconocimiento de la competencia contenciosa de la Coidh 69
Implicaciones del caso Rosendo Radilla Pacheco 71

Alfonso Hernández Barrón 197


Los criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 74
relación con el control de convencionalidad
Control de convencionalidad realizado hasta junio de 2013 94
Precedentes del control de convencionalidad 98

V. El derecho internacional de los derechos humanos y su 101


impacto en la legislación mexicana
La recepción de los derechos humanos en el sistema jurídico 101
mexicano
La reforma constitucional de junio de 2011 104
Leyes complementarias a la reforma: 106
La nueva Ley de Amparo 107
Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en 109
Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia
a las Víctimas de estos Delitos
Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos 111
Humanos y Periodistas
Ley General de Víctimas 112
Catálogo de derechos de las víctimas de delito 114

VI. La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos 117


Humanos
Consideraciones generales sobre jurisprudencia 117
Análisis de casos donde México ha sido parte: 121
Caso Alfonso Martín del Campo Dood 121
Caso Castañeda Gutman 123
Caso González (Campo Algodonero) 124
Caso Radilla Pacheco 126
Caso Fernández Ortega 128
Caso Rosendo Cantú 130
Caso Cabrera García y Montiel Flores 132
Responsabilidad internacional de México en las sentencias de la Coidh 134
Medidas de reparación dictadas en las sentencias contra México 135
Jurisprudencia generada en las sentencias contra México: 137
Derechos políticos 137
Violencia contra la mujer 139
Violencia sexual contra la mujer 140
Protocolos de investigación de la violación sexual 141

198 Los derechos humanos


Derechos de las niñas 142
Integrantes de comunidades indígenas 142
Desaparición forzada 142
Tortura 145
Jurisdicción militar 145
Control judicial inmediato 147
Protección judicial 147
Plazo razonable 148
Jurisprudencia relevante de la Coidh generada durante 2012: 149
Derecho a la vida 149
Derechos sexuales y reproductivos 151
Niñez indígena 154
Personas con algún tipo de discapacidad 155
Pueblos y comunidades indígenas 156
Condiciones carcelarias 157
Protección para periodistas 159
Uso de la fuerza. 159

Capítulo VII. Deberes y obligaciones del Estado mexicano y de 161


sus agentes en materia de derechos humanos
Consideraciones generales en torno a los deberes y obligaciones 161
jurídicas
Los deberes de respetar, proteger, garantizar, prevenir y organizar 162
Las obligaciones de investigar, juzgar, sancionar y reparar 165
Tipos de daño 170
Medidas de restitución, rehabilitación, satisfacción, garantías de no 171
repetición, indemnizaciones, costas y gastos
Fundamentos del derecho nacional que dan lugar a la reparación 174
Deberes y obligaciones de quienes desempeñan un cargo público a 175
la luz de las nuevas disposiciones en materia de derechos humanos
Principios que deben orientar a quienes desempeñan un cargo 180
público
Conclusiones 185
Bibliografía, hemerografía y otras fuentes consultadas 189

Alfonso Hernández Barrón 199


Los derechos humanos en el
sistema jurídico mexicano, nuevas
realidades y consideraciones
prácticas para su ejercio,
terminó de imprimirse en el mes
de julio de 2013.

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