Eloy Alfaro
Eloy Alfaro
Eloy Alfaro
Alfaro inició su lucha contra los conservadores católicos desde los años 60 del
siglo xix, las fuerzas revolucionarias lo nombraron Jefe Supremo de las provincias
de Manabí y Esmeraldas, durante su rebelión en febrero de 1883, rebelión que
terminó el 11 de octubre del mismo año cuando fue organizado un gobierno
provisional que restauró el conservadurismo en el poder.
Después del cese de sus funciones, durante el gobierno de Emilio Estrada Carmona,
Alfaro cuestionó severamente la administración del Presidente y pronto los
coidearios de Alfaro, empezaron a organizar una serie de sublevaciones militares.
Alfaro fue desterrado a Panamá durante el gobierno interino de Carlos Freile
Zaldumbide. El 4 de enero de 1912 volvió al país y pronto se propuso dialogar con
el Gobierno, sin embargo, el general Leónidas Plaza lo encarceló en el expenal
García Moreno. El 28 de enero de 1912, un tumulto de personas en Quito ingresaron a
la cárcel donde estaban detenidos Alfaro, sus familiares, y amigos, y después de un
linchamiento, arrastraron los cuerpos de los líderes liberales por las calles de
Quito hasta el parque "El Ejido" donde finalmente los incendiaron.
La Escuela Superior Militar del Ejército Ecuatoriano lleva su nombre, así como el
buque insignia de la Escuadra Naval, instituciones educativas (colegios, escuelas y
academias) y múltiples avenidas, calles y plazas en todo el Ecuador. Alfaro es
considerado en la historia del Ecuador como uno de los gobernantes y líderes más
sobresalientes y con mayor impacto en la vida del país.
Índice
1 Biografía
1.1 Primeros años
1.2 Activismo liberal
2 Presidencia del Ecuador
2.1 Primer Gobierno: Desde el 23 de agosto de 1895 al 31 de agosto de 1901
2.2 Segunda Administración: 23 de diciembre de 1906 a 11 de agosto de 1911
2.3 Ministros de Estado
3 Cronología del alfarismo
4 Legado
5 Derrota y asesinato: La Hoguera Bárbara
6 Mausoleo y homenajes
7 Sucesión
8 Véase también
9 Referencias
10 Bibliografía
11 Enlaces externos
Biografía
Primeros años
Imagen del expresidente ecuatoriano José Eloy Alfaro Delgado (1842-1912), miembro
del Partido Liberal Radical.
José Eloy Alfaro Delgado nació el 25 de junio de 1842. Su padre fue don Manuel
Alfaro y González, un republicano español oriundo de Cervera del Río Alhama, La
Rioja, nacido el 18 de diciembre de 1796, quien llegó al actual Ecuador en calidad
de exiliado político (hijo de Antonio Alfaro Colmenares y de su esposa Leandra
González Larrañaga y nieto paterno de Antonio Alfaro y de su esposa María Manuela
Colmenares), y María de la Natividad Delgado López, nacida en Montecristi el 8 de
septiembre de 1808, hija de Rafael de la Cruz Delgado, que fue en repetidas
ocasiones regidor del Cabildo colonial de Montecristi, y de su mujer María de la
Cruz López Prieto.
Activismo liberal
Sus tropas fueron las primeras en cercar a Guayaquil. Combatió en la batalla del 9
de julio de 1883 y entró triunfante en la ciudad. Convocada la asamblea
constituyente de 1884, renunció a la Jefatura Suprema de Esmeraldas y Manabí,
recibió la confirmación de su grado de general y se exilió del Ecuador. Poco
después, volvió para combatir al presidente José María Plácido Caamaño y liderar a
los montoneros. En diciembre de 1884 perdió el Combate Naval de Jaramijó en el
vapor "Pichincha", antes "Alajuela" (como la ciudad donde fue exiliado en Costa
Rica y donde iniciado en la francmasonería regular), contra la flotilla del
presidente Caamaño, comandada por el general Reinaldo Flores. Para no rendirse,
encalló la nave y la incendió. Escapó a Panamá atravesando Colombia en una odisea
plagada de dificultades de la que salió nimbado con la aureola de héroe mítico
siempre derrotado pero jamás definitivamente vencido. "General de las Derrotas" lo
llamaban entre despectivos y asombrados sus grandes enemigos conservadores.
Moncayó precisó que según documentos del Ministerio de Guerra y Marina del Ecuador
de 1900, que publicó en ese año el Escalafón Militar de los generales ecuatorianos,
con sus respectivas antigüedades, Eloy Alfaro fue nombrado general de Brigada el 2
de febrero de 1883, durante la guerra civil que derrocó al general Ignacio de
Veintimilla, quien ejercía de "Jefe Supremo y Capitán General de los Ejércitos de
la República", es decir, de dictador.3
El arzobispo respondió que "¡Viva hasta que muera!". Se persiguió a los hermanos de
la Salle, a los padres salesianos y redentoristas y se apresó a algunos sacerdotes
y religiosos, sobre todo, a los dominicos. Y expulsó de la misión del Napo a los
jesuitas, "destruyendo con un sólo mandato sacrificios, beneficio y costos
sostenidos durante muchas décadas, interrumpiendo así... la defensa del territorio
oriental", como señala el historiador Luis Robalino Dávila. El coronel Antonio Vega
Muñoz al mando de fuerzas conservadoras tomó Cuenca el 5 de julio de 1896. Cuenca
estaba psicológica y militarmente preparada para resistir. Por las noches, indios,
sirvientes, patrones y sacerdotes salían en procesión de antorchas cantando la
letanía: "Del indio Alfaro, líbranos, Señor". El propio Alfáro tuvo que tomar la
ciudad al mando de un poderoso ejército. La campaña duró dos meses. Se peleó calle
por calle y casa por casa. Cuenca se defendió hasta con agua y aceite hirviendo. El
23 de agosto de 1896, la ciudad se rindió. Hubo 1250 muertos.
Eloy Alfaro montado sobre el corcel presidencial en el patio sur del Palacio de
Carondelet en 1906.
Este hecho aumentó la impopularidad de Alfaro. Vega era un ciudadano distinguido y
respetado en Ecuador. La impopularidad creció cuando en el mismo mes de diciembre
el batallón Vargas Torres saqueó la ciudad de Loja con la connivencia de las
autoridades alfaristas locales, y cuando el desmán quedó impune. Muchos liberales
radicales se pasaron a la oposición. Había descontento contra los abusos del
Ejército, cuyo liderazgo iba escurriéndose de las manos de Alfaro, quien, débil y
achacoso, permitía que el poder se repartiera entre los favoritos y sus familias.
Consultado el nuevo arzobispo de Quito, Federico González Suárez, sobre qué hacer
contra estos y otros abusos, aconsejó votar por personas capaces y patriotas.
El sector bancario tuvo una rápida expansión: se fundaron en Quito los bancos del
Pichincha (1906), de Crédito (1907), y de Préstamos (1909), y en Guayaquil la Caja
de Préstamos y Depósitos La Filantrópica (1908).
Ministros de Estado
Ministerio ministro
Ministerio de Guerra y Marina General Francisco Hipólito Moncayo
Coronel Wilfrido Venegas
Ministerio de Instrucción Pública Julio Román
Francisco J. martin Aguirre
Ministerio del Interior Manuel Montalvo
José M. Carbo
Amalio Puga
A. Reyes V.
Octavio Díaz
Ministerio de Hacienda Camilo Echanique
Jorge Marcos
A. Reyes V.
Luis A. Dillon
Ministerio de Relaciones Exteriores Miguel Valverde
Manuel Montalvo
Pacífico Villagómez
Luis F. Carbo
Alfredo Monge
César Borja Lavayen
Francisco Xavier Aguirre Jado
José Peralta
Juan Francisco Freile Zaldumbide
Fuente:67
1880 Decreto Legislativo que ratifica el nuevo concordato con la Santa Sede.
Oct. 20.- Eloy Alfaro llega a Esmeraldas y, apoyado por el Crnel. César Guedes,
Jefe Militar de Esmeraldas, se proclama Jefe Supremo. La expedición fracasa.
Oct. 30.- Revolucionarios liberales atacan Tulcán y proclaman Jefe Supremo a Juan
Montalvo. El episodio solo dura un día. El Gobierno del Ecuador firma un Tratado de
Paz y Amistad con España.
1883 Ene. 14.- Un Pentavirato (Gral. Agustín Guerrero Lizarzaburu, Luis Cordero
Crespo, Rafael Pérez Pareja, Pablo Herrera González y Pedro Ignacio Lizarzaburu) es
formado en Quito.
Feb. 2.- Eloy Alfaro es ascendido al grado de general de Brigada del Ejército del
Ecuador.
Jul. 9.- Veintemilla fuga en un navío a Lima cuando Alfaro y José Ma. Sarasti lo
citan en Guayaquil.
Jul.- Hay tres gobiernos en el país: Alfaro en Manabí y Esmeraldas, Pedro Carbo en
Guayaquil, y el Pentavirato en Quito.
Oct. 15.- José María Plácido Caamaño es nombrado por una Asamblea Constituyente y
asume el poder como Presidente Interino.
1884 Feb. 10.- José María Plácido Caamaño y Gómez Cornejo asume el poder como
Presidente de la República; Agustín Guerrero Lizarzaburu es su Vicepresidente.
Feb. 13.- Se expide en Quito la X Constitución, que deroga la pena de muerte.
1885 Ene. 1.- El liberal Nicolás Infante Díaz es fusilado en Palenque. Grupos
armados de alfaristas ("montoneras") crean inestabilidad en la Costa.
Revolucionarios en el sur son fusilados. Se inicia el camino Quito-Archidona.
1887 Mar. 20.- El Crnel. Luis Vargas Torres es fusilado en Cuenca.
Ago. 1.- Convenio Espinoza-Bonifaz con el Perú para que el Rey de España arbitre la
cuestión limítrofe.
1888 Ago. 17.- Antonio Flores Jijón (hijo del Gral. Juan José Flores) asume el
poder como Presidente de la República; Pedro José Cevallos Salvador es el
vicepresidente.
Se restablece el Ministerio de Instrucción Pública. En Guayaquil se funda la Junta
de Beneficencia.
1889 Jun. 5.- Se sustituye el "diezmo" a la iglesia católica por un impuesto sobre
la propiedad y la exportación de cacao.
1892 Jul. 1.- Luis Cordero Crespo asume el poder como Presidente de la República.
Pablo Herrera González es su Vicepresidente.
1894 Ene.- Vicente Lucio Salazar asume la Vicepresidencia.
1895 Abr. 9.- Tropas del gobierno combaten a tropas liberales y conservadoras que
toman Guaranda.
Abr. 10.- Tropas del gobierno combaten contra tropas conservadoras en Quito.
Abr. 16-17.- Luis Cordero Crespo renuncia y Vicente Lucio Salazar ejerce el Poder
Ejecutivo.
May 5.- El pueblo de Chone, en la provincia de Manabí, lo reconoce por primera vez
como jefe de Estado tras haberse consolidado las victorias de las revueltas
montoneras en el norte y el centro de Manabí, promoviéndose la Proclama Liberal de
Chone mediante un comunicado público.
May 9.- Tropas liberales bajo el Crnl. Manuel Serrano Renda triunfan en El Oro.
Jun. 4.- Guayaquil nombra a Ignacio Robles como Jefe Civil y Militar.
Jun. 5.- Una Asamblea Popular en Guayaquil proclama a José Eloy Alfaro como Jefe
Supremo de la República.
Jul. 22.- Fuerzas liberales triunfan contra tropas del gobierno en Guangopud
(Chimborazo).
Tropas del gobierno triunfan contra fuerzas liberales en Loja y San Miguel de
Chimbo, 29 de julio y 6 de agosto, respectivamente.
Ago. 9.- Los ejércitos liberales triunfan en Palenque y Quevedo (Los Ríos).
Ago. 15.- El ejército liberal derrota a las tropas del Gral. José Ma. Sarasti en
Gatazo (Chimborazo); y también triunfan en el Girón (Azuay).
Ago. 24.- Eloy Alfaro es ascendido al grado de general de División del Ejército del
Ecuador, el máximo rango en esa época, por el triunfo en el combate de Gatazo.
1896
May 19.- Crea el Colegio Nacional Bolívar de Tulcán, primer colegio laico del
Ecuador.
Jul. 5.- Tropas conservadoras bajo el coronel Antonio Vega Muñoz toman Cuenca.
Ago. 20.- El ejército liberal bajo el Gral. Ulpiano Páez derrota a tropas de Vega
en Lircay, Lenta y Girón.
May 29.- Se expide la Ley de Instrucción Pública que pone el ciclo de enseñanza
(incluida la universitaria) bajo el control del Estado y que sea obligatoria en la
primaria, gratuita y laica.
1898
Las rentas eclesiásticas son reducidas; se suprimen los impuestos que reemplazaron
al diezmo.
1900
Oct. 31.- El Congreso aprueba la Bandera y el Escudo del Ecuador.
1901 Sep. 1.- Leonidas Plaza Gutiérrez asume el poder como Presidente de la
República; Alfredo Baquerizo Moreno es el vicepresidente.
1902
Jul. 7.- Llega la primera locomotora del ferrocarril a Alausí.
Oct. 3.- Se expide la Ley de Matrimonio Civil. Se expide la ley que permite los
divorcios.
