El Corrido
El Corrido
El Corrido
MENDOZA
LÍRICA NARRATIVA
DE MÉXICO
EL CORRIDO
ESTUDIOS DE FOLKLORE • 2
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no obstante, se incluyen algunas explicaciones que tienen por objeto
dar una idea de los elementos que constituyen las melodías, pero sólo
lo que se ha juzgado indispensable .
El corrído mexicano, género de muchos alcances y larga trayectoria,
llegará con el tiempo a constituir uno de los más firmes soportes de
la literatura genuinamente me,.icana ; ha sido conservado por medio
de hojas sueltas impre sas en casas editoriales de modesta apariencia ,
trasmitido oralmente por los cancioneros populares que recorren el
país de feria en feria y de mercado en mercado, ha quedado fijo en
la mente de nuestro pueblo y ha alcanzado una disper sión geográfica
que abarca no solamente el territorio nacional, sino que ha rebasado
las fronteras, llegando a lugares remotos de la Unión Americana y
aun a países europeos. Pongamos por caso España, en donde, durante
la última revolución, se cantaron numerosos corridos especialmente
revolucionarios . Esta difu sión ha dado lugar a la creación de nuevo s
tipos con lineamientos locales.
En las dos última s décadas del siglo pasado ya era materia de
intenso consumo, lo mismo en hojas sueltas de bajo precio , impresa s
en papeles multicolore s, que en forma de canto entonado al son
de un bajo sexto, arpa o guitarra por cancionero s errantes quienes, a
continuación, ponían a la venta su mercancía.
De este modo los sucesos más salientes de la vida nacional, al
par que los acontecimientos trágicos, desastres, incendios, inundaciones,
crímenes pasionales, etcétera, llegaban hasta las regiones más apartadas
como única fuente de información. De ahí el inter és de la gente sencilla
en escuchar el relato íntegro y adquirir el v~hículo impreso para
repetirlo y grabarlo en la memoria con su música .
Había que ver con qué religioso silencio escuchaban, rodeando a
la pareja de cantadores, los últimos momentos de los fusilados, las
hazañas ele los valientes , los detalles truculentos de los crímenes, y
cómo se conmovían, aprobando o reprobando, cómo, "con tres tiro s
de pistola ", remató el protagonista a la mujer traicionera que se escapó
con el rival; cómo consideraban azorados los últimos adelantos de la
ciencia : el ferrocarril, la luz eléctri ca; cómo se alarmaban con las
asonadas y motines por la imposi ción de las monedas de · nikel, la
supresión de las pesetas , el atentado contra el mandatario de entonces:
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general Porfirio Díaz; considerando con igual extrañeza la inauguración
del Reloj de la Catedral o la adjudicación de la misma por algún
maniático extranjero; de igual modo les conmovía la muerte del torero
favorito : Bernardo Gaviño, el triunfo de Ponciano Díaz en la misma
España o el incendio del cadáver de Antonio Montes en el Panteón
Español.
El corrido mexicano actualmente es un género épico-lírico-narrativo,
en cuartetas de rima variable, ya asonante o consonante en los versos
pares; forma literaria sobre la que se apoya una frase musical compuesta
generalmente de cuatro miembros, que relata aquellos sucesos que
hieren poderosamente la sensibilidad de las multitudes; por lo que tiene
de épico deriva del romance castellano y mantiene normalmente la
forma general , de éste, conservando su carácter narrativo de hazañas
guerreras y combates, creando entonces una historia por y para el
pueblo. Por lo que encierra de lírico, deriva de la copla y del cantar,
tratando mu y especialmente asuntos amorosos o bien relatos senti-
mental es a las veces de un corte exquisito. La jácara a su vez le ha
heredado el énfasis exagerado del machismo, las baladronadas, jac-
tancias , engreimiento y soflama , propios de la germanía y en labios de
jaques y valentone s. Marca de este modo una faceta de la idiosincracia
mexicana no estudiada a fondo, heredada probablemente de Andalucía .
Los diversos título s con que son designados los corridos en México
son: romance, historia, narración, relato, e;emplo, tragedia, mañanitas,
recuerdos, versos y coplas. Estas diversas maneras de distinguirlos
derivan no de las formas mu sicales o literarias, sino de los asuntos
que trat an. El título de romance se aplica inconsci entemente y sin
análi sis por per sona s que , sin dominar las formas poéticas, se guían
simplemente por el dictado popular, aunqu e en algunos casos el título
suele encontrar se bi en aplicado , pues en el relato mismo se observan
las reglas de la versificación del romance; puede haber excepciones,
pues en la presente obra se incluye el corrido Lucrecía en versos
decasílabos asonantados en í, que dan la impresión de tratarse de un
romance real. En las publicaciones de literatura popular de la Casa
Eduardo Gu errero se ve aplicar el título de romance a composiciones
poéticas en muy variados metros, cantadas en las inás diversas formas,
algunas completam ente antagónica s a la auténtica: "Romance , recuer-
dos a Anita."
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La palabra historia es aplicada a crímenes, desastres y hechos sen-
sacionales:
s, esta triste historia
Escuchen, se11ore
que traigo en el pensamiento ...
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Así se encuentran estrofas que dicen:
Su madre se Jo <leda
que a ese fandango no fuera,
los consejos de una madre
no se llevan como quera.
11
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•
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en plena Revoluci6n, es relativamente moderno; las coplas al "Tapado",
de que hace mención el padre Cavo en Los tres siglos de México,
así como la canción por el traslado de las mujeres perdidas a Pan-
zacola, en 1745, como su propio título nos indica, no eran corridos,
sino coplas emparentadas muy de cerca con las jácaras del siglo xvn.
El corrido de Carlos IV y aquel otro que todavía se menciona en
Guadalajara de Hidalgo y la Fernandita son verdaderas coplas satíricas;
más cercanos a nosotros, hacia la década del treinta del siglo XIX, .
son los fragmentos a don Juan José Codallos o a don Eustaquio Arias,
publicados por el teniente coronel Barbosa, en sus Apuntes para k1
Historia de Michoaccín (Talleres de la Escuela . Industrial Militar
"Porfirio Díaz", Morelia, 1905); tienen ya la manera de hablar de. los
interlocutores por mediación del relator y los podemos considerar, con
derecho, como las primeras manifestaciones; pero son brotes esporá-
dicos. Es solamente a mediados del siglo x1x, durante las guerras de
Religión y Fueros, cuando surge el verdadero impulso continuado que
no dejará de extravertersc hasta nuestros días. La razón en que me
fundo para sostener este aserto es: que siendo la valona, o sea la
glosa en décimas, la prensa informativa del pueblo, en hojas sueltas
volantes, durante toda la primera mitad del último siglo, los tímidos
impulsos del corrido quedaban completamente ahogados o absorbidos
por ella.
Entre los años de 1800 y 1850 hubo de hecho multitud de pro-
ducciones en coplas de cuatro versos octosílabos; pero no tenían el
carácter narrativo ni épico del corrido, eran solamente coplas satíricas
de índole política o religiosa, y como prueba podemos aducir que
todavía en las hojas impresas por Vanegas Arroyo, en su primera época,
las composiciones llamadas corridos van precedidas por décimas como
influencia de la valona (véase la Muerte de Bernardo Gaviño), que
éstas se intercalan a veces en el cuerpo de la composición como en el
Corrido del agrarista,y que su verdadera independencia, plenitud y
carácter épico lo adquirieron al calor de los combates al iniciarse la
Revolución Maderista.
Señalo, pues, dentro de la trayectoria del corrido en su •vida inde-
pendiente como forma literaria, tres lapsos fundamentales que prueban
que ha logrado su hegemonía y alcanzado el clímax de su plenitud.
