Leach (1977) - Ritual PDF

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Enciclopedia Iil N\

Internacional de las
CIE,NCIAS SOCIALE,S

Dirigida por
DAVID L. SILLS

voLUMEN 9

A
AGUILAR
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edición española
O aguilar s a de ediciones tg77 juan bravo 33 madrid
depósito legal bi r79o-r976 (9)
primera edición - primera rcimpresión r 979
ISBN 84-o3-r899ti-6 (obra completa)
ISBN 84-o3-r8zzo-r (volumen 9)
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@ crowell collier and macmillan inc 1968
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RITUAL

Los geógrafos ya no siguen el método utilizado por OBRAS DE RITTER


Ritter de revelar al lector todas las fuentes de su ma- (1804-1806) 1820 Sechs Karten aon Europa: Schnepfenthal (Alema-
terial. Ritter ha sido criticado por sucumbir al peso de nia) : Erziehungsanstalt. 383
sus fuentes) por no haber sabido destacar lo fundamen- 1804-1807 Euroþa : Ein geographisch-historisch-statistisches Gemähl-
tal. Esta objeción pasa por alto el hecho de que fue él de. 2 vols. Frankfurt am Main (Alemania): Hermann.
(1817-1818) 1822-1859 Die Erdkunde im Verhähniss zur Natur und
quien introdujo en la geografia el examen crítico de las
zur Geschichte des Menschen: Oder allgemeine, ztergleichende Geo-
fuentes contradictorias y expresó claramente el concep- graphie.2l vols. y 2 vols. de índices. 2." ed. Berlin: Reimer.
to de persistencia o cambio de ciertos elementos en el l82O Die Vorhalle europäischer Völkergeschichten ztor Herodotus, um
desarrollo histórico-geográfico de las regiones que des- den Kaukasus und an den Gestaden des Pontus: Eine Abhandlung
cribió. zur Aherthumskunde. I3erlin Reimer.
El principio romántico de la <polaridad'>, abandona- 1831 Rrrrnn, Cnnr; y O'Erznr, F. A. Hand-Atlas z;on Afrika. Ber-
lin: Reimer. > Contiene 14 mapas.
do desde hace mucho tiempo por la geografia, permitió (1852) 1863 & Lincoln. -- Pu-
Geographical Studies. Boston: Gould
a Ritter descubrir relaciones polares como las que se blicado originalmente con el título Einleitung zur allgemeinen
dan entre los hemisferios de tierra y de agua, entre verg lei chenden G e ogr ap hi e.
zonas centrales y periféricas, entre fenômenos oceáni- 1861 Geschichte der Erdkunde und der Entdeckungen. Yorlestngen an
cos y continentales en todas sus posibles variaciones der Universität zur Berlin. Berlin: Reimer.
(1862) 1881 Comþarative Geography. New York: Bragg. -' Publica-
naturales e históricas y entre las zonas climáticas den- do originalmente con el riúlo Allgemeine Erdkunde.
tro de la tensión polar del norte y del sur. También
procedían del Romanticismo sus conceptos de <indivi- BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
dualidad,r, aplicado a unidades espaciales, y de <,orga- BITTERLINc, R. 1929 Carl Ritter zum Gedächtniss. Geographischer
nismo,r, aplicado a la Tierra. Pero en opinión de Ritter Anzeiger 30:233-264.
esto significaba algo más que la mera idea de que el Carl Ritter zum Gedächtniss. 1959 Die Erde : Zeitschríft der Ge-
todo es mayor que la suma de sus partes, idea que ha sellschaft fùr Erdkunde zu Berlin 90:97-254.
sido resucitada por la nueva ciencia de la geografia en Gecu, Iù(/rr-rrarr L. 1867 The Life of Carl Ritter, Late Professor of
Geograpl4t ín the Universitg of Berlin. New York: Scribner.
conexión con la <integración,¡ de todas las partes. Guvor, ARNoLD H. 1860 Carl Ritter: An Address to the American
Ritter adoptó una posición propia respecto de la Geographícal and Statistical Society. Princeton, N.J.
concepción filosófico-natural de la Tierra basada en un Hözrr, Erørr 1896 Das geographische Indiúduum bei Karl Ritter
plan concebido en la creación y que clasifica todas las utd seíne Bedeutung für den Begriff des Naturgebietes utzd der
cosas según su capacidad natural para desarrollarse. N atm"gren ze. Leipzig : Teubner.
KRAMER, Fnnz L. 1.959 A Note on Carl Ritter: 1779-1859. Geo-
(Esta postura ha sido expuesta por Henrick Steffens en
g r ap hi ca I Re'ùiew 49 - 406- 409.
su obra Anthroþology, publicada en 1822.) Ritter no KRAMIR, Gusr¡v (1864-1870) 1875 Carl Ritter: Ein Lebensbíld
rechazí a priori la filosofía natural como hicieron Hum- nach seinem handschriftlichen Nachlass dargestellt. 2,n ed. rev. y
boldt y la mayoría de los estudiosos de la época; al aum. 2 vols. Halle (Alemania): Verlag der Buchhandlung des
contrario, más bien se inclinaba a aceptarlas) pero no Waisenhauses.
quiso admitir que pudiera ser un tipo de ciencia supe- Pnernrn, Gorrrnrno 1960 Ritter, Humboldt und die moderne
Geographie. Págs. 69-83 en Deutscher Geographentag, 32.o,
rior basada en las ciencias especializadas que despre- Berlin, T agung sb er i c h t un d wi s sen s c h af t li c he A b handlung en. \V ies-
ciaba. Evitando ambos extremos, intentó someter a baden lAlemania): Steiner.
prueba a la filosofia natural, construyendo un puente Pr-nwr, EnNsr 1960 Carl Ritters Stellung in der Geographie.
entre esta y la investigación empírica. Su integridad Págs. 59-68 en Deutscher Geographentag, 32.o, Berlin, Tagungs-
científica le mantuvo siempre más cerca de los hechos bericht und wissenschaftliche Abhandlungez. Wiesbaden (Alema-
nia): Steiner.
que de las grandes <,especulacionesu. Se comparaba a sí Plorr, ADALBERT 7963 Bibliographie der Schriften Carl Ritters.
mismo con (un anatomista o un fìsiólogo reflêxivou que Die Erde: Zeistschrtft der Gesellschaft für Erdkunde zu Ber-
investiga la estructura del organismo Tierra, recogien- lin 94:13-36.
do y enjuiciando con actitud crítica todos los hechos Scsurrrn¡NN¡n, HnrNnrcH 1937 Carl Ritter und Goethe. G¿o-
con la esperanza de descubrir el plan subyacente (<sea gr ap hí cher Zei x chrif t 43 :16l - 17 5.
s

