Programa Asamblea Anual AEPR 2022
Programa Asamblea Anual AEPR 2022
Programa Asamblea Anual AEPR 2022
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Asociación de Economistas de Puerto Rico
Estimada/o Economista,
Junta Editora: Joel Viera Pedroza, MA, Presidente, Francisco E. Martínez Aponte,
MA, PhDc, Iván Elías Rodríguez, MP, Luis R. Rodríguez Rodríguez, PhD
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Nosotros los economistas tenemos la capacidad de comprender, simplificar estos
problemas complejos, y proveer soluciones concretas que aborden al desarrollo
de una mejor sociedad y un mejor mundo.
Puerto Rico nos necesita. Ahora más que en cualquier otro momento en la historia
moderna de Puerto Rico necesita a los economistas. Estamos en un precedente
histórico, un punto de inflexión, donde tenemos la capacidad de construir un mejor
Puerto Rico y cambiar nuestro destino económico y social.
Atentamente,
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Asociación de Economistas de Puerto Rico
Estimada/o Economista,
Un abrazo solidario.
Atentamente,
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Pasado(a)s Presidente(a)s
Fernando Zalacaín José A. García
1983-1984 1994-1995 Alejandro Silva
2011-2013
Elías Gutiérrez Antonio L. Rosado
1984-1985 1995-1997 Rosario Rivera
2013-2014
Heidie Calero Juan A. Castañer
1985-1986 1998-1999 Mónica González
2014-2015
José J. Villamil Evaristo Medina
1986-1987 1999-2000 Juan Villeta
2015-2016
Augusto Amato Carlos Soto Santoni
1987-1988 2000-2001 Martha Quiñones/
Alejandro Silva
Benito Vélez Ángel Rivera 2016-2017
1988-1989 2001-2002
José Caraballo Cueto
Santos Negrón Lerroy López 2017-2018
1989-1990 2002-2003
Alba Brugueras Fabre
Edwin R. Ríos Luis Benítez 2018-2019
1997-1998 2003-2005
Heriberto Martínez
Wanda Marrero Alicia Rodríguez 2019-2020
1990-1991 2005-2006
Alba Brugueras Fabre
Edwin Irizarry Mora Luis Benítez 2020-2021
1991-1992 2006-2007
Francisco E. Martínez
1992-1993 Martha Quiñones
2008-2010
Pedro J. Rivera
1993-1994 José J. Villamil
2010-2011
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XXXVIII Asamblea Anual Asociación de Economistas de Puerto Rico
Desarrollo Económico: ¿Por qué, cómo y para quién?
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
Salón 3073, 3er Piso, Torre Central, Plaza Universitaria
viernes, 28 de octubre de 2022
8:30 am - 5:30 pm
Programa
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11:00 – 11:45 am Panel 2: Propuestas para el Desarrollo Económico I
Panelistas:
Panelistas:
Prof. Francisco E. Martínez Aponte, MA, PhDc, Profesor Jubilado, UPR Río
Piedras, Miembro de la Junta de Directores del Instituto de Estadísticas de
Puerto Rico
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2:45 - 3:45 pm Panel 5: El desarrollo económico y la visión estudiantil
Panelistas:
Víctor Jean Luis Burgos y Jean Paul Pérez, Estudiantes UPR Río Piedras –
Partidocracia: La insostenibilidad del desarrollo
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XXXVIII Asamblea Anual Asociación de Economistas de Puerto Rico
Desarrollo Económico: ¿Por qué, cómo y para quién?
Dedicada a:
Dr. Edwin Irizarry Mora
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Desde el 2022, participa como Investigador Afiliado en el Centro sobre Migración, Política y
Sociedad (COMPAS) de la Universidad de Oxford. La investigación se concentra en la economía
política de la emigración de Puerto Rico.
Podemos leer o escuchar algunos de sus trabajos en:
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XXXVIII Asamblea Anual Asociación de Economistas de Puerto Rico
Desarrollo Económico: ¿Por qué, cómo y para quién?
