Licenciatura Derecho Procesal - Tomo VI
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Apuntes realizados en base al manual explicativo del Código Procesal Penal de los
profesores Francisco Hermosilla Iriarte y Gonzalo Hoyl Moreno, a la obra Derecho
Procesal Penal Chileno, de María Inés Horvitz y Julián López Masle, y complementados
con los apuntes de clases del profesor Gonzalo Hoyl Moreno.
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Contenidos
I. Aspectos Preliminares
II. La Acción y las Formas de Iniciar el Proceso Penal
III. Los Sujetos Procesales en el Proceso Penal
IV. Las Medidas Cautelares en el Proceso Penal
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Ante tal panorama, el foro de la Reforma Procesal Penal concibió un nuevo modelo de
corte acusatorio, y no inquisitivo como el de antaño, en base a ciertas ideas matrices.
Así, fluyen de manera inequívoca en este nuevo sistema de enjuiciamiento criminal, al
menos, los siguientes principios:
• Oficialidad y Legalidad
El principio de oficialidad expresa la idea de persecución penal pública de los
delitos, esto es, la noción de que éstos pueden y deben ser perseguidos por el
Estado de oficio, sin consideración a la voluntad del ofendido ni de ninguna otra
persona.
La antítesis teórica del principio de oficialidad es el principio dispositivo en
sentido estricto, esto es, la disponibilidad que las partes tienen sobre el interés
privado y la conveniencia o no de acudir al órgano jurisdiccional pretendiendo su
satisfacción.
El principio de legalidad enuncia que el Ministerio Público está obligado a iniciar
y sostener la persecución penal de todo delito que llegue a su conocimiento, sin
que pueda suspenderla, interrumpirla o hacerla cesar a su mero arbitrio.
• La Presunción de Inocencia
A diferencia del sistema inquisitivo, en que el inculpado debía probar su inocencia
aunque formalmente estuviera amparado por ella, es ahora el ente persecutor
quien debe probar la acusación penal.
El imputado, a día de hoy, es un sujeto de derechos, y es inocente mientras no se
dicte una sentencia que lo condene por un delito, gozando por lo tanto de una
presunción simplemente legal de inocencia.
• Defensa Efectiva
El Código Procesal Penal no solo consagra la presunción de inocencia, sino que
además, le otorga al imputado la oportunidad de participar activamente en la
investigación.
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Nuestro actual Código Procesal Penal se divide en cuatro libros, y cada uno de estos en
sus respectivos títulos, además de un título final que regula la entrada en vigencia del
Código.
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posiciones de las partes acerca de la verdad de un hecho, y además, que puede y debe
producir prueba de oficio.
C) Principio Acusatorio
El principio acusatorio impone la distribución de los poderes de persecución penal, y por
ello, de las funciones asociadas a su ejercicio, implicando una triple separación entre las
funciones de investigación, acusación y enjuiciamiento, recayendo las dos primeras en el
Ministerio Público y la tercera en el Juez.
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Esta crítica ha dado origen, como antítesis teórica, al principio de oportunidad, conforme
al cual, el Ministerio Público, ante la noticia de un hecho punible, o inclusive, ante la
existencia de prueba completa de la perpetración de un delito, está autorizado para no
iniciar, suspender, interrumpir o hacer cesar el curso de la persecución penal, cuando así
lo aconsejan motivos de utilidad social o razones político-criminales.
De esta forma, se reconocen y consagran en una misma disposición las tres garantías
individuales de que gozan las personas de cara a la organización judicial del Estado, que
son el Derecho al Juez Independiente, el Derecho al Juez Imparcial y el Derecho al
Juez Natural, todas las cuales fueron estudiadas en su momento.
Así, este derecho obliga a las autoridades a garantizar que todas las etapas del proceso,
incluidas las diligencias preliminares y el juicio, así como la dictación de las sentencias y
la tramitación de los recursos, se efectúen dentro de un plazo prudente.
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3) Derecho de Defensa
Entendemos por el derecho de defensa aquel derecho fundamental que asiste a todo
imputado y a su abogado defensor para comparecer inmediatamente en la instrucción, y
a lo largo de todo el proceso penal, a fin de poder contestar con eficacia la imputación o
acusación contra aquél existente, articulando con plena libertad e igualdad de armas los
actos de prueba, de postulación e impugnación necesarios para hacer valer dentro del
proceso penal el derecho a la libertad que asiste a todo ciudadano, que por no haber sido
condenado, se presume inocente.
A este respecto, el Art. 8° Inc. 1° CPP consagra el derecho del imputado a ser defendido
por un letrado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra.
Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a que el Estado le
proporcione uno.
La designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera
actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho imputado.
El mismo artículo, en su Inc. 2°, establece que el imputado tendrá derecho a formular los
planteamientos y alegaciones que considerare oportunos, así como a intervenir en todas
las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento, salvas las
excepciones expresamente previstas en este Código.
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La garantía de publicidad, tal como aparece tratada en nuestro Código Procesal Penal, se
satisface con el acceso público a la Sala de Audiencias.
Conforme al Art. 289 Inc. Final CPC, los medios de comunicación social podrán
fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia cuando el tribunal así lo
determine.
Dicha posibilidad no rige si ambas partes se opusieren a ello, pero si sólo una lo hiciere,
el tribunal deberá resolver.
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El derecho al juicio oral es una garantía que se aplica y cumple en la etapa del juicio.
En principio, no existe una garantía constitucional que ampare la oralidad del
procedimiento en sus etapas preliminares, pero el principio de oralidad alcanza también,
por declaración expresa del Código Procesal Penal, a la etapa de preparación del juicio
oral, en cuanto su fase más importante, la audiencia de preparación, se desarrolla
oralmente, sin que se admita durante su realización la presentación de escritos.
El derecho a un juicio oral aparece asociado a tres principios sin los cuales quedaría
desnaturalizado, y que son los siguientes:
• El Principio de Inmediación
El principio de inmediación impone que el sentenciador sólo puede fallar de
acuerdo con las impresiones personales que obtenga del acusado y de los medios
de prueba.
Se trata de un principio que no está reconocido autónomamente como garantía,
pero que opera como tal en cuanto aparece asociado al derecho a un juicio oral,
impidiendo que dicho derecho se burle por la vía de reconocer valor, en la
sentencia, a prueba que no haya sido producida durante el juicio.
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Antes de entrar a cada una de estas materias en particular, importa destacar que, en
conformidad al Art. 52 CPP, son aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se
opusieren a lo estatuido en el Código o en otras leyes especiales, las normas comunes a
todo procedimiento contempladas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil.
Lo anterior significa que las normas del Código de Procedimiento Civil relativas a
notificaciones, actuaciones judiciales, incidentes, resoluciones judiciales y costas, entre
otras, son aplicables, en principio, al Código Procesal Penal, siempre que no exista en
éste o en alguna otra ley una regla especial diversa.
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Sin perjuicio de que existen diversas normas especiales relativas a estas materias
dispersas en el Código Procesal Penal, el título II del Libro I contiene reglas comunes a
todo procedimiento penal, con respecto a las siguientes materias:
• Plazos;
• Comunicaciones entre autoridades;
• Comunicaciones y citaciones del Ministerio Público;
• Notificaciones y citaciones judiciales;
• Resoluciones y otras actuaciones judiciales;
• Registro de las actuaciones judiciales;
• Costas.
B) Los Plazos
En el procedimiento penal, la validez de los actos procesales no se encuentra, en general,
condicionada por la existencia de períodos de tiempo inaptos para llevarlos a cabo, como
sucede, por el contrario, en el procedimiento civil (Art. 59 CPC).
En principio, entonces, todos los días y horas son hábiles para las actuaciones del
procedimiento penal (Art. 14 Inc. 1º CPP).
