Elena Soriano. Feminismo
Elena Soriano. Feminismo
Elena Soriano. Feminismo
by
A DISSERTATION
IN
SPANISH
DOCTOR OF PHILOSOPHY
Approved
Janet Perez
Chairperson of the Committee
Ted McVay
Genaro Perez
Accepted
John Borrelli
Dean of the Graduate School
May, 2005
AGRADECIMIENTOS
ii
expresar sus sinceros agradecimientos a sus
iii
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS ii
CAPÍTULO
I. INTRODUCCIÓN 1
Notas 45
Notas 58
V. EL CUENTO 65
El cuento en España 66
El cuento y Elena Soriano 69
Las teorías del cuento 72
Notas 88
iv
Leonora 104
La isla sin nombre 106
Maremoto 107
El vídeo perfecto 108
Las “bachas” 110
El camello volante 111
Los hijos anfibios 112
Las monedas del muerto 113
Notas 115
v
X. CONCLUSIÓN 317
APÉNDICES
A. ESTUDIO: LA NATURALEZA DE
EL UROGALLO 328
vi
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
1
persona más vital, gozosa e ilusionada del mundo,
2
empleado del gobierno de la República--bastaba para que
3
máxima, en las listas públicas de aprobados en el
4
España. Ella percibió un gran prejuicio respecto a la
5
yo vivo con mi marido, mi madre y mis dos hijos en
el número 52 de la madrileña calle de Ríos Rosas y
Cela vive con su familia en el número 54 y él ya
es famoso, tras el éxito de La familia de Pascual
Duarte, nosotros le manifestamos admiración al
encontrarnos en la acera común, mi hija, niña de
unos ocho años, ya lectora voraz de todo, le
presenta un ejemplar de tal libro, le pide que lo
firme, él la mira con asombro y le escribe esta
dedicatoria: “Espero que salga de tal palo tal
astilla” (280-281).
6
misma edad” (81). El 26 de junio de 1964 se casó su
mediante su crítica:
7
Ellos llevaban muy buenas relaciones. Soriano también
8
(406), y la apretaba del cuello tratando de matarla.
siempre” (215).
9
Soriano publicó Testimonio materno en 1985. En 1989
10
de su madre. Durante más de dos años la hija no era
11
siempre apreciadas en su justa medida. Aquí recuerda a
12
Galdós eran algunas de sus grandes admiraciones desde
obra.
13
En “Conversación con Elena Soriano,” y “Literatura
14
paisajístico y entre los años ochenta se consideraba
15
Dostoievski, en su acción entran todos los
elementos necesarios para subyugar e interesar
desde el principio hasta el fin. (512)
16
religión, y una sociedad patriarcal en la vida social
(Schaefer 280).
17
de los conceptos que había sobre la mujer entonces. La
prostituta.
18
sobrevivir a esa situación, la mujer recurría a dos
represión,
19
healthy national life requires several conditions.
The most obvious one is the opportunity for all
citizens to exercise their faculties within the
cultural system. In the exile period, neither the
emigrés nor their sympathizers in the “shells” of
residence enjoyed this opportunity. (33)
Soriano reiteró:
20
sociedad española de cierta época--un sentido más
amplio y representativo de conceptos comunes: el
tabú de la virginidad, el fracaso de los proyectos
vitales, la frustración de la existencia por la
guerra, la erosión de la personalidad con el paso
del tiempo, la gran importancia de su herida sobre
la mujer consciente de su valoración
exclusivamente física en un mundo machista[...].
(285)
Winecoff señala:
21
the central fact of their existence is a lie.
(310)
Soriano, Medea
22
simboliza el final de su utilidad social--y por ende,
23
colaboraron en su revista “con trabajos inéditos” (125-
24
esta terrible tragedia familiar, así que cedió todos
autora” (22).
25
creyeron que iban a cambiar el mundo, tuvieron unas
esta obra:
que:
26
Testimonio materno, no por mi obra anterior.
(214)
borrador”11 nuevamente.
27
primera colección. En 2000 se publicó la obra póstuma
28
por toda la opresión de sociedad patriarcal. En la
de ser.
29
temática cuentística de esta autora de las letras
30
que resultará significativo para los estudios de la
31
NOTAS
1
Entonces existían exámenes especiales para ingresar
a la Universidad.
2
En una entrevista con Concha Alborg, “Conversación
con Elena Soriano”, Elena Soriano explicó que aunque
salió con la calificación máxima en las listas públicas
de aprobados en el vestíbulo del Ministerio de
Educación, el presidente del tribunal le dijo que nadie
se pasaba sin su aprobación y satisfacción de que fuera
adicto de él moralmente.
3
Véase las dos entrevistas con la ginecóloga. Una
publicada en “La Revista” del diario El Mundo, el 19 de
octubre de 1997, y “Elena Arnedo” (creó en España el
primer centro de planificación familiar. Luchadora y
progresista, la historia profesional de esta ginecóloga
y escritora va unida a la de la liberación de las
mujeres) en El País, el 7 de abril de 2002.
4
Esta edición contiene valiosas citas y bibliografía
sobre Elena Soriano. Concha Alborg también analiza
brevemente la trilogía Mujer y hombre, Testimonio
materno y La vida pequeña.
5
Este primer trabajo de la trilogía Mujer y hombre no
fue totalmente prohibida; le permitieron imprimirlo de
manera no venal, que impidió la circulación y venta de
su obra.
6
Era necesario solicitar un permiso llamado
Inspección de Libros para la publicación durante la
época franquista bajo la Dirección General de Prensa.
En 1955, Saturnino Calleja que tenía amistad con
Florentino Pérez Embid, el Director General de Prensa,
obtuvo permiso verbal para imprimir el libro, sin
embargo, una semana después, la escritora recibió la
32
noticia de que su novela fue prohibida definitivamente
en toda España. Esta obra que pertenece a las del
exilio interior por inexplicables razones, por
consecuencia afectó a la actividad literaria y
personalidad de Soriano. Esta derrota la dejó a la
autora destrozada y acobardada, deprimida con ideas
suicidas. La introducción de Soriano en su primera
publicación de La playa de los locos lo explica todo
(pp. 1-5).
7
El existencialismo es “un movimiento filosófico que
resalta el papel crucial de la existencia, de la
libertad y la elección individual, que gozó de gran
influencia en distintos escritores de los siglos XIX y
XX. Debido a la diversidad de posiciones que se
asocian al existencialismo, el término no puede ser
definido con presición. Se pueden identificar, sin
embargo, algunos temas comunes a todos los escritores
existencialistas. El término en sí mismo sugiere un
tema principal: el énfasis puesto en la existencia
individual concreta y, en consecuencia, en la
subjetividad, la libertad individual y los conflictos
de la elección.” Esta definición se deriva de la
página del web: fortunecity.com. También es importante
notar que este tema fue tratado y analizado por Janet
Winecoff en su valioso ensayo “Existentialism in the
Novels of Elena Soriano,” Hispania 47 (1964), pp.309—
315.
8
Véanse apéndices A y B para más información de la
revista.
9
Debido a la censura de La playa de los locos la
escritora sufrió depresiones.
10
Este artículo presenta un análisis sobre El
testimonio materno con mucho detalle, con énfasis en la
maternidad y la preocupación por ser madre.
33
11
Véanse la advertencia preliminar por Elena Arnedo
Soriano en El donjuanismo femenino.
34
CAPÍTULO II
investigación.
35
‘One’ and the Other: Reading Differences in Elena
36
bien Riera es más joven y pertenece a la época post-
franquista.
37
trabajos breves publicados en fechas y lugares diversos
38
“Conversación con Elena Soriano,” Soriano fue
diferencia entre
39
dos complejos político-sociales incompatibles: la
burguesía tradicionalista y las juventudes de
ideología totalitaria, por un lado; por el otro,
la burguesía demoliberal y una masa popular
influida por ideas anarquistas, socialistas y
comunistas. (23)
nuevo realismo:
40
Aunque menciona a la escritora Elena Soriano, sin
41
de tendencia más acusadamente intelectualista” (196).
42
últimos tres estudios se repiten en Caza menor, editada
por Alborg.
43
por estudios de los géneros (Gender Studies) y de la
44
NOTAS
1
Véanse Literatura y vida, volumen 3. Se encuentra
el esayo titulado “Para una tesis doctoral
(Entrevista con J. W. Pennington)” que forma parte de
su tesis de maestría.
45
CAPÍTULO III
SORIANO Y EL FEMINISMO
46
quedan en silencio o invisibles; y tercero, la falta
47
de su oficina y canturreando ‘Es un chico, un chico, un
48
aprendizaje: La formación histórica de los feminismos
49
Por lo tanto, les era difícil, hasta imposible crear
Soriano” que:
50
Concha Alborg reitera el mensaje pro-fememina sobre la
51
típica de la vida española en aquella época, la que
52
Arkinstall continúa subrayando sobre las críticas
53
much education produces a fall from masculine
grace, and with it, hysteria. (104)
54
abandonment, abuse or injustice that serves to initiate
su artículo
55
para mostrar la situación existencial falsa e
injusta de la mujer, por secular error social y no
por leyes naturales, y a proclamar la necesidad de
una rectificación radical, partiendo de la
voluntad de la propia mujer para rechazar la
condición de mero objeto condenado a la pasividad
y a la inmanencia y para comportarse como una
subjetividad consciente, libre y responsable, con
la misma vocación de trascendencia individual que
el hombre, puesto que, como él, es persona, ser
humano. (199)
Soriano indica:
56
Mi conclusión personal es que la mujer ha llegado
tarde a la conquista del derecho al donjuanismo,
importantísimo como tal, pero dudosamente
apetecido por ella en ninguna época y que ya
parece superfluo definitivamente para ambos sexos.
En verdad, los mitos donjuanescos clásicos, tanto
el masculino como el femenino, son productos
residuales de la cultura burguesa, que merece
respeto y admiración por sus geniales creaciones
pretéritas, pero que, dados su valores actuales,
en el orden sexual está cerrando su ciclo
histórico y no promete frutos sabrosos en el
porvenir. (233)
57
NOTAS
1
Véanse “Feminist Issues in Literary Scholarship” la
edición de Sheri Benstock. Bloomington & Indianapolis,
Indiana University Press, 1987.
2
En Literatura y vida se encuentra el mismo ensayo,
además, se encuentran también otros ensayos escritos
por Soriano en relación a la mujer, que por no
desviarse del propósito de esta investigación, no se
elaborará más aquí. También existen unos artículos
sobre el feminismo en la revista El Urogallo. Soriano
dedicó unos volúmenes enteros (número 31-32) para la
mujer. Así también el volumen 33 con artículos como
“La mujer: los deberes y la libertad” por Fernanda
Monasterio y “La sexualidad, la mujer y el matrimonio
en España, hoy” por Francisco Javier Aguirre.
3
Véanse Usos amorosos de la postguerra española,
Barcelona, Editorial Anagrama, 1987 de Carmen Martín
Gaite, para entender la situación y la condición que se
encuentra la mujer.
4
Véanse también el libro Mémoires d’une jeune fille
rangée: una autobiografía de Simone de Beauvoir,
referida a sus primeros veintiún años de su vida.
“Cuenta que desde niña asumió su sexo con orgullo, sin
el menor sentimiento de inferioridad ni deseo alguno de
ser varón; que siempre rechazó su falsa condición de
objeto condenado a la inmanencia y tuvo la
trascendencia como objetivo” (“El Castor” 265).
58
CAPÍTULO IV
entienden.
59
prerromanos. Sin embargo, para no desviarse del tema
Folguera,
60
remunerados y voluntarios organizados por el Ministerio
(518).
61
la única salida para millones de mujeres que en muchos
que
62
totalitaria penetró profundamente en la vida
familiar. (274)
63
legalmente, la trataron como niña para siempre. En
española.
64
CAPÍTULO V
EL CUENTO
literaria de la autora.
65
El cuento en España
66
Gustavo Bécquer que hicieron renacer la popularidad del
67
Camilo José Cela, y en el exilio, Max Aub, Francisco
68
Entre estos tres grupos, se mencionan a las
69
franceses. No quiero decir con esto, en modo
alguno, que la novela sea un cuento aguado. Pero
sí creo que un cuento bueno, es decir con
sustancia suficiente, se puede diluir en muchas
más páginas y convertirlo en una novela. [...]
Pero ¿qué es un buen cuento? Tampoco me atreveré
yo a proponer una preceptiva nueva y personal; y
además estoy de acuerdo con casi todos los
conceptos aquí recogidos, sobre todo con el más
clásico y por ello, tópico: un cuento es tal si en
pocos folios refiere una historia completa sobre
uno o varios seres humanos: es decir, que debe
tener un argumento concreto, con su planteamiento-
-previo o en flashback--, su nudo y su desenlace,
más o menos abierto. En suma, debe ser un pequeño
mundo, como se ha dicho ya muchas veces. (125-
126)
70
de literatura, con resultados eclécticos: Robert Louis
71
aliviar la radical soledad del ser humano” (136). Ella
continuó explicando:
72
La teoría clásica del cuento incluye a las
verdadero:
imaginación (23).
73
3. Se debe tener el sentido de forma en virtud
74
1. La unidad de un solo efecto único, que conecta
abrumadora;
(46).
75
Maupassant, Anton Chekhov, Rudyard Kipling, James
drama;
76
4. No existe ningún mandamiento sobre extensión o
longitud.
77
el primer grupo se encuentran autores como Ramón José
78
la guerra civil y sus secuelas no aparece ya en sus
expresión (106).
79
esencias--sea el concepto de estructura, identidad
o unidad--y tiene importantes consecuencias para
el cuento contemporáneo. Si en el cuento anterior
lo importante era contar un cuento, en el cuento
actual lo importante recae en el contar. (29)
siglo XX:
silencia;
totalizadores;
de la unidad;
80
personalidad), el período (su influencia o su
81
En la sección sobre las teorías breves del cuento
82
Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu
corazón (52-53).
asonantes (54).
83
distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o
(55).
84
Muchísimo trabajo, cada vez más. [...] Es un
trabajo angustioso pero sensacional. Vencer el
problema de la escritura es tan emocionante y
alegra tanto que valía la pena todo el trabajo.
Es como un parto. (62-63)
85
Para Enrique Anderson Imbert, “el arte de contar, como
86
todo. Soriano también recoge la receta de O’Connor de
87
NOTAS
1
Patrick Collard, El relato breve en las letras
hispánicas actuales, Atlanta, Editions Rodopi, 1997,
166.
2
Delmarie Martínez. Véase El cuento español de 1970 a
2000 de Azucena Mollejo, Madrid: Pliegos, 2002, 234.
3
Enrique Anderson Imbert, Veinte cuentos españoles del
siglo XX, 303. Véase El cuento español (Buenos Aires:
Editorial Columba, 1959) para un estudio histórico
completo del cuento en España.
4
Erna Brandenberger, Estudios sobre el cuento español
contemporáneo, Madrid, Editora Nacional, 414.
5
Elena Soriano, “El cuento” en la selección de Elena
Soriano. Defensa y vida II. Véase también la revista
El Urogallo, No.1, Febrero 1970 (pp.88-92). Soriano
ofrece una crítica sobre la literatura narrativa, es
decir, la novela y el cuento.
6
Brander Matthews, The Philosophy of the Short Story,
New York, Longmans, Green and Co., 1901. En su trabajo
el autor indica que ha escrito la palabra “Short-story”
con mayúscula y con guión porque “I wished to emphasize
the distinction between the Short-story and the story
which is merely short. The Short-story is a high and
difficult department of fiction” (25).
