Crepusculos Calndarios Husos Horarios
Crepusculos Calndarios Husos Horarios
Crepusculos Calndarios Husos Horarios
CREPUSCULOS
Figura 21. La imagen muestra un crepúsculo vespertino. Fuente: crédito (editado de)
https://www.xatakafoto.com/guias/como-fotografiar-amaneceres-y-puestas-de-sol
Antiguamente, el crepúsculo era el momento más esperado por los astrónomos, ya que las
observaciones excepto del Sol, se hacían sin luz en el cielo. Actualmente se hacen con los
telescopios en órbita y la información que llega constantemente a los ordenadores, pero aún
se siguen utilizando para telescopios base en tierra. Los almanaques astronómicos
proporcionan tablas para calcular su duración, indispensable para saber cuándo se pueden
hacer las observaciones astronómicas, inmediatamente después del ocaso o antes de la salida
del Sol.
Se llama crepúsculo al tiempo fin de la noche antes de la salida o después de la puesta del
Sol y el comienzo de la noche, durante el cual el cielo se observa iluminado. Los crepúsculos
se producen porque la luz del Sol ilumina la atmósfera superior, la luz se propaga en todas
direcciones y refleja una parte de esa luz hacia la Tierra. Los crepúsculos se ven afectados
por la nubosidad y la época del año o sea de las estaciones.
TIPOS DE CREPUSCULOS
Crepúsculo matutino: disminución de la oscuridad de la noche, ocurre antes de la
salida del Sol y se llama también amanecer, aurora, alba, lubricán.
Crepúsculo vespertino es el debilitamiento gradual de la luz, ocurre después de la
puesta del Sol.
1. Crepúsculo civil
Vespertino: ocurre desde la puesta del Sol hasta que la altura del centro del disco
solar es 6° grados.
Matutino: ocurre antes de la salida del Sol, cuando la altura de su centro es -6°,
termina en el momento de la salida del Sol.
Con el Sol a -6º, se ven con cierta facilidad las estrellas de primera magnitud y los
planetas que pudieran estar sobre el horizonte.
2. Crepúsculo náutico
Vespertino: desde la puesta del Sol hasta que la altura del disco solar es -12°.
Matutino: desde que el disco solar tiene una altura de -12° hasta la salida.
Con el Sol a -12º se pueden ver con cierta facilidad las estrellas náuticas de primera y
segunda magnitud, y son fáciles de reconocer las principales constelaciones. La
importancia de los astros para los marinos, radica en que en el pasado se usaban para
determinar la posición de la embarcación, midiendo la altura de las estrellas con un
sextante. Además cuando el Sol está a 12º debajo del horizonte, está en el límite de luz
que permite ver la línea del horizonte del mar.
3. Crepúsculos astronómicos
Duran más, porque el comienzo o final de ellos se toma con el centro del disco del
Sol a -18º de altura, momentos en que se pueden detectar a simple vista las estrellas
de magnitud 6. Se toma una altura aún inferior a los otros crepúsculos a -18º, para
garantizar que la luz del Sol no interfiera con las observaciones astronómicas
Vespertino: desde la puesta del Sol hasta que la altura del centro del disco del Sol es
-18°, Las observaciones astronómicas nocturnas, se inician normalmente cuando esta
etapa concluye.
Matutino: desde que el centro del disco solar tiene una altura de -18° hasta la salida.
1. El crepúsculo civil tiene alturas del Sol entre el horizonte y los -6º.
3. En el crepúsculo astronómico, la altura del disco del Sol está entre -12º y -18º
Para los marinos los crepúsculos tienen una aplicación práctica, porque cuando el Sol está
bajo el horizonte unos 12º es cuando se puede ver claramente el horizonte del mar y se ven a
la vez las estrellas de segunda y tercera magnitud, permitiendo su observación con el
sextante. Debemos recordar que para tomar la altura de un astro es necesario ver el horizonte
o disponer de un sextante con horizonte artificial. Aún está oscuro para actividades que
involucran trabajo al aire libre, especialmente si involucra algún tipo de riesgo
BREVE RESUMEN. DEL PROCESO DE OBSERVACION ASTRONOMICA
EL TIEMPO Y SU MEDIDA
Figura 22. El tiempo es una magnitud física creada para medir el intervalo en el que suceden una serie
ordenada de acontecimientos. Fuente: crédito http://www.microsiervos.com/archivo/mundoreal/mapa-husos-
horarios.html
HUSOS HORARIOS
Los husos horarios son cada una de las veinticuatro zonas de tiempo en que se divide la
Tierra, siguiendo la definición de tiempo cronométrico. Se les llama así porque tienen forma
de huso de hilar o de gajo de naranja, y están centrados en meridianos de longitud múltiplo
de 15°. Anteriormente la gente usaba el tiempo solar aparente, la hora se diferenciaba
ligeramente de una ciudad a otra si no se encontraban sobre el mismo meridiano. El empleo
de los husos horarios corrigió el problema parcialmente, al sincronizar los relojes de una
región al mismo tiempo solar medio. Actualmente la definición de huso horario se basa en
las fronteras de países y regiones, y sus límites pueden ser bastante irregulares. En este
sentido a veces se usa la frase zona horaria. Todos los husos horarios se definen en relación
al Tiempo Universal Coordinado (UTC), el huso horario centrado sobre el meridiano de
Greenwich y por tanto, contiene a Londres. Puesto que la Tierra gira de Oeste a Este, al pasar
de un huso horario a otro en dirección Este hay que sumar una hora. Por el contrario, al pasar
de Este a Oeste hay que restar una hora. El meridiano de 180°, conocido como línea
internacional de cambio de fecha, marca el cambio de día. Y 1 hora corresponde a 15° de la
rotación de la Tierra, respecto a las estrellas
Tiempo Local Sideral. Es el ángulo horario del equinoccio vernal, dos tránsitos sucesivos por
el meridiano del lugar. El Tiempo Universal es determinado desde observaciones de los
movimientos diurnos de las estrellas, no es una escala uniforme, aun así, significa variación
en la rotación de la Tierra y es la base para el tiempo civil. Tiempo civil en la Tierra se basa
en forma complicada sobre la posición del Sol en el cielo. El Tiempo Civil local TC, por
definición es el tiempo solar medio aumentado en 12 horas; se empieza a contar a media
noche, instante en que cambia la fecha del día.
Tiempo Solar Aparente, es la hora ángulo real del Sol, así aparentemente el medio día
siempre ocurre a las 12 horas y marca el comienzo del aparente día solar. La duración del día
solar no es constante durante el año, estas variaciones son causadas por la excentricidad de
la órbita de la Tierra y la inclinación del plano ecuatorial, que es el plano orbital. La Tierra
tiene su velocidad orbital máxima en el perihelio aproximadamente el 4 de enero a 152.6
millones de km del Sol; y la velocidad mínima en el afelio el 4 de julio a 147.5 millones de
km de Sol.
El día solar dura 1/ 365.2564 años siderales, el día sideral dura 23h 56m 4.09s
Es un sistema arbitrario para subdividir una escala temporal, en el que ocurrió un evento muy
trascendental en las culturas antiguas, utilizada por la sociedad para medir convenientemente
el tiempo, según las necesidades de la vida social, en aspectos religiosos, laborales y
económicos. Sirve para fijar el aspecto cronológico, instante de la escala en que ocurren los
sucesos o acontecimientos de la vida social, y para determinar el aspecto cronométrico, o sea
los intervalos de tiempo que separan los diversos acontecimientos. De acuerdo a esta
definición se distinguen 2 elementos esenciales:
1. Una escala de tiempo, base fundamental del calendario. La escala puede ser cualquiera,
pero vienen siendo utilizadas casi exclusivamente escalas de tiempo definidas por los
movimientos astronómicos aparentes de la Luna o el Sol. La escala puede ser de tiempo
lunar o solar o una combinación de ambas; de donde se obtienen calendarios lunares, solares
o luni solares, ejemplos el calendario árabe es lunar, el Gregoriano es solar, el israelita es
luni solar.
2. Un instante origen del calendario para el cual se acostumbra adoptar un suceso histórico
excepcional. Contando el tiempo con las subdivisiones del calendario, a partir de un origen
arbitrario se establece una era cronológica.
Era cronológica: es una medida del tiempo por medio del calendario a partir de un origen
determinado; por ejemplo, la era cristiana del calendario Gregoriano actual, de uso casi
universal hoy día, donde los años se comienzan a contar a partir del nacimiento de Jesucristo
Para tomar grandes acuerdos como el concepto de día, la humanidad ha pasado diversas
etapas que han durado milenios. Todo comenzó desde que las primeras civilizaciones miraron
hacia el cielo y encontraron en los astros un movimiento continuo, uniforme y repetitivo. Ese
movimiento les hizo pensar que hay tiempo, y habiendo tiempo, se sometieron sin más
dominio sobre él, que el simple intento de medirlo lo mejor posible y ver que pase sin poder
cambiar su infalible marcha.
