Clase 2-ET - Base Teorico - Sosten - 1
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Estimulación Temprana
Sostén de apoyo.
Sostén y Apoyo
La palabra sostén significa, literalmente: «tener debajo», es decir, tener una base de
sustentación.
Cuando usamos la palabra sostén como figura, podemos significar: prestar apoyo, dar alimento,
tener un fundamento.
Emplearemos aquí el término sostener en función de: tener una base de sustentación, un
lugar, y un alimento al mismo tiempo. Esto nos remite a una función muy primaria, la función
materna: quien sostiene, contiene y alimenta.
La madre no solamente da su pecho a quien, por su indefensión, - está sujeto a caerse, sino que
ofrece su leche para la alimentación.
Desde un estudio etimológico, la palabra sostén superaría el acto de tener en brazos; podemos
decir que «se sostiene, sustentando»,
Analizado el primero de los términos, sostén, cabría ahora indagar sobre el segundo, apoyo.
También el término apoyar es un derivado del latín appodiare -y éste del latín: ad, a y podium apoyo-,
es decir «banco de piedra, yeso, etc.».
Nuevamente volvemos a la. Acepción de «hacer que una cosa descanse en otra».
Los términos sostén y sostenerse, referidos a la postura humana, señalan actos posturo-
actitudinales, o sea capacidades para mantener una postura y generar una actitud, cuyo logro está
vinculado a la calidad y cantidad de los apoyos necesarios.
En el niño de brazos, sostén y apoyo se amalgaman.
El niño no puede sostenerse, o sea variar y mantener una postura por sus propios medios. En
este sentido, sostener es mantener firme, dar respaldo y continencia (referido aquí a quien no lo
puede obtener por sus propios medios). Apoyar, -en cambio, sería brindar espacios de contacto
para que el sostén pueda desarrollarse. En la medida en que el niño puede sostenerse por sus
propios medios, sus 'apoyos varían. .
No hay sostén sin apoyo, pero sí puede haber apoyo sin sostén. El cuerpo del niño, contactando
en la horizontalidad, recibe múltiples apoyos que no siempre pueden configurar un sostén;
principalmente al carecer de respaldo y continencia. El cuerpo en la verticalidad (de pie), en
cambio, reduce sus apoyos a la base de "sus tentaciones", y debe autos sostenerse.
Función de sostén
Denomino sostén de pecho a la primera contención corporal que el adulto le ofrece al niño. Elijo
estos términos no sólo con la intención de marcar su carácter primario de alimentación, sino
también porque 'más allá del acto de dar de mamar, la zona de contacto que predomina en este
sostén es el pecho del adulto.
Hay una tendencia bastante generalizada a llevar al bebé contra el pecho, atraerlo, darle apego en
el cuerpo que sostiene.
Otra forma de contención, con disminución de los contactos, podría designarse sostén de brazo.
El término brazo deriva del latín bracchium en el sentido de «ayudar a uno».
Se ayuda con los brazos a quien algo "de por sí puede», El niño, pasados los primeros meses de
vida, comienza a vivenciar la posición de sentado sobre los brazos del adulto que lo sostiene.
Este antecedente de la autonomía postural erecta nos muestra que el auto sostén no es total,
parte del peso del
En comparación con las anteriores, en esta situación se observa un apoyo más localizado y
discriminado, hablamos acá de un sostén de mano.
La adquisición de la marcha autónoma no implica una separación del contacto con el cuerpo del
adulto. Si bien en el lenguaje cotidiano al referirse al niño ya no se lo designa como un «niño de
pecho» o un «niño de brazos», su cuerpo aún es sostenido, esta vez es llevado de la mano.
Algunos compuestos de la palabra «mano» -del latín manus, en los cuales el término «mano» se
reduce aman, son, por ejemplo: mantener, mantenedor, mantenimiento, manutención.13 Estas
palabras significan alimento y sustento. Volvemos nuevamente a encontrar, en esta acción de
acompañamiento o sostén de mano, claras referencias al antiguo sostén de pecho. Si el
"sustento" está en el sostén, la "manutención" está en la mano.
Las manos del adulto acompañarán en otros momentos los primeros pasos del niño. En la vida
cotidiana es común encontrar la acción ejercida por el adulto, quien toma con sus manos el tranco
o las manos del niño, acompañando los primeros pasos de su marcha. Le «da una mano» en lo
que está empezando a poder., lo acompaña.
