Conversacion Trivial
Conversacion Trivial
Conversacion Trivial
4.-Mantén una mente abierta. Acepta lo que dice la otra persona y sus opiniones sobre
los temas de los que hablen. Lo último que quieres es iniciar una discusión, cuando todo
lo que tratas de hacer es tener una conversación amigable, agradable y trivial.
CONCLUSION
Las conversaciones sobre temas triviales o poco importantes son, en realidad, mucho
más importantes de lo que podrían parecer, porque nos ayudan a conectar con los
demás, permiten conocer gente nueva y son las la esencia de las reuniones informales de
grupo, donde hay muchas personas que no conoces ,que solo conoces solo de vista.
“Establecer conexiones con los demás hace que sea mucho más difícil tratarlos de
un modo poco civilizado.
Si piensas en ser amable y en conectar con la gente, con las personas con las que
te implicas en una conversación, vas a abrir una puerta para ellas, las dejarás
pasar delante de ti en la cola. Te implicarás en más actos de amabilidad y en
menos actos maleducados”, explica el profesor Bernardo J. Carducci, de la
Indiana University Southeast.
Y esto va en ambas direcciones, porque cuando eres amable con los demás, ellos
lo son contigo.
El primer paso es empezar. Es decir, habla con la gente (o con cualquier cosa,
animal o planta) para practicar. Se trata tan solo de decir alguna frase, como un
saludo, un cumplido, un comentario. Dile a tu perro: “Pareces muy contento hoy”,
saluda a alguien al pasar, dile algo a un personaje de la tele o radio. Por ejemplo,
puedes empezar saludando a alguien a quien ves con frecuencia, luego le haces
algún comentario o pequeño cumplido y al final acabáis manteniendo una
conversación o quizás una amistad.
Intenta ser amable, no brillante. Algunas personas creen que deben ser
graciosas e ingeniosas, pero lo cierto es que tan solo necesitas ser amable, lo cual
es, además, bastante más sencillo.
Ten algo que decir. Las personas a las que no se les da bien este tipo de
conversación suelen pensar que no se les ocurre nada que decir.
Ensaya. Cuando una persona conoce a otra por primera vez, quiere saber algo de
ella, además de su nombre. Por tanto, piensa con antelación qué puedes contar
acerca ti (por ejemplo, a qué te dedicas, qué te ha traído al lugar en que estás, de
qué conoces al resto de la gente, etc.). Procura que no sea demasiado largo, pero
sí lo bastante como para transmitir alguna información de ti que pueda dar pie a
una conversación Por ejemplo, no te limites a decir, “Soy maestro”, sino algo más
parecido a: “Soy maestro de niños de 10 años; en ocasiones me vuelven loco,
pero me hace mucha gracia las cosas que dicen o hacen a veces”. Esta última es
una frase que ayuda a iniciar una conversación.
Deja que la conversación fluya. Puedes empezar hablando de una cosa y luego
dejar que la conversación fluya hacia otros temas. Por ejemplo, empiezas