El Bautizo

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JESUS – EL BAUTIZO

¿Por qué Dios tuvo que hacerse hombre?

Jesus estaba libre de pecado y vivió una vida de obediencia perfecta al Padre, ningún otro hombre puede decir de
sí mismo. Esto es debido a que el pecado entró al mundo por medio de un hombre: Adán; y por lo tanto, toda su
dependencia hemos pecado debido a que venimos de él. “12 Por medio de un solo hombre el pecado entró en el
mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos
pecaron” (Romanos 5:12 NVI).

Así como un hombre trajo pecado y sufrimiento al mundo, era necesario que un hombre lo removiera. “22 Pues así
como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir” (1 corintios 15:22 NVI).

Jesús no sólo murió por nosotros, también vivió por nosotros. Si todo lo que Jesús tenía que hacer era morir por
nosotros, entonces pudo haber descendido del cielo en un viernes santo, ido directamente a la cruz, resucitado de
los muertos y ascendido de vuelta al cielo. Jesús, el postrer Adán “45 Así está escrito: «El primer hombre, Adán, se
convirtió en un ser viviente»;[a] el último Adán, en el Espíritu que da vida” (1 Corintios 15:45 NVI),

“vino a tener éxito en donde el primer Adán falló en el cumplimiento de la ley de Dios”.

¿Era necesario que Jesus de Bautice?

Juan antes de bautizar llamaba al arrepentimiento “11 »Yo los bautizo a ustedes con[a] agua para que se
arrepientan. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias.
Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego” (Mateo 3:11 NVI), pero Jesús fue sin pecado y no tenía necesidad
de arrepentimiento. Entonces ¿Por qué Jesus se bautizó?

Cuando Juan vio a Jesus venir hacia él quiso disuadirlo a hacerlo ya que entendía que Jesus era libre de pecado y
por el contrario el propio Juan sentía que esto no debía ser “14 Pero Juan trató de disuadirlo. —Yo soy el que
necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? —objetó” (Mateo 3:14 NVI). Ante esto, una respuesta simple, pero
a la vez poderosa “15 —Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó
Jesús.” (Mateo 3:15 NVI).

Jesús estaba a punto de emprender su gran obra, y era conveniente que Jesús fuera “reconocido” públicamente.
Juan era "la voz que clama en el desierto" profetizada por Isaías, llamando a la gente al arrepentimiento,
preparándose para su Mesías “3 Una voz proclama: «Preparen en el desierto un camino para el Señor; enderecen
en la estepa un sendero para nuestro Dios” (Isaías 40:3 NVI). Al bautizar a Jesús, Juan estaba declarando a todos
que Jesus era aquel a quien ellos habían estado esperando, el Hijo de Dios.

Su bautismo simbolizó el bautismo de los pecadores en la justicia de Cristo, muriendo con Él y levantándose libres
del pecado y capaces de caminar en vida nueva. Su justicia perfecta cumpliría todos los requerimientos de la ley
para los pecadores, aquellos que nunca podían esperar hacerlo por sus propios medios.

El bautismo público de Jesus dejó testimonio a todas las generaciones futuras, la perfecta encarnación del Dios
trino revelado en la gloria del cielo. También describe la obra del Padre, del Hijo y del Espíritu, en la salvación de
aquellos que Jesús vino a salvar. El Padre ama a los escogidos desde antes de la fundación del mundo; Él envía a su
Hijo para buscar y salvar lo que se había perdido y el Espíritu convence de pecado y atrae al creyente al Padre a
través del Hijo.

Razones del bautizo

En primer lugar, el sentido del bautismo de Juan queda claro; busca el arrepentimiento general por la condición de
pecado de todo el pueblo. “Decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca»” (Mateo 3:2 NVI).
En segundo lugar, Jesus es revelado y reconocido como aquel que el pueblo esperaba y fue anunciado los profetas.
“Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y él vio al Espíritu de
Dios bajar como una paloma y posarse sobre él. 17 Y una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy
complacido con él».” (Mateo 3:16-17 NVI)

En tercer lugar, la reticencia de Juan a bautizar a Jesús. Juan lo engrandece y reconoce que debería ser bautizado
por Jesús y no al revés. “Pero Juan trató de disuadirlo. —Yo soy el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes
a mí? —objetó.” (Mateo 3:13-14 NVI)

En cuarto lugar, Jesús respondió a Juan: “permítelo ahora” y “es conveniente que cumplamos así toda justicia”.
Con estas palabras, Jesus explica la razón del bautismo a pesar de que Él es impecable.

El acto del bautismo por inmersión en agua expresa externamente la experiencia interna de cambio que se produce
en la vida de cada creyente. Demuestra que se ha terminado el viejo estilo de vida y que ha comenzado una nueva
vida de fe en Jesucristo “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha
llegado ya lo nuevo!” (2 Corintios 5:17 NVI). El bautismo es importante porque proporciona un testimonio visual -
una declaración pública al mundo - que de manera simbólica identifica al nuevo creyente con la muerte, sepultura
y resurrección de Jesucristo.

En la Biblia da varias razones por las que el bautismo es un paso importante del creyente:

- El bautismo es una expresión de la fe salvadora. Al igual que un sello de aprobación, el bautismo representa
nuestra experiencia de salvación y la magnífica obra de Jesucristo al morir por nuestros pecados y resucitar
para nuestra justificación.
- El bautismo es algo que Dios ha ordenado y que Jesús mandó. Como parte de Su Gran Comisión a la iglesia,
Jesús dio estas instrucciones: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:19-20
RV1960).
- El bautismo es un acto de obediencia a nuestro Salvador, en el que expresamos nuestro deseo de agradar
a Dios. La palabra cristiano significa "seguidor de Cristo.
- El bautismo nos une a Cristo identificándonos con Su muerte, sepultura y resurrección: "¿O no sabéis que
todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva" (Romanos 6:3-4 RV1960).
- Asimismo, el bautismo representa nuestra muerte a la vieja vida de pecado y nuestro nuevo nacimiento a
la vida de resurrección y a la liberación de la esclavitud del pecado: "Porque si fuimos plantados
juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado
sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del
pecado" (Romanos 6:5-7 RV1960).

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