Aporte de La Filosofía Presocrática en La Época Actual
Aporte de La Filosofía Presocrática en La Época Actual
Aporte de La Filosofía Presocrática en La Época Actual
Perséfone era hija de Zeus y Démeter que era diosa de la agricultura y por quien el
verde de la tierra tiene su puesto. Ésta (Perséfone) fue raptada por Hades, dios del
inframundo. Deméter estaba tan inquieta por la ausencia de su hija que descuidó su oficio de
diosa de la agricultura. Así, todo empezó a quedar frio y estéril. Su rescate se dio finalmente
después de muchas peripecias, pero con la condición de que Perséfone no comiera nada del
inframundo. Hades la engaña y la tienta por lo que come seis granadas sembradas en aquel
oscuro lugar. Como castigo, está obligada a volver cada año seis meses, uno por cada
granada comida. Durante este tiempo es tan grande el dolor de Deméter, que olvida su trabajo
de mantener verde la faz de la tierra, produciéndose así el frio invierno cada año. Este
interesante relato, escueto resumen de mi parte, es proveniente del Himno a Deméter de
Homero (Bernabé. 1978, p. 62), y busca dar explicación a las estaciones de la naturaleza.
Hace algún tiempo, estuve en país fuera del trópico en época de invierno. Me causó
mucha curiosidad evidentemente, el hecho de que las fuentes de agua que meses antes había
visto fluidas y líquidas, se encontraban ahora congeladas. Gracias a lo que me enseñaron en
la escuela, sé que ese fenómeno se debe a que el sol se encuentra más alejado de este
hemisferio, por lo que la temperatura del ambiente desciende rápidamente haciendo que todo
líquido se solidifique consecuentemente. Para mí resulta ahora fácil explicar por qué ese tipo
de fenómeno natural aparece. No así para los griegos antiguos. Su explicación inicial ante
este hecho, consistió en atribuir a los comentados mitos griegos el origen de dicho fenómeno.
Comenta Boullosa (2017) que Anaximandro enseñó que la mejor forma de aprender
era cuestionando los puntos de vista del maestro. Así, la curiosidad se trueca en medio para
conocer más profundamente algo. Ésta curiosidad ha acompañado a la ciencia durante todo
su recorrido histórico. Hasta nuestros días, esta luz del pensamiento milesio en Anaximandro
ha trascendido como herramienta para nuevos descubrimientos. Así lo que es una
inconformidad de respuestas ante unas preguntas trascendentales, se convierte en una
reflexión que me puede llevar a un conocimiento más profundo de las cosas. El sentirme
insatisfecho me hace más recursivo para buscar la verdad.
Desde el siglo XVII existe un método popularizado por René Descartes para obtener
nuevos conocimientos a partir de un presupuesto inicial perceptible y observable. Éste
procedimiento es llamado Método Científico, que entre otras características posee la
observación sistemática, la medición, formulación y análisis de hipótesis. El centro de este
método inicia con la observación. Esta observación o contemplación de las cosas fue la
misma acción que motivó a los presocráticos a lanzar sus reflexiones acerca de la physis. De
modo que uno de los aportes de la filosofía presocrática es la capacidad de observación e
interpelación que azuza el conocimiento. Sin embargo, la diferencia radica por ventura, en el
deseo de conocimiento sin ambición de los miletos y en comparación con el deseo de fama y
prestigio, a lo mejor juzgando al polifacético francés.
En otro punto y siglo de la historia, a mediados del siglo XX, surge una generalizada
teoría hasta ahora muy popular entre los científicos conocida como el “Big Bang” (Sanromá,
2016). El fundamento de esta teoría radica en la explosión hace catorce mil millones de años,
de un condensado e infinitamente pequeño punto que se expandió en todas las direcciones,
creando lo que existe en nuestro universo actual. Con esta “descrestante” teoría, se afirma la
actividad filosófica especulativa de algunos presocráticos como Heráclito y puedo afirmar
que la Gran Explosión se identifica con su Arjé de fuego. La explosión que creo la diversidad
de cosas. Yendo más allá, Anaxágoras posee también aquí una cota de responsabilidad.
Recordemos que Anaxágoras habla de un Caos como conjunto de cosas infinitas en número y
pequeñez; a su vez, por la acción de un Nous, se generó el movimiento circular a todas las
cosas. ¿en este caso se podría llamar “Caos” a ese punto condensado e infinitamente pequeño
y llamar Nous a la explosión que ordenó de alguna manera todo el resultado de este
estrepitoso estallido? Me parece que este descubrimiento también tuvo su génesis en la época
presocrática. Aunque como en aquella época perdura la paradoja, ¿cómo puede llegar a ser
algo que en principio no era?
Parecen estas posturas una deslealtad con mis arraigadas creencias y aún más con mi
llamado vocacional y monástico desde hace más de una década. No obstante, debo discrepar
que mi concepción de Dios no se ve alterada en lo más mínimo con estas precisiones. Es
firme mi posición de ver a Dios como creador y lo que dice su dato revelado acerca del por
qué. Sin embargo, no se contrapone a mi manera de ver las cosas, con las teorías propuestas
como el big bang; ciertamente la biblia me dice el por qué Dios me creo, me parece que el
cómo no está explicito, por lo cual el big bang puede ser parte del cómo de Dios, que para
efectos de mi fe me es indiferente conocerlo. Veo por ejemplo cómo el Nous de Anaxágoras
es claramente una alusión a Dios y su logos que organiza toda la creación también me refiere
a su obra maravillosa.
Seguimos con nuestro Anaxágoras. Él propuso que todas las cosas están compuestas
por una multitud de partículas llamadas Homeomerías, y ésta es la partícula más pequeña de
los que compone las cosas, con lo que podríamos sugerir el desarrollo del estudio del átomo.
Si bien posteriormente se generó la discusión de que estas diminutas partículas no hacían
referencia al átomo, (porque a la manera de ver de Anaxágoras, todas las partículas pequeñas
eran de la misma sustancia.; no así con los átomos que son diferentes en su esencia) (Pellón.
2016, p.10) Se hace a mi parecer, una clara alusión del descubrimiento atómico del John
Dalton de que la materia está compuesta por pequeñas partes.
Cómo puedo dejar de pasar a Pitágoras. Cuando era niño preguntaba quién había
inventado las tablas de multiplicar para poder hacerle el reclamo o simplemente para
aborrecerlo el resto de mi vida. Ahora sé a quién debo mis castigos, regaños y materias
reprobadas de la infancia. La teoría pitagórica y en sí toda su escuela filosófica y mística,
marcó un precedente sin fin en la historia: La pluralidad y universalidad de los números.
Éstos son, sin duda, casi que el lenguaje inmaterial más común entre los hombres. Las
matemáticas se convierten, lo queramos o no, en una herramienta útil para todas las
dimensiones del ser humano. En aquella infancia, solía decir constantemente que quería
ejercer una profesión en donde no se usaran los números, pero incluso en mi vida monástica
constantemente tengo relación con los capítulos y los versículos de mi biblia que, ¡Oh
sorpresa! Son números. Lo único que agradezco y valoro de este recordado hombre, fue la
importancia que le dio a la música como primera materia de conocimiento, por lo que soy
músico y a mí también me parece que la música es medicinal, como él afirmaba. Como ven,
hasta yo resulté involucrado en el aporte de un presocrático en nuestros días.
Referencias