Módulo II-321
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Módulo II-321
Ejemplo 2.1:
Sea 𝑓: ℝ2 → ℝ la función definida por 𝑓 𝑥, 𝑦 = 𝑥𝑦 − 3. La función 𝑔: ℝ → ℝ dada por
3
𝑔 𝑥 = 𝑠𝑖 𝑥 > 0 esta definida implícitamente por f, basta observar que 𝑥, 𝑔 𝑥 ∈ 𝐷𝑓 y además
𝑥
𝟑 𝟑
𝐟 𝐱, 𝐠 𝐱 = 𝐟 𝐱, =𝐱 −𝟑=𝟎
𝐱 𝐱
El problema es saber las condiciones para la existencia de funciones implícitas.
El problema se torna más interesante cuando consideramos funciones vectoriales de
variable vectorial
𝑓: ℝ𝑛 → ℝ𝑚
𝑓 𝑥 = t, con x = 𝑥1 , 𝑥2 , … , 𝑥𝑛 𝑦 𝑡 = 𝑡1 , 𝑡2 , … , 𝑡𝑚
Estas funciones se pueden considerar como sistema de varias ecuaciones donde intervienen varias
variables
𝑡1 = 𝑓1 𝑥1 , 𝑥2 , … , 𝑥𝑛
ቐ ⋮
𝑡𝑚 = 𝑓𝑚 𝑥1 , 𝑥2 … , 𝑥𝑛
El problema ahora consiste en averiguar si se pueden resolver dichas ecuaciones para
alguna de esas variables en función de las demás. Bajo condiciones generales, siempre existe una
solución.
El teorema de la función implícita proporciona una descripción de las condiciones necesarias y
algunas conclusiones sobre la solución.
Un caso particularmente importante lo constituye un problema familiar del álgebra que
consiste en resolver sistemas
𝑛
de n ecuaciones lineales de la forma
𝑎𝑖𝑗 𝑥𝑗 = 𝑡𝑖 , 𝑖 = 1,2, … , 𝑛 2.1
𝑗=1
En álgebra lineal se demuestra que un sistema de este tipo posee solución única si, y solo
si, el determinante de la matriz de los coeficientes 𝐴 = 𝑎𝑖𝑗 es no nulo.
Si el determinante de la matriz es no nulo, se pude resolver el sistema de varias maneras,
entre ellas la Regla de Cramer que indica que cada 𝑥𝑘 se puede expresar como cociente de dos
𝐴
determinantes a saber 𝑥𝑘 = 𝑘, donde 𝐷 = 𝑎𝑖𝑗 y 𝐴𝑘 es el determinante de la matriz obtenida
𝐷
reemplazando la k-ésima columna de 𝑎𝑖𝑗 por 𝑡1 , 𝑡2 , … , 𝑡𝑛 . En particular si 𝑡𝑖 = 0, entonces cada
𝑥𝑘 = 0.
Veamos como el sistema 2.1 se escribe como ecuación vectorial
𝑓𝑖 𝑥, 𝑡 = 0
Donde 𝑥 = 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 , 𝑡 = 𝑡1 , … , 𝑡𝑛 , y
𝑛
𝑓𝑖 𝑥, 𝑡 = 𝑎𝑖𝑗 𝑥𝑗 − 𝑡𝑖
𝑗=1
Luego el sistema 2.1 se puede escribir como una ecuación vectorial 𝑓 𝑥, 𝑡 = 0 con 𝑓 = 𝑓1 , … , 𝑓𝑛 .
Si 𝐷𝑗 𝑓𝑖 designa la derivada parcial de 𝑓𝑖 con respecto a la j-ésima coordenada 𝑥𝑗 tenemos
𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑥, 𝑡 = 𝑎𝑖𝑗
Entonces la matriz de los coeficientes 𝐴 = 𝑎𝑖𝑗 del sistema 2.1 es una matriz jacobiana y si el
determinante de esa matriz es no nulo, la solución es única.
En el teorema de la función implícita, la no anulación del determinante de una matriz
jacobiana resulta de la aproximación de la función 𝑓 por medio de una función lineal. La ecuación
𝑓 𝑥, 𝑡 = 0 es reemplazada por un sistema de ecuaciones lineales cuya matriz de coeficientes es la
matriz Jacobiana de 𝑓.
A marera de notación, si 𝑓 = 𝑓1,…, 𝑓𝑛 y 𝑥 = 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 , la matriz jacobiana 𝐷𝑓 𝑥 =
𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑥 es una matriz nxn. Su determinante se llama determinante jacobiano y se denota por
medio de 𝐽𝑓 𝑥 = 𝑑𝑒𝑡𝐷𝑓 𝑥 = 𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑥 .
También es costumbre utilizar la notación
𝜕 𝑓1 , … , 𝑓𝑛
𝜕 𝑥1 , … , 𝑥𝑛
Teorema 2.1
Si 𝑓 = 𝑢 + 𝑖𝑣 es una función compleja derivable en el punto 𝑧, entonces
𝐽𝑓 𝑧 = 𝑓 ′ 𝑧 2
Demostración
Tenemos
𝑓 ′ 𝑧 = 𝐷1 𝑢 + 𝑖𝐷1 𝑣, luego 𝑓 ′ 𝑧 2 = 𝐷1 𝑢 2 + 𝐷1 𝑣 2 .
por otro lado,
𝐷1 𝑢 𝐷2 𝑢 2 2
𝐽𝑓 𝑧 = = 𝐷1 𝑢𝐷2 𝑣 − 𝐷1 𝑣𝐷2 𝑢 = 𝐷1 𝑢 + 𝐷1 𝑣
𝐷1 𝑣 𝐷2 𝑣
gracias a las ecuaciones de Cauchy Riemann.
𝐷1 𝑢 = 𝐷2 𝑣
𝐷1 𝑣 = −𝐷2 𝑢
Propiedades de las Funciones con Jacobiano no nulo
En esta sección veremos algunos resultados útiles a la hora de demostrar el teorema de la
función implícita.
Teorema 2.2
Sea 𝐵𝑟 𝑎 una bola abierta de centro 𝑎 y radio r en ℝ𝑛 y designaremos 𝜕𝐵𝑟 𝑎 su frontera,
𝜕𝐵𝑟 𝑎 = 𝑥 ∈ ℝ𝑛 : 𝑥 − 𝑎 = 𝑟
y sea 𝐵𝑟 𝑎 = 𝐵𝑟 𝑎 ⋃𝜕𝐵𝑟 𝑎 su adherencia. Sea 𝑓 = 𝑓1 , 𝑓2 , … , 𝑓𝑛 continua sobre
𝐵𝑟 𝑎 , y supongamos que todas las derivadas parciales 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑥 existen, si 𝑥 ∈ 𝐵𝑟 𝑎 .
Supongamos además que 𝑓 𝑥 ≠ 𝑓 𝑎 si 𝑥 ∈ 𝜕𝐵𝑟 𝑎 y que el determinante jacobiano
𝐽𝑓 𝑥 ≠ 0 para cada 𝑥 ∈ 𝐵𝑟 𝑎 . Entonces, ∃𝑅 > 0: 𝐵𝑅 𝑓 𝑎 ⊆ 𝑓 𝐵𝑟 𝑎 .
