Mira Como Andas

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1. Me presento y doy saludos del Pastor 2. Leo el versículo 3. Oro 4.

Introducción y tema

 Tema: Mira como andas


 Pasaje: Mirad pues con diligencia como andéis no como necios sino como sabios, aprovechando bien el
tiempo porque los días son malos. Efesios 5:15, 16
 Introducción:
Tengo bellos recuerdos de mi infancia y de personas que influyeron en mi vida, una de ellas es mi tía Nelly,
modista de alta costura mujer esforzada y trabajadora.
La costura era el medio de sustento que Dios le daba, hacía unas faldas hermosas, unos trajes preciosos
pero la oscuridad empezó a llegar a sus ojos cuando fue diagnosticada con diabetes, poco a poco fue
perdiendo su vista, cuando cocía se acercaba su cabeza a la maquina lo más que pudiera, sus ojos estaban
literalmente encima de la barra de la aguja, se esforzaba, pero esa oscuridad era cada vez mayor y le
impedía mirar con claridad.
Antes de casarme le hablé, platiqué con ella sobre mi boda y me dijo: Voy a ir a hacerte tu vestido… lo
más importante para mí era tenerla no que me hiciera mi vestido, aunque si lo deseaba, llegó y me dijo
qué comprar, faltaban 2 semanas para mi boda… pusimos el foco que tenía luz más fuerte en el cuarto,
una lámpara extra cerca de la máquina y empezó a hacer mi vestido, batalló mucho, pegó las perlas de mi
vestido y sé que lo hacía por amor a mí, por eso se esforzaba por mirar claramente, se pinchó los dedos
varias veces, se le enrredaba el hilo y se le caía varias veces, tumbaba las tijeras una y otra vez, pero un
día antes de mi boda mi hermoso vestido quedó listo, yo me sentía muy feliz y ella también, pero cansada
muy cansada por su limitación, por esa enfermedad que le quitó su vista y le oscureció sus ojos poco a
poco y causó grandes cambios y limitaciones en su vida.
Pensando en eso usted y yo no estamos ajenas a caer en un estado similar, también nuestra vista se puede
opacar, oscurecer y desenfocar y dejar de mirar bien, no necesariamente por diabetes o alguna
enfermedad sino por el pecado, el pecado nos nubla, nos oscurece y nos quita la visión espiritual que Dios
desea que tengamos usted y yo.

Quiero compartir con ustedes algo que Dios me habló, algo que a veces olvidamos, pero es bueno recordar
para nuestra bendición, está en Efesios 5:15, 16 Mirad pues con diligencia como andéis no como necios
sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos.
Investigando en el diccionario el significado de algunas palabras y desmenuzando este versículo Dios trata
de decirnos aquí. Paulette: Atiende, cuida activamente con esmero y prontitud como andas, como te
conduces, como hablas, como reaccionas, como caminas conmigo, como andas, no como si no supieras
que debes hacer, sino como una persona madura en sus actos y decisiones, utilizando y dedicando bien
el tiempo porque los días son malos.

Hay algunos aspectos que debemos mirar cómo andamos…

I. Mire con diligencia cómo está su vida espiritual.


A. Vigile cómo está su vida espiritual personal.
1. Ponga atención a su Lectura Bíblica (2 Tim. 3:16).
2. Ponga atención a su tiempo de oración (Mr. 13:33; Col. 4:2).
3. Ponga atención a su forma de adoración.
4. Ponga atención a su crecimiento (1 Cor. 15:58).

Nota: Si nuestra vida espiritual personal o está bien con el Señor, nada, absolutamente nada va
a funcionar. Nada llenará el vacío que podamos tener. Nuestra vida espiritual no depende de
otros, de las visitas del Pastor, las llamadas de ánimo de una hermana o de una poción magia
que tomemos…  Depende de una decisión y determinación firme que hagamos con el Señor
para estar cerca de Él.

B. Vigile cómo está su vida espiritual congregacional.


1. Cuide su servicio en la iglesia (1 Cor. 16:15,16; Heb. 6:10; Ef. 6:7).
- ¿Apoya las actividades de la iglesia? ¿Apoya las iniciativas de su pastor o su
esposa? ¿Apoya en las necesidades de la iglesia? ¿Es ferviente?
2. Cuide su espíritu en la iglesia
- ¿Se alegra por las actividades de la iglesia? ¿Se queja por las iniciativas de los
lideres? Cuando viene a la iglesia… ¿Canta con alegría, saluda con alegría?
- En la predicación… ¿Esta dispuesta a que Dios le hable o analiza cada palabra
del pastor? ¿Cree que todo lo dice por usted? ¿Viene a servir o a ser servido?
3. Cuide su ministerio en la iglesia (Ef. 6:6,7; Fil 2:3)
- ¿Con qué propósito sirve en la iglesia?
- ¿Con qué actitud sirve en la iglesia?

