Carpeta Cerdo
Carpeta Cerdo
Carpeta Cerdo
BOLILLA N°1
INTOXICACIÓN POR FUMONISINA B1
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MICOPLASMA HYOPNEUMONIAE
Una vez establecida la infección puede permanecer por un largo período a pesar de los
programas de vacunación.
PREVENCION
Optimización del manejo:
• Utilizar el sistema de todo dentro-todo fuera (TDTF) para romper el ciclo de
transmisión entre los distintos grupos de edad (la mezcla y selección de los
cerdos los estresa y aumenta la transmisión de la enfermedad);
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• Bioseguridad (incluida la cuarentena del ganado nuevo) para reducir el riesgo de
infección procedente de fuentes externas (la infección se puede transmitir por el
aire hasta 5 km de distancia);
• Densidad de población idónea de la granja,
• Mejora de la calidad del aire para reducir el estrés del cerdo y de sus vías
respiratorias.
Mejora de la inmunidad de la granja:
• La cual se puede lograr mediante la vacunación, su eficiencia será máxima si se
consigue antes de que los animales se expongan a la infección, pero no es eficaz
para erradicar dicha infección.
• Los animales de reemplazo deben proceder de granjas con planes iguales o
superiores al de la granja de destino y se le debe realizar cuarentena.
Reducción de la carga patógena:
• Una combinación de vacunas y tratamientos antibióticos de aplicación
estratégica puede reducir la carga de microorganismos patógenos en las fases
fundamentales del ciclo de producción, cuando mayor es el riesgo de sufrir una
enfermedad relacionada con M. hyopneumoniae.
ACTINOBACILLUS PLEUROPNEUMONIAE
SIGNOS:
Casos sobreagudos:
• mortalidad elevada,
• fiebre,
• anorexia,
• depresión intensa,
• disnea muy evidente,
• posible secreción nasal (espumosa, teñida de sangre) o
• cianosis de las extremidades.
NECROPSIA: Lesiones macroscópicas→exudado hemorrágico en las vías aéreas,
congestión pulmonar, tejido pulmonar hemorrágico y friable, fluido
hemorrágico.
Casos agudos:
• fiebre,
• disnea,
• tos,
• anorexia,
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• letargo,
• pérdida rápida de la condición física.
NECROPSIA: lesiones macroscópicas→necrosis hemorrágica focal en el lóbulo
diafragmático y pleuritis fibrinosa o fibrosa.
Casos crónicos:
• tos,
• tasa de crecimiento variable.
NECROPSIA: Lesiones macroscópicas→ -son hallazgos de matadero- Elevada
prevalencia de pleuritis parcialmente resuelta, lesiones fibróticas en los lóbulos
diafragmáticos.
DIAGNOSTICO:
→ signos clínicos
➔ hallazgos de necropsia
➔ cultivo del MO a partir de lesiones pulmonares
TRATAMIENTO: Los cerdos más gravemente afectados deben ser tratados con
antibióticos por vía parenteral, como cefalosporinas, fluoroquinolonas, tulatromicina o
ampicilina. Se ha descripto resistencia a las tetraciclinas, así que la elección del antibiótico se
debe hacer en base a la prueba de sensibilidad del microorganismo.
PREVENCION: Controlar todos los animales que entren en las instalaciones (control del
estado sanitario de las granjas de suministro, aislamiento sistemático de los reproductores
nuevos).
Sistema todo dentro-todo fuera (TDTF) que incluye una fase de medicación en el
momento del paso al nuevo alojamiento. Si no se puede aplicar el sistema TDTF, el control se
basa en programas estratégicamente diseñados de medicaciones incorporadas en el alimento,
posiblemente un programa de vacunación (vacunas comerciales o autógenas), la mejora de la
ventilación, la reducción de la densidad de población, y una limpieza y desinfección estrictas.
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BOLILLA N°2
TORSIÓN INTESTINAL:
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ÚLCERAS GÁSTRICAS:
POLISEROSITIS
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H. parasuis es específica del ganado porcino, al que puede infectar a edades muy
tempranas, incluso antes de la semana de vida, siendo considerado un habitante normal de la
cavidad nasal de los cerdos.
Factores de virulencia de H. parasuis:
▪ Neuraminidasa: facilita la producción de ácido siálico a partir del mucus
→ crecimiento bacteriano al alterar la viscosidad del mucus→ haciendo
accesibles ciertos receptores a los que la bacteria puede unirse.
TRANSMISION: H. parasuis accede al animal generalmente por contacto directo.
Inicialmente, los cerdos afectados suelen ser los de mejor condición corporal
▪ Tº rectal por encima de los 40º C,
▪ Dejan de comer
▪ Se muestran apáticos y decaídos.
▪ Respiración se hace superficial y ligeramente acelerada,
▪ tos y descargas nasales.
▪ Cianosis a nivel de orejas, hocico, abdomen y extremidades debidas a un fallo
en la circulación periférica.
▪ A veces, se aprecia conjuntivitis y edema subcutáneo en párpados y orejas.
▪ Una o varias articulaciones en un mismo animal pueden inflamarse,
apareciendo cojera.
▪ Los animales enfermos tienen dolor lo que se manifiesta en forma de chillidos,
rechinar de dientes y arqueamiento dorsal.
A medida que el cuadro evoluciona:
▪ la respiración se hace dificultosa,
▪ algunos cerdos llegan a vomitar,
▪ hay resistencia al movimiento,
▪ pueden aparecer síntomas nerviosos indicativos de meningitis como temblores,
incoordinación, pedaleo, convulsiones y opistótonos, con desenlace
generalmente fatal,
La muerte puede aparecer también súbitamente.
Cuando la infección se da en reproductores que no han tenido contacto previo con H.
parasuis, el cuadro anterior puede verse complicado con abortos y repeticiones achacables a la
fiebre y a la pérdida de la condición corporal.
La muerte se produce por endotoxemia y coagulación intravascular diseminada. La
mortalidad puede alcanzar fácilmente niveles superiores al 10%.
Esta enfermedad también puede cursar de forma crónica, especialmente en
sobrevivientes de la forma aguda, dando lugar a animales desmedrados con una clínica menos
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severa caracterizada por depresión, tos, disnea, pérdida de peso, parálisis, cojera y pelo
erizado.
NECROPSIA: poliserositis fibrinosa o sero-fibrinosa en la que peritoneo, pleura,
pericardio y meninges aparecen involucrados en diversas combinaciones. Las serosas aparecen
aumentadas de grosor debido a la deposición de fibrina en capas de color amarillento que
frecuentemente se traducen en adherencias entre vísceras y de éstas con las paredes de las
cavidades que las contienen. La fibrina procede de la precipitación del fibrinógeno plasmático
que atraviesa las paredes vasculares debido a un incremento de su permeabilidad.
En las meninges, la fibrina se suele observar entre las circunvoluciones cerebrales, a la
vez que se puede apreciar cierta opacidad a nivel de cerebelo y área occipital.