Demostración:
Definimos la función real
𝑔 𝑥 = 𝑓 𝑥 − 𝑓 𝑎 𝑠𝑖 𝑥 ∈ 𝜕𝐵𝑟 𝑎
entonces, 𝑔 𝑥 > 0 para cada 𝑥 ∈ 𝜕𝐵𝑟 𝑎 ya que 𝑓 𝑥 ≠ 𝑓 𝑎 𝑠𝑖 𝑥 ∈ 𝜕𝐵𝑟 𝑎 . Además,
𝑔 es continua en la frontera ya que 𝑓 es continua en la adherencia. Dado que la frontera
es un compacto, 𝑔 alcanza el mínimo absoluto, 𝑚, en algún punto de esta. Obsérvese que
𝑚 > 0 ya que 𝑔 es positiva en la frontera.
Sea
𝑇 = 𝐵𝑚 𝑓 𝑎
2
probaremos que 𝑇 ⊆ 𝑓 𝐵 .
sea 𝑦 ∈ 𝑇, con este elemento definimos la función ℎ 𝑒𝑛 𝐵𝑟 𝑎 como sigue,
ℎ 𝑥 = 𝑓 𝑥 −𝑦
si 𝑥 ∈ 𝐵𝑟 𝑎 ; entonces ℎ es continua en la adherencia que es compacto y por tanto,
alcanza su mínimo absoluto en 𝐵𝑟 𝑎 . En el centro tenemos
𝑚
ℎ 𝑎 = 𝑓 𝑎 −𝑦 <
2
𝑚
así el valor mínimo de h en 𝐵𝑟 𝑎 es menor que ; pero en cada punto de la frontera
2
tenemos
ℎ 𝑥 = 𝑓 𝑥 −𝑦
= 𝑓 𝑥 −𝑓 𝑎 − 𝑦−𝑓 𝑎
≥ 𝑓 𝑥 −𝑓 𝑎 − 𝑓 𝑎 −𝑦
𝑚 𝑚
>𝑔 𝑥 − ≥
2 2
luego el mínimo de ℎ no puede ocurrir en la frontera 𝜕𝐵𝑟 𝑎 . Por tanto existe un punto
interior 𝑐 de 𝐵𝑟 𝑎 en el que h alcanza el mínimo. En este punto, el cuadrado de h también
alcanza el mínimo ya que,
𝑛
ℎ2 𝑥 = 𝑓 𝑥 − 𝑦 2 = 𝑓𝑘 𝑥 − 𝑦𝑘 2
𝑘=1
y como cada derivada parcial 𝐷𝑘 ℎ2 debe ser cero en 𝑐, debemos tener
𝑛
𝑓𝑘 𝑐 − 𝑦𝑘 𝐷𝑗 𝑓𝑘 𝑐 = 0, 𝑗 = 1,2, … , 𝑛
𝑘=1
Pero este es un sistema de ecuaciones lineales cuyo determinante 𝐽𝑓 𝑐 no es cero, ya que
𝑐 ∈ 𝐵𝑟 𝑎 por consiguiente 𝑓𝑘 𝑐 = 𝑦𝑘 por lo tanto 𝑓 𝑐 = 𝑦, es decir 𝑦 ∈ 𝑓 𝐵𝑟 𝑎 ,
finalmente, 𝑇 ⊆ 𝑓 𝐵𝑟 𝑎 .
Definición 2.2
Sean 𝑆, 𝑑𝑆 , 𝑇, 𝑑 𝑇 espacios métricos, 𝑓: 𝑆 → 𝑇 una función entre espacios métricos,
Diremos que 𝑓 es una aplicación abierta si, para cada conjunto abierto 𝐴 de 𝑆, la imagen
𝑓 𝐴 es un conjunto abierto en 𝑇.
El siguiente teorema da una condición suficiente para que una función sea abierta.
Teorema 2.3
Sea A un conjunto abierto de ℝ𝑛 y supongamos que 𝑓: 𝐴 → ℝ𝑛 es continua y tiene
derivadas parciales 𝐷𝑗 𝑓𝑖 finitas en 𝐴. Si 𝑓 es uno a uno en 𝐴 y si 𝐽𝑓 𝑥 ≠ 0 para cada𝑥 de 𝐴
entonces 𝑓 𝐴 es abierto.
Demostración:
Si 𝑏 ∈ 𝑓 𝐴 , entonces existe 𝑎 ∈ 𝐴 tal que 𝑓 𝑎 = 𝑏. Como 𝐴es abierto entonces existe
𝐵𝑟 𝑎 ⊆ 𝐴 en la que 𝑓 satisface las hipótesis del teorema anterior, por tanto existe
𝐵𝑅 𝑓 𝑎 ⊆ 𝑓 𝐴 . Así 𝑓 𝑎 es punto interior de 𝑓 𝐴 y por tanto 𝑓 𝐴 es abierto.
El siguiente teorema nos dice que si una función con derivadas parciales continuas es
localmente uno a uno en las proximidades de un punto en el que no se anula el determinante
Jacobiano.
Teorema 2.4
Supongamos que 𝑓 = 𝑓1 , 𝑓2,…, 𝑓𝑛 posee derivadas parciales 𝐷𝑗 𝑓𝑖 continuas en un conjunto
abierto S de ℝ𝑛 , y que el determinante jacobiano no se anula para un cierto punto 𝑎 de S.
Entonces existe una bola abierta de centro a en la que 𝑓 es uno a uno.
Demostración:
𝑛 2
Sean 𝑧1 , 𝑧2 , … , 𝑧𝑛 puntos de S y sea 𝑍 = 𝑧1 , 𝑧2 , … , 𝑧𝑛 ∈ ℝ . Definimos la función real ℎ
como sigue
ℎ 𝑍 = 𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑧𝑖
esta función es continua en aquellos puntos 𝑍 en los que ℎ 𝑍 esta definida puesto que
𝐷𝑗 𝑓𝑖 es continua en 𝑆 y el determinante es un polinomio en sus 𝑛2 elementos . Sea 𝑍
2
el punto de ℝ𝑛 obtenido haciendo 𝑧1 = 𝑧2 = ⋯ = 𝑧𝑛 = 𝑎
Entonces ℎ 𝑍 = 𝐽𝑓 𝑎 ≠ 0. Luego, por continuidad existe una bola abierta 𝐵𝑟 𝑎
tal que 𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑧𝑖 ≠ 0.
Supongamos que 𝑓 no es uno a uno en la bola, esto es, existen 𝑥, 𝑦 en la bola tal que
𝑓 𝑥 =𝑓 𝑦 𝑦 𝑥≠𝑦
Dado que 𝐵𝑟 𝑎 es convexo, el segmento rectilíneo 𝐿 𝑥, 𝑦 ⊆ 𝐵𝑟 𝑎 y aplicando el
teorema del valor medio a cada componente tenemos
0 = 𝑓𝑖 𝑦 − 𝑓𝑖 𝑥 = ∇𝑓𝑖 𝑧𝑖 ∙ 𝑦 − 𝑥 , 𝑖 = 1,2, … , 𝑛
cada 𝑧𝑖 ∈ 𝐿 𝑥, 𝑦 y entonces 𝑧𝑖 ∈ 𝐵𝑟 𝑎 . Pero este es un sistema de ecuaciones lineales de
la forma
𝑛
El siguiente teorema da una propiedad global de las funciones con determinante Jacobiano
no nulo.
Teorema 2.5
Si 𝐴 es un conjunto abierto de ℝ𝑛 y suponemos que 𝑓: 𝐴 → ℝ𝑛 tiene derivadas parciales
continuas 𝐷𝑗 𝑓𝑖 en 𝐴 y si 𝐽𝑓 𝑥 ≠ 0 para toda x de 𝐴, entonces 𝑓 es una aplicación abierta.
Demostración
Basta observar que si 𝑆 es un subconjunto de 𝐴, y 𝑥 pertenece a 𝑆 existe una bola abierta
en la cual 𝑓 es uno a uno y por tanto la imagen de la bola es abierta. Podemos escribir
𝑆 = ⋃𝐵𝑟 𝑥 , 𝑐𝑜𝑛 𝑥 ∈ 𝑆
Y por tanto
𝑓 𝑆 =∪ 𝑓 𝐵𝑟 𝑥
Así 𝑆 es abierto.
El Teorema de la función Inversa
Teorema 2.6
Supongamos que 𝑓 = 𝑓1 , 𝑓2 , … , 𝑓𝑛 es de clase 𝐶 1 sobre un conjunto abierto 𝑆 de ℝ𝑛 ,
y sea 𝑇 = 𝑓 𝑆 . Si el determinante jacobiano 𝐽𝑓 𝑎 ≠ 0 en un punto 𝑎 ∈ 𝑆, entonces
existen dos conjuntos abiertos 𝑋 ⊆ 𝑆 y 𝑌 ⊆ 𝑇 y una función 𝑔 unívocamente determinada
tales que:
a.- 𝑎 ∈ 𝑋 𝑦 𝑓 𝑎 ∈ 𝑌
b.- 𝑌 = 𝑓 𝑋
c.- 𝑓 es uno a uno sobre 𝑋
d.- 𝑔 esta definida sobre 𝑌, 𝑔 𝑌 = 𝑋, 𝑦 𝑔 𝑓 𝑥 = 𝑥, ∀𝑥 ∈ 𝑋
e.- 𝑔 ∈ 𝐶 1 sobre 𝑌
Demostración
La función 𝑓 es continua sobre 𝑆 y como 𝐽𝑓 𝑎 ≠ 0, existe una bola abierta 𝐵𝑟 𝑎 tal que
𝐽𝑓 𝑥 ≠ 0, para todo 𝑥 ∈ 𝐵𝑟 𝑎 debido al teorema 2.4. Luego, existe una bola abierta
𝐵𝑟 𝑎 ⊆ 𝐵𝑟 𝑎 sobre la que 𝑓es uno a uno. Sea B una bola abierta centrada en 𝑎 y de radio menor
que 𝑅. Por el teorema 2.2, 𝑓 𝐵 contiene una bola de centro 𝑓 𝑎 , designémosla por 𝑌 y sea
𝑋 = 𝑓 −1 𝑌 ∩ 𝐵 entonces 𝑋 es abierto puesto que tanto 𝑓 −1 𝑌 como B son abiertos.
El conjunto 𝐵 es compacto y 𝑓 es uno a uno y continua sobre 𝐵, por un teorema de
topología de espacios métricos que dice que si 𝒇: 𝑺 → 𝒇 𝑺 es continua sobre el compacto S y es
uno a uno, entonces 𝒇−𝟏 : 𝒇 𝑺 → 𝑺 existe y es continua sobre 𝒇 𝑺 . Por tanto, f tiene una función
inversa y continua definida sobre 𝑓 𝐵 y tal que ∀𝑥 ∈ 𝐵, 𝑓 −1 𝑓 𝑥 = 𝑥
Como X ⊆ 𝐵 y 𝑌 ⊆ 𝑓 𝐵 quedan demostradas las partes a,b y d del teorema.
Para demostrar la parte e, definimos una función real ℎ mediante la ecuación
ℎ 𝑧 = 𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑧𝑖
2
En donde 𝑧1 , 𝑧2 , … , 𝑧𝑛 son n puntos de 𝑆 y 𝑧 = 𝑧1 , 𝑧2 , … , 𝑧𝑛 es el punto correspondiente en ℝ𝑛 .
Entonces, siguiendo el teorema 2.4, existe una bola abierta 𝐵𝑟 𝑎 tal que ℎ 𝑧 ≠ 0 si cada 𝑧𝑖
pertenece a la bola 𝐵𝑟 𝑎 . Suponemos que la bola ha sido elegida tal que 𝐵𝑅 𝑎 ⊆ 𝐵𝑟 𝑎 entonces,
𝐵𝑅 𝑎 ⊆ 𝐵𝑟 𝑎 y ℎ 𝑧 ≠ 0 para cada 𝑧𝑖 ∈ 𝐵 .
Para la demostración, escribimos 𝑔 = 𝑔1, 𝑔2,…, 𝑔𝑛 . Probemos que cada 𝑔𝑘 ∈ ∁1 en Y.
Para demostrar que 𝐷𝑟 𝑔𝑘 existe en 𝑌, suponemos que 𝑦 ∈ 𝑌 y consideramos el cociente
incremental
𝑔𝑘 𝑦 + 𝑡𝑒𝑟 − 𝑔𝑘 𝑦
𝑡
Donde 𝑒𝑟 es el errésimo vector canónico. Dado que 𝑌 es abierto, 𝑦 + 𝑡𝑒𝑟 ∈ 𝑌 para t
suficientemente pequeño. Sea 𝑥 = 𝑔 𝑦 y sea 𝑥 ′ = 𝑔 𝑦 + 𝑡𝑒𝑟 . Entonces, tanto 𝑥 como 𝑥 ′
pertenecen a 𝑋 y 𝑓 𝑥 ´′ − 𝑓 𝑥 = 𝑡𝑒𝑟 . Por tanto 𝑓𝑖 𝑥 ′ − 𝑓𝑖 𝑥 = 0 si 𝑖 ≠ 𝑟, y es 𝑡 si 𝑖 = 𝑟.
Por el teorema del valor medio tenemos
𝑓𝑖 𝑥 ′ − 𝑓𝑖 𝑥 𝑥′ − 𝑥
= ∇𝑓𝑖 𝑧𝑖 ∙ , 𝑖 = 1, 2, … , 𝑛
𝑡 𝑡
En donde 𝑧𝑖 pertenece al segmento rectilíneo que une 𝑥 con 𝑥 ′ ; luego 𝑧𝑖 ∈ 𝐵.
La expresión de la izquierda en la igualdad anterior vale 1 o 0 dependiendo de que 𝑖 = 𝑟 o
𝑖 ≠ 𝑟. Este es un sistema lineal de n ecuaciones con n incógnitas
𝑥𝑗 ′ − 𝑥𝑗
𝑡
Tiene solución única ya que,
𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑧𝑖 =ℎ 𝑧 ≠0
Determinando la k-ésima incógnita por medio de la regla de Cramer, obtenemos una expresión para
𝑔𝑘 𝑦 + 𝑡𝑒𝑟 − 𝑔𝑘 𝑦
𝑡
Como un cociente de determinantes.
Cuando 𝑡 → 0, el punto 𝑥 ′ tiende a 𝑥, debido a la continuidad de 𝑔, el determinante que
aparece en el denominador tiene como límite al número
𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑥 = 𝐽𝑓 𝑥
El cual es no nulo ya que 𝑥 ∈ 𝑋, con lo cual el límite existe
𝑔𝑘 𝑦 + 𝑡𝑒𝑟 − 𝑔𝑘 𝑦
lim = 𝐷𝑟 𝑔𝑘 𝑦
𝑡→0 𝑡
Con esto se garantiza la existencia de cada 𝐷𝑟 𝑔𝑘 𝑦 para cada 𝑦 ∈ 𝑌 y cada 𝑟 = 1, 2, … , 𝑛.
Por otra parte, este límite es un cociente de dos determinantes, en los que figuran únicamente las
derivadas 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑥 que son continuas y por tanto las funciones 𝐷𝑟 𝑔𝑘 son continuas y concluye la
demostración.
El Teorema de la Función Implícita
Sabemos que en el plano una curva se puede expresar de forma explicita, tal como
𝑦 = 𝑓 𝑥 o bien, en forma implícita tal como 𝑭 𝒙, 𝒚 = 𝟎. Sin embargo, si tenemos ecuación
𝐹 𝑥, 𝑦 = 0, esta no representa necesariamente una función. Lo anterior nos lleva a la pregunta
natural ¿Cuándo la relación 𝐹 𝑥, 𝑦 = 0 representa una única función?. El teorema de la función
implícita trata de forma local esta cuestión.
Teorema 2.7
Sea 𝑓: 𝑆 ⊆ ℝ𝑛+𝑘 → ℝ𝑛 y supongamos que 𝑓 = 𝑓1 , 𝑓2 , … , 𝑓𝑛 ∈ ∁1 sobre el abierto 𝑆.
Sea además 𝑥0 , 𝑦0 ∈ 𝑆 tal que 𝑓 𝑥0 , 𝑦0 = 0 y el determinante jacobiano 𝑛 × 𝑛
𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑥0 , 𝑡0 ≠ 0 𝑗 = 1, … , 𝑛
Entonces existe un conjunto abierto 𝑇0 en ℝ𝑘 que contiene a 𝑡0 y una única función vectorial g
definida sobre 𝑇0 y con valores en ℝ𝑛 tales que
𝑎. − 𝑔 ∈ ∁1
𝑏. − 𝑔 𝑡0 = 𝑥0
𝑐. − 𝑓 𝑔 𝑡 , 𝑡 = 0, ∀𝑡 ∈ 𝑇0
Demostración:
Aplicamos el teorema de la función inversa a la función vectorial definida sobre 𝑆 por
𝐹 = 𝐹1 , … , 𝐹𝑛 , 𝐹𝑛+1 , … , 𝐹𝑛+𝑘
Si 1 ≤ 𝑚 ≤ 𝑛, sea 𝐹𝑚 𝑥, 𝑡 = 𝑓𝑚 𝑥, 𝑡 y para 1 ≤ 𝑚 ≤ 𝑘, 𝐹𝑛+𝑚 𝑥, 𝑡 = 𝑡𝑚 .
Podemos escribir entonces 𝐹 = 𝑓, 𝐼 por lo que el jacobiano 𝐽𝐹 𝑥, 𝑡 vale lo mismo que el
determinante n × 𝑛 𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑥, 𝑡 puesto que los términos que aparecen en las 𝑘
últimas filas y también en las 𝑘 últimas columnas de 𝐽𝐹 𝑥, 𝑡 forman un determinante
k × 𝑘 con unos en la diagonal principal y ceros en los otros términos y las n primeras filas y
n primeras columnas forman el determinante 𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑓𝑖 𝑥, 𝑡 , y
𝐷𝑖 𝐹𝑛+𝑗 𝑥, 𝑡 = 0, 𝑝𝑎𝑟𝑎 1 ≤ 𝑖 ≤ 𝑛, 1≤𝑗≤𝑘
Luego, el jacobiano 𝐽𝐹 𝑥0 , 𝑡0 ≠ 0. Además, 𝐹 𝑥0 , 𝑡0 = 0, 𝑡0 . Así, por el teorema de la
función inversa, existen conjuntos abiertos 𝑋, 𝑌 que contienen a 𝑥0 , 𝑦0 𝑦 0, 𝑡0 ,
respectivamente, tales que 𝐹 es uno a uno sobre 𝑋 y 𝑋 = 𝐹 −1 𝑌 . Luego existe una
función 𝐺 que es la inversa local de 𝐹, definida sobre 𝑌 y con valores en 𝑋, tal que
𝐺 𝐹 𝑥, 𝑡 = 𝑥, 𝑡
y 𝐺 ∈ ∁1 sobre 𝑌.
Ahora 𝐺 se puede reducir a componentes de la siguiente forma:
𝐺 𝑣, 𝑤 con 𝑣 = 𝑣1 , … , 𝑣𝑛 es una función vectorial definida sobre 𝑌 con valores en ℝ𝑛
y 𝑤 = 𝑤1,…, 𝑤𝑘 está también definida 𝑌 pero con valores en ℝ𝑘 . Ahora estamos en
situación de identificar 𝑣 y 𝑤 explícitamente. La ecuación 𝐺 𝐹 𝑥, 𝑡 = 𝑥, 𝑡 , escrita en
término de las componentes de 𝑣 y 𝑤 nos proporciona las ecuaciones
𝑣 𝐹 𝑥, 𝑡 = 𝑥 𝑦 𝑤 𝐹 𝑥, 𝑡 = 𝑡
Así, cada punto 𝑥, 𝑡 de 𝑌, se puede escribir unívocamente en la forma 𝑥, 𝑡 = 𝐹 𝑥 ′ , 𝑡 ′
para un 𝑥 ′ , 𝑡 ′ de 𝑋, debido a que 𝐹 es uno a uno sobre 𝑋 y la imagen inversa 𝐹 −1 𝑌
contiene a 𝑋, además por la forma en que se ha definido 𝐹, si 𝑥, 𝑡 = 𝐹 𝑥 ′ , 𝑡 ′ debe ser
𝑡 ′ = 𝑡, luego
𝑣 𝑥, 𝑡 = v 𝐹 𝑥 ′ , 𝑡 = 𝑥 ′
y
𝑤 𝑥, 𝑡 = 𝑤 𝐹 𝑥 ′ , 𝑡 =𝑡
La función 𝐺 se puede escribir de la siguiente manara:
Dado un punto 𝑥, 𝑦 de 𝑌, tenemos 𝐺 𝑥, 𝑡 = 𝑥 ′ , 𝑡 con 𝑥 ′ en ℝ𝑛 tal que
𝑥, 𝑡 = 𝐹 𝑥 ′ , 𝑡 . Esto afirma que
𝐹 𝑣 𝑥, 𝑡 , 𝑡 = 𝑥, 𝑡
para cada 𝑥, 𝑡 ∈ 𝑌.
Ahora estamos en posición de definir el conjunto 𝑇0 y la función 𝑔 del teorema.
Sea
𝑇0 = 𝑡: 𝑡 ∈ ℝ𝑘 , 0, 𝑡 ∈ 𝑌
y para cada 𝑡 ∈ 𝑇0 definimos g 𝑡 = 𝑣 0, 𝑡 . El conjunto 𝑇0 es abierto en ℝ𝑘 . Además,
𝑔 ∈ ∁1 sobre 𝑇0 puesto que 𝐺 ∈ ∁1 en 𝑌 y las componentes de 𝑔 se han tomado de entre
las componentes de 𝐺, por otro lado
𝑔 𝑡0 = 𝑣 0, 𝑡0 = 𝑥0
ya que 0, 𝑡0 = 𝐹 𝑥0 , 𝑡0 . Finalmente, la ecuación 𝐹 𝑣 𝑥, 𝑡 , 𝑡 = 𝑥, 𝑡 que es valida
para cada 𝑥, 𝑡 ∈ 𝑌, da lugar a la ecuación 𝑓 𝑣 𝑥, 𝑡 , 𝑡 = 𝑥. Haciendo 𝑥 = 0, vemos que
para cada 𝑡 de 𝑇0 tenemos 𝑓 𝑔 𝑡 , 𝑡 = 0, esto termina la demostración de a, b y c.
Faltaría demostrar la unicidad de 𝑔, pero esto es consecuencia de que 𝑓 es uno a uno, si
existiese otra función ℎ, que verificase c, entonces tendríamos 𝑓 𝑔 𝑡 , 𝑡 = 𝑓 ℎ 𝑡 , 𝑡
y ello implicaría 𝑔 𝑡 , 𝑡 = ℎ 𝑡 , 𝑡 y por tanto 𝑔 𝑡 = ℎ 𝑡 para cada 𝑡 ∈ 𝑇0 .
Extremos de Funciones Reales de una Variable
En los cursos de calculo se han obtenido algunos resultados importantes que nos permiten
determinar la existencia de puntos extremos locales, es decir, un punto máximo relativo o un punto
mínimo relativo. Un resultado importante obtenido en este sentido es el teorema de extremos
relativos y derivada cero para funciones reales de una variable real que recordamos a continuación.
Teorema 2.7
Sea 𝑓 una función real definida sobre algún intervalo abierto 𝑎, 𝑏 y supongamos que f
posee un máximo local o un mínimo local en un punto 𝑐 interior al intervalo 𝑎, 𝑏 , si f posee
derivada finita en 𝑐, entonces 𝑓 ′ 𝑐 = 0 .
Demostración
Si 𝑓 ′ 𝑐 > 0 o 𝑓 ′ 𝑐 = +∞ entonces, 𝑓 es creciente en un entorno de 𝑐 y por tanto no
sería un punto extremo relativo. De manera análoga 𝑓 no podría tener derivada negativa o −∞
Ya que en ese caso sería decreciente. Como la derivada en 𝑐 existe, la única posibilidad que queda
es que 𝑓 ′ 𝑐 = 0
Como sabemos, el recíproco de este teorema no es cierto. En general, el saber que
𝑓 ′ 𝑐 = 0 no basta para deducir que 𝑓 tiene un extremo local en 𝑐. De hecho, es posible que
carezca de puntos extremos como puede verificarse con la función 𝑓 𝑥 = 𝑥 3 y el punto 𝑐 = 0
𝑓 ′ 𝑥 = 3𝑥 2 ; 𝑓 ′ 0 = 0 pero como apreciamos en la
Gráfica 𝑐 = 0 no en un punto extremo relativo.
Además, 𝑓 puede tener un extremo local en 𝑐 sin que este
Punto tenga derivada cero, como es el caso de la función
𝑓 𝑥 = 𝑥 − 1 y el punto 𝑐 = 1; en este caso,
La derivada no existe en 𝑐 = 1
Gráfica 2.1
Gráfica 2.2
El teorema establece una condición necesaria para que la función tenga un punto extremo
relativo en el interior del intervalo abierto, pero esta no es suficiente como se aprecia en los
ejemplos.
En el siguiente teorema vemos una condición suficiente para la existencia de valores
extremos.
Teorema 2.8
Sea 𝑓 una función que para algún 𝑛 ≥ 1, posea derivada enésima continua en el intervalo
abierto 𝑎, 𝑏 y supongamos también que para un cierto punto 𝑐 interior de 𝑎, 𝑏 se tiene
𝑓 ′ 𝑐 = 𝑓 ′′ 𝑐 = ⋯ = 𝑓 𝑛−1 𝑐 = 0, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑓 𝑛 𝑐 ≠ 0
Entonces, para 𝑛 par
𝑛
a.- 𝑓 posee un mínimo local en 𝑐 si 𝑓 𝑐 >0
b.- 𝑓posee un máximo local en 𝑐 si 𝑓 𝑛 𝑐 <0
c.- si 𝑛 es impar no existe ni máximo ni mínimo local en el punto c.
Demostración
Puesto que 𝑓 𝑛 𝑐 ≠ 0, existe un intervalo B de centro 𝑐 tal que para cada 𝑥 ∈ 𝐵,
La derivada 𝑓 𝑛 𝑥 tendrá el mismo signo que 𝑓 𝑛
𝑐 . Aplicando la formula de Taylor a cada 𝑥 ∈ 𝐵
Se tiene
𝑛−1 𝑘 𝑛
𝑓 𝑐 𝑘
𝑓 𝑥1
𝑓 𝑥 =𝑓 𝑐 + 𝑥−𝑐 + 𝑥 − 𝑐 𝑛, 𝑥1 ∈ 𝐵
𝑘! 𝑛!
𝑘=1
Como 𝑓 𝑘 𝑐 = 0 para 𝑘 < 𝑛 tenemos
𝑓 𝑛 𝑥1
𝑓 𝑥 −𝑓 𝑐 = 𝑥 − 𝑐 𝑛, 𝑥1 ∈ 𝐵.
𝑛!
Esta ecuación implica que si 𝑛 es par y 𝑓 𝑛 𝑐 > 0 entonces 𝑓 𝑐 es un valor mínimo relativo, y si
n es par y 𝑓 𝑛 𝑐 < 0 entonces, 𝑓 𝑐 es un valor máximo relativo de 𝑓.
𝑛
Por otro lado si 𝑛 es impar y 𝑓 𝑐 > 0, entonces 𝑓 𝑥 > 𝑓 𝑐 si 𝑥 > 𝑐 y 𝑓 𝑐 > 𝑓 𝑥 si
𝑥 < 𝑐 con lo que 𝑓 𝑐 no puede ser valor máximo ni mínimo. De forma análoga se analiza el caso
𝑛
𝑛 impar y 𝑓 𝑐 < 0.
Ejemplo 2.2
Si consideramos la función 𝑓 𝑥 = 𝑥 − 4 4 tenemos:
𝑓′ 𝑥 = 4 𝑥 − 4 3
𝑓 ´´ 𝑥 = 12 𝑥 − 4 2
𝑓 3 𝑥 = 24 𝑥 − 4
𝑓 4 𝑥 = 24
Las derivadas se anulan en 𝑐 = 4 menos la cuarta
𝑛 = 4 > 0 y 𝑓 4 4 > 0 entonces el punto es mínimo
según el teorema.
Gráfica 2.3
Extremos de funciones Reales de varias variables Reales
En el curso de cálculo III vemos un resultado similar al estudiado anteriormente, en esta
oportunidad observamos que una condición necesaria para que una función tenga un máximo o un
mínimo local en un punto a interior de un conjunto abierto es que las derivadas parciales 𝐷𝑘 𝑓 𝑎
sean cero en dicho punto. Este resultado es generalizable a derivadas direccionales diciendo que
𝑓 ′ 𝑎; 𝑢 debe ser cero para cada vector unitario 𝑢.
Sin embargo, el reciproco de este resultado no es cierto, esto es, si las derivadas
direccionales son cero en 𝑎 no se puede afirmar que 𝑎 es un punto extremo relativo. Consideremos
el siguiente ejemplo:
Ejemplo 2.3
𝑓 𝑥, 𝑦 = 𝑦 − 𝑥 2 𝑦 − 2𝑥 2
Observemos que
𝐷1 𝑓 𝑥, 𝑦 = −2𝑥 𝑦 − 2𝑥 2 − 4𝑥 𝑦 − 𝑥 2 = 2𝑥 4𝑥 2 − 3𝑦
𝐷2 𝑓 𝑥, 𝑦 = 𝑦 − 2𝑥 2 + 𝑦 − 𝑥 2 = 2𝑦 − 3𝑥 2
luego 𝐷1 𝑓 0,0 = 𝐷2 𝑓 0,0 = 0 Ahora bien 𝑓 0,0 = 0, pero en cada entorno de 0,0
que tomemos vamos a encontrar valores tanto positivos como negativos.