Los plazos establecidos por el Código Procesal Penal son fatales e improrrogables, a
menos que se indique expresamente lo contrario (Art. 16 CPP).
El carácter fatal de los plazos, a diferencia de lo que sucede en materia procesal civil (Art.
64 CPC), afecta tanto a los plazos establecidos para actuaciones de los intervinientes
como aquellos establecidos para actuaciones propias del tribunal.
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El Código Procesal Penal consagra de manera explícita la renunciabilidad del plazo, total
o parcialmente, por manifestación expresa.
Si se tratare de un plazo común, la abreviación o renuncia requieren el consentimiento de
todos los intervinientes y la aprobación del tribunal (Art. 18 CPP).
Todos estos actos se encuentran regulados en párrafos separados, designados con los
números 2º, 3º y 4º en el Título II del Libro I del Código Procesal Penal.
Una sistematización en paralelo de estos actos nos lleva a estudiarlos en conjunto,
distinguiendo en cada caso las particularidades que asume, dependiendo de la autoridad
de la cual emanan.
1) Requerimiento de Información
El requerimiento de información es un acto de comunicación común tanto al Ministerio
Público como a los tribunales con competencia penal, y consiste en la solicitud de
información que ellos pueden formular a todas las autoridades y órganos del Estado,
quienes están obligados por ley a proporcionarla sin demora (Art. 19 CPP).
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informe de la autoridad de que se tratare, recabado por la vía que considere más rápida,
resuelva la controversia.
La Corte adoptará esta decisión en cuenta, y si fuere el tribunal el que requiriere la
información, debe formular dicha solicitud directamente ante la Corte de Apelaciones
(Art. 19 Inc. 3º CPP).
Si la razón invocada por la autoridad requerida para no enviar los antecedentes solicitados
fuere que su publicidad pudiere afectar la seguridad nacional, la cuestión deberá ser
resuelta por la Corte Suprema (Art. 19 Inc. 4º CPP).
Las resoluciones que los ministros de Corte pronuncien para resolver estas materias no
los inhabilitarán para conocer, en su caso, los recursos que se dedujeren en la causa de
que se tratare (Art. 19 Inc. Final CPP).
La ley prevé también para este caso un mecanismo para resolver las eventuales
controversias originadas por el rechazo del requerido al cumplimiento del trámite o
diligencia, o por el transcurso del plazo fijado para su cumplimiento sin que éste se
produjere.
En estos casos, el tribunal requirente puede dirigirse directamente al superior jerárquico
del primero para que ordene, agilice o gestione directamente la petición (Art. 20 Inc. 2°
CPP).
Al igual que en el caso de los requerimientos, la ley establece que la comunicación puede
realizarse por cualquier medio idóneo, sin perjuicio del posterior envío de la
documentación que fuere pertinente (Art. 21 CPP).
3) Las Notificaciones
Las notificaciones constituyen el acto de comunicación a través del cual el tribunal pone
en conocimiento de los intervinientes o de terceros la dictación de una resolución judicial.
Se trata de un acto de comunicación privativo del órgano jurisdiccional, razón por la cual
tiene, en el Código Procesal Penal, un tratamiento diferenciado de las comunicaciones
que puede efectuar el Ministerio Público.
En el proceso penal, las notificaciones que hubiere de practicarse a los intervinientes se
rigen, en principio, por las normas contempladas en el Título VI del Libro I del Código
de Procedimiento Civil (Art. 32 CPP).
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No obstante lo anterior, el párrafo 4º del Título II del Libro I CPP contiene, entre las
normas comunes a todo procedimiento penal, reglas especiales en cuanto a los
funcionarios habilitados para practicar las notificaciones y en cuanto a la forma de las
mismas.
En relación a la forma de las notificaciones, la remisión del Art. 32 CPP implica que
las formas de notificación establecidas por el Código de Procedimiento Civil son
plenamente aplicables al procedimiento penal, sin perjuicio de lo cual, en este tipo de
procedimientos, el tribunal puede decretar cualquiera otra que resulte suficientemente
eficaz y no cause indefensión (Art. 31 CPP).
De esta manera, puede decirse que en el procedimiento penal existen las siguientes formas
de notificación de las resoluciones judiciales:
• Notificación personal (Arts. 40 y 44 CPC);
• Notificación por cédula (Art. 48 CPC);
• Notificación por el estado diario (Art. 50 CPC);
• Otras formas de notificación (Art. 31 CPP).
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• Notificación en Audiencia
Una forma de notificación personal especial contemplada en el Código Procesal
Penal y consistente con el principio de oralidad, es la notificación de las
resoluciones pronunciadas en audiencias judiciales, las que se entienden
notificadas a los intervinientes que hubieren asistido a las mismas por el solo
hecho de su dictación (Art. 30 CPP).
Aunque lo mismo se observa respecto de los intervinientes que hubieren debido
asistir y no lo hubieren hecho, es evidente que en este último caso no nos
encontramos propiamente ante una forma de notificación, sino ante una sanción
procesal motivada por la incomparecencia.
La notificación en audiencia presenta, respecto de la notificación personal, la
particularidad de que no requiere la entrega de antecedentes escritos, sino que se
perfecciona por la sola comunicación oral de la resolución.
No obstante lo anterior, la ley reconoce a los interesados el derecho a pedir copias
de los registros en que constaren estas resoluciones (Art. 30 Inc. Final CPP).
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5) Citaciones Judiciales
La citación judicial es el acto de comunicación del tribunal mediante el cual se comunica
a una persona la orden de que comparezca ante el tribunal para la realización de un acto
del procedimiento.
Se cumple mediante la notificación de la resolución que ordena la comparecencia del
citado (Art. 33 CPP).
La citación es un acto formal, que debe contener la mención del tribunal ante el cual se
debe comparecer, su domicilio, la fecha y hora de la audiencia, la identificación del
proceso de que se tratare y el motivo de la comparecencia.
Debe, asimismo, advertir al citado que la no comparecencia injustificada dará lugar a que
sea conducido por medio de la fuerza pública, que quedará obligado al pago de las costas
que causare, y que pueden imponérsele sanciones.
También se les deberá indicar que, en caso de impedimento, deberá comunicarlo y
justificarlo ante el tribunal, con anterioridad a la fecha de la audiencia, si fuere posible
(Art. 33 Inc. 2º CPP).
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lugar en que ejercieren sus funciones o en su domicilio, en la forma prevista por el Art.
301 CPP (Art. 23 Inc. 2º CPP).
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Las segundas deben ser resueltas por el tribunal antes de las veinticuatro horas
siguientes a su recepción (Art. 38 CPP).
Lo anterior se entiende, por supuesto, sin perjuicio de los plazos especiales fijados
por la ley para la realización y dictación de determinadas actuaciones y
resoluciones judiciales.
• Poder Coercitivo
El Art. 34 CPP establece que, en el ejercicio de sus funciones, el tribunal podrá
ordenar directamente la intervención de la fuerza pública y disponer todas las
medidas necesarias para el cumplimiento de las actuaciones que ordenare y la
ejecución de las resoluciones que dictare (Art. 34 CPP).
La norma no es más que una reiteración de la disposición constitucional conforme
a la cual, para hacer ejecutar sus resoluciones y practicar o hacer practicar los
actos de instrucción que determine la ley, los tribunales ordinarios de justicia y
los especiales que integran el Poder Judicial pueden impartir órdenes directas a la
fuerza pública o ejercer los medios de acción conducentes de que dispusieren,
debiendo la autoridad requerida cumplir sin más trámite el mandato judicial, sin
poder calificar su fundamento u oportunidad, ni la justicia o legalidad de la
resolución que se trata de ejecutar (Art. 76 Inc. 3º y 4º CPR).
Por estas razones, la ley ha previsto la existencia de dos registros de la investigación, que
son el registro de las actuaciones del Ministerio Público (Art. 227 CPP) y el registro de
las actuaciones policiales (Art. 228 CPP).
