06 - Explicacion-Hempell

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EPISTEMOLOGÍA E HISTORIA DE LA CIENCIA

SELECCIÓN DE TRABAJOS DE LAS XXII JORNADAS


VOLUMEN 18 (2012)

Luis Salvatico
Maximiliano Bozzoli
Luciana Pesenti

Editores

ÁREA LOGICO-EPISTEMOLÓGICA DE LA ESCUELA DE FILOSOFÍA


CENTRO DE INVESTIGACIONES DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

Esta obra está bajo una Licencia Creative Co mmons atribución NoComercial -
SinDerivadas 2.5 Argentina
Epistemología e Htstona de la Clenaa • Volumen 18 ~ 2012

Explicación causal y predicción en la crítica de Psillos al modelo


nomológico deductivo de Hempel
Sergzo Ammburu •

Introducción
En este trabajo se anal!za la crinca de Statlus Ps!llos de la tesiS de la 1denndad estructural
entre explicación y predicción en el modelo Nomológ¡co-Deductivo (DN) de Carl Hempel.
Sostenemos que los dos pretenclidos contraejemplos que el autor proporaona en Causation
and Explanation (2002) para af1tmar que tal isomorfismo no nene lugar resultan Inadecuados,
pues el barómetro es un indicador de la presión atmosférica, y no su efecto, y la predicción
es un argumento fundamentado qq.e no se rdiere nece$ariamente a un suce_so fuwro.

Causación y niveles de explicación


Psillos anahza la relación entre la exphcaaón y la causación, para lo que reflextona sobre las
nociones de ley natural y causación, así como sobre los diferentes tipos de explicaaón. Pero
plantear estudiar esta relación orig¡na una ambigüedad, pues la causación o h causalidad
pueden estar en un plano diferente del de h explicaaón. Para mostrar esto veamos lo
siguiente. Un hecho ocurre; digamos que cae un avión. El enunciado que describe ese hecho
es el e>.planandum que debe ser subsumido ba¡o leyes y condiciones iruciales según el enfoque
nomológico-deductivo de la explicación desarrollado por Hempel y discutido en el capín!lo 8
del mencionado libro. El evento acaecido está en el plano de la realidad . Los científicos lo
podrán explicar presentando las corresponclientes leyes y conchciones imciales y el hecho
quedará explicado; subsumiendo su descripción del modo mencionado. La t:>.plicaczón cientijica
está en un plano diferente del plano de los hechos; el ámbito de aquélla es cognitivo.. El
científico sabe que esas leyes conocidas y algunas condiaones iruciales tal vez recientemente
descubiertas explican el hecho conocido descripto por el explanandum. Luego Carl flempel
señala que no cualquier cosa que se diga, por ejemplo no cualquier explanans que contenga un
enunaado con forma lógica universal, es una explicación científica. Sus afirmaciones están
en un plano metaoentífico, epistemológico, y son una evaluaaón -y tal vez una
prescripción- sobre lo que los científicos presentan como una explicaciÓn de lo real. Si
alguien -nosotros o Pslllos- discute con Hemj)el qué es una explicación cíentifica correcta o
adecuada (aunque Hempel emplea la eJ>-presión "verdadera" para referirse a una explicación
de ese tipo, lo que es algo oscuro), se sitúa en el mismo phno que él, el epistemológico.
Ahora bien, cualquier explicación parte de algo que se conoce, por ejemplo que en la
reg¡ón espaciotemporal k cayó un avión, para luego formwa-r un argumento que explique, el
hecho. Es importante considerar que el hecho ya ocuntió,, y que además sabernos que
ocuntió. Y lo sabemos porque es observable, típicamente de manera directa. Psillos pretende
evaluar si el modelo de Hempel puede dar cuenta satisfactoriamente_ de la causación indit/idual,
o sea de la causación de eventos singulares.
Un problema se presenta cuanto advertimos que como la explicación es un concepto
epistémico, tiene lugar en el plano de los argumentos de personas que saben cosas o
pretenden que hs saben, pero. no hay explicación en el plano de lo real: en el mundo hay
ocurrencia de eventos o no la hay. Entonces, si hablamos de causalidad o causación surgen