En la gráfica de la superficie observamos que
En todo disco abierto que tomemos centrado
En el punto 0,0 la superficie tiene partes sobre
El plano 𝑥𝑦 y partes debajo del plano 𝑥𝑦.
Este ejemplo nos permite recordar
La siguiente definición.
Definición 2.3
Si 𝑓 es diferenciable en el punto 𝑎
Y si ∇𝑓 𝑎 = 0, el punto 𝑎 se llama un punto
Estacionario de 𝑓. Un punto estacionario se
Llama punto silla si cada bola abierta centrada
En 𝑎 contiene puntos 𝑐 𝑦 𝑑 tales que 𝑓 𝑐 > 𝑓 𝑎
Y𝑓 𝑑 <𝑓 𝑎 .
Para determinar cuando una función de n variables tiene un máximo local, mínimo local o
un punto silla en un punto estacionario 𝑎, debemos determinar el signo algebraico de 𝑓 𝑥 − 𝑓 𝑎
en todo 𝑥 del entorno de 𝑎. Esto lo hacemos con la formula de Taylor. Hagamos 𝑚 = 2 e 𝑦 = 𝑎 + 𝑡
En la fórmula de Taylor, si las derivadas parciales son diferenciables en una bola abierta de centro 𝑎
Entonces,
1 ′′
𝑓 𝑎 + 𝑡 − 𝑓 𝑎 = ∇𝑓 𝑎 ∙ 𝑡 + 𝑓 𝑧; 𝑡 ∗
2
Donde 𝑧 pertenece al segmento rectilíneo que une 𝑎 con 𝑎 + 𝑡, y
𝑛 𝑛
𝑓 ′′ 𝑥; 𝑡 = 𝐷𝑖;𝑗 𝑓 𝑥 𝑡𝑖 𝑡𝑗
𝑖=1 𝑗=1
En un punto estacionario ∇𝑓 𝑎 = 0 por tanto
1 ′′
𝑓 𝑎 + 𝑡 − 𝑓 𝑎 = 𝑓 𝑧; 𝑡
2
Como 𝑎 + 𝑡 recorre la bola abierta centrada en 𝑎, el signo de 𝑓 𝑎 + 𝑡 − 𝑓 𝑎 queda determinado
por el de 𝑓 ′′ 𝑧; 𝑡 . Podemos escribir la formula ∗ en la forma
1 ′′
𝑓 𝑎 + 𝑡 − 𝑓 𝑎 = 𝑓 𝑎; 𝑡 + 𝑡 2 𝐸 𝑡
2
Donde
2
1 ′′ 1 ′′
𝑡 𝐸 𝑡 = 𝑓 𝑧; 𝑡 − 𝑓 𝑎; 𝑡
2 2
La desigualdad 𝑛 𝑛
2
1 2
𝑡 𝐸 𝑡 ≤ 𝐷𝑖,𝑗 𝑓 𝑧 − 𝐷𝑖,𝑗 𝑓 𝑎 𝑡
2
𝑖=1 𝑗=1
Prueba que 𝐸 𝑡 → 0 cuando 𝑡 → 0 si las derivadas parciales de segundo orden son continuas en 𝑎
Puesto que 𝑡 2 𝐸 𝑡 → 0 mas rápidamente que 𝑡 2 , parece razonable esperar que el signo
algebraico de 𝑓 𝑎 + 𝑡 − 𝑓 𝑎 venga determinado por el de 𝑓 ′′ 𝑎; 𝑡 . Esto es lo que afirma el
siguiente teorema
Teorema 2.9(Criterio de la segunda derivada en el cálculo de extremos)
.Supongamos que existan las derivadas parciales segundas 𝐷𝑖,𝑗 𝑓 sobre una bola abierta de
centro 𝑎 y además son continuas en a, donde 𝑎 es un punto estacionario de 𝑓.
Sea 𝑛 𝑛
1 ′′ 1
𝑄 𝑡 = 𝑓 𝑎; 𝑡 = 𝐷𝑖,𝑗 𝑓 𝑎 𝑡𝑖 𝑡𝑗
2 2
𝑖=1 𝑗=1
a.- Si 𝑄 𝑡 > 0 para todo 𝑡 ≠ 0, 𝑓 tiene un mínimo relativo en 𝑎.
b.- Si 𝑄 𝑡 < 0 para todo 𝑡 ≠ 0, 𝑓 tiene un máximo relativo en 𝑎.
c.- Si 𝑄 𝑡 toma valores positivos y negativos , entonces 𝑓 tiene un punto silla en 𝑎.
Demostración
La función 𝑄 es continua en cada punto 𝑡 de ℝ𝑛 . Sea 𝑆 = 𝑡: 𝑡 = 1 la frontera de la bola
𝐵1 0 . Si 𝑄 𝑡 > 0 para todo 𝑡 ≠ 0, entonces 𝑄 𝑡 > 0 en 𝑆. Dado que 𝑆 es compacto, 𝑄 tiene un
mínimo en 𝑆, llamémosle 𝑚, y 𝑚 > 0. Ahora bien, 𝑄 𝑐𝑡 = 𝑐 2 𝑄 𝑡 para cada número real 𝑐.
1
Haciendo 𝑐 = 𝑡 con 𝑡 ≠ 0, vemos que 𝑐𝑡 ∈ 𝑆 y por tanto 𝑐 2 𝑄 𝑡 ≥ 𝑚 , luego 𝑄 𝑡 ≥ 𝑚 𝑡 .
1
Utilizando esto en 𝑓 𝑎 + 𝑡 − 𝑓 𝑎 = 2 𝑓 ′′ 𝑎; 𝑡 + 𝑡 2 𝐸 𝑡 obtenemos
𝑓 𝑎 + 𝑡 − 𝑓 𝑎 = 𝑄 𝑡 + 𝑡 2𝐸 𝑡 ≥ 𝑚 𝑡 2 + 𝑡 2𝐸 𝑡
1
Puesto que 𝐸 𝑡 → 0 cuando 𝑡 → 0 existe un número positivo 𝑟tal que 𝐸 𝑡 < 2 𝑚 siempre que
1
0 < 𝑡 < 𝑟. Para esos valores de 𝑡 tenemos 0 ≤ 𝑡 2 𝐸 𝑡 < 2 𝑚 𝑡 2 , luego
1 1
𝑓 𝑎+𝑡 −𝑓 𝑎 >𝑚 𝑡 2− 𝑚 𝑡 2 = 𝑚 𝑡 2 >0
2 2
Por consiguiente 𝑓tiene un mínimo relativo en 𝑎.
Para probar b, utilizamos un razonamiento análogo o aplicamos el resultado anterior en la función
−𝑓.