1904
Oct. 12.- Se expide la Ley de Cultos que establece las relaciones entre la Iglesia
y el Estado.
1905
Jul. 24.- El ferrocarril llega a Riobamba.
Sep. 1.- Lizardo García Sorroza asume el poder como Presidente de la República;
Alfredo Baquerizo Moreno es el vicepresidente.
Dic. 31.- Eloy Alfaro dirige un Golpe de Estado contra el gobierno de Lizardo
García.
1906
Ene. 16.- Eloy Alfaro toma el poder como Jefe Supremo después que sus tropas
derrotan a tropas gobiernistas en Chasqui (Cotopaxi).
Oct. 9.- Eloy Alfaro es elegido Presidente Interino por una Asamblea Constituyente.
Dic. 22.- Se expide en Quito la XII Constitución, llamada "atea" por los
conservadores, pues establece la separación de la Iglesia y el Estado. El Estado es
supremo. El cargo de Vicepresidente es suprimido.
1907
Ene. 1.- Eloy Alfaro es nombrado Presidente de la República por la Asamblea
Constituyente.
1908
Jun. 25.- Inauguración del ferrocarril entre Guayaquil y Quito.
Nov. 6.- Se expide la "Ley de las manos muertas", bajo la cual se confiscan los
bienes inmuebles del clero para el beneficio de la asistencia pública.
1910
Abr. 24.- Alfaro asume la Jefatura del Ejército para fortificar el golfo de
Guayaquil en caso de una invasión peruana. La intervención diplomática de Estados
Unidos, Argentina, y Brasil evita la guerra.
1911
Jul 30.- La Junta Patriótica, integrada por Luis Felipe Borja Pérez (padre)
(presidente), Federico González Suárez (vicepresidente), Manuel A. Larrea, José
Julián Andrade, Carlos Casares, Carlos Freile Z., Joaquín Gómez de la Torre, Carlos
Pérez Quiñones, Quintiliano Sánchez, Pacífico Villagómez, Luis Felipe Borja Pérez
(hijo) y Celiano Monge, pide que el gobierno de Alfaro reconozca la elección de
Emilio Estrada como Presidente.
Ago. 11.- Alfaro renuncia por revuelta popular; el presidente del Congreso, Carlos
Freile Zaldumbide es encargado del Poder.
Sep. 1.- Emilio Estrada Carmona asume el poder como Presidente Constitucional; no
hubo Vicepresidente.
1912
Ene. 12.- Eloy Alfaro desembarca en Guayaquil.
Ene. 28.- Por orden de Freile, los Alfaro, Páez, Serrano y el periodista Luciano
Coral son puestos en el Penal García Moreno en Quito. El gobierno no protege a los
prisioneros alfaristas de una "chusma organizada" que invade el Penal García
Moreno, asesina a los detenidos, los arrastra por las calles de Quito y quema los
cadáveres en El Ejido.
Legado
Uno de los principales aportes de Eloy Alfaro fue la creación de colegios públicos
laicos, eliminado el monopolio de la Iglesia católica en la educación. Estas
medidas fueron inspiradas por librepensadores como Juan Montalvo y José Peralta,
quienes impulsaron la secularización de la sociedad ecuatoriana. La creación de
colegios públicos y de colegios privados para la formación de profesores laicos,
fue una de las principales tareas de Eloy Alfaro. Una de las medidas de la
Revolución liberal que se mantuvo durante décadas fue la obligación de los
estudiantes de los colegios católicos de rendir sus exámenes y validar sus
conocimientos ante los maestros laicos del Estado.
El general fue miembro de las logias masónicas, al igual que los próceres de la
Independencia, y sus esfuerzos para separar la Iglesia del Estado fueron
consagrados en aspectos como la creación del Registro Civil. Esta medida permitió
que las personas tuvieran derecho a la identidad sin necesidad de constar en los
registros de bautismo de la Iglesia Católica. Alfaro promovió la libertad de
cultos, permitiendo el ingreso al país de misiones protestantes, en especial, de
Estados Unidos.
En este clima, Emilio Antonio Jerónimo Estrada Carmona, asumió el poder político
como Presidente Constitucional del Ecuador al resultar vencedor en las Elecciones
presidenciales de Ecuador de 1911, pero sus problemas del corazón lo llevaron a la
tumba después de tres meses. El Congreso en donde los placistas y conservadores
dominaban, eligieron al presidente del Congreso Carlos Freile Zaldumbide para que
se encargue del Gobierno, lo que fue rechazado por los alfaristas de Esmeraldas que
eligieron a Flavio Alfaro como Jefe Supremo, a la vez que el general Pedro J.