Nota: No esperes tener la honra de Dios ni de los hermanos si servimos sin humildad… (Pr. 22:4)

II. Mire con diligencia como está su vida moral (1 Ped. 1:15,16).
A. Vigile cómo está su mente (Fil. 4:8)
- Pase por el colador de La Palabra de Dios sus pensamientos, nuestra naturaleza
siempre se inclina a pensar en lo malo, busque que sus pensamientos sean
purificados ¿Cómo piensa de otros? (Snt. 5:19) ¿Deja que su mente maquine?
¿Sus pensamientos son con pureza?
- Cuide cómo reacciona en medio de las pruebas.
a. No deje que su mente correr y pase la prueba con gozo. (1 Ped. 4:13)
b. No deje que su mente le haga pensar que está solo y se sienta avergonzada
(1 Ped. 4:16)
- No se aísle, no se aparte, no deje que su mete le haga pesar cosas que no
están sucediendo.
B. Vigile cómo está su boca (Col. 3:8,9).
- ¿Habla con honestidad y verdad a otros y con otros? ¿Disfruta las malas
conversaciones o participa en ellas?
- ¿Habla con gentileza a otros, es amable con otros? – esposo, hijos, hermanos…
C. Vigile cómo están sus ojos (Col. 3:2).
- ¿Es cuidados de lo que sus ojos ven? Qué tal los programas de televisión, las
novelas, las series que ve ¿invitaría a Dios a verlas con usted?
- ¿Es cuidadosa de lo que ven sus ojos en las redes sociales?
- ¿Es cuidadosa de cómo ve a los demás? ¿Se goza de las victorias de otros o le
molesta?
D. Vigile cómo está su testimonio (1 Ped. 1:16).
1. Cuide cómo está su vestimenta (1 Tim. 2:9)
2. Cuide cómo son sus reacciones (Prv. 14:17)
3. Cuide quienes son sus amistades (Prv. 27:17)
Nota: Cuide de ser una digna representante hija de Dios.

III. Mire con diligencia cómo está su vida familiar.


A. Vigile cómo es en su casa (Prv. 31:10-29)
1. Debemos ser mujeres trabajadoras (Prv. 31:13).
2. Debemos ser mujeres esforzadas (Prv. 31:14).
3. Debemos ser mujeres precavidas (Prv. 31:18).
B. Vigile cómo es con su esposo.
- Su esposo siempre será primero y estará antes que nadie (Juees 13:6,10)
1. ¿Es cociente con su esposo? (Prv. 31:16).
2. ¿Es confiable para su esposo? (Prv. 31:11).
3. ¿Es amable con su esposo? (Prv. 31:12)
4. ¿Es cuidadosa con su esposo? (Prv. 31:21).
- A menudo nos preocupamos y ocupamos de cómo nos vemos, cómo está
nuestro maquillaje o si luzco bien ¿Pasa lo mismo cuando pensamos en el
esposo?
5. ¿Es respetuosa con su esposo? (Ef. 5:33).
- Si usted no espeta a su esposo no le sorprenda que sus hijos empiecen a
imitarla.
6. ¿Es sujeta a su esposo? (Col. 3:18).
- Si usted no reconoce la posición de su esposo no se asuste cuando sus hijos no
quieran obedecerle.
7. ¿Disfruta a su esposo? (Prv. 12:4)

Nota: El esposo en gran medida es un reflejo de nosotras, la mano de la esposa siempre será
visible en la vida del varón, nuestra labor es sumamente importante… No descuide a su esposo
porque el diablo siempre tendrá a alguien que esté dispuesta a hacer lo que a usted lo toca.

C. Vigile como es con sus hijos.


1. Tenga cuidado de disciplinar a sus hijos (Ef. 6:4).
- Dios le ha puesto como padre de sus hijos, no como amigo, si hubiera querido que
usted fuera el amigo de su hijo le hubiera hecho su amigo y no su padre.
2. Tenga cuidado de amonestar a sus hijos (Heb. 12:7; Ef. 6:4).
3. Tenga cuidado de tratar bien a sus hijos (Col. 3:21; 1 Ped. 3:8).
4. Tenga cuidado de instruir a sus hijos (Dt. 6:6,7; Dt. 11:18,19).
5. Tenga cuidado de atender a sus hijos (Prv. 31:15).
6. Tenga cuidado de hablar con prudencia a sus hijos (Prv. 31:26).
7. Tenga cuidado de estorbar a sus hijos (1 Sam. 2:12,17, 22-24; 1 Sam. 3:13).

Nota: Los padres tenemos una grande responsabilidad delante de Dios, los hijos son prestados
por Dios, invierta en ellos pase tiempo con ellos, cree memorias que jamás serán borradas. Un
día usted dará cuenta por sus hijos.

IV. ¿Por qué es importante mirar cómo andamos?


A. Porque el tiempo es corto (1 Tes. 5:1,2; 2 Ped. 3:9,10).
B. Porque los días que vivimos son malos (Ef. 5:17).
C. Porque somos representantes de Dios (2 Cor. 5:20).
V. ¿Qué debo hacer si no he andado sabiamente?
A. Doblegue su orgullo y reconozca que ha pecado (1 Jn. 1:8).
B. Confiese su pecado y pida perdón a Dios (1 Jn. 1:9).
C. Apártese de su pecado (Prv. 28:13).
D. Determine con firmeza caminar con Dios (Job 22:28)

Conclusión:

¡Gracias a Dios por Su Palabra! siempre podemos mejorar, miremos cómo está nuestro
andar con Dios y busquemos siempre ser dignas seguidoras de Su camino…
Mirad pues con diligencia como andéis no como necios sino como sabios, aprovechando bien el
tiempo porque los días son malos.

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