Segunda República
Segunda República
pero se encontraron con una fuerte posición. La división entre derechas e izquierdas género
un clima de violencia social, que, tras la victoria del Frente Popular desembocó en una
sublevación militar que sea caso, lo que provocó el inicio de la Guerra Civil. Una guerra que
duró 3 años y causó miles de muertos, refugiados, exiliados, además de una grave crisis
económica.
El golpe de Estado fue del 17 al 18 de julio como delante de la victoria del Frente Popular en
las elecciones y seguido el 16 de julio se sublevan las tropas en Marruecos con ayuda de
Alemania e Italia, el ejército sublevado, paso a la península al frente del general Franco
quién había sido trasladado desde Canarias a Marruecos. El gobierno republicano antes de
este golpe había trasladado a los generales sospechosos de conspiración lejos de Madrid,
pero reacciona tarde, con pasividad e indecisión. Quiroga jefe de gobierno republicano
dimite y Azaña pide a Diego Martínez Barrio que forme gobierno con todas las fuerzas
políticas para intentar frenar la sublevación, pero fracaso y emitió, siendo nombrado Giral
quién entrego armas de la organización política y sindicales republicanas.
Este pronunciamiento fracasan algunas partes de España lo que hace que se haga una
visible división en España con el bando sublevado y republicano. El pronunciamiento triunfo
en Castilla como Álava, Castilla y León, Galicia… pero fracaso en Madrid, Cataluña,
Asturias… por lo que a partir del 18 de julio existían dos España.
Los sublevados, estuvieron apoyados por falangistas, carlistas, monárquicos, la mayoría de
la acera y parte de la Lliga Catalana; latifundistas y alta burguesía que impulsaron iniciar en
el golpe. Dentro de las Fuerzas Armadas contaron con oficiales y soldados. Tras la muerte
de Sanjurjo, crearon la Junta de Defensa de nacional con el fin de organizar la zona y evitar
conflictos de poderes.
La República tuvo el apoyo de la izquierda como al proletariado urbano como los jornaleros
y la pequeña burguesía progresista; oficiales y soldados de la aviación y Marina. Uno de sus
problemas es que parecido de unidad militar y política, las milicias populares organizadas
por los sindicatos fueron un impedimento para la unidad política y contribuyó a perder la
guerra. Los dos bandos tuviera un apoyo exterior, el bando sublevado recibió ayuda del
armamento y soldados de parte de Alemania Italia. La República se vio perjudicada por la
política de neutralidad impulsada por Francia y Gran Bretaña y que se materializó la
creación de un comité de no intervención pero recibió ayuda de la URSS; lucharon
voluntarios extranjeros que fueron las Brigadas Internacionales pagadas con el oro del
Banco de España. En los inicios del conflicto los bandos intentaron consolidar posiciones,
siendo el objetivo ocupar Madrid primero lo intento Mola, después Franco, pero fracasaron.
El gobierno republicano se trasladó a Valencia, dejando organizada una junta de defensa.
Ante el fracaso de ocupar Madrid, los sublevados intentaron cortar las vías de
comunicación, y Franco decidió dirigir la lucha hacia el Norte . Se lanzó una importante
ofensiva contra el País Vasco ayudados por la aviación alemana Legión Cóndor, bombardeo
Guernica con el norte ocupado por el Frente Nacional, y para frenar una posible ofensiva
sobre Madrid, los republicanos se reorganizaron y se inició la ofensiva sobre Teruel en un
primer momento lograron controlarlo, pero en el Ejército Nacional lo asedio y la volvieron a
controlar. Franco inicio el avance sobre el valle del Ebro con el objetivo de romper el área
este republicana. Cuando consiguió llegar a Mediterráneo, rompió en dos el territorio fiel a la
República. Para detener el avance sobre Valencia y Cataluña los republicanos intentaron
obtener una paz negociada, y lanzaron una ofensiva sobre el Ebro, y resultó ser un fracaso.
Tras ganar la batalla del Ebro los sublevados prepararon la ocupación de Cataluña, que fue
ocupada sin apenas resistencia con la caída de Cataluña se derrumbó la República.
Francia y Gran Bretaña habían reconocido el gobierno de Franco, mientras Negrín junto con
los comunistas intentaban resistir en Madrid. El 29 de marzo los sublevados ocuparon
Madrid y el 1 de abril Franco anunciaba que la guerra había terminado.
Durante la guerra, ambos bandos sufrieron cambios entre sus dirigentes e idearios políticos.
En el bando republicano, tras el estallido del golpe, Quiroga dimitió y Diego Martínez Barrio
formó un nuevo gobierno que trató de negociar el fin de la guerra. Más tarde, Azaña nombró
a José Giral jefe de gobierno y repartió armas entre las milicias, pero desmembró el poder
republicano. Desde el inicio, en el territorio republicano se desató una ola de violencia
contra los que apoyaron la sublevación, y la ausencia de un mando único dificultaron las
operaciones militares. Al mismo tiempo, se llevaba a cabo una revolución socioeconómica
que se reflejó en la ocupación y reparto de tierras así como en la confiscación de industrias,
el gobierno dictó normas centralizadoras. Giral dimitió y se creó un gobierno de coalición
dirigido por Largo Caballero, el objetivo fue acabar con la dispersión de poderes y
reconstruir el Estado. Pero surgieron diferencias entre las tendencias que formaban el
gobierno: los socialistas y republicanos querían llevar a cabo una revolución después de
ganar la guerra, y los comunistas unían guerra y revolución. Los problemas internos del
gobierno hicieron que en mayo de 1937 se formara un Gobierno de Concentración con Juan
Negrín a la cabeza. Intentó reconstruir la autoridad del Estado, centralizó los recursos para
paliar el debilitamiento, nacionalizó la economía y se creó una industria de guerra. Redactó
el Programa de los 13 puntos con las bases para finalizar la guerra y los principios políticos
que debían regir la república. Las críticas a Negrín debilitaron al gobierno republicano, quien
ya se inclinaba hacia el final de la guerra.
Mientras, el bando sublevado no tenía un claro planteamiento político y usó al ejército como
eje vertebrador para la formación de un nuevo Estado. A la muerte de Sanjurjo, se creó la
Junta de Defensa Nacional que asumió funciones administrativas y militares, proclamó el
estado de guerra e inició una fuerte represión contra los republicanos. Además, prohibió los
partidos políticos, los sindicatos y la reforma agraria. Franco fue nombrado Generalísimo de
todos los ejércitos y jefe del Gobierno del Estado, después pasó a llamarse Caudillo y
concentró todos los poderes. Formó la Junta Técnica del Estado para actuar como gobierno
y la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista
(JONS), que fue el partido único. En 1938, firmó la Ley de Administración del Estado que le
otorgaba todos los poderes. Durante el último año de guerra formó un gobierno de
integración que anuló toda la obra republicana y realizó una política económica
intervencionista. Redactó el Fuero del Trabajo, donde se establecía las relaciones laborales
mediante el sindicato vertical. Promulgó la Ley de Prensa e Imprenta por la que los medios
de comunicación estaban al servicio del Estado, y la Ley de Responsabilidades Políticas por
las que encarceló y ejecutó a sospechosos de apoyar a la República.