Acompañar viene de "compañero", palabra que se origina en el latín vulgar «compañía» (derivado
de panis, pan) en el sentido de: «acción de comer del mismo pan». «Acompañar, como «mano»,
«sostén)} y «apoyo» reiteran en su significado la presencia de un alimento; en este caso «alimento
que se comparte».
En esta acción de comenzar a dar los primeros pasos sostenido por el adulto o los hermanos
mayores, el niño empieza a utilizar el piso, \4 espacio de apoyo que compartirá con sus mayores.
La mano del adulto funciona como un sostén y apoyo complementario y ambos se asocian en un
plano semejante de verticalidad. El suelo está ahí para que ambos se apoyen, pero el adulto sigue
sustentando desde su propio sostén. El suelo sirve de apoyo para el niño, pero no suplanta al
sostén del adulto.
Esta función, entonces, está caracterizada por una complementariedad del propio sostén, que el
niño comienza a desarrollar, en el cuerpo del adulto.
Función de provocación
En las páginas anteriores definía el acompañamiento como una acción de sostén que preludiaba
la marcha. Pudiendo ahora el niño mantenerse en equilibrio -todavía inestable-, pero
sosteniéndose por sus propios medios con la ayuda de los objetos que lo rodean, es
frecuentemente incentivado a desplazarse. Denomino a este "pedido" que el adulto realiza, con el
nombre de provocación.
Los adultos provocan de distinta manera la aparición de la marcha. Es del orden de lo cotidiano en
la crianza ver a una mamá o a un papá con sus brazos extendidos esperando al niño que recorre
el trayecto desde la pared, 'que le servía de apoyo, a sus brazos.
El término «provocar” viene de provocare, formado por pro delante y vocare llamar (otra acepción es
"llamar para que salga afuera") término derivado de "voz").
Este otro sentido alude entonces a un «llamado hacia adelante», otorgándole a la palabra
«provocar” un carácter de estímulo que al estar desplegado en la relación cobra el carácter de un
“vínculo estimulante”. Es un llamado a entrar en una nueva acción que cambia su situación.
Oposición transgresión
Si hasta aquí me he referido a las funciones ejercidas por los adultos, variando la perspectiva,
atendamos de ahora en más a las acciones del niño con relación al adulto.
Podemos también entender el término oposición como «poner enfrente». El niño, que ha dejado
de necesitar ser sostenido para trasladarse, puede separarse del cuerpo del adulto -y del piso-
por sus propios medios y se puede colocar enfrente de los mayores. La oposición implica un
cambio de lugar.
Sostén de apoyo.
Al igual que la mayoría de los mamíferos, el ser humano necesita apoyarse en la tierra para
trasladarse. Ni el agua ni el aire le son elementos de sostén a sus movimientos. Cualesquiera
sean los suelos, el ser humano necesita de ellos para su existencia. Si bien embriológicamente
su gestación se da en un ámbito acuoso, el propio claustro de gestación le permite un contacto
con las paredes del cuerpo materno.
Una necesidad básica del recién nacido es el sostén materno, necesidad de marcada
importancia con relación a otras, fundamentalmente porque el nacimiento se caracteriza por
un pasaje del organismo de la madre al mundo externo, con la consecuente pérdida del entorno
envolvente que lo sostenía, el cual funcionaba como un filtro térmico, acústico y lumínico. A esto
se suma la vivencia de un cambio en la fuerza de gravedad que junto con las otras
modificaciones, conforma un conjunto de factores amenazantes de la integridad del niño que debe
ser compensada y atenuada con una vuelta, si bien ya no a la vida orgánica de su madre, sí a la
vida corporal, cambio fundante y fundamental al pasar de la existencia amniótica a la vida aérea.
'Un bebé que sale del útero y comienza a respirar se encuentra en un espacio desconocido, pero ya
orientado por muchas referencias que son tina especie de unidad sensorial a pesar del desparramamiento
de las zonas erógenas. S u Cuerpo está limitado por las ropas, por una cuna, por los brazos que lo cargan
y le aseguran una cierta estabilidad" (F. Dolto),
"La ausencia total de referencias sensoriales hace desaparecer las percepciones del esquema corporal,
luego la imagen del cuerpo. Está bien poner en evidencia que no conservamos nuestra noción de existir
más que gracias a muchas variaciones' sensoriales imperceptibles: auditivas visuales.,olfativas,, cutáneas
y' barestésicas" (F. Dolto).
Del antiguo estado de fusión orgánica se pasa a un nuevo estado de indiscriminación y de con-
fusión, ahora presente en la vida externa, aérea y corporal. La función de sostén prioriza la
relación corporal a través del eje del cuerpo. El niño es alzado desde su tronco. Las extremidades
del niño serán lugares de contacto y de sostén en otra instancia que llamamos acompañamiento
(cuando el niño comienza a poder alternar 'los apoyos plantares en el suelo con un relativo
equilibrio, el adulto lo' sostiene de sus manos).
Durante la crianza, el sostén del adulto varía en una dirección que coincide con el desarrollo del
tono muscular. El eje tónico postural es el lugar hegemónico de la vida de relación en la primera
etapa. Avanzado el tiempo, el territorio distal del cuerpo será una nueva zona de apoyo y de
sostén.
1 Dar el pecho
"Nadie es capaz de sostener un bebé en brazos a menos que sepa identificarse con él."
D. W. Winnicott
El niño «no puede» por sus propios medios desplazarse, acceder al alimento, higienizarse y
abrigarse. El adulto «hace por él» y esto lo ubica en una relación de máxima dependencia.
Si los adultos saben que el niño «no puede», buscarán por todos los medios satisfacer sus
necesidades: una de las formas es anticiparse a ellas desde una práctica del dar.
Dar anticipadamente nos remite a una acción de pasaje (alimento, caricias, cuidado, etc.) de una
persona a otra, en la cual el «pedido» del otro no fue expresado, manifestado, explicitado, y el
dador supone o entiende que cubre de esta manera una necesidad del otro. Muchas acciones de
dar se ejercen a priori, anticipándose al pedido.
'Si bien se puede dar el pecho estando el niño en total pasividad, no ocurre así con la leche, para
que ésta fluya el bebé debe ejercer una acción. Al niño se lo sostiene, pero no se lo alimenta, sino
que «se alimenta»; el pecho alimenticio no se da, se ofrece.
2 Ofrecer leche
" ... Una mano lo envuelve llora. Lo engaña un pecho. Prende los labios absorbe. Más tarde su
pupila la tiniebla deslíe y alcanza a ver dos ojos, una boca, .una frente. Mira jugar los músculos
de la cara a su frente, y aunque quién es no sabe, copia, imita y sonríe.. " Alfonsina Storni, frag.”
El Hombre”
Frecuentemente la alimentación del niño pequeño se realiza teniéndolo en brazos. En el caso del
amamantamiento el acto de sostén ubica a la madre y al niño en una situación de contacto
corporal muy especial, generándose un vínculo alimenticio donde algo fluye desde un cuerpo ha-
cia otro. Fluidez y contigüidad, corriente láctea que contacta los cuerpos y unifica ambos
organismos; pero para que el raudal de leche (apoyo) fluya, el niño debe succionar, no recibe
pasivamente.
«Durante la mamada, el niño no aparta la mirada del rostro de su madre)) (René Spitz).
En muchos momentos tiene un brazo contactando con el cuerpo del adulto y otro con
mínimos contactos. Sus manos pueden estar activas en simultaneidad con e l
movimiento de la boca.
«La vía de la feche sustituye a la vía de la sangre definitivamente cortada entre la madre y el niño En
contradicción con la vía de la sangre, la vía de la leche' tiene una peculiaridad muy importante: casi toda
ella está en la parte externa del cuerpo de la madre)) (Y. Tosquelles).
El bebé se alimenta desde el borde más saliente del cuerpo humano (pezón), contraste notorio
con su antigua alimentación placentaria.
Julián de Ajuriaguerra
En el niño:
En el adulto:
"En realidad las satisfacciones que surgen de la relación madre-bebé son múltiples y no derivan
todas en la alimentación: también están la tibieza del abrazo, el sosiego. del mecimiento, las
caricias, la voz .la mirada, y todo ello erotiza una relación que encuentra 'en el alimento un
momento al principio privilegiado, pero que si fuera el único, dejaría al niño en la más profunda
anorexia, pues no sólo de leche vive el bebe'" (S P . ) 29
3 Tener - sostener
Los bebes no recuerdan haber recibido un sostén adecuado: lo que recuerdan es la experiencia
traumática de no haberlo recibido D W Winnicott
Más allá del acto de alimentación analizado anteriormente, en otras situaciones el bebé suele
encontrarse en posiciones similares; es una de las formas más comunes de estar con él en
los espacios de tiempo que transcurren entre el sueño, la alimentación, el baño y la higiene.
