La Posesión
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La Posesión
1. Concepto
Existen dos teorías mediante las que podemos explicar cuándo estamos ante una
posesión y cuándo no. Y de hecho, para Varsi Rospigliosi dichas teorías tienen una
gran trascendencia en la doctrina jurídica moderna: una de ellas es la teoría de Ihering
y la otra es la teoría Savigny.
La teoría del corpus de Ihering fue planteada en su libro “La voluntad en la posesión”
y en ella según Varsi Rospigliosi, se menciona que para ser poseedor basta el hecho de
tener el bien, mostrar respecto de este un aseñoramiento y darle un matiz económico.
Para esta teoría el animus domini no es importante, sino que por el contrario debemos
hacer referencia al animus o affectio tenendi (voluntad de tener). Con ello,
entendemos que dicha teoría plantea considerar posesión a toda relación entre el
poseedor y la cosa en donde el poseedor tiene el control sobre la cosa. Entonces,
posesión vendría a ser igual al corpus es decir basta con tener el bien para ser
considerado poseedor sin importar cómo éste se obtuvo. Se tiene un affectio tenendo
(tener) pero un animus domini (ser dueño).
Por otro lado, para Savigny, no basta el corpus, es decir no es suficiente tener la cosa
para ser considerado el poseedor de un bien, sino que además se requiere del animus
domini, la intención de ocuparlo. Lo resumimos como la posesión es igual al corpus
más animus domini.
Por otro lado autores como Molitor señalan que la posesión es un derecho.
Dicha acepción fue introducida por Inhering cuando menciona que la posesión
es un derecho subjetivo y éste a su vez se define como la facultad que tiene un
individuo para exigir a otros una determinada conducta.
4. La buena fe
Para Juan Espinoza Espinoza la buena fe es definida como una exigencia ético social
que está compuesta por el respeto de la personalidad ajena y por la colaboración de
los demás. En términos generales para dicho autor la buena fe es una exigencia de la
convivencia y de la solidaridad social.
Pero cuando hablamos del código civil, el principio de buena fe llega a tener 4
acepciones:
Como en el caso del artículo 284 del código Civil que refiere a aquel cónyuge que
contrajo matrimonio con una persona casada sin saberlo.
Como en el caso del artículo 1225 del código civil en donde existe el pago al acreedor
aparente.
Artículo 1225.- Extingue la obligación el pago hecho a persona que está en
posesión del derecho de cobrar, aunque después se le quite la posesión o se
declare que no la tuvo
O el artículo 665 del código civil donde existe la celebración de un contrato con el
heredero aparente.
Artículo 665.- Acción reivindicatoria de bienes hereditarios. La acción
reivindicatoria procede contra el tercero que, sin buena fe, adquiere los bienes
hereditarios por efecto de contratos a título oneroso celebrado por el heredero
aparente que entró en posesión de ellos.
O el artículo 194 del código civil cuando se celebra un contrato en la creencia de la
realidad del negocio aparente.
Artículo 194.- La simulación no puede ser opuesta por las partes ni por los
terceros perjudicados a quien de buena fe y a título oneroso haya adquirido
derechos del titular aparente.
Se refiere al carácter que implica ser consciente y respetar el interés del otro
contrayente.
Como en el artículo 1362 del código civil que habla sobre la negociación,
celebración y la ejecución del contrato.
Artículo 1362.- Los contratos deben negociarse, celebrarse y
ejecutarse según las reglas de la buena fe y común intención de las
partes.
5. Presunción de la buena fe
El poseedor solo tiene que acreditar su posesión para que de manera inmediata se le
aplique la presunción sin embargo ésta es de naturaleza iuris tantum, es decir se
pueden presentar pruebas en contra y desvirtuar dicha presunción.
En un proceso judicial y durante la tramitación del mismo, se presume la buena fe del
poseedor y no está obligado a probar nada.
6. Buena fe subjetiva
La buena fé subjetiva según el Centro de Información Jurídica en Línea se aplica como típica
al campo de los derechos reales. La cúal hace referencia a la conciencia del sujeto, en una
relación donde se manifiestan dos clases de buena fé, haciendo alusión a una situación propia
y ajena.
- En una situación propia: Existe una equivocada percepción proveniente de la
ignorancia del derecho ajeno, es decir se cree o se ignora que se pueda dañar un
interés legítimo de una persona protegida por el derecho.
- En una situación ajena: Se fundamenta en la denominada “Apariencia Jurídica”.
Donde existe una equivocada creencia del derecho ajeno. A diferencia de la situación
propia en ésta se cree en el derecho de la contraparte.
7. Buena fe objetiva
Por ejemplo: Actúa de buena fé quien trata de vender un artículo a otro sujeto, haciéndole la
advertencia que no se encuentra en perfectas condiciones, es decir no ocultando las
circunstancias particulares que tiene esta, la cual podría ser decisiva en el perfeccionamiento
del contrato.
Así mismo el Centro de Información Jurídica en Línea manifiesta que en la fase de eficacia
jurídica a través de la buena fé objetiva, se interpreta la voluntad expresada por las partes
libremente es decir se interpreta o integra el contenido del contrato, siendo en este momento
donde prevalece la importancia de la buena fé objetiva, Integrando lo expresado por las
partes, previniendo las posibles lagunas que se puedan generar en determinadas
circunstancias.
Según Pablo Casafont Romero la buena fe es parte integrante del Derecho Contractual
moderno la cual debe presidir las relaciones contractuales, insertar ciertas cláusulas dirigidas
a garantizar la igualdad jurídica y darle a la libertad contractual un significado más real, en
dirección a resguardar interese de seguridad jurídica y seguridad jurídica, armonizarlos en
una concepción unitaria del contrato.
8. Posesión ilegítima
La posesión ilegítima según Varsi Rospigliosi (2019) deriva de un hecho, el cual carece
derecho, ya sea que el acto es invalido, ineficaz o trata viene la ley haciendo alusión a los
Posesión ilegítima
La posesión ilegítima según Varsi Rospigliosi (2019) deriva de un hecho, el cual carece
derecho, ya sea que el acto es invalido, ineficaz de la ley haciendo alusión a los artículos
2019 y 220 del código civil, Así mismo agrega que este hecho es insuficiente, caduco o
deriva de un delito carece de un título. Pudiendo ser de buena o mala fé, la cual está basada
en el código en materia:
Asimismo, Gonzales Barrón señala que la posesión ilegítima es aquella que se tiene sin título,
por título nulo o cuando fue dada por un sujeto que no tenía derecho sobre el bien o no lo
tenía para transmitirlo. También señala que en el caso de invalidez del título, este debe
diferenciar el régimen aplicable a la nulidad con respecto al de la anulabilidad. Es decir en el
primer caso, el acto jurÍdico no produce efecto alguno, y la nulidad es simplemente
declarativa. Por lo tanto, si el título es nulo, el poseedor será ilegítimo. Mientras, la
anulabilidad produce efectos provisionales, los cuales pueden consolidarse con el transcurso
del tiempo o por confirmación, en tal caso el poseedor será tomado en cuenta para todo efecto
legítimo, salvo que se declare judicialmente la nulidad, en tal caso sí devendrá en ilegítimo.
Por ello el autor señala que será considerado poseedor ilegítimo cuando:
- El que cuente con la posesión sin tener derecho subyacente, decir el simple poseedor "sin
título"
por ejemplo: el usurpador
- El que cuente con la posesión cuando el derecho subyacente se basa en un título nulo o
ineficaz. En este supuesto se incluye el caso del transmitente que no tiene derecho para
transmitir ("título ineficaz")
9. Posesión de buena fe
Gonzales Barrón (2009) señala que solo en la posesión ilegítima se admite la subclasificación
de posesión de buena fe y de mala fe. Añade que si el poseedor ilegítimo confía
equivocadamente que tiene derecho para conservar la posesión, su actuar debe ser
considerado como de “buena fe”. Es decir, cuando el adquirente de un bien no no advierte
desde el inicio la nulidad de su título.
Según lo estipulado en nuestro código, existe buena fé cuando el poseedor del bien cree en su
legitimidad por ignorancia, error de hecho o de derecho sobre el vicio que invalida su título
(Art. 906 del Código Civil peruano)
A partir del análisis legal Gonzales Barrón (2009), señala que es posible concluir:
- La buena fé requiere que el poseedor crea en su legitimidad
- La buena fé requiere que el poseedor tenga un título en el que funde su creencia
- La buena fé implica que el poseedor actúe por ignorancia o error de hecho
Por lo tanto, la buena fe no es meramente una creencia fundada en un estado psicológico del
poseedor (Buena fe subjetiva) sino también debe responder al modo de actuar honesto de una
persona. La buena tal como lo señala Gonzales Baron no puede fundamentarse en el error
inexcusable ya que existe el deber social de la diligencia. Es por ello que se solicita que el
poseedor posea el título de adquisición de algún derecho en el cual pueda sustentar su
“honesta creencia”
- Si el propietario del suelo obra de mala fe, la opción de que trata el artículo 941
corresponde al invasor de buena fe, quien en tal caso puede exigir que se le pague el
valor actual de la edificación o pagar el valor comercial actual del terreno (art. 942).
- Si la porción ocupada hiciere insuficiente el resto del terreno para utilizarlo en una
construcción normal, puede exigirse al invasor que lo adquiera totalmente (art. 944).
- El que de buena fe edifica con materiales ajenos o siembra plantas o semillas ajenas
adquiere lo construido o sembrado, pero debe pagar el valor de los materiales, plantas
o semillas y la indemnización por los daños y perjuicios causados (art. 945).
También conocida como mala fidei possessio, existe cuando se detenta una
posesión a sabiendas de que no se tiene derecho a ella. Falta la convicción de
actuar con respeto de los derechos ajenos legítimamente constituidos
(González Linares, 2012, p. 205). Una posesión de buena fe puede devenir en
una de mala fe, de forma que esta última afecta a la posesión: mala fides
superveniens nocet (la mala fe sobrevenida daña el negocio). Se trata de un
vicio subjetivo concerniente a la convicción interna del poseedor acerca de la
legitimidad de su posesión (Chaves de Farias y Rosenvald, 2009, p. 83).