Scn¡r.rrrrnsNN¡n, HuNnlcH 1951 Studien ùber Carl Ritter, Frank-


divino o naturalrr). No ocultó los hechos ni hizo uso furter geographische Hefte, Yol.25, parte 4. Frankfurt: I(ramer.
indebido de ellos, pero sí esperaba que después de Scr¡¡.rrrr¡æNNrn, HnrNnrcH 1956 Carl Ritter. Vol. 3, Págs. 189-200
haber asimilado una masa de detalles encontraría un en Die grossen Deutschen: Deutsche Bíographie. Berlin: Propy-
sistema que no solo permitiera hacer una interpreta- läen-Verlag bei Ullstein.
ción de la Tierra en términos mecánicos, sino que Wrsorzrt, Eutr- 1897 Zeitstömungen in der Geographie. Leipzig:
tuviera también un significado. Duncker & Humblot.
\øüNscm, ALwIN 1899 Die geschichtliche Bewegung und ihre geo-
Ritter era mucho más crítico y cauto que muchos de graphische Bedingtheit bei Carl Ritter und bei seinett heraorragend-
los estudiosos de hoy, que tienden a generalizar y es- sten Vorgängern in der Anthropo-geographie. Dresden (Alemania):
tablecer reglas y leyes. Su creencia en una ordenación Franke.
del mundo (divina o natural) nunca le llevó a deformar
o falsear los hechos, y le sirvió de incentivo para des-
cubrir innumerables connexiones que antes <no cabía RITUAL
imaginar a partir de la simple descripción de la Tierra,r.
De este modo, intentó justificarse frente a la clase de Las citas que âparecen en el Oxford English Dictio-
ciencia que se estaba desarrollando en torno suyo, que nary evidencian la existencia, a partir del siglo xIV, de
consideraba como su primera obligaciôn despojar al dos tendencias claramente diferenciadas en el uso
mundo de los mitos, y fue acusado de teleologismo) lo común de los térmi nos rito ( ritual ) , ceremoniø ( ceremo-
cual ha ensombrecido su reputación como científico nial) y costumbre (consuetudinario). Por una parte,
hasta nuestros días. estos términos se han utilizado indistintamente para
[v. r. m.] EnNsr Pr¡ws designar cualquier acto o sucesión de actos no instinti-
vos y predecibles que no pueden explicarse <,racional-
lVëase también RectóN.l menteD como medio para la consecución de un fin. En
-Y
RITUAL

este sentido, la costumbre de estrechar la mano puede términos. Como profesor de teología, defendió siempre
considerarse como un ritual, pero no el acto de sem- el estudio de las religiones comparadas. Partía del su-
384 brar patatas con el fin de cosecharlas más adelante. Sin puesto de que los límites entre lo que es religión y lo
embargo, la racionalidad no es fácil de definir. IJn que no lo es son evidentes. La religión moderna (cris-
psiquiatra puede calificar de <ritual privado,r el conti- tianismo) está constituida por creencias (dogma) y
nuo lavarse las manos de un neurótico compulsivo, aun prácticas (ritual): <en las religiones antiguas, la mitolo-
cuando, en opinión de este, se trate de un procedi- gía ocupa el lugar del dogma,r. El mito es, simplemen-
miento higiénico racional. De la misma manera, su te, <la explicación de una costumbre religiosa,> y, en
religión obliga a un hindú de casta superior a ejecutar consecuencia, <el estudio de las religiones antiguas debe
una complicada ceremonia de lavatorio con el fin de basarse en el ritual y las costumbres tradicionales y no
conservar su pureza y aseo personal; la racionalidad de en el mitou. La tesis de que toda religión está compues-
tal acto depende del punto de vista cultural. En este ta esencialmente de creencias y ritos, siendo este últi-
caso, los antroþólogos que distinguen entre limpieza mo elemento en cierto sentido anterior al primero, ha
real y limpieza rít:ual se enfrentan, en realidad, con dos ejercido influencia sobre muchos investigadores poste-
aspectos de la misma cuestión y no con dos cuestiones riores de distintas especialidades.
distintas. La distinción entre limpieza y suciedad es Durkheim (|9121 7954, pá9. 47) definió la religión
una derivación cultural que presupone una jerarquía como (un sistema unificado de creencias y prácticas
de valores rituales. Si se toma la <irracionalidad,¡ como (ritos) relativas a cosas sagradas, es decir, separadas y
criterio definidor de lo que es rituø\, se debe recordar prohibidas, creencias y prácticas que unen en una
que quien decide lo que es o no es racional es el obser- misma comunidad moral llamada iglesia a todos aque-
vador y no el sujeto de la acción. llos que las profesanr. Los ritos son para Durkheim
La otra tendencia consiste en la diferenciación de <,reglas de conducta que prescriben cómo ha de com-
tres categorías: ritual, ceremonia y costumbre. En este portarse un hombre en presencia de los objetos sagra-