Cuando el niño pequeño llora, en la mayoría de los casos, sea cual fuere el motivo del llanto, el
adulto toma al niño en brazos y lo sostiene; es el recurso más espontáneo que se observa. Desde
ese lugar da otras cosas para aliviar el llanto. Cuando el «tener en brazos» se transforma en un
«sostén>, adquiere el valor de un dar. La sola acción de tener en brazos no garantiza que se esté
produciendo un acto de sostén. El sostén de apoyo se compone de actos y acontecimientos, más
que de simples apoyos.
Cabría realizar una diferenciación...entre los términos tener (agarrar, tomar, asir), por un lado, y
sostener por el otro.
Tener no marca diferencia sobre lo que se tiene. Se tiene un objeto; se sostiene una persona. Se
puede-tener lejos del cuerpo (en el sentido de poseer), pero en cambio sostener, el cuerpo se
hace necesario. . ~ .'
Agarrar (de "garras") es una acción de llevar hacia sí; como tomar y asir no implica acciones a
postetiori, no da cuenta de las acciones siguientes.
Si bien el juego con muñecas es una «preparación para»,no garantiza de por sí la eficacia del
sostén. La muñeca no pide sino que le hacen pedir. Entre el deber y el saber se instala la
situación del poder hacer.
"Los bebés son muy sensibles al modo como se ¡os sostiene; por eso lloran cuando están en
brazos de una persona y descansan tranquilos en los de otra, ya desde muy pequeños. A veces
una niña pequeña pide tener en brazos a un hermanito recién nacido, y esto constituye un1 gran
acontecimiento para ella. Una madre prudente, si le permite hacerlo, no depositará en ella toda la
responsabilidad, y estará presente todo el tiempo, lista para volver a tomar al bebé en sus brazos
seguros. Una madre prudente no dará por sentado que la hermanita mayor se siente segura con
el bebé en sus brazos; esto seria negar el significado de la experiencia. JJ
D. W. Winnicott
Si bien cada niño se expresa de forma diferente, ante el llanto, el adulto recurre a una acción
concreta: «.lo sostiene», lo tiene en upa La aflicción de los mayores ante el llanto del niño recién
nacido los lleva a un dar envolvente, traen al niño hacia su cuerpo, lo abrazan.
Esta situación de dos cuerpos que se contactan conforma una relación de máxima cercanía e
indiscriminación. No sólo se presenta cuando el bebé llora, sino que también una de las formas de
estar con él es abrazándolo. Esta conducta quedará impresa de tal forma que en cuanto el llanto
irrumpe en el niño, aunque sea grande, buscará los brazos del adulto.
El crecimiento del niño lleva a que el adulto incluya más formas de sostén: es común que en algún
momento predomine la posición vertical del niño apoyado en el brazo, sostenido
intermitentemente sobre el pecho del adulto, con su cabeza próxima al hombro.
Dice Julián de Ajuriaguerra, en relación con este último apoyo: Se trata del problema de la
concavidad y de la; convexidad. Eso de acurrucarse en el hombro. U no cree que la naturaleza
hizo ex profeso esta concavidad para colocar allí la cabeza del niño. Ahí él tiene un apoyo
formidable porque al mismo tiempo que sostiene la cabeza para que no se le bambolee está en
relación, en contacto con la cara de la madre». El hueco del codo lo acerca al pecho y por lo tanto
aL sonido del corazón, el hueco del hombro lo ubica cercano, a la mejilla, al aliento y a la voz.
Ambas zonas del cuerpo son espacios de alta receptividad para la cabeza del niño. ,
En la vida adulta, cuando se abraza, la cabeza ocupa el espacio que linda entre el cuello y el
borde del hombro. A su vez también es común que la cabeza de la persona que' descansa a
nuestro lado se apoye en el hueco del brazo o del hombro.
El peso del niño cae en gran parte sobre el brazo del adulto; las manos de este último cumplen
una función más activa, por ejemplo, la mano del brazo que no sostiene al niño contacta con su
cabeza y espalda. El bebé está en una postura casi sentada y se alterna el apoyo de la otra mano,
en la espalda todas las veces que se haga necesario para la mantención del equilibrio. Desde esta
acción, el adulto tiene uno de sus brazos libres, comenzando a accionar de una manera diferente
al sostén de pecho.