A nivel de disposiciones comunes a todo procedimiento penal, existen, por otra parte,
normas que establecen el registro de las actuaciones judiciales.
Estas establecen, a su vez, dos registros, que son el registro de actuaciones ante el juez de
garantía y el registro del juicio oral.
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Los registros de las actuaciones judiciales son de libre acceso para los intervinientes.
Los terceros pueden, en principio, consultarlos, cuando dieren cuenta de actuaciones que
fueren públicas, a menos que durante la investigación o la tramitación de la causa, el
tribunal restringiere el acceso para evitar que se afecte su normal substanciación o el
principio de inocencia (Art. 44 Inc. 1º y 2º CPP).
Estas restricciones no pueden establecerse si han transcurrido cinco años desde la
realización de las actuaciones consignadas en los registros.
Unido al derecho de conocer el contenido de los registros, la ley impone al tribunal la
obligación de expedir copias fieles de los registros, a solicitud de algún interviniente o de
cualquier persona, y certificar si se hubieren deducido recursos en contra de la sentencia
definitiva (Art. 44 CPP).
F) Las Costas
La regla general en materia de pago de costas está contemplada en el Art. 45 CPP,
conforme al cual, toda resolución que pusiere término a la causa o decidiere un incidente
deberá pronunciarse sobre el pago de las costas del procedimiento.
Las costas del procedimiento penal comprenden tanto las procesales como las personales
(Art. 46 CPP).
Aunque el tribunal debe, en principio, imponer el pago de las costas en los casos que se
mencionan a continuación, la ley admite que el tribunal, por razones fundadas que debe
expresar determinadamente, exima total o parcialmente del pago de ella.
Este es el caso de:
• El condenado (Art. 47 Inc. 1º CPP);
• La víctima que abandonare la acción civil (Art. 47 Inc. 2º CPP);
• El querellante que abandonare la querella (Art. 47 Inc. 2º CPP);
• El querellante, cuando el imputado fuere absuelto o sobreseído definitivamente
(Art. 48 Inc. 2º CPP).
Esta condena sólo procede, a modo de sanción y por resolución fundada, en casos de
notorio desconocimiento del derecho o de grave negligencia en el desempeño de sus
funciones (Art. 50 CPP).
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Cuando fueren varios los intervinientes condenados al pago de las costas, el tribunal debe
fijar la parte o proporción que corresponderá soportar a cada uno de ellos (Art. 49 CPP).
Cuando fuere necesario efectuar un gasto cuyo pago correspondiere a los intervinientes,
el tribunal debe estimar su monto y disponer su consignación anticipada.
En todo caso, el Estado debe soportar los gastos de los intervinientes que gocen del
privilegio de pobreza (Art. 51 CPP).
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1. La Acción Penal
A) Introducción
De todo delito nace una acción penal para su persecución procesal, y conforme al Art. 53
CPP, esta acción penal puede ser pública o privada, según el régimen de persecución
penal al que esté sometido el correspondiente delito.
Sea pública o privada, la acción penal no puede entablarse sino contra las personas
responsables del delito, en conformidad al Art. 58 Inc. 1° CPP, pero la responsabilidad
penal sólo se establece en la sentencia definitiva, por lo que la acción penal expresa una
pretensión de esclarecimiento de un hecho que constituye, a primera vista, un delito, y a
la determinación de su autor, para la imposición de una pena a quien la sentencia declare
responsable del mismo.
El sentido de esta disposición cobra sentido al ser relacionada con el inc. 2° del Art. 58
CPP, que señala que la responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas
naturales, y por las personas jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto
punible, sin perjuicio de la responsabilidad civil que los afecte.
Conforme al Art. 53 CPP, la acción pública para la persecución de todo delito que no
esté sometido a regla especial deberá ser ejercida de oficio por el Ministerio Público.
Podrá ser ejercida, además, por las personas que determine la ley, con arreglo a las
disposiciones del Código, y se concede siempre acción penal pública para la persecución
de los delitos cometidos contra menores de edad.
La acción penal privada sólo podrá ser ejercida por la víctima.
Excepcionalmente, la persecución de algunos delitos de acción penal pública requiere la
denuncia previa de la víctima (Art. 53 Inc. Final), y es por ello que hablamos de un tipo
de acción penal que es la acción penal pública previa instancia particular.
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La regla general es que los delitos sean de acción penal pública, salvo que su persecución
esté sometida a una regla especial, y en tales casos se encuentran los delitos de acción
penal pública previa instancia particular y los delitos de acción penal privada.
Se establece que, a falta del ofendido por el delito, pueden denunciar las personas a
quienes el Código reconoce la calidad de víctima (Art. 108 CPP), cuando la misma no
pueda ejercer sus derechos en el proceso en la forma establecida en la ley (Art. 54 Inc.
2° CPP).
Las personas a quienes la ley reconoce la calidad de víctima, cuando la misma no pueda
ejercer sus derechos en el proceso en la forma establecida en la ley, están enumeradas en
el Art. 108 CPP con el siguiente orden de prelación:
• El cónyuge o conviviente civil y los hijos;
• Los ascendientes;
• El conviviente;
• Los hermanos;
• El adoptado o el adoptante.
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Debemos agregar a esta lista los delitos previstos y sancionados por el Art. 22 del DFL
N°707 de 1982 sobre cuentas corrientes bancarias y cheques, que deriven del giro del
cheque efectuado por un librador que no cuente de antemano con fondos o créditos
disponibles suficientes en su cuenta corriente, que hubiere retirado los fondos disponibles
después de expedido el cheque, o hubiera girado sobre cuenta corriente cerrada.
El delito de giro doloso de cheques puede ser tanto un delito de acción pública como de
acción privada, dependiendo de la causal del protesto.
Si la causal de protesto es falta de fondos o cuenta cerrada, el delito confiere acción penal
privada al tenedor del cheque protestado por dichas causales.
El afectado debe querellarse para poner en movimiento la actividad jurisdiccional del
Estado, mientras que no interviene en este procedimiento el Ministerio Público, y se rige
por las normas contenidas en los Arts. 400-405 CPP, más la remisión que efectúa el
último de los artículos mencionados a las normas del procedimiento simplificado, en lo
no previsto.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que, conforme al Art. 116 CPP, no pueden
querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada:
• Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra
sus hijos, o por bigamia;
• Los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el
otro o contra sus hijos;
• Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo
grado, a no ser por delitos cometidos los unos contra los otros, o contra su cónyuge
o hijos.
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Existe un caso regulado por la ley en que se presume la renuncia del ofendido a la acción
penal privada, contenido en el Art. 66 CPP, que establece que cuando sólo se ejerza la
acción civil respecto de un hecho punible de acción privada, se considerará extinguida,
por esta sola circunstancia, la acción penal.
Por otro lado, extinguida la acción civil, no se entenderá extinguida la acción penal para
la persecución del hecho punible (Art. 65 CPP).
La ley señala que se extingue, por la renuncia de la persona ofendida, la acción civil
derivada de cualquier clase de delitos (Art. 56 Inc. 2º CPP), pero esta renuncia debe ser
expresa, ya que la mera falta de ejercicio de la acción civil derivada del delito en el
proceso penal, salvo que se trate de la restitución de la cosa, no impide ejercerla ante el
tribunal civil competente mientras ella no se encuentre prescrita.
Podría entenderse, por otro lado, que la ley presume la renuncia de la acción civil en los
supuestos de abandono regulados en el Art. 64 Inc. 2º CPP, que plantea situaciones de
incomparecencia injustificada de la víctima a ciertas audiencias principales del
procedimiento.
En efecto, producido el abandono en estos casos, que presuponen que la demanda civil
haya sido presentada y admitida a tramitación en el proceso penal, no cabe deducirla
nuevamente ante un tribunal civil (Art. 59 Inc. 2º CPP).
