Novena San Francisco 2022 T

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NOVENA SAN FRANCISCO DE ASÍS 2022

“ESCUCHA LA VOZ DE LA CREACION”…

Oración de inicio

Sumo, glorioso Dios,


ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta,
esperanza cierta
y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla
tu santo y verdadero mandamiento. Amén.

Oración final

PLEGARIA SIMPLE
Señor, Haz de mí un instrumento de tu paz,
Donde haya odio, ponga yo amor;
Donde haya ofensa, ponga yo perdón
Donde haya discordia, ponga yo armonía;
Donde haya error, ponga yo verdad
Donde haya duda, ponga yo fe
Donde haya desesperación, ponga yo esperanza
Donde haya tinieblas, ponga yo luz,
Donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh Maestro, que no busque: Ser consolado, sino consolar;
Ser comprendido, sino comprender;
Ser amado, sino amar.
Pues: Dando, se recibe
Olvidando, se encuentra;
Perdonando, se es perdonado;
Muriendo, se resucita a la Vida Eterna. Amén.
Primer día: Domingo 25 de
septiembre “La “vida franciscana
cotidiana en clave ecológica.”

San Francisco supo descubrir, acoger y asumir lo positivo y lo negativo de la vida


humana y de toda la realidad. Hoy queremos aprender de él a vivir nuestras vidas con
la alegría que brota del Evangelio de Cristo, queremos ser portadores de esperanza, en
un mundo desanimado y triste. Vivir la vida como Francisco la vivió, es descubrir en
nuestro interior y exterior las maravillas que Dios ha obrado, y restituirle a él el don de
lo vivido. Celebremos la vida como Francisco, mirando nuestra realidad personal y todo
lo que nos rodea con los ojos de Dios.

Oración de inicio

Comencemos este encuentro encomendándonos al Santo Espíritu de Dios.


• Ven Espíritu Santo, y guíanos para ser conscientes del cuidado de nuestra casa común.
• Ven Espíritu Santo, y condúcenos al respeto por la naturaleza y nuestros hermanos creados.
• Ven Espíritu Santo, y fortalece nuestras decisiones para combatir con el ejemplo los cambios
que debemos hacer por nuestro planeta.

Canto al Espíritu Santo

ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA


Dios Omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus
criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y
hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados
de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del
mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos
a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos
profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias
porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. AMEN

De los escritos de San Francisco


ÁNTICO DEL HERMANO SOL [Cánt]
o
ALABANZAS DE LAS CRIATURAS
1Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.
2A ti solo, Altísimo, corresponden,

y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.


3Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,

especialmente el señor hermano sol,


el cual es día, y por el cual nos alumbras.
4Y él es bello y radiante con gran esplendor,

de ti, Altísimo, lleva significación.


5Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,

en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.


6Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,

y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,


por el cual a tus criaturas das sustento.
7Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,

la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.


8Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,

por el cual alumbras la noche,


y él es bello y alegre y robusto y fuerte.
9Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,

la cual nos sustenta y gobierna,


y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.
10Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,

y soportan enfermedad y tribulación.


11Bienaventurados aquellos que las soporten en paz,

porque por ti, Altísimo, coronados serán.


12Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal,

de la cual ningún hombre viviente puede escapar.


13¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal!:

bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad,


porque la muerte segunda no les hará mal.
14Load y bendecid a mi Señor,

y dadle gracias y servidle con gran humildad.


A mayor gloria de Dios y bien nuestro.

Dispongámonos a escuchar la palabra de nuestro Señor, Donde nos recuerda que desde el inicio de
los tiempos fuimos creados hermanos por creación de todos los seres vivos de la tierra.

Génesis 1:26-31

26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza
dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y
sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.
27 Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced
dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve
sobre la tierra.
29 Y dijo Dios: He aquí, yo os he dado toda planta que da semilla que hay en la superficie de toda
la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla; esto os servirá de alimento.
30 Y a toda bestia de la tierra, a toda ave de los cielos y a todo lo que se mueve sobre la tierra, y
que tiene vida, les he dado toda planta verde para alimento. Y fue así.
31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue
la mañana: el sexto día.
Palabra De Dios.