Montero, fiel seguidor de Alfaro y Jefe Militar de Guayaquil, se proclamó por su
parte, como Jefe Supremo del Guayas. El general Leonidas Plaza Gutiérrez en nombre
del Gobierno, como jefe del Ejército, se dirigió a Guayaquil, para combatir el
levantamiento de Montero, que había recibido el apoyo de Flavio Alfaro y del propio
Eloy Alfaro, quien regresó de Panamá, ante el pedido de Montero para actuar como
mediador y pacificador. Alfaro regresó, para servir de mediador entre los suyos y
el Gobierno y evitar mayores problemas para el radicalismo y aún la mismísima
desaparición del partido.
El general Montero fue juzgado por traición en Guayaquil, bajo el pretexto de estar
sujeto a la jurisdicción militar, en donde al final de la sentencia que lo condena
a 16 años de prisión, un soldado le disparó en la frente y lo arrojó a la calle
desde una ventana. Como en un anticipo macabro de lo que vendrá, el pueblo arrastró
el cadáver por las calles de Guayaquil y lo quemó de forma bestial en una plaza.
"El cadáver, entonces, fue abandonado en las calles, descuartizado y por fin
quemado en una plaza."8
Freile Zaldumbide ordena que los otros prisioneros sean llevados a Quito. Plaza,
aparece como contrario a esta disposición, pero el historiador Roberto Andrade lo
acusa de haber manipulado la decisión y planeado el asesinato de los jefes del
radicalismo, que finalmente ocurrió en la capital el 28 de enero de 1912 en el
Penal García Moreno.
1908: En primera fila, Archer Harman y Eloy Alfaro; segunda fila: Alfredo Monge,
Crnel. Belisario Torres, Dr. César Borja Lavayen, Gral. Francisco Hipólito Moncayo,
William Fox y Amalio Puga.
"Enseguida desembarcó Plaza con su ejército. Su primera decisión en Guayaquil, fue
la violación de las Capitulaciones. En algunos de sus telegramas manifestó sorpresa
porque los Generales no habían fugado: ésta es declaración de que él lo hubiera
hecho, porque para él nada importa un compromiso. En la mejor acción de este hombre
se deja vislumbrar la estrofa de una canalla. Mandó prender á los generales Eloy
Alfaro y Ulpiano Páez, quienes se hallaban juntos, esperando la designación del
vapor en que debían embarcarse (...) Plaza había tenido buen cuidado de incorporar
en el populacho a soldados disfrazados y escogidos, para que mataran a los
generales en la calle, cuando los conducían a prisión". Se refiere a Plaza: "Y a su
cómplice Valverde le telegrafiaba a Manabí en las mismas horas: "El hecho de haber
caído prisioneros todos los cabecillas está revelando que una justicia superior va
á destruir el mal de una manera radical y para siempre."9
Conducidos por el coronel Alejando Sierra y sus soldados del batallón Marañón a pie
y a caballo, los prisioneros de guerra entraron en Quito. A pesar de que era un
secreto a voces que se tramaba un linchamiento -algunos diarios hasta lo insinuaron
en sus editoriales, aunque dado el porcentaje de analfabetismo de la época es muy
poco probable que hayan influenciado directamente a la masa- Sierra paseó al
general Alfaro en un automóvil blanco desde el sector de Chillogallo, en la entrada
sur de Quito, al Penal, tomando las calles más concurridas, donde la gente pudo
verlo e insultarlo. Según relató Cristóbal Gangontena, el auto iba conducido por un
francés llamado Hubert, quien fue insultado por la gente. Gangontena cree que hubo
incidentes entre la guardia y la gente, al extremo de haber un muerto y por lo
menos un herido.8 Los militares entregaron a Alfaro en la Penitenciaría, donde fue
encerrado en la Sección E, junto con sus tenientes. Pero no hubo tiempo ni siquiera
de asegurar las celdas, cuando empezó el ataque.
Era poco después del mediodía cuando una turba, estimada en cuatro mil personas
(según los resultados de las investigaciones del fiscal Pío Jaramillo Alvarado en
el año de 1919), rodeó el Penal para asaltarlo. Los militares, según pudo
establecer el fiscal, no solo que no ofrecieron resistencia, sino que llamaron a la
gente para darle armas y elementos para el ataque. Solo la guardia interna del
Penal resistió, asegurando las puertas con lo que tenían a mano, pero estas fueron
rápidamente destruidas. Todos los tiros disparados fueron contra el Penal, sin que
se hiciera fuego desde el interior. Según pudo establecer Gangotena en una visita a
los pocos días, los asesinos forzaron a tiros una ventana y una puerta de madera,
mientras que no pudieron romper la puerta principal. La puerta de madera había sido
asegurada con unos adobes, sin éxito. Quienes entraron abrieron luego la puerta
principal y supieron rápidamente en donde estaban los presos, pues se dirigieron a
la Serie E sin demoras.