caso, el ritual se considera como un conjunto de cos- dos,> (ibid., pág. 4l). Los ritos de carácter negativo
tumbres relacionadas directamente con las prácticas (ritos ascéticos) son las costumbres que llamamos
religiosas, mientras que ceremonia y costumbre se re- comúnmente tabúes. Entre los positivos se hallan los
servan para describir actividades de tipo secular. Cuan- <ritos miméticos,r, que son de hecho las prácticas que
do la religión es el cometido específico de iglesias ple- Frazer calificó de <magia homeopáticau; los <,ritos re-
namente institucionalizadas, como ocurre en Europa, presentativos o conmemorativosD) como el culto de los
el ritual se halla delimitado con toda precisión, pero no antepasados; los sacrificios y, finalmente, los ritos
sucede lo mismo en las sociedades exóticas estudiadas expiatorios o ceremonias motivadas por una desgra-
por los antropólogos. Algunos autores contemporá- cia, como el duelo. El exceso de precisión de la cla-
neos, conscientes de este problema, han afirmado que sificación de Durkheim plantea algunas dificultades.
la ambigüedad de los datos puede superarse mediante Afirma dogmáticamente, p. ej., que <la división del
la multiplicación de conceptos analíticos (p. ej., mundo en dos reinos, uno que comprende todo lo
Firth 1956, pá9. 46; Wilson 7954, pág. 240; Gluck- sagrado y el otro lo profano, es el rasgo distintivo del
man 1962, págs. 20-24). Gluckman, especialmente) se pensamiento religioso,> (ibid., pâg. 37). En su esque-
pronuncia en favor de un complicado vocabulario con ma, Ia magia queda incluida en la esfera de lo pro-
el que se diferencien claramente los significados de fano, aunque <la magia se compone también de creen-
ceremonia, ceremoniøL, ritual, ritualismo y ritualizacion ; cias y ritos> (ibid., pá9. 42).
pero es muy difïcil imaginar una situación en que tal Esta misma serie de rituales puede clasificarse de
precisión pueda ser de utilidad. El ritual no constituye otras maneras. Van Gennep (1908), p. ej., propuso una
un hecho natural) sino un concepto cuya definición, categoría que comprendía todos los ceremoniales de los
como la de cualquier otro, debe ser siempre funcional; momentos cruciales de la vida del hombre (los asocia-
el éxito de una fórmula cualquiera dependerá de la dos con el nacimiento, la pubertad, el matrimonio, la
forma en que se utilice el concepto. muerte) y también los repetidos periódicamente, como
En resumèn) para comprender el significado de la la celebración del cumpleaños y del día de Año Nuevo,
palabra ritual es necesario tener en cuenta la formación llamando a todos ellos <,ritos de iniciación,> o <ritos de
cultural y los prejuicios de quien la utiliza. IJn sacer- pasor. E,n la práctica este esquema ha resultado más
dote supondrá probablemente que todo acto ritual tiene útil que el de Durkheim (véase Gluckman 1962).
lugar necesariamente en una iglesia y de conformidad Si Durkheim adolece de cierta rigidez, Frazer, dis-
con unas normas y directrices formalmente estableci- cípulo de Robertson Smith, peca del defecto contrario.
das; un psiquiatra puede utilizar el mismo término En las páginas de The Golden Bough (1890) parece
para describir las compulsiones de sus pacientes; para utílizar indiscriminadamente los términos costumbre,
un antropólogo significará <,un tipo de conducta nor- ceremonial, rito y rituaL En dicha obra se supone que
malízada (costumbre) en la cual la relación entre los creencia y rito son conceptos tan interdependientes
medios y el fin no es 'intrínseca"r (Goody 1961 , pét- que el autor usa con toda libertad los datos referentes
gina 159), pero interpretará esta definición en sentido a uno de ellos para hacer <conjeturasD acerca del otro.
amplio o estricto según su temperamento. Los térmi- Partiendo del mismo supuesto, otros autores posterio-
nos ceremoniøl y consuetudinario han sido usados tam- res se han considerado autorizados a hacer las más
bién en muy diversos sentidos, incluso por estudiosos completas reconstrucciones de sistemas religiosos anti-
de la misma disciplina. guos basándose en datos arqueológicos mínimos acerca
de las prácticas rituales (Hooke 1958).
Fundándose también en los trabaios de Robertson
Historia de la utilización del concepto Smith, pero esta vez con resultados más positivos, Jane
Las ideas de Robertson Smith (1889) son de especial F{arrison (19121, l9l3) estudió la relación existente
importancia en lo que se refiere a la defìnición de estos entre ritual y arte. Señala esta autora que la palabra
RITUAL