El hacer de sus brazos es más activo al mismo tiempo que aumenta en el bebé las posibilidades
de sostenerse y moverse en los brazos' del adulto. En el molde del cuerpo del adulto se
amalgama una posición de sentado antes de que el pequeño pueda acceder a ella.
El cuerpo del adulto funciona como un intérprete de las necesidades. posturales y kinéticas del
niño.
Las experimentaciones realizadas por René Spitz a través de filmaciones demostraron "de un
modo asombroso como el pecho de la madre, sus manos y sus dedos ofrecen! al niño todos los
estímulos táctiles para el aprendizaje de la orientación táctil ; cómo su cuerpo y sus
movimientos le dan las experiencias necesarias del equilibrio “
5 Dialogo tónico
El doctor Julián de Ajuriaguerra ha sido quien acuñó el concepto de diálogo tónico, definiéndolo de
la siguiente forma: "La noción de diálogo tónico es utilizada a menudo de forma arbitraria. Lo que
yo llamo diálogo tónico es bastante concreto. Esta noción corresponde al proceso de asimilación'
sobre todo, de acomodación, entre el cuerpo de la madre y el cuerpo del niño; el niño sostenido
por la madre se interesa muy precozmente por un intercambio permanente con las posturas
maternales: con su movilidad busca su confort en los brazos que le mantienen, Mantener no
significa un estado fijo de mantenimiento, sino acomodación recíproca”
Sobre el adulto recae la máxima capacidad de acomodación, -cuando esto no sucede se produce
una fál1a en el sostén que debe ser compensada por el niño con cambios posturales y
modificaciones del tono. Lo que no contiene" el espacio del cuerpo del adulto debe ser
compensado con maniobras equilibratorias por parte del niño.
"Es raro que la madre se dirija verbalmente a su hijo con palabras comprensivas y comprensibles" No
obstante, su actitud constituye la: trama de un diálogo con el niño .que toma sus términos expresivos
en el intercambio de mensajes entre la pareja madre-hijo (a nivel de contracciones musculares de ambos))
sobré todo al nivel de! "tonus" " muscular (contracción adaptada o de base) que precede y prepara el.
verdadero movimiento muscular). El acto de llevar en brazos al niño' establece ya de antemano la gama de
valores y significados relaciona les entre la madre y el niño cuando éste mama del seno o del biberón.
Conviene pues recordar en este momento lo que la antigua sabiduría nos enseña: lo que cuenta en la
donación no es tanto lo que se da cuanto la forma como se da.
Lo que Julián de Ajuriaguerra define como un "intercambio permanente con las posturas
maternales" será, para Francisco Toquelles-, la actitud que constituye la trama de un diálogo con el
niño.", aunque también este último analiza el fenómeno bajo los dos términos (postura y actitud):
"La postura y la actitud tónica de" los músculos constituirán una vía de comunicación casi sin'
discontinuidad entre la madre y el niño).
En ambos el concepto fundamental de diálogo vehiculizado por medio del tono muscular es la idea
central.
6 Mecer
Si bien en el acto de amamantar no hay presencia de movimientos muy visibles, fuera de ello,
desde las posturas de sostén de brazos o de pecho, el adulto realiza movimientos acompasados
que llamamos mecimientos.
"El mecer, es un acto generalizado, realizado casi espontáneamente. Cada adulto tiene un ritmo
especial para mecer al niño, un ritmo que suele provocar el sueño o el cese del llanto.
"Los movimientos rituales de balanceo y de las canciones de cuna presentan el carácter circular
que es propio del comportamiento del bebe.
. " ... mediante el balanceo y la canción de cuna que con su ritmo equilibrador y monótono coloca
un estímulo exterior acorde con los estímulos interiores, propiciando así una indiferenciación que
es la base del reposo, preludio del sueño. "
Pareciera, que el tipo de mecimiento varia generacionalmente, una simple observación nos
muestra una disminución del ritmo de mecimiento de las madres y padres actuales con relación a
las abuelas, éstas mantenían un mecimiento más rápido y vigoroso, acompañado de palmadas en
la espalda y a veces pequeños movimientos de arriba hacia abajo, dando pasos hacia adelante y
hacia atrás.
