Cuadernillo de Cuarto Periodo Plan Lector Parte 1
Cuadernillo de Cuarto Periodo Plan Lector Parte 1
Cuadernillo de Cuarto Periodo Plan Lector Parte 1
Floridablanca
Colegio Técnico Vicente Azuero
ÁREA DE HUMANIDADES
Licenciado y magister Juan Leonardo González Vargas
Objetivo del taller: Comprensión de Lectura a partir de obras del Realismo Mágico en Colombia
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar
aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte
casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho
de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas
cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.
(...) José Arcadio Buendía, que era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la aldea, había dispuesto
de tal modo la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río y abastecerse de agua con igual
esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor.
En pocos años, Macondo fue una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta
entonces por sus trescientos habitantes. Era en verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta años y
donde nadie había muerto.
(...) Vio una mujer vestida de oro en el cogote de un elefante. Vio un dromedario triste. Vio un oso vestido de
holandesa que marcaba el compás de la música con un cucharón y una cacerola. Vio a los payasos haciendo
maromas en la cola del desfile, y le vio otra vez la cara a su soledad miserable cuando todo acabó de pasar, y
no quedó sino el luminoso espacio en la calle, y el aire lleno de hormigas voladoras, y unos cuantos curiosos
asomados al precipicio de la incertidumbre. Entonces fue al castaño, pensando en el circo, y mientras orinaba
trató de seguir pensando en el circo, pero ya no encontró el recuerdo. Metió la cabeza entre los hombros, como
un pollito, y se quedó inmóvil con la frente apoyada en el tronco del castaño.
(...) En aquél Macondo olvidado hasta por los pájaros, dónde el polvo y el calor se habían hecho tan tenaces
que costaba trabajo respirar, recluidos por la soledad y el amor y por la soledad del amor en una casa donde
era casi imposible dormir por el estruendo de las hormigas coloradas, Aureliano y Amaranta Úrsula eran los
únicos seres felices, y los más felices sobre la tierra. “
Por: Gabriel García Márquez. En: Cien años de soledad. Editorial Alfaguara, Madrid 2007.
1. Se podría considerar que el texto parte de 5. Según la idea del primer párrafo se podría
vivencias cotidianas porque lo narrado establecer una relación entre Macondo y
A. se opone a la realidad. A. las grandes urbes, pues los dos son lugares
B. es parte de lo real. organizados que ofrecen beneficios al hombre.
C. es completamente real. B. el antiguo Egipto, porque en estos lugares
D. se parece a la realidad. predominaba un ambiente caluroso y polvoriento.
C. las primeras civilizaciones humanas, porque
2. En el tercer párrafo, la palabra “castaño” hace todavía muchas cosas no eran nombradas.
referencia a D. los pueblos europeos, porque en ambos lugares
A. un pueblo cercano. prevalece la laboriosidad de sus habitantes.
B. un árbol.
C. una aldea cercana.
D. una calle.
3. En la expresión del tercer párrafo “y le vio otra 6. En el texto, se utilizan los puntos suspensivos (...)
vez la cara a su soledad miserable cuando todo con la intención de
acabó de pasar” se hace uso del recurso literario A. indicar que parte del texto original que no se
llamado menciona en el fragmento.
A. personificación. B. representar un pensamiento del narrador que no
B. metonimia. plantea públicamente.
C. hipérbole. C. ocultar expresiones groseras que no deben ser
D. alegoría. expuestas al público.
D. mantener el asombro en la narración de los
hechos que transcurren en la novela.
– Estoy asombrado don Ismael. rastros de carne seca y sus ojos indios parecían
– Sí, es muy extraño. sonreír.
– Jamás había visto que un animal de presa dejara
estas huellas. 14. Los guiones que aparecen en el texto cumplen la
– Aquí hay marcas de una lucha terrible. Mi perro función de
se defendió desesperadamente. A. mostrar que la historia se desarrolla en varios
– Era un buen perro pastor, patrón. lugares.
