Cuando Dios Sana Un Corazón Quebrantado y Humillado
Cuando Dios Sana Un Corazón Quebrantado y Humillado
Cuando Dios Sana Un Corazón Quebrantado y Humillado
Un corazón duro. Comencemos con el Faraón que A. Dios dijo en Deuteronomio 5:29: “¡Quién diera que tuviesen
esclavizó a los israelitas y no dejaba ir al pueblo de Dios. tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos
Éxodo nos dice seis veces que el Faraón tenía un corazón mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien
“duro”. Incluso ante la evidencia del gran poder que Dios para siempre!”.
demostró por medio de las diez plagas, una y otra vez el B. Ese cambio de corazón comienza con el arrepentimiento. Dios
“corazón de Faraón se endureció” (Éxodo 7:13 y más). nos lleva a arrepentirnos humildemente con un corazón
quebrantado, contrito, abatido y lastimado. Reconocemos que
Un corazón de piedra. Ezequiel nos dice que Dios nos estamos quebrantados y nuestra incapacidad para repararnos.
quiere quitar el corazón de piedra que tenemos (Ezequiel Vemos nuestros pecados y la suciedad que producen en
11:19). nuestros corazones.
Un corazón que se llena de soberbia. Moisés advirtió de C. Después podemos orar, como David: “Crea en mí, oh Dios,
los peligros que podemos enfrentar cuando somos un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí”
bendecidos materialmente. Explicó que es fácil olvidar que (Salmos 51:10).
las bendiciones provienen de Dios y creer que hemos
alcanzado el éxito por nuestros propios esfuerzos y justicia Conclusión: Para aquellos que se sintieron “compungidos de
(Deuteronomio 8:11-14, 17). corazón” por causa de sus pecados y preguntaron qué hacer
(Hechos 2:37), Pedro les hizo un llamado al arrepentimiento y les
La autosuficiencia y el orgullo son características propias del dio los pasos a seguir para llegar a ser un seguidor de Cristo con
corazón que se “enorgullezca” (v. 14). Nabucodonosor todo el corazón:
sirve como un poderoso ejemplo de alguien cuyo
“corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
orgullo” (Daniel 5:20). Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo” (v. 38).
Otros corazones que no le agradan a Dios: