La comunicación en público tiene como objetivo difundir información y mensajes a un público masivo a través de medios como la televisión, prensa, radio e internet. Ha sido estudiada de diferentes formas como un arte, herramienta de productividad y medio de control social. Es indispensable para el desarrollo democrático ya que permite la libre expresión de ideas. En la actualidad, las nuevas tecnologías proveen un marco diferente para estudiar y practicar la comunicación pública de forma asincrónica con audiencias desconocidas.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
52 vistas3 páginas
La comunicación en público tiene como objetivo difundir información y mensajes a un público masivo a través de medios como la televisión, prensa, radio e internet. Ha sido estudiada de diferentes formas como un arte, herramienta de productividad y medio de control social. Es indispensable para el desarrollo democrático ya que permite la libre expresión de ideas. En la actualidad, las nuevas tecnologías proveen un marco diferente para estudiar y practicar la comunicación pública de forma asincrónica con audiencias desconocidas.
La comunicación en público tiene como objetivo difundir información y mensajes a un público masivo a través de medios como la televisión, prensa, radio e internet. Ha sido estudiada de diferentes formas como un arte, herramienta de productividad y medio de control social. Es indispensable para el desarrollo democrático ya que permite la libre expresión de ideas. En la actualidad, las nuevas tecnologías proveen un marco diferente para estudiar y practicar la comunicación pública de forma asincrónica con audiencias desconocidas.
La comunicación en público tiene como objetivo difundir información y mensajes a un público masivo a través de medios como la televisión, prensa, radio e internet. Ha sido estudiada de diferentes formas como un arte, herramienta de productividad y medio de control social. Es indispensable para el desarrollo democrático ya que permite la libre expresión de ideas. En la actualidad, las nuevas tecnologías proveen un marco diferente para estudiar y practicar la comunicación pública de forma asincrónica con audiencias desconocidas.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3
LA COMUNICACIÓN EN PÚBLICO
¿Qué es la comunicación en público?
El propósito de la comunicación en público es difundir información y mensajes con distintos propósitos, dirigida a un público masivo. Este tipo de comunicación suele verse en televisión, prensa, radio e internet. Aunque se puede utilizar cualquier tipo de medio. La comunicación en público ha sido estudiada de muchas formas. Para ciertas personas les resulta como un tipo de arte practico, una herramienta en las organizaciones para mejorar la productividad y un medio de control social; otros la han tomado como una de las bellas artes, debido que una palabra embellecida proporciona placer, estabilidad y visión interior a las experiencias humanas. Sin duda, la comunicación en público ha sido practicada en diversos estilos durante años, pero hoy se considera indispensable para el desarrollo de los sistemas, las instituciones y los países democráticos, ya que proporciona el ambiente adecuado para que la gente se exprese con libertad, hable de sus ideas y sus problemas y, en consecuencia, exista pluralidad de opiniones y se formen grupos que actúen para el logro de sus metas e ideales. Al correr de la historia, la función de hablar ante público ha experimentado cambios. El filósofo griego Aristóteles vio el arte de hablar en público como un medio para persuadir, “considerando ilícito usar la palabra para fines inmorales, pues la retórica debía perfeccionar al hombre, no pervertirlo” (Fernández, 1991:14). Al igual que entonces, ahora la siguen practicando políticos y hombres de negocios: sin embargo, durante este siglo se han producido modificaciones en su forma, debido a que los oradores tienen que capacitarse para saber manejar la tecnología y los medios de comunicación, al igual que la palabra. En un mundo de comunicaciones instantáneas, en donde la persuasión, la información, el entretenimiento y todo tipo de mensajes vienen y van, así como donde la opinión pública se forma bajo la influencia de imágenes y diálogos a través de medios masivos, correos electrónicos y monitores de computadora o de televisión, resulta lógico que el discurso largo, pausado, con la imagen casi estática del orador, sea percibido como cansado o aburrido - EJEMPLO DE CATEDRATICO CERRADO Y ABURRIDO. Tradicionalmente, el estudio de la oratoria giraba en torno a la elocuencia de la palabra y al embellecimiento del lenguaje, cuya función primordial era convencer; en la actualidad, la comunicación oral en público, con sus diversas funciones, formas y