– El mejor. Manejaba el rebaño sin permitir la B. señalar la importancia de los personajes del
menor desobediencia. Los animales aprendieron a relato.
seguir sus órdenes y el que se saliera un milímetro C. indicar un diálogo entre los personajes.
de sus deseos, sentía en las carnes el filo de sus D. separar cada idea importante.
colmillos.
– ¿Qué bestia carnicera lo mataría? Éstas no 15. Del anterior texto se infiere que
parecen huellas de tigre. A. el autor otorga cualidades humanas a la oveja.
– No, don Ismael, soy de cazar viejo y jamás había B. los hombres enterrarán al perro en una colina.
visto que un animal de monte como el que mató a C. las ovejas fueron las que mataron al perro.
su perro tuviera tanta fuerza y dejara estos rastros D. el perro era el guardián del rebaño.
tan raros.
– Bueno, vamos a enterrarlo 16. En el texto, la oveja muestra una seña de agrado
– Vamos. porque
Los dos hombres sacaron el perro y lo condujeron A. se escapó mientras enterraban al perro.
hasta una explanada cubierta de pasto Yaraguá. B. alguien mató al perro que las pastoreaba.
Mientras abrían el hueco para enterrarlo una oveja C. don Ismael cambiará al perro por uno más
se apartó del rebaño y se puso a contemplar la noble.
escena desde una colina cercana. En los cascos tenía D. ella fue la que liberó al rebaño de la opresión del
perro.
IV. Evaluación final. (10%) 15 MIN
PARTE 2
Lectura en clase
A partir de la lectura realizada en clase,
responda las preguntas de acuerdo al texto
leído:
Lea el siguiente texto que es un ejemplo de comentario de un libro o novela contemporánea, a partir de este
ejemplo, realice el comentario del libro “Crónica de una muerte anunciada”
(https://www.unisinucartagena.edu.co/wp-content/uploads/2020/07/Cronica_de_una_Muerte_Anunciada-
Gabriel_Garcia_Marquez.pdf)
1. APROXIMACIÓN.
· Leer el texto una primera vez con la intención de comprender su contenido y clarificar las palabras o
estructuras que puedan entrañar alguna dificultad.
· Numerar las líneas de cinco en cinco para poder consignar dónde se produce un determinado fenómeno.
· Leer el texto una segunda vez, con mayor detenimiento, al tiempo que se subrayan o apuntan aquellos
elementos destacables o interesantes para la interpretación y la construcción del texto.
· Determinar de qué tipo de texto se trata (descriptivo, narrativo, expositivo, argumentativo, conversacional) y
a qué género pertenece (artículo periodístico, reseña, debate, conversación, etc.).
· Determinar los datos generales del texto: quién es su autor, en qué obra aparece (periódico, programa de
televisión, etc.), lugar y fecha de emisión o de publicación. Frecuentemente, conviene buscar datos adicionales
referentes al contexto que puedan ser relevantes (información sobre el autor, la obra o el texto general donde se
incluye, época y movimiento -si se trata de una obra literaria- elementos extralingüísticos que puedan
aparecer, etc.).
· Redactar el comentario teniendo en cuenta que es un texto expositivo. Por tanto, hay que disponer una
estructura de tres partes: introducción (datos sobre el texto, tipo de texto, género, etc.); desarrollo, donde se
traten los aspectos de las tres propiedades del texto; y una conclusión donde se sinteticen las ideas más
importantes presentadas.
· Conviene no olvidar que la finalidad del comentario es explicar el contenido y las características discursivas y
lingüísticas de un texto con la intención de provocar una reflexión del receptor. No se trata de explicar
conceptos teóricos sino de aplicarlos con una finalidad concreta: la del análisis.