* U .B.A., seraramburu@yahoo. com.ar


dos problemas. En primer lugar, que cuando decimos respecto de dos eventos mdlVlduales
que A es causa de B-, podentos querer decir dos cosas diferentes: que en el plano tnetafísico la
ocurrencia de A determina la ocurrencia de B; o bien podemos querer decir que conoce111os
dentifoamente que el evento que describe el enunciado A (por ejemplo calentar un metal) es la
causa del evento que descnbe el enunciado B (por ejemplo que el metal se dilate).
Si se trata de Jo último, hay que analizar, como Psillos y Hempel, el concepto de
explicaaón causal. Esta expresión puede todavía dar lugar a ambigüedades Para estudiar las
caracteristicas de la explicación causal desde el plano epistemológico es necesario que existan
explicaciones causales brindadas por Jos cienóficos. Sin embargo este concepto en el plano
cienófico resulta poco claro, pues la explicación alude a algo que se sabe, pera ¿se conoce
realmente que A es causa de B? Es posible observar, por ejemplo, dos eventos singulares
como una mano soltando una lapicera y la lapicera que cae, pero parece poco sostenible
afirmar que se observa allí una causa singular; este concepto en el sentido de que la ocurrencia
de A es enteramente responsable de la ocurrenc1a de B es de carácter metafísico o, tal vez,
t_e.Qtic;:q,- Por lo tanto, si se quiere brindar una exphcación científica causal de estos dos
fenómenos que ocumeron, fueron observados y son conocidos, no está claro qué tipo de
explantiJ1dum es el que podóa describir algo inobservable, y por tanto Incognoscible al menos
de la misma manera en que se conocen aviones o lapiceras que se caen.
Esto nos lleva a notar la otra cuestión que el trabajo de Psillos plantea: ¿qué es exphcar
la causación? ¿Es explicar epistemológicamente la explicación científica causal o es explicar la
relación metafísica?
Como el autor anahza s1 el modelo de exphcae1ón e1entífica propuesto por Hempel
resulta satisfactorio e1.·plicati~Iamente respecto de la "causación", queda claro que su
indagaoón es metaepistemológica y no metafísica, es decir, es un mtento de evaluar s1 el
modelo de_ Hempel puede dar cuenta de las explicaoones causales, presuntamente referidas a
casos de causación.
Pero para invest::Lgar esto deberemos asurrur que existe al menos lo que se suele
denominar "causaoón individual". Si ella existe, al menos en ctertas circun~t:ancias algunos
eventos reales son determinantes de la ocurrencia de ciertos otros eventos reales;
metafísicamente hablando A es causa de B Uamemos entonces a esto una relactón causalen.tre
A y B, o mejor desde A hae1a B. Esta relación expresa lo que ocurre cuando un A produce
un B, o sea cuando es su causa y hay un caso de causación desde A hacia B. Saliendo del plano
metafísico, cierto optimismo intelectual puede llevarnos a sostener que conoce111os que A causa
B, o sea esa relación de causa:ción. Y si somos, por ejemplo, cientificos que explicamos ciertos
acontecimientos empleando la palabra "causa" podremos brindar una explicación científica
"causal" del evento B que un cierto explanandum describe. Luego Hempel podrá decimos
desde su plano epistemológico que nuestra explicación causal es correcta, pero en tanto
subespec1e de la e..xplicaci6n nomológ.co-deductiva.
Finalmente surge Psillos, quien señala que el modelo de Hempel no logra captar o dar
cuenta de la "explicaCIÓn causal" (Psillos, 2002, p. 230) y del "orden causal real" (Psillos,
2002, p. 229, 236). Pero estas que son cosas diferentes que no deben ser confundidas, como
parece ocurrirle a éL Sostiene que los argumentQs epistemológtcos hempelianos no penniten
establecer con claridad qué tipo de explicación cienófica es una explicación de la pretendida
relación. Esta parte de su argumentación es metaepistemológica, pues evalúa la evaluación
que Hempel hace de las explicaciones científicas. En esta crítica Psillos hace varias cosas:

