Fluidos 1

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Cinemática y dinámica de fluidos

13 de agosto de 2021

1. Descripciones eulerianas y lagrangianas


En este curso, vamos a considerar a un fluido como un continuo. Sin embargo, para introducir los dos
grandes sistemas para la descripción del movimiento de una masa fluida, conviene pensar a la misma como
compuesto de “elementos” de fluido.
Una descripción euleriana1 consiste en definir un sistema de coordenadas fijo en el espacio. En algún
instante t, el punto denotado por las coordenadas x estará ocupado por algún elemento de fluido, el cual
se estará moviendo con velocidad v = v (x, t). Nótese que los elementos de fluido que ocupan una misma
posición x en distintos tiempos son, en general, distintos.
En una descripción lagrangiana2 , por el contrario, asignamos una etiqueta q a cada elemento de fluido.
En general, un mismo elemento de fluido ocupará distintas posiciones en el espacio en momentos distintos.
Ver fig. (1).

1 Llamada ası́ por Leonhardt Euler (1707-1783). Ver fig. (21))


2 Llamada ası́ por Joseph-Louis Lagrange (1736-1813).

1
Figura 1: En una descripción Euleriana, la posición del surfista depende del tiempo; en cambio, sus coorde-
nadas lagrangianas permanecen constantes

Digamos que la partı́cula de coordenadas lagrangianas q ocupa, en el instante t, el punto en el espacio


x (q, t), que son sus coordenadas eulerianas. Para traducir una descripción en la otra, asumimos que ambas
coinciden en algún instante inicial, digamos t = 0

x (q, 0) = q (1)

Tanto un observador euleriano como uno lagrangiano coinciden respecto a qué velocidad tienen las partı́cu-
las del fluido. Esa condición se expresa por la identidad

v (q, t) = v [x (q, t) , t] (2)

Al moverse, van a cambiar sus coordenadas eulerianas, de modo tal que


dx (q, t)
= v [x (q, t) , t] (3)
dt
Derivando esta identidad respecto a q, encontramos3

d ∂xi ∂v i ∂xj
k
= (4)
dt ∂q ∂xj ∂q k
Esta ecuación, con la condición inicial que se deduce de (1)

∂xi
(t = 0) = δki (5)
∂q k
determina la transformación de las coordenadas lagrangianas en eulerianas, si se conoce el campo de
velocidades v = v (x, t).

1.0.1. Ejemplo: Los panqueques de Zel’dovich


Por ejemplo, supongamos un fluido en que cada partı́cula se mueve con velocidad uniforme, independiente
de los otros elementos de fluido. En una descripción lagrangiana, dirı́amos que la partı́cula q tiene velocidad
v (q), independiente del tiempo. En t = 0, la partı́cula ocupa la posición x (q, 0) = q, de acuerdo con (1).
Entonces en el instante t
3 En este curso vamos a utilizar la convención de Einstein: cuando un ı́ndice aparece repetido en una expresión, se sobreen-

tiende que debe sumarse sobre todo su rango de valores. Por lo tanto, en la fórmula (4) el ı́ndice j debe ir sumado desde j = 1
hasta j = 3. Por supuesto, la convención se llama ası́ por Albert Einstein (1879-1955).

2
Figura 2: Panqueque de Zel’dovich. Todas las partı́culas del fluido tienden al plano z = 0, con una velocidad
constante proporcional al valor inicial de la coordenada z

x (q, t) = q + v [q] t (6)


Si conocemos la función v = v [q], podemos invertir esta relación y encontrar la coordenada Lagrangiana
q como función de la coordenada euleriana x.
Para continuar con el ejemplo, supongamos que
qz
vz = −v (7)
`
con vx = vy = 0 (ver fig. (2)).
Entonces, escribiendo x = (x, y, z)

x = qx
y = qy
 v 
z = 1 − t qz (8)
`
Nótese que en el instante t = `/v la totalidad del fluido ha colapsado al plano z = 0, independientemente
de la posición inicial de las partı́culas.
Yakov Zel’dovich (1914-1987) propuso este modelo como el primer paso en la formación de una galaxia.