Carpos, tarsos y la atlanto-occipital son las articulaciones más comúnmente afectadas,
pareciendo hinchadas, llenas de un líquido sinovial turbio y en mayor volumen. Las
membranas sinoviales aparecen inflamadas y pueden poseer un gruesa capa de fibrina que en
ocasiones se desprende y se inserta entra las superficies articulares.
H. parasuis también ha sido relacionada con procesos neumónicos en los que puede
intervenir bien como agente primario, bien como agente secundario a otros, generalmente
virus, como son el PRRSV, PCV-2 y el virus Influenza. Los pulmones afectados por H. parasuis
suelen presentar áreas de consolidación a nivel antero-ventral con un exudado purulento en
bronquios y bronquiolos.
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BOLILLA N°3
Mejor definida como intoxicación por ión sodio, es una condición relativamente común
en cerdos. Se produce invariablemente cuando los cerdos son privados del suministro de agua,
siendo la probabilidad de aparición mayor en la medida en que la concentración de sal en la
dieta se incrementa, sin embargo, también puede presentarse cuando la restricción de agua se
presenta en dietas con niveles normales de sal de 0.25 a 1 %. También se le ha asociado con el
suplemento de la dieta con suero u otros sub productos lácteos. La toxicosis asociada al ion
sodio se puede presentar después de restringir o eliminar el consumo de agua por algunas
horas, siendo inevitable después de 24 horas de restricción.
SIGNOS
Iniciales son:
▪ sed y constipación,
▪ alteraciones del sistema nervioso central→presencia de convulsiones
intermitentes con opistótonos, las cuales suelen agravarse después de restaurar
el consumo de agua.
▪ Posición de perro sentado.
▪ deambulan sin cesar →apariencia de estar sordos y ciegos.
A medida que el cuadro se agrava
▪ comatosos,
▪ movimientos continuos de pedaleo
▪ muerte.
En ocasiones ciertos animales aparentemente sanos mueren en forma súbita con un
cuadro severo de polioencéfalomalacia.
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LAWSONIA INTRACELULARIS:
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Estas dos formas de la enfermedad se presentan en la porción terminal del íleon y a nivel de
colon proximal.
DIAGNÓSTICO:
BOLILLA N°4
BRACHYSPIRA HYODYSENTERIAE
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Lo afectan condiciones de estrés (como cambios en el alimento, traslados,
hacinamiento, cambios bruscos de temperatura ambiental), cantidad de dosis infectante, el
tamaño del cerdo, estado inmunitario del animal y prácticas de manejo. La presencia de otras
bacterias anaeróbicas naturales del colon y ciego son sinérgicas con la B. hyodysenteriae
haciendo más sencilla su colonización y aumentando la producción de lesión.
DIAGNÓSTICO: El diagnóstico requiere del hallazgo de las lesiones típicas tanto macro
como microscópicas junto a la detección del agente por medio de técnicas diagnósticas como:
♦ Las tinciones de Plata y Warthin-Starry.
♦ Inmunohistoquímica.
♦ PCR.
♦ Cultivo, el cual es difícil.
CARBUNCLO BACTERIDIANO
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SIGNOS: Los cerdos pueden sufrir la forma sobreaguda como los bovinos o bien una
forma subaguda caracterizada por marcada tumefacción de garganta, que puede llevar a la
sofocación del animal.
La esplenomegalia no es un signo característico del carbunclo en los equinos, porcinos,
ovinos. Los cerdos presentan la región del cuello muy edematosa y los ganglios de la región se
encuentran hemorrágicos.
Cuando el diagnóstico presuntivo de carbunclo surge luego de la apertura de un
cadáver, se deben extremar las medidas para la desinfección de los elementos utilizados en la
misma, como así también la ropa y calzado del personal interviniente y evaluar la forma de
destrucción de la carcasa del o los animales y sus fluidos de acuerdo a las características del
suelo, terreno y número de cadáveres.
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SIGNOS CLÍNICOS: El ganado queda afectado al comer heno o granos con cornezuelo o
al pastar en campos infectados por el hongo. La cojera es la primera señal y aparece de dos a
más de seis semanas después que los animales comienzan a ingerir el hongo, dependiendo de
la concentración de alcaloides en el cornezuelo y la cantidad del mismo en la ración diaria. Los
miembros posteriores son afectados antes que los anteriores, pero el grado y el número de
miembros afectados, depende también de la cantidad de cornezuelo ingerida diariamente. La
cojera va acompañada de temperatura elevada con pulso y respiración acelerados.
También se observan hinchazón y dolor del menudillo y la falange. Al cabo de una
semana, la parte afectada pierde la sensibilidad y aparece una línea hundida que limita el
tejido normal y el extremo de la parte afectada se gangrena.
Finalmente, una o ambas pezuñas o parte del miembro hasta el corvejón o la rodilla
pueden desprenderse. De igual manera, las puntas de la cola y de las orejas pueden tornarse
necróticas y desprenderse. Las áreas con piel expuesta, como los pezones y la ubre, se notan
muy pálidas y anémicas.
ALIMENTACIÓN CON CORNEZUELO : Lo mejor es no suministrar al ganado porcino alimento
infestado, pero, si el agricultor se ve en la necesidad de hacerlo, debe darse al ganado de
menos de un año, pero es de esperarse una menor tasa de aumento de peso.
El ganado porcino que recibe alimento infestado de cornezuelo debe vigilarse muy de
cerca en busca de signos de envenenamiento como problemas del sistema nervioso (falta de
coordinación y paso tambaleante).
Los animales preñados nunca deben recibir cornezuelo. Por ser más liviano que el grano,
el cornezuelo puede separarse en gran parte por medios mecánicos. Pero, debido a que
incluso una pequeña cantidad de cornezuelo puede causar problemas serios, se recomienda
que el grano contaminado se limpie en un silo comercial.
BOLILLA N°5
TRICHURIS SPP
Es una parasitosis bastante frecuente en los cerdos causada por la presencia y acción de
Trichuris suis que parasita en intestino grueso causando diarrea y anemia.
Estos parásitos tienen una forma característica, su cuerpo está dividido en dos porciones
una anterior muy delgada y otra posterior gruesa dando la apariencia de un látigo. El ciclo
biológico consiste en:
• Huevos en heces.
• La larva desarrolla a estadio infectivo en el huevo.
• Huésped ingiere huevos infestados.
• Los huevos incuban y la larva madura a estado adulto.
• Nematodos adultos en el ciego y colon.
• Huevos ubicados en el ciego.
El nemátodo adulto se localiza sobre todo en el ciego y colon. Los machos miden de 30 a 40
mm de largo y las hembras entre 35 y 50 mm; los huevos salen con las heces al exterior y en
condiciones favorables de humedad y temperatura alrededor de 18 días se forma en su
interior una larvita con capacidad infectante, estos huevos larvados son muy resistentes al
medio ambiente por lo que pueden permanecer con carácter infectante hasta por 5 años.
El cerdo se infesta al ingerir estos huevos larvados ya sea al tomar agua o alimentos
contaminados; en el intestino delgado eclosionan y penetran en las paredes del mismo en la
que permanece de 3 a 10 días alimentándose de sangre (acción hematófaga) y de las células
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de la mucosa (acción histófaga) hasta alcanzar la madurez sexual y salir a la luz intestinal,
migrar hacia el ciego y colon para fijarse a la mucosa y continuar alimentándose de sangre y de
secreciones de la mucosa, copular y poner huevo las hembras para repetirse de nuevo el ciclo.
LESIONES: En cerdos jóvenes muy infestados además del deterioro externo del cerdo al
efectuar las necropsias se encuentran abundantes parásitos adultos en las paredes internas del
intestino grueso, éstas se presentan inflamadas y con hemorragias en forma de puntos en el
sitio de fijación de los parásitos.
SIGNOS: En parasitaciones intensas los animales pueden tener debilidad general, fiebre,
se miran pálidos (anemia), comen poco o dejan de comer (inapetencia, presentan diarrea con
mucosidades y/o sangre en ocasiones, los animales rápidamente se deterioran, no crecen ni se
desarrollan, debilitándose hasta morir si no son tratados a tiempo.
En parasitaciones moderadas los animales presentan diarrea durante mucho tiempo
(diarrea crónica) y reducción paulatina de peso con anemia moderada.
El daño y el estado clínico de este tipo de parásito se hace más grave cuando el cerdo
está infestado al mismo tiempo con otros parásitos como el Áscaris sum, Oesophagostomun
dentatun, etc. (poliparasitismo.)
TRATAMIENTO: Los antiparasitarios más recomendados para este caso son el Diclorvos,
Febendazol, Mebendazol y el Levamisol, se aconseja la dosis y la vía de administración
recomendada por el fabricante del producto. Debido a la conocida resistencia de los huevos de
este tipo de parásito se recomienda cumplir con el programa de desparasitación cada 3 o 4
meses, sobre todo a cerdos que pastorean o los que se crían en pisos de tierra.
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EXANTEMA VESICULAR DEL CERDO
El virus del exantema vesicular porcino es diferente de los que causan la fiebre aftosa y
la enfermedad vesicular porcina, pero produce una enfermedad clínicamente indistinguible de
estas dos enfermedades. A diferencia de la fiebre aftosa, el exantema vesicular afecta
únicamente a los cerdos.
SIGNOS:
Afecta a todas las edades.
• La mortalidad es baja pero se pueden producir algunas muertes en lechones lactantes.
• Salivación.
• Inapetencia.
• Vesículas alrededor de la boca, nariz, lengua y pies.
• Los cerdos en crecimiento pueden debilitarse.
BOLILLA N°6
STREPTOCOCUS SUIS
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Cuadro agudo: A veces sólo se encuentran lechones muertos. En las fases más iniciales
de la meningitis el cerdo está echado sobre el abdomen con el pelo erizado y temblando. Al
cabo de dos a tres horas aparecen movimientos espásticos laterales de los ojos (nistagmos). El
animal está echado de lado, braceando y echando espuma por la boca. El microorganismo
invade el sistema circulatorio y se distribuye por todo el cuerpo; en esta fase de la infección,
puede provocar artritis y neumonía.
DIAGNÓSTICO: Los antecedentes de la presencia de meningitis recurrente en cerdos
destetados constituyen un buen indicador. El cuadro se confirma aislando el microorganismo
del cerebro e identificando la especie.
TRATAMIENTO:
• Se deben administrar antibióticos (amoxicilina + dexametasona); los de acción
prolongada ayudan a evitar un exceso de manipulaciones
• apartar al cerdo afectado del grupo y aislarlo en la nave de enfermería.
PREVENCIÓN
• Intentar mantener libre la explotación.
• Compruebe fuentes de reemplazo de animales antes de comprar.
• No compre cerdos de explotaciones con casos clínicos de meningitis.
Si tiene la enfermedad endémica en su explotación, la incidencia aumenta con:
• Densidad de población elevada en la maternidad.
• Sistemas de producción continua, que perpetúan la infección.
• Las infecciones por el VSRRP pueden activar una infección por S. suis que ya esté
en la explotación.
• Mezcla de cerdos tras el destete.
• Reducida cantidad de aire por cerdo, o mala ventilación y humedad elevada, etc.
ENFERMEDAD DE AUJESZKY
SIGNOS: La infección del cerdo por SHV-1 provoca abortos en las cerdas preñadas,
viremias en los recién nacidos, encefalitis en los lechones y enfermedad respiratoria en los
cerdos jóvenes y adultos.
PI→ del SHV-1 en cerdos, oscila entre 1 y 11 días, siendo por lo general de 3 a 6 días en
infecciones naturales. El índice de mortalidad llega al 100% en cerdos de menos de 2 semanas
de edad, aproximadamente al 50% en cerdos de 3 semanas y disminuye a menos del 5% entre
los 4 y 6 meses de vida (5, 8, 21, 23).
Los principales signos que se observan son respiratorios, nerviosos y reproductivos; sin
embargo, existen variaciones considerables en las manifestaciones clínicas según la virulencia
y tropismo de la cepa infectante.
Los cerdos infectados inmediatamente después del nacimiento muestran signos clínicos
en los primeros 2 día presentando respiración dificultosa, fiebre que puede llegar hasta 41,5°C,
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sialorrea, anorexia, vómitos, diarrea, temblores, depresión, ataxia, nistagmo, convulsiones,
coma y en general mueren antes de los 5 días de edad.
En los adultos, la tasa de mortalidad no es elevada (2%) y predominan los signos
respiratorios por sobre los nerviosos.
Luego de un período de incubación de 2 o 3 días, comienzan con fiebre, tos y anorexia,
seguidos de constipación, depresión, sialorrea y vómitos.
Finalmente, pueden aparecen los signos nerviosos precediendo al coma y muerte en los
casos fatales. El virus atraviesa la barrera transplacentaria e infecta a los fetos produciendo
abortos, maceración, momificación fetal y resorción embrionaria. La secuela más importante
de infección durante la gestación es la infertilidad temporaria o crónica, especialmente si los
fetos son retenidos en el útero.
Cuando predominan los signos nerviosos, se observa un marcado aumento del líquido
cefalorraquídeo, como así también congestión de las meninges, petequias en corteza y papilas
renales, edema pulmonar, congestión nasal y faríngea, tonsilitis, faringitis y traqueítis.
Esquema de vacunación:
→Cerdos de engorde------------- 2 dosis separadas por 30 ds. a las 8 a 12 semanas
→Hembras de reposición--------1 dosis antes de agregarlas al plantel o 2 dosis si son de
otro origen
→Reproductores-------------------1 dosis 2-3 semanas pre-parto o 1 semana pre-destete
Los Ac calostrales persisten hasta las 12 a 16 semanas de vida. Se considera que entre
las 8 y 12 semanas ya han declinado lo suficiente para que la vacuna sea eficaz. Los cerdos de
engorde (destete a terminación) constituyen una fuente permanente de virus tanto para ellos
mismos como para las hembras de reposición y reproductores. Interrumpir la transmisión viral
en esta población es lo primero que debe hacerse para la eliminación del VEA de un
establecimiento.
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RABIA
Es una enfermedad infecciosa aguda, zoonótica causada por un lyssavirus. Afecta todos
los animales de sangre caliente incluyendo al hombre. Tiene tropismo por el sistema nervioso
central. Es un virus de alta mortalidad. Los reservorios del Lyssavirus pueden ser los animales
silvestres y los murciélagos hematófagos. Cuanto más joven los animales más susceptibles son
a contraer la infección.
CONTROL: Tratar de controlar el ingreso del murciélago a las distintas dependencias del
criadero, colocando redes protectoras y eliminando todo orificio en paredes que pueden servir
para que el vector se aloje dentro. Se embarra la espalda de murciélagos con jalea de petróleo
mezclada con difenadiona.
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BOLILLA N°7
RINITIS ATRÓFICA
PATOGENIA
Existen factores que pueden ser determinantes a la hora de que se manifieste o no la
enfermedad clínica o de la severidad con la esto ocurra. Se pueden ver explotaciones en las
que se ha aislado P. multocida toxigénica y no se ha encontrado prácticamente sintomatología
clínica.
Así como B. bronchiseptica coloniza la mucosa nasal fácilmente, P. multocida lo hace de
manera más pobre, pero esta colonización se ve facilitada por la acción de agentes que irritan
la mucosa, por ejemplo, los agentes químicos o la propia B. bronchiseptica, que pueden
provocar rinitis y la producción de moco nasal que facilita esta colonización.
B. bronchiseptica produce una exotoxina que da lugar a la inflamación de la mucosa
(rinitis) y la degeneración de células epiteliales (hipoplasia), que en ocasiones se regenera por
completo.
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La toxina de P. multocida actúa sobre los cornetes ventrales provocando hiperplasia
epitelial, atrofia de las glándulas mucosas y osteólisis del cartílago, que es sustituido por tejido
conjuntivo, dando lugar a una deformación de la cavidad nasal. El paso del aire se ve
dificultado, con la consiguiente repercusión en los parámetros productivos (IC y GMD).
FACTORES PREDISPONENTES
Exceso de adopciones en parto
Hacinamiento
Mezclas de animales
Ciclos cerrados
Control ambiental malo: temperatura, ventilación, polvo, humedad, etc.
Mala higiene y desinfección
Flujos continuos
Malnutrición
Explotaciones grandes o en crecimiento
Altos porcentajes de primerizas
SIGNOS Y LESIONES
En el caso de la RANP se suelen observar estornudos y resoplidos en lechones de 3-4
semanas, que coinciden con la caída de la inmunidad maternal. También puede haber un
incremento de la secreción nasal. Si no existen complicaciones este cuadro suele desaparecer
al cabo de unas semanas. En lechones muy jóvenes (3-4 días) la bacteria puede provocar una
bronconeumonía con toses, estertores y disnea.
El primer signo que se puede observar en lechones lactantes afectados por RAP son
estornudos y resoplidos, y encontramos las lesiones típicas en animales de 4-12 semanas. La
situación puede frenarse en este momento; no obstante, en aquellas explotaciones en las que
existen complicaciones (por factores ambientales o participación de otros agentes), los
estornudos (indicativos en un principio de una rinitis catarral), continúan en el tiempo. Hay
secreción nasal abundante, a veces mucopurulenta y, en casos graves, sangrante.
Como consecuencia de la acción de la dermonecrotoxina, podemos encontrarnos
braquignatismo superior o desviación del hocico si la degeneración ósea afecta más a un lado
que al otro. Estos signos suelen aparecer entre las 12 y 16 semanas.
Son también característicos (no patognomónicos) el lagrimeo y la suciedad acumulada
en la porción ventral ocular (antifaz), por oclusión del conducto nasolagrimal. En casos graves
hay un retraso del crecimiento (hasta un 5-8% de pérdida de la GMD).
Las lesiones más graves afectan a la cavidad nasal y estructuras adyacentes:
encontraremos diferentes grados de atrofia de los cornetes dorsales y ventrales, pudiendo
llegar a desaparecer. Normalmente se ven afectados primero los cornetes ventrales. Se puede
apreciar una desviación del tabique nasal, que en casos de lesión bilateral, se acompaña de la
desviación facial hacia arriba, que se desplazará hacia un lado si las lesiones son unilaterales.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico clínico podría ser relativamente fácil si tenemos un cuadro completo; sin
embargo, la presencia de algún hocico torcido, estornudos etc., no implica que los animales
padezcan RAP.
En casos en los que exista sospecha, es muy útil realizar post mórtem una sección
transversal del hocico a nivel de 1º y 2º premolar superior, para evaluar el grado de atrofia de
los cornetes.
Cultivo a partir de hisopados nasales o amigdalinos para intentar el crecimiento tanto de
B. bronchiseptica como de P. multocida. Para intentar demostrar la presencia de la
dermonecrotoxina, se usa la prueba ELISA “sándwich”.
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TRATAMIENTO Y CONTROL
El tratamiento debe incluir una mezcla de medidas medicamentosas y de manejo,
intentando reducir al máximo todos los factores predisponentes, que tanta importancia tienen
en el que se produzca manifestación clínica o no en el caso de esta patología.
Podremos recurrir al uso de medicaciones, tanto para el tratamiento de las madres, con
vistas a reducir la contaminación madre-hijo, como transiciones y cebos para disminuir la
presión de infección. A nivel de las madres, se puede recurrir a la medicación vía pienso en el
último mes de gestación con sulfamidas u oxitetraciclinas. También se obtienen muy buenos
resultados con el empleo de quinolonas. En lechones lactantes, inyecciones con sulfamidas +
trimetroprim, oxitetraciclina o penicilinas han dado también buenos resultados, administradas
una o dos veces por semana durante tres o cuatro semanas.
En el caso de Pasteurella, también se han obtenido buenos resultados con
lincomicina/espectinomicina, amoxicilina y espiramicina.
Los lechones destetados y de cebo suelen tratarse mediante la medicación vía pienso o
el agua con las moléculas apropiadas.
Afortunadamente, están disponibles en el mercado, para utilizar como una herramienta
más, eficaces vacunas para el control de esta enfermedad. Normalmente, suelen aplicarse en
nulíparas dos dosis de la vacuna en su fase de preparación y una vacunación de recuerdo en
cada gestación antes del parto. Ante un brote o sospecha podemos iniciar una vacunación en
reproductoras 5 y 2 semanas antes del parto.
En principio, las vacunas reducen la prevalencia pero no eliminan la enfermedad. La
protección calostral de lechones procedentes de madres vacunadas puede llegar a los 3-4
meses, lo que hace que la vacunación de lechones no tenga demasiado sentido.
SIGNOS
Los signos que se pueden ver son anorexia, estornudos con una rinitis de serosa a
purulenta, en otros caso se puede llegar a observar diarrea y pelo áspero, duro y disperso.
LESIONES
Macroscópicos:
→Hiperemia de la mucosa nasal
→En algunos casos discretas estrías de exudado.
Microscópicos:
El epitelio de mucosa nasal ausente, es sustituido por una capa gruesa de material
necrótico. La submucosa se encuentra congestionada, con infiltración moderada difusa de
macrófagos, linfocitos y células plasmáticas.
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DIAGNOSTICO
IF
ELISA
Histopatologia→ CI intranuceares en células de las glándulas de la mucosa nasal,
glándulas salivales y de los riñones
HISTOPATOLOGIA
→Necrosis del epitelio
→Inflamación
→Megalocitosis con prominentes inclusiones intranucleares.
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BOLILLA N°8
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CONTROL: Es una enfermedad de declaración obligatoria y la legislación relativa a su
control se funda en los métodos de la lucha antiaftosa. La legislación autoriza el sacrificio de
todos los cerdos afectados y contaminados cuando se confirma la presencia de la EVC en las
granjas porcinas.
Se notifica la prohibición de trasladar los cerdos. Salvo a mataderos.
BOLILLA N°9
INFLUENZA PORCINA
SIGNOS: Los signos clínicos suelen aparecer entre 1 y 3 días después del contagio, y la
mayor parte de animales se recupera entre 3 y 7 días después si no hay infecciones
secundarias u otras complicaciones.
La influenza porcina es una enfermedad aguda del aparato respiratorio superior
caracterizada por fiebre, letargia, anorexia, pérdida de peso y dificultad para respirar. Se
observa comúnmente tos, estornudo y descarga nasal; en cambio, la conjuntivitis es un signo
clínico menos común; también puede producir abortos. Algunas cepas pueden circular en la
población porcina sin que se presente manifestación clínica o solo pocos signos. Entre las
complicaciones cabe mencionar las infecciones bacterianas secundarias u otras infecciones
víricas. Ocasionalmente se observa bronconeumonía secundaria grave, potencialmente fatal.
DIAGNÓSTICO: La sospecha de gripe porcina se basa en los signos clínicos y en los eventos
que conducen a la enfermedad, pero es solo uno de los patógenos causantes de enfermedad
respiratorio en los cerdos. Para confirmar el diagnóstico, es preciso realizar las pruebas de
laboratorio.
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CONTROL Y PREVENCIÓN: Buenas medidas de bioseguridad. Una vez que el rebaño porcino ha
sido infectado, el virus puede persistir y ocasionar brotes periódicos; sin embargo, una buena
gestión puede disminuir la frecuencia, el alcance de los brotes y la gravedad de la enfermedad.
Cuando el virus de la influenza porcina se establece en una explotación, resulta muy difícil
erradicarlo completamente, por lo que a veces es necesario proceder a la despoblación de los
rebaños.
Las vacunas inactivadas contra la influenza también están disponibles para algunas
infecciones por virus de la influenza en los cerdos. Para ofrecer una adecuada protección, estas
vacunas tienen que reflejar los subtipos y cepas virales en circulación en un área geográfica y
necesitan cambiar periódicamente. Las vacunas no siempre previenen la infección o la
diseminación del virus, pero los cerdos debidamente vacunados suelen presentar una
enfermedad más leve si son infectados.
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CIRCOVIRUS PORCINO
PREVENCIÓN Y CONTROL: Realizar manejos todo dentro-todo fuera, mejorar las medidas
higiénicas y de limpieza de las instalaciones y del material para el tratamiento empleado con
los lechones, higiene estricta en las operaciones a los lechones (corte de colmillos, cola...),
reducir las densidades, mejorar las condiciones ambientales en cuanto a temperatura y calidad
del aire, vaciar y limpiar las fosas de purines, no mezclar lotes, un adecuado flujo de animales,
separar a los cerdos enfermos y un programa vacunal correcto.
El control de la enfermedad mediante vacunas permite mejorar la situación clínica.
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CLOSTRIDIUM PERFRINGENS TIPO C
La enteritis hemorrágica del recién nacido aparece, como su propio nombre indica, en
los primeros días de vida debido a la especial patogenia de esta enfermedad.
El agente causal, Clostridium perfringens tipo C produce fundamentalmente una toxina,
denominada toxina β y también toxina ε. Ambas tienen la particularidad de ser sensibles a la
tripsina. Por ello, sólo afecta a los lechones recién nacidos que están tomando calostro debido
a que el calostro contiene inhibidores de la tripsina, lo que permite a la toxina mantenerse
activa en el intestino delgado de estos lechones.
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El cuadro lesional es muy llamativo. Hay edema de la pared del abdomen y líquido
sanguinolento en la cavidad abdominal. Al observar el intestino se aprecia una intensa enteritis
hemorrágica que afecta a todo el intestino delgado, principalmente al yeyuno y al íleon.
En la pared intestinal hay hemorragias intensas y burbujas de gas y la mucosa tiene una
enteritis hemorrágica que ocupa grandes áreas de la superficie o toda ella.
En lechones hijos de cerdas con un cierto grado de inmunidad puede aparecer una forma
subaguda de la enfermedad sin diarrea hemorrágica. En este caso, las heces son amarillentas y
contienen restos necróticos. Los lechones mantienen el apetito y la vivacidad, pero pierden
peso progresivamente y la mayoría de ellos mueren a los 5-7 días de edad. Estos lechones
tienen la pared intestinal engrosada y friable y la mucosa está cubierta de una membrana
necrótica muy adherida.
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BOLILLA N°10
SALMONELOSIS
SIGNOS
La enfermedad puede presentarse de dos formas clínicas diferentes:
➢ Septicémica, causada por S. cholerasuis.
➢ Enterocolítica, causada por S. typhimurium.
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Los animales afectados presentan inapetencia, fiebre, tos húmeda, se niegan a moverse.
Se evidencian varios animales muertos con el abdomen y las extremidades cianoticos. La
diarrea no es una característica de ésta forma septicémica, hasta el tercer o cuarto día de la
enfermedad, cuando se observan heces líquidas y amarillas. La mortalidad es alta y la
morbilidad variable, pero por lo general del 10%. Los animales que se recuperan quedan como
portadores y continúan eliminando la bacteria a través de las heces.
La Salmonelosis enterocolítica se presenta desde el destete hasta los cuatro meses de
edad y puede ser aguda o crónica.
En este caso se puede observar una diarrea acuosa de color amarillo, inicialmente sin
sangre ni moco; que demora de 3 a 7 días y puede repetirse dos o tres veces más, dando la
impresión de una enfermedad diarreica fluctuante de varias semanas de duración. La sangre
puede aparecer esporádicamente. También se presenta fiebre, disminución del apetito y
deshidratación. Generalmente no se presenta con alta mortalidad, la mayoría de los animales
se recuperan totalmente, pero continúan como portadores, eliminando intermitentemente la
bacteria por unos cinco meses.
HALLAZGOS DE NECROPSIA
Forma septicémica:
▪ cianosis de las orejas, extremidades, cola y piel de la región abdominal
ventral,
▪ congestión de la mucosa gástrica,
▪ aumento del tamaño del bazo y con menor severidad del hígado.
▪ Aumento de tamaño y congestión de los ganglios linfáticos
mesentéricos,
▪ Pulmones difusamente congestionados, con hemorragia y edema
interlobular frecuentemente,
▪ Numerosos focos blancos de necrosis en el hígado.
En los cerdos que sobreviven los primeros días de la enfermedad existe mayor
posibilidad de presentar enterocolitis necrótica. Cuando se evidencian hemorragias
petequiales, éstas son vistas fácilmente en la corteza renal o en el epicardio.
Forma enterocolítica:
▪ Colitis necrótica focal o difusa,
▪ Tiflitis,
▪ adherencias grises amarillentas en la superficie de la mucosa del ciego y del
colon en espiral; éstos se encuentran edematosos, con manchas de bilis y con
material arenoso de color negro;
▪ Ganglios linfáticos mesentéricos ileocecales están aumentados de tamaño y
húmedos.
▪ Ulceras botonosas de tamaño variable.
Las lesiones por infección con S. tiphymurium se encuentran confinadas al colon, al ciego
y al recto. Sin embargo raramente se puede ver afectado el ID distal.
Se piensa que la constricción rectal es una secuela en la mayoría de los casos, a una
proctitis ulcerativa de origen isquémico causada por salmonella tiphymurium. Está
clínicamente caracterizado por una marcada distensión progresiva del abdomen, pérdida del
apetito, emaciación y heces blandas. En la necropsia hay una dilatación marcada del colon que
es causada por un estrechamiento del recto (1 a 10 cm anterior al ano). La constricción
generalmente es de menos de 1 cm de diámetro y varía de 0.5 a 20 cm de largo.
Hay un engrosamiento marcado de la pared rectal, que puede contener microabscesos.
La dilatación del colon anterior a la constricción puede consistir en un área ensanchada bien
demarcada de varios cm de ancho y de largo. En esta área la mucosa del colon generalmente
se encuentra ulcerada y puede estar cubierta por un exudado fibrinoso. En algunos casos hay
una dilatación gradual de todo el colon, con ulceración de la mucosa justo, en la porción
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anterior a la constricción. La mucosa siempre se encuentra excesivamente corrugada; esto es
principalmente el resultado del engrosamiento marcado de la muscular de la mucosa.
Microscópicamente las constricciones son el resultado de una fibrosis (resultado de una
cicatrización dada por la reparación del sistema inmune frente a una lesión isquémica dada por
una microtrombosis de los vasos arteriales, estos trombos son formados por los LPS de la
Salmonella) marcada de la pared del intestino, con una destrucción casi completa de las
estructuras normales.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se realiza por evaluación en la necropsia, por examen microscópico de las
lesiones encontradas en ésta; aislamiento por cultivo de la bacteria, el cual puede ser hecho a
través de muestras de bazo, hígado, pulmones, ganglios linfáticos, intestino o heces. Es
necesario además la caracterización bioquímica y serotipificación de las cepas aisladas.
Para la detección de poblaciones afectadas, se puede usar la prueba de ELISA.
TRATAMIENTO
El primer paso en el tratamiento de un brote de salmonelosis es minimizar la severidad
de la enfermedad clínica, prevenir la propagación de la infección y prevenir la recurrencia de
esta enfermedad en la granja. Los antimicrobianos son efectivos a nivel profiláctico, mas no
curativo, reduciendo significativamente la severidad y la duración de la enfermedad.
PREVENCIÓN Y CONTROL
Es necesario asegurar completamente la prevención y el control en cada uno de los
pasos desde el principio de la producción del cerdo, hasta su llegada al matadero.
Empezar los programas de control analizando los puntos específicos de entrada de la
bacteria (contaminación del alimento, pájaros, roedores, etc.) y los posibles factores que
contribuyen al mantenimiento de ésta en las instalaciones (flujo de animales, botas
contaminadas, herramientas, etc.).
PARVOVIROSIS PORCINA
SIGNOS CLÍNICOS
La infección aguda es subclínica, aunque puede presentarse leucopenia transitoria. La
única respuesta a infección es falla reproductiva en la cerda gestante infectada en la primera
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mitad de la gestación. Las secuelas dependen del período en que ocurre la infección, por lo
que se pueden presentar: cerdas repetidoras, falladas, con pocos lechones nacidos totales por
muerte embrionaria y reabsorción, alta proporción de lechones nacidos momias que reflejan
muerte fetal; y también se reportan infertilidad y abortos.
PATOGÉNESIS
Hembras gestantes se infectan en la 1ª mitad de la gestación donde el virus causa
muerte embrionaria y fetal con reabsorción o momificación. En estados más avanzados de la
gestación no se presentan secuelas. Después de la infección ocurre viremia, el virus pasa a
placenta y posteriormente a los fetos. La infección transplacentaria requiere 10 a 14 días en
llevarse a cabo y puede haber infección intrauterina parcial de los lechones. El virus no afecta
tejidos maternos. Los fetos mueren por daño colectivo a tejidos, incluyendo placenta.
DIAGNÓSTICO
La falla reproductiva con muerte embrionaria o fetal sin efecto en las cerdas gestantes
es sugestiva (siempre hacer diferencial con PRRS). En un hato endémico la falla se presenta en
forma marcada en el grupo de lechonas primerizas. Hay prueba serológica de Inhibición de la
hemoaglutinación en sueros o aglutinación directa en líquidos fetales.
PREVENCIÓN
La aplicación de la vacuna es la práctica que asegura inmunidad en forma generalizada.
Aunque no generan altos títulos en la prueba de HI, dichos títulos son protectores. Se deben
vacunar sementales y celadores para eliminar portadores.
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SINDROME RESPIRATORIO Y REPRODUCTIVO PORCINO
PATOGENIA
El virus tiene predilección por las células inmunitarias y causa la muerte de los
macrófagos alveolares.
Causa la infección de estos macrófagos (dependiendo de su origen) y de los neumocitos
del tipo II así como de los cultivos de monocitos periféricos del porcino.
Los macrófagos, produce una falla en su capacidad de liberar al ión súper óxido y causa
además una reducción en la cantidad de los macrófagos alveolares a los 7 días después
adquirir la infección; se observan cambios de corta duración en la sangre circulante, con una
disminución en los linfocitos, los monocitos y los neutrófilos; hasta por 4 días después de la
infección.
El virus puede difundirse de los pulmones al resto del cuerpo; en la sangre, solamente
en la asociación con los leucocitos o los monocitos que entonces emigran a diversos tejidos
finos para convertirse en macrófagos tisulares. Con esta difusión PRRS puede alcanzar el
aparato reproductor, conduciendo al desarrollo de las muestras clínicas asociadas a la
reproducción y que definitivamente alteran la fertilidad de los animales.
Por estas razones, el síndrome produce una predisposición a la infección por
Streptococo suis tipo II y a una amplia variedad de agentes bacterianos como Haemophilus
parasuis, Actinobacillus pleuroneumoniae, Salmonellas cholerae, así como Mycoplasma
hyopneumoniae y Pasteurella multocida y a los agentes virales implicados comúnmente con el
complejo respiratorio de la enfermedad; que incluyen el virus de la gripe de los cerdos (SIV) y
el coronavirus respiratorio porcino (PRCV).
Durante las últimas fases de la infección (después de 28 días) se intensifica
profundamente la función de la inmunidad humoral y de la mediada por células; estos efectos
sobre las células inmunes tienden a producir inmunosupresión en los cerdos, dando como
resultado una variedad de condiciones pulmonares de índole inflamatoria, siendo en PRRS, la
lesión esencial, una neumonía intersticial.
SIGNOS CLÍNICOS
Los dos grupos principales de signos clínicos que son asociados con la presencia de PRRS
son el reproductivo y el respiratorio. El primero, incluye nacimientos prematuros, abortos de
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periodos retrasados, cerdos que nacen débiles y aumenta el número de lechones muertos en
los nacimientos y momificados.
En el segundo, las afecciones respiratorias, tienen gran importancia; sobre todo en
cerdos neonatales, en los que existe disnea como mayor característica, es usualmente que
ocurra en cerdos de 3 semanas de edad pero, también puede ocurrir en cualquier edad.
Los signos clínicos de PRRS varían considerablemente debido a varias causas; incluyendo
diferencias en la susceptibilidad de la piara, los factores ambientales, el estado inmune, la cepa
del virus; así como su combinación con otros virus que afecten a los cerdos.
DIAGNÓSTICO
Dada la complejidad de la enfermedad por efecto de la interacción de patógenos
secundarios y factores medioambientales, el Dx es complejo. Se puede emitir un diagnóstico
presuncional a base de los signos clínicos -falla reproductiva en las cerdas y enfermedad
respiratoria en los cerdos en crecimiento-. El diagnóstico definitivo requiere del aislamiento
del virus, lo cual es difícil e implica el cultivo de macrófagos alveolares y solo una o dos líneas
celulares son capaces de soportar el crecimiento aunque no todas las cepas. Se han utilizado 4
pruebas para detectar anticuerpos contra PRRS: Inmunoperoxidasa en monoestrato, IF
indirecta, SN y ELISA.
Para el aislamiento del virus se prefiere hacerlo a partir del suero; no obstante, el virus
se aísla casi de todos los tejidos, incluyendo orina, hisopos rectales y lágrimas. Los animales
infectados presentan viremia por 1 a 6 semanas.
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TRATAMIENTO
No existe un tratamiento específico para la enfermedad y lo único que se puede hacer
es aplicar medidas profilácticas.
VACUNACIÓN
La primera vacuna (nombre: Cyblue) fue una vacuna muerta con solución oleosa de una
cepa del virus del PRRS obtenida en cultivos. Esta vacuna va dirigida a la protección frente a los
problemas asociados a la reproducción en cerdas de reposición y cerdas en producción.
Su administración es por vía intramuscular. En la primera vacunación se deben aplicar
dos dosis separadas por un intervalo de 21 días evitando la vacunación desde 10 días antes
hasta 10 días después de la cubrición y 10 días antes del parto. Posteriormente, se recomienda
la revacunación durante la lactación, lo cual estimula la producción de IgA, las cuales tienen un
papel importante en la inmunización previa de los lechones al secretarse en la leche. En las
cerdas de reposición, la vacunación se debe realizar sistemáticamente a los 6 meses de edad,
seguida de una revacunación a los 21 días.
PREVENCIÓN Y CONTROL
Como medidas de prevención para evitar la entrada del virus en una granja, hay que
extremar precauciones, respetando los periodos de cuarentena, restringiendo el acceso de
visitantes en la granja, imponiendo un cambio obligatorio de ropa a la entrada de las
instalaciones y evitando la entrada de vehículos dentro del perímetro de las mismas. Si la
explotación presenta un estado serológico positivo y se va a introducir cerdas de reemplazo
seronegativas, estas se deben introducir con 3 o 4 meses de edad para que se infecten en el
periodo de crecimiento y evitar la presentación de problemas en la reproducción al infectarse
después de la cubrición. Cuidar de no ingresar a la granja verracos seropositivos o al centro de
inseminación artificial, realizando pruebas serológicas durante al menos 60 días antes del
ingreso; asegurando así que los animales que se van a introducir son seronegativos.
La limpieza de los locales y el uso de desinfectantes es una medida necesaria. Se ha
demostrado que el virus del PRRS es sensible a distintos tipos de desinfectantes, entre ellos
una mezcla de peróxido, surfactantes y ácidos orgánicos e inorgánicos.
SABIDURÍA EXTRA
CLOSTRIDIUM DIFFICILE
La Diarrea Enzoótica Neonatal está producida por el Clostridium difficile (Cd) que es, en
la actualidad, un patógeno emergente en la sala de partos. Este provoca una diarrea a los
cuatro días postparto (3-5 días) en los lechones lactantes. La diarrea es de color amarillento y
líquida, muy típica, lo que les provoca una grave deshidratación, la morbilidad es muy alta
alrededor del 10 % de las camadas, en cerdas primerizas llega al 70%, intracamada todos los
lechones están afectados por la diarrea. La mortalidad es baja una media del 2%, pero las
consecuencias para toda la camada son una pérdida de peso considerable al destete,
alrededor de 1 kg por lechón, algunos lechones no pueden ir a las salas de destete por su
deficiente estado y hay que sacrificarlos. En ocasiones hay que retrasar la edad al destete ya
que los lechones tienen los días para su destete pero su peso es muy bajo.
El C. difficile habita en el tracto intestinal de los animales (entre ellos el cerdo) y del
hombre. Se elimina al exterior tanto en la forma vegetativa como en forma de esporo junto
con las heces del animal colonizado. Una vez en el ambiente, solo el esporo es capaz de resistir
las condiciones aerobias que encuentra.
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La vía de transmisión es la fecal-oral desde un lechón enfermo o portador asintomático a
un individuo sano con la MIP alterada. Las condiciones adversas del ambiente las resiste en
forma de esporo. Una vez ingerido, si las condiciones intestinales permiten la colonización, el
microorganismo se multiplica exponencialmente secretando grandes cantidades de toxinas
TcdA, TcdB y/o toxina binaria provocando el daño en el hospedador. La gravedad de la
infección está relacionada con la concentración de anticuerpos frente a las toxinas que
presenta el hospedador.
Cuando se hace la necropsia en todos los lechones hay una enterocolitis, en un 50%
edema del mesocolon y en un 20% con distensión de la pared abdominal y ascitis. Hay veces
que cuando se aísla también algún E. coli ETEC la mucosa y el contenido intestinal aparecen
hemorrágicos, pero no es lo normal.
El proceso de la Diarrea Enzoótica Neonatal confirma la teoría de que muy pocos
patógenos entéricos son letales en ausencia de factores complicantes. Como factores
complicantes se pueden considerar los siguientes:
• Otros patógenos.
• Alteraciones sociales, muy típico actualmente por los movimientos de lechones entre
camadas, adopciones inadecuadas.
• Higiene deficiente en las salas de partos.
• Baja inmunidad calostral.
• Alteración de la Microbiota Intestinal Porcina.
• Predisposición genética.
• Estrés nutricional.
En todos los casos donde se me ha presentado la clínica de Cd, la higiene de la granja era
deficiente, los protocolos de limpieza, desinfección y vacío sanitario no se cumplían desde
hace años, sobre todo los tiempos referentes a los vacíos sanitarios. Casi siempre son
asociados a otros clostridios (Clostridium perfringens tipo A) y las adopciones de lechones se
realizan con criterios equivocados y demasiado rápidas en el tiempo.
La baja inmunidad calostral se puede decir que es parcial ya que he comprobado que
algunos lechones de la camada no se toman suficientemente calostro, normalmente los más
pequeños. La Microbiota Intestinal Porcina (MIP) del lechón se ve reflejada por la de la madre
y es ahí donde se puede actuar sobre ella inclinándola hacia las bacterias saprofitas
beneficiosas con la ayuda de la administración de probióticos en el pienso de la cerda en
gestación, esto repercutirá en la MIP del lechón lactante ya que estos microorganismos
probióticos poblarán su intestino debido al consumo de la leche y de las heces de la madre.
En este año se ha demostrado que la leche materna no es estéril y que porta una serie
de microorganismos que ayudan al lechón lactante a poblar su intestino, no solo adquieren las
bacterias del medio ambiente, heces de la madre, piel de los pezones, sino de la propia leche
(calostro) materna. Los beneficios de los probióticos provienen de la exclusión competitiva del
Cd en el intestino, de la acidificación y reducción de la disponibilidad de nutrientes para el
microorganismo, estímulo de la glicosilación del epitelio intestinal, estimulación de factores de
resistencia innatos como citocinas, mucinas y otros. Los probióticos reducen el riesgo de
infecciones por Salmonella y E. coli.
La predisposición genética a este tipo de infecciones entéricas está muy documentada
en lechones, sobre todo en las producidas por E. coli y también en el caso de la Enfermedad de
los Edemas. En el caso de la Enfermedad de los Edemas es posible seleccionar genéticamente
cerdas y verracos que no sean portadores de ciertos genes que predisponen a la enfermedad
(algunos tipos de leptinas en la mucosa intestinal).
El estrés nutricional provoca en los lechones un bajo reemplazo de las células de las
vellosidades debido a la diarrea secretora y la atrofia del timo que reduce la producción de
citocinas y linfocitos en lo que el sistema inmune está en baja forma.
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Cuando hay otras infecciones concomitantes, que es lo normal, las funciones de barrera
intestinal para los patógenos disminuyen (E. coli ETEC) y en el caso del virus PRRS hay
alteraciones del desarrollo inmune y también con el virus PCV-2.
ETIOLOGÍA
El C. difficile es un bacilo Gram +, anaerobio estricto, esporulado y resistente a múltiples
antibióticos. Puede ser habitual en el tracto gastrointestinal de los animales y las personas.
Algunas cepas son móviles por la presencia de flagelos perítricos. Una de sus características
más importante es la formación de esporos, esta estructura le da una gran resistencia a las
condiciones ambiente, le permite permanecer durante meses en la superficie del suelo y en el
utillaje de la granja. Los únicos desinfectantes capaces de controlarlo son los derivados del
cloro (Cloramina T a razón de 4 gramos por litro).
La temperatura óptima de crecimiento es de 30º a 37º C (in vitro). El en el 2002 se
clasificó como clostridio asociado a enfermedades que provocan diarrea por antibióticos.
PATOGENIA
La patogenia de la enfermedad es compleja y se pueden distinguir las siguientes etapas:
• Alteración de la flora bacteriana habitual del colon (provocada por los antibióticos).
• Colonización por el Clostridium difficile.
• Liberación de dos histotoxinas producidas por el que actúan en el intestino.
La patogenia está dirigida al intestino, los esporos se ingieren y germinan dando células
vegetativas. En presencia de la flora normal intestinal no es capaz de reproducirse y producir
toxinas, por lo que en ese momento no origina ninguna acción patógena, cuando hay unas
determinadas condiciones en el ambiente se produce la germinación. Las patologías entéricas
asociadas se dan cuando hay una grave alteración asociada al Cd de la MIP, normalmente por
el exceso de medicación antibiótica.
El proceso se inicia cuando hay un crecimiento excesivo del Cl. Difficile en el intestino,
colonizando la mucosa CD intestinal para posteriormente dañar los enterocitos y al final
provocar la diarrea que hará enfermar al lechón.
La colonización se produce por la ingestión de esporas del microorganismo, estas son
resistentes al calor. Pueden persistir en el medio ambiente durante meses e incluso años y
sobreviven en el medio ácido del estómago. Las esporas del Cd se convierten en formas
vegetativas al llegar al colon y elaboran toxinas que actúan sobre el epitelio intestinal,
provocando diarrea y colitis. Hay algunas cepas de este clostridio que no producen toxinas en
las pruebas in vitro.
SIGNOS
Los signos principales en los lechones son los siguientes:
• Diarrea líquida típica amarillenta-anaranjada.
• Deshidratación grave. Emaciación.
• Anorexia, no van a mamar.
• Fiebre.
• Lechones afectados de 3 a 5 días de vida.
• Ascitis. Disnea.
• A veces estrés respiratorio.
• Distensión abdominal.
DIAGNÓSTICO
Las muestras a tomar son hisopos rectales de los lechones afectados con diarrea y
muestras de heces para cultivo y aislamiento en el laboratorio de microbiología.
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A partir de éstas se hacen frotis y tinción directa por lo que se pueden observar bacilos
Gram + compatibles con Clostridios. La siembra hay que hacerla en medios de cultivo donde
este microorganismo se pueda identificar claramente.
En este proceso es de gran ayuda la histopatología del intestino, las lesiones observadas
son bastante patognomónicas y completan el diagnóstico microbiológico. Estas están
circunscriptas al intestino con edema en el mesocolon, en la lámina propia y con lesiones tipo
volcán en los casos más graves. Aplanamiento de los enterocitos, exudación local de mucus,
fibrina, infiltración masiva de neutrófilos, enteritis y en algunos casos hemorrágica. El
estómago aparece vacío y a veces hay hidrotórax.
En las heces diarreicas o en el megacolon tóxico se puede hacer un análisis de
laboratorio para detectar las toxinas TcdA o TcdB, éstos se pueden hacer por EIA
(inmunoadsorción enzimática).
También se puede hacer una PCR a tiempo real con las heces de los lechones como
alternativa a la detección de las toxinas. Este método tiene una alta sensibilidad y
especificidad.
El microorganismo se ha encontrado en lechones con o sin diarrea, por lo que hay una
gran cantidad de lechones portadores asintomáticos.
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