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asume que- ex.tste la causaoón en el mundo, que se la puede conocer aentíficamente, y que el
conocimiento de la misma- no puede hacerse- con los- criterios- del modelo :GN. Para sos-tener
que el modelo hempeliano falla en este propósito presenta dos pretendidos contraejemplos,
~_as.Qs. ~e explic:aÓ.Qti~-~ ~-irotític:!_S "causales" donde_ no .se cumplirían los requisitos
hempelianos Para analizar su argumentación, asumamos momentáneamente como él que
existe esa relación metafísica pasible de explicaoón científica

La critica de la tesis del isomorfismo entre explicación y predicción


El argumento de Psillos comienza mencionando que en la perspectiva de Hempel toda
explicación causal es nomológico-deductiva, pero no toda explicación nom~lógico deductiva
es causal. Por ello, una manera de demostrar la falla del modelo hempeliano sería hallando
algún contrae¡emplo que explicase que un evento A causa otro evento B y no satisficiera
alguno de los requisitos de Hempel.
Mostraremos que- si se. aceptan las cond!aones necesanas y sufiaentes -de la explicación
propuestas por Hempel no hay necesidad alguna de aludir a "causas" ni,_ aún haciéndolo, falla
el modelo en el sentido que Psillos pretende. No afirmamos que el modelo DN sea el
adecuado para justificar la explicación científica, sino que si se aceptan sus requisitos, es
posible brindar explicaciones auténticas (con un e>.planans confirmado) aún en Jos casos que
Psillos presenta como presuntos contraejemplos, y sin que el modelo deje de brindar
inteligibilidad explicativa o "comprensión" en el sentido hempehano.

Los fundamentos de la predicción cientifica y el barómetro como indicador


Una táctica argumentativa de Psillos consiste en señalar que _la tesis de la simetría estructural
no logra captar la causaoón, en el sentido de que permite predecir sin "captar el orden
causal" real y, SI se trata de un evento del pasadq, la t]Osis falla pqrque no .permite pt:eckc:it.
Nos struamos ahora en el contexto de las explicaciones singulares, que es en el que han sido
formulados los contraargumentos. En la explicación nomológ:ico deductiva de un hecho
singular se cuenta con una ley universal empírica que, se supone, describe una regulandad en
el mundo, digamos que siempre que ocurre A ocurre B. S1 sabemos que ocurrió B,
buscaremos explicar el evento con la ley y la presencia de A como condición iniaal en cierto
contexto espaciotemporal.
Una clásica objeción al modelo de Hempel, que Psillos hace suya contra la tesís de la
simetría estructural, y de ese modo del modelo DN, en el apartado 8.8 del capítulo
denominado "Deductive-nomological expla!látion" del mencionado libro es la siguiente:

Contrae¡emplo 1. El descenso brusco en la marca de un barómetro permzte predear una tormenta, pero no
exp!tcarla

Cuando ha ocumdo la tormenta resulta anmntrnóvo deCir que ·ella se produ¡o porque el
barómetro descendió rápidamente. Psillos señala además que~
ru las lupóteSlS que correlaoonan el barómetro con las tormentas exphcan la
tormenta. Es una caída en la presión atmosférica lo que explica la tormenta·, De
hecho, la caída de la marca del barómetro y la tormenta son efectos comunes de la
misma causa. el.descenso de la presión (Psillos, 2002, p. 236).

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Por ello Psillos concluye que en esre caso "puede haber predtcctón slfi expllcac1ón" (Psillos,
2002, p. 236) Y agrega algo muy interesante: que "la predicción no es una explicación
porque la hipótesis predictiva no identifica las causas para que ocurra el evento" (Psillos,
2002, p. 236), o sea que faltaría el enunciado que describe el factor causal singular
responsable del orden causal real.
Pero este argumento falla. En el mundo, como recuerda Psillos, hay eventos que
suceden regularmente a otros, y la ley que señala que siempre que hay descenso brusco de la
presión atmosférica (evento A) hay tormenta (evento B), no parece stgnificar otra cosa que
primero desciende la presión y luego se produce la tormenta. Esto se refiere al orden
temporal de ocurrencia de hechos en el mundo, al plano ontológico. Sin embargo, desde un
plano epistemológico el orden temporal involucrado en una explicación es diferente. Si
emplearnos una ley para explicar o predeCir, asumimos que está confirmada y no
problematizamos su estado cognitivo. En este sentido, epistemológicamente (y
temporahnenre también) las leyes anreceden a las explicaciones y predtcciones: a la hora de
formular éstas re'i.risamos el cajón de las leyes y vemos cuál nos viene mejoro Es Clerto que la
b!Ísqueda de explicaciones puede llevar a formular nuevas conjeturas, pero una explicación o
una predicción DN requiere leyes confirmadas La ley afirma que ha pasado y pasará que
cuando acaece A (descenso brusco de la presión atmosférica) ocurre posteriormente B (la
tormenta). Explicamos la tormenta de la semana pasada mencionando la ley y señalando que
en t2 se produjo la tormenta y en t1 bajó fuertemente la presión.
Sin embargo Psillos sostiene que el barómetro "puede usarse para predeor una
tormenta" Añadamos que también se puede predecir una tormenta con un mayor margen de
o

error cuando un perro se echa de espaldas y se mueve zarandeando alegremente su barriga y


su cola. Después de todo cualqUier predicCión es una conjetura. Naturalmente, la del perro
no es una predicción científica. ¿Y qué cosa es una predicción científica? Se trata de una
afirmación conjetural que se realiza con base en cierto conocimiento vigente, en
fundamentos cognitivos establecidos Popper (1963) o Mario Bunge (1969)> por ejemplo,
han analizado la predicCión científica señalando que nunca es un enunciado no condicional,
en el sentido que precisamente señalamos. Una predicción Científica puede entend-¡:rse
correctamente en dos sentidos diferentes; como un argumento cuya conclusiÓn es una
conj~tura o enunciado predictivo (un predictor), o como el prop10 en-undado predictivo,, en
~srecaso singular. Cuando Hempel afirma que hay identidad de estructura entre predtcción y
explicación habla en el primer senudo; pero cuando Psillos habla de la "hipóteSis predtctiva"
lo hace en el segundo sentido. Es legitimo hacerlo, pero son dos cosas diferentes . Una
predicción DN en tanto argumento comparte estructura con la e...xplicación, y como
enunciado es una conjetura fundamentada.
Pero Ps1llos .sí es equívoco cuando emplea aquí otro senttdo de expllcaaón al aseverar
que "es una caída en la presi6n atmosférica lo que explica la tormenta", pues Hempel niega
que un hecho pueda explicar otro sin recurrir a leyes.
Analicemos entonces de qué modo el barómetro puede usarse para predecir la
tormenta. Imaginemos que a Juan su médico le toma la temperatura y le dice que tiene fiebre.
Hay aquí dos afirmaciones diferentes que descnben hechos diferentes. que Juan nene fiebre y
que la aguja del rermómetro se sitúa en el número 39. Cuando alguien predice
científicamente una tormenta a partir de la observaaón del barómetro no sostiene que habrá

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tormenta porque el barómetro sufnó la notona mochficactón en el valor en cuesttón, sino
porque sabe que ha bajado la preszón atmosférica. Precisamente, sabe que el barómetro es mucho
más que un perro panza arriba meneándose: es un indicador del valor de la variable "presión
atmosférica" que expresa la presión del aire sobre la Tietra. Igualmente el médico sabe que el
número en el termómetro es un indicador de la temperamra corporal de Juan. Y cuando
Psillos se hace eco del argumento del barómetro parece oh~dar que la cienc1a no predice con
perros, sino con fundamentos cognitivos, del mismo modo que nadie confunde el número
que indica la agu¡a en la balanza con el peso de lo que se ha puesto sobre ella. Y sabemos,
cetens paribus, que el número que se ve arriba de la aguja corresponde al peso del objeto,
porque hay un fundamento teórico para ello. En consecuencia, si predeCimos la tormenta
(evento B), el argumento predictivo contiene la ley que conecta el descenso brusco de la
presión atmosférica con las tormentas y un enunciado singular (condición inicial) que afirma
que sabemos que en una cierta región espaciotemporal ha bajado la presión atmosférica
(evento A).: Si no se hiv'iéSe en consideración el enunciado de Condición inicial no habría
explicaoón DN del hecho. Luego, la predicción es un argumento que incluye kyes y además
cumple el requis1to de isomorfismo del modelo de Hempel.

El rol de las condiciones iniciales


Esto muestra que no hay necesidad de cons1derar las conchc10nes miciales como "causas
singulares". Más b1en, lo señalado anteriormente puede ser tomado para recordarle a Psillos
que explicar no tiene por qué convettirse en explicar caus·alrnertte, algo que él acepta, pero
que parece olvidar cuando sostiene que en el ejemplo citado falta "el orden causal real". Pues
¿cómo sabemos que existe un orden causal real? ¿Y de dónde- sale la 1dea. de que -si eristieseJa:
ciencia lo podría conocer?
_Ps_illos _s_e_ _e_mpeña_ ~Jl _1_1JYPlucrar _supuestos_ meta{ístcos_ .que_ osc:ure_cen las
argumentactones epistemológicas, como señalamos cuando dijímos que explicamos lo real,
pero la explicación es cognitiva y lo real no, en tanto que la causación mdividual es -en el
mejor de los casos-- -metafísica. Esto se marufies-ta claramente· cuando asegura que- tanto el
descenso en el barómetro como la tormenta son "efectos comunes de la misma causa" Pero
si tiene algún sentido esta afirmación, si buscamos una justificación racwnal y cogninva- (de
esas que proporcionaría un epistemólogo), ella sería que hay enunciados legales que
conectan, por una parte A (descenso brusco de la presión atmosfénca) con B (ocurrencia de
tormenta) y por otra parte A con C (comportal1llento del barómetro). Ese y no otro es el
sentido que podemos dar a la expresión ~~.e-~s:tos comunes" y se basa en el conocirru.ento
vigente bajo la forma de leyes aceptadas antes de la formulaoón de los argumentos, o sea en
el conocimiento de fondo, como señalamos. Esta es otra razón que muestra por qué es falso
que "el barómetro" sirva para predecir y no para explicar.
Per() hay o_tro argumento más fuerte y "más interesante" que Psillos presenta contra la
teSIS de la identidad estructural de explicioón )' predicción. Similármente, intenta mostrar
con este argumento que el modelo DN no logra captar el "orden causal" y que falla porque
es posible encontrar explicaciones científicas genuinas y satisfactorias de acuerdo con las
c~ndiciones necesarias y suficientes que Hempel propuso, pero que sin embargo no pueden
ser predicciones, en el sentido de argumentos predictivos.

