EBookPDF Divino Dinero Las 8 Puertas de Fortuna

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DivinoDinero.

Las 8 puertas de Fortuna


© Derechos reservados, 2019, Jessica Vázquez
Número de registro Indautor: 03-2019-082010250500-01
ISBN: 978-607-29-1754-5

Edición: Nelly Acosta


Coordinación de proyecto: Citlali Camacho
Fortuna tejida: Consuelo Rojas @cositastejidas
Logotipo DivinoDinero: Triny Mancisidor, Growthbrand
Ilustraciones: Vivaracho, Ideas Despacho
Diseño: Vivaracho, Ideas Despacho
Fotografía: Jimena Vázquez
Impresión: Cosegraf, S.A. de C.V.

Todos los derechos reservados. No se permite la reproducción ­total


o parcial de esta obra, sin autorización previa y por escrito de los
titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede consti­
tuir un delito contra la propiedad intelectual.

Impreso en México
Para ti, querido valiente, que sabes que las coincidencias no existen. 

Ha llegado el momento de cultivar tu nueva identidad en soberanía monetaria,


de la forma más gentil posible.
 
Abrazo,
Jess
PRÓLOGO 1

PRÓ LOG O
¡Está s en buenas m an o s !

La relación de una persona con su dinero con frecuencia controla


toda su vida. Nuestras familias, comunidades y la vida que creamos
se amplifica o se diluye dependiendo de esta relación, que se mani-
fiesta directamente en nuestra cuenta del banco.
Nuestros pensamiento y hábitos son aprendidos –muchas veces de
forma inconsciente–, y pasan de una persona a otra; por ello, el
cambio en una sola persona puede generar modificaciones profun-
das en nuestras comunidades y en toda una sociedad. Empieza con
una persona, y genera un efecto de onda impactando la vida de
muchos.
¡Felicidades! Con este libro en tus manos, tú eres esa persona que
iniciará ese efecto.
Pero ¿cómo creamos una transformación que sea duradera en nues-
tra relación con el dinero, si no hay muchos ejemplos de una pers-
pectiva holística y práctica?
Cualquier persona puede cambiar su relación con el dinero si tiene
el maestro y el soporte correcto. Esto va muchísimo más allá de la
‘mentalidad de abundancia’, mucho más allá de crear un presu-
puesto o llevar un registro de gastos.
La maestra de riqueza de la que estás a punto de aprender en estas
páginas es una de las más reales, amables, espirituales y al mismo
tiempo arraigadas que he conocido.
Cuando conocí a Jessica quedé encantada por su accesibilidad, in-
tegridad, vulnerabilidad y dedicación para demostrar que siempre
puedes cambiar tu relación con el dinero, sin importar cómo se vea
tu cuenta del banco en este momento.
Con el paso de los años, mi admiración por su tenacidad, compro-
miso para enseñar liberación monetaria, su excelente sentido del
humor y experiencia, ha crecido de forma exponencial.
2 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Jessica vive los principios que enseña, y crea un espacio libre de


juicio para que sus estudiantes y clientes puedan estar exactamente
en donde están en su relación con el dinero. Después los equipa con
las habilidades, el plan y el sostén para crear un cambio duradero.
¿El regalo? ¡Puedes decirle adiós a la culpa monetaria!
Con un enfoque único y divertido, Jessica empata los principios
espirituales con estrategias prácticas. Crearás una transformación
profunda que impactará tu estilo de vida, además de a tu familia y
a tu comunidad
No te sorprendas si este camino tiene un efecto mucho más grande
que lo que veas en tu cuenta del banco. Apreciarás tu valor interno
en un camino que Jessica, increíblemente, hace divertido.
¡Estás en buenas manos! Estás por iniciar un viaje fantástico.

Angella Johnson
Creadora de Intuitive Marketing Matrix™ y Rebel CEO
www.AngellaJohnson.com
INTRODU C C IÓN
El que avisa no tr ai c i o n a

Yo solo quería comprar una casa, pero soy muy curiosa… Diez años
después de mi despertar monetario, lo que empezó como un taller
en la sala de mi casa, se ha convertido en el Movimiento Divino-
Dinero®. Un proceso gentil y valiente, que hasta el día de hoy ha
sostenido a cientos de personas alrededor del mundo, en 15 países. 

Este no es un libro sobre dinero ni sobre finanzas personales; es un


libro sobre la vida. En realidad, lo pensé como un bálsamo en ta-
rrito para liberar el sufrimiento alrededor del dinero, que veo entre
mi cultura latina.  

Tengo tres intenciones: liberar, encontrar, inspirar. 

1. Liberar el sufrimiento y la ilusión de escasez, que se expresa


a través de la prisa, la culpa y la vergüenza.  
2. Encontrar espacios y caminos para hacerte de recursos que
estén disponibles para ti. Es más, estarás en posibilidad de
generar nuevos contextos. 
3. Inspirar lo que es posible, cuando construyes una nueva iden-
tidad en soberanía monetaria.   

Mi amiga Lilia Graue, de las mentes más brillantes que conozco,


me orientó para verbalizar el contexto de este libro. DivinoDine-
ro® es un método que desarrollé desde mi formación cultural y los
4 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

privilegios que ésta conlleva. Inspirada en el estilo de biografía cul-


tural de la renombrada consultora en temas de diversidad, Desiree
Adaway, hoy te cuento de mí. 

Mi historia 
Mientras este libro surge a través de mis dedos, tengo 42 años. Me-
xicana, nacida en una familia del centro del país, en un ambiente
clasemediero. Me describo como latina porque esto tiene gran sig-
nificado para mí. Fui criada en una familia tradicional y católica:
mi papá y mi mamá duraron seis años de novios antes de casarse.
Soy la mayor de tres hermanos.
Mi mamá, pedagoga, me enseñó a leer cuando yo tenía cuatro años.
Mi papá, contador, siempre consideró que parte de la educación
incluía conocer restaurantes finos, diversas culturas y tomar el mi-
crófono para hablar en público ante cualquier audiencia. Hoy en-
tiendo que eso me dio las bases para considerar normal pedir algo
diferente, saber que era posible merecer otra guarnición, igual en el
plato que en la vida. 
 
Tuve el privilegio de asistir a colegios privados – muchas veces gra-
cias a becas y patrocinios–. Soy bilingüe desde la infancia. 
Me considero, como diría mi hermano, de los hijos bendecidos de
Dios. Mi historia no da para guión de telenovela. Tengo una mente
veloz para aprender, soy en extremo curiosa, me fascina leer, inves-
tigar. Estudié mercadotecnia; siempre tuve una sed de comprender
los comportamientos de las personas. 

Con los mismos tres pantalones, –mi sueldo se iba en pagar los
créditos estudiantiles– trabajé por décadas en empresas norteame­
ricanas, siempre en áreas comerciales. De ahí que una de mis habi­
lidades actuales sea ver dinero. Fui la primera, pero no la única de mi
clan, en estudiar una maestría, con cursos y viajes en el extranjero. 
I N T RO D U C C I Ó N 5

Me formé como coach, en una segunda carrera, como una búsque-


da personal. Dios me ha dado la gracia de instruirme por años en
diversas especialidades de coaching, de la mano de reconocidos en
la industria en el mundo occidental. En esta profesión he invertido
incluso más que en mi primera formación como mercadóloga (in-
cluyendo la maestría).
A estas alturas de mi vida, ya he salido de muchos clósets, diría la emoti-
va conferencista Ash Beckham. En este momento llevo una práctica
espiritual secular (mas no agnóstica). No dudo de la existencia de
un Ser Superior. En mi casa nunca hubo Virgen de Guadalupe, no
rezábamos ante ningún Santo, aunque tengo un especial aprecio
por el converso San Francisco de Asís. Soy respetuosa de cualquier
expresión espiritual. Cuando hago referencia a otras religiones, es
sin afán de apropiación, sino porque encuentro en ello una forma
de nombrar o describir.  

Tenía menos de tres años cuando predije la llegada de mi hermano


“porque Papá Dios me había dicho”. Ya hice la paz con mi capaci-
dad de ser persona altamente sensible, empath (siento las emociones
ajenas) y con tener un desarrollado sentido de clariaudiencia. Sí,
literal, oigo cosas. Siempre me encomiendo a Dios, pido solo presen-
cia de luz en mi vida. Creo en los ángeles como mensajeros y utilizo
oráculos (no adivinatorios) para conectar con el subconsciente de
las metáforas.

Interpreto sueños, me gusta el significado de los animales de poder,


sé cortar lazos y me volví aprendiz de conectar con la consciencia
de mi cuerpo... de sentir la energía de mi negocio.

No miento cuando digo que yo canalizo modelos de negocios: veo


slogans o nombres de programas de coaching. ¡Me contratan por eso!
Escucho ideas de promociones: soy extremadamente sensible a es-
trategias de los negocios de otros. 
6 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

He tenido mis Noches Oscuras del Alma, diría el autor Tomas


Moore. La depresión y la bulimia fueron dos de las pruebas más du-
ras, y al mismo tiempo, los motores que me impulsaron a entender
mi porqué. Solo enseño lo que me ha funcionado. 
 
Soy una optimista terrible, lo heredé de mi mamá; lo tengo hasta en
el nombre. Siempre miro el lado constructivo: ahora soy cuidadosa
de no brincar y hacer el bypass espiritual, es decir, saltarse el dolor
inevitable al procesar algunos temas. Me gusta dar crédito siempre
a las personas, autores, maestros, de quien aprendí o a través de los
cuales se reveló la claridad. 

Este libro está escrito con el contexto de mi vida, mi humanidad


y mis puntos ciegos. Si encuentras una forma en que podemos
abordarlos y te nace compartir, de corazón escríbeme. No espero
que hagas mi trabajo: me encantará aprender contigo. 

Finalmente, estas páginas ven la luz hoy: cuando tengo 12 años de


feliz matrimonio y soy la mamá de un Sibarita de cinco. Lo que en-
seño ha cambiado la identidad y la cartera de cientos de personas
de habla hispana, y es solo uno de tantos posibles caminos.  

Como todo el legado de mi trabajo, es posible que después evolu-


cione; que mi forma de enseñar se profundice. Cuando llegue ese
momento, cruzaremos el puente.  
I N T RO D U C C I Ó N 7
8 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

¿Qué es DivinoDinero®?

— Yo creo que lo tuyo es un tema de dinero –me dijo mi enton­


ces mentora Beth, pasados tan solo 10 minutos de mi día de
inmersión en Chicago.  

El objetivo de ese viaje era tener el plan estratégico para dar el


salto del mundo corporativo al mundo del emprendedor, después
de cinco años de coquetear con la idea, hacer mis primeros pininos y
resistirme hasta con las uñas. 

Se me sumió el estómago porque esa idea de trabajar con temas


de dinero era como volver a empezar. Solo pensaba en mis videos,
grabados profesionalmente, que estaban aún enlatados para ver la
luz. 

— Voy por un café –me dijo Beth–.  Mientras escribe en estas


hojas lo que sabes del dinero. 

Mi mano se movía sin parar, en lo que ahora puedo describir como


una toma de consciencia. Era yo la que escribía, y al mismo tiempo,
estaba claro para mí que esos conceptos no eran meramente inspi-
ración propia. 

“El dinero es una habilidad”, empezaba en la primera hoja. Yo


parecía tomar dictado en taquigrafía. 

Diez minutos después, reloj en mano, había tres hojas escritas. Fra-
ses, garabatos, esquemas. ¡Wow! Algo había sucedido.
I N T RO D U C C I Ó N 9

— Cuéntame, ¿cómo llega la gente contigo con esos temas de


dinero? –prosiguió Beth, que no parecía sorprendida ante
mis prolíficas neuronas. 

— Llegan con un sentimiento de vergüenza y culpa: por el dine­


ro que no tienen, por los errores del pasado, o por el dinero
que sí tienen y que otros no. Luego se enojan para llegar al
momento de “basta, nunca más”. Se arremangan la camisa y
ponen manos a la obra. Agarran al toro por los cuernos. En una
cuarta fase empieza la creación y acumulación de fortuna,
que no solo es dinero. He visto a algunos conectar con una
visión que sobrepasa sus años de vida y construyen el legado,
no solo monetario, también de las ideas con las que quieren
dejar el mundo –contesté de un hilo, describiendo por pri-
mera vez lo que había presenciado por años. 

— ¿Te das cuenta de que eso que acabas de describir es todo un


proceso de cambio de identidad monetaria? –inquirió Beth,
impávida.

Me quedé helada. Estuvo ante mis ojos tanto tiempo, construyén-


dose casi con vida propia. El resto del día nos dedicamos a nombrar
las diferentes formas en que podía construir mi vida después del
corporativo. Ahí se revelaron las siete etapas de tu relación con el
dinero, las habilidades, la identidad monetaria… en fin, un mundo
de posibilidades.  

En la cena me esperaba ya mi comadre La Jarocha, que había vola-


do para acompañarme junto con su hija en este viaje. Cenábamos
hamburguesas. Entre mordida y mordida le confesé que tenía una
sensación agridulce. Tantos años trabajando en otra línea de con-
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tenido para terminar donde empecé: hablando de dinero. Era diciembre y


Chicago me azotaba evidencias frías: el viento en la cara, ya ni se
sentía tanto. La Jarocha me decía, en el optimismo que nos une, que
solo se trataba de un ajuste de estrategia. Como lo habíamos hecho
tantas veces antes. 

Los primeros días de enero anuncié en mi perfil personal de redes


sociales que daría un curso de dinero. Cupo: 10 personas... porque
eran las que cabían en la sala de mi casa.  El grupo se llenó en cua-
tro días. Por semanas enseñé lo que sabía de dinero, pero con la
parte emocional, la espiritual, con tintes prácticos. 

— ¿Cuándo lo das virtual (el curso) porque vivo en Colombia?


–me llegó un mensaje.
— En dos semanas –respondí con valentía.

DivinoDinero®. Me desperté un día escuchando esa conocida


voz en mi cabeza. Claro que me daba miedo unir esos dos mundos.
Pero el nombre tenía tanto sentido. Todo es divino, incluyendo el
dinero. En el mundo no hay separación: todo puede ser una lección
espiritual, especialmente el dinero. “Ya es momento”, concluyó la
voz de mi intuición. 

Así fue creciendo, madurando, construyéndose con resultados y


retroalimentación. Gracias a la ayuda de mi amiga y maestra en
educación, Lorena Aguirre, DivinoDinero® se convirtió en un
programa para el desarrollo de habilidades espirituales: ocho des-
trezas interiores para sanar tu relación con el dinero. Habilidades
para liberarte de la ilusión de la escasez y conquistar tu Fortuna
personal. 
I N T RO D U C C I Ó N 11

Los problemas de dinero no se resuelven con dinero… porque nun-


ca estuvieron en la cartera. En realidad, lo que experimentamos
son los síntomas de nuestra identidad alrededor del dinero. Esa
identidad es la raíz desde la cual tenemos un concepto de nosotros
mismos, desde ahí actuamos para los resultados que tenemos. He
aprendido que el cambio más duradero viene cuando cambiamos
esa identidad.  

Lo que yo no sabía es que se puede construir identidad en dos vías: 


• De adentro hacia afuera, es decir, cambiando nuestra percep-
ción, pensamientos, puntos de vista, patrones heredados... 
• Y de afuera hacia adentro, a través de los hábitos, procesos y
habilidades

En resumen, DivinoDinero® es un proceso para el desarrollo de


ocho habilidades, cada una de las cuales encontrarás en este libro
como un capítulo: 

• Divina Compasión: de la culpa al perdón


• Divina Curiosidad: del juicio al alivio
• Divina Claridad: de la confusión a la serenidad
• Divinos Cojones: de la evasión a la verdad
• Divina Congruencia: de la apatía a la acción
• Divina Creación: del drama al orden
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• Divina Confianza: de la duda a la certeza


• Divina Celebración: de la dependencia a la soberanía 

Cada capítulo te da pautas y una guía para integrar esa habilidad.


También incluye un Desafío para que, en acción inspirada, pongas
en práctica esta nueva consciencia.  Algunos desafíos son mentales,
otros son para actuar en casa; algunos te tomarán más tiempo que
otros. Así están diseñados.   

Tu ecosistema cambiará, tus hábitos se modificarán, tu identidad se


transformará. Hicimos un hermoso Mapa que te servirá de guía. Lo
puedes encontrar, igual que todos los regalitos que acompañan este
libro, en www.JessicaVazquez.com/libro

La intención benevolente de DivinoDinero® es despertar del es-


tupor, graduarte de la ilusión de escasez. Es una guía en tu camino
de identidad desde la miopía –evasión, ceguera como de un topo
miope– hasta la soberanía monetaria. Tomar las riendas no solo de
tu realidad, sino de tu visión y legado futuros.  Todo basado en la
teoría de la mentalidad de crecimiento, de la profesora de la Uni-
versidad de Standford, Carol Dweck, es decir, que las habilidades
–incluyendo la consciencia de dinero– puede desarrollarse con de-
terminación, propósito y perseverancia.  
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DivinoDinero® es diferente en tres sentidos. 

• Primero: tiene un foco en desarrollo de habilidades para


transformar tu identidad monetaria.
• Segundo: es un modelo respetuoso y gentil.
• Tercero: utiliza el dinero como un gran espejo para reflejar
otros aspectos de tu vida, que ahora puedes ver con claridad.

¿A qué velocidad avanzar? El programa está diseñado para que


adquieras una habilidad por semana. Pronto te darás cuenta de que
quieres profundizar en algún módulo, o pasar ávidamente por todo
el contenido. Elige lo que funcione mejor para ti; muchos valientes
‒así nos llamamos los practicantes de este modelo–, asumimos que
estas prácticas son para disfrutarse toda la vida. Son guías a las
cuales volver con la gracia de la experiencia.  

Prepárate para los #MilagrosMonetarios. De acuerdo con el libro


espiritual Un Curso de Milagros, estas maravillas describen un cambio
de percepción. Algunos días aprecias el fruto que se hace eviden-
te, otros celebras la semilla que se plantó. Te invito a que tengas una
jarra o frasco donde colecciones todas esas evidencias de progreso.
Te invito a no minimizar estos prodigios.   

Celebramos el cambio de dirección. Piensa en una pelota de golf


que es del tamaño de un limón. Lo que separa a los grandes golfis-
tas, de los inocentes en el green, son solo grados de diferencia o de
intensidad al golpear la esfera. Aprecia esos ligeros cambios de di-
rección, que multiplicados por el tiempo, te hacen llegar a puertos
distintos. En la vida, como en la cartera, lo que aprecias, se aprecia. 
14 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

También puedes compartir tus hallazgos con otros valientes, de


forma virtual, utilizando el hashtag #DivinoDinero. Me encantará
leerte, de verdad escríbeme a jessica@jessicavazquez.com 

DUDAS RAZONABLES

Ante la duda, se presume la buena intención. Cuando te embarcas


en un nuevo camino, la mente nos protege a través de la duda. Para
esa parte de nosotros, cualquier cambio significa peligro. Es válido
dudar, cuestionarse. Antes de avanzar, quiero contarte mi punto de
vista sobre algunas preguntas que puedes tener. 

¿Cuánto dinero más voy a ganar si practico DivinoDinero®?


No lo sé. Tal vez el doble o el triple, como algunos valientes. Tal vez
el mismo. Lo que he observado es que tu relación con el dinero no
depende del tamaño de tu cheque.  

Algo de lo que experimentan los valientes, y que es una posibilidad


para ti:

• Disfrutar una nueva ligereza en el camino, al soltar culpa,


vergüenza o mirar el pasado desde un enfoque constructivo. 
• Activar la dulzura de la suficiencia en la vida. Desde: Tengo
suficiente, hasta mi favorita: Soy suficiente.
I N T RO D U C C I Ó N 15

• Confiar en tu capacidad para generar dinero y disfrutar de


una vida afortunada, sin importar la economía. 
• Saber que puedes manejar situaciones inesperadas con gra-
cia. 
• Sentir una enorme satisfacción y soberanía al alinear priori-
dades monetarias con valores profundos de vida.
• Reconocer el poder de tu cuerpo y emociones como guía en
la toma de decisiones afortunadas. 
• Conectar con otras personas, de forma genuina, sin importar
la aparente diferencia de nuestra realidad monetaria. 
• Invertir, ahorrar, gastar con entusiasmo y serenidad, al saber
que estás construyendo verdadera riqueza. 
• Sentir la satisfacción de graduarse de deudas, de pagar cuen-
tas a tiempo cada mes y cumplir tus compromisos moneta-
rios. 
• Saberse tan afortunado que puedes compartir desde la gene­
rosidad a causas que mueven tu corazón. 
• Conquistar tu Fortuna personal.

¿En cuánto tiempo podré ver resultados?


Depende de ti, de tus circunstancias. Del interés y la intensidad de
la práctica. De lo listo que estés para probar nuevos puntos de vis-
ta y tu disposición para recibir. Razón por la que te invito a llevar
registro gráfico con tu jarra de evidencias de todo lo que ya sucede
en la categoría de #MilagrosMonetarios. 

¿Este trabajo funciona solo para cierto nivel económico?


Entiendo que tal vez, algunos de los valientes lectores tengan dife­
rentes circunstancias que les impide tener acceso a algunos recursos. 
16 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Nada de culpas, esto es responsabilidad del sistema de inequidad.


Sepan que este libro se sembró en mi corazón, con el anhelo de
mover la aguja del sistema. Esta propuesta busca encontrar los es-
pacios que ya existen para que puedas conectar con los recursos ya
disponibles. 
Ahora voy con ustedes, Espíritus Bravos, que tienen acceso a pri­
vilegios.  Perfecto. Porque con ellos viene también la enorme opor-
tunidad de hacer la diferencia tanto en la soberanía de tu cartera
como al elevar la consciencia en tu círculo de influencia.
No se trata de un trabajo de bandos: ustedes contra nosotros. Se trata
de recordar la unidad que ya somos. 

¿Por qué está basado en un cambio de identidad?


Cuando tienes una identidad fija alrededor del dinero (con frases
como “Nunca me alcanza”, “Gastamos como bestias”, “Desaparez-
co el dinero”, “Soy malísimo...”) es complejo y agotador cambiar
desde esa falsa solidez. Los resultados que hoy tienes en tu cartera, y
por ende, los resultados que actualizas en tu vida, son consecuencia
de esa identidad.  
Esa identidad es maleable, como el barro que en tus manos puede
tomar la forma que quieras. Lo único real es que somos seres in-
finitos, divinos y afortunados por naturaleza. Nos toca recordar eso
que somos y perdonar(nos) por las experiencias previas alrededor
del dinero.  
La buena noticia: ¡es posible! Lo he comprobado con decenas de
valientes que han elegido el camino de construir identidad en so-
beranía monetaria. La identidad no es un lugar hacia el cual llegar,
sino desde el cual partir, como diría la especialista en Human Design,
Kris Prochaska. 
I N T RO D U C C I Ó N 17

¿Qué es Amor Apache?


Es el término con el que me refiero a mi forma gentil de nombrar
los elefantes en la habitación. A veces de forma más ruda, sin eu-
femismos, pero siempre respetuosa.

¿Es DivinoDinero® una nueva propuesta económica para


terminar con la pobreza del mundo?
No. Este es un acercamiento para trabajar desde el sistema económi-
co que ya está, para generar el dinero que sí está disponible para ti,
en función de tu acceso. Nuestra misión es ampliar ese espacio de
libertad y movimiento, a través del cambio de identidad monetaria. 
Reconozco que este no es un disruptor del modelo económico exis-
tente. En este sentido, no se trata de una liberación económica, pero sí
de una propuesta para navegar el sistema de la mejor manera para
ti, tu familia y para otros. 

¿Este acercamiento considera solo el trabajo remunerado


como un vehículo para conectar con la riqueza?
No. También se incorpora el reconocimiento de esta labor no re-
munerada, conocida como la Economía del cuidado. Mi intención es
dar luz y reconocimiento a esta economía que se mueve en labor no
remunerada, principalmente por mujeres. Actividades de crianza,
cuidado, gestión doméstica que, al no ser monetizadas, se asume
que no tienen un valor en un sistema de vida actual. No se asigna
valor de productividad a aquello que no genera dinero, se infiere
que esta labor es menos valiosa, y de ahí se genera culpa artificial. 
Reconocer la contribución a la vida de otros, sin importar la remu-
neración, abre los espacios para conectar y permitir más fortuna.
¡Te encantará la historia del capítulo de DivinaConfianza!
18 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

¿Es una propuesta sólo para mujeres?


DivinoDinero® es incluyente. Es cierto que el 80% de los va­
lientes que se sienten atraídos por mi trabajo, se identifican como
mujeres; pero la propuesta es para todos.  El practicante más joven
tiene 5 años, y el mayor 82. 

¿Este es un trabajo informado en un contexto de trauma?


Sí. Aunque mucho de mi trabajo está basado en un enfoque cogni-
tivo, reconozco que a veces cambiar tus pensamientos de dinero no
es suficiente. Como diría mi maestra Nona Jordan, a veces lo que
necesita re-conectarse no son los pensamientos: es nuestro sistema
nervioso. Algunos pensamientos de ansiedad, miedo, abrumación,
son resultado de un sistema nervioso no regulado, enviando impul-
sos a tu mente.  
No soy terapeuta ni psicóloga, pero la evidencia me permite confir-
mar que un sistema nervioso regulado, aunado a un trabajo cogniti-
vo, emocional y espiritual, es un camino para un cambio sostenible. 

¿Cambiar mi realidad monetaria me va a separar de mi


familia y amigos?
¡Ufff ! Excelente pregunta. Por mucho tiempo esa fue la principal
barrera para mí. Hasta que Marc David, uno de mis maestros, trajo
a la mesa el concepto de epigenética. Es decir, sin cambiar el ADN,
hay situaciones que pueden “no activarse”. 
Desde una perspectiva espiritual, realizar cualquier trabajo de inte-
gración beneficia a tus descendientes, a tu linaje ancestral, y desde
mi punto de vista, a la consciencia colectiva. Es decir, ¡va por ti y
por todos tus amigos! Lo que te garantizo es que, al cultivar la ho­
nestidad personal, tus relaciones también lo serán. 
I N T RO D U C C I Ó N 19

Hablas de energía, ¿no es eso muy esotérico?


El término energía tiene diversas definiciones. El concepto de ener­
gía al que me refiero está relacionado con la capacidad de gene­
rar movimiento o lograr la transformación de algo.  Tan metafísico
como la consciencia Abraham Hicks, y al mismo tiempo tan cientí­
fico como la equivalencia de masa y energía de Albert Einstein. 

¿Se trata solo de un trabajo de energía? ¿Dónde quedó lo


práctico del dinero?
Como la vida, DivinoDinero® es un acercamiento desde las ideas
hasta la acción. Encontrarás ejercicios prácticos para construir
identidad en dos sentidos: desde los pensamientos y desde los hábi-
tos. Este no es un libro de finanzas personales, ni incluye un listado
exhaustivo de fondos de ahorros de inversión. Este libro es una brú-
jula y un mapa emocional. 

¿Qué es Conquistar tu Fortuna personal?


La fortuna es como la plenitud: diferente para cada quien. Incluso,
cambia en cada etapa de vida. Fortuna, además de ser la unicornia
anfitriona del programa DivinoDinero®, es la forma en que me
refiero a las oportunidades, al bienestar y a la gratitud en la vida.  
Puede encontrarse en monedas, en ideas, en disfrute, en recibir y
entregarse a la experiencia. La fortuna, que en este contexto no
hace referencia a hechos fortuitos, se conquista desde la acción ins­
pirada. Es una experiencia que puede disfrutarse todos los días. 

¿Empezaré a ver ‘dinero volando’?


Es probable. La fortuna se actualiza a través de diferentes caminos.
Lo que más he notado es que percibes dinero, oportunidades, per-
sonas, que ya estaban ahí. Pero no podías percibirlas, solo porque
no tenías el contexto.  
20 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Mi hijo ha vivido toda su vida en la misma casa, donde hay señales


de límite de velocidad.  Cientos de veces pasamos por la misma ca­
lle, hasta que un día me dijo: “Mira mamá, ese es el número 20”. El
anuncio de tránsito siempre estuvo ahí, él pudo verla cuando tuvo
el contexto y la referencia... Lo mismo con la fortuna. 

Ideas para obtener lo mejor de DivinoDinero® 

• Este libro, como muchas cosas en la vida, te dará en la medi-


da que te entregues al proceso.  No se trata de conocimiento,
sino de sabiduría: de acción inspirada. Dale una oportunidad
a los desafíos, a través de involucrarte de forma activa a la
práctica; ahí encontrarás lo que funciona para ti. 
• Se presentará la resistencia, que es justo lo que te indica
dónde está el trabajo que toca hacer. Abrázala con tu pre­
sencia plena, deja que sea tu compañera... pero que no te
detenga. 
• Piensa en este libro como un buffet: toma lo que funciona
para ti y deja el resto, sobre todo si tiene algún ingrediente
que te despierta alergia.  Si en algún momento los conceptos
detonan algo en ti, déjalo. Haz siempre lo que sea más com-
pasivo.  
• El modelo DivinoDinero® está organizado en tres fases: 
1. Desde lo más sutil en preparación: Divina Compa-
sión, Divina Curiosidad y Divina Claridad.
2. Para pasar después a las habilidades cúspide: Divi-
nos Cojones y Divina Congruencia.
3. Y después llegar a la fase de integración: Divina
Creación, Divina Confianza y Divina Celebración. 
I N T RO D U C C I Ó N 21

• Si alguna de estas habilidades se te hace compleja de enten­


der, sáltala. ¡Sigue! Confía en que todo sucede en un orden
preciso, para tu mayor beneficio. 
• Encontrarás sugerencias de otros autores, lecturas com-
plementarias, otros recursos.  Como dice mi querida auto-
ra Elizabeth Gilbert, sigue tu curiosidad. Hago mención a
dife­rentes modalidades, herramientas, técnicas y filosofías
diseñadas para crear cambios en tu perspectiva de la vida.
Algunas de mis favoritas: programación neurolingüística,
yoga, Access Consciousness® y Tapping. 
• También habrá sorpresas con material complementario que
puedes descargar de forma digital en mi página web www.
JessicaVazquez.com/libro 
• Comparte tu camino a través de la acción antes que el
proselitismo. La palabra ilustra –o sermonea– pero el ejem-
plo arrastra. En tus actos y palabras hablará tu identidad.
¡Diviértete! Aprende a través del movimiento. 

Sanamos en comunidad

Al probar un camino diferente, hay quienes damos los primeros


pasos en solitario para explorar el nuevo terreno. Si eres como yo,
después querrás compartir con tu círculo más cercano: 

• Puedes organizar círculos de lectura de DivinoDinero®, o


compartir tus hallazgos con tu cómplice monetario. Recluta
tu sistema de soporte y propulsión. 
• Si requieres soporte personal, puedo ayudar también. 
• En este libro encuentras muchas historias de personas valien-
tes, quienes como tú y como yo, eligieron el camino de desa­
rrollar la habilidad del dinero. En todos los casos, los nom-
22 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

bres y las circunstancias son reales. Ellos son Espíritus Bravos


que han elegido compartir contigo para seguir abonando ha-
cia la soberanía monetaria. 
• Al final del libro, hay una invitación especial si deseas pro-
fundizar en este camino. 
• Otra alternativa es integrarte al programa online Divino
Dinero®, el génesis de todo este movimiento. Aquí otros
valientes alrededor del mundo: compartimos, crecemos, ce­
lebramos. Busca www.JessicaVazquez.com para más infor-
mación.

Tú sabes lo que funciona mejor para ti.  

Y pensar que yo solo quería comprar una casa… 


I . D I V I N A C O M PA S I Ó N 23
24 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
I . D I V I N A C O M PA S I Ó N 25

DIVINA COMPA SIÓN


De la culpa al perdó n

“Compasión implica reconocer la condición


de nuestra humanidad compartida, con fallas y frágil”.
Kristin Neff 
 
— Siempre calienta, por favor –es la petición de Tania Sal-
vador, mi entrenadora física. 

Resulta que los músculos deben prepararse para el rigor de la sesión


que le vamos a regalar. Esto les permite un mayor rango de movi-
miento, flexibilidad, e incluso, los ajusta para un mejor desempeño.
Lo mismo con crear dinero. La compasión, la parada inicial del
gran viaje, nos alista para estirar nuestra emocionalidad y espiritua­
lidad.
 Conocer los beneficios de la compasión te dará un puerto seguro al
cual volver. Una orilla de la alberca sobre la cual asomarte a tomar
aire. En el camino hacia la conquista de tu Fortuna personal, puedo
anticipar que habrá situaciones incómodas.  Ante la tentación de
soltar al kraken con sus gigantes tentáculos de juicio, la compasión
es el antídoto gentil más eficaz, para que esa criatura desaparezca
desde el centro.  
 
En este capítulo descubres:
1.    Cuál es tu motor, tu razón para empezar este camino.
2.    Los tres elementos que integran la compasión.
3.    La pregunta próspera que te regresa al muelle.
26 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Compasión no es lo mismo que lástima. Lo puedo definir como ser


amable contigo mismo, como eres amable con los demás. Adelante
profundizaremos en el tema.
 
