TP Realismo y Gro. Dramático
TP Realismo y Gro. Dramático
TP Realismo y Gro. Dramático
El Realismo es una corriente artística y literaria que surge en Europa a mediados del siglo
XIX. Es posterior al Romanticismo y se opondrá a él, en tanto rechaza el sentimentalismo
desbordante que caracterizaba a las creaciones de su antecesor.
El romántico exaltó la subjetividad y al individuo, porque consideraba que las pasiones
humanas transmitían una verdad por explorar. El realista, en cambio, guiado por la
doctrina filosófica del positivismo, confía en que la verdad es algo a lo que se accede solo
gracias al método científico, o sea, por la observación directa y objetiva de la realidad que
se supone constatable para todos.
Características del realismo:
La cuestión social: se ahonda en las miserias humanas a través de los hechos
narrados, mostrando los costados sórdidos de la vida.
Registro de la realidad: se describen los ambientes con minuciosidad y los
personajes son presentados como seres comunes, ninguno es excepcional.
Observación directa: el escritor no deberá imaginar nada, sino registrar la vida
social del natural, documentar los detalles y también el conjunto. La escritura en
un trabajo, no un simple ejercicio de la imaginación.
El lenguaje: se adapta a la condición social del personaje.
El estilo: impersonal y objetivo. El escritor es un observador que critica sin
moralizar. Narra en tercera persona (en el caso del género narrativo).
Género: predominio del género narrativo y del dramático.
Actividad
El género dramático
El origen de la palabra teatro (del griego “theatron”) señala el rasgo caracterizador de esta
práctica; es el lugar donde el público observa una acción que se le presenta en otro espacio.
Efectivamente, el aspecto que distingue al teatro de los otros géneros literarios es su destino
final –aunque a veces éste no se concrete-: ser representado en un escenario, ante un público.
Por ello debemos hacer, antes que nada, una distinción: cuando hablamos de género1
dramático, nos estamos refiriendo a una clase de textos literarios con rasgos específicos; cuando
nos referimos al teatro, estamos haciendo mención a la simbiosis entre espectáculo o texto
espectacular y texto dramático.
1
Se entiende por género una clase de textos que reúnen características semejantes.
componentes. Contiene, virtualmente, todos los demás: actor, tono, mímica, gesto,
movimiento, maquillaje, peinado, traje, accesorios (utilería), decorado, iluminación, música,
sonido o efectos sonoros no articulados y proporciona al director las claves para la puesta en
escena (aun cuando éste decida ignorar las sugerencias del autor). Pero dentro de esta
multiplicidad de elementos interactuantes en la representación, el actor es indispensable pues
encarna un papel o rol ante ese público ya mencionado. El teatro, aunque ha sido superado en
cuanto a número de consumidores por los medios masivos de comunicación, conserva su
vitalidad debido a que se trata de algo vivo, directo y personal.
De acuerdo con los postulados de Aristóteles, el teatro es la más perfecta imitación (mímesis)
de la realidad. Todos los elementos del escenario, verbales y no verbales (los intérpretes, la
escenografía, la música, el vestuario, las luces…) crean una ilusión de vida real en los
espectadores. No obstante, éstos están conscientes de participar en una situación imaginaria.
Ese ilusionismo surge de una convención teatral: por un tiempo limitado el espectador renuncia
a desconfiar de lo que va a ver e ingresa en un mundo ficticio, que tiene gran similitud con los
juegos de nuestra infancia cuando asumíamos distintos roles.
Subgéneros
La tragedia (término de origen griego, de tragos: macho cabrío- y ode: canción) designa la
plasmación dramática de un conflicto grave (el protagonista sucumbe inexorablemente a un
destino fatal, la muerte o un castigo terrible), en la que intervienen personajes nobles (dioses,
héroes, reyes…), que produce en los espectadores un efecto purificador de las emociones (la
catarsis), a través de la identificación.
Su estructura externa está formada por el prólogo, secuencia inicial que anticipa, en forma
dialogada o monologada, la historia trágica; el párodos o canto de entrada del Coro; los
episodios (actos o cuadros actuales) separados por los estásimos (intervenciones del coro) y el
éxodo (salida del Coro).
La comedia (komos: fiesta con danzas y procesiones culturales, y ode: canto) es considerada,
primitivamente, como la representación de un conflicto en torno a hombres de clase popular o
a temas de la vida cotidiana, de carácter risible, que termina en un final agradable. Aunque ha
habido variantes con respecto a esta primera definición, quedan como inalterables el tono
menor y/o humorístico y el desenlace positivo. Hay subclasificaciones como Comedia dell’Arte,
comedia burguesa o sentimental, de costumbres, alta comedia…
El drama (de drama: acción) designa, a partir del siglo XVIII, un subgénero teatral en el que se
advierte una fusión entre tragedia y comedia. Antes, hay autores que hablan de tragicomedias
(por ejemplo, La Celestina) debido a la simbiosis entre los dos grandes géneros dramáticos.