Es de esperar que el mecimiento calme al bebé. Una; presunción es que el mecimiento reproduce
las suaves oscilaciones sentidas por el niño en su vida intrauterina. El ritmo de frecuencia más
rápida sería el producido por la marcha de la madre y el ritmo de frecuencia más lento estaría
marcado por los ritmos respiratorio y cardíaco.
El ruido del corazón "es un significante de base pre-temporo- espacial, por lo tanto feta!", " ...
cuando están en los brazos y uno no puede consolarlos porque no sabe qué les aflige, llega
espontáneamente a los adultos el impulso de mecer a los niños con un ritmo pendular.\ Todo
sucede como si algo de la vida arcaica placentaria estuviera simbolizado de alguna manera para
el niño mediante ese comportamiento tan generalizado que debe tener un sentido".
"Era el corazón de mi madre aquel tan-tan de las tinieblas Aquel tambor sobre mi cráneo En las
membranas de la tierra. "
Algunos estudios realizados pusieron en duda que el mecimiento lento sirviera para calmar las
molestias del bebé, registrándose una frecuencia de 60 a 70 oscilaciones por minuto como un
mínimo placentero y calmante. La estimulación laberíntica tiene efectos sedantes a partir de cierto
ritmo. Se han tenido como base para este estudio el ritmo respiratorio = 10 a 14 respiraciones por
minuto, ritmo cardíaco = 72 latidos por minuto, y la marcha = más de l00 pasos por minuto en
circunstancias normales.
Las variaciones de la marcha van acompañadas también del ritmo cardíaco y respiratorio, o sea
que no podemos darle una independencia a cada uno de los ritmos del, cuerpo y de la vida
orgánica.
La sensación producida por el mecimiento, ligada a la, estructura laberíntica del oído interno,
conforman la base; orgánica sobre la cual se efectúa la demanda no sólo de ser sostenido, sino
también de ser introducido en un movimiento rítmico.
"Si el niño grita de manera que parezca más oportuno sustituir SIIS gritos por el dormir que por el
dar de mamar, su madre, como por instinto, lo balancea lateralmente o de arriba bocio abajo,
sosteniéndolo horizontal o verticalmente, según que una u otra de estas direcciones y de estas
posiciones resulten más ,convenientes para apaciguado. Estas maniobras no pueden tener otro
efecto que actuar sobre la sensibilidad que tiene por punto de partida los canales semicirculares y
el laberinto, es decir, sobre el aparato de equilibrio, que está hecho para registrar la orientación
variable del cuerpo y sus movimientos de traslación en el espacio "
El mecimiento introduce al niño en una gama de acciones que alteran las características del
sostén, desdibuja la continuidad de contactos, de posturas y altera la quietud. El mecimiento en su
carácter rítmico, a partir de una discontinuidad, nos introduce en una nueva continuidad.
"El ritmo es un, desarrollo cuya continuidad está asegurada y definida por una discontinuidad que
permite darnos cuenta de ella".
El mecimiento incorpora la presencia del cuerpo del adulto por sobre el cuerpo del
niño, da cuenta que hay alguien fuera de él que se incorpora materialmente
modificando el estado del cuerpo. Ahora bien, esta discontinuidad que introduce el
mecimiento se asegura su propia continuidad en el ritmo. El cuerpo fusional es
continuo y contiguo el cuerpo naciente (siempre de otro cuerpo) se manifiesta en los
despegues, en los desgarres, en las diferencias en lo discontinuo
El mecimiento plantea una primera relación de cuerpo una primera diferencia, una discontinuidad.
' A su vez, el mecimiento puede constituirse en una acción lúdica o prelúdica, pues debemos
diferenciar el , mecimiento calmante que va en procura del alivio o del sueño del que sólo se
realiza por jugar. Es también cierto que el juego nos puede llevar al sueño.
7 Sostén de traslación .
Una de las formas cotidianas del sostén de pecho y de brazos es el traslado, el llevar
consigo a l niño en las tareas cotidianas.
La forma en que se traslade al niño, generan experiencias con características particulares relacionadas con el ritmo de
marcha, el terreno y la cantidad de horas de traslado.
El traslado imprime un nuevo ritmo en el niño en el que incide notablemente el ritmo de la madre.
8 Gestar
Los cambios en el tipo de traslado conllevan cambios en el tipo de posturas que dejan
al niño en situación de mirar otros campos más allá del rostro de su madre. Esos
cambios de posturas y de ritmos pueden dejar al niño en situación de mirar lo que no
se puede ver o de sostener lo que no puede sustentar.