griega drama se deriva de dromenon (ritual religioso, categorías claramente diferenciables : 1o irracional, mís-
literalmente (cosas hechasu). Atribuye especial impor- tico, no utilitario y sagrado, o Io racional, de sentido
tancia a la categoría de r,ritos miméticos> establecida común, utilitario y profano. Todos ellos querrían esta- 38s
por Durkheim: <el hombre primitivo ... tiene una ten- blecer una categoría específica, el ritual, que abarcase
dencia a representar todo lo que le interesa; cualquiera exhaustiva e inequívocamente todo comportamiento
de sus ocupaciones, como cazar, pescar y posterior- humano relacionado con lo sagrado. Pero todos tam-
mente arar o sembrar, puede ser el objeto de un dro- bién terminan por demostrar que no es posible estable-
menon o rito con tal que tenga su{iciente importancia o cer tal diferenciación; que todas las cosas <,sagradas,>
interés'> ([1913i 1951, pág. 49). El ritual sería así la son asimismo y en ciertas condiciones <,cosas profanas,r,
dramatizacion mágica de actividades diarias, mientras y viceversa. Malinowski tratô de evitar este dilema.
que el drama, a su vez, constituiría la representación Para é1, el problema básico era el de la racionalidad y
secular del ritual. Si bien lo ritual se distingue de lo no no el de la religiôn en sí. Los que, siguiendo a Frazer,
ritual por la presencia o ausencia de un contexto reli- concebían la magia como (una técnica científica falsa'r
gioso, los detalles de esta diferenciación son impreci- habían de clasificarla como actividad profana; pero,
SOS. según Malinowski, el hombre primitivo comprende
Así como Jane Harrison) cuya especialidad eran las muy bien la diferencia que existe entre un acto técnico
lenguas clásicas, aprovechó para sus investigaciones los y un rito mágico. Magia y religión pertenecen ambas al
trabajos de los antropólogos, a su vez los antropólogos mundo de lo mágico-religioso: r,... todo acto ritual, sea
de la generación siguiente se sirvieron de los suyos. una ceremonia de la magia australiana primitiva o una
Malinowski y Radcliffe-Brown, que introdujeron en la procesión del Corpus Christi, sea una ceremonia de
antropología social británica el concepto de funciona- iniciación o la santa misa, constituye un milagro que
lismo, se basaron ambos en los estudios de Flarrison, se representa de acuerdo con una tradición. ... El horn-
aunque contribuyeron también, independientemente) a bre necesita milagros no por estar sumido en la igno-
propagar las ideas de Durkheim. El concepto de <valor rancia primitiva ni por dejarse engañar por la astucia
ritualr que expone Radcliffe-Brown en The Andaman del sacerdote..., sino porque en cada momento de su
Islanders (1922) y en otras obras posteriores, es esen- evolución se da cuenta de que los poderes de su cuerpo
cialmente el propuesto por Harrison. Los objetos que y de su mente son limitados,> ([1923-1939), 1963, pát-
poseen valor ritual son objetos socialmente importantes ginas 300-301).
por razones extrarreligiosas. A esto añadió Radcliffe- Pero si la etnografía no viene a respaldar las teorías
Brown la idea'de que la ejecución de un ritual genera de Durkheim, aún menos las de Malinowski. En la
en los actores ciertos <rsentimientosD que resultan ven- mayor parte de las sociedades hay muy pocas personas
tajosos para la sociedad en general. En sus reflexiones que sepan distinguir con precisión entre lo sagrado y
sobre el tema, tanto Radcliffe-Brown como Malinows- lo profano, lo racional y lo irracional; es una pretensión
ki suponen que el valor económicò de un objeto depen- escolástica el suponer que las acciones humanas se
de de su utilidad y no de su escasez, y tratan de dife- ordenan en todas partes de acuerdo con tales diferen-
renciar el valor ritual del valor económico. Radcliffe- ciaciones. Algunos autores sostienen todavía que existe
Brown demuestra que los indígenas de las islas una categoría concreta definida por la siguiente frase:
Andaman atribuyen valor ritual a objetos (incluso co- (comportamiento que responde a una acción mística,>;
mestibles) que constituyen un lujo por su escasez) pero en mi opinión, se trata de un error.
convierte esta circunstancia en un misterio totalmente
innecesario. I(arl Marx comprendió mucho mejor lo
que, al fin y al cabo, es un hecho común. Para Marx, Ritual y cornunicación
el valor que adquiere una mercancía en el mercado es Hasta aquí apenas se han mencionado dos elemen-
totalmente diferente del'que tiene en cuanto a su utili- tos del problema de que tratamos. Los actos humanos
dad. A ese valor adquirido artificialmente lo llamó pueden servir para hacer algo, es decir, para alterar
<valor fetichistau (1867-1879), concepto muy próximo el estado fïsico del mundo (como el hecho de encen-
al de <,valor ritual,> de Radcliffe-Brown, si bien para der una hoguera), o para decir algo. Así, el simple
Marx el elemento mágico no es más que un aspecto del acto de estrechar la mano equivale a una complicada
valor de una mercancía y no la totalidad del mismo. Es afirmación: <Estoy encantado de saludarle y dispuesto
más: si Radcliffe-Brown afirma que el ritual es algo a hablar con usted.,> Toda expresión verbal es una
positivo para la sociedad, Marx sostiene que perjudica forma de comportamiento consuetudinario, y toda
al productor individual. La tesis marxista es que en el costumbre constituye, a su vez) una forma de expre-
mercado-donde se supone que los valores se miden de sión, un modo de transmitir información. Con nues-
acuerdo con los cánones de racionalidad más estric- tra ropa, con nuestros modales, incluso con nuestros
tos-los juicios sufren de hecho la influencia de crite- gestos más triviales) estamos constantemente <,hacien-
rios místicos irracionales. [Jna generación después, do declaracionesu comprensibles para los demás y
Mauss (1925), partiendo de un punto de vista total- relativas en su mayor parte a las relaciones humanas
mente diferente, llegó a esa misma conclusión en su y a la posición social.
teoria general del intercambio de dones. Los intercam- Los actos que <dicen algo,r no son siempre intrínse-
bios que aþarentemenle se basan en necesidades racio- camente distintos de los que <hacen algou. Si tengo frio,
nales y utilitarias que nada tienen que ver con la reli- probablemente me pondré más ropa, y este es un acto
gión resultan ser actos obligatorios de tipo ritual, en los racional que altera el estado del_mundo; pero el tipo de
cuales los objetos intercambiados son vehículos de ropa que me ponga y la forma de llevarla servirán para
poder mistico. rdecir algo,r de mí a los clemás. Casi todos los actos
De los autores mencionados, Durkheim, Harrison, humanos que se dan en un medio cultural bien defini-
Radcliffe-Brown y Mauss parten de la premisa de que do tienen estos dos aspectos, el técnico y el estético y
todo acto social encaja claramente en una de las dos comunicativo.