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Como efecto relativo general de la renuncia de la acción penal, el Código establece que
ella sólo afectará al renunciante y a sus sucesores, y no a otras personas a quienes también
corresponda la acción (Art. 57 CPP).
Si se trata de un hecho punible que otorga acción penal pública previa instancia
particular, el Ministerio Público no puede proceder de oficio sin que, a lo menos, el
ofendido por el delito hubiere denunciado el suceso a los tribunales, a la propia fiscalía
o a la policía.
A falta del ofendido por el delito, pueden denunciar el hecho las personas indicadas en el
Art. 108 CPP, y si la víctima se encontrara imposibilitada de realizar libremente la
denuncia, o cuando quienes pueden formularla por él se encuentran imposibilitados o
implicados en el hecho, puede excepcionalmente, el Ministerio Público proceder de
oficio.
Iniciado el procedimiento de cualquiera de estas formas, continuará tramitándose de
acuerdo con las reglas generales relativas a los delitos de acción pública.
Tal como señalamos antes, hay que hacer presente que según el Art. 116 CPP, tienen
prohibición de presentarse querella entre sí, sea por delitos de acción pública o privada
ciertas personas.
Por último, si estamos en presencia de un delito que sólo otorga acción privada, el
procedimiento sólo puede iniciarse por querella.
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C) La Denuncia
La denuncia es el acto mediante el cual una persona pone en conocimiento de las
autoridades que señala la ley un hecho que puede revestir el carácter de delito, y además,
en cuanto le constare, las circunstancias del suceso y el nombre o datos que permitan
identificar al presunto responsable y a las personas que lo hubieren presenciado o tuvieren
noticia de él.
El denunciante no es un interviniente del procedimiento penal, y sólo adquiere la
responsabilidad que le corresponda por delito cometido por medio de la denuncia, o con
ocasión de ella.
El Art. 179 CPP contempla una institución especial, denominada autodenuncia, en cuya
virtud, la persona imputada por otro de haber participado en la comisión de un hecho
ilícito tiene el derecho de concurrir ante el Ministerio Público y solicitar que se investigue
tal imputación.
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Si el fiscal respectivo se negare a proceder, la persona afectada podrá recurrir ante las
autoridades superiores del Ministerio Público, a efecto de que revisen tal decisión.
Si bien la auto denuncia no es usual, puede ser utilizada y servir de base para configurar
una atenuante de responsabilidad penal (Art. 11 N°8 CP)
D) La Querella
1) Generalidades
La querella es un acto jurídico procesal mediante el cual la víctima de un hecho punible,
o las demás personas o instituciones expresamente facultadas por la ley, ponen en
conocimiento de la autoridad competente la existencia de un hecho que puede revestir los
caracteres de un delito.
Si el querellante es una persona o institución distinta de la víctima, adquiere por este acto
la calidad procesal de interviniente, con todos los derechos que ello conlleva.
No obstante, la víctima, en ciertos casos, según lo dispone el Art. 116, tiene prohibición
de querellarse entre ciertas personas, cuando existen ciertas relaciones entre ellas:
• Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra
sus hijos, o por el delito de bigamia;
• Los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido en contra
del otro o contra sus hijos;
• Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo
grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra su
cónyuge o hijos.
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Si bien el concepto tradicional de víctima se identifica con la idea de persona que sufre el
daño directo que produce el delito, observamos la incorporación progresiva de un
concepto de víctima en un sentido colectivo, relativo al conjunto de personas que pueden
verse afectadas o son perjudicadas en sus intereses o bienes sociales por la comisión de
un delito.
Lo anterior es concordante con el surgimiento de bienes jurídicos colectivos, esto es
bienes e intereses que dicen relación con el funcionamiento del sistema social, o que están
al servicio de los bienes que conforman la base de existencia del mismo, como la salud
pública, la seguridad social o colectiva, y la seguridad del tráfico económico y financiero.
De las normas del Código Procesal Penal, podemos constatar la existencia de dos tipos
de querellantes:
• El querellante conjunto adhesivo o querellante particular, contemplado para
los delitos de acción penal pública como colaborador y control externo del
Ministerio Público, con posibilidades de forzar la acusación.
Este querellante puede intervenir activamente en el procedimiento, adherir a la
acusación del Fiscal o presentar una particular, ofrecer y presentar pruebas en el
juicio e interponer recursos;
• El querellante privado, que tiene el carácter de acusador exclusivo y excluyente
en los delitos de acción penal privada.
Este querellante tiene la carga de la persecución penal, pues en este tipo de delitos,
como ya se dijo, no interviene el Ministerio Público.
2) Presentación de la Querella
En primer lugar, en cuanto a la oportunidad, debemos distinguir la situación de la querella
presentada para incoar un procedimiento por delito de acción privada o un delito de acción
penal pública.
En la primera hipótesis la oportunidad para interponer una querella criminal está dada por
el plazo de la prescripción de la acción penal, dependiendo exclusivamente de la voluntad
de la víctima, y el plazo máximo es hasta antes del cierre de la investigación, si ésta se
encontrare formalizada.
En el segundo caso, en cambio, la querella criminal sólo puede interponerse por las
personas autorizadas legalmente durante la instrucción, desde el inicio del procedimiento
y hasta el cierre de la investigación.
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En los casos de acción penal privada, el Art. 120 CPP establece, además, que se
entenderá abandonada la querella por:
• Inasistencia del querellante a la audiencia de juicio;
• Inactividad del querellante en el procedimiento por más de 30 días;
• Cuando, habiendo muerto o caído en incapacidad el querellante, sus herederos o
representante legal no concurrieren a sostener la acción dentro del término de 90
días.
Supuesto que no se haya dejado sin efecto la detención por el fiscal del Ministerio Público
o por el juez de garantía, esta hipótesis puede determinar una aceleración del
procedimiento, con o sin juicio oral, de modo que en estos casos se omitirá la realización
de toda la secuencia de actos procesales prevista en el Código, o ellos se realizarán de
modo muy concentrado.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El Código Procesal Penal señala que se entablan verdaderas reclamaciones o tercerías por
parte del dueño o poseedor de una especie, ante el Juez de Garantía, quien se limitará a
declarar el derecho del reclamante sobre dichos objetos.
El actor civil actúa como un verdadero tercerista de dominio o de posesión, similar a
quien alega dichas tercerías en el juicio ejecutivo.
Sin embargo, no puede regularse su tramitación conforme a las normas de las tercerías
que da el Código de Procedimiento Civil a raíz del juicio ejecutivo, sino que su
tramitación debe ser la incidental, de conformidad a las normas que la regulan en los Arts.
82 y ss. CPC, por aplicación del Art. 52 CPP, que ordena aplicar supletoriamente, en
todo lo no previsto en este Código, las normas comunes a todo procedimiento del Libro I
del Código de Procedimiento Civil.
En resumen, se permite entablar ante el Juez de Garantía sólo una acción civil restitutoria
respecto de la cosa, pero no de su valor, pues en este último caso, deberá recurrirse a un
tribunal con competencia civil.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Sin embargo, no será necesario entablar dicha acción restitutoria de la cosa ante el Juez
de Garantía respectivo cuando se trate de obtener la restitución de cosas sustraídas en
delitos de robo y hurto, o bien, las estafadas, las cuales podrán ser devueltas a quien
acredite ser dueño o poseedor, dejándose constancia de su existencia en el procedimiento
mediante fotografías u otros medios que resultaren convenientes, con el objeto de poder
ser utilizadas posteriormente al momento de fallar, ya sea en procedimientos abreviados,
simplificados, monitorios o juicios orales.
Lo primero que hay que tener presente de dichas acciones civiles es que en el Código
Procesal Penal hay un único demandante civil, la víctima, y un único posible demandado
civil, que es el imputado.
Esto quiere decir que si se quieren deducir acciones civiles, por ejemplo, en contra del
tercero civilmente responsable, deben ejercerse únicamente en sede civil.
Lo mismo si van a ser ejercidas por quienes hoy en día no son víctimas, o no se respeta
el orden de prelación de quienes se consideran víctimas, ya que tal demanda podrá ser
desestimada por el juez de garantía, y sólo cabrá interponerlas en sede civil por parte de
los interesados.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Por último, la otra oportunidad que tiene el actor civil para pedir que se decrete alguna de
las medidas cautelares reales (ahora sí equivalentes a las medidas precautorias civiles) es
en conjunto con la presentación de la demanda civil, donde también podrá solicitarlas al
juez.
Las resoluciones de los jueces de garantía que decreten o nieguen las medidas cautelares
reales son apelables dentro de los cinco días siguientes a la notificación de la resolución
impugnada.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Sin embargo, existe una gran diferencia con el sistema civil que conviene destacar, y que
consiste en que no rige el sistema de prueba legal o tasada, sino el de la sana crítica.
El tribunal tiene libertad para apreciar la prueba de las acciones civiles, limitándose en
ello sólo a los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados.
Esto constituye una gran ventaja para los litigantes, pues se termina de facto con la prueba
tasada también en el aspecto civil, y por ende, hay más libertad para apreciar, y más
libertad para elegir los medios probatorios aptos para obtener dichas pretensiones civiles.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Tenemos, de tal forma, que los intervinientes en el proceso penal son el Ministerio
Público, el imputado, el defensor, la víctima y el querellante.
A su vez, hay sujetos procesales que participan en el procedimiento penal sin ser
intervinientes, que son los tribunales con competencia en lo penal (Juzgados de Garantía
y Tribunal de Juicio Oral en lo Penal) y las policías (Carabineros de Chile y la Policía de
Investigaciones).
De esta forma, los sujetos procesales en el proceso penal son los siguientes:
• El Ministerio Público;
• El Imputado;
• El Defensor;
• La Víctima;
• El Querellante;
• Los Tribunales con Competencia en lo Penal;
• Las Policías.
Pasamos a estudiar a cada uno de estos sujetos, con excepción del querellante, dado que
al tratar la querella estudiamos ya todo lo que debemos saber a su respecto.
A) El Juez de Garantía
El juzgado de garantía es un tribunal unipersonal, aunque en lo administrativo a veces es
de composición múltiple, y tiene como función principal el control de la legalidad de la
investigación desarrollada por el Ministerio Público, tanto respecto de aquellas
actuaciones que impliquen o puedan significar la privación, perturbación o afectación de
derechos fundamentales del imputado o de terceros, como en la resolución de solicitudes
o decisiones que puedan significar una terminación anticipada del proceso.
Estos tribunales actúan o deciden por unanimidad o por mayoría, y funcionan con:
• Un Juez Presidente, encargado, dentro de otras cosas, de comunicar las
decisiones y dirigir la audiencia;
• Un Juez Redactor;
• Un Tercer Juez, cuya función principal es presenciar lo que ocurre en el juicio y
participar de la decisión de absolución o condena.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
• Conocer y resolver los demás asuntos que el Código Procesal Penal y el Código
de Justicia Militar les encomiende.
Su competencia relativa o territorial se encuentra fijada por el Art. 21 COT, que señala
las comunas de cada Región de la República en que existirán Tribunales de Juicio Oral
en lo Penal, y la cantidad de jueces que habrá en cada uno, con la competencia que en
cada caso se indica.
A su vez, el Art. 157 COT establece ciertas reglas que determinan la competencia en
materias criminales entre tribunales de igual jerarquía, disponiendo que será competente
para conocer de un delito el tribunal en cuyo territorio se hubiere cometido el hecho que
da motivo al juicio, y el delito se considerará cometido en el lugar en donde se hubiere
dado comienzo a su ejecución.
3. El Ministerio Público
A) Introducción
El Ministerio Público fue creado e introducido a la Constitución por la Ley de Reforma
Constitucional N°19.519 de 1997, estableciendo sus bases organizativas y funcionales.
Por su parte, la Ley N°19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio Público, publicada
en 1999, regula en forma extensa dichas bases.
Las bases organizacionales dicen relación con la configuración del Ministerio Público
como una institución autónoma y jerarquizada, definiciones que comprenden, por un lado,
la problemática de su ubicación institucional dentro de la organización general del Estado
y sus relaciones con los demás poderes públicos, y por otro lado, la organización interna
del mismo y sus principios.
Las bases funcionales, por su parte, dicen relación con las ideas rectoras que orientan la
actividad del Ministerio Público, las que son desarrolladas latamente en la Ley Orgánica
Constitucional del Ministerio Público.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
• Control Procesal
El control procesal está constituido por aquellos mecanismos procesales previstos
en el Código Procesal Penal para controlar la actividad persecutoria del Ministerio
Público, especialmente cuando afecte derechos fundamentales.
En otras palabras, consiste en un control de tipo horizontal, ejercido por los
distintos intervinientes en las distintas etapas del procedimiento.
• Control Jerárquico
Conforme al Art. 7° LOCMP, las autoridades y jefaturas, dentro del ámbito de
su competencia administrativa y en los niveles que corresponda, ejercerán un
control jerárquico permanente del funcionamiento de las unidades y de la
actuación de los funcionarios de su dependencia.
Este control se extenderá tanto a la eficiencia y eficacia en el cumplimiento de los
fines y objetivos establecidos como a la legalidad y oportunidad de las
actuaciones.
• Control Ciudadano
La Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público prevé ciertos mecanismos
que hacen posible el control público de la actividad del Ministerio Público, y el
acceso a la información por parte de los ciudadanos.
Por ejemplo, el Art. 21 LOCMP dispone que el Fiscal Nacional debe rendir
cuenta de las actividades del Ministerio Público en abril de cada año, en audiencia
pública, y el Art. 8° Inc. 2° LOCMP establece la publicidad de los actos
administrativos del Ministerio Público y de los documentos que les sirvan de
sustento o complemento directo y esencial.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
La forma en que las autoridades superiores del Ministerio Público ejercen el principio
jerárquico es a través de la dictación de normas generales relativas al funcionamiento
administrativo y operativo de la institución.
En este sentido, el Fiscal Nacional puede dictar las instrucciones generales que estime
necesarias para el adecuado cumplimiento de las tareas de dirección de la investigación
de los hechos punibles, el ejercicio de la acción penal y protección de las víctimas y
testigos (Art. 17 A) Inc. 2º LOCMP), o dictar los reglamentos que correspondan en
virtud de la superintendencia directiva, correccional y económica que le confiere la
Constitución (Art. 17 D) LOCMP).
Por su parte, los fiscales regionales pueden dictar, conforme a las instrucciones generales
del Fiscal Nacional, las normas e instrucciones necesarias para la organización y
funcionamiento de la Fiscalía Regional y para el adecuado desempeño de los fiscales
adjuntos en los casos en que debieren intervenir (Art. 32 A) LOCMP).
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
1) La Fiscalía Nacional
Conforme al Art. 13 LOCMP, el Fiscal Nacional es el jefe superior del Ministerio
Público, y es responsable de su funcionamiento, ejerciendo sus atribuciones
personalmente o a través de los distintos órganos de la institución, en conformidad a la
ley.
La Fiscalía Nacional tiene su sede en Santiago.
El Art. 14 LOCMP establece los requisitos para ser nombrado Fiscal Nacional, que son
los siguientes;
• Ser ciudadano con derecho a sufragio;
• Tener al menos 10 años el título de abogado;
• Haber cumplido 40 años de edad;
• No encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e incompatibilidades
previstas en la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público.