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ContraeJemplo 2
En este caso, dada la relevancta del 1msmo y la concluslV!dad con que lo presenta Psillos
consideramos conveniente citar el pretendido contraejemplo completo:
Supongamos que podemos explicar un suceso pasado (por eJemplo, la postoón de
Marte hace dos meses) con la primera ley de Kepler y la posición actual del planeta
como condición inicial. Aunque se trata de una explicación de acuerdo con el
modelo DN, no equivale a una predicción de la posición de Marte, ya que las
predicciones son a futuro La explicación DN relevante de la posición de Marte
hace dos meses podrá retrodecir esta posición, pero no predecirla. Una vez más,
podemos ver que el fracaso de la tesis de simetrí..a de la explicación y la predicción
está relaciOnado con la supuesta mcapacidad del modelo DN para ahnear el orden
exphcativo con el orden causal (Psillos, 2002, p. 236) ;
Recordemos que aquí se alude a dos cosas disnntas: el argumento pred!ctlvo (del que se dice
que no puede formularse en este caso Concreto) y el enunciado predictivo o predictorii,
referido a la descripción de la posición de Marte hace dos meses. Muy atinadamente Psillos
señala que el argumento que puede formularse con esta explicación es una retrodicción.
,Cuándo podría construirse el argumento retrodictivo? Y ,qué es una retrodicción?
Retomando nuestra anterior distinción entre el orden epistémico explicativo o cogni:ttvo
y el orden temporal real de los hechos, señalemos que el ejemplo de la posición de Marte
pudo haber sido una retrodicción si no hubiésemos conocido la posición de Marte hace dos meses
(el explanandum del argumento del ejemplo) y sí la ley y la condioón inioal presente. Cabe
recordar que la explicación de cualquier hecho singular parte de que a) el hecho ocurrió y,
principalmente, b) lo sábemos, y por ello y tal vez porque nos ha causado sorpresa que
ocurriera buscamos una explicación, En toda explicación, como b1en señala Hempel, se sabe
que ocurrió el fenómeno y se busca un explanans. El enunciado que describe el hecho se conoce
o no se conoce, y en el primer caso se lo explica, pero si no se lo conoce, y sí las leyes y
cond.lciones inioales pertinentes, se lo formula como una conjetura y se llama pred.lcción o
enunciado predictivo o predictor
Una predicción en tanto enunciado es un afumación hipotética que se formula a paror
de c1erto conocimiento, y en tanto argumento es aquel que parte de lo que se sabe O~yes,
condioones iniciales) para afirmar algo que no se sabe pero se conjetura con fundamento. La
pred('cción cientfjica no tzene nada que ver con el momento de la ocurrencia del hecho, pues es de carácter
epistémico y no metafísico, y sorprende que Psillos no lo sepa. La retrodicción es un caso
especial de pred.lcción que se refiere a la ocurrencia en el pasado de un hecho pero, como
toda predicción, permite formular un enunciado pred!ctivó q~e puede luego contrastarse con
éxito y convertirse en conocirolento, o fallar. El enunciado -~s conjetural o no lo es,
independientemente del rnQ!:n<:nto d" la ocurrencia del hecho que describe. Si hay
fundam~_nto y es conjetural, es una predicción; si lo hay y no es conjetural, es una
explicación.
Por lo que Pstllos se equtvoca cuando afirma que este es un contraeJemplo en el que no
puede haber predicción. Esto permite notar que no hay necesidad de hablar de "orden
causal" para explicar o predecir en el modelo de Hempel, pero sí hay un orden
epistemológico en el que algún fundamento precede a toda explicación o preclicc1ón, y deja
en pie la tesis de la identidad estructural de argumentos predictivos y explicativos en el
mismo ante esta critica.
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i -Ti:aducción nuestra
~ Q .&.~&f9J!i~.!W1!t

Bibliografia
BUNGE, Mano. La znvesttgactón aentíftca. Barcelona: Anel, 1969
GAETA, Rodolfo et aL Modelos de explicación cimtíftca Buenos Aires: Eudeba, 1996.
HEMPEL, CarL La explicació11 científica. Estudios sobre jilosojia de la ciencia. Barcelona: Prudós,
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PSIILOS, Statlus. Causafto11 and Exp!onatzo11, Montreal y Kingston, McGill-Queen's
University Press: 2002.
POPPER, Karl C01yetutasy refutaaones. Barcelona: Paidós, 1984 (1963).

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