Reflexión:

Hermanos el Papa francisco en su encíclica laudato si nos dice


Que la tierra en una hermana que clama por nosotros nos recuerda el texto recién escuchado
donde nos dice que fuimos creados iguales y 2. Esta hermana clama por el daño que le
provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en
ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a
expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se
manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y
en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra
oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que
nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los
elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.

Con sus palabras y recordemos que la esencia de un francisanos es amar a nuestro hermano
y con ellos debemos amar a todos los seres de esta tierra.
Peticiones

Unidos a San Francisco presentemos nuestras suplicas a nuestro Señor en


esta tarde, después de cada petición digamos: “Haznos verdaderos hermanos
de la creación”

 Pidamos por nuestra comunidad, para que, con plena conciencia realicemos
cambios por nuestra tierra desde la cotidianidad de nuestra vida.
 Por nuestros recursos naturales, para que los que dirigen nuestro país
recuerden que es la tierra quien nos sostiene y que sin ella no tenemos
futuro.

Padre nuestro
Comunión
Oración final para cada día.

Segundo día: lunes 26 de septiembre:


“San Francisco y su encuentro con la Cruz de San Damián”
Buscando la paz con uno mismo

La búsqueda de la paz es un reto para la humanidad desde el inicio de


los tiempos, es un anhelo de miles de personas que luchan por sobrevivir en un
mundo que a veces es caótico, violento y egoísta.
Hoy queremos invitarles a reflexionar sobre Uds. mismos y su paz interior.
El estrés, las necesidades, las frustraciones, rabias, y el sin fin de problemas que
se nos presentan cada día muchas veces nos hacen vivir exaltados y angustiados.
Junto a San Francisco, buscaremos encontrar la pazen nuestro interior para
sanar y dejar que Dios mismo habite en nosotros.

Oración de inicio

Comencemos este encuentro encomendándonos al Santo Espíritu de Dios.


 Ven Espíritu Santo, habita en mí y calma mis angustias, dolores y rabias.
 Ven Espíritu Santo, sana las heridas provocadas por las discusiones, las
mentiras, la falta de comprensión.
 Ven Espíritu Santo, y reconforta mis días, alivia y fortalece mi espíritu.

Canto al Espíritu Santo

ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA


Dios Omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus
criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y
hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados
de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del
mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos
a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos
profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias
porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. AMEN
De los escritos de San Francisco

Relato de Celano (2 Cel 10)

Ya cambiado perfectamente en su corazón, a punto de cambiar también en su


cuerpo, anda Francisco un día cerca de la iglesia de San Damián, que estaba
casi derruida y abandonada de todos. Entra en ella, guiándole el Espíritu, a orar,
se postra suplicante y devoto ante el crucifijo, y, visitado con toques no
acostumbrados en el alma, se reconoce luego distinto de cuando había entrado.
Y en este trance, la imagen de Cristo crucificado -cosa nunca oída-,
desplegando los labios, habla desde el cuadro a Francisco. Llamándolo por su
nombre: «Francisco -le dice-, vete, repara mi casa, que, como ves, se viene del
todo al suelo». Presa de temblor, Francisco se pasma y como que pierde el sentido
por lo que ha oído. Se apronta a obedecer, se reconcentra todo él en la orden
recibida.

Pero… no es mejor callar, pues experimento tan inefable cambio, que ni elmismo
ha acertado a describirlo. Desde entonces se le clava en el alma santa la
compasión por el crucificado, y, como puede creerse piadosamente se le
imprimen profundamente en el corazón, bien que no todavía en la carne, las
veneradas llagas de la pasión.

A mayor gloria de Dios y bien nuestro.

La palabra de Dios siempre ilumina nuestra vida, dispongámonos aescucharla en


esta tarde.

