Trabajo Final
Trabajo Final
Trabajo Final
16 DE ENERO DE 2023
Tras la caída del muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, Francis Fukuyama
proclamo el fin de la historia, dado que la democracia y el capitalismo por fin
habían triunfado en el mundo, Francis decía que se venía una nueva era de
prosperidad, en la cual Estados Unidos iba a triunfar, sin embargo, para el año
2018 estas ideas tan optimistas ya solo eran algo del pasado, pues sucedieron
demasiados problemas que confirmaron que esta teoría no iba a ser cierta, para el
2008 hubo una crisis financiera la cual demostró que el capitalismo no era ni
eficiente, ni estable en la economía mundialista, después de esto estadísticas
demostraron que solo los que estaban en lo alto de la pirámide eran quienes iban
a triunfar y el problema que dio por sentado que estas ideas eran eufemismos fue
la gran duda que había en el momento sobre los electorados democráticos.
Aunque las políticas económicas lograron evitar otra Gran Depresión, esto tuvo
consecuencias en el sistema político, el que Hilary Clinton le dijera “deplorables” a
quienes apoyaban a su oponente fue otra manera más de ver la actitud inmoral
que se tenía en el momento por parte del gabinete que tenía el gobierno. Por más
de tres décadas en la cuales los republicanos decían que el gobierno no podía
resolver ningún problema, las personas ya no esperaban que esto se hiciera de
otra manera, por lo tanto, lo único que querían es que dieran la cara por ellos, sus
ciudadanos, sin embargo, en la crisis del 2008, el gobierno estuvo a favor de la
elite y no de su pueblo, quienes eran las personas que más ayuda necesitaban en
el momento. Aunque el expresidente Clinton decía que la economía lo era todo, su
simplificación no era del todo cierto, puesto que la economía no había funcionado
lo suficientemente bien para todo el país, dado que solo era gratificante para los
que estaban en la elite. Sin duda alguna lo que sucedió en ese momento es un
problema que se vive actualmente, sin embargo, no solo se abra de la brecha
económica, sino también de un problema a nivel político.
Estados Unidos tiene una elite muy reducida, la cual controla una gran parte de la
economía del país, un ejemplo de que esto es verdaderamente cierto es el hecho
que solo tres personas, como lo son Jeff Bezos, Bill Gates y Warren Buffett, tiene
una fortuna que equivale a más de la mitad del dinero que posee la población
estadounidense.
Esta nación surgió como una democracia representativa en la cual, a los Padres
Fundadores, les preocupaba que la mayoría oprimiera a la minoría y por eso
crearon salvaguardas en la Constitución que existen hace más de 200 años, sin
embargo, las cosas han evolucionada de una manera distinta a la pensada hace
algunas décadas, puesto que, si bien la minoría política con la que cuenta Estados
Unidos actualmente no oprime a la mayoría, la domina. Los estadounidenses en
sus elecciones han votado mayormente por demócratas para el Congreso, pero
debido a los fraudes que ha habido, estos nunca llegan al poder, puesto que se lo
quitan los republicanos, eso mismo también pasa en el Senado, que en su
mayoría los ciudadanos votan por los demócratas y quienes terminan a cargo son
los republicanos. Los salvaguardas no han funcionado correctamente puesto que
la minoría ha decidido tomar control de todo aquello que no le compete.
Dicho esto, hay una manera en la cual se puede recuperar una nación compartida,
en la cual las minorías no tengan el poder absolutista, pero para esto se debe
comprender las principales fuentes de riqueza, las cueles son: la productividad,
creatividad, vitalidad de los habitantes del país y los avances científicos y
tecnológicos que se han dado.
