Rombos Informe
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“EDUARDO AVAROA”
Los Rombos
UNIDAD DE FORMACIÓN: F.Q.A.
AÑO DE FORMACIÓN: Segundo año
ESTUDIANTES: María Cabezas
Guísela Coria
Carmen Uño
Beymar López
Elio Orlando Chávez
DOCENTE: Lic. Máxima Rojas Cruz
POTOSI- BOLIVIA 2022
Los rombos
Historia de los rombos
La historia y significado de los chambergos, sopaipillas y tawa tawas potosinas
antiguos manjares coloniales y tradicionales de la villa imperial de Potosí
"la sopaipilla, el chambergo y la tawa tawa potosina son manjares que
sincretizan sabores de cultura árabe, española y mestiza potosina, creando
magníficos sabores originales de la villa imperial"
"la antigua frase colonial potosina que acompaña a estas delicias es la
siguiente: "tawa tawas para las wawas, sopaipillas para la imillas y chambergos
para los negros"
Y hablando de los rombos es la misma forma de la elaboración de las
sopaipillas simplemente que en vez de que sea redondos como la sopaipilla lo
hacen en forma de rombo para marcar la diferencia.
Etimológicamente la palabra “Sopaipilla” es un término diminutivo de “Sopaipa”
que viene del mozarabe "Suppa", que significa torta frita enmelada. Su origen
se remonta a la época de la ocupación de los árabes a España, posteriormente
llega a Potosí en el siglo XVI con los vascos-catalanes españoles y se fue
transformando en forma y sabor durante los siglos agregándole ingredientes
como la miel de caña, singani de los valles potosinos y anis, formando parte de
la cultura potosina durante siglos y convirtiéndose en marca registrada de la
Villa Imperial.
La historia del suppa es muy antigua en el mundo mediterráneo.
Probablemente la receta que nos ha llegado tenga más de un origen asociado
a celebraciones religiosas y sea el resultado de la influencia de las tres culturas
que existieron en Andalucía: la cristiana – heredera de la tradición romana- la
judía y la musulmana.
Como dato curioso las masas, al menos hasta el siglo XVI, se freían en
manteca de cerdo ya que el aceite era considerado alimento de los judíos cuya
religión prohibía consumir el cerdo y sus derivados.
El trigo y el pan forma parte de la herencia romana y el cristianismo lo adoptó
como el símbolo de la carne de Cristo en la sagrada forma, aunque desde la
Antigüedad las tortas elaboradas con harina se ofrecían con frecuencia a los
dioses paganos.
En la antigua Roma existía un dulce similar al suppa que se consumía en las
Saturnalias, fiestas que coincidían con nuestros carnavales (todavía hoy
muchos pestiños se hacen en carnaval y Semana Santa). Eran los “frictilia”
(nombre que se le daba a los pasteles fritos) elaborados con harina de trigo,
fritos en manteca de cerdo y bañados en miel que se ofrecían como ofrenda al
dios Sileno.
Las especias como ajonjolí, canela, sésamo- y la almendra son tradición
musulmana y aún se elabora un dulce frito similar: la shebakía, masa de harina,
aceite, huevo y especias que se hace por Ramadán.
Los rombos y sopaipillas son muy antiguas en su elaboración es como raíz los
árabes o musulmanes con el nombre de Baklava.
Baklava
Es característico de las cocinas del Levante, del Cáucaso, de los Balcanes, del
Magreb y del Asia Central y Occidental. Aunque la historia de este dulce no
está bien documentada, se cree que su forma actual probablemente se
desarrolló en las cocinas imperiales del Palacio de Topkapi en Estambul. El
sultán presentaba bandejas de baklava a los jenízaros cada 15 del mes de
Ramadán en una procesión ceremonial.
Se prepara normalmente en cacerolas grandes. Lleva muchas capas de pasta
de filo, separadas con mantequilla derretida y aceite vegetal, que se ponen en
la bandeja. Una capa de nueces picadas- típicamente nueces o pistachos,
aunque a veces también se usan avellanas, se coloca en la parte superior,
luego más capas de filo.
Antes de hornear la masa se corta en trozos regulares, a menudo en forma de
rombo, triángulos, diamantes o rectángulos. Después de hornear se vierte
sobre la masa un jarabe, que puede incluir miel, agua de rosas o agua de flor
de naranja. El Baklava se sirve generalmente a la temperatura ambiente,
adornado a menudo con más nueces.
Todas estas delicias reposteras de origen totalmente potosino y con genes
árabes, vascos y mestizos sincretizados, se sirven todos los años en la época
de Semana Santa y en especial en Corpus Christi desde la época colonial ya
que Potosí es una de las unicas cuatro ciudades del mundo que adquirieron el
derecho perpetuo por el Vaticano de sacar el cuerpo de Cristo en andas,
juntamente con Roma, Mexico y Sevilla".
En realidad, el origen de la receta es árabe-española y con los colonos llegó a
América, modificándose algo la forma de elaborarlas de unas zonas a otras.
Aquí os dejo la forma de hacerlas en la ciudad de Potosí:
Ingredientes (unas 70 tapas de rombo):
- 200 gramos de margarina o mantequilla.
- 230 gramos de canela molida (puede sustituirse por azúcar normal).
- 4 huevos.
- 800 gramos de harina.
- 1 paquete de levadura.
- 1 cucharadita de te de esencia de vainilla.
- Miel de caña.
- Azúcar glas o coco rallado para adornar las sopaipillas.
Preparación:
1- Ponemos en un bol la margarina a temperatura ambiente junto con la panela
y batimos con ayuda de una batidora.
La batidora viene muy bien para que los trozos de panela se trituren un poco
más si es que no está demasiado molida.
2- Agregamos los huevos y seguimos batiendo:
3- Añadimos la esencia de vainilla y la harina, mezclamos los ingredientes con
una espátula de forma envolvente:
4- Añadimos la levadura y seguimos mezclando.
Amasamos hasta obtener una masa compacta y homogénea.
Dejamos reposar la masa media hora.