05 Melodia Acompañada 3º Grado
05 Melodia Acompañada 3º Grado
05 Melodia Acompañada 3º Grado
3º GRADO
…Y dice así
MELODÍA ACOMPAÑADA.
En primer lugar hemos de tener en cuenta que vamos a contar con 4 posibles clases de instrumentos: melódicos, armónicos,
rítmicos y la voz. Algunos instrumentos como el piano o la guitarra pueden pertenecer a varias clases al mismo tiempo. Esto es
importante, porque hay que tener claro el objetivo musical de lo que se vaya a tocar, buscando el equilibro precios entre las
diferentes clases instrumentales. En las canciones normales de cualquier celebración lo importante, por ejemplo, es el canto. Esto
supone que éste debe sobresalir sobre los instrumentos, siendo un error que se vea superado por ellos. El estilo marcará, por otra
parte, la relación de importancia entre las diferentes clases de interpretación. Una canción reflexiva tendrá predominancia de
instrumentos armónicos y melódicos, generalmente, dejando la parte rítmica en segundo plano; en cambio, canciones de carácter
más animado y festivo se fundamentarán en la parte rítmica, ayudada esta por la armónica, mientras la parte melódica, si se utiliza,
será en segundo plano (en introducciones, voces paralelas... Cada canción puede orquestarse dando más importancia a una u otra
clase instrumental según sea oportuno. Será el momento, la acción que realice o de la cual forme parte el canto la que determinará
cuál es la opción más apropiada. Las posibilidades del coro suelen influir son, entre otras, el número de miembros o su formación
musical, pero esto no tiene gran relevancia en muchos casos.
INSTRUMENTOS MELÓDICOS
Pueden realizar tres funciones principalmente: Acompañar la melodía del canto para reforzarla y facilitar la afinación de la asamblea.
Contrastar con ella rellenando los huecos en que la melodía calla o acompañarla con voces paralelas. Realizar una introducción
musical al canto para dar el tono a la voz principal. Su uso puede variar si hay uno o más instrumentos melódicos diferentes pero,
en general se da este último caso, hay que evitar que realicen la misma melodía. Puede ser interesante en determinados casos
aprovechar el papel melódico-rítmico de estos instrumentos a través de series melódicas minimalistas (repetitivas). en los casos de
instrumentos de cuerda se puede admitir en algunas ocasiones el uso de arpegios, siempre teniendo en cuenta que esto realiza
también una función armónica y, por tanto, debe equilibrarse la orquestación en consecuencia. Respecto a la utilización en el
acompañamiento de la melodía cantada, en general no soy partidario de usarlo, ya que propicia una sonoridad excesivamente
melódica. Recomiendo su uso cuando se esté aprendiendo un canto, preferentemente en momentos de ensayo. Muchas veces, en
celebraciones y otros momentos, puede realizar una labor similar el acompañamiento por terceras y sextas, que se mueve en
paralelo a la melodía (ayudando a la asamblea a seguir el canto) pero enriquece la música, reforzando no sólo la parte melódica
sino también la armónica, por adición a la melodía principal. En cuanto al problema de ligar o no la melodía, el carácter de cada
canto solucionará generalmente el dilema que se produzca. En general, cabe decir que los cantos más rítmicos y animados suelen
ser menos ligados, jugando con silencios y stacattos.
INSTRUMENTOS RÍTMICOS
Cumplen un papel esencial en la instrumentación que sólo puede obviarse en la música acompañada exclusivamente por órgano de
tubos, dado el carácter que este tiene. Dentro de ellos podemos diferenciar entre instrumentos de percusión y otros, si bien en todos
ellos será importante para su uso tener en cuenta la altura sonora (un tambor, caja, platillo, etc. aunque no dé una nota definida, sí
tiene un sonido más agudo o grave). En general el ritmo se forma por contraposición entre graves y agudos, sirviendo como
elementos de enlace los sonidos medios. Los sonidos graves suelen marcar los momentos fuertes del ritmo, mientras que los
agudos el contratiempo, que tiene también un cierto carácter. Los sonidos medios, por su parte, sirven como sustrato y punto de
unión entre los golpes graves y agudos (esto último especialmente en el sentido "agudo-grave" más que en el "grave-agudo"). Los
timbres también juegan un papel importante. Un timbre dulce o redondo puede ser útil para marcar los tiempos fuertes-graves o
como fondo de media altura (bongoes, tambores). Un sonido más estridente, por otro lado, funciona muy bien como contraste a los
anteriores en el agudo (tambor-caja, caja flamenca, pandereta). La intensidad del sonido también influye. Una pandereta puede
funcionar muy bien en música rítmica, animada, potente. Sin embargo, será más correcto sustituirla por unas maracas o unos
huevos de arroz en cantos reflexivos.
En los instrumentos de altura determinada (piano, bajo eléctrico, guitarra...) la base rítmica grave puede conjugarse con un juego
sobre la armonía, teniendo en cuenta la importancia de las notas fundamentales así como el uso de las tensiones (sextas, novenas,
cuartas, séptimas...). El estilo influirá de manera notable en el uso de este acompañamiento. Un reggae utilizará exclusivamente
notas fundamentales en el bajo y acordes simples cerrados a contratiempo en el agudo. Un rock o un pop jugarán mucho con la
tríada en el bajo; los acordes serán más complejos. Una bachata o salsa, por su parte, añadirá muchas tensiones en bajo y agudo,
haciendo ritmos de mayor complejidad.
INSTRUMENTOS ARMÓNICOS
Sustentan el conjunto del acompañamiento instrumental, dando unidad a las diferentes voces y marcando el carácter de la obra.
Son principalmente los instrumentos de teclado (órgano de tubos, órgano de jazz, piano) y los de cuerda pulsada (guitarras, bajo
eléctrico, ukelele, etc.). Fundamentalmente existen dos tipos de acompañamiento armónico: Por acordes completos. Esto se
corresponde con el rasgueo de la guitarra a la pulsación en el teclado de las notas del acorde a un mismo tiempo. Por arpegios.
Pulsando las teclas y cuerdas una a una hasta completar la armonía en el orden elegido.
Dentro de ambos tipos pueden producirse ritmos más o menos animados, si bien los ritmos más movidos tienden a realizarse por el
sistema de acordes completos, algo más fácil técnicamente. Buscar armonías arpegiadas con estos ritmos dará a los cantos más
color y reflejará mejor el carácter concreto de cada canto, por lo apropiado que es este sistema para adaptarse a las
particularidades de cada uno.