La compresión del proceso que llevan a cabo las naciones para obtener un
progreso se puede evidenciar en el texto conocido de Adam Smith, “La riqueza de
las naciones”, publicado en 1776, también considerado como el libro que trata
sobre la economía moderna. En el momento del libro en el que Smith narró la
revolución industrial, no se centró en lo que hoy da pies a la auténtica riqueza de
las naciones, pues se centraba en la industria y el comercio, mostrando ventajas
que atraían los grandes mercados para la especialización. Aunque fueron temas
muy interesantes, este autor no abordó temas como la investigación y desarrollo,
ni mucho menos de los diferentes progresos en el conocimiento derivado de la
experiencia; la razón de estos enfoques se debía a que los avances tecnológicos y
el aprendizaje desempeñaban un papel secundario en la economía del siglo XVIII.
La evolución que ha presentado la ciencia ha sido una de las bases para el
progreso de diferentes campos como la economía la política y la organización
social, así mismo, en relación con la revolución científica, la ilustración. El avance
de todos los aspectos mencionados anteriormente, dieron vía al aumento de la
población, por ende, al aumento del producto per cápita que tiene un país.
Conforme iba avanzando la sociedad, el pensamiento de algunos países empezó
a mejorar, controlando el crecimiento demográfico, lo cual a su vez ayudó a
mejorar la calidad de vida que estos presentaban.
Los niveles de vida, que por muchos años fueron estables en todo el mundo,
empezaron a desarrollarse rápidamente en distintos países, como se puede
observar en la figura #1; aun así, muchas personas destacaban que los niveles de
vida no aumentaron en la misma proporción para todas las personas del país,
pues para algunas personas, las revoluciones o la segunda guerra mundial, eran
la puerta para que sus vidas empeoraran; ante esto, la calidad de vida de algunas
personas si mejoró, pero la brecha de desigualdad también, generando más
inseguridad en algunos países, como fue el caso de Estados Unidos.
Ante la situación que presentó Estados Unidos, la Era Progresista y el New Deal
moderaron la explotación del poder de mercado e intentaron abordar los errores
que había dejado en evidencia, los grandes niveles de desigualdad e inseguridad
en la que se encontraba el país. Con el paso de las presidencias, se buscaban
proyectos de protección y mejoramiento de la seguridad, enfrentando una guerra
contra la pobreza. El siglo pasado, muchos países desarrollaron la sociedad de
clase media, la cual es un grupo de personas que viven más y mejor, teniendo
acceso a viviendas. Sin embargo, la evolución de la economía no fue exactamente
fluida, pues existieron grandes episodios de crisis que atravesó la misma, uno de
los más fuertes, fue la gran depresión que se presentó en el año de 1929 en
Estados Unidos, crisis de la cual dicho país no pudo recuperarse hasta la segunda
guerra mundial. Después de la guerra mundial, los países más avanzados se
comprometieron a mantener el pleno empleo en sus respectivas economías.
En el campo de la judicatura, Trump una vez más demostró que usó el poder que
le otorgaba su cargo para pasar por encima de la ciudadanía, pues cuando un
tribunal dictaba una sentencia que no era de su agrado, se encargaba de hacer
comentarios al respecto y de buscar la manera de posicionar jueces que en su
mayoría eran incompetentes para esos cargos, a costa de que las decisiones que
se tomaran fueran de su total beneficio y agrado. Trump se encargó de que sus
ataques fueran directamente ante las verdades reveladas, pero aun así no es el
único culpable de que sus ideas tuviesen tanto eco, pues los medios de
comunicación apoyan mucho y convencen a la gente, el claro ejemplo son las
diferentes industrias que logran persuadir al cliente para que compren su producto
o servicio sin importar que tan malo resulte; de esta manera, Trump logró evadir la
decisión y postura de muchas personas.