El general Alfaro, que tenía 69 años, le dijo al director del Penal, Rubén Estrada,
que se ahogaba y pidió un cajón para sentarse, pues en la celda no había mueble
alguno. El director declaró que había dispuesto que le den una silla.
“Penetré por medio de aquel populacho hasta la puerta de aquel establecimiento, que
ya la encontré despedazada y que habían botado una especie de muro de adobe, que
habían hecho para resguardarle. Habiendo subido la escalera de la Serie ‘E’
encontré en una celdilla a los generales Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, y me consta
que el cochero José Cevallos, dirigiéndose al general Alfaro le dijo: ‘dónde están
los millones que has robado viejo sinvergüeza’, le dio de golpes con un palo que
tenía en la mano, lo boto al suelo, y en seguida con el rifle que tenía, lo mató, y
luego hizo lo mismo con el general Páez. Cuando muerto ya el general Páez, el
carpintero Emilio Suárez, le dio un barretazo en la cara que le hizo tortilla,
sacaron sus cadáveres que los botaron de ese altillo para abajo, y los bajaron. En
seguida volvió a subir Cevallos, gritando ‘falta un bandido’, y dirigiéndose a la
celdilla en donde había estado el general Flavio E. Alfaro, en cuyas puertas que
habían estado aseguradas con candado, rompió éste a balazos, penetró, le hizo un
tiro, con el que cayó muerto, en cuyas circunstancias entró un joven con pistola en
mano, con la que también le hizo un tiro: no conocí a ese joven, pero debe dar
razón el sindicado Cevallos. Vi también al zapatero Montenegro con cuchillo y que
gritaba también, que había que matarles a los Flavistas, y el cochero de la señora
Isabel Palacios, hacía tiros en las celdillas de los presos, en compañía de muchas
personas a quienes no pude conocer porque eran numerosas y debido también a la
ofuscación que existía; pues es inexplicable lo que acontecía, puesto que los
hechos que pasaban eran terribles”. 10
Al parecer, Cevallos tras golpear al expresidente le disparó dos tiros, uno en la
cara y otro en el ojo, quedando en la celda un charco de sangre y la botella rota.
Carmen Sandoval, una empleada del Penal, relató al fiscal haber visto lo siguiente:
“Ví subir por la escalera de ese altillo a un joven de leva y dos muchachos,
armados con rifles, y dirigiéndose a las celdillas en que estaban los generales
Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, los victimaron, y sacando arrastrado el cadáver del
general Alfaro, lo metieron por las barandas del pasamano de fierro de aquella
Serie y lo botaron hacia abajo al empedrado. Vi que el cadáver del general Páez, lo
arrastraron y le daban con piedras, sin haber podido conocer a ninguna persona que
estos hechos bárbaros cometían. Luego el general Flavio Alfaro, se encontraba solo
en su celdilla, era el único que no había sido muerto, cuando vi que se regresaba
el cochero Cevallos, de cerca de la puerta principal, y decía “falta un bandido”, y
subiendo la escalera, en compañía del zapatero Montenegro y N. Vaca, cochero de la
señora Isabel Palacios y unas seis mujeres del pueblo que les seguían, fueron en
busca del señor General Flavio Alfaro y dando con él, así mismo lo victimaron.
Cevallos estaba armado con un rifle, el zapatero Montenegro con pistola y el
zapatero Vaca con un cuchillo que lo tenía a la mano, con el que le punzaba al
referido general cuando lo sacaban arrastrando de la celdilla; constándome además
que el indicado General aún no moría. Todos los cadáveres sacó la gente
arrastrándolos, para la ciudad; y como repito, como el populacho era numeroso y
había una fuerte confusión, no se distinguía a las personas. El preso criminal A.
Flores, que ya cumplió su condena y salió en libertad, me refirió que él también
había visto que el cochero Cevallos, mató al general Flavio E. Alfaro. Lo que dejo
relacionado, observamos desde la Bomba, yo, la viuda del comandante Estrada, la
señora Rosa Sierra y la señora Dolores Jara". 10
Según relató Gangotena, Ulpiano Páez había escondido un revólver en la bota, con el
que pudo defenderse y abatir a uno de los atacantes, antes de recibir un tiro fatal
en el rostro.
Flavio Alfaro, que tenía la puerta de su celda cerrada, pudo resistir varios
minutos a los balazos que le disparaban desde el exterior, pero finalmente fue
alcanzado por tiros de rifle.
Los asesinos mataron a un preso común, al que confundieron con uno de los políticos
liberales.
El espectáculo fue horrendo. Los cadáveres desnudos fueron amarrados por la turba
de pies y manos. Al cadáver del periodista liberal Luciano Coral un abogado le
cortó la lengua y la llevaba en la punta de su bastón mostrándola a la gente.
Mujeres como María Mónica Constante, alías La Chimborazo y Emilia Laso encabezaron
la carnicería, arrastrando ellas mismas los restos de los generales asesinados por
prácticamente toda la ciudad, desde el Penal García Moreno en el centro hacia las
afueras, a un descampado en el norte de Quito conocido como El Ejido (hoy es un
parque de la ciudad) desde tiempos coloniales.
Los cadáveres de Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, fueron arrastrados por las calles
Rocafuerte, Venezuela y Guayaquil, pasando por las plazas de Santo Domingo y La
Independencia, para luego converger hacia El Ejido. Una vez ahí, se encendieron por
lo menos cinco hogueras para quemar los restos, ya muy deteriorados por el arrastre
a lo largo de muchas cuadras sobre calles pavimentadas de piedra.
Fue desde el tejado de una casa en la Plaza de Santo Domingo, que Gangotena pudo
ver lo siguiente:
“Me fui hasta la esquina a tiempo para alcanzar a ver pasar el cuerpo desnudo de
don Eloy Alfaro, que fue el que primero bajaron. Iba el cadáver desnudo de cintura
arriba, en las piernas conservaba un calzón azul de paño; al lado de de la boca, en
el lado izquierdo, tenía una herida, que no pude saber si era de balazo o de arma
blanca. La cabeza parecía tener triturados todos los huesos del cráneo, de tal
manera que temblaba como una bolsa de gelatina: mil años viviré que no olvidaré
nunca lo que he visto. En la caja del cuerpo, que iba descubierta, yo no pude ver
herida alguna, aunque decían que tenía una en la tetilla izquierda. Ví, sí, manchas
de sangre en el pecho, pero no me parecieron sino provenientes de la herida de la
cara. Al ver pasar esa masa horripilante, no pude contener un gesto de horror, me
llevé constantemente las manos a la cara y se me escapó un grito "qué horror". Pero
entonces un muchacho me increpó, "canalla ajo" me gritó, apuntándome con un
revólver (...) El populacho llevó los cadáveres por toda la carrera Guayaquil,
hasta la Plaza de La Alameda, en donde se dice que mutilaron el cuerpo de don Eloy
Alfaro, cortándole el miembro viril."8
Gangotena relata a continuación, que los asesinos armados le obligaron a aplaudir
el espectáculo horrendo que presenciaba a punta de pistola.
El cuerpo de Eloy Alfaro mientras era arrastrado al mediodía por las calles de
Quito.
"En los momentos en que los cadáveres de los Generales Eloy Alfaro y Ulpiano Páez,
eran arrastrados por la Plaza de la Independencia, un grupo del pueblo penetró al
Palacio Arzobispal y se dirigió decididamente a los departamentos ocupados por el
I. y Rvmo. señor Arzobispo. Al oír el ruido, salió de su cuarto Monseñor González
Suárez y adelantándose a los del grupo, les preguntó qué querían. A lo que le
contestaron: Dénos su Señoría Ilustrísima el permiso para repicar las campanas de
la Catedral, porque el señor Sacristán Mayor (entonces el Presbítero señor José
Miguel Meneses) no quiere permitirnos. Y ¿por qué quieren ustedes repicar las
campanas de la Catedral?, replicó el I. señor Arzobispo. Porque, contestaron,
debemos alegrarnos de que hayan desaparecido los que tanto perseguían a la Iglesia.
La Iglesia no puede aplaudir esta conducta, y así ustedes deben retirarse de aquí y
les prevengo que no han de poner un dedo en las campanas de ninguna iglesia,
concluyó el Prelado. No hubo, pues, repiques de campana en las iglesias católicas,
como pretendieron algunos exaltados.” 10
Ni el Ejército ni la Policía presentes intervinieron, hasta cuando los asesinos
dejaron la hoguera que el escritor Alfredo Pareja Díez-Canseco llamó "la Hoguera
Bárbara". Se supo que el Gobierno dio la orden de no reprimir ni intervenir, tanto
a los mandos militares, cuanto al intendente de Policía de Quito. El intendente
declaró en el proceso que fue el propio Freile quien le dio la orden de no impedir
los desmanes, por lo que renunció inmediatamente.