Ës 9.-25
RITUAL

En los tipos de conducta que con arreglo a cualquie- Lévi-Strauss (1962) se inclina a considerar el ritual
ra de las definiciones anteriormente mencionadas se como elemento integral de los procesos mentales. El
386 calificarían de rituales, el aspecto estético y comunica- ritual divide el continuo de la experiencia visual en
tivo se destaca sobre el técnico, aunque este último conjuntos de categorías con nombres diferenciadores y
nunca desaparece. El cristiano piadoso come y bebe de nos proporciona así un aparato conceptual idóneo para
forma sacramental, pero también hace una acción de las operaciones intelectuales a un nivel abstracto y me-
gracias cadavez que se sienta a la mesa. Esto constitu- tafisico. Esta idea implica que debemos concebir el
ye claramente un acto r,ritualr. Pero también debe con- ritual como un lenguaje, en sentido totalmeirte literal;
siderarse como (,ritual,> el que mientras el inglés come en tal caso podrán aplicársele diferentes teoremas de la
normalmente con cuchillo y tenedor, el chino usa pa- ingeniería de la comunicación y de la lingüística estruc-
lillos y el indio la mano derecha únicamente (y no la tural. Podemos comenzar por investigar, p. ej., el papel
izquierda, que debido a causas muy compleias se con- de la r,redundancia,¡ en el ritual. ¿Corresponden los
sidera impura). contrastes binarios en el rito a los contrastes fonémicos
El signifìcado de ritual. Sea más amplia o más en las formas verbales ? ¿Podremos hallar en una deter-
concreta la defìnición de ritual que utilicemos, el pro- minada cultura normas relativas al desarrollo de la
blema principal es el de la interpretación del término. secuencia ritual comparables a las normas de gramática
¿Qué significa ritual? Si se supone que un acto ritual generativa que según Chomsky (1957) deben regir el
quiere decir algo, ¿cómo podemos descubrir lo que modo en que cada individuo compone una articulación
significa? Evidentemente, la opinión del sujeto es in- verbal? Es este un terreno en el que puede decirse que
suficiente. Exceptuando pequeñas variaciones, el ritual casi todo está por hacer.
de la santa misa es el mismo en toda la cristiandad, El ritual corno forrna de comunicación social.
pero cada uno de los cristianos explicará la ceremonia La mayor parte de los antropôlogos modernos conven-
de acuerdo con la doctrina de su secta. Tales doctrinas drían en que las formas de conducta culturalmente
varían mucho; el sociólogo que trata de comprender definidas pueden funcionar como un lenguaje, pero no
por qué un ritual determinado posee el contenido y la todos ellos aceptarian mi idea de que el término ritual,
forma que él observa no puede esperar una gran ayuda en su sentido más exacto) denota este elemento de
de las racionalizaciones del devoto, pero tampoco de la comunicación del comportamiento humano. Aunque
intuición. El sacrifìcio, es decir, el acto ritual de matar aún ignoramos casi totalmente cómo transmite mensa-
a una victima animal, es una instituciôn que aparece en jes el comportamiento ritual, comprendemos más o
todas las partes del mundo. ¿Cómo puede explicarse menos de qué tratan esos mensajes y, al menos en
este hecho? ¿Por qué debe considerarse este rito como parte, lo que quieren decir. Tanto los antropólogos
la acción apropiada en las situaciones en que se ejecu- sociales como los sociólogos afirman que su especiali-
ta? Teorías no faltan. lJnos aducen que la víctima es dad consiste en el estudio de los sistemas de relación
identificada con Dios y después comida sacramental- sociai. Esta idea de relación social constituye una deri-
mente; otros que signifìca un presente o un don pro- vación verbal basada en la deducción. No observamos
piciatorio a los dioses; otros que la víctima sustituye a relaciones, observamos a individuos que se comportan
quien ofrece el sacrificio; otros que constituye la repre- unos respecto de otros de formas consuetudinarias,
sentación simbólica del pecado, etc. Todas estas expli- virtualmente normalizadas, y lo que digamos acerca de
caciones pueden ser válidas, al menos en parte' en las relaciones sociales será, en última instancia, una in-
situaciones determinadas, pero no todas pueden ser terpretación de esos r,actos rituales,>. En la vida privada
totalmente acertadas a la vez, y ninguna llega al fondo cotidiana todos nosotros manejamos los símbolos de un
de la cuestión, que es la siguiente: ¿Por qué ha de complicado côdigo de conducta y desciframos inmedia-
atribuirse al sacrifìcio de un animal la cualidad sacra- tamente los mensajes que nos envían nuestros semeian-
mental ? tes mediante su comportamiento; esto no uos plantea
Algunas de las respuestas que se han dado a esta ningún problema. Cuando esto mismo ocurre a escala
pregunta están mejor formuladas que otras y merecen colectiva, en el contexto de una institución religiosa, se
especial mención. Radcliffe-Brown (1922) sostenía que considera como misterioso e irracional. Y, sin embargo,
el ser humano maneja siempre sus categorías mentales su utilidad funcional parece bastante clara. Nuestras
de modo consecuente. Para descubrir el significado de relaciones diarias se basan en el conocimiento y acepta-
un símbolo ritual podemos observar los diferentes usos ción recíproca del hecho de que en cualquier momento
que se hacen de ese símbolo en contextos tanto rituales dos individuos cualesquiera ocupan diferentes posicio-
como seculares. Este es, sin duda, un procedimiento nes en una red sumamente compleja de relaciones socia-
interpretativo efrcaz, pero en modo alguno infalible. Se les; el ritual sirve para reafirmar esas diferencias. Es
dice, p. ej., que hay posiciones sociales ualtas,> y <,bajas,r. característico de todo tipo de situaciones rituales que los
Podemos, pues, suponer que en una ceremonia ritual participantes se vistan de manera especial, con lo cual se
la persona que ocupa una posición más alta será siem- subrayan exageradamente las distinciones sociales for-
pre superior. Así ocurre, pero solo hasta cierto punto. males que separan a un individuo de otro. El ritual sirve,
Las personas de autoridad suelen ocupar un estrado; el pues, para recordar a los presentes qué posición ocupa
que reza se arrodilla; el orador está de pie, mientras su exactamente cada uno de ellos en relación con los demás
público le escucha sentado. Pero hay también situacio- y en relación con un sistema más amplio. Estas puntua-
nes en que las personas de la máxima eminencia están lizaciones no solo nos son necesarias en nuestra vida
sentadas (un rey en su trono) p. ei.), mientras los demás diaria; son también tranquilizadoras. Esto último expli-
están de pie. La cosa, pues, no es tan simple. Y esto no ca, quízá, por qué en los lugares donde no existe medici-
debería sorprendernos. Al tratar de comprender el ri- na científica los ritos curativos resultan ser de sorpren-
tual estamos intentando, en efecto, dilucidar las reglas dente efectividad.
gramaticales y la sintaxis de una lengua desconocida, lo Aquí parece cerrarse el círculo del razonamiento.
cual, por fuetza, ha de ser una tarea complicada. Porque si el ritual es ese aspecto del comportamiento
RITUAL