● El poseedor hace suyo los frutos (art. 908 C.C.)t", esto es, se convierte en
propietario de ellos. El fundamento de esta norma ha sido discutido, ya que
una corriente doctrinal iniciada con POTHIER considera que el poseedor sólo
retiene los frutos que sirven para su consumo, por lo que resulta imposible su
restitución en especie. Sin embargo, el art. 908 no contiene una limitación de
este tipo, y por ello la buena fe es título suficiente para la adquisición
dominical de TODOS los frutos. Respecto al proceso relativo a la conversión
de la posesión de buena fe en una de mala fe, ello conlleva que los frutos se
dejen de percibir, lo cual trae problemas de orden práctico si los frutos se
hallan en pleno proceso de producción, es decir, si todavÍa no cuentan con
autonomía jurídica por no haberse separado del bien-madre (nuestro Código
utiliza los erróneos términos de "recojo" y "obtención") o por no haberse
cobrado (o "recauden" como dice el Código). Por ejemplo: si el poseedor de
buena fe es citado con la demanda para devolver el bien, ¿qué sucede con los
frutos pendientes de separación o de cobro? El título de "frutos y productos"
del Código (arts. 890 a 895) no acuerda una solución al problema. Sin
embargo, en la regulación del usufructo se contempla una norma específica,
aplicable a nuestro caso por analogía: "pertenecen al usufructuario los frutos
naturales y mixtos pendientes al comenzar el usufructo; y al propietario, los
pendientes a su término" (art. 1016).
● En caso de pérdida del bien, no existe norma alguna que establezca el nivel
de responsabilidad exigible al poseedor de buena fe. Sin embargo, si tenemos
en cuenta los principios generales del Derecho de daños y la consecuencia
prevista para la hipótesis contraria (art.909 C.C.), es posible inferir
que el poseedor de buena fe solamente responde cuando el bien se pierde
por dolo o culpa (art. 1969 C.C.)'no. Esta regla es aplicable solamente en el
caso de la relación (extracontractual) entre el poseedor y el propietario, pues
en el caso de un vínculo negocial, entonces la responsabilidad del poseedor
habrá de encontrarse en el contenido del contrato y, en su defecto, en la
normativa supletoria. Por ejemplo: un arrendatario podrá ser un poseedor
de buena fe frente al propietario, pues ignora en forma honesta que su
arrendador no tenía derecho de poseer. En tal caso, los daños que se
produzcan sobre el bien, dará lugar a una responsabilidad extracontractual
del poseedor frente al propietario, pero esto no altera la diferente
responsabilidad
(contractual) del poseedor-arrendatario frente al arrendador, la cual está
regulada fundamentalmente en el art. 1683 del C.C. c)
La Sala Suprema, mediante resolución de fecha veintitrés de setiembre del dos mil
nueve, declaró procedente el recurso de casación, por las causales 2 y 3 del artículo
386 del Código Procesal Civil, relativas a:
11.3.3. Considerandos
● Finalmente, sobre la denuncia de Inaplicación de los artículos 941 y 941 del Código
Civil se tiene:
11.3.4. Decisión
Conforme a lo regulado en el artículo 397 del Código Procesal Civil: Declararon:
INFUNDADO: el recurso de casación interpuesto por Restaurant Turístico “Los
Olivos” a fojas ochocientos setenta y ocho; en consecuencia: NO CASARON la
sentencia de vista expedida a fojas ochocientos sesenta y ocho, por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, su fecha cuatro de mayo del dos mil
nueve que confirmó la sentencia de primera instancia; DISPUSIERON: la publicación
de ésta resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Restaurant Turístico “Los Olivos” con Corporación Peruana de
Aeropuertos y Aviación Civil – CORPAC. (CAS. N° 2981 - 2009)
III. Conclusiones
● La razón del artículo 910 del Código Civil, el cual dispone la obligación de poseedor
de mala a restituir los frutos, descansa en la intención del legislador de sancionar la
conducta deshonesta de este poseedor, imponiendo la obligación de reembolsar al
propietario todas las utilidades que pudo haber obtenido de la posesión del bien.
● La buena fe en nuestra legislación no sólo hace referencia a la creencia en la
legitimación de la posesión la cual debe provenir de la ignorancia o error sobre la
existencia, invalidez o ineficacia del título, sino también que el actuar de poseedor
debe ser consciente bajo los parámetros de la diligencia.
● El análisis de la Sala sobre la casación vista, en relación al artículo 941 del Código
Civil, hace hincapié en el hecho de que para comprobar la buena fe del poseedor que
edifica sobre terreno ajeno, es necesario que éste ignore que el terreno no es de su
propiedad, hecho que, como vimos no ocurría en el caso presentado.
IV. Referencias Bibliográficas