2. La ecuación de continuidad
Supongamos que un cierto número de partı́culas ocupa un volumen d3 q en coordenadas lagrangianas,
y su masa total es ρ (q) d3 q. Como corresponde a la descripción lagrangiana, tanto el volumen d3 q como
la densidad ρ (q) son independientes del tiempo. Ahora, estas mismas partı́culas ocupan, en la descripción
euleriana, un volumen d3 x = Jd3 q, donde (ver fig. (3))

∂xi


J = det k (t)
(9)
∂q
es el Jacobiano de la transformación de las coordenadas eulerianas en las lagrangianas. Como la masa
del elemento de fluido es la misma en ambas descripciones, debemos tener

ρ [x (q, t) , t] d3 x = ρ [q] d3 q (10)


y reemplazando d3 x = Jd3 q tenemos que

ρ [x (q, t) , t] J = constante (11)


o bien, derivando respecto del tiempo

∂ρ dxi
 
∂ρ ∂J
+ J +ρ =0 (12)
∂xi dt ∂t ∂t
donde ya sabemos que dxi /dt = v i .

3
Figura 3: Inicialmente, el volumen de un elemento de fluido es el mismo en coordenadas eulerianas o lagran-
gianas. En cualquier otro instante, el volumen en coordenadas lagrangianas permanece constante, mientras
que en coordenadas eulerianas no.

Figura 4: La evolución desde t = 0 hasta t + dt es la composición de la evolución hasta t y la evolución entre


t y t + dt.

2.0.1. Interludio matemático


Para calcular ∂J/∂t vamos a comparar J (t) con J (t + dt). Consideramos que las partı́culas con coorde-
nadas lagrangianas q están en el punto x en t y en x0 en t + dt (ver fig. (4)). Entonces

∂x0i ∂x0i ∂xj


= (13)
∂q k ∂xj ∂q k
Tomando determinantes en ambos miembros vemos que

∂x0i
J (t + dt) = J (t) det (14)
∂xj
Pero

x0i = xi + v i dt (15)
Por lo tanto

∂x0i ∂v i
= δji + dt j
∂xj ∂x
1 + dt ∂v dt ∂v dt ∂v
 
x x x
∂x ∂y ∂z
∂vy ∂vy ∂v
=  dt ∂x 1 + dt ∂y dt ∂zy (16)
 

dt ∂v
∂x
z
dt ∂v
∂y
z
1 + dt ∂v∂z
z

Haciendo la cuenta es fácil ver que

∂x0i
= 1 + dt ∇ · v + O dt2

det j
(17)
∂x

4
Figura 5: Una variación en el espacio convertida en una variación en el tiempo.

Despreciando los términos de orden superior

J (t + dt) − J (t) = J∇ · v dt (18)


O sea que
1 dJ
=∇·v (19)
J dt
(fin del interludio matemático)

Volviendo a la ecuación (12), encontramos la ecuación de continuidad

∂ρ ∂ρ i ∂v i
+ v + ρ =0 (20)
∂t ∂xi ∂xi
Esta ecuación se suele escribir de dos maneras equivalentes: por un lado
∂ρ
+ ∇ · (ρv) = 0 (21)
∂t
a la que vamos a volver más adelante, y por otro

+ ρ∇ · v = 0 (22)
dt
donde hemos introducido la derivada material
dρ ∂ρ
= + (v · ∇) ρ (23)
dt ∂t
que consiste en derivar respecto del tiempo manteniendo fijas las coordenadas lagrangianas4
Esta segunda manera de escribir la ecuación de continuidad (20) enfatiza que hay dos mecanismos por los
cuales la densidad puede variar: porque es, efectivamente, dependiente del tiempo, o porque al transcurrir
el tiempo una misma posición en el espacio es ocupada por distintos elementos de fluido, de modo que una
variación en el espacio se convierte en una variación en el tiempo (ver (fig. (5)).

2.0.2. Panqueques de Zel’dovich (II)


Volviendo al ejemplo del fluido que colapsa sobre un plano, a partir de la transformación (8) encontramos
v
J =1− t (25)
`
y por lo tanto
4 En la ecuación (23) el operador

v·∇ = vi
∂xi
∂ ∂ ∂
= vx + vy + vz (24)
∂x ∂y ∂z

5
Figura 6: La evolución de la densidad de un panqueque de Zel’dovich. El área bajo la curva permanece
constante, lo cual refleja la conservación de la masa.