que (dice algoD más que el que (hace algo> (cf. la dico- residual a la cual atribuye el observador un'significa-
tomía instrurnental-expresivo de Pafsons), ¿cómo es do' para comprender 1o que de otra forma resultaría
que, en opinión de los Que lo ejecutan (e incÌuso en la irracional... D Los actos rituales han de interpretarse en 382
de ciertos investigadores), el ritual puede (hacer algo)) el Contexto de las creencias: significan lo que los acto-
adernás de r,decir algo> ? El ejemplo rnás obvio es el de res dicen que significan. Este método tan simple tiene
los ritos curativos, que son muy variados y se dan en evidentes atractivos. Sin embargo, cabe aducir que si
todo el rnundo, así corno los de inversión de papeles, el comportarniento culturalmente definido solo puede
que Gluckman (1962) ha calificado de r,rituales de re- ser interpretado por sus actores) toda generalizacion
belión,r y gue: en su opiniôn, tienen una función catár- rela-ti¿a a varias culturas es imposible, y todo intento
tica positiva. de hac--r un análisis racional de lo irracional ha de
E,l ritual como poder. Desde el punto de vista del resultar necesariamente falaz (véase Goody 1961,
que los ejecuta, los ritos pueden alterar el estado del pág. 155). Frente a esto, yo y otros seguidores de Durk-
mundo porque en ellos se invoca el poder. Si este se heirn insistimos en que el comportamiento religioso no
considera como inherente al rito, el investigador habla- puede basarse en una ilusión. Malinowski reformuló la
rá de magia; si se considera extrínseco a la situación tesis de Jane Harrison según la cual <el ritual constitu-
(un agente sobrenatural), hablará de religión. Dada la ye una dramatizactón del mito,i, afirmando eue r<sl ¡¡¡¡o
actual controversia sobre el terna, debo aclarar mi po- es una norma para Ia acción social,r. Según esto, mito
sición al respecto: sostengo que el rito es anterior a la y ritual no solo son interdependientes, sino que juntos
creencia que lo explica. El lector reconocerá en esta proporcionan el modelo de las actitudes morales uco-
afirmación la tesis de Robertson Smith. rrectas)) en la vida secular. Pero aunque sería fácil citar
El concepto de poder constituye en sí una deriva- ejemplos en que el ritual encierra los valores de mayor
ciôn. Observamos como hecho empírico que un indivi- significación para una sociedad, existen muchas y no-
duo A ejerce su dominio sobre un individuo B; obser- tables excepciones. Los personajes míticos rompen fre-
vamos que B se somete a A y decirnos que <A tiene cuentemente todos los convencionalismos morales de la
poder sobre Bl. Después) en un contexto ritual, obser- sociedad de la manera más descarada, e incluso en
vamos a otro individuo A1 ejecutando una ceremonia muchos rituales los actores se ven obligados a compot-
que cree que servirá para dominar a un cuarto indivi- tarse exactamente de forma contraria a la que habrían
duo, 81, u observamos a B1 efectuando un acto ritual de adoptar en la vida normal. Se ha intentado explicar
de sumisión con respecto a la presencia invisible de C1. estos hechos de dos maneras muy distintas. Según la
Según la clasificación normal los actos de A y B son primera, esta inversión de papeles es simbólica; los
racionales, pero los de A1 y Bl son irracionales. En mi acontecimientos del mito y del ritual se refieren al
opinión, se trata de actos del mismo tipo. La <,autori- tiempo y al espacio odel otro mundor, pertenecen a la
dad> en virtud de la cual A puede condicionar y con- categoría durkheimiana de lo søgrado, y para expresar
trolar la conducta de B en una situación secular es tan este hecho en su contenido se invierte sistemáticamen-
abstracta y metafisica como el poder mágico que A1 te todo lo que es apropiado a (este mundo,r, lo profano.
trata de ejercer sobre Bl, o el poder religioso que B1 Frente a esto) Fluckman, utìlizando un argumento que
espera recibir de C1. Las ideas sobre la relación entre puede aplicarse a otras situaciones (véase Norbeck
los agentes sobrenaturales y los seres humanos o sobre 1961, págs. 205-21.1), destaca los elementos de vio-
la eficacia de determinados actos rituales se basan en lencia presentes en las ceremonias de inversión de
experiencias directas de las relaciones de la vida real papeles, que él califica acertadamente de <rituales
entre seres humanos reales. Y viceversa, todo acto por de rebelión'r (Gluckman 1962). Los actores-señala-
medio del cual un individuo ejerce su autoridad para expresan en forma dramática sentimientos hostiles a los
controlar o alterar la conducta de otro constituye una que no pueden dar salida en sus relaciones seculares
invocación de fuerza metafisica. La sumisión es una normales. El rito funciona en este caso como un meca-
reacciôn ideológica, y el hecho de que los individuos se nismo de liberación catártica y, al descargar la tensiôn,
dejen influir por ceremonias mágicas o imprecaciones esta inversión del comportamiento sirve en realidad
religiosas no debe sorprendernos más que el de que se para reforzar el codigo moral que parece negar. Argu-
sometan a ios dictados de la autoridad. El poder del mento ingenioso, pero difícil de probar. De nuevo nos
ritual es tan real como el poder de la autoridad. enfrentamos con el problema de que todas estas inter-
El ritual como creencia. A diferencia de Robert- pretaciones tan diversas no dan sino explicaciones par-
son Smith, Tylor (1871) defendió la prioridad de la ciales de los mismos hechos etnográficos, de manera
creencia sobre el ritual, tesis que tiene hoy algunos que la elección de una u otra teoría depende de los
defensores en Gran Bretaña, según los cuales 1o que gustos personales.
distingue al ritual es la creencia que acompaña a la
conducta y no la conducta misma. Si los que participan Los positivistas del siglo xrx distinguian entre razón,
en un rito religioso afirman que sus actos tienen por magia y religión. Varios autores han tratado de acoplar
finalidad alterar el estado del mundo ejerciendo in- el ritual a esta tríada o a las dicotomías sagrado-profa-
fluencia sobre agentes sobrenaturales, ¿por qué no no, racional-irracional. Ya hemos visto algunas de las
aceptar esta versión tal y como la exponen los intere- dificultades con que estos estudiosos han tenido que
sados ? ¿Por qué suponerr como hace Durkheim, que enfrentarse. Se ha dicho que no puede establecerse una
esos actos son en realidad (representaciones sirnbôlicas distinción útil entre ritual y costumbre, pero que al
de las relaciones socialesu? Goody contrapone a la in- tratar del primero debemos ocuparnos de los aspectos
terpretación intelectualizada del comportamiento sociaÌ expresivos (estéticos) del comportamiento más que de
hecha por el observador las afìrmaciones del que eje- los instrumentales (técnicos). El acto ritual, así conce-
cuta el ritual: <Lo que ocurre)), dice Goody (1961, bido, sirve para expresar la posición del actor con res-
pág. L57), (es que los actos simbólicos se defìnen por pecto a su medio tanto fisico como social, y puede
oposición a los racionales, y constituyen una categoría servir también para alterar esa posición. Cuando el
RIVERS w. H. R.
ritual funciona en este último sentido, constituye una Nonnncx, E¡w¡no 1961 Religion in Primitiae Sociery. New York:
manifestación de poder; así, pues, la creencia universal Harper.
en la eficacia del acto ritual no es ni mucho menos una Reoctrrpr-BnowN, A. R. (1922) 1948 The Andaman Islanders.
388 Glencoe, Ill.: Free Press.
ilusión. No se ha intentado siquiera estudiar las formas
Smttx, \VIttIau Rosrnrsox (1889) 1956 The Religíon of the Se-
del ritual. Cualquier actividad secular, sea práctica o New York: Meridian.
¡øl¿¿s.
recreativa, puede transformarse, estilizada, en repre- SntNIvAS, Mysonn N. 1952 Relígíon and Societg Among the Coorgs
sentación dramática y convertirse en el núcleo de una of South India. Oxfotd: Clarendon.
ceremonia ritual. Este proceso de estilización tenderá a Tvron, Eouno B. (1871) 1958 Pnr¡rrrrrvB Currun¡: R¡seancnss
deformar la actividad secular en uno de estos dos sen- INTo rnE D¡v¡ropn¡ltr or Mvrnorocv, Pnrrosoruv, R¡rr-
tidos: destacando el elemento ascético y representando croN, Ant ¡No Cusro¡lr. 2 vols. Gloucester, Mass.: Smith.
'Vol. 1 : Origins of Culture. YoL 2: Religion in Primitizte Culrure.
la intensificación de la coerción formal, o destacando el rJøILSoN,Mo¡¡rc¡ 1954 Nyakyusa Ritual and Symbolism. lzer;
elemento estático y representando la eliminaciôn de la ican Anthropologis¡ New Series 56:8-241.
coerción. En la mayoría de las ceremonias rituales
aparecen elementos tanto ascéticos como estáticos; el
contraste entre ambos puede formar parte del código RIVERS, W. H. R.
de comunicaciones (Leach 1961, cap. 6). Finalmente,
se ha subrayado que incluso entre los especialistas en \X/illiam Halse Rivers Rivers (1864-1922), anrropó-
la materia existen las más profundas discrepancias en logo inglés y psicólogo médico, estudió en Tonbridge
cuanto a la manera de utilizar el término <,ritual,> y de School y en el St. Bartholomew's Hospital de Lon-
entender su ejecución. dres. Poseedor de un título de medicina, fue elegido
[1. n.p.] EniuuNn R. LsecH miembro del Royal College of Physicians y nombrado
profesor de psicología experimental en el Guy's Hos-
lSe relacionan directamente con el tema los artículos pital de Londres. A partir de 1897 enseñó en la
Co¡¡uNrcacróN; CoNrRmrNRcróN; INrrneccróN, Universidad de Cambridge y a él se debe la creación
ørtículo soår¿ DRArøATrsMo; Mrro y sfueoro; y /øs de la escuela de psicología experimental de dicha
biografías d¿ Dunxusru; Fneznn; MerrNowsrr; universidad. Asimismo fue nombrado miembro del
RRncrrrnB-BRowN; S¡llrr¡ y WTLLTAM Roennr- St. John's College de Cambridge en 1902. En 1898
soN.l participó en la expedición antropológica de Cambrid-
ge al estrecho de Torres dirigida por A. C. Haddon,
BIBLIOGRAFIA
y le fue encomendado el trabajo relativo a los aspec-
tos psicológicos. Realizó varias investigaciones etno-
CHousxv, Noau (1957) 1964 Syntacric Structures. The Hague: lógicas: sobre los todas en el sur de la India, en 1902,
Mouton.
DuRruuivt, Et"lIr-r (1912) 1954 The Elemenrary Forms of the Relì-
y en Melanesia en 1908 y en 1914. Durante la pri-
gious Life. London:ì Allen & Unwin; New York: Mac- mera guerra mundial Rivers se destacó como psico-
millan. ' Publicado originalmente con el título Les formes élé- patólogo prestando sus servicios en hospitales milita-
men¿aires de la uie religieuse, le système totémique en Australie. res. Fue uno de los pocos médicos ingleses de la
Frntr, Revl,roNn 1956 Ceremonies for Children and Social época que reconocieron la trascendencia de la obra
Frequency in Tikopia. Oceania 27 :12-55.
Fnazen, Jamrs (1890)' 1955 The Golden Bough. 13 vols., 3.r ed.,
de Freud; é1 mismo hizo contribuciones importantes
rev. y aum. New.Yo¡k: St. Martins; London: Macmillan. al estudio de la neurosis de guerra. Recibió títulos
GrNNrr,, AnNoro v¡ñ (1909) 1960 The Rites of Passage. London: honoríficos de las Universidades de St. Andrews y de
Routledge; Univ. of Chicago Press. ' Publicado originalmente Manchester y fue miembro de la Royal Society. Pre-
en francés. sidió la Folklore Society en 1920-1921 y el Royal
GrucxrvraN, Max 1962 Les rites de passage. Págs. 1-52 en Max Anthropological Institute en 1921-1922. Su muerte)
Gluckman (dir. de ed.), Essays on the Ritual of Social Relations.
Manchester (Inglaterra) IJniv. Press. a raíz de una operación quirúrgica, fue inesperada.
Gooov, J. R. 196l Religion and Ritual: The Definitional Pro- Tenía solamentè 58 años y participaba activamente en
blem. British Journal of Sociology 12:142-164. muchas tareas intelectuales.
HannrsoN, JaNr E. (1912) 1937 Themis: A Srudg of the Social Contribuciones a la antropologia. El constante
Orígins oJ Greek Religion.2.,, ed., rev. Cambridge Univ. Press. interés de Rivers por las dos disciplinas afines, psico-
HennIsoN, JaNn E. (1913) 1951 Ancient Art and Ritual. Ed. rev.
New York: Oxford Univ. Press. logía médica y antropología, no carecía de anteceden-
Hooxr, S¡¡vru¡r H. (dir. de ed.) 1958 Myth, Ritual, and I{ingship. tes. Su padre, el reverendo H. F. Rivers, había estu-
Oxford: Clarendon. diado bajo la dirección de su cuñado, James Flunt,
LtRcH, EorvruNo R. 1961 Rethinking Anthropology . London School dueño de un instituto muy en boga (y muy rentable)
of Economics and Political Science, Monographs on Social An- de terapéutica del habla, fundado por su padre a prin-
thropology, No. 22. London: Athlone.
LÉvI-Srnnuss, Cr¡u¡p (1962) 1966 The Saztage Mind. Univ. of
cipios del siglo. Cuando murió Hunt en 1869, H. F.
Chicago Press. ' Publicado originalmente en francés. Rivers se hizo cargo del instituto y publicó una edición
Mar-rNowsxr, BnoNrsraw (1913-1941) 1962 Sex, Culture and revisada del libro de Hunt, Stammering and Stuttering :
Myth. New York: llarcourt. ' Véase en particular pági- Their Nature and Treatment. Pero Flunt, además de ser
nas 295-336, <The Foundations of Faith and Morals.r un exponente práctico de la psicología experimental,
Manx, Knnr (1867-1879) 1925-1926 Capital: A Critique of Politi- había sido una figura destacada en los comienzos de la
cal Economjt. 3 vols. Chicago: Kerr. 'Vol. 1: The Process of
Capitalist Production. Yol. 2: The Process of Circulation of Capi- antropología británica. Había desempeñado el cargo de
tal. Yol. 3'. The Process of Capitalist Producrion as a Whole. Los secretario honorario de la Ethnological Society de Lon-
manuscritos de los volúmenes 2 y 3 datan de los años 1867-1879 dres de 1859 a 1862, y después fundó y financió una
y fueron publicados en alemán después de la muerte de Marx, instituciôn llamada Anthropological Society of Lon-
en 1885 y 1894. don, que sobrevivió como entidad independiente has-
Mauss, MencnL (1925) 1954 The Gift: Forms and Functions of
Exchange in Archaic Societies. Glencoe, Ill.: Free Press. Publi-
ta 1871. El actual Royal Anthropological Institute, del
'
cado originalmente con el título Essai sur le don: Forme et l.aisott cual era presidente Rivers cuando m-urió, es la insiitu-
de l'échange dans les sociétés archaïques, ción sucesora de las dos sociedades con las que el tío
RIVERS, W. H. R.

materno de Rivers estaba relacionado en la época en Rivers supo diferenciar los conceptos con una clari-
que nació este. dad científica que normalmente se echa de menos en
Rivers era psicólogo de profesión, pero se le re- los escritos antropológicos. Aunque los problemas de 389
cuerda principalmente por sus contribuciones a la descendencia, sucesión y
herencia no son tan simples
antropología. En la expedición al estrecho de Torres como él suponía, por lo menos captó la naturaleza de
de 1898 se despertó en él un vivo interés por los cuestiones que muchos autores posteriores no han te-
problemas etnográficos, especialmente por las pecu- nido en cuenta. Entre sus primeros escritos, las des-
liaridades algebraicas de los sistemas de términos de cripciones etnográficas de los todas (1906) y de los
parentesco. Proyectó un <método genealógicoD para isleños de Banks (L9l4a, vol. l) siguen teniendo vali-
registrar las relaciones de parentesco mutuo de los dez, pero el mérito que antes se atribuía a sus estudios
miembros de una comunidad cerrada, método que teóricos sobre las terminologías de parentesco no pare-
demostró ser de gran utilidad (Rivers 1900). Rivers ce hoy justificado. Al estudiar las terminologías de
dio a sus estudios antropológicos una objetividad parentesco, Rivers, igual que Morgan, dio por supues-
científica y un rigor experimental totalmente diferen- to que los usos clasificatorios han de ser <superviven-
tes del espíritu de erudición clásica que domina los ciasu de un estado anterior de la sociedad. La recons-
escritos de su famoso colega de Cambridge Sir James trucción histórica de este tipo más sorpiendente es la
Frazer. A Rivers se debe principalmente que casi que hizo en su libro l{inship and Social Organizøtion
todos los antropólogos sociales ingleses de hoy consi- (I914b, págs. 33-38), donde inventó un sistema social
deren que su labor es una labor científica y no un que exigia que un hombre se casara o con la mujer del
ejercicio literario. Con arreglo a los criterios de su hermano de su madre o con la hija de Ia hija de su
época, The Todas (1906) fue un ejemplo sobresaliente hermano. Las reconstrucciones históricas hechas en
de documentación precisa, y durante muchos años obras posteriores, como Socia I Structure de Mur-
este libro sirvió de modelo a los antropôlogos britá- dock (1949), no presentan los elementos absurdos que
nicos para las monografias etnográficas. caracterizan muchos de los ejemplos de Rivers, pero
Al igual que todos sus contemporáneosr Rivers dio están basadas en supuestos acerca de la naturaleza del
por sentado que el objetivo del antropólogo es recons- parentesco que son fundamentalmente muy similares.
truir la historia de los pueblos primitivos que estudia. En resumen: de la <rteoria del parentescor¡ de Rivers
Durante la primera parte de su vida profesional los es muy poco lo que se puede tomar en serio, pero
supuestos históricos de Rivers eran los de un evolucio- todavía se advierte su influencia. En Inglaterra, Rad-
nista. En este sentido seguía a L. H. Morgan, cuyos cliffe-Brown, Brenda Seligman, J. Layard y A. M.
estudios sobre las terminologías de parentesco (Mor- Hocart han producido trabajos en este campo que de-
gan 1871) no se habían tenido muy en cuenta en In- rivan de los de Rivers y que han ejercido una influencia
glaterra. La reacción funcionalista contra el evolucio- duradera en el pensamiento de lós antropólogos socia-
nismo, pregonada por las voces gemelas pero discor- les ingleses, aunque estos ya no se ocupen de las re-
dantes de B. Malinowski y de A. R. Radcliffe-Brown, construcciones histôricas. Por extraño que patezca, a
no fue generalmente aceptada hasta algunos años des- pesar de que la influencia de Rivers en Estados Unidos
pués de la muerte de Rivers. Aun así, Radcliffe-Brown, es muy indirecta, hay algunos autores norteamericanos
que hizo su expedición a las islas Andaman en 1906 contemporáneos, como Robert y Barbara Lane, cuya
bajo la dirección de Haddon y cle Rivers) conservó manera de pensar se asemeja mucho a'la de Rivers. La
durante toda su carrera profesional un gran interés por influencia de este sobre sus sucesores en psicología fue
los problemas de la terminología de parentesco que mucho menos pronunciada, si bien algunos de los pri-
tanto habían obsesionado a Rivers. Aunque esta preo- meros trabajos de su amigo F. C. Bartlett, que más
cupación hizo incurrir a Rivers en muchos excesos de tarde fue profesor de psicología experimental, perpe-
<álgebra del parentescoD, por medio de la cual dedujo túan sus ideas (véase Bartlett 1923).
condiciones sociológicas que nunca existieron, resultó [v. n. u.] ErnuN¡ R. Leecn
ser un paso decisivo en el desarrollo de la orientación
(estructuralistar de la antropología social inglesa con- fPor to que resþecta al contexto historico de la obra de
temporánea (que deriva de Rivers a través de Radclif- Rivers, aéanse las biografias de flannoN y Mon-
fe-Brown) contrapuesta a la orientación <cultural,r que cAN, L. H. En relación con el desarrollo uberior de
dominaba la obra de Tylor, Frazer y Malinowski. susideas, zløse EstnucruRA socrAr,; y las biografías
Alrededor de 1910, Rivers hizo gran amistad con Sir d¿ Banrrcrr y RRtcurra-BnowN.]
Grafton Elliot Smith, un colega médico que defendia
una doctrina difusionista extrema según la cual toda la
civilización humana procedía de los antiguos egipcios. OBRAS DE RIVERS
lVéase DrrusIóN, artículo soóre DrFUsróN currunnr.] 1900 A Genealogical Method of Collecting Social and Vital Statis-
La aceptación, sin sentido crítico, por parte de Rivers tics. Journalof the Royal Anthropological Institute of Great Bri-
de las afirmaciones dogmáticas y enormemente exage- tain and Ireland 30:74-82.
radas de Smith resulta sorprendente. Casi todos los 1906 The Todas. New York and London: Macrnillan.
escritos antropológicos posteriores de Rivers, incluso la 1908 The Influence of Alcohol and Other Drugs on Fatigue. London:
importantísima History of Melønesian Society (l9l4a) y Arnold.
1914a The Historg of Melanesian Societg.2 vols. Percy Sladen Trust
I{inship and Social Organization (l9l4b), revelan una Expedition to Melanesia, Publication No. 1. Cambridge pniv.
fuerte influencia de Smith, por lo general negativa. El Press.
manual de antropología de Rivers, Sociøl Organization 1974b Kinship and Social Organisation. London School of Econo-
(L924b), aunque mutilado por sus editores, Elliot Smith mics and Political Science, Studies, No. 36. London: Constable.
y \V. G. Perry, y sin tener la misma categoría que (1920) 1922 Instinct and the Unconscious. 2.4 ed. Cambridge Univ.
Press.
Primitiz.te Society de R. H. Lowie (1920), aún merece 1923a Conflict and Dream. London: Routledge; New York: llar-
cierta atención. court.

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