Gangotena relata que la turba arrastró los cuerpos por toda la Plaza de la
Independencia y luego bajó hacia San Agustín, en donde vivía Carlos Freile
Zaldumbide, en cuya casa intentaron penetrar para dejarle los muertos, cosa que
impidió la guardia presente. Freile declaró que estaba enfermo y en cama, por lo
que se excusó de salir a ver el espectáculo.
Gangotena describe que fue a ver la escena en el parque capitalino, cerca de las
16:30. Nos precisa que no uno hubo una sola hoguera, sino por lo menos cinco,
alineadas de este a oeste en el descampado y que solo la que contenía los despojos
de Eloy Alfaro y Luciano Coral, había destruido mayormente los restos. Mezquina
hasta con el combustible, la chusma dejó a medio quemar y reconocibles los restos
del general Ulpiano Páez, así como los de Medardo y Flavio Alfaro, en cuyos
cadáveres mutilados era posible todavía ver las vísceras. Se podían ver también,
precisa el testigo, los restos de las cuerdas que los asesinos amarraron en los
tobillos de las víctimas. Algunos niños jugaban con los muertos, picándolos con
palos.
"Había ahí, a las 4 y media que llegué, cuatro (luego destaca que son cinco) piras
ardiendo. En el número 1 estaban Eloy Alfaro y Luciano Coral. En el 2 el general
Manuel Serrano, en el 3 el general Ulpiano Páez, en el 4, Flavio y Medardo Alfaro,
en el 5 había sido puesto Medardo, pero como se apagara, habían traslado el cadáver
a la hoguera en la que estaba Flavio. A la hora en que yo vi este terrible
espectáculo, el fuego estaba ya casi apagado. No había llamas, sino apenas brazas
de candela, los cuerpos medio carbonizados con la propia grasa entretenían al fuego
expirante,lo que producía mucho humo, de un olor nauseabundo(...) en la primera el
que estaba más consumido por el fuego era don Eloy Alfaro, Coral también estaba
irreconocible, los dos tenían carbonizadas las cabezas y el flanco del cuerpo y los
muslos, don Eloy tenía una canilla enteramente carbonizada, los pies y las manos de
los dos, contraidas horriblemente, estaban casi intactas. Esta hoguera parece ser
la que más combustible tuvo, y por ende, la que más destruyó los cadáveres." 8
Empero, como si nada hubiera ocurrido, una banda de música ofreció una retreta
frente a la casa de gobierno, el Palacio de Carondelet. Los diarios de la época
apenas reportaron el hecho con pequeñas notas. Al término de su relato, Gangotena
precisa que el sentir de la opinión pública fue de condena hacia las atrocidades
cometidas, pero se justificaban los asesinatos. También anota que solo a balazos
podría el Gobierno haber recuperado los cuerpos e impedido la barbarie, pero estima
que es poco probable que el Ejército hubiera cumplido la orden de disparar a la
turba. Reprocha también al coronel Sierra su absoluta inacción frente a lo que
ocurría y el accionar de la prensa con diarios políticos, que representaban a
Leonidas Plaza y Julio Andrade.8
Enrique Ayala Mora, quien ha escrito una moderna historia del Ecuador, señala según
su opinión: "No hay elementos suficientes para acusar a Plaza, pero es en cambio
incuestionable que fueron los placistas junto con los conservadores y clérigos los
que azuzaron a la multitud enloquecida".
José María Vargas Vila atribuyó el crimen tanto a los conservadores, como Carlos R.
Tobar, quien había declarado años antes de la tragedia, que a Alfaro había que
quemarlo como a un hereje, cuanto a Plaza, por su afán de quedarse con el poder.
Mausoleo y homenajes
Véase también: Edículo del General Eloy Alfaro
En los años 1980 surgió un grupo guerrillero llamado Alfaro Vive ¡Carajo!.
Integrantes del grupo robaron las espadas del General Alfaro del museo de la ciudad
de Guayaquil e incluyeron su imagen en su bandera de combate. Este grupo
guerrillero realizó operaciones en el Ecuador desde el año 1983 hasta el año 1991.
En frente del obelisco, el alcalde Paco Moncayo hizo levantar una estatua de
Alfaro. Cada 5 de junio, aniversario de la Revolución, los colegios públicos de
Quito le rinden homenaje, depositando ofrendas florales. También realizan una
ceremonia en su memoria las logias masónicas de la capital.