La quina, que será acordada por la mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio, en
pleno especialmente convocado al efecto, se formará en una misma y única votación, en
la cual cada integrante del pleno tendrá derecho a votar por tres personas.
Resultarán elegidos quienes obtengan las cinco primeras mayorías, y de producirse un
empate, éste se resolverá mediante sorteo.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
La quina formada por la Corte Suprema, así como los antecedentes presentados por los
postulantes que la integren, deberá ser remitida al Presidente de la República dentro de
los cuarenta días siguientes al llamado a concurso público.
El Presidente de la República dispondrá de diez días para proponer al Senado como Fiscal
Nacional a uno de los integrantes de la quina.
Según dispone el Art. 16 LOCMP, el Fiscal Nacional dura ocho años en su cargo, y no
puede ser designado para el período siguiente.
Si el Fiscal Nacional dejare de servir su cargo por razones diversas de la expiración del
plazo legal de duración de sus funciones, la Corte Suprema llamará a concurso público
dentro de tercero día de ocurrido ese hecho.
El Art. 17 LOCMP establece las funciones del Fiscal Nacional, que son las siguientes:
• Fijar, oyendo previamente al Consejo General, los criterios de actuación del
Ministerio Público para el cumplimiento de los objetivos establecidos en la
Constitución y en las leyes.
Tratándose de los delitos que generan mayor conmoción social, dichos criterios
deberán referirse, especialmente, a la aplicación de las salidas alternativas y a las
instrucciones generales relativas a las diligencias inmediatas para la investigación
de los mismos, pudiendo establecerse orientaciones diferenciadas para su
persecución en las diversas Regiones del país, atendiendo a la naturaleza de los
distintos delitos.
El Fiscal Nacional dictará las instrucciones generales que estime necesarias para
el adecuado cumplimiento de las tareas de dirección de la investigación de los
hechos punibles, ejercicio de la acción penal y protección de las víctimas y
testigos.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El Art. 18 LOCMP, por otra parte, permite al Fiscal Nacional asumir, de oficio y de
manera excepcional, la dirección de la investigación, el ejercicio de la acción penal
pública y la protección de las víctimas o testigos respecto de determinados hechos que se
estimaren constitutivos de delitos, cuando la investidura de las personas involucradas
como imputados o víctimas lo hiciere necesario para garantizar que dichas tareas se
cumplirán con absoluta independencia y autonomía.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Según dispone el Art. 20 LOCMP, la Fiscalía Nacional cuenta con seis unidades
administrativas, que son las siguientes:
• División de Estudios, Evaluación, Control y Desarrollo de la Gestión;
• División de Contraloría Interna;
• División de Recursos Humanos;
• División de Administración y Finanzas;
• División de Informática;
• División de Atención a las Víctimas y Testigos.
Por último, y en virtud del Art. 21 LOCMP, el Fiscal Nacional será subrogado por el
Fiscal Regional que determine mediante resolución, pudiendo establecer entre varios el
orden de subrogación que estime conveniente, y a falta de designación, será subrogado
por el Fiscal Regional más antiguo.
Procederá la subrogación por el solo ministerio de la ley cuando, por cualquier motivo, el
Fiscal Nacional se encuentre impedido de desempeñar su cargo.
2) El Consejo General
Conforme al Art. 24 LOCMP, el Consejo General estará integrado por el Fiscal
Nacional, quien lo presidirá, y por los fiscales regionales.
Existirá un fiscal regional en cada una de las regiones del país, con excepción de la Región
Metropolitana de Santiago, en la que existirán cuatro fiscales regionales.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Los fiscales regionales serán nombrados por el Fiscal Nacional, a propuesta en terna de
la Corte de Apelaciones de la respectiva región.
Si en la región existiere más de una Corte de Apelaciones, la terna será formada por un
pleno conjunto de todas ellas, especialmente convocado al efecto por el Presidente de la
de más antigua creación, en cuya sede se reunirán (Art. 29 LOCMP).
Según dispone el Art. 30 LOCMP, los Fiscales Regionales durarán ocho años en el
ejercicio de sus funciones, y no podrán ser designados como tales por el período siguiente,
lo que no obsta a que puedan ser nombrados en otro cargo del Ministerio Público.
Los Fiscales Regionales cesarán en su cargo al cumplir 75 años de edad.
Si el Fiscal Regional dejare de servir su cargo por razones diversas de la expiración del
plazo legal de duración de sus funciones, la Corte de Apelaciones llamará a concurso
público de antecedentes dentro de tercero día de ocurrido ese hecho.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Según dispone el Art. 34 LOCMP, cada fiscalía regional cuenta con cinco unidades
administrativas, que son las siguientes:
• Unidad de Evaluación, Control y Desarrollo de la Gestión;
• Unidad de Recursos Humanos;
• Unidad de Administración y Finanzas;
• Unidad de Informática;
• Unidad de Atención a las Víctimas y Testigos.
El Fiscal Regional será subrogado por el fiscal adjunto que determine mediante
resolución, pudiendo establecer entre varios el orden de subrogación que estime
conveniente.
A falta de designación, lo subrogará el fiscal adjunto más antiguo de la región, o de la
extensión territorial de la región que esté a su cargo, cuando en ella exista más de un
Fiscal Regional.
Procederá la subrogación por el solo ministerio de la ley, cuando por cualquier motivo el
Fiscal Regional se encuentre impedido de desempeñar su cargo (Art. 37 LOCMP).
Si una fiscalía local cuenta con más un fiscal adjunto, la distribución de los casos entre
los distintos fiscales adjuntos será realizada por el fiscal jefe de conformidad a las
instrucciones que al respecto imparta el Fiscal Nacional.
En todo caso, la distribución de casos deberá hacerse siempre sobre la base de criterios
objetivos, tales como la carga de trabajo, la especialización y la experiencia (Art. 40 Inc.
1° LOCMP).
En todos los casos en que el fiscal adjunto se encontrare impedido de desempeñar el cargo
por cualquier causa será subrogado, por el solo ministerio de la ley, con todas sus
facultades y obligaciones, por el abogado asistente perteneciente a la misma fiscalía,
designado por el Fiscal Regional (Art. 40 Inc. 2° LOCMP).
Sin perjuicio de su pertenencia a una fiscalía local, en el ejercicio de las tareas que les
asigna la ley los fiscales adjuntos podrán realizar actuaciones y diligencias en todo el
territorio nacional, de conformidad a las normas generales que establezca el Fiscal
Nacional (Art. 40 Inc. Final LOCMP).
Los fiscales adjuntos son designados por el Fiscal Nacional, a propuesta en terna del
Fiscal Regional respectivo, la que deberá formarse previo concurso público.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Los concursos se regirán por las reglas generales y bases que al efecto dicte el Fiscal
Nacional, e incluirán exámenes escritos, orales y una evaluación de los antecedentes
académicos y laborales de los postulantes.
Las bases que se dicten para el concurso público serán incorporadas en el llamado al
mismo, el que será convocado por el Fiscal Regional respectivo mediante avisos que
deberán publicarse en el Diario Oficial, al menos dos veces en un diario de circulación
nacional y dos en uno de circulación regional, en días distintos (Art. 41 LOCMP).
Dentro de cada fiscalía local, los fiscales adjuntos ejercerán directamente las funciones
del Ministerio Público en los casos que se les asignen.
Con dicho fin, dirigirán la investigación de los hechos constitutivos de delitos, y cuando
proceda, ejercerán las demás atribuciones que la ley les entregue, de conformidad a esta
última y a las instrucciones generales que, dentro del ámbito de sus facultades,
respectivamente impartan el Fiscal Nacional y el Fiscal Regional (Art. 44 LOCMP).
