Metodos 1,2,3
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Accidentes de trabajo:
Las causas de los accidentes de trabajo nunca son sencillas, incluso en los accidentes
aparentemente banales, lo que explica la multiplicidad y variedad de clasificaciones de
tales accidentes. Las estadísticas muestran que las causas más corrientes no estriban
en las máquinas más peligrosas (como las sierras circulares, las máquinas moldeadoras
de broca o las presas mecánicas, por ejemplo) o en las sustancias más peligrosas
(explosivos, líquidos inflamables volátiles, sustancias químicas), sino en actos tan
comunes como tropezar, caerse, manipular o utilizar objetos sin cuidado o emplear
instrumentos manuales, o ser golpeado por algún objeto que cae. Asimismo, las
víctimas más frecuentes de accidentes no son los discapacitados sino, por el contrario,
las personas más aptas desde el punto de vista físico y psico sensorial, es decir, los
trabajadores jóvenes.
Se debe tener presente que en la industria moderna en el lugar de trabajo existen
diversos riesgos visibles e invisibles. Entre los peligros visibles cabe incluir los andamios
sin protección, los socavones en el suelo, el goteo o la fuga de sustancias químicas o la
zona de trabajo no cerrada de un robot. Los riesgos invisibles son cada vez más
comunes y peligrosos. Incluyen los gases inertes, los gases de soldeo, el ruido, las
vibraciones o los efectos imprevisibles de una mezcla de productos químicos.
Un accidente es frecuentemente el resultado de un concurso de factores técnicos,
fisiológicos y psicológicos; depende de la máquina y del ambiente (iluminación, ruido,
vibraciones, emanaciones de sustancias, falta de oxígeno), así como de la postura del
trabajador y la fatiga imputable al trabajo, pero también de circunstancias
relacionadas con el trayecto entre el domicilio y el lugar de trabajo y otras actividades
desarrolladas fuera de la empresa, así como del malhumor, las frustraciones, la
exaltación juvenil y otros estados físicos o mentales específicos.
En los países en desarrollo vienen a sumarse la malnutrición, las enfermedades
endémicas, la inadaptación al trabajo industrial y los inmensos cambios que la
industria ha provocado en la vida y las costumbres personales y familiares de los
trabajadores. Por consiguiente, no es de sorprender que se conceda actualmente una
creciente atención a los riesgos de accidentes inherentes al comportamiento humano,
dentro o fuera de la fábrica, y que se examinen los problemas vinculados con la
protección de la salud y el bienestar del trabajador desde un punto de vista global.
La primera precaución que se ha de tomar para evitar los accidentes consiste en
eliminar las causas potenciales, tanto técnicas como humanas, como el respeto de las
reglas y normas técnicas, la inspección y el mantenimiento cuidadosos de la
maquinaria, la formación de todos los trabajadores en materia de seguridad y el
establecimiento de unas buenas relaciones de trabajo.
El 30 por ciento de todos los accidentes ocurren en las operaciones de manipulación;
el estudio del trabajo puede contribuir a disminuir su frecuencia reduciendo
sencillamente el número de operaciones y el trayecto de los productos.