Charla Magistral
Dr. Francisco A. Catalá Oliveras
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XXXVIII Asamblea Anual Asociación de Economistas de Puerto Rico
Trabajos de la Asamblea
viernes, 28 de octubre de 2022
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
Salón 3073, 3er Piso, Torre Central, Plaza Universitaria
Agenda
Establecimiento de Quórum
Informe de Presidencia
Informe de Tesorería
Transición de Presidencia
Resoluciones
Asuntos Nuevos
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Prof. Santos Negrón Díaz
Economista Retirado y Pasado Presidente de la AEPR 1989-90. Posee un BA en Economía,
1964, UPR-Rio Piedras, MA en Economía, University of Southern California, 1976 y estudios al
nivel doctoral 1977-78. Fue Vicepresidente y Director de la Oficina de Análisis Económico del
Banco Gubernamental de Fomento, de 1989 a 1995. Director del Área de Planificación
Económica y Social de la Junta de Planificación, de 1987 a 1989. Investigador Docente, de 1969
a 1988, Oficina de Planificación, UPR Río Piedras y Profesor Visitante del Departamento de
Economía. Economista Senior de Estudios Técnicos y Corplan, en varias ocasiones de 1995 a
2012. Fue Economista Forense, por varias décadas. Columnista del periódico El Nuevo Dia, 2003
a 2008. Autor de varios libros, todos disponibles en el Sistema Scribd. Análisis de la literatura
sobre la situación de la sociedad postindustrial 1995, Ensayos económicos de dos décadas,
1996, Tendencias económicas 1997-98, 1999, Perspectivas económicas: 2003-2008, 2008,
Apuntes económicos en tiempos de zozobra, 2011. Actualmente es Forista de Facebook y
Twitter, Panelista del programa Directo a la Economía, Borinquen Radio.
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Dra. Alicia Barriga
Alicia Barriga es doctora en Economía Agrícola por la Universidad de Connecticut. Actualmente
es catedrática auxiliar en el Departamento de Economía Agrícola y Sociología Rural en la UPR
Recinto de Mayagüez. Antes de unirse a la universidad, trabajó como investigadora en el Centro
Internacional de Seguridad y Desarrollo con sede en Berlín, Alemania en proyectos de seguridad
alimentaria y conflicto para el Peacebuilding Fund de las Naciones Unidas. Sus áreas de estudio
se centran en economía agrícola, desarrollo económico y salud con un enfoque hacia grupos
poblacionales que enfrentan vulnerabilidad económica y ambiental.
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publicado en Estados Unidos este año. Ha impartido conferencias y cursos en varias
universidades de Estados Unidos y de América Latina y el Caribe. Fue Presidente de la
Asociación Puertorriqueña de Relaciones Internacionales.
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Dr. Jeffrey Valentín Mari
Es catedrático y director del Departamento de Economía del Recinto Universitario de Mayagüez
(RUM) de la Universidad de Puerto Rico. Egresado del RUM con un bachillerato en Economía
Agrícola, posee maestría y doctorado en Economía de la University of Wisconsin-Milwaukee. Sus
áreas de investigación se centran en los temas de desarrollo económico, organización industrial,
turismo, comercio electrónico, anti-monopolio y regulación. Sus más recientes investigaciones
sobre los efectos de las leyes de cabotaje en Puerto Rico fueron publicadas en el 2017 en el libro
Ensayos para un Nueva Economía de Ediciones Callejón. Ha desempeñado varios cargos tanto
en el sector público como privado. Laboró en el periódico Caribbean Business en donde estuvo
a cargo de las secciones de economía y finanzas. Además, fue asesor en asuntos económicos
a la presidencia de la Cámara de Representantes de Puerto Rico y al Secretario del
Departamento de Desarrollo Económico y Comercio de Puerto Rico.
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lucro, basada en Suiza, la cual funciona como red con otras organizaciones en el mundo que
trabajan para fomentar el desarrollo de niños, niñas y jóvenes de bajos recursos. Por otro lado,
utilizando como herramienta de desarrollo lo aprendido en sus cursos de economía, trabaja en
las oficinas de Sea Grant Puerto Rico valorizando las aportaciones ambientales que se han
realizado en sus proyectos de desarrollo y protección de costas. Gracias a estas experiencias
durante los pasados años, actualmente la estudiante se encuentra en su proceso de solicitud a
escuela graduada para continuar sus estudios en Economía con el propósito de regresar a Puerto
Rico e implementar lo aprendido en su vida, sea en el ámbito de la academia o profesional.
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Entrevista al Dr. Francisco Catalá Oliveras por Luisa García Pelatti
24 de septiembre de 2020
Tomado de Sin comillas
Pregunta.– ¿Por qué decidió estudiar economía?