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Prím€ro. El último cuarto del sig1o xrx, cuando se cantan las haza-
fías de algunos rebeldes al gobierno porfirista, es propiamente el
principio de la épica en que se subraya y se hace énfasis en la valentía
de los protagonistas y stt desprecio a la vida: corridos de Macario
Romero (1878), de los Mártires de Veracruz (1879), de Leandro Rive-
ra, de Juan Alvarado, de Valentín Mancera (1882), de Heraclio Berna!
(1885), de Reyes Ruiz (1893), de Temamatla (1895), y de Demetrio
Jáuregui ( 1896), y puede agregarse los de Carlos Coronado ( 1900), del
28 Batallón (1900), de Bruno A. Presa (1903), de Jesús del Muro
( 191O), hasta llegar al de Benito Canales ( 1913), como una prolonga-
ción de esta especie.
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por otra; por lo tanto, para que esté ligado con el romance necesita
ser, según la opinión de Menéndez Pidal, una tirada de versos de
dieciséis sílabas con asonancia monorrima, versos que, divididos en
hemistiquios de ocho sílabas, entregan la forma común del romance;
o sea, estrofas de cuatro versos en los que el primero y tercero son
libres; y el segundo y cuarto tienen que llevar por fuerza la asonancia
monorrima. Si ésta es la forma general del corrido mexicano, juzgando
independientemente cada estrofa y cuantificando las que constituyen
esta obra, son derivaciones del romance, más o menos, el 21 % del
total de estrofas de cuatro versos; mas si nos atenemos a la forma
estricta ',;eremos que mantienen las condiciones del romance, aunque
no en su integridad, los corridos de La toma de Papantla, con aso-
nancia en a-o; el del General Goroztíeta, con asonancia en o; el de
Cataríno Maravillas, con asonancia en a, es completamente literario y
sembrado de imágenes poéticas; el de El chivo encantado, asonancia
en o, y el de Lucrecia, que pudiera decirse es una letrilla en versos
decasílabos asonantes en i, da la impresión de ser un romance real.
Quedó igualmente asentado que el corrido deriva de las coplas,
cantares y jácaras; y para demostrar esta proposición, debo decir que
estos géneros se sustentan sobre coplas romanceadas, o sean aque-
llas que tienen los versos primero y tercero libres, en tanto que el
segundo y cuarto llevan rima consonante. Y queda demostrado lo
anterior con el 60 % más o menos del total de las cuartetas. El 8.6 %
com:sponde a cuartetas llamadas serventesios, en las que riman el pri-
mero y tercero, segundo y cuarto versos, y el 8.3 % de cuartetas de
doble rima en que indistintamente aparecen asonantes y consonantes
mezclados; el 2.20 % restante lo absorben en sentido descendente
cuartetas redondillas, estrofas completamente irregulares, versos pa-
reados y cuartetas de versos libres.
En cuanto a la métrica, la rítmica y la forma estrófica estudiadas
por Daniel Castañeda, en su Corrido mexicano: Su. técnica literaria
y musical (Editorial Surco. México, 1943), son completamente vá-
lidas para todos los ejemplos contenidos en la presente obra.
Para completar la definición del corrido, en contraposición del ro-
mance, diremos que éste es esencialmente un relato en diálogo directo
de lineamientos dramáticos que incluyen tácitamente un relator que
actúa al iniciarse la obra y relaciona los diversos episodios; en tanto
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que el corrido es una narrac1on en primera o tercera persona que
fluye casi siempre, desde el principio al fin, en labios de un testigo
presencial o de un relator bien informado; no existe propiamente
diálogo y cuando lo hay se puede asegurar que está más ligado con
el romance; cuando habla en primera persona es el protagonista mismo
quien refiere los hechos :
Y así continúa:
Me fui para el Agua Prieta . . .
Me prendieron los gendarmes ...
Me enviaron a Cananea . . .
Alll perdí la esperanza .. .
O bien:
Le decía su general
en la puerta del cuartel:
-Macaría, te han de matar
por una ingrata mujer.
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,.,..~h •
. ; .. . . .. -~.- Decia Macario Romero,
parándose en los estribos:
-Señor, si no me hacen nada;
si todos son mis amigos.
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6. Fin del primer corrido e invitación a escuchar la segunda parte
o cualquier otro corrido.
7. Nombre del autor
8. Principio de la segunda parte o de cualquier otro corrido análogo
al anterior.
"Se comprende ... que no existe un solo corrido popular con las
catorce fórmulas. Generalmente faltan algunas primarias y en mayor
proporción las secundarias."
La llamada inicial del corridista puede ejemplificarse del siguiente
modo:
En cuanto a la fórmula 2:
El quince de iulio
del año sesenta y siete,
entró don Benito Juárez
triunfante a la capital ...
Señores, voy a contarles
lo que pasó en Veracruz
el veinticuatro de ¡unío
del año setenta y nueve .. .
El general Luís Terán,
con inaudita crueldad,
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por complacer a un tirano
e¡ecutó a unos valientes ...
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Vole, vole, la paloma
por encima del olivo;
el presen te que ahi va
es el del señor padrino .
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Vuela, vuela, jilguerillo,
anda a llevar este parte ...
Caballito de batalla
-galopar y no llegar ...
Amapolita olorosa
de las lomas de Guerrero . . .
Jilguerillo mañanero
de las cumbres soberano ...
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Adiós, también el reloj,
sus horas me atormentaban,
pues clarito me dedan
las horas que me faltaban.
Invocaciones
En el cuerpo del corrido aparecen con frecuencia invocaciones a
la divinidad, a imágenes taumaturgas o bien a la patrona de los me-
xicanos, la Virgen de Guadalupe, subrayando de una manera elocuente
los sentimientos piadosos del pueblo de México, expresados aun en
boca de hombres bragados cuando sienten que las fuerzas humana s
les fal1an. Así encontramos ejemplos como los siguientes :
En el nombre sea de Dios y de la Virgen :'.\-faría. . . lo que no s
recuerda a Gonzalo de Berceo:
En el nome del Padre que fiso toda cosa,
e de don Jesucristo fijo de la gloriosa .. .
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En labios de los mexicanos suenan mejor invocaciones como éstas:
Estribillos
Rosa, rosita
disciplinada,
murió Bernardo Gavifio
que era muy certera espada.
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Rosa, rosita,
flor de romero,
ya murió Lino Zamora,
¡qué haremos de otro torero!
Rosa, rosita,
rosa peruana;
ya murió Lino Zamora,
la causa fue Presciliana.
Rosa, rosita,
flor de alelía,
yo murió Lino Zamora,
pues así le convendría.
Rosa, rosita,
flor de granada;
ya murió Lino Zamora
por una mala tanteada.
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Otro ejemplo de terceto sirviendo de estribillo, pero que no es soleá,
es el corrido de Rueda Quijano, asonancia entre el segundo y tercer
YeTSOS :
Yo ya me voy, ya me voy,
quédate con Dios, trigueña,
porque ya los índios mayas
están sirviendo de leña.
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rompen con frecuencia la austeridad del relato lleno de heroísmo, de
dolor o de crudezas humanas.
Otros estribillos de mayor número de versos son: el de La Defensa
Social de Valparaíso,que es una estrofa de seis versos con la siguiente
distribución:
La casa sitiada
y sin poder salir.
-Pues no cabe duda
que ahí va a morir.
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\iiembros de la misma sociedad en que se producen los aconteci-
mientos han sido verdadero pueblo, al igual que los protagonistas,
muchas veces familiares y hermanos de las víctimas, los que conmovi-
dos y aun con lágrimas en los ojos por la pérdida de sus deudos en-
tonan:
Y nosotros contestamos:
-¡Viva, viva el agrarismo!