7
La lista está traducida por la autora de esta
disertación.
8
En la colección de conferencias en la Universidad de
Texas Tech, titulada: Comparative Literature Symposium,
Volume XIII: The Teller and the Tale: Aspects of the
Short Story, editada por Wendell M. Aycock (Lubbock:
88
TTU Press, 1982), el profesor Warren S. Walker en su
“From Raconteur to Writer: Oral Roots and Printed
Leaves of Short Fiction” afirmó que Edgar Allan Poe era
“the father of short story criticism, as many consider
him” (15).
9
La traducción es de la escritora de esta disertación.
89
CAPÍTULO VI
90
la mujer en la sociedad patriarcal, el papel de la
91
forma cronológica, basándose en la secuencia de su
bachas” (1988).
92
Los argumentos de los cuentos
93
titulada La pequeña vida, 1957, que retrata la falta de
94
El perfume
La abuela loca
95
sin propósito. Su hijo y la nuera tienen que trabajar,
96
(17). La abuela lo detuvo diciéndole que no era su
La carraca
97
señor Bruch empieza a recorrer las calles madrileñas,
98
los equipos de Barcelona, que no quiere quedar mudo.
Viajera de segunda
99
apropiado. Con mucha anticipación y ansiedad, dio
100
haberla tratado con burla, falta de respeto e
El testigo falso
101
tener un mal día. El narrador reitera de varias
Prisa
102
su piso, el acensor se detuvo en el séptimo piso. Tuvo
La invitación
103
descripción detallada de la invitación. Después, se
Leonora
104
emotivamente al ver de nuevo e inesperadamente a la
105
estaba en esa etapa de la vida donde el sexo opuesto se
106
infancia--Gil, convertido en alcalde. Cuando eran
Maremoto1
107
[156]). Sin embargo, este rincón en donde veranea la
El vídeo perfecto
108
vicios y desviaciones sexuales (i.e., las orgías y la
109
Las “bachas”
110
firmeza: “Sí: tengo mis palacios. Aunque estén debajo
El camello volante
111
ficción de Soriano, que obliga al lector a descifrar si
enloquecido.
112
indulgentes que siempre parecen incapaces de percibir
les explica que “es que van ustedes pisando las rayas
113
es igualmente mítico, atemporal. Si un entierro puede
desarrollo.
114
NOTAS
1
Soriano comenzó el cuento con una dedicación a Daniel
Sueiro, escritor gallego durante la predemocracia y los
años de la transición. Escribió para numerosos diarios
y revistas. Su obra maestra, Los verdugos españoles
[Ediciones Alfaguara 1971], hoy inencontrable, trata de
la historia y la actualidad del garrote vil; es un
“impresionante trabajo de investigación y estudio
sociológico” (información encontrada en la Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes). Daniel Sueiro, además de
ser escritor, era también periodista y guionista de
películas. Recibió el Premio Nacional de Literatura en
1959. La dedicación de Soriano en “Maremoto” fue: “a
la memoria de Daniel Sueiro, cuyo cuento ‘El día que
subió tanto la marea’ yo no conocía cuando escribí este
sueño mío” (157).
115
CAPÍTULO VII
116
educación patriarcal recibida, de manera que algunas
pasividad.
sobraba.
117
mayor parte de los estudios críticos). Por ello,
matizada.
118
especialmente a la colección de Tres sueños y otros
los sociopolíticos.
La sociedad patriarcal
119
someter a la mujer de España a la moralidad y prudencia
120
absoluto [...]” (7), refiere indirectamente al
121
intrigaban menos, más bien les podían aburrir.
(155)
122
para las mujeres españolas era casi exclusivamente el
123
frecuentemente resultaba todo lo contrario. Irma, al
124
traumatizante porque la ley que mantenía la doble norma
125
especialmente una mujer casada con hijos. La abuela no
desenfrenada.
126
ellas. Soriano deja claro que las mujeres son unos
española:
127
La situación de esta mujer sin nombre no cambiaría
128
conquistador. Sin darse cuenta, ella se vio empujada
129
abuso masculino, del acosamiento sexual. Por
y fuerte.
130
muchacha se imagina convertida a través del fraude y
disfraz:
131
‘dinerillo’ para sus gastos” (33). A través de las
intentar educarse.
jefa.
132
santa. La mujer debe llevar una sonrisa todo el
133
comedor, pues está su amigo “andando a cuatro patas,
134
darle explicaciones. Se limita a justificarse mediante
135
ansiedad” (54). El marido evita a su mujer para no
136
en ser esposa y madre y hacer “sus labores” en casa sin
137
la mujer es de “cortos alcances” (65), como la describe
¡Estafador!” (63).
138
Es de notar que Fulánez no es capaz de maltratar
139
Mantenía a su mujer encerrada en el lugarejo,
mientras él presumía de divertirse por toda España
y media Europa y a ella la dejaba preñada apenas
se reponía de cada parto, con el resultado de
cinco hijos y ahora uno más en camino. (89)
140
llamaron “Cobarde,” también se burlaron de su
sangre,” 1988).
141
“completamente opuesto” a lo que trataba de inculcarle
142
cretina o bien de fría, hipócrita y calculadora” (136).
143
Toda su prisa por alcanzar ese privilegio se convierte
144
Reflejando valores de la sociedad patriarcal, un
145
por Soriano, hasta los que defienden a Leonora suponen
igual.
146
Otro rasgo que indica el supremo egoísmo del
de la conducta de Leonora.
Como era una mujer pobre, tal vez quería ser premiada
147
por el régimen franquista por tener tantos hijos.
148
su madre como una mujer que “no daba la menor muestra
149
de una protección aprovechada y explotadora. En este
150
los niños pobres de familia numerosa se morían también
151
En el cuarto párrafo se inicia la acción del
152
ella, “la realidad nunca es tan bella como sus imágenes
o una película.
153
ser el playboy solterón, disfruta de tener muchas
154
hace hincapié en la ausencia de todas las motivaciones
vieja” (188).
155
(188). Lino se aburría de las mujeres y las
156
seducirla y llevarla a su mundo privado de vicios,
157
Osita creaba muchos problemas para todo el pueblo, “así
la perspectiva de ella:
158
modelar para Lino en su sala de audiovisual sin darse
(208). Osita
159
una emergencia, salía disparada a la calle, que no
pisaba desde hacía más de dos meses y desaparecía
para siempre. (209)
ha convertido en drogadicta.
160
egoísta, posesiva, explotadora, que convierte la mujer
en objeto sexual.
feministas.
161
naturalismo, una extensión del realismo inherente en su
La edad
162
preocupación sobre la etapa de la vida, especialmente
163
senil, la abuela se llena de preocupaciones, con
164
En su viaje de vuelta a Madrid, como no hubo muchos
165
no viuda viviera sola. Una mujer “casi tan vieja como
166
Everybody--Passionate Politics, bell hooks señala que
167
más mayor que este pobre niño, aunque él no parece
postguerra española.
168
mujer a la que apenas conocía, y que todo era resultado
de su destino.
de su invitación.
169
el amor eterno, el destino, la pasión desenfrenada,
personajes.
celestina” (122).
170
Las clases sociales
171
carraca” representa un próspero hombre extranjero en la
para divertirse.
172
viuda era española, sin embargo, el apellido de su
marido difunto
vulnerabilidad, su muerte.
173
Soriano da mucha atención a las descripciones de
que:
174
fue mi primer coche de carreras y el “Masserati”
con el que participé en el campeonato del mundo
que ganó Fangio en 1957 [...] sólo dejaré, para
las grandes ocasiones, la gran limusina “Lancia” y
la berlineta “Fiat”, para mi uso diario, aparte,
claro, del utilitario y la furgoneta
indispensables para el servicio de casa. Creo
que, por el momento, tengo suficiente. (184)
Lino en su
175
...para descansar del horrible almuerzo políglota
de tecnología electrónica. (179)
clase y linaje:
176
Hacía fiestas con invitados que disfrutaron las drogas,
orgías” (182).
177
extrema la preocupación del protagonista-narrador por
El padre
178
narrador de haberse marchado de casa hace cincuenta
hacia 1988-1990.
El progreso
179
La verdad es que el ser humano es cojonudo, hay
que ver lo que es capaz de cavilar, de inventar,
de realizar para su provecho. Lo malo es que se
cansa de lo que consigue con esfuerzos tremendos,
cosas como ésta se le quedan anticuadas y las
desecha. (140)
y avances:
180
“progreso,” sacrificando tesoros naturales, valores
comentando Lino:
181
(208). Después de destrozar todo el equipo, empezó a
182
Claro que no es tanto la tecnología, el aparato, como
acontecimiento.
183
papel de la mujer representada en la sociedad española
contemporánea.
184
CAPÍTULO VIII
185
menos que imposible” (9), señala las características
186
“La abuela loca,” “La carraca,” “Viajera de segunda,”
187
y “Las monedas del muerto.” En ellos, Soriano emplea
territorio realista.
188
protagonistas. b) El acontecimiento central es
singular, extraordinario e insólito y no sólo
tiene consecuencias sobre todo el grupo de
personas que en él participa. Para darle
verosimilitud suele exponerse como si hubiese
sucedido realmente y se le relaciona con una
determinada época, un determinado lugar o una
determinada personalidad histórica. c) La acción
es más importante que los personajes. d) El
desarrollo de la acción se caracteriza por la
continuada motivación, la lógica concatención de
los diversos episodios que la constituyen, su
progresiva tensión hasta llegar al momento
culminante y por su desenlace rápido, generalmente
inesperado. e) El destino depende muchas veces
del azar. f) Está narrada a una distancia que
permite la objetivación bien cronológicamente o
bien retrospectivamente desde el final. (166-167)
Según Brandenberger,
189
en el tiempo, abarcan un mayor número de personas
y tienen en sí mismas un mayor peso. (173)
El análisis psicológico
190
los demás. El señor Bruch comienza a criticar a sus
191
vergonzoso” (21). El uso de la metáfora aumenta el
192
Bruch quiere que Peláez le devuelva algunos documentos
193
(26). Su sarcasmo y hostilidad atestiguan su ira.
disfruta el peligro:
194
Ella misma reflexiona: “por ahora, adiós al tren, al
revisor” (34-35).
195
mira a los pasajeros con indiferencia y superioridad
196
la tenía catalogada como pueblerina de clase humilde,
197
buscó al señor Sotero para hacerse socio con ellos
198
sin nada distintivo y por ende, “típico,” capaz de
él” (62).
199
espanto. Este cuento presenta la pérdida de la
no se limite a España.
200
es igual a ellas en que son todas hipócritas y snobs
201
quería saberlo todo. Sin embargo, a Francisco no le
202
ser recibidos, los cinco invitados fueron sometidos a
203
la curiosidad del muchacho. Como su padre trataba de
ignorante” (114).
204
cual había originado su evidente inmadurez psicológica,
físicamente.
205
¿Quién de los dos era el seductor y quién el
seducido? ¿Quién el decepcionado, quién el
fracasado? ¿Por qué yo me asusté de tal modo, si
no era la primera vez que veía mujeres desnudas--
aunque nunca tan de cerca--[...]? ¿Quién de los
dos era el culpable del fiasco? ¿Quién de los dos
había hecho más el ridículo? ¿Qué pensaría ella
de mí? ¿Qué pensaría que pensaba yo de ella? ¿Se
reiría burlonamente, se sentiría ofendida,
menospreciada? ¿Me despreciaría, me odiaría,
sufriría de humillación y de orgullo herido?
¿Debería yo disculparme con ella caballerosamente,
pedirle perdón por mi osado acoso? [...] ¿Por qué
fuimos tan de prisa, tan torpes, tan ingenuos los
dos? ¿Nos amábamos tanto, tan repentinamente, que
perdimos la cabeza porque “todo era muy urgente”
como ella había dicho? (127-128).
206
la que inició el acto sexual) y esto le traumatiza al
207
palabras ni gestos; pero ¿acaso don Juan Tenorio
hablaba mucho con sus piezas de caza...? Yo era
consciente de que mi vocación donjuanesca--que la
tenía--, requería más entrenamiento, sobre todo,
en la consumación de la hazaña. (120-121)
208
aquel cuerpo de mujer, ni ahora sabría describirlo
Juan.
209
Mediante esta reacción misógina del joven protagonista,
futuro:
210
fracaso, olvidar para siempre tan penosa
experiencia primeriza? [...] A pesar de todo, me
seguía pareciendo la mujer (Leonora) más deseable
del mundo [...] ¿Estaba condenado a masturbarme
siempre, pensando en su ondulado morrito, en sus
ojazos verdinegros, en sus brazos divinos rodeando
mi cuello? ¡Qué desgraciado, qué desesperado, qué
enfermo incurable me sentía...! (127-128).
211
el apéndice, igualmente inflamado y doloroso” (129).
personalidad también:
212
pregunta sobre la reencarnación fue hecha porque el
despectiva:
213
los órganos trasplantados. El desenlace conlleva
(197).
214
algo parecido a lo que sucede en muchos triángulos,
215
amandi” (204). Un día, la obsesión de Lino con el
pasado de Lino,
216
Osita no sólo predominaban las gentes de color, hombres
217
drogas. Esto, que parece chocar a Lino al verlo en la
218
como Lino han abusado de mujeres y niñas. Y en esta
ibérico.
219
siempre existió, sino que en estos tiempos actúa por
que se
220
hombres. Todos se conocerían a sí mismos y a los
demás. Cambiaría de verdad el mundo [...]. Eso
sí que sería una verdadera revolución [...]. (212-
213)
llevaban.
221
vanidoso, acaso porque tradicionalmente los escritores
222
diretes donde la mutua voluntad conciliadora se
extravió irremediablemente en un laberinto de
reproches, lamentos, acusaciones, excusas, quejas,
amenazas, burlas, insultos, mentiras,
semiverdades, en fin [...] en vez de resolver el
problema, lo dejaron insoluble. (71-72)
223
sabía muy bien que se quedaba lejos y por fin pensó ir
224
viajaba durante esa hora. Así el tiempo viene a hacer
tercera.
225
Cuando los joggers le gritaron: “Mala posición de
el hombre y su mujer:
226
íntimas, misericordiosas y buenas, y positivas,
227
camello volante,” “Los hijos anfibios” y “Las monedas
228
lectores a través de apelar a sus experiencias íntimas.
229
míticos de cuento de hadas. Mediante las descripciones
230
el olor de ella misma: “a carne limpísima, a agua
231
El olfato es el sentido más afectivo de todos, puesto
disgusta a Bruch:
232
desde la perspectiva de Bruch para describirlo--una
cosa tonta.
233
inofensiva y hasta inocentona, “sin mirarme una sola
234
desconocido. Desde entonces, el rencor y todo lo
235
Los ojos son tan poderosos porque lo dicen todo. Los
“La invitación.”
236
Cierto énfasis sobre el sentido del olfato también
237
Leonora, en el momento en que los dos se acercaron, los
238
escuchaba con frecuencia. Apenas tenía unos diez o
239
treintona y el narrador apenas tenía dieciocho;
240
pierde el control, lo hace todo apurado y con voz alta
241
parecer extraño, sugiriendo una distante y callada
242
actitud de distanciamiento y abstracción que subraya su
243
(170). El día después del maremoto, la narradora se
la naturaleza.
244
hace mal tiempo; llueve afuera, y por consecuencia, la
245
relacionadas con la flora campestre, como también la
ra...” (26).
246
los días de viento” (159). La narradora describe al
247
caso de humanación de lo inanimado. En las aguas
248
verde de la chaqueta que pasa como una ola marina sobre
249
se encuentran establecimientos modernos como los bares,
250
cambiantes que no logra captar ningún pintor... .
(159)
251
de color marrón” (169), el cuerpo muerto del mono viejo
venir.
Las repeticiones
se reiteran insistentemente.
252
El uso de la repetición enfatiza la verosimilitud
253
ver. “No se ve más que mar [...], no se ve un alma
de la protagonista-narradora, y su casi-parálisis
Las contradicciones
254
cariñosos, reír—sollozar, lástima—burla, tenues—
255
me engañabas, siempre me has mentido, sollozos
256
“Si lo nombrara no sería un donante anónimo.”
“Pero ya dice que es viuda de un tal Cambelli: ése
será el donante, claro.” “Pues, por eso, coño, tú
vas, te das un banquete de buten y de paso, te
enteras, que es lo que menos importa.” “Pero, ¿a
qué viene ese convite al cabo de un año?” (88)
El monólogo interior
257
Sin embargo, cuando se acuerda de su jefa mediante
angustiada:
258
Al mismo tiempo se nota también que el
259
perspectiva narradora se convierte a la tercera persona
muerte.
260
El concepto del tiempo
261
también. Irma se encuentra en una situación imposible,
independencia.
262
pasar cuatro días en las fiestas del pueblo de la tía”
definitivamente” (34).
263
personajes de Soriano llevan vidas diversas, pero todos
264
(63). El narrador tanto esperaba ese momento, pero no
a quien lo experimenta.
265
por falta del tiempo, primero con los jóvenes que
apartamento.
266
entre él y su mujer, más evidente resulta en el plano
267
a las dos (92). Los últimos invitados en llegar fueron
268
objetividad y veracidad. Primero, el narrador indicaba
269
día de otoño de 1938 bullía de tropas del bando
270
unos tres o cuatro días se iban a arreglar la venta de
271
Al comenzar a describir el pueblo en tiempo pasado
272
Extranjerismos
273
Deivid me adoraba, me mimaba como a una niña [...].
(100).
274
fait pas a la chose” y también aparecen personajes
208).
275
salsas de soja, de jengibre y de mango, postres ‘de la
276
en fin, todos los actos, naturales y contranatura
que pudiera mostrar el álbum más completo de
pornografía. (206)
277
Soriano, no permitió la circulación o venta de estas
278
protagonista, pues revela su tendencia a postular, a
279
Mediante el examen y análisis de la estructura y
280
CAPÍTULO IX
LOS PERSONAJES
281
realistas para lograr caracterización verosímil de sus
personajes.
Las mujeres
282
Bruch observa a las mujeres como adornos u objetos como
283
la mujer en el mundo de “negocios,” con su pobreza y la
su negocio.
284
femeninas, más o menos pobladas y bien peinadas,
pero todas de diferentes colores, constituyendo el
muestrario más completo de tintes de pelo:
dorados, plateados, rojizos, pajizos, azules,
plomizos, violáceos, negros retintos, muchos hasta
veteados con mechas de otros matices. (164)
285
En “La invitación” aparecen varias mujeres. La
286
exteriorizar la maternidad de ella. “Cielo, ahora te
287
tienes tu señora?” (87). Feliciano tuvo que hacerle
288
una residencia de su Orden, al cual donó todos los
bienes de su herencia.
289
atrevía a pasearse por lugares desconocidos, decidió
relación.
290
La viuda, Marisa, se veía madura, como dice Dámaso: “Lo
291
coordinada con los cambios de un salón al otro. Cuando
sufrir.
292
sociales y caritativos” (117); tenía invitadas a su
bochornos.
andrógina:
293
delgados y ceñidos de punto negro hasta las mismas
manos. Semejante atuendo impedía apreciar las
formas y el tamaño del cuerpo, incluso saber, al
pronto, si eran de hombre o de mujer; y su cabeza,
más bien pequeña, mostraba el pelo color de cobre
cortado muy desigualmente. (188)
294
Los niños y los viejos
Y los niños,
295
Otra comparación entre los niños y la abuela se
296
querer. Debido a las leyes patriarcales de la sociedad
297
mismo puede tener cincuenta años que setenta’--pensó
298
presentarse, este hombre nombraba el órgano recibido
revista.
299
Soriano utiliza el toque naturalista para su
Los hombres
300
en su totalidad: tiene un miedo obsesivo de los
301
de su negocio. Su amigo Camuñas antes “tenía un
302
detalladamente a los cinco supuestos recipientes y a la
escritora, sino un
303
incluso tenía aficiones detectivescas y había
intentado saber, mediante sus numerosas amistades
en los juzgados, quién era su misterioso donante
de un hígado fresco y sano. (82)
304
edificios de la vecindad que vio hace quince minutos
Dámaso,
305
obsesionado como estaba con “analizar el comportamiento
306
el lugarejo, mientras él presumía de divertirse
por toda España y media Europa y a ella la dejaba
preñada apenas se reponía de cada parto, con el
resultado de cinco hijos y ahora uno más en
camino. (89)
307
Adelaida fue la primera en llegar a la cita. El
308
hablaron “entre interjecciones y tacos que
la casa.