Aunque resulte complejo comprender el apoyo que brindan muchas personas a los
ataques principales que realiza Trump a las diferentes instituciones, es fácil
entender porque gran parte del país se encuentra en desacuerdo con el sistema
económico que plantea el estado. Las élites de ambos partidos realizaron
promesas respecto a cuáles serían las reformas que debían implementarse en
cuatro décadas pasadas y nunca las cumplieron. Asimismo, prometieron que la
reducción de impuestos a los ricos, la globalización y la liberalización del mercado
financiero llevaría al país a un crecimiento más rápido y estable. Acto que no
sucedió, por lo que cuando Trump definió el proceso de amañado, tuvo mucho eco
en diferentes factores. Por ello, no es sorprendente ver como los factores
mencionados, hayan provocado cierta incredulidad sobre las élites y las
instituciones del conocimiento en donde las élites adquirieron su conocimiento.
Según las élites, la globalización conduciría a la reducción de los salarios
laborales no especializados, a menos de que el gobierno acoplara medidas para
evitar esto. Además, señalaron que la liberalización financiera conduciría a la
instabilidad, pero los jefes de la liberalización del mercado y de la globalización, se
encargaron de callar dichas advertencias. Cualquiera que haya sido la razón, todo
el país atravesó una etapa de negligencia cuando dichas advertencias ignoradas
empezaron a suceder, haciendo cada vez más grande la brecha de inseguridad y
desigualdad; pues las élites se basaron principalmente en el comportamiento del
PIB sin importar de qué manera afecta a las personas. Estas acciones son
consideradas como una falta de respeto tan grande como la crisis económica que
se encontraba enfrentando la sociedad.
Hasta el momento hemos visto que la verdadera riqueza de una nación se basa en
los cimientos de la ciencia y el conocimiento, y en las instituciones sociales que se
han forjado a lo largo de los años para poder vivir de una manera pacífica y ayudar
al bien común, a su vez se describió la amenaza tan grande que representa Trump
y otros políticos como él para Estados Unidos, en donde se puede decir que lo
único que buscan es acabar con las instituciones que demuestran la verdad y
contra la democracia en sí.
Hay una teoría alterna sobre lo que genera la riqueza de las naciones, la cual ha
dominado el país durante los últimos 40 años, esta hipótesis es bastante antigua y
a su vez muy difundida, puesto que trataba acerca de qué la economía funciona
mucho mejor si las cosas no quedan en manos del libre mercado. Lo que se
quería pretender al implementar esta teoría, era la agrupación de datos relativos a
la pobreza y el poder dejar de hablar de la desigualdad social, centrándose
principalmente en la competencia que prevalece siempre en el mercado en lugar
del poder que tenían las empresas dominantes en este.
Es aquí donde vemos que el excesivo poder que se tiene en unas manos de unas
pocas personas, es una de las razones por las cuales los mercados de hoy en día
no funcionan correctamente. El hecho de que hay demasiadas personas que
cuentan con un ingreso bastante bajo para llevar una vida decente y unas cuantas
pocas que cuentan con un capital de más de la mitad del dinero que tiene toda la
población estadounidense, es algo por lo cual se puede decir que Estados Unidos
es uno de los países en dónde sus políticas económicas y fiscales han ido cada
día en picada y su brecha social es bastante amplia, sin embargo, esto se
evidencia de una manera más fuerte cuando hay una alta tasa de desempleo, los
dos ejemplos más claros para esto fueron la Gran Depresión de los años treinta y
la Gran Recesión en el 2007, en donde las políticas gubernamentales no operaron
de manera correcta la cual hubiera podido mejorar la situación del país, para así
no entrar en una recesión económica.
El gobierno además de garantizar el empleo ¿Tiene algún otro papel que deba
desempeñar en los mercados? Para dar una respuesta a esta pregunta nos
encontramos con que debemos comprender que los mercados no son un fin, sino
un medio para alcanzar un fin, en dónde la meta a lograr es una sociedad más
próspera. Comprendiendo esto la duda que se genera es: ¿Los mercados generan
prosperidad para toda la población y no solo el 1% que vive en la élite? Para poder
dar una respuesta a esta pregunta nombramos a la mano invisible de Adam Smith,
en donde nos dice qué la búsqueda del interés propio conduce al bienestar de
toda la sociedad; esta es una de las más importantes ideas dentro de la economía
moderna, en dónde también nos resaltan la fuerte participación que tiene el
gobierno en una economía de mercado, dado que para que esté operé bien por su
cuenta y el Estado no tenga nada que ver con este, deben cumplirse una serie de
condiciones dentro de las cuales se encuentra que: tiene que haber una fuerte
competencia, la información del mercado debe ser perfecta, las acciones de las
empresas no pueden causar daños o perjuicio, sin embargo, estas condiciones
nunca se llegan a cumplir, por lo tanto esto se llega a entender como que el
mercado falla en su rendimiento si la mano del estado no interviene.
Se puede decir que para que haya una economía dinámica e innovadora, el sector
privado debe invertir más dinero tanto en investigación básica, cómo en
infraestructura y educación, sin embargo, al no suceder esto, el gasto debe ser
financiado de alguna u otra manera, lo cual sin duda alguna requiere de impuestos
para ello. El ministro de finanzas de Suecia dice que la economía de su país
marcha muy bien porque sus impuestos son elevados, dado que los suecos
entienden qué para que exista una nación próspera se requiere un elevado gasto
público el cual va destinado para la infraestructura, la educación, la tecnología y la
seguridad social. Está conclusión dada por el ministro de finanzas de Suecia, se
opone totalmente a lo que es la política reaganista la cual habla sobre el subsidio
a la oferta, que se basa principalmente en los bajos impuestos impulsarían la
economía y que la regularización la librería, y a su vez la unión de ambas daría
por sentado lo que es el crecimiento económico, sin embargo, tras las
implementaciones que se dieron, se notó principalmente que el crecimiento
económico no fue lo esperado y disminuyó, es aquí donde se trajo consigo la
recesión de 1991, 2001 y la más grande que fue la del 2008, en dónde
evidentemente para lograr un buen funcionamiento económico se debe tener más
en cuenta que el hecho de reducir los impuestos y debilitar la regulación.
Las políticas económicas de Reagan son una versión que quería implementar
Trump en el siglo XXI, en donde lo único que tenían para ofrecer al país era más
rebajas fiscales para los ricos y sus corporaciones, menos regulaciones y un papel
del Estado aún más restringido, el cual es una abominación para el pueblo
estadounidense.
Se deben forjar nuevas reglas que permitan que en Estados Unidos haya igualdad
social, en donde todos puedan tener las comodidades para poder vivir una vida
decente, que sea tan siquiera de clase media. No es un camino sencillo, el
cambiar todas las ideas y superar los dogmas de que los mercados se regulan por
si solos y no necesitan de nada o de que el Gobierno es ineficiente en lo que son
sus labores, no va a ser algo fácil como lo hemos podido evidenciar, pero el
sistema necesita un buen ajuste para poder que la sociedad pueda vivir una vida
plena.
CONCLUSIONES
La riqueza de un país se define por la calidad de vida con la que cuenten las
personas, pues, aunque los ahorros que realice una economía los puede llegar a
solventar ante diferentes crisis que se puedan presentar, un país no es rico si por
acumular dinero, sus habitantes se encuentran padeciendo diferentes dificultades.
El progreso de un país no depende solo del sector económico, pues la base de
todo progreso es la educación, y en este caso, Trump y sus grandes
pensamientos y convicciones conservadores, se encontraba totalmente decidido a
demeritar cada esfuerzo y dinero que se dirigía para estas instituciones, sin
importar que tan grave fueran las consecuencias futuras, como lo podría ser la
escasez de nuevos hallazgos, nuevos inventos y, por ende, la caída y desprestigio
de todo el esfuerzo por conseguir la calidad de vida con la que cuenta la
ciudadanía hoy en día, esto para algunas personas, pues el objetivo principal del
presidente Trump se fijó en abrir cada vez más la brecha de desigualdad, dejando
a las clases bajas con menos recursos y apoyando con diferentes beneficios
tributarios a los empresarios.