Finalmente, para cada 𝜆 > 0, tenemos ,
𝑓 𝑎 + 𝜆𝑡 − 𝑓 𝑎 = 𝑄 𝜆𝑡 + 𝜆2 𝑡 𝐸 𝜆𝑡 = 𝜆2 𝑄 𝑡 + 𝑡 2
𝐸 𝜆𝑡
Supongamos que 𝑄 𝑡 ≠ 0 para un cierto valor de 𝑡. Ya que 𝐸 𝑦 → 0 cuando 𝑦 → 0,
existe un 𝑟 > 0 tal que
2
1
𝑡 𝐸 𝜆𝑡 <𝑄 𝑡 𝑠𝑖 0 < 𝜆 < 𝑟
2
por consiguiente, para cada uno de estos 𝜆 la cantidad 𝜆2 𝑄 𝑡 + 𝑡 2
𝐸 𝜆𝑡 tiene
el mismo signo que 𝑄 𝑡 . Luego, si 0 < 𝜆 < 𝑟, la diferencia 𝑓 𝑎 + 𝜆𝑡 − 𝑓 𝑎 tiene el
mismo signo que 𝑄 𝑡 . De donde, si 𝑄 𝑡 toma valores positivos y negativos, entonces f
tiene un punto silla en a.
Definición 2.4
Una función real definida en ℝ𝑛 por una ecuación del tipo
𝑛 𝑛
𝑄 𝑥 = 𝑎𝑖𝑗 𝑥𝑖 𝑥𝑗
𝑖=1 𝑗=1
se llama forma cuadrática, simétrica si 𝑎𝑖𝑗 = 𝑎𝑗𝑖 , definida positiva si 𝑥 ≠ 0 implica 𝑄 𝑥 > 0
definida negativa si 𝑥 ≠ 0 implica que 𝑄 𝑥 < 0.
∆1 = 2, ∆2 = 3, ∆3 = 42
Como
∆1 > 0 y ∆> 0
Entonces la función f tiene un punto mínimo en 𝑃 = 0,0,0
Extremos Condicionados
Un problema de temperatura nos sirve para introducir el concepto de extremos
relacionados, supongamos que la función 𝑓 𝑥, 𝑦, 𝑧 nos da la temperatura de cualquier punto
𝑥, 𝑦, 𝑧 del espacio y nos preguntamos cual es el valor máximo o mínimo de la temperatura sobre
una cierta superficie. Si la ecuación de la superficie esta dada explícitamente por 𝑧 = ℎ 𝑥, 𝑦 ,
entonces en la expresión 𝑓 𝑥, 𝑦, 𝑧 podemos sustituir 𝑧 por ℎ 𝑥, 𝑦 para obtener la temperatura
sobre la superficie en función de x e y solamente, obtenemos 𝐹 𝑥, 𝑦 = 𝑓 𝑥, 𝑦, ℎ 𝑥, 𝑦 y el
problema se reduce entonces a buscar los valores extremos de 𝐹 𝑥, 𝑦 . Sin embargo, en la práctica
se presentan dificultades como, la ecuación de la superficie podría estar dada en forma implícita, tal
como 𝑔 𝑥, 𝑦, 𝑧 = 0 siendo imposible resolver esta ecuación explícitamente para z en función de x
e y. o aún para x o y en función de las variables restantes. El problema se complica aún mas si se
piden los valores extremos de la temperatura en los puntos de una curva del espacio. En el espacio,
una curva es la intersección de dos superficies 𝑔1 𝑥, 𝑦, 𝑧 = 0 y 𝑔2 𝑥, 𝑦, 𝑧 = 0. Si pudiésemos
resolver estas ecuaciones simultáneamente, por ejemplo, 𝑥, 𝑦 en función de 𝑧, entonces podríamos
obtener una función solo de la variable z, cuyos valores extremos serían los buscados
lastimosamente, esto, la mayoría de las veces, no es posible y debemos buscar métodos más
prácticos, uno muy elegante es el método de Lagrange.
Este método proporciona una condición necesaria para los puntos extremos, y la podemos
describir como sigue:
Sea 𝑓 𝑥1 , 𝑥2 , … , 𝑥𝑛 una relación a la que se le buscan valores extremos cuando las
variables se hallan restringidas por medio de cierto número de condiciones, a saber,
𝑔1 𝑥1, … , 𝑔𝑛 = 0, 𝑔2 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 = 0, … , 𝑔𝑚 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 = 0
Formamos la combinación lineal
𝑚
𝐻 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 = 𝑓 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 + 𝛼𝑘 𝑔𝑘 𝑥1 , … , 𝑥𝑛
𝑘=1
donde los 𝛼𝑘 , 𝑘 = 1, … , 𝑚 son constantes.
Calculamos las derivadas parciales de H respecto de cada una de sus variables y formamos
el sistema de m+n ecuaciones:
𝐷 𝐻 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 , 𝑟 = 1,2, … , 𝑛
ቊ 𝑟
𝑔𝑘 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 , 𝑘 = 1,2, … , 𝑚
Lagrange descubrió que, si el punto 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 es solución del problema del extremo,
entonces debe satisfacer también el sistema de n+m ecuaciones. Los números 𝛼𝑘
introducidos se conocen con el nombre de multiplicadores de Lagrange.
Queda por determinar si los puntos obtenidos al resolver el sistema son máximos o
mínimos o ninguna de las dos cosas.
El siguiente teorema certifica la validez del método de Lagrange.
Teorema 2.11
Sea 𝑓 una función real tal que 𝑓 ∈ ∁1 sobre un conjunto abierto 𝑆 de ℝ𝑛 . Sean 𝑔1 , … 𝑔𝑚
funciones reales tales que 𝑔 = 𝑔1 , … , 𝑔𝑚 ∈ ∁1 sobre 𝑆, y supongamos que 𝑚 < 𝑛. Sea
𝑋0 el subconjunto de 𝑆 en el que 𝑔 se anula, esto es
𝑋0 = 𝑥: 𝑥 ∈ 𝑆, 𝑔 𝑥 = 0
supongamos que 𝑥0 ∈ 𝑋0 y que existe una bola abierta 𝐵𝑟 𝑥0 tal que 𝑓 𝑥 ≤ 𝑓 𝑥0 para
toda 𝑥 de 𝑋0 ∩ 𝐵𝑟 𝑥0 o tal que 𝑓 𝑥 ≥ 𝑓 𝑥0 para toda 𝑥 de 𝑋0 ∩ 𝐵𝑟 𝑥0 . Además,
supongamos que el determinante de orden 𝑚, 𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑔𝑖 𝑥0 ≠ 0. Entonces existen 𝑚
números reales 𝜆1 , 𝜆2 , … , 𝜆𝑚 tal que se satisfacen las 𝑛 ecuaciones siguientes.
𝑚
𝐷𝑟 𝑓 𝑥0 + 𝜆𝑘 𝐷𝑟 𝑔𝑘 𝑥0 = 0 , 𝑟 = 1,2, … , 𝑚 ∗
𝑘=1
Las 𝑛 ecuaciones ∗ son equivalentes a la ecuación vectorial
∇𝑓 𝑥0 + 𝜆1 ∇𝑔1 𝑥0 + ⋯ + 𝜆𝑛 ∇𝑔𝑚 𝑥0 = 0
Demostración
Analicemos el sistema de m ecuaciones lineales con las m incógnitas
𝑚
𝜆𝑘 𝐷𝑟 𝑔𝑘 𝑥0 = −𝐷𝑟 𝑓 𝑥0 , 𝑟 = 1,2, … , 𝑚
𝑘=1
este sistema tiene solución única ya que su determinante es distinto de cero. Por
consiguiente, se satisfacen las m primeras ecuaciones de ∗ . Debemos verificar ahora que
para esta elección de 𝜆1 , … , 𝜆𝑚 , se satisfacen también las n-m ecuaciones restantes.
Para ello aplicamos el teorema de la función implícita. Dado que 𝑚 < 𝑛, cada punto 𝑥 ∈ 𝑆
puede escribirse en la forma 𝑥 = 𝑥 ′ ; 𝑡 , en donde 𝑥 ′ ∈ ℝ𝑚 y 𝑡 ∈ ℝ𝑛−𝑚 . En el resto de la
demostración, escribimos 𝑥 ′ para designar 𝑥1 , … , 𝑥𝑚 y 𝑡 para designar a 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛 ,
esto es 𝑡𝑘 = 𝑥𝑚+𝑘 . En términos de la función vectorial 𝑔 = 𝑔1 , … , 𝑔𝑚 , podemos escribir
𝑔 𝑥0′ ; 𝑡0 = 0 𝑠𝑖 𝑥0 = 𝑥0′ ; 𝑡0
Dado que 𝑔 ∈ ∁1 sobre 𝑆, y que 𝑑𝑒𝑡 𝐷𝑗 𝑔𝑖 𝑥0′ ; 𝑡0 ≠ 0, resulta que se verifican las
condiciones de la función implícita. Por consiguiente, existe una bola abierta 𝑇0 ⊆ ℝ𝑛−𝑚 y
una única función vectorial ℎ = ℎ1 , … , ℎ𝑚 , definida sobre 𝑇0 y con valores en ℝ𝑚 tales
que ℎ ∈ ∁1 sobre 𝑇0 . ℎ 𝑡0 = 𝑥0′ , y para cada 𝑡 ∈ 𝑇0 , tenemos 𝑔 ℎ 𝑡 ; 𝑡 = 0.
Esto nos permite decir que el sistema de m ecuaciones
𝑔1 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 = 0, … , 𝑔𝑚 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 = 0
permite expresar 𝑥1,…, 𝑥𝑚 en función de 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛 obteniéndose soluciones de la forma
𝑥𝑟 = ℎ𝑟 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛 , 𝑟 = 1,2, … , 𝑚. Substituiremos ahora estas expresiones de
𝑥1 , … , 𝑥𝑚 en la función 𝑓 𝑥1 , … , 𝑥𝑚 y también en cada una de las 𝑔𝑝 𝑥1 , … , 𝑥𝑛 . Así nos
queda definida una nueva función 𝐹 como sigue:
𝐹 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛 = 𝑓 ℎ1 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛 , … , ℎ𝑚 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛 ; 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛
y también m nuevas funciones 𝐺1 , … , 𝐺𝑚 tales que
𝐺𝑝 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛 = 𝑔𝑝 ℎ1 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛 , … , ℎ𝑚 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛 ; 𝑥𝑚+1 , … , 𝑥𝑛
Más brevemente, podemos escribir 𝐹 𝑡 = 𝑓 𝐻 𝑡 y 𝐺𝑝 𝑡 = 𝑔𝑝 𝐻 𝑡 , en donde
𝐻 𝑡 = ℎ 𝑡 ; 𝑡 . Aquí 𝑡 debe pertenecer a 𝑇0 .
Todas las funciones 𝐺𝑝 deben ser nulas en 𝑇0 por el teorema de la función implícita. Por
consiguiente, cada derivada 𝐷𝑟 𝐺𝑝 es idénticamente nula en 𝑇0 y, en particular, 𝐷𝑟 𝐺𝑝 𝑡0 = 0
Por la regla de la cadena, podemos calcular estas derivadas, y se tiene:
𝑛
𝐷𝑟 𝐺𝑝 𝑡0 = 𝐷𝑘 𝑔𝑝 𝑥0 𝐷𝑟 𝐻𝑘 𝑡0 , 𝑟 = 1,2, … , 𝑛 − 𝑚
𝑘=1
Pero 𝐻𝑘 𝑡 = ℎ𝑘 𝑡 𝑠𝑖 1 ≤ 𝑘 ≤ 𝑚, y 𝐻𝑘 𝑡 = 𝑥𝑘 𝑠𝑖 𝑚 + 1 ≤ 𝑘 ≤ 𝑛. Por lo tanto,
cuando 𝑚 + 1 ≤ 𝑘 ≤ 𝑛, tenemos 𝐷𝑟 𝐻𝑘 𝑡 ≡ 0 𝑠𝑖 𝑚 + 𝑟 ≠ 𝑘 𝑦 𝐷𝑟 𝐻𝑚+𝑟 𝑡 = 1 para
cada 𝑡. Entonces el anterior conjunto de ecuaciones se convierte en
𝑚
𝑝 = 1, … , 𝑚
𝐷𝑘 𝑔𝑝 𝑥0 𝐷𝑟 ℎ𝑘 𝑡0 + 𝐷𝑚+𝑟 𝑔𝑝 𝑥0 = 0 ቊ ∗∗
𝑟 = 1, … , 𝑛 − 𝑚
𝑘=1
Por la continuidad de h, existe una bola abierta 𝐵𝑙 𝑡0 ⊆ 𝑇0 tal que si 𝑡 ∈ 𝐵𝑙 𝑡0 entonces
ℎ 𝑡 ; 𝑡 ∈ 𝐵𝑟 𝑥0 , luego, si 𝑡 ∈ 𝐵𝑟 𝑡0 tenemos, ℎ 𝑡 ; 𝑡 ∈ 𝑋0 ∩ 𝐵𝑟 𝑥0 por tanto, por
hipótesis, se tiene, o bien 𝐹 𝑡 ≤ 𝐹 𝑡0 para todo 𝑡 ∈ 𝐵𝑟 𝑡0 , o si no, 𝐹 𝑡 ≥ 𝐹 𝑡0 para
todo t de la bola. Esto es F tiene un máximo local o un mínimo local en el punto en el
punto interior 𝑡0 . Cada derivada parcial 𝐷𝑟 𝐹 𝑡0 debe ser cero. Si utilizamos la regla de la
cadena para calcular estas derivadas tenemos
𝑛
𝐷𝑟 𝐹 𝑡0 = 𝐷𝑘 𝑓 𝑥0 𝐷𝑟 𝐻𝑘 𝑡0 , 𝑟 = 1, … , 𝑛 − 𝑚
𝑘=1
podemos 𝑚
escribir
𝐷𝑘 𝑓 𝑥0 𝐷𝑟 ℎ𝑘 𝑡0 + 𝐷𝑚+𝑟 𝑓 𝑥0 = 0, 𝑟 = 1, … , 𝑛 − 𝑚
𝑘=1
Si ahora multiplicamos ∗∗ por 𝜆𝑝 , sumamos respecto a p, y añadimos el resultado a la
ecuación anterior, tenemos
𝑚 𝑚 𝑚
𝐷𝑘 𝑓 𝑥0 + 𝜆𝑝 𝐷𝑘 𝑔𝑝 𝑥0 𝐷𝑟 ℎ𝑘 𝑡0 + 𝐷𝑚+𝑟 𝑓 𝑥0 + 𝜆𝑝 𝐷𝑚+𝑟 𝑔𝑝 𝑥0 = 0
𝑘=1 𝑝=1 𝑝=1
𝐷𝑚+𝑟 𝑓 𝑥0 + 𝜆𝑝 𝐷𝑚+𝑟 𝑔𝑝 𝑥0 , 𝑟 = 1, … , 𝑛 − 𝑚
𝑝=1
con estas ecuaciones se termina la demostración.