Biografías
Biografías
Biografías
Juan Pablo Duarte y Díez, nacido en Santo Domingo, el 26 de enero de 1813, fue un militar,
político, activista y Fundador de la República Dominicana.
Es junto a Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, uno de los Padres de la
Patria y fundadores de la República Dominicana. Ideó y presidió la lucha de varias
organizaciones civiles-político-militares clandestinas como La Dramática, La Filantrópica y
La Trinitaria, creadas para luchar contra la invasión haitiana y por la independencia de la
República Dominicana.
Duarte vivió exiliado en Venezuela debido a los conflictos políticos y militares que existían
en la República Dominicana los cuales constituían un serio peligro para su vida. En
Venezuela fue recibido y acogido haciendo de esta tierra su segundo hogar, vivió
aproximadamente 4 años en los llanos venezolanos, específicamente en el hoy Estado
Apure, siendo el único municipio de donde se tiene constancia de su existencia, el
municipio Achaguas donde vivió por 3 años. Posteriormente regresó a Caracas en 1849
para recaudar fondos y volver a República Dominicana que había sido anexada a España
por Pedro Santana, regresa a su Patria, pero el gobierno restaurador del presidente
Salcedo le pide que vuelva a Venezuela en misión diplomática como ministro
Plenipotenciario para solicitar el apoyo del gobierno del Mariscal Falcon a la causa de la
Restauración de la Independencia dominicana. Duarte, aunque no muy de acuerdo con la
misión, regresa a Caracas y cumple hasta donde le es posible. Terminada su misión
diplomática se queda a vivir en este país donde falleció en Caracas el 15 de julio de 1876.
Sánchez era hijo de Olaya del Rosario Belén (1791–1849), una mujer mulata de tez clara
con antepasados tanto europeos (canarios) como africanos, y Narciso "Seño Narcisazo"
Sánchez Ramona (1789– 1869), un hombre alto que descendía mayoritariamente de
esclavos. Por su diferente condición racial y socioeconómica (siendo la de su esposa Olaya,
mucho mayor a la de él), tuvieron que casarse tras una autorización especial del alcalde de
la ciudad.
durante el periodo de 12 años bastante conocido por los dominicanos como España Boba.
Este período estuvo plagado de una crisis tanto económica como cultural, en vista de que,
cuando Juan Sánchez Ramírez consiguió que la "Junta de Bandillo" a finales de 1808
decidiera volver a España o reincorporarla tras vencer al gobernador Jean-Louis Ferrand en
la Batalla de Palo Hincado, quien aplicó el Tratado de Basilea en 1804, mediante el cual
España cedió la parte este de la Isla a Francia en 1795. España estaba bajo la invasión
napoleónica, lo que impidió cumplir con los requerimientos de la colonia reconquistada.
Un día, mientras asistía a clases de filosofía, se le acercó Juan Pablo Duarte, quien también
asistía a estas clases y quedó inmediatamente intrigado por el nivel intelectual de Sánchez.
En 1838, Duarte fundó el movimiento La Trinitaria, una organización nacionalista que
pretendía llevar la libertad al pueblo dominicano, que durante este tiempo vivía en la
tiranía bajo el dominio haitiano. El objetivo principal de este movimiento era no solo
derrocar el gobierno haitiano de Santo Domingo, sino también establecer un estado
independiente libre de cualquier potencia extranjero. Al ver a Sánchez como un candidato
perfecto para la membresía, Duarte no lo pensó dos veces antes de reclutarlo. Sánchez
había viajado a Estados Unidos y Europa cuando era joven. Su visión de la causa fue la
típica meta republicana del Siglo de la ilustración.
Esa noche del 27 de febrero, Sánchez y sus hombres marcharon hasta la punta de la Puerta
del Conde. Mella, recién llegado a la ciudad, disparó al aire su legendario trabuco,
mientras Sánchez izaba la primera bandera dominicana independiente, gritando a todo
pulmón la consigna nacional, "Dios, Patria, Y Libertad", proclamando al mundo el
nacimiento de una nueva nación independiente: La República Dominicana. Sánchez tenía
apenas 26 años cuando esto ocurrió.
Sánchez, dos veces héroe y padre fundador de la República Dominicana, fue asesinado a
balazos el 4 de julio de 1861 en San Juan de la Maguana, a la temprana edad de 44 años.
Entre otros estaban: Félix Mota, Domingo Piñeyro Boscán, Rudecindo de León, Francisco
Martínez, Julián Morris y Morris, Juan Erazo, Benigno del Castillo, Gabino Simonó Guante,
Manuel Baldemora, José Antonio Figueroa, Pedro Zorilla, Luciano Solís, José Corporán (o
Ciprián), Juan Gregorio Rincón, José de Jesús Paredes, Epifanio Jiménez (o Sierra), Juan
Dragón, León García y Juan de la Cruz.