A todo esto, ¿por qué no es natural conectar con la realidad de una
vida afortunada? La verdad es que no la tenemos tan simple para
abrazar la fortuna como nuestro modo natural de vivir. 

Primero. Es un reflejo primitivo querer mantenernos a salvo y


acumular. Eso significaba nuestra sobrevivencia. En la escala básica
de Maslow, el primer peldaño de su pirámide es la seguridad. Al
más ligero asomo de amenaza –real o imaginaria– nuestro cuerpo
se dispone para huir, pelear o paralizarse. Los tres estados son bio­
lógicos, lo tenemos alambrado en nuestro ADN de mamífero.  

“Algunos de los síntomas que indican que vives en un cuerpo con


trauma o estrés residual son, por ejemplo, que no puedes conectar
con el sentido de riqueza, de oportunidades; te sientes la mayor
parte del tiempo en estado de ansiedad o preocupación; te para­lizas
ante la toma de decisiones, ya sabes –mentalmente– qué hacer; y
eres incapaz de tomar acción”. Es lo que leía, boquiabierta. Era la
descripción que mi maestra Nona Jordan hacía sobre nuestra re­
lación con el dinero.  “¡Yo, yo, yo!”, gritaba mi cuerpo. “¿Cómo, si
soy tan inteligente, no le puedo dar la vuelta a este tema del dine-
ro?”, me decía.

¿Te detonan las ilusiones de escasez? ¡Felicidades! Eres como yo,


un humano funcional, cuyo cerebro trabaja a la perfección. Es
probable que, además, haya residuos de estrés o trauma que te
impiden avanzar.  Hablaremos más de esto en el capítulo de Divi­
naCuriosidad. 
I . D I V I N A C O M PA S I Ó N 27

Es primordial tranquilizar esa parte de nuestro cerebro de lagartija,


que ante cualquier asomo de amenaza de seguridad, se congela,
corre o pelea. Es contra intuitivo. Puede hacerse. Palmas para tu
valor por aprender cómo hacerlo.
 
Segundo. ¿Cómo vamos a lograr la maestría en algo de lo que
nadie habla? El dinero es más tabú que el sexo. Piénsalo. Muchos
vivimos escuchando que hablar de dinero es de mal gusto, es de
mentes pequeñas e interesadas. “Nunca digas cuánto ganas, o cómo
lograste posicionar un servicio premium”. “Por favor, oculta tu in-
terés en descifrar cómo está tu esquema de comisiones”.  

¡Ah! Pero qué tal: “queremos que sepas invertir, vivas libre de deu-
das y tengas, más claro que el agua, cómo funciona tu fondo de
ahorro para el retiro…”  Excuse meeeee. ¿Cómo podemos ser buenos
en algo, de lo que está casi prohibido hablar? Ovación a tus agallas
para desarrollar estas habilidades. 
 
Tercero. El mundo de lo material vive de tus dudas, de crear anhe-
los y deseos a propósito, para que tu cartera mueva la maquinaria
de consumo. Sin discursos puristas, ni arengas subversivas para que
te salgas del sistema, solo quiero decirte que hay un sistema.  

“Para que compren, hay que picarles la culpa de ser mal padres”,
decían los creativos de la agencia de publicidad. En la sala de juntas
fría y atiborrada, los ejecutivos tecleaban sus computadoras como si
fuera concierto a veinte manos. Casi los veía salivar mientras hacían
cálculos de cuántas computadoras podían venderse durante el re-
greso a clases. Alcé las cejas tanto, en señal de incredulidad, que
parecían juntarse con el pelo. El estómago me dolió de tristeza. Me
prometí que jamás haría sentir mal a las personas con el objetivo de
motivarlos a comprar.  
28 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Hay muchos intereses económicos detrás para que vivas en la ilusión


de escasez. Es duro, y es cierto. Mientras más se avive el fuego de
la insatisfacción, mientras más problemas encuentren las empresas,
para las soluciones que ellos venden, es fantástico. Las buenas noti-
cias es que una vez que despiertas del estupor, no hay forma de que
te vuelvas a dormir.   

La ilusión de escasez es insidiosa y escurridiza. 

De acuerdo con Gina y Jennifer, en su libro The 7 Laws of Enough,


algunas armas de la escasez son separación, comparación, compe-
tencia, contracción, distracción, la discordia, la duda, el fracaso, la
acumulación, la hostilidad, la impaciencia, los celos, el resentimien-
to, la resistencia, la prisa y la preocupación. ¡Ya sé! Cuando lo leí
no paraba de sobarme la cabeza por tanta pedrada recibida. Pero
me dio mucha claridad y curiosidad de la forma en que me tropiezo
con la escasez. 
 
Esta triada de Instinto, Evasión y Consumo, es la marea en la que
nadamos. En estas circunstancias tienes el gran poder de la elección.
“Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio te­
nemos el poder de elegir nuestra respuesta.  En nuestra respuesta se
encuentra nuestro crecimiento y nuestra libertad”, asegura Viktor
E. Frankl. 
 
I . D I V I N A C O M PA S I Ó N 29

Dime tu porqué 
 
No te voy a mentir, diciéndote que este será un paseo por las nubes.
Habrá momentos tristes, incómodos, duros. Pero sí te garantizo dos
cosas: 

1. Este malestar ofrece buenos rendimientos. Es decir, de to-


dos modos ya vives en desasosiego por la miopía mone­
taria; al menos que haya retorno emocional, ¿no?  
2. Te garantizo que es menos tenebroso de lo que tu mente
te hace creer.
 
Este camino ya tiene mapa para guiarte, sabrás dónde estás y hacia
dónde te diriges. Además, es un método comprobado por decenas
de valientes que han caminado antes que tú. Estás en buena com-
pañía.
 
Simon Sinek, en su libro Start with why, establece que para incre-
mentar las posibilidades de que sigas avanzando hacia la conquista
de tu fortuna personal, conectes con tu motor. Es decir, con una
razón que te haga levantarte cuando el despertador monetario de
tu vida suene. Más allá de un saldo en ceros de tarjetas de crédito,
después de un aumento de sueldo, hay algo mucho más profundo
que mueve tu corazón. ¿Qué es? ¿Quién es?

Una de las valientes de DivinoDinero® se sentía algo confundida,


pues cuando hizo el ejercicio de visualización, encontró que ese mo-
tor era ella misma. ¡Felicidades!  Eso también funciona. De hecho,
algunos autores confirman que ese motor debe venir de uno mismo.
Si esto funciona para ti, adelante, razón suficiente. Recurre a esa
imagen, a ese concepto de ti. Tal vez te visualices a cierta edad:
30 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

como el niño que anhela sanar, o como el adulto en plenitud para el


que estás preparando terreno.  

A mí me funciona conectar con algo más grande que yo, siento


que le sacamos más jugo al trabajo. Desde mi linaje, las almas eligen
dónde nacer. Sé con los huesos que hay dos lecciones que el Sibarita
(mi hijo) aprenderá conmigo; y la fluidez monetaria es una de ellas.
Porque conquistar tu fortuna personal requiere todo lo que tienes…
pero tienes todo lo que se requiere.
 
Aprendí de Marc David, mi maestro y fundador del Institute of Psy-
chology of Eating, que cuando sanas algo en tu vida, de una forma
extraña también sanan tus ancestros. Resolver mis temas de dinero,
mi relación con la suficiencia, es la ofrenda con la que agradezco a
mis antepasados el privilegio de vivir. Hoy, con el conocimiento y la
disposición que me han sido dados, abrazo la compasión y hago el
trabajo que se requiere para graduarme de la ilusión de la escasez.
Te garantizo que cualquier depósito que abones en esta cuenta,
paga interés compuesto. Para ellos y para ti.
 
¿Cuál es tu motor?

Culpa, la maléfica del cuento 

Todas las personas que llegan a mi práctica privada, sin importar


el saldo en su cartera, traen una nube negra sobre ellos: ¡culpa! O
se sienten culpables por no tener dinero; o porque gastaron el di­
nero cuando lo tuvieron; o tal vez porque hay deudas que parecen
no manejables; o por actitudes compulsivas a la hora de comprar.
Incluso, hay quien se siente culpable por tener más que otros, como
resultado de un privilegio familiar.  
I . D I V I N A C O M PA S I Ó N 31

El resultado es el mismo: culpa, vergüenza, remordimiento. Una


angustia que procura aliviarse con la evasión y la secrecía. Como
si no hablar del tema lo hiciera desaparecer. Hay pocos espacios
donde podemos abrir la conversación, libre de juicios. 

Dice Brené Brown, renombrada investigadora y conferencista, que


cuando decimos “me siento culpable”, en realidad nos referimos a
que sentimos vergüenza. Yo interpreto la culpa como una expresión
de remordimiento. Hice algo de lo que no me siento orgullosa y
tengo arrepentimiento de eso. Cometí un error. Historia muy dife­
rente a la vergüenza que sería similar a decir “soy un error”. ¿Ves
la diferencia?  

El gran secreto es separar el hecho de nuestra identidad como per-


sonas. No es lo mismo ser impuntual, que llegar tarde. Todos los ad-
jetivos que amarras después del Yo Soy, se convierten en instrucción
para el subconsciente, que de ahora en adelante buscará confirmar
que tienes la razón, a través de actitudes, comportamientos y hábi-
tos.  

“Soy muy malo con el dinero” es la programación con la que ve­


nimos muchas personas –o nos contagiamos en el camino–, que
permea en el inconsciente colectivo, haciendo una nata de escasez
muy densa. La alternativa simple es “estoy aprendiendo habilidades
monetarias”. O mejor aún, en forma de preguntas: el término affor-
mations es empleado en algunos libros y se refiere a esto.  
Una de mis modalidades favoritas para la liberación de patrones
32 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

es el Access Consciousness®. “Estas técnicas, procesos y herramientas


ofrecen procesos para facilitarte paso a paso el ser más consciente
en tu vida diaria y eliminar todas las barreras que le has puesto al
recibir. El objetivo de Access es crear un mundo de consciencia y
unicidad, para llevarte al punto en que tienes acceso a la conscien-
cia total, sin ningún juicio de nada. Si no tienes juicio de nada,
entonces puedes ver las cosas tal como son, no como las quieres ver,
no como tendrían que ser, simplemente tal como son”. 1

Por lo pronto, te comparto mi pregunta favorita de Access Conscious-


ness®: ¿Cómo puede mejorar esto?

Utiliza la vergüenza a tu favor

Este momento, ahora que estás leyendo estas líneas, la vergüenza


puede darte el alivio que requieres. Su intención constructiva es
una invitación a la integridad. Regresar con nuestras elecciones a
nuestros valores rectores de vida. 

¿Y si te digo que no hay errores monetarios? Con toda certeza te


digo que hiciste lo mejor que podías con lo que sabías (o eras) en
ese momento. La culpa artificial solo nos mantiene en el fango del
castigo, sin poder avanzar. “¡Qué fácil te la quitas!”, diría mi papá.
Decir: “¡Ay ya! Soy malísimo con el dinero”, como si esa fuera la
última palabra, te previene de amarrarte los calzones y aprender a
cambiar.  

1 Access Consciousness®.
Recuperado de https://www.accessconsciousness.com/
es/about/what-is-access/
I . D I V I N A C O M PA S I Ó N 33

Un Curso de Milagros, un libro que está concebido como un recurso


de enseñanza para remover los obstáculos que nos impiden el acce-
so a la paz, asegura –y yo coincido– que “un error requiere correc-
ción, no culpa”.    

Es más, ni siquiera me gusta llamarlos errores. No porque sea un


eufemismo, sino porque llamarlos errores implica equivocación y
juicio. ¿Qué pasaría si solo fueran experiencias que te dieron infor-
mación?  Es como probar recetas: si se te quemaron las galletas, no
significa que seas malísimo en la cocina. Solo quiere decir que esa
receta necesita menos temperatura de horno. Simple. Puedes volver
a hornear hasta encontrar el punto exacto.

¿Cómo entonces acercarte al trabajo del dinero, sin culpa? Simple:


abrazando la compasión. 

Compasión no es lástima

Compasión no es lástima, complacencia o indulgencia. Compasión


tampoco es autoestima. Compasión, del latín cumpassio, “tratar con
emociones”, es un sentimiento que indica la comprensión del su-
frimiento de otro (o el de nosotros). 
34 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Kristin Neff, psicóloga estadounidense, ha dedicado gran parte de


su trabajo e investigación a este tema. Ella sostiene que la compa-
sión está integrada por tres elementos que yo interpreto así:

Primero, la amabilidad. Definida como el deseo genuino de


aliviar el sufrimiento.  Me gusta la postura que tienen en Asia,
diciendo que en la vida el dolor es inevitable, pero el sufrimiento
es opcional. Sufrir es resultado del apego de querer que las cosas
sean diferentes a lo que son. O sufrir viene de anticiparnos a que
las cosas dejarán de ser como ahora. Ambos, generan sufrimiento.
Nos toca recordar que la vida implica dolor, pero ni sufrimiento ni
flagelación. 
La forma simple para conectar con la compasión es a través de la
pregunta: ¿qué haría la versión más amable de ti? Si los síntomas
monetarios que hoy son actualidad en tu vida estuvieran en la vida
de alguien que quieres mucho, ¿qué le dirías? 

Segundo, la humanidad compartida.  La separación es una


ilusión.  Es cierto que todos somos uno, que todos somos humanos.
Este espacio de valentía y vulnerabilidad nos permite conectar con
otros. Dicen que uno puede lastimarse en solitario, pero la sanación
viene siempre en círculo, en comunidad. De una forma misteriosa,
cuando tú sanas un aspecto de tu identidad monetaria, eres inspi­
ración de lo que es posible para otros.  

Tercero, la presencia plena en lugar de juicio o apego. Es


tener la habilidad de separarnos del síntoma, comportamiento, de
nuestra esencia. No eres tus deudas, no eres tu título, no eres la
compulsión de comprar. Como diría Susana, coach de directivos y
practicante de DivinoDinero®, “no soy un billete”. Aquí, la para-
doja. Comprender que tu contribución al mundo no depende del
tamaño de un cheque, es el pasaporte para la conquista de tu For-
tuna personal.
I . D I V I N A C O M PA S I Ó N 35

Presencia es no distraerse, es prestar atención con curiosidad a lo


que hoy está presente para ti. Sin futurismos, sin nostalgias. Solo lo
que es. Sin historias, sin juicios. Con una capacidad de observación
concreta para describir los hechos. 

Lo más sorprendente para mí fue el comprender que no se requiere


autoestima para sentir compasión por nosotros. Como dice Kristin,
la autoestima se basa en métricas externas. En lo que nos hace di­
ferentes, o incluso, en logros del pasado. Nada de esto es necesario
para cultivar la compasión.  

Al saber que todos los días vivimos en la triada instinto/evasión/


consumo, lo único que puedo hacer es tener compasión/ama­
bilidad. Criticar, juzgar, dañar, ante cualquier situación monetaria,
se me hace tan injusto como regañar a alguien que quieres, y que
toca a tu puerta con una hemorragia exterior. Lo primero que haces
es detener el sangrado, abrazar, curar. Ya después te enterarás de
la historia, las medidas de prevención, la creación de historia y la
anécdota. 

La jarra de las evidencias 

Una de las herramientas más poderosas para facilitar el cambio


de identidad es reconocer y celebrar las victorias, sin dudar de su
tamaño o impacto. El libro Un curso de milagros nos recuerda que un
milagro es un cambio de percepción.  Nuestra mente requiere esa
confirmación externa, del cambio interior que ya está sucediendo. 

Cuando tenemos evidencia física, ¡por fin asumimos que estamos


cambiando!  Durante todo tu viaje hacia la conquista de tu Fortuna
personal, te invito a que asignes un frasco transparente, como ja­
36 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

rra de evidencias. Cuando descubras un cambio de actitud, o una


actua­lización de fortuna en tu vida, ya sea en forma de dinero,
ahorros, descuentos, escríbela en un papel y guárdalo en tu jarra de
evidencias. 

Esto te servirá para contestar al pequeño juez interior que vive den-
tro de nosotros, cuando llegue con argumentos como “esto no está
funcionando”, “yo no veo cambios...”. Tienes una evidencia sólida
para demostrarle todos los milagros que ya ocurren en tu vida. 

En DivinoDinero® tenemos la buena práctica de los miércoles de


#MilagrosMonetarios. Solo con la intención de celebrar e inspirar, los
practicantes comparten en el Santuario (nuestro grupo privado),
los milagros que se han presentado en la semana. Pronto estos se
vuelven el nuevo normal, convicción en esta nueva identidad al perci-
bir esta jarra, llenándose de milagros. 

Para recordar…

1. Un error, requiere corrección, no culpa. 


2. La intención constructiva de la culpa es la invitación a la
integridad.
3. La compasión nos ayuda a disolver la culpa.
4. Compasión es ser amable, recordar nuestra humanidad com-
partida y vivir en presencia plena.
5. Milagro es un cambio de percepción.
I . D I V I N A C O M PA S I Ó N 37

DESAFÍO

Mi invitación para iniciar el viaje es que coloques tu jarra de las


evidencias en un lugar visible. Ten a mano el material para escribir
todos los milagros monetarios que empieces a recolectar.

Doble punto si lo compartes con la comunidad de valientes, desde


tus redes sociales, con el hashtag #DivinoDinero. 

DIVINA COMPASIÓN EN ACCIÓN 


Jackie Chan y el tigre regio

“¿Cómo manejas el tema de préstamos familiares?”, preguntó Ós-


car en un entrenamiento online que ofrecí. “Destino, sincronía, al-
goritmo... llámale como quieras”, me dijo. “La vida siempre nos
presenta justo lo que necesitamos. Los libros, las personas, el men-
sajero llega”. Coincido en que la vida es tan generosa y rica, que
basta estar abiertos a recibir. 
 
Su cerebro y forma de pensar de ingeniero siempre buscó los pro-
cesos, la evidencia, la ciencia; digamos que no era un estudiante
fácilmente impresionable.  Esa forma de procesos mentales –obser-
vación, rigor científico, evidencia numérica– lo acompaña ahora
para entender el fondo de la mítica pregunta “¿quién soy yo con
respecto al dinero?”.   

Con Óscar confirmé que el camino del desarrollo personal no es para


beneficio exclusivo. Cuando empiezas a trabajar en ti, todo lo demás
se acomoda. Dado que todos estamos conectados, todo el ecosiste-
38 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

ma cambia y fluye al mover una de las piezas, la única en la que en


realidad tenemos injerencia: nosotros. 

“Al vivir desde la compasión puedes ver que todos estamos en un


camino”, dice. Desde el más rico y multimillonario, hasta el que
parece el más pobre. Todos tenemos una lección particular que esta-
mos atravesando. La compasión ayuda a tener más arraigo, anclaje,
a no tomarse las cosas personales. “Desde que practico la compa-
sión tengo más señorío en mi desempeño”, me cuenta este valiente,
de forma serena. Los romanos le decían gravitas, una de las virtudes
más apreciadas. Todos pasamos por un proceso y se respeta.

El reto más grande es cultivar la compasión personal. “Las cosas


siempre salen bien; si ahora no están bien, es que aún no es el final”,
dice este alumno de DivinoDinero®, recordando lo que aprendió
con uno de sus jefes. Esa tranquilidad permite reconocer que la
situación actual es solo temporal. Nada se va de tu vida hasta que te
entrega la lección que está destinada para ti. 
La prueba más grande para Óscar fue cuando justo el día que com-
praba un anillo de compromiso, le avisaron que ese era su último
día laboral en la empresa. Así sin más: le presentaron incluso a su
reemplazo. Cuando me lo cuenta se nota la doble serenidad. Es
evidente para mí que ya tenía muchos kilómetros recorridos en el
camino de la madurez emocional, a través de la compasión.  

“Todo sale”, fue su mantra.  Entregándose a la invitación y confian-


do en sus tablas 2, Oscar enfrentó el primero de varios retos profesio-
nales, uno en el que hemos estado varios: encontrar trabajo.  

2 Así le decimos en México a la sabiduría que dan las canas, haciendo ref-
erencia a los actores que se han presentado en muchos escenarios, los que
típicamente son de madera.
I . D I V I N A C O M PA S I Ó N 39

El primer mes es fácil, divertido. Meses después sigue sin aparecer


la tierra prometida. A mí me sorprende escucharlo de nuevo: “esto
es lo mejor que me está pasando en mi vida, ¿qué tengo que apren-
der de aquí?”.

Fue la compasión, ser amable, lo que le permitió aprender de la


calma, de la providencia, de abrirse para recibir. Eso también es
fortuna. Es tener la compasión para decir: este es mi plan, pero si
por alguna razón no es lo mejor para mí, suelto la resistencia.  

“Si para este día aún no hay oferta laboral, debo posponer la
boda”. Como si en la vida de Oscar, las coincidencias no fueran su-
ficientes, ese mismo día le llamaron para avisarle que había sido
seleccionado para una posición laboral. En un fin de semana todo
se aceleró: despedida de soltero y viaje a su nuevo trabajo. 

Yo sonrío cuando me cuenta la visualización que tuvo con su no-


via. “Mira, vamos a estar en la pista, vamos a estar viendo a todos,
nos preguntaremos, ¿cómo es que salió todo esto? Sonreiremos, nos
daremos un beso y empezará la gran celebración”. Sus ojos se ilu-
minan al recordarlo y compartirlo conmigo. Yo solo asiento en si-
lencio. 

Hay un momento en que viene el juicio personal, la duda. “Claro


que sí pasa, claro que pensé: ¿qué estoy haciendo mal?, ¿algo está
mal conmigo?”. Meses de entrevistas, procesos inconclusos, puertas
cerradas… Oscar recuerda que hacía frente a ese falso ego con la
serenidad y la compasión.  El juicio solo agrega dolor y nubla las
alternativas.  
40 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

En sus palabras, lo que él había intentado antes en temas de dinero


era llegar a la repartición de tenedores. Como si hubiera un camino úni-
co para todos, a todos nos entregaron un tenedor, pero cada quien
tiene un platillo diferente en su mesa. Tienes primero que ver cuál
es la delicia de manjar y elegir de todos los cubiertos, con cuál se
come. Me encanta esta metáfora. ¿Tú cómo eres con relación al
dinero? El dinero es una consecuencia, la raíz eres tú. 

Hay dinero porque trabajas en ti. “Cuando dejé de juzgar a los ricos,
pude recibir de ellos, recibir de mí y crecer en mi fortuna”. Cuan-
do conectas contigo, con todo lo que eres, puedes expresar en dos
minutos cómo puedes agregar valor, en integridad. Todo lo demás
es una consecuencia del trabajo personal. 

La invitación final de Óscar es la misma que yo haría a quien pisa el


umbral de este camino: “DivinoDinero® es un camino que puede
traerte muchos milagros, si te permites abrirte a recibir, seguir tu
brújula de la paz. Algunos de mis milagros: reparación del auto sin
costo, cerrar un negocio en cuestión de semanas, en lugar de meses
u obtener servicios de forma gratuita…”

“No tienes por qué quedarte en una situación que no te gusta.


Tienes todas las herramientas en tu interior, y en tu círculo para
salir de una situación que no quieres.  Cuando sea tu momento:
ábrete. Cuando te hartes de vivir una etapa que no quieres: ábrete.
Respeta tu propio proceso y el de los demás. Cuando te sientas listo
y tranquilo toma el camino.  El miedo es normal, es parte de tomar
el salto. Si algo te da paz, fuerza y tranquilidad, ¡es por ahí!”.
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 41
42 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 43

DIVINA C URIOSIDA D
Del juicio a l al i v i o

“No tengo talentos especiales. Solo soy apasionadamente curioso”.


Albert Einstein

—La curiosidad mató al gato –reza el conocido refrán. 


—Pero el gato murió feliz –es mi respuesta. 

Mala reputación tiene la curiosidad, como si se tratara de algo an-


tinatural, casi vulgar.  

Se nos olvida que es justo la curiosidad la que ha permitido los


grandes avances de la humanidad. En el génesis de los descu-
brimientos y hallazgos, los visionarios siempre buscan responder la
mítica pregunta: ¿por qué?  

Esa es la misma intriga que desencadenó todo mi trabajo de Divi-


noDinero®. Mis hipótesis sobre las manías monetarias. ¿Por qué
la gente gasta como gasta? ¿Por qué podemos cumplir metas en la
vida, y algunas como las de la cartera, muestran franca resistencia?

Estamos diseñados biológicamente para preguntar acertijos; los


grandes misterios se contienen en paradojas. La curiosidad es como
una pomada de árnica que nos alivia de los moretones monetarios.
Su nobleza radica en la ausencia de juicio. 
44 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Nada es bueno ni malo. Solo es información, datos. El mundo es tan


generoso que nos presenta las mismas enseñanzas una y otra vez,
hasta que integramos la lección. 

No solo eso, es tan gentil que sube de volumen la petición para que
podamos escucharla. ¡Ah, pero somos re buenos para querer meter-
lo todo en cajitas bueno-malo! Todo queremos disecar, emitir juicio,
criticar y cortarle las orillas para encontrarle sentido. 

Nos hemos olvidado de vivir en la pregunta, para saltar a la conclusión.


Encima, cementamos esa conclusión porque nos da la ilusión de
explicar a nuestra mente; le permite tener algo firme sobre lo cual
seguir construyendo. 

La curiosidad es tan natural como respirar. “La Mafia Montessori”,


un término acuñado en el 2011 por el Wall Street Journal, vino a mi
atención gracias a mi maestra Angella Johnson.3 Las mentes más
brillantes en los negocios tienen una formación en escuelas Mon-
tessori. Solo porque se cultiva la práctica de hacer preguntas. Pre-
guntar es dejar abierta la puerta a múltiples posibilidades, gentiles
y creativas. 

3 Sims, Peter. (2011) The Montessori Mafia. Recuperado


de
https://blogs.wsj.com/ideas-market/2011/04/05/the-montessori-mafia/
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 45

En este capítulo descubres:


1. La metáfora budista de la segunda flecha.
2. Las cuatro fuentes de poder personal.
3. La intención constructiva de las emociones.

La palabra curiosidad viene del latín curiositas, deseo de saber, cuida-


do, esmero, inquietud. 

Somos brillantes, inteligentísimos seres. Tenemos poderosas razones


para hacer lo que hacemos. El autosabotaje no existe. Cuando una
parte de nosotros quiere algo, y otra parte de nosotros actúa en
contradicción con ese anhelo, significa que nos está protegiendo de
algo. 

La segunda flecha 

Me agradan los budistas. Corrección: los textos budistas a los que


he tenido acceso me hacen mucho sentido. Buda compartió a sus
alumnos la metáfora de las dos flechas:

• La primera flecha representa lo inevitable de la vida: el dolor,


la enfermedad, la pérdida, la muerte. Esa, con certeza, nos
llegará, simplemente porque somos humanos. 
• La segunda flecha es la que nos disparamos a nosotros mis-
mos, generando una herida autoimpuesta, que con frecuen-
cia es más grande que la primera. Esta segunda herida surge
de la interpretación sufrida de los hechos (que son imparcia-
les e inevitables).  
46 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Tememos enfrentar nuestra realidad monetaria porque en nuestra


brillantez, evadimos ese sufrimiento de la interpretación de esos
números.  

La buena noticia es que esa segunda flecha, el sufrimiento, es op-


cional. Al redireccionar a la mente, evitamos que nos lastime con
los juicios autoinfligidos. Podemos concentrarnos en sanar las llagas
inevitables de la impermanencia de la vida. 

La pérdida es parte de la vida. Pero tenemos la gran oportunidad


de esquivar las sangrientas heridas del juicio. En compasión, en
humanidad compartida, podemos acercarnos a esas lesiones univer-
sales. Desmadejar y sanar, sin el estorbo de la crítica. Sin empeorar
la situación al reprender o murmurar el comportamiento propio y
ajeno. 

Lo lamento. En verdad, lo siento. Lo que sea que hoy te cause dolor,


lo lloro contigo. Quisiera decirte que no volverá a repetirse, pero la
experiencia humana incluye el dolor. Desde mi linaje, nuestra alma
eligió vivir esta aventura encarnada, por las lecciones y también por
los placeres. En el todo no hay dualidad ni separación. Sanar (heal)
significa estar completo (whole). Eso incluye aflicciones y desconsue-
los. Quedarnos solo con nuestra preferencia emocional sería estar
incompletos. 

Las ostras más valoradas son las que crean perlas. Las perlas son
las heridas que han sanado, con capas y capas de nácar. Cuando
un grano de arena o algún otro dolor entra en una ostra, el nácar
cubre ese dolor con capas y capas para proteger el cuerpo suave y
vulnerable de la ostra. 
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 47

No digo que solo a través del sufrimiento se aprendan lecciones.


De hecho, soy partícipe de aprender desde el amor. No creo que
el sufrimiento sea requisito para crecer. Lo que sostengo es que la
certeza del dolor nos da la oportunidad de exprimir el zumo del
aprendizaje. 

¿Me aceptas la invitación de cubrir de luz (nácar) esos granos


monetarios de arena? Si las basuras emocionales, el dolor, son
inevitables, ¿qué mejor inversión que crear perlas de fortuna? Este
viaje de DivinoDinero® no evita el dolor, pero sí lo hace navega-
ble. 

Las cuatro fuentes de poder personal 

— ¿Qué te dice el cuerpo? –me preguntaba mi maestra


Abigail, al otro lado del teléfono. 

Su petición me sonaba tan fuera de contexto; para esas fechas yo


era una cabeza flotante. Siempre me supe muy inteligente; confié
mi vida en el poder del intelecto: cumplidor, predecible… y tam-
bién ansioso. 
48 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Así que cuando me preguntaron qué me decía el cuerpo, éste solo


atinó a alzar la ceja en señal de incredulidad. ¿Cómo diantres iba a
aprobar mi examen de esa certificación Mind and Body? Estaba en
graves problemas. Me sentía tan torpe como en mis clases de estilo,
cuando las demás alumnas de imagen pública nombraban al vestido
por fecha, año y autor. ¡Es que no sabía siquiera por dónde empezar
a escuchar al cuerpo!  

No era éste mi primer acercamiento a las teorías de los cuatro ele­


mentos. Ya en San Luis Obispo, Denisse Linn, mi maestra nativa
americana, nos contaba del aire representando nuestros pensamien-
tos; agua, las emociones; fuego, el espíritu; y tierra, la parte encar-
nada de nosotros. No era ajena a la teoría... pero sí a la experiencia. 

No creas todo lo que piensas

La primera fuente de poder es la más evidente: el intelecto, la men-


te. Hay una distinción importante: mente es diferente que cerebro.
Cerebro es el componente fisiológico. Mente es la maquinita que
produce pensamientos. El trabajo de la mente es buscar explica-
ciones y tratar de entender lo que percibe. Tenemos decenas de
miles de pensamientos al día; la mente es como un par de lentes con
los que ves el mundo.  

Cuando yo era niña, leí un cuento de una protagonista –curiosa-


mente, de la misma edad que yo–, que le encantaba el color verde.
Era tal su fascinación que toda su ropa era verde, todos sus juguet-
es eran verdes, comía solo alimentos de ese color. Llegó a su vida
una bruja que le regaló lo que parecía el mejor obsequio: los lentes
mágicos con los que todo su mundo se convertiría verde. ¡¡Uuufff !!
Imagínate la felicidad de nuestra heroína de pelo rizado y tez cane-
la. Las ilustraciones la mostraban con sus pantalones (verdes), brin-
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 49

cando por los charcos (verdes), jugando con sus amigos... adivinaste.
Pero no es que todo el mundo fuera verde: ella lo veía verde, porque
tenía sus lentes mágicos. 

Veo que muchos latinos usamos esos lentes (me incluyo). Solo que
nuestros lentes son de color escasez. Todo lo que vemos es lo que
nos falta, lo que no nos alcanza, lo que no tenemos tiempo, lo que
no somos. Esos lentes son los pensamientos. Son nuestros interesantí-
simos puntos de vista. Interpretamos el mundo a través de ese filtro,
del que estamos ya tan acostumbrados a utilizar, que ni siquiera nos
damos cuenta de que los traemos puestos. Así como mi amiguita del
cuento. 

Todo tiene una buena razón. Estamos diseñados para aprender, y


luego actuar en eficiencia operativa. ¡Te digo que somos maravi­
llosos! Imagínate qué pasaría si cada que sales de vacaciones se te
olvidara cómo peinarte, cómo manejar o cómo leer. Es decir, cada
que regresaras, tendrías que aprenderlo todo de nuevo. ¡No fun-
cionaría el mundo!  En cambio, mira qué brillantez: aprendo algo,
lo hago ágil y lo memorizo. Puedo dedicar mi espacio intelectual a
dominar otra habilidad y siempre puedo aprender lo siguiente.  

El punto donde esto nos juega en contra es cuando ya somos bien


ágiles en interpretar ilusión de escasez. Ya para qué veo mi tarjeta
de crédito si ya sé que debo mucho. Para qué veo el precio de las
cosas si ya sé que no me va a alcanzar.  
50 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Puedes entrenar a la mente para ver con los ojos de Fortuna. ¿Qué
es lo que hay? ¿Qué es lo que sí tengo? ¿Quién ya soy? 

