06 - Explicacion-Hempell
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06 - Explicacion-Hempell
Luis Salvatico
Maximiliano Bozzoli
Luciana Pesenti
Editores
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SinDerivadas 2.5 Argentina
Epistemología e Htstona de la Clenaa • Volumen 18 ~ 2012
Introducción
En este trabajo se anal!za la crinca de Statlus Ps!llos de la tesiS de la 1denndad estructural
entre explicación y predicción en el modelo Nomológ¡co-Deductivo (DN) de Carl Hempel.
Sostenemos que los dos pretenclidos contraejemplos que el autor proporaona en Causation
and Explanation (2002) para af1tmar que tal isomorfismo no nene lugar resultan Inadecuados,
pues el barómetro es un indicador de la presión atmosférica, y no su efecto, y la predicción
es un argumento fundamentado qq.e no se rdiere nece$ariamente a un suce_so fuwro.
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asume que- ex.tste la causaoón en el mundo, que se la puede conocer aentíficamente, y que el
conocimiento de la misma- no puede hacerse- con los- criterios- del modelo :GN. Para sos-tener
que el modelo hempeliano falla en este propósito presenta dos pretendidos contraejemplos,
~_as.Qs. ~e explic:aÓ.Qti~-~ ~-irotític:!_S "causales" donde_ no .se cumplirían los requisitos
hempelianos Para analizar su argumentación, asumamos momentáneamente como él que
existe esa relación metafísica pasible de explicaoón científica
Contrae¡emplo 1. El descenso brusco en la marca de un barómetro permzte predear una tormenta, pero no
exp!tcarla
Cuando ha ocumdo la tormenta resulta anmntrnóvo deCir que ·ella se produ¡o porque el
barómetro descendió rápidamente. Psillos señala además que~
ru las lupóteSlS que correlaoonan el barómetro con las tormentas exphcan la
tormenta. Es una caída en la presión atmosférica lo que explica la tormenta·, De
hecho, la caída de la marca del barómetro y la tormenta son efectos comunes de la
misma causa. el.descenso de la presión (Psillos, 2002, p. 236).
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Por ello Psillos concluye que en esre caso "puede haber predtcctón slfi expllcac1ón" (Psillos,
2002, p. 236) Y agrega algo muy interesante: que "la predicción no es una explicación
porque la hipótesis predictiva no identifica las causas para que ocurra el evento" (Psillos,
2002, p. 236), o sea que faltaría el enunciado que describe el factor causal singular
responsable del orden causal real.
Pero este argumento falla. En el mundo, como recuerda Psillos, hay eventos que
suceden regularmente a otros, y la ley que señala que siempre que hay descenso brusco de la
presión atmosférica (evento A) hay tormenta (evento B), no parece stgnificar otra cosa que
primero desciende la presión y luego se produce la tormenta. Esto se refiere al orden
temporal de ocurrencia de hechos en el mundo, al plano ontológico. Sin embargo, desde un
plano epistemológico el orden temporal involucrado en una explicación es diferente. Si
emplearnos una ley para explicar o predeCir, asumimos que está confirmada y no
problematizamos su estado cognitivo. En este sentido, epistemológicamente (y
temporahnenre también) las leyes anreceden a las explicaciones y predtcciones: a la hora de
formular éstas re'i.risamos el cajón de las leyes y vemos cuál nos viene mejoro Es Clerto que la
b!Ísqueda de explicaciones puede llevar a formular nuevas conjeturas, pero una explicación o
una predicción DN requiere leyes confirmadas La ley afirma que ha pasado y pasará que
cuando acaece A (descenso brusco de la presión atmosférica) ocurre posteriormente B (la
tormenta). Explicamos la tormenta de la semana pasada mencionando la ley y señalando que
en t2 se produjo la tormenta y en t1 bajó fuertemente la presión.
Sin embargo Psillos sostiene que el barómetro "puede usarse para predeor una
tormenta" Añadamos que también se puede predecir una tormenta con un mayor margen de
o
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tormenta porque el barómetro sufnó la notona mochficactón en el valor en cuesttón, sino
porque sabe que ha bajado la preszón atmosférica. Precisamente, sabe que el barómetro es mucho
más que un perro panza arriba meneándose: es un indicador del valor de la variable "presión
atmosférica" que expresa la presión del aire sobre la Tietra. Igualmente el médico sabe que el
número en el termómetro es un indicador de la temperamra corporal de Juan. Y cuando
Psillos se hace eco del argumento del barómetro parece oh~dar que la cienc1a no predice con
perros, sino con fundamentos cognitivos, del mismo modo que nadie confunde el número
que indica la agu¡a en la balanza con el peso de lo que se ha puesto sobre ella. Y sabemos,
cetens paribus, que el número que se ve arriba de la aguja corresponde al peso del objeto,
porque hay un fundamento teórico para ello. En consecuencia, si predeCimos la tormenta
(evento B), el argumento predictivo contiene la ley que conecta el descenso brusco de la
presión atmosférica con las tormentas y un enunciado singular (condición inicial) que afirma
que sabemos que en una cierta región espaciotemporal ha bajado la presión atmosférica
(evento A).: Si no se hiv'iéSe en consideración el enunciado de Condición inicial no habría
explicaoón DN del hecho. Luego, la predicción es un argumento que incluye kyes y además
cumple el requis1to de isomorfismo del modelo de Hempel.
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ContraeJemplo 2
En este caso, dada la relevancta del 1msmo y la concluslV!dad con que lo presenta Psillos
consideramos conveniente citar el pretendido contraejemplo completo:
Supongamos que podemos explicar un suceso pasado (por eJemplo, la postoón de
Marte hace dos meses) con la primera ley de Kepler y la posición actual del planeta
como condición inicial. Aunque se trata de una explicación de acuerdo con el
modelo DN, no equivale a una predicción de la posición de Marte, ya que las
predicciones son a futuro La explicación DN relevante de la posición de Marte
hace dos meses podrá retrodecir esta posición, pero no predecirla. Una vez más,
podemos ver que el fracaso de la tesis de simetrí..a de la explicación y la predicción
está relaciOnado con la supuesta mcapacidad del modelo DN para ahnear el orden
exphcativo con el orden causal (Psillos, 2002, p. 236) ;
Recordemos que aquí se alude a dos cosas disnntas: el argumento pred!ctlvo (del que se dice
que no puede formularse en este caso Concreto) y el enunciado predictivo o predictorii,
referido a la descripción de la posición de Marte hace dos meses. Muy atinadamente Psillos
señala que el argumento que puede formularse con esta explicación es una retrodicción.
,Cuándo podría construirse el argumento retrodictivo? Y ,qué es una retrodicción?
Retomando nuestra anterior distinción entre el orden epistémico explicativo o cogni:ttvo
y el orden temporal real de los hechos, señalemos que el ejemplo de la posición de Marte
pudo haber sido una retrodicción si no hubiésemos conocido la posición de Marte hace dos meses
(el explanandum del argumento del ejemplo) y sí la ley y la condioón inioal presente. Cabe
recordar que la explicación de cualquier hecho singular parte de que a) el hecho ocurrió y,
principalmente, b) lo sábemos, y por ello y tal vez porque nos ha causado sorpresa que
ocurriera buscamos una explicación, En toda explicación, como b1en señala Hempel, se sabe
que ocurrió el fenómeno y se busca un explanans. El enunciado que describe el hecho se conoce
o no se conoce, y en el primer caso se lo explica, pero si no se lo conoce, y sí las leyes y
cond.lciones inioales pertinentes, se lo formula como una conjetura y se llama pred.lcción o
enunciado predictivo o predictor
Una predicción en tanto enunciado es un afumación hipotética que se formula a paror
de c1erto conocimiento, y en tanto argumento es aquel que parte de lo que se sabe O~yes,
condioones iniciales) para afirmar algo que no se sabe pero se conjetura con fundamento. La
pred('cción cientfjica no tzene nada que ver con el momento de la ocurrencia del hecho, pues es de carácter
epistémico y no metafísico, y sorprende que Psillos no lo sepa. La retrodicción es un caso
especial de pred.lcción que se refiere a la ocurrencia en el pasado de un hecho pero, como
toda predicción, permite formular un enunciado pred!ctivó q~e puede luego contrastarse con
éxito y convertirse en conocirolento, o fallar. El enunciado -~s conjetural o no lo es,
independientemente del rnQ!:n<:nto d" la ocurrencia del hecho que describe. Si hay
fundam~_nto y es conjetural, es una predicción; si lo hay y no es conjetural, es una
explicación.
Por lo que Pstllos se equtvoca cuando afirma que este es un contraeJemplo en el que no
puede haber predicción. Esto permite notar que no hay necesidad de hablar de "orden
causal" para explicar o predecir en el modelo de Hempel, pero sí hay un orden
epistemológico en el que algún fundamento precede a toda explicación o preclicc1ón, y deja
en pie la tesis de la identidad estructural de argumentos predictivos y explicativos en el
mismo ante esta critica.
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i -Ti:aducción nuestra
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