Mi Biografía

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Biografía Personal

Jair Stiven Ardia Gonzá lez


Nacimiento: 18/01/2000
Lugar Nacimiento: San Cristó bal; Edo. Tá chira

Soy hijo de Ana Evelia González Díaz, una mujer trabajadora y

luchadora, con un gran espíritu de servicio y abnegación hacia sus hijos y cualquiera que

necesite de su ayuda, personaje que, sin duda, ocupa un papel muy significativo y relevante

en mi vida. Soy el menor de 9 hermanos, ocho de ellos, hijos del primer matrimonio de mi

madre, Deiby, Yohana, Oriol, Mellury, Dennyz, Anghello, Sindy y Kenyorz. Actualmente, solo

dos de ellos son adventistas activos. Siendo yo producto de su última pareja, quien fuese mi

padre, Marcos Aulerio Ardila Peña, trabajador en la labor de latonería y pintura; de quien

no tengo mucho por mencionar, pues no ha estado presente en mi vida hasta la fecha, salvo

en algunos encuentros muy ocasionales.

Cursé mis estudios primarios en una escuela pública cerca de mi comunidad en San

Josecito, Municipio Tórbes del Edo. Táchira (2007 – 2012) y mis estudios de Secundaria en

el liceo público “U.E Gral. Juan Vicente Gómez” ubicado en la misma localidad mencionada

(2013 – 2017). En esta institución tuve la particularidad de ser el único joven adventista,

situación que hizo de mi formación algo compleja, pero de gran bendición.

Mi formación religiosa inició desde muy temprano, pues nací en un entorno adventista y

tomé la decisión de entregar mi vida a Jesús cuando tenía solo 7 años de vida (marzo del

2007); a pesar de mi ignorancia en muchas verdades bíblicas a esta edad, y a penas,


aprendiendo a diferenciar lo bueno de lo malo; esta inocente, pero muy sincera decisión, la

he logrado mantener firme hasta el presente, gracias al amor y la misericordia de Dios al

cuidarme de flaquear.

El mensaje de la iglesia llega a mi familia materna desde mis tatarabuelos, ciudadanos

colombianos y personas humildes dedicadas al trabajo del campo y la ganadería. De

generación en generación en mi familia, fueron inculcando los principios de la iglesia

adventista con tendencias muy notables a la rama del reformismo, esto excluyendo a mi

abuelo, quien decidió aplicar la reforma en su vida sin revelarse en contra de la

organización de la iglesia. Este principio trató de enculcarselo a sus 12 hijos, de los cuales

hoy viven 8, todos adventistas y uno de ellos con tendencia al reformismo.

No duré mucho tiempo después de titularme como bachiller de la República, para decidir

venir a iniciar mis estudios y formación como futuro ministro de la iglesia adventista; fue

así que, en el mes de mayo del año 2017 es cuando inicio mis estudios de teología en el

Seminario Teológico Adventista de Venezuela. Esta decisión se efectúa gracias al llamado

que Dios hizo en mi vida y a su amor que me libró de tomar otras decisiones apresuradas.

Cuando tenía aproximadamente 9 años, experimenté un hecho impactante en mi vida. En

un viaje de vacaciones, en un lugar llamado “Peñas Blancas” junto a varios de mis primos

nos dirigimos a una montaña retirada, en medio de los juegos y la aventura típica de

cualquier niño, no nos percatamos de lo lejos que íbamos hasta que nos vimos en medio de

un gran abismo rodeado de grandes árboles y atacados por una inmensa nube de abejas. En

ese momento, atemorizados por las picaduras de estos insectos nos dirigimos a la orilla de

aquel abismo, y terminamos cayendo a una altura de aproximadamente, 15 metros de


barranco. Fue una trágica experiencia que, sin duda alguna, me hizo comprender el gran

amor de Dios y entender que todos venimos a este mudo con un propósito, y ese propósito

no se cancelará a menos que nosotros mismos decidamos que así ocurra.

Esa experiencia me ayudó a ser más valiente y fuerte ante situaciones adversas. Desde el

inicio de mis estudios de teología, han sido muchos momentos complejos y decisivos. El más

reciente, lo pude experimentar el pasado año 2021 cuando tomé la triste decisión de

congelar mis estudios académicos, decisión que me he arrepentido grandemente de haberla

tomado. De esta experiencia aprendí que parar es retroceder, que dudar es perder y que

rendirse nunca debe ser una opción.

Agradezco a Dios por todos sus regalos, pero de forma especial, agradezco por uno de los

que considero, más valioso, la amistad. He contado con pocas, pero valiosas y muy sinceras

amistades que me han ayudado a crecer y cuyos consejos y palabras, me han dado ánimo en

momentos de flaqueza, y seguridad en momentos de incertidumbre.

Puedo mencionar, entre varios, a Jacob Peñaranda, un siervo de Dios y de la humanidad

que no escatima en brindar ayuda a quien lo necesite y quien me brindó gran apoyo

mientras estuve compartiendo residencia con él. Agradezco a Nilson Beltran, con quien he

llevado a cabo una amistad a distancia, y ha tenido el noble y altruista gesto de ayudarme en

mi carrera de forma constante. Agradezco a Brolin Naranjo por volverse parte de mi familia

y brindarme una amistad sincera e inalterable. Entre las personas que han dejado una

huella en mi vida, debo mencionar al Pr. Ángel Vargas, cuyo ministerio y ejemplo de vida

hizo que desde niño tuviese una loable y especial imagen de un Pastor, de él quisiera

aprender su sabiduría y humildad. Por otra parte, debo mencionar al Pastor Everth Becerra,
líder juvenil de mi campo, cuyo ministerio he admirado siempre y de quien he aprendido

mucho, tanto por hechos como por palabras expresadas en consejo. Aunque no tuve la dicha

de compartir con mis hermanos en mi crianza, y no poder llevar a cabo con ellos una típica

relación de hermanos. Estoy muy agradecido con Dios por regalarme la oportunidad de ser

parte de sus vidas y que ellos lo sean de la mía. Hoy en día mi mayor motivación y la

constante suplica en mis oraciones es ver que cada uno de ellos entregue su vida por

completo a los pies de Jesús y no descansaré hasta que esto sea una realidad.

Durante el tiempo de vida que Dios me ha regalado en este mundo, he logrado cimentar

lo que podría llamar “Mi filosofía de vida” una filosofía donde veo con igualdad de valor a

todos mis semejantes, donde el juzgar nunca será una opción; en la que doy más valor a la

calidad de amigos antes que la cantidad. Donde entiendo que nada es mío y todo es del que

lo necesite; donde las palabras pesan más por la certeza con que se digan y no por lo

repetidas que se vuelvan en nuestros labios; donde comprendo que, la individualidad

destruye y el servir a los demás construye. Una filosofía de vida que me ha ayudado a

encontrar la verdadera felicidad que viene de Jesús.

Actualmente, estoy cursando mi 8vo semestre de Teología en el Seminario Teológico

Adventista de Venezuela. Tengo a una bella y virtuosa dama como novia, Brandy Cudris,

quien desde que llegó a ser parte de mi vida, ha sido una gran fuente de inspiración en la

poesía que construye mi historia. Tengo más sueños por vivir que planes por cumplir,

porque he aprendido que mis planes son falibles, pero los de Dios son perfectos, son santos

y mejores que el más elevado pensamiento humano. Les hablé de mi pasado, les menciono

con seguridad mi presente; pero mi futuro solo Dios sabe que traerá y en él confío.

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