Evangelio: Jn 12, 35-36


Jesús les contestó: «Todavía por un poco más de tiempo estará la luz conustedes.
Caminen mientras tienen luz, no sea que les sorprenda la oscuridad. El que
camina en la oscuridad no sabe adónde va. Mientras tengan la luz, crean en la
luz y serán hijos de la luz.»
Así habló Jesús; después se fue y ya no se dejó ver más.
Palabra del Señor

Reflexión
Vivimos nuestra vida con tanta velocidad, siempre llenos de quehaceres y
preocupaciones, exigencias y renuncias personales, que no nos damos cuenta
cuando nuestro interior empieza a secarse, cuando nuestra mente y cuerpo
empiezan de a poquito a pedir ayuda. Nuestras emociones se manifiestan de
forma desmedida, de repente explotamos de enojo y gritamos y nuestro carácter
está cada vez peor, o caemos en un cuadro depresivo y lloramos por nada.
Lograr el equilibrio en nuestra vida implica dedicarnos tiempo para
reconocer nuestras necesidades, dando importancia a nuestra salud física y
mental, descansando, dedicando tiempo al ocio que nos permita hacer lo que nos
gusta, relajándonos y disfrutando de la vida.
Nadie que no le de tiempo a Dios, puede fortalecer su fe ni escuchar lo que Dios
quiere en su vida. San Francisco encontró la paz interior a los pies de la Cruz, él se
encontraba en una búsqueda de grandeza y reconocimiento porque pensaba que eso
llenaría su vida, pero solo en el silencio de la oración y frente ala imagen de Jesús
pudo reconocerse, encontrarse consigo mismo y descubrir que solo lo haría feliz
seguir los pasos de Jesús.
Regalémonos la oportunidad de descubrir la presencia de Dios en nuestra
vida, su acción misericordiosa y amorosa que nos llevará a la plenitudde nuestra
existencia y a la felicidad.
Peticiones
Unidos a San Francisco presentemos nuestras suplicas a nuestro
Señor en esta tarde, después de cada petición digamos: “Que tu amor nos
regale la paz Señor”.

 Te pedimos Señor, nos ayudes a descubrir el dolor del hermano que


camina a nuestro lado antes de juzgarlo y criticarlo. Oremos.

 Ayúdanos a sanar las heridas que lastiman nuestro interior, que tu


misericordia nos abrace y reconforte cada día. Oremos.

Se pueden agregar más súplicas.

Padre nuestro
Comunión
Oración final para cada día.
Tercer d í a : m a r t e s 27 de septiembre
“San Francisco y su beso al leproso”
Soy constructor de paz al abrazar al hermano no importando su
diferencia.

Hoy San Francisco nos invita a mirar al hermano con los ojos de Jesucristo,
es un bello desafío que implica aprender a amar a todos, y esto, aunque se dice
fácil requiere de una comprensión más a allá de lo teórico, es necesario un
encuentro profundo con Dios que nos libere de las ataduras que nos impiden
abrazar al hermano con total libertad.

Oración de inicio

Comencemos este encuentro encomendándonos al Santo Espíritu de Dios.


 Ven Espíritu Santo, y abre mi entendimiento para acoger a mi hermano sin
limitaciones.
 Ven Espíritu Santo, para valorar a todos sin imponerles condiciones.
 Ven Espíritu Santo, para aprender a callar mis ideas cuando estas ofenden
o menoscaban a otros.

Canto al Espíritu Santo.

ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA


Dios Omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus
criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y
hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados
de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del
mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos
a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos
profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias
porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. AMEN

De los Escritos de San Francisco.


Leyenda Mayor de san buenaventura capítulo 01 N°5

Cierto día, mientras cabalgaba por la llanura que se extiende junto a la ciudad de
Asís, inopinadamente se encontró con un leproso, cuya vista le provocó un
intenso estremecimiento de horror. Pero, trayendo a la memoria el propósito de
perfección que había hecho y recordando que para ser caballero de Cristo debía,
ante todo, vencerse a sí mismo, se apeó del caballo y corrió a besar al leproso.
Extendió éste la mano como quien espera recibir algo, y recibió de Francisco no
sólo una limosna de dinero, sino también un beso. Montó de nuevo, y, dirigiendo
en seguida su mirada por la planicie amplia y despejadapor todas partes, no
vio más al leproso. Lleno de admiración y gozo, se puso a cantar devotamente las
alabanzas del Señor, proponiéndose ya escalar siempre cumbres más altas de
santidad.

A mayor gloria de Dios y bien nuestro.


En esta tarde, dejemos que nuestro Señor nos hable, y que su
palabra sea semilla que germine en nosotros.

Lectura: Mc 1, 40-45
Se le acercó un leproso, que se arrodilló ante él y le suplicó: «Si quieres, puedes
limpiarme.» Sintiendo compasión, Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo:
«Quiero, queda limpio.» Al instante se le quitó la lepra y quedó sano.
Entonces Jesús lo despidió, pero le ordenó enérgicamente: «No cuentes esto a
nadie, pero vete y preséntate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que
ordena la Ley de Moisés, pues tú tienes que hacer tu declaración.»
Pero el hombre, en cuanto se fue, empezó a hablar y a divulgar lo ocurrido,
de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en el pueblo; tenía que
andar por las afueras, en lugares solitarios. Pero la gente venía a él de todas
partes.
Palabra del Señor

Reflexión

Los más grandes conflictos se producen por no saber escuchar al otro y


querer imponer nuestras posturas como únicas y verdaderas. El concepto de
abrazar al hermano se transforma en un yo te acepto si te acomodas a mí y mi
forma de ver la vida. La fraternidad que con tanta maestría nos mostró Francisco
implica recibir al otro en su complejidad y riqueza, sin tener la pretensión de
cambiarle, sin aspirar a que renuncie a lo que es para seguirme. Es la forma de
amar de Jesucristo, la que debemos de aprender, un amor sin límites ni
condiciones, un amor que levanta, y dignifica al hermano, lo abraza como el padre
al hijo prodigo, sin juzgar sino que celebrando su presencia y vida.
Si miramos al hermano con respeto y amor podremos construir una
sociedad en la que todos caben y nadie es excluido, una sociedad que valora a las
personas por sobre las religiones, las ideologías y las convicciones personales.
Seamos constructores de paz como lo hizo Francisco que acogió al leproso
porque era tan hijo de Dios como él, reconfortándole en ese abrazo que cambio
la vida de ambos, a uno porque experimento el amor de Dios y al otro porque
reconoció a Cristo en el hermano.

Peticiones
Unidos a San Francisco presentemos nuestras suplicas a nuestro Señor
en esta tarde, después de cada petición digamos: “Enséñanos a amar al
hermano como tú Señor”.

 Señor, enséñanos a amar a los hermanos con gratuidad y plena libertad,


dejando a un lado los prejuicios y las exigencias. Oremos.
 Señor, ayúdanos a ofrecer a quienes son apartados y despreciados por la
sociedad un espacio de escucha y acogida sin condiciones. Oremos.

Se pueden agregar más súplicas.

Padre nuestro
Comunión
Oración final para cada día.
C u a r t o día: miércoles 28 de
septiembre:“San Francisco hijo y
discípulo”
La paz que debe reinar en cada familia.

San Francisco recibió de su madre la educación cristiana que le enseño a


mirar a los hombres con humanidad, de ella aprendió que la fraternidad tiene
rasgos maternales, el hermano es abrazado como una madre abraza a su hijo.
Las familias son desde siempre la primera escuela, en ella aprendemos a
socializar, costumbres, tradiciones, forma de amar. Por eso debemos velarporque
la paz siempre reine en ellas, porque son refugio para sus miembros, el lugar único
en el mundo donde nos sentimos seguros, amados, protegidos y valorados.

Oración de inicio

Comencemos este encuentro encomendándonos al Santo Espíritu de Dios.

 Ven Espíritu Santo, y derrama tu paz sobre nuestras familias para que la
armonía le gane a las diferencias.
 Ven Espíritu Santo, para que sepamos apreciar las diferencias de nuestras
familias valorándolas y protegiéndolas.
 Ven Espíritu Santo, para que nuestra comunidad sea capaz de acoger la
diversidad de familias que nuestra sociedad nos regala.

Canto al Espíritu Santo

ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA


Dios Omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus
criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y
hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados
de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del
mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos
a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos
profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias
porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. AMEN

De los Escritos de San Francisco


Carta al hermano León
1Hermano León, tu hermano Francisco te desea salud y paz. 2Así te digo, hijo mío,
como una madre, que todo lo que hemos hablado en el camino, brevemente
lo resumo y aconsejo en estas palabras, y si después tú necesitas venir a mí por
consejo, pues así te aconsejo: 3Cualquiera que sea el modo que mejor te parezca
de agradar al Señor Dios y seguir sus huellas y pobreza, hazlo con la bendición
del Señor Dios y con mi obediencia. 4Y si te es necesario en cuanto a tu alma, para
mayor consuelo tuyo, y quieres, León, venir a mí, ven.

A mayor gloria de Dios y bien nuestro.


Con el corazón abierto recibamos la palabra de nuestro Señor, para que ésta
nos conduzca y fortalezca nuestra fe.

Lectura: 1 Corintios 1, 10 – 13
Les ruego, hermanos, en nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, que se
pongan todos de acuerdo y terminen con las divisiones, que encuentren un
mismo modo de pensar y los mismos criterios.
Personas de la casa de Cloe me han hablado de que hay rivalidades entre
ustedes. Puedo usar esta palabra, ya que uno dice: «Yo soy de Pablo», y
otro: «Yo soy de Apolo», o «Yo soy de Cefas», o «Yo soy de Cristo». ¿Quieren
dividir a Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por ustedes? ¿O fueron
bautizados en el nombre de Pablo?.
Palabra de Dios

Reflexión

Las familias son la base de la sociedad y de nuestra iglesia, es en ellas


donde la mayoría de nosotros hemos aprendido a conocer y amar a Dios. La
riqueza de los aprendizajes que en ella habita es inconmensurable, parte de lo
que somos, se lo debemos a ellas, nuestros padres nos regalan más que solo
protección y la satisfacción de nuestras necesidades básicas, sino que también,
nos comparten su mirada de la vida, su forma de entregar el cariño, de celebrar,
de contener.
La conformación de las actuales familias difiere mucho de las familias
nucleares o tradicionales, pero eso no significa que sean menos valiosas, muy por
el contrario, ella son el reflejo de los cambios que nuestra sociedad ha tenido, es
a ellas a las que como iglesia debemos acompañar dejando los miedos a las
diferencias y permitiendo que el amor fraternal de Dios actúe.
Velar por la paz dentro de las familias, debe ser preocupación de todos,
como parte de esta sociedad buscaremos su bienestar, acompañándoles en sus
procesos y necesidades.

Peticiones
Unidos a San Francisco presentemos nuestras suplicas a nuestro Señor
en esta tarde, después de cada petición digamos: “Que tu paz habite en
nuestras familias Señor”
 Te pedimos por nuestras familias, sostenlas en sus necesidades y
acompáñalas cada día. Oremos.
 Para que como comunidad franciscana, sepamos acoger a todas las familias,
siendo respuesta a sus necesidades. Oremos.

Se pueden agregar más súplicas.

Padre nuestro
Comunión
Oración final para cada día.
Quinto Día: jueves 29 de septiembre:
“San Francisco y su amor por su pueblo”
La necesidad de construir sociedades justas y tolerantes.

Si bien San Francisco cultivo una rica vida interior llegando a apartarse
para, unido a la naturaleza, realizar oración contemplativa, eso no significo que
se alejara de su gente y sus necesidades. Le dolían las injusticias y el padecer
de los más pobres.
Hoy oraremos por nuestros países latinoamericanos, en especial por Chile,
como sociedad necesitamos volvernos a lo más importante, valorar a las
personas, dignificarlas y entregarles lo que necesitan para su desarrollo y
bienestar.

Oración de inicio

Comencemos este encuentro encomendándonos al Santo Espíritu de Dios.


 Ven Espíritu Santo, haznos valiente profetas que denuncien las injusticias
de nuestro tiempo.
 Ven Espíritu Santo, fortalece nuestros valores, para que firmes en ellos
seamos constructores de un mundo más humano.
 Ven Espíritu Santo, abre nuestros ojos para ver los dolores de nuestros
hermanos y así ofrecerles nuestra ayuda fraterna.

Canto Al Espíritu Santo

ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA


Dios Omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus
criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y
hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados
de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del
mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos
a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos
profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias
porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. AMEN

De los escritos de San Francisco:


Cómo el hermano Bernardo fue a Bolonia y fundó allí un lugar
Y como la paciencia es obra de perfección y prueba de la virtud, no pasó inadvertida
a un sabio doctor en leyes toda esa constancia y virtud del hermano Bernardo, cuya
serenidad no pudo alterar ninguna molestia ni injuria; y dijo entre sí:
-- Imposible que este hombre no sea un santo.
Y, acercándose a él, le preguntó:
-- ¿Quién eres tú y por qué has venido aquí?
El hermano Bernardo, por toda respuesta, metió la mano en el seno, sacó la Regla
de San Francisco y se la dio para que la leyese. Cuando la hubo leído,
considerando aquel grandísimo ideal de perfección, se volvió a sus
acompañantes lleno de estupor y admiración y dijo:
-- Verdaderamente éste es el más alto estado de religión que he oído jamás. Este
hombre y sus compañeros son las personas más santas de este mundo, y obra muy
mal quien le injuria, siendo así que merece ser sumamente honrado, porque es un
verdadero amigo de Dios.
Y dijo al hermano Bernardo:
-- Si tenéis intención de asentaros en un lugar donde poder servir a Dios a vuestro
gusto, yo os lo daría de buen grado por la salud de mi alma.
-- Señor -respondió el hermano Bernardo-, yo creo que esto os lo ha inspirado
nuestro Señor Jesucristo; por lo tanto, acepto gustosamente vuestro
ofrecimiento a honor de Cristo.

Entonces, dicho juez, con gran alegría y caridad, llevó al hermano Bernardo a
su casa y después le donó el lugar que le había prometido; todo lo acomodó y
completó a su costa; y en adelante se hizo padre y defensor especial del hermano
Bernardo y de sus compañeros.

El hermano Bernardo comenzó a ser muy honrado de la gente por su vidasanta;


en tal grado, que se tenía por feliz quien podía tocarle o verle. Pero él, verdadero
y humilde discípulo de Cristo y del humilde Francisco, temió que la honra del
mundo viniera a turbar la paz y la salud de su alma, y un buen día se marchó,
y, volviendo donde San Francisco, le dijo:
-- Padre, ya está hecha la fundación en Bolonia. Manda allá otros hermanos
que la mantengan y habiten, porque yo no tenía ya allí ganancia; al contrario, por
causa de la demasiada honra que me daban, temía perder más de lo que ganaba.
Entonces, San Francisco, al oír al por menor todo cuanto Dios había obrado por
medio del hermano Bernardo, dio gracias a Dios, que de ese modo comenzaba a
acrecentar a los pobrecillos discípulos de la cruz. Y luego envió a algunos de sus
compañeros a Bolonia y a Lombardía, los cuales fundaron muchos lugares en
diversas partes.
A mayor gloria de Dios y bien nuestro.

Dispongámonos a escuchar la palabra de nuestro Señor, que su fuerza y


enseñanza nos ayude a ser mejores hijos de Dios y hermanos de todos.

Lectura: Ef 4, 30-32
No entristezcan al Espíritu santo de Dios; éste es el sello con el que ustedes fueron
marcados y por el que serán reconocidos en el día de la salvación. 31
Arranquen de raíz de entre ustedes disgustos, arrebatos, enojos, gritos, ofensas y
toda clase de maldad. 32 Más bien sean buenos y comprensivos unos con otros,
perdonándose mutuamente como Dios los perdonó en Cristo.
Palabra de Dios

Reflexión:
Nuestra sociedad ha evolucionado en muchos aspectos, hoy nuestra vida es más
fácil que la vida que llevaron nuestros padres o abuelos, pero en esta carrera por
alcanzar mayor tecnología, crecimiento económico, nos hemos transformado en una
sociedad que promueve el “éxito personal” como meta ensí misma, y no como
consecuencia del trabajo realizado.
Rápidamente nuestra sociedad se deshumanizó, y las personas comenzaron
a ser solo números, piezas utilitarias para conseguir las metas de alguien más. La
revuelta social, la migración, la pandemia, son ejemplos de cómo la humanidad
está pidiendo a gritos cambios, ya no son tolerables las injusticias, los abusos de
poder, las violaciones a los derechos humanos y de los niños.
Día a día todos nos encontramos en una carrera, ya no hay tiempo para comer
en familia, los padres ya no tienen tiempo para jugar o estudiar con sus hijos, los
hijos ya no tiene tiempo para visitar a sus padres ancianos, los gobiernos
prefieren no ver las necesidades de su pueblo, y nadie quiere ver al hermano
sufriente, porque éste es un estorbo.
Justo ahí, se nos aparece la imagen de Francisco pobre, doliéndose por el otro,
entregándose a sí mismo como ofrenda por el bien del hermano. No olvidemos que
Jesucristo nos llamó a ser luz y sal para este mundo, y este mundo hoy necesita
luz para ver al que sufre y sal para “salar” la vida del queesta solo.
Peticiones

Unidos a San Francisco presentemos nuestras suplicas a nuestro Señor en


esta tarde, después de cada petición digamos: “Haznos profetas de tu justicia
Señor.”
 Por todos los que han sido excluidos, para que como sociedad podamos
ofrecerles las oportunidades que merecen. Oremos.
 Por tantos ancianos olvidados, niños y mujeres maltratadas, familias
divididas por la migración. Para que nos preocupemos de contribuir a crear
conciencia, haciéndonos actores de la solución. Oremos.

Se pueden agregar más súplicas.

Padre nuestro
Comunión
Oración final para cada día.
Sexto día: viernes 30 de septiembre
“San Francisco, hermano de todos”
Una iglesia que une y no discrimina.

En este día Francisco nos hace un reto, mirar nuestra iglesia, mirarla con cariño
y gratitud, pero también hacernos cargo de ella, de hacerla mejor, más cercana y
comprometida con el evangelio, gran desafío pero que de la mano de Cristo nuestro
Señor y fortalecidos en el Espíritu Santo podemos aceptar.

Oración de inicio

Comencemos este encuentro encomendándonos al Santo Espíritu de Dios.


 Ven Espíritu Santo, y guía a tu iglesia para que sea reflejo del Evangelio.
 Ven Espíritu Santo, y condúcenos al encuentro del hermano, llegando
hasta él con el amor de Dios traducido en acciones concretas.
 Ven Espíritu Santo, y fortalece nuestra fe y motivación para que seamos
verdaderos discípulos misioneros.

Canto al Espíritu Santo

ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA


Dios Omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus
criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y
hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados
de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del
mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos
a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos
profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias
porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. AMEN

De los escritos de San Francisco


Carta a Toda la Orden

1En el nombre de la suma Trinidad y de la santa Unidad, Padre e Hijo y Espíritu


Santo. Amén.

2A todos los reverendos y muy amados hermanos, a fray A., ministro general de
la religión de los Hermanos Menores, su señor, y a los demás ministros generales
que lo serán después de él, y a todos los ministros y custodios y sacerdotes de la
misma fraternidad, humildes en Cristo, y a todos los hermanos sencillos y
obedientes, primeros y últimos, 3el hermano Francisco, hombre vil y caduco,
vuestro pequeñuelo siervo, os desea salud en aquel que nos redimió y nos lavó
en su preciosísima sangre (cf. Ap 1,5); 4al oír su nombre, adoradlo con temor y
reverencia, rostro en tierra (cf. 2 Esd 8,6); su nombre es Señor Jesucristo, Hijo del
Altísimo (cf. Lc 1,32), que es bendito por los siglos (Rom 1,25).