Como resultado de revisar los astros, las primeras mediciones se hicieron por los babilonios
y chinos, posteriormente los egipcios lograron mediciones tan exactas que se cree que fueron
ellos los que diseñaron el mejor calendario conocido hasta ahora, al que se le compara
únicamente el creado al otro lado del mundo: el calendario maya. Por los devenires de la
humanidad la historia de nuestro calendario, contrario a la cercanía maya, se remonta al
egipcio. Los antiguos egipcios sabían que el año duraba 365 días y un cuarto adicional, según
la trayectoria de la órbita terrestre alrededor del sol. La Tierra tarda 365.25636 días para dar
una vuelta alrededor del sol. Los egipcios estaban completamente enterados de este hecho,
pues hay una evidencia irrefutable: Los rayos del Sol han iluminado el templo de Abu Simbel,
dedicado al Faraón Ramsés II y su estatua al lado de la de Amón, cada 22 de febrero el día
de su coronación, por más de 3,200 años. Si la mínima fracción del día no se hubiese
considerado, esa luz ya no daría en la efigie. Paralelamente a Egipto, se desarrolló el Imperio
Romano. Los romanos habían diseñado igualmente su propio calendario, pero con
muchísimas imperfecciones. Ellos habían introducido, hacia el siglo VII a.C., un calendario
en el que el año duraba 304 días divididos en 10 meses. En este calendario, el año comenzaba
en marzo. Pero el año romano era muy distinto al año solar, y las estaciones no se repetían
en las mismas fechas de un año para otro. Por eso, también en el siglo VII a.C. se decidió
añadir dos meses más, Enero y Febrero, al final de cada año.
Los nombres de los meses que usamos aún hoy en día, nacen de la mitología romana, Marzo
era el primer mes y luego venían el resto de meses en el mismo orden que hoy los conocemos.
Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, September, October, November,
December, Ianuarius y Februarius. Esto es, el año romano comenzaba en marzo y terminaba
en febrero.
Así el calendario quedó compuesto por doce meses lunares, llamados así porque la duración
de un mes, era el tiempo transcurrido entre dos lunas llenas, cerca de 29 días y medio, que
ellos redondearon en 30 días. Siglos después, cuando Julio Cesar vino a Egipto en el 48 a.C.,
el calendario egipcio le impresionó por su exactitud y comisionó al astrónomo Sosigenes, de
Alexandría, el diseño del calendario para su introducción en el Imperio Romano. Esto dio
lugar al Calendario Juliano, nombrado así en honor de Julio César, de 365 días al año y a 366
días cada año bisiesto.
El imperio romano se guio por el Calendario Juliano que entró en vigor el 1° de enero del
año 45 a.C. y corregía todos los errores que se tenían con el antiguo. El nuevo calendario fue
establecido en todo el Imperio Romano y efectivamente resolvió los problemas que se tenían;
sin embargo Julio César pudo disfrutarlo muy poco pues fue asesinado apenas al año
siguiente de haber entrado en vigencia.
En esos tiempos hubo una gran confusión, para entonces el calendario romano tenía tres
meses de distorsión con el Juliano y había que hacer un ajuste para todos. Para que el
Calendario Juliano coincidiera con la entrada de las estaciones solares se ampliaron de 12 a
15 los meses del año, en el 45 a.C. Sólo así se pudo corregir el retraso de tres meses que tenía.
El año 45 a.C. fue llamado el “Año de la Gran Confusión” por lo largo que fue y porque en
realidad pocos sabían con exactitud la fecha. Desde el año siguiente, el 44 a.C., todos los
años han sido de 12 meses, pero también con muchos ajustes a saber. Después del asesinato
de Julio César, su sucesor Augustus, mandó perfeccionarlo aún más y fue cuando se
estableció que el primer mes del año sería Enero y el segundo Febrero. Según la historia,
Julio César quería que el año nuevo coincidiera con el equinoccio de primavera o con el
solsticio de invierno, pero el Senado Romano, que utilizaba tradicionalmente el 1 de Enero
como comienzo de su año oficial, se negó e impuso esa fecha como la del comienzo del año.
Esa fecha es el origen actualmente de nuestro año nuevo, comienza en un punto arbitrario de
la órbita de la Tierra. Otro aspecto de este calendario fue que originalmente Febrero tenía 29
días los años normales y 30 los bisiestos. Pero al haber sido los meses del antiguo calendario
Quíntilis y Séxtilis renombrados como Julio y Agosto, en honor de Julio César y César
Augusto respectivamente, se decidió que el mes de Agosto tuviera 31 días en vez de los 30
que originalmente tenía Séxtilis.
Para ello se le quitó un día a Febrero. Para el Senado era muy importante que César Augusto
no se considerara inferior a Julio César por lo que “su mes”, debía tener la misma cantidad
de días que “el mes de Julio César”. Ese es el motivo por el qué Julio y Agosto tienen 31
días. Otro dato curioso es la nomenclatura del año bisiesto. El año bisiesto se introdujo en el
Calendario Juliano, que añadía un día cada cuatro años en Febrero, intercalándolo entre los
días 23 y 24. Los romanos llamaban al 23 de Febrero, “sexto calendas Martii”, es decir, el
sexto día antes de marzo, conocido antes como el primer mes del año. Al copiar de los
egipcios el ajuste de un día adicional cada cuatro años, tuvieron que repetir en el último día
del año, un día más. Recordemos que Febrero era el último mes y repitieron así su día 23,
que era el último día. El sexto calendas, por lo que a los años en que se repetía bis en latín
ese día se les llamó bis sextilis, que nos dio finalmente el nombre de bisiesto.
CALENDARIO GREGORIANO
Los nombres de los meses que tenemos en la actualidad provienen del Calendario Juliano, y
su nomenclatura proviene en principio de la mitología romana, de la secuencia de cada mes
y de las incrustaciones hechas por el Senado a los meses de Julio y Agosto. Enero, proviene
del latín Ianuarius, viene de Jano, el dios romano de los comienzos y la apertura de puertas.
El 1 de enero, los romanos ofrecían sacrificios a Jano para que diera un buen comienzo al
nuevo año. Su símbolo era una cabeza con dos caras, una que miraba al Este y otra que miraba
al Oeste. Febrero, del latín Februarius. El nombre viene de la palabra latina februa, que se
refería a los festivales de la purificación que se celebraban durante este mes. Marzo del latín
Martius. Para los antiguos romanos, esencialmente guerreros, este mes consagrado al dios de
la guerra Marte, era el primero del año, con el Calendario Juliano se estableció que Enero
sería el primer mes del año, cuando Marzo pasó a ser el tercero. Abril del latín Aprilis de la
palabra latina aperire que significa abrir. Es probable que los romanos eligieran el nombre de
abril porque iniciaba la estación en que la naturaleza se abría nuevamente, en referencia al
término del invierno.
Mayo del latín Maius, tradicionalmente se acepta que debe su nombre a Maia, la diosa
romana de la primavera y los cultivos. Junio del latín Iunius, existen dos versiones sobre la
etimología de este mes. Algunos historiadores creen que proviene del nombre de la diosa
romana Juno, la diosa del matrimonio.
Otros proponen que el origen del nombre proviene de la palabra latina iuniores jóvenes, en
contraparte a Mayo de mayores, quedando así los dos meses dedicados a la juventud y a la
vejez respectivamente. Julio, Quíntilis, fue el quinto mes del año en el calendario romano
primitivo y por eso se llamó Quintilis. En ese mes nació Julio César. El mes de Agosto,
Sextilis, originalmente fue llamado Sextilis (que significa sexto. Se le dio el nombre de
Agosto en honor al emperador romano César Octavio Augusto, por lo que ya se explicó
arriba. Septiembre September, toma su nombre de la palabra latina septem, que significa
siete. Octubre October, del latín octo, que significa ocho, Octubre era el octavo mes en el
antiguo calendario romano. Noviembre: Entre los romanos era el noveno mes del año, en
latín, novem. Diciembre: Diciembre era el décimo mes, en el calendario romano, en latín
decem significa diez
CALENDARIO MAYA
El calendario Tzolkin consta de 260 días o kines y tiene 20 meses combinados con trece
numerales. El Tzolkín se combinaba con el calendario Haab de 365 días de 18 meses o
uinales de 20 días o kines cada uno y cinco días adicionales denominados uayeb, para formar
un ciclo sincronizado que dura 52 tunes o haabs o 18.980 kines (días).
La Cuenta Larga se utilizaba para distinguir cuándo ocurrió un evento respecto a otro
evento del Tzolkín y Haab. El sistema es básicamente vigesimal, base 20, y cada unidad
representa un múltiplo de 20, dependiendo de su posición de derecha a izquierda en el
número, con la importante excepción de la segunda posición, que representa 360 días. La
cultura Maya también midió de otra forma los tiempos, se basó en la medición de ciclos
solares como equinoccios y solsticios, ciclos venusianos que dan seguimiento a las
apariciones y conjunciones de Venus al inicio de la mañana y la noche. Muchos eventos en
este ciclo eran considerados adversos y malignos, ocasionalmente se coordinaban las guerras
para que coincidieran con fases de este ciclo. El Tzolkin consta de 260 días. Se ha sugerido
que está relacionado con la duración de la gestación humana, otros lo relacionan con el
planeta Venus. Se usaba para celebrar ceremonias religiosas, pronosticar la llegada y
duración del período de lluvias, además de períodos de cacería y pesca, y también para
pronosticar el destino de las personas.
El Haab mide el año solar dividido en 18 meses de 20 días cada uno y los últimos 5 días del
año, llamados "Uayeb", se consideraban nefastos, vacacionales y excluidos de los registros
cronológicos, aunque eran fechados. El primer día de cada mes se representaba con el signo
cero, debido a que era el momento inicial en que comenzaba a regir ese mes. Este calendario
era la base del calendario religioso colectivo, marcaba los ritmos comunitarios y muchas
veces señalaba las ceremonias en las que participaban los diferentes especialistas. Se habla
de exactitud en el calendario maya pero realmente no tiene que ver nada con el calendario
gregoriano actual. El calendario maya es cíclico y se repite cada 52 años mayas. En la cuenta
larga, el tiempo de cómputo comenzó el día 0.0.0.0.0 4 llamado Ahau, u 8 Cumkú en notación
maya, que equivale, según la correlación generalmente aceptada, al 13 de agosto del 3114 a.
C. del calendario gregoriano La casta sacerdotal maya, llamada Ah kin, era poseedora de
conocimientos matemáticos y astronómicos que interpretaba de acuerdo a su cosmovisión
religiosa, los años que iniciaban, los venideros y el destino del hombre. El calendario maya,
según algunos estudiosos, aparece en culturas más antiguas como la Olmeca; para otros, sin
embargo, este calendario es propio de la civilización maya. Existen similitudes con otros
calendarios que ofrecen evidencia que en toda Mesoamérica se utilizó el mismo sistema
calendárico. La unidad básica de medición de los mayas era el kin o día solar. Los múltiplos
de esta unidad servían para designar diferentes lapsos de tiempo como como se ve en la
siguiente tabla.
Tabla 3
Una forma sencilla y estandarizada de representar la notación de los años mayas en la Cuenta
Larga se hace con números separados por puntos. Así la notación 6.19.19.0.0 es igual a 6
Baktunes, 19 katunes, 19 tunes, 0 uinales y 0 kines. El total de días se calcula multiplicando
cada uno de estos números por su equivalente en días solares de acuerdo a la tabla anterior y
sumando los productos obtenidos.
La rueda calendárica
Debido a que los calendarios Tzolkin y Haab no numeraban los años, los mayas fusionaron
estos dos sistemas, en un ciclo superior llamado rueda calendárica. La conformación de esta
rueda, que se compone de tres círculos, da por resultado ciclos de 18,980 días (mínimo común
múltiplo de 260 y 365), en cada uno de los cuales uno de los 260 días del Tzolkin coincide
con otro de los 365 días del Haab. La combinación de fechas mediante los dos sistemas era
suficiente en la vida práctica ya que una coincidencia de fechas se produce cada 52 años, lo
cual rebasaba la expectativa de vida de la época prehispánica. El círculo más pequeño está
conformado por 13 números; el círculo mediano por los 20 signos de los veinte días mayas
del calendario Tzolkin, y el círculo más grande por el calendario Haab con sus 365 días,
dieciocho meses de veinte días y el mes corto de cinco días. En este conteo, los mayas
consideraban que el día de la creación fue el 4 Ahau 8 Cumkú.
Cada ciclo de 18,980 días equivale a 52 vueltas del Haab (calendario solar de 365 kines) y a
73 vueltas del Tzolkin (calendario sagrado de 260 kines), y al término ambos vuelven al
mismo punto. Cada 52 vueltas del Haab se celebraba la ceremonia del fuego nuevo,
analógicamente era un "siglo Maya”. Los mayas especificaron en una de sus profecías que el
momento exacto del fin del quinto mundo ocurriría cuando la suma de la fecha marcada se
intersecte antes de llegar a medio kin y dé como resultado el número base para sus cálculos
arquitectónicos y astronómicos. Fuente: