Libros N.T
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Si el conocimiento de los libros del Antiguo Testamento es importante, lo es mucho más conocer a fondo
los del Nuevo. Ya hemos dado una mirada, a vista de pájaro, del Nuevo Testamento. Vamos ahora a
considerar algunos de los libros con mayor detalle, dando unos pocos análisis como muestra de lo que se
puede hacer con todos los libros.
MATEO.
Cada uno de los cuatro evangelios tiene su carácter y su propósito distintivos: los cuatro hablan de un
sólo Cristo; son cuatro cuadros de un solo Maestro, cuatro retratos de un solo Señor. En cada evangelio hay
que preguntar dos cosas: ¿Puedo descubrir su propósito? ¿Puedo hallar el plan sobre el cual es llevado a cabo
este propósito? Consideremos el propósito de Mateo, tal como se revela en el capítulo. En el versículo 1
tenemos tres nombres íntimamente asociados: Jesús, David, Abraham. Al instante nos damos cuenta de la
clave. Es un libro relacionado con los judíos. Al leerlo llegamos al versículo 22 donde la expresión "para que
se cumpliese" nos da ahora la indicación. Es Un libro que relaciona a Jesús con el Antiguo Testamento. Esta
frase y la expresión paralela «como está escrito» (2:5) se encuentra repetidas veces en Mateo, y deben ser
notadas. El propósito, pues, es presentar a Jesús como el Mesías, El salvador de los judíos, el cumplimiento
del Antiguo Testamento. Pero ¿cómo se cumple el propósito? ¿Hay algún plan en el libro? Hay marcas de una
estructuración cuidadosa. Miremos en 4:17: "A partir de entonces", y en 16:21 "Desde entonces" (la misma
frase en griego). estas dos expresiones dividen al evangelio en sus partes. Hasta 4:17, todo es introductorio;
luego en 4:17 tenemos el relato del principio del ministerio. Notemos cuidadosamente que en esta sección
(4:17-16:20) no tenemos ninguna referencia a la muerte; sólo las instrucciones generales del Señor y
milagros. Pero en 16:21 hay una nueva frase. A partir de entonces Jesús empieza a revelar sus próxima
muerte, los milagros son menos, y la revelación de la pasión se hace más prominente. Así que tenemos
nuestro análisis principal del evangelio
Este es el plan general. Si damos una mirada más de cerca al libro hallamos una frase en forma casi
idéntica en cinco lugares del evangelio. Véase 7:28; 11:1; 13:53; 19:1; 26:1. Estas frases se hallan cada una
de ellas al concluir una sección de enseñanza, y podemos ver al instante que el evangelio de Mateo da una
parte prominente a la enseñanza de nuestro Señor Si se estudian las cinco grandes secciones observaremos
que representan un aspecto quíntuplo y un orden de enseñanza lleno de profundo interés, una quíntuplo
proclamación del Reino. Esto debe ser estudiado cuidadosamente Es un rasgo especial del primer evangelio.
Luego, cuando seguimos leyendo podemos ver que los milagros suelen estar agrupados, así en el capítulo
8, aunque, en general, podemos decir que en Mateo se hace énfasis en las palabras de Jesús, no en sus obras.
Una vez más leemos este evangelio y notamos la frase «el reino de los cielos», que se encuentra por lo
menos treinta y siete veces, y ni una en Marcos y Lucas, donde se habla del "Reino de Dios". Aquí hay otra
indicación de nuestro Señor de fundar su reino. Así se nos hace ver por todo el, la grandeza y la gloria del Rey
mesiánico en sus palabras y obras, hasta que al final del evangelio viene la proclamación de "todo poder" y la
seguridad de su presencia perpetua.
MARCOS.
Una vez que nos preguntamos sobre el propósito y vemos que se nos sugiere en el primer capítulo, en los
primeros versículos. Aquí no hay nada de genealogías, ni datos de la infancia, sino que se nos introduce de
modo abrupto en la vida y obra activa del Hijo de Dios. Al ir leyendo, esta impresión se va profundizando.
Muy poco sobre la enseñanza de nuestro Señor, pero mucho sobre el servicio activo. Incluso así el plan
general del evangelio está marcado por su contenido de modo muy semejante al de Mateo.
A la luz del énfasis que se hace en la actividad de nuestro Señor hemos de notar la frecuencia del uso de
la palabra "inmediatamente" o sus equivalentes. Luego, como el secreto de esta actividad, nótese que ningún
evangelio da tanta prominencia a los períodos de descanso o retiro de nuestro Señor de esta obra
evangelizadora. Véase 1:35 y búsquense los otros.
LUCAS.
Pasamos ahora al tercer evangelio y nos encontramos con un prefacio que afirma el propósito general del
autor, pero no nos dice nada sobre su punto de vista. El primer capítulo, sin embargo, respira un espíritu muy
humano y de simpatía. Sentimos que nos hallamos en medio de personas que viven vidas hermosas, y
tenemos vistas de corazones y de hogares llenos de "dulzura y de luz". Así es también el capítulo 2, y al leer
el capítulo 3, nos parece recoger una pista en la diferencia en la genealogía, comparándola con la de Mateo.
Allí se termina en Abraham. Aquí se llega a Adán. Ésta es nuestra clave. El tercer evangelio es el evangelio
de nuestro Señor para la humanidad, tierno, amoroso, y nos lo pinta como el Hijo del hombre más bien que
como el Hijo de David; y a medida que leemos con esta clave hallamos ilustración tras ilustración de este
espíritu en la selección de los materiales. Algunas de las parábolas y gran parte de la enseñanza es así. Lucas
es el evangelio del amor y la gracia para los descastados, los sufrientes, el samaritano, el pródigo. Leámoslo
cuidadosamente y busquemos este punto a lo largo del mismo.
Estos tres son los llamados "evangelios sinópticos", porque dan una sinopsis, o sea un bosquejo casi
idéntico del ministerio de nuestro Señor. Están estructurados bajo el mismo plan general, lo cual es evidente a
pesar de las características peculiares de cada uno.
Aquí estamos interesados en dominar cada evangelio por separado. Luego vamos a considerarlos en sus
relaciones mutuas.
JUAN.
El cuarto evangelio completa el cuadro cuádruplo de nuestro Señor. El propósito de este evangelio se afirma
de modo claro en 20:31. Este versículo debería ser estudiado cuidadosamente. El evangelio tiene un propósito
"se ha escrito para que" y este propósito es doble: llevar a la creencia en el Jesús histórico como Mesías e Hijo
de Dios, y conducir, por medio de esta creencia, a la posesión de la vida. Considerando las siete palabras
usadas en el versículo: Creer; Jesucristo; Hijo de Dios; tener; vida; en su nombre. Sobre ellas se edifica el
evangelio. Ellas forman su sustancia.
Pero ¿tiene el evangelio un plan? Sin duda, porque su propósito es expresado mediante el plan. Este plan es la
presentación de Cristo en aquellos aspectos que estimulan la fe. Estos materiales están seleccionados
claramente y lo revelan.
Con todo, junto a esto hay el hecho evidente que no todos le reciben, y así el evangelio revela una creciente
incredulidad, que culmina en su rechazo y en la crucifixión. Esta incredulidad se explica por la enraizada
pecaminosidad del hombre y su consiguiente separación de Dios. Así estos tres elementos corren paralelos
por el evangelio; revelación, recepción, rechazo. Se hallan en el prólogo; y se entretejen en cada capítulo.
Con esta doble clave de la creencia y la incredulidad, podemos ahora considerar el plan, y observemos cuán
íntimamente se adhiere al propósito.
1.- Prologo, 1:1-18. Versículos 1-4, revelación; 5-11, rechazo; 12-18, recepción
3.- Conflicto y desarrollo de la incredulidad en una hospitalidad activa junto al aumento en la fe, 7-
12
7.- Epílogo, 21
De modo que, en el fundamento de las manifestaciones de Jesucristo, se presentan dos factores morales
decisivos, de fe y de incredulidad. Vale la pena notar que el prólogo contiene un sumario de todo el evangelio.
Podemos notar también en el plan anterior, una estructura séptuple, y ver cómo la primera división
contesta a la séptima, la segunda a la sexta, y la tercera a la quinta, dejando la central (Capítulos 13:17) como
la almendra o núcleo dominante de todo el propósito: el crecimiento de la fe.
A partir de este bosquejo es posible y necesario entrar en un estudio detallado, y cuanto más minuciosa
sea la consideración, más claramente se verán las glorias que revela este evangelio. Todo se hallará que sirve
al propósito y forma parte del plan. Por este medio se puede obtener un conocimiento y fondo del contenido, y
también un conocimiento del pensamiento en orden y continuidad. Esto será mucho más ventajoso que una
mera serie o recuerdo de los capítulos aunque se titulen con los sucesos ocurridos en ellos. Una ayuda así
puede ser útil y todo el que desee hacerla puede pensar en una cumbre con dos caminos uno hacia arriba y, en
el otro lado, uno hacia abajo. Luego, tomando el capítulo central (capítulo 11) como la cumbre (el mayor
milagro) es posible dirigirse hacia atrás, los diez primeros, o hacia el final, los diez últimos, para comprender
mejor el contenido. Pero es básico también captar el orden del pensamiento y del contenido, y así seguir el
maravilloso relato que da Juan de su Maestro y el nuestro.
Hemos entrado en más detalles en este evangelio debido a su gran importancia, pero nuestro interés es
estimular las ideas, así que instamos a la lectura concienzuda del evangelio. Es necesario releerlo con
frecuencia (podría llevarse en el bolsillo) y seguir hasta la gran culminación y la mayor confesión de fe:
"Señor mío y Dios mío."
LOS HECHOS.
Para los obreros cristianos en particular este libro es del máximo valor, v debería hacerse de él un estudio
cuidadoso y a conciencia. Se halla entre los evangelios y las epístolas y es el eslabón de enlace entre ellos. Es
a la vez la explicación necesaria de los evangelios y la base requerida para las epístolas.
Su conexión con los evangelios es íntima e importante, especialmente con el de Lucas. Esto se puede ver
en los dos relatos de los "cuarenta días" en Lucas 24 y Hechos 1, el primero de los cuales está escrito desde el
punto de vista del término de la vida terrenal y el otro desde el del comienzo de la vida celestial de nuestro
Señor.
¿Cual es el propósito de los Hechos? Estúdiese cuidadosamente 1:1-2. El "tratado anterior" es un relato
de lo que Jesús empezó a hacer y enseñar antes de su ascensión. El libro presente es un relato de lo que siguió
haciendo y enseñando después de sus ascensión. Así que el libro realmente es un relato de los "Hechos del
Señor ascendido". El es el verdadero obrero (1:24; 2:33; 3:16; 4:10); y el Espíritu Santo es el poder real (1:2
y otros pasajes). Luego nótese la obra descrita. "Haciendo y enseñando." Es un libro de hechos y palabras,
acciones e instrucción. Nótese el orden y véase Lucas 24:19 y Hechos 7:22. Considérese también el énfasis
en la palabra empezó. Este libro es también una historia de comienzos, los comienzos de la Iglesia en
localizaciones particulares, las primeras muertas de los varios métodos de la obra cristiana. Este es el
propósito, y el libro debe estudiarse teniendo esto a la vista, si lo hemos de hacer nuestro con precisión.
Pero ¿tiene también un plan este libro? ¿Es posible seguir el propósito en la forma como se realiza?
Veamos en capítulo 1:8, y nótense tres grandes hechos: 1) El propósito ha de ser realizado por medio de una
cierta clase de personas: "Me seréis testigos.» 2) Y por medio de progreso en un cierto orden: En Jerusalén,
Samaria, lo último de la tierra." Esto no es sólo geográfico sino también espiritual. Jerusalén significa las
personas que tienen una religión verdadera en forma falsa o imperfecta. Samaria representa una mezcla de
verdadero y falso: "Lo último de la tierra indica las religiones falsas o la ausencia de religión." 3) Este
propósito ha de ser realizado por medio de un poder especial ("el Espíritu Santo"). Todo el libro está escrito
sobre estas líneas.
Ahora bien, analicemos el libro, y considerémoslo desde más de un punto de vista. Considerémoslo:
3.- Según el esfuerzo personal (los dos hombres alrededor de los cuales gira la historia):
a).- Pedro 1-12, en cinco secciones (hallarlas), y termina con su encarcelamiento y liberación
b).- Pablo 13-28, en cinco secciones (búsquense), terminando con su encarcelamiento (¿y
libertad?)
De nuevo insistimos en la necesidad de un estudio de estos dos libros, Juan y Hechos. Por ello hemos
dado un bosquejo más detallado. Ellos suministrarán a la mente y al corazón abundancia de luz, gracia y
poder, enriquecimiento y equipando para el servicio de Dios.
Completamos nuestra consideración del estudio del Nuevo Testamento por libros, dando algunas
sugerencias sobre el estudio de las Epístolas. Esta sección del Nuevo Testamento es apropiada para el método
que estamos considerando, pues las Epístolas tienen en su mayor parte un propósito definido y es fácil
analizarlo.
ROMANOS.
La primera Epístola del Nuevo Testamento en el orden en que las tenemos en nuestras versiones es en
algunos aspectos la mayor de todas ellas. la clave de su significado se halla en 1:17. El evangelio se dice que
es el poder de Dios para salvación (v. 16), porque en él se revela la justicia de Dios (v. 17). El tema de la
Epístola es "la justicia de Dios", y toda ella está construida sobre esta idea. Leámosla en una sesión si es
posible pensando en esta idea. Luego hay que leerla de nuevo, y aún una tercera vez, notando cuidadosamente
la impresión general que hace. Luego consideremos el siguiente análisis Buscar si es correcto. Mejorar,
modificar o alterar si es necesario.
Se ve pues que casi cada aspecto de la justicia es discutido e ilustrado en la Epístola. Notemos también
que "la justicia de Dios" incluye dos elementos: su justicia personal, esto es la justicia de su carácter, revelada
en Cristo; y la justicia concedida, esto es, la justicia de su gracia impartida en Cristo. Vemos esto en el gran
pasaje de 3:26; "A fin de que Él sea justo [personal] y el que justifica [concedida]." En otros pasajes se hace
énfasis en la una o la otra, según el contexto. Todo cristiano debería asegurarse de entender tanto como le sea
posible esta Epístola a los Romanos. Es una educación para la mente, el corazón, la conciencia y el alma.
GALATAS.
El obispo Lightfoot dice que Gálatas es un bosquejo de Romanos, el cual es el cuadro terminado. La
simple división consiste de tres partes de dos capítulos cada una:
1.- Personal. 1 y 2
2.- Doctrinal. 3 y 4
3.- Práctica. 5 y 6
Hay pocas epístolas más intensas en sentimientos y expresión. Procede el mismo corazón de un pastor
fiel, que teme la pérdida del rebano; el rebaño querido por él, que fue recogido en su primer viaje misionero
(Hechos 13: 14).
EFESIOS.
Una cumbre de revelación, Efesios revela los propósitos últimos y sublimes de Dios en Cristo y en la
Iglesia. Como es corriente en Pablo, la gran división es doctrina (1-3) y práctica (4-6), la última sigue como
corolario inevitable de la primera. La doctrina más alta es el motivo de poder para el deber más humilde. La
nota clave se halla en 1:3 y toda la Epístola ilustra y elabora este versículo.
1 TESALONICENSES.
Aquí tenemos una de las Epístolas más simples (y probablemente de las primeras) entre los escritos
paulinos. Consiste en dos partes.
Otra de las grandes Epístolas, Hebreos es una carta y un tratado. Considérese su tema en 1:1-4, la
revelación completa y final de Dios en la persona divina y la obra sacerdotal de su Hijo:
Cada una de estas secciones está dividida y subdividida en el curso de la discusión. Puede verse un plan
detallado en la obra de Murray "El Lugar Santísimo." Pero antes y de modo especial hay que hacer nuestro el
contenido de la Epístola.
La Epístola trata su tema a la luz del Antiguo Testamento, y muestra la superioridad de nuestro Señor con
respecto a los hombres y el ritual del Antiguo Pacto. La palabra "mejor" es la nota clave, y se halla unas once
veces, en tanto que la "idea" se halla en cada capítulo.
1 PEDRO.
En vez de un análisis, una palabra clave es a veces de mayor ayuda. Lo es aquí, y la palabra es "sufrir".
La epístola está escrita para animar a los cristianos que sufren y se les anima a resistir por medio de la idea de
los sufrimientos de Cristo y la gloria venidera.
1 JUAN.
Esta es una de las Epístolas más difíciles de analizar, aunque hay una clara unidad de pensamiento a lo
largo de la misma. El propósito es triple. 4, 2:1 y 5:13; y estos tres hilos son esenciales en toda la Epístola. El
último texto (5:13) la enlaza con el Evangelio como su continuación (20:31). La idea es que los que tienen
vida por creer el evangelio deben conocerla (la Epístola, y seguir creyendo). Esta seguridad tiene tres pruebas:
obediencia, amor a los hermanos y posesión del Espíritu. La obediencia se discute en 1:5-2:6; el amor en 2:7-
3:24; y el Espíritu en 3:24-5:12.
Estos ejemplos de libros del Nuevo Testamento serán suficientes para ilustrar la necesidad y el valor de
este modo de estudio. Hemos evitado dar muchos detalles, porque esto anularía nuestro objetivo, que es
estimular a un estudio de primera mano todas las ayudas del mundo no pueden sustituirlo y quizá puede
estorbarlo.