Autores como Diderot y Voltaire pusieron en circulación dicho término para referirse a obras
que, para provocar la ilusión de realidad, combinaban lo patético, lo cómico y lo grotesco. (…)
Componentes discursivos
Para leer e interpretar un texto dramático, debemos tener en cuenta la estructura interna
(presentación o situación inicial, conflicto dramático y desenlace) y externa (personajes, diálogos
o parlamentos, acotaciones o didascalias, cuadro3, escenas y actos en que está dividida la obra).
2
Estructura interna del texto dramático formada por situaciones y acontecimientos claves que subyacen
al entramado de la historia representada. La acción puede ser reducida al siguiente esquema: planteo o
presentación de una situación – nudo (conflicto) – desenlace.
3
La noción de cuadro teatral se emplea con referencia a las partes breves en las cuales puede dividirse
una obra; suele aludir a aquellas escenas que transcurren sin que cambie el decorado.
4
Obra que nos habla del amor trágico debido a la enemistad de las familias de los jóvenes enamorados.
En este episodio, Romeo Montesco conoce a Julieta Capuleto en un baile organizado por la familia de
ésta.
¿Quién es la dama cuya mano enaltece a ese caballero?
CRIADO
No lo sé, señor.
ROMEO
¡Ah, cómo enseña a brillar a las antorchas! En el rostro de la noche es cual la joya que en la
oreja de una etíope destella... No se hizo para el mundo tal belleza. Esa dama se distingue de
las otras como de los cuervos la blanca paloma. Buscaré su sitio cuando hayan bailado y seré
feliz si le toco la mano. ¿Supe qué es amor? Ojos, desmentidlo, pues nunca hasta ahora la
belleza he visto.
TEBALDO
Por su voz, este es un Montesco. -Muchacho, tráeme el estoque. (al CRIADO) - ¿Cómo se
atreve a venir aquí el infame con esa careta, burlándose de fiesta tan solemne? Por mi cuna y
la honra de mi estirpe, que matarle no puede ser un crimen.
CAPULETO
¿Qué pasa, sobrino? ¿Por qué te sulfuras?
TEBALDO
Tío, ese es un Montesco, nuestro enemigo: un canalla que viene ex profeso a burlarse de la
celebración.
CAPULETO
¿No es el joven Romeo?
TEBALDO
El mismo: el canalla de Romeo.
CAPULETO
Cálmate, sobrino; déjale en paz: se porta como un digno caballero y, a decir verdad, Verona
habla con orgullo de su nobleza y cortesía. Ni por todo el oro de nuestra ciudad le haría ningún
desaire aquí, en mi casa. Así que calma, y no le hagas caso. Es mi voluntad, y si la respetas,
muéstrate amable y deja ese ceño, pues casa muy mal con una fiesta.
(…)
Sale TEBALDO.
ROMEO
Si con mi mano indigna he profanado tu santa efigie, sólo peco en eso: mi boca, peregrino
avergonzado, suavizará el contacto con un beso.
JULIETA
Buen peregrino, no reproches tanto a tu mano un fervor tan verdadero: si juntan manos
peregrino y santo, palma con palma es beso de palmero.
ROMEO
¿Ni santos ni palmeros tienen boca?
JULIETA
Sí, peregrino: para la oración.
ROMEO
Entonces, santa, mi oración te invoca: suplico un beso por mi salvación.
JULIETA
Los santos están quietos cuando acceden.
ROMEO
Pues, quieta, y tomaré lo que conceden.
[La besa.]
Mi pecado en tu boca se ha purgado.
JULIETA
Pecado que en mi boca quedaría.
ROMEO
Repruebas con dulzura. ¿Mi pecado? ¡Devuélvemelo!
JULIETA
Besas con maestría.
AMA
Julieta, tu madre quiere hablarte.
ROMEO
¿Quién es su madre?
AMA
Pero, ¡joven! Su madre es la señora de la casa, y es muy buena, prudente y virtuosa. Yo crie a
su hija, con la que ahora hablabais. Os digo que quien la gane, conocerá el beneficio.
ROMEO
¿Es una Capuleto? ¡Triste cuenta! Con mi enemigo quedo en deuda.
BENVOLIO
Vámonos, que lo bueno poco dura.
ROMEO
Sí, es lo que me temo, y me preocupa.
(…)
Salen todos [menos JULIETA y el AMA].