Este pasaje de la vida orgánica a la vida corporal, este cambio de lugar que conlleva el
nacimiento posibilita una continuidad en la gestación, en la cual el organismo de la
madre deja de alimentar por dentro para pasar a alimenta r por fuera, siendo otros los
fluidos que circulan entre los cuerpos.
Función de acompañamiento
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Pasados los primeros meses de vida del bebé, se produce un acomodamiento entre
los cuerpos del adulto y del niño. En los momentos de vigilia, el tiempo de la
verticalidad supera al de la horizontalidad; el adulto lo sostiene con una ligera
separación de su cuerpo; el padre y los mayores participan más activamente en la
crianza; el niño busca nuevas formas de estar y de hacer; el niño es pasado de "mano
en mano" con más frecuencia y más naturalmente; accede al gateo como principio de
marcha autónoma, comienza a vivenciar sus apoyos en cuadrupedia al mismo tiempo
que ejercita su propio sostén y la base d sustentación se amplia.
Solemos nombrar las acciones previas a la bipedestación con nombres que nos
remiten a los animales; decimos: "reptar" "gatear" "acuclillarse" refiriéndonos al
desplazamiento del reptil y del gato, así como a la postura que toma la gallina.
Si se trata de los gestos, «el niño hace monerías». Pero los adultos esperan algo más
del niño, esperan la marcha . vertical y comienzan a sostenerlo desde el tronco; en
posición erecta, el niño puede sostener su cabeza, y sus piernas quedar liberadas
pudiendo moverlas sin mayor resistencia; el pataleo del niño encuentra los muslos del
adulto o una superficie donde apoyar sus pies y hacer «como si caminara».
El cuerpo del adulto también se transforma en una' plataforma móvil desde la cual el
niño accede a las cosas alejadas; el niño es extendido por los brazos del adulto
logrando una separación máxima, con mínimos contactos. "
16
Dejar el sostén de la mano, soltarse, implica emanciparse, término cuyo sentido
estriba en estar fuera del agarre de la mano
Las varas que se colocan junto a las plantas jóvenes resultan un ejemplo válido para
pensar lo que denominamos acompañamiento.
Estos "tutores" cumplen la función de sostener lo que todavía está débil para
mantenerse sin desviaciones y roturas. Estas varas son más fuertes que el tronco que
sostienen; están ligadas a él por géneros o hilos que no impiden su ensanchamiento,
ni lastiman su corteza. Hasta cierto momento del desarrollo el peso cae sobre estas
guías, porque luego el árbol, al crecer, ya pudiendo solo, asume su propio sostén.
Podemos pensar que en algún momento alguien, corta los géneros que une la guía al
árbol pequeño; si así no se hace, es posible ver a una planta joven sosteniendo la vara
que le sirvió de guía o, si la planta estaba aferrada con alambres, que éste deja
marcas en Sul corteza e impide su desarrollo.
Sea cual fuere el modo de estar sujeto a la guía y por más que cambie la corteza, el
árbol lleva consigo la historia de la vara que acompañó su ascenso.
Función de provocación:
Es por medio de la provocación que el adulto pide y -con más claridad- el niño
rechaza. También es una acción donde el adulto puede perder su posición asimétrica
y complementaria, indispensable para el ejercicio del rol.
17
postural de la estática debe estar suficientemente desarrollado para poder deambular
sin mayores costos.
Los tiempos de los aprendizajes no son los mismos para todos y el adulto se
encuentra, en muchos momentos, pidiendo lo que el niño no puede dar. En vez de
provocar; exige; en vez de pedir, obliga; y el niño se escurre contra la. pared en la cual
fue puesto, hasta quedar sentado, o se cae o ve que el adulto se aleja tanto de él que
no vale la pena el intento de llegar.! En estas acciones el adulto desmiente la
posibilidad del niño.
La forma que elige el adulto es pedirle algo al otro que «sabe» difícilmente le dé.
Pide una cosa, pero busca otra. Este tipo de provocación es una forma indirecta de
intentar entrar en comunicación con el otro; una de las formas es provocar la
negativa u oponerse al pedido.
De mantenerse este inicio con el cual se presenta, y de' no pasar a otra situación,
18
la provocación se desvanece, pierde su fuerza o aparece incomodidad y molestia. Si
bien la provocación puede generar un cierto grado de malestar, no inhibitorio pasado
el umbral de tolerancia produce un· detenimiento en el aprendizaje o en la
comunicación.