Solo recuerda: no eres tus pensamientos. ¡No eres tus pensamientos!


Como diría Joe Dispenza: “tu mente crea tu realidad”.  

¿Qué te dice el cuerpo? 

Segunda fuente de poder: el cuerpo. Me refiero al cuerpo físico,


a tu traje terrestre para experimentar la vida. Para acceder a la
sabiduría de tu cuerpo es indispensable conectar desde la seguri-
dad. Momento de hablar de trauma y estrés.  

Mi maestra Nona sostiene –y yo me pongo de pie para aplaudir


porque coincido– que nuestra relación con el dinero, en su esen-
cia, representa nuestro sentido de seguridad, conexión y autoridad
personal. Cuando a nivel intelectual sabemos que hay suficiente
dinero, y aún tenemos sensación de miedo, es muy probable que se
trate de una respuesta a un trauma.  

Trauma es la respuesta a eventos perturbadores que no pudimos


integrar con los recursos que teníamos en ese momento. No solo se
refiere a una historia asociada con Trauma (con mayúscula), como
violencia, abuso, pérdidas. También incluye cualquier evento cons­
tante o trauma sistémico (con minúscula, o como yo le digo, trauma
‘chingaquedito’). 
Algunos ejemplos de situaciones que pueden detonar el estrés resi­
dual son vivir a la defensiva en un país con altos índices de delin-
cuencia; dolor crónico, por vivir en un cuerpo sujeto a críticas; o
incluso, trabajar en ocupaciones que exigen alta tolerancia al estrés.   
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 51

Por mucho tiempo, me paralicé ante la idea de visitar el pasado


por temor a volver a abrir las heridas de la infancia. Pero Sara Ver-
duzco, estudiante de DivinoDinero®, me ofreció la frase que me
daría paz para siempre: “Lo peor ya pasó. Has superado todo lo que
ha sucedido, ha llegado el momento de integrarlo”. 

Conozco tres formas de volver a regular ese estrés o trauma resi­


dual. Yo les digo el Triunvirato de la Triple A: Agua, Árboles (natu-
raleza) y Arte. 

Descubrí cómo cultivar la sensación de seguridad, a través del


mo­vimiento. Fue durante mi certificación como maestra de yoga
restaurativo, en el que Meadow nos invitó a utilizar el cuerpo como
una herramienta de coaching. Cuando supe que el primer retiro de
esa formación sería en San Luis Obispo, me quedó claro que el lu-
gar dejó de susurrar, para mantener la lección a voz alzada. Era mi
segunda vez en ese lugar. 

El salón era alto, altísimo. Nos reunimos por primera vez más de
veinte personas para abrazar los meses que nos formarían como
maestros de yoga. Yo todavía no tenía la certeza de si me gustaba
el yoga. Todos los días empezaban las actividades a las seis de la
mañana. El taller inicial podía llevar hasta dos horas, incluidas las
lecciones de integración. Yo tenía que caminar desde mi hotel por
el bosque frío y oscuro, así que apresuraba el paso para minimizar
el tiempo de riesgo. Sin saber, que ahí mi cuerpo ya me hablaba.    

En el tercer día, a la mitad de la clase, con la primera inversión (pos-


turas que involucraban tener el cuerpo boca abajo) sentí que se me
salía el diablo. Ennio Morricone sonaba de fondo, con la co­nocida
melodía El Oboe de Gabriel. Esa que da vida a la escena de la película
La Misión, donde Robert DeNiro (personificando a un sa­cerdote)
52 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

escala las rocas de la selva llevando a cuestas una red llena de ar-
madura oxidada. Algo en mi cuerpo abrió las puertas de una presa,
y el agua reprimida por más de diecisiete años por fin encontró la
salida. Las lágrimas, autónomas y ajenas ante mis deseos de dete­
nerse, inundaron la duela del salón. Beth, mi compañera alemana y
yo, sollozamos sin parar. Afortunadamente, yo ya había perdido la
vergüenza desde que vendía computadoras, y sabía además que la
tristeza es solo el vehículo para liberar lo que ya no es útil.  

No era ajena al agua salada, pero era una primicia llorar con tanto
sentimiento por casi una hora. Cuando Meadow hizo los ejercicios
de integración, pidió hablar con mi cuerpo, que le contestaba con una
voz diferente a la mía. Veloz, profunda, grave. “Nunca fue un peca-
do”, fue lo último que dijo mi cuerpo ante la pregunta. Con eso,
se abrieron de nuevo las compuertas del llanto, para no parar por
otros cuarenta minutos. 
 
Después de eso, el alivio. El perdón genuino en experiencia en-
carnada, mucho, muchísimo más allá de la catarsis. La ligereza, el
espacio. ¿Así que eso es escuchar al cuerpo? 

Luego le tuve una enorme devoción; imagínate que es el que “taclea


y te protege como liniero a su quarter back” de todos los traumas en la
vida. Recuerda: trauma = todas las situaciones en las que no tienes
los elementos para manejar, en ese momento. Las atrapa, las guarda
para cuando tengas las habilidades y recursos para procesar. 

Te adelanto, se pueden procesar con calor. ¡Ah, claro! Atravesar el


fuego (espiritual) y liberarse de todos esos temas pendientes. Por eso
difiero cuando leo que “todo es cuestión de mentalidad”. Mmm...
no necesariamente. Aquí la razón, de porque las afirmaciones a
veces no funcionan, así seamos loros diligentes, repitiéndolas una
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 53

y otra vez. Son indispensables actividades complementarias para


volver a regular nuestro sistema nervioso.  

Shinrin yoku es la práctica japonesa de darse baños de bosque, una de


las formas de tener árboles en tu vida. Rodearse de la naturaleza de
forma intencional favorece la regulación emocional. También expo-
nerse al arte. Ya sea realizarlo, o consumirlo.  Jimena, mi hermana,
es de las personas con más elocuencia emocional que conozco. Gra-
cias a su sugerencia, incorporé la música de forma consistente en
mi vida cotidiana. También me gusta incorporarme a danzas com-
partidas, como una forma segura de pertenecer. ¡Viva la Zumba y el
Caballo del Rodeo! O el arraigo de tocar los tambores. Busca, con
DivinaCuriosidad lo que funcione para ti. 

La válvula incómoda

Vamos con la tercera fuente de poder: las emociones. Dice Karla


McLaren, en su libro The Language of Emotions, que una emoción (a
diferencia de un sentimiento), es una reacción que obedece a un
evento. Me encanta la etimología de la palabra, que literal nos dice
e-movere, energía en acción.  

Las emociones son, físicamente, vibraciones en el cuerpo. Cuando


son experimentadas en su estado más puro duran noventa segundos.
¡Ah! ¿Y entonces qué pasa cuando me siento enojada por muchas
horas, incluso días? Estamos ante una emoción adulterada, por los
pensamientos que elegimos sostener. El típico: me hizo-me-dijo-y-que-
le-digo-y-que-me-dice. 

Para que tengas un visual, las emociones (representadas por el cora-


zón) son como una pelota de playa. Se pueden expresar, explotar
54 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

o reprimir. ¿Has intentado mantener bajo el agua una gran pelota


de esas de franjas de colores? Requiere mucha energía, y al final
termina botando y salpicando a todos. Expresar una emoción, por
el contrario, es como jugar volibol playero con esa esfera. Todos
divertidos, algunos pases rudos, pero siempre fluyendo.   

De ahí viene nuestra resistencia a expresar las emociones, porque


pensamos que estar enojado significa azotar la puerta y rechinar los
dientes (o eso pensaba yo desde los tres años).  Eso es explotar de una
emoción.  

Cuando estudié con Karla, sentí tanta paz al saber que todas, todas
las emociones, tienen una intención constructiva. Están aquí para
darte un mensaje… lo experimentas con el cuerpo, lo recibes a nivel
intelectual, y lo actúas con el cuerpo.   

¿¡Todas!? Todas, dije.  

Sí, también esas que tienen malas relaciones públicas, como el enojo, la
tristeza… incluso, la culpa. 

Tuve la fortuna de que mi casa era un sitio seguro para llorar, podía
decirle fácilmente a mi papá: tengo ganas de llorar. Y acurrucarme
en su pecho hasta que ya después de llorar, se me quitaran las ganas.

La tristeza, dice Karla, es solo el indicador de que ha llegado el


momento de soltar algo que no funciona más en tu vida. Otras emo-
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 55

ciones me costaron un poco desmadejarlas.

El enojo muestra que se han traspasado límites, por ejemplo. Puede


ser de otros hacia ti, o de ti hacia otros. Yo me enojaba con fre-
cuencia, con tanto menso que anda por la vida (según yo). Hasta que
caí en cuenta que ese enojo era señal de mi intromisión. Ya saben,
como dicen mis maestros: “Coaching sin permiso es coachingar”. 

¡Ah, y mi más favorita de todas: la envidia!  Esta verdosa señal


aparece cuando una parte de ti cree que no puede tener eso que
otra persona sí experimenta. La señal que se agradece es que te
está indicando que honestamente, es algo que tú anhelas obtener.
Gracias por gritártelo, ¿no?

Justo mientras escribo este capítulo, vengo graduándome de un


ataque de envidia, a lo bestia. Hacía ya varios años que no me visi­
taba esa susodicha, pero tuve un encuentro atroz.   

“Tengo envidia. Técnicamente, a nivel intelectual, ya sé qué hacer.


Y de todos modos la envidia me corroe desde el estómago”. Así
respondí cuando Angella, mi coach, me preguntó cómo andaba mi
semana.

En contexto: esto me lo preguntó en un fantástico mes para los Va-


lientes, para DivinoDinero®, bueno, ¡hasta me habían quitado la
medicina de la presión y regresé a nadar! ¡Ah! Pero yo solo veía a
esta persona que anunciaba un curso nuevo...

Ya sé que juzgarme por sentir envidia no funciona. Juzgar no fun-


ciona. Ya sabía a nivel intelectual que todas las emociones son co­
56 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

rrectas y nos dan un mensaje. Encima, que la comparación es un


síntoma de la ilusión de escasez.

Sí, todo perfecto, en la mente. Pero aún no tenía la experiencia en-


carnada de la suficiencia (Embodiment, dicen los gringos). Y aquí me
viene Angella a sorrajar sus dos preguntas afortunadas:

— Jessica, ¿de qué te estás distrayendo? ¿Qué energía te


­estás negando a ser?
— Luego remató mi colega: ¿desde hace cuánto está la
­envidia ahí?

M.A.D.R.E.S

—Yo como comercial. “Y que me quedo callada...”

Me estaba resistiendo a recibir.

A detenerme y sentir esa brisa fresca del logro (logro, no ogro, jaja).
Me estaba distrayendo de saborear, de disfrutar. Quería evitar que la
alegría me invadiera los poros y me sacara la sonrisa socarrona de
la Mona Lisa.

La envidia me enseñó, que a veces, recibir es sólo detenerse. Respi-


rar. Sumergirse en el presente. Era la prisa –otro síntoma de esca-
sez– la que me había aventado al torbellino de la codicia. Claro que
iba a querer más, pero ¡no me estaba dando el espacio para integrar
lo que ya sucedía! Es como querer comer más, cuando tienes la
boca repleta. ¡¡¡Así cómo!!!
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 57

Otra vez, no tiene nada de malo elegir más... solo que después de
recibir, de integrar, de digerir. O sea, quererlo desde la energía de
fortuna, no de escasez.

Además, me estaba perdiendo la evidencia que el famoso campo


cuántico me estaba aventando en la nariz. Casi se me escapaba la
confirmación de “si ella puede, es posible para mí también”. ¿¡¿Je­
ssica en dónde andabas?!? 

Pero al final sí la caché. ¡Eh! Gracias a la envidia que será mi re-


cordatorio para recibir el presente y recolectar evidencia del campo
cuántico.

La casa de los huéspedes

El ser humano es una casa de huéspedes.


Cada mañana un nuevo recién llegado.
Una alegría, una tristeza, una maldad
Cierta conciencia momentánea llega
Como un visitante inesperado.
¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos!
Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos,
Que vacían tu casa con violencia
Aun así, trata a cada huésped con honor
Puede estar creándote el espacio
Para un nuevo deleite
Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia,
58 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Recíbelos en la puerta riendo


E invítalos a entrar
Sé agradecido con quien quiera que venga
Porque cada uno ha sido enviado
Como un guía del más allá.

Poema de Rumi. 

La divinidad en ti 

Finalmente, la cuarta fuente de poder. Me refiero a la parte más sa-


bia de ti, esa que tiene conexión divina. Esa que sabe, incluso antes
de que tenga evidencia física o estímulo sensorial. 

La forma más simple con la que yo he podido conectar con mi parte


divina es imaginando a mi yo anciana. Con la sabiduría que dan los
años, que habla de forma simple. 

Lo divino es ese susurro que siempre te da paz y te hace fuerte.


Habla de forma breve, simple, gentil. Se le escucha mejor en el
silencio, en el alba, o en ese momento donde yo sé que mi mamá
estará siempre: en el cielo rojo del día que cae. También puedes
escucharlo en el sonido de la lluvia, o conectar a través del olor a
tierra mojada. En los bebés con aliento a leche o con la magia de
dos miradas que hablan sin palabras. 

La divinidad puede encontrarte en un manjar preparado con la


devoción de tu linaje. Está en los abrazos a pecho abierto, esos que
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 59

duran mucho más que lo prudente y conectan con el corazón. Lo


divino a veces encuentra mensajeros.  A mí me hablan los espectacu-
lares y los memes de las redes sociales.  
Las parroquias, sinagogas y mezquitas funcionan también como to-
ken (como tu contraseña de seguridad).  Encuentra lo divino en lo
cotidiano. Algunos valientes de DivinoDinero® han encontrado
la espiritualidad en un registro de gastos realizado con devoción.
Otros conectan a través de la escritura automática con la mano
no dominante. Encuentra prácticas de conexión espiritual que te
sostengan.  

La divinidad se encuentra en la suficiencia, en la riqueza en alguna


de sus múltiples encarnaciones. Gina y Jennifer nos dicen que la
fortuna puede encontrarse en la entrega, el aprecio, la comunidad,
la creación, el flow, la generosidad, la gratitud, la armonía, el buen
humor, la curiosidad, la naturaleza, el ahora, la apertura, la unidad,
la pausa, la paz, la verdad, la transparencia, la verdad...

Veo que muchas personas, con la mejor de las intenciones, tratan de


resolver su problema del dinero. ¿Cómo puedes resolver algo que no exis­
te? Algunas buscan avanzar solo con el poder intelectual. Es como
empujar un coche, de subida y con el freno de mano puesto. ¿Podrá
moverse? Eventualmente…

Conocer tus cuatro fuentes de poder lo facilita todo. ¡Puedes acti-


varlas todas!  Intelecto (mente), instinto (cuerpo), intuición (emo-
ciones), inspiración (espíritu). Cuando las utilizas todas para cons­
truir identidad en Soberanía Monetaria, es tan fácil como empujar
el mismo coche, pero de bajadita y entre varios. ¡Uy, como niño en
tobogán! 
60 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

¡Los marcianos llegaron ya! 

La forma más ágil para reconectar con esas cuatro fuentes de poder
es tomar distancia de tu experiencia. Como si fueras un marciano
que es testigo de lo que hace. Como esa criatura no tiene el contexto
terrestre, tiene cero juicio y toda la curiosidad. Trata de encontrar
sentido, de describir lo que haces, piensas o experimentas.   

Jamás dice “ahí está otra vez, saboteándose”, cuando te ve entrar


a la tienda de zapatos en día de quincena. A él, le causa curiosidad
el lugar en el que ingresas y saber qué son esas cosas que se ponen
todos al final de su cuerpo (vaya, no tiene ni referencia lingüística
para decirle pies). Cuando eres capaz de solo observar, con curiosi-
dad, los juicios se desmoronan.  

Desde ahí, sin carga, ausente de significado emocional, puedes ele-


gir los pensamientos, emociones, comportamientos, que te ayudarán
a construir identidad en soberanía. 

— Órale, ¿cuánto dinero cabe en la charola de monedas?


–preguntaba mi hermano de entonces unos 12 años. 
— Mmmm… ¿y cuántos viajes haces al día? –seguía el
interro­g atorio al chofer del transporte colectivo.
— Uuuy son muchos viajes, ¿no? Y al final ¿con cuánto te
quedas?, ¿cuánto pagas de renta al día?  Ah, no pues sí
te conviene.

En un trayecto de 20 minutos se enteró de cuántos camiones había


por ruta, quién dirigía al sindicato, cuánto tiempo tenía el chofer
de trabajar ahí y desde cuándo aprendió a manejar. Imagina eso,
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 61

multiplicado por casi 40 años de vida.  Luis es de las personas más


curiosas y de las más preguntonas que conozco. Eso le ha consegui-
do boletos a eventos, cursos gratis, amigos nuevos para tomar té...
un día terminó comiendo con el chef con más estrellas Michelin de
la historia, en uno de los mejores restaurantes sólo por preguntar.
Como dice mi hermano: “No saber, y preguntar, te abre puertas a
otras experiencias”. 

¿Qué podría hacer la curiosidad por ti?

Para recordar...

1. Aquello de lo que juzgas no puedes recibir.


2. Tienes cuatro fuentes de poder.
3. No creas todo lo que piensas.
4. Todas las emociones invitan a la acción.
5. La curiosidad mató al gato… pero el gato murió feliz.  

DESAFÍO
 
Mi invitación para ti hoy es que con DivinaCuriosidad hagas un
listado de todos los recursos y actividades a las que tienes acceso de
ese poderoso Triunvirato de la Triple A: Agua, Árboles y Arte.

Descubre lo que funciona para ti, practica la regulación emocional


de tu sistema nervioso. Con ello, la elocuencia emocional –desde un
lugar de apego seguro–, empezará a llegar. 
62 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

DIVINA CURIOSIDAD EN ACCIÓN


¿¡Y tú qué ¡#$! sabes!? 

“Yo ya venía trabajando mi conexión con el cuerpo a través de mi


práctica de tapping (Técnica de Liberación Emocional), pero fue con
el Modelo DivinoDinero® que logré la comunicación total con
la sabiduría de mi cuerpo”, me dijo Lety desde Monterrey. “Los
números se sienten en el cuerpo; de hecho, el cuerpo comparte
mucho más de lo que yo quería escuchar con mi mente”. A partir
de ahora es el cuerpo como guía para todo lo demás. Había algo
que no embonaba antes en mi trabajo: realmente sentarme y sentir
al cuerpo.  

“Involucrar al cuerpo con mi relación con el dinero; todo lo demás


se ha desglosado con ese descubrimiento. Compras, gastos, deci-
siones de dinero, el cuerpo va por delante. Es maravilloso lo que
descubrí”, me comparte emocionada Lety.  

Su entusiasmo es innegable cuando recordamos aquella sesión de


grupo donde alguien decía que le costaba trabajo cobrar. La ahora
famosa pregunta mía de “¿Cómo se siente en el cuerpo?”, conectó
a Lety con la comodidad en el cuerpo. 

“La sensación clave para mí es la comodidad. Se siente natural; el


cuerpo se convirtió en un termómetro con el cual medir las deci-
siones de dinero. Ahí fue la clave para mí, lo que me abrió todo el
panorama. Todos los caminos fueron claros. Había intentado por
años trabajar el tema del dinero, solo de la mente, enfocándome
solo en la estrategia. Pero combinarlo con la parte del sentir, mas-
culino y femenino en movimiento, aceleró todo en mi caso. Tanto
en oportunidades laborales como en la relación con mi esposo y
nuestro acercamiento al dinero”.  
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 63

Lety también es de las graduadas de deudas. De forma gentil, sin


restricción, sin sufrir, incluso comprando regalos. “Todo viene del
concepto de comodidad. Si te liberas de la deuda, pero no estás
consciente del proceso, vas a regresar a esos patrones de consumo.
La clave para mí fue la curiosidad de descubrir qué emociones bus-
caba cubrir, y ya con eso resuelto, fue muy natural decirle a mi
cuerpo: ya no hay droga de deuda. Aprende a sentirte cómodo con
esta energía, acomódate en este nuevo ritmo de vivir sin prisa, sin
angustia”.  

Miro a Lety y su cuerpo se relaja cada vez que menciona ese con-
cepto de comodidad.  Los hombros se suavizan, su sonrisa es serena,
su pecho se abre. Tengo la certeza de que ha encontrado su brújula
para navegar todas las decisiones monetarias: ¿qué se siente cómo-
do para mi cuerpo?  También me cuenta que le ha servido para su
desempeño laboral. “¿Me siento cómoda con este proveedor? ¿Es
cómodo levantar este tema en la reunión de hoy?”.

La conquista de tu Fortuna es un camino personal. Para Lety fue la


comodidad; para mí, la aguja que apunta hacia la expansión. Otros
encuentran refugio en la paz, la fortaleza. Lo importante es ubi-
car esa estrella polar que te puede guiar en las noches; ese compás
que todos tenemos integrado. No se necesitan gurús de finanzas, ni
prescripciones monetarias. Lo que la cartera requiere es de ti. De
tu sabiduría, de tus cuatro fuentes de poder. Sí, es válido aprender,
recolectar información, y después utilizar también el instinto y la
intuición. 

Le pregunto de qué se siente más orgullosa en su camino de Divi-


noDinero®. “Más que orgullosa, me siento sorprendida. No sola-
mente de haberme graduado, sino haberlo hecho de una forma tan
amorosa. Respetando mi ritmo, con gentileza. La sorpresa de lograr
algo que tenía años arrastrando, en tan poco tiempo. Además, en-
64 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

contré el regalo de conectar con mi cuerpo. La sorpresa de decir: el


dinero ya no es problema. Aprendí que puedo crear dinero de la nada.
Le quité la expectativa al dinero porque ese nunca fue el problema.
Me quedo con el maravilloso regalo de conectar hacia adentro, con-
migo”.  

Entradas en la confidencia de esta charla, me acurruco en mi ruana


gris, mientras Lety a kilómetros de distancia, le sube la velocidad
al ventilador en su casa. Nos reímos y me aventuro a preguntarle
cómo se acomodaron las relaciones en su vida, a raíz de este cambio
con el dinero. Ella toma una respiración profunda y me cuenta: “El
dinero era el tema que yo creía que era el más complicado, pero
eso me dio la base para crear otro tipo de relaciones. El año pasado
pasé la experiencia más dolorosa con el tema de relaciones. La clave
para navegarlo fue la conexión con mi cuerpo. El mensaje ya era:
“no, esto no se siente bien”. Mis relaciones se transformaron con mi
cuerpo como guía.  El círculo que hoy tengo es con las personas que
me siento feliz de compartir, de ser yo”.

“El avance con mi cuerpo fue fundamental en mi relación con mi


esposo, en uno de los temas que ninguno de los dos quería trabajar:
el dinero. Esto fue el inicio de avanzar juntos. Si yo no me sentía
cómoda conmigo de hablar el tema del dinero, ¿cómo iba a abrir la
conversación con mi esposo?”.

“Me ayudó respetar sus tiempos y su propia comodidad con re­


lación al dinero. Él se sentía más ágil con un manejo mental, de
estrategia... lo respeté. Amorosamente reconocí que su puerta de
entrada al dinero sería la mente; y lo esperé desde mi sentir. Ahora
tenemos una comodidad extraordinaria y confianza de hablar del
tema. Sé recibir los mensajes de las emociones: recibir el mensaje
justo como es”. 
Me cuenta cómo se ve el impacto de este trabajo personal, en un fin
I I . D I V I NA C U R I O S I DA D 65

de semana cualquiera. “Fui al centro comercial con mis hijas. Es-


tuve paseando por horas, mirando aparadores, maravillándome con
las prendas de la nueva temporada, zapatos, incluso helados o pos­
tres. A mi cuerpo no se le antojó nada. Me divertí viendo a mis hijas
disfrutar del dinero asignado. Mi cuerpo estaba sereno, satisfecho,
en paz. No necesitaba nada de lo que había en las tiendas. Nunca
hubo restricción, ni culpa. Solo espacio, atención, comodidad. La
compulsión es cosa del pasado. Sé que tengo la libertad de elegir
dónde invertir la energía del dinero. Esta es mi nueva realidad, to-
dos los días. Después de sanar mi relación con el dinero, el cielo es
el límite”. 
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DIVINA CLA RIDA D


De la confusión a l a s eren i dad

“La claridad viene de actuar, no de pensar”.


 Marie Forleo 

— Quiero que mi equipo tenga más liderazgo –escucho d


­ ecir a
algunos gerentes.
— ¿Cómo se ve el liderazgo para ti? –les dirijo la pregunta.
— Que participen en la junta de los viernes y lleguen temprano.
— ¡Bingo!

Hablar de conceptos etéreos, grandes, siempre me lleva a levantar


las manos sobre mi cabeza como haciendo una nube grande. Ahí
viven nuestros deseos, en el topus uranus, diría Platón: el mundo de
las ideas. 

¿Cómo se ve tu mundo de los deseos del dinero? En estos siete años


de trabajar con valientes y su relación con el dinero, algunas de las
nubes que anhelan son tener más dinero, pagar las deudas, dejar de
vivir al día, comprar una casa, ir de vacaciones, ahorrar...

¿Hay algún problema en eso? ¡Ninguno! Solo que está incomple-


to. El siguiente paso es claridad, enfoque. Es como cuando quieres
tomar una foto y el lente está sucio.  Por muy buena que sea la
cámara, la foto saldría borrosa. Así pasa con nosotros, por muy
buen equipo (intención), si tu lente (visión) está sucia, ya sabemos
el resultado. 
70 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Lo que toca ahora es bajar los deseos de esa nube: arraigarlos.


Ponerlos en la tierra mojada, sembrarlos, para que crezcan fuertes
como árboles y te maravilles con su crecimiento. Cimentarlos en el
cuerpo también, que es nuestro vehículo para la experiencia física.  

¿Has salido de viaje? Estás en la central de autobuses, o en el aero-


puerto, o en la estación de trenes... y vas a la taquilla. Cuando llega
tu turno, pides un boleto.  

— ¿A dónde? –te preguntan.


— Quiero viajar –dices con entusiasmo.
— Sí, claro, con mucho gusto, ¿a dónde?
— Quiero viajar –te empiezas a desesperar un poco.
— Claro que sí, ¿cuál es su destino?
— Quiero viajar.

Para estas alturas, el vendedor seguro ya enrolló los ojos en franca


desesperación. Eso justo hacemos nosotros cuando decimos “quiero
más dinero”. Sí, muy bien. ¿Cuánto? ¿Para qué? ¿En qué tiempo?
¿Cuánto tienes ahora?

Incluso la respuesta a esas preguntas es de nuevo solo el síntoma, la


consecuencia, lo que puede verse en la cartera. Toca enfocarnos en
la raíz, en construir identidad en soberanía (¡y dale con lo mismo
Jessica!). Porque una vez que construyes esos cimientos, los resulta-
dos son la consecuencia natural.  
I I I . D I V I NA C L A R I DA D 71

Recuerda que construir identidad puede hacerse en dos vías: 


1. De adentro hacia afuera, con nuestros pensamientos,
ideas, con los famosos lentes.
2. Y de afuera hacia adentro, a través de hábitos, sistemas
de dinero y elecciones diarias.  

Creer, creando. Te “la vas a creer”, como decimos en México, cuan-


do te veas actuando en integridad con lo que anhelas.  

En este capítulo descubres:


1. El proceso de arraigo y su importancia para crear dinero.
2. Las cuatro tendencias o cómo hacértela más fácil.
3. La historia en tu cabeza (No creas todo lo que piensas).

Sé como el tule: fuerte y arraigado  

En mis primeros días como coach, hace cientos de lunas, asistí al


ta­ller de ‘Proceso de Arraigo para Metas’. Es una lástima que no
recuerde quién fue el facilitador para darle el crédito correspon­
diente. Pagué casi 200 dólares por aprender esta herramienta, y de
todas, es de mis favoritas.  

Los ayudantes empezaron a repartir el material en ambos lados del


salón. Yo me sentía como adolescente en concierto (inserte aquí a su
artista favorito; no vaya a ser que me exponga al escarnio por mis
gustos chayannescos musicales). Cuando por fin los duendes llegaron a
mi fila, pasaron una hoja a cada uno de los participantes. 
 
72 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

¿¡Una hoja!? Un simple cuadro con cinco columnas y cuatro


renglones. ¿Eso es todo? ¡Ah, inocente Jessiquita…! Todo lo que
me faltaba aprender de lo poderoso de la simplicidad. Mi mente
todavía quería lo complicado. 

Aquí te comparto la herramienta, tal como la recuerdo y la enseño


ahora en DivinoDinero®. El objetivo es bajar a comportamien-
tos observables, medibles, el anhelo de nuestra ‘nube monetaria’.
Cuando hacemos este ejercicio, los valientes tienen una enorme
sensación de foco y de descanso. 

Ecosistema.  ¿Cómo se siente?


Hábitos, rituales,
Etapa ¿Qué ve?  ¿Qué piensa?
comportamientos.
¿Qué escucha? ¿Qué cree?

5
4
3
2
1

El enorme secreto de la herramienta es bajar a comportamientos


–medibles y observables– ese anhelo monetario. ¿Cómo llenarlo?

1. Empieza en la etapa 2 para aspirar a nuestro ideal, que es la


etapa 5. Iniciamos en la 2, porque como recuerdo a mi maes­
tro Mauricio Oltra, “donde estás, ya es avance”, o como yo
diría, “más jodidos ya estuvimos”. Como maga, te digo que
ha llegado la hora cuchi-cuchi para que abraces tu claridad
actual. 
I I I . D I V I NA C L A R I DA D 73

Por ejemplo, cuando yo empecé mi camino de soberanía monetaria,


se veía así:

Ecosistema.  ¿Cómo se siente?


Hábitos, rituales,
Etapa ¿Qué ve?  ¿Qué piensa?
comportamientos.
¿Qué escucha? ¿Qué cree?

5
4
3
Ignoro el monto de mis comi­ Desorden. Estados de cuen- Enojo y angustia. Pienso:
2 siones mensuales. Evasión. ta vencidos; cargos por pago “Soy mala con el dinero”.
vencido. “Soy muy desordenada”.
1

2. Vamos ahora con la etapa 5 (sí, después del 2). Esto es lo


ideal que alcanzas a ver en este momento.  

Ecosistema.  ¿Cómo se siente?


Hábitos, rituales,
Etapa ¿Qué ve?  ¿Qué piensa?
comportamientos.
¿Qué escucha? ¿Qué cree?

Sé perfectamente cuánto Tengo mi cartera ordenada; Tranquilidad, poder, respon­


gano, cuánto debo, fechas de todas las tarjetas en un solo sabilidad. 
corte, fechas de pago.  lugar.
Pienso: “Soy res­ponsable con
5 Reviso mi recibo de nómina Me sé mis contraseñas para mi dinero”.  
dos veces al mes. pagos electrónicos (sí, ya
había banca electrónica en Creo: “Ahora vamos con las
Checo mis estados de cuenta, la era del Mesozoico, jajaja) compras grandes”. 
una vez al mes. 
4
3
74 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Ignoro el monto de mis comi- Desorden. Estados de cuen- Enojo y angustia. Pienso: “Soy
2 siones mensuales. Evasión. ta vencidos; cargos por pago mala con el dinero”. “Soy muy
vencido. desordenada”.
1

3. Ahora solo resta construir el puente entre el paso 2 y el 5. En


mi ejemplo, de no saber ni cuánto gano a revisar mis docu-
mentos de nómina dos veces al mes, los pasos intermedios
podrían ser: 

• Conocer el esquema de pago de comisiones (en la etapa 3). 


• Revisar estado de nómina una vez al mes (en la etapa 4).  

¿Te fijas? Ahora sí es claro, no solo el destino del viaje, sino el lugar


de origen. Lo hace muy específico y menos abrumador.   

Casi siempre para construir los pasos intermedios hay dos elemen-
tos que te sostienen: frecuencia e intensidad. Con qué frecuencia
realizas el comportamiento, y con qué intensidad o nivel de detalle.
Va igual si quieres aumentar un comportamiento –conciliar tus es-
tados de cuenta–, o si quieres disminuir otro (compras de libretitas
y plumas de colores... ¡Ok, seguro solo soy yo!). 

Ahora tu turno: ¿cuál es tu proceso de arraigo personal? 

¡Ah! Las fabulosas noticias es que cuando te ves teniendo comporta-


mientos de fases más avanzadas, tomas consciencia de que tu nue-
va identidad monetaria es una realidad. Esto te va a venir muy
útil cuando tu mente te suelte bobadas como “sigues igual, esto no
sirve”. Aquí tienes evidencia de lo contrario. En DivinoDinero®
celebramos cada avance apuntándolo en un papel y llenando la ja­
rra de las evidencias. 
I I I . D I V I NA C L A R I DA D 75

A veces creemos que queremos algo (por ejemplo, ahorrar), cuando


lo que en realidad buscamos es experimentar un estado de ánimo
(por ejemplo, tranquilidad).  

