Historia de Asia S XIX - Octavo
Historia de Asia S XIX - Octavo
Historia de Asia S XIX - Octavo
En Asia los pueblos se mantenían cerrados en sí mismos, conservando sus civilizaciones con las
mismas características de los siglos pasados, resistiéndose de diferentes formas a los primeros
intentos de colonización, que trataban de abrir el continente asiático al comercio occidental.
En Asia existían estructuras políticas bastante sólidas, había imperios de importancia considerable,
como el chino, el persa y el turco, por lo que el tratamiento que los europeos les dieron fue diferente
al de las tribus africanas. Cuando se trataba de dominar pequeños territorios con gobiernos
indígenas organizados, no se establecía una colonia sino un protectorado, es decir, se rodeaba al
gobierno aborigen de consejeros europeos que vigilaban la protección de sus intereses. Un aspecto
importante del reparto de Asia es que en él participaron estados no europeos como Rusia, Estados
Unidos y Japón.
CHINA
Caricatura francesa
En el caso de China, ninguna potencia aparecida en Le Petit
europea pensó en su conquista, dado su Jounal en 1898,
titulada El pastel de
desarrollo político. En el siglo XVIII los los reyes y de los
europeos comenzaron a llegar al imperio emperadores, en ella
interesados en el comercio de té y opio. se observa a
Inglaterra, Alemania
Fue como resultado de las Guerras del y Rusia partiendo
Opio (1839-1842 y 1856-1860) que con un cuchillo a
Inglaterra obligó a China a abrirse al China, mientras
Francia y Japón
comercio europeo y a cederle el territorio observan la escena.
de Hong Kong, de esta manera el gigante Atrás, el emperador
asiático se vinculó a la dinámica chino se muestra
muy alarmado.
capitalista.
Internamente se desarrollaba una oposición y rechazo a la presencia extranjera dando lugar en 1900
al levantamiento de los bóxers, los disturbios fueron muy importantes y frente a ellos Inglaterra,
Alemania, Austria-Hungría, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Imperio Ruso, formaron un
ejército conjunto para combatir a los bóxers. En septiembre de 1901 el levantamiento fue
derrotado. Como consecuencia, China quedó a merced de los vencedores imperialistas a quienes
debió pagarles indemnizaciones, además de permitirles el comercio sin restricciones. El mapa que se
muestra a continuación permite observar las regiones chinas que fueron controladas por los
colonialistas y también señala los lugares en que se desarrollaron conflictos armados.
JAPÓN
Occidentales.
Su expansión
territorial la
comenzó mucho
tiempo atrás,
entre el siglo
VII y VIII en la
lógica de las
relaciones con
el Imperio
Chino, las cuales se modificaron una vez que China quedó debilitada a causa del ataque inglés en la
guerra del Opio de 1842.
En 1853 Japón corría la misma suerte que China, fue asediada militarmente por Estados Unidos
obligándola a abrirse al comercio internacional mediante el Convenio de Kanagawa firmado en 1854.
En 1863 comenzó un proceso de modernización conocido como la Restauración Meiji mediante el cual
logró un sorprendente desarrollo industrial y militar colocándose en un nivel de potencia a finales
del siglo XIX. Este proceso sirvió, a su vez, como una manera de protegerse de la amenazante
dominación occidental. En esta etapa Japón continuó con su proceso expansivo pero ahora dentro de
la lógica del imperialismo.
En 1895, después de derrotar a China, Japón se anexó Formosa (actualmente Taiwán). Rusia también
es derrotada por Japón y pierde Corea en 1905, la cual es administrada como un protectorado,
asimismo se adjudica Sajalín y las Kuriles, Guam y las islas Marianas, y a Manchuria la vuelve una
zona de influencia. Es de hacerse notar que todas las conquistas japonesas se realizaron en zonas
aledañas a su territorio, lo que constituye una diferencia con las potencias occidentales que sí
incursionan en tierras más lejanas. Japón perdió sus colonias como resultado de su capitulación en
la Segunda Guerra Mundial.
Señalados en rosa y rojo se encuentran los territorios ocupados por los japoneses, las fechas
permiten identificar los que corresponden al período 1870-1914.
India
La presencia de
El imperio británico en la India en 1914
los europeos en
el continente
indostánico
comenzó en la
India a
mediados del
siglo
XVIII, cuando
los ingleses
hicieron
contacto
comercial con
ella a través de
la East India
Company
(Compañía de las Indias Orientales). En esa época la presencia extranjera tenía la intención de
comerciar con los productos indios, en este caso los textiles y las especias. La compañía tenía
absoluta libertad de acción para establecer acuerdos con los gobernantes locales y solía usar todo
tipo de métodos para conseguirlo, desde acuerdos pacíficos hasta enfrentamientos armados como
la guerra contra el gobernante de Bengala en 1757, hecho que se considera el inicio de la conquista
de la India.
Un siglo después, la Compañía ya tenía en sus manos el control de casi la totalidad del territorio y
dominaba a los gobernantes locales, pero debido a la rebelión de los cipayos (soldados indios al
servicio de la Compañía) en 1857, y al descontento que generaba la corrupción existente en la
compañía, ésta fue abolida en 1858 por lo que su administración quedó en manos de la Corona
británica a través del Ministerio de la India y su gobierno asignado a un virrey. Formalmente la India
era una colonia inglesa.
En 1876 la Reina Victoria se erigía como Emperatriz de la India calificando al territorio como la
“joya de la corona”, título que daba cuenta de sus enormes riquezas, mismas que permitieron que su
conquista se llevara a cabo con los recursos extraídos mediante su explotación, e incluso sirvieran
para financiar la conquista de África. Entre 1870 y 1890 se completó la ocupación de otras áreas
aledañas al territorio hindú, como Afganistán, Birmania, Cachemira, Beluchistán (Pakistán), Malasia,
Ceilán y varias islas más.
CONQUISTA DE INDOCHINA
A la península
Indochina
llegaron los
europeos en el
siglo XVI con
fines
comerciales.
Su conquista la
comenzó
Francia por
Cochinchina en
1859,
enseguida los
territorios
meridionales
de Vietnam en 1860, después siguieron Camboya en 1863 y Laos en 1893. En todos estos lugares se
opuso resistencia a los invasores, pero siempre fueron vencidos. La ruta de conquista francesa se
dirigía hacia el norte pues estaban interesados en China, a la que le declararon la guerra desde el
territorio de Tonkín. Una vez que se adueñaron de Annam, nombraron en 1897 a todo el territorio
“Unión Indochina” y establecieron la región china de Yunnan como zona de influencia. De manera muy
hábil aprovecharon a su favor la división de la población, producto de las contradicciones
interétnicas de los numerosos pueblos que habitaban la península, esto sirvió para comprobar una de
las justificaciones de la conquista: la pacificación de la región.
Su método de “pacificación” fue incendiar aldeas, masacrar civiles, ejecutar a los adversarios,
fusilar a los que huían de los trabajos forzados, etcétera, como sucedió en Tonkín o en Hue, parte
central de Vietnam, en 1885, en donde 11 franceses asesinaron aproximadamente a 1,500
vietnamitas y destruyeron los palacios, bibliotecas y saquearon la ciudad. Colocaron la figura
administrativa de protectorado en los tres países con gobernantes nativos por lo que estaban
totalmente sometidos a los conquistadores franceses. Como en todos los casos de colonización, el
denominador común fue la violencia, la humillación y la explotación de sus habitantes.
Después de numerosos levantamientos en contra del opresor y de miles de vidas arrebatadas por la
furia imperialista, Vietnam conseguirá su independencia en 1954. Muy poco tiempo disfrutarían de
su libertad porque de inmediato cayeron en las garras del imperialismo norteamericano, del cual se
liberaron en 1975 después de pelear una de las guerras más infames de la historia contemporánea.
ECONÓMICAS: Son varias las causas de este tipo. Tenemos por un lado la crisis del 1873, con un
descenso por los precios que inclina a las potencias proteccionismo, suscitando las necesidades de
encontrar nuevos mercados que no estén protegidos. Por otro lado, Inglaterra, Holanda y Bélgica
encuentran en otros continentes campos de inversión para sus capitales (ferrocarril, préstamos,
instalaciones de puertos) y por último, estos mismos países buscan materias primas para sus
industrias ya que los recursos del continente se han agotado.
DEMOGRÁFICAS: Entre 1850 y 1914 en Europa, la población se duplicó. Este aumento demográfico
anuló las posibilidades de trabajo y de conseguir comida, situación que tenía como única salida las
migraciones a los territorios coloniales de sus respectivos países.
En los imperios europeos podemos distinguir tres tipos de
dominación ejercida sobre los territorios conquistados:
Dominios: Eran zonas de población donde se instalaban definitivamente los emigrados europeos.
Gozaban de autonomía política y administrativa. Eran casi totalmente libres en su política interior:
sólo un gobernador general representaba a la corona. La política exterior estaba controlada por la
metrópoli, que trataba de favorecer los intereses propios.
Los Protectorados: Territorios en los que teóricamente subsisten y actúa un gobierno del lugar, que
en un principio es respetado por el poder metropolitano quien, a su vez, crea e impone una
administración paralela y dominante en la práctica, protegiendo al país y representándolo en el
exterior. Es resultado de un pacto, evidentemente (desigual), entre ambas entidades.
En el siglo XIX continuo el colonialismo que se había iniciado a partir de los descubrimientos
geográficos de los siglos XV y XVI, los cuales llevaron a la ocupación europea de América, costas
africanas e islas del Pacifico sur.
La relación colonial se manifestó en el dominio económico, político, social y cultural que ejerció una
metrópoli o grupos sociales de comerciantes y financistas sobre poblaciones de los territorios
colonizados, con el fin de que estos los abastecieran de recursos minerales, productos agrícolas y
mano de obra que requerían para su fortalecimiento.
Económicamente, las colonias necesitaban mucho dinero para abrir vías de comunicación como
carreteras, vías férreas y otra serie de sistemas de primera necesidad. Sin embargo, la rentabilidad
fue altísima. Las materias primas que necesitaban las metrópolis se obtenían de las colonias y a su
vez en las colonias estaban el mercado necesario para colocar sus excedentes y aliviar la saturación
de población existente en las metrópolis.
También se generaron sociedades duales, es decir, sociedades en las que conviven diferentes
sistemas económicos, políticos, sociales y culturales. Aparecen las explotaciones mineras y nuevos
puertos, con una economía, que facilita el ingreso de dinero.