Júpiter, Un Amigo Traicionero para La Tierra
Júpiter, Un Amigo Traicionero para La Tierra
Júpiter, Un Amigo Traicionero para La Tierra
La idea de que un planeta con gran masa y volumen sirva como un escudo protector de
asteroides para La Tierra suena bastante bien. Sin embargo, recientes investigaciones han llegado a
concluir que la presencia de dicho planeta no garantiza el hecho de que la tierra sufra o no impactos de
cuerpos celestes rocosos. Es decir, así como podría ser un escudo de protección, también podría ser la
catapulta que dirija aquellas rocas espaciales a La Tierra.
Júpiter, al igual que los demás planetas del sistema solar, se formaron hace aproximadamente
4.600 millones de años, acumulando material del disco protoplanetario que orbitaba nuestra estrella
joven. Este gran planeta se caracteriza por tener una composición mayormente gaseosa, donde el
Hidrógeno y el Helio son los protagonistas. Su tamaño es tanto, que en su interior podrían caber más de
1.300 tierras. Además de tener 318 veces más masa que nuestro planeta azul. Sin embargo, aquí surge
una pequeña duda y es ¿si el planeta es gaseoso, por qué tiene tanta masa? Resulta que, Júpiter al igual
que los demás planetas gaseosos tienen núcleos de un tamaño igual o menor que La Tierra, lo cuales
mantienen unas temperaturas y presiones tan altas, que provocan que la materia [en este caso el
Hidrógeno y Helio] se comporten de una manera extraña cuanto más se acercan al núcleo, es decir, su
estado de la materia va cambiando, pasando de estado gaseoso a líquido y en algunos casos a sólido.
Júpiter es el quinto planeta más lejano con respecto al sol, y con mayor masa y volumen que los
demás 7 planetas, convirtiéndolo así en el más masivo. Este último hecho, lo convierte en una
importante fuente de atracción gravitacional dentro del Sistema Solar, es decir, cumple la Ley de
Gravitación Universal, formulada por Isaac Newton en su libro Philosophiae Naturalis Principia
Mathematica y publicado el 5 de julio de 1687, la cual establece que la fuerza con la que se atraen dos
cuerpos tiene que ser proporcional al producto de sus masas dividido por la distancia que los separa al
cuadrado. (Wikipedia. s.f.)
Uno de los primeros hechos que se conocen sobre la influencia de Júpiter en el sistema solar, es
cuando La Tierra y demás planetas rocosos [incluyendo La Luna] atravesaron una época en la que
sufrieron frecuentes impactos bastante violentos de grandes asteroides, este suceso fue conocido como
‘El Bombardeo Intenso Tardío’, y tuvo lugar hace aproximadamente 3.92 - 3.85 mil millones de años,
además, se le atribuye la creación de las condiciones necesarias para que nuestro planeta desarrollara
vida. El descubrimiento de este suceso tan violento se dio cuando la misión Apolo 11 arrimó por primera
vez en La Luna el 16 de julio de 1969 y trajo de vuelta rocas lunares recolectadas de varios cráteres de
nuestro satélite natural, donde las analizaron detalladamente para determinar su composición y edad.
forma constante en el tiempo, esto permite medir la radiactividad en las rocas y saber cuánto tiempo
pasó desde que se originaron.” (Museo del Tiempo, s.f)
Al calcular la edad de esas rocas, se obtiene que la mayoría de los impactos tuvieron lugar en un
intervalo de tiempo relativamente breve.
(…)
La mayor parte de los cráteres de la Luna se formaron como consecuencia de la colisión
de asteroides y cometas de decenas de kilómetros. Crearon cráteres de hasta cientos de
kilómetros de diámetro.
(…)
La distribución de cráteres sugiere que la misma familia de meteoritos golpeó tanto a
Mercurio como a la Luna durante el período del Bombardeo Intenso Tardío. (2018)
Una de las posibles explicaciones a este suceso, es que los gigantes gaseosos [Júpiter, Saturno,
Urano y Neptuno] se formaron tiempo después que los planetas rocosos [Mercurio, Venus, Tierra y
Marte] pero lo hicieron en un lapso de cientos de millones de años. Y como se trata de planetas tan
masivos, su atracción gravitacional logró perturbar las órbitas de algunos asteroides y cometas
pertenecientes al Cinturón de Asteroides y Cinturón de Kuiper respectivamente, desviándolos de sus
trayectorias y catapultándolos al interior del Sistema Solar, así como también expulsándolos de este.
Como consecuencia, el Bombardeo Intenso Tardío para los planetas inferiores.
El nombre que se le asignó a este evento cataclísmico resulta precisamente, porque fue un
bombardeo constante hacia los planetas rocosos [y La Luna], y además, ocurrió tiempo después de que
el Sistema Solar ya hubiera atravesado una etapa de muchas colisiones y destrucción para llegar a
formar los primeros planetas. Es decir, ocurrió casi 5.000 millones de años después de la formación del
Sistema Solar. Bastante tiempo después, ¿no?
Una segunda posible explicación del Bombardeo, y las más aceptada por la comunidad
científica, es que cuando se formaron los gigantes gaseosos, estos tenían orbitas muy diferentes a las
actuales. Júpiter se fue acercando poco a poco al Sol, mientras que Saturno se alejaba hasta lograr una
resonancia entre sí. “Esto se llama resonancia 1:2. Esta sincronización especial de las órbitas de estos
dos planetas gigantes hizo que sus interacciones gravitacionales impulsaran los movimientos de
Neptuno y Urano (…) la distancia orbital de Neptuno al Sol se duplicó, enviándolo a una zona salpicada
de planetesimales.” (Taylor G. J., 2006). En otras palabras, gracias a la resonancia que lograron Júpiter y
Saturno, los otros dos gigantes gaseosos fueron movidos de sus órbitas alejándolos del Sol y enviándolos
a una zona que estaba siendo ocupada por una gran cantidad de planetesimales [asteroides] los cuales,
por acción de la atracción gravitacional, fueron expulsados hacia el interior y exterior del Sistema Solar.
Según Taylor,
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Después de que se construyeron los planetas, dicen Levison y sus colegas, el Sistema
Solar todavía estaba lleno de detritos de la formación de planetas: planetesimales que no se
habían acumulado en un planeta. Estos planetas atrofiados fueron arrojados
indiscriminadamente por interacciones gravitacionales con los planetas exteriores. Estas
interacciones, llamadas fricción dinámica, también provocaron cambios en las órbitas de los
planetas exteriores. Júpiter se movió hacia adentro hacia el Sol mientras Saturno, Neptuno y
Urano migraron hacia afuera.
(…)
Los planetesimales fueron dispersados por el sustancial campo de gravedad de
Neptuno, enviándolos por todo el lugar, incluso al interior del Sistema Solar para bombardear
los planetas rocosos y la Luna. La situación es tan dinámica que Neptuno comenzó más cerca del
Sol que Urano, pero terminó más lejos. (2006)
En la actualidad, gracias a los avances en tecnología y computación, científicos han logrado crear
simulaciones que intentan predecir el comportamiento de las órbitas de asteroides y cometas cuando
pasan cerca de los gigantes jovianos, en donde claramente se deja ver el poder de atracción
gravitacional que tienen estos planetas. Para el desarrollo de las simulaciones “El Sol y los planetas
interactuaron gravitacionalmente en las simulaciones G16 , mientras que los planetesimales fueron
tratados como partículas de prueba sin masa influenciadas solo por el Sol y los planetas jovianos.”
(Grazier K.R., Horner J., Castillo-Rogez J.C., 2019)
Una vez que las partículas se encuentran con Júpiter, las simulaciones revelan que a
menudo se redirigen al sistema solar interior. (…) La mayoría de las partículas que pasaron a
través del sistema solar interior en las simulaciones tenían períodos orbitales menores de 20
años. (2019)
Sin duda, este tipo de simulaciones contribuye bastante a la comunidad científica, pues ayuda a
entender con mayor facilidad cómo sucedieron los hechos en el pasado y qué los pudo causar, como en
el caso del Bombardeo Intenso Tardío. En un futuro, también se espera que estos métodos sigan
aportando información valiosa que nos dé una idea del funcionamiento de nuestro Sistema Solar y el
universo observable, si es posible, usando métodos probabilísticos.
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Referencias
Grazier K.R., Horner J., Castillo-Rogez J.C. (12 de octubre de 2019). La relación entre los
centauros y los cometas de la familia Júpiter con implicaciones para los impactos de tipo K – Pg. Avisos
mensuales de la Royal Astronomical Society. Volumen 490, Número 3.
https://doi.org/10.1093/mnras/stz2872
Final del Bombardeo Tardío (s.f). Museo del Tiempo. Recuperado el 8 de diciembre de 2020 de
http://www.museodeltiempo.org.uy/efemerides/efem1.html
Riveiro, A. (18 de abril de 2018). ¿QUÉ FUE EL BOMBARDEO INTENSO TARDÍO? Astrobitácora.
https://www.astrobitacora.com/que-fue-el-bombardeo-intenso-tardio/