Biografía de Matías Ramón Mella.
Ramón Matías Mella Castillo, nació en Santo Domingo de Guzmán, el 25 de febrero de 1816, fue
un militar y político dominicano. Es uno de los Padres de la Patria de la República Dominicana junto
a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez.
Sus nombres son frecuentemente intercambiados y suele ser llamado Matías Ramón Mella,
aunque no existe ninguna información que lo sustente, por el contrario, todos sus documentos
oficiales certifican que su nombre fue Ramón Matías Mella por lo que se desconoce el origen de
este cambio1
Como miembro del movimiento independentista, Mella encarnó la expresión militante y decidida,
siendo conocido por haber disparado su trabuco la noche del 27 de febrero de 1844 en la Puerta
de la Misericordia, que dio comienzo de esta forma a la revuelta por la independencia. De los
fundadores de la República, Mella fue el más apto para las actividades militares. Su habilidad como
estratega contribuyó significativamente a lograr la independencia dominicana, hecho que puso fin
a la ocupación haitiana. Más tarde, se incorporó al movimiento restaurador contra la anexión a
España, realizada por el terrateniente Pedro Santana en 1861.
Mella era hijo de Antonio Mella Álvarez y Francisca Javier Castillo Álvarez, ambos de ascendencia
mayoritariamente española. Tenía otros dos hermanos llamados Idelfonso y Manuela Mella
Castillo. Varios personajes ilustres de la historia colonial de las Américas se pueden encontrar en el
árbol genealógico de este general. Entre sus ancestros, figuran el conquistador Rodrigo de Bastidas
(fundador de la ciudad de Santa Marta, en Colombia), Gonzalo Fernández de Oviedo (reconocido
por ser el primer cronista de América) e Ignacio Pérez Caro (gobernador de Santo Domingo durante
1656-1706). Desde muy joven, se dice que tuvo un talento brillante en el manejo de la espada.
Desde su adolescencia, fue conocido por ser valiente e intrépido. Se sabe que paso los primeros
años de su vida involucrándose en trabajos productivo para su sociedad.
En algún momento de 1838, Mella conocería al líder revolucionario Juan Pablo Duarte, quien en
ese momento buscaba reclutar nuevos miembros para el movimiento nacionalista La Trinitaria, una
organización secreta cuyo principal propósito era establecer una nación independiente para liberar
a los dominicanos del yugo haitiano bajo la dictadura de Jean-Pierre Boyer. Mella aceptó
felizmente este reclutamiento. También le presentarían a otros nuevos miembros como José María
Serra de Castro, Feliz María Ruiz y Francisco del Rosario Sánchez. Mella y Sánchez marcarían
posteriormente un momento revolucionario en la historia dominicana.
Duarte vio en Mella, un hombre de gran disciplina y liderazgo, características a las que Duarte
consideró perfectas para sustituir como candidato a Juan Nepomuceno Ravelo, tras el fracaso de su
llegada, por la comisión de Duarte. Mella, por deseo Duarte, fue enviado al pueblo haitiano de Los
Cayos, con la misión de buscar aliados para formar un movimiento de reforma, con el propósito de
derrocar al régimen de Boyer. Allí, Mella se hospedó en la casa de Jérôme-Maximilien Borgella, un
general y político haitiano, quien también fue excomandante de Santo Domingo. Mientras tanto, la
aceptación de Boyer había comenzado a decaer por la excesiva subida de impuestos, cuyos
beneficios no revertían a la población sino a Francia, a la que Boyer había prometido una
compensación a cambio de reconocer la independencia. Surgieron así grupos opuestos al régimen
de Boyer en el mismo Haití. En ese momento de 1843, la isla se había sentido cada vez más
frustrada con la dictadura represiva de Boyer, combinada con su respuesta negligente luego de un
terremoto repentino que había golpeado a Haití un año antes, y estaban conspirando para
derrocar al gobierno, una situación a la que Duarte creía que podría ser utilizado como una
ventaja.
Posteriormente, Mella entró en contacto con el líder opositor haitiano Charles Hérard, quien a su
vez lideró el movimiento reformista. Desconocía por completo el motivo revolucionario de los
dominicanos. Juntos lograron derrocar a Boyer en 1843, poniendo así fin finalmente al reinado de
tiranía de Boyer de una vez por todas.
Mella partió de Los Cayos, y se trasladó al Cibao Central para seguir impulsando su Idela
republicana. Sin embargo, Hérard, quien ahora era el presidente de Haití, se enteró de los
verdaderos motivos de Mella y sus compañeros y viajó a la parte oriental de la isla para arrestar a
los conspiradores. Encarcelaría a Mella en Puerto Príncipe, donde permaneció dos meses. Sin
embargo, en esta misma ciudad estalló una rebelión contra Hérard, quien solo pudo dominar con
la ayuda de Mella y los veteranos encarcelados a quienes liberó. Pero con sus planes
revolucionarios ahora dados a conocer a los haitianos, algunos de sus seguidores sintieron que su
tapadera estaba descubierta, a lo que Mella responde de inmediato gritando:
"No hay tiempo para volver atrás, tendremos que ser libres o morir… ¡Viva República Dominicana!"
Aprovechando el momento, Mella y sus seguidores marcharon hacia Santo Domingo, capturaron la
parte este de la isla, lideraron el asalto del Fuerte San Gil por parte de las fuerzas dominicanas y
declararon formalmente su independencia de Haití más la proclamación de la República
Dominicana en febrero de 1844.
Se dice que la noche del 27 de febrero de 1844, mientras se reunía con otros conspiradores en la
Puerta de La Misericordia, Ramón Matías Mella disparó un tiro para acabar con la vacilación que
amenazaba con fracasar. Disparó su trabuco y los patriotas marcharon hacia el baluarte de San
Gennaro (hoy Puerta Conde), donde otro patricio, Francisco del Rosario Sánchez, proclamó al
mundo el nacimiento de la República Dominicana. Fue ministro de Hacienda de la República
Dominicana de 1849 a 1850.4
Tras la proclamación de la Primera República, Mella participó en la Junta de Gobierno Central,
ejerciendo Sánchez como presidente. Por la misma época, Mella había partido hacia el Cibao para
alistar al francés José María Imbert como segundo al mando del recién constituido Ejército
Nacional que luego se convertiría en el Ejército Libertador. Mella también asumiría el cargo de
gobernador de Santiago y delegado de la Junta de Gobierno Central, actuando como jefe político y
general del ejército.
Pero en ese momento, Mella recibió noticias desde Cabo Haitiano de que el nuevo presidente
haitiano, Jean-Louis Pierrot, que no aceptaba la independencia de República Dominicana, se
acercaba a Santiago. Con esta repentina actualización, Mella sale de gira por la región no solo para
advertir a sus camaradas, sino también para reclutar más soldados, no sin antes dar instrucciones a
Imbert, quien ahora era el teniente para combatir el ataque que se avecina. Esto fue un éxito, ya
que las fuerzas de Imbert pudieron repeler el ataque y expulsar al ejército haitiano del país en la
Batalla de Santiago.
A pesar de que se aseguró la independencia del país, la nación todavía estaba en crisis. Tras la
conclusión de la guerra, Santana había heredado un gobierno en bancarrota que estaba al borde
del colapso. El desgobierno de su poder, así como las secuelas del gobierno corrupto de Báez,
agotaron drásticamente el tesoro de la nación. Ante la crisis económica y temeroso de otra
invasión de Haití, Santana recurrió a una potencia extranjera en busca de protección. Finalmente
llegó a un acuerdo con la reina Isabel II en 1861. A cambio de privilegios honorarios, intervención
militar y económica, Santana acordó devolver a la República Dominicana a su estado colonial.
España, que ya estaba perdiendo el control de la mayoría de sus antiguas colonias, aprovechó esta
oportunidad para reinsertar su control en América Latina. Estados Unidos, ocupado con su Guerra
Civil, no pudo hacer cumplir la Doctrina Monroe.
Esta decisión provocó un revuelo nacional entre la población. Mella, por supuesto, no aceptó esto
y junto con sus compañeros patriotas prometió su total oposición a la anexión. Duarte salió de
Venezuela y corrió al lado de sus camaradas en la lucha por la independencia. Sánchez, con el
apoyo del presidente haitiano Fabre Geffrard, lideró una invasión desde Haití hasta que finalmente
fue capturado y ejecutado el 4 de julio de 1861. Mella, a pesar de que ahora estaba luchando
contra la disentería, no dudó y se unió a causa. Recorrió numerosos sectores del sur, con la tarea
de reunir tropas de restauración para el general Pedro Florentino. Por los aportes de él, fue
nombrado Ministro de Guerra, en el cual su primer acto en este cargo fue crear un manual de
guerra para los soldados, el cual elaboró en enero de 1864.
En el momento del Grito de Capotillo (16 de agosto de 1863), ya muy enfermo, Mella se
desempeñaba como vicepresidente de la República Dominicana en el gobierno de la Restauración.
Continuaría ocupando este lugar en el cargo por el resto de su vida. Antes de fallecer, Mella pidió a
sus seguidores que el día de su muerte, que sus restos fueran envueltos alrededor de la bandera
dominicana. Viviendo sus últimos años en Santiago, Mella continuaría sirviendo a sus deberes y
propósitos.