5Oíd, señores hijos y hermanos míos, y prestad oídos a mis palabras (Hch 2,14).
6Inclinad el oído (Is 55,3) de vuestro corazón y obedeced a la voz del Hijode Dios.
7Guardad en todo vuestro corazón sus mandamientos y cumplid perfectamente sus
consejos. 8Confesadlo, porque es bueno (Sal 135,1), y ensalzadlo en vuestras obras
(Tob 13,6); 9porque por esa razón os ha enviado al mundo entero, para que de
palabra y de obra deis testimonio de su voz y hagáis saber a todos que no hay
omnipotente sino él (cf. Tob 13,4). 10Perseverad en la disciplina (Heb 12,7) y en la
santa obediencia, y lo que le prometisteis con bueno y firme propósito
cumplidlo. 11Como a hijos se nos ofrece el Señor Dios (Heb 12,7). pues, os
ruego a todos vosotros, hermanos, besándoos los pies y con la caridad que puedo,
que manifestéis toda reverencia y todo honor, tanto cuanto podáis, al santísimo
cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo, 13en el cual las cosas que hay en
los cielos y en la tierra han sido pacificadas yreconciliadas con el Dios
omnipotente (cf. Col 1,20).

A mayor gloria de Dios y bien nuestro.

Desde los comienzos de la iglesia, las comunidades se reunían a escuchar la


palabra de Dios, hoy nosotros también como comunidad escuchamos tu palabra
Señor.

Lectura: Col 3, 10 – 17
Y se revistieron del hombre nuevo que no cesa de renovarse a la imagen de su
Creador hasta alcanzar el perfecto conocimiento. Ahí no se hace distinción entre
judío y griego, circunciso e incircunciso; extranjero, bárbaro, esclavo o libre, sino
que Cristo es todo en todos.
Pónganse, pues, el vestido que conviene a los elegidos de Dios, sus santos muy
queridos: la compasión tierna, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la
paciencia. Sopórtense y perdónense unos a otros si uno tiene motivo de queja
contra otro. Como el Señor los perdonó, a su vez hagan ustedes lo mismo.
Por encima de esta vestidura pondrán como cinturón el amor, que lo hace todo
perfecto. Así la paz de Cristo reinará en sus corazones, pues para esto fueron
llamados y reunidos. Finalmente, sean agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite y se sienta a gusto en ustedes. Tengan sabiduría
para que puedan enseñar y aconsejar unos a otros; canten a Dios de todo corazón
y con gratitud salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Y todo lo que puedan
decir o hacer, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre
por medio de él.
Palabra de Dios

Reflexión

La iglesia católica chilena ha tenido que enfrentar el horror de los delitos


cometidos contra niños y fieles. Los últimos años hemos visto como la iglesia ha
perdido credibilidad y muchos han decidido abandonarla ya que no han
encontrado en ella la acogida, la coherencia ni el espacio de encuentro con
Jesucristo.
Como miembros de la iglesia en Chile, debemos seguir unidos aprendiendo
de los errores cometidos, creciendo y madurando en la fe, asumiendo el
compromiso de ser testigos y obreros del Reino, unidos y fortalecidos en Cristo
nuestro Señor.
Nuestra iglesia debe ser un espacio de acogida a todos nuestros hermanos, si
bien la diversidad que enfrentamos nos asusta, eso no puede ser excusa para
cerrarnos y apartar a quienes consideramos distintos, al contrario, venciendo
nuestros miedos abriremos las puertas de la casa de Dios a todos los que deseen
recibir la palabra de Dios y su abrazo misericordioso.
Peticiones

Unidos a San Francisco presentemos nuestras suplicas a nuestro Señor en


esta tarde, después de cada petición digamos: “Haznos verdaderos testigos del
evangelio”

 Pidamos por nuestra comunidad, para que, con plena humildad, nos
dispongamos a trabajar realizando los cambios que se necesiten en bien de
la iglesia y los hermanos. Oremos.
 Por nuestros frailes franciscanos, para que sean bendecidos con nuevas
vocaciones. Que la fuerza del legado del Francisco siga siendo su
inspiración y ejemplo a seguir. Oremos.

Padre nuestro
Comunión
Oración final para cada día.

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