Quemando el último tiro
nos daremos por vencidos.
Hay casos en que por los detalles del relato se deduce que el autor
estuvo presente y que la narración no puede ser a través de un inter-
mediario:
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No es posible concebir de otra manera la descripción de los com-
bates y acciones de guerra en que se enumera lo que va ejecutando
cada uno de los compañeros del narrador; pero es más frecuente que
acudan al cancionero para referirle los hechos y que él les dé forma
poético-musical.
Otro tipo de creador es aquel que toma como fuente de información
la prensa misma, que no habi éndole sido posible estar en el lugar
del suceso, al saber la noticia corre a cerciorarse y a completar su
información. Esto acontece en las desgracias colectivas, desastres fe-
rroviarios, inundaciones, terremotos, etcétera; pero está bien averi-
guado que ha habido también intérpretes del sentir popular extraídos
de la masa anónima o bien identificados con ella; así la Casa Vanegas
Arroyo confiaba la confección de sus corridos a don Constancio Suárez,
la de don Eduardo Guerrero ha publicado en mucha s ocasiones corri-
dos escritos por su hermano José. De este modo poco a poco la
entonación, lenguaje y estilo de los corridos han sido imitados por
individuos eruditos que en estos últimos años han venido confeccio-
nando textos para este género de literatura. Aun en medio de esta
multitud de material es posible distinguir al autor auténtico del simple
imitador, pues aquél pone en sus composiciones la cultura genuina del
pueblo, mientras el segundo descubre con frecuencia sus lecturas y
su nivel intelectual.
Los propagadores son los cancioneros que van de feria en feria y de
poblado en poblado acompañándose con su guitarra y en medio
de multitudes pregonan los título s escandalosos que encabezan las
hojas impresas; hacia fines del pasado y principios del presente siglo
la Casa Vanegas Arroyo abusaba de los epítetos y de los superlativos:
"Espantoso suceso, rarísimo acontecimiento: ¡Una muerta que se
levanta del sepulcro!" "¡Sensacional acontecimiento! Espantoso parri-
cidio y verdadero ejemplo en el Saltillo, el día primero del mes pasado ."
Y a continuación declaraba la primer cuarteta:
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Al escuchar aquello, las multitudes se apman alrededor para oír
relatar la tragedia, sintiendo en carne propia lo acontecido a la familia
de la víctima:
¡Ay, Petrita se llamaba
la humilde de su mujer,
y le echó la tierra encima y
no la volvieron a ver! ...
Pero es frecuente que sea el pueblo mismo el que les pida tal o
cual tragedia, ya sea la muerte del torero Alberto Balderas, o la del
general :r-.faximinoAvila Camacho, o la tremenda explosión de una
tlapalería en la calle de Corregidora . Estos mismos rapsodas trashu-
mantes se contratan y venden por precio sus canciones en las barracas
de las loterías de figuras o a las puertas de los expendios de bebidas.
:\1as los memorillas del pueblo, que reiteradamente los escuchan du-
rante horas, o bien compran la hoja impresa y la llevan a sus hogares
para aprenderla en familia o repiten muchas veces la cantinela y la
difunden en su barrio. Y si vinieron de pueblos remotos o bien se
dedican a la arriería o al tráfico de mercancías; por el camino, en las
noches de luna, para distraer la velada o para desahogar sus emociones,
cantan hora tras hora, repitiendo en los versos los episodios del cruel
asesinato, las altanerías del hijo desobediente, los lamentos del huér-
fano, o las hazañas de los combates de Celaya, y aun se emocionan
patrióticamente con la despedida del emperador Maximiliano.
29
Pero hay además trovadores populares que han hecho de su canto
una profesión, los cuales son considerados como "hombres de mundo",
han recorrido todo el país, de feria en feria, de mercado en mercado,
a lo largo del ferrocarril, han salido al extranjero y conocen las cos-
tumbres de todas las regiones y los méritos y bellezas de las ciudades,
son aquellos que teniendo como único patrimonio su voz y su guitarra
guardan en su memoria un tesoro de relatos y de melodías que explo-
tan y administran con la mayor habilidad.
Entre este tipo de divulgadores los hay que han contribuido de
una manera efectiva a aumentar el acervo de literatura y de música
de corridos, son hábiles improvisadores, conocedores empíricos de la
literatura tradicional, forman una casta de trovadores regionales con
un largo historial y reclaman con justicia la paternidad de sus pro-
ducciones, además de celebrar justas y torneos líricos con otros de su
oficio cada vez que se presenta la ocasión:
30
Si te agradó este corrido
te suplico lo conserves,
q uc Jo escribió un artesano,
soy tu servidor: Juan Pérez.
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de 1a Patria : Maiidnas de Hidalgo en Zacatecas,probablemente el más
antiguo que se conoce; luego vienen otros formulados muchos años
más tarde , como el de Valerio Trujano; siguen otros de las guerras
de Religión y Fueros, la Intervención Francesa y el Imperio, con perso-
najes representativos como los generales Regalado, Tolentino, Nicolás
Romero, Leonardo Márquez, el emperador Maximiliano y el presi-
dente Juárez. Del último cuarto de siglo, aquellos que tratan de los
mártires de Veracniz, las guerras del Yaqui, de la Tarahumara y del
Maya, que abarcan el gobierno del general Díaz.
Los corridos revolucionarios forman el núcleo más importante y
abarcan más de 20 años de luchas. Los ejemplos escogidos atraviesan
a saltos dicha etapa, y son los de don Francisco I. Madero, la toma
de Ciudad J uárez por Cara veo ( 1912), la Decena Tr ágica, don Ve nus•
tiano Carranza, el general Amaro, la Intervención americana de 1914,
la salida de los gachupines de Torreón, la toma de Zacatecas y en
seguida un corrido satírico al Congreso Constitu yente de 1917, algunos
hechos de Francisco Villa, entre otros el de la Expedición Punitiva ;
se agregan dos procedentes de Oaxaca entreverados con idioma zapo-
teco; para continuar cronológicamente con Las esperanzas de la Patria
por la rendición de Villa y la muerte de éste en Parral; agregando otro s
más de individuos que lucharon y murieron en plena revolución: Re-
fugio Solano, OrJachía y "La perra valiente".
La figura de Emiliano Zapata con motivo de su muerte sintetiza
aquí todas las lucha s en los campos del Sur por el reparto de tierras.
Completan el cuadro el Corrido del agrarista de Lorenzo Barcelata,
con su carácter de himno, elegía y resumen histórico; los de Agri.pina,
Ismael Romero, El reparto de tierras, Los Navarro de Cuyutlán y dos
más con tendencias proletaria s; y nueve ejemplos de las luchas reli-
giosas llamadas de "los cristeros", entre cuyos personajes están: Martín
Díaz, Quirino Navarro, Ramón Aguilar, Gervasio Mendoza, el general
Goroztieta , dos versiones del ataque a Tepatitlán, uno de los Crist eros
y Agraristas y otro del Asalto a Dulces Nombres.
Los corridos políticos son aquellos en que los hombres ponen de
por medio los ideales de partido, con sus saldos trágicos o con sus
manifestaciones de entu siasmo. Aparecen también los relacionados
con la aspiración a la Presidencia de la Repúbli ca y las insurrecciones
ele los que fracasan en su intento. La sección termina con otros aspee-
32
tos inherentes a la política, en los que se incluyen acciones de esbirros
y de caciques regionales.
Los corridos de carácter lírico aunque tocan temas revolucionarios
se apartan, junto con los del grupo anterior, de la épica revolucionaria;
pero en cambio adquieren una aureola de idealismo, tal acontece con
el de Los Dorados, de los cuales se incluyen dos matices diferentes,
siendo el segundo más auténtico, pues su autor fue miembro de la
famosa escolta del Centauro del Norte; el de l\'1arcial Cavazos, quien
llegó a constituir un arquetipo romántico de jefe revolucionario; los
de la Revolución y de Catarino Maravillas, que encarnan la decepción
,. el desencanto de muchos revolucionarios ilusos. Se incluyen además
el corrido de La Voltereta, un tanto humorístico en el que se mencio-
nan tanto lo adverso como lo afortunado dentro de la vida revolu-
cionaria; el de Eutiquio Rivera fuertemente influenciado de literatura
erudita y el Corrido Menor, suriano, de forma muy desarrollada.
Las ejecuciones ante un paredón caracterizan el grupo de relatos
sobre fusi.lamíentos -ya bajo el gobierno del general Díaz, ya en plena
época revolucionaria- de desertores, insubordinados o criminales, de
rebeldes o equivocados políticos; en ellos se pone de manifiesto el
rnlor, la serenidad y el aplomo del mexicano en los momentos más
dramáticos como son : perder la vida o esperar la muerte .
Forman el núcleo de la sección de valientes los hechos de individuos
que despliegan sus facultades desafiando los peligros, las persecusio-
nes y la muerte. Pasadas las guerras en que el soldado se encaraba al
invasor, acostumbrado a la vida de guerrillero, en espera del albazo o
prevenido para caer sobre el contrario, quedó en el mexicano del campo
el hábito de luchar, de oír silbar las balas y oler 1a pólvora, por su
propia naturaleza inquieta, por sostener su prestigio personal o por
simple deporte. Armado y pertrechado, siempre a caballo, participando
de la doble fama de héroe y de salteador, da suficiente motivo a los
corridos de tipos de esta especie que principian en las guerras de
Inde penden cia y llegan hasta los días de la Revolución . Los rasgos
distintivos de estos hombres son: la presencia de ánimo en los mo-
mentos críticos, la fe religiosa en los peligros y la plena confianza en
sus armas, en su caba1lo y en su puntería . Ellos pon en de manifiesto
un aspecto psicológico del mexicano: ''el machismo". En efecto, los
\'alientes se distinguen por su masculinidad : no saben llorar. Así las ma-
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dres que quieren que sus hijos desde pequeños se hagan recios ante
la vida y aptos para sortear los peligros repiten frecuentemente a sus
pequeños: "los hombres no lloran"; a lo cual suelen contestar éstos:
"¿Y cuando no se puede? -Entonces sólo pujan ." De este modo es
proverbial entre los mexicanos evitar el llanto. Mas esto sólo es verdad
en parte; porque es humano llorar y se sabe que nuestros valientes
lloran o han llorado en determinadas circunstancias: a solas, en el
destierro, ante la madre muerta, ante la traidora que les engañó. Sobre
todo no es vergüenza llorar por amor, como dice la canción:
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entre otros varios, tres: el de Guadalupe Rayos, el de Nacho Bernal
y el fronterizo de Gregorio Cortés.
Forman un grupo aparte los corridos formulados por el pueblo para
recordar los hechos, muchas veces generosos, de otros individuos re-
montados en las serranías que en ocasiones asaltaban las haciendas de
1os agricultores acaudalados o de enriquecidos con el sudor de los
trabajadores, a los cuales despojaban para repartir el botín entre gente
menesterosa; éstos eran perseguidos por las Acordadas, por las Comi-
siones de seguridad, por las fuerzas montadas de "rurales" que recorrían
los caminos para dar garantías a los transeúntes pacíficos; se les llama
corridos de bandoleros. Los hubo románticos como Valentín Mancera
o Heraclio Berna! "El Rayo de Sinaloa" y los había profesionales y
acreditados o de simple oportunidad. Aparecían solos o formando parte
de cuadrillas famosas como las de "El Meco", por Coahuila y Zacatecas,
- Los Tulises", "Los plateados" o la de "Ignacio Parra"; otros, a la
rombra de la Revolución cometieron desmanes y atropellos a gentes
indefensas, como Guadalupe Pantoja, Inés Chávez García o "El Chivo
Encantado".
Se desprenden, formando grupo aparte, los corridos llamados carcela-
rios que describen la vida interior de las prisiones y todo aquello que
alude a la reclusión de delincuentes, empezando por la cárcel de las
Recogidas, en que las mujeres que se dedicaban a la vida licenciosa eran
sometidas a un régimen de regeneración, según el relato, había castigos
a msistentes en moler maíz y echar tortillas para los detenidos de la
prisión de la Acordada; se incluye aquí el bien divulgado corrido de
Cananea, el relato sentimental del Prisionero de San Juan de Ulúa,
una descripción de la prisión de Granaditas o el embarque de una
Cuerda destinada a las Islas Marías, para concluir con un ejemplo
de rasgos literarios románticos con la obsesión de una hora fatídica:
-Ta son las once de la mañana", se intitula: Lucrecía.
Un grupo de corridos muy numeroso y nutrido que ha caracterizado
desde hace muchos años al género corrido es el que se ocupa de refe-
rir en forma minuciosa o en grandes pinceladas los raptos, las perse-
CllSÍ
ones, las alevosíasy asesinatos,al cual es muy aficionado el pueblo
de :'.\léxico oyéndolos con morbosa delectación . Para no enumerar los
simples títulos diré que en primer lugar aparecen los raptos de mujeres
por alarde de hombría, por amor y orgullo o por simple capricho, se
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incluyen tres de esta índole: el de Rivera, el de Juan Urzúa y el de
Coleta Guillén:
36
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37
La jácara literaria "a lo divino'' la encontramos comprobada entre
las producciones de la Décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz, pues
en los maitines que escribiera por encargo para las fiestas de las cate -
drales de México, Puebla, Oaxaca y Guatemala, hallamos intercaladas
jácaras, junto con ensaladillas, estribillos, tocotines, coplas, glosas, loas,
etcétera. La monja jerónima aprovechó para sus jácaras, lo mismo a
la Virgen María que a San Pedro apóstol o a San Pedro Nolasco,
tratándolos exactamente como jaques y valentones , como bravos y
provocadores; aunque siempre dentro del decoro y estilo religioso.
Algunos primeros versos aparecen concebidos así:
38
T emamatla. Es en estos casos en los que el corridista pone a contri-
b ución sus cualidades de observación, pues no olvida el más mínimo
detalle, pintando cuadros sorprendentes por su realismo y precisión,
con los horrores propios de semejantes circunstancias. De entre varios
se ha seleccionado un ejemplo de accidente de aviación en el que el
piloto perece por alcanzar una meta, logrando la categoría de héroe,
~-también los hay en que el aparato falla y produce la muerte de los
tripulantes.
No solamente las criaturas humanas despiertan el estro poético del
creador de corridos, sino también los animales cuando reúnen condi-
ciones especiales, sobresaliendo los caballos campeones en la carrera
por sus cualidades de rapidez, instinto y nobleza casi de seres racionales.
En esta clase de relatos los solípedos alcanzan la categoría de héroes,
aunque el hombre siempre interviene con sus malas tretas y artería;
en un caso parangonable está el corrido de El toro "Gorrión".
Existe un apartado especial que agrupa corridos dedicados a toreros,
sin que en ellos aparezca la nota roja de una cogida fatal; más bien
~ tán dedicados a enaltecer la fama de los lidiadores; se relata algún
accidente propio de la lidia de toros, pero más bien contribuyen a
elevar más aún a los ídolos de las multitudes. En ellos interviene una
buena dosis de nacionalismo exaltado en favor de los diestros mexi-
canos: Ponciano Díaz, Rodolfo Gaona o Juan Silveti; aunque hay otros
,"arios en honor de toreros españoles que no se incluyen en esta obra.
Cuando las circunstancias se lo imponen, el creador de corridos pone
de manifiesto sus sentimientos acendrados, dando lugar a la creación de
un grupo de relatos sobre temas religiosos, bíblicos y de índole moral,
en tre los que se cuentan aquellos dedicados a imágenes famosas, a
celebraciones piadosas, interpretaciones populares sobre el Génesis,
predicciones del Día del Juicio y otros tópicos en los que utiliza
parábolas del Evangelio . Solamente mencionaré tres casos de los cinco
que se incluyen: la Bola de Adán y Eva, el Juicio Final y el corrido
de El Hijo Pródigo.
De entre el acervo general se independiza un número de composi-
ciones que a las veces reciben el nombre de Recuerdos dedicados a loar
los méritos y bellezas de ciudades del país, ya sea por sentimiento de
cariño al terruño, ya porque los trovadores del pueblo quieren mani-
festar el agrado y satisfacción que les han producido a su paso los
39
poblados que visitan. Al efecto han escogido un tono grandilocuente
utilizando versos de arte mayor, porque sienten que con ello dan la
medida de su entusiasmo y admiración. Sorprenden, en efecto, las enu-
meraciones detalladas que hacen de los monumentos, plazas, edificios,
barrios, calles, circunstancias típicas y aun el carácter de los habitantes.
Diez ejemplos que se incluyen en este trabajo hacen suponer que
existen en cantidad estos desbordamientos líricos.
Finalmente , y en virtud de la multiplicidad de aspectos y asuntos que
tratan, se consideran en un núcleo los corridos de asuntos,varios, den-
tro del cual caen los acontecimientos que sacuden la vida diaria. For-
man realmente una miscelánea en la que aparecen: la Entrada del
ferrocarril a Guadalafara, la tran sformación monetaria a principios
del siglo, los efectos del enganchamiento de trabajadores dentro y fue-
ra del país, críticas a las costumbres, concursos de hombres forzudos,
fiestas patria s, ferias regionales y aun la traición japonesa en Pearl
Harbor.
Merece describirse en particular la "Bola suriana", típica de los
Estados de Morelos y Guerrero. Mantienen esta forma tradicional
los poetas del sur, dueños de un estro más desarrollado que los del
norte. Su origen puede rastrearse en España . Sin embargo, me baso en
dos rasgos para suponerle origen peninsular: el término "Bola" nos
viene de allá y entre nosotros, ya como forma poético-musical, está
sumamente difundido; del mismo modo el "discante" tiene igual origen,
habiendo sido usado desde los primeros años de la Conquista .
Como forma literaria consiste en una estrofa formada por dos ver-
sos decasílabos en hemistiquio s de seis y dos versos octosílabos que
alternan con los anteriores. El descante o discante lo constituye una
segunda estrofa regular de cuatro versos octosílabos. El mérito consiste
en la sorpresa que produce el cambio de ritmo y de estructura estró-
fica. Por lo que toca a la melodía, se impone el cambio de compás,
pues la primera se ritma en compás de 9 /8 , en tanto que la segunda
se normaliza en el de 6/ 8.
Esta estructura particular mantiene las cualidades necesarias al rela-
to, sea épico, sea lírico, sea descriptivo. Tan sólo diré que si el corrido
octosílabo está más estrechamente ligado al romance clásico castellano,
la "Bola suriana" lo está más a la "Relación" o "Romance de Rela-
ción", el cual usa metros desiguales.
40
Esta forma queda ejemplificada en este trabajo con: 38. La Muerte
de Zapata, 68. Corrido Menor, 119. De Anastasio Albarrán y Fidencio
Domínguez, 162. El Descarrilamiento de Tamamatla, 179. "Juan sin
miedo", 182. Bola de Adán y Eva, y 203. Las mujeres que se casan con
los chinos.
Como comprenderán los lectores, el contenido de este libro no es
sino una mínima parte del extenso material existente aumentado cada
día con nuevas aportaciones. Todo ello pide una condensación final
en un Corpus que reúna los miles de corridos que circulan en boca
del pueblo así como los consignados en hojas volanderas o publicados
en revistas y prensa periódica.
Entre los corridos que han dado lugar a pintura s murales realizadas
por pintores de prestigio, están dos que ilustrara Diego Rivera en los
corredores del tercer piso, segundo patio de la Secretaría de Educación:
el de "Las esperanzas de la Patria por la rendición de Villa" )' el de la
-).Iuerte de Zapata", los cuales en su aspecto de amalgama, fueron
incluidos en Romance y corrido publicado por la Universidad Nacional
el afio de 1939. Con el objeto de que no queden al margen en esta
Uri ca narrativa, los incluyo y trato de ilustrarlos con algunas fotografías
de dicho mural.
41
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42
Cadencia melódica en el corrido.
43
con la dominante y concluyen con la tónica, lo cual nos lleva a consi-
derar un fuerte influjo de los modos gregorianos determinando un
alto porcentaje para el modo mayor, tal como acontece con la melodía
popular europea al través de todo el siglo xrx. 19.6% para melodías
que principian con la mediante y concluyen con el mismo grado de la
escala; y un 21.6 % para melodías que principiando con la dominante
concluyen en la mediante . Total, si sumamos estos dos porcientos nos
dará 41.2 % de terminaciones en la mediante, lo que viene a com-
probar un influjo decisivo y preponderante del modo dorio andaluz,
siempre concluyendo con el tercer grado de la escala. Otro elemento
característico en las melodías de corrido es la secuencia litúrgica deri•
vada de los himnos latinos. Estas secuencias o progresiones, ya sean
ascendentes o descendente s, alcanzan un 16.4 %, existiendo algunas
de marcada perfección, consistentes en tres miembros sujetos a un
modelo rítmico-melódico más la cadencia y otras en que el sentido
artístico del pueblo rompe este molde dando libertad y originalidad
al canto.
Las melodías de corrido, por lo general carecen de tonulaciones, son
casi siempre tonales y diatóni cas, unas cuantas toman el cuarto grado
para construir una nueva frase, con objeto de dar variedad y evitar
la monotonía tonal (véase ejemplo 61. "Los Dorados de Pancho
Villa"). Pero por lo general la tonalidad se mantiene estática e inva-
riable. No aparecen melodías en modo menor, lo que indica que la
música de ópera romántica y sentimental no ha influido en las melodías
del corrido dejándolas adheridas a las formas heredadas de la penín -
sula, especialmente a las que proceden de Extremadura.
Por último, se notan en las melodías de corrido ciertas influencias
de formas tradicionales españolas: zapateados y jotas; pero lo que es
patente para mí, en lo referente a la manera de desarrollarse los
canto s dentro del compás, es que el influjo de la guajira está latente
en un gran número de corridos, solamente que los músicos han gene-
ralizado el compás de 6/8 forzando el de 3/4 alternativo con el ante-
rior, impon iendo una especie de síncopa. Es necesario también dis-
tinguir algo sobre los estilos de cantar y la música de algunos grupos
de corridos, por ejemplo: la música que acompaña la tragedia, según
el testimonio de Nelly Campobello, conocedora a fondo de la música
de su región: Durango, Chihuahua, además de aparecer concebida en
44
algún modo litúrgico o andaluz, se apoya en frases lentas, majestuo-
sas, profundas, se ejecutan en tiempo apacible y sus compases favoritos
son: los de dos, tres o cuatro tiempos. El corrido, en cambio, además
de estar compuesto la mayoría de las veces en Modo Mayor, tiene
una frase musical juguetona y alegre, inquieta y viva que le imprime
el compás de 6/8, generalmente en tiempo Allegretto. Su ejecución
es lisa y llana, casi carente de sentimiento, supeditada al tono del
relato, más hondo entre más trágico y sentimental. Por esto se le ha
titulado corrido, porque se canta sin interrupciones y de una manera
flúida, muy diversa de la del romance la cual viene a ser sentenciosa
y grave. Los compases más frecuentes en el corrido son los que here-
damos de Espafia y que usa el pueblo peninsular para divertirse can-
tando: 3/8, 6/8, 9/ 8 y 2/4; este último aparece en las producciones
de Jalisco, las cuales adquieren por este hecho un aspecto de marcha
con acentos alternativos.
Como conclusión diré que este género de manifestantes épico-líricas
de nuestro pueblo va siendo cada día más estimado por los estudiosos
y, de igual modo, va constituyendo una necesidad creciente trazar el
perfil psicológico y la personalidad del mexicano, para lo cual se apresta
este acervo, todo ello con el fin de conocemos mejor y cimentar nues-
tra nacionalidad.
45
Durán, Gustavo. 14 traditional Spanish songs from Te xas transcribed by ...
tomados de discos hechos en Texas por John A., Ruby T . y Alan
Lomax. Pan American Union. Music. Division. Washington, 1942.
Serie de Música, núm. 4.
46
Rodríguez Marin, Francisco. El almd de Anddlucía. "La copla". Conferen-
cia del 6 de abril de 1910. Madrid, 1929.
47
ANTOI, OGl A
REVOLUCIONARIOS
J;ge e r t r r ~ rr e r r r r 1 tJ ·
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de Dios_, conca-ri-ño ver-da-de-ro_
En el nom-brssta
67
15. DE :MADERO
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@•~u 1 an. 1 110.
Co.meta,s~uhieras aa _bi_do lo quevenÍas_ a _ nunciando
. -- f!.' -
J) crl r: et I Er1 tLJ tr-11u,
nunca hu.bie. _ ras 5a _ lLdopor elcie.lo_ re_lumbrando
68
Hasta que se llegó el día que el Señor nos concediera
que la Nación alcanzara lo que más nos conviniera,
México está en alegría revoloteando bandera .
m1.
r
pa.ra darles un de. taJl e _ de la To.ro~ Ciu • dad Juárez __
Los soldados del Gobi erno, todos con sus am1as veo,
esperand o que llegaran las fuerzas de Caraveo.
69
En los altos del Río Bravo pelearon por desafío,
luego se vieron perdidos y se fueron para el río.
70
17. DEL CUARTELAZO FELICISTA
(Decena Trágica)
~p""~u
r e r e , r J 4:P)J J ~ J J'i @,
I I 1
71
A las diez de la mañana del día nueve de febrero
se dirigió hacia Palacio el presidente Madero.
72
Huerta por sus partidarios se hizo solo Presidente ,
luego que subió al poder a Madero dio la muerte,
~r:nq
Con
n tUJlIQii i j i UJ D
llo-viz-ni-ma-ne-ci6_ enla ma-ña-na
del jue-ves,
d~vein-ti-cua-½ro ire--ee.
de ju-niode mil-no-ve-cien-tos
1 , ~, i I i ti i ª 118, i ; t a , R j J 118
w
PorCQs1-zin-tla mu-choshomb~sa
vie-nenmu-chos, ca-ba-llo
fiiHHJl~@,JffiHHrn~¡ 1
y_u de mil in-va-deyaslcampo-san?.
-na eo-lumna
Con llovizna amaneció en la mañana del jueves,
día veinticuatro de junio de mil novecientos trece.
73
Por el Norte y por el Sur y casi por todos lados
la contienda se decide en favor de los alzados.
71
No llegarán a sus casas nuestros revolucionarios
a robar sus cajas fuertes y a quemarles los armarios.
75
Ese Victoriano Huerta era un vil y traicionero,
que asesinó al Presidente por interés del dinero.
La sangre que es derramada por montes y serranías
es por el traidor de Huerta, Mondrag6n y Félix Día,;.
¡Ora sí, señor Carranza, hasta aquí puso una raya,
pa'que no corra más sangre en los campos de batalla!
De ustedes ya me despido y en Dios pongo mi esperanza.
¡Viva Francisco I. Madero y Venustiano Carranza!
Ve-nu5-fia-no
Don deCQ.a-hm-la,
Go-ber-na-dor
Ca-rranza,
t) J.1 J JJIJ?til1 J J l¡}¡ffS-
· por~ de-fen-der
la Na-ción
irte en pe-li-grosu vi-da.
Don Venustiano Carranza , gobernador de Coahuila,
,~g
por defender la Nación trae en peligro su vida.
J JJ JJ ;1 t i J. r r r e r 1 J>tJ.
1 1 1
Ve-nµs-ha
Don -noCa-rranza_,Go-ber-na-dor
deC~-:--hui-la_
1 r r r r erI J. 1 J.J l J J J1 , [á. l
la ra-zón
porde-ffen-der an-davex-pa-niendo
la vi-da_·
Ese Estado de Coahuila dicen que le pertenece,
se levantó a defenderle en mil novecientos trece.
76
Don Venustiano Carranza, Jefe de resolución,
lo eligen por hombre honrado y paz dará a la Nación.
Portresdgisque ma~que
no co-mie-ron no-pa-les
biz-na-ga_y
J71r vJ P!lf AIJ fJ 1
1~J.}"
fue-rona ren-dirausar-mas a loscruele5fe-de-ra-le5.
fJ /9 1r r r r r rIf), r r r r Ir r r UJ IQ,
A-dios,m1
pa-pá.Hmt
ma-má,
yamevoy_ !J_.amrs losvoya de-jar_
her-ma-m-tos
41-11 1c.µ AJ IU,J J J1 IJJ J ~ J IJ.fl
h-ber-tad_
misan-grela doy_ pa-ra que to-di-tosten-gan
si muertencampa-na
Estribillo:
Adiós mi papá y mi mamá, ya me voy,
y a mis hermanitos los voy a dejar;
77
si muero en campaña, mi sangre la doy
para que toditos tengan libertad.
Estribillo:
Adiós mi papá y mi mamá, ya me voy . . .
Estribillo :
Adiós mi papá y mi mamá, ya me voy . ..
Estribillo :
Adiós mi papá y mi mamá, ya me voy . ..
78
22. DEL PELIGRO DE LA INTERVENCION
AMERICANA
Hoja suelta impresa, Ed. Eduardo Guerrero. V .
T. M., Romance y corrido, núm. 133, p. 562.
Estribillo.
Modera to.
~!iJJWJ1rrrcu1f-~ a..LJltot0ltk 1
J J J J I r r r JD IJ.J1, n J J I AJ J J3 1J.J•"
'--' -...,
pa.ra conquis.tar li.bertad,li.ber .tad _ a lo:1ha.bi . tan tes de nuestra na.ción_
P ,r D r DI r c.,e r I r v r DIV·
Ma..dre mé de Gua .da. Ju.pe , túm~ de fa. vo. re. cer_
Estribillo:
Con mi doble treinta me .voy a marchar
yéndome a las filas de la rebelión,
para conquistar libertad, libertad
a los habitantes de nuestra nación .
79
Madre mía de Guadalupe, échame .tu bendición,
yo ya me voy a la guerra, ya viene la Intervención!
80
Pues nosotros, por la buena , señores, los respetamos,
porqu e gocen de placeres, mucha plata les botamos.
81
~JiH r HIH H r r r plJJ · 1
Poral!,ivie-nen
lospa-to-nes, a-me-ri-:-ca-nos
losgringos
t F f r E pIf f ,r J J J J f 18t
d1:-c1en-doque~~-bar_ _to-doslosme-xi-ca-nos.
'.con
tV r r r J mJ J f r r r Ji¡TJ
Que~ct,están Juárez cus-to-dian
en Ciu-dad doLa-re-do,
y.
8-2
aquí no sentimos pena, es lo puritito cierto,
"ya nos querían asustar con el petate del muerto",
pero sí les aseguro que no lograrán su intento.
Por Veracruz y Tampico dicen que han de dar "cuartilla",
"si no es pedazo de queso envuelto en una tortilla".
Todavía no se conforman con el oro de las minas,
ustedes allá gozando y aquí nosotros en ruinas,
"me tan despacio la mano, porque se llenan de espinas".
Figúrense a Hemán Cortés, aquí se sentó a llorar ...
"No le hace que estén grandotes, no les vamos a cargar."
Después han de suspirar cuando vean la cosa fea,
como dijera Jacinta a la anciana Dorotea :
"Se me hace que aquí los gringos van a estacar la zalea."
Ya con ésta me despido, me despido en esta vez,
¿qué dicen, vendrán los gringos a enseñamos el inglés?
Yo endiendo todo al revés, ¡ah! ¡gué los americanos!
Aquí se van a estrellar con los indios mexicanos.
"¡At6renk, que es mangana, nosotros no nos rajamos!"
83
Tú y tus ricos millonarios que vacilan con afán
ellos temen que los dejes abriendo las de caimán.
Ricos, malos corazones, se han metido muy macizo;
se quedarán sin millones, pero con el compromiso.
84
Acuérdate de las huelgas que hiciste aquella ocasión,
¿no les decías a los ricos que no quitaban Torreón?
¿No que baílaban de gusto y saltaban de contento?
Villa les va a dar un susto en menos que se los cuento.
85
Cristo se quedó en la Cruz por libramos del contrario,
y nosotros en la guerra combatiendo al sanguinario.
Si viene la Intervención con ella hemos de pelear,
aquí no ha de haber nación que nos venga a pisotear.
Nuestra Patria ha de ser libre y también nuestra bandera,
aquí n o ha de producir ninguna planta extranjera.
Ya se acabó la tragedia, ya se le vieron sus fines,
ya se fueron pa' su tierra los traidores gachupines .
• gu Ir p f pIQfr B 111
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Vo_y
a ean-tar detin- ta tie-nensus le-iras;
es-fesver-sos,
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voya can-tr-les la to-ma efeZa-ca--te-cas.
a..,us-te-des
Vov a cantar estos versos, de tinta tienen sus letras,
voy a cantarles a ustedes la Toma de Zacatecas.
Mil novecientos catorce, mes de junio veintitrés,
fue tomado Zacatecas entre las cinco y las seis.
Gritaba Francisco Villa en la Estación de Calera:
-Vamos a darle la mano a don Pánfilo Natera.
Ya tenían algunos días que se estaban agarrando,
cuando llega el general a ver qué estaba pasando.
Cuando llega Pancho Villa sus medidas fue tomando:
A cada quien en su puesto los iba posesionando.
Les <leda Francisco Villa al frente del Batallón;
para empezar el combate al disparo de un cañón.
86
Al disparo de un cañón, como lo tenían de acuerdo,
empezó duro el combate por lado derecho e izquierdo.
Les tocó atacar la Bufa a Villa, Urbina y Natera,
porque allí tenía que verse lo bueno de su bandera.
Deda el coronel García con su teniente Carrillo:
-Le pido permiso a Villa para atacar por "El Grillo".
Fue atacado Zacatecas por Villa, Urbina y Natera,
Ceniceros y Contreras, Madero Raúl y Herrera.
fr1 r r r Ir ct1,r rI r o r
§
i,it>
Ahora sí, borracho Huerta,_ ya te tiemb~lco _ ra.zón_
a Ba.rrón_
fjJ. 11
¡Ahora sí, borracl10 Huerta, harás las pata s más chu ecas,
al saber que Pancho Vill a ha tomado Zacatccas!
87
Adiós, Cerro de la Bufa, con tus lucidos crestones.
¿Cómo te fueron tomando teniendo tantos pelones?
An-da-le,cha-tc!H
nosva-mos,pon-te1uscho-clos
mo-ra-dos;
J l l J J J¡_t-J¿ilJ J J J J¡JJII
va-mosalTea-trQ)-iur-bi-dea ver a los di-pu-t;:¡-dos.
88
Y aunque todos se enfullinan y hablan de Constitución;
ni son todos los que están, ni están todos los que son.
89
27. DE LOS COMBATES DE CELAYA (A)
Tomado oralmente en la Av. Alvaro Obreg611,
México, D. F., el 15 de junio de 1949.
Porque eran hombres valientes todos los que iban con él,
unos tirando balazos y otros levantando el riel.
90
Estaban los carrancistas fortinados en magueyes,
y combatió muy formal toda la "Brigada Reyes" .
91
28. DE LOS COMBATES DE CELAYA (B)
Celestino HerreraFrimont. Corridos de la revo-
lución. V. T . M., Romance y corrido, núm. 208,
pp. 651-2.
f JE .fl) 1 .PLJ·í
El d~ veinJL tré5d~-bril loscombafesprinci _piaron_
í
Ungran nu_me_ro de gente_ quetraib:Álvar'O_bre_gón
11
fue_ron los qqe rea.guardaron_ porto_diJa laEs.ta.ción
92
Por el lado de Apaceo entró el general Urbina,
les ha quitado fortines a tiro de carabina.
93
Les decía Franci sco Villa por arriba de las lomas :
-Aquí les traigo a los hombres , no tuzas escarbalonas.
94
Los soldados que vinieron desde ·Texas
a Pancho Villa no podían encontrar,
muv fastidiados de ocho horas de camino,
los 'pobrecitos se querían regresar.
95
30. DE LA RENDICióN DE LOS FEDERALES A LAS
FUERZAS CARRANCISTAS (1915)
( En Salina Cruz)
Procede de San Antonino, Ocotlán, Oaxaca. Re-
. colección en el lugar, noviembre de 1933. V. T.
M. Comnnidi el scflor Calixto Vázquez.
Palomita blanca, parah guyeo, ·
huyate mandado arali Chiculeo ,
madre huinestine panianda nianeuna,
pará galachó gusá nagenda chiú, paloma.
!viaceda, Carranza, maceda, Gobierno
irá federal maviñi rendir lo s'pini, Carranza.
Irá juchitcco mavíñi a rendir
irá armamento níná pa cavé.
Zaqueque irá viníiate
maguca agregar losh s'píni Carranza,
Cadí chegácalo, ingrata paloma,
iduví corazón gudíale, madre.
Palomita blanca, parah guyeo,
guyaca remedio aralí Chiculeo,
madre huinestine panianda nianeuna,
pará galachó gusá nagenda chiú, paloma .
Hixite layú shuthú zacanó ra igoró,
raqueque chegácalo zela, paloma ,
raqueque ¡ay!, chegácalo zela, paloma.
Traducción:
-Palomita blanca , ¿adónde fuiste?
-Fui a un mand ado, a casa de Chicoleo.
-¡A v, madrecita! ¿Qué, no me llevas?
Si quieres, vamos pronto , paloma.
Ya viene Carranza, ya viene el Gobierno;
todos los federales va se rindieron
a la gente ele Carrá~za.
