Conversacion Trivial

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Mas sobre las conversaciones triviales

La conversación trivial es muy importante para socializar y conocer gente nueva.


Pero no siempre es fácil ser encantador y sencillo durante una plática con un
potencial amigo nuevo o con alguien a quien necesites impresionar.

1.- Controla el tono de tu voz. Todos tus sentimientos se reflejarán en tu voz, si se te


quiebra o arrastras las palabras, podrías alejar a alguien nuevo. Así que en lugar de
arriesgarte a que tu nerviosismo se refleje en tu voz, practica ante el espejo, o intenta
calmarte justo antes de iniciar una conversación trivial.

2.-Mantente dentro de los límites de la charla ligera. Las conversaciones triviales


deben tratar sobre temas intrascendentes. No hagas preguntas difíciles, que sean
atemorizantes y demasiado "profundas" de contestar. Mantente dentro de temas tales
como el clima y la escuela o el trabajo.

3.-Sonríe. Una persona atractiva y agradable siempre es alegre. Practica tu sonrisa ante


el espejo. Al sonreír puedes hacer que otras personas también sonrían.

4.-Mantén una mente abierta. Acepta lo que dice la otra persona y sus opiniones sobre
los temas de los que hablen. Lo último que quieres es iniciar una discusión, cuando todo
lo que tratas de hacer es tener una conversación amigable, agradable y trivial.

5.-Elogia a la persona con la que estás conversando. Hazla sentir bien sobre sí


misma. Comienza por decirle que se ve bien o que es graciosa. Eso la pondrá de buen
humor, lo que hará que la conversación sea más agradable y fluida.

6.-Aprende a escuchar. Cuando intentes entablar una conversación incómoda en


una reunión, mantén presentes esas tres palabras. Basta con acercarse a la
persona y formular la pregunta más general que se te ocurra, algo como "¿A qué
te dedicas?". En ocasiones eso es todo lo que hace falta. En otros casos, cuando
la gente no converse demasiado, tal vez necesites tener algunas preguntas
generales más bajo la manga.
 Concéntrate en realmente escuchar lo que dice la otra persona mientras habla. La
gente puede darse cuenta subconscientemente del hecho de que no estás
escuchando y desmotivarse de inmediato. De hecho, escuchar lo que el otro está
diciendo le demuestra que eres genuino y además lo hace sentir importante (tu
objetivo principal en cualquier situación social).
7.-Relaciónate. Bueno, ahora la otra persona está terminando con su
planteo y es tu turno de hablar. Dado que escuchaste todo lo que dijo, la
parte que sigue te debería resultar sencilla. Relaciónate. Encuentra
maneras en las que puedas relacionarte con las cosas de las que está
hablando el otro. A lo mejor eres de la misma zona, trabajas en la misma
área y compartes el mismo punto de vista. No importa la razón,
relacionarte con la otra persona es lo que construye los cimientos de una
relación más profunda con ella. Le estás demostrando que ambos tienen
cosas en común.

8.-Repite. Por lo general, la persona te responderá relacionándose a su vez. Esto


demuestra que se dio cuenta de que ha encontrado a alguien de quien puede ser
amiga (este es un ejemplo de cómo se aplican los Tres Pilares a una amistad
firme, tal como se plantea en el blog "Making Friends that Stick"). Si sientes que se
está acabando el tema a partir del cual se relacionaron, ha llegado el momento de
dar el siguiente paso.
 Repítele a la otra persona lo que te ha dicho, pero con tus propias palabras. Esto
no solo demuestra lo bien que la escuchaste, sino que hace que se sienta más
importante. Lo que es más, repetirle al otro lo que dijo también le da la oportunidad
de seguir desarrollando el tema, así aportará razones y sentimientos aún más
profundos a través de cuales conectarte.
 Por ultimo lo más importante es pensar antes de hablar. Podrías decir algo que no sea
gracioso o que sea hiriente. Haz que el tema sea interesante y asegúrate de que quien te
escucha tenga la oportunidad de hablar.

CONCLUSION

Las conversaciones sobre temas triviales o poco importantes son, en realidad, mucho
más importantes de lo que podrían parecer, porque nos ayudan a conectar con los
demás, permiten conocer gente nueva y son las la esencia de las reuniones informales de
grupo, donde hay muchas personas que no conoces ,que solo conoces solo de vista.

“Establecer conexiones con los demás hace que sea mucho más difícil tratarlos de
un modo poco civilizado.

Si piensas en ser amable y en conectar con la gente, con las personas con las que
te implicas en una conversación, vas a abrir una puerta para ellas, las dejarás
pasar delante de ti en la cola. Te implicarás en más actos de amabilidad y en
menos actos maleducados”, explica el profesor Bernardo J. Carducci, de la
Indiana University Southeast.
Y esto va en ambas direcciones, porque cuando eres amable con los demás, ellos
lo son contigo.

Algunas personas son mejores que otras en este tipo de conversación. No


obstante, es algo que se puede practicar y mejorar. Y estos son algunos consejos
para lograrlo:

El primer paso es empezar. Es decir, habla con la gente (o con cualquier cosa,
animal o planta) para practicar. Se trata tan solo de decir alguna frase, como un
saludo, un cumplido, un comentario. Dile a tu perro: “Pareces muy contento hoy”,
saluda a alguien al pasar, dile algo a un personaje de la tele o radio. Por ejemplo,
puedes empezar saludando a alguien a quien ves con frecuencia, luego le haces
algún comentario o pequeño cumplido y al final acabáis manteniendo una
conversación o quizás una amistad.
Intenta ser amable, no brillante. Algunas personas creen que deben ser
graciosas e ingeniosas, pero lo cierto es que tan solo necesitas ser amable, lo cual
es, además, bastante más sencillo.
Ten algo que decir. Las personas a las que no se les da bien este tipo de
conversación suelen pensar que no se les ocurre nada que decir.

Ensaya. Cuando una persona conoce a otra por primera vez, quiere saber algo de
ella, además de su nombre. Por tanto, piensa con antelación qué puedes contar
acerca ti (por ejemplo, a qué te dedicas, qué te ha traído al lugar en que estás, de
qué conoces al resto de la gente, etc.). Procura que no sea demasiado largo, pero
sí lo bastante como para transmitir alguna información de ti que pueda dar pie a
una conversación Por ejemplo, no te limites a decir, “Soy maestro”, sino algo más
parecido a: “Soy maestro de niños de 10 años; en ocasiones me vuelven loco,
pero me hace mucha gracia las cosas que dicen o hacen a veces”. Esta última es
una frase que ayuda a iniciar una conversación.
Deja que la conversación fluya. Puedes empezar hablando de una cosa y luego
dejar que la conversación fluya hacia otros temas. Por ejemplo, empiezas

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