Las unidades de análisis criminal que forman parte del Sistema tienen las siguientes
funciones:
• Generar información mediante el análisis estratégico de los datos agregados
provenientes de delitos contra la propiedad, y en general, de aquellos de mayor
connotación social, calificados por el Fiscal Nacional, ya sea que su investigación
se encuentre vigente o terminada;
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Los informes y reportes elaborados por las unidades de análisis criminal en ejercicio de
las funciones señaladas podrán ser declarados reservados.
Las unidades de focos investigativos del Sistema dependerán de cada Fiscalía Regional,
debiendo coordinarse operativamente con las fiscalías locales de la respectiva región, y
estarán compuestas por fiscales adjuntos, quienes ejercerán la acción penal, adoptarán
medidas de protección a víctimas y testigos, y dirigirán la investigación en aquellos
delitos que hayan sido objeto de estudio de las unidades de análisis criminal del Sistema.
4. Las Policías
A) Función y Actuación de la Policía en el Procedimiento Penal
En virtud del Art. 79 CPP, tanto la Policía de Investigaciones como Carabineros, y
excepcionalmente, Gendarmería, son auxiliares del Ministerio Público en las tareas de
investigación, y deben llevar a cabo las diligencias necesarias para cumplir con los fines
previstos en el Código.
Con esto último, nos referimos particularmente a:
• La Investigación de los Fiscales (Art. 180 CPP)
Los fiscales dirigen la investigación y pueden realizar por sí mismos o
encomendar a la policía todas las diligencias de investigación que consideraren
conducentes al esclarecimiento de los hechos.
Los fiscales pueden exigir información de toda persona o funcionario público, los
que no pueden excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente
exceptuados por la ley.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Conforme al Art. 80 CPP, las policías deben ejecutar sus tareas bajo la dirección y
responsabilidad de los fiscales, y de acuerdo a las instrucciones que éstos les impartieren
para los efectos de la investigación, sin perjuicio de su dependencia de las autoridades de
la institución a la que pertenecieren.
También deben cumplir las órdenes que les dirigieren los jueces para la tramitación del
procedimiento.
Los funcionarios antes mencionados deben cumplir de inmediato y sin más trámite las
órdenes que les impartieren los fiscales y los jueces, cuya procedencia, conveniencia y
oportunidad no podrán calificar, sin perjuicio de requerir la exhibición de la autorización
judicial previa, cuando correspondiere, salvo los casos urgentes a que se refiere el Art.
9° Inc. Final CPP, en los cuales la autorización judicial se exhibirá posteriormente.
A mayor abundamiento, el Art. 87 bis CPP dispone que se considerará falta contra el
buen servicio de los funcionarios policiales el incumplimiento de las instrucciones
impartidas por los fiscales a las policías, dando lugar a las responsabilidades
administrativas que correspondan, conforme lo establecen los respectivos reglamentos.
Por lo tanto, por regla general, los cuerpos de policía no pueden actuar sin previa orden
del fiscal, salvo que la ley los autorice.
Sin embargo, la ley autoriza a la policía a realizar ciertas actividades de investigación,
que por la premura de la actividad y para asegurar su resultado, deben ser realizadas sin
esperar una orden previa del fiscal.
Estas actuaciones están establecidas en el Art. 83 CPP, y son:
• Prestar auxilio a la víctima;
• Practicar la detención en casos de flagrancia, conforme a la ley;
• Resguardar el sitio del suceso;
• Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que éstos presten
voluntariamente, en los casos de delitos flagrantes, en que se esté resguardando el
sitio del suceso, o cuando se haya recibido una denuncia de un delito flagrante;
• Recibir las denuncias del público;
• Efectuar las demás actuaciones que dispusieren otros cuerpos legales.
En virtud del Art. 84 CPP, recibida una denuncia, la policía debe informar
inmediatamente y por el medio más expedito al Ministerio Público.
Sin perjuicio de esto, debe proceder, cuando corresponda, a realizar las actuaciones sin
orden previa recién mencionadas, respecto de las cuales aplica igualmente la obligación
de información inmediata.
B) Control de Identidad
1) Control de Identidad Investigativo (Art. 85 CPP)
Regulado en el Art. 85 CPP, el control de identidad investigativo es una institución que
permite a las policías verificar la identidad de cualquier persona y registrarla,
concurriendo ciertas circunstancias.
Ha sido objeto de una serie de modificaciones legales, que han ido en la línea de ampliar
las facultades de las policías y disminuir los requisitos de procedencia, ampliando su
ámbito de aplicación.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Con la dictación de la Ley N°20.391, se redujo a uno el indicio necesario para controlar
la identidad de un sujeto, ya que antes eran dos o más.
Dentro de todo el tiempo en que ha estado vigente el nuevo sistema procesal penal, el
control de identidad ha sufrido numerosos cambios, como el aumento de tiempo del
control de identidad de seis a ocho horas, la ampliación a las faltas, etc.
El sujeto trasladado a la unidad policial tiene derecho a comunicarse con su familia o con
la persona que estime, y no puede ser ingresado a celdas o calabozos, ni mantenido en
contacto con personas detenidas (Art. 86 CPP).
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Sin embargo, la ley no permite que esta facultad pueda ser realizada en cualquier lugar,
limitando su ámbito de actuación a los lugares públicos, como las calles, y lugares
privados de libre acceso al público.
La ley señala que sirven para el propósito de verificación los mismos documentos que
mencionamos anteriormente, pero incluye la tarjeta estudiantil.
Al no estar directamente vinculado con la comisión ni investigación de delitos, tiene un
tiempo máximo de una hora para la realización de la diligencia.
El objeto de crear este control preventivo fue agilizar la detención de sujetos con órdenes
de detención pendientes, ya que la única vía legal para detectar a los sujetos prófugos era
a través de la detención a propósito de otros delitos o producto de controles de identidad
del Art. 85 CPP, para el cual se requería la verificación de algún indicio.
Teniendo presente que podía dar lugar a abusos y arbitrariedades, se ordenó crear un
procedimiento estandarizado de reclamos para aquellos que estimasen haber sido objeto
de un ejercicio abusivo o denigratorio de esta facultad, y el ejercicio abusivo o denigrante
de esta facultad constituye faltas administrativas para los funcionarios.
E) Prohibición de Informar
Los funcionarios policiales no podrán informar a los medios de comunicación social
acerca de la identidad de detenidos, imputados, víctimas, testigos, ni de otras personas
que se encontraren o pudieren resultar vinculadas a la investigación de un hecho punible
(Art. 92 CPP).
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
5. El Imputado
A) Aspectos Generales
El Párrafo 4° del Título IV del Libro I del Código Procesal Penal (Arts. 93-101) trata al
imputado, y fundamentalmente, sus derechos y garantías.
No sólo se es imputado desde la formalización, sino desde que el procedimiento se dirige
en contra de una persona, y hasta la completa ejecución de la sentencia.
Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento cualquier
diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se
realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el Ministerio Público o la
policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho punible (Art.
7° Inc. 2°).
El Art. 8° CPP es claro en disponer que el imputado tendrá derecho a ser defendido por
un letrado desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra.
Todo imputado que carezca de abogado tendrá derecho irrenunciable a que el Estado le
proporcione uno, y la designación del abogado la efectuará el juez antes de que tenga
lugar la primera actuación judicial del procedimiento que requiera la presencia de dicho
imputado.
El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare
oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás
actuaciones del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este
Código.
Conforme al Art. 93 CPP, todo imputado puede hacer valer, hasta la terminación del
proceso, los derechos y garantías que les confieren las leyes, y en especial, tiene derecho
a:
• Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le
imputaren y los derechos que le otorgan la Constitución y las leyes;
• Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación;
• Solicitar de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las
imputaciones que se le formularen;
• Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir
con su abogado o sin él, con el fin de prestar declaración sobre los hechos materia
de la investigación;
• Solicitar que se active la investigación y conocer su contenido, salvo en los casos
en que alguna parte de ella hubiere sido declarada secreta y sólo por el tiempo que
esa declaración se prolongare;
• Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recurrir contra la resolución
que lo rechazare;
• Guardar silencio, o en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo
juramento.
Al ser informado el imputado de este derecho, respecto de la primera declaración
que preste ante el fiscal o la policía, según el caso, deberá señalársele lo siguiente:
“Tiene derecho a guardar silencio. El ejercicio de este derecho no le ocasionará
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
ninguna consecuencia legal adversa; sin embargo, si renuncia a él, todo lo que
manifieste podrá ser usado en su contra.";
• No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes;
• No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él
derivaren de la situación de rebeldía.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
La declaración del imputado no podrá recibirse bajo juramento, por lo que el juez, o en
su caso, el presidente del tribunal, se limitará a exhortarlo a que diga la verdad y a que
responda con claridad y precisión las preguntas que se le formularen.
Regirá, correspondientemente, lo dispuesto en el Art. 326 CPP.
Si con ocasión de su declaración judicial el imputado o su defensor solicitaren la práctica
de diligencias de investigación, el juez podrá encomendar al Ministerio Público la
realización de las mismas, cuando lo considerare necesario para el ejercicio de la defensa
y el respeto del principio de objetividad (Art. 98 CPP).
F) El Imputado Rebelde
El imputado rebelde es aquel que no comparece a algún acto del procedimiento o del
juicio.
El Art. 99 CPP señala las causales para decretar la rebeldía de un imputado, que son:
• Cuando, decretada judicialmente su detención o prisión preventiva, no fuere
habido;
• Cuando, habiéndose formalizado la investigación en contra del que estuviere en
país extranjero, no fuere posible obtener su extradición.
La declaración de rebeldía del imputado, conforme al Art. 100 CPP, será pronunciada
por el tribunal ante el que debiere comparecer.
En cuanto a los efectos de la rebeldía, están contemplados en el Art. 101 CPP, en virtud
del cual, declarada la rebeldía, las resoluciones que se dictaren en el procedimiento se
tendrán por notificadas personalmente al rebelde en la misma fecha en que se
pronunciaren.
La investigación no se suspenderá por la declaración de rebeldía, y el procedimiento
continuará hasta la realización de la audiencia de preparación del juicio oral, en la cual se
podrá sobreseer definitiva o temporalmente la causa de acuerdo al mérito de lo obrado.
6. El Defensor
A) Generalidades
La defensa del imputado se encuentra regulada en el párrafo 5° del Título IV del Libro I
del Código Procesal Penal (Arts. 102-107).
En primer lugar, el Art. 102 CPP establece el derecho del imputado a designar libremente
a un defensor, desde la primera actuación del procedimiento y hasta la completa ejecución
de la sentencia que se dictare.
Si no lo tuviere, el juez procederá a hacerlo en los términos que señale la ley respectiva.
En todo caso, la designación del defensor deberá tener lugar antes de la realización de la
primera audiencia a que fuere citado el imputado.
Si el imputado se encontrare privado de libertad, cualquier persona podrá proponer para
aquél un defensor determinado, o bien solicitar que se le nombre uno, y conocerá de dicha
petición el juez de garantía competente o aquél correspondiente al lugar en que el
imputado se encontrare.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El defensor podrá ejercer todos los derechos y facultades que la ley reconoce al imputado,
a menos que expresamente se reservare su ejercicio a este último en forma personal (Art.
104 CPP).
La defensa de varios imputados podrá ser asumida por un defensor común, a condición
de que las diversas posiciones que cada uno de ellos sustentare no fueren incompatibles
entre sí.
Si el tribunal advirtiere una situación de incompatibilidad la hará presente a los afectados
y les otorgará un plazo para que la resuelvan o para que designen los defensores que se
requirieren a fin de evitar la incompatibilidad de que se tratare.
Si, vencido el plazo, la situación de incompatibilidad no hubiere sido resuelta o no
hubieren sido designados el o los defensores necesarios, el mismo tribunal determinará
los imputados que debieren considerarse sin defensor y procederá a efectuar los
nombramientos que correspondieren (Art. 105 CPP).
La renuncia formal del defensor no lo liberará de su deber de realizar todos los actos
inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión del imputado.
Ahora bien, no podrá ser presentada la mencionada renuncia del abogado defensor dentro
de los diez días previos a la realización de la audiencia de juicio oral, como tampoco
dentro de los siete días previos a la realización de la audiencia de preparación de juicio.
El abogado defensor que renunciare a su cargo, o abandonare o dejare de asistir
injustificadamente a las audiencias mencionadas en el Art. 103 bis CPP, será sancionado
con la suspensión del ejercicio de la profesión en los términos previstos en el citado
precepto.
En el caso de renuncia del defensor o en cualquier situación de abandono de hecho de la
defensa, el tribunal deberá designar de oficio un defensor penal público que la asuma, a
menos que el imputado se procurare antes un defensor de su confianza.
Con todo, tan pronto este defensor hubiere aceptado el cargo, cesará en sus funciones el
designado por el tribunal (Art. 106 CPP).
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El desempeño de los defensores locales y de los abogados que presten defensa penal
pública estará sujeto a estrictos controles y dará origen a las responsabilidades y sanciones
que la ley establece.
En suma, con el sistema mixto descrito, se busca combinar una organización permanente
de abogados funcionarios que satisfagan los requerimientos básicos e impostergables de
la defensa penal pública con otra más flexible, de prestadores públicos o privados que
deben concursar para la adjudicación de un fondo público en base a criterios de
competitividad y eficiencia.
La Ley establece, como regla general, que los defensores locales asumirán la defensa de
los imputados siempre que, de conformidad al Código Procesal Penal, falte abogado
defensor por cualquier causa en cualquier etapa del procedimiento.
Se añade que la defensa se mantendrá hasta que la asuma el defensor que designe el
imputado o acusado.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
2) Organización y Funcionamiento
La Defensoría Penal Pública es un servicio público descentralizado funcionalmente, y
desconcentrado territorialmente, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio,
sometido a la supervigilancia del Presidente de la República a través del Ministerio de
Justicia.
Es un servicio esencialmente gratuito, aunque excepcionalmente, puede cobrar, en forma
total o parcial, la defensa que preste a los beneficiarios que dispongan de recursos para
financiarla privadamente, puesto que para ser beneficiario del sistema sólo se exige que
el imputado carezca de abogado y requiera de un defensor.
Los aranceles de la Defensoría Penal Pública, están fijadas por resoluciones, y es posible
acceder a ellas desde la página web institucional.
7. La Víctima
Como lo hemos mencionado anteriormente, el Art. 108 CPP define a la víctima como el
ofendido por el delito, y en los delitos cuya consecuencia fuere la muerte del ofendido y
en los casos en que éste no pudiere ejercer los derechos que en este Código se le otorgan,
se considerará víctima:
• Al cónyuge, al conviviente civil y a los hijos;
• A los ascendientes;
• Al conviviente;
• A los hermanos;
• Al adoptado o adoptante.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El Art. 109 CPP enumera los derechos de la víctima, que son los siguientes:
• Solicitar medidas de protección frente a probables hostigamientos, amenazas o
atentados en contra suya o de su familia;
• Presentar querella;
• Ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las responsabilidades
civiles provenientes del hecho punible;
• Ser oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o se resolviere la
suspensión del procedimiento o su terminación anticipada;
• Ser oída, si lo solicitare, por el tribunal antes de pronunciarse acerca del
sobreseimiento temporal o definitivo u otra resolución que pusiere término a la
causa;
• Impugnar el sobreseimiento temporal o definitivo o la sentencia absolutoria, aun
cuando no hubiere intervenido en el procedimiento.
Los derechos precedentemente señalados no podrán ser ejercidos por quