Saibigain
Saibigain
Saibigain
Asociación
Sancho de Beurko
Elkartea
Portada: Soldados de las Brigadas de Navarra bajan el Saibichiqui con acémilas y equipos. (URRUTIA, F. de. Estampas
de la guerra, de Irún a Bilbao. Bilbao, Editora Nacional, 1938).
Contraportada: Cruz erigida en el Saibigain a los gudaris allí caídos.
Edita:
ASOCIACIÓN SANCHO DE BEURKO
SANCHO DE BEURKO ELKARTEA
Apartado 30. 48510 Trapagaran
Documentación y textos:
JULEN LEZAMIZ
GUILLERMO TABERNILLA
Proyecto, maquetación, cubierta y fotocomposición:
ASOCIACIÓN SANCHO DE BEURKO
Mapas:
RAUL LOZANO
Impresión:
COPYSTERIA
Primera edición:
BILBAO, FEBRERO DE 2002
Introducción................................................................................................................................... 9
Adiós Otxandio, Adiós. Por José Ramón Olazabal........................................................... 13
Ofensiva sobre Vizcaya..................................................................................................... 23
6 de abril. La pérdida del Saibigain................................................................................... 33
7 de abril. Primer ataque asturiano al Saibigain y pérdida de Urquiola............................ 45
8 de abril. Se completa el despliegue en la nueva línea del frente................................... 53
9 de abril. Sin novedad en el sector.................................................................................. 59
10 de abril. Segundo ataque asturiano al Saibigain.......................................................... 65
11 de abril. La Orden General del Cuerpo de Ejército de Euzkadi................................... 73
12 de abril. Tercer ataque asturiano al Saibigain.............................................................. 83
13 de abril. Contraataque de la 1ª Brigada de Navarra y nueva pérdida del Saibigain.... 93
14 de abril. Cuarto ataque al Saibigain: el Arana Goiri y el Disciplinario.......................... 107
15 de abril. La pérdida definitiva....................................................................................... 133
Después de los combates................................................................................................. 141
Artillería del Cuerpo de Ejército de Euzkadi...................................................................... 151
Artillería de las Brigadas de Navarra................................................................................. 159
Carros de combate vascos en los primeros compases de la ofensiva sobre Vizcaya...... 167
Apéndices
1. Entrevista a Juan Olmos Genovés, piloto republicano derribado sobre el sector
de Urquiola-Mañaria el día 6 de abril de 1937. Por David Gesalí y Mikel Grau......... 179
2. Versos dedicados a Constantino Salinas por Amós Ruiz Girón sobre los hechos
acaecidos el 14 de abril de 1937 en Saibigain (Agosto de 1946)................................. 181
3. Versos dedicados a Amós Ruiz por Constantino Salinas en respuesta a los
anteriores (Julio de 1952)............................................................................................. 184
4. Carta dirigida a Amós Ruiz Girón por Angel Legasa en respuesta a su artículo
sobre los hechos acaecidos el 14 de abril de 1937 en Saibigain (1-6-1948)............... 186
5. En defensa del teniente coronel Juan de Ibarrola y Orueta. Carta de Sabino
Apraiz y Urotz al Director del periódico Deia............................................................. 189
6. Informe remitido al comisario delegado del Gobierno de Asturias en Euzkadi por
el comisario de la 1ª Brigada Expedicionaria Asturiana, Marcelino Fernández
Villanueva...................................................................................................................... 191
7. Los héroes del batallón Arana Goiri. Poema de Juan Briones Ortún....................... 194
Notas................................................................................................................................. 197
Indice Onomástico............................................................................................................ 243
Lista de abreviaturas........................................................................................................ 252
Fuentes y Bibliografía...................................................................................................... 253
Saibigain, el monte de la sangre 9
INTRODUCCION
Iniciada, con gran alarde de medios, la ofensiva de las tropas del general Mola sobre
Vizcaya el día 31 de marzo de 1937, los combates que hubo por la posesión del monte
Saibigain vinieron motivados por la retirada de las unidades del Cuerpo de Ejército de
Euzkadi, entre los días 3 y 4 de abril, a una nueva línea defensiva ante el imparable
avance de las Brigadas de Navarra. El desastre era mayúsculo, con elevadas pérdidas
humanas y materiales, y sin embargo se seguía combatiendo. La jefatura del sector
Ochandiano-Aramayona, uno de los tres que formaban el frente de Alava, tuvo que
establecer su puesto de mando en el santuario de Urquiola (Abadiano) tras la pérdida de
la localidad de Ochandiano.
En las alturas que rodean el puerto de Urquiola, en las estribaciones del Amboto, es
donde comenzó esta historia. El día 5 de abril, ante el cariz que tomaban los
acontecimientos, se evacuó el puesto de mando de Urquiola a Mañaria y, cuando poco
después se perdieron los montes Saibigain y Urquiolamendi, no hubo más remedio que
establecer una nueva línea defensiva por debajo de la anterior. Las Brigadas de Navarra,
habiendo conseguido sus objetivos iniciales, detuvieron su avance y comenzaron a enviar
tropas a Vergara, lo que coincidió con la reacción del Ejército vasco para intentar
recuperar las posiciones dominantes que había perdido. La lucha por el Saibigain –que
fue bautizado con el nombre de <<monte de la sangre>> por razones obvias– fue
durísima y enconada, preludio de lo que iba a suponer combatir en los montes de Vizcaya:
Bizcargui, Sollube, la cota 330 o Peña Lemona son solo algunos ejemplos.
Llegados a este punto los autores queremos hacer constar que el heroico ataque que
realizó el batallón Arana Goiri el día 14 de abril y que supuso, a costa de grandes
pérdidas, la recuperación para el C.E. de Euzkadi del monte Saibigain, se convirtió con los
años en un mito que ha enterrado en el más triste olvido a los otros protagonistas. Nadie,
que nosotros sepamos, ha escrito jamás una línea para documentar los ataques que la 2ª
Brigada Expedicionaria de Asturias realizó los días 7, 10 y 12 de abril sobre el Saibigain;
algo parecido ocurre con la intervención del Cuerpo Disciplinario en el del día 14. A
nosotros estas omisiones y las de las otras unidades que tomaron parte en las
operaciones nos parecen injustas, y nos viene a la cabeza una frase del épico filme de
John Ford <<El hombre que mató a Liberty Valance>>:
<<Así es el Oeste, señor. Cuando la leyenda se convierte en realidad, hay que
1
publicar la leyenda>> .
Y es que, pretendiendo ser fieles a la realidad, hemos realizado un gran esfuerzo en
la preparación de este trabajo. Para dar voz a los protagonistas se ha entrevistado a un
buen número de veteranos de aquellos combates, aunque en bastantes ocasiones no se
ha podido aprovechar el testimonio, pues nuestro comunicante –a pesar de su buena
voluntad– recordaba poco o nada sobre aquellos sucesos; hubo también ocasión en la
10 Saibigain, el monte de la sangre
que no se nos concedió la entrevista. Aún así, hemos tenido la suerte de dialogar con
protagonistas de primera fila que, principalmente, han arrojado luz sobre los
acontecimientos de los días 13 y 14 de abril. Del mismo modo se han incluido en el texto
aquellos documentos que se han considerado necesarios para la comprensión de los
hechos. Fieles al espíritu que anima la creación de esta serie de monografías que ahora
comienza se han documentado con afán de restaurar los movimientos de las unidades de
ambos bandos día a día. Por otra parte, se ha reunido un gran número de fotografías que,
en nuestra opinión, ilustran convenientemente cada capítulo y hacen mucho más atractiva
la sucesión de datos y cifras de algunos párrafos.
Para unir este trabajo del presente con los de aquellos que nos precedieron, nuestro
querido Ramón Olazabal, a quien tanto debemos, es el encargado de dar comienzo a la
obra, introduciendo al lector con un relato ameno y pleno de vivencias en aquellos
primeros días de abril, y presentando a dos protagonistas de gran relevancia en el devenir
de los acontecimientos: Juan Ibarrola y su jefe de Estado Mayor Valeriano Marquina.
Después de esta introducción empieza el libro propiamente dicho. Mención aparte
merecen los detallados mapas que para esta obra ha realizado –armándose de paciencia
en interminables horas de correcciones– nuestro querido amigo Raúl Lozano. Otros dos
amigos, David Gesalí y Mikel Grau, localizaron y entrevistaron a Juan Olmos Genovés,
piloto de Letov S-231 derribado cuando volaba sobre el sector el día 6 de abril de 1937.
Otro asunto importante es el de la ortografía. Dejando aparte el relato de Ramón, en
la redacción de este trabajo se ha usado en lo posible la grafía que aparece en los
documentos de la época y que, en no pocas ocasiones, está sujeta a variaciones debido
al lógico desconocimiento de la toponimia por parte de aquellos que redactaban los partes
de operaciones; esto último nos ha causado bastantes dificultades. En ocasiones se ha
optado por reflejar formas más acordes con los criterios que actualmente rigen el uso
escrito del euskera, pues otras no nos parecían convincentes al estar mal o escasamente
documentadas; es el caso de Eskubaratz o Untzillatx. Con el Saibigain, en cambio, se ha
adoptado esta entre otras muy razonables como Sabigain, Sabigan, Sebigain o Saibi,
pues de todas ellas se le conoce. La consulta de los mapas que acompañan a los textos
despejará las dudas de los lectores. En cuanto a los nombres de persona se ha respetado
la forma que cada cual elegía para escribirlo. Con el fin de evitar confusiones, a la hora de
referirnos a las fuerzas del bando sublevado el 18 de julio, hemos tomado la decisión de
llamarlas con el nombre que se dieron, Ejército nacional, a pesar de no ser este muy
apropiado pues nacionales, en todo caso, eran ambos bandos en conflicto. Esto no
supone ninguna connotación pues no hay nada más lejos de la intención de los autores.
No podían finalizar estas líneas sin un reconocimiento a aquellos que durante años,
con grandes dificultades, recopilaron documentos, memorias, testimonios y un sinfín de
materiales sobre esta época de la historia vasca. Nos referimos fundamentalmente a Luis
Ruiz de Aguirre y Urquijo, conocido con el seudónimo de Sancho de Beurko, a Pablo
Beldarrain Olalde y a Ramón Olazabal. Este trabajo ha sido posible gracias a ellos y a
quienes nos han ayudado, que no han sido pocos. Aunque no han sido muchas las
dificultades que hemos encontrado, alguna nos parece poco comprensible y no merece la
pena citarla. En el apartado de las lamentaciones destacan dos en particular: una, la
desaparición de la mayor parte de los documentos del Departamento de Defensa del
Gobierno de Euzkadi, a pesar del gran esfuerzo realizado por Joseba Rezola y sus
colaboradores que los llevaron primero a Santander, luego a Barcelona y de allí a Francia.
La segunda es que, de los entornos de los partidos políticos que formaban el Frente
Popular en el ámbito vasco, no haya surgido alguna personalidad entregada a preservar la
memoria histórica de sus milicias durante la guerra, pues ello constituye un vacío que
vemos muy difícil poder llenar, a pesar de nuestros esfuerzos. En cuanto al bando
insurrecto hemos constatado con sorpresa que hay cantidad de lagunas sobre la
organización de sus unidades y su actuación en los primeros compases de la ofensiva del
31 de marzo de 1937; esperamos haber arrojado también algo de luz sobre esta cuestión.
Saibigain, el monte de la sangre 13
Cinco largos años tardé en ver de nuevo Otxandio, de paso para Gasteiz; paré en la
llamada plaza de Vulcano y también en la plaza de Andikona, que virtualmente están
juntas, asimismo sin hablar con nadie, con una emoción contenida, llena de recuerdos que
después de 54 años aún perduran, pasé por el chalet en donde el comandante don Juan
de Ibarrola y Orueta2 tenía instalado el puesto de mando del sector de Otxandio. Allí me
presentaba todos los días, sobre las veintiún horas, a dar el parte de novedades de lo
acontecido en nuestros puestos de la línea del frente; la visita era lo que se dice de
médico.
Tenía siempre la costumbre de una vez entregado el parte, ir al pequeño edificio de
dos plantas que hay al fondo de la plaza, propiedad de la Diputación de Bizkaia, en cuyos
bajos estaba instalada la Caja de Ahorros Vizcaína y en la primera planta la central de
teléfonos, en donde, una vez de saludar a la telefonista de turno, le preguntaba si había
novedades; allí siempre sabían en donde había meneo o tranquilidad, unas veces me
decía que por el Berretín había tiroteos o bien por el Pinar o la Granja de Oriol. Las más
de las veces en pleno invierno la calma era buen síntoma. Como final la visita a la casa
propiedad de la familia Axuriaguerra, que estaba situada en la calle de acceso a Otxandio,
casa de fachada de sillería y de dos plantas, con una amplia huerta en la trasera, y que se
halla frente a la casa en donde está el batzoki de Otxandio de EAJ/PNV.
Luego de nuevo a la carretera y a seguir el viaje a Gasteiz, esto lo he hecho varias
veces siempre que viajaba solo; si llevaba compañía, no paraba. Muy poco ha cambiado
el pueblo, algunas casas nuevas que no modifican el entorno y la apertura de una calle
transversal de la plaza a la carretera de circunvalación y poco más.
Y en el <<Adiós a Otxandio>> no podían faltar los movimientos del último día de
estancia en el pueblo relativo a aquel día 3 de abril de 1937.
Teníamos las tres secciones de la 3ª compañía del MAI3 Irrintzi, con la falta de unas
doce personas, instalada una cocina en una tejabana abierta en la trasera de una casa,
ocupada como cuartel de la compañía desde noviembre del 36.
A las once de la mañana le indiqué al ranchero, de apellido Gorriti y natural de
Mendata, hombre serio, formal y de pocas palabras (apenas hablaba castellano, no sabía)
que preparara una comida caliente de un solo plato, el conocido <<batallón>>, y al
mismo tiempo le apremiaba para que no se demorase, ya que sería la última comida que
hacíamos en Otxandio, pues de seguido saldríamos para Urkiola.
14 Saibigain, el monte de la sangre
Gudaris de la 3ª Sección de la compañía M.A.I. Irrintzi con un mortero de 81 mm. en Pagochiqui (Villarreal) en el invierno de
1936/37 después de la batalla de Villarreal. Encima del mortero con ropa oscura el capitán Gabino Artolozaga; debajo de él,
agachado al lado de la pieza, el teniente José Ramón Olazabal. Poco después el Irrintzi se convirtió en batallón y la 3ª Sección
pasó a ser la 3ª Compañía ascendiendo Olazabal a capitán y Artolozaga a comandante.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco
que teníamos de reserva de las raciones en frío, además de café (y eso si era café, café) y
por supuesto todo ello regado con vino tinto y al final el conocido <<saltaparapetos>> o
<<salsa>>, que de las dos formas se le conocía5.
Terminada la carga de los dos camiones, envié
primero el camión que llevaba los dos antitanques, al
objeto de descargarlos en Urkiola y colocarlos enfilando
a ambos lados de la carretera; este camión salió para
su destino a las 16 horas. Posteriormente el segundo
camión, en el que cargamos los petates de tijera, las
cocinas con todos sus enseres y las cajas de munición
que teníamos, salió para las 18 horas con la orden de
esperar en la parte baja de la explanada del santuario
hasta que llegásemos nosotros, que seríamos los
últimos en abandonar el cuartel. No había sitio para
todos los hombres en los camiones e indiqué al
teniente Vicente Uriguen Kerexeta que salieran
andando para Urkiola y yo me quedé con el teniente
Simón García Hernández y cinco hombres más, al
objeto de hacer un registro en la casa y dejar todo bien El comandante Juan Ibarrola Orueta, jefe
cerrado, dejando la llave a unos familiares del carnicero del sector de Urquiola-Mañaria, en una
Toribio, que vivían enfrente y que habían decidido pésima fotografía probablemente tomada
después de la caída del Norte.
quedarse porque eran muy mayores. Foto: vía autor
Hecho un registro a fondo, comprobamos que
habían quedado unas cajas de granadas de mortero y un mortero desmontado, al parecer
averiado. Como mi preocupación fue siempre la de no perder material, decidí que había
que cargarlo en el coche. Le dije al chófer que dejara lo que llevaba en el cruce de la
carretera que divide la dirección de Dima y Durango y una vez descargado volviese de
nuevo, ya que fueron cinco los viajes que tuvo que hacer para recorrer el kilómetro poco
más.
El chófer se llamaba Germán Aguayo, de unos treinta y cinco años, domiciliado en
Donosti y de profesión camionero con un camión de su propiedad. Además tenía un coche
marca Austin, por lo que al llegar de Donosti se presentó en nuestro cuartel de Bilbao y se
ofreció para prestar servicio, así tendría comida y la soldada de las diez pesetas, con lo
que solucionaba el problema de su familia. Fue un hombre muy servicial y honrado a carta
cabal, vaya mi agradecimiento por los servicios que nos prestó.
De esta forma nos dieron las 20 horas y entonces ordené al chófer que, con cuatro
más, fuera hasta Urkiola y volviera de nuevo a recogernos; quedamos los últimos el
sargento José Lekanda Salazar, el cabo Angel Barrena Guezabal, mi enlace Mikel Artetxe
Elexpe y yo.
Nos fuimos andando por la calle principal, que era la carretera camino de acceso
para Gazteiz (actualmente todo sigue igual y estamos en 1991) y atrás dejamos el pueblo
de Otxandio. Junto al término de la calle bajando a mano izquierda, sigue la misma fuente
pública y poco más adelante en el cruce de la carretera, con su única dirección hacia
Bilbao, seguía y sigue el almacén de Intendencia militar. Se puede leer aún el rótulo,
aunque en la actualidad está un poco borroso.
Cuando llegamos al cruce que bifurca la carretera en dirección a Dima y la general a
Durango, aún no había llegado el coche que conducía Germán Aguayo. Allí estaban los
últimos restos que sacamos del cuartel de Otxandio. Dejamos bien apiladas las cajas de
granadas, el mortero y otros pequeños utensilios sobre un pequeño montículo, justamente
detrás del poste que indica la dirección Dima-Durango. Quedaba todo escondido entre
unas malezas y lo tapamos con una pequeña lona al objeto de que no se mojasen las
granadas ya que la idea era volver con un camión y recoger todo lo que allí dejamos.
16 Saibigain, el monte de la sangre
En cuanto llegó el coche, serían cerca de las nueve de la noche, nos acomodamos
los cuatro y el chófer Germán. Lo primero que hice al llegar a Urkiola fue dirigirme al
santuario, en donde estaba el puesto de mando para darle al comandante Ibarrola la
situación en que nos encontrábamos y al mismo tiempo recibir sus instrucciones. Había
bastante revuelo en el puesto de mando y tuve que esperar como una hora, observando
un nuevo personaje al que nunca vi, vestía de militar y llevaba la estrella de ocho puntas
de comandante.
Pasaban las nueve de la noche y tuve que esperar un buen rato para poder
entrevistarme con el comandante Ibarrola. Cuando me recibió y le di el parte de la retirada
de Otxandio y la situación de nuestra unidad en la parte baja de la explanada del
santuario, me indicó que estuviera atento y en las cercanías, que ya me daría
instrucciones. Le comenté que tenía algún material en el cruce de la carretera de Dima y
que me autorizase para ir a recogerlo, para lo cual le pedí que un carro blindado que allí
estaba aparcado diese escolta al camión que pensaba ir a recoger en la madrugada del
siguiente día. Me contestó que tendría que ser muy temprano, no fuera a ser que salieran
algunas unidades que estaban acantonadas en Otxandio y nos impidieran la recogida del
material.
En esto entró el comandante que yo no conocía y me lo presentó, se llamaba
Valeriano Marquina6 y era el nuevo jefe de Estado Mayor de la jefatura del sector.
Después de saludarnos, el comandante Ibarrola le indicó que ordenase a la dotación del
carro blindado que me diese escolta a las 5 horas de la mañana y cuya operación de
carga no nos llevaría más de diez minutos.
Con Valeriano Marquina tuve muchos enfrentamientos hasta el último día que le vi,
un sábado 21 de agosto de 1937 en la operación del intento de la toma del monte de la
Guerda en el pueblo santanderino de Barcena Mayor. Cuando le conocí me dio mala
impresión y luego posteriormente me enteré de que había sido destinado desde el frente
de Madrid, en el que había actuado como comisario político de guerra de la división
del Campesino, viniendo con aureola de héroe. Tenía una formación de semi-analfabeto,
algo así como un estudiante que está en el catón7.
El domingo 4 de abril de 1937 salimos, acompañados del carro blindado, ocho
gudaris en el camión que llevó los antitanques a Urkiola y que estaban de vigilancia a
ambos lados de la carretera, y mi enlace Mikel de Artetxe en el coche conducido por
Aguayo. Nos acercamos hasta el cruce de la carretera de Dima en donde dimos la vuelta
en posición de regreso.
Mientras los gudaris cargaban el material depositado la noche anterior, me adelanté
un poco en dirección a Otxandio y entonces vi que algunos soldados se encontraban junto
a la fuente de la entrada al pueblo, que está a la derecha de la calle y muy cercana al
almacén de Intendencia, que se halla enfrente, justamente a la derecha de la salida de la
carretera de circunvalación; recogían agua en cantimploras.
Muy poco tiempo se necesitó para cargar el material y de inmediato regresamos a
Urkiola. En toda la operación incluido el recorrido, empleamos algo así como media hora
poco más. Luego pensé que nos podrían haber copado.
Fui a darle conocimiento al comandante Ibarrola del feliz resultado y al mismo tiempo
que me diera las órdenes sobre el destino de la compañía. Había una gran concentración
de tropa y material en las cercanías del santuario y la explanada, por lo que corríamos un
gran riesgo si llegaba la aviación.
El puesto de mando era un pandemonio de entrada de comandantes con mando en
batallones, por lo que tardé bastante en contactar con el comandante Ibarrola. Este, al
verme, me preguntó si habíamos recuperado el material y si hubo alguna novedad; le
indiqué lo que vi a la entrada de Otxandio y por lo tanto el enemigo aún no había salido
del pueblo. La verdad es que ese día lo dedicaron al descanso, aunque algunos escritores
Saibigain, el monte de la sangre 17
Las Brigadas de Navarra entran en Ochandiano. Soldados y vehículos en la plaza de Vulcano. Foto: Biblioteca Nacional
Me alegré mucho de su visita ya que, según lo dispuesto por el comandante jefe del
sector, eran decisiones importantes las que tenía que tomar. Así pues creo que llegó en
buen momento para concretar el futuro inmediato de la sección que con los dos
antitanques aún prestaban servicio en la vigilancia de la carretera. No obstante pensaba,
que en caso de avance enemigo, habría dificultades para retirar las piezas, de ahí que mi
preocupación fuera que el comandante Ibarrola nos diera la orden de retirarnos del lugar
en que se encontraban, teniendo en cuenta que solo cubríamos unos 350 metros de
carretera desde la salida de la última curva que viene de Otxandio y si nos dominaban, no
quedaba otro remedio que correr y perder las piezas. Así se lo hice saber al comandante
de mi batallón, Gabino de Artolozaga, el cual estaba de acuerdo con mi tesis y me dijo:
<<Vamos a hablar con el comandante Ibarrola y saber su opinión>>.
Seguidamente nos fuimos al puesto de mando en el Santuario y nada más llegar
topamos con un personaje que fue leyenda, le conocíamos únicamente como <<Capitán
Sandino>> y figuraba como capitán ayudante del comandante Ibarrola8; tendría unos 35
años, era bastante alto, llevaba prendas militares un tanto heterogéneas y cruzaba su
pecho una bandolera llena de balas de pistola de 9 mm. largo que pendía de un cinto de
cuero. Este extravagante personaje, así como el comandante Marquina, le perjudicaron la
mayoría de las veces al buen militar, magnífica persona, leal servidor de la República y de
Euzkadi (procedía de la Guardia Civil), y teniendo en cuenta que además era vasco, nos
quería y apreciaba a los gudaris. En mis duras luchas políticas que tuve con los jefes del
PCE en el desempeño de mi cargo de Comisario Político de Guerra en la Brigada Mixta Nº
XI y en la Brigada de Choque Vasca Nº 164 de la 50 División del XIV Cuerpo de Ejército,
al mando del ya teniente coronel Ibarrola, creo que gracias a sus intervenciones lo puedo
contar.
Una vez que fuimos recibidos por el comandante Ibarrola, que tenía amistad de
siempre con nuestro comandante Artolozaga, cambiamos impresiones estando presente
su jefe de Estado Mayor, comandante Marquina, quien fue presentado a nuestro
comandante, saludándose ambos.
El comandante Artolozaga le pidió al comandante Ibarrrola que le diese su opinión
sobre la situación en relación con nuestra tercera compañía, que en aquellos momentos
se encontraba con dos secciones en Bilbao y una parte de la 3ª sección con los
antitanques que estaban de servicio de vigilancia. El comandante Ibarrola nos indicó que
esperaba restablecer la línea del frente, ya que la retirada de Otxandio nos había dejado
en situación muy precaria y que si bien aquel domingo no hubo gran actividad del
enemigo, esperaba que a partir de la mañana del lunes día 5 de abril de 1937 se
reanudaría la lucha, con lo que nuestras fuerzas se hallaban sin apenas defensas y en un
ancho frente, llegando el enemigo por las alturas superiores al Sebigain, lo cual nos
Frente de Madrid: al lado de tres mandos de las Brigadas Internacionales, en el centro del grupo, Valentín González “el
Campesino” y a su izquierda Valeriano Marquina con la cara ensombrecida. Una de las razones que motivaron el regreso de
Marquina a Vizcaya fue la enemistad que profesaba a Valentín González.
Foto: TALÓN, V. Memoria de la guerra de Euzkadi. Madrid, EDEFA
crearía grandes problemas de contención; sobre los antitanques dijo que aún siguiesen
hasta el mediodía del día siguiente en que podrían retirarse a su acuartelamiento en
Bilbao y unirse al resto de la compañía. No obstante le indicó al comandante Artolozaga
que tuviera la 3ª compañía en disposición de una salida rápida para el nuevo frente que
estaría en cuestión de pocos días. Terció el comandante Marquina para decirnos que él
creía que las piezas serían de utilidad donde estaban en caso de avance de carros
blindados enemigos, que ya estaban en Otxandio dispuestos a salir a operar. Intervino el
comandante Artolozaga diciéndole que en la situación en que se encontraban las piezas,
en caso de avance enemigo por carretera, tenían poco campo de maniobra, algo así como
300 metros y en el supuesto de ser desbordados no se podrían retirar las piezas y no
daría tiempo a cargarlas en el camión que estaba dispuesto para ese servicio. Intervino el
comandante Ibarrola diciendo que en principio seguía pensando en la retirada de las
piezas, pero que a primera hora del día siguiente resolvería la cuestión.
Nos despedimos de los comandantes Ibarrola y Marquina. Al salir, el comandante
Artolozaga me dijo que el comandante Marquina le había producido una mala impresión;
yo le amplié detalles sobre ese personaje, afiliado al PCE con carnet del partido y
perteneciente a la jefatura del buró de Euzkadi. A la vista de esto, el comandante
Artolozaga me indicó que dejara al teniente Vicente Uriguen al cargo de las dos piezas y
regresara al acuartelamiento, ya que el resto de gudaris que quedaban estaban montados
en el camión. Ordenamos al chofer del camión que saliera para Bilbao. Le dije al
comandante Artolozaga que el coche que yo tenía a mi servicio se quedara al servicio del
teniente Uriguen, por si surgía alguna emergencia, y que yo regresaría en su compañía al
acuartelamiento. Le pareció bien mi propuesta y ya serían las 17 horas cuando salimos de
Urkiola, no sin antes advertir a los componentes de las piezas que a primera hora de la
mañana yo estaría de regreso en la creencia de que nos retiraríamos hacia Bilbao.
Para las 18 horas ya estabamos en nuestro acuartelamiento de las escuelas de
Briñas, en la campa de Basarrate de Begoña. Después de resolver diversos problemas
con el capitán Cipriano Renuncio, jefe del cuartel, solicité un coche del batallón a Ricardo
Renuncio, jefe del parque, dándome las llaves de uno e indicándole al mismo tiempo que
tendría dispuesto para las seis de la mañana el camión que había llegado con el resto del
20 Saibigain, el monte de la sangre
personal desde Urkiola, al objeto de salir de nuevo para el frente y atender las
necesidades de la sección que aún se encontraba en Urkiola.
Le advertí que yo también estaría a esa hora para acompañar al camión y no tuviera
ningún impedimento en llegar a destino; yo llevaría el coche, ya que en caso de retirarnos,
como era lo más probable, entre los dos coches y con las piezas en el camión,
regresaríamos todos.
Seguidamente fui a pasar la noche a mi domicilio, en la calle General Eguia. Para las
nueve de la noche llegué a mi casa en donde el recibimiento de mi mujer y dos hijos que
tenía fue de lo más efusivo, ya que hacía bastante tiempo que no me veían.
El día 5 de abril de 1937 era malo de solemnidad, con lluvia y viento. Por un lado
contentos, así no volaría la aviación. Un café caliente y, para entonar y matar penas, una
copa de <<saltaparapetos>>.
Subimos Urkiola en caravana, por lo que la marcha fue muy lenta, pero para las
nueve de la mañana ya estuvimos arriba. Fui al encuentro del teniente Vicente Uriguen,
que estaba con varios gudaris de la sección, comunicándome que en el puesto de mando
había mucho movimiento y al parecer lo estaban desalojando, ya que se trasladaban a
Mañaria.
Rápidamente me personé en el puesto de mando, donde se encontraban todo el
Estado Mayor y varios comandantes de batallones. Le indiqué al <<Capitán Sandino>>,
tipo célebre con su indumentaria de guerrillero mejicano y con la bandolera cruzada de
balas de pistola del 9 largo (tenía tanto de persona importante y fanfarrona como de
miedo, siendo como era el capitán ayudante), que la noche anterior el comandante
Ibarrola me había ordenado presentarme a primera hora para recibir instrucciones.
Seguidamente habló con él y me llamó solamente para decirme que me retirase con
los antitanques al acuartelamiento de Bilbao y que pronto recibiríamos instrucciones de la
zona del frente que tendríamos que cubrir. En poco más de media hora ya habíamos
cargado las dos piezas, municiones y diversos utensilios y, con los dos coches y el
camión, regresamos a Bilbao llegando sobre las 13 horas. El comandante Artolozaga me
comunicó que diera a los gudaris un permiso de 48 horas. Como era la hora del rancho,
aprovechamos para comer y después los gudaris se marcharon. Pero no todos, ya que
algunos que habían llegado de Gipuzkoa no tenían casa en Bilbao, por lo que se
quedaron en el cuartel, pero fuera de servicio.
Cañón antitanque Maklen (Mac Lean) de 37 mm. del batallón Irrintzi en Santa Marina (Bilbao). La 3ª Compañía emplazó dos
piezas de este tipo en las inmediaciones de Urquiola, a la altura de donde hoy en día existe una gasolinera.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco
Saibigain, el monte de la sangre 21
Vehículos de la Legión Cóndor abandonan Ochandiano en dirección a Villarreal. Foto: Biblioteca Nacional
Ochandiano. Vehículo de transmisiones de la Legión Cóndor (Büssing NAG G.31) en la plaza de Vulcano.
Foto: Biblioteca Nacional
Saibigain, el monte de la sangre 23
El 31 de marzo de 1937 se empezó a gestar el final del Cuerpo de Ejército vasco. Por
la mañana, tras un intenso bombardeo conjunto de artillería y aviación, tres Brigadas de
Navarra (1ª, 3ª y 4ª) de la 1ª Agrupación de la 6ª División del Ejército del Norte nacional1
se prepararon desde la línea divisoria de Alava y Guipúzcoa para romper el frente que
defendía el C.E. de Euzkadi y atacar Vizcaya, última de las provincias vascas bajo la
autoridad del Gobierno de la República.
En el ámbito operativo cada brigada estaba constituida, además de por una reserva,
por dos medias brigadas. Las unidades que formaban parte de las Brigadas de Navarra
eran muy heterogéneas, pues las había del tipo batallón y también más pequeñas;
asimismo su adscripción a una u otra era coyuntural y, durante el curso de la ofensiva,
hubo variaciones incluso de un día para otro. A continuación se expone el despliegue de
las Brigadas de Navarra a fecha 31 de marzo de 1937:
1ª Brigada
Al mando del teniente coronel García Valiño, con cuartel general en Vergara; estaba
integrada por las siguientes unidades:
• Los batallones 1º, 2º, 3º y 4º del Regimiento América nº 23, el tercio de Navarra, el
tercio de Montejurra, la 2ª y 5ª banderas de Falange, todas ellas bajo el mando del
teniente coronel Tejero. Estas unidades constituyeron la 1ª Brigada junto con la 2ª
media Brigada de la 2ª.
• Manteniendo las posiciones que ocupaba en el frente sin tomar parte activa en la
ofensiva, se encontraba la media Brigada del teniente coronel Díez de Rivera, la cual
estaba organizada sobre la base del tercio de San Fermín, el tercio de Lácar, el tercio
de Roncesvalles y varias compañías del batallón de montaña Arapiles nº 7.
2ª Brigada
Al mando del coronel Cayuela, con cuartel general en Deva y formada por:
• La 1ª media Brigada con ocho compañías del batallón de montaña Arapiles nº 7, la 4ª
bandera de Falange y dos compañías del tercio Ntra. Sra. del Camino. Esta media
Brigada no tomó parte activa en la ofensiva; el día 2 de abril se ordenó a la Brigada
Mixta italiana Flechas Negras del general Piazzoni –que tenía dos regimientos de seis
batallones– que ocupara las posiciones dejadas por la 2ª media Brigada.
• La 2ª media Brigada del teniente coronel Tutor que, como ya se ha comentado antes,
pasó a formar parte de la 1ª Brigada, estaba integrada por el tercio de San Miguel, el
tercio de San Ignacio de Loyola (con una compañía del tercio Ntra. Sra. del Camino) y
la 1ª y 3ª banderas de Falange.
24 Saibigain, el monte de la sangre
3ª Brigada
Al mando del coronel Latorre, con cuartel general en Mondragón. Compuesta por:
• La 1ª media Brigada del comandante Díez de la Lastra, con el tercio de Oriamendi, el
tercio de Zumalacárregui (con una compañía del tercio Ntra. Sra. del Camino) y
grupos de la 6ª Bandera de Falange.