Respuesta.– Creo que en mi decisión de estudiar Economía se conjugaron factores vocacionales
y accidentales. Inicialmente me interesaban, en general, las Humanidades y las Ciencias
Sociales con el propósito, aunque un tanto vago, de luego estudiar Leyes. No obstante, durante
los inicios del bachillerato me atrajo la concreción teórica y práctica de la llamada “ciencia
lúgubre”. Quizás las lecturas en la Facultad de Estudios Generales –en todos sus cursos me
parecieron extraordinarias–, sospecho que las selecciones de la obra de Adam Smith y de David
Ricardo junto al ensayo “Del socialismo utópico al socialismo científico” de Federico Engels,
influyeron en tal inclinación. Sin embargo, más empujado por el viento y arrastrado por la
corriente que por la vocación, continué con el propósito de estudiar Leyes. Me salvó una beca –
francamente la necesitaba– de un programa que entonces se iniciaba en la Universidad de
Puerto Rico (UPR): Escuela Graduada de Planificación. Allí hice la maestría. Posteriormente,
luego de trabajar varios años en el Colegio Universitario de Arecibo (UPR) y gracias a la ayuda
económica de la UPR y a una beca de la Fundación Ford– las que también necesitaba– ingresé
a Georgetown en Washington D.C. en donde obtuve el doctorado en Economía. Ya han pasado
muchos años. Me siento afortunado por el camino recorrido. Mi profundo agradecimiento a la
Universidad de Puerto Rico –me jubilé en Río Piedras– solo es comparable con mi preocupación
por la incertidumbre que ahora enfrenta.
P.– En el gobierno no hay muchos economistas en posiciones de toma de decisiones. La política
económica está más en manos de abogados. Explique al gobierno para qué sirve un economista.
R.– Rexford G. Tugwell, economista y último gobernador norteamericano de Puerto Rico, solía
decir, presumo que, en tono de broma, que a los abogados, obnubilados por los precedentes, se
les hace difícil mirar hacia el frente puesto que están empeñados en mirar hacia atrás. Por lo
tanto, insistía el viejo economista institucionalista, corren el riesgo de tropezar con el futuro y caer
de bruces. En realidad, más que al gremio de abogados, esto aplica a toda la sociedad
puertorriqueña. Es Puerto Rico el que ha caído de bruces. No obstante, hay que admitir que las
posiciones encargadas de tomar decisiones en todas las ramas del gobierno han estado
eminentemente ocupadas por abogados, en la Judicial por definición y en la Legislativa y
Ejecutiva por elección o designación. ¿Para qué sirve un economista? En ocasiones albergo
ciertas dudas… Pero para algo tiene que servir. Puede empezar por ofrecer una perspectiva
temporal más coherente y amplia, vinculando las políticas de impacto inmediato con los objetivos
públicos de mediano y largo plazo, paso clave para definir una verdadera estrategia de desarrollo.
También podría ayudar a enfrentar el corrosivo problema de cacería de rentas: proliferación de
subsidios, erosión de la base tributaria, formación de estructuras de mercado de orientación
monopólica, colusión, estatutos que propician la socialización de costos y la privatización de
beneficios en perjuicio del colectivo social… En los intersticios de la cacería de rentas, como
parte de ella, anida la corrupción. Tal vez sea capaz de identificar a tiempo los efectos no
deseados –conducta perversa– de cierta legislación. Por ejemplo, si los ingresos municipales
dependen de impuestos sobre la propiedad o sobre la construcción se hará un tanto difícil cultivar
la sensibilidad ambiental entre los alcaldes; puede también advertir que un impuesto sobre
inventarios aumenta la vulnerabilidad de la economía, sobre todo si ésta es insular y abierta. En
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fin, puede reconocer las contradicciones entre los objetivos públicos y las instituciones e
instrumentos con que se cuenta para lograrlos y diseñar vías para su reconciliación. Pero ojo,
cuando en alguna disciplina se hace referencia a lo que se puede hacer se confrontan dos listas:
lo que se debe y lo que no se debe hacer. Ambas son extensas.
“Todas estas crisis se han dado en un Puerto Rico que se encoge: se reduce la economía, el
empleo, la población, la capacidad política, la educación, la ética, la esperanza…”
P.– Huracanes, terremotos y COVID, ¿qué más le espera a una economía que no estaba
creciendo? ¿Cuánto tiempo va a tardar la economía en recuperarse?
R.– Cuando las crisis se suceden unas a otras –huracanes y terremotos coronados por el virus–
se corre el riesgo que en atención a la más inmediata se olviden las otras. Todas estas crisis se
han dado en un Puerto Rico que se encoge: se reduce la economía, el empleo, la población, la
capacidad política, la educación, la ética, la esperanza… Aunque oficialmente la contracción
económica comenzó en marzo de 2006, desde mucho antes se advirtió el agotamiento. Lo que
va del siglo 21 son años perdidos. ¿Y los anteriores? Durante el periodo 1940-2000 el menor
crecimiento se registró en la década de 1980, cuando reinaba la sección 936 y cuando las
transferencias federales superaron el 20 por ciento del Ingreso Nacional Bruto. En el año 1970
este coeficiente era de 7 por ciento. Las décadas de “oro” de Operación Manos a la Obra, años
de gran crecimiento económico, fueron las de los cincuenta y sesenta. Pero durante las mismas
se dio el mayor flujo emigratorio en la historia del país. Operación Manos a la Obra sacó del país
más manos de las que puso a trabajar. Ahora, en los “años malos,” se repite la historia de los
“años buenos”. ¿Qué nos dice esto? Que en Puerto Rico no se ha experimentado verdadero
desarrollo, que éste se ha confundido con el crecimiento de los enclaves de inversión directa
externa que van y vienen, cuyo costo –fiscal, ambiental, extractivo (excedente)– suele pasarse
por alto y que siempre han requerido la compañía de crecientes transferencias federales
¿Recuperación? Se apuesta a fondos federales y a la vieja estrategia de promoción de enclaves.
Lo primero genera rebotes pasajeros; lo segundo, más difícil, siempre es insuficiente. Por lo
tanto, en el mejor de los casos, la economía oscilará a lo largo de una recta de relativo
estancamiento, sin que falten entusiastas aplausos cuando se den los repuntes momentáneos;
en el peor de los casos se deslizará por una curva descendente, acentuándose así los problemas
que la han estado marcando. ¿Desarrollo? No está a la vista. Requeriría un montaje institucional
al que los gobernantes parecen estar ajenos.
P.– ¿Cree que se han tomado las medidas adecuadas para hacer frente al COVID? ¿Qué se ha
hecho mal?
R.– Es muy difícil, en medio de una pandemia, juzgar adecuadamente para precisar qué se ha
hecho mal o bien. Los cierres, para proteger la vida, y las aperturas, para hacerla posible, se
asemejan al que camina por la cuerda floja, siempre en necesidad de equilibrio. Dicho esto, debo
confesar que me ha sentado mal el tono alarmista de los oficiales públicos. La histeria ha
desplazado a la educación y a la información clara y coherente. Por otro lado, el manejo de los
fondos federales, como después del huracán, ha sido fatal. Pero esto ya es tradición. Se usan
mal los fondos de aquí y de allá. Baste citar el largo historial de “irregularidades” en el
Departamento de Educación, sobre todo cuando de suplidores de servicios se trata. Más allá de
la pandemia, hay que enfrentar el mal generalizado, desde arriba hasta abajo, de la “adicción a
la ayuda”. La ayuda efectiva es la que se usa tan bien que se torna innecesaria. Pero aquí el
aparato político hace todo lo posible por convertirla en vicio. Casi parece que vencer problemas,
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como la pobreza y la desigualdad, se juzga contraproducente porque se “perderían fondos”. Es
decir, se convierte al desarrollo en algo peligroso… Esto parece absurdo, pero responde a una
lógica perversa que no ha pasado inadvertida en algunos estudios sobre la cultura del
subdesarrollo y la subordinación.
P.– Al margen del COVID, ¿cuál es a su juicio el mayor problema económico de Puerto Rico?
R.– Los problemas son muchos: agotamiento de la base productiva, baja tasa de participación
laboral, emigración, desajuste demográfico, porosidad de la estructura tributaria, insuficiencia
fiscal, endeudamiento, debilidad de la seguridad social, pobreza, desigualdad… Pero todo esto
son consecuencias de la disfuncionalidad institucional: carencia de poderes o de capacidades
políticas críticas para el ordenamiento interno y para la inserción en la economía global de
manera que prime la interdependencia equilibrada.
P.– ¿Qué sectores económicos tienen mejores perspectivas de futuro?
R.– Mientras se carezca del instrumental institucional –y que se use efectivamente– que requiere
todo país para su desarrollo las perspectivas para el futuro no son halagüeñas. No obstante, ya
que la pregunta se ha formulado hagamos el esfuerzo de contestarla haciendo caso omiso de
tan formidable impedimento. Entre otros cabe destacar tres sectores en los que, de arranque, se
cuenta con algunas ventajas, comenzando con la experiencia: turismo, procesamiento de
alimentos y medicamentos genéricos. En el caso del turismo debería destacarse el
entretenimiento, la dimensión cultural y los aspectos ecológicos. El procesamiento de alimentos
se nutriría de importaciones y de producción local, lo que viabilizaría el potencial agrícola de
Puerto Rico. Esta actividad, aparte de fortalecer la tan invocada seguridad alimentaria, sería
fuente de exportación para el mercado latino de Estados Unidos. En la instancia de los
medicamentos genéricos valga recordar unas propuestas de empresarios locales respecto a la
posibilidad de establecer empresas conjuntas (“joint ventures”) en este campo. ¿Se hará algo de
esto? Probablemente no. El marco institucional que prevalece propicia la dependencia y la
promoción convencional de enclaves de inversión directa externa.
P.– ¿Cómo ha pasado los días de confinamiento?
R.– Protejo la vida para vivirla. Por lo tanto, comparto con amigos (algunos), hijos y nietos, leo,
escribo…
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RETOS AL DESARROLLO ECONÓMICO DE PUERTO RICO
Ponencia de Santos Negrón Díaz ante el Congreso Laboral
5 de diciembre de 2006
Tomado del Blog de Santos Negrón.
Me uno a los saludos protocolarios. Agradezco profundamente la oportunidad que me
brindan ustedes de participar, en calidad de deponente en este panel y como asesor del sector
laboral, tarea que inicié en el Pre-Congreso celebrado el 30 de noviembre y que continuaré
en diversas fases de este Congreso Laboral.
La Economía tiene fama de ser demasiado abstracta como para ser entendida por los
no iniciados y de estar muy alejada de los eventos reales. Así, los economistas (al menos ese
es mi caso) solemos responder con entusiasmo a cualquier evento de análisis y discusión que
nos permita demostrar no sólo que la teoría económica se puede explicar en términos francos
y sencillos que guardan correspondencia con los principales hallazgos del sentido común sino
también que el economista puede ofrecer análisis y guías prácticas a buena parte de los
graves problemas que asedian a la sociedad. Tanto la gestión de organización labo ral como
el desarrollo de los negocios y la forja e implantación de la política pública pueden nutrirse de
las aportaciones de los economistas, que en su turno son responsables de ofrecer
asesoramiento serio, científico, no sesgado, basado en las mejores y más confiables fuentes
de información disponibles.
Como dispongo de poco tiempo, iré al grano de mi presentación que consiste discutir, a
grandes rasgos, los retos que afronta la economía de Puerto Rico. Por fortuna no me indicaron
que señalara cómo deben resolverse, pero como buen practicante de la ciencia funesta
siempre tengo en mi equipaje una buena de propuestas de solución que podría presentar en
algún otro contexto de esta actividad.
A corto plazo, el mayor reto que afronta la economía de Puerto Rico en la actualidad es
la desaceleración de la actividad productiva, al punto de que ya se habla, tanto en la esfera
de gobierno como en los círculos académicos y en la prensa de una coyuntura recesionaria.
No se trata simplemente de un debilitamiento de los principales indicadores
macroeconómicos y de los indicadores mensuales básicos, sino de una crisis de expectativas,
de una incertidumbre generaliza causada por una gran variedad de eventos y tendencias,
entre ellos:
el inicio de una supuesta reforma contributiva que ha generado más dudas que
respuestas concretas en lo que respecta a su alcance, modo de implantación y capacidad
para sostenerse en el futuro;
la aceleración del proceso inflacionario por causa del avance de los precios energéticos
y por las medidas de ajuste de tarifas y precios adoptadas por el gobierno y el sector privado;
la necesidad de conciliar la postura gerencial de Gobierno Central y los reclamos de
salario y mejores condiciones de trabajo de los sindicatos del sector público;
el conflicto entre el desarrollo de proyectos de vivienda y de inversión en edificios
industriales y comerciales y la protección del ambiente;
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la pérdida continua de empleos en el sector manufacturero y el desvanecimiento de lo
poco que quedaba de los incentivos contributivos federales;
la expansión a pasos agigantados de la espiral de violencia, que se vincula mayormente
con el tráfico ilegal de drogas, pero que también guarda correspondencia con una profunda
crisis social;
y ante todo la confusión reinante en cuanto a las acciones y políticas que debe seguir el
gobierno, en todos sus niveles, para afrontar la situación, particularmente en lo que resta de
un cuatrienio en que no se logrado hasta ahora una gestión auténticamente compartida.
A largo plazo, los retos no son menos angustiosos:
El imperativo de que Puerto Rico diseñe e implante un plan estratégico de desarrollo
económico y social a largo plazo, y ponga a trabajar instituciones permanentes que promuevan
y vigilen la implantación del mismo.
En conjunción con lo anterior, urge el diseño de un plan de uso de terrenos que responda
a las necesidades básicas de la ciudadanía, que armonice los objetivos de protección de las
zonas con potencial agrícola y de las reservas de bosques y áreas verdes, con las
necesidades de infraestructura y los planes de expansión del sector de la construcción en
general.
La renovación del sistema educativo en todos sus niveles, con particular atención en los
programas que impulsen la formación científica y tecnológica, la gerencia pública eficiente y
el conocimiento sobre otras culturas y ambientes de negocio.
La infraestructura económica tradicional, especialmente en las dimensiones críticas de
energía eléctrica, agua potable y manejo de desperdicios sólidos y tóxicos, exige asignaciones
masivas de fondos y planificación inteligente en un periodo en que la capacidad de colocación
de deuda en los mercados de capital es limitada por la propia condición estructural de la
economía.
El fortalecimiento de nuestros sistemas estadísticos, que nos permita conocer más a
fondo la evolución sectorial y dispersión geográfica de la actividad económica, y sean la base
para el desarrollo de un sistema de inteligencia que nos permitan ayudar las empresas
puertorriqueñas, especialmente empresas manufactureras privadas y cooperativas, a colocar
su producción el mercado mundial.
El mejoramiento del servicio público tanto en el aspecto gerencial y técnico como en la
dimensión ética, con ánimo de restaurar el espíritu de excelencia que una vez fue una realidad
indiscutida en nuestro país.
Reducción de la crónica dependencia de los fondos federales—y mejoramiento del uso
de los mismos--para apoyar económica e institucionalmente los esfuerzos del gobierno del
ELA para proveer la infraestructura de apoyo social a la población indigente.
Ante todo, como trasfondo de toda discusión sobre el futuro de Puerto Rico y como
correlato de cualquier solución real y permanente de nuestro destino como pueblo está la
definición de nuestra estructura jurídico-política y del orden institucional que ha de regir la
inserción efectiva de Puerto Rico en la dinámica, cambiante economía global.
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El galardón de los Nobel que premia a investigaciones en ciencias económicas ha
recaído en Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig, que destacan por sus
trabajos sobre las crisis financieras
13 de octubre de 2022
Tomado de: Bibliotecas de Económicas, UAM.
El jurado que ha concedido el galardón también ha explicado que 'la Gran Depresión de la década
de 1930 paralizó las economías del mundo durante muchos años y tuvo enormes consecuencias
sociales. Sin embargo, hemos manejado mejor las crisis financieras posteriores gracias a los
conocimientos de investigación de los laureados de este año. Han demostrado la importancia de
prevenir colapsos bancarios generalizados.'
Las investigaciones de estos economistas “han mejorado significativamente nuestra
comprensión del papel de los bancos en la economía, particularmente durante las crisis
financieras”. Unas investigaciones que abogan por evitar los colapsos de las entidades y sus
costosos rescates mejorando la regulación y situando al estado como garantía de último recurso.
Además, la labor de estos tres economistas ha sido la base sobre la que se ha levantado la
“regulación bancaria moderna”. Por último, La Academia Sueca ha mencionado que “sus análisis
han sido de gran importancia práctica para regular los mercados financieros y hacer frente a las
crisis financieras”.
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Universidad de Puerto Rico, Recinto de Piedras
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