Figura 7: El efecto de una traslación rı́gida sobre un elemento de fluido.

h  i
ρ [q (x, t)] ρ x, y, 1−zv t , 0
`
ρ [x, t] = = (26)
1 − v` t 1 − v` t
que no sorprendentemente explota en t = `/v (ver fig. (6)).
Derivando respecto del tiempo
h  i h  i
z z
∂ρ v ρ x, y, v
1− ` t , 0 ρ
v ,z x, y, 1− ` t , 0
v
= 2 + z 3 (27)
∂t ` 1 − vt ` 1 − vt

` `
mientras que derivando respecto de z
h  i
∂ρ [x, t] ρ,z x, y, 1−zv t , 0
`
= 2 (28)
∂z 1 − v` t
Por otro lado, de la ecuación (7) tenemos que
v z
vz = − (29)
` 1 − v` t
con lo cual podemos verificar fácilmente la ecuación de continuidad.

3. Cinemática de fluidos
En esta sección vamos a discutir como es posible deducir caracterı́sticas del flujo de un fluido a partir de
propiedades locales del campo de velocidades.
Dada la velocidad v en un punto, el flujo más simple que podemos imaginar serı́a una traslación rı́gida,
en que todos los puntos del fluido fluyen con la misma velocidad (ver fig. (7)).

6
Figura 8: El efecto de un flujo con divergencia no nula pero sin rotor ni tensor de corte sobre un elemento
de fluido.

Los apartamientos de este flujo básico estarán descriptos, en primer lugar, por las nueve derivadas pri-
meras ∂v i /∂xj en el mismo punto. Es habitual agrupar estas derivadas en
a) Un escalar, la divergencia de la velocidad

∂v i
∇·v = (30)
∂xi
b) Un (pseudo) vector, la vorticidad

ω =∇×v (31)

o en componentes

ω i = ijk ∂j vk (32)

c) Un tensor simétrico de traza nula, el tensor de corte o tensor de deformaciones

2
σjk = ∂j vk + ∂k vj − δjk ∇ · v (33)
3
Puesto que la divergencia da cuenta de un grado de libertad, la vorticidad de 3 y el tensor de deformaciones
de 5, entre los tres dan cuenta de las nueve derivadas primeras.

Como ya hemos visto (ver la ecuación (20)) la divergencia está asociada a flujos con cambios en la
densidad del fluido (ver fig. (8)).
Un fluido con divergencia nula corresponde a densidad constante, se dice que es un flujo incompresible.

La vorticidad está asociada a una rotación rı́gida alrededor del punto de referencia, que tomamos como
x = 0 (ver fig. (9)).
Efectivamente, en una rotación rı́gida con velocidad angular Ω, el campo de velocidades alrededor del
origen es

v =Ω×x (34)
o en componentes

v i = ijk Ωj xk (35)
y la vorticidad

7
Figura 9: El efecto de un flujo con rotor no nulo pero sin divergencia ni tensor de corte sobre un elemento
de fluido.

ωi = ijk ∂j klm Ωl xm
= ijk klj Ωl
= 2Ωi (36)

Un flujo con vorticidad nula se dice irrotacional o potencial ya que, como el campo electroestático en
Fı́sica 3, la condición de vorticidad nula indica que el campo de velocidades se puede escribir como el gradiente
de un escalar, v = ∇φ.

3.0.1. Otro interludio matemático


Supongamos una curva cerrada

Γ = {x = x (λ) , 0 ≤ λ ≤ Λ, x (Λ) = x (0)} (37)


El elemento de longitud sobre la curva es
dx
dλ dt = (38)

y es tangente a la curva en todo punto. Dado un campo vectorial v, la circulación alrededor de Γ es
I
C= dt · v (39)
Γ
5
El Teorema de Stokes afirma que C es igual al flujo del rotor ∇ × v a través de cualquier superficie S
cuyo borde sea Γ.
Si ∇ × v = 0, entonces la circulación de v sobre cualquier curva cerrada es cero. Entonces yo puedo
definir un potencial φ para v6 . Por ejemplo, puedo definir φ (0) = 0, y φ (x) como la circulación de v sobre
alguna curva que empiece en 0 y termine en x. Como cualquier curva da lo mismo, puedo elegir un segmento
recto x (λ) = λx, 0 ≤ λ ≤ 1, es decir
Z 1
φ (x) = dλ x · v (λx) (40)
0
Se puede verificar explı́citamente que si ∇ × v = 0, entonces ∇φ = v. Efectivamente