efectos, destaca y señala, como antes, la interacción entre el orador y su auditorio; aunque ahora las nuevas tecnologías de la información proporcionan un marco diferente para estudiar y practicar la comunicación en público, ya que el orador habla con muchos públicos desconocidos o “invisibles”, en forma asincrónica. Es por ello que el término orador, “persona que ejerce el arte de la oratoria” (Fernández, 1991:16), fue sustituido por el de comunicador, “persona que se comunica” en un contexto de intercambio que usa medios masivos de información, pero que sigue siendo interpersonal y, por lo tanto, afectivo y recíproco, en el cual los valores culturales y éticos juegan un papel muy importante en el ejercicio profesional. En este marco, el discurso público tradicional evoluciona, cambia, se vuelve menos retórico (“arte de bien hablar o una ciencia de hablar con prudencia y adorno”)1 y adquiere un estilo de “conversación”; aunque, como se ha visto a lo largo de la historia, sigue impactando a diferentes tipos de auditorios, manifestándose en grandes salones de conferencias, influyendo en las mentalidades y motivando con elocuencia, por lo cual nunca dejará de ser vital en las culturas y sociedades, pues, como dice Ferrer en su libro El lenguaje de la publicidad (1994:39): Aunque McLuhan haya proclamado que la computadora promete estados de gracia, de comprensión y unidad universales, el lenguaje como articulación cultural del hombre permanece y sobrevivirá con el tiempo. El chip y el bit, palabras clave de la tecnología de la informática, representan nuevos instrumentos a su servicio para perfeccionar la comunicación. La palabra es un invento del hombre que las máquinas clasifican e incluso traducen, pero que no pueden sustituir. Menos en un mundo en que el nombre plural de las cosas es inseparable de la diversidad plural de las palabras. En la vasta geografía del progreso histórico abundan puntos referenciales como el Valle del Silicio. Ninguno podrá alterar —sí enriquecer— la Carta Magna de la Comunicación, suma humana de vecindades e identidades.
PROCESO DE COMUNICACIÓN EN PUBLICO
En el proceso de comunicación oral en público hay elementos que lo identifican y nos ayudan a entenderlo: 1. El comunicador plantea y envía el mensaje con el propósito específico de provocar una respuesta precisa en el público. Aunque la fuente (el comunicador) puede estar formada por dos personas o por un grupo, sigue conservando la característica común de hablar ante un conjunto de individuos o un público. 2. El mensaje es el elemento de mayor importancia y se le llama discurso, “pieza oratoria, más o menos extensa, compuesta de partes bien organizadas, dichas en lenguaje claro y hasta elegante, en la cual se desenvuelve un asunto o tema” (Salinas, 1961:8). 3. El discurso público siempre conserva un propósito específico; ha sido preparado por el comunicador y está fuertemente ligado a su personalidad. El impacto del mensaje depende de la impresión que cause la actuación del comunicador. Sin duda alguna, el éxito de la comunicación en público se debe al comunicador y al mensaje en conjunto, pues son elementos prácticamente inseparables en la percepción del público cuando éste otorga su credibilidad. 4. El público es un grupo de personas con ciertas características que lo identifican como tal; por ejemplo, como estudiantes, ciudadanos, amas de casa, comerciantes, votantes, consumidores, trabajadores, etcétera. Generalmente el público es desconocido para el comunicador, por lo cual éste tiene que investigar y hacer deducciones para saber cómo lograr una mejor recepción de su mensaje, ya que la retroalimentación es casi nula o está limitada a la comunicación no verbal. Si el auditorio aprueba el mensaje, es probable que ría o aplauda; si lo desaprueba, permanecerá en silencio, hará bullicio o abandonará la sala. 5. La retroalimentación es muy poca o casi nula para que el comunicador se entere de si el mensaje ha tenido el efecto planeado; se pueden hacer algunas inferencias al observar las reacciones del público (comunicación no verbal) durante la presentación o al escuchar las preguntas que surjan durante la exposición o al final. 6. La ocasión en la que se da es siempre específica y planeada. Casi nunca aparece espontáneamente. Puede ser informal, como es el caso de una clase en la escuela o una conferencia en un club de amigos; otras veces la ocasión llega a ser formal, como en la inauguración de un evento, en el nombramiento de algún cargo o en una graduación; pero, sin lugar a duda, nunca hablamos en público sin haber motivo u ocasión para ello.
El conocimiento de estas características principales nos lleva a entender el proceso y la
estrategia que nos permitirá ser más efectivos en las presentaciones en público.