Aquí viene otra pista: desde donde estás, con lo que tienes, ¿cómo
puedes amplificar la tranquilidad que ya hay en tu vida?  Recuer-
da que eso que aprecias, se aprecia. En temas de energía, cuando
actúas desde el ya tengo, es mucho más rápido lograr otras evidencias
de tranquilidad. Se actualiza más rápido desde la suficiencia; no
desde la carencia.  

Como leí por ahí: “te la crees cuando lo creas”. Creer, creando. Es
más simple creer en esa nueva identidad cuando te observas con los
sentidos siendo esa persona. 

Alejandra Montemayor, practicante de DivinoDinero®, me dijo


que su tienda La Talla Perfecta despegó cuando ella se comportó como
lo que ya era: la mejor bra-fitter de México (especialista en tallas de
sujetadores o brasieres). ¿Cómo se vestiría una empresaria exitosa?
¿Qué comería una empresaria exitosa? ¿Cómo negociaría la mejor
bra-fitter con un proveedor extranjero?

La soberanía monetaria no es un lugar al cual llegar: es un punto


desde el cual partir. Una persona con las riendas de su cartera,
¿cómo se comportaría en esta situación? También es útil la pregun-
ta, ¿qué haría la soberanía? Actúa con lo que ya tienes, desde quien
ya eres.
76 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Los Cuatro Fantásticos 

Yo siempre fui muy buena para cumplir mis compromisos con otros.
Tengo en la médula el valor del honor: si ya di mi palabra, toca
honrarla. Esta consistencia ha construido una confianza en mi repu­
tación. No se trata de ser tapete, y a todo decir “Sí, mi señor”. Yo lo
veo como analizar a qué le puedo dar mi palabra, y ahora sí morirme
en la raya como decimos en México. La verdad es que no me cuesta
trabajo cumplir mi compromiso con otros, lo disfruto, e incluso, te
diría que hasta me motiva.   

¡Ahhh, pero no todo es bombones y chocolates en mi mundo! No


me viene igual de simple cumplirme a mí. He perdido la cuenta de
cuántas veces me he dicho: ahora sí regreso a hacer ejercicio. ¿Te
ha pasado?

Me flagelé por eso todos los años que te imagines. Hasta que leí a
Gretchen Rubin con su libro Las cuatro tendencias. Después de mucho
tiempo de estudiar aspectos de la naturaleza humana, Gretchen
descubrió que podemos entender nuestras actitudes y comporta-
miento sobre cómo respondemos a las expectativas propias y de los
demás, para aprovecharlas a nuestro favor. 

Ella dice que hay cuatro tendencias de personalidad: 


1. Los favorecedores
2. Los cuestionadores
3. Los complacientes 
4. Y los rebeldes  
I I I . D I V I NA C L A R I DA D 77

Cada uno responde diferente a las relaciones en el trabajo, pareja y


los objetivos personales. Cada tendencia tiene claves para tener una
vida más productiva y (yo digo), más afortunada. 

1. Favorecedor. Cumple de igual forma con las expectativas in-


ternas y externas. Estas joyas de la evolución son quienes presentan la
declaración de impuestos a tiempo, separan la basura, son ambien-
talistas, corren el triatlón, tienen sus cajones ordenados por ropa de
colores y hasta su computadora está ordenada.

2. Complaciente. Cumple con las expectativas externas, pero se


resiste a las internas (o sea, mi caso). Candil de la calle, dirían las
abuelitas. 

3. Cuestionador. Se resiste a las expectativas externas, pero en


cambio, cumple las internas. Como que son adolescentes cuestio­
nando todo. ¡Ah! Pero una vez convencidos, ni quien les pare.  

4. Rebelde. Se resisten ante cualquier expectativa. 

Algo que me encanta de todos los tests y estudios, es que una vez
que identificas cuál es tu tendencia, talento, diseño de fábrica, puedes
acomodar tu ecosistema para que te sea más fácil cumplir con tus
objetivos afortunados de vida.  
Ahora entiendo por qué me fue tan fácil llevar los números en casa
con mi esposo, una vez que acordamos la forma de organizarnos,
con fechas y montos de transferencias. Era muy simple para mí ha-
cerlo: traspasar los primeros cinco días del mes, esta es la cuenta,
esta es la cantidad. Punto. Nunca me atrasé en los pagos, nunca
dudé de mí misma de que honraría mis compromisos.   
78 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Lo puedes trasladar a cualquier área de la vida. Los meses que fui


más consistente con mover mi cuerpo fue cuando había una en-
trenadora tres veces a la semana esperándome a las 6 de la mañana
en el gimnasio. ¡No podía dejarla plantada! Fui a entrenar incluso
con el desvelo del día después que mi Adorado Esposo me pidiera
casarme con él. Te digo, ¡funciona!

Ahora, cuando quiero cumplir una meta en mi empresa de coaching,


me comprometo con alguien. Les digo públicamente: habrá una
clase de Intimidad Financiera en esta fecha; con eso, lo puedo con-
siderar prácticamente un hecho. Y salvo que la vida y la naturaleza
se atravesaran, es altamente probable que yo me prepare y me pre-
sente a dar esa clase.  

Mi invitación para ti es que te conozcas, identifiques tu tendencia


natural y favorezcas construir tus condiciones alrededor de eso. Me
decía Nelly, una estudiante de DivinoDinero®, que conocer esto
le ayudó a tal grado, que identificó la tendencia natural de sus com-
pañeros de trabajo, y al facilitarles el ecosistema a ellos, se aseguró
que podía tener lo que ella requería para cumplir con sus propios
objetivos. 

¿Qué tendencia eres tú? ¿Qué ecosistema puedes poner en práctica


para que sea más fácil sostener tu identidad de soberanía monetaria?
I I I . D I V I NA C L A R I DA D 79

La historia en tu cabeza

Otro lugar donde me gusta el poder de la claridad es en las histo-


rias monetarias que nos contamos. Es como prender la luz en un
cuarto oscuro. Esos que parecían monstruos, al prender la luz, son
solo ganchos de ropa colgados en la bicicleta estacionaria (otra vez,
¡seguro solo soy yo!). 

Este concepto de Money Story lo aprendí con mi maestra Bari Tessler,


quien lo explica también en su libro The Art of Money. Esta es mi
interpretación: de niños somos excelentes observadores, solo que
somos malos intérpretes. Re-visitar la infancia puede activar esas
situaciones de estrés o trauma residual en el cuerpo.  Asegúrate de
estar bien balanceado si quieres visitar esa etapa de tu vida. Re-
cuerda que ahora estás en un lugar seguro. Toma tus ejercicios de
arraigo antes de volar al pasado. 

Cuando somos niños, desconocemos el contexto de los elementos


suficientes. O vemos una situación y asumimos su significado. El
tema del dinero es super tabú, pues no preguntamos para aclarar
nuestras dudas. 

Mi papá, cuando era niño, escuchó en una reunión de grandes que


una artista muy famosa “se murió de un pedo”. (Para saber qué
artista, tendrás que venir a una de mis charlas en vivo, jajaja). Mi
papá nos cuenta, ahora muy divertido, que tenía una gran duda en
su mente infantil: ¿Se murió de un pedo? ¿Pero lo olió o se lo echó?
Si se lo echó, ¿será que se le salieron literal las tripas y por eso se
murió? ¡Pues qué habrá comido! ¿O lo olió? ¡Asco! 
80 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Lo mismo pasa con nuestras herencias de dinero. Del latín haeren-


tia, unido, adherido, hay muchos significados que le hemos pegado
al dinero. Este es un tema vulnerable, al que nos gusta asomarnos
poco, porque duele. Pero me gusta pensar en estas herencias e histo-
rias de dinero como una espina en el dedo. “Pues mejor la sacamos
de una”, dirían los colombianos. Sí, es muy probable que arda, due­
la, sea incómodo. Solo que duele menos, mucho menos, que andar
por la vida con la susodicha espina, imposibilitando avanzar.  

Ahora veo muchas personas ya bien conscientes en este tema, que


incluso verbalizan éste como uno de sus bloqueos monetarios. “Ten-
go patrones heredados”. “Creencias de dinero”.  “Está en la historia
familiar”. Otros síntomas de historia monetaria no integrada se
pueden escuchar como “Así somos los Fulanos”. “Tú quién te crees
que eres”.  

Mi hermana tendría menos de cinco años cuando estábamos ce-


nando en casa y dijo: “somos pobres pero limpios”. Su propia inter-
pretación del refrán popular: pobres pero honrados. Todos se rieron por
la ocurrencia jocosa, pero a mí se me sumió el corazón y la panza.
Me sentí muy triste porque ella ya había descubierto nuestro gran
secreto. En mi mente de 15 años, se había roto su inocencia: ya se
había dado cuenta de nuestra pobreza. Quién sabe desde cuándo yo
creía, no solo que éramos pobres, sino que había un honor y un or-
gullo al serlo. Como si fuera una medalla que portar con vanidad.  

Nuestra mente es simple: piensa en dicotomías.  Blanco/negro, bue-


no/malo, sí/no, contra/pro, como canta el Mago Merlín. Esto o
lo otro. O tienes dinero, o eres buena persona. O generas dinero,
o vives tranquilo. Mi favorita: o tienes riqueza monetaria, o tienes
una relación de pareja amorosa. ¡Pum! Se tenía que decir, y se dijo.
¿Qué no se pueden los dos?
Aquí viene el mito de la separación. El mundo no es nosotros (los
I I I . D I V I NA C L A R I DA D 81

pobres) y ellos (los ricos), o al revés. Eso que yo juzgo no lo puedo


recibir. Si critico a otros que tienen lo que yo anhelo, y busco sus
errores de carácter, me vuelvo como la zorra de la fábula. Ese ani-
malito astuto quiere alcanzar las uvas, y al no conseguirlas, se alza
de hombros diciendo con soberbia, “al fin que ni quería”. ¿En se-
rio? ¿No querías? En eso nos ayuda la claridad: a ponerle voz a lo
que nuestro corazón anhela. 

En México y en otros países latinos veo con frecuencia que se critica


a los que tienen una posición económica diferente. Tienen dinero
porque seguro son tramposos, se matan trabajando, le ven la cara a
la gente. O la otra historia: son pobres porque no quieren trabajar.
Ambas historias son de separación; ilusión de escasez. 

El exilio es lo que más tememos. El abandono familiar o dejar de


llevar el apellido. Por eso repetimos patrones, porque es lo que cono­
cemos. Hay muchos enfoques alrededor de patrones heredados: ár-
bol genealógico, constelaciones, etcétera.  Yo te invito a que hagas
lo que creas que toca hacer para liberar esos programas ancestrales.
Si crees que funcionan, lo harán. Son actos de ‘psicomagia’ diría
Jodorowsky. Mi única nota mental es que no vivas pensando que
sigue habiendo algo oculto que resolver y que te impide avanzar. No
es indispensable saber de qué ancestro tienes X o Y. O sea, como
decía mi abuelita, no le andes buscando chichis a las hormigas.  

De Mónica Alba, una de las practicantes de DivinoDinero®,


aprendí que hay tres formas de integrar un síntoma: 
82 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

1. La repetición: haces exactamente lo mismo.


2. La compensación: haces exactamente lo contrario.
3. Y la sublimación: eliges lo que sí te quieres llevar. 

—Entonces Moni –le decía yo mientras planeábamos el Taller


Avanza, que facilitamos juntas– ¿qué padecimientos físicos nos
pueden indicar temas pendientes de dinero?

Cuando dijo los riñones, me quedé helada. Mi abuelo falleció de


una afección renal.  Mónica me dijo con certeza: “Jess, no es casua­
lidad que te dediques al tema del dinero como misión. Solo elígelo
con libertad, sin la sombra de la compensación”.

Me gusta pensar en la herencia monetaria (de patrones, conductas,


hábitos), como la predisposición a ciertas afecciones de salud. Es
cierto, hay personas que tenemos propensión a diabetes o presión
alta. Pero según mi médico, mi estilo de vida puede activar o no esos
padecimientos. Lo mismo sucede de este lado. 

El que tú tengas más oportunidades en términos monetarios, no


significa que debes sentirte mal por tus amigos o familiares que
tienen diferentes circunstancias. El que tengas menos, no los hace a
ellos tener más. Es como si tu primo tiene gastritis, y te sientes mal
porque tú no. Como si el hecho imaginario de que tú tuvieras gas-
tritis hiciera que la de él se desapareciera.   

Este tema es de los más vulnerables, donde también están las joyas
de perdón y de integración más poderosas. Algo que a mí me ayudó
mucho es bajar del pedestal a mis ancestros. Dejar de querer que
fueran perfectos. Reconocerlos como humanos, tener la certeza de
I I I . D I V I NA C L A R I DA D 83

que hacían lo mejor que podían con lo que tenían/sabían.  En fran-


ca compasión, entender que la forma de honrarlos es tomar lo que
ellos avanzaron/resolvieron y seguir adelante. No lo haces solo por
ti, lo haces por todo tu linaje. Ya lo decía mi maestro Marc David,
del que hago referencia en estas páginas.

Para recordar...

1. Traduce tus anhelos monetarios en comportamientos obser­


vables. 
2. Identifica tus tendencias naturales para construir fortuna a
tu favor. 
3. Sublima tu historia monetaria.
4. Elige el legado que quieres construir para los tuyos.

DESAFÍO
 
Mi invitación para ti hoy es que con DivinaClaridad completes tu
propio proceso de arraigo. Te recuerdo que te estás ahorrando 200
dolarotes por esta herramienta. Funciona… pero sólo si la practicas. 

Con esto tendrás tu mapa y guía para evaluar comportamientos,


conductas observables hacia la construcción de tu identidad en so-
beranía monetaria.    
84 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

DIVINA CLARIDAD EN ACCIÓN


Fortunas en la nieve
 
“Antes de este camino, mi vida monetaria era como la de un topo
miope”, me dijo Luna. Regalándome la más dulce historia, además
de acuñar el concepto de miopía monetaria. 

“Quiero viajar a lugares fascinantes sin que sea mi luna de miel.


Quiero dejar de sentirme culpable porque mis gustos son diferentes
a los de mi familia. Me encantaría hablar de dinero con mi esposo
sin que se me haga un nudo en la garganta”, me compartió esta
mujer valiente, con sus rizos color cobre y sus ojos alegres, desde el
otro lado del Pacífico.
 
“En mi educación había recibido que el dinero te abría puertas.
Pero a la vez sentía que había algo que le ponía negatividad. Le veía
el lado malo al dinero. Detecté que con mi pareja, hablar de dinero
ensuciaba la relación. No sabía cómo abordarlo”.
 
Con sus ojos llenos de alegría, Luna recuerda: “Siempre había pen-
sado en el dinero como una economista, desde las matemáticas.
Cuando escuché que el dinero es un recurso, igual que el tiempo y
la energía, se encendió en mí una bombilla y pensé: Luna, es aquí, ¡ve
por todas!”
 
Distingo su entusiasmo cuando empieza a hablar con las manos,
igual que yo, igual que muchas mujeres cuando nos apasionamos.
“Uno de los momentos en que he sido más valiente en mi vida fue
cuando invertí dinero para ganar más dinero.  Cuando más abajo
me sentía, sabía que podía renacer más grande, como el Ave Fénix:
volar más alto”.    
I I I . D I V I NA C L A R I DA D 85

Luna reconoce que le tocó dejar a un lado su mente científica para


confiar en el proceso, en su ritmo. “Empecé a cuestionar a profun-
didad: ¿qué es lo que yo quiero? Me sorprendió darme cuenta de
que yo estaba viviendo la buena vida, y de lo que significa para otros.
Reconocí que no quiero riqueza: yo quiero lujos. Antes gastábamos
en lo que se esperaba de una pareja sin deudas y sin hijos: salir a
cenar, ir al cine. Pero era un dinero que no nos retribuía en satis­
facción. Reconocí que en realidad nos gusta cenar en casa y prefe­
rimos ver series en la televisión. No dejamos de salir por falta de
dinero, sino por lo que nos hacía más felices. Cuando dejamos de
vivir la vida de los demás, nos sobró dinero. El dinero nos obedecía:
se iba a donde le decíamos que fuera”.

“Lujo ahora, tranquilidad en el futuro” se convirtió en el mantra


monetario de Luna y su esposo. Cada miércoles, esta valiente nos
compartía un paso más en su conversación, también valiente, con
su pareja:
 
—¿Para ti qué sería lujo? –preguntó un día a su esposo.  
— Un mes sabático en los Alpes –respondió él.  
— ¡Hagámoslo!  

Pusieron fecha, y saborearon la anticipación de las circunstancias,


revelarse ante sus ojos. 

Te confieso que cuando empecé este trabajo de DivinoDinero®,


nunca imaginé que esto sería efecto mariposa. Con la DivinaClari­
dad que cultivó Luna, las conversaciones de dinero se normaliza-
ron en su ambiente. Por primera vez, hablaba de dinero con sus
compañeros de trabajo: les contaba de sus planes de viajar o de
comprar autos. Luna y sus compañeros llevaban más de cinco años
86 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

sin recibir un aumento de sueldo. En una de tantas comidas, ella


preguntó a su amiga de recursos humanos: ¿cómo podríamos apor-
tar más valor? El incremento de salario no es un gasto, es una evo-
lución a lo mejor.  

“Te quiero dar la noticia de que serás la primera del año, de todos
los compañeros, que vas a recibir un aumento”, escuchó Luna se­
manas después. Mientras tanto, seguía cultivando la claridad. In-
vestigó sobre el minimalismo, aprendió a cocinar con toda la comi-
da que tenía en el refrigerador; incluso, se embarcó en el Proyecto
333 para vestir con 33 prendas durante tres meses. ¡Fascinante! 

Se permitieron un coche de gama alta. ¿Y qué es gama alta? Para


Luna y su esposo significaba un buen equipo de música y llantas
especiales. “Lo pagamos de contado, con toda la hucha (bolsa) de
bolitas de gusto (dinero sin culpa), que para entonces ya eran miles de
euros”. 

Uno de los miércoles de #MilagrosMonetarios más conmovedores


para mí, fue cuando nos compartía un video de los Alpes. Esos Alpes
del sueño de su esposo, esas montañas que parecían inalcanzables.
Ahora nos llevaba a todo su grupo de valientes, gracias a la magia
de tecnología y gritaba: ¡¡¡Gracias valientes!!! Yo lloré por más de
veinte minutos: el corazón me estalló de gratitud y recordé por qué
me dedico a este trabajo. 

Luna además ha podido acomodar esa vida de lujo dentro de su his-


toria familiar de dinero. Empezó por reconocer si los juicios mone-
tarios eran suyos, o los había tomado sin cuestionar. Viajó al pasado
y descubrió que el dinero en su historia de vida era como la comida:
ciclos de indulgencia y privaciones. “Pero eso fue antes. Ahora de
adulta fue una sorpresa darme cuenta que esa ya no era mi expe­
I I I . D I V I NA C L A R I DA D 87

riencia. Saber que mi abuela, mi mamá, ellas habían hecho su parte


para sanar, fue liberador. Tocaba mi propio camino de sanar”, me
dice Luna, ahogando las lágrimas. 

“Recuerdo un día, escuchando una entrevista de DivinoDinero®


mientras limpiaba el refrigerador. En ese momento entendí que
había sublimado el tema de dinero. Fue como si la luz del refrige­
rador, con esa brisa de aire fresco, le dijera a mi alma: no me estoy
separando de ellos, estoy cicatrizando heridas para unirnos más”. 

Luna se despide, compartiendo: “Si estás en tu proceso de Divi-


noDinero®, confía y entrégate a la experiencia. Sanar es posible
porque no cambian los números: cambias tú”. 
88 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
I V. D I V I N O S C O J O N E S 89
90 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
I V. D I V I N O S C O J O N E S 91

DIVINO S COJON E S
De la eva sión a l a verdad

“Si quieres resolver tus finanzas, debes enfrentar tus finanzas”. 


Mike Michalowicz

Cojón, del latín vulgar: testículo, órgano sexual masculino.


 
Cojones tiene muchas aplicaciones mexicanas, un poco parecido
a chingar. Al concepto que me refiero en este capítulo es a la poco
distinguida aplicación de ser valiente y osado. 

— Es que en serio, ¿quién dice cojones para describir una habilidad?


–le pregunté dudosa en aquella charla a mi hermana.
— Simple. Lo dice quien los tiene. 

En el camino de DivinoDinero® esta parada es la que va de subida.


Si esta aventura fuera una clase de yoga, DivinosCojones sería la
postura cúspide para la que te prepara la clase. Después de esto, lo
que sigue es de bajadita.  

Los números nos mantienen honestos, diría uno de mis managers del
mundo corporativo. También decía que si los torturabas lo sufi­
ciente, los números te decían lo que querías saber.
 
92 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

En este capítulo descubres:

1. El significado más amplio de vivir en la verdad.


2. La intención constructiva detrás de cada gasto.
3. Qué son las libertades esenciales y cómo cultivarlas en
cua­tro niveles. 
 
Mi despertador monetario sonó al llenar la solicitud de hipoteca
de la casa. Nombre, dirección, edad, ingresos por mes… Justo aquí
sonó el ruido de disco rayado en el soundtrack de mi vida. Como un
stop/rewind de película. A ver, otra vez: ingresos por mes. ¡No sabía
cuánto ganaba por mes! 
 
Yo tenía 31 años, era gerente de marketing para una de las empre-
sas más grandes de tecnología en México. Las líneas de producto
(ocho) bajo mi responsabilidad, representaban 40% del ingreso de
esa división. Sabía cuántas unidades se desplazaban a la semana
por canal de distribución; cuántos puntos de participación de mer-
cado representaba cada negocio de los grandes; las probables im-
plicaciones en participación si la compañía decidía no aprobar un
precio especial... Lo podía disparar tan fácil como decir mi fecha de
nacimiento. ¡Y desconocía cuál era mi ingreso mensual! 

La excusa de que “como soy vendedora, no sé cuánto me van a pa-


gar”, no me sirvió para seguir escondiéndome. La asesora me pidió
hacer una lista de todas las percepciones en un año, dividir entre 12
y así, nos daba el ingreso mensual. 
 
Fácil. Solo se necesitaba un cálculo en Excel. El diálogo en mi men-
te era implacable: ¿Dónde están mis recibos de nómina? ¿Qué, qué
I V. D I V I N O S C O J O N E S 93

ese descuento por caja de ahorro? Clic, clic, clic. ¿En serio te quitan
tanto de impuestos? Clic, clic, clic. Órale, ¿por qué me pagaron tanto
ese mes? Clic, clic, clic…
 
Y entonces, la pregunta que lo cambiaría todo: ¿Cuánto habré ga-
nado el año pasado? Whaaat?! Los ojos se me abrieron como platos
soperos cuando la computadora me informaba que el año en curso
había disminuido mi sueldo. ¡Ganaba 30% menos que el año ante-
rior!

Peor aún… me di cuenta de que había vivido diez años sin saber
cuál era mi percepción mensual. Del seguro para el retiro, mejor
ni hablamos. Yo vivía en la tibieza monetaria. No había una urgencia
por pagar ningún adeudo, y tampoco tenía mayor aspiración finan-
ciera. Había abdicado al trono de mi soberanía monetaria. Me im-
portaba mucho más la rentabilidad y la participación de mercado
de una empresa, que mi propia fortuna. La cartera solo era espejo
de otra parte de mi vida: yo no era mi prioridad. 

Satya. Vivir en la verdad 


 
“Vivir en la verdad es no ocultarse”. 
 
Mi cuerpo recordó la frase en plena clase de yoga. Esa frase que
yo tengo tan asociada con Milan Kundera y su Insoportable levedad
del ser. Satya es una palabra en sánscrito que significa verdad. En
yoga es una de los cinco yamas, y se refiere a la virtud de restringirse
de falsedades, distorsiones y apariencias de la realidad, a través de
nuestro lenguaje y acciones.
 
94 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Los yamas (y su complemento, los niyamas) son las reglas éticas en el


hinduismo y yoga. Es a través de ellos que se cultiva el correcto vivir.
Estos yamas representan compromisos que afectan nuestra relación
con otras personas y con nosotros mismos.   

El término Satya es un concepto ético sobre la veracidad y es con-


siderado una virtud. Significa ser consistente entre lo que pensa­
mos, decimos y hacemos. Vivir en la verdad va más allá de evitar las
mentiras. Es no aparentar, no fingir, no diluir.  
 
A veces simulamos un estilo de vida que no es el verdadero para
nosotros. O fingimos que no nos interesan ciertas cosas, cuando la
cartera –o la agenda– nos indica lo contrario. 
 
La forma más rápida de saber lo que estamos valorando en nuestra
vida es mirar los estados de cuenta… y el calendario. Mirar dónde
está nuestro dinero nos indica sin margen de error, qué estamos
valorando.

Es mirarnos en un espejo cristalino como ese de la Historia sin fin,


o los de Harry Potter, donde vemos lo que en realidad somos: no la
apariencia que mostramos para convivir o pertenecer. Eso nos asus-
ta, nos da miedo. ¡Claro! Pero valentía no es ausencia de miedo: es
actuar a pesar del miedo. El miedo, como toda emoción, tiene un
mensaje constructivo: nos indica que hay que poner atención. 

Sé que puede darte miedo asomarte a esa cloaca monetaria, quieres


evadir verte en ese espejo que muestra la verdad sobre lo que ha
sido importante en tu vida. Lo entiendo, créeme que lo entiendo.
Del otro lado de ese puente, la vida es cristalina. Solo estás eva­
diendo una situación incómoda; tu mente te pinta el escenario de
I V. D I V I N O S C O J O N E S 95

que una vez que descubras esa verdad, deberás amarrarte el cinturón
para pagar todos tus errores monetarios.

“Basta. Basta. Basta”, diría mi amiga Lore Aguirre. 

Aquí es en donde viene la tentación a sentirse culpables por nuestra


forma de gastar.  Por eso muchos evadimos enfrentar esa verdad.
¿Quién en su sano juicio querría experimentar esas emociones tan
incómodas? Como si le diéramos la razón a Berkeley, el filósofo que
decía “ser es ser percibido”. ¡Ah! Nosotros somos muy listos y al es-
conder los estados de cuenta, parece que no existieran. Vamos por
la vida muy contentitos, escondiendo esqueletos en el clóset. Como
barriendo el polvo debajo de la alfombra.  
 
Escondemos nuestra realidad monetaria de otros, y de nosotros mis-
mos, porque somos muy inteligentes. Queremos evitar el sufrimien-
to, así que el camino conocido es la evasión, la miopía monetaria. Pero
ésa es solo la mitad de la historia.
 
Aparentar un estilo de vida que no es el tuyo, disimular que todo
está bien en tu vida, fingir que no te preocupa resolver el tema de
dinero... todo eso es evitar la verdad. 

En este preciso lugar y espacio, es donde toca utilizar todo gramo


de gónada. Recordar todos los cojones de tu linaje para brincar
esta tranca. Asomarte al espejo de Dorian Grey para mirar los
reales estragos que la evasión ha dejado en tu cartera; y en tu alma.
Créeme, mientras más tardes en mirar ese reflejo, el camino se alar-
ga y entorpece. Es lo mismo que ir al doctor: el tiempo siempre es
un aliado ante cualquier diagnóstico. 
96 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

La intención positiva
 
—Toda acción tiene una intención positiva –escuchaba de
mi maestra de Programación Neurolingüística, Elizabeth
Flores. Mi cuerpo se relajó, incluso los pulmones soltaron
un suspiro de alivio y mis brazos colgaban largos y sueltos
como los de un primate.
—O sea que mis ataques de comer compulsivo tienen una
intención positiva –pregunté incrédula.
—Claro –dijo Elizabeth, con una enorme sonrisa.
 
En un instante, años de culpa y vergüenza se habían diluido. Con
alegría y alivio supe que yo no estaba rota, no era tonta. Al con-
trario, tenía un instinto inteligente: comer compulsivamente era la
forma más rápida que había encontrado para resolver un tema, con
las menores consecuencias posibles.  
 
Ahora solo tenía que encontrar dos cosas. Una: cuál era esa in-
tención positiva. Y dos: una forma diferente de resolverlo.
 
—Cierra los ojos –me dijo Elizabeth– y dime qué obtienes y
mantienes cuando comes compulsivamente.
—Me relajo –dije sin pensar.
 
¡Exacto! Esa era la forma más barata que mi instinto había encon-
trado para relajarse. ¡Bingo! Había funcionado a la perfección ese
recurso, hasta que un día dejé de hacerlo. Ahora solo había que
experimentar con otras formas de relajarme, sin daños colaterales.
 
I V. D I V I N O S C O J O N E S 97

Síntomas como enfermarse, dudar, regresar a un umbral conoci-


do de dinero, descomposturas del coche, pagos sorpresa, compras
compulsivas... Todos esos, son muestras de límite superior, diría Gay
Hendricks, autor del libro Big Leap. No son sabotaje: son protección.
Hay que prepararnos para amplificar nuestra capacidad emocional
para recibir y sostener más fortuna: dinero, oportunidades, ideas...
 

 
—Yo tengo una compulsión por los zapatos –me dijo Gaby,
una practicante de DivinoDinero®.
—Cuéntame más –la invité, sabiendo que habíamos encon-
trado una pepita de oro en su crecimiento personal.
—Tan pronto recibo el cheque, me dan ganas de comprarme
zapatos. A veces ni los estreno. Los tengo ahí guardados
y luego siento mucha culpa cuando los veo, o cuando no
me alcanza mi sueldo porque casi todo ya lo debo en tar-
jetas de crédito.
—Déjame adivinar –le dije– ¿De casualidad cuando estás
comprando esos zapatos, dices “Me los merezco pues
para eso trabajo”?
 
Jajaja. Ella y todos los valientes en ese Círculo de Claridad rom­
pieron a carcajadas. Yo había hecho dos cosas en esa intervención:
interrumpir su patrón emocional de culpa al hacerla reír; y dos, des­
cribir el diálogo mental que acompañaba la acción. Identificando el
diálogo, abrimos la puerta a otras posibilidades.
 
98 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Nuestra forma de gastar, en especial ésa de la que no nos sentimos


orgullosos, es un intento por hacernos sentir mejor.
 
Marshall Rosenberg, en su libro Comunicación No Violenta, explica
que existen 12 necesidades que orientan nuestras acciones. Me gus-
ta mucho ese enfoque sin jerarquías: es legítimo tener necesidades,
más allá de comer y dormir.  
  
Hay tres libertades esenciales –como yo les digo– y que como he
confirmado, tratamos de satisfacer muchas mujeres cuando desliza-
mos la tarjeta de crédito: descanso, juego y celebración. 

Durante dos años, uno de los tests disponibles en mi página web


tenía por título “¿Qué estilo de libertad tienes?”. El 60% de las más
de dos mil personas que respondieron, obtuvieron como resultado
la libertad de descanso. Tenemos una programación donde descan-
sar es ser flojos, cuando en realidad es una forma elemental de re-
poner nuestras fuerzas.

Estas libertades se construyen en cuatro áreas de la vida: física,


emocional, mental y espiritual. Nuestros estados de cuenta tienen
las huellas monetarias de nuestros intentos por cultivar esas liber-
tades esenciales. A través del análisis de nuestros gastos, sobre todo
esos que nos da pena ver en el estado de cuenta, sabemos cuál era la
intención constructiva. Con DivinaCuriosidad (habilidad dos),
podemos conectar con la real necesidad que queríamos cultivar.
 
—Gaby, ¿qué tratas de obtener cuando compras zapatos?
–pregunté con mucha amabilidad, sabiendo que ya cono­
cía de las cuatro libertades esenciales.
—Celebrar –me dijo, de inmediato.
I V. D I V I N O S C O J O N E S 99

—¿Puedes probar esta semana formas alternativas de cele-


brar? Diviértete y nos cuentas.
 
A los pocos días recibí un correo electrónico. “Se acabó mi compul-
sión por los zapatos. Es cierto, yo buscaba celebrar. Me di cuenta de
que no reconocía mis éxitos en el trabajo y la única forma que tenía
era comprar zapatos. Esta semana salí con mis amigas, tuve una
cena rica con mi esposo; no hubo siquiera necesidad de pasar por
el aparador. Gracias, gracias, gracias. Me curé de la compulsión y
recuperé casi la mitad de mi sueldo. Nunca sentí culpa, ni carencia.
Ahora sé que cuando quiero comprarme zapatos, en realidad quie-
ro celebrar. Además, todos esos zapatos que había comprado antes,
los uso ahora con orgullo, pues puedo recordar qué logro quería
celebrar cuando los adquirí”.
 
¡Los #MilagrosMonetarios existen! Ninguno necesita restricción o
“amarrarse el cinturón”.

Para recordar...

1. El dinero ama la claridad.


2. La cartera y la agenda nos dicen lo que en realidad valoras
en tu vida.
3. Los números son honestos; lo que duele es la historia, el sig-
nificado que tú le das.
4. Valentía es hacer las cosas, incluso con miedo. ¡Mira ya esos
números!
5. Toda acción tiene una intención positiva.
6. Conoce tus libertades esenciales y aprende a cultivarlas con
otras alternativas.
100 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

7. En el banco, como en el consultorio: el tiempo siempre juega


a tu favor ante cualquier diagnóstico.

DESAFÍO
 
En el link www.JessicaVazquez.com/libro puedes encontrar ese
minibook de las cuatro libertades esenciales.
 