Z 1
φ (x + dx) − φ (x) = dλ [(x + dx) · v (λ (x + dx)) − x · v (λx)]
0
Z 1 
≈ dxi dλ vi (λx) + xj λvj,i (λx)
 
(41)
0

Como ∇ × v = 0, en el segundo término podemos reemplazar vj,i por vi,j . Pero


5 Llamado ası́ por George Stokes (1819-1903)
6 Este resultado es el Lema de Poincaré, llamado ası́ por Henri Poincaré (1854-1912)

8
Figura 10: La circulación del campo de velocidades de la rotación rı́gida (34) alrededor del cı́rculo x = r cos ϕ,
y = r sin ϕ, z = 0, 0 ≤ ϕ ≤ 2π.

d
λ xj vi,j (λx) = λ
vi (λx) (42)

de manera que podemos integrar por partes y encontrar que

φ (x + dx) − φ (x) = dx · v (43)


como querı́amos demostrar.
Viceversa, si v deriva de un potencial, ∇ × v necesariamente vale cero.
Por ejemplo, consideremos el cı́rculo x = r cos ϕ, y = r sin ϕ, z = 0, 0 ≤ ϕ ≤ 2π y el campo de velocidades
de una rotación rı́gida (34) (ver fig. (10)). Entonces dt = rdϕ K̂ × r̂. Ocurre que
 
K̂ × r̂ · (Ω × r̂) = K̂ · Ω (44)

porque sobre el cı́rculo K̂ · r̂ = 0, y entonces

C = 2πr2 K̂ · Ω = πr2 K̂ · ω (45)


tal como lo predice el Teorema de Stokes.
Vale la pena aclarar que nos tomamos todo este trabajo porque la diferencia que hace la presencia o no
de vorticidad en un flujo es uno de los temas principales en todo el curso.
(fin del otro interludio matemático)

Volvamos al tercero de los patrones de flujo básicos.


Por descarte, el tensor de deformaciones describe un flujo sin cambio de densidad y sin rotación neta
alrededor del punto de referencia (ver fig. (11)).
Como σij es un tensor simétrico, es posible elegir los ejes coordenados de tal manera que sea diagonal
(decimos que son los ejes principales del tensor), y como tiene traza nula, los elementos de la diagonal no
pueden ser todos del mismo signo. Además, si la vorticidad es nula, el flujo es potencial, y si la divergencia
es nula, el potencial debe ser una función armónica (es decir, solución de la ecuación de Laplace, ∆φ = 0).
En las figuras (12), (13) y (14) reiteramos los patrones tı́picos del campo de velocidades en estos tres
flujos básicos.

4. Dinámica de fluidos
Las ecuaciones de movimiento de un fluido se expresan como un conjunto de leyes de conservación.

Supongamos que cada partı́cula del fluido posee una cierta cantidad de una cierta magnitud aditiva X.
Entonces la cantidad de X en un volumen d3 x va a ser proporcional al volumen, dX = ξd3 x, y la cantidad
de X en un volumen finito (que llamamos el volumen de control ) se calcula por aditividad

9
Figura 11: El efecto de un flujo con tensor de corte no nulo pero sin divergencia ni rotor sobre un elemento
de fluido.

Figura 12: Patrón tı́pico del campo de velocidades en un flujo con divergencia no nula pero sin rotor ni tensor
de corte. Se trata de un flujo potencial con potencial φ ∝ x2 + y 2

Figura 13: Patrón tı́pico del campo de velocidades en un flujo con rotor no nula pero sin divergencia ni tensor
de corte.

10
Figura 14: Patrón tı́pico del campo de velocidades en un flujo con tensor de corte no nulo pero sin divergencia
ni rotor. El potencial que genera el campo de velocidades es φ ∝ x2 − y 2

Figura 15: Los dos mecanismos que inducen una variación de la cantidad X: izquierda: creación en el volumen;
derecha: flujo a través de la frontera.