309
caso, mucho mayor que la mujer, era algo corriente y
310
ella, tiene la cabeza hermosa pero sin seso, como en la
conyugal de Leonora.
respondió:
siguiente escena:
311
comencé a distanciarme de mi madre, incluso a ser
con ella no sólo reservado, sino impertinente y
grosero cuando pretendía sonsacarme, hasta el
punto de soltarle tacos y obscenidades cuarteleros
antes insólitos en mí, y que le caían como
bofetadas y, a veces, le hacían derramar sobre las
mejillas enrojecidas, lágrimas [...]. (134)
312
joven, apuesto, fuerte, deportista, cosmopolita,
donjuanesco y ocioso, tras pasar un par de años
con fuerte depresión, [...] por fin renunció a
todo exhibicionismo social y se dedicó a placeres
más íntimos y sosegados [...]. (181)
Osita,
313
“¡Así es que te gustan las negras, los negros, incluso
máquinas!” (209).
314
japonés para comenzar negocios sobre una invención
hubieran importado.
315
preocupaciones feministas y la defensa de la mujer y
316
CAPÍTULO X
CONCLUSIÓN
317
Soldevila, Enrique Anderson, Erna Brandenberger, Elisa
democracia.
318
De las obras literarias de Soriano se destacan sus
319
sido motivo de análisis, es en los cuentos donde más
320
entonces al contar, tanto historias imaginadas como la
española.
presente trabajo.
321
OBRAS CITADAS
322
Benstock, Shari, ed. Feminist Issues in Literary
Scholarship. Bloomington & Indianapolis: Indiana
University Press, 1987.
323
Fox-Lockert, Lucía, “Elena Soriano.” Women Novelists
in Spain and Spanish America, Matuchen, NJ: The
Scarecrow Press, 1979. 94-106.
324
Matthews, Brander. The Philosophy of the Short-story.
New York: Longmans, Green and Co., 1917.
325
Peri-Rossi, Cristina. “La metamorfosis del cuento
(1984).” Teorías del cuento III. Poéticas de la
brevedad. Ed. Lauro Zavala. México D.F.:
Coordinación de Extensión Universitaria/Sección de
Producción Editorial. 1996. 73-78.
326
Soldevila Duarte, Ignacio. La novela desde 1936.
Madrid: Editorial Alhambra, 1980.
327
APÉNDICE A
328
El presente estudio sobre la revista literaria
329
definición del urogallo, criatura totémica que al
330
tal libro no era “del interés nacional,” o que habría
331
esto significa su intención de hacer, sin
prejuicios, sin dogmatismos y sin inhibiciones,
una revista general permanente del fenómeno
literario en esta época incierta y confusa, llena
de contradicciones y opuestos lógicos. (9)
332
diálogo, el intercambio de ideas, al mismo tiempo que
333
El primer número llamado 0, nació en diciembre de
334
de la vuelta triunfal de Sender al país durante los
335
poco probable, como tampoco es coincidencia la mención
de “libertad.”
336
cultural franquista, que prohibió el uso en público del
337
una apuesta arriesgada porque era un momento histórico
338
previamente censurados. Soriano parece haber decidido
339
de Antonio Machado en una época cuando ser seguidor de
340
pertenecen a lo que algunos historiadores llaman la
“Generación de 1968.”
341
porque consideraba que las lenguas vernáculas tenían
342
Buero Vallejo” de Pilar de la Puente, “El testamento”
343
dado si el gobierno decidía que su abolición era
344
al genocidio cultural llevado a cabo por los
345
Sastre, quien sí era "rojo," miembro del Partido
346
escritoras más importantes de su época. Conde había
347
escritor gallego, quien luego se asocia con movimientos en
348
postura independiente, sin activismo político se podría
349
asombro” de Ramón de Garcíasol, y “Poemas” de Celso
350
fin de la Fiesta de los Toros” de Tina Díaz,
351
de las cosas” de Alvaro Fernández Suárez, “Tres poemas
352
barrocos se limitaba mayormente a la esfera literaria,
353
Soriano de los intelectuales internacionales. Este
354
estudio por un hispanista norteamericano
355
rebelión de Franco. Sus novelas y ensayos estaban
356
El número ocho contiene publicaciones de marzo a
357
“Zoología” de Juan Liscano, y fragmentos de “Florido
358
latinoamericano y deja notar el comienzo de “la
apertura.”
359
Bazán” de Victoria Armesto, “La secularización
a darse a conocer.
360
signivicativa, esposa de Alfonso Sastre; años después
361
Cervantes hacia finales del Siglo XX. Finalizan el
362
materia hermética de Paul Valéry” de Marcos Ricardo
363
literatura y la juventud” de Maurice Mourier, “¿Cómo es
364
Marisa Martínez Lázaro, Pacho Marinero, Fernando
365
ofreciendo diálogos y estimulando el intercambio de
libertad.
366
APÉNDICE B
ÍNDICE DE EL UROGALLO
367
368
369
370
371
372
373
374
375
376
377
378
379
380
381
382
383
384
385
386
387
388
389
390
391
392
393
394
395
396
APÉNDICE C
Y ELENA SORIANO
397
398
399
400
401
402
403
404
405
406
407