"El placer de conquista es producto de la duda inicial sobre el feliz término de cada empresa, y
no condición para que una acción se desencadene. Esto quiere decir que la acción no tiene su
motor en la constante búsqueda de placer, sino que lo encuentra cuando en su origen se
presenta la duda de conquista, y por lo tanto el impulso que sostiene la acción. En un lenguaje
lacaniano la acción nos remite a la necesidad, y el impulso está conectado con la demanda."
Ubicar al niño junto a un apoyo, para que desde ese lugar comience sus primeros
pasos de autonomía hacia el cuerpo del adulto, tiene sentido porque de esta manera el
destino de la marcha es posible de visualizar, una forma de anticipación al encuentro
de los cuerpos. La distancia es una forma de la relación de contacto, siempre y cuando
los ojos se encuentren. La mirada toca, empuja, atrae, distancia. El que mira acciona
sin tocar con la piel, la mirada ordena, predispone, marca rumbos y desvíos.
En cambio, en los comienzos de la marcha con rumbo propio alejándose del adulto, la
mirada que sostiene queda atrás, a la expectativa. Cuando el niño comienza a dar sus
primeros pasos se aleja del cuerpo protector y referente. " Después de recorrer una
distancia de marcha prudencial, el niño mira hacia atrás y, en esa proyección de la
mirada, el rostro del otro es el puerto que reasegura la constancia de un límite”
Caminar mirar
Podemos considerar la marcha como un «ir saliendo» por segunda vez del cuerpo del
adulto, como un segundo nacimiento, un nuevo desprendimiento. El sostén de manos
del acompañamiento se reduce hasta desligarse del contacto, provocando la
separación de ambos cuerpos. La Bipedestación no sólo posibilita el desplazamiento
que dinamiza la posición de pie y le da un sentido mayúsculo a la incorporación (In
cuerpo, incorporado, tomar cuerpo)
19
La mirada del adulto ejerce distintas funciones. En la medida' en que el niño se
separa de él, queda un espacio entre ambos para ser cubierto por la mirada. A
diferencia de la bipedestación, gatear no facilita el encuentro de las miradas tan
necesarias, pues la cercanía del piso les da al niño y al adulto cierta seguridad.
La mirada nace del espacio que el contacto deja librado; mirar estando en brazos es
lanzarse fuera del cuerpo a través de los ojos, sostenido en el fondo que la mano del
adulto asegura contactando con la espalda.
Es por eso que la mirada desde la verticalidad de la marcha cobra una particularidad
distinta, no es el niño que está sentado o alzado por otros adultos, es el niño en
camino de adquirir una acción distintiva de la raza humana. Es el niño en desequilibrio
y en su máxima altura, separado del adulto y en movimiento autónomo. Este
«nacimiento» es un riesgo, real o fantaseado, para ambos. El niño puede obtener una
base de sustentación propia y anuncia un paso importante en el camino de su
autonomía.
Retirar el apoyo que se brinda al cuello y a la cabeza es una de las primeras distancias
funcionales que el adulto toma con el bebé. El sostén de brazo es una muestra' de que
el cuello se encuentra fortalecido como para poder sostener la cabeza. La coincidencia
anatómica del hueco del cuello con el hueco de la articulación brazo antebrazo nos
muestran cómo los cuerpos están contorneados para un ensamble funcional, la
almohada viene a cubrir ese hueco que en edades tempranas cubría el brazo materno.
Gastón Bachelard, citando a Henri Wallon, plantea que "la idea de la vertical como eje
estable de las cosas tal vez tenga relación con estadio erguido del hombre, cuyo
aprendizaje le cuesta tantos esfuerzos.", Luego agrega:
"Desde esta perspectiva la columna vertebral sería una especie de plomada vivida en
la introversión. Sería la referencia vivida para toda psicología del enderezamiento, el
guía activo que nos enseña' a vencer íntimamente a la gravedad”.
34.
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Para F. Dolto, la entrada a la etapa edípica es posible a partir de que el niño haya
renunciado:
. O sea que la prescindencia del sostén de pecho, de brazos y de mano junto con el
control de esfínteres, constituyen algunos requisitos, según F. Dolto, para que el niño
desee identificarse con el padre del mismo sexo.
Actividad:
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA:
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Bibliografía:
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