Ejemplo:
El Perfume
por Ángela Núñez
El Perfume es sin duda alguna una de las novelas más conocidas de la literatura universal. La obra del escritor
alemán no dejará indiferentes a todos aquellos que se acerquen a ella. Sin embargo, quiero dejar claro desde el
principio que El Perfume no es una novela apropiada para personas escrupulosas. Esta puede enmarcarse
dentro de lo que es la novela histórica dado que la narración discurre en la Francia revolucionaria del siglo
XVIII. El autor nos ofrece unas descripciones bastante logradas sobre las condiciones de vida a las que se ven
abocadas sus personajes. Enfermedades, suciedad, falta de higiene etc. Y es contradictorio que en medio de
todo ello surja el tema de los perfumes. Parece como si el propio autor quisiera perfumar el ambiente que
rodea a la narración; y es que en ciertos pasajes de la novela la narración se vuelve algo vulgar.
El personaje central, Jean Batiste Grenouille, es un muchacho pobre, huérfano que es acogido por Madame
Gaillard, cuando su verdadera madre es ajusticiada por intentar cometer infanticidio. Su origen y sus primeros
años de vida nos recuerdan sin duda alguna a personajes de la literatura universal como Oliver Twist o Moll
Flanders. Por otra parte, su condición física nos recuerda al famoso personaje creado por Mary Shelley, y que
se convirtió en la encarnación de lo grotesco: Frankenstein. El autor nos lo describe como alguien que: [...]
durante su infancia sobrevivió al sarampión, la disentería, la varicela, el cólera, una caída de seis metros en un
pozo y la escaldadura del pecho con agua hirviendo. Como consecuencia de todo ello le quedaron cicatrices,
arañazos, costras y un pie algo estropeado que le hacía cojear, pero vivía. Era fuerte como una bacteria
resistente, y frugal como la garrapata. (Suskind 2005 : 29-30).
Esta descripción también nos hace pensar en otro personaje de la literatura bastante conocido como es
Quasimodo. Jean Batiste está obsesionado con los olores. Su vida gira en torno a la búsqueda del olor perfecto.
El mal olor es sinónimo de enfermedad, y en algunos casos se asocia al propio demonio. El autor no pasa por
alto el tema de la brujería relacionado tantas veces con el maligno. Para el personaje el olor da categoría a la
persona. No duda en afirmar que cuando alguien tiene un determinado olor la gente lo mira y lo trata como a
una persona. Sin embargo, Jean Batiste no huele a nada pese a que él posee un sentido del olfato prodigioso
capaz de reconocer todos y cada uno de los aromas de la tierra. De esta manera logra entrar al servicio de un
perfumista parisino, Baldini, quien se queda asombrado de su habilidad. Este tema de los perfumistas aparece
a lo largo de toda la narración, y se nos muestra como un mundo donde surgen envidias, traiciones y demás
artimañas para desprestigiar a un rival en la materia.
Baldini envidia a Pelissier por su éxito porque lo considera un intruso en la profesión. El personaje de Baldini
es codicioso, recela en todo momento de Grenouille hasta el punto de dormir con el cuaderno en el que tiene
anotadas las fórmulas de Grenouille para crear sus perfumes. Es egoísta hasta el punto de que sólo siente
afecto por su discípulo mientras este le sirva para ganar dinero. En el momento en el que Grenouille cae
enfermo Baldini ve peligrar su negocio; y se comportar de una manera tan hipócrita que el fin que le espera es
su justa medida. Cuando Grenouille logra abandonar a este amo pasa siete largos años en una cueva viviendo
de lo que la naturaleza le proporciona. Se comporta como un salvaje incivilizado al estilo de Frankenstein.
Cuando regresa a la civilización se convierte en un ser abominable “cuyos cabellos le llegaban a las rodillas, la
barba rala, hasta el ombligo. Sus uñas eran como garras de ave y la piel de los brazos y piernas, en los lugares
donde los andrajos no llegaban a cubrirlos se desprendían a tiras”. (Suskind 2005: 168).