Z
X= d3 x ξ (46)
V
Ahora nos preguntamos por los mecanismos por los cuales la cantidad X puede variar en el tiempo
Z
dX ∂ξ
= d3 x (47)
dt V ∂t
Básicamente hay dos. Puede ser que una cierta cantidad f de X se cree (o se destruya) por unidad de
volumen y de tiempo dentro del volumen de control, o bien puede ser que una cantidad de X abandone el
volumen de control a través de su frontera δV (ver fig. (15)).
El primer mecanismo produce un cambio en X de
Z
dX1 = d3 x f dt (48)
V
Podemos imaginar dos maneras en que X se intercambie a través de δV . Podrı́a ser que haya partı́culas
atravesando la frontera, y que transporten cada una una cantidad de X, o bien otro mecanismo que no
involucre el transporte de partı́culas.
Supongamos un elemento de área dA en la frontera δV . El elemento de área está caracterizado por su
magnitud dA y por la normal n exterior a V . Para que una partı́cula con velocidad v atraviese el elemento
de área en un lapso dt, debe estar ubicada a una distancia no mayor que n · vdt de la frontera, ya que n · v
es la componente de la velocidad en la dirección a la frontera (ver fig. (16)). Si n · v > 0 la partı́cula sale de
V , y en caso contrario entra en V .
Todo el volumen dA n · vdt es transportado dentro o fuera de V en el lapso dt, y por lo tanto el cambio
neto en X es

11
Figura 16: El delfı́n se mueve con velocidad v, pero su velocidad normal a la superficie es n · v. Para poder
salir del agua en un intervalo dt debe hallarse a una profundidad no mayor que n · v dt.

Figura 17: El teorema de Gauss en una dimensión. Consideramos la variación en la cantidad de fluido
comprendida entre las posiciones x y x + L en un cilindro de área transversa A. El fluido que entra por la
tapa en x es v (x) ρ (x) Adt. El fluido que sale por la tapa en x + L es v (x + L) ρ (x + L) Adt. Por lo tanto
R x+L
la variación neta en la masa de fluido es Adt (v (x) ρ (x) − v (x + L) ρ (x + L)) = −Adt x dx d(vρ)
dx

Z
dX2 = − dA · v ξdt (49)
∂V

que por el Teorema de Gauss7 (ver fig. (17)) se puede convertir en una integral de volumen
Z
dX2 = − d3 x ∇ · (ξv) dt (50)
V
Finalmente, asumimos que la variación de X debida a otras acciones en la frontera también es extensiva,
y por lo tanto se puede escribir como la suma de las variaciones por unidad de tiempo en cada elemento de
área
Z
dX3 = dA · j dt (51)
∂V
que también se puede convertir en una integral de volumen por el teorema de Gauss.
En resumen, en un lapso dt tenemos dX = dX1 + dX2 + dX3 , y dividiendo ambos términos por dt,
finalmente
Z  
∂ξ
d3 x + ∇ · (ξv) − f − ∇ · j = 0 (52)
V ∂t
y como el volumen de control es arbitrario, obtenemos la ecuación de conservación
∂ξ
+ ∇ · (ξv) = f + ∇ · j (53)
∂t
Es fácil ver que si ponemos ξ = ρ, f = j = 0, recuperamos la ecuación de continuidad (20).
La otra ley de conservación que nos interesa es la del impulso. También existen leyes de conservación
para el impulso angular y para la energı́a. Esta última es un poco más complicada, ya que implica introducir
elementos de termodinámica, que discutiremos en un apéndice.
7 Llamado ası́ por Carl Friedrich Gauss (1777-1855).

12
Figura 18: Cada una de las componentes (px , py , pz ) del momento transmitido a través de un elemento de
superficie en un intervalo dt es proporcional al área dA, al lapso dt, y una combinación lineal de las tres
componentes de la normal (nx , ny , nz ). Estas tres combinaciones lineales se pueden escribir como una única
ecuación matricial pj = −dA dt T jk nk .

4.1. Conservación del impulso


La ley de conservación del impulso sigue el esquema que hemos discutido, excepto que la cantidad ξ es
ahora de carácter vectorial. Efectivamente, el impulso total en un elemento de volumen d3 x es dp = ρvd3 x.
Por eso, cuando hablamos de la cantidad de impulso que atraviesa un elemento de área dA, tenemos
que discriminar de qué componente del impulso estamos hablando. En general, la cantidad de impulso en la
dirección j que atraviesa el elemento de área dA por unidad de tiempo se puede escribir como −dA nk T jk dt.
Puesto que tanto el impulso como n son cantidades vectoriales, T ij es un tensor (ver fig. (18)).
El tensor T jk tiene una parte debida al transporte, que por analogı́a con el ξv de la discusión previa
podemos escribir como
jk
= ρv j v k

Ttransporte (54)
Pero además, el impulso de un elemento de fluido cambia debido a la acción de fuerzas sobre ese elemento.
Las fuerzas externas las vamos a contabilizar dentro del término de creación f . Respecto de las fuerzas
internas, vamos a asumir que son de corto alcance, centrales, y que obedecen el principio de acción y
reacción. Entonces las fuerzas entre elementos de fluido en el interior del volumen de control no aportan al
cambio total en el impulso, y sólo debemos ocuparnos de las fuerzas actuando sobre la frontera δV .
Estas fuerzas las vamos a clasificar por el momento en dos clases: las fuerzas de presión, y todas las
demás. La fuerza de presión obedece el Principio de Pascal 8 : la fuerza de presión sobre el elemento de área
dA tiene la dirección de la normal n. Para que ésto sea posible debe ser
jk
Tpresion = p δ jk (55)
Como este tensor es idéntico a sı́ mismo cualquiera sean los ejes coordenados, decimos que la presión es
isótropa (ver fig. (19)).
Finalmente, reunimos todas las otras fuerzas entre partı́culas en un tensor de esfuerzos
jk jk
Totras f uerzas internas = τ (56)
De este modo, la ley de conservación del impulso resulta
∂ j ∂  j k
ρv v + pδ jk + τ jk = f j

ρv + (57)
∂t ∂xk
O, desarrollando la primer derivada y usando la ley de conservación para ρ

∂ j ∂ 1 ∂p 1 ∂τ jk 1
v + vk k vj = − − k
+ fj (58)
∂t ∂x ρ ∂xj ρ ∂x ρ
8 Llamado ası́ por Blaise Pascal (1623-1662).

13
Figura 19: Principio de Pascal: la fuerza de presión sobre un elemento de superficie es siempre en la dirección
de la normal a ese elemento.

Figura 20: La energı́a potencial es V = mgz. El potencial gravitatorio es la energı́a por unidad de masa
Φ = gz, y ∇Φ = g K̂

En el caso más general, la fuerza externa f es simplemente el peso del fluido, f = −ρ∇Φ, donde Φ es el
potencial gravitatorio (ver fig. (20)).
Decimos que un fluido es ideal si τ jk = 0. Para un fluido ideal sujeto a su propio peso, la ecuación (60)
se convierte en la ecuación de Euler (ver fig. (21)).
∂ j ∂ 1 ∂p ∂Φ
v + vk k vj = − − (59)
∂t ∂x ρ ∂xj ∂xk

4.2. Conservación del impulso angular


Para simplicar la discusión, supongamos que no hay fuerzas externas, f = 0. Como estamos suponiendo
que las fuerzas entre partı́culas son centrales, el impulso angular debe conservarse. Además, vamos a suponer

Figura 21: Leonhardt Euler (1707-1783)

14
Figura 22: El momento angular siempre se puede descomponer en el momento debido a la traslación del
centro de masa y el momento debido al movimiento alrededor del centro de masa. Pero si las partı́culas que
componen el fluido no tienen un momento angular intrı́nseco, el momento angular alrededor del centro de
masa es despreciable, porque tiende a cero más rápido que el volumen del elemento de fluido.

que las partı́culas no tienen spin o momento angular intrı́nseco. Por lo tanto, su momento angular proviene
exclusivamente de su movimiento en el espacio.
El momento angular de las partı́culas comprendidas en un elemento de volumen d3 x puede descomponerse
en el momento angular del centro de masa y el momento angular respecto del centro de masa, lo que es un
corolario del Teorema de Steiner9 . Pero este último
Z
LCM = d3 x ρ (x − xCM ) × (v − vCM ) (60)

es un infinitésimo de orden superior a d3 x y por lo tanto despreciable (ver fig. (22)).


En consecuencia, la densidad de momento angular es j = ρ x × v. Como no estamos considerando la
posibilidad de fuerzas externas, la variación de momento angular sólo puede deberse a transporte o al torque
de las fuerzas que actúan sobre el borde del volumen de control. Por lo tanto
Z i Z
3 ∂j
da ijk xj −ρvk vl nl − pnk − τkl nl

d x = (61)
V ∂t δV
Usando el teorema de Gauss y la arbitrariedad del volumen de control obtenemos
∂  ijk ∂ ∂ ijk ∂ ijk
ρ xj vk = − l ijk xj ρvk v l −  xj τk l

k
 xj p − (62)
∂t ∂x ∂x ∂xl
Eliminando términos que se cancelan por simetrı́a, encontramos que
 
ijk ∂ ∂ ∂ ∂
 xj ρvk + ρvk vl + p+ τkl = −ijk τkl (63)
∂t ∂xl ∂xk ∂xl
Pero el lado izquierdo se anula en virtud de la conservación del momento lineal, (59). Por lo tanto, en
ausencia de momento angular intrı́nseco, el tensor de esfuerzos τ jk debe ser simétrico.

4.3. Conservación de la energı́a


La energı́a de un elemento de fluido se compone de la energı́a asociada a la traslación del centro de masa
y de la energı́a interna u
1 2
= ρv + u (64)
2
En ausencia de otras fuerzas externas, la energı́a interna puede variar por a) transporte de energı́a por
el movimiento del fluido, b) el trabajo asociado a cambios de volumen, c) el calor que fluye hacia o desde el
elemento de volumen, o d) el calor generado por fuerzas de fricción al interior del elemento de volumen.
9 Por Jakob Steiner (1796-1863)

15
Como ya hemos visto, la variación del volumen por unidad de tiempo está dada por la divergencia del
campo de velocidades ∇ · v. El trabajo asociado al cambio de volumen es w = p∇ · v.
Para describir el transporte de calor introducimos un vector flujo de calor q, de manera que la cantidad
de calor que atraviesa un elemento de área dA por unidad de tiempo en la dirección de la normal es dA · q.
Como veremos más adelante, el calor generado por las fuerzas de fricción es τij vi,j .
Reuniendo todos estos términos, la ecuación de conservación para la energı́a interna es

∂u ∂ ∂v k ∂q k ∂vi
uv k = −p k − − τ ik k

+ k
(65)
∂t ∂x ∂x ∂xk ∂x
En el apéndice damos una deducción más detallada de esta fórmula.

5. Acerca de la literatura
La referencia primaria para este curso es el tomo VI del Curso de Fı́sica Teórica de Landau y Lifshitz
[1]. Los libros de Kambe [2], Cohen y Kundu [3] y Falkovich [4] son buenas referencias que tienen la ventaja
de ser más modernos. Las notas del Prof. Fernando Minotti cubren la mayor parte del curso [5].

Apéndice: Deducción de la ecuación de conservación de la energı́a


Esta sección asume conocimientos de termodinámica. Está basada en [6].
Por simplicidad vamos a considerar un fluı́do sin fuerzas externas ni fuerzas de largo alcance. La termo-
dinámica del sistema está descripta por cinco variables extensivas, el volumen V , el número de partı́culas N
(si todas las partı́culas tienen la misma masa m, el número de partı́culas N y la masa M = mN conllevan la
misma información), el impulso total P, la energı́a E y la entropı́a S. Estas variables están vinculadas entre
sı́ por la Primera Ley de la Termodinámica

T dS = dE + pdV − µdN − v · dP (66)


donde T es la temperatura, p es la presión, µ es el potencial quı́mico y v es la velocidad del centro de
masa. El hecho de que todas las variables (S, E, V, N, P) escalan de la misma manera con el tamaño del
sistema, mientras que las variables intensivas (T, p, µ, v) son independientes de la escala, nos permite escribir

T S = E + pV − µN − v · P (67)
Diferenciando esta identidad y substrayendo la Primera Ley (68) obtenemos la ecuación de Gibbs-Duhem

N dµ = −SdT + V dp − P · dv (68)
En vez de estudiar la termodinámica del fluido en su conjunto, podemos analizar un elemento de volumen
dV . Entonces S = sdV , E = dV , N = ndV y P = pdV . p es la densidad de impulso, que ya sabemos es
p = mnv. Entonces la ecuación (69) se convierte en

T s =  + p − µn − mnv2 (69)
La Primera Ley

T ds = d − µdn − v · dp (70)
y la ecuación de Gibbs-Duhem

ndµ = −sdT + dp − p · dv (71)


, n, p y s obedecen leyes de conservación del tipo

∂n ∂
+ nv k = 0
∂t ∂xk
∂pi ∂ 
mnv i v k + δ ik p + τ ik = 0

+ k
∂t ∂x

16
∂ ∂ 
( + p) v k + j k = 0

+ k
∂t ∂x
∂s ∂  k
sv + jsk = σ

+ k
(72)
∂t ∂x
No conocemos la forma del tensor de esfuerzos τ jk ni de las corrientes j k y jsk . La inclusión de la presión
en la ecuación para la energı́a da cuenta del trabajo de las fuerzas de presión ante un cambio de volumen.
La Segunda Ley afirma que la creación de entropı́a σ es no negativa,

σ≥0 (73)
Ahora, por la ecuación (72), podemos escribir

 
∂s −1 ∂  ∂ ∂ 
( + p) v k + j k − µ k nv k − vi k mnv i v k + δ ik p + τ ik
 
=
∂t T ∂xk ∂x ∂x
 
∂ k ∂ 1 k ik ik

= − k sv − j − vi δ p + τ
∂x ∂xk T
1 ∂T 
T sv k + j k − v k p − vi τ ik

− 2 k
T ∂x
1 ∂µ k 1 ∂vi 
mnv i v k + δ ik p + τ ik

− nv − (74)
T ∂xk T ∂xk
Utilizamos la ecuación de Gibbs-Duhem (73) para eliminar las derivadas de µ
 
∂s ∂ ∂ 1 k 1 ∂T  1 ∂vi ik
= − k sv k − ik
− 2 k j k − vi τ ik −

k
j − v i τ τ (75)
∂t ∂x ∂x T T ∂x T ∂xk
q k = j k − vi τ ik es la parte del flujo de energı́a que no se debe al trabajo de las fuerzas entre partı́culas, y
por lo tanto puede interpretarse como un flujo de calor. Comparando con el modelo de ley de conservación,
identificamos

qk
jsk =
T
1 ∂T k 1 ∂vi ik
σ = − q − τ (76)
T ∂xk T ∂xk
Más adelante en el curso vamos a explorar las consecuencias de la positividad de σ. Por ahora, observamos
que el hecho de que el término τ ik vi,k sea parte de la creación de entropı́a justifica asociarlo con el concepto
de fricción, como hicimos en el texto.
Para concluir, la ley de conservación de la energı́a resulta
∂ ∂ 
( + p) v k + vi τ ik + q k = 0

+ k
(77)
∂t ∂x
Es habitual escribir
1
= mnv2 + u (78)
2
donde u es la energı́a interna, y
1
µ = − mv2 + µT (79)
2
De esa forma podemos eliminar v de las ecuaciones, ya que

T s = u + p − µT n
T ds = du − µT dn
ndµT = −sdT + dp (80)

y reemplazando en la ecuación (79) obtenemos la ecuación (67).

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Referencias
[1] L. Landau y E. Lifshitz, Mecánica de Fluidos, Reverté, Barcelona (2001).
[2] T. Kambe, Elementary Fluid mechanics, World Scientific, Singapur (2007).
[3] P. Kundu e I. Cohen, Fluid Mechanics, Elsevier, Amsterdam (2004).
[4] G. Falkovich, Fluid Mechanics, Cambridge University Press, Cambridge (2018).

[5] Fernando Minotti, Apuntes de Estructura de la Materia 1 (2018), en lı́nea:


http://materias.df.uba.ar/e1a2018c2/files/2018/11/apuntes e1 2018.pdf
[6] P. M. Chaitin y T. C. Lubensky, Principles of Condensed Matter Physics, Cambridge University Press,
Cambridge (1995).

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