Mi invitación para ti hoy es que con mucho valor (DivinosCo-
jones) juntes todos tus estados de cuenta, y analices, uno por uno,
todos tus gastos. Sobre todo, esos que hacen que se te suma la panza
y, con DivinaCuriosidad, descubras cuál es la libertad esencial
que tratas de nutrir.
 
Escribe al menos cuatro ideas alternativas en las que puedes culti-
var esa libertad esencial. Experimenta, diviértete. Estas son formas
no adulteradas de nutrir las libertades desde la raíz. No un parche
barato de gasto inconsciente.

DIVINOS COJONES EN ACCIÓN 


El amor en tiempos de duda

Citlali fue la primera en preguntar por el contenido del programa.


En mi mensaje de respuesta nació el contenido de ese primer grupo
de DivinoDinero®: 11 valientes reunidos en la sala de mi casa nos
embarcamos en el viaje. Siempre pienso que abrazar el tema del
dinero en pareja es de las más dulces oportunidades para un nivel
de comunión superior. He bautizado el término: Intimidad Financiera.
I V. D I V I N O S C O J O N E S 101

En ese Círculo inicial teníamos a dos matrimonios, además de tres


participantes que tomarían la formación en representación de la
dupla. Citlali y Ariel eran una de esas parejas. Después de dos años
y medio de iniciado este camino, nos comparten los cambios que
han experimentado. “Dos mudanzas de casa, un cambio de resi-
dencia, un negocio fallido, dos trabajos nuevos y una segunda hija;
compramos una casa y terminamos de pagar deudas”.
 
Cuando les pregunto qué papel han jugado los DivinosCojones
en su camino, me responden con simpatía. Citlali toma la iniciati-
va: “A mí, particularmente, decirme la verdad tiene qué ver con el
hecho de saber aceptar. En todo este proceso, saber recibir lo que
como familia estamos teniendo. Yo estaba enfrascada en el discurso
de yo no estoy trabajando, yo no traigo dinero a la familia. Tenía un síntoma
de no merecimiento, de no reconocer lo que yo estaba aportando.
El gran cambio para mí sucedió cuando cambié justo ese chip del
merecimiento. Ahora sé que contribuimos con el simple hecho de
ser y estar. El trabajo que hago con mis hijas, de atenderlas, de todo
el día ver que estén bien, ahora sé que esa es mi mayor contribu-
ción. Sé que nadie lo podría hacer, y que no tiene manera de con-
tabilizarse en dinero. Esa fue una de las mayores verdades, que nos
cambiaron por completo como pareja”.
 
Continúa diciendo que ahora tiene muy claro que no tiene que
compensar nada. “Lo que soy hoy es suficiente para recibir y mere-
cer toda la abundancia que viene a nosotros”. La quijada se me cae
hasta el suelo. Es asombroso escuchar su voz templada describir lo
que es la nueva realidad cotidiana.

 
102 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

“Eso nos ha permitido construir un patrimonio. Saber que mi con-


tribución no está en un cheque que trae mi nombre, sino de otra
forma, incluso energética. Lo que recibo ya no es en angustia ni en
culpa. Los recursos nos rinden más desde que aprendí a recibir y
gastar en expansión”.
 
Ariel, en estos dos años y medio cambió dos veces de trabajo, al
mismo tiempo que mantenía su despacho de contabilidad. “Antes,
si no iba por el camino que me había planteado, me sentía mal. La
realidad es que me di cuenta de que tenía tantas oportunidades y
opciones de recibir, que me valoré mucho más como profesional. Yo
soy contador, sabía dónde estábamos parados en términos financieros.
El trabajo más bien fue en el área personal. Cuando entendí que
puedo contribuir a las empresas con mis conocimientos desde dife­
rentes formas, pude dejarme apapachar por los corporativos y recibir
mejores oportunidades. Recibir y apreciar es un trabajo espiritual”.
 
“¿Qué es perdonarte, y cómo le haces?”, le pregunto a Ariel. Me
interesa el punto de vista masculino, cuando en los últimos meses
se han presentado gran cantidad de hombres en las puertas de Di-
vinoDinero®. “La vida me ha dado mis zapes (golpes), para invi-
tarme a indagar qué estaba haciendo para permitir/atraer este tipo
de situaciones. Lo que hice fue dedicarme a mí. Empecé a hacer
cosas que yo disfrutaba: correr, moverme. Ahí encuentro un estado
de meditación que me permite valorar, abrir la mente y tener clari-
dad. Decidí bajarle dos rayitas al estrés y eso abrió las posibilidades”. 
 
Tuve la fortuna de conocer a Ariel en su labor como contador y
aprecio mucho su claridad para los negocios. “Yo a mis clientes les
recomiendo sincerarse. La contabilidad es un tema de cultura; te da
la oportunidad de reconocer lo que es. Presentar los impuestos que
correspondan y hacer un plan para resolver la situación. La actitud
que siempre funciona es tener claridad empresarial. Cuánto estás
I V. D I V I N O S C O J O N E S 103

generando y cuánto estás gastando. No puedes vivir con un hueco


y las opciones son sencillas: recortas gastos no indispensables, o in-
viertes para generar más ingresos, ¡o ambas! Yo siempre he dicho
que lo más fácil de conseguir en esta vida es el dinero. Lo que no-
sotros tenemos que hacer desde nuestra trinchera es generar nues-
tras oportunidades”. Sus palabras resuenan y de inmediato sé que
estamos ante un mantra.
 

El joven matrimonio me comparte que esta nueva identidad mo­


netaria acomodó las relaciones en su vida. Ella me confiesa: “Hay
amistades con las que dejamos de vibrar igual, aparentemente
teníamos los mismos objetivos, pero algo pasó, que de pronto, nos
convertimos en blanco de envidias y cuestionamientos. Fue dolo-
roso, pero a la vez muy liberador; nos unimos mucho como pareja.
Entendimos que teníamos lo más importante, lo demás lo pode­
mos conseguir. Salir de nuestro código postal fue un momento de
inflexión. Teníamos muchos meses trabajando en ampliar nuestra
capacidad de recibir y cuando llegó esta oportunidad fue como el
Universo cuestionando: ¿entonces sí quieres o no quieres recibir
más? Recibir implica el valor de tomar decisiones difíciles”.
 
Ariel, conmovido, me comparte que para él, el camino lo llevó a
darse cuenta de que eso que buscaba ya lo tenía en casa. “Yo había
perdido el foco al tratar de hacer más contactos, más clientes…
cuando en Tijuana ya tengo a mi mejor amigo, que siempre me ha
valorado por lo que soy”.
 
104 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Se toman de la mano y con certeza declaran: “Sabemos que po-


demos generar más y que estamos en el camino correcto. Si nos
mantenemos juntos y enfocados en esto, lo vamos a conseguir. Se
han abierto muchas puertas, muy rápido; a veces es de no creerse.
Hagan caso de su intuición, recurran a las relaciones que saben que
están ahí de por vida. Haz las cosas porque tienen sentido para ti,
para tu amor propio”.
 
Citlali y Ariel se despiden, con las risas de sus hijas que se alcan­zan
a escuchar desde la otra habitación: “Ahora agradecemos lo que
nuestros papás hicieron por nosotros, y queremos que nuestras hijas
tengan un punto de partida todavía mejor que el que tuvimos. Se
necesita trabajo interno y valor para poder recibir más. Abran los
números: no hay nada mejor que tener muy claro dónde estás para-
do y sobre eso, hacer un plan de mejora. Lo más fácil de conseguir
es el dinero. La pareja, la familia, los verdaderos amigos: eso sí está
cabrón de conseguir. Si tienes eso, está muy fácil: dinero siempre
hay allá afuera”. 
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 105
106 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 107

D IVINA C ONG RU E N C IA
De la eva sión a l a ac c i ó n

“La congruencia es la madre de la credibilidad”.  


Anónimo

La vida es simple. Poner las manos donde decimos que está nuestro
corazón.  Boca, corazón, tripa y cartera alineadas. El primer paso
es la honestidad, con lo que en realidad quieres. No lo que dice la
gente que debemos querer. No con lo que opinan los expertos en finanzas
personales. Lo que tú quieres: lo que es importante para ti.

Lo mismo con el dinero. Sin compasión, sin curiosidad, sin claridad


o sin cojones, solo hay culpa, juicio, evasión y confusión. Imagínate
tratar al dinero desde esa energía. No tienes que imaginarlo, ¡ya lo
has hecho por muchos años! Este es el punto de inflexión.   

Mi sugerencia para ti es que veas lo que veas en estos números,


evites el juicio, la crítica y el flagelo. Si viene culpa, ¡bienvenida!, es
tu invitación para volver a la integridad.  

En este capítulo descubres:


1. Qué hacer cuando descubes que tus gastos te causan
ansiedad.
2. La ventaja de las deudas y el enfoque afortunado. 
3. El plan de prioridades (integrar recibir y merecer).
108 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Si al ver los números te da el soponcio…

Una de las charlas más enriquecedoras alrededor del duelo y el di­


nero, la tuve con mi amiga Lilia Graue. 

“Lo que duele es el significado que le das al número; también duele


lo que esto simboliza: el acceso que tiene una persona dentro de
un sistema actual de distribución inequitativa de riqueza. Nombrar
que no es tu culpa, y al mismo tiempo, identificar qué espacios te­
nemos para movilizar los recursos a los que sí tenemos acceso; esto
te libera de la vergüenza. La vergüenza implica que yo he tomado
malas decisiones en un sistema que lucra con que yo me siga com-
prando ese discurso”, me dice Lilia.

Gran parte de la tanatología está basada en un modelo de Elizabeth


Cullen Ross, que habla de las etapas a las que todos los seres hu-
manos nos enfrentamos ante una pérdida inevitable. Las etapas que
yo relaciono con el dinero son las dos primeras. 

La primera etapa es la negación, –que en la cartera puede tradu-


cirse como sigo sin enfrentar la realidad monetaria, y que funciona como
defensa cognitiva. Aunque no necesariamente la miopía monetaria
es lo más funcional, es natural que ocurra. Reconocerlo me permite
avanzar.  

La segunda etapa es la del enojo, que nos brinda información útil


de límites que han sido transgredidos, como te conté en el capítulo
DivinaCuriosidad. En algunos de estos tendrás espacio de ac-
ción, en otros no. Aquí es donde nos conviene explorar cómo inte-
grar eventos de estrés/trauma residual, para poder recalibrar nues-
tro termómetro de peligro. Ya que a veces esa calibración está acotando
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 109

la expansión de nuestra vida hacia un lugar que ya no necesaria-


mente es peligroso. Si requieres ayuda para procesar esta etapa,
busca un tanatólogo, un terapeuta, sesiones de terapia del arte… Lo
que requieras para integrar el estrés/trauma residual. También po-
demos seguir trabajando juntos; ya te hablaré de esto más adelante
en el capítulo final.  

El dinero ama la claridad y lo que harás ahora es decirle a tu dinero


a dónde quieres que se vaya. Dice Lynn Twist que el dinero es como
el agua. Mi interpretación es que es como un río: siempre buscará el
mar. Si el agua no está fluyendo hacia el mar (tus prioridades mone-
tarias) es porque encontró algunas piedras en el camino, es decir, los
bloqueos que has trabajado durante estos capítulos. Sin dirección,
el agua, como el dinero, seguirá su cauce sin llegar al mar. 

La congruencia es la habilidad que hace el punto de inflexión. Va-


mos a poner los puntos sobre las íes.  

Me encanta el concepto de Carol Dweck, profesora de cátedra en la


Universidad de Standford. Como te conté al inicio, su libro se basa
en la mentalidad de crecimiento que asume que el fracaso es parte
del aprendizaje. Así que a todo lo que has experimentado con el
dinero, le vamos a dar el re-encuadre de aprendizaje.  

Todo es información, retroalimentación que usas para ajustar tu


rumbo monetario.  Es todo. Es como cuando te equivocas al ­hacer
110 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

hotcakes –o tal vez solo soy yo–, da hasta risa, ¿verdad?  La única
diferencia con esa área de la vida y el dinero es que el dinero está
cargado de significados que le hemos atribuido para tenerlo, gastarlo,
no ganarlo, tener más o menos.  

Mi papá me enseñó a patinar. Digamos que mis capacidades mo-


trices no eran mis puntos fuertes ¡pero llegaron los patines! Des­
lizarme me hacía sentir mucho poder y orgullo. Cuando cumplí
12 años, mis papás me regalaron unos preciosos patines de cuero
blanco y llantas rosas. 

Una genial idea que tuvimos mi hermano y yo fue que mi papá nos
remolcara con el coche, mientras nosotros nos agarrábamos de la
cajuela. ¡No lo intentes en casa!  Sentí un miedo paralizante y al
soltarme, aterricé en el suelo con la mejilla. Pero el susto mayor fue
cuando alcancé a ver mi reflejo en la moldura del coche. En una
lámina de 2 centímetros que fungió como espejo, pude ver sangre
escurrir en la cara; sentí perfecto el baño de adrenalina paralizarme
el cuerpo y el pómulo hincharse. Mi papá me enseñó una de las lec-
ciones más importantes de mi vida: ¡vuelve a patinar! “Solo medio
metro más si quieres, de la misma forma en que te caíste. Eso saca
el miedo del cuerpo y le dice a tu mente que no importa las veces
que te caigas, te vas a levantar”. Treinta años después, sigo amando
patinar. 

Si te has caído en tus patines monetarios, hoy te digo, tomándote


de la mano, mirándote a los ojos con cariño, ¡vuelve a patinar!  Es
importante. Saca el miedo del cuerpo y te desliza hacia la soberanía
monetaria. 
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 111

La ventaja de las deudas

Una de las primeras tomas de consciencia de los Espíritus Bravos


que realizan el camino del DivinoDinero® es la cantidad de sus
monedas que se va en pagar deudas.  La enorme diferencia, es que
ya eso solo es información. Como diría Nelly, es solo un capítulo de
esos de relleno que se pueden quitar del libro.   

La deuda puede ser una puerta grande al descubrimiento, si lo ha­


ces con compasión. Tampoco creo en la deuda buena y deuda mala; eso
solo la moraliza y la lleva directo al juicio. Conozco el crédito como
una herramienta, siempre y cuando haya una estrategia de salida. 

Ahora, si la deuda ya está en tu experiencia, tengo algunas ideas


para ti.  

Primero. ¿Qué pasaría se la deuda es en realidad confianza? Al-


guien ya confió en ti y en tu capacidad de crear dinero. Incluso
tú: confiaste en tu capacidad futura de crear esos recursos. Ahora
toca honrar esas confianzas. Pagar. La prioridad de pago la tienen
amigos y familiares.  

Como dice el conferencista Diego Dreyfus, –coincido– tus amigos y


familiares no se dedican a prestar dinero, no tienen riesgos calcula-
dos ni modelos de cartera vencida.  
Aquí va mi amor apache: no te hagas ‘el ofendido’ cuando te pidan
su dinero de regreso. Tu falta de planeación no debe convertirse en
emergencia para ellos. La honestidad es la mejor estrategia. Debo,
no niego. Pago, aquí está mi plan.  No es solo por ellos, es por re-
construir integridad de ti, para ti. 
112 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Segundo. Bautízala diferente. Amo esta idea de Bari, mi mentora


de dinero, y la he comprobado en acción. En lugar de decir: “le
debo el 20% de mi ingreso al Banco”, mejor cuéntate qué fue de
esa deuda. ¿Tal vez es el viaje de tu vida? ¿El pago de un diploma-
do? ¿La mejor fiesta del año? Se ve bien diferente eso en tu Plan de
Prioridades, que ‘Tarjeta Fulana’.  

Tercero. No te enfoques solo en pagar deudas, el foco es crear


dinero. Sobrecrear la deuda. Planea para pagar todas esas confian-
zas: ponle una fecha en la que te habrás graduado de deudas y
prepárate para los milagros. Honrar tu palabra no tiene que ser un
castigo. Esa es la magia del Plan de prioridades en congruencia con
tus valores.  

Se puede salir de vacaciones mientras pagas la deuda.   

Realiza un plan donde todas las partes de ti sean felices y estén a


bordo. Si quieres conocer algunas estrategias técnicas para pagar
las deudas, visita el último capítulo donde hay algunas alternativas.  

Si te sientes culpable por tener más que otros...

Si eres de los que están del otro lado, y con frecuencia te piden
di­nero, quiero que sepas que no es tu obligación resolver los pro­
blemas de otros. Muchos de los valientes de DivinoDinero® se
sienten culpables porque ellos tienen más dinero que sus amigos y
familiares. Se sienten mal. Esto se arregla de dos formas:
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 113

1. Puedes venir del campus donde la creencia es que tu alma


elige dónde nacer. ¡Así que felicidades por las circunstancias
que escogiste! Hay otros que vienen del campus donde tu
situación es fortuita, como el tamaño de tus pies y el color de
tus ojos. ¿Te sientes culpable por eso? ¿Verdad que no? Lo
mismo con tu ecosistema. ¡Sorpresa, ahí naciste! 
2. El que tú tengas más no significa quitarle a otros. Es como el
ejemplo que mencioné antes, si me dices que tu primo tiene
gastritis y tú, que comes verduras, evitas el picante en ex-
tremo y haces ejercicio para manejar el estrés, quieres tener
también gastritis. O incluso, que este mismo primo tenga gri-
pa (no hizo nada, solo pescó el virus), y mientras, si tú estás
sano, puedas llevarle jugo y consomé de pollo. En lugar de
estar los dos juntos en el sillón compartiendo los pañuelos,
enfermos. ¿Me explico?

Cuando tú eliges más, nos muestras a otros lo que es posible.   

Solo toca tener un Plan de Prioridades de cómo vas a manejar esos


‘excedentes’ de dinero. ¡Incluso puedes crear tu propia política
de préstamos familiares! ¡Política personal de inversiones! Ufff, es
una delicia. Con eso ahogamos uno de los agobios más grandes de
muchos latinos: “si tengo dinero, me van a pedir”. Tú ya vas a saber
qué hacer… 
114 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Hubo un tiempo en que me costaba trabajo hacer ejercicio físico.


La palabra se me atoraba en la garganta. Funcionaba mejor para
mí: entrenar o moverme. Un día escuché a Alex Frazen, mentora
de escritores, contando cómo ella le había dado la vuelta al tema de
activar su cuerpo. Esto es lo que recuerdo: Alex había tenido opor-
tunidad de entrevistar a una mujer que vivía en un país en guerra.
Le preguntó con respeto y genuina curiosidad: “¿Cómo no sentirme
culpable por mis circunstancias, en comparación con las tuyas?” La
mujer le respondió: “Disfruta tus privilegios, porque es una forma
de honrarme a mí. Tener una alberca cerca, vivir en un país seguro
donde puedes decidir cómo moverte, es un privilegio. ¡Hónralo!”   

Además de honrar tus circunstancias, al abrazarlas como balón de


americano y correr hasta la yarda de anotación, puedes compar-
tir esos talentos con otros. Ya pronto hablaremos de la Divina-
Creación como habilidad. Por lo pronto, te adelanto que esos do-
nes, talentos, esas situaciones que te fueron dadas (o que elegiste),
son para compartir.  

Música monetaria o el Plan de Prioridades

—¡Mamá, ahora sí estamos haciendo música! –gritó


emocionado el Sibarita.  

Él tocaba el teclado, mi Adorado Esposo la guitarra, mientras yo


fui la suertuda beneficiaria de un xilófono verde de juguete. Sonreí
porque eso justo pasa con el dinero. 

Los mismos instrumentos, cada quien a su ritmo, es solo ruido.


Pero con el solo hecho de agregar pulsos (repeticiones) coordina-
das empieza a parecer música. Las percusiones y los platillos –esos
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 115

estruen­dosos– me los imaginé como los pagos del seguro. Los vio-
lines alegres, como los ingresos de cada mes. 

Mi cabeza era una sinfonía. Mi hermana, que es una excelente can-


tante, me cuenta que el tempo –que son los pulsos por minuto–, es
qué tan rápido o lento se escucha una canción.  

¡Eureka! No es que andemos cortos de dinero, es que tenemos unos


violines (ingresos) al tempo de música clásica, cuando los timbales
(gastos) tocan salsa.  Están a destiempo: solo hay que tener pulsos
coordinados. Yo anduve mucho tiempo en la vida con puro trombón
y platillos (gasto, gasto, gasto estruendoso), o con un tintineo extraño
en forma de gasto hormiga, ¿¡de dónde viene ese ruido!? 

La buena noticia es que si puedes menear tu piecito deees-pa-citooo o


al ritmo que elijas, puedes coordinar tu plan de prioridades. Créeme,
así sean dos percusiones y una cuerda, se puede tener una armonía
monetaria sencilla sobre la cual construir adornos después: inver-
siones, pensiones… 

El tempo, la velocidad con la que se siente una canción, son tus va-
lores rectores de vida. Son la brújula que garantiza vivir en integri-
dad. Uno de mis valores rectores es vivir en la verdad... y se puso a
prueba cuando nació el Sibarita. 
 
Yo tuve solo una semana de ausencia por maternidad pagada antes
del alumbramiento –en lugar de las seis por ley– porque se adelantó
el ‘bodoque’. El trámite oficial solo requería una copia fotostática
del acta del bebé. Te confieso que por mi mente pasó la idea de co­
rregir la fecha de nacimiento para disfrutar cinco semanas más junto
al infante.  
116 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

“¿Pero qué diablos estás haciendo?”, me gritó la consciencia. “Esto


es abrir la puerta a la mentira, en la vida de ese niño”.  

Los valores ayudan a resolver las situaciones complicadas en la vida.


¿Qué haría la verdad? Retorcí la boca porque sabía la respuesta.
Cerré de golpe la puerta a la mentira, y estuve treinta y cinco días
menos arru­llando un nene. Fue lo correcto.  

Cuando tienes claros tus valores de vida, el plan de prioridades de


tu dinero se convierte en guía de acción. Valoras la salud, ¿qué dice
tu plan? Dices que valoras la educación, ¿cuánto inviertes en eso?
Aquí va mi amor apache: si dices que la libertad rige tu vida, ¿en-
tonces por qué tu ingreso es esclavo de pago de deudas? ¿Averso al
riesgo? Un gran porcentaje se va a previsión.  

Un plan de prioridades es decirle a tu dinero a dónde ir, en inte­


gridad.

Hay infinidad de teorías sobre cómo armar un presupuesto: que, si


solo el 30% se va a deudas, que el 10% a ahorro, etcétera. ¡Haz lo
que funcione para ti! Solo una invitación: te debe quedar dinero.
Sin importar lo que ganes, busca quedarte con dinero. 

Aquí los nombres de tus partidas de prioridades hacen toda la di­


ferencia. Esto también lo aprendí con Bari Tessler, mi mentora de
dinero de quien te he contado antes. En lugar de hipoteca, algunos
valientes bautizan esa cuenta como nido de amor. No le decimos su-
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 117

permercado: se llama nutrición. En lugar de mantenimiento, unos creati-


vos lo bautizaron como preservación del edificio. Las posibilidades son
infinitas. 

Hay máximas o buenas prácticas que han hecho sustentable este


hábito monetario para muchos valientes. Sin que esto genere culpa
o vergüenza, esto es lo que veo que ha funcionado para otros; pero
busca siempre qué es lo que funciona para ti. 

1. Págate primero a ti.  Primero tú, antes que pagar a tiendas


de ropa. Primero tú, para que generes tu fondo de la paz. Yo
no le digo fondo para las emergencias, porque ¿quién en su sano
juicio quiere tener emergencias en la vida? Fondo de la paz.
Equivalente a entre tres y seis meses de tus gastos mensuales. 
2. Honra tus confianzas.  Plan de graduación de deudas.
Amigos y familiares, primero. Bancos y préstamos bancarios,
después. 
3. Disfruta tus bolitas de gusto. Partida de dinero libre de
culpa, sin explicaciones. Aquí es en donde caben los barnices
de uñas, los libros nuevos y los cuadernos de colores (¿o tal
vez solo soy yo?). A disfrutar sin mayor angustia. Si vives en
pareja, esta partida es como el respeto al derecho ajeno: la
paz. 
4. Transfiere los riesgos. La vida en sí misma ya es un ries-
go, ¡hay empresas dispuestas a tomarlo por ti! Asegúrate: gas-
tos médicos, vida, auto... Mereces una vida libre de angustia. 
5. Conoce tu perfil de inversionista. Puedes construir
identidad de inversionista desde 10 dólares en bonos del go-
bierno. Sé diligente. Invertir no es apostar. Aprende la delicia
del interés compuesto. 
6. Compra hasta el punto máximo de disfrute. Hay una
delgada línea entre el gozo y el remordimiento. Utiliza el
118 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

cuer­po como brújula al hacer tus compras: elige solo lo que


te hace sentir en expansión. Te sorprenderá descubrir que
gozas más, incluso comprando menos. Recuerda que com-
prar es votar por lo que quieres más en el mundo. Consume
con el impacto de tu compra en mente, sé un ambientalista
imperfecto, abraza los beneficios de la economía circular (re-
usar, reparar, regalar, reutilizar).  
7. Construye para el gran sueño. Aquí van las vacaciones,
esa compra grande, la certificación que te hace babear. La
magia de posponer la gratificación inmediata le hace bien a
tu cuerpo. Venera tus anhelos. 
8. Disfruta como si hoy fuera tu último día. Invierte
como si fueras a vivir 100 años. Procura siempre a tu yo del
futuro. Colócate en la mejor posición posible.  
9. Abre las puertas a nuevos canales monetarios. Lo
veremos a detalle en el siguiente capítulo; se trata de aceptar
la posibilidad de recibir dinero desde otras fuentes. Regís-
tralo en tu plan de prioridades y velo suceder. 

No te abrumes. Estas son las máximas que puedes poner en tu calen­


dario y programar para avanzar en el transcurso del año. Elige una
por mes y avanza. El camino hacia la soberanía monetaria se con-
quista cada día y se disfruta en anticipación.  
Esta no es una lista que cumplir, es un menú de posibilidades para
ti.   

Aunque contraté un fondo de ahorro para el retiro a los 25 años, dejé


de tomar atención en el fondo de la pensión.  Me sentí avergonzada
por meses hasta que, a los 42 años, cuando crucé la mítica barrera
de facturación como empresaria independiente, entendí que solo
estaba con otra prioridad en mi vida: hacer funcionar mi negocio.
Yo seguía bailando música clásica, cuando ya es momento de ritmo
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 119

swing, movidito para pensión y retiro. Cambia de ritmo conforme te


lo pide la vida. Aprende los pasos básicos ¡y sigue bailando!   

Como dice mi amigo Miguel Gómez, consejero financiero: adelan-


te, ¡siempre hacia adelante! 

En el link www.JessicaVazquez.com/libro puedes descargar el mate-


rial extra y la plantilla para armar tu plan de prioridades. También
encontrarás una guía de otros recursos si deseas agilizar tu progreso
para poner en práctica las máximas. 

Las leyendas vivientes: Recibir y Merecer 

El objetivo es que te sobre dinero con dinero. Tres meses de la evi­


dencia y te conviertes en una persona que siempre tiene dinero.
Algunos pasamos por etapas de incontinencia monetaria: no podemos
sostener dinero.  

Se lo atribuyo a los G.A.T.O’s:

G - Gastos inconscientes
A - Abundancia culposa
T - Tolerancia a la restricción
O - Ojo de hormiga con las deudas.

Un plan de prioridades que evite estas trampas, está blindado.  


120 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Cuando los Espíritus Bravos transitan por esta práctica, los escucho
decir que tienen problemas con merecer. ¡Ahora resulta que el dine­
ro tiene requisitos! Debe venir a través de cierto canal, o después
de algunas condiciones. En los países latinos veo con frecuencia que
solo merezco dinero si me costó mucho trabajo lograrlo. En el caso
que el dinero llegue simple, veloz, divertido, como no ha cumplido
las cláusulas, no lo puedo sostener (no lo merezco).  

Puedes cultivar la nueva creencia: que el dinero puede venir de mu-


chas formas, todas legítimas. Rápido o lento. De Mamfred Zepeda,
facilitador de Access, escuché: “¿Qué tal que no tienes que ser ni
bueno ni perfecto para recibir?” ¡Me voló la cabeza! 

Imagínate que recibir es un molino de agua, de esos de cuento.


Donde al girar toma agua con las paletas y lo lleva a otro lugar.
Así el ciclo infinito de dar y recibir. Yo pude aceptar halagos, opor-
tunidades, dinero, como un acto de responsabilidad para otros. Es
decir, solo porque yo tengo problemas para recibir, estoy coartando la
posibilidad de recibir ¡de otros!  Es como apretar la manguera de
sus posibilidades.   

Desde entonces, cuando alguien tiene un comentario gentil, me


ofre­ce ayuda o se inscribe a mis talleres, me alegro. Por esa persona
y por mí.  Porque sé que él/ella, al dar, está activando su canal de
recibir en la misma medida.  

Si aún no puedes hacerlo por ti, recibe por humanidad hacia otros.
Solo tienes que decir gracias y alegrarte, porque su canal de fortuna
se abre en la misma medida que ya te está dando a ti. 
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 121

Para recordar...
1. Soberanía monetaria no es un lugar al cual llegar, es una
ener­gía desde la cual empezar.
2. El plan de prioridades es una forma de ejercer tus valores, en
integridad.
3. Considera los G.A.T.O’s monetarios para blindar tu plan de
prioridades.
4. ¡Puedes hacerlo!

DESAFÍO
 
Mi invitación para ti hoy es que con DivinaCongruencia com-
pletes tu propio plan de prioridades. Con esto tienes tu mapa, tu
plan, otra forma de ejercer tus valores y cultivar la integridad. 

DIVINA CONGRUENCIA EN ACCIÓN 


Sin deudas sí hay paraíso

“Pensé que mi problema de deudas se arreglaría con más dinero;


pero increíblemente mientras más ganaba, más debía”, me dijo
Nelly, una de las valientes de DivinoDinero® en la entrevista para
el podcast. 

Por eso buscaba tener una empresa, para generar ingresos extra
y que estos pagaran las deudas. En sus palabras: “pero no era un
problema de dinero, nunca lo fue”.
122 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Nelly empezó a firmar y firmar gastos con tarjetas de crédito (O-jo


de hormiga con sus deudas), hasta que al querer pagar una factura
de hospital, la tarjeta no pasó.  En ese momento no tuvo la valentía
para investigar qué sucedía con su forma de gastar (DivinosCo-
jones). Lo que hizo fue sacar otra tarjeta de crédito, y otra, y otra.
Tres hasta el tope. Se empezó a descomponer todo a su alrededor.
Su pareja ya tenía que absorber muchos de sus gastos. Sin decir
nada, un día hasta su mamá llegó a darle dinero. 

“Esto no está bien”, me cuenta Nelly, llevándose las manos a la boca


en franca tristeza, porque ganaba bien. Mientras más lo quería
arre­g lar, más lo descomponía: pidió un préstamo de nómina, que
ni alcanzó para pagar las tarjetas. Ahora ya tenía una nueva deuda.
Tomó cursos de finanzas personales que solo abordaban temas de
tasas de interés; era un estrés horrible, como traer una piedrita en
el zapato, no veía la manera de salir. En su mente estaba la frase
ya valió.  Mientras más dinero tenía, más debía, después de años de
intentar por la vía de las matemáticas resolver el tema, hundiéndose
cada vez más. Todo pasó cada vez más rápido, llevándose a todos entre
las patas. “Una deuda me llevaba a otra y a otra”.  

En ese momento tuve la gracia de cruzar camino con Nelly. Yo daba


una conferencia y al bajar del escenario, escuché su historia, la ab-
racé fuerte y le dije: “Sí lo vas a lograr”. Detuvo todo y tomó la
decisión de resolver el tema. En sus palabras: DivinoDinero® le
cambió la mentalidad y se dio cuenta de que nunca fue un proble-
ma de dinero. Era frustrante tener un trabajo de locura y no poder
disfrutar el día de paga pues 80% de sus ingresos mensuales se iban
en pagar deudas. No tenía recursos para pagar nada. El solo hecho
de conseguir el dinero para inscribirse a DivinoDinero® la movió
hacia la acción. 
V. D I V I N A C O N G RU E N C I A 123

Lo más importante para ella fue iniciar con la DivinaCompa-


sión. Y a perdonarse; ni siquiera fue un error. Fue parte de la lec-
ción, uno de esos capítulos de relleno que puedes pasar la hoja y
seguir. No reprobó el examen de dinero: sólo había que recursar la
materia. “Este es el mejor regalo que he recibido de alguien. Conocí
mucha gente que estaba como yo, y se siente increíble. Yo sentía que
le había fallado a mi pareja, a mi familia, tenía culpa con mis ta-
tarabuelos. A pesar de mi éxito profesional, éste era mi gran secreto.
Es invaluable liberarse de eso”. 

“Entender mi tendencia natural fue también liberador; al ser más


compasiva conmigo pude serlo con mis compañeros de trabajo. Es
increíble cómo lo positivo también se contagia. Perdoné relaciones
tóxicas de mi trabajo; eso me cambió.  Replicamos las cosas que
nos agobian, y pude entender todo lo que estaba asociado con el
dinero. Me dio tanta paz; tuve un plan de pago de deudas. Les dejé
de poner atención y a partir de ahí todo me detonó como yo quería,
porque estaba en paz conmigo. ¡No le puedo poner un precio a eso
ni en dinero ni en tiempo! Fue quitarme cuarenta kilos de los hom-
bros. Entendí que fue una etapa en la que había algo que no había
detectado, y eso es todo. Me encantó celebrar mis pequeños pasos;
fue un proceso. Y fui viendo mis avances, celebrando mucho”.

Esto es lo que hacen los budistas: toman refugio. Reconocer lo que


ya pasó, y en comunidad tener compasión. 

Me acuerdo que Nelly, durante su proceso de graduación de deu-


das, incluso se fue de viaje a Perú. Las puertas de la fortuna seguían
abriéndose para ella: por redes sociales la buscaron para crear un
curso. El dinero ama la velocidad y en pocos días, había conseguido
permiso en su trabajo para viajar. Le enseñaron a hablar en video,
todo pagado, se la pasó increíble, el dinero que llevaba lo disfrutó
en efectivo ¡y hasta regresó con cambio! Se fue de viaje con un plan
124 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

de prioridades, trajo regalos para todos y regresó con más poder.


Constató que lo peor ya había pasado: “por primera vez llegué al
banco a decir quiero liquidar esta tarjeta, ¡se siente increíble!”.

Poco tiempo después, yo recibí un mensaje de Nelly. “Eres la pri­


mera en saber: acabo de liquidar la deuda con la que tenía diez
años. En mi plan de prioridades sabía cuánto gastaba, tenía mi din-
ero ordenado, recibí un pago inesperado y sabía perfectamente que
se iría a pagar la deuda.  Me motivé y pagué la deuda dos meses
antes de lo planeado. Había reestructurado la deuda muchas veces,
durante diez años, y no lograba liquidarla. Y cuando recibí el ticket
de saldo cero en la ventanilla del banco, ¡hasta quería abrazar a la
señorita! Todo lo que pasé me enseñó algo, ¡ya pasé el examen! Yo
les digo, si están en una situación similar: sí pueden”. 
VI. DIVINA CREACIÓN 125
126 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
VI. DIVINA CREACIÓN 127

DIVINA CRE AC IÓN


Del dra ma al o rden

“Todo acto de creación es en primer lugar un acto de destrucción”.


Pablo Picasso

Me gusta pensar en las creaciones como esculturas. Entes inanima-


dos que desean ser creados. Que están buscando un canal para su
propia manifestación física: el cuadro desea ser pintado, el platillo
anhela ser cocinado, las ideas de negocios ansían ser puestas en el
mundo, el libro aspira a ser escrito…

Las ideas, a través de esa consciencia colectiva, requieren tierra fértil


y manos diligentes donde aterrizar. Más allá de una responsabili-
dad, es un tema de sobrevivencia para los que hemos recibido esas
ideas e inspiraciones.

Stephen Cope fue autor de una lectura obligada durante mi certifi-


cación de yoga restaurativa. Su libro, The Great Work of your Life, fue
un duro recordatorio de que a veces, expresar los talentos no es solo
un acto de contribución. Puede convertirse en un acto de sobrevi-
vencia. “Si expresas lo que está dentro de ti, eso será tu salvación; si
no lo expresas, eso que está dentro de ti, te destruirá”. 

Mi maestra Cassandra Bodzak también me ayudó a acomodar el


tema de misión de vida. Ambos estímulos los viví durante mi etapa
de reconocer y darle volumen a esa voz que me susurraba que, tal
vez, ya no quería mantenerme en el mundo corporativo.
128 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

El pensamiento más doloroso era creer que yo estaba perdiendo el


tiem­po siendo gerente de mercadotecnia mientras mi verdadero traba-
jo –todavía sin nombre ni contexto– no era realizado.  

— Es muy fácil tu misión en la vida; la de todos es ser luz,


desde donde estemos. Ser luz es compartir tus talentos.
Así que hoy, desde esa silla de mercadotecnia, ejerces tu
misión –escuché a Cassandra y mi cuerpo de inmediato
se alivió.  

Me entusiasmó saber que no estaba perdiendo el tiempo ni posponien-


do mi verdadera misión.  

En este capítulo descubres:


1. Las tres hadas de la creación 
2. El sagrado masculino y el sagrado femenino
3. Cómo cultivar la suficiencia sustentable
4. Los rituales del dinero 

¡Latinoamérica tiene talento!

Como coach ya había sido expuesta a este concepto de los talentos.


Adoro todas estas evaluaciones que muestran perfiles, tendencias,
habilidades. Entre mis favoritas están: el Indicador de tipo de My-
ers-Briggs (MBTI, por sus siglas en inglés); el método KOLBE, que
mide la forma instintiva de hacer las cosas; Fascination Advantage,
que permite confirmar con qué fortalezas te perciben otros; Human
Design y Clifton StrenghtsFinder, entre otros.  Creo fervientemente que
hay mejores resultados en invertir recursos (tiempo, energía, dinero)
VI. DIVINA CREACIÓN 129

en eso que ya son nuestras fortalezas.  


Lo que más me gusta de este enfoque es que derriba el mito de que
crear dinero es sinónimo de fricción, trabajo o sufrimiento.  

Berenice y Dalila Hernández, alumnas DivinoDinero®, son


coaches y consultoras del modelo Clifton StrengthsFinder. Esta es una
evaluación de personalidad realizada desde la perspectiva de la psi-
cología positiva; nos cuentan que “si te enfocas en tus fortalezas y
tus talentos, puedes ser más feliz y tener mayor impacto”.  En su
camino personal de cuestionar y practicar esa metodología, Dalila
se dio cuenta de que el obstáculo principal que le impedía disfrutar
de esta forma de crear, ¡era ella misma! Finalmente se pudo reco­
nocer como una persona con talento, con fortalezas, con potencial,
y eso le permitió enamorarse más de otras personas... y apreció en
otro nivel las fortalezas de otros.  

Berenice nos comparte que “nadie tiene que volver a nacer para
triunfar en la vida.  Cuando encontré que todos somos talentosos,
y todos tenemos una manera muy única, que además genera valor,
fue un bálsamo, fue liberarme de sentirme inadecuada. Los recur-
sos que necesito están en mí. Hay cuarenta años de investigación
detrás de esta metodología y resuena conmigo”. 

Berenice explica que para entender qué es una fortaleza, hay que
decir qué es un talento. Talento está integrado por esos patrones
naturales de pensar, sentir y comportarse. Hay una predisposición
y generalmente esto tiene un impacto positivo.  Cuando vamos refi-
nando y puliendo ese talento, y cada vez que lo usamos, consisten-
temente tenemos un desempeño cercano a la excelencia, ¡ahí está
la fortaleza! 
130 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Dalila explica que en términos prácticos talento es algo que me viene


fácil.  Y puedo utilizarlo, orientado a una meta de relevancia en mi
vida. Por ejemplo, si yo tengo el talento de ser sociable y lo utilizo
para construir mi empresa, eso sería lo que marcaría la preferen-
cia de las personas con mi marca. En la medida que yo ponga al
servicio ese talento, voy practicando y lo voy refinando. Ponerlo en
la práctica me ayuda a desarrollarlo. “La valentía de intentarlo te
confirma la capacidad que tienes para realizarlo”. 

Me fascina pensar que estos talentos que nos vienen naturales se


pueden convertir en fortalezas al servicio, no solo de nuestra cartera
sino del mundo, pues cada quien tiene fortalezas que se comple-
mentan. Es como si en el ADN nos viniera el mapa para creación
de fortuna. Identificarlo, nombrarlo y ofrecerlo al mundo. 

Las tres hadas de la creación 

De acuerdo con Gia Combs-Ramirez, hay tres fases creativas en la


manifestación física de una idea: Iniciación, Caos Creativo y Maes­
tría. Ella es una de las principales exponentes de la metodología
Crystalline Consciousness Technique (CCT, por sus siglas en inglés), que
es una modalidad de trabajo energético como el Reiki.  

Cada uno de nosotros tiene una forma favorita para crear; una
vez identificada cuál es la propia, se pueden amplificar de manera
natural. Ninguno es mejor que otro, todos son necesarios para la
creación. 

Fase 1. Iniciación: en donde están los activadores, los que son


entusiastas. Motivar, inspirar. Es el talento de las personas en esta
fase. Lo que no les viene natural es justamente concluir un proyecto
VI. DIVINA CREACIÓN 131

o actividad. Esta es mi forma natural de crear. Si te identificas con


esta descripción seguramente prefieres la emoción de iniciar algo
nuevo. 

Puedes funcionar con mini comienzos y celebrar cada inicio. Eso


justo hago ahora con la escritura de este libro. Celebro cada cien
palabras: eso me alimenta, y al mismo tiempo, me permite “seguir
empezando”. 

Fase 2.  Caos Creativo: todos los que son felices a la mitad de la
creación. Si tuviera un visual, sería un taller de pintura con los pin-
celes a medio crear, colores, aceites, lienzos iniciados por doquier.
Estas personas son felices en la parte media de la creación. Adoran
el caos con un destino incierto: les gusta improvisar. 

Parece que en su vida siempre hay crisis, pero tienen su propio or-
den. Ellos ven posibilidades donde otros solo vemos confusión. Es
imprescindible expresar su forma creativa, pues si no están crean-
do algo, están creando drama. Puedes diseñar una forma de traba-
jo donde siempre haya un proyecto a media creación. Esto asegu-
ra que tu ener­gía sigue nutrida. La sombra para estas personas es
querer inventar el hilo negro: empiezan a cuestionar todo, para se-
guir crean­do.   

Fase 3.  Maestría: conclusión a la atención a los detalles. Les en-


canta terminar un proyecto; son muy exitosos en diferentes áreas de
su vida, precisamente por su capacidad natural de concluir. Tienen
una gran atención al detalle, son visionarios y pueden planear a
detalle la ejecución. Pueden encontrar dificultad para inspirarse,
para motivarse, para empezar algo. La sombra que enfrentan es
que pueden sentirse cansados al no conectar con el entusiasmo de
iniciar. 
132 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Conocer tu fase creativa te permite, además de ser amable y com-


pasivo contigo, reconocer dónde puedes ofrecer tus talentos para
complementar la fase natural de otros.  

En la comunidad de DivinoDinero®, por ejemplo, tenemos varios


con una preferencia hacia la maestría. Jimena, Victoria y Araceli
son valientes que, por tendencia natural, me enviaban comentarios
de dónde detectaban que el sitio de miembros de mi curso tenía un
error, o dónde faltaba un archivo. Saber de fases creativas me per-
mitió recibir y contratar sus talentos, de maestras “cerradoras” de
un proyecto. Honrar las fases creativas de cada quien resultó en un
sitio de miembros impecable y muchas almas felices. Sin desgaste
mío, con celebración hacia ellas. 

La forma simple de crear fortuna, que no solo es monetaria, sino


también de ideas, de oportunidades, de recursos, es identificar de
qué forma tus talentos pueden contribuir a la vida de otros. 
 
Alguna vez escuché a mi papá decir que el infierno es un lugar
donde los seres tienen abundancia de comida; ahí los habitantes
tienen los brazos largos, largos, y no los pueden doblar: tienen todos
los recursos, pero no pueden alimentarse a sí mismos. El cielo es un
lugar similar: con abundancia de recursos y seres de extremidades
inmensas; solo que aquí han aprendido a darse de comer unos a
otros. 
VI. DIVINA CREACIÓN 133

El sagrado masculino y el sagrado femenino

— Dar y recibir es como bailar tango –me decía mi mentora


de entonces, Paula Lacobara. Recibir no es un acto pa-
sivo, requiere intención. Te digo, es como bailar tango –y
rompía a carcajada sonora al plantarnos el visual argen-
tino de su patria. 

Independientemente de con qué género te identifiques, ambas ener­


gías están en nosotros.  

Ambas energías pueden expresarse desde la luz cuando las reco­


nocemos e integramos en nuestra vida diaria; o desde la sombra,
cuando las evadimos o no tomamos el tiempo de identificarlas y
cultivarlas.

El sistema actual de vida privilegia la energía masculina de la pro-


ducción: ir, obtener, lograr, perseguir, cazar, alcanzar… Yo misma
tuve mucho éxito en los negocios por más de diez años, al adap-
tarme a esa energía. En un mundo de cuotas, citas, números, ven-
tas. Es la energía que nos impulsa, que rige la acción tangible hacia
afuera, es nuestra energía de hacer. Me encanta cómo lo dice Mara
Glatzel, una maravillosa coach: “Es como la energía del verano”. 

La energía femenina es lo sutil, la energía hacia adentro, la capaci-


dad de retraernos. Es la encargada de plantar semillas, de orar, de
crear a través de la afirmación. Es la energía del descanso. Mara
me comparte que es la energía “responsable de la salud espiritual,
del bienestar familiar; es de la que están hechos los sueños y la in-
tuición”.  Afortunadamente, esta energía se cultiva cada vez más
y eso permite una creación más rápida. Es la energía de recibir,
134 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

de pedir, de merecer. Esa que no viene de forma simple, pero que,


practicando, la podemos fortalecer. 

Mi invitación es hacer espacio para activar la energía que está


adormilada en tu mundo.
• Para algunos es la energía de recibir, por ejemplo, que puedes
desarrollar a través de la meditación, la oración, escuchar
retroalimentación de otros, bailar, apreciar el arte…
• Para otros, es la masculina: proponer, enviar cotizaciones,
aplicar para un puesto nuevo en el trabajo, vender, actuar…
   
Una guía imprescindible y que puedes poner en práctica hoy, es
crear a través de lo que te produce placer y satisfacción. 

En el esquema de chakras –centros energéticos localizados en el


cuer­po– el chakra del placer, el número dos, el asociado con la ener­
gía femenina de recibir, se puede resumir en estas afirmaciones o
mantras:

• Disfruto la vida con todos mis sentidos.


• Le permito a mi creatividad y alegría fluir libremente. 

Para abrazar la energía masculina, puedes activar el chakra número


tres, la acción tangible, inspirada. Esa que genera sensación de
logro y progreso. 

• Utilizo mi fortaleza interior, para crear un mundo mejor.


• A través del poder de mi voluntad puedo alcanzar mi meta.
VI. DIVINA CREACIÓN 135

Cultivar la Suficiencia Sustentable


Cuando conectamos con lo que ya es suficiente podemos crear des-
de un vaso lleno. De forma gentil, genuina y generosa para ti y para
otros. Hay elementos que puedes integrar fácilmente para cultivar
este nivel de bienestar.  

Esta es la alternativa de la ilusión de escasez; el antídoto de la esca-


sez, por cierto, no es la opulencia. Lynn Twist, en su libro El Alma
del Dinero, nos indica que la suficiencia no es una cantidad, sino una
experiencia. Un recordatorio de que ya soy suficiente, justo con
nuestros talentos, esos que hemos convertido en fortalezas.

¿Qué es suficiente entonces? No es una cantidad ubicada entre el


muy poco y el demasiado.  

En el camino de sanar mi relación con la comida, parecía que yo,


como diría mi abuelita, no tenía llenadera física. Conectarme con ten-
go suficiente fue posible gracias a un ejercicio de mindful eating (ali-
mentación en consciencia plena), cuando pude descubrir los bo-
cados que requería mi cuerpo físico para sentir saciedad ante la
experiencia de hambre física. También pude conectar con la expe-
riencia de suficiente, desde un sentido de satisfacción sensorial. Las
dos S’s de la suficiencia: Saciedad y Satisfacción. 

La gran diferencia es que había estado presente ante la experiencia


y podía recibir hasta el punto del retorno decreciente. Una mordida
más, después de la línea de suficiencia, empezaba incluso a perder
136 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

su sabor. Cuando estás en conexión con el presente, puedes crear


desde la fortuna en lugar de la carencia. 

En mis primeros meses de maternidad tomaba fotografías del Siba­


rita a diario.  Compartía en un grupo con algunos de mis familiares.
La única que siempre me respondía esos mensajes, con comenta­
rios cariñosos y observaciones agudas, era mi mamá. El resto dejó
de res­ponderme. ¡Claro, la única obsesiva con el chamaco era yo!
¿Qué crees que pasó conmigo? Omití compartirles imágenes. Se­
manas después, en tono de reclamo, me dijeron:
— ¡Ay, ya no nos has enviado fotos!
Yo, en tono defensivo, respondí:
— ¿Para qué les envío si no dan acuse de recibo? 

Me sentía ignorada. ¡Pum! ¿Cuántas veces no hacía yo eso mismo,


con las bondades que recibo todos los días? ¿En dónde más era
como ese familiar insensible que da por hecho los privilegios y mi-
lagros en la vida?

¿A quién crees que le sigo mandando fotos de mi hijo?  ¡A mi mamá!


Siempre. 

Para conectar con la suficiencia hay tres elementos que construyen


uno sobre otro:

1. Presencia plena, en el momento presente. Abre tus sentidos,


favorece esa conexión si te puedes concentrar en un solo sen-
VI. DIVINA CREACIÓN 137

tido y desde ahí, agregar el resto. Un atajo es utilizar la respi-


ración, porque solo se puede respirar en el presente. 
2. Apreciar, reconocer y valorar las experiencias que tal vez has
dado por hecho. 
3. Agradecimiento.  Tener una práctica de gratitud: no una ac-
titud de gratitud. 

Brené Brown, investigadora y renombrada conferencista sobre el


tema de la vulnerabilidad, dice que no es lo mismo actitud que
práctica. Puedes tener una actitud de yoga: la ropa, los malas, los
videos, el tapete. Eso es una actitud de yoga. Tener una práctica de
yoga es pararse/sentarse en el tapete y practicar la disciplina. 

Puedes conectarte con la experiencia de la suficiencia, a través del


vehículo del cuerpo. Toma pausas sagradas a lo largo del día para
conectar con la suficiencia que ya hay en tu vida. Empezando por
el aire, siempre disponible para la población mundial que sigue cre-
ciendo. Y no tienes que sostener la respiración por temor a no poder
respirar de nuevo porque a la Tierra se le acabó el aire. Esto es vivir
en estado de suficiencia sustentable. 

Hoy, en este preciso momento, toma un respiro y aprecia todo lo


que ya está en tu experiencia presente.  

Rituales para crear dinero 

Partiendo de la base de que todo lo que aprecias, se aprecia, ¿cuáles


son las ceremonias o rituales que tienes para apreciar tu dinero?  
“Todos los días tienes que registrar lo que ingresa a tu negocio”,
dijo mi maestra Elizabeth Purvis.
138 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Le hice caso hasta un año después y vi la magia suceder.

Contar es otra de las manifestaciones de la energía masculina del


dinero.

Allá afuera veo que muchos especialistas en finanzas personales di-


cen: registra tus gastos... A medio mundo se le retuerce el hígado
de resistencia. ¡¡¡Entiendo!!! Antes de registrar gastos, hay otras tres
divinas habilidades que practicar: Compasión, Curiosidad y Cla­
ridad.

Hoy te propongo algo más divertido: cuenta al día el dinero que


llega a tu vida. Yo tengo un archivo de Excel que comparto con
Fortuna y mi Directora de Operaciones. Cada que llega un pago o
un depósito corro a registrarlo ahí. Agradezco por la persona que
depositó, y sonrío. El archivo está formulado para darnos detalle
del acumulado del mes, del año, de todo lo que se ha facturado en
mi vida fuera del corporativo, y lo que nos falta para llegar a nues-
tra primera gran meta.

¡Es tan emocionante ver ese número! Aquí es donde la mente nos
puede hacer trampas. Acostumbrada a ver lo que falta, lo que no
hay, se olvida de apreciar lo que sí hay.

Te vas a volver como el Conde Contar del programa Plaza Sésamo.


Solo que en lugar de contar vacas o sombreros, vas a contar Divi-
noDinero®.
VI. DIVINA CREACIÓN 139

Sostener una práctica es mucho más simple si le asignas un lugar y


un momento para realizarla. Yo decía que quería crear dinero y no
le ponía atención. Tenemos rituales con energía primordialmente
femenina y otros con intención masculina. Mientras más integra-
das tengas estas prácticas, será muy normal hablar de dinero. 

Ritual, del latín ritus, significa que tiene ritmo, es un orden de ac-
ciones con valor simbólico. Me conecta mucho más este concepto
que hábitos de riqueza. El tener un ritual genera un espacio con in-
tención para la conexión. Tu mente-cuerpo se acostumbra, e inclu-
so, genera memoria muscular. Piensa en cómo lo hacen los depor-
tistas. 

Los rituales sostienen tu identidad de soberanía monetaria y te per-


miten amplificar una intención. Puedes ritualizar (dar significado) a
un evento monetario. Por ejemplo, cuando pagas la última mensua­
lidad de tu tarjeta de crédito, puedes decretar: “Y con esto le digo
adiós a la energía de la deuda en mi vida”. 

Un ritual está integrado, como todo, de una dualidad. La dupla de


energía masculina y femenina. Nos beneficiamos al integrar ambas
energías en el desarrollo de un ritual.  

En específico, hay rituales de medir, registrar, pronosticar (a la mas-


culina), con intención y ritmos (a la femenina).

Construyendo sobre la idea de money dates, cortesía de mi adorada


maestra Bari Tessler, te propongo estos rituales monetarios.

• Diario. Ritual de la aceptación.  En qué y cómo


has indicado que vaya tu dinero. No resignación, pero
sí aceptación. Nos ayuda a crear consciencia a través de
la presencia, cada vez que realizas un pago o recibes una
140 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

compensación. En el mundo digitalizado desaparece nuestra


experiencia con el dinero. Te invito a que realices pagos en
efectivo (billetes y monedas) y mires cómo se modifica tu ex-
periencia. 

• Semanal. Ritual de la pausa. Algunos de los primeros


valientes de DivinoDinero® me decían que abrir el es-
tado de cuenta de sus tarjetas era como un microinfarto. Es
como manejar un auto sin mirar el velocímetro o el tanque
de gasolina. Es mucho más seguro mirar con frecuencia ese
tablero monetario. Los básicos: estados de cuenta un día a
la semana. Eso nos regresa la consciencia, a nuestro nivel
de consumo. También es auxiliar para identificar errores del
sistema y nos permite ser grandes custodios de nuestros re-
cursos. Es como ponerle reductores de velocidad en la súper
carretera del consumo. 

• Mensual. Ritual de la integridad.  Mantener la conexión


con el plan de prioridades. ¿Invertí en lo que dije que era
importante para mí? Ajustar en consecuencia cada mes,
recordando que ese plan es una oportunidad para ejercer los
valores rectores de mi vida. Ajustar las velas cada mes, en
lugar del remordimiento anual insospechado. 

Esos tres, normalmente son para revisar el pasado, lo que ya ha


sucedido. 

Y estos dos últimos rituales nos ayudan a viajar hacia el futuro,


donde queremos que se vaya nuestro dinero. 

• Trimestral. Ritual de la intención. ¿Qué es lo más im-


portante en este trimestre? ¿Cómo voy a crearlo? Piensa en
trimestres como etapas del dinero. 
VI. DIVINA CREACIÓN 141

• Anual Ritual de los anhelos. Conectar desde el alma:


qué quiero para mi vida en realidad. Desde ahí generar un
plan de acción hacia el movimiento.  Imagínate integrar en
tu ritual de anhelos la meditación, la intuición, el placer.  

Puedes preguntarle a tu cuerpo o a tu intuición: ¿cómo puedo ha-


cerlo más cómodo, más divertido?   

Para recordar...
1. Crear desde las fortalezas te permite la comodidad en tu
propio ser y la contribución con otros. 
2. Identifica tu fase creativa para crear y compartir esos dones
con otros. 
3. Integra la energía femenina y masculina en tu capacidad
crea­tiva.
4. Desarrolla una práctica de gratitud, no solo una actitud de
gratitud. 
5. Los rituales monetarios te permiten construir y sostener tu
nueva identidad de soberanía monetaria. 

DESAFÍO

Mi invitación es que agendes en tu calendario estas citas para apre-


ciar tu dinero. Recuerda que tu calendario es una muestra de donde
está la prioridad en tu vida. Asigna tus recursos (energía, tiempo y
dinero) donde dices que está tu corazón.  

Aprecia tu dinero... y míralo crecer. 


142 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

DIVINA CREACIÓN EN ACCIÓN


Crónicas en la Villa de Leyva
 
Yuly fue la primera extranjera (fuera de México) que recorrió el
camino de DivinoDinero®. Abrió brecha para los 15 países que
se han unido desde entonces. La joven colombiana fue la primera
historia de éxito para crear dinero y también, manifestar su anhelo
de vivir en Canadá. Tuve el privilegio de ser testigo del crecimiento
de esta joven profesional: la vi madurar, me maravillé cuando es-
cribió su primer libro, hizo su primer oráculo, hasta que abrazó su
misión personal para llevarla tatuada. 
 
Esta linda monita –como le dicen en Colombia a las rubias– es la
gran portadora del estandarte de crear desde la integración de ener­
gía masculina y femenina. El dinero es solo un reflejo de todo lo que
ha creado en su interior y ofrecido al servicio de otros.  
 
Desde la secundaria, Yuly le pedía a sus papás que en lugar de lunch,
le dieran dinero para comprar su merienda. Como ella quería diver-
tirse los viernes, ahorraba su dinero de la merienda y cele­braba
el final de la semana. Eso fue el inicio de descubrir su poder de
creación. En la universidad, siempre fue muy juiciosa (responsable) y
con la facilidad de escribir y leer, vendía mapas conceptuales de es-
tudio a sus compañeros de clase. Tenía así sus primeros clientes por
servicios.  Descubrió que el dinero iba a llegar si ella se lo proponía.

“Yo misma iba a ser la generadora de mis recursos. Yo decidí pa-


garme la universidad con mi primer trabajo y me encarreté laboral-
mente. Siempre quise salir del país, así que le mostré a mi esposo
mi proyecto de crecimiento profesional. Ya tenía plan A, B y C,
de cómo obtener los recursos. Identifiqué objetos físicos que podía
intercambiar por dinero, cobré deudas pendientes a amigos y fa-
VI. DIVINA CREACIÓN 143

miliares, obtuve una compensación variable en mi trabajo y un fi-


nanciamiento menor de tarjeta de crédito. Si uno se lo propone y lo
manda al universo, no hay manera en que eso se obstruya.”
 
En solo unos minutos, Yuly comparte cómo se pueden intercalar
ambas energías de la creación. “¿Cómo haces funcionar ambos?”,
le pregunto a miles de kilómetros de distancia, a esta terapeuta an-
gelical. “Si lo sientes en el corazón, la cabeza encuentra las mane-
ras. La mente identifica cómo puede construir lo que uno emocio-
nalmente desea. Es básico el conocimiento, lo racional, lo objetivo.
Soltar es muy importante, porque lo que hago es no amarrarme a
que el único camino de crear dinero es el que mi mente ha creado.
Energéticamente soltarlo, para saber que esos deseos pueden llegar
a través de muchas posibilidades, no solo la que he pensado desde
la energía masculina”.

Le pregunto entonces cómo discernir si estos anhelos nacen del


corazón o son apegos mentales. “La felicidad y el servicio están
rela­cionados, ahí está la clave. Un anhelo del corazón cubre am-
bos”. Le vuelvo a preguntar sobre qué hacer para ser feliz y para
elevar la vibración. “Felicidad y servicio”. Yuly descubrió que al
activar ambos en sus proyectos, el Universo se encarga de llevarle
las fichas adecuadas para llevarlos a cabo.

“Mi proyecto de los ángeles, por ejemplo. Ya era muy intuitiva pero
no lo creía.  Fortalecí esa habilidad cuando los espejos en mi vida
me lo confirmaron. Servir me hace feliz; encontré mi camino a
través de los ángeles. El proceso de confiar en mi intuición, en ese
saber, lo activé cuando aprendí a escucharme. Cuando conecté con
la forma en que mi cuerpo me lo dice y pude comprobarlo a través
de la experiencia física. Voy avanzando. Lastimosamente como hu-
manos necesitamos la comprobación, que alguien nos refleje. Eso
me ayudó a aprender a reconocer”. 
144 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Ella dice que aprendió a darle voz al cuerpo cuando pudo darse
sus propios tiempos y espacios. Disfrutar de su compañía, darse la
oportunidad de orar, de escuchar música, despejar su mente. Esos
espacios le dieron la conexión con su inspiración.  Y con la misma
naturalidad que describe una estrategia de negocio, me comparte
que tiene –como yo– la habilidad de la clariaudiencia.

Un día, por medio de esa intuición, recibió la indicación de escribir.


Sin mayor detalle, al sentarse frente a la computadora las palabras
simplemente fluyeron en la pantalla. Utilizando esos mensajes, re-
cibidos desde la energía femenina como materia prima, realizó una
integración masculina. Con sus habilidades cognitivas construyó
un mensaje claro, coherente. Y así fue como empezó a redactar la
agenda Tu Día: Tu Vida.
 
El proyecto recibió todos sus talentos mentales: administración,
mercadeo, diseño, finanzas. “Mi creatividad se abrió en el momento
en que activé mi felicidad a través del servicio”. 

La ilusión de separación también le ataca. Cuando la mente le dice


que la riqueza la va a separar de su familia, Yuly tiene la respuesta
próspera: “crear me acerca, porque me hace mejor persona para los
que yo amo. El miedo y el ego en realidad son aliados”. 

La gente suele pensar que el ego (mente) es un enemigo, pero co-


incido con Yuly.  Para mí, la mente es como el Gerente de Opera-
ciones: su responsabilidad es realizar lo que nuestra parte divina
anhela. Me sorprende escuchar que ella ha podido integrar am-
bas energías al vivirlas de forma natural.  Le funcionan las rutinas
(masculino) y les da el espacio de la flexibilidad (femenino). Evita
exigirse demasia­do, se organiza, hace sus presupuestos, pero todo a
través de una relación amorosa. 
VI. DIVINA CREACIÓN 145

Con metáforas muy simples, Yuly derrama la última sabiduría de


nuestra charla: “las personas somos como una computadora. Así
como somos energía, somos un sistema: necesitamos antivirus, apa-
garnos, reiniciarnos. Me reformateo con la música, es una conexión
instantánea. Mi antivirus es la oración. Me reinicio con mi familia,
reconocerme y conversar”.

Los últimos #MilagrosMonetarios que se han actualizado en la vida


de Yuly incluyen la creación (de regalo) de su página web, la gestión
de redes sociales con un gran ahorro, la guía de otra persona para
su canal de videos, ¡en fin! Aprendió a recibir como muestra de
un regalo divino, con toda la gratitud que Dios considera que lo
merece. 

“Cultivo la habilidad de merecer, a través de la confianza. Recono­


cer que si yo recibo lo que otros me ofrecen, estoy activando el canal
de fortuna en esas personas: la riqueza viene del agradecimiento.
Crear es el resultado de explorar e intentar”. 
146 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
VII. DIVINA CONFIANZA 147
148 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
VII. DIVINA CONFIANZA 149

DIVINA C ON F IA N Z A
De la duda a l a c er tez a

“La confianza empieza con la verdad”.


 Santoshi Kalwar

— Jess, tienes que aprender a delegar –me decía otra vez


Ga­­­­bri­el, uno de los mejores managers que he tenido.
— Gabo, es que no puedo confiar en ellos, me quejaba a la
defensiva.
— Delegar no es confiar nada más en ellos; es confiar en ti,
en que no importa cuánto se equivoquen, tú podrás mane-
jarlo. Si tú esperas de ellos lo mejor, creerán en ellos mis-
mos y en ti. 

Años después, esa es ahora una de mis fortalezas: ver las posibili-
dades que tienen otros.  

La confianza también es un músculo que se desarrolla, se practica,


se crece y se hace súper rentable. Muchos amores han entrado a
mi corazón por la puerta de los negocios.  La confianza fue uno de
ellos. Leí a Covey (hijo) en The Speed of Trust, toda una tesis sobre
cómo la confianza acelera los negocios.
Cuenta de un puesto de comida modesto que servía a los ofici­nistas
150 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

a primera hora de la mañana. ¿Te imaginas la escena? Calle fría,


llovizna, la gente formada para comprar su desayuno. Pastelito
(croissant), más un shot de cafeína. El dueño, que también era mese-
ro, cobrador y sacador de la basura, consumía la mayor parte de su
tiempo en dar cambio. Se disculpaba con la cara, apenado con sus
clientes, casi los mismos de siempre.  

Puso a prueba un plan. ¿Qué pasaría si ponía el cajón de la caja


registradora abierto, al final de la barra? Cada quien podría pagar
y tomar su cambio. El negocio fue tan eficiente que fue necesa-
rio contratar personal para atender a la clientela que creció, justo
porque no tenía gente a la hora pico, en que los clientes corrían para
tomar el primer alimento. 

Ya sé que estás pensando: lo van a robar, la gente se quedará con


más dinero, eso no funcionaría en mi país… Yo misma me sorprendí
cuando pude ahorrar a la compañía que me cobijó con ga­fete, du-
rante casi diez años, 60,000 dólares anuales, que se usaron de mejor
manera gracias al modelo logístico de “recibo de confianza”. 