Todos los jÚchitccos se rindieron también
y entregaron todo el armamento.
También los Ixtaltepc canos
se agregaron a los carrancistas.
No seas ingrata, palomita,
todo mi corazón te doy, madrecita.
-Palomita blanca, ¿adónde fuiste?
Fui a curarme a casa del señor Chicoleo.
-Ay, madrecita, ¿qué, no me llevas?
Si quieres, vamos pronto , paloma.
:!vlañana temprano varrios al Río Grande a bañarno s,
allí serás mi esposa, palomita. ·
¡Ay!, allí serás mi esposa, palomita.
97
31. TO l'v1A DE SALINA CRUZ EN 1923
~1,-.aJ\~l!'IIAÚU.Y(Qm,tmWM.&~
lut4-t1811
~/IIIIIIU,,-~'YI\IW.al ~-AU'
14-#tt-l:Jm IJ1' J J JJTP J,J fil-8=q}
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Camilo Flores, Nicanor Díaz,
cadindi acabeco s' pini Obregón.
Cadí gushivi ca muchacho ca,
99
naga si duute . 1!14q~s:u- gaándano .láa cavé
mape casécave gavía muchacho ca.
¡Que viva, que viva Nicanor Díaz!
¡Que mueran todos los obregonisto!
¡Que viva, que viva l\llagin Bias!
?v1aque vini ve ganar.
Ma vini ve bombardear tuví tren
S' ticá obregonisto .
Ra Zuleta vini ve bombardear tren s' tica obregonisto.
¡Que muera, qu e muera Nicanor Díaz!
¡Que muera, que muera Camilo Flores!
¡Que viva, que viva obregonisto! (bis .)
Ma que vin.i ve ganar vini ve tomar Salina Cru z (bis ).
Cirá que s' piní Enrique Bren a birroni (bis ),
Ma que guyiva ve barco Progreso (bis).
'Tu vi ziniza birroni cavé (bis) .
Hasta Puerto Pochutla víni ve desembarcar (bis).
Enrique Brena, Nicanor Díaz una zaneza rua playa
Tu vi si rua playa bírroni cavé (bis)
Laca Puerto Pochutla guca reunir cavé (bis).
¡Que viva, que viva Nicanor Díaz!
¡Que viva, que viva Camilo Flores!
¡Que viva, qu e Yiva Enrique Brena!
Ma que guca reunir cave s' pin i ca,·é.
100
Hasta Puerto Pochutla desembarcaron,
tomaron el camino junto a la boca del mar.
Por la orilla. de . la plava huyeron Enrique Brena y Nicanor Díaz,
Y tambi én se reunieron en el Puerto de Pochutla.
¡Que Yiva Nicanor Díaz! ¡Que ,irn Camilo Flores!
¡Que dva Enrique Brcna , ya no pudieron reunirse con su gente!
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con-ten-to
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conla reJ1-di-cíón
101
Estribillo:
Todo el mundo está contento . ..
Estribillo :
Todo el m.undo está contento ...
Estribillo:
Todo el mundo está contento ...
Estribillo:
Todo el mundo está cont ento ...
Estribillo:
Todo el mundo está contento ...
102
Estribillo:
Todo el mundo está contento ...
Estribillo:
Todo el mundo está contento ...
Estribillo:
Todo el mundo está contento ...
Estribillo:
Todo el mundo está cmitento ...
Estribillo :
Todo el mundo está content o ...
103
Estribillo:
Todo el mundo está contento ...
Estribillo:
Todo el mundo está contento ...
Estribillo :
Todo el mundo está contento .. ·. · .
Estribillo:
Todo el mundo está contento . .. .
Estribillo :
Todo el mundo está contento .. .
105
En una casa alquilada se apostaron los ladrones,
pues para matar a Villa necesitaban .. . calzones.
106
Al señor don Rigoberto, no siendo nuestro paisano,
tuvimos que agradecer que dio bonito la mano.
107
Decía Francisco Ramírez: -Haber qué plan les formamos;
si a las tres no se retiran, muy silencitos nos vamos.
2 Es afónico.
108
Estribillo: ¡No se acobarden! -Gritaba Alfredo- . . .
109
Decía Refugio Solano: -Nunca lo había yo de creer,
que siendo mis compañeros me hayan yenido a aprehender.
Sí, Lupita, eso hay que ver,
que siendo mis compañeros me hayan venido a aprehender.
36. DE ORLACHtA
Procede de la región de Mascota y Amcca, Jal.
Comunicó el seiíor Víctor Hermosillo. V. T . M.,
Romanc e r corrido, núm . 87, pp . 508-9.
---
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el Ge_ne_ral Or_ la_chLa a Zamora_lohasi_ tiado.
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Decía entonces Orlachía: -¡tntrenles, que están dotmidos
y agarremos a Zamora y acabemos los bandidos!
Decía a todos Orlachía: -¡Vámonos poco a poquito
y agarremos a "La Urraca", le quitamos lo maldito!
ll 2
DEL MOVIMIENTO AGRARIO
113
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ll4
Nació entre los pobres, vivió entre los pobres
y por ellos combatía.
-¡No quiero riquezas, no quiero honores!,
a todos así decía.
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y al jefe Zapata entregan sus armas
al llegar al campamento.
Guajardo dice a Zapata: -Me le rindo con mi tropa ,
en Chinameca lo espero, tomaremos una copa.
c\rroyito revoltoso, ¿qué te dijo aquel clavel?
-Dice que no ha muerto el jefe, que Zapata ha de rnh-cL
Abraza Emiliano al pelón Guajardo
en prueba de su amistad,
sin pensar el pobre que aquel pretoriano
lo iba va a sacrificar.
Y tranquilo se dirige a la Hacienda con su escolta:
los traidores le disparan por la espalda a quema ropa.
ll6
Ya se dieron garantías a todo el género humano,
Jo mismo que al propietario como para el artesano.
¡Unión!, que es la fuerza santa de todito el mundo entero,
Paz, Justicia y Libertad y gobierno del obrero.
39. DE EL AGRARISTA
117
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les dLrá mudia5 ver_ da_des, 5e.ñore:i ca -PL ta _ li5_tas _ _ _
Eatribillo
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¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Lu_chando pornueatro.3nhe_ }o_
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118
Si a alguna fonda o café se presenta un arrancado,
luego sale cualquier criado diciendo: "Espérese usté".
pero sí un decente fue quien pidió plato o licor,
dicen: "Mande usted, señor, pida usted, ¿qué se le ofrece?,
porque en este comedor siempre el pobre desmerece.
119
40. DE AGRIPINA
120
41. DE ISMAEL ROMERO
121
42. DEL REPARTO DE TIERRAS
122
43. DE LOS NAVARRO DE CUYUTLAN, COL.
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la .De-fen-5a
Un viernes once de junio, ¡qué desgracia sucedió!
La Defen sa de El Pucblito a los Navarro mató.
123
Luego mandaron aviso para ese Cuadalajara;
que los Navarro 'stán muertos en la orilla de la playa.
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10-ra va 1aleydelpo-bre, ques
yave-rán lame-j~
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124
La Ley de los inquilino s en Veracruz empezó
y de tantos sirvengüenzas un poco se· descansó.
45. DE "UNION"
~ eam-pe
.-S1-nos
y_o-bre-ros
Jun-tos
va-mosa lu-char
rrr r r r r µ r r r e e r rP
I I 11
µor-ven-cer
la bur-gue-sí-a y 5UJlr8a-1ü5-mo
fa-tal_
125
Y el pueblo que está sufriendo esta vida desgraciada,
dice que "es la misma gata, nomás está revolcada".
126