Evar Méndez El Jardin Secreto Trabajo
Evar Méndez El Jardin Secreto Trabajo
Evar Méndez El Jardin Secreto Trabajo
Introducción
La forma del poema en prosa, asociada desde su génesis a una voluntad de
renovación del lenguaje poético, presenta en la lírica argentina del siglo XX importantes
exponentes. En una enumeración rápida e incompleta podrían mencionarse los nombres
de Oliverio Girondo, Olga Orozco, Alejandra Pizarnik y Arnaldo Calaveyra como
emblemáticos cultores de esta modalidad genérica. En el caso particular de la poesía
escrita en Mendoza o por escritores de Mendoza, es posible hablar de una serie
interesante de obras que incluiría volúmenes como El jardín secreto (1923) de Evar
Méndez, El inquilino de la soledad (1929) de Ricardo Tudela, Concéntricas; motivos de
Buenos Aires (1932) de Sixto Martelli y Prólogo al cielo (1941) de Serafín Ortega.
En función de este relevamiento preliminar, el objetivo de esta comunicación
consiste en examinar El jardín secreto. A pesar de estar vinculado a las vanguardias de
la década del ’20, por su labor de promotor cultural, la obra de Evar Méndez (Guillermo
Evaristo González Méndez 1885-1955) se inscribe en la poética modernista y, por su
colocación singular en el campo literario argentino, hace posible el examen del
desarrollo de este movimiento en un doble plano regional y nacional. El análisis
propuesto se basa en la recuperación de estudios teóricos sobre el poema en prosa. Estos
referentes permitirán examinar la funcionalidad de la estructura del libro, su
organización conceptual y los rasgos estilísticos inherentes a la forma que se presenta en
los textos de El jardín secreto. El plan de trabajo de la exposición es el siguiente: 1) una
síntesis biográfica del autor; 2) la presentación de los rasgos característicos del poema
en prosa; 3) el examen del volumen. En unas consideraciones finales, realizarán algunos
apuntes sobre el lugar del texto en el campo de la literatura nacional y regional.
Síntesis biográfica
Guillermo Evaristo González Méndez nació en Mendoza en 1885 y es hijo de una
prolífica familia conservadora local. Realizó estudios incompletos en el Colegio
Nacional, según el testimonio de Ricardo Rojas. Tempranamente se dedicó al
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periodismo. En Mendoza, fue colaborador del diario El Debate y de las revistas Hojas
al viento, Mendoza. Revista Semanal de la Vida Cuyana y La ilustración andina.
Desempeñó además cargos públicos. Hacia 1911 se traslada e instala en Buenos Aires.
Por su filiación radical, se desempeñó como bibliotecario y jefe de publicaciones de la
Casa de Gobierno durante la gestión presidencial de Alvear. Fue además uno de los
fundadores y directores de los periódicos Martín Fierro (primera época, 3 números,
marzo-abril de 1919), ¡La Gran Flauta...! (3 números, abril-mayo 1921), y del
consagratorio Martín Fierro (segunda época, 45 números en 37 entregas, de febrero de
1924 a fines de diciembre de 1927) (García 2005).
Una paradoja signa las inclinaciones artísticas de Evar Méndez. Como escritor
practica una escritura inserta plenamente en la poética modernista, en especial en su
vertiente decadentista. Dan testimonio de esta adscripción sus libros Palacios de
ensueño (1910, con prólogo de Ricardo Rojas), El jardín secreto (1923) y Las horas
alucinadas. Nocturnos y otros poemas (1924). Sin embargo, como crítico y promotor
cultural manifiesta una apertura decidida a las innovaciones de las vanguardias estéticas.
Este entusiasmo se advierte en presentaciones, reseñas y notas críticas sobre literatura,
teatro, música y cine. Un testimonio de Norah Lange exhibe el empeño de Evar Méndez
en la promoción de las jóvenes voces de la poesía argentina:
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Se menciona la edición de Poesías completas de Olegario V. Andrade (1915), y el “Estudio biográfico”
a la edición de Agustín Álvarez. Manual de patología política (1916).
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Palacios de ensueño (1910) y Canción de la vida en vano (plaquette) (1915).
3
La vida teatral: crónicas de teatro argentino y extranjero, publicadas en La Gaceta de Buenos Aires
1911-1916, La Razón, 1916-1920 y El Diario 1922-1923.
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De hecho, el ideal bohemio queda refrendado en los epígrafes de secciones enteras o poemas dedicados
a personajes como Alfonso de La Ferrère, René Zapata Quesada o Vicente Martínez Cuitiño.
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Cada sección agrupa textos que desarrollan un núcleo temático: “País natal”,
representa el espacio originario como ámbito idílico, familiar, de contención del yo. Es
una secuencia que presenta notas regionalistas. “Ciudad y campaña” exhibe un primer
deslumbramiento del sujeto provinciano ante la gran ciudad y sus personajes
característicos (la mujer, el inmigrante, el hotel, la calle Corrientes como epítome de
Buenos Aires). Aparecen en esta sección dos unidades textuales que expresan la queja
del aristócrata modernista contra la mentalidad burguesa liberal: “Contra la agricultura”
– diatriba contra el mercantilismo que ocasiona la degradación de la ciudad – y
“Domingos de hoy” – en el que se lamenta la sustitución de un día para el descanso y la
contemplación, por otro para la lucha social –. “Media noche” reúne textos de corte
netamente decadentista en los que se refiere la iniciación del sujeto. En ellos aparece la
dicotomía de la mujer ángel y demonio como elemento que exaspera la voluptuosidad
del yo lírico. Incluso algunos textos poseen un decidido carácter anticristiano, blasfemo,
como “Vírgenes mártires”, “Lujuria sagrada” o “Viernes Santo”. Por último, la sección
“Ideal” señala la purificación final del sujeto, el deseo de despojamiento de toda
sensualidad, y exhibe su credo poético y filosófico.
Tal como lo expresa su autor en el “prólogo”, el núcleo generador de estos
motivos es una emoción, un recuerdo o una idea oportuna. El pathos asociado a este
germen determina la tonalidad afectiva predominante en el poema y sobre ella descansa
el lirismo de las unidades textuales. Este pathos determina la selección léxica
sublimante o degradante según el objeto poético escogido, el encadenamiento
paratáctico de secuencias, el paralelismo con valor enfático o en función de disposición
enumerativa, la metáfora, aspectos inherentes a las formaciones sensible y semántico
referencial propias del pacto lírico. Sin embargo, este impulso se amalgama con otros
relativos al pacto fabulante (en los que se narra y se describe un acontecimiento) o al
pacto crítico (en los que se presenta una tesis) que, incluso en ocasiones, predominan
sobre el impulso lírico. Las secuencias que componen “País natal”, por ejemplo surgen
del recuerdo de espacios queridos o de anécdotas. Los de la sección “Ciudad y
campaña” muestran, en ocasiones el impacto de una emoción que da lugar a la
representación de una visión, como ocurre, por ejemplo, en “Entre la lluvia”, texto en el
que el sujeto paseante se maravilla ante la visión de una mujer porteña. En estos casos la
secuencia se teje en torno a una anécdota o a un episodio circunstancial. La tendencia a
la amalgama de lo lírico con lo crítico y con la argumentación se observa en todas
aquellas secuencias en las que el poeta toma distancia frente a una realidad que lo
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La escuela decadente reunió a voces como Jules Barbey d’Aurevilly (1808 – 1889), Remy de Gourmont
(1858 – 1915), Joris-Karl Huysman (1948- 1907), Jean Lorrain (1855 – 1906?), Marcel Schwob (1867 –
1905). Este grupo literario expresa el sentimiento de la finalización de un ciclo de la cultura occidental y
el comienzo de una etapa nueva, la de la modernidad. Sus rasgos más característicos son la erudición, el
rescate de las ciencias ocultas y la magia negra (en tono serio o paródico), la concepción del texto literario
como tóxico corruptor y por ello de gran potencia revolucionaria, la exaltación en el texto de espíritus
hipersensibles, alterados, de cuyas patologías nerviosas se deriva un estilo; la exacerbación del erotismo,
incluso en sus manifestaciones enfermizas o violentas; la primacía estilística dada a los matices y a las
variaciones; la mixtura de los cauces genéricos; la mistificación del escritor; el deseo de disgustar a través
de la obra como forma de “sacudir al público del sopor en el que lo envuelven los discursos dominantes”
(Iglesias. 2007, 9-20).
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“Allí, del valle escondido en las cordilleras, como si surgiera de las cavernas de
Eolo, de un Eolo plutoniano y rudo, conmoviendo a las mismas montaña, nace el
viento.
El rumor constante y terrible se esparce por las abras, prolongando un espantoso
eco, como un arrastrarse de truenos por las cimas rocosas.
Surge de su vertiente inexplorada, virgen y desconocida, el torbellino que se
eleva, siempre más alto, hasta las más enormes cimas, hasta perderse en el
firmamento diáfano que su vasta sombra oscurece a lo lejos.
Se dilata luego por el valle, para salir por la quebrada y asolar las llanuras, como
una tropa frenética en guerra.
Es el enorme y pujante Zonda, el Atila de las pampas, azote de Dios que
castiga ciudades, como en los tiempos bíblicos” (Méndez, 30).
Síntesis final
El análisis efectuado de El jardín secreto manifiesta su importancia como
expresión del modernismo y el posmodernismo en escritores de Mendoza. Asimismo,
tal como señalábamos en un principio, puede ser considerado como primer eslabón
significativo en la apelación a una forma – la del poema en prosa – que ha despertado el
interés de los actores que se inscriben en el sistema de la lírica mendocina. Este valor
fundacional puede proyectarse también en lo que se refiere a la representación del
paisaje mendocino en la poesía del siglo XX.
Si bien los textos que conforman el volumen poseen un valor estético desigual, por
momentos epigonal, en su conjunto la obra revela la factura de un escritor consciente de
su oficio: a través de las declaraciones en torno al género del “prólogo”, las relaciones
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Bibliografía
Baudelaire, Charles (1994). Pequeños poemas en prosa. Los paraísos artificiales.
Edición de José Antonio Millán Alba. Madrid, Cátedra.
García, Carlos (2005) “Evar Méndez y el final de Martín Fierro: Verdades y mentiras”.
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http://www.revistagodot.com.ar/num6/index.html
Haullón de Aro, Pedro (2005) “Teoría del poema en prosa”, Quimera: Revista de
literatura, 262, 22-25.
Israel, Daniel Adrián (2010). “El ‘caso’ Néstor Sánchez: poéticas de autor, epigonalidad
y gestión canónica”. En: Zonana, Víctor Gustavo (Dir. – ed.); Molina, Hebe Beatriz
(Co-ed.) Poéticas de autor en la literatura argentina. Desde 1950 Vol. II, en prensa.
---. (1990) Historia y Valor. Ensayos sobre literatura y sociedad. Trad. Nora Catelli.
Barcelona, Ediciones Península.
Peña, Cynthia M. (2003) “Breves apuntes sobre el devenir histórico del poema en prosa
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3 (2), 34-43.
Pereira, María Eugenia (2004) “Une forme ‘ex-centrée’ d’un ‘ex-centrique’: le poème
en prose de Pierre Mac Orlan”, forma breve, 2, 145-158.