“Su aspecto es tal que se convierte en el objeto de estudio del marqués de Tailla de Espinasse, quien lo toma
por un espécimen científico. El propio marqués lo transforma en un ser humano cortándole el pelo, la barba,
las uñas y vistiéndolo. Pero al igual que el perfumista Baldini sólo le interesa por sus experimentos científicos
y su teoría del fluido letal. Cuando Grenouille se desmaya el marqués [...] se arrodilló junto a Grenouille y le
dio aire, agitando su pañuelo de violetas, y conjurándole, suplicándole incluso, que se levantara, que no
exhalara su último aliento, precisamente ahora, sino que esperase a ser posible hasta pasado mañana, pues de
lo contrario la supervivencia de la teoría del fluido letal correría un gravísimo peligro”. (Süskind 2005: 178).
En esta ocasión Grenouille sólo interesa desde un punto de vista material y comercial, y no desde un punto de
vista meramente humano. Finalmente, Grenouille abandona al marqués una vez que ha creado un perfume
adecuado para su persona. Su perfume. El perfume por excelencia. Un aroma que le permite caminar por las
calles sin temor a que nadie se percate de su presencia. Observamos una falta clara de autoestima en el
personaje que logra vencer sólo cuando cree haber encontrado ese perfume que hace que la gente se fije en él.
Se siente alguien importante por el mero hecho de que las personas lo saluden, le estrechen la mano o
simplemente le dirijan una mirada. Se siente completamente feliz por el olor que desprende. Esta
transformación del personaje del hombre de las cavernas a un caballero decente nos sugiere el cuento de la
Bella y la Bestia en el sentido de que esta última ha dejado de comportarse como tal gracias al cariño y las
atenciones del marqués.
Por otra parte, Grenouille ama a las fragancias que exhalan las personas, no a las propias personas en sí. Se
siente atraído por sus olores corporales. Llegados a este punto de la narración el autor deja a un lado lo que es
la vida y andanzas de su personaje principal para presentarnos otra historia. La narración de Laura y su padre
Richis quien con el fin de protegerla de los ataques de un asesino en serie decide encerrarla en un convento
hasta el día de su boda. Boda, que ha sido pactada de antemano entre las familias de los novios. Asistimos a un
caso típico de matrimonio concertado entre los padres para aumentar las riquezas, y saldar deudas pendientes.
Sin embargo, el destino es caprichoso y castiga a Richis. La serie de asesinatos perpetrados en la región son
obra de Grenouille quien escoge a las jóvenes doncellas para después de matarlas robarles su olor corporal.
El motivo de ello es crear el perfume perfecto. La obsesión del protagonista es tal que nos hace pensar en su
falta de cordura. Se comporta de una manera poco convencional. Sin duda alguna se trata de una especie de
perturbado como la gran mayoría de los asesinos en serie. Sobre este aspecto cabe destacar la semejanza con
las novelas o thrillers policíacos en los que los propios agentes buscan sin descanso al asesino. El final de la
persecución tiene como resultado una situación dantesca y absurda sacada directamente del teatro de lo
absurdo.
Nada tiene que ver con lo que en un principio cabe esperar cuando el criminal está en manos de la justicia. En
ese momento Suskind da un giro de ciento ochenta grados a la narración y libera Jean Baptiste para dar paso a
un cuadro bastante parejo a lo que eran las bacanales y orgías en la época clásica. Para concluir quiero recalcar
dos apuntes. El primero de ellos hace referencia al perfume que Baldini tiene que crear y que lleva por nombre
Amor y Psique en clara alusión a la mitología griega, y más en concreto a la leyenda de Eros y Psique, o la
Razón y la Pasión. Y el otro sería establecer un símil entre la vida que lleva Grenouille con la de Lázaro de
Tormes. Ambos personajes van dando tumbos por la vida de amo en amo hasta que llegan al final de su
camino, o peregrinar por calificarlo de algún modo. Ambos son en cierto modo discriminados por sus amos,
los cuales los utilizan para sus propósitos. Sin embargo, hay claras diferencias: Lázaro no es un asesino sino un
pícaro; y por otra parte, el final del uno y del otro es diametralmente opuesto.
En resumen, diremos que El Perfume es una novela que deja huella en el lector que no puede quedarse
indiferente ante ella. Le gustará, o la aborrecerá.