• La 2ª media Brigada del teniente coronel Gual, con el 2º Batallón del Regimiento San
Marcial nº 22, tres compañías del 6º Batallón del Regimiento América nº 23, el 8º
Batallón del Regimiento América nº 23 y dos compañías del tercio Ntra. Señora de
Begoña.
4ª Brigada
Al mando del coronel Alonso Vega, con el cuartel general en Vitoria. Integrada por:
• La media Brigada Africa del comandante Martínez Esparza con el 5º Tabor de
Regulares de Tetuán nº 1, el batallón “B” de Cazadores de Melilla nº 3 y el batallón “C”
de Cazadores de Las Navas nº 2.
• La media Brigada Flandes del teniente coronel Iglesias con el 1º Batallón de montaña
Flandes nº 5 y el 2º Batallón de montaña Flandes nº 5.
• El 6º Batallón del Regimiento San Marcial nº 22, el 4º Batallón del Regimiento Bailén
nº 24, el 5º Batallón del Regimiento La Victoria nº 28, el 3º Batallón de Montaña Sicilia
nº 8, el tercio de La Virgen Blanca, la 8ª Compañía del Requeté de Alava y la 2ª
Centuria de Falange de Alava. A medida que iba progresando la ofensiva se fueron
incorporando otros batallones de infantería.
Toda esta masa de maniobra contaba con el apoyo de unidades de Zapadores,
Transmisiones, Sanidad, Artillería Pesada, Ligera y de Montaña, blindados y Aviación. Por
primera vez desde el comienzo de la guerra se emplearon dos masas artilleras
propiamente dichas que, en el primer día de ofensiva, sumaban un total de 130 cañones y
obuses, además de la intervención de una potente fuerza aérea, bajo dirección alemana,
caracterizada por el apoyo contundente y directo a la infantería propia durante el ataque.
Este factor, que resultaría decisivo, constituía toda una novedad para la época. En los
aeródromos de Lasarte, Vitoria, Logroño, Burgos y Soria se concentraron para intervenir
en las operaciones un número cercano a los 150 aviones de combate.
Para detener el ataque de las móviles y potentes Brigadas de Navarra, el C.E. de
Euzkadi2 mantenía desplegados sus batallones en los cuatro sectores que formaban el
frente de Alava3:
Sector de Ubidea4
El batallón UHP defendía el Gorbea hasta los embalses, allí enlazaba con el batallón
CNT nº 5 Durruti que protegía el Oqueta. Entre este y Ventas de Ubidea se situaba el
batallón Rebelión de la Sal, finalmente el batallón UGT nº 5 Madrid cubría posiciones a
ambos lados de la carretera que lleva a Villarreal y en Ventas de Ubidea5. Además de
estas unidades, en el sector se encontraban el batallón UGT nº 1 Fulgencio Mateos –que
trasladó dos compañías al Jarindo y otra al Albertia– un destacamento del Cuerpo
Disciplinario en labores de construcción de una carretera que debía unir Ubidea y los
embalses6, la 1ª Compañía Amaya del batallón de ametralladoras Ariztimuño, la 1ª
Compañía del batallón MAI Irrintzi, el batallón de zapadores García Hernández, una
sección de caballería, una sección de la 4ª Compañía de Autos Blindados7, una sección
de enlaces y transmisiones, una batería de cañones Krupp de 77 mm. y una batería de
cañones rusos de 76,2 mm8. La segunda línea del sector iba desde las estribaciones del
Mochotegui hasta el monte Sisquino, estando sin fortificar entre en el Oqueta y Gonga.
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Sector de Ochandiano-Aramayona9
Los batallones de este sector defendían la zona comprendida entre los montes
Albertia, Jarindo, Maroto y Murugain, cubriendo el valle de Aramayona, el puerto de
Cruceta, San Adrián, Asensiomendi y Uncella.
Una compañía del batallón Dragones defendía el Murugain y otra Uncella; a su
derecha, desde Aizmendi hasta el caserío Aguirre-Goikoa, se desplegaba el batallón
Azaña de Vizcaya. Detrás de estos, en Aramayona, se encontraban el batallón Octubre,
26 Saibigain, el monte de la sangre
dos compañías del Dragones –entre Aramayona y Santa Agueda– y la 2º Compañía del
Rebelión de la Sal, que ocupaba la posición de San Adrián.
El batallón Abellaneda mantenía dos compañías y una sección de ametralladoras en
el Maroto, y una compañía y media más una sección de ametralladoras en el Jarindo. El
batallón Meabe nº 2 Stalin hacía lo mismo en el Albertia, siendo apoyado por la 2ª
Compañía Pizkundia del batallón de ametralladoras Ariztimuño y por el batallón Meabe nº
1 Largo caballero. El batallón MAOC nº 2 Guipúzcoa cubría la carretera que une la Granja
con Ochandiano. Además de estas unidades en el sector se encontraban la 3ª Compañía
del MAI Irrintzi, con antitanques y morteros, que se repartía entre Ubidea, Pagochiqui y la
carretera de Villarreal a Ochandiano, una sección de la 4ª Compañía de Autos Blindados,
una sección10 de obuses Schneider de 155 mm. en las inmediaciones del puerto de
Cruceta, una sección de cañones de 75 mm. en el km. 19 de la carretera de Villarreal a
Ochandiano, y una sección de cañones rusos de 76,2 mm. en el Albertia. La segunda
línea del sector comprendía una que iba desde el monte Jarindo hasta el Tantaibacar, otra
que iba desde el Jarindo hasta Talborralde pasando por San Adrián y una tercera, sin
fortificar, que teóricamente partía desde Talborralde, pasaba por Aramayona y terminaba
en Santa Cruz11.
Sector de Mecoleta12
Este sector se encontraba delante del barrio de Mecoleta y su primera línea se
apoyaba en el macizo de Mochotegui y de Mirugueigana al objeto de defender la localidad
de Ochandiano. Defendían el sector el batallón Loiola, con dos compañías en Pagochiqui
y otras dos en el Mendigain, y los batallones Larrazabal y Muñatones, que ocupaban la
línea comprendida entre la carretera de Villarreal a Ubidea y la carretera de Villarreal a
Aramayona, cubriendo las posiciones situadas a la derecha del Mendigain, Siolats y
Pagochiqui. Completaban este despliegue la 3ª Compañía del batallón Garellano nº 6,
como reserva del frente, la 3ª Compañía Jata Mendi del batallón de ametralladoras
Ariztimuño, una sección de cañones japoneses de montaña de 75 mm. en el Mochotegui13
y otra de cañones Vickers Armstrong de 127 mm. en Mecoleta.
Perdidas las posiciones que inicialmente ocupaban, estas unidades se retiraron a la
segunda línea de defensa, donde estuvieron hasta el día 4 de abril en que se perdió
Ochandiano.
El día 31 de marzo la 1ª Brigada de Navarra ocupó los pueblos de Zarimuz y
Mazmela. En la 3ª Brigada, la 1ª media Brigada del comandante Díez de la Lastra ocupó
Uncella mientras que la 2ª, bajo el mando del teniente coronel Gual, tomaba
Asensiomendi, defendida por el batallón Azaña y parte del Octubre.
En el ataque de la 4ª Brigada, la media Brigada Flandes conquistó el monte Albertia,
después de fuertes combates con el Meabe nº 2, y la media Brigada Africa tomó los
montes Maroto y Jarindo, defendidos con ardor por el Abellaneda. El Meabe nº 1 y el
Fulgencio Mateos realizaron un contraataque que hizo retroceder momentáneamente al
enemigo. En el sector de Eribe fuerzas de la 4ª brigada atacaron Echagüen en dirección al
monte Oqueta.
Conseguida la ruptura del frente el día 31, las tres Brigadas de Navarra continuaron su
avance el día 1 de abril. La media Brigada Tutor de la 1ª Brigada en cooperación con la 2ª
media Brigada de la 3ª ocuparon Cruceta, San Cristóbal, la cota 694 y San Adrián; esta
última posición fue defendida por el Azaña tras haber sido abandonada el día anterior por
orden del capitán de la 2ª Compañía del Rebelión de la Sal. La 1ª media Brigada de la 3ª
avanzó hacia el norte del pueblo de Uncella. Las dos medias Brigadas de la 4ª protegieron
el avance de la 1ª y 3ª Brigadas, además fuerzas de la misma ocuparon este día el
Berretín y el Gorbea, llegando hasta la cruz y entablando combate con el batallón UHP
que, después de haberse replegado, cercó al enemigo. La reacción del C.E. de Euzkadi
no se hizo esperar y el batallón Padura y el destacamento del Cuerpo Disciplinario fueron
Saibigain, el monte de la sangre 27
Esta fotografía se obtuvo de una cámara ocupada a los alemanes que fueron hechos prisioneros en Urquiola; en ella se observa
a un grupo de pilotos del Grupo J/88 de la Legión Cóndor. Sentado en la parte de atrás del automóvil, con el pelo encanecido, se
encuentra el intérprete Paul Freese de 44 años que pasó 14 de ellos viviendo en Zarauz (Guipúzcoa) dedicándose -según
manifestó él mismo- a su profesión de comerciante e industrial. Paul Freese falleció en Bilbao a consecuencia de las heridas
sufridas en Urquiola. Foto: “Gudari” del 1-6-1937
Urquiola 5-4-1937. Paul Freese, poco después de ser capturado, es atendido por las tropas de Juan Ibarrola.
Foto: “Euzkadi Roja” del 7-4-1937. Hemeroteca de la Diputación Foral de Bizkaia
30 Saibigain, el monte de la sangre
Dos fotografías de los alemanes capturados en el puerto de Urquiola el 5-4-1937. En la primera se observa a Paul Freese tendido
en una camilla. En la segunda, presumiblemente, el cadáver del capitán Carsten Von Harling, muerto por los milicianos en el
incidente. Foto: “Gudari” del 11-6-1937
Fotografías ocupadas a Paul Freese en Urquiola. En la primera se le ve en compañía de un aviador; en la segunda, un grupo de
pilotos del Grupo J/88 de la Legión Cóndor en Vitoria. Foto: “Gudari” del 11-6-1937
Saibigain, el monte de la sangre 33
Grupo de milicianos del batallón Meabe nº 2 en los primeros meses de 1937, antes de la ofensiva sobre Vizcaya. En la primera
fila, segundo por la izquierda, Juan Miguel Bombín, miliciano de la sección de enlaces y transmisiones.
Foto: Juan Miguel Bombín
A las 12,30 horas y en virtud de nueva orden del Jefe de las Fuerzas Aéreas
las escuadrillas 2-E-10, 3-E-10 y 4-E-10 efectúan un nuevo servicio de vigilancia y
bombardeo del sector Altun-Sevigan-Urquioleta regresando sin novedad a las 13
horas 20 minutos>>12.
Encargados de la protección de los aviones que el Ejército nacional hacía operar
sobre las posiciones que defendían las fuerzas gubernamentales, se encontraban la
escuadrilla italiana de cazas Fiat CR-32 (Vitoria) y la 2ª Escuadrilla del grupo J/88 de la
Legión Cóndor13 (Vitoria), la cual estaba equipada con el mejor caza interceptor del
momento: el Messerschmit Bf-109. El día 6 de abril el frente de Alava fue testigo de, al
menos, dos combates aéreos, uno de los cuales se saldó con el derribo de un Letov S-231
republicano, asunto este sobre el que se volverá más adelante. Por su parte, los pilotos de
los aeroplanos de las franjas rojas reclamaron dos derribos que no han podido ser
confirmados14. También operaron sobre el frente los bombarderos italianos Savoia S-81,
con base en Soria, y Romeo Ro-37 bis, que operaban desde Vitoria; estos últimos, más
ligeros, se especializaron en el ataque a tierra de las posiciones republicanas, lo que se
conocía como la <<cadena>>15.
En las posiciones que ocupaba la 4ª Brigada no hubo ninguna variación pues sus
unidades se mantuvieron expectantes, aún así se solicitó el bombardeo de la cumbre del
monte Altún, lo que motivó de nuevo la salida del Fokker F-XII que operaba desde el
aeródromo alavés de Lacua:
<<A las 4 de la tarde se recibe orden verbal del Estado Mayor de que en las
cotas 724 y 783 (Altun) se atrinchera el enemigo; pero que no interesa su
bombardeo en la tarde de hoy, debiendo ponerse de acuerdo para realizar su
asalto en el día de mañana. No obstante se da orden de que el 20-5 efectúe un
nuevo servicio de bombardeo sobre la cumbre del Altun, que se realiza de 4.15
hasta las 5.10 sin observar enemigo en cantidad>>16.
Saibigain, el monte de la sangre 37
Grupo de milicianos del Meabe nº 2 en los primeros meses de 1937. Foto: Juan Miguel Bombín
Desde las posiciones del tercio de Montejurra en el Basaguren, los requetés del
tercio de Navarra se prepararon para ocupar aquel monte que iba a cambiar de manos
tantas veces en los días siguientes. Emilio Herrera Alonso en su obra <<Los mil días del
Tercio de Navarra>>20 relata lo acontecido en el Saibigain:
<<Martes, 6 de abril. El tercio, que lleva una semana avanzando, pero sin
tomar parte muy activa en la lucha, opera este día en vanguardia. La operación que
le es encomendada es la conquista del monte Sebigain (cota 932).
La mañana es empleada en la marcha de aproximación hacia el monte
Basaguren, conquistado el día anterior por el Tercio Montejurra, base de partida
para la operación prevista. La escalada es difícil, pero al mediodía se releva al
Montejurra y aún queda tiempo para comer antes de iniciar el avance, a las dos de
la tarde.
Estaba previsto que la aviación llevaría a cabo una acción previa de
preparación y ablandamiento de las posiciones rojas, antes de las doce, pero
pasada esta hora sin que los aviones hicieran acto de presencia, y dado que las
condiciones atmosféricas eran desfavorables para ello, el teniente coronel Tutor dio
la orden al comandante Villanova para que, prescindiendo del apoyo aéreo, se
iniciase el avance a las dos de la tarde sin más preparación que la de artillería.
El tercio se descuelga a un barranco intermedio, marchando en vanguardia las
compañías tercera y cuarta, la segunda en misión de apoyo y la primera en
reserva; la compañía de ametralladoras emplaza sus máquinas en una posición
apropiada para batir al enemigo, un poco a la izquierda del eje de marcha. La
subida al Sebigain se inicia por dos barrancadas paralelas, buscando desenfilarse
de los fuegos enemigos, y bajo la protección de las ametralladoras del tercio y las
del Montejurra emplazadas en el Basaguren21.
Dos son las posiciones enemigas que hay que conquistar: una situada a media
ladera del monte, y la otra en la cresta militar, próxima a la cúspide.
Llegada la vanguardia a distancia apropiada para iniciar el asalto a la primera
de estas posiciones, y cuando la tercera compañía armados los machetes se
disponía a lanzarse sobre ella a bomba de mano, se ve llegar una formación de
aviones que bombardea eficazmente la cúspide del monte y la posición próximo a
ella, objetivo final de la operación, momento que aprovechan los requetés para
lanzarse al asalto con gran ímpetu y que sirve no sólo para conquistar y ocupar el
primer objetivo, sino también para rebasar y dominar el segundo y principal,
lanzándose la compañía de vanguardia en persecución del enemigo para capturar
prisioneros.
Pero no ha sido fácil la conquista de estas posiciones enemigas; en la primera
de ellas los rojos se han defendido encarnizadamente, y los requetés han tenido
que hacer uso de la bayoneta para, en un brioso ataque, hacerles abandonar las
trincheras.
Las primeras bajas se han producido ya en el monte Basaguren, pues para
alcanzar el barranco intermedio ha habido necesidad de cruzar una zona muy
batida, no obstante lo cual, los requetés, con gran decisión, han salido y
desplegado bajo denso fuego de artillería, armas automáticas y fusilería, que no
logra, sin embargo, frenar el ímpetu de los requetés del Navarra. La compañía de
ametralladoras raya a gran altura durante la operación, no desmereciendo en
ningún momento de las demás del tercio. Desde el primer momento son batidas sus
máquinas por el enemigo, que las castiga con fuego de cañón, ocasionando un
muerto y cuatro heridos, sin por ello conseguir que cesen un solo momento de
proteger eficazmente el avance de los otros requetés, cubriéndolos con su fuego.
40 Saibigain, el monte de la sangre
Luis Villanova Ratazzi, comandante del tercio de Navarra; fallecido en octubre de 1937. Integrado en la 1ª Brigada de Navarra,
este tercio atacó el Saibigain el día 6 de abril arrebatándoselo al Meabe nº 2 y a la 4ª cía del González Peña.
Foto: HERRERA ALONSO, E. Los mil días del tercio de Navarra. Madrid, Editora Nacional, 1974
El tercio de Navarra en marcha de aproximación hacia Vizcaya. Son las primeras jornadas de la ofensiva. Al fondo, a caballo, el
comandante Luis Villanova Ratazzi. Foto: HERRERA ALONSO, E. Los mil días del tercio de Navarra
Bombarderos Junkers Ju-52 de la Legión Cóndor en el aeródromo de Lacua (Vitoria). Foto: Juan Arráez Cerdá
Saibigain, el monte de la sangre 43
Caza interceptor Letov S-231 abandonado en el aeródromo de Carreño (Asturias) al final de la guerra en el Norte. Este avión
formaba parte de un lote de ocho, llegados a Santander, que fueron montados por el ingeniero aeronáutico Luis Cerro Palomo,
jefe de los Servicios de Aviación de Euzkadi. Con estos aviones los gubernamentales formaron una nueva escuadrilla de caza
bajo el mando del capitán Sánchez de las Matas, que no pudo estar disponible para el inicio de la ofensiva sobre Vizcaya debido
a problemas con la munición de las ametralladoras. Solventadas las dificultades merced al envío por parte del gobierno de
Valencia del material necesario, la escuadrilla de Letov fue enviada a Vizcaya, donde ya operaban los “Chatos” de Felipe del Río.
El bautismo de fuego de los Letov fue el 6 de abril, el mismo día en que fue derribado sobre el Saibigain el que pilotaba el
sargento Juan Olmos Genovés. Foto: Juan Arráez Cerdá
Pilotos de caza de las Fuerzas Aéreas de la República fotografiados junto a un Polikarpov I-15 “Chato” en el aeródromo de La
Albericia (Santander) entre finales de mayo y primeros de junio de 1937. Todos ellos, excepto Comas que llegó más tarde,
combatieron en Vizcaya en las duras jornadas del mes de abril de 1937. De izquierda a derecha: Pedro Lambás Bernal, Juan
Comas Borrás, Miguel Zambudio Martínez, Andrés Rodríguez Panadero, José González Feo y Leopoldo Morquillas Rubio.
Foto: IHCA, 1298 (20)
Saibigain, el monte de la sangre 45
Un gudari monta guardia en las posiciones del C.E. de Euzkadi en Urquiolamendi, encima del santuario de Urquiola. Al fondo los
montes Basaguren y Saibigain. Foto: vía autor
Gordexola a combatir con seis por fusil, razón más que suficiente para no entrar en
acción7. Problemas de organización, achacables a la crítica situación del sector que
mandaba Juan Ibarrola, pudieron impedir que llegaran los paquetes con el resto de la
munición francesa, y en esta
tesitura debió iniciarse la marcha
de aproximación al Saibigain, lo
que se hizo partiendo desde la
calle Andra Mari de Mañaria y
bordeando el cordal de
Eskubaratz por la ruta que une
el collado Mugarrikolanda con
Leungane, peñas de Otxa y
peñas de Artzate. No puede ser
cierto que en el Gordexola
desconocieran que el Saibigain
era del enemigo desde la
jornada anterior, ni tampoco lo
es que su pérdida fuera
achacable al batallón <<VICTOR
nº 135>>, pues el Víctor,
nombre antiguo del Asturias nº Gudaris de la compañía Elguezabal del batallón Gordexola el 23-10-1936 en
8, además de no ostentar nunca Elgueta. El batallón Gordexola llegó al sector el día 7 de abril.
8 Foto: Luis Urcullu Careaga
esta numeración , llegó al sector
para el contraataque del día 7 y
era ajeno a la pérdida del Saibigain. De este modo, tampoco es posible que la jefatura del
sector desconociera estos hechos en virtud del supuesto <<silencio>> de los
componentes de la brigada de Mateo Antoñanzas. Uriarte, que escribió sus recuerdos
desde la lejanía en el tiempo, se equivoca en casi todo lo que hace referencia a los
asturianos.
Resumiendo, el batallón Gordexola, debido quizás a la falta de munición para sus
fusiles Berthier, no atacó el Saibigain cuando tenía órdenes para hacerlo y, por propia
iniciativa, ocupó posiciones en el cordal de Eskubaratz. La jefatura del sector no debió
censurar estos movimientos pues no consta que se exigieran responsabilidades al
comandante de este batallón; de hecho, bastante tenían Juan Ibarrola y los miembros de
su E.M. con lo que se les venía encima, pues la suerte del puerto de Urquiola estaba ya
echada. Prácticamente sin lucha, fuerzas de la 1ª media Brigada de la 3ª Brigada de
Navarra ocuparon todo el collado de Asuntze y seguidamente, aunque no en su totalidad,
el monte Urquiolamendi:
<<En las primeras horas de la mañana las fuerzas de la 1ª media brigada
ocupan la cota 1009 (oeste de Amboto), dominando Urquiola, sobre el que se
efectúa un reconocimiento no encontrando enemigo>>9.
La unidad de la 3ª Brigada de Navarra que ocupó el Urquiolamendi fue el tercio de
Oriamendi, originario de Guipúzcoa; en él combatía el que fuera dirigente del PNV, José
Arteche, que dejó escrito su paso por aquel monte que domina Urquiola:
<<En la cumbre del monte Urquiola, 7 abril.
Saliendo de Olaeta hemos tomado sin resistencia la cumbre a la derecha del
santuario de Urquiola. Pero no había nadie; sólo unos pozos de tirador
abandonados.
En un alto a medio camino estaban algunos gudaris muertos y un herido
abandonado sobre una camilla, a quien he visto que le asistían. La orden del día
primero de este mes en Uncella referente a los heridos enemigos ha debido de
perder virtualidad. El paisaje que desde aquí se divisa es fantástico>>10.
Saibigain, el monte de la sangre 49
Los muertos y el herido podrían ser del batallón Amayur; las posiciones que los
gubernamentales defendían en el Urquiolamendi se encontraban en <<una línea baja
por donde comienza la zona arbolada, coincidente más o menos con el camino que
va del Santuario de Urkiola al collado de Asuntze>>11. En estas trincheras se vieron
de repente en trance de ser copados merced a una maniobra envolvente realizada por el
enemigo desde Asuntze, lo que produjo el precipitado abandono de las mismas; esto
explicaría la situación que describe Arteche. Poco imaginaban quienes dejaron aquel
herido junto a sus camaradas muertos que pronto seguiría su misma suerte12.
Como se ha comentado antes, en un primer momento la pérdida del Urquiolamendi
no fue completa y, de este modo, es posible que las tropas vascas mantuvieran
posiciones por encima del santuario y de la ermita de Santa Apolonia o Santucho. A las
12:00 horas los asturianos, que se mantenían en la ladera del Saibigain y en el mismo
puerto, enviaron dos compañías al Urquiolamendi para frenar la progresión de los
requetés guipuzcoanos.
<<A las 12:00 horas el bon. sigue manteniéndose en las posiciones
conquistadas.
Por otro nuevo abandono de los vascos por la izquierda, hace que el bon. se
vea obligado a acudir para reforzar con dos cías. el boquete que los vascos habían
dejado abierto, impidiendo al enemigo avanzar por aquel lugar, como eran sus
deseos>>13.
En ese momento, con todo perdido, la preocupación de la jefatura del sector debía
ser la de retirar ordenadamente las tropas que se iban acumulando en Urquiola ante la
eventualidad de un ataque aéreo y, también, con la finalidad de ganar tiempo para
conformar la nueva línea del frente, siendo probable que todos estos movimientos que
describen los asturianos correspondan, en realidad, al relevo que estos hicieron a los
batallones que se retiraban de Urquiola y Urquiolamendi14. Hay que tener en cuenta que
estos partes de operaciones de la brigada de Antoñanzas eran los que este envió
directamente a Asturias, y que bien podían diferir de los que recibía Juan Ibarrola, aunque
de estos últimos nada se sabe. Lo cierto es que los asturianos, parapetados en el conjunto
de edificios de Urquiola, fueron los últimos en abandonar el barco cuando este hacía agua
por todas partes.
Mientras todo esto sucedía, en las posiciones de la 1ª Brigada de Navarra, el tercio
de San Ignacio reforzaba al 1º batallón del Rgto. América en Zumelza y a una bandera de
Falange (1ª o 3ª) de la 2ª media Brigada de la 2ª en Urieta. Más tarde, quizás al final del
día, se produjo el relevo de los tercios de Montejurra y Navarra por el batallón Sicilia en
las posiciones que estos ocupaban en Basaguren y Saibigain15. Siguiendo con el tercio de
Navarra, en el libro de Emilio Herrera16 no se hace referencia al ataque de los asturianos y
solamente se indica que <<después de soportar un duro castigo de la artillería
enemiga>> fue relevado por el Sicilia y retirado a los caseríos de Anteparaluceta, donde
los requetés pudieron descansar los días 7 y 8. Como colofón a la 1ª fase de la ofensiva
de las tropas del general Mola sobre Vizcaya, en el frente atacado por la 4ª Brigada de
Navarra se ocuparon Altún, el puerto de Barazar, Abaro, Abarocorta, Arralde y las cotas
729 y 78117.
Volviendo a la secuencia cronológica de los hechos acaecidos el día 7 de abril en el
sector objeto de este estudio, y aún disponiendo de otras fuentes18, nada mejor que
dejarse llevar por los asturianos para reflejar los últimos momentos de las fuerzas de
Ibarrola en Urquiola:
<<A las 15:00 horas vuela la aviación enemiga reconociendo las posiciones y
seguidamente abre nutridísimo fuego de ametralladora sobre ellas, que es
aguantado estoicamente por los soldados, los cuales permanecen en sus puestos; el
50 Saibigain, el monte de la sangre
Gudaris del Amayur en una chabola del frente. A la derecha del poste se encuentra su comandante, Rufino Rezola Arratibel. El
Amayur defendió posiciones en el monte Urquiolamendi del 5 al 7 de abril de 1937. Foto: vía autor
Gudaris del batallón Larrazabal posan para la fotografía en sus posiciones del sector de Mecoleta durante el Aberri Eguna del
28-3-1937. Este batallón, después de participar en las duras jornadas de la ruptura del frente, fue retirado a Bilbao el día 5 de
abril para volver, en apenas 24 horas, a relevar al Itxarkundia a Urquiola. Foto: Alberto Elósegui
Saibigain, el monte de la sangre 53
Durante todo este día ambos bandos contendientes se dedicaron a consolidar sus
posiciones, registrándose movimientos en el monte Oqueta, abandonado por el batallón
Durruti ante la pérdida de la línea Barazar, Altún, Arralde, Abaro y Abarocorta, pues esto
le colocaba en situación de ser copado en cualquier momento. Esta posición fue ocupada
por fuerzas de la 4ª Brigada de Navarra. La 1ª y 3ª brigadas continuaron en la situación
del día anterior.
El puerto de Urquiola, que al igual que el Oqueta también se encontraba
abandonado, fue ocupado por el tercio de San Ignacio a primera hora de la mañana1;
posteriormente fue relevado por una fuerza de la 3ª Brigada formada por el tercio de
Oriamendi y las compañías 2ª y 3ª del Zumalacárregui, que procedían del monte
Urquiolamendi. La 3ª Compañía de Transmisiones tendió una línea telefónica hasta el
puerto.
La crítica situación del frente que defendía el Ejército vasco exigía la continua
adopción de medidas urgentes, y así, en la Orden General del C. E. de Euzkadi del 8 de
abril de 1937, el mando del Ejército del Norte <<ordena la continuación de la defensa
activa de nuestro frente atacado, manteniendo a toda costa el Gorbea, estribación
de Amboto y Udala, con los puntos intermedios de Alluitz y peñas de Acharte, y
preparar la contraofensiva con directivas que señala. Por último dispone la
formación de Brigadas mixtas con miras a dicha contraofensiva general>>2.
Sin conocerse aún esta nueva orden en el sector que mandaba Juan Ibarrola, el
batallón Gordexola completó su despliegue en la línea que partiendo de la carretera de
Mañaria a Urquiola se extendía por las cotas 369 y 372 (Azco), bajaba a Urculeta pasando
por entre sus caseríos (Urkule-Barrengoa, Urkule-Erdikoa y Urkule-Goikoa) y, después de
cruzar el río Mañaria al que dejaba a su izquierda, subía por la ladera del cordal de
Eskubaratz hasta las peñas de Artzate. Esta unidad tenía el apoyo de dos ametralladoras
de la 4ª Compañía del González Peña.
A la izquierda del Gordexola estaba situado el batallón Larrazabal, desde la carretera
de Mañaria a Urquiola hasta el monte Elosu (cota 632) y alrededores, encargándose de la
defensa del monte Untzillatx, junto con el batallón Guipúzcoa3.
En cuanto a la brigada asturiana de Antoñanzas, el batallón nº 8, que había salido
<<a pie>> del sector el día 7 por la noche, <<llega sin novedad a Durango y
permanece aquí en expectación del envío de autocares para trasladarse a Elorrio,
donde queda de reserva>>4.
54 Saibigain, el monte de la sangre
Requetés del tercio de San Ignacio. Fueron requetés de las compañías 2ª y 3ª de este tercio, originario de Guipúzcoa, los
primeros en poner el pie en Urquiola. Foto: Archivo del Nacionalismo. Fundación Sabino Arana
Habiendo entre Mañaria y Durango una distancia de 4 km. hay que suponer que la
llegada de esta unidad se produjo de madrugada y que durante el día se trasladó a
Elorrio. Siguiendo con los asturianos, el nº 25, que había pernoctado en Mañaria,
<<ocupa las posiciones que se le designan en las inmediaciones de Mañaria, sin
encontrar enemigo; la aviación enemiga bombardea sus posiciones, causándole tres
heridos, uno de los cuales fallece. Por la tarde se extiende hacia la izquierda de
Mañaria donde continua>>5. Estas posiciones situadas en las inmediaciones de Mañaria
se encontraban en el cordal de Eskubaratz, desde donde pasó el batallón a las peñas de
Artzate por la tarde6. El último batallón de la 2ª Brigada Expedicionaria asturiana, el nº 43,
se encontraba <<de posición en Dima, y por efectos del bombardeo de la aviación
enemiga tiene 25 heridos>>7; en realidad se encontraba en las peñas de Eskubaratz a
donde seguramente llegó procedente del barrio de Oba en Dima.
A este despliegue no era ajena la jefatura de las Brigadas de Navarra y debido a ello
dispuso que la Aviación propia realizara una misión de bombardeo y reconocimiento del
cordal de Eskubaratz, lo que se cumplió con el resultado señalado anteriormente:
<<A las 16,30 y en virtud de orden del Jefe de las Fuerzas Aéreas salen todos
los aviones disponibles de los 1-G-10-15, 2-G-10, 20-5 y 40-1 acompañados de la
caza Fiat a realizar misión de reconocimiento y bombardeo de las cotas 1007 y
1022 del macizo de Escubara, al Norte del Sebigan, en los que la información
señalaba concentración de parte de las fuerzas enemigas y atrincheramientos de
reciente construcción, misión que fue realizada sin observar estos ni enemigo en
cantidad. El 20-5 arrojó además proclamas y prensa en el pueblo de Mañaria.
Todos los aviones regresaron a sus bases sin novedad>>8.
Saibigain, el monte de la sangre 55
Formación de Heinkel He-45 ”Pavo” de la Aviación nacional. Los He-45 del grupo mixto 1-G-10-15 tomaron parte en el
bombardeo de las posiciones que la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias ocupaba en el sector de Urquiola-Mañaria el día 8 de
abril. Las bajas fueron de 27 heridos y un muerto. Foto: Juan Arráez Cerdá
Las Brigadas de Navarra en Urquiola. Santuario de los Santos Antonios. Foto: Biblioteca Nacional
Saibigain, el monte de la sangre 59
Las Brigadas de Navarra en Urquiola. En primer plano la piedra de San Antonio; al fondo los hoteles. Foto: Biblioteca Nacional
Del batallón Gordexola existe una interesante nota escrita a lápiz por el teniente de la
4ª Compañía, Eusebio Vicente, y dirigida al jefe del sector, para que este extendiera una
orden de evacuación del caserío Urkule-Erdikoa:
<<El teniente Eusebio Vicente del bon. Gordexola, compañía Mentxaka, hoy
provisionalmente capitán, al Sr. Jefe del Sector: le ruego tenga la amabilidad me
mande con el portador de esta orden de evacuación del caserío (Urquiolaerdikoa)
puesto que el Sr. que lo habita se niega a evacuarlo sin tener una orden firmada por
el Jefe del Sector. Espero urgente que esta orden por creerla muy conveniente.
El teniente E. Vicente>>4.
Los batallones de la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias ocupaban las mismas
posiciones que el día anterior, sin novedad aparente: el nº 25 en las peñas de Artzate, el
nº 43 en el cordal de Eskubaratz y el nº 8 en Elorrio5. Sin embargo, lo más destacado de
los asturianos respecto a este día fue la carta particular escrita a pluma por el jefe de la
Brigada, Mateo Antoñanzas, y dirigida al jefe del Cuerpo de Ejército de Asturias, teniente
coronel de Estado Mayor Javier Linares Aranzabe. En ella se plasmaba la opinión de
Antoñanzas sobre lo vivido desde su llegada a Euzkadi:
<<Carta del Jefe de la Brigada a la Jefatura de Estado Mayor en Gijón.
Particular, Bilbao 9-4-37.
Sr. D. Javier Linares, Gijón.
Mi respetado Teniente General: aunque un poco tarde por falta material de
tiempo, le daré alguna noticia de todo esto; como verá Ud. por el informe y parte que
oficialmente le remito, los Batallones de la Brigada están diseminados, si bien ayer
Saibigain, el monte de la sangre 61
Felipe Lizaso Eizmendi, comandante del Itxarkundia, entrevistado por V. de Basauri, corresponsal de Lan Deya. El Itxarkundia
regresó el día 9 de abril para relevar al batallón Larrazabal. Foto: Archivo Carlos Blasco. Irargi. Gobierno Vasco
el Jefe de E.M. me prometió que se reunirán los tres en un frente por ser de esta
forma más fácil y más eficaz la labor, no sé si Ud. tiene noticias de como está
Vizcaya en materia de organización, es algo asombroso, con decirle a Ud. que, a
pesar de los retumbantes nombres de Batallones, es lo más parecido a los “grupos”
del principio de la guerra, que todo esto como es natural redunda en beneficio de
“nuestro” ejército de Asturias que en todo momento da ejemplo de disciplina y
moral elevadísima; desde luego los vascos en parte tienen razón para estar
atemorizados, pues no hay día que no vuelen 30 ó 35 aparatos facciosos por
nuestras posiciones, ametrallando y bombardeándolas, pero también hay un gran
defecto por parte de este ejército, y es que no hay una sola posición fortificada, pero
ahora que los nuestros hacen todo lo posible y lo consiguen para que en todas las
posiciones haya algún abrigo, trincheras, etc.… y de esta forma no tenemos que
correr, que afortunadamente no lo hemos hecho, pues se están portando muy bien.
En materia de armamento tenemos lo que se trajo de casa, pues armas no nos han
dado, hay Bons. que no tienen ni fusil ametrallador; el asunto del calzado tampoco
se soluciona nada, pero será fácil que lo arreglen pronto.
La moral de los nuestros, como ya le he dicho antes, es de lo mejor con
grandes deseos de sacar algo de importancia que ya se va consiguiendo, pues
cuando hemos elevado el decaimiento de ánimo que imperaba aquí en todos.
Sin más por decir que ofrecerme incondicionalmente, y quedando a sus
ordenes se despide su Subordinado, Mateo Antoñanzas>>6.
De la lectura de este documento se extraen las siguientes conclusiones:
• La separación de los batallones de la Brigada no resultaba eficaz, y menos si se les
enviaba a distintos sectores.
62 Saibigain, el monte de la sangre
Las Brigadas de Navarra en Urquiola. Soldados ante el santuario de los Santos Antonios. Foto: “El Diario Vasco” abril 1937
Saibigain, el monte de la sangre 65
En esta imagen de los años veinte tomada desde el Eskubaratz se aprecia la carretera de subida al puerto de Urquiola; a su
izquierda Elosu y el monte Untzillatx, las posiciones que defendían los batallones Itxarkundia y Guipúzcoa.
Foto: Pyrenaica, primer trimestre de 1928
Gudaris de la compañía de ametralladoras del batallón Gordexola en algún lugar desconocido del frente; primero por la derecha
el baracaldés José Uriarte. Una sección de esta compañía, que no tenía máquinas, ocupaba posiciones en las peñas de Artzate.
Foto: Aitor Miñambres
El monte Untzillatx fotografiado en abril de 1937 desde las posiciones de las Brigadas de Navarra.
Foto: Biblioteca Nacional
Hombres altas: 15
Total: 380
El Comandante, Gonzalo Laredo>>4.
Entre el Itxarkundia y las peñas de Artzate, pasando por el barrio de Urculeta, seguía
estando el batallón Gordexola:
<<Parte diario al Sr. Jefe del Sector de Araba-Bizcaya:
Durante el día de hoy no ha existido novedad destacable en las posiciones que
ocupa el batallón de mi mando, excepto las diez bajas ocasionadas por heridas y
enfermedad que por fortuna son leves todas ellas. Los hombres útiles que forman el
batallón son 505 con una moral excelente.
Armamento de que disponen: 450 fusiles de tres tiros marca LEVEL de 8 m/m.
Queda a sus órdenes. El Comandante Luis Urcullu.
Es de imperiosa necesidad que se provea de máquinas ametralladoras a este
batallón de mi mando>>5.
Haciendo línea con el Gordexola en las peñas de Artzarte continuaba el Asturias nº
25 y a continuación de este, en el cordal de Eskubaratz, el nº 43 <<en las posiciones
inmediatas a Dima (peñas de Eskuba) >>6. Todo parecía seguir igual que en la jornada
anterior y, sin embargo, se preparaba el segundo intento para recuperar el monte
Saibigain.
Saibigain, el monte de la sangre 69
Luis Urcullu Echábarri, comandante del batallón Gordexola. Foto: Luis Urcullu Careaga
Al hacerse cargo el jefe de la 3ª Brigada, coronel Latorre, del mando de todas las
fuerzas del subsector Barazar-Urquiola1, las Brigadas de Navarra se organizaron del
siguiente modo:
• La 1ª Brigada, con base de operaciones en Olaeta, quedó formada por unidades
propias aglutinadas en su 1ª media Brigada, la media Brigada Tutor de la 2ª y la
recién incorporada 1ª media Brigada de la 3ª. Varias unidades fueron enviadas al
frente de Vergara para formar el 2º Grupo de la 4ª. La media Brigada Díez de Rivera
no sufrió variaciones.
• La 2ª Brigada se mantuvo en las posiciones del inicio de la ofensiva apoyada por la
Brigada Mixta italiana Flechas Negras.
• La 3ª Brigada desapareció provisionalmente como tal; la 1ª media Brigada del coronel
Díez de la Lastra se integró en la 1ª Brigada de Navarra y relevó a la 2ª media Brigada
del teniente coronel Gual en las posiciones de Amboto cuando esta se incorporó a la
4ª para formar el 4º Grupo.
• Unidades de la 4ª Brigada pasaron a operar al frente de Vergara2, constituyendo su 1º
Grupo. El resto se integró en el subsector Barazar-Urquiola desapareciendo sus dos
medias Brigadas Africa y Flandes.
Con boina, el coronel Latorre, jefe de la 3ª Brigada de Navarra y del subsector Barazar-Urquiola. Foto: Biblioteca Nacional
<<Parte:
He recibido de la Jefatura del Sector de Urquiola dos novillos retirados de la
línea de fuego y entregados en esa por milicianos del Bon. MAOC.
El Comandante de Intendencia Militar. P.O. Cándido Quintana>>5.
A partir de esta jornada, el comandante del Guipúzcoa, Gonzalo Laredo, empezó a
firmar algunos partes de novedades como segundo jefe del sector de Urquiola-Mañaria, lo
que constituye una novedad que, cuando menos, indica la influencia que este jefe de
batallón ejercía en la toma de decisiones que afectaban al sector.
Después de la fallida operación sobre el Saibigain, los batallones asturianos se
distribuyeron de la siguiente manera: el nº 25 en las peñas de Artzate, el nº 8 en Mañaria y
el nº 43 <<por orden de Estado Mayor, se traslada de Dima a Mañaria, donde
pernocta>>6.
Sin duda, el acontecimiento más importante de esta jornada fue la Orden General del
Cuerpo de Ejército de Euzkadi para realizar una operación de rectificación de la línea7 el
día 12 de abril sobre las posiciones enemigas de Saibigain, Altún y Arralde, y que, una vez
tomadas, debían servir como punto de apoyo para la recuperación del terreno perdido
desde el día 31 de marzo. Se trataba de la esperada contraofensiva que ya había sido
prevista en la Orden General del día 8. Este documento, firmado por Modesto Arambarri
Saibigain, el monte de la sangre 77
Gallastegui, jefe de operaciones del C.E. de Euzkadi, consta de nueve normas que
detallan minuciosamente como se debía realizar la operación, que tropas iban a ser las
encargadas de llevarla a cabo, los objetivos principales y los sucesivos de la misma, y el
apoyo artillero previsto, así como las observaciones, los destinatarios de la Orden y un
anejo para la Segunda Columna:
<<Orden General del Cuerpo de Ejército de Euzkadi
Mañana, día 12, procederá el Cuerpo de Ejército a una operación de
rectificación que comprenderá como objetivos principales: Sabigain, Macizo de Altún
y Peñas de Arralde.
Detenido el ataque faccioso en nuestras actuales posiciones, y siendo
necesario como operación inicial para recuperar el terreno perdido rectificar la línea,
este Cuerpo de Ejército atacará mañana, día 12, las posiciones enemigas de
Sebigain, Macizo de Altún y Peñas de Arralde, con arreglo a las normas siguientes:
Primera .– Se constituyen tres agrupaciones de combate integradas de la forma
siguiente:
1ª Columna: formada con fuerzas del Gorbea8.
2ª Columna: constituida por la 2ª Brigada de Asturias.
3ª Columna: id. id. id. por la 1ª Brigada de Asturias9.
Apoyadas por –2 piezas de artillería de 12,7.
–4 piezas de artillería de 15,5.
–5 piezas de artillería de 10,5.
–8 piezas de artillería de 7,5.
78 Saibigain, el monte de la sangre
C: 4 piezas de 77
2 piezas de 155
en las proximidades de Mendiola, con objetivo
Sabigain y Urkiola.
Siendo los objetivos sucesivos, una vez
conseguidos las finalidades marcadas:
Para la agrupación A: la carretera de Ubidea
a Yurre y la de Ochandiano a Yurre, el terreno
entre ambas y el sur del Sabigain.
Para la agrupación B: hacia Urkiola y
carretera Durango-Ochandiano y posteriormente a
Urkiola-Mendi.
Para la agrupación C: la carretera de Urkiola
a Ochandiano. Gonzalo Laredo Puente, comandante del
batallón Guipúzcoa. Foto: vía autor
Observaciones:
Durante todo el curso de la operación estarán sobre las armas las guarniciones
de las actuales posiciones.
Las tropas irán previstas de 300 cartuchos por individuo y de una comida en
frío, y serán suministradas de otra durante la noche.
Señal para el transporte de fuego de artillería: un cohete.
Señal para pedir nuevo apoyo de artillería: dos cohetes.
Serán Parques de Municionamiento e Intendencia de las Columnas los
establecidos en las zonas de maniobra.
Sanidad Militar tendrá mañana a mediodía dispuestas cuantas medidas sean
precisas para su servicio durante el combate.
Cuartel General, a 11 de abril de 1.937. El Jefe de Operaciones del Cuerpo de
Ejército de Euzkadi.
Para cumplimiento:
Destinatarios, Jefes de los Frentes de Guipúzcoa, Alava y Burgos, jefes de
columna de Urquiola, Dima y Barazar, jefe de Gorbea, 1ª y 2ª Brigadas
Expedicionarias de Asturias, Artillería, Aviación, Transmisiones y Zapadores,
Sanidad, Parques e Intendencia.
Para conocimiento: Excmo. Sr. Consejero Defensa, Excmo. Sr. General Jefe y
Archivo.
Anejo a la Orden General del día 11 de Abril
Orden particular para la Segunda Columna:
Conviene que fuerzas de esa Columna preludien el ataque con un
reconocimiento ofensivo de flanco hacia Chupitatarra, donde el enemigo parece
tener un puesto de vigilancia o una posición avanzada.
En las proximidades de Mendiola habrá 4 piezas de 77 en vez de 75, y en
Mañaria 8 piezas de 75 en lugar de 4.
Cuartel General, a 11 de abril de 1.937. El Jefe de Operaciones del Cuerpo de
Ejército de Euzkadi>>10.
80 Saibigain, el monte de la sangre
Si bien, en la mañana de este día y por causa del mal tiempo reinante, la jefatura de
las Brigadas de Navarra suspendió la operación prevista en el collado de Ambotaste
(Udala) a cargo de la recién constituida 1ª Brigada, entre los planes del E. M. del Ejército
del Norte republicano no figuraba la suspensión de la tan esperada contraofensiva del
C.E. de Euzkadi en el frente de Alava. Para ello, puso a su disposición las dos Brigadas
asturianas, una compañía de carros de combate, la Aviación y ocho baterías de cañones
de 75 mm1.
Esta operación, que tenía como objetivos Arralde, Saibigain y Altún, debía llevarse a
cabo por tres columnas: 1ª, 2ª y 3ª. La 2ª Columna estaba formada por la 2ª Brigada
Expedicionaria de Asturias, lo que suponía el tercer ataque al Saibigain de las fuerzas de
Mateo Antoñanzas. Lógicamente, primero fue necesario reunir a toda la brigada y dotarla
de munición y suministros.
El batallón Asturias nº 43 del comandante Críspulo Gutiérrez se encontraba en
Mañaria y se le suministró, además de 2.144 raciones de rancho, la siguiente munición:
• Las compañías 1ª, 2ª y 4ª del batallón recibieron como dotación 32 cajas de munición,
con un total de 51.600 cartuchos de 8 mm. para sus fusiles Berthier.
• La 3ª Compañía recibió siete cajas de munición de fusil de 7 mm. para completar la
dotación de 300 cartuchos por individuo y 213 bombas de piña.
• La compañía de ametralladoras, que no recibió munición, completaba el batallón.
El batallón Asturias nº 8 del comandante José Montero Riego, que también estaba
en Mañaria, recibió como dotación de munición 300 cartuchos de 8 mm por individuo para
sus fusiles Berthier, 1.152 bombas de piña y 1.932 raciones de rancho.
En sus posiciones del día anterior en Artzate, donde recibió 2.700 raciones de
rancho, se encontraba el batallón Asturias nº 25 del comandante José López Taboada;
formaban esta unidad cuatro compañías armadas con fusiles Berthier y una compañía de
ametralladoras2.
También le suministraron a la brigada asturiana cohetes para señales, tal y como
consta en las observaciones de la Orden General del C.E. de Euzkadi:
<<Con el enlace Artiel Ania Fernández, le remito DIEZ cohetes para señales
luminosas, según órdenes emanadas de Estado Mayor. El uso de los mismos ha de
ser por Ud. ordenado, dando las órdenes a tal efecto por escrito.
Mañaria, 12 de Abril 1.937. El Jefe del Sector. P.O. El Segundo Jefe.
De los cohetes se ha hecho cargo el Capitán Ayudante de la 2ª Brigada>>3.
84 Saibigain, el monte de la sangre
Cañón antitanque de las Brigadas de Navarra -probablemente un Schneider de 70 mm.- situado en el puerto de Urquiola. Al
fondo se recorta la imponente silueta del monte Untzillatx.
Foto: MARTINEZ BANDE, J.M. Vizcaya. Monografías de la Guerra de España. Madrid, San Martín, 1971
Además, para realizar los trabajos de fortificación del Saibigain una vez fuera
conseguido el objetivo, le fueron asignadas dos compañías y una sección del Batallón de
Zapadores nº 2 del comandante Felipe Sarasketa, las cuales ya se encontraban
concentradas en Mañaria:
<<Orden para el Comandante de Zapadores:
Se ordena al comandante de zapadores que dos compañías y una sección de
su mando se desplacen a la posición de Artzate poniéndose a disposición del jefe
de la Brigada Asturiana de quién recibirán las órdenes para poder realizar los
trabajos de fortificación del Subirán.
Bajo ningún pretexto ni excusa dejarán de presentarse en el punto designado y
en donde deberán estar a las cuatro de la tarde.
El 2º Jefe del Sector, Gonzalo Laredo>>4.
Esta fuerza del Batallón de Zapadores nº 2 recibió 810 raciones de rancho5, sin que
se haya podido averiguar que compañías de trabajadores de las ocho que llegó a tener el
<<Sarasketa>> fueron asignadas a la 2ª Brigada Expedicionaria de Asturias. Como
puede verse en esta orden, Gonzalo Laredo, comandante del Guipúzcoa, seguía actuando
como segundo jefe del sector; resulta curioso que Laredo, cuyo batallón llevaba varios
días en las inmediaciones del Untzillatx, utilizara la forma <<Subirán>> para referirse al
Saibigain, aunque bien puede tratarse de un error de transcripción. Del Guipúzcoa se
conserva el parte de novedades de esta jornada:
<<Novedades del día:
Saibigain, el monte de la sangre 85
Las Brigadas de Navarra en el puerto de Urquiola. Grupo de requetés tras un parapeto de troncos que corta la carretera. Al
fondo se aprecia el cañón antitanque de la fotografía anterior. Foto: Biblioteca Nacional
Para dirigir personalmente las tres baterías (dos de 75 y una de 105 mm.) que el C.E.
de Euzkadi tenía emplazadas en Mañaria, el mando envió al recién nombrado
comandante principal de artillería del Ejército vasco, Casiano Guerricaechevarría; un
militar profesional de artillería que fue responsable de la eficaz preparación que allanó el
camino para que los asturianos conquistaran el Saibigain9.
cooperar a la toma del Sevigán. Este Jefe dejando las fuerzas en los caseríos de la
carretera de Urquiola se adelantó hasta este Santuario y conocida la situación y
moral de las fuerzas que perdieron Sevigán regresó para dar cuenta al mando,
recibiendo la orden de pernoctar en dichos caseríos y trasladarse de madrugada a
Basaguren y cooperar a la toma de Savigán en unión de las fuerzas del Tercio de
Requetés, tomando el mando de todas las fuerzas el Teniente Coronel Tutor>>15.
Siguiendo con la interesante información del comandante del 5º Batallón de La
Victoria, Severino Pacheco Diego, en ella se destaca especialmente a dos oficiales: el
capitán Marcelino Velasco Grande que <<condujo su compañía con gran pericia y
supo impedir que su tropa en la noche del 12 al 13 se contagiara de la escasa
moral de algunos núcleos que huían en dirección a Ochandiano>> y el capitán
Evaristo Falcó Corbacho que <<impidió con su pericia y valor que decayera la moral
de su tropa ante la huída de algunos núcleos en dirección a Ochandiano>>. La
desbandada del batallón que defendía el Saibigain, el 3º de San Marcial, puso en
situación muy comprometida a las fuerzas que se encontraban en las inmediaciones de
Urquiola y, por primera vez desde que comenzara la ofensiva el 31 de marzo, la jefatura
de las Brigadas de Navarra reconoció que una fuerza propia había sufrido un importante
castigo:
<<El enemigo desencadena un fuerte ataque a las posiciones de Altun, siendo
rechazado y simultáneamente ataca la posición de Sebigan, con tres batallones,
aproximándose al amparo de la niebla a nuestras líneas, apoderándose de la
posición después de enconada lucha, en la que nuestras fuerzas tuvieron un
considerable número de bajas>>16.
A medianoche fueron conducidos a la jefatura del sector que mandaba Juan Ibarrola
los prisioneros capturados en el Saibigain por los milicianos del batallón Asturias nº 8:
<<A las 24 horas de hoy y conducidos por fuerzas de este Batallón, fueron
hechos prisioneros y entregados en estas oficinas tres soldados llamados Jesús
Mijalva, Gallo Mallagray y José Toriñón.
Dichos soldados manifiestan varias cosas que pueden ser útiles al mando,
tales como personal de que dispone el enemigo y armamentos, por lo que lo pongo
en su conocimiento para que por quién corresponda sean interrogados y dispongan
su traslado a donde crean por conveniente.
Según manifiestan nuestras fuerzas todavía queda algún prisionero más que
no ha podido bajar de las posiciones conquistadas.
Por fuerzas de este batallón fue hecho prisionero en la operación verificada hoy
el alférez del Regimiento San Marcial Francisco Murga, el cual me honra en poner a
su disposición para los efectos que en Justicia procedan.
Salud y República.
Mañaria, 12 de abril de 1937.
El Comandante. P.O. Paternino Cantero.
Al Jefe del Estado Mayor del Sector de Mañaria>>17.
Posteriormente, la jefatura del sector de Urquiola-Mañaria realizó un informe con las
declaraciones de los prisioneros de guerra; en estas se ofrecía una descripción de las
posiciones que las Brigadas de Navarra defendían en el sector, siendo especialmente
detallada la que hacía referencia al dispositivo de Urquiola. La presencia de hasta dos
antitanques en la carretera debía servir para conjurar el peligro que suponía la presencia
de blindados republicanos. El resto de las informaciones, dejando aparte el anuncio de la
inminente ofensiva sobre el frente de Guipúzcoa, no aportaba demasiadas novedades:
Saibigain, el monte de la sangre 89
Milicianos del batallón Perezagua en Asturias a la hora de la comida. El Perezagua, recién llegado de Asturias, fue enviado al
frente de Alava junto a otros batallones para detener la ofensiva de las Brigadas de Navarra. El día 13 de abril, según el
testimonio de Primi Abad, se encontraba de reserva en Mañaria. En ese momento tenía cerca del 50% de bajas.
Foto: AGM de Avila / C.145, Cp.3, D.2, F-18
Grupo de milicianos del batallón Asturias nº 28, antiguo Mateotti, el día 10 de marzo de 1937, poco antes de partir hacia Vizcaya.
Foto: Autor: C. Suárez. AYUNTAMIENTO DE GIJÓN. ARCHIVO MUNICIPAL.- Archivo de Imágenes - Colección C. Suárez - nº 7011
En medio de un fuerte temporal, la jornada del 12 de abril terminó con los asturianos
en los montes Saibigain y Chupilitarra, y con las fuerzas de la 1ª Brigada de Navarra en
estado de máxima alerta ante el abandono de posiciones del 3º de San Marcial. Después
de una difícil subida combatiendo, hundidos en el barro y empapados, los milicianos del
batallón Asturias nº 8 y de las dos compañías del nº 25 se prepararon para defender las
cotas conquistadas. Aunque son pocas las referencias que se han encontrado sobre lo
sucedido durante la noche, es razonable especular con la posibilidad de que, cumpliendo
con las órdenes recibidas, las compañías que guarnecían el Saibigain se adelantaran para
crear una cortina que protegiera el trabajo de los zapadores, sosteniendo el fuego con las
fuerzas que el enemigo tenía en el Basaguren. Esto supondría un aumento del consumo
de municiones que pudo estar en el origen de la petición que Mateo Antoñanzas cursó a la
jefatura del sector. Debido a ello, a las 01:15 Félix Elías, capitán ayudante de Juan
Ibarrola, dispuso la salida de un <<convoy compuesto de mulos y catorce acemileros al
frente de un sargento y un cabo para transportar a la posición conquistada
cuarenta cajas de bombas de piña, cuatro cajas de munición de fusil mauser
español pedidas por el jefe de la Brigada de Asturias y cuatro cajas de munición
Level para el Bon. nº 25>>1. De la lectura de este documento, sorprende la petición de
cuatro cajas de munición de 7 mm. para <<fusil mauser español>>, ya que ni en el
Asturias nº 25 ni en el nº 8 se disponía de estas armas sino de fusiles Berthier. Esto solo
puede significar que bastantes milicianos asturianos cambiaron sus fusiles franceses por
otros cogidos al 3º Batallón de San Marcial2.
El envío llegó al Saibigain a las 06:00; para esa hora ya se encontraba la 3ª
Compañía del Tercio de Navarra en el Saibichiqui3. Al amanecer la fuerza del 5º Batallón
de la Victoria, que fue enviada la víspera para calibrar la gravedad de la situación y
realizar la primera defensa, se dirigió al Basaguren, donde se concentraba la 1ª Brigada
de Navarra, salida de Ochandiano <<con el fin de recuperar la cota 932 de Sebigan,
comenzando a las 7 horas la preparación artillera que con gran precisión y eficacia
bate durante una hora las fortificaciones enemigas. Terminada la preparación se
ordena el asalto a Sebigan que se efectúa de frente, tomando como base de partida
Basaguren, por los Tercios de San Ignacio Loyola y Montejurra y por el flanco
derecho, como base de partida en la cota 800, el Bon. de Montaña Sicilia4 que en
brioso asalto pone en fuga al enemigo persiguiéndolo y causándole numerosas
bajas entre ellas unos 60 muertos con armamento. En la cota 932 fueron recogidos
más de 200 cadáveres enemigos con armamento. A las 9 horas es recuperada la
posición de Sebigan y restablecida la situación en todo el frente>>5.
Terminada la operación, la 1ª Brigada regresó a Olaeta; después el jefe de las
Brigadas de Navarra cursó un telegrama al general Mola para poner en su conocimiento
los hechos:
94 Saibigain, el monte de la sangre
Cañón antiaéreo alemán de 88 mm. haciendo fuego sobre objetivos terrestres en algún lugar de Santander. Estas modernas
piezas apoyaron a la 1ª Brigada de Navarra en el contraataque del día 13 de abril, causando gran cantidad de bajas a la brigada
de Antoñanzas y dejando expédito el camino para la infantería. Foto: Artemio Mortera Pérez
Estado Mayor del Cuerpo de Ejército de Euzkadi el 19-4-1937 en Yurre. De izquierda a derecha, abajo: teniente de intendencia
Shanti Salazar, ayudante teniente Bartolomé. Primera fila: capitán de E. M. Sabino de Apraiz, jefe de operaciones comandante
Modesto Arambarri, jefe de E. M. teniente coronel Alberto Montaud, comandante de E. M. Ernesto de La Fuente, comandante jefe
de Sanidad del Ejército José Luis Arenillas. Segunda fila: comandante de Transmisiones Salvador Gómez Boullón, jefe de
Intendencia comandante Ramón Urrutia, jefe de Transportes comandante Rotaetxe. Al fondo, en la puerta, Servicios Varios
capitán Babé. Listado extraído de una carta enviada por Sabino de Apraiz a José Ramón Olazabal. Foto: José Ramón Olazabal
Pero, además de los fusiles, el batallón Asturias nº 25 tuvo que contabilizar entre su
tropa nueve muertos, ocho desaparecidos y 40 heridos. Un alto número de bajas, si se
tiene en cuenta que solo actuaron dos compañías. Durante el combate sus milicianos
consumieron nada menos que 120.000 cartuchos franceses de 8 mm. y 1.096 granadas
de mano. Por otra parte, le cogieron al enemigo 50 fusiles, 13.000 cartuchos para los
mismos y 70 granadas de mortero, además de hacerle 50 muertos11.
El batallón Asturias nº 8, que actuó al completo, también sufrió un duro castigo: 24
muertos, 10 desaparecidos y 33 heridos. El consumo de munición ascendió a 15.600
cartuchos de 8 mm., 3.000 cartuchos de ametralladora Lewis y 200 granadas de mano; en
la retirada perdió 25 fusiles Berthier y un fusil ametrallador, pero le cogió al enemigo dos
ametralladoras alemanas, un trípode para las mismas, tres cañones de repuesto, tres
cierres de repuesto, 42 fusiles polacos, una careta de gases, un mortero de 50 mm. con
ocho proyectiles y cuatro proyectiles de mortero de 81 mm.12
Respecto al batallón Asturias nº 43, al apoyar el ataque de los otros dos batallones,
no tuvo casi bajas, sólo cuatro heridos. Su consumo de munición se redujo a 1.000
cartuchos, cogiendo al enemigo un fusil13.
La precisión de estas cifras pone en evidencia, en primer lugar, por desmesuradas y
propagandísticas, el número de bajas hechas al enemigo que aparecen en los
documentos oficiales de las Brigadas de Navarra. Algo, por otra parte, común en los dos
ejércitos contendientes. En segundo lugar, llama la atención la exagerada desproporción
entre las municiones consumidas por las dos compañías del Asturias nº 25 y las que gastó
96 Saibigain, el monte de la sangre
Compañía de protección y vigilancia del Cuerpo Disciplinario formada junto a sus oficiales en algún lugar de Asturias.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco
fuego sobre una batería enemiga de 75 mm. Del alud de metralla que hubieron de
soportar los soldados del 1º Batallón de Flandes en sus precarias posiciones da fe el
número total de bajas sufridas en este día: cuatro muertos y diecinueve heridos22.
El comandante del batallón Arana Goiri, Felipe Bediaga, y su oficial ayudante, Federico Ituarte, fotografiados en la localidad de
Lequeitio pocos días antes de partir hacia el sector de Urquiola-Mañaria. Foto: vía autor
describe Primi Abad en sus memorias: <<A la tres de la tarde empezaría la artillería a
batir las posiciones enemigas y, una hora más tarde, el Arana-Goiri y el batallón
Disciplinario, una vez haberse acercado a estas posiciones, iniciarían el ataque,
primero al Saibigain continuando después al Saibi. El Disciplinario no atacaría sino
que su misión sería solamente la de cubrir el flanco derecho, a fin de evitar una
acción envolvente del enemigo. Nos dijo que por la parte opuesta atacarían en
dirección del Santuario de Urkiola el batallón Gipuzkoa38y una compañía del
Garellano. A estos dos no les vimos por ningún sitio>>.
Terminado el planteamiento de la operación empezaron a aflorar las discrepancias
entre el comandante del Arana Goiri y el jefe del sector: <<El día era de temporal y de
un frío muy intenso, motivo por el cual Bediaga le propuso (a Ibarrola) aplazar la
operación un día más. Esta propuesta, muy racional, le sacó de sus casillas a
Ibarrola quien lanzándonos improperios nos llegó a tratar de cobardes. Nos dijo:
– Ayer ha atacado un batallón asturiano y tomaron el Seibigain con una sola
baja. Después… eran muchos los cadáveres de asturianos que yo encontré en las
faldas del Seibigain cuando subía>>.
Sorprende este comentario de Juan Ibarrola sobre las bajas que los asturianos
tuvieron en su ataque y, automáticamente, surgen las preguntas: ¿Cómo es posible que el
jefe del sector no supiera la cantidad real de bajas que tuvieron los batallones de
Antoñanzas? ¿Pretendía defenderse con afirmaciones como esta –además de con
improperios según Primi Abad– de la proposición que le hacía Bediaga para aplazar el
ataque un día más? Se podría responder afirmativamente a esta última pregunta sino
fuera porque Ibarrola sostiene este dato en sus memorias:
<<Efectivamente con un muerto y dos heridos el batallón Arana Goiri tras una
preparación artillería de una batería del 7, que ha llegado de Asturias, toma
Sebigan para abandonarlo al siguiente (día) por contraataque de las tanquetas-
aviación e infantería volviendo a las peñas. Nuevo ataque al día siguiente, mas la
resistencia es grande y por falta de decisión en el asalto final ocasionan al citado
batallón numerosas bajas, que no impiden otra vez la toma del monte y les hace
pasar una noche infernal, granizando toda, así que, al siguiente (día), al ser
atacados, apenas resisten perdiéndola definitivamente>>39.
Aunque Ibarrola se equivoca al afirmar que el Arana Goiri realizó dos ataques al
Saibigain, su afirmación de que hubo un muerto y dos heridos en el primero de estos
ataques –el que hicieron los asturianos el día 12– refuerza el testimonio de Primi Abad,
pues este miliciano muerto pudo ser la baja que Ibarrola mencionó para intentar
desmontar los argumentos que esgrimía Bediaga. Siguiendo con esta aventurada
hipótesis, si los batallones de Mateo Antoñanzas tuvieron en el ataque al Saibigain solo un
muerto y dos heridos, ¿Cómo se produjeron las numerosas bajas que aparecen en sus
documentos? La respuesta podría ser que fueron causadas, principalmente, durante la
preparación artillera y el posterior ataque que las fuerzas de la 1ª Brigada de Navarra
realizaron en la jornada del 13 de abril. De todos modos, no parece verosímil que se
pueda conquistar una posición como la del Saibigain con tan solo un muerto y dos
heridos.
Volviendo a lo sucedido en la reunión, el otro testigo de la misma, Fede Ituarte,
recuerda como Bediaga le insinuó a Ibarrola la desconfianza que sentían los batallones
organizados por los partidos políticos hacia el Cuerpo Disciplinario:
<<Escuchamos atentamente la orden de atacar en la madrugada siguiente,
indicándonos sobre el plano el lugar donde tendríamos que desplegar las
compañías destinadas al ataque, en principio tres o cuatro y una de reserva, a
donde nos guiarían dos guías; que tendríamos el apoyo de artillería a una hora que
no recuerdo y, tal vez, alguna orden más, insistiéndonos que era vital conquistar y
Saibigain, el monte de la sangre 103
Gudaris de la compañía Carmelo Leitzaola del batallón Arana Goiri confraternizan con los artilleros de una sección de cañones
Saint Chamond de 75 mm. en el sector de Lequeitio. Destacando por encima del grupo, a la derecha, Kepa Yurrebaso.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco
Las primeras horas del día 14 de abril fueron testigos de la frenética actividad de
varias compañías del batallón de Ingenieros nº 2 del comandante Sarasketa. Fortificando
las posiciones del Guipúzcoa y del Itxarkundia en el monte Untzillatx se encontraba la 7ª
Compañía del capitán Enrique Umaran Canales:
<<Sr. Juan Ibarrola, Comandante Jefe del sector de Urkiola.
En relación a su orden del 13 de los corrientes, referente a los trabajos a
realizar por mi compañía, en la misma fecha, debo indicarle lo siguiente:
Hora de salida de Mañaria a las 20:00 horas de la noche, llegada a las 22:30
horas (posición cota 621 de Untzillatx); hora de salida, a las 05:00 horas de la
mañana.
La compañía, a las órdenes del teniente ayudante del bon. Itxarkundia, realizó
los trabajos por él indicados, como fueron cuatro nidos de ametralladoras en el
lugar y forma indicadas, aparte de los encomendados por el capitán Conde del bon.
Guipúzcoa en posición.
Los nidos se profundizaron 1,10 metros por 2 metros ancho.
La primera y quinta secciones trabajaron en un camino cubierto de 40 metros
lineales y una longitud de trinchera de 35 metros lineales que quedó profundizado
a 1,10 metros.
Mande como desee. El capitán de la 7º Compañía del 2º Bon. De Ingenieros>>1.
En las mismas posiciones se encontraba la 8ª Compañía del capitán Kerman Ortiz de
Zárate Múgica:
<<Se ha trabajado en las posiciones del bon. Itxarkundia dos fosas de
5,50X2,50 metros, que debido al gran temporal reinante sólo se pudo ahondar 1
metro al máximo.
Se ayudó a la 7ª cía. a abrir pasos en zigzag.
Parte de la 8º compañía del 2º batallón de Ingenieros>>2.
Mientras los gudaris del Arana Goiri intentaban a duras penas conciliar el sueño, la
jefatura del sector de Urquiola-Mañaria proporcionó al batallón todo lo necesario para el
ataque; se ha podido documentar la entrega de 660 granadas de mano3 y de <<tres
paineles para señales con la aviación>>4. En cambio, de lo suministrado al Cuerpo
Disciplinario solo queda constancia de <<tres faroles>>, imprescindibles para alumbrarse
de noche en medio de la tormenta5. Con todo preparado para realizar el cuarto ataque de
las fuerzas republicanas sobre el Saibigain, el Cuartel General del C.E. de Euzkadi dejó
108 Saibigain, el monte de la sangre
sin efecto la orden nº 2050 que disponía que <<la sección de artillería del 15,5 situada
en Mendiola sea trasladada a otro frente>>6. Con esto se evitaba debilitar el
dispositivo artillero que hizo posible el éxito de la operación del día 12. Los obuses
Schneider de 155 mm. eran las piezas más eficaces de que disponía el Ejército vasco y su
concurso venía siendo muy necesario en el sector de Elgueta, próxima a iniciarse la
ruptura del frente republicano de Guipúzcoa. Una nueva batería de 75 mm. fue emplazada
en Axpe Marzana7.
Los batallones gubernamentales que ocupaban línea en el sector de Urquiola-
Mañaria no sufrieron variaciones respecto a la jornada anterior. El teniente ayudante del
UGT nº 14 redactó desde las peñas de Artzate el parte de novedades del batallón:
<<Hombres útiles de que dispone: 587 hombres (en este número se incluyen
sanitarios y 15 auxiliares)
Alojamiento de que disponen: ninguno
Cómo han sido avituallados: mal (dos comidas en frío que llegan a la posición
en mal estado por el mal tiempo). Sin desayuno
Estado moral de la tropa: bueno
Operaciones en que ha intervenido durante el día: ninguna
Observaciones: Los convoyes se hacen deficientemente por la gran distancia de
la carretera a la posición (tres horas de marcha). Además, en este sector escasean
las mulas.
Número y clase de las armas: 392 fusiles de 7,92, 2 fusiles ametralladoras
BROWING, 2 ametralladoras HOTCHKISS, morteros de 81 m/m, 140 pistolas
calibre 9 m/m y 7 revólveres del 32.
Cómo se encuentran las fortificaciones: no hay fortificaciones
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: Peñas de Artzate
Enlaces que tiene el bon. entre sus compañeros o secciones y con las fuerzas
vecinas: en contacto a la izquierda con el bon. Gordexola y a la derecha con uno del
PNV.
Mañaria, a las 12 h. del 14 de Abril de 1.937. El Teniente-Ayudante>>8.
En el momento de redactar esta información, el Guillermo Torrijos enlazaba con dos
batallones del PNV: situado a su derecha (peñas de Otxa) debía estar el Muñatones9,
mientras que a su izquierda continuaba el Gordexola, que cumplía una semana situado en
las mismas posiciones del sector. Este último, que no intervino en la operación, no tuvo
ninguna baja por heridas en este día lo que no fue impedimento para que su comandante,
Luis Urcullu, volviera a hacer referencia al <<cansancio y la fatiga>> que empezaba a
apoderarse de sus hombres, además de recordar al jefe del sector que su unidad no
disponía de ametralladoras10.
El Guipúzcoa y el Itxarkundia, después de ver mejoradas sus posiciones por las dos
compañías del Segundo Batallón de Ingenieros, tampoco tomaron parte en la operación, a
pesar de que el testimonio de Primi Abad involucra al primero en el contraataque. Esto
constituye una incógnita no aclarada pues si Ibarrola dispuso que el batallón de Gonzalo
Laredo atacase Urquiola, la realidad fue que no se movió del Untzillatx11. Podría pensarse
en una acción de diversión, con un pequeño número de milicianos, similar a la que con
anterioridad le fue encomendada al Itxarkundia el día 10 de abril con motivo del segundo
ataque sobre el Saibigain. Dice Primi Abad que con el Guipúzcoa debía atacar una
compañía del batallón de montaña Garellano, la cual ya debía encontrarse a disposición
del comandante Ibarrola en la reserva del frente, concretamente en Amorebieta12.
Saibigain, el monte de la sangre 109
Compañía disciplinaria del Cuerpo Diciplinario de Euzkadi formada por prisioneros de guerra. Obsérvese que todos ellos
conservan los uniformes con los que fueron capturados en el frente. Foto: vía autor
Volviendo al problema planteado con el Guipúzcoa, es claro que la jefatura del sector
no podía mover a este batallón de las posiciones que ocupaba en el frente sin antes
proceder a su relevo por otra fuerza de similares carácterísticas, lo que debía haberse
hecho durante la tarde del 13 de abril. Esto no sucedió y, por ello, solamente cabe pensar
en la posibilidad, antes apuntada, de que recibiese orden de distraer la atención del
enemigo simulando un ataque sobre Urquiola. Esto permitiría al Guipúzcoa mantener sus
posiciones en el Untzillatx y dedicar unos pocos hombres a esta hipotética acción de
diversión.
Ahora bien, si el Guipúzcoa debía efectuar este ataque sobre Urquiola, ¿por qué no
lo hizo? Se podría intentar responder a esta pregunta formulando una hipótesis basada en
los siguientes puntos:
• La operación estaba dirigida por Valeriano Marquina, jefe de E.M de Juan Ibarrola,
comunista e instructor jefe de las MAOC en los años previos a la guerra. Ya se ha visto
anteriormente como Gonzalo Laredo, responsable del MAOC nº 2 Guipúzcoa, ejercía
de segundo jefe del sector de Urquiola-Mañaria. Casualmente debía encontrarse en la
reserva de Mañaria el batallón Perezagua cuyo comandante, Manuel Eguidazu, era un
relevante comunista vizcaíno y viejo conocido de Marquina. En torno a Juan Ibarrola
había tres destacados líderes del PCE de los cuales dos, Marquina y Laredo,
ocupaban puestos de la máxima responsabilidad en la jefatura del sector.
• Los batallones comunistas q ue pasaron por el sector de Urquiola-Mañaria habían sido
sometidos a un terrible desgaste en las jornadas previas. El Perezagua, traído
apresuradamente de Asturias, había combatido en las duras jornadas de la ruptura del
frente y debía encontrarse, según el testimonio de Primi Abad, en la reserva del sector
en Mañaria totalmente destrozado después de haber sufrido 482 bajas13. El Guipúzcoa
mantenía posiciones en el frente casi ininterrumpidamente desde el inicio de la
ofensiva, pues fue retirado del sector el día 5 de abril para regresar el día 6. Sin
110 Saibigain, el monte de la sangre
La compañía Arbola-Gaña del batallón Arana Goiri en el batzoki de Deusto (Bilbao) el día de la bendición de su ikurriña.
Foto: Fundación Sabino Arana. Archivo del Nacionalismo
Otra fotografía de la bendición de la ikurriña de la compañía Arbola-Gaña. A la izquierda de la bandera, madrina Elisa Leonarda
de Landalutze, padrino Heliodoro de la Torre, comandante intendente Asensio Uría, teniente Fermín Bilbao (muerto en el
Saibigain). A la derecha, capitán Valentín Olano (muerto en el Saibigain), teniente Francisco Omar (muerto en el Saibigain).
Foto: Fundación Sabino Arana. Archivo del Nacionalismo
Mandos de la compañía Gorbeia del batallón Arana Goiri en Ubidea. De izquierda a derecha: teniente Ander Retolaza (muerto en
el Saibigain), brigada Víctor Alonso Arsuaga, teniente Leandro Garaigordobil (herido en el Saibigain) y el capitán Primitivo Abad
Gorostiza (herido en el Saibigain). Foto: Archivo Carlos Blasco. Irargi. Gobierno Vasco
Gudaris de la compañía Gorbeia del batallón Arana Goiri en el sector de Lequeitio. Tumbado en el suelo, segundo por la
izquierda, el teniente José María Artetxe, herido en el Saibigain. Foto: Archivo Carlos Blasco. Irargi. Gobierno Vasco
El comandante Bediaga nos llamó a los oficiales para los últimos preparativos.
Nos dio cuenta de como llevaríamos la marcha de la operación. Esta se
desarrollaría de la forma siguiente: una compañía atacaría por el flanco derecho,
teniendo más a la derecha, en el barranco, al Disciplinario; otra de frente y la otra a
la izquierda, dando vistas al pueblo de Mañaria. La otra compañía de fusiles
quedaría de reserva con la condición de entrar en fuego, una vez tomado el
Seibigain para, en unión de una de las compañías que había atacado
anteriormente, proseguir el ataque para la toma del Seibi. La compañía de
ametralladoras emplazaría los dos únicos fusiles ametralladoras que tenía en unas
peñas que se encontraban en la misma falda del monte.
Volvamos a los preparativos inmediatos de la operación. Las cuatro compañías
de fusiles entraríamos en suertes para determinar el lugar de ataque de cada una y
cual debía la que se quedaría de reserva. En una boina se metieron las papeletas y
yo le encomendé al teniente Retolaza (G.b.) que se encargase de sacar las que le
correspondiesen a nuestra compañía, la Gorbeia. Mi impresión es que aquel día el
pobre Andrés no estaba de vena. Momentos después habría de encontrar muerte
gloriosa en el asalto a una ametralladora. En este sorteo correspondió a la
compañía Gorbeia por la derecha, la Kortabarría por el centro y la Carmelo
Leitzaola por la izquierda. A la Arbolagaña le correspondió quedarse de reserva. A
continuación volvimos a sortear a que compañía correspondería continuar el ataque
con la Arbolagaña para la toma del Saibi, papeleta que sacó de nuevo Retolaza,
recayendo sobre nosotros, la compañía Gorbeia, dicha misión. Una vez
aproximados a los parapetos enemigos y previa señal del comandante por medio de
unas bombas de mano que él lanzaría, una sección de cada compañía saltaría los
114 Saibigain, el monte de la sangre
parapetos atacando con bombas de mano y al frente de estas secciones, irían los
capitanes. Este fue el programa.
En cuanto al mando, era lamentable la falta de seriedad en la organización de tal
empresa. Llegaron las tres y no se oía ni un cañonazo, las tres y media y tampoco;
el comandante Markina, que según Ibarrola sería quien dirigiera la operación, brilló
por su ausencia hasta los últimos momentos y apareció, para no hacer ni decir
nada y más tarde desaparecer; los servicios de evacuación de heridos se negaban
a evacuarnos, porque estaba una noche de perros. ¿Cuántos quedaron allí por no
haber sido evacuados con diligencia?.
Al fin llegaron las cuatro sin haberse oído un solo cañonazo, lo que nos hacía
suponer que habría sido aplazada la operación. Como esta contraorden no llegaba,
Bediaga dio orden de aproximación a la compañía Gorbeia, seguida de la
Kortabarría y la Leitzaola.
¡Con qué emoción nos arrodillamos para recibir la bendición de un capellán y
qué ritmo más acelerado el de nuestro corazón cuando el comandante nos dirigió la
palabra!.
Iniciamos la aproximación en medio de un silencio absoluto hasta encontrarnos
con el cierre de alambre y estaca de un pinar. Aquí desplegamos a todo lo largo de
la alambrada y cuando estábamos poniéndonos de acuerdo el capitán de la
Kortabarría, Juan Cruz Nieves Zubiri y yo con nuestros respectivos enlaces, oigo la
voz de un teniente de mi compañía, Artetxe, que me dice: ¡Abad, agáchate!. En este
preciso momento, como si hubiese sido retirada con la mano, desaparecía la niebla
que nos dejaba a la vista de una avanzadilla donde tenían emplazada una
ametralladora que no distaba de nosotros 20 metros. El enemigo nos había visto y
rompía el fuego dando la señal de comienzo. Arengué a todos y en un abrir y cerrar
de ojos desaparecía la alambrada, arrancada por los gudaris.
Los servicios de la ametralladora de la avanzadilla, dejándose el trípode allí
mismo, se retiraron hacia atrás para colocarla, sin trípode, encima del parapeto
desde donde continuaron haciendo fuego. En ese momento, al oír el fragor del
combate, inició el fuego nuestra artillería que lo hacía a la perfección. En ningún
fuego de artillería se puede pedir una precisión absoluta, y como nuestra compañía
se encontraba en sentido opuesto de donde se encontraba ésta y de la dirección de
tiro, algunos obuses que pasaban la cresta, explotaron entre nosotros. A esto había
que añadir que el enemigo tenía emplazada su artillería en el terreno que fue
preparado para campo de aviación en las proximidades de Otxandiano, a tiro
directo de la falda por donde atacaba la Gorbeia, y fue nuestra compañía la que
sufrió el bombardeo enemigo. Perfectamente veíamos el fogonazo de los cañones.
¡ Qué temple el de aquellos gudaris!.
En el pinar, se acercó a mí el gudari José María de Arantzabal (G.b.), muerto
trágicamente el año de 1.952 en Gorbea, quien me dijo:
– ¡ Abad, mira, estoy herido!, y me ensañaba al muslo atravesado por una
bala. Le dije que bajase al botiquín, que estaba emplazado en una txabola, poco
más abajo, y me contestó:
– no importa, ya puedo caminar. Y continuó atacando hasta la toma del monte.
Hubo otro, Andrés de Rexil Salbidegoitia, Atxa, a quien le vi cuando a mí me
habían herido y bajaba por mi pie al botiquín, que se escondía y denotaba en sus
ojos un miedo cerval. No bastó más que le dijese que no tenía vergüenza para estar
escondido cuando estaban cayendo los gudaris más arriba, para ser de los
primeros en asaltar el parapeto enemigo. Otro, el teniente Garaigordobil que,
Saibigain, el monte de la sangre 115
Gudaris de la compañía Kortabarria del batallón Arana Goiri con su comandante Felipe Bediaga. En la fila de abajo, primero por
la izquierda, Emeterio Soto Campesino “Tiragomas”, que después se convertiría en héroe de las FFI, derrochando valor a
raudales en la Liberación de París. En medio, tenientes Garrastazu y Coronel. Encima de ellos, Ornes. Foto: Juan Bilbao Yarto
Gudaris de la compañía Kortabarria del batallón Arana Goiri el día de la bendición de su ikurriña en la basílica de Begoña.
Foto: Juan Bilbao Yarto
El interés compensa la mala calidad de esta fotografía. Gudaris de La Arboleda de la compañía Kortabarria del batallón Arana
Goiri el 4-10-1936 en Elgueta. De izquierda a derecha: Domingo López Gomara “Txomin”, capitán Juan Cruz Nieves Zubiri
(herido en el Saibigain), teniente Saturnino Atxa (muerto en el Saibigain), cabo Bernardino Urquijo. Agachado Marcos Atxa,
ertzaña, en una visita que este cursó al frente. Foto: vía autor
<<A las cinco de la mañana me ordenaron tocar diana y formaron todas las
compañías. Cuando iba al frente lo hacía con mucho equipaje porque tenía miedo al
frío y al agua; me dijeron que dejara la mochila y un capote de goma. Yo pensaba
que íbamos a estar instalados en Mañaria quince o veinte días, pero fue
completamente distinto, y desde Mañaria me dirigí con mi compañía hasta las
peñas de Atzarte llevando conmigo una pequeña mochila, mi corneta, la pistola y el
fusil. No nos cruzamos con nadie pero subíamos muchos.
Cuando llegamos a las peñas, en una explanada enfrente del Sabigain, nos
dieron para comer garbanzos con bacalao, plato típico de aquella época. En el
depósito franco de Santurce había un almacén con miles de kilos de bacalao y
garbanzos mexicanos y ese fue el alimento que tuvimos durante mucho tiempo en
Vizcaya.
Repartieron las latas con la comida. Abrí la mía con un cuchillo y la puse
encima de unas brasas, cuando estuvo caliente me comí los garbanzos con una
cuchara, porque yo siempre llevaba encima una cuchara, un tenedor y una
cantimplora. Entonces vi cómo hacía la misa el batallón nacionalista (el Arana Goiri).
Saibigain, el monte de la sangre 125
Gudaris de Trapagaran de la 1ª Compañía del Batallón MAI Irrintzi en la iglesia de Orozco. De izquierda a derecha, agachados:
José Ignacio Arruabarrena, Perise. Primera fila: Eusimio Llona, sargento Manuel Herrero, David Del Horno, Victoriano Pedrosa,
Víctor Arana Goitia, cabo Balbino Sarralde, Enrique Inza, Heraclio Otaola. Segunda fila: David Hierro, Patxo Ibarretxe, José
Solaegi, gudari desconocido, gudari desconocido, Demetrio Egiluz, Antidio Fernández. El día 14 de abril los morteros de la 1ª
Compañía del Irrintzi apoyaron el ataque del Arana Goiri sobre el Saibigain. Foto: Juan José Eguiluz
Más tarde se celebró una reunión en una chabola de ramas; a su lado había
otra chabola donde estaban los sanitarios. Estaban reunidos nuestro comandante,
el teniente Centeno, los capitanes Pancorbo y Romero, el comandante del batallón
nacionalista y algunos otros oficiales. Yo estaba fuera porque era el cornetín de
ordenes y escuché la conversación.
Entonces un oficial, no sé quién, empezó a jurar y maldecir, y el comandante
del batallón nacionalista le llamó la atención y dijo que no podía seguir ni un
minuto más en la chabola oyendo las blasfemias de aquel oficial. Nuestro
comandante llamó la atención al oficial y después explicó el plan de ataque
diciendo a las compañías por donde tenían que atacar. Al capitán Romero le dijo
que atacara por la derecha del Sabigain y tomara la primera colina. A mí me dijo:
“Corneta, tú te quedas aquí y no subes. No es para ti”.
“A sus órdenes mi comandante” contesté, pero a la media vuelta alcancé al
capitán Romero y, junto con el teniente Vaquero y un sargento que yo había
conocido en San Sebastián apodado sargento “Runrún”, avanzamos.
Tenía un casco del ejército francés donde me entraban hasta las orejas y me
tapaba los ojos; el tambor de mi compañía, un chico de diecisiete años muy alto,
tenía un casco del ejército inglés que era como una palangana y el capitán Romero
nos ordenó cambiar de cascos porque decía que hacíamos el ridículo.
En la subida el capitán Romero iba con su pistola en la mano detrás de la
126 Saibigain, el monte de la sangre
Aquella noche se marchó todo el mundo, allí no quedaba nadie. Fue una
tormenta tan grande como yo no he conocido. El capitán Romero dijo:
“Voy a bajar para ver si mando refuerzos y municiones”. Teníamos municiones.
Yo me metí en un agujero con agua hasta las rodillas y estuve aguantando allí
hasta que el sargento “Runrún” dijo:
“Señores, vamos a enumerarnos porque aquí no sé lo que pasa”. Nos
enumeramos, y entre todos los que habíamos subido a atacar el Sabigain
quedábamos unos quince nada más. Entonces el sargento “Runrún” dijo:
“Vamos a buscar el hilo del teléfono y vamos a bajar”.
Estábamos completamente desorientados. Hubo uno que encontró el cable del
teléfono, lo seguimos y fuimos a parar donde los fascistas que nos dieron el alto
“¡Quién vive!”, y nosotros dijimos “¡República española!”, y entonces ellos
contestaron “¡España!”, y empezaron a disparar28. Yo dejé todo y eché a correr
monte arriba, sabiendo que en esa dirección iba hacia mis líneas. Caía en muchos
sitios y llegó un momento que caí en un agujero del cual no podía salir porque había
agua, barro y un tronco ardiendo. Oí voces alrededor del tronco y grité:
“¡Sacadme, sacadme de aquí que no puedo salir!”
Hubo alguien que se arrimó al agujero, era un agujero de obús, y me sacó de
allí. Le dije que hacía: “Aquí estamos al calor del tronco”. Y yo seguí mi marcha
Al amanecer llegué a nuestras líneas. No puedo asegurar dónde me encontraba
porque estaba asustado y sin dormir toda la noche. Cuando llegué a las peñas de
Atzarte había abandonado la corneta, la mochila, la pistola y el fusil, mi arma, lo
que no tenía que haber abandonado nunca.
Cuando salte por encima de las peñas, los fascistas habían emplazado una
ametralladora y me tiraron una ráfaga, entonces me escondí detrás y uno de los
milicianos que estaba allí me dijo:
“Chaval, escondete que te van a dar”. Le pregunté de qué batallón eran: “De la
UGT”.
Después, poquito a poco, bajé hasta Mañaria. En el camino me crucé con dos
acemileros que subían con la comida para el batallón de la UGT y les dije que me
dieran algo de comer.
“Si te damos de comer nos faltará una ración para los de arriba. Tú sigue
andando por este camino y llegarás al pueblo”.
En Mañaria encontré a un capitán del batallón que me dio una lata de
garbanzos con bacalao para comer. Después volví al cuartel de Portugalete en un
camión>>29.
apoyaramos de espaldas en las casas de una calle del pueblo, y allí estuvimos en
posición de firmes, todos en fila dando el rostro al frente para que nos conocieran al
pasar revista por el borde de la acera.
Pasaba un capitán, nos miraba nuestra estatura y la cara. El capitán Pancorbo
eligió a dos gudaris y les dijo lo que tenían que hacer y se marcharon. Luego otros
capitanes, de uno en uno, seleccionaban uno o dos gudaris y se los llevaban.
Después, otros capitanes repetían la selección de soldados que acompañarían a los
capitanes en la ofensiva.
Había llegado el momento de actuar. Andabamos con gran sigilo y precaución.
Seguía lloviendo y al subir al monte Sebigain, con suelo embarrado, los resbalones
abundaban y alguno al caer trataba de contener sus ganas de blasfemar.
Recuerdo los nombres de algunos de los que tomaron parte en aquella batalla:
capitanes y tenientes, Pancorbo, Idigoras, Solana, Llorente y Vivar, sargentos y
gudaris, Andrés, Rojo, Extremo, Sansinenea, hermanos Izquierdo, Fernández,
Grijalba, Navalón y Matute.
Así, subiendo al monte Sabigain en silencio, unos por la derecha, otros por la
izquierda, unos más adelantados se iban acercando a las posiciones del enemigo.
Entre dos luces de algún lugar nos dispararon a bulto. Algunas bombas de mano
explotaban cerca.
Asaltamos una posición ya abandonada recientemente. En una mirada rápida
vemos dos mochilas colgadas de una rama. En su interior encontramos pan blanco
y unos chorizos. En otro asalto a una nueva posición que encontramos vacía,
abandonada recientemente, también había víveres.
A mi parecer no hubo un choque de frente con el enemigo. Luchamos sin vernos
claramente. Amanecía y paró de llover. La gente fue bajando y fueron llegando al
interior de la iglesia, con la ropa mojada y víveres en buen estado para hincarles el
diente.
Nosotros, la sección de enlaces y transmisiones tratamos de acomodarles y
darles un poco de café caliente. Estaban extenuados. Unas horas después nos
trasladaron en autobuses al cuartel de Portugalete>>30.
Serían cerca de las 02:00 cuando Amós Ruiz se responsabilizó del envío de
municiones con destino al Arana Goiri en Saibigain, envío que ya fue referenciado en el
capítulo anterior. El batallón del malogrado Felipe Bediaga, destrozado y prácticamente
sin oficiales en medio de un terrible temporal, difícilmente podía hacerse cargo de la
defensa de la posición, aunque solo fuera por unas pocas horas. El movimiento de gente
que escapaba en todas direcciones de aquel infierno derivó en un goteo contínuo durante
toda la noche; aún así, alguna pequeña fuerza formada con los restos del Arana Goiri
debió mantenerse allí hasta cerca de las 03:001. No podía inspirarle a Ibarrola mucha
confianza la presencia en el monte del Cuerpo Disciplinario, formado en gran parte por
presos que tenían que ser obligados a combatir por sus oficiales <<pistola en mano>>2;
el riesgo de que no pocos de estos se pasasen al enemigo en medio de aquella confusión
era muy alto.
Quedaba claro que el Saibigain se encontraba en precaria situación de defensa y, por
ello, el jefe del sector ordenó al comandante del UGT nº 14 Guillermo Torrijos, Luis
Iglesias, el envío de una compañía de refuerzo desde las posiciones que el batallón
socialista ocupaba en las peñas de Artzate. El interesante informe que Iglesias remitió a
Ibarrola dando cuenta de lo sucedido durante aquellas horas en Saibigain contribuye
enormemente a clarificar los hechos; dice así:
<<Atendiendo a la orden de Usted, la 1ª cía. de este bon. salió de esta base a
las 04:00 horas del día 15 de los corrientes para reforzar la posición del Saibigain.
Llegada mi fuerza a la posición mencionada, se encontró con el hecho anómalo de
que la posición se hallaba completamente abandonada, sin enlaces, sin fortificar y
sin señales de haber actuado los zapadores. Habiéndose observado la presencia
de fuerza desconocida a la izquierda, se enviaron tres enlaces para identificarlos.
El enemigo cañoneó intensamente a mi fuerza y en esta situación llegó el bon.
Salsamendi; retirándose mi compañía, según había ordenado Usted, y confirmado
por un capitán del Regimiento Garellano que se encontraba en las faldas de la
citada posición, llegando a las 12:00 horas del día a su base.
Uno de los cañonazos del enemigo alcanzó al miliciano Manuel Fernández
Tejena, quedando su cuerpo completamente destrozado. No fue recogido su
cadáver.
Hecho un minucioso recuento de la compañía en esta posición, se registró la
falta de los tres enlaces Andrés Zabalo Anzuola, José Herreros Ibañez y Elías
Blanco Lerma y el miliciano Juan Sádaba Peinado>>3.
De este documento se extraen las siguientes conclusiones:
134 Saibigain, el monte de la sangre
Soldados del Garellano. El batallón de montaña Garellano nº 6 era una pequeña fuerza que solo tenía dos compañías de
fusileros: 1ª y 3ª. La 1ª Compañía, formada por soldados forzosos, quedó constituida en la reserva del frente en Amorebieta y
fue enviada a defender el Saibigain en la mañana del 15 de abril. Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco
• Los milicianos de la 1ª Compañía del Guillermo Torrijos salieron a las 04:00 de las
peñas de Artzate y llegaron a la cima del Saibigain pasadas las 05:00; allí se
encontraron con que la posición estaba abandonada y sin fortificar. A esa hora ya no
quedaba nadie en el monte.
• Más tarde detectaron una fuerza desconocida a su izquierda que no podía ser otra que
el 1º Batallón de Flandes replegado sobre la cota 800 (Saibichiqui). Como esta
información era del todo desconocida por los milicianos socialistas, que se vieron solos
en aquel monte, se hizo necesario el envío de enlaces. Prisioneros o muertos por el
enemigo estos no regresaron nunca.
• Después de que comenzara la preparación artillera previa al contraataque de la 1º
Brigada de Navarra –pasadas las 07:00– la 1ª Compañía del Guillermo Torrijos fue
relevada por el batallón Salsamendi. Esto prueba que la llegada del Salsamendi se
produjo en este momento y no antes.
• Cumpliendo las órdenes recibidas de Juan Ibarrola, los milicianos socialistas
abandonaron la posición. De regreso a las peñas de Artzate se encontraron en las
faldas del Saibigain con la 1ª Compañía del Garellano que, al igual que el Salsamendi,
acudía a defender el monte4.
Por lo tanto, cuando las fuerzas de la 1ª Brigada de Navarra atacaron Saibigain, allí
se encontraban el malogrado batallón Salsamendi5 y la 1ª Compañía del Garellano. Esta
última formada con soldados forzosos de los que al menos ocho se pasaron al enemigo
durante el combate6. Tal y como les sucediera a los asturianos dos días antes, durante la
preparación artillera previa al ataque los extraordinarios cañones antiaéreos alemanes de
88 mm. barrieron la posición manteniendo el fuego hasta el mismo instante en que se
echaron encima los requetés del tercio de Navarra:
Saibigain, el monte de la sangre 135
Entrega de la bandera del batallón Salsamendi en presencia de dirigentes del PCE. A la izquierda de la bandera, Jesús Larrañaga
Churruca. A la derecha, con abrigo oscuro, el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Euzkadi J. Domingo Astigarrabía.
También está presente Antonio Fernández Olivares, el primer comandante que tuvo el Salsamendi.
Foto: Archivo general de Avila / C.145, Cp.12, D.1, F-10
El jefe de operaciones del Cuerpo de Ejército de Euzkadi, Modesto Arambarri, y el jefe del frente de Burgos, Daniel Irezabal,
pasan revista a una sección de acemileros del Garellano. Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno Vasco
Requetés del tercio de Navarra. Los ataques del C.E. de Euzkadi sobre el Saibigain pusieron en serio peligro la operación que la
1ª Brigada de Navarra debía hacer por Ambotaste (Udala) y que fue tantas veces suspendida. El día 15 de abril el tercio de
Navarra regresó al Saibigain para ocuparlo definitivamente. Foto: HERRERA ALONSO, E. Los mil días del Tercio de Navarra
El máximo As italiano de la Guerra Civil Española, Brunetto di Montegnaccio, pilotando un Fial Cr-32 “Chirri” durante una misión
por el subsector Barazar-Urquiola derribó el “Chato” del sargento José Rodríguez de la Cueva: “Protección sobre el frente de
Ochandiano con el capitán Viola, Ricci, Ascarini, Pressel y yo mismo. Derribo un Curtiss que huía de un ataque del comandante,
cae cerca de Villarreal. (El comandante no había insistido en el ataque al creer que el avión podía ser nuestro)”.
Fotografía y diario de Montegnaccio: Fulvio Chianese. http://users.iol.it/chianesef/
Saibigain, el monte de la sangre 141
16 de abril
El día 16 de abril amaneció inmerso en el temporal de lluvias de las jornadas
anteriores. La 1ª Brigada de Navarra, después de avanzar hasta Ambotaste, tuvo que
suspender por segunda vez la operación prevista para progresar por detrás de las líneas
vascas hacia Elorrio y forzar la retirada de las fuerzas del C.E. de Euzkadi que defendían
el frente de Guipúzcoa1. Este día asumió el mando del subsector Barazar-Urquiola el
coronel Cayuela en sustitución del coronel Latorre2. La Artillería gubernamental
bombardeó objetivos en la zona de Urquiola3. La 6ª Compañía de Zapadores Minadores
acudió al Saibigain para fortificar las posiciones que defendían los requetés del tercio de
Oriamendi4; uno de estos últimos, José Arteche, dejó escrito un impresionante testimonio
de lo vivido por él a su llegada al monte:
<<En el monte Saibigain, 16 de abril
Esta mañana he salido a buscar la gente, primero hacia Urquiola, y luego
hacia este famoso monte que ha sido preciso tomar tres veces. Densa niebla lo
cubría todo, destilando pegajoso sirimiri que calaba hasta los huesos. Este es un
monte pelado en absoluto, donde hasta la argoma crece raquítica.
A partir de Urquiola comienza la áspera pendiente donde a cada momento hay
que cerciorarse del camino, espeso lodazal entrecruzado por toda clase de huellas.
A media ladera comienzan a verse las huellas de los combates. Hileras de chabolas
deshechas. Montones de ceneques, fusiles rotos, bayonetas, todo semihundido en
el barro. A la orilla izquierda del sendero, una larga fila cuidadosamente alineada
de soldados muertos. El barro y la lluvia les dan aspecto de imágenes yacentes.
Sobre todo los que tienen heridas en la cara y uno de ellos especialmente, con el
cuello casi seccionado, mostrando por la enorme brecha la anatomía interna, tienen
la agonía petrificada en los semblantes.
Algo más arriba, un revuelto montón de cadáveres de gudaris, casi todos boca
abajo. La lluvia diluye el rojo de sus camisas tintas en sangre. Algunos ostentan
detentes al pecho; del bolsillo de otro asoma un librito piadoso.
Por todas partes, cadáveres y más cadáveres; sus bocas desmesuradamente
abiertas parecen aspirar con ansia la lluvia que cae implacable. Desperdigados
aquí y allá, mulos y caballos muertos de vientres hinchados. Hay también piernas,
brazos y miembros humanos sueltos. Y según se sube, muchos más cadáveres
todavía, gudaris y soldados en montones confusos y con los brazos en cruz. Los
cadáveres no se acometen, se abrazan. Los hombres no se reconcilian sino en la
muerte.
142 Saibigain, el monte de la sangre
Soldados de las Brigadas de Navarra bajan el monte Saibichiqui con acémilas y equipos. Los cadáveres tapados con mantas
que aparecen en primer plano permiten situar esta fotografía en las jornadas inmediatamente posteriores a los combates.
Foto: URRUTIA, F. de. Estampas de la guerra, de Irún a Bilbao
17 de abril
18 de abril
De nuevo la 1ª Brigada de Navarra fracasó en su intento de emprender la operación
prevista varias jornadas atrás a causa del mal tiempo, regresando a Olaeta la 2ª media
Brigada de la 2ª Brigada, y quedando vivaqueando en Ambotaste los batallones Sicilia y
1º de América y los tercios de Montejurra y de Navarra. En el subsector Barazar-Urquiola
se registró <<fuego de cañón sobre Urquiola, respondiendo nuestras baterías>>18.
En el sector de Urquiola-Mañaria hubo relevos en las posiciones; por un lado, las
ametralladoras del González Peña19 por las de la 2ª Compañía del batallón Ariztimuño20.
Saibigain, el monte de la sangre 145
Trincheras del Saibichiqui fotografiadas por el fotógrafo eibarrés Indalecio Ojanguren en 1937 después de la caída de Vizcaya, al
fondo el monte Saibigain. Después de los combates por la posesión del “monte de la sangre”, la jefatura de las Brigadas de
Navarra se tomó gran interés en fortificar estas posiciones, lo que se refleja en estas instantáneas, todas ellas pertenecientes al
mismo autor. Estas fortificaciones fueron levantadas a partir del día 15 de abril. Foto: AGG-GAO, OA 575
Sección de cañones Armstrong Vickers de 127 mm. del Regimiento de Artillería Pesada nº3 del C.E. de Euzkadi en el invierno de
1936-37. Es muy posible que se trate de las mismas piezas que estuvieron emplazadas en Dima durante los contraataques sobre
el Saibigain. Estos cañones británicos de largo alcance procedían de la U.R.S.S. y habían sido capturados por los soviéticos a
los rusos blancos durante la guerra civil en aquel país. Aquí se le conocía como “Leona”.
Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco
Los protagonistas de la fotografía anterior posan encima de uno de los dos cañones Armstrong Vickers de 127 mm.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco
Artilleros vascos transportando una pieza de 75 mm. A destacar el camuflaje de ramas y hojas que cubre el tubo del cañón.
Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco
fuego de cañones, obuses y morteros para media hora antes del ataque, y cuando diera
comienzo este <<la artillería tendrá previsto los transportes de fuego de modo que
las posiciones atacadas queden aisladas de Ochandiano, Urquiola y Ubidea>>. Se
trataba de batir las carreteras cercanas a la 1ª línea para impedir la llegada de refuerzos
del enemigo. Para hacerse
cargo de la dirección del
dispositivo acudió a Mañaria el
comandante principal de la
Artillería del Ejército vasco,
Casiano Guerricaechevarría.
En el grupo A había dos
obuses Schneider de 155 mm.,
dos cañones Armstrong Vickers
de 127 mm. y los dos obuses
Schneider de montaña de 105
mm. que trajo la 2ª Brigada
Expedicionaria de Asturias. Las
secciones de 155 y 127 mm. Cañón Krupp “Ansaldo” de 75 mm. Mod. 1906. Foto: Artemio Mortera Pérez
eran las mismas que venían
sosteniendo el fuego con el enemigo desde el inicio de la ofensiva sobre Vizcaya. Este
grupo debía batir el monte Altún desde la zona de Dima o desde Oba y luego alargar el
tiro para batir las carreteras de Ubidea a Yurre, de Ochandiano a Yurre y el terreno
existente entre ambas y el sur del Saibigain. En cuanto a su emplazamiento, sería más
fácil subir al barrio de Oba los obuses asturianos de 105 mm. que el resto de las piezas,
pues estas eran más pesadas y no existía carretera sino un mal camino. Es por ello que
las dos secciones del Regimiento de Artillería Pesada nº 3 debían estar en las
inmediaciones de Dima, aunque en esta localidad no se ha recogido ningún testimonio en
ese sentido.
En el grupo B estaban los tres obuses Krupp de 105 mm. llegados de Asturias y ocho
cañones de 75 mm. Los primeros formaban una batería del Regimiento de Artillería
Pesada nº 3, mientras que los segundos se agrupaban en dos baterías de cañones Krupp
Ansaldo del 3ª Regimiento de Artillería Ligera: la ya citada del teniente Eizaguirre y otra
llegada para las operaciones de la que no se ha podido averiguar nada. El mando sólo
podía recurrir al material Ansaldo pues el resto de piezas de 75 mm. que tenía en ese
momento el Ejército vasco, además de pocas, eran de escaso o nulo valor y se
encontraban emplazadas en los frentes20. Los objetivos a batir por este grupo eran el
Saibigain en primera instancia y después Urquiola, la carretera de Ochandiano y el monte
Urquiolamendi. El pequeño sector vertical de tiro de los Ansaldo, que obligaría a emplazar
las piezas en planos inclinados para poder alcanzar el Saibigain, sería la causa probable
de que, al menos, una de las dos baterías estuviera emplazada en el primer tramo de la
subida a Urquiola, muy cerca de las posiciones que defendía el batallón Itxarkundia en
Elosu21. Por otra parte, en el caserío Urkule-Erdikoa de Mañaria se recogió un testimonio
que situaba cañones en el paraje conocido como Artzubi o Artzubixe, cerca del barrio de
Urculeta, emplazamiento que confirman los testimonios de los evadidos del sector de
Urquiola-Mañaria22.
El grupo C estaba formado por dos obuses Schneider de 155 mm. del Rgto. de
Artillería Pesada nº 3 y cuatro cañones Krupp de 77 mm. de la 2ª Brigada Expedicionaria
de Asturias. El emplazamiento era Mendiola y los objetivos Saibigain y Urquiola. Después
debían batir la carretera de Urquiola a Ochandiano.
Posteriormente estos tres grupos, reforzados por la batería de 75 mm. del teniente
Ponciano Fernández que fue situada en Axpe Marzana23, apoyaron el ataque del día 14
de abril. Las Brigadas de Navarra estimaron que la preparación artillera fue de tres horas,
algo que no se ajusta a la realidad si se tienen en cuenta los relatos de los testigos. En
156 Saibigain, el monte de la sangre
palabras de Primi Abad, capitán de la compañía Gorbeia del Arana Goiri, <<llegaron las
tres y no se oía ni un cañonazo, las tres y media y tampoco, [...] Al fin llegaron las
cuatro sin haberse oído ni un cañonazo, lo que nos hizo suponer que había sido
aplazada la operación>>. Sigue relatando Abad que al no llegar la contraorden Bediaga
ordenó comenzar el avance y fue en el momento del ataque cuando comenzó el fuego de
la artillería, con la consecuencia de que algunos proyectiles explotaron sobre las fuerzas
propias24.
Que no hubo la debida coordinación entre las diferentes armas y servicios parece
evidente aunque no se ha podido averiguar el motivo. Los acontecimientos se precipitaron
y lo que ocurrió después ya ha sido descrito en este trabajo: el Saibigain que tanto
esfuerzo costó se perdió definitivamente al día siguiente. La batería que mandaba
Eizaguirre en Mañaria sufrió 15 bajas y daños en una de las piezas por el fuego de
contrabatería enemigo25. Una sección de obuses de 155 mm., probablemente la que,
estando situada en Mendiola vio anulada su orden de partir hacia otro frente el mismo día
en que el Arana Goiri atacó el Saibigain26, apareció en el sector de Elgueta en la jornada
del 18 de abril27.
Por estas fechas el teniente coronel Manuel Arredondo, inspector general de artillería
del Ejército del Norte, proponía en el ámbito de su responsabilidad la creación de dos
grupos móviles con los que, según escribió el mismo, se tendía <<a suplir la menor
cantidad de material ya que por su movilidad puede ser emplazado donde el
mando considere necesario>>28. Este uso de la artillería hubiera sido el idóneo pero
hubiera requerido un Estado Mayor del Ejército del Norte con fortaleza y capacidad para
tomar decisiones e imponerse más allá de limitarse a repartir las piezas que iban llegando
en barco, de modo más o menos equitativo, a Euzkadi, Santander y Asturias. En contra
tenía un enemigo que operaba en grandes masas allí donde quería romper el frente, con
una cadena de mando perfectamente estructurada y formada por oficiales de artillería, o
sea profesionales con formación y experiencia. Todo esto con el auxilio de una fuerza
aérea que casi no tenía oposición y que actuaba a placer sobre las posiciones
republicanas en coordinación con las fuerzas de tierra, obligando a los artilleros a pegarse
al terreno y camuflarse, amén de cambiar continuamente de emplazamiento; y tantas
otras cosas como la inapreciable ayuda de los alemanes –también en tierra– con sus
modernos y experimentales medios de combate o los grupos de artillería italianos.
Esto, que a estas alturas no deja de ser una perogrullada, era una novedad que
había acabado de conocer en sus propias carnes el Cuerpo de Ejército de Euzkadi
cuando sucedieron las operaciones objeto de este estudio. Aún así, los antiguos
suboficiales ascendidos a oficiales, los oficiales de complemento, o cualesquiera que, a
pesar de su lógica falta de formación para determinados supuestos, mandaran las piezas
que había emplazadas en el frente de Alava cuando dio comienzo la ofensiva sobre
Vizcaya, dieron buenas muestras de su eficacia, batiéndose bajo presión y en continua
retirada. Ya se ha explicado en este trabajo como hubo necesidad de recurrir al material
Krupp Ansaldo y el modo en que se produjo la entrada en combate del 3º Regimiento de
Artillería Ligera. También vinieron como anillo al dedo los seis cañones que trajeron los
asturianos. Todo esto se debe valorar en su justa medida, más allá de sumar las cifras
exactas de cañones y obuses que había en uno y otro bando, para comprender las
circunstancias que rodeaban a los tres grupos artilleros que preparó el Ejército vasco para
las operaciones sobre el monte Saibigain.
Saibigain, el monte de la sangre 157
Obús Schneider de 155 mm. Mod. 1917 del Regimiento de Artillería Pesada nº3 de San Sebastián capturado por los militares
sublevados en Irún. Cuatro de estas piezas, sin duda las más eficaces que tuvo el Cuerpo de Ejército de Euzkadi, operaron en
secciones desde sus emplazamientos en Dima y Mendiola. Foto: Artemio Mortera Pérez
Cañón Krupp de 77 mm. C96 nA, también conocido como 7,7 “corto”, que se conserva en el Museo Militar de Montjuich. Una
batería asturiana de 77 mm. participó en las operaciones desde Mendiola. Foto: Artemio Mortera Pérez
Saibigain, el monte de la sangre 159
El día 31 de marzo de 1937, fecha del inicio de la ofensiva del Ejército del general
Mola sobre Vizcaya, 130 piezas de artillería, encuadradas en las masas M y V, apoyaban
los movimientos de la 3ª y de la 4ª Brigadas de Navarra, mientras que la 1ª Brigada, que
operaba entre ambas a modo de bisagra, recibía el apoyo de grupos de las dos masas
citadas.
Cada brigada tenía asignado un grupo de artillería de montaña, compuesto por dos
baterías de obuses Schneider de 105 mm., cuya misión era el apoyo directo. Una batería
de cañones Schneider de 70 mm., usados principalmente como antitanques, marchaba en
vanguardia con la infantería (acompañamiento inmediato); con idénticas funciones había
algún que otro viejo cañón Krupp de 75 mm. Todas estas piezas eran las únicas que
dependían directamente de los jefes de brigada:
<<Los jefes de brigada se abstendrán de ordenar cambio alguno de posición a
excepción de las baterías de montaña que forman parte integrante de las suyas
respectivas. Tan solo quedan autorizados para solicitar la acción directa (desde sus
asentamientos primitivos) de las baterías designadas para apoyar sus respectivos
avances>>1.
Conseguidos los objetivos que motivaron el apoyo a las Brigadas de Navarra hacia el
final del 7 de abril, el mando se centró en la ofensiva que iba a iniciar sobre el sector
Campazar-Elgueta. Para estas nuevas operaciones se preparó una masa artillera
compuesta por tres agrupaciones que sumaban un total de 111 piezas lo que,
lógicamente, significó la desaparición de M y V al ser enviada a la zona de Vergara
(Guipúzcoa) la práctica totalidad de su potencial. Este trabajo pretende identificar las
baterías que operaron sobre las posiciones del C.E. de Euzkadi en el sector objeto de este
estudio a partir del día 6 de abril de 1937.
6 de abril de 1937
El jefe del Grupo de Montaña afecto a la 1ª Brigada de Navarra, comandante de
artillería Jorge Vigón, dejó escrito en su libro <<Cuadernos de guerra y paz>> el relato
de lo sucedido el día 6 de abril:
<<Vamos hacia Sebigán. Escalonadas las baterías. Iñiguez, para tirar contra
una batería enemiga. Sanz, un poco retrasado. Ocupa Basaguren el tercio de
Montejurra casi sin apoyo. Para ocupar Sebigán, preparación que realizamos al
alimón, Falconi y mis baterías. Se espera la aviación que no llega. Un avión
enemigo ametralla nuestro puesto de mando>>2.
160 Saibigain, el monte de la sangre
Sección de obuses Schneider de 105 mm. Mod. 1919 del Regimiento de Artillería de Montaña nº 2 de Vitoria haciendo fuego
desde su emplazamiento en la localidad de Villarreal. La foto, al parecer, está tomada en los primeros meses de 1937, antes de la
ofensiva sobre Vizcaya. Cada Brigada de Navarra disponía de dos baterías de estos obuses para el apoyo directo a la infantería.
Foto: C. Yanguas. YAN-6´4X8´9-44.16. Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz
7 de abril
A las 08:00 del día 7 de abril la 3ª Brigada de Navarra atacó y tomó posiciones en el
monte Urquiolamendi, aunque no ocupó el mismo en su totalidad hasta el final del día. A
pesar de que no se ha podido averiguar nada sobre el uso de la artillería en esta
operación, es lógico suponer que esta brigada dispuso, al menos, del apoyo de su grupo
de montaña:
Grupo de Montaña afecto a la 3ª Brigada de Navarra. Jefe: capitán Páramo
Batería obús 105 mm. (9ª del 2º de Montaña). Jefe: teniente Manuel Moliní.
Batería obús 105 mm: (11ª del 2º de Montaña). Jefe: teniente Jesús Mendizabal
Saibigain, el monte de la sangre 161
Otra vista de la misma sección de obuses de 105 mm. Foto: C. Yanguas. YAN-6´4x8´9-44.15. Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz
Una de las baterías de 105 mm. del Grupo de Montaña de la 1ª Brigada, que estaba
emplazada en el Basaguren, recibió a las 10:55 orden de cooperar con la 4ª Brigada
bombardeando las cotas 765, 762 y 764 en la zona del Altún4.
Aún no se ha comentado en este trabajo el papel del Grupo Antiaéreo alemán de
cañones de 88 mm., que no estaba sujeto al control de la Comandancia Principal de
Artillería de las Brigadas de Navarra, sino al mando alemán, y cuya misión principal en la
ruptura del frente era la de <<rellenar espacios pobres en fuego y contribuir a la
creación del centro de gravedad>>5. Estas modernas piezas, manejadas por
competentes dotaciones, iban a ser protagonistas de las operaciones en el Saibigain de
los días 13 y 15 de abril. El día 7 apoyaban a la 4ª Brigada en su ataque sobre el Altún6.
Del 8 al 12 de abril
El día 8 de abril se produjo la marcha de las baterías 9ª y 11ª del 2º de Montaña,
afectas a la 3ª Brigada, hacia la zona de Vergara7. También lo harían las del Grupo de
Montaña de la 1ª Brigada8. En primera línea en el sector quedaron cañones Schneider de
70 mm.; uno de ellos fue emplazado en el mismo puerto de Urquiola para prevenir las
incursiones de los blindados gubernamentales9. Otros dos fueron enviados el día 10 al
puerto de Zumelza con una compañía del batallón de La Victoria10. El dispositivo artillero
del subsector Barazar-Urquiola después del fin de las masas M y V era el siguiente:
Grupo de Contrabatería. Jefe: comandante Fernando Esquifino
Batería cañón 105 mm. (12ª del 3º Pesado). Jefe: capitán Joaquín Purón Escalada.
Batería cañón 105 mm. (13ª del 3º Pesado). Jefe: capitán José Juliani Calleja.
Grupo de Montaña. Jefe: comandante Miguel Zumárraga
Batería Obús 105 mm. (8ª del 2º de Montaña). Jefe: capitán José Mª Acedo Castañeda.
Batería Obús 105 mm. (7ª del 12º Ligero). Jefe: capitán Jesús Sánchez de Toca.
162 Saibigain, el monte de la sangre
Sección de cañones Schneider de 70 mm. en el frente de Ochandiano durante la ofensiva sobre Vizcaya, al fondo el capitán
Boliú. Estas piezas iban con la infantería en vanguardia y, a falta de otro material, eran usadas principalmente como antitanques.
¿Serían estos dos de la fotografía los cañones de 70 mm. que fueron enviados al puerto de Zumelza el día 10 de abril?
Foto: Biblioteca Nacional
Exceptuando algun pequeño error en las fechas –Von Richthofen apuntó en su diario
el día 14, cuando en realidad estaba relatando lo sucedido el 13 mezclando ambos días–
el relato que hace el jefe del E.M. de la Legión Cóndor del apoyo de los cañones de 88
mm. en el contraataque de la 1ª Brigada de Navarra es suficientemente descriptivo y no
precisa de más comentarios. Los batallones de Antoñanzas, al parecer, sufrieron
trágicamente el error de concentrar demasiadas fuerzas en aquel monte pelado, sin abrigo
alguno, como atestigua el elevado número de bajas15. Todo el potencial artillero del
subsector Barazar-Urquiola se concentró en la operación; la 1ª Brigada de Navarra,
despojada de su grupo de montaña, debió salir de Ochandiano con las baterías de obuses
de 105 mm. del comandante Zumárraga, pues no había otras. También hicieron fuego
sobre el Saibigain los cañones del comandante Esquifino que, además, empezaron a batir
este día las posiciones del C.E.de Euzkadi en Mañaria. Después, cuando el Arana Goiri
reconquistó el Saibigain, volvieron a batir la cima del porfiado monte16, convertido ya para
entonces en un erial por el efecto de los múltiples impactos de la artillería.
abril. Mover los morteros de 260 mm. era una costosa tarea de dos días18 por lo que no
resulta extraño que mientras la realizaban se vieran sorprendidos por los contraataques
del Ejército de Euzkadi. Esta sensación de movimiento, de traslado, se refuerza con la
alusión a las piezas que vieron enganchadas a los tractores.
Vista del, probablemente, primer ejemplar del carro de combate Trubia Naval salido de la Constructora Naval de Sestao. En la
fotografía se observa que originalmente estaba armado con dos ametralladoras Lewis, una de las cuales fue sustituida por una
Degtyarev DT en las unidades de serie. Foto: Astilleros Españoles S.A.
Otra vista del carro Trubia Naval. En la puerta se observa el escudo de la Constructora Naval. Foto: Astilleros Españoles S.A.
Carro de combate T-26B. La presencia de uno de estos carros en el sector de Ibarrola supuso una desagradable sorpresa para
las fuerzas de la 1ª Brigada de Navarra que avanzaban desde Ochandiano hacia Urquiola. Foto: Artemio Mortera Pérez
En las primeras horas del día 9 de abril todos los carros de la 1ª Sección llegaron al
cuartel de Vallejo (Neguri):
<<SALIDA DE LOS CARROS DE COMBATE PARA EL FRENTE: 4-4-37
LLEGADA DEL FRENTE A ESTE CUARTEL: MADRUGADA DEL 9-4-37
CARRO NUM.5
Llegó al cuartel con 80 tambores de munición llenos.
5 tambores de “rusa” llenos.
2 cajas de balas antitanques.
Todo el armamento, munición y herramienta ha pasado al carro nº 8, el cual
carecía de dichos pertrechos.
CARRO NUM. 10
Llegó al cuartel con 80 tambores de “Lewis” llenos.
15 tambores de la “rusa”llenos.
2 cajas balas antitanques. “Rusa”
2 “ “ corrientes. “Rusa”
15 bombas de piña.
2 cajas de balas de cañón antitanque.
Han pasado al carro nº 14 todo este material, a excepción de 10 tambores de
la “Rusa” y las dos cajas de balas de cañón.
CARRO NUM. 11
Llegó al cuartel con 80 platos de “Llewis” y uno de “Rusa” cargados.
150 cartuchos de “Rusa”.
172 Saibigain, el monte de la sangre
Carro de combate alemán Pz. Kmpfw-I del Batallón de Carros de Combate nacional atravesando una localidad vizcaína. El día 6
de abril ocho de estos carros avanzaron por la carretera para apoyar el ataque del tercio de Navarra sobre el monte Saibigain.
Foto: URRUTIA, F. de. Estampas de la guerra, de Irún a Bilbao
Tres carros de combate Trubia Naval durante el período de pruebas en la Constructora Naval de Sestao. Obsérvese que ninguno
de los carros lleva aún el armamento. Foto: Archivo Sancho de Beurko. Irargi. Gobierno vasco
<<De las prácticas realizadas durante estos días con los carros ligeros
(orugas), se han desprendido algunas enseñanzas, de las cuales me permito
indicarles las más salientes y que se refieren al material:
Se observa que el motor es de pequeña potencia, con lo que tropieza con
grandes dificultades en cuanto el terreno ofrece alguna pendiente, siendo
conveniente por consiguiente aumentarla dotándole de un motor de 120 o 130 H.P.
o bien variar la diferencial.
Otro de los inconvenientes es que la cadena no se adhiere al terreno lo
suficiente. Habiéndose observado que resbalan mucho los carros, por pequeña que
sea la pendiente que traten de subir, si el terreno está húmedo a causa de la lluvia,
escarcha, etc. Esto se podría evitar colocando un nervio en las zapatas de las
cadenas, con lo cual se aumentaría la adherencia al terreno.
Los embragues que han sido calculados para su empleo a chassis de tracción
sobre ruedas, en el caso concreto de que se trata, por tener que efectuar el arranque
en la mayoría de las veces en primera velocidad y BASTANTE ACELERADO por
motivo de la resistencia que ofrecen las cadenas y el transporte de un peso que no
cuenta con tren de rodaje agil, se produce un recalentamiento brusco y excesivo con
destrucción de las balatas. Estos inconvenientes aumentan al girar el carro.
Las defensas de las cadenas son muy bajas, ocurriendo que al empotrarse el
carro en una depresión del terreno o trinchera, no puede librarse él por sus propios
medios, por impedir las citadas defensas la adherencia al terreno.
La capacidad del carro es tan exigua, que a duras penas cabe su tripulación,
principalmente el ametrallador de la “LEWIS” ha de adoptar una posición tan
molesta, que no solo no puede soportarla durante mucho tiempo, sino que dificulta
su observación para el tiro.
Precisamente ahora que se trata de construir DIEZ ORUGAS más, sería la
ocasión oportuna para remediar los inconvenientes que quedan señalados,
pudiendo hacerse otro nuevo tipo, dentro de las características generales de ella,
copiando algunos de los mejores modelos existentes.
Neguri, 5 de abril de 1937.
El Comandante>>25.
APENDICES
Saibigain, el monte de la sangre 179
APENDICE 1
Los pocos días que estuve en Lamiaco nos dedicamos a entrenar, era un campo
difícil, en el que había que sortear unas chimeneas para las maniobras de
aterrizaje.
Los “chatos” estaban mandados por el ruso “Boris” y el segundo de su
escuadrilla era el capitán Felipe del Río, de todos modos para finales de Marzo
desaparecieron los rusos.
No habíamos hecho todavía nuestra primera misión de combate cuando el
aeródromo fue bombardeado por los “Junkers” enemigos. A los de la patrulla nos
cogieron en medio de una partida de cartas. Salimos todos en su persecución:
“Chatos” y Letov. Era mi primera misión y pronto me despisté y me vi solo
persiguiendo al enemigo.
Un grupo de cazas enemigos me sorprendió y en el combate me hirió en la
cabeza. Pude saltar en paracaídas y caí cerca de Ochandiano, en un riachuelo lleno
de boñigas de la caballería mora.
Me detuvo un capitán de farmacia, que me condujo hasta la farmacia a lomos
de caballo y luego en un coche descapotable de la Legión Cóndor me llevaron al
Estado Mayor. Yo iba herido en la pantorrilla y con una rozadura de bala en la
cabeza.
En un momento dado alguien gritó que era un ruso, y los moros que había por
allí me querían matar. Al final fuí escoltado por tres soldados por cada lado.
Me condujeron ante el general Mola quien me dijo textualmente: ¿Ahora
mandan a los niños a la guerra? Fue amable, y me hicieron un interrogatorio no
muy duro. Yo me mareé y el general ordenó que me enviaran al hospital, y dijo a
los médicos que respondían de mi salud.
Estuve encarcelado unos días en Vitoria, dónde me hicieron algún
interrogatorio bastante correcto y después me enviaron al campo de concentración
de San Pedro de Cardeña, en Burgos, donde estuve en torno a un mes. Me
canjearon en Hendaya el domingo 31 de Mayo, a las 11 de la noche, mediante una
comisión de la Cruz Roja.
Miguel Zambudio, Andrés Rodríguez Panadero y Juan Olmos Genovés volando con sus Letov S-231 sobre el santanderino
aeródromo de La Albericia. Foto: Juan Olmos Genovés
Saibigain, el monte de la sangre 181
APENDICE 2
Inolvidables amigos,
Salinas padre e hijas:
Esta, cual las anteriores,
Cariñosas y prolijas,
Reclaman contestación
Aunque no sea (¿con?) fecha fija.
Esperando confiado
que el tiempo, la obligación,
la amistad y lo pasado,
sean títulos sobrados
que merezcan atención,
espero tan confiado,
que me hago la ilusión,
de que estoy ensimismado
ante la constestación.
APENDICE 3
ACUSE DE RECIBO.
APENDICE 4
Muy Sr. Mío: Después de saludarle atentamente, paso a ocuparme del asunto
que motiva esta carta.
Empiezo por el año 1934. Entonces Ibarrola era Teniente de la Guardia Civil en
Baracaldo. Fué nombrado Juez Instructor en varios expedientes contra algunas
personas encartadas en los sucesos de Octubre de 1934. De su actuación como
Juez Instructor, no le diré más sino que jamás ninguno fue metido en la cárcel por él
mientras se tramitaba el expediente. Su teoría era que todos los encartados eran
obreros y necesitaban trabajar para dar de comer a sus familias. Esto lo sé no
solamente por ser subordinado suyo en aquella época, sino también por
manifestaciones de algunos interesados, no solamente de entonces, sino aún
todavía hace muy pocos días.
Saibigain, el monte de la sangre 187
Todo esto es lo que sé del Teniente Coronel IBARROLA. Más algunos otros
detalles de menor importancia que confirman su antifranquismo, tan bien
demostrado por él.
muchos méritos, conocidos de todos los que le han tratado, merece el respeto y el
afecto de todos,
Le saluda atentamente
APENDICE 5
APENDICE 6
Durante la noche del dia 14 hice gestiones con los Oficiales de los Batallones
de esta Brigada, para que mi relación constante con ellos, evitara en lo posible,
dificultades que en situaciones como la presente, siempre surgen.
Me llamó el Jefe de la Brigada (Mateo Antoñanzas), que se halla en prisión
preventiva para rogarme rectificara mi declaración. Por mi parte como ningún
interés malsano me guió al prestar la primera declaración, –le dije– que en ella está
reflejada la verdadde los hechos. Su estado es un tanto de (¿Aplanamiento?)
desesperado. Ayer noche salió un muchacho para Gijón con algunas carta de
recomendación unade ellas para Abad, suprotector. Tiene la impresión (que no
puedo compartir) de que volverá a mandar la Brigada.
El dia de hoy lo dediqué a estudiar con el Comandante que interinamente
desempeña la Jefatura de esta Brigada, todos los asuntos, visitando los Oficiales y
Clases de los mismos. A estos los dirigimos dos alocuciones haciendo su
presentación como Jefe. Tengo la impresión de que en adelante las cosas
marcharán con Rumbo diferente. con positivos y eficientes resultados para la
Brigada y el Ejército en general.
Para quien tenga facultades juzgue y haga justicia, me permito enjuiciar de
nuevo al Jefe de Brigada saliente en toda su actuación, esperando que ese
Comisario haga todo lo posible para que sea desplazado del cargo que hasta ahora
venia desempeñando.
192 Saibigain, el monte de la sangre
II hoja
------------
Con frecuencia abandonaba el puesto y com yo me negaba a acompañarle
pretestando trabajar, para probar lo que pudiera servirle mi ejemplo, me encargaba
de la Jefatura. Como un dia le advirtiera yo del mal que estos actos pudieran
acarrearle, se reprimió un tanto y entonces para salir alegaba tener que ir a
informar al E.M. de cosas. Es-te estado de cosas dio lugar a que el E.M. de Euzkadi
le llamara al orden; entonces empezó a “informar” al E.M. del Ejército del Norte,
hasta que Ciutat me dirigió una carta para que yo lo evitase diciéndome en dicha
carta “para informar hay papel y enlaces”...yo le dí a leer la carta que le sirvió de
freno. También le llamó la atención entérminos más enérgicos el Coronel Jefe de la
División por este mismo motivo, pero sin que todo esto le sirviera de acicate para el
trabajo.
Sus Ayudantes (los dos Capitanes) no pueden en modo alguno prestarle la
colaboración necesaria. Son ascendidos por amistad y simpatia a capitanes de la
graduación de Sargento uno, y otro de Brigada. Al primero, y hace dos dias, le quitó
una estrella dejándole en Teniente. Tanto el nombramiento de uno como el del otro
no tienen forma legal; resolver esto, es misión de los interventores del Ejército por
haber exceso de plantilla.
Estos Capitanes no tienen autoridad sobre los soldados, por que de quitársela
ya se encargó el propio Jefe, siempre en disgustos agrios, dirigiéndoles palabras
soeces, viéndome yo en la necesidad de mediar en las disputas y reclamar
autoridad para ellos.
COMANDANTE DEL BATALLON Nº 43 (Críspulo Gutiérrez): A este hombre le
falta carácter para imponerse a la oficialidad de su Batallón. Es muy diligente y
cumplidor, pero le fallan casi la totalidad de los mandos.
Saibigain, el monte de la sangre 193
Salud y República.
El Comisario. Amorabieta a 15 de Mayo de 1.937.
(firmado Marcelino Fernández)
194 Saibigain, el monte de la sangre
APENDICE 7
NOTAS
Introducción
1. Man who shot Liberty Valance (El hombre que mató a Liberty Valance) dirigida por Jonh Ford
e interpretada por Jonh Wayne y James Stewart. Paramount Pictures, 1962.
7. FSA, AN, GE 42/3. Nómina del Batallón Mixto de Autos Blindados y Carros de Asalto de
Euzkadi. Periodo del 16 al 31 de marzo de 1937. Para saber más sobre las unidades blindadas
republicanas se remite al lector al capítulo dedicado a las mismas.
8. Los datos sobre artillería se han extraído de varios documentos. Uno de los más significativos,
ocupado a un oficial republicano fallecido el día 31-3-1937, aparece en un artículo de Pedro
Gómez Aparicio, corresponsal de la agencia Logos, publicado en el Diario Vasco de San
Sebastián del 11-4-1937.
9. Contaba con intendencia militar, sanidad militar, un veterinario, transmisiones y zapadores.
10. Una sección equivale a dos piezas mientras que la batería normalmente equivale a cuatro,
aunque pueden ser tres.
11. FSA, AN, GE. 179/1. Documento citado.
12. En este sector se encontraba la plana mayor del frente de Alava, además de la comandancia de
intendencia, la intendencia mixta, un parque de artillería, un hospital de sangre, carabineros,
miñones, guardias de asalto, enlaces y transmisiones, una sección veterinaria y los servicios
auxiliares de plaza y de transporte de material. El jefe del frente de Alava era el teniente
coronel Gabriel Aizpuru, jefe de la Guardia de Asalto de Vizcaya el 18 de julio de 1936.
13. El monte Mochotegui era también conocido por las tropas vascas como monte Central.
14. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.19. Diarios de operaciones de las Brigadas de
Navarra.
15. El batallón Salsamendi fue copado en esta posición. En un exhaustivo análisis de la
documentación sobre las bajas de las Brigadas de Navarra (Jefatura de Sanidad Militar de
Vitoria) y las del C.E. de Euzkadi (ver nota 27 en el capítulo siguiente), se documenta la muerte
de 110 milicianos del Salsamendi y el ingreso de 33 de ellos en los hospitales de Vitoria,
heridos en las operaciones y capturados por las tropas de la 4ª Brigada de Navarra. Por otra
parte, Pedro Gómez Aparicio recogió la noticia de un batallón comunista copado en una
posición de Ochandiano en un artículo publicado en el Diario Vasco del 5-4-1937.
16. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.25.
17. Fondo Beyris M 1665 / 4-6. Irargi. Gobierno Vasco. Se trataba de tres pilotos: Walther Kienzle,
Schultze-Blanck y Carsten Von Harling (muerto), y un intérprete: Paul Freese (herido y,
posteriormente, fallecido en Bilbao). Estos prisioneros declararon, entre otras informaciones,
que iban a ver el campo de aviación situado en la carretera de Ochandiano a Dima. Según el
testimonio de Lorenzo Galaz Zorrilla, miliciano de la 4ª Compañía del batallón UGT nº 3
(entrevista personal en 2001), el control donde fueron hechos prisioneros los alemanes estaba
formado por milicianos del González Peña y por un carro de combate.
18. Con relación a este batallón y al Sacco y Vancetti, el 13 de abril de 1937 Segundo de
Berrizbeitia y Velar, vecino de Mañaria y gudari del batallón Rebelión de la Sal, expuso la
siguiente queja ante el Consejero de Agricultura del Gobierno de Euzkadi:
<<Que habiendo sido ordenado por la Junta de defensa de la anteiglesia de Mañaria la
evacuación del caserío llamado Garai-Torre núm 108, sito en el término de Mañaria, el día 5
del actual mes a las 10 horas del día sin que durante el día pudiera cumplimentarse la citada
orden muy a pesar nuestro puesto que se hallaba encima de la aviación facciosa en continuo
bombardeo. En vista de ello desistimos de hacerlo hasta la misma noche. Aproximadamente a
las 7 horas del citado día 5 hicieron acto de presencia en el caserío unos 5 milicianos del
batallón Guipúzcoa llevándose sin ninguna autorización y con frases amenazantes a los
propietarios del mismo, cuatro vacas, dos de ellas en período próximo de parto, una ternera,
un burro, 11 gallinas, cuatro fanegas de maíz, 20 kg de tocino y algunas cosas más cuya
enumeración es muy prolija.
En la misma noche, aproximadamente a las diez de la noche, volvieron a presentarse varios
milicianos, esta vez del batallón CNT nº 4, terminando de desvalijar por completo el caserío,
amenazando a sus propietarios pistola en mano, llevándose todo el mobiliario del caserío,
ropas de todas clases y valores, no dejando más que las paredes del caserío.
El valor aproximado de las cosas sustraidas es de unas 16.000 pesetas haciendo constar que si
algún día tenemos la suerte de volver a vivir en el mismo caserío no podremos repararlo como
se hallaba ni con 20.000 pesetas.
200 Saibigain, el monte de la sangre
Por todo lo expuesto ruego a usted obre en consecuencia y justicia que merece esta
desgraciada familia cuya lealtad al régimen certificará cualquier organismo del citado
municipio de Mañaria>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 9).
19. Cuando comenzó la ofensiva sobre Vizcaya, la Aviación gubernamental en el Norte solamente
tenía una escuadrilla de caza operativa, equipada con Polikarpov I-15 Chato, bajo el mando del
capitán Felipe del Río Crespo que fue pronto enviada al teatro de operaciones. La escuadrilla de
cazas Letov S-231, recién formada con estos aviones checos y que mandaba el capitán Antonio
Sánchez de las Matas, no pudo ir a Vizcaya hasta que se resolvieron los problemas que
impedían el normal funcionamiento de sus ametralladoras. Estos consistían en que no se
disponía en el Norte de los eslabones o grapas que unían los cartuchos en la cinta metálica
desintegrable y hubo que esperar a la llegada de un avión que traía este material. En un
telegrama enviado por el jefe del E.M. del Ejército del Norte a la Presidencia del Gobierno de
Euzkadi se da cuenta de esta contingencia:
<<Recibo su aviso sobre concentracion aviacion enemiga que comunico inmediatamente a
ministerios guerra y aire para confirmacion.
caza disponible total ocho aviones que seran enviados a esa a primera indicacion de ese estado
mayor. continua montaje de aviones caza y entrenamiento pilotos pero aviones recibidos no
estan en combate por carecer municion de ametralladora que ha sido pedida Valencia.
31.3.37 11.30>> (Fondo Beyris M 1663 / 4-6. Irargi. Gobierno Vasco).
de dicha montaña estaba erizada de nidos de ametralladora y defendida por un gran número
de combatientes rojos>>.
Un requeté cogió allí la cartera a un miliciano muerto que llevaba una foto de Enrique
Larrínaga Esnal, jugador del Racing de Santander (periódicos Pensamiento Navarro y Norte del
8-4-1937); como sea que también se le ocuparon documentos acreditativos, se corrió la voz de
que se trataba de aquel. Sin embargo, Enrique Larrínaga no murió en la guerra sino que
sobrevivió a esta, jugó en el equipo Euzkadi y se exilió en México. Muy posiblemente se
trataba de su hermano Ramón, miliciano del Fulgencio Mateos que murió en combate en fecha
indeterminada. El Fulgencio Mateos se encontraba por la zona de Dima el 8 de abril por lo que
bien pudo estar defendiendo el Basaguren el día 6.
7. Los zapadores prepararon dos líneas de trincheras en el Saibigain: la primera, situada en la
cresta militar, permitía batir perfectamente el Basaguren y el barranco intermedio. La segunda
se encontraba casi en la cumbre y no era más que un atrincheramiento de emergencia.
8. AGHA, 9114, 298. En una información proporcionada a los autores por Juan Arráez Cerdá,
autor de numerosos trabajos sobre temas aeronáuticos, explica que el número de identificación
de los Breguets XIX en la Aviación nacional era el 10 y que el 1-G-10-15, grupo al que
pertenecía la escuadrilla 2-E-10, era un grupo mixto que operaba desde Vitoria y que estaba
formado por Breguets XIX y los primeros Heinkel He-45 llegados a España. El código de los
He-45 era el 15.
9. AGHA, 9114, 298 y 308. Se arrojaron 24 bombas A-5.
10. AGHA, 9114, 298 y 303. El 20-5 era un Fokker F-XII.
11. AGHA, 9114, 298. La 1-E-15 era la escuadrilla de Heinkel He-45 del 1-G-10-15 ya citada
anteriormente.
12. AGHA, 9114, 298 y 304. Esta misión se realizó en cumplimiento de la Orden nº 3, comunicada
a las 12 horas, con la misión de vigilar las carreteras, precisar la cantidad de enemigos y
bombardear sus atrincheramientos y concentraciones de camiones.
13. La Legión Cóndor era la fuerza expedicionaria alemana que envió Hitler en ayuda de Franco.
Su jefe era el general Hugo Sperrle. En Logroño había otra escuadrilla italiana de cazas Fiat
CR-32 cuya misión principal debía ser la protección de los bombarderos Savoia Marchetti S-81
que operaban desde Soria.
14. Parte del E.M. del Ejército del Norte de la República (El liberal del 6-4-1937).
15. La cadena consistía en emplear, justo en el momento del asalto de la infantería propia, cazas o
aviones ligeros de ataque a tierra que, con pequeñas bombas, granadas de mano y
ametralladoras, uno detrás de otro y en sucesivas pasadas tenían por misión acabar con la
resistencia del enemigo. Para este tipo de misiones además de los Romeo, se usaron los Heinkel
He-51, los Heinkel He-45 y los Henschel Hs-123.
16. AGHA, 9114, 298. Durante todas las operaciones realizadas el día 6 por la Aviación nacional
(escuadrillas españolas) se consumieron 24 bombas A-5 (12 kg.), 28 bombas A-6 (50 kg.) y 60
negrillas de 10 kilogramos, sin incluir las bombas consumidas por el grupo de Lasarte. Un
avión de la escuadrilla 2-E-10 quedó inutilizado por un impacto enemigo, otro del grupo 2-G-
10 por accidente al aterrizar y uno de la 1-E-15 tuvo que ser reparado.
17. MAIER, Klaus A. Guernica 26-4-1937. La intervención alemana y el “caso Guernica”.
Sedmay ediciones, Madrid, 1976, p. 101.
18. Von Richthofen pensaba que las tropas españolas eran <<lentas en la persecución, permitiendo
al enemigo reagruparse constantemente y superar su pánico>>. El oficial alemán confiaba en
destruir la moral de los soldados republicanos por medio del miedo que producía el uso masivo
de aviones –incluso entre la población civil, como se encargaron de demostrar en Durango o
Guernica– introduciendo una nueva forma de hacer la guerra desconocida hasta el momento: la
Blitzkrieg, en la que los estrategas nazis probaban sus modernos medios de combate tomando
buena nota de los resultados:
<<El miedo, que no puede ser simulado en una pacífica instrucción de las tropas, es muy
importante, pues afecta a la moral. La moral es más importante que las armas para ganar
batallas. Constantemente repetidos, los ataques aéreos concentrados producen los mayores
202 Saibigain, el monte de la sangre
1 teniente y 2 brigadas.
Sección de Enlaces y Transmisiones (29)
Teniente o Suboficial: Andrés Peña Romeo
1 sargento chófer, 2 cabos chóferes, 1 cabo, 6 milicianos chóferes y 18 milicianos.
1ª Compañía (140)
Capitán: Emilio Bustamante Concha
3 tenientes, 1 brigada, 1 brigada telemetrista, 3 sargentos, 15 cabos, 105 soldados, 4
choferes, 3 armeros, 1 cabo de cocina y acemileros.
2ª Compañía (131)
Capitán: Orencio Narro Sancho
3 tenientes, 1 brigada, 3 sargentos, 15 cabos, 108 soldados.
3ª Compañía (117)
Capitán: Justiniano Parra García
3 tenientes, 1 brigada, 3 sargentos, 16 cabos, 93 soldados.
4ª Compañía (118)
Capitán: Fermín Díaz Domenech
3 tenientes, 1 brigada, 4 sargentos, 16 cabos, 93 soldados.
Compañía de Reserva (8)
2 sargentos y 6 soldados.
Servicios Auxiliares (24)
1 sargento, 1 cabo y 22 milicianos.
Armeros (11)
Acemileros (4)
24. El Requeté era la organización de milicias de la Comunión Tradicionalista. Los carlistas, que
constituían la base de las Brigadas de Navarra representados por tercios procedentes de Navarra
y de las provincias vascas, combatieron en todos los frentes y su aportación a la victoria de las
tropas de Franco en el Norte fue decisiva. Por Requeté se conocía al combatiente carlista.
Durante la guerra se crearon tercios de requetés con voluntarios procedentes de toda la
geografía española.
25. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.20, D.1, S.1.
26. Se remite al lector a la entrevista realizada a Juan Olmos (Apéndice 1). En El Pensamiento
Alavés del 7-4-1937 se publicó que el incidente se produjo al atacar dos aviones rojos a los
cazas que ametrallaban Saibigain y que uno de ellos fue derribado, huyendo el otro hacia
Bilbao. El sargento Juan Olmos, valenciano de 18 años, se lanzó en paracaídas, cayendo sobre
las 18:25 en las inmediaciones del campo de aviación que los gubernamentales habían estado
construyendo en la carretera de Ochandiano a Dima (AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.5, D.1,
S.12); después fue hecho prisionero y enviado a Vitoria.
27. Los fallecidos del C.E. de Euzkadi que se referencian en esta obra están extraidos de diferentes
fuentes siendo la principal de ellas el Registro Central de Fallecidos en Campaña (Archivo
Histórico Provincial de Vizcaya. Bilbao). Toribio Simón Arruti era el capitán muerto al que se
hace referencia en El Pensamiento Navarro del 9-4-1937:
<<En la Acción de Sevigán, que ocupó el Tercio de Navarra, el cabo de carabineros afecto a
ese Tercio, Manuel Rivera, mató a un capitán de asalto que mandaba milicias y que debía
llamarse Andrés de Simón, porque se le encontró una carta de su mujer de fecha 29 de
marzo>>.
En relación con este hecho, en Euzkadi Roja del 16 de abril aparece publicada la esquela del
capitán Toribio Simón Arruti; además en el órgano de las JSU Joven Guardia del 10-4-1937, se
referencia la muerte del <<capitán Arruti>>, que coincide con su segundo apellido. Sirva este
caso, tan habitual por otra parte, en el que una persona era conocida de un modo por los suyos y
de otro por sus camaradas, para ilustrar las dificultades a las que se enfrentan los
investigadores. Otra buena fuente para probar la presencia del Meabe nº 2 en el Saibigain es la
que proporciona Pablo Beldarrain, basándose en testimonios personales (BELDARRAIN
OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 122). Por lo tanto, demostrada la situación de este batallón en el
Saibigain y sabiendo que la 4ª Compañía del González Peña se encontraba en la posición
204 Saibigain, el monte de la sangre
situada en la cima del monte, no cabe dudar de que los milicianos del Meabe nº 2 defendían la
posición situada a media ladera, que constituía la principal defensa del Saibigain.
28. MEABE Nº 2 STALIN
• Arma: infantería, nº 2.
• Filiación política: Juventud Socialista Unificada (JSU).
• Cuartel: Normal de Maestras en Indauchu, Bilbao.
• Armamento: se desconoce. El 27-1-37 tenía 375 fusiles, 9 fusiles ametralladores y 1
mortero cal. 50.
• Situación: el 2º de Meabe se retiró del Albertia el 31 de marzo de 1937 después de causar
un gran número de bajas al 1º Batallón de Flandes nº 5. El día 2 de abril realizó un
contraataque desde Olaeta hasta Aranguio forzando el repliegue de la media Brigada Tutor
y derrotando al tercio de San Ignacio. Replegado sobre Urquiola, pasó a defender el
Saibigain el día 6 de abril.
• Situación real de la fuerza: esta unidad tuvo 193 bajas en la 1ª semana de ofensiva.
• Organización del batallón según la nómina del 15 al 31 de marzo de 1937:
Total: 640
Plana Mayor (5)
Comandante: Felix Gallarreta Gaviña
Comandante Intendente: Máximo Soto Fernández
Teniente Ayudante: Angel Salvador Sánchez
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones I.L.U.(29)
Teniente o Suboficial: Herminio Escalona Benito
1 sargento, 4 cabos y 24 milicianos.
1ª Compañía (104)
Capitán: Castor Merodio Ayuso
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 87 milicianos.
2ª Compañía (105)
Capitán: Federico Arias Gil
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 88 milicianos.
3ª Compañía (104)
Capitán: Santiago Hurtado Zabala
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 87 milicianos.
4ª Compañía (117)
Capitán: Santos Ontoria Ranero (Sustituido por Toribio Simón Arruti)
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 100 milicianos.
Compañía de Ametralladoras (58)
Capitán: José Urrea Serrano
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 7 cabos y 44 milicianos.
Sección Mixta (28)
Oficial: Angel García Marina
1 sargento, 4 cabos y 22 milicianos.
Servicios Auxiliares (31)
1 sargento, 1 cabo y 29 milicianos.
Servicio de Cuartel (43)
Comandante: Evaristo Expósito Urruchua
1 capitán, 1 suboficial, 2 sargentos, 4 cabos, 1 chófer y 33 milicianos.
Chóferes y Armeros (16)
10 chóferes y 6 armeros.
• Número de milicianos según la nómina del 1al 15 de abril de 1937:
Total: 447
Plana Mayor (5), Sección de Enlaces y Transmisiones (22) –desaparece la 1ª Compañía– 2ª
Compañía (102), 3ª Compañía (88), 4ª Compañía (74), Compañía de Ametralladoras (45),
Saibigain, el monte de la sangre 205
Sección Mixta (27), Servicios Auxiliares y Servicio de Cuartel (68), Choferes y Armeros
(16).
29. Documento sobre la historia del batallón Gordexola cuyo autor es su comandante intendente,
Víctor Uriarte (Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV).
3. Mateo Antoñanzas Gutiérrez, natural de Logroño de 28 años de edad, había sido sargento con
siete años de antigüedad en el Regimiento Simancas nº 40 (Gijón). Comandante del batallón
Asturias nº 5, luego de la 1ª Brigada del Cuerpo de Ejército de Asturias y, posteriormente, de la
2º Brigada Expedicionaria, que en realidad fue la primera en llegar a Bilbao (6-4-1937); su
bautismo de fuego en Vizcaya fue en el sector de Urquiola-Mañaria. Implicado en un consejo
de guerra por las operaciones de los días 2 y 3 de mayo en la cota 330 (Euba), de resultas de las
cuales ingresó en prisión preventiva y fue retirado provisionalmente del mando; luego resultó
absuelto y se reintegró a su puesto. Después de participar en toda la campaña de Vizcaya
regresó a Asturias a finales de junio. Evacuado del Norte, siguió mandando grandes unidades
en el Ejército y, al parecer, se exilió a México después de la guerra. Para conocer la opinión que
de Antoñanzas y de sus jefes de batallón tenía el comisario de la brigada, se remite al lector a
los apéndices.
4. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Exptes. 1 y 5. El batallón Asturias nº 8 tuvo en esta operación 4
muertos, 25 heridos y un desaparecido.
5. LARRAZABAL
• Arma: infantería, nº 49.
• Filiación política: Partido Nacionalista Vasco (PNV)
• Cuartel: cuartel de Abando, Bilbao.
• Armamento: se desconoce.
• Situación: desde el sector de Mecoleta se replegó por detrás de Ubidea, desde allí a Bilbao
el día 5 de abril para volver al frente al día siguiente y relevar al Itxarkundia en sus
posiciones de Urquiola-Urquiolamendi.
• Situación real de la fuerza: antes del 7 de abril no se han encontrado muertos de esta
unidad, aunque se le supone bastante castigado por los combates de la ruptura del frente. El
Larrazabal volvió al frente en cuestión de horas el día 6 de abril, lo que mereció los elogios
de los responsables del Departamento de Defensa del Gobierno de Euzkadi.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:.
Total: 578
Plana Mayor (5)
Comandante: Eduardo de Landarte Larrakoetxea
Comandante Intendente: Ignacio de Oyarzabal y Bastida
Teniente Ayudante: Jose María Eguskiza Mota
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (18)
Teniente o Suboficial: Juan Bilbao Bilbao
1 sargento, 3 cabos y 13 soldados.
1ª Compañía (113)
Capitán: Pablo Ugarte Txarterina
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 96 soldados.
2ª Compañía (111)
Capitán: Domingo Aresti Barcena
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos. 9 cabos y 94 soldados.
3ª Compañía (112)
Capitán: Arturo Oregi Luengas
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 95 soldados.
4ª Compañía (110)
Capitán: Gaspar Bilbao Bilbao
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 93 soldados.
Compañía de Ametralladoras (55)
Capitán: Jesus María Pereiro Etxebarria
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 41 soldados.
Sección Mixta (30)
Oficial: Eusebio Larrea Asua
Saibigain, el monte de la sangre 207
8. Este batallón, conocido también como Octubre, se creó con militantes de la CNT gijonesa,
siendo el nº 2 de esa organización política; su primer jefe fue el anarquista Víctor Álvarez. El
26-10-36 los batallones de milicias asturianos fueron militarizados y perdieron –sólo sobre el
papel– sus antiguos nombres para pasar a denominarse Asturias nº 1, Asturias nº 2... etc. El
Víctor pasó a llamarse Asturias nº 8. El 20-11-36 hubo otro cambio y los batallones del Ejército
del Norte quedaron del siguiente modo: a partir del 1º se numeraron los del C.E. de Euzkadi, a
partir del 100º los de Santander y a partir del 200º los de Asturias; como consecuencia de esto
el Asturias nº 8 pasó a ser el batallón nº 208. En la práctica este último cambio no se había
producido todavía en el mes de abril y por ello en esta obra no se va a aplicar este criterio. El
Asturias nº 8 vino a Vizcaya bajo el mando del mayor de milicias José Montero Riego. Los
autores han recibido información de la 2ª Brigada Expedicionaria del investigador asturiano
Juan Antonio de Blas, cuyos trabajos sobre este tema aparecen referenciados en la bibliografía
consultada.
9. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.26. La cumbre del Urquiolamendi fue ocupada a
las 08,00 horas.
10. ARTECHE, José. El abrazo de los muertos. Icharopena, Zarauz, 1970, p. 92. Arteche identifica
erróneamente entre los gudaris muertos en Urquiolamendi a Lizaso, afamado txistulari de
Rentería (Guipúzcoa); se trataba de Alejandro Lizaso Eizmendi, capitán de la Compañía de
Ametralladoras del Itxarkundia, fallecido en realidad –según el testimonio de Ramón Olazábal–
dos días antes cuando el batallón se retiraba hacia Urquiola, más o menos a la altura de donde
hoy en día existe una gasolinera. El Itxarkundia abandonó el sector el día 6 de abril para
regresar el 9 de abril a relevar al Larrazabal en sus posiciones. Con el tercio de Oriamendi iban
las compañías 2ª y 3ª del tercio de Zumalacárregui. El Oriamendi debió permanecer en
Urquiolamendi hasta el día 11 o 12 de abril siendo relevado por dos compañías del 3º de
Bailén.
11. BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 123.
12. La cruel orden a la que hace referencia Arteche obligaba a fusilar a todos los prisioneros
heridos y este gudari también fue fusilado. No se ha hallado ninguna referencia a esta orden que
sin duda era de carácter verbal y, con toda probabilidad, partió del coronel Latorre, jefe de la 3ª
Brigada de Navarra. Por otra parte, hay que reseñar que otras unidades si se hacían cargo de los
prisioneros que estaban heridos pues en los hospitales de Vitoria figuraban bastantes milicianos
de los capturados el día 4 de abril en el Murugain.
13. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Exptes. 1 y 5.
14. En una entrevista realizada por Carlos Blasco Olaetxea al capitán del Amayur, Bonifacio
Apalategui (Fondo Blasco Olaetxea. Irargi. Gobierno Vasco), este afirma que después de llegar
a Urquiola y pasar una noche allí, fue avisado a la mañana del día siguiente por el jefe del
sector de que venían los asturianos para relevarles y, por ello, prepararon tres autobuses.
15. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.20, D.1, S.2. Después de ocupar el Saibigain una parte del
tercio de Navarra quedó allí defendiéndolo y otra parte fue retirada a Ochandiano. Los autores
suponen que el relevo del Montejurra y del Navarra por el Sicilia se produjo al final del día 7 de
abril, pues el Sicilia aparece cooperando en la toma de Altugana los días 6 y 7. Relación
nominal de bajas del tercio de Navarra registradas en los hospitales de Vitoria los días 6 y 7 de
abril:
Muertos: Joaquín López, José Erive, Fortunato Martínez Vigo, Aurelio del Río, Jesús
Fernández, Manuel Romero, Prudencio Cabodevilla, Angel Egea Lorarte, Ricardo Raguna
Zubeldia, Sergio Herrero García, Eleuterio Otamendi, Rogelio Eguilaz, Pedro Chávarri Chasco,
Fermín Morente Rodrigo, Gregorio Orreta Candelas, Jaime Navarro, Manuel -ilegible-, Angel
Otazu y Eusebio -ilegible- (AGM de Ávila / A.44, L.1, Cp.68). A estos habría que añadir los
requetés referenciados en el libro citado de Emilio Herrera: Allo –el abanderado que murió al
clavar la bandera en la cumbre– Mateo Cruz y Arizaleta. Total: 22 muertos.
Heridos: el capitán Domingo Muruzabal, el teniente Juan Michaus, los alféreces Bernabé Velaz
y Luis Ocaña, los sargentos Emilio San Martín y Aurelio Anso, y los requetés Sandalio Miguel,
David Carballo, Nemesio Zunzarren, Victor Aos Abaurrea, José Martínez Ruiz, Eloy Marquina,
José Epelde, Pablo Villanueva, Marcelino Garado, Serapio Urdániz, Román Maquedano,
Saibigain, el monte de la sangre 209
Eduardo Zabala, Sinforiano Vidaurre, Francisco Labiano (AGM de Ávila / A.44, L.1, Cp.68).
A estos habría que añadir los requetés referenciados en el libro de Emilio Herrera: Apesteguía,
Pitillas, Cabanillas, Ciriza, Tanis, y Jesús González. Total: 27 heridos. En los listados de la
Jefatura de Sanidad Militar de Vitoria hay muchas ocasiones en que no se especifica la unidad a
la que pertenecían los requetés ingresados en los hospitales y, por ello, los heridos que faltan en
esta relación deben de ser bastantes.
16. HERRERA ALONSO, Emilio. Opus cit. P. 81.
17. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.26. Con la línea de los puertos se culminaba la
primera fase de la ofensiva sobre Vizcaya.
18. <<Ya estamos en Urquiola y en el alto de Barazar; ya estábamos ayer y tuvimos serenidad
para no alterar nuestra discrección, después de irrumpir nuestros soldados por la gran
montaña, invadida de helechos que se cimbrean impulsados por el viento, semejando una ola
que trepaba por las barrancadas rompiéndose en la planicie donde se asienta el Santuario [...]
La artillería nacional desarrolla una labor verdaderamente eficaz. Paso que dan hacia atrás
los separatistas, paso que avanzan los mortíferos proyectiles. Y las explosiones lanzan a lo alto
todo lo que abarca en su área explosiva [...] El flanco derecho de la columna desciende por las
campas en busca de la carretera bordeada de dos o tres hoteles. La resistencia es aquí bastante
fuerte. Los edificios sirven de fortaleza y las descargas separatistas impiden evolucionar
rápidamente. Va avanzando la mañana. El flanco izquierdo cubre el montículo a retaguardia
del grupito de hoteles y caseríos. Por este flanco el fuego se aleja y apenas si el eco de los
fusiles llega a nosotros.
Se les avisa de lo que sucede por los enlaces. Los del flanco derecho se estiran hasta cortar la
carretera. Los de las casas no han podido darse cuenta de la maniobra y por la retaguardia
llega hasta la fachada zaguera un tropel de bombas que llena de pánico a los defensores. El
flanco derecho aprovecha el desconcierto y avanza en curva para buscar contacto con los del
flanco izquierdo y cerrar el cerco. Todo está listo. Se estrecha la circunferencia ofensiva. Los
fusiles callan para que las bombas intervengan con su ensordecedor concierto. Busco,
arrastrándome por el suelo, el amparo de un crucero que se alza en la ruta de peregrinaje del
Santuario [...] los estampidos de las bombas ruedan por la cinta blanquecina de la carretera,
buscando el llano del Duranguesado. Intento avanzar hasta un aljibe que tantas veces apagó
la sed del peregrino que llegaba hasta aquí en busca de paz y sosiego. Una descarga se arroja
sobre mí como manada de mastines. Es la última audacia de los defensores. Le sigue un
silencio, interrumpido a veces por el tronar de un cañón>> (Norte del 8-4-1937).
19. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Exptes. 1 y 5. Juan Ibarrola en sus memorias afirma que
milicianos asturianos se llevaron los candelabros de plata del santuario y que luego estos fueron
recuperados. Las memorias inéditas de Ibarrola, de muy difícil lectura, fueron escritas en
albaranes comerciales bastante tiempo después de acabada la guerra y no aportan mucha
información sobre las operaciones en Urquiola y Saibigain. Una copia, donada por José Ramón
Olazabal, se encuentra en poder de la Asociación Sancho de Beurko.
20. Parte de la jefatura de las Fuerzas Aéreas de la República en el Norte (publicado en El Liberal
de Bilbao el 8-4-1937); según este documento los aviones gubernamentales arrojaron 50
bombas en las trincheras enemigas. Este hecho viene confirmado por una información
aparecida en El Pensamiento Navarro del 8-4-1937.
21. Entre las bajas que tuvieron los gubernamentales en Urquiola en este día había un muerto del
Batallón de Carros de Asalto, Ildefonso Ayestaran Galparsoro, y otro del batallón de Enlaces y
Transmisiones, Manuel López del Campo.
22. Publicado en El Diario Vasco de San Sebastián el 8-4-1937. En este mismo medio aparecía
también publicada otra nota sobre la situación geográfica de Urquiola y su importancia en el
dispositivo que defendía el C.E. de Euzkadi. Dice así:
<<El camino de Ochandiano a Durango
Con el fin de que nuestros lectores se formen una idea del terreno por el que avanzan nuestras
fuerzas en el frente de Vizcaya, vamos a hacer una somera descripción de la carretera que
conduce de Ochandiano a Durango.
210 Saibigain, el monte de la sangre
Están estos dos pueblos (por carretera) a una distancia de unos 16 kms. encontrándose entre
ellos los célebres altos de Urquiola. La subida a estos altos es más asequible yendo en
dirección a Durango que en sentido inverso de Durango a Ochandiano; el alto se encuentra a
6 kms. de este último pueblo siendo la cuesta en realidad de cuatro, el último de ellos durísimo.
En el alto se encuentra el poblado de Urquiola consistente en dos hoteles, una fonda y una
basílica que desde hace años está en construcción, dedicada a San Antonio.
Desde este punto a Durango hay 10 kms. de caminos, siendo siete de bajada fortísima.
La importancia de esta posición no es necesaria alabarla, con ella se ha conquistado el último
alto que defendía el camino de Bilbao, y quedan entre dos frentes y en situación difícil los rojos
y separatistas que defienden las posiciones de Elgueta, Eibar, frentes de Arechavaleta,
Mondragón, etc., pues en cualquier momento pueden nuestras fuerzas efectuar un movimiento
convergente y coparlos. Es muy probable que en fecha muy próxima abandonen estas
posiciones>>.
gran interés pues marcaron las pautas de los batallones vascos, los cuales no tuvieron
conocimiento de los mismos hasta el día 10 de abril cuando fueron informados por sus jefes de
sector; es por ello que se remite al lector al capítulo correspondiente. Sin embargo es obvio
constatar que toda la preocupación del mando se centraba en la aviación y en los efectos que
esta causaba sobre las tropas republicanas. Resulta muy acertado el análisis que se hizo sobre
las condiciones en que se realizaban los ataques de las Brigadas de Navarra:
<<La modalidad ofensiva del adversario se caracteriza por su empleo sin precedente de la
aviación, basado en superioridad momentánea de esta nueva arma.
El ataque se preludia con la presencia de la aviación y con fuego de artillería sobre la posición
atacada. La acción de los aeroplanos se intensifica a medida que la infantería atacante,
generalmente poco numerosa, se aproxima y llega a su máximo con frecuencia y resistencia.
En este momento la aviación contraria observa la retaguardia, obstaculiza las comunicaciones
con el frente, bate las carreteras y procura romper las transmisiones y desarticular todos los
servicios.
Conseguido el abandono de la posición atacada, se intensifica la actividad expuesta en el
párrafo anterior y va anulando la que se manifiesta en la línea de fuego, en donde la infantería
enemiga ocupa con escasa resistencia su objetivo>>.
3. MAOC Nº 2 GUIPUZCOA
• Arma: infantería, nº 60.
• Filiación política: Partido Comunista de España (PCE).
• Cuartel: cuartel de Santiago Apostol, Bilbao.
• Armamento: cuatro ametralladoras, ocho fusiles ametralladores, 305 fusiles, 87 pistolas.
• Situación: retirado de Ochandiano por Uqruiola el día 5 de abril, fue enviado a Bilbao para
reorganizarse, regresando al sector de Urquiola-Mañaria el día 6 de abril.
• Situación real de la fuerza: con menos de 400 hombres en el frente, el Guipúzcoa estaba
bastante castigado por los combates.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 649
Heridos y enfermos: 74
Plana Mayor (5)
Comandante: Gonzalo Laredo Puente
Comandante Intendente: Angel Maria Inchausti
Teniente Ayudante: Miguel Arriaga Vergara
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (27)
Teniente o Suboficial: Andres Laredo Puente
1 sargento, 3 cabos y 22 soldados.
1ª Compañía (104)
Capitán: Miguel Linazasoro Quiroga
2 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 5 cabos y 92 soldados.
2ª Compañía (100)
Capitán: Jose Isaga Olaizola
1 teniente, 1 suboficial, 3 sargentos, 8 cabos y 86 soldados.
3ª Compañía (106)
Capitán: Fidel Loizaga Zamarripa
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 8 cabos y 90 soldados.
4ª Compañía (105)
Capitán: Leonardo Conde Pascua
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 8 cabos y 89 soldados.
Compañía de Ametralladoras (55)
Capitán: César Nieva Ramirez
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 41 soldados.
Sección Mixta (26)
212 Saibigain, el monte de la sangre
5. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 6. El día 10 de abril aparece documentada la muerte
de Pedro Rodríguez Martínez del batallón nº 72 Morteros de Euzkadi en el Saibigain, lo que
viene a significar que el Gordexola o los asturianos (o ambos) disponían para esta fecha del
apoyo de morteros.
6. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1.
7. Ibídem.
8. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3.
9. No existía otra alternativa que esta ruta para atacar el Saibigain, pues quedaba <<descartado el
camino corto del barranco, peligroso en razón de la penosa subida desde el barrio de
Urkuleta, exenta de ángulos muertos hasta arriba, como del flanqueo que sería objeto desde el
estronque del espolón de Txakurzulo cerca de Urkiola lo mismo al tiempo de atacar que en
retirada>> (BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 133).
10. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte.1.
11. Rectificar la línea indica que se iba a realizar un contraataque para recuperar las posiciones
citadas. La posesión de estas alturas, que dominaban el terreno perdido por el C.E. de Euzkadi
desde el inicio de la ofensiva, constituiría un buen punto de partida para recuperar la iniciativa.
12. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1.
13. Artículo de Pedro Gómez Aparicio.
14. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 2.
Matuto, Martín del Pozo Martín, Gumersindo Ramírez Peciña, Claudio Zugarola Barraga.
Total: 4 muertos y 13 heridos. (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp. 68). Un número significativo de
estos heridos lo fueron por arma de fuego, e incluso hay uno por arma blanca, lo que probaría
que fueron, principalmente, bajas del combate del día 12 en Chupilitarra. Lógicamente aquí
solo figuran aquellos que fueron ingresados en los hospitales de la capital alavesa pues los
cadáveres de los que sucumbieron en el monte quedaron allí arriba. El lector debe tener en
cuenta este dato a la hora de valorar el número total de muertos que tuvieron las Brigadas de
Navarra en los combates, pues este es mucho mayor que el reflejan los registros de la Jefatura
de Sanidad Militar de Vitoria .
12. MAIER, Klaus A. Opus cit. P. 60. Al inicio de este capítulo ya se hizo referencia a esta
operación que debía llevar a cabo la 1ª Brigada de Navarra y que tuvo que ser suspendida por el
mal tiempo. El objetivo era irrumpir detrás de las líneas y forzar el abandono de las posiciones
que defendía el C.E. de Euzkadi en el frente de Guipúzcoa.
13. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.11, S.30. El motivo era que se había perdido el enlace
con la fuerza que guarnecía Urquiola.
14. HERRERA ALONSO, Emilio. Opus cit. P. 82. Es muy posible que Urquiola estuviera
abandonado cuando llegó el tercio de Navarra.
15. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.14, D.1, S.
16. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.30. En un telegrama enviado el día 13 de abril por
el jefe de las Brigadas de Navarra, general Solchaga, al general Mola (AGM de Avila / A.44,
L.8, Cp.10, D.1, S. 24), se dice <<que el ataque iniciado por el enemigo al atardecer de ayer
contra la posición del Sebigan, adquirió mayor intensidad al anochecer en cuyo momento y al
amparo de la niebla se aproximó a la posición envolviéndola y ocupándola después de una
lucha cuerpo a cuerpo en la que cayeron dos oficiales heridos y un tercero ha desaparecido>>.
El 3º de San Marcial fue relevado al día siguiente y quedó acantonado en Ochandiano, en la
reserva del sector. Para ver la relación de bajas de este batallón se remite al lector a la nota 19
del capítulo siguiente.
17. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3.
18. Este alférez podía ser el que apareció en Bilbao cuando cayó la villa en manos de las Brigadas
de Navarra:
<<Un alférez nuestro, hecho prisionero por los rojos en Urquiola, y que había sido dado por
muerto, ha aparecido en Bilbao y he conversado con él, encargándome de llevar a Vitoria la
noticia a su “viuda”de que vive y está a salvo, esperando el momento de regresar>> (Norte del
26-6-1937).
19. Estas dos compañías del Regimiento nº 24 de Logroño formaban parte del 3º Batallón de Bailén.
Como el 3º de Bailén mantenía posiciones en Zumelza junto con una compañía del 5º de La
Victoria, bien pudo destinar dos compañías al Urquiolamendi para reforzar el flanco del 3º de
San Marcial. Cuando los prisioneros declararon que <<mirando a Urquiola habrá dos
compañías y media más>>, se estaban refiriendo a la cota 800 (Saibichiqui).
20. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 8. En otro documento (AGGCE, PS Santander, Leg.
210, Expte. 3) aparece la relación completa de los prisioneros capturados por los asturianos en
las operaciones: se trataba de <<Francisco Murga, alférez del Regimiento San Marcial, Juan
Castaño, sargento del mismo, Delfín Campo García, Ricardo Hidalgo y José Toriñon, soldados
del mismo, Alejandro Muñoz Asensio, soldado del Regimiento Bailén, Jesús Ijalba y Gallo
Mallagray, voluntarios falangistas y Juan Miguel Aransay, del tercio de la Falange de la
Cuarta Brigada de Navarra>>. El soldado del batallón de Bailén pudo ser hecho prisionero en
la posición avanzada de Chupilitarra, con toda probabilidad defendida por tropas del 3º Batallón
de Bailén enviadas desde Zumelza. En cuanto a los voluntarios falangistas: además de formar
sus propias unidades, las centurias de falange también estaban encuadradas en batallones de
infantería regular. Referente al falangista de la 4ª Brigada, podía tratarse de un componente de
un grupo falangista que tomara parte en algún momento de la operación del Saibigain. Todos
ellos constan en la nómina de la 3ª Compañía del Cuerpo Disciplinario correspondiente al
periodo del 16 al 30 de abril de 1937 como prisioneros de guerra recibiendo, al igual que los
milicianos republicanos arrestados, un sueldo diario de 0,50 ptas.
Saibigain, el monte de la sangre 217
14. El hospital de Izurza era un hospital de sangre situado en las cercanías del frente para dar una
primera asistencia a los heridos; el día 13 de abril su registro era el siguiente: batallón Asturias
nº 8, 2 enfermos y 25 heridos; Asturias nº 25, 4 enfermos, 10 heridos y 1 muerto; Asturias nº
43, 2 enfermos y 4 heridos; UGT nº 3, 1 herido; Morteros, 1 enfermo y 1 herido; Gordexola, 2
heridos; Artillería, 1 enfermo y 1 herido. Totales, 10 enfermos, 44 heridos y 1 muerto
(AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 10).
15. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 6.
16. Parte de operaciones de la Aviación nacional correspondiente a los días 13 y 14 de abril de
1937 (AGHA, 9114, 254):
<<No se han efectuado servicios de guerra por las unidades de estas Fuerzas Aéreas por
impedirlo el tiempo reinante.
Vitoria, 14 de Abril de 1937.
El Jefe de las Fuerzas Aéreas del Norte. Julián Rubio>>.
Sin embargo, en este día aviones de la Legión Cóndor operaron en el frente y en la retaguardia
(Bilbao y Durango). Ver nota 33.
17. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1.
18. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 2. Los batallones asturianos regresaron al sector de
Urquiola- Mañaria el día 16 de abril.
19. Relación nominal de bajas del 3º de San Marcial registradas en los hospitales de Vitoria los días
12 y 13 de abril:
Muertos: el teniente Angel Ibáñez Frías y los soldados Ramón Otero Chanza, Severino Leorza,
Antonio Gutiérrez, Anselmo Duque, Félix Fernández de las Heras y Merino Iraño. Total: 7
muertos.
Heridos: el alférez Víctor Martínez de Murguía, los sargentos Ceferino Abril Besonero,
Antonio Balboa Boiga, Prodécimo Villahoz López, Amancio Pascual Saldaña y Antonio
Esteban Sopuerta, los cabos Emeterio Villar Villar, Cayo Fuentes Guzmán, Arturo Gallo Graña,
Mariano Villarugia Arroyo, Julio Priove Manuell y Dámaso Vaquero Castaño, y los soldados
Daniel Calvo Mediavilla, Generoso Coas Casas del Rey, Miguel Gutiérrez López, Felipe
Fernández, Tomás Estrada Barona, Elías Plágaro Castresana, Cirilo Ochoano Robledo, José
Añón Valera, Jesús Antolínez Pedrosa, Teodoro Hierro Martín, José Pena Vidal, José Beiro
Díez, Antonio Rama Ferreiro, Antonio Carnero Álvarez, Ricardo Gutiérrez Ruiz, Cristóbal
Senar Garciandía, Antonio de Diego Gutiérrez, Esteban Martín Arroyo, Manuel Real López,
Angel Sánchez Rodríguez, Pablo Cuesta Buergos, Antonio Miranda Castelo, Pedro Rejón
Rivas, Saturnino Herrero Fernández, Manuel Sánchez, Victoriano Hoyos Rituerto, Marcelino
Vicario González, Dionisio González Pérez, Manuel Domínguez Pérez, Félix Vergara Andrés,
Francisco Cerradas Álvarez, Jesús del Val Saldaño, Laureano Alonso García, Víctor Ortega y
Marcelino Martín García. Total: 47 heridos (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68).
20. AGM de Avila / A.10, L.461, Cp.10, D.1, S.15.
21. Diario de guerra de un soldado del Flandes nº 5. Este diario es personal y está cedido
exclusivamente para este y otros trabajos que la Asociación Sancho de Beurko realice en el
futuro. Su autor, que fue entrevistado en varias ocasiones por Josu Aguirregabiria, desea
permanecer en el anonimato. La sección estaba dividida en dos escuadras –con un mortero cada
una– cuyos jefes eran los sargentos Francisco Lucio y Julio Ugastondo Aguirre.
22. Muertos: un sargento y tres soldados, que no han podido ser identificados por los autores.
Total: 4 muertos (AGM de Avila / A.10, L.461, Cp.10, D.1, S.23).
Heridos: el sargento José María Bachiller, los cabos Juan Eorrión Arriola, Luis Duarte
Duznego, Belaraino Martínez, Francisco Ruiz de Gauna y los soldados Pedro Goya Sáez, José
María López Méndez, Gregorio Díez García, Evaristo Díez de Garayo, Zacarías Ortíz, Federico
–ilegible– Rey, José Otaegui Plazaola, Emiliano Virgala, Tomás Giménez Verástegui,
Francisco Alcorta Arcais, Gonzalo Valdecia García, Juan Mendivil, Julián Gonzalez Salazar,
Eleuterio Ocio. Total: 19 heridos (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68). Además de estos
sufrieron heridas dos soldados de zapadores minadores nº 6: Mariano Sánchez Triunfo y
Joaquín López.
220 Saibigain, el monte de la sangre
23. Aunque no se han encontrado referencias de la situación del Guillermo Torrijos en el sector
hasta el día 14 de abril, existen documentos fechados el día 12 que prueban el inminente
movimiento del batallón: se trata de unas solicitudes para repostar un buen número de vehículos
de esta unidad firmadas por su comandante intendente, José Cosgaya (AGGCE, PS Bilbao,
Leg. 127, Expte. 7). Por otra parte, no parece posible que después de la marcha del Asturias nº
25, el mando dejara –ni siquiera unas horas– en precario una posición tan importante como la
de las peñas de Artzate, con la única defensa que pudieran aportar la 2ª Compañía de fusiles y
la Compañía de Ametralladoras (sin máquinas) del Gordexola.
U.G.T. Nº 14 GUILLERMO TORRIJOS
• Arma: infantería, nº 67.
• Filiación política: PSOE / UGT.
• Cuartel: Durango.
• Armamento: 392 fusiles cal. 7,92 mm., dos ametralladoras Hotchkiss cal. 7 mm., dos
fusiles ametralladores Browning (¿BAR polaco cal. 7,92?), morteros de 81 mm., 140
pistolas de 9 mm., siete revólveres cal. 32.
• Situación: llegó al sector de Urquiola-Mañaria procedente de su acuartelamiento en
Durango.
• Situación real de la fuerza: 567 hombres en el frente.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 687
Enfermos y heridos: 1 sargento, 1 cabo y 11 soldados.
Banda cornetas y tambores: 5 soldados.
Bajas en la quincena: 1 sargento, 1 cabo y 11 soldados.
Plana Mayor (5)
Comandante: Luis Iglesias Ansaño
Comandante Intendente: José Cosgaya Urrestarazu
Teniente Ayudante: Martin Soler Zanguitu
2 suboficiales (Manuel Rosas Guirao es el intendente ayudante)
Sección de Enlaces y Transmisiones
Teniente o Suboficial: Francisco Herrero Legarra
1 sargento, 4 cabos y 24 soldados.
1ª Compañía
Capitán: Antonio Castillejos Pinillos
Tenientes, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
2ª Compañía
Capitán: Manuel Ronco García
Tenientes, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
3ª Compañía
Capitán: Antonio Ruiz Altuna
Tenientes, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
4ª Compañía
Capitán: Juan Velasco Villegas
Tenientes, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
Compañía de Ametralladoras
Capitán: Clemente García Arana
Oficiales, suboficial, sargentos, cabos y soldados.
Sección Mixta
Oficial:
Sargento, cabos y soldados.
Servicios Auxiliares (15)
15 soldados.
Servicio de Cuartel (22)
Capitán: Francisco García de la Vega
Saibigain, el monte de la sangre 221
Brigada. Amós Ruiz se exilió a Méjico donde vivió muchos años. Regresó a Tolosa, donde
falleció el 31-5-2000. Se casó con la periodista y novelista Cecilia García de Guilarte.
27. ABAD GOROSTIZA, Primitivo. Memorias de una vida. Apuntes de una época. Bidarte, 23 de
marzo de 1956. Las memorias de Primi Abad son particulares y cedidas exclusivamente para la
realización de esta obra. A partir de este momento, todo lo relatado por Primi Abad se refiere a
sus Memorias y a entrevistas personales. En una de estas entrevistas realizada en 1998, Primi
Abad dice que <<teníamos ganas de que nos llamasen; para nosotros, Lekeitio era un sitio de
veraneo; quizás nos llamaron porque estabamos más descansados>>.
28. Entrevista realizada a Federico Ituarte Txopitea en 1999. Las compañías del Arana Goiri,
mientras estuvieron en el sector de Lequeitio, ocuparon distintas posiciones; la principal línea
de defensa abarcó Mendeja, el alto de Milloi, Eizmendi, Lacabecoa, Lacagoicoa y Urberuaga.
La compañía Arbola Gaña reforzó el día 3 de abril la posición de Echano y el día 5 de abril la
de Asterrica, dejada por el batallón Gordexola en su marcha hacia Urquiola; la Gorbeia
mantenía posiciones en Eizmendi el día 1 de abril. En Lequeitio ocupaban el cuartel de las
Milicias Vascas.
ARANA GOIRI
• Arma: infantería, nº 39.
• Filiación política: Partido Nacionalista Vasco (PNV)
• Cuartel: Lekeitio.
• Armamento: fusiles Berthier 07/15 cal. 8 mm. Lebel. Dos fusiles ametralladores (uno
estropeado).
• Situación: llegó al sector de Urquiola-Mañaria procedente de Lequeitio el día 13 de abril.
• Situación real de la fuerza: al completo y con la moral muy alta.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Hombres útiles: 609
Enfermos y heridos: 8
Plana Mayor (5)
Comandante: Felipe Bediaga Arámburu
Comandante Intendente: Asensio Uria Ibarrondo
Teniente Ayudante: Federico Ituarte Txopitea
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (27)
Teniente o Suboficial: Francisco Urquijo
1 sargento, 4 cabos y 21 Soldados.
1ª Compañía, Arbola Gaña (116)
Capitán: Valentín Olano Elorriaga
Tenientes: Basilio Olascoaga Axuria, Francisco Omar Martínez y Fermín Bilbao Bilbao
1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 99 gudaris.
2ª Compañía, Kortabarría (102)
Capitán: Juan Cruz Nieves Zubiri
Tenientes: Dionisio Garrastazu Zabala, Saturnino Atxa Berástegui y Jesús Tirado
Agirrebeitia.
1 suboficial, 3 sargentos (uno de estos era Tomás Aguirre, hermano del Lendakari), 9 cabos
y 85 gudaris.
3ª Compañía, Gorbeia (118)
Capitán: Primitivo Abad Gorostiza
Tenientes: Leandro Garaigordobil Aldekoa, Andrés Retolaza Irusta y José María Artetxe
Beobide
1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
4ª Compañía, Karmelo Leitzaola (118)
Capitán: León Salaberría Suinaga
Tenientes: Juan Agirre Igartza, Cesáreo Olabarrieta Uriarte y Doroteo Sagardui Urkixo
1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
Saibigain, el monte de la sangre 223
<<Nada más llegar me llevaron a Ochandiano colocándome al lado del coronel Juan Ibarrola
quien, de entrada, me miró con muy malos ojos por ser él muy observante de la legalidad
republicana pero también muy católico e intuir en mí a un metomentodo comunista más.
Nuestra primera reunión, por otra parte, acabó fatal pues justo en ese momento se desató la
ofensiva general contra Vizcaya del 31 de marzo de 1937 y durante la semana siguiente
tuvimos que movernos continuamente bajo las bombas de los aviones y resolviendo a todas
horas cuestiones extremas. A los seis días Ibarrola, por haberse negado a descansar en lo que
fue un error que nunca más habría de repetir, cayó derrumbado y yo me hice cargo del mando.
A partir de ahí, habiéndome ganado la confianza de Ibarrola, nos complementamos
estupéndamente bien sobre todo porque él era noctámbulo y yo me levantaba muy temprano.
Montábamos un servicio permanente de veinticuatro horas>>.
38. Se trataba del Guipúzcoa, que el día 13 de abril seguía ocupando las mismas posiciones que en
anteriores jornadas: los alrededores del monte Untzillatx, haciendo línea con el batallón
Itxarkundia. Del Guipúzcoa se conserva el parte de novedades de esta jornada (AGGCE, PS
Santander, Leg. 210, Expte. 5.):
<<Novedades del día:
Hombres disponibles en el día de ayer: 408
Hombres bajas por enfremedad: 9
Quedan: 399
Armamento: 314 fusiles, 74 pistolas, 7 fusiles ametralladoras y 4 ametralladoras.
La fuerza se halla sin novedad cubriendo las posiciones de este sector de Urquiola
El comandante: Gonzalo Laredo>>.
Efectivamente, ni el Guipúzcoa ni la compañía del Garellano intervinieron en el ataque, como
se verá posteriormente.
39. IBARROLA ORUETA, Juan. Opus cit. 2ª parte, p. 8.
40. Los demás batallones que se encontraban en la línea defensiva no hubieran podido apoyar al
Arana Goiri en este sentido:
• El Guillermo Torrijos para la defensa de la vital posición de las peñas de Artzate contaba
con dos ametralladoras Hotchkiss, dos fusiles ametralladores Browning y morteros de 81
mm., de los que se desconoce el número.
• Ya se ha mencionado la falta de ametralladoras en el Gordexola; las únicas máquinas de
apoyo que tenía eran dos Colt manejadas por dos escuadras de protección del González
Peña en el barranco de Urculeta.
• El batallón Itxarkundia no debía andar muy bien, pues pidió prestado un fusil ametrallador
al MAOC nº 2 (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 1); este último, que estaba muy
bien equipado con siete fusiles ametralladores y cuatro ametralladoras, si hubiera podido
ceder alguna pero esto lo desconocían los oficiales del Arana Goiri y, por la falta de
voluntad del jefe del sector en este asunto, hubiera sido en vano.
Sirvan estas cifras para destacar el escaso número de ametralladoras que tenían los batallones
nacionalistas vascos en comparación con el de los batallones comunistas y socialistas.
41. Primi Abad lo aclara diciendo que <<Bediaga vino a mí porque tenía bastante confianza
conmigo, pero no sé a ciencia cierta si Ibarrola sabía que Bediaga había dejado el mando del
batallón en manos del supuesto segundo jefe del batallón; Ibarrola sabría probablemente que
iba a ser yo el que sustituyera a Bediaga>>.
tenía esas iniciales y, además, era el segundo jefe del batallón; sin embargo en entrevista
personal sostiene que él no firmó nada.
5. AGGCE, PS Santander, Leg. 210.
6. Orden nº 2050 del Cuartel General, 14 de abril de 1937 (AGGCE, PS Santander, Leg. 210,
Expte. 2).
7. Se remite al lector al capítulo dedicado a la Artillería del C.E. de Euzkadi.
8. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 4. El Guillermo Torrijos fue aprovisionado y
amunicionado a pesar de dificultades como la falta de acémilas o la gran distancia a recorrer
desde Mañaria hasta las posiciones de las peñas de Artzate, lo que demuestra el gran esfuerzo
que se hacía desde la jefatura del sector de Urquiola-Mañaria:
<<1374 comidas y cenas en frío, café, cognac, vino, leche condensada y el pan
correspondiente.
El Intendente-Ayudante, Manuel Rosa>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 7).
<<Convoy para el bon. UGT Nº 14 compuesto de 10 mulos con sus acemileros transportando
20 cajas de munición de 7,92 (para fusil) al frente del cual va el cabo Raúl garcía.
Hora de salida: 06:45 horas. Raúl García Suarez.
Hora de llegada a la posición: 09:30 horas. Firma del Jefe del batallón, Luis Iglesias.
Acuse recibo de los paineles que se envían para señales. Luis Iglesias>> (AGGCE, PS
Santander, Leg. 210, Expte. 8)
<<Con servicio a transportar víveres para las fuerzas de este batallón, ruego a Usted se sirva
disponer que a las 05:00 horas de la mañana se hallen en esta Comandancia 6 acémilas con
sus correspondientes acemileros.
El Intendente-ayudante, Manuel Rosa>>. Además de estas 6 acémilas, el batallón tuvo otro
movimiento de 14 acémilas (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 11).
9. Aunque no se tienen referencias de esta unidad hasta el 15 de abril, debió llegar a las peñas de
Otxa el día 13 o el 14.
MUÑATONES
• Arma: infantería, nº 57.
• Filiación política: Partido Nacionalista Vasco (PNV).
• Cuartel: Balmaseda.
• Armamento: 403 fusiles cal. 7,92 y 5 ametralladoras Lewis cal. 303 British.
• Situación: llegó al sector de Urquiola-Mañaria el 13 o el 14 de abril.
• Situación real de la fuerza: 500 hombres en el frente.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 678
Heridos: 29
Plana Mayor (5)
Comandante: Tomás Garay Hermosilla
Comandante Intendente: Manuel Peralta Rodríguez
Teniente Ayudante: Martín Hurtado Murúa
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (30)
Teniente o Suboficial: José María Miranda Sánchez
1 sargento, 4 cabos y 24 gudaris.
1ª Compañía (118)
Capitán: Cosme Vivanco Etxebarria
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
2ª Compañía (118)
Capitán: Julian Pérez Boricón
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
3ª Compañía (118)
Capitán: Celestino Sagarduy Olaso
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
226 Saibigain, el monte de la sangre
4ª Compañía (118)
Capitán: Vicente Erasti Albizu
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 101 gudaris.
Compañía de Ametralladoras (58)
Capitán: Ricardo Otxoa Landaburu
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 8 cabos y 44 gudaris.
Sección Mixta (30)
Oficial: Antonio Goiria Gabiola
1 sargento, 4 cabos y 24 gudaris.
Servicios Auxiliares, Chóferes y Armeros (30)
Servicio de Cuartel (24)
Capitán: Jose Luis Ajuria Báez
1 suboficial, 1 sargento, 2 cabos y 19 gudaris.
10. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 11.
11. Parte de novedades del MAOC nº 2 Guipúzcoa del día 14 de abril de 1937:
<<Hombres disponibles: 399
Armamento: 314 fusiles, 74 pistolas, 7 fusiles ametralladoras y 4 ametralladoras.
La fuerza se halla sin novedad cubriendo las posiciones de este sector de Urquiola.
El comandante: Gonzalo Laredo>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 5)
Si se compara este parte con el correspondiente al día 13 de abril (ver nota 38) queda claro que
el batallón no intervino en operación alguna pues no se registraron novedades: ni cambiaron sus
posiciones ni sufrieron bajas.
12. La unidad, en la que más del 50% de sus componentes estaban obligados al haber sido llamados
sus respectivos reemplazos, estaba compuesta por dos compañías de fusileros: la primera y la
tercera; esta última había estado destinada en el frente de Ochandiano desde el 21 de julio de
1936. La 1ª Compañía, que no tenía siquiera ametralladoras y cuyos soldados habían estado
prestando servicios auxiliares hasta el 30 de marzo, se encontraba acuartelada en el convento de
Larrea (Amorebieta); allí recibió armas para constituirse en reserva del frente:
<<Artículo 2º de la Orden del Cuerpo del 20 de marzo de 1937.
Siendo las dos compañías organizadas del batallón, una reserva del frente, estarán siempre en
todo momento dispuestas a salir cuando se ordene, no olvidando que la guerra que se está
desenvolviendo no es solamente para los que están en primera línea>> (AHN, SGC, Sección
PS Bilbao, Leg. 185, Expte. 19).
Los mandos de la 1ª Compañía eran el capitán Martínez y los tenientes Figueroa y Barcáiztegui.
13. FACUNDO PEREZAGUA
• Arma: infantería, nº 10.
• Filiación política: Partido Comunista de España (PCE)
• Cuartel: cuartel de Tívoli en Bilbao.
• Armamento: se desconoce. El 27-1-1937 tenía 337 fusiles, 4 fusiles ametralladores, 3
ametralladoras y 12 morteros cal. 50.
• Situación: traído apresuradamente de Asturias con motivo de la ofensiva sobre Vizcaya,
participó en duros combates y el día 13 de abril, según el testimonio de Primi Abad, se
encontraba en la reserva de Mañaria.
• Situación real de la fuerza: estaba terriblemente castigado por los combates; en la nómina
del 1 al 15 de abril presentaba 482 bajas lo que suponía su desaparición efectiva como
unidad de combate hasta la llegada de nuevos milicianos procedentes de las movilizaciones
decretadas por el Gobierno de Euzkadi.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 528
Plana Mayor (5)
Comandante: Manuel Eguidazu Garay
Comandante Intendente: Jesús Ugalde Baztán
Teniente Ayudante: Ignacio González González
Saibigain, el monte de la sangre 227
2 suboficiales
Sección de Enlaces y Transmisiones (24)
Teniente o Suboficial: Federico Regaña Gañán
1 sargento, 4 cabos y 18 milicianos.
1ª Compañía (89)
Capitán: José Núñez Montero
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 6 cabos y 75 milicianos.
2ª Compañía (108)
Capitán: Gregorio Calabozo Urcelay
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 8 cabos y 92 milicianos.
3ª Compañía (85)
Capitán: Victor Arco Gandasegui
3 tenientes, 1 suboficial, 1 sargento, 7 cabos y 72 milicianos.
4ª Compañía (96)
Capitán: Manuel Calante Mollinedo
3 tenientes, 1 suboficial, 3 sargentos, 9 cabos y 79 milicianos.
Compañía de Ametralladoras (48)
Capitán: Luis Alangua Álvarez
2 oficiales, 1 suboficial, 2 sargentos, 5 cabos y 37 milicianos.
Sección Mixta (29)
Oficial: Francisco Martín Tudanca
1 sargento, 3 cabos y 24 milcianos.
Servicios Auxiliares (15)
1 sargento, 2 cabos y 12 milicianos.
Servicio de Cuartel (16)
Comandante: Lorenzo González Gallego
1 brigada, 2 cabos y 12 milicianos.
Chóferes y Armeros (13)
9 chóferes y ayudantes y 4 armeros.
Bajas en la unidad (482)
Muertos: 3 tenientes, 2 sargentos, 6 cabos y 27 milicianos.
Baja definitiva: 13 milicianos.
Desaparecidos: 1 teniente, 1 cabo y 25 milicianos.
Heridos y enfermos: 3 capitanes, 8 tenientes, 4 sargentos, 27 cabos, 361 milicianos y el
comandante Julián Texeira Vento.
14. Ver en el capítulo Ofensiva sobre Vizcaya lo sucedido en la jornada del 4 de abril.
ESTEBAN SALSAMENDI
• Arma: infantería, nº 44.
• Filiación política: Partido Comunista de España (PCE)
• Cuartel: escuelas Mendía en Valmaseda.
• Armamento: se desconoce
• Situación: después de ser destrozado en el Murugain el 4 de abril fue enviado a defender el
Saibigain en la mañana del 15 de abril.
• Situación real de la fuerza: el día 4 de abril sufrió 110 muertos, muchos prisioneros –de
ellos 33 heridos ingresados en los hospitales de Vitoria– y un número enorme de heridos.
Desaparecido como unidad de combate, tuvo que ser reconstituido con la incorporación de
tres tenientes, cuatro sargentos, diez cabos y 135 milicianos. Resulta incomprensible que el
Salsamendi fuera enviado a defender el Saibigain cuando en el sector había batallones
mucho más enteros.
• Organización del batallón según la nómina del 1 al 15 de abril de 1937:
Total: 647
Plana Mayor (5)
Comandante: Antonio Fernández Olivares
228 Saibigain, el monte de la sangre
30. Entrevista personal en 2001. Relación nominal de las bajas del Cuerpo Disciplinario de Euzkadi
el 14 de abril:
Muertos: Domingo Avila, Agripino Cazorro, Domingo Estala Caballero, Gerardo García, Félix
Hidalgo Santidrián, Adrián Juaristi, Pedro Páramo García y José Rial Duro. Total: 9 muertos.
Heridos: Ingresados en el Hospital de Izurza un total de 15 heridos (AGGCE, PS Santander,
Leg. 210, Expte. 10).
En el parte diario del Disciplinario del 18 de abril (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44) se
reflejan 65 heridos, 12 muertos y 28 desaparecidos. La mayor parte de estas bajas fueron
causadas por el ataque sobre el Saibigain.
31. Relación nominal de las bajas del batallón Arana Goiri el 14 de abril en Saibigain:
Muertos: Satur Atxa, Eduardo Astondo, Lorenzo Barinaga, Felipe Bediaga, Luis Bertol, Fermín
Bilbao Bilbao, Julián Bilbao Loroño, Luis Chacartegui, Vicente Damen, Manuel Domingo,
Francisco Echave Landaburu, Bonifacio Echebarría Jáuregui, Luis Echevarría Orueta, Ignacio
Fernández Arroyabe, Francisco Gabiña Rueda, Jesús Gallastegui Tellería, Rafael Gastañaga,
Martín Gurtubay, Pedro Ibarzábal, Casimiro Largoitia, Vicente Lasuen, Ramón Lecumberri,
Pedro Lizarralde Larrañaga, Julián Mendiola, Manuel Ochoa Labaitx, Valentín Olano,
Francisco Omar, Nicomedes Pomposo, Andrés Retolaza, José Tellechea, Manuel Torre Eurre,
Donato Ugarte, Vicente Unibaso Larizgoitia, Luis Undalu Unda, Jose Luis Uresandi, Luciano
Uriarte e Iñaki Urkiaga Belda. Total: 37 muertos. Sin duda faltan nombres en esta lista; León
Salaberría dio la cifra de 58 muertos (BELDARRAIN OLALDE. Opus cit. P. 138). Primi Abad
cita a un gudari de Basauri apellidado Arámburu. La mayor parte de los caídos en el combate
quedaron en el monte.
Heridos: ingresados en el Hospital de Izurza un total de 61 heridos (AGGCE, PS Santander,
Leg. 210, Expte. 10). A estos habría que sumar los evacuados a otros hospitales; nuevamente
Primi Abad hace referencia a este hecho en sus memorias:
<<A la mañana siguiente (16 de abril), en un camión grande habilitado para las evacuaciones
de heridos por Sanidad Militar, nos trasladaron al hospital de Sondika (desde Amorebieta). Al
tiempo de meternos en las respectivas camillas a la ambulancia, oí cómo un empleado del
hospital daba instrucciones en baja voz de la forma de colocarnos, diciendo que los más graves
colocasen en las camillas de abajo. Cual no sería mi sorpresa cuando a los dos que pusieron
en la parte de abajo, uno era yo y el otro, con el que no se equivocaron en cuanto a la
gravedad, era el teniente Omar, de Deusto (Francisco Omar). Este, al sacarnos de la
ambulancia en Sondika, oí que decían que estaba muerto, creo sinceramente que yo no lo
estuve en ningún momento>>.
En el Hospital de Izurza había ingresados más heridos procedentes del resto de las unidades del
sector: Garellano, 2 enfermos y 1 herido, UGT Nº 14, 2 enfermos, Guipúzcoa, 1 enfermo y 3
heridos, Zapadores, 2 heridos, Sanidad, 4 enfermos, Morteros, 1 enfermo, Gordexola, 2
enfermos, Asturias Nº 8, 4 enfermos y 2 heridos (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 10).
32. La sección estaba al mando del teniente Francisco de Urquijo.
33. Además de este, se registra otro movimiento de dos acémilas para el Arana Goiri (AGGCE, PS
Santander, Leg. 210, Expte. 11).
34. Preguntado Amós Ruiz sobre el particular, afirmó no recordar nada.
35. Relación nominal de bajas del 1º Batallón de Flandes n º 5:
Muertos: alférez Fidel del Corral, alférez Enrique Astigarraga, alférez Pablo Gralla, sargento
Domingo Marquínez, sargento Andrés Rituarco, sargento Martín Rodríguez, soldado Silvino
López. De un total de 25 muertos, la mayor parte quedaron para siempre en el Saibigain y no
han podido ser identificados por los autores.
Heridos: el alférez Jesús Dorronsoro Escarcia, los sargentos Gregorio Martínez Urarte y Santos
Argote Montoya, los cabos Saturnino González, Manuel Sáez de Navarrete, Marcos Ortiz de
Zárate y Juan Heredia Orroyave, y los soldados Francisco García Elejalde, Antonio Izquierdo
Aguado, Angel Pérez Fernández, Angel Díez García, Eugenio Barrutiabengoa, Saturnino
González, Luciano Ortiz Lejarazu, Isidro Ruiz Escudero, Gil Osuna Mateo, José Cuadrado
Fernández, Manuel López Fernández, Manuel Marinda, Domingo Imaz Urcelay, Eugenio
Martínez, Manuel Rodel López, Jesús López Pérez, Elíseo Orive, Gil Ramírez Gauna,
232 Saibigain, el monte de la sangre
Constancio Villanueva Fernández, Alfonso Díaz Fernández. Total: 27 heridos ingresados en los
hospitales de Vitoria (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68).
36. Diario de guerra de un soldado del Flandes nº 5. Fuente citada.
37. AGM de Avila / A.10, L.461, Cp.10, D.1, S.15.
38. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.10, D.1, S.25
39. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.20, D.1, S.3. Diario de operaciones de la 1ª Brigada de
Navarra. Se puede deducir que unidades fueron enviadas a reforzar el sector por los ingresos
que se produjeron en los hospitales de Vitoria el día 14 de abril:
3º Batallón de San Marcial nº 22: el sargento Jaime Iglesias Alvariño y los soldados Adolfo
Carrete Rodríguez, Luis Uceda Sanz, Andrés Ares Segueiro, Eusebio Morán Esteban, Manuel
Balbón López, Julio Gil Delaorra, José Castro Freire, Antonio Rodríguez Constante.
Requetés: los sargentos Domingo Presa y Benigno Echarri Azcárate y los requetés Narciso
Ugarte Mugueta, Sebastián Olateaga Libai, Jesús Aizcorde Mutilba, Esteban Luziriaga Pérez,
Juan Santesteban Etulain, Juan Zabaleta Testán, Juan Juan López, Manuel Pérez Asensio, Pedro
Echevarría Esparto, José Miguel Labayen Urquiola y Francisco Bariain Zapata.
Ingenieros: los soldados Francisco San Juan Castillo y Felipe Izquierdo García.
América 23: el cabo Aniceto Blanco Elizalde y los soldados Juan Sarasate Arraiza y Jesús
Lamas Dorneño. Total: 26 heridos (AGM de Avila / A.44, L.1, Cp.68)
Bilbao, José Gutiérrez Bastida, Ricardo Molinedo Gómez, Ramón Laliñas Pereda y José
Echarri Casado (teniente).
3ª Compañía:
Pascual Sainz Sainz, Luis Ortiz Lañosa y Félix Mella Lenalde.
Enlaces:
Francisco Álvarez Cid (AGGCE, PS Santander “A”).
10. El único abrigo lo constituían las insignificantes trincheras que fueron cavadas apresuradamente
para la defensa del Saibigain del día 6 y los abundantes hoyos de las explosiones.
11. <<Telegrama oficial del general jefe Brigadas Navarra en Vitoria a general jefe Ejército Norte
en plaza.
Intenso ataque iniciado tarde ayer por enemigo contra posiciones entre Urquiola y Barazar, se
acentuó al anochecer contra posición Sebigan que ante superioridad numérica y certero fuego
artillería fue evacuada. Stop. Anochecer hoy Brigada Coronel García Valiño previa intensa y
eficaz preparación artillera, la ocupó de nuevo, infligiendo duro castigo al enemigo cogiéndole
setenta muertos entre ellos el jefe de uno de los batallones rojos, un capitán y un oficial, ocho
prisioneros, habiéndose pasado a nuestras filas quince milicianos la mayor parte con
armamento. Stop. Se tiene noticias que el batallón Arana Goiri que intervino en el ataque al
Sebigan ha tenido que ser retirado a Bilbao con 250 bajas. Stop. Intenso cañoneo enemigo en
sectores Vergara-Mondragón causando 5 muertos y 39 heridos de población civil y 2 muertos y
10 heridos de tropa. Stop. Hoy ha sido derribado en Villarreal un aparato de caza enemigo>>
(AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.10, D.1, S.26).
Los milicianos evadidos son principalmente del Garellano, además de algunos sueltos del
Disciplinario y Zapadores; quizás haya alguno del Salsamendi. El hecho de capturar ocho
prisioneros demuestra que una pequeña parte de los defensores aguantaron el asalto y fueron
allí cogidos. Entre estos estaba José Mª Aspiazu, secretario del Gob. de Euzkadi en el exilio.
12. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.20, D.1, S.3
13. AGM de Ávila / A.44, L.8, Cp.14
14. El objetivo de este mortero era una batería enemiga de 75 mm. (Diario de guerra de un soldado
del Flandes nº 5. Fuente citada).
15. <<Novedades del día:
Hombres útiles de que disponen: 500
Bajas por enfermedad: 1
Bajas por heridas: 1
Cómo han sido avituallados: normalmente
Estado moral de la tropa: bueno
Operaciones en que han intervenido durante el día: ninguna
Número y clase de las armas: 403 fusiles calibre 7,92 y 5 ametralladoras LEWIS
Cómo se encuentran las fortificaciones: en preparación
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: Peñas de Otxa
Enlaces que tiene el batallón entre sus compañeros o secciones y con las fuerzas vecinas:
normales
De qué clase son estos enlaces: los propios del batallón>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174,
Expte. 44)
16. <<Novedades del día:
Hombres disponibles: 399
Armamento: 314 fusiles, 74 pistolas, 7 fusiles ametralladoras y 4 ametralladoras.
La fuerza se halla sin novedad cubriendo las posiciones indicadas por la Jefatura de este
sector de Urquiola.
El Comandante: Gonzalo Laredo>> (AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 5).
17. <<Parte diario al Sr. Jefe del Sector de Urkiola:
Sin novedad en las posiciones que ocupa el bon. de mi mando en el sector de Urkiola; ligero
tiroteo de fusil del que resultaron heridos dos gudaris, sin revestir gravedad.
Los hombres útiles de que dispone el bon. es de 467 con los dos heridos del día de hoy y tres
enfermos. La moral es excelente.
Saibigain, el monte de la sangre 235
lograrlo. La aviación apenas funcionó; había nubes que envolvían las crestas de los montes;
ningún servicio de interés pudieron prestar. Día de absoluta calma>> (Diario Vasco del 17-4-
1937).
5. ARTECHE, José. Opus cit. P. 95.
6. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 3.
7. <<Novedades del día:
Alojamiento de que disponen: Anterior
Cómo han sido avituallados: Bien
Operaciones en que han intervenido durante el día: Sin novedad. Insistimos en la necesidad de
fortificar las posiciones
Número y clase de las armas: Relación anterior
Cómo se encuentran las fortificaciones: Deficientes
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: las mismas anteriores
Enlaces que tiene el bon. entre sus compañías o secciones y con las fuerzas vecinas:
Telefónicos
De que clase son estos enlaces: idem
Hombres: 514 Enfermos: 1 Heridos: 3 Fallecidos: 0>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte.
44)
8. AGM de Avila / A.44, L.5, Cp.11, D.1, S.45. Se trataba de Luis Belategui Bengoa, natural de
Aramayona de 23 años, que prestaba servicios auxiliares en el batallón.
9. AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44.
10. Se desconoce.
11. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.34.
12. Diario de guerra de un soldado del Flandes nº 5. Fuente citada.
13. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 3. Uno de los heridos, perteneciente al batallón Asturias nº
8, estaba grave.
14. <<Novedades del día:
Alojamiento de que disponen: caseríos y txabolas construidas por nuestros zapadores
Cómo han sido avituallados: bien
Operaciones en que han intervenido durante el día: han estado vigilantes en sus posiciones,
dedicando los ratos libres a trabajos de fortificación
Número y clase de las armas: relación anterior
Cómo se encuentran las fortificaciones: continúan mejorándose notablemente
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: las mismas de ayer
Enlaces que tiene el bon. entre sus compañeros o secciones y con las fuerzas vecinas:
telefónicos
De que clase son estos enlaces: ídem
Hombres: 514>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44).
15. <<Novedades del día:
Hombres útiles de que disponen: 386
Bajas por heridas: 83
Alojamiento de que disponen: Cuartel denominado Azaña
Cómo han sido avituallados: Normalmente
Estado moral de la tropa: Bueno
Operaciones en que ha intervenido durante el día: Dos escuadras (18 hombres) de protección
para el batallón Gordexola en la posición de Urquioleta. Una sección (40 hombres) con sus
enlaces y acemileros en servicio de protección para el bon. UGT Nº 14. El resto de la fuerza
(329 hombres) permanece en el cuartel.
Posición que ocupan las distintas unidades del batallón: dos escuadras en la posición de
Urquioleta. Una sección con sus correspondientes enlaces y acemileros en la posición Peñas
de Artzate.
Número y clase de las armas: 29 fusiles MAUSER, 197 fusiles LEVEL, 255 pistolas calibre 9
m/m largo, 33 revólveres, 12 ametralladoras COLT, 558 bombas de manos, 30000 cartuchos
Saibigain, el monte de la sangre 237
de 7,62 m/m, 16000 cartuchos calibre 8 m/m, 5000 cartuchos calibre 7 m/m y 300 cartuchos
calibre 9 m/m.
Observaciones: De las 12 ametralladoras que poseo, 4 se encuentran a falta de trípode. Ha
regresado nuevamente a este cuartel la expedición de 71 camaradas salida en el día de ayer a
Bilbao, con 24 horas de permiso>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44).
16. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 10.
17. AGM de Avila / A.44, L.5, Cp.10. D.1, S.62. Se trataba de Vicente Bilbao Olea y Juan
Mardaras Torre.
18. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.35.
19. <<Novedades del día:
Hombres útiles de que dispone: 379
Bajas por heridas: 89
Alojamiento de que disponen: cuartel denominado Azaña
Cómo han sido avituallados: Normalmente
Estado moral de la tropa: Bueno
Operaciones en que han intervenido durante el día: Se efectúa el relevo de las máquinas ques e
encontraban en el frente de Mañaria, e inmediatamente se trasladan éstas al frente Dima-
Barazar con un total de 80 hombres, incluidos los enlaces y acemileros.
Posición que ocupan las distintas uniades del batallón: 80 hombres de la 4ª Compañía,
incluidos los correspondientes enlaces y acemileros, al mando del capitán de la misma, se
trasladan en el día de hoy al frente Dima-Barazar, complementando órdenes recibidas de esa
jefatura>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44). La 2ª Compañía del González Peña
estaba en Mañaria a disposición de la jefatura del sector.
20. <<Novedades del día:
Hombres útiles: 548
Enfermos: 20
Heridos: 21
Fallecidos: 11
Alojamiento de que disponen: Tres casetas de madera y cinco tiendas de campaña.
Cómo han sido avituallados: A falta de pantalones las compañías 2ª, 3ª y 4ª.
Estado moral de la tropa: Excelente
Enlaces que tiene el bon. entre sus compañías o secciones y con las fuerzas vecinas:
Telefónicos.
Observaciones: A las 20,30 horas del día de ayer salió la 2ª Cía. Con seis máquinas a relevar
al Batallón de Ametralladoras Nº 3 de la UGT. La 3ª Cía salió a la misma hora quedando en
Durango a disposición del Estado Mayor>> (AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44).
21. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 3.
22. <<Hay un herido casual del Batallón nº 25, transcurrió el día sin actividad bélica, las fuerzas
se dedican en las posiciones que ocupan a trabajos de fortificación>> (AGGCE, PS Gijón,
Leg. 83, Expte. 3).
23. AGGCE, PS Bilbao, Leg. 174, Expte. 44.
24. Fondo Beyris M, 1676 / 4-6. Irargi. Gobierno Vasco.
25. Rafael A. Permuy, profundo conocedor de las vicisitudes de la Aviación gubernamental, contó
a los autores como, a falta de lanzabombas, hubo que improvisar un sistema con unas anillas.
26. ARTECHE, José. Opus cit. P. 97.
<<De repente viene un muy desagradable fuego del 12,9. ¡La batería se deja ver en
Ochandiano y es acallada con la DCA y A/88!>> (MAIER, Klaus A. Opus cit. P. 100).
4. AGUIRRE LEKUBE, Jose Antonio. Opus cit. P. 343. Informe del teniente coronel Manuel
Arredondo Santamaría, inspector general de artillería del Ejército del Norte, a fecha 8-4-1937.
5. AGM de Avila / A.44, L.5, Cp.10, D.1, S.62. Manifestaciones a la Sección de Información del
subsector Barazar-Urquiola de Vicente Bilbao Olea, artillero del 3º Regimiento de Artillería
Ligera de Euzkadi, evadido el 17-4-1937 de Axpe-Marzana.
6. Los datos de la batería de Eizaguirre los aporta Pablo Beldarrain (BELDARRAIN OLALDE,
Pablo. Opus cit. P. 116) y han servido a los autores para completar la información del evadido
de la nota anterior.
7. BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 119.
8. El 3º Regimiento de Artillería Ligera no tenía, o al menos no consta en su nómina, ningún
oficial si exceptuamos al médico y al capitán de guerra química, por lo que necesitaba
imperiosamente la incorporación de los nuevos oficiales de artillería (AGGCE, PS Santander,
L. Nómina de la primera quincena de abril de 1937). No se ha podido averiguar cual de los dos
hermanos Eizaguirre, que cursaban estudios en la sección de artillería de la Escuela Militar de
Euzkadi, es el que cita Beldarrain; sus nombres eran José J. y José Antonio Eizaguirre Arregui
(Diario Oficial del País Vasco del 4-2-1937).
9. AGHA, 9114, 301.
10. AGHA, 9114, 307.
11. VIGON SUERODIAZ, Jorge. Cuadernos de guerra y notas de paz. Instituto de Estudios
Asturianos, Oviedo, 1970, p. 121.
12. HERRERA ALONSO, Emilio. Opus cit. P. 81.
13. ARTECHE, José. Opus cit. P. 93.
14. La campaña de Guipúzcoa y Vizcaya según los Archivos de la Guerra de Liberación, p. 29
(Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV).
15. Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV. En un documento del servicio de
recuperacion de las Brigadas de Navarra fechado el 25-4-1937 donde se da cuenta del material
capturado en Alava (AGM de Avila / A.44, L.10, Cp.30, D.1, S.4) aparecen tres cañones de 75
mm. Krupp Ansaldo, dos cañones con marcajes <<Krupp 7,44 Fried>> (75 mm.) y un cañón
ruso modelo 1916 cuyo calibre, que no especifica, era de 76,2 mm. En otro documento fechado
el 29-4-1937 en el que se referencia todo el material capturado al C.E. de Euzkadi desde el
inicio de la ofensiva (AGM de Avila / A.44, L.10, Cp.30, D.1, S.19) se documentan, además de
todas estas piezas, otro cañón Krupp de 75 mm y otro cañón Krupp Ansaldo. La suma da un
total de cuatro cañones Krupp Ansaldo de 75 mm., tres cañones Krupp de 75 mm., y un cañón
ruso de 76,2 mm.. Sabiendo que los cañones de este último calibre capturados por el 1º Batallón
de Flandes nº 5 en el Albertia fueron dos, las cifras totales coinciden con las aportadas en el
informe de Urgoitia.
16. AGHA, 9114, 260. El resultado de esta misión se puede leer en el parte de operaciones del día
10 de abril:
<<A las 11,35 y regresando a las 12,15 salieron dos aviones del 2-G-10 para hacer un
reconocimiento en el sector Urquioleta-Mañaria con el fin de localizar una batería enemiga
que hostiliza nuestras posiciones de dicho sector, no pudiendo conseguirlo por no haber hecho
disparos dicha batería durante el tiempo de reconocimiento>> (AGHA, 9114, 256).
La artillería vasca encontró durante esos días un aliado en el mal tiempo, que limitó e incluso
impidió los vuelos, y así el día 15 todavía no habían localizado los cañones que había en
Mañaria, como refleja el parte de operaciones de esa jornada:
<<En cumplimiento de Orden del Estado Mayor salió a las 10,15 la escuadrilla 1-E-15 al
sector norte del Sebigan a fin de localizar una batería enemiga y observar la actividad del
mismo en las proximidades de Mañaria, la escuadrilla regresó a las 10,50 sin haber podido
hacer un reconocimiento detenido por impedirlo el mal tiempo y bombardeando el monte
Escubara, en donde la información señalaba la batería citada y la carretera a Mañaria>>
(AGHA, 9114, 253).
Saibigain, el monte de la sangre 239
17. AGGCE, PS Gijón, Leg. 83, Expte. 1. La 2º Brigada asturiana trajo 2 piezas del 10,5 y 4 del 77;
estas últimas eran del tipo C96 nA o corto pues en la Orden general del Cuerpo de Ejército I
(Euzkadi) del 14-6-1937 aparecen <<4 piezas de 7,7 corto expedicionarias de Asturias>>
(BEURKO, Sancho de. El Ejército Vasco en la guerra civil. Luis Haramburu editor, Bilbao,
1981, p. 162).
18. La presencia de obuses de este tipo en Vizcaya está recogida, entre otros documentos, en las
memorias de Casiano Guerricaechevarría y en el informe de Urgoitia. Que este material fue
descargado en Asturias aparece reflejado en un documento del teniente coronel Manuel
Arredondo, inspector general de artillería del Ejército del Norte:
<<Piezas de artillería que prestan servicio eventualmente en los distintos cuerpos de Ejército:
Hay en Asturias de lo llegado últimamente en el v/SCOTIA, 3 piezas Krupp de 105
C. G., 14 abril 1937>> (AGUIRRE LEKUBE, Jose Antonio. Opus cit. P. 345).
A pesar de lo que afirma Arredondo, estas piezas del Scotia tienen que ser las tres del grupo B
que aparecen en la Orden General del 11 de abril, pues antes de la llegada de este material y de
las Schneider de Antoñanzas el Ejército vasco solo tenía dos piezas de 105 mm. (las dos
Vickers del 11 Ligero capturadas en Elosu en diciembre). Por otra parte, ya no llegarían más
obuses Krupp de 105 mm. Mod. 16 al Norte hasta el día 30 de abril (vapor Reyna), demasiado
tarde para intervenir en las operaciones.
19. Ver el capítulo 11 de abril. La Orden General del Cuerpo de Ejército de Euzkadi.
20. Dos Saint Chamond en Lequeitio, dos Saint Chamond en Elgueta, dos Krupp en Elgueta y unos
ocho cañones japoneses de montaña distribuidos por los diferentes frentes. Estos últimos,
conocidos por los vascos como cabras (saltaban literalmente al hacer fuego), eran de nula
eficacia ya que, debido a su montaje rígido, no tenían ninguna estabilidad de tiro y no podían
hacer más de dos disparos por minuto (AGUIRRE LEKUBE, Jose Antonio. Opus cit. P. 341).
Las dos Krupp de Elgueta, que los artilleros llamaban mataperros, procedían, al igual que las
Saint Chamond, del material que tenía destacado en los fuertes guipuzcoanos el Regimiento de
Artillería Pesada nº 3 al inicio de la sublevación militar y eran piezas muy antiguas e ineficaces.
21. La prueba de que había cañones muy cerca de la 1ª línea está en que los morteros del Flandes
concentraron sus esfuerzos en batirlos, cosa que no podían hacer con las piezas emplazadas más
abajo, a la entrada de Mañaria. Ver nota 14 en el capítulo dedicado al día 15 de abril.
22. Diferentes manifestaciones de evadidos del sector de Urquiola-Mañaria entre los días 15 y 20
de abril de 1937 (AGM de Avila / A. 44, L.5, Cp. 11) situan los cañones en una posición al sur
de la iglesia de Mañaria y a unos 20-30 m. al Este de la carretera de subida al puerto, lo que
parece coincidir con el lugar conocido como Artzubi o Artzubixe, cerca del puente que,
cruzando el río Mañaria, lleva al barrio de Urculeta.
23. Manifestaciones del evadido Vicente Bilbao Olea, documento citado. Según estas, el teniente
Ponciano Fernández había sido cabo antes de la guerra.
24. Ver el testimonio de Primitivo Abad en el capítulo dedicado al día 14 de abril.
25. BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 138. Beldarrain cita 1 muerto y 14 heridos. Los
cañones de 105/28 de la artillería de las Brigadas de Navarra hicieron fuego de contrabatería
sobre las piezas de Mañaria los días 16 y 17 de abril. Para saber más se remite al lector al
capítulo dedicado a la Artillería de las Brigadas de Navarra.
26. AGGCE, PS Santander, Leg. 210, Expte. 2.
27. BEURKO, Sancho de. Opus cit. P. 145.
28. AGUIRRE LEKUBE, Jose Antonio. Opus cit. P. 338.
Cp.17, D.1, S.1 y 3). La consulta de este documento ha sido determinante en la identificación
del resto de las baterías y de sus mandos.
4. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.5, D.1, S.13.
5. MAIER, Klaus. Opus cit. P. 53. El cañón antiaéreo de 88 mm. era una pieza moderna dotada de
una dirección de tiro tal que le convertía en un arma muy precisa y temible. Algunos autores
han coincidido en señalar que el uso de estas piezas en combate contra posiciones terrestres se
produjo por primera vez aquí, lo que acentúa aún más –si cabe– el carácter experimental de los
modernos medios de combate alemanes en la Guerra Civil Española.
6. Ibídem. P. 107.
7. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.27.
8. AGM de Avila / A.7, L.368, Cp.48, D.1, S.16 y 21.
9. En el capítulo dedicado al día 12 de abril hay una fotografía en la que aparece una de estas
piezas emplazada en el mismo puerto de Urquiola.
10. AGM de Avila / A.10, L.457, Cp.18, D.1, S.28.
11. Para documentar el potencial artillero del subsector Barazar-Urquiola se han usado dos
documentos fechados el 16 y el 17-4-1937 (AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.3, D.1, S.11 y 18).
12. Reorganización del Regimiento de Artillería Pesada nº 3. San Sebastián, 1939, p. 132 y 141.
13. Se remite al lector al capítulo dedicado al día 12 de abril de 1937.
14. MAIER, Klaus. Opus cit. P. 111.
15. Se refieren los autores a los muertos reales que tuvieron los asturianos (notas 11 y 12 del
capítulo dedicado al día 13 de abril) y no los que exageradamente reflejó Von Richthofen en su
diario.
16. Reorganización del Regimiento de Artillería Pesada nº 3. Opus cit. P. 132 y 142. La 13ª Batería
tenía sólo tres piezas útiles pues se le averió una.
17. Se remite al lector al capítulo dedicado al día 15 de abril.
18. Información de Artemio Mortera Pérez, profundo conocedor de las vicisitudes del material
artillero usado por ambos bandos durante la Guerra Civil Española.
19. MAIER, Klaus. Opus cit. P. 111.
20. AGM de Avila / A.44, L.8, Cp.3, D.1, S.18.
21. AGM de Avila / A.7, L.368, Cp.48, D.4, S.25. Orden General de Operaciones nº2 del 10-4-
1937 de las brigadas de Navarra.
construido en la Constructora Naval o Trubia Naval. Se trataba del carro proyectado en Trubia
(Asturias) modelo L.A. nº 1 que allí no pudo realizarse. Las características aproximadas de los
Trubia vascos eran: longitud 3,55 ms. Anchura 1,70 ms. Altura 1,85 ms. Peso 5,5 tm. Motor
MAN de 6 cilindros de aceite pesado. Armamento: 2 ametralladoras.
8. El T-26B era un carro de combate soviético basado en el británico Vickers 6 Tons modelo B.
Fruto de una evolución en la que el modelo inicial había sufrido sustanciales modificaciones, el
T-26B tenía una torreta cilíndrica de pequeño tamaño (si lo comparamos con su predecesor el
T-26B-1) y un cañón de 45 mm. Su blindaje iba de 7 a 16 mm. (de 6 a 15 según otros autores) y
su motor de 90 CV le permitía subir pendientes de hasta el 40% y desarrollar en carretera una
velocidad máx. de 30 km/h. a pesar de sus 9.400 kgs. Tenía una tripulación de 3 hombres. Su
armamento se completaba con 1 o 2 ametralladoras. Este carro y el BT-5 fueron los mejores de
los usados durante la Guerra Civil Española.
9. Nómina del Batallón de Carros de Asalto (orugas) correspondiente a la primera quincena del
mes de abril de 1937 (FSA. AN. GE 42/3).
10. Tiempo después, el teniente Jesús Pérez Grueso se hizo cargo de la unidad al pasarse al
enemigo el comandante Carlos Tenorio Cabanillas y otros oficiales de la unidad. Carlos
Tenorio procedía de la Guardia Civil (OLAZABAL AGUINAGALDE, José Ramón. Opus cit.
P. 198).
11. <<1ª Compañía de carros de Combate. 1ª Sección>> (Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de
la UPV).
12. Registro Central de Fallecidos en Campaña (Archivo Histórico Provincial de Vizcaya). Además
de estos, el día 7 de abril se registró la muerte en Urquiola de Ildefonso Ayestarán Galparsoro
de <<carros de asalto>>.
13. VIGON SUERODIAZ, Jorge. Opus cit. P. 121. Sobre este particular Beldarrain escribió que
<<al atardecer, un par de tanques propios destacados en Urkiola dieron un golpe de mano
sobre una concentración enemiga en la carretera a la altura del monte Urieta, llegando a
disparar sus armas el que iba por delante, con un cañón de 4,5 y dos ametralladoras>>
(BELDARRAIN OLALDE, Pablo. Opus cit. P. 121).
14. Ver nota 17 en Ofensiva sobre Vizcaya.
15. Ver nota 21 en el capítulo dedicado al día 6 de abril.
16. <<Ya sobre las 8 de la mañana se ponían en movimiento tres carros oruga italianos, salidos de
la base de Urieta, en tanteo hacia Urkiola por carretera. Nuestros tanques, mejor armados,
fuerona ellos en terreno comprometido, para dejarlos fuera de combate y los servidores
ametrallados según abandonaban los carros>> (BELDARRAIN OLALDE, Pablo: Opus cit. P.
122). Se equivoca Beldarrain pues la 1ª Compañía de Carros de Combate –dotada con carros
alemanes y no italianos– no sufrió baja alguna en esta jornada (ver nota 21 en el capítulo
dedicado al día 6 de abril).
17. Informe del capitán de la 1ª Cía. de Carros de Combate al comandante Carlos Tenorio (Archivo
Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV).
18. <<A las 11 h. – Coronel Alonso a Coronel valiño. – Sobre carretera Zumelzu aparece un carro
y algunos blindados que hacen fuego sobre flanco y retaguardia tropas que envuelven cota
762. Suplico que si su batería puede batir dichos objetivos lo haga>> (AGM de Avila / A.44,
L.8, Cp.5, D.1, S.14). Este carro era sin duda el Trubia que fue enviado a Dima el día 4 de abril.
19. Ver nota 1 en el capítulo dedicado al día 8 de abril y nota 3 en el capítulo dedicado al día 9 de
abril.
20. Archivo Sancho de Beurko. Biblioteca de la UPV.
21. <<Cuando terminó la descarga de los tanques, como una docena de pequeños vehículos
desfilaron a lo largo del muelle, cual crías de Austín con coraza, también de fabricación rusa.
Eran sumamente pequeños y llevaban una ametralladora montada en una torreta de modelo
antiguo. Eran tan inútiles como de valor inestimable sus hermanos mayores y tras una prueba
fueron desarmados>> (STEER, George L. Opus cit. P. 45).
22. Nota del teniente Jesús Pérez Grueso a la Constructora Naval de Sestao fechada el 12-4-1937:
<<Averias para su reparación del tractor 4 cilindros de este batallón. Cambio y reparación del
embrague revisión de las cremalleras. Blindaje y reforma de la caja según verbalmente se
242 Saibigain, el monte de la sangre
indicara revisión de la instalacion eletrica de los faros y sus lamparas>> (Archivo Sancho de
Beurko. Biblioteca de la UPV).
23. CAYUELAS ROBLES, Ramón. Relatos inéditos de los submarinos republicanos C-5 y C-2 en
la Guerra Civil Española. Editorial Club Universitario, San Vicente (Alicante), 1999, p. 133.
Ramón Cayuelas tenía amistad con un sargento de esa unidad apellidado Maqueda, en cuyo FT-
17 estuvo muy poco tiempo de conductor. En una conversación telefónica con uno de los
autores recordó haber visto una docena de carros de combate Renault en Archanda (Bilbao).
24. Revista Gudari nº 1 (Reedición). Se desconoce el número de batallones que tuvo este
Regimiento; en Euzkadi al menos tuvo uno que aparece denominado como Batallón de
<<Carros de Combate>> en un documento del sector de Valmaseda fechado el 14-4-1937,
donde se identifican, por el armamento, nueve del tipo auto ametrallador cañón BA-6 y otros
tres llamados <<ligeros>> de los que solo se sabe que iban equipados con una ametralladora.
Estos 12 blindados pertenecían a las secciones 1ª y 2ª del batallón (FSA, AN, GE 16/8).
25. Informe del comandante del Batallón de Carros de Asalto (orugas), Carlos Tenorio, al jefe de la
1ª Sección del E.M. del Ejército de Euzkadi, fecha: 5-4-1937 (Archivo Sancho de Beurko.
Biblioteca de la UPV).
Saibigain, el monte de la sangre 243
INDICE ONOMASTICO
C D
Cabanillas: 209. Damen, Vicente: 231.
Cabodevilla, Prudencio: 208. Díaz del Corral, Remigio: 215.
Calabozo Urcelay, Gregorio: 227. Díaz Domenech, Fermín: 41, 203.
Calante Mollinedo, Manuel: 227. Díaz Fernández, Alfonso: 232.
Calvo, Manuel: 215. Díaz Fernández, Hermógenes: 218.
Calvo Mediavilla, Daniel: 219. Díaz González, José: 218.
Saibigain, el monte de la sangre 245
99, 100, 101, 102, 103, 104, 108, 109, 114, 121, 133, Larrea Asua, Eusebio: 206.
134, 136, 137, 144, 145, 151, 167, 173, 184, 186, 187, Larrínaga Esnal, Enrique: 201.
188, 189, 197, 209, 215, 217, 223, 224, 230, 232. Larrínaga Esnal, Pedro: 201.
Idígoras: 128. Lascurain Iribarren, Valentín: 229.
Idígoras Bastarrica, Manuel: 230. Lasúen, Vicente: 231.
Iglesias Alvariño, Jaime: 232. Latorre, Rafael: 24, 59, 65, 73, 75, 87, 141, 198, 208.
Iglesias Andurra, Graciano: 218. Laucirica Bilbao, Antonio: 233.
Iglesias Ansaño, Luis: 98, 111, 117, 121, 133, 138, Lazarguren Urquidi, Juan: 233.
182, 183, 184, 220, 225. Lecumberri, Ramón: 231.
Iglesias Navarro, Ricardo: 24, 214. Legasa, Angel: 197, 186, 188, 223.
Iglesias Posada, Isidro: 218. Lekanda Salazar, José: 15.
Ijalba, Jesús: 216. Leorza, Severino: 219.
Ikobalceta Huerta, Juan José: 168. Leunda Otegui, Victorio: 207.
Imaz Urcelay, Domingo: 231. Linares Aranzabe, Javier: 60.
Inchausti, Angel María: 211. Linazasoro Quiroga, Miguel: 211.
Infiesta Gracia, Fulgencio: 218. Líster: 190.
Inza Trojaola, Enrique: 125. Lizarralde: 231.
Iñiguez H. de Tejada, Javier: 159, 160. Lizaso Eizmendi, Alejandro: 208, 213.
Iraño, Merino: 219. Lizaso Eizmendi, Felipe: 61, 70, 213.
Iriondo Rementería, Cipriano: 213. Llano de la Encomienda, Francisco: 80, 197, 215.
Isaga Olaizola, José: 211. Llona, Eusimio: 125.
Ituarte Txopitea, Federico [Txopi]: 98, 99, 100, 101, Llorente: 128.
102, 104, 118, 222, 223, 229. Loizaga Zamarripa, José: 211.
Iturrioz Lasa, Gracian: 213, 224. López, Joaquín: 208.
Izaguirre Izaguirre, Julián: 232. López, Joaquín: 219.
Izquierdo: 128. López, Silvino: 231.
Izquierdo Aguado, Antonio: 231. López Armesto, Eduardo: 217.
Izquierdo Bárcena, Emilio: 228. López del Campo, Manuel: 209.
Izquierdo García, Felipe: 232. López Fernández, Manuel: 231.
López Gomara, Domingo [Txomin]: 120, 121, 122.
López Gutiérrez, Fernando: 233.
J López Méndez, José María: 219.
Jaén Albaitero, Manuel: 212.
López Naves, Fermín: 214.
Jiménez Arpa, José: 217.
López Pérez, Jesús: 231.
Juan López, Juan: 232.
López Pérez, Valentín: 233.
Juliani Calleja, José: 161.
López Pinto: 198.
López Robles, Nemesio: 218.
K López Taboada, José: 83, 193, 212.
Kathmann: 162. López del Toro, Demetrio: 233.
Kienzle, Walther: 199. Lores Gabaldón, José Luis: 168.
Kindelán, Alfredo: 34, 37. Lozano Otero, Raúl: 10.
Lucio, Francisco: 219.
L Lützow, Günther: 41.
Labayen Urquiola, José Miguel: 232. Luziriaga Pérez, Esteban: 232.
Labiano, Francisco: 209.
Labuena Moliner, Jesús: 229.
Lago, Cristino: 202. M
Laliñas Pereda, Ramón: 234. Maier, Klaus: 201, 216, 235, 238, 240.
Lamas Dorneño, Jesús: 232. Mallagray, Gallo: 74, 216.
Lambás Bernal, Pedro: 43. Mandillo, Eduardo: 74.
Lamfus Retegui, Enrique: 213. Mansilla, Jesús: 228.
Landalutze, Elisa Leonarda: 111. Maqueda: 242.
Landarte Larrakoetxea, Eduardo: 206. Maquedano, Román: 208.
Laredo Calleja, Cándido: 218. Mardaras Torre, Juan: 237.
Laredo Puente, Andrés: 211. Marín Muñoz, Ignacio: 90.
Laredo Puente, Gonzalo: 68, 76, 79, 84, 85, 108, 109, Marinas Hevia, Vicente: 218.
110, 200, 211, 224, 234. Marinda, Manuel: 231.
Largoitia Berchiti, Casimiro: 117, 231. Marino: 160.
Larrañaga, Pedro: 231. Márquez Vilches, Manuel: 167.
Larrañaga Churruca, Jesús: 135. Marquina, Eloy: 208.
248 Saibigain, el monte de la sangre
Marquina Merino, Valeriano: 10, 16, 18, 19, 109, 110, Moratinos: 123, 230.
111, 114, 117, 121, 182, 184, 197, 198, 223. Morente Rodrigo, Fermín: 208.
Marquínez, Domingo: 130, 231. Moreno Moliglosa, Pésimo: 215.
Martín: 117. Morgan-Witts, Max: 202.
Martín Arroyo, Esteban: 219. Morquillas Rubio, Leopoldo: 43.
Martín Barrio, Antonio: 218. Morras Alonso, Honorato: 233.
Martín García, Marcelino: 219. Mortera Llaneza, Julio 218.
Martín Tudanca, Francisco: 227. Mortera Pérez, Artemio: 94, 157, 165, 171, 240.
Martínez: 226. Muga Díez, Celestino: 74.
Martínez: 235. Muguerza, José María: 197, 198, 221.
Martínez, Belaraino: 219. Muñoz Asensio, Alejandro: 216.
Martínez, Eugenio: 231. Muñoz Valcarcel, Antonio: 74, 235.
Martínez Álvarez, Rogelio: 218. Murga, Francisco: 88, 89, 216.
Martínez Arechabala, Félix: 168. Muruzábal, Domingo: 208.
Martínez Bande, José Manuel: 14, 84, 197.
Martínez Cueto, Antonio: 218.
Martínez Esparza, José: 24, 214. N
Martínez López de Castro, Manuel: 73. Narro Sancho, Orencio: 203.
Martínez Martínez, Francisco: 41. Navalón: 128.
Martínez de Murguía, Víctor: 219. Navarro, Jaime: 208.
Martín del Pozo, Martín: 216. Neira Meillán, Angel: 218.
Martínez Ruiz, José: 208. Nieva Ramírez, César: 211.
Martínez Unanue, José María: 233. Nieves Zubiri, Juan Cruz: 114, 117, 118, 119, 122,
Martínez Urarte, Gregorio: 231. 222, 223.
Martínez Vigo, Fortunato: 208. Núñez Montero, José: 227.
Martiñena, Juan: 202.
Masaglia: 160. O
Mateos, Fulgencio: 187. Ocaña, Luis: 208.
Matute: 128. Ocáriz Campos, Julián: 41.
Meana Canal, Luis: 218. Ocáriz Gorría, Jaime: 167.
Meana Costales, José: 218. Ochoano Robledo, Cirilo: 219.
Meana Mori, Benigno: 218. Ocio, Eleuterio: 219.
Measi: 160. Ocio Matuto, Restituto: 215.
Medio Martínez, José: 218. Ojanguren, Indalecio: 34, 146.
Méndez Basurto, José: 233. Olabarría Arana, Paulino: 117.
Mendíbil, Juan: 219. Olabarrieta Uriarte, Cesáreo: 222.
Mendiola, Julián: 231. Olagaray, Urbano: 41.
Mella Lenalde, Félix: 234. Olano Elorriaga, Valentín: 111, 128, 189, 222, 223,
Mendizábal, Jesús: 160. 231.
Menéndez Bustaque, José: 218. Olarra Barandiarán , José: 213.
Menéndez Díaz, Adolfo: 218. Olascoaga Axuria, Basilio: 222.
Merodio Ayuso, Castor: 204. Olateaga Libai, Sebastián: 232.
Michaus, Juan: 208. Olazábal Aguinagalde, José Ramón: 10, 13, 14, 95,
Miguel, Sandalio: 208. 167, 197, 198, 208, 209, 229, 241.
Mijalva, Jesús: 88, 89. Olleta Martínez, Bonifacio: 215.
Miñambres, Aitor: 67. Ollocruchaga, Valeriano: 74.
Miranda Castelo, Antonio: 219. Olmos Genovés, Juan: 10, 41, 179, 180, 203.
Miranda Miranda, José: 218. Omar Martínez, Francisco: 111, 128, 222, 231.
Miranda Sánchez, Antonio: 218. Ontoria Ranero, Santos: 204.
Miranda Sánchez, José María: 225. Ordiales Villa, Marcelino: 218.
Mola Vidal, Emilio: 9, 27, 34, 37, 49, 93, 130, 180, Ordieres Dacosta, Luis: 218.
198, 212, 216. Ordiz, José: 218.
Molinedo Gómez, Ricardo: 234. Ordiz Fernández, José: 228.
Moliní, Manuel: 160. Oregui Luengas, Arturo: 206.
Montaud Noguerol, Alberto: 42, 59, 66, 95, 143. Orive, Elíseo: 231.
Montegnaccio, Brunetto di: 138. Ornes Orrantia, Saturnino: 115.
Montero Riego, José: 83, 208. Orreta Candelas, Gregorio: 208.
Montes González, Francisco: 218. Ortega, Víctor: 219.
Montes Rodríguez, Angel: 218. Ortega Huarte, julio: 233.
Morán Esteban, Eusebio: 232. Ortega Pérez, Gervasio: 233.
Saibigain, el monte de la sangre 249
FUENTES Y BIBLIOGRAFIA
Orales
Entrevistas y conversaciones con: Primitivo Abad Gorostiza, Amós Ruiz Girón, Federico
Ituarte Txopitea, Ramón Olazábal Aguinagalde, Juan Bilbao Yarto, Rafael Domeq Pascual, Lorenzo
Galaz Zorrilla, Sergio Echevarría Garicano, Juan Miguel Bombín, José Gárate, Victoriano
Fernández, Patxi Careaga Marquínez, Ramón Cayuelas Robles, Juan Olmos Genovés, Soldado
anónimo del Flandes nº 5, Jesús María Pereiro Etxebarria, José Antonio Urgoitia Badiola y José
Sáez de Viteri.
Carlos Javier Sánchez, David Gesalí, Mikel Grau, Juan Arráez y Rafael A. Permuy
proporcionaron a los autores información sobre las operaciones en el aire.
Artemio Mortera proporcionó información sobre piezas de artillería, carros de combate y
armamento ligero.
Josu Mirena Aguirregabiria aportó información sobre entrevistas personales.
Archivos
Archivo de la Diputación Foral de Bizkaia, Archivo General de la Guerra Civil Española,
Archivo General de Gipuzkoa, Archivo General e Histórico del Ejército del Aire, Archivo General
Militar de Avila, Archivo Histórico Provincial de Vizcaya, Archivo Municipal de Gijón, Archivo
Municipal de Vitoria-Gasteiz, Archivo del Nacionalismo, Archivo Provincial de Asturias,
Biblioteca Koldo Mitxelena, Biblioteca Nacional, Biblioteca de la Universidad del País Vasco,
Centro de Patrimonio Documental de Euskadi (Irargi), Fundación Sancho el Sabio, Fundación
Barreiro, Instituto de Historia y Cultura Aeronáuticas.
Prensa de la época
El Diario Vasco, El Pensamiento Alavés, El Pensamiento Navarro, Norte, La voz de España,
Joven Guardia, Euzkadi Roja, Landeya, Euzkadi, Euzkadi (Barcelona), Eguna, Gudari, El Liberal,
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