Ese distribuidor en particular con el que trabajé, recibía mercan-


cía (consumibles para impresoras) tres veces a la semana. Tomaban
horas en recibir y poner en inventario todo ese material. Mientras
la custodia permanecía afuera de la bodega, las ventas eran nega-
das porque el material, aunque físicamente ya estaba ahí, no podía
venderse sin darse de alta en el sistema. 
VII. DIVINA CONFIANZA 151

La alternativa fue confiar. El distribuidor confiaría en que el fa­


bricante entregaba lo que decía la factura. El fabricante, a su vez,
confiaría al pagar cualquier faltante o merma. ¿El resultado? Aho­
rros por miles de dólares para la empresa, crecimiento en ventas y
rotación de inventario para el distribuidor.

En este capítulo descubres:


1. Estrategias para cultivar confianza en cuatro niveles.
2. Prácticas para detener el círculo de la incertidumbre.
3. La importancia de aceptar la oscuridad en ti.

Los cuatro niveles de confianza 

Me da mucha confianza (valga la redundancia) las propuestas que


construyen sobre el desarrollo de habilidades, por fases. La sola idea
de que la confianza puede construirse como un músculo, me da
esperanza y pone la responsabilidad en mi lado de la cancha. De-
sarrollarla está dentro del círculo de mi zona de influencia, donde
puedo ejercer autonomía. Iyanla Vanzant, reconocida autora en te-
mas de espiritualidad, comparte en su libro Trust, los cuatro niveles
de confianza. 
152 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Confianza en ti

Confiar es un estado mental; es una ley de la vida. Es la raíz de mu-


chas otras leyes que los valientes de DivinoDinero® practican: ley
de causa y efecto, ley de la atracción, ley del amor, etcétera.  
Para retomar la confianza, empezamos por reconocer lo que es real
para ti.  Cree en tu intuición, en tus emociones, en el instinto. Un
camino para sanar ese canal de confianza es realizar trabajo de
liberación de trauma. Trauma, como ya hemos hablado antes, es
cualquier experiencia que no pudiste procesar con las habilidades
y herramientas disponibles para ti en ese momento. Trabajar con
un terapeuta te ayuda a volver a confiar en esos mensajes sutiles.
Favorece la distinción entre lo que es real para una parte de ti, y lo
que es verdadero.  

El camino empieza con la confianza en ti y la forma más rápida de


construir confianza monetaria es a través de la integridad personal.
Hacer lo que dijiste que harías. Honrar tu palabra. Ya tienes el re-
curso de las cuatro tendencias (DivinaClaridad) para asegurarte
de construir un ecosistema que sostenga tu naturaleza para facilitar
cumplirte a ti. 

Preséntate a tus citas con el dinero. Realiza rituales monetarios.


Habla con la verdad. Es preferible que digas “no es prioridad en
este momento”, que mermar tu prestigio y reputación contigo. Em-
pieza por pequeños microcompromisos para reconstruir integridad
en tu palabra. 

La ilusión más peligrosa de la escasez es pensar que no soy suficiente. 


Mucho se ha escrito del complejo del impostor: la tendencia a des-
calificar nuestras habilidades. Mi autora favorita del tema es Va­
lerie Young. Después de reconocer que hemos experimentado este
VII. DIVINA CONFIANZA 153

complejo es necesario avanzar.  Las personas que no son veteranas


en materia de impostor no son ni más inteligentes ni más brillantes
que tú. La única diferencia es que piensan diferente (buenas noti-
cias). Los no-impostores saben que no son talentosos en todas las
virtudes, y están bien con eso. Sentir confianza es lo último que se ac-
tualiza, hay que empezar a trabajar desde el intelecto. Para actuar
con confianza no es necesario sentir confianza. ¡Gracias, Valerie!

Somos seres invaluables, nuestras vidas no tienen precio.  En el


modelo económico vigente hay dos estrategias para conectar con el
valor monetario de nuestros talentos:

1. Si trabajas para una organización. Este consejo lo recibí


de la Directora Mundial de Recursos Humanos de la última
empresa que me cobijó con su gafete. “Baila lo más cerca que
puedas a la línea de utilidad”. Es decir, investiga de qué for-
ma tu trabajo contribuye a los objetivos de la organización.
¿Cuánto más se está generando gracias a tu gestión? ¿Cuánto
se está ahorrando gracias a tu administración? Si trabajas en
recursos humanos, ¿cuánto se ha reducido la rota­ción de per-
sonal, gracias a los programas de los que eres responsable? Si
estás en el departamento de mercadotecnia, ¿qué porcentaje
de las ventas son resultado de tu trabajo inmediato? Desde el
lado de logística, ¿cuánto ahorra la compañía gracias a tus
negociaciones con proveedores?  

2. Si ofreces tus servicios como empresario o traba-


jador independiente.  Conecta con lo que es posible para
tus clientes, a raíz de que contratan tus servicios. ¿Qué es
posible para ellos durante la entrega? ¿Qué posibilidades
se abren para ellos un año después? ¿Cinco años después?
Económicamente, ¿qué caminos se abren para ellos? Me gus-
ta pensar que Dios me paga una comisión por el valor de esa
154 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

transformación que yo facilito para mis Soulmate Clients® (la


forma cariñosa en que me refiero a los valientes que me con-
tratan para que sea su coach).

En ambos casos, números y porcentajes son tus grandes aliados.


Cuando sabes esto, hasta te paras diferente en cualquier lugar.
Reconocer el valor monetario que tu labor ofrece, te ayuda –y les
ayuda a otros– a celebrar tu contribución.  

En la comunidad de valientes, dos de las practicantes más jóvenes


de DivinoDinero® me han enseñado que hay dos catalizadores
inmediatos para abrazar ese valor que ya provees: tu voz y tu ima-
gen. 

Una de ellas es Jimena, cantante y entrenadora de Vírgenes Vocales,


quien enseña cómo modelar la voz para que transmita confianza,
serenidad. Evita los diminutivos en tu discurso y procura modular
la voz. 

La otra es Alejandra. Una de las oportunidades que me presentó


la vida fue abrazar la espiritualidad a través del estilo. ¡Oh, sí! Yo
que creía que la moda era sólo vanidad; descubrí que todo puede
ser una invitación para cultivar la espiritualidad, reconectar con tu
confianza interior.  

— Me quiero dejar las canas –le dije a Alejandra, fundadora


de InsideOut StyleMX y practicante de DivinoDinero®. 
— Es un look arriesgado, pero tienes la soberanía para por-
tarlo –fue su respuesta. 
VII. DIVINA CONFIANZA 155

Me embarqué con Alejandra en una de las aventuras más sanadoras


de mi vida.  Además de pedir ayuda y dejarme guiar, pude reco­
nocer que el estilo también puede ser un vehículo para recordar la
grandeza de lo que ya somos. 

El dinero, el estilo, los impuestos... todo sirve para regresar a ti, si


le damos la oportunidad.  Podemos intencionar cualquier área de la
vida, como una oportunidad de reconexión espiritual. 
 
Quiero hacer una aclaración en este contexto. Existe también una
forma de crear valor que no necesariamente se reconoce. Me refie-
ro a la economía del cuidado.  De acuerdo con el Instituto Europeo de
Equidad de Género (EIGE, por sus siglas en inglés), hay creación
de riqueza que sucede a través del trabajo –primordialmente de
las mujeres– que se encarga de la atención hacia la fuerza laboral
presente y futura.  Criar, cuidar a los enfermos, dar compañía a
los adultos en plenitud, implica también crear valor. Aunque en
la situa­ción actual esto no genere una remuneración económica,
–porque no implica necesariamente ser productivo–, conectar con el
valor que esto ofrece a tu familia, a la comunidad, cambia todo el
discurso de merecimiento y contribución.   

He visto numerosas parejas, practicantes de DivinoDinero®,


sanar la ilusión de culpa. Lo hacen cuando abrazan la confianza
para crear en pareja, cuando reconocen y validan la contribución
–monetaria y no monetaria– que cada quien aporta al equipo fami­
liar.   
156 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Confianza en un Ser superior

Me gusta pensar en un Ser benevolente que quiere siempre lo mejor


para todos. Lo que requerimos en ese momento. Espiritualidad va
más allá de una religión en particular. Se trata de conectar con lo
divino, incluso con esa parte divina de nosotros mismos.

Mis dos prácticas favoritas son el poder de la oración y meditar para


escuchar esos mensajes. Así fue como recibí el nombre de este pro-
grama: DivinoDinero®. Con todas mis dudas, miedos al juicio,
esa voz solo susurraba: “Jessica, ya es tiempo”. 

Orar no es abdicar 

Orar es delegar hacia arriba. Cuando tengo inquietud, ansiedad por


una decisión, o me atrapo apegándome al resultado, recuerdo que
es porque solo estoy confiando en mí. Pero cuando puedo llamar la
energía de los maestros no visibles, entonces no estoy sola. No soy
solo yo. Vengo con toda mi tropa, igual que tú, igual que todos. 

Como dice el libro Un Curso de Milagros: recuerda que eres uno con
Dios. 

Mi oración favorita de ese mismo texto: 


¿Dónde quieres que vaya?
¿Qué quieres que haga?
¿Qué quieres que diga?
¿A quién quieres que se lo diga?
VII. DIVINA CONFIANZA 157

Sigue las señales que recibas, actúa. Femenino, masculino, de nuevo


en una danza. 

Confianza en otros

Para confiar en otros empieza por ti, por validar tu intuición, tu


instinto. Observa los comportamientos de otros; eso te dirá la rea­
lidad. Confía más en las acciones observables, que en sus discursos.
Fomenta la comunicación, la colaboración, siempre teniendo claro
que la primera persona en quien debes confiar eres tú. 

Confía en otros a través de los límites amables en tu relación con


ellos. Muéstrales cómo te gusta que te traten. Una forma ágil de
reconstruir confianza es reconociendo tu falta de seguimiento per-
sonal. La enmienda en acción (¡de nuevo!). Aclara esas expectativas
o compromisos adquiridos que ya no funcionan más para ti. Eso
abre espacios para sostener acuerdos que en realidad vas a cumplir.

Esto requiere conversaciones valientes, como ha bautizado Yuly, es-


tudiante de DivinoDinero®. Cuando ‘la marea’ está alta, se re-
quiere de tu hablar claro, gentil, específico. Asegúrate de encontrar
la atmósfera y el momento ideal para abrir temas de dinero con los
tuyos. Siempre empieza por aclarar que esa conversación es vulne­
rable para ti y que el objetivo último es el bien común.  

Cuando es posible hablar de dinero con otros –llámese compañeros


de trabajo, familia, amigos– se disipa la nube de vergüenza y suposi-
ciones. Se trenza la fortaleza de esa relación, pues pueden hablar,
literalmente, ¡de todo!
158 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Compasión y claridad, ante todo.  

Otra forma de cultivar la confianza en otros es a través de la cons­


trucción de capital social. Para la sociología, este concepto se refie­
re a la cooperación entre dos partes. Confiar en otro nos permite
construir redes de apoyo en las que movilizamos los recursos de la
comunidad para sostenernos en el momento que haga falta. 
 

Este tipo de intercambio que tal vez no genera riqueza a los ojos
mercantiles, sí constituye creación de dinero a través del símbolo de
recursos. Aquí hay otro espacio para crear fortuna. Desde un punto
de vista contable, capital social es la inversión inicial que los socios
realizan para formar una empresa, sin la expectativa de retorno. Es
lo mismo en la comunidad: hay que invertir capital social para el
beneficio del colectivo en que vivimos. 

Confianza en la vida

Disposición a la verdad, a la valentía, a la devoción. La vida es


tan generosa y abundante, que incluso te presenta la medicina que
requieres en ese momento, en grandes dosis, hasta que la ingieras.
Como dice Iyanla, “¿confías en que sin importar lo difícil, no hay
errores en esta vida?”.

La naturaleza es una excelente maestra. Mira las plantas: para to-


das las que generan alguna reacción, la naturaleza ofrece también
el antídoto. Es tan gentil que nos da la medicina –a veces amarga–
que requerimos para sanar. 
VII. DIVINA CONFIANZA 159

Yo soy miedosa para las inyecciones, hasta que tuve una infección
en la garganta dolorosa que me impedía incluso pasar saliva. Los
arponazos, lejos de ser un suplicio, se convirtieron en lo más gentil
que podía ofrecerle a mi cuerpo.
Lo mismo sucede con la medicina monetaria que la vida te ofrece
en este momento.  Algunos de esos menjurjes amargos (o remedios)
pueden venir en forma de:

• Renegociación y plan de graduación de deudas


• Pago de impuestos del pasado
• Devolución de mercancía a clientes
• Pagos pendientes a proveedores
• Ajuste de acuerdos familiares
• Abstinencia de cierta categoría de compras
• Asegurar el saldo suficiente en tus tarjetas, para ese cargo
recurrente

Sé impecable con tu propia cartera, porque esa energía va a ser la


que vibre en tus estados de cuenta.  

Llegará un momento en el que en donde pongas la palabra, pon-


drás la acción. Lo que dices que quieres, hazlo. Por ti. 

¿Cuál es la medicina que puedes tomar ahora para retomar tu


integridad?
160 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

El poder de la incertidumbre

Trabajo con muchos Directores Generales Controladores del Uni-


verso. ¿Los conoces? Son esas personas que todo quieren controlar:
lo que otros dicen, el tiempo en que suceden los eventos, la deman-
da de su producto, el clima, el tipo de cambio, el resultado de un
proceso electoral, ¡Uf ! Yo misma tuve ese puesto por muchos años,
hasta que me ascendieron. Entendí que el control es el síntoma de
la falta de confianza.  

El control nunca fue mío; la soberanía, sí. 

Tomar las riendas de lo que la vida te presenta y actuar en conse-


cuencia. Eso sí se puede. Es lo que hacen los grandes monarcas:
toman las decisiones difíciles que van a beneficiar al reino y las elec-
ciones duras que promuevan los menores daños colaterales. 

La reinterpretación más grande que recibí ante la incertidumbre se


lo debo a Jonahthan Fields, autor y conferencista. Él sostiene que la
incertidumbre en realidad significa posibilidades. 

La incertidumbre es un componente natural de la vida, que al no


manejarse con destreza puede activar una espiral de angustia y pro-
mover la ilusión de escasez.  

1. El ciclo se activa ante una amenaza –real o imaginaria– que


nuestra amígdala asocia con peligro. Ejemplo en mi vida:
llevo dos semanas sin vender un producto.  
2. Ese miedo falso, exacerbado, nos hace viajar de inmediato
al peor escenario posible. Lo único que funciona es nuestro
VII. DIVINA CONFIANZA 161

cerebro de reptil, desconectando por completo.  Mi inter-


pretación instintiva es: ¡vamos a morir!
3. Se desconecta el neocórtex: no tengo acceso a posibilidades
que mi cerebro planeador puede ofrecer. En mi caso, pierdo
otras perspectivas. No se me ocurre pensar en una promo-
ción, por ejemplo, en ofrecer algo especial a mis clientes ac-
tuales.
4. Ese impedimento me hace viajar al futuro, con el peor es-
cenario posible. Mis historias siempre terminan conmigo
vivien­do debajo de un puente, empujando un carrito lleno
de basura.    

Si esto te sucede a ti, ¡felicidades! Evidencia de que tu cerebro fun-


ciona y quiere anticiparse a peligros.

Nos corresponde cortar el espiral después del tercer punto. Cuando


podemos volver a conectar el neocórtex y tener acceso a las posibi­
lidades. A ejercer nuestra capacidad de planear, resolver, con la cabe-
za fría como decimos en México. 

Las tres P’s que permiten transformar la incertidumbre en potencia


(fuerza) son: 
• Presencia. ¡De nuevo, el mismo recurso que nos permite
experimentar la suficiencia!
• Pausa. A través de la respiración y de calmar a tu cuerpo.
• Posibilidad. Lanzarle al cerebro lo que más le gusta: acerti-
jos por resolver. 

El mejor indicador es tu respiración. Cuando un cuerpo está en


pánico, la respiración es corta, rápida. La forma que más me fun-
162 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

ciona para anclar con la serenidad es respirar de forma pausada.


Profundo, sosteniendo la respiración dos tiempos. Desde ahí, y a
través de la pregunta de la herramienta Access Consciousness®, ¿Qué
más es posible? El panorama se abre. Las nubes se van y el arcoíris
es una opción. 

La rentabilidad de la sombra

Jung, papá de la psicología, nos dice que la sombra es esa parte de


nosotros que no queremos ver, porque la consideramos poco atrac-
tiva. Uno de los síntomas más claros, que indican tarea pendiente
con el trabajo de la sombra, es miedo a ser visto. Tanto si tienes Ne-
gociosNobles®, o si trabajas para alguien más en un corporativo,
gobierno o institución educativa. 

No quieres ser visible por el miedo a ser juzgado en esa parte vul-
nerable (oscura).  Normalmente, eso que temes que alguien diga
de ti, es algo que con frecuencia te dices a ti mismo. O tal vez es el
juicio rápido que tienes para otros y “el león cree que todos son de
su condición”. 

La forma más noble que encontré para abrazar mis propias som-
bras es la guía de Debbie Ford, maestra y autora, que seguro ahora
da clases desde el paraíso. Mi interpretación de su trabajo está sim-
plificado en estas cuatro fases.

1. Identifica dónde te sientes vulnerable. ¿Acaso hay


ciertas palabras que al solo escucharlas hacen que tu cuer-
po se tense? Ambiciosa es un término poco aceptado en mi
cultura, por ejemplo. Te hace ver como mala persona, tener
ambiciones. 
VII. DIVINA CONFIANZA 163

2. Menciona otros contextos donde esos términos han


sido de utilidad. Fue simple para mí reconocer que esa
misma ambición me ha llevado a tener un sólido matrimo-
nio, a pagar la hipoteca en menos de cinco años, a retirarme
del mundo corporativo para ser fundadora de mi propia bou-
tique de coaching. ¡Vaya, después de todo, me ha convenido ser
ambiciosa!  O viajando en el futuro, ¿en qué otro contexto
podría ser esta energía? 
3. Reconoce esos talentos que todavía no abrazas como
fortalezas. Debbie se refiere a ellos como la sombra ilumina-
da. A mí me tomó años reconocer la velocidad de creación.
Hasta que caí en cuenta de que las grandes cosas en mi vida,
parto incluido, han sucedido muy rápido. Minimizaba, tenía
complejo del impostor, no la reconocía como una de mis ven-
tajas, al servicio de otros. Celebrar nuestras fortalezas únicas
es aceptar la sombra en nosotros. 
4. Nombra lo que es. Solo los hechos, sin aparentar y sin
minimizar. He descubierto que compartir en foros seguros
las áreas en las que estoy trabajando –para cocinar sí tengo
mis retos–, me permite reconocer con naturalidad las áreas
donde sobresalgo; la verdad, soy buenísima para estrategias
de mercadotecnia. Sin soberbia, sin falsa modestia

El gran regalo de trabajar con la sombra es aceptar toda la magia


que ya eres. Desde ahí, desde ese lugar de honestidad; crear dinero
es una consecuencia natural de contribuir con tus dones al mundo. 

Para recordar...
1. La confianza es una habilidad.
2. La forma más rápida de construir integridad es a través de
honrar nuestra palabra.
164 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

3. Experimentar incertidumbre es natural; nuestra responsabi­


lidad es interrumpir el ciclo para abrir posibilidades. 
4. Reconocer la sombra te permite nombrar con la misma des-
fachatez tus talentos. 

DESAFÍO

Mi invitación para ti hoy es que identifiques cuál es la medicina


monetaria que actualmente parece más amarga, pero que tu in-
tuición y tu instinto saben que es el camino más rápido para cons­
truir integridad personal. 

¿Cuál es la primera dosis que eliges tomar de esta medicina?


 
DIVINA CONFIANZA EN ACCIÓN 
Un paseo por las nubes de Santiago

Recibí el mensaje de inscripción de Orly, mientras yo estaba en un


retiro en las afueras de Florencia. Me había ido con la emoción
de conocer la mítica escultura de Michelangelo. También tenía el
anhelo de recibir la claridad sobre el siguiente paso para Divino
Dinero®. Esa mañana, en una cava italiana, recibí con el corazón
agitado, mi respuesta a través del correo de Orly.

Ella se había inscrito a mi programa aún sabiendo que solo queda­


ban dos sesiones grupales. Esa era la señal largamente esperada por
mí. ¿Será que en DivinoDinero® pueden convivir estudiantes que
van en diferentes etapas de su camino? Orly llegó con la frescura del
ánimo renovado. Los valientes que se sienten atraídos a ese trabajo,
VII. DIVINA CONFIANZA 165

generalmente ya traen kilometraje en el camino del desarrollo per-


sonal. Me identifico mucho con estas personas, porque yo fui ellos.
Tuve esas mismas circunstancias de dudar, de escuchar a todos a mi
alrededor que lo único que me faltaba era creérmela. 

Así que tengo un sentido desarrollado de la empatía, desde donde


me conecto para compartir lo que es posible. Orly también había
recorrido su propio Camino a Santiago, como lo hice yo trece años
antes.  

Ese viejo camino nos cimbra a los peregrinos de diferentes mane-


ras. Orly había caminado en pareja muchos kilómetros a diario.
El camino le regaló la práctica de la meditación. “Mi trabajo es
bueno desde hace 10 años, me ha ido bien. He logrado despegar,
pero yo sentía que algo no fluía. Constantemente pedía ayuda a
través de créditos bancarios, préstamos personales. Esto me hacía
sentir muy dependiente. Vivía una vida de aburrimiento incesante.
De días abundantes de energía, a días complicados de pensar que
mi trabajo no daba ya más para mí.  Lo que sea que tengas que re-
solver, está en ti. Este camino fue una transformación muy íntima,
hacia adentro”. 

“La expectativa que yo tenía de mí, en este camino, era hasta acá”,
me comparte Orly elevando la mano por arriba de su cabeza. “Es-
cuchar que el dinero es una habilidad, que puede aprenderse, me
hizo mucho sentido”, prosigue con calma. 

Este espíritu bravo ha sido de los más presentes en los Círculos de


Claridad.  Recuerdo a Orly compartir su crecimiento en la for-
ma de presentarse en sus reuniones de trabajo, en la certeza de
presentarse con clientes grandes, en la seguridad que su pareja le
sostiene en cada paso. En los miércoles de #MilagrosMonetarios,
166 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

la vi compartir a lo largo de un año: “Negocié un aumento de suel-


do... Fui seleccionada como representante de América Latina en la
convención de Europa... Pude apoyar a mis sobrinas para realizar
un pago... Negocié mi segundo incremento salarial... Compramos
el bien más grande que mi novio había soñado desde hace años…”

Orly es el ejemplo vivo de que se puede tener todo: está a punto de


casarse, regresa de un viaje que pudo pagar para su familia, cultiva
su salud y se siente querida por sus amigos cercanos. “¿Qué hay de
diferente en tu identidad monetaria?”, le pregunté con curiosidad.
“La gran diferencia es que pude autorreconocerme. Ese recono-
cimiento que yo buscaba por parte de mis jefes, en la empresa… y lo
que sucedió es que dejé de pedir permiso. Hay muchas acciones que
puedes tomar, sin necesidad de la aprobación de otros. Cuando me
apodero de lo que yo puedo ser por mí, la gente lo ve, el universo lo
escucha y todo se acomoda de forma maravillosa”. 

“Viajar a Madrid en ese evento internacional ha sido la experien-


cia más grande a nivel personal y profesional que he vivido”, me
cuenta con asombro. “No solo por las personas que conocí, sino por
la Orly que encontré. Dispuesta, con mucho potencial y en apren-
dizaje. Logré sensibilizarme ante todo lo que yo había juzgado de
mis líderes, entendí lo que necesitaba entender. Regresé respetando
y reconociendo el camino adelante”.

He confirmado que uno de los elementos que más incertidumbre


genera entre los valientes de DivinoDinero® es la forma en que
se acomodan las relaciones. Con una nueva identidad en soberanía
monetaria, el impacto es inmediato. Orly es vulnerable y me cuenta
que soltó la culpa en la relación con su pareja. 
VII. DIVINA CONFIANZA 167

“Este apoyo monetario que recibí de mi pareja generó en mí cierta


culpa. Porque yo pensaba: él me ayuda y yo lo que hago es gastar en
otros. De ahí mi necesidad de reclamar mi independencia, pero des-
de un lugar de cooperación. Logré entender que lo que recibo de
mi pareja no me hacía más o menos responsable. Dejé de querer ser
el 50% de los ingresos y el 50% de los gastos. Me permitió la calma
de hacer un plan de graduación de deudas. Me hice responsable; el
proceso funcionó para mí”. 

Me sorprendo de escuchar que una de las contribuciones de esta jo-


ven mujer en su relación de pareja es la consciencia moneta­ria. En
la preparación de la celebración de su matrimonio, ella ha podido
aportar esas preguntas prósperas: ¿cómo nos sentimos con este gas-
to? Es para la pareja, ya una pregunta cotidiana. Soberanía mone-
taria en su máxima expresión. 

“En quien imprimo algo diferente es en mis sobrinas. La mayor de


ellas maneja su dinero ahora, desde que inició a trabajar, con las
mismas habilidades que a mí me tomó ¡ocho años adquirirlas! Cum-
ple sus compromisos de dinero, tiene el tema resuelto de manera tan
simple desde tan joven. Este trabajo ha derramado en mi familia”. 

Disfrutar estos nuevos niveles de fortuna ha sido la invitación para


Orly de confiar aún más en sus instintos para poder disfrutar. “Ha
sido muy lindo poderlo compartir con amigos y familiares. Nos ha
dado mucha satisfacción”.  

“¿Cómo aprendiste a confiar en la persona que eres?”, le pregunto


a esta sensata mujer. “Profesionalmente vino de abrazar mis logros.
En el grupo de personas que tengo a mi cargo hemos transformado
la revisión de desempeño anual, como una introspección. No solo
para medir desempeño corporativo, sino para reconocer qué que­
168 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

remos y qué hemos logrado. Honestamente ¡sí soy! A nivel personal,


el espejo que mi pareja me ha ofrecido es fundamental. La familia,
mis amigos. Una de ellas me preguntó: ¿Orly, no te sientes la más
amada? Con mucho aprecio y gratitud, pude decir: ¡Sí, me sé ben-
decida, y lista para recibir aún más!”. 

“También me pasan cosas que no son mi preferencia. No es que todo


vaya bien siempre: es tener la confianza de saber que puedo res­
ponder a esas circunstancias.  La fortuna la encuentro en reconectar
conmigo, a través de preguntas prósperas. Regresar a mí”.  

Orly concluye: “Ahora sé que donde vaya, a donde yo esté, lo divino


que vive en ti, estará ahí para mí. De ahí puedo sostener la con­
fianza”.
VIII. DIVINA CELEBRACIÓN 169
170 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
VII. DIVINA CONFIANZA 171

D IVINA C ELEBRAC IÓN


D e la de pendencia a l a s o ber an í a

“Mientras más celebras tu vida, más hay para celebrar”.


Oprah

— Jess, ¿tú podrías ir al evento en mi representación? –me


pidió Pamela, en el segundo trimestre de su embarazo. 

Era la etapa de mi vida, cuando viajaba dos semanas al mes. La


empresa azul, que fue mi casa por casi diez años, había elegido
la metodología de indagación apreciativa para abordar la imple-
mentación de cambios estratégicos.

“Imaginen que estamos tres años en el futuro, celebrando todo lo


genial que logramos. Improvisen”. Yo los veía con cara de what. No
sabía qué estaban haciendo. ¿Por qué hablaban de cosas del futuro
que aún no pasaban? Después de la participación de ocho equipos,
tocaba nuestro turno y pudimos presentar algo decente. 

Los facilitadores soltaron la pregunta que dirigió el resto de las se-


siones. “Felicidades, ¿qué es lo que funcionó en tu organización,
para alcanzar esos éxitos?” ¡Ah, touché! Eso sí lo entendía. Primero
nos anclaron en la energía de la celebración futura, y luego la reu­
nión se transformó en una especie de reingeniería inversa: identifi-
car qué sucedió para llegar a esos resultados. 
172 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

En el avión de regreso yo pensaba cómo podría aplicar esa metodo­


logía en mi vida. Viajé al futuro y desde ahí escribí una carta a mi
amiga contándole de las celebraciones en mi vida. Con curiosidad
me acerqué a la pregunta próspera: ¿qué funcionó para alcanzar eso? Lo
que antes había tenido tanta resistencia en mi vida, era ahora un
camino simple, realizable y lleno de acción inspirada. 

En este capítulo descubres:


1. La importancia de vivir con un cerebro WOW.
2. Las posibilidades de crear desde las posibilidades.
3. El camino de regreso hacia ti.

Cerebro WOW

El enfoque de la indagación apreciativa fue desarrollado por David


Cooperrider, profesor de emprendimiento social. Desde este mo­
delo de gestión de cambio se asume que todo sistema humano tiene
algo que funciona bien. Hay por definición elementos que le dan
vida, que son efectivos y que permiten el logro. En lugar de pro­
blemas a resolver, hay inspiración. 

Interpreto este trabajo con un espiral de cinco fases:

1. Descubre lo que funciona mejor.  Estoy gastando con


más cautela, disfruto lo que tengo en la vida. ¿Qué sí funciona
con tu comportamiento con el dinero?
VIII. DIVINA CELEBRACIÓN 173

2. Imagina por qué está funcionando. En mi experien-


cia, estos cambios de comportamiento alrededor del dinero
se originan a través de cultivar las libertades esenciales, como
ya te conté en el capítulo DivinaCuriosidad.  
3. Diseña qué más puedes experimentar. Con mentali-
dad de diseñador que vive en etapa de constante ajuste, des-
de esta nueva realidad, ¿qué quieres agregar?
4. Describe cómo vas a saber que es un éxito. De aquí
la importancia de la claridad y el proceso de arraigo, que
diseñaste en el capítulo DivinaClaridad.  
5. Aprende a probar y ajustar.  En función de la vida
presente, lo que vayas aprendiendo, lo que descubras a través
de las preguntas. 

Prefiero este punto de vista que deja de darle atención a la ilusión de


escasez, en forma de sesgo de la negatividad, tan natural en nuestro
intelecto. Partir desde la suficiencia, desde lo que ya está, desde lo
que es. Esto incluye tus talentos y rasgos de carácter.  

Uno de los caminos más rápidos para sostener los comportamientos


de una nueva identidad, es el entusiasmo. Cuando una práctica es
divertida, por naturaleza buscamos repetirla. Mientras más se re-
produce esa actividad, nos volvemos más diestros. 

Es importante tener a mano las cuatro fuentes de poder: cuerpo,


emociones, mente y espíritu, que trabajaste en el capítulo Divina-
Curiosidad. ¿Qué está funcionando, en específico para cada una?
174 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

El silencio y el espacio son tus aliados para recibir esa información. 


Este ciclo de la festividad puede hacerse incluso a diario. Nos per-
mite capturar la sabiduría que la DivinaCelebración nos ofrece.  

Tengo dos maestras en mi vida que me deleitan con su habilidad de


celebrar: mi mamá y mi hermana. Mi mamá es la más alegre que
conozco. De todo, siempre.  Además del nombre, heredé de ella su
entusiasmo y su celebración genuina. Es la que siempre me recibe
en la meta con los brazos abiertos al cielo y gritando. Sus abrazos
celebratorios son reconfortantes. Tiene una práctica de yoga ante
la vida: la vida no se trata de lo que no hay, o no puedo hacer. Lo
que cuenta es todo lo que aún hay, y todo lo que sí se puede hacer. 

Mi hermana siempre me recuerda agendar mis días libres, re-


galarme un premio al terminar cualquier entregable. De ella, he
aprendido que el descanso no es negociable para permitir el espa-
cio de la creación. Soy testigo de su alegría de crear, solo porque le
gusta mucho. Sin importar el público o el resultado. Crear primero
para ti. Cuando me veas con el manicure fresco o de colores diverti-
dos, es señal de que algo se celebra en este lado del mundo. 

Los valientes de DivinoDinero® tienen prácticas muy diversas


para cultivar la habilidad de celebrar. Por ejemplo:

• Teresa fue la que inició la ronda de celebraciones, el día que


nos compartió que había liquidado por fin un crédito person-
al. Contarlo en la comunidad de valientes fue su forma feliz
de compartir y celebrar. 
• Recuerdo a Ivett, que empezó por desempolvar un colum-
pio que tenía en su casa, se atrevió a postularse para un año
sabático, y acaba de regresar de un viaje alrededor del mun-
VIII. DIVINA CELEBRACIÓN 175

do para celebrar sus 15 años de servicio profesional.


• Miguel celebra todos los días al elegir una golosina del tazón
de chocolates de su oficina. Al tomarlo, recuerda y aprecia
lo mejor de su día: una conversación con un cliente nuevo,
el reconocimiento de los socios de la firma, disfrutar de su
familia.  
• Ruth es otra embajadora de la celebración: desde un camino
por la playa en su amado Campeche, hasta una sesión de
fotos con su esposo.   

Las posibilidades son infinitas. 

Crear desde las posibilidades

Hay dos formas de crear: para resolver un problema o para abrir


posibilidades. Esto lo aprendí con mis amigos de Access Conscious-
ness®.  

Aquí es donde la magia de tu nueva identidad te va a sostener en


la prueba del ácido, cuando ya empezaste a crear DivinoDinero®
en lugar de resolver problemas. Después de la medicina monetaria,
viene la creación por el solo placer de crear. 

Durante este viaje de ocho habilidades has desarrollado nuevos


umbrales de placer, de fortuna, de #MilagrosMonetarios. Esto te
acerca a otro tipo de realidades: nuevas personas aparecerán en tu
vida, otras oportunidades de inversión, posibilidades... Es en este
momento donde las memorias monetarias actúan como un músculo
que recuerda los movimientos que conoce, y quiere regresar a esos
patrones, hábitos, síntomas. 
176 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Es probable que experimentes una repetición del síntoma. Que todo


iba muy bien, y de pronto se repite la historia. ¡Solo parece que se
repite! Porque es evidente que abrazas la situación desde otro lugar,
con otros recursos, con mucha más experiencia y alternativas de
creación. 

Me gusta pensar en los hábitos monetarios como los huesos. La


doctora Ilse Casillas dice que no hay nada más puro y resistente
que un hueso. Se renueva totalmente cada diez años, es adaptable,
se va a donde tú lo muevas, con o sin nuestra ayuda va a repararse
a como dé lugar. Lo mismo con los hábitos monetarios. No es que
estemos dañados para siempre, solo gravitamos alrededor de ciertos
síntomas. 

Te invito a que recibas el mensaje de estos hábitos. Si algún síntoma


monetario se presenta, tómalo como lo que es: un indicador en el
tablero de tu vida. Así como seguramente no hay desgarre emocio-
nal cuando se termina la gasolina en el coche, tampoco es necesario
el desbordamiento ante los primeros indicios monetarios.  

Cuando platico con mi amiga Elia de la invención de mis pro­


blemas, me dice: “¡Ah!, ¿la novela de tu vida anda con bajo rating?
¡Hay que meterle un personaje o situación que haga drama para
que levante!”. Nos reímos porque sé que tiene razón.  
VIII. DIVINA CELEBRACIÓN 177

Vivir sin el drama del dinero es posible. “Si el problema tiene solu-


ción, entonces no es un problema”, dice siempre mi papá. Cuando
veo moros con tranchetes –en mi caso, problemas inventados o agenda
saturada– sé que me toca elevar mi capacidad para tolerar la fortu-
na. Recordarme que está bien recibir a manos llenas, que los trope­
zones de dinero no significan nada sobre mi valía como persona, y
que de la incontinencia monetaria me gradué hace mucho tiempo. 

Ahora, esos eventos de dinero solo son focos en el tablero de mi


vida, que me invitan a la presencia plena. A tomar atención a mis
rituales, de revisar mis incomodidades y recibir mi siguiente misión
espiritual. Con valentía y entusiasmo, entregándome a la experien­
cia y soltando el apego a mi preferencia mental/emocional de re-
sultado. 

Vivir desde la pregunta ha sido de gran utilidad. Porque en lugar de


hacer sólidas las situaciones o los juicios, abre las posibilidades. Es
de lo que más amo del coaching, la libertad y el espacio que surge a
través de las preguntas. Es lo que que me cautivó de Access Conscious­
ness®.

Algunas de mis preguntas favoritas para crear más allá de la solu-


ción de problemas son:

• ¿Qué pasaría si puedes crear para los grandes anhelos de tu


vida?
• ¿Qué has hecho que sea un problema, cuando en realidad no
lo es?
• ¿Qué más es posible?
• ¿Cómo puede mejorar esto?
178 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

• ¿Qué energía me estoy negando a ser?


• ¿Cómo puede ser más fácil?
• ¿Cómo es que soy tan afortunada?
• ¿Qué va a crear más?
• ¿Qué quiero elegir?
• ¿Qué quiero recibir?
• ¿Cómo me quiero sentir?
• ¿Qué me está funcionando?
• ¿Qué necesita mi cuerpo?
• ¿Qué es lo más amoroso que puedo hacer por mí hoy?
• ¿Qué haría la paz?
• ¿De qué me estoy protegiendo?
• ¿A qué le tengo miedo?
• ¿Quién se va a enojar si consigo esto?
• ¿Qué es lo mejor que puede pasar?
• Desde lo que ya soy, ¿qué puedo hacer?
• ¿Qué haría Fortuna?
• ¿Qué me quiere decir esto?
• ¿Cuál es la buena noticia que todavía no puedo ver?
• ¿Crees que la vida se equivoca?
VIII. DIVINA CELEBRACIÓN 179

Hacerlo desde la carencia ocasiona más vacío. Preguntar desde la


suficiencia genera más fortuna. Pregunta y deja que las señales apa-
rezcan. ¡Actúa!

El retorno hacia ti

Ahora que tal vez te sientes como acróbata caminando por la cuer-
da, sosteniendo la identidad de soberanía monetaria, te regalo una
red de seguridad.  

He visto durante todos estos años que hay dos indicadores malen-
tendidos. Este par traen la buena noticia que estás al borde del
umbral de un nuevo nivel de fortuna...  Pero los confundimos con
retroceso. Y son la duda y el miedo

Ambos son indicadores de tomar una pausa sagrada para que re-
tomes tu presencia.  Algunas preguntas que ayudan a estar aquí y
ahora, son:

• ¿Es esto una posibilidad real?


• ¿De qué me estás protegiendo?
• ¿Qué sí puedo hacer ahora? 
• ¿Dónde está la acción inspirada?
• ¿Cómo es la energía de la confianza?

En tu andar por el camino del DivinoDinero® puedes diseñar tu


propio Semáforo Monetario. Es el complemento perfecto del Proce-
so de Arraigo, del capítulo de DivinaClaridad. Esta luz te indica
180 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

cuándo es momento de poner atención o detenerte. Considéralo


como la señal para dar una vuelta hacia ti. 

Fase 1. Verde. Siga 


• Mantienes tus rituales monetarios
• Hablas de dinero con naturalidad
• Tienes conversaciones valientes 
• Hay claridad de los siguientes pasos

Fase 2. Amarillo. Precaución  


• Perdiste el paso de tus rituales monetarios
• Te olvidaste de cultivar las libertades esenciales 
• Has dejado tu práctica de gratitud

Fase 3. Rojo. Alto


• Experimentas ansiedad, preocupación
• Momento de tomar una pausa sagrada
• Mira los números sin apego
• Toma la dosis de medicina monetaria requerida
VIII. DIVINA CELEBRACIÓN 181

El Semáforo del DivinoDinero®

Este es tu acordeón para recordar qué práctica puedes retomar, de-


pendiendo del síntoma que se exacerbó en tu vida. 

Pausa, identifica lo que pasa y actúa con diligencia. 

• Ante la culpa, perdón... Divina Compasión


• En tiempos de juicio, alivio... Divina Curiosidad
• Para la confusión, serenidad... Divina Claridad
• Cuando haya evasión, cultiva la integridad... Divinos
Cojones
• Frente a la apatía, acción... Divina Congruencia
• Si hay drama, ofrece orden... Divina Creación
• Para la duda, certeza... Divina Confianza
• Ante la dependencia, soberanía... Divina Celebración 

Para recordar...
1. Celebrar permite al cerebro reconocer lo que funciona, iden-
tificar por qué y cómo tener más de eso.
2. Puedes crear para resolver un problema o para abrir posibi-
lidades. 
3. La duda y el miedo son indicadores de un nuevo umbral de
fortuna. 
4. Vivir desde la pregunta crea posibilidades. 
182 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

DESAFÍO

Mi invitación para ti es que diseñes tu plan de celebraciones. Des-


de la indagación apreciativa realiza una lista de celebraciones que
puedes integrar en tu vida cotidiana. ¿Qué funge como recono-
cimiento, como aplauso para tu vida? 

Utiliza esta poderosa herramienta que tranquiliza a tu sistema ner­


vioso. Reconecta con lo que ya hay en tu vida, desde lo que ya
tienes, con lo que ya eres. 

DIVINA CELEBRACIÓN EN ACCIÓN 


Chiqui Jimena Barcelona

“Sí, la verdad me considero embajadora de la celebración”, me dijo


Jimena con sus enormes ojos alegres y su sonrisa franca. Con una
maestría en Comportamiento y Cognición, una de las más jóvenes
estudiantes de DivinoDinero, nos da cátedra todos los miércoles
de #MilagrosMonetarios con su energía de celebración. 

Dice que aprendió de su mamá que “primero la obligación y después


la diversión”; hacer lo que toca abre las puertas para disfrutar sin
culpa. Le pregunto cuál ha sido la celebración más grande que ha
disfrutado en su vida y sin dudar me responde: terminar la tesis de
la maestría. “¿Cómo le hiciste?”, es mi obligada pregunta. Tanto
por un sesgo que parece periodístico, como por un genuino interés
personal. La celebración es de las habilidades que tengo menos de-
sarrollada en este momento de mi vida. 
VIII. DIVINA CELEBRACIÓN 183

“Dividí el gran proyecto en mini tareas. Soy de un estilo coloquial,


así que escribir en términos científicos y de investigación me pare-
cía árido. Sabía que era el proyecto más complejo, así que busqué
todas las herramientas posibles para hacérmela más fácil”. De in-
mediato observo la ausencia de complejidad en su plan. Su ego no
le ha dictado que un logro solo vale si ha sido difícil de conseguir.
No hay síndrome del impostor que derribar. Primer hallazgo de
DivinaCelebración.  

Conociéndose, no solamente planeó su ecosistema para que funcio-


nara en sus ritmos de energía, utilizó también la experiencia como
experimento de herramientas de productividad y estados de agota-
miento del ego. “Descubrí que mi cerebro es productivo por deter-
minado número de horas, que empezaron siendo minutos.  Siem-
pre tenía planeados mini descansos, mini celebraciones, por cada
periodo de dedicación. El premio en realidad es la tarea terminada
en sí misma. Es reconocer tu capacidad y aplaudir el espacio men-
tal que se libera con cada misión cumplida”. Segundo hallazgo de
DivinaCelebración. 

“¿O sea que no celebras el resultado?”, le pregunté sorprendi-


da. Jimena tuerce la boca, ladeando la cara en señal de sorpresa.
“¿Cómo? ¡El resultado es la tarea terminada! ¡Puedes celebrar cada
paso en el camino, eso justo es lo divertido!”.  De pronto siento des-
moronarse uno de mis castillos de ilusión mental. Touché. Ella cele-
bra el resultado que está en su zona de soberanía. Lo que sucediera
con la tesis, eso corresponde al departamento de confianza en otros,
confianza en un Ser superior. Creo que he llegado a un punto de
inflexión en mi propia práctica con este tercer hallazgo de Divina
Celebración. 

“¿Cómo celebraste la culminación de la tesis?”, le pregunto con


incredulidad. Yo esperaba una alternativa ostentosa, pero me sor-
184 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

prendo con la simplicidad y eficacia de su elección. “Me fui a la Pla-


za Espanya, donde se tiene una vista de la ciudad desde el Museo
Nacional de Arte de Cataluña”.  

Ante mi silencio que invita a la conversación, escucho su voz serena.


“Afuera del museo de arte hay un parque. Con fuentes y una vista
que permite disfrutar el paisaje desde un punto alto. Fue el segundo
lugar que conocí cuando deambulaba por esa ciudad. De pronto me
di cuenta: “¡Wow, estoy en Barcelona! Recordé todo lo que había teni-
do que suceder para llegar a ese momento. Los ahorros de muchos
años, la elección del programa, la confusión y la prisa de la fecha
de inicio, los boletos de avión, la maleta que no llegó a tiempo”. 
Ahí sentada en el parque, viendo a las personas pasar, se dio cuenta
de que lo había conseguido. Visitó ese parque muchas veces, como
una actividad intencional de celebración. Cada que terminaba un
trámite, al finalizar un trimestre, iba ahí.  

La juventud de la piel no le impide tener acceso a la sabiduría que


se logra con la disposición de aprender, de arriesgarse y disfrutar.
Descubro durante esta charla un secreto: Jimena ha anclado en el
cuerpo la energía de la celebración. Ha acostumbrado a sus cuatro
fuentes de poder: cuerpo, emoción, mente y espíritu, a disfrutar la
misma experiencia en cada oportunidad de celebración. 

“También me gusta conocer y caminar. Cuando terminaba una ta­


rea grande, me regalaba un día para descubrir un lugar cercano.
Un pueblito, una nueva ciudad.  El descanso lo tengo muy ligado a
la energía de la celebración. Pero es curioso, no se trata necesaria-
mente de descanso físico. A veces llegaba con los pies hinchados de
tanto caminar, pero la mente y el alma relajadas y felices”.
VIII. DIVINA CELEBRACIÓN 185

“¿Es como cuando de chiquita te quitabas la liga del cabello?”, le


pregunto, tratando de encontrar en mi archivo de experiencias cor-
porales algo similar. “¡Ándale!”, me confirma con una sonrisa que
cubre la mitad de su cara, en señal mental de lo que yo interpreto
como un ¡por fin entendió!

“¿Cómo enfrentas esas montañas que parecen gigantes?”, le vuelvo


a preguntar con genuina curiosidad. “Pues… –se queda pensando
mientras levanta los hombros, gira los ojos al cielo tratando de hilar
su coherente respuesta– recordando que tú eres más que el obs­
táculo situacional”. 

Ella aprendió que la personalidad es una mezcla de ADN, más


contexto. Una parte es hereditaria y otra situacional. La gente no es
que quiera ser mala. “En algún momento ese comportamiento fue
tu única defensa. Como todo, esa situación va a cambiar. Puedes
dejar que la vida siga su curso, te empuje, o puedes decidir que esa
situación cambie por ti”. 

“¡Eso justo es lo más chido de ser grande!”. Se emociona con los


ojos, la también creadora del movimiento Cosas De Adultos, que ayu-
da a los jóvenes a ser adultos chingones. “Tú eres más que el miedo que
te da enfrentar esa situación. Es lo mejor de crecer: puedes hacer
lo que quieres. La gran pregunta es esa: ¿Tú qué quieres? Es que el
dinero no sea algo por lo que tengas que sufrir”. Touché

Para concluir, Jimena me comparte: “Cuando eres grande, parece


que pierdes el derecho de divertirte. En realidad solo tienes que
186 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

identificar qué quieres y cuáles son los pasos para conseguirlo.


Puedes hacer de este camino de tu dinero –en realidad de cualquier
cosa– incluso un proceso de caricatura. Te da la oportunidad de
disfrutar y seguir abriendo el siguiente capítulo de la aventura de
tu vida. Imagínate: ¡¿qué va a pasar cuando arregles tus temas de
dinero?!  Cuando has conseguido vencer esa cosa (refiriéndose al
obs­táculo situacional), esa cosa se convierte en tu bitch. ¡¡O sea, venciste
al adversario!! Repito, el dinero no es algo por lo que tengas que
sufrir”. 
I X . H A S TA P RO N T O 187
188 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
I X . H A S TA P RO N T O 189

CAPÍTULO F INA L
Ha sta pro n to … 

Ha pasado mucha agua bajo el puente desde ese día de mi despertar


monetario cuando llené mi solicitud para un crédito hipotecario.
La práctica de estas habilidades de DivinoDinero® han hecho
posible muchas cosas afortunadas en mi vida: mi Adorado Esposo y
yo pagamos ese crédito en cinco años –en lugar de quince–, aprendí
a invertir en acciones y bienes raíces, pude graduarme del mundo
corporativo y vivir el anhelo de una empresa boutique de coaching.  

DivinoDinero® me ha permitido conocer a personas maravillo-


sas, ya sea como practicantes, maestros, invitados, colegas...  Me
ha llevado a tomar el micrófono en grandes eventos de negocios y
foros de finanzas. Ha sido mi pasaporte para ir a la radio, la tele-
visión, para compartir en eventos internacionales de Estados Uni-
dos, Canadá y Australia, bueno, ¡hasta me llevó a escribir un libro!

También me ha dado #MilagrosMonetarios de esos que no se osten-


tan y se abrazan en silencio. He podido plantarme con cojones pa’co-
brar, reconocer la suficiencia que ya hay en mi vida, ¡y recordar
que ya soy suficiente! Me permitió liberar mi cuerpo de culpa y
vergüenza atrapada por décadas. Me lleva todos los miércoles a la
humildad de arrodillarme al ver a tantos valientes agarrar al toro por
los cuernos y celebrar progreso en la construcción de su soberanía
monetaria.  

Ahora DivinoDinero® me presenta otros desafíos: 


• Creación de fortuna a través de NegociosNobles®, formas
de crear el sustento correcto.
190 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

• Construcción de mi plan de retiro. 


• Y la práctica del elogio a la lentitud y la sabiduría. 

DivinoDinero® me invita a fortalecer la habilidad del descan-


so y la celebración.  La ilusión de escasez –insidiosa–, se aparece
en formas diversas y escurridizas: comparación, contracción, duda,
acumulación, impaciencia, prisa, resistencia, preocupación… 

Practicar la fortuna es como bañarse: se recomienda todos los días.


Me aseguro de correr el antivirus, como diría Yuly, en forma de
gene­rosidad, humor, apertura, aprecio, pausa, gratitud y transpa­
rencia. Aprendo sobre el futuro del dinero, economía yin, empren-
dimiento social. Mi gran anhelo es seguir recibiendo los micrófonos,
participar en conferencias para amplificar el impacto de Divino
Dinero® en la vida de otros. ¡Quiero hablar en el Auditorio Nacio-
nal (México) y viajar a otros países para compartir y llamar a más
Espíritus Bravos a este movimiento!

DivinoDinero® ha representado para otros firmar créditos hipo-


tecarios, recibir aumentos de sueldo, retirarse del trabajo corporati-
vo, reconocer la contribución que ya son en su matrimonio “aunque
no haya un cheque a su nombre”, pagar el supermercado sin contar
centavos. ¿Qué podrá hacer por ti?

Recuerda que el dinero es como el aire: siempre está ahí. Es una


relación que puede ser tan noble y dulce como te permitas. 

Gracias por tu entrega en este camino. Es momento de una enorme


celebración. Hemos estado juntos durante estas ocho habilidades.
Te honro. Hago reverencia a tu constancia, a tu valentía y a tu vul-
nerabilidad.  
I X . H A S TA P RO N T O 191

Si recibiste inspiración, guía en este libro, y quieres amplificar el


mensaje de Fortuna, ¡comparte! Sé ejemplo vivo de lo que es posible.
Agradezco la contribución que hagas al capital social, a encontrar
esos espacios para crear recursos para ti y para otros. 

Recuerda que hay regalos y recursos en el sitio www.JessicaVazquez.


com/libro. Puedes compartir desde tus redes sociales tu jarra de
evi­dencias, fotos, hallazgos y eventos afortunados. Colabora desde
tu círculo de influencia, con el consciente colectivo de la fortuna. 

Si quieres profundizar –y acelerar– tu camino, puedes integrarte al


programa DivinoDinero®. Recibes acceso al hermoso santuario
privado con clases en video, espacio para responder tus preguntas,
una valiente comunidad, compañía y un lugar seguro donde integrar
esta nueva identidad en soberanía monetaria. Revisa los detalles del
programa en http://www.jessicavazquez.com/divino-dinero

Agradezco tu legado de soberanía monetaria. Puedes contribuir


con conexión, con calma, presencia, escucha, confianza. Abraza tu
nueva identidad y regálanos el privilegio de una vida afortunada.

Me despido con una pregunta, ahora que has sanado tu relación


con el dinero:

¿Qué es posible para ti en tu vida hoy? 


192 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Gratitud
 
Desarrollar el modelo DivinoDinero®, y crear este libro, requirió
todo un campamento de valientes. Muchas gracias a…
 
Dios, por sembrar en mí la curiosidad, darme la sed de aprender
y la elocuencia para compartir. Me he sentido siempre de tus con-
sentidas. Gracias por mandar este ejército de Espíritus Bravos para
acompañarme en el camino de la fortuna.  
 
Pablos, Cori, el Míster de la Máster. Gracias por enseñarme que una
vida serena es posible, por elegir volver a casa todos los días desde
hace 12 años y por subirnos juntos al toro mecánico de la pater-
nidad. Celebro tu paciencia de santo, las acciones de amor todos
los días, y tu risueño cariño a mi familia muégano. Gracias por las
increíbles anécdotas, tu romanticismo añejo y tu memoria corta.
Eres el Rey que ha sabido sostener a todas las mujeres que soy. Mi
devoción infinita por estar conmigo desde el crepúsculo hasta el
amanecer de mis noches oscuras del alma. “Y moriré de amor porque te
quiero, porque te quiero amor a sangre y fuego”.
 
Nicolás, mi pequeño Sibarita ¡Morocuaaa! Mi superhéroe favorito.
Gracias por traer a mi vida el asombro, las tardes de lluvia y lodo,
las noches de preguntas complejas y las mañanas de ritmo lento. Es
un privilegio ser tu mamá. Tu presencia en mi vida ha sido cataliza-
dor para ser brutalmente honesta, conmigo y con los otros. Gracias
por tu asombro, alegría y excelente gusto musical. 
 
Mamá, gracias por mostrarme la magia de leer, por contagiarme
la alegría de vivir y mostrarme cómo llenarme los ojos de atardecer
escarlata. Sé de lo afortunada que soy al tener una mamá que me
I X . H A S TA P RO N T O 193

ama profunda e incondicionalmente. Eres la estrella polar para cul-


tivar mi propio amor por mí. Gracias por tus ocurrencias, tus risas,
¡por utilizar todos los regalos que te damos! Adoro tu creatividad y
tu talento para hacer disfraces (seguro todavía tienes telita rosa para
seguir haciéndolos). Gracias por cultivar una relación fraterna tan
honesta y dispuesta con mis hermanos. ¡Qué privilegiados somos de
tenerte! Te quiero mucho, Coquito. 

Papi, infinitas gracias por mirarme siempre con los ojos de la


posibilidad, por darme el regalo de aprender a patinar. Gracias por
darme vocabulario y prepararme el corazón para pertenecer a las
minorías. Atesoro todo lo que aprendí de ti: a manejar, a cambiar
llantas, a hablar en un micrófono, y a saber presentarme en las en-
trevistas. Gracias por darme la fortaleza para enfrentar todos mis
miedos, desde saltar el burro castigado hasta escribir un libro. ¡Ni
tan altas las trancas! Gracias por el agasajo de tu humor fino y por
librarnos del malamén. Es un honor ser tu hija. Te quiero mucho,
Papi.  
 
Luis y Jimena, hermanooos. Tenerlos en mi vida ha sido el sostén y
la alegría más grande. Gracias por mostrarme lo que es posible al
hablar sin drama del dinero, de la salud y de las vacaciones. Es un
alivio saber que los tengo para toda la vida a solo un llamado de
distancia. 
Máster, admiro tu insaciable curiosidad, excelsa memoria y soca­
rrona desfachatez que cae bien. Gracias por ayudarme a preparar
la historia de mis conferencias, ¡vamos al Auditorio!  
Jime, dice el acta de nacimiento que tú eres la chiquita y no sabes lo
protegida que me siento cuando estoy contigo. Gracias infinitas por
venir a impulsar este movimiento con tu presencia, energía, buen
humor y delicado alacranismo.  
Admiro los talentos que les repartieron, así como la devoción que
han tenido para cultivarlos y hacerlos crecer. Aunque yo nací primero,
194 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

ahora los miro hacia arriba por lo titanes que son (y lo petit que me
quedé). 

Jessy Soulé, eres la mejor anfitriona que conozco. Gracias infini-


tas por abrir las puertas de tu casa y de tu inmenso corazón en tan-
tas navidades, fiestas, cumpleaños y tardes de asador.  Admiro tus
detalles constantes, todos los regalitos en fechas especiales de todos
estos años, tu prudencia y exquisito buen gusto.  También ¡que le
digas a mi hermano, lo que ya le habíamos dicho antes, pero a ti
por fin te hace caso!

A toda la estirpe de mis ancestros y co-equiperos de clan,


¡menuda tarea que nos agenciamos al elegirnos como familia! Gra-
cias por las zancadas que dieron a nombre de toda la tribu. Me sien-
to digna de llevar los genes y sigo corriendo con la estafeta desde
donde me la dejaron. ¡Qué flojera repetir los mismos patrones!

Gaby Ordóñez, comadre Jarocha, yo digo que hubieras compra-


do un bundle de sesiones de coaching en anticipado. ¡Te las hubiera
dejado al precio de lanzamiento! Gracias por ser mi primer cliente,
por recomendarme en otros trabajos, por estar en mi vida. Ha sido
una inmensa dicha viajar juntas a tantos lugares y a tantas etapas
de la vida. Eres quien siempre ha visto de lo que soy capaz, ¡ahora
puedo verlo yo también! Coincido con Nicolás: qué buena segunda
mamá le escogimos al chamaco.  
 
Nelly Acosta, ¡Godyyy! Lo hicimos… vencimos a mi duende y al
tuyo, aunque dieron buena batalla los infames. Juntas derrotamos
a la tos de perro, a la migraña, a la diarrea… ¡y hasta a la pérfida
dupla internet/luz que les dio a bien por abandonarnos a nuestra
suerte los tres últimos días de edición!  Decir que eres mi partera del
libro se queda corto. Eres la exorcista de las dudas y la hechicera de
I X . H A S TA P RO N T O 195

las palabras. Ha sido una delicia reírme (¡y tener miedo!) de todas
nuestras conversaciones digitales. Te quiero, manita. 
 
Citlali Camacho, no solo por plantar la semilla de que yo podía
escribir un libro, sino tomar la batuta de toda la coordinación de
proyecto. Gracias por poner todos tus talentos, contactos y atajos al
servicio de DivinoDinero®. Tú fuiste la primera en preguntar “de
qué se trata el curso de dinero”, ¡tuviste buena mano! Gracias por
abonar a un clan afortunado, compartir estos años de maternidad y
presentarme el curly method. ¡Hay esperanza en el mundo!

Angella Johnson, teacher, friend, mentor. En un mundo lleno de hype


y espejos, ha sido reparador encontrarte en mi camino. Gracias por
sostener el espacio para permitirme ser y sostener este proyecto des-
de la llamada de “creo que quiero escribir un libro” hasta el e-mail
de “será un honor escribir el Prólogo”. Por enseñarme a conectar
con la consciencia de DivinoDinero®, compartir tu fascinación
por Toscana y crear el oasis donde puedo beber inspiración, y pue-
do limpiar el sudor de la catarsis cada semana. Me conmuevo por
todas las puertas que has abierto para mí. 

A mis coaches, mentores y maestros en esta vida. Jeni­f fer


Voss, Nona Jordan, Jeanna Gabellini, Brooke Castillo, Lisa Marie
Hayes, Jeannette Maw, Meadow DeVor, Randi Buckley, Abigail
Steidley, Gail Larsen, Elizabeth Purvis, Beth Grant, Denise Linn,
Paula Lacobara, Lisa Fabrega, Andrea Rojas, Mauricio Oltra y
Marc David. Por acompañarme el tramo de camino que era nece-
sario, por la medicina que me ofrecieron –unas veces dulce, otras
amarga– y enseñarme desde tantos ángulos la lección del pedestal. 

Paula Lesina, por abrigarme con toda tu desmesura y contarme


los detalles del parto empresarial. Siempre voy a recordar tus uru-
196 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

guayas palabras: “tenés todo lo que se necesita... ¡SOS todo lo que


se necesita!”. Elegí creerte, y lo seguiré haciendo, contando histo-
rias desde la pecera. Gracias por ser wabisabidora y promover la belleza
de la imperfección.  ¡Qué benevolencia de darme a mis Espíritus
Bravos!

Lilia Graue, por ser terapeuta, colega, amiga y caja de resonancia


para acomodar los conceptos en este libro. Amo que seas lingüísti-
camente exquisita e intelectualmente veterana. Gracias por ser la
balsa que me salvó de la marea de la depresión y por ayudarme a
dosificar los fucks que le doy a las situaciones del mundo. ¡Eres una
joya de la evolución!
 
Lorena Aguirre, mana del alma, gracias por invitarme a ese
primer programa en tu podcast, porque las carcajadas nos unieron
para ya nunca más separarnos. Amo tu inteligencia, tu sabiduría,
tu buen humor. Gracias por regalarme tus talentos en educación y
pedagogía para ayudarme a rediseñar el modelo DivinoDinero®. 
Pero sobre todo, gracias por estar en speed dial para esos ataques de
vergüenza, que parece que vienen con la descripción de puesto de
la misión que hemos elegido.  

Elia Cantú, ¡mi amiga maya-de-Miami! Amo que la vida nos per-
mita seguir coincidiendo en energía, en intención, en intereses.
Gracias por la reciprocidad de tu compartir y tu vulnerabilidad.
He disfrutado todos los libros, los oráculos y las flores que me has
enviado. Adoro que puedo calibrar contigo mi intuición y tomas de
consciencia. Qué alegría que los ángeles te hubieran elegido como
mi canal favorito para recibir mensajes. Estoy súper orgullosa por
tu velocidad de manifestación. 
 
I X . H A S TA P RO N T O 197

Enrique Márquez, has tomado un diamante en bruto y lo con-


vertiste en vocero estrella. Gracias por ayudarme a montar en el
cohete de lista de las más poderosas ¡dos veces!  Aprecio tu profesio­
nalismo, tu buen corazón y tu alegría genuina por las cosas buenas
que nos pasan en la vida. Atesoro todas las atenciones que tienes
siempre conmigo y con mi familia. Te quiero, Darling. 

Clemen Rodríguez, por tu alegre presencia en mi vida. Ha sido


una fortuna conocer una persona tan generosa y comprometida
con las causas que fomenten bienestar en el mundo. Gracias por
abrirme las puertas de tu cabina, del foro y de tu corazón.  Admiro
tu capacidad de conectar, tu perseverancia y tu energía constante.
Recibo todas las bendiciones que conocerte ha traído a mi vida. ¡Es
un privilegio coincidir!

Alejandra Campos, por ayudarme a proyectar esta soberanía,


desde la grandeza, autenticidad y diversión. Es una sorpresa conec-
tar con alguien tan joven, de espíritu sabio. Disfruto tanto nuestra
amistad introvert, empath, cultivada a diario a través de memes y fotos
de estilazo. Gracias por ver a la pink-rockstar que siempre estuvo en
mí, y ayudarme a que yo también la viera. Deseo que más reinas
recuerden, a través de tu guía en imagen, el trono que siempre nos
ha pertenecido. ¿Qué pasará la siguiente vez que nos subamos a las
escaleras eléctricas en un centro comercial? Jajajajaja. 
 
Katia, Susana, Jime, Marco y Mauro, por su incansable pre­
sencia en este camino empresarial. Gracias por sostenerme en las
peores, por las llamadas, las lloradas, las exprimidas de veneno y pus
del corazón, las pancartas, las carnes asadas y la evidencia que han
traído al mítico campo cuántico. ¡Mis genes ermitaños todavía no
carburan que adoro trasnochar con ustedes! Mi mayor anhelo es
que todos logremos la bendición de Chime, por ser “felices y trans-
formados”.  
198 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

Edu y Pedro, la ingeniosa dupla de vivaracho. La confianza que


me han dado para entregarles todas mis andanzas visuales me per-
mite pararme con gallardía ante las audiencias más diversas. Tengo
una alta estima por su exquisito buen gusto, su clase, su cultura
general, profesionalismo y velocidad. Es un alivio saberlos en mi
esquina del ring creativo. 

Todo el equipo de ThitaGourmet, por crear mi lugar favorito


para escribir y cobijarme todas esas mañanas de maratón creativo.
Por nutrir no solo mi panza con las delicias francesas de su cocina,
sino también mi corazón con la belleza y devoción del rincón tan
lindo que han creado. Siempre me siento tan consentida cuando
estoy ahí. 

Fortuna, la hermosa unicornia. Gracias por materializarte en mi


vida. Tu dulce presencia en mí ha multiplicado las bendiciones y
acelerado el impacto de DivinoDinero®. Gracias por conectarme
con la alegría, la diversión, la risa. Soñarte e imaginar tu llegada
tamaño persona fue el motor de inspiración en las áridas horas de in-
comodidad. ¡Quédate con nosotros!

Y a todos los Espíritus Bravos de DivinoDinero® que han dejado


este modelo mejor de como lo encontraron. ¡Gracias infinitas por
permitirme estar en sus vidas y construir todo un movimiento jun-
tos! 

Aprecio todas sus dudas, su presencia en los Círculos de Claridad,


su valentía y vulnerabilidad de sentarse al trono de la soberanía
monetaria para ya jamás claudicar.  
I X . H A S TA P RO N T O 199

Atesoro todos los regalos que me han enviado, las flores, la genero-
sidad de sus testimoniales, el abrir brecha en cada uno de sus países
y ser fortuna en su círculo de influencia. 

Gracias por darme el motor cada miércoles de


#MilagrosMonetarios, para recordar por qué hago este trabajo. 

Los quiero, siempre.


200 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna
I X . H A S TA P RO N T O 201
202 D I V I N O D I N E RO Las 8 puertas de Fortuna

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