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Leyendas Argentinas

La leyenda cuenta la historia de Anahí, una joven indígena que amaba cantar y defender su tierra natal. Cuando invasores atacaron, Anahí luchó para proteger su tribu pero fue capturada. Logró escapar pero fue perseguida y atada a un árbol para ser quemada viva. Mientras las llamas la envolvían, su hermoso canto convirtió al árbol en un ceibo cubierto de flores rojas, en su honor. La flor del ceibo ahora representa su espíritu guerrero y fue declarada
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La leyenda cuenta la historia de Anahí, una joven indígena que amaba cantar y defender su tierra natal. Cuando invasores atacaron, Anahí luchó para proteger su tribu pero fue capturada. Logró escapar pero fue perseguida y atada a un árbol para ser quemada viva. Mientras las llamas la envolvían, su hermoso canto convirtió al árbol en un ceibo cubierto de flores rojas, en su honor. La flor del ceibo ahora representa su espíritu guerrero y fue declarada
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Leyendas Argentinas: La flor de Ceibo

Cuenta la leyenda que una joven indiecita de nombre Anahí solía


correr por los prados y bosques del noreste Argentino.

Anahí, no había nacido con demasiada belleza, sin embargo la dulzura


y amor que transmitía al cantar permitía que todos los que la oyeran
se enamoraran de su hermosa voz. Así, era conocida Anahí en sus
tierras, a las que ella adoraba y admiraba por sus hermosos paisajes
entre verdes praderas, bosques, cascadas y sierras.

Mientras caminaba por los bosques y sierras, Anahí cantaba y, de este


modo alegraba con su cantar a quien deseara escucharla. Solían decir
que era el canto de un pájaro, por su dulzura y amor.

Pero un día, llegaron invasores y los guerreros de su tribu comenzaron


a defenderse. Los invasores venían a buscar las tierras y, a su paso,
saqueaban y mataban a todo aquel que se presentara.

La lucha duró varios días y Anahí, aunque frágil y joven, participaba de


aquellas batallas con el deseo ferviente de defender la tierra que tanto
amaba. Luchaba como el mejor guerrero de su tribu pero un día, la
secuestraron dos soldados. Ella se resistió pero a pesar de su
agilidad, no pudo liberarse. Así fue cautiva de los soldados quienes la
tomar como prisionera.

Durante la noche, Anahí logró escaparse pero al salir de su prisión, se


encontró con uno de los soldados que la había tomado por prisionera,
entonces Anahí, lo mató y huyó rápidamente. El ruido que se produjo
en la lucha con ese soldado hizo que otros se despertaran y, mientras
ella huía vieron, como moría el soldado que Anahí había matado.

Así la persiguieron, pero ella logró adentrarse en el bosque. Intentó


refugiarse entre los árboles que tanto amaba y conocía pero los
soldados eran muchos y pronto la encontraron. Como castigo Anahí
debía morir.

Fue así que la ataron a un árbol. Anahí intentó soltarse con todas sus
fuerzas pero todos sus intentos fueron en vano. Entonces ella
comenzó a cantar. Los soldados iban a prender fuego a la niña y al
árbol y así lo hicieron a pesar de todo. Mientras el fuego crecía
alrededor de Anahí, colores rojos de entre las llamas salían hacia el
cielo. En ese momento Anahí logró tocar el corazón de los soldados
que la habían tomado como prisionera con su hermosa voz. Pero,
aunque maravillados, no la soltaron y las llamas comenzaron a
extenderse hacia el cielo, envolviendo a la niña… Pero ella no dejó de
cantar hasta el amanecer.

Por la mañana, aquel árbol donde había estado Anahí se había


convertido en un árbol con flores rojas, del mismo rojo que salía de
entre las llamas mientras Anahí cantaba la noche anterior. Aquel árbol
que una noche anterior era un árbol más, se había convertido de la
noche a la mañana en un árbol cubierto de una hermosa flor roja a la
que le pusieron la flor del Ceibo.

Los soldados, sin poder hablar, quedaron asombrados de aquella flor


de magnifica belleza. La flor del ceibo representa a aquella niña
guerrera que se defendió hasta la muerte.

En el año 1942 esta flor fue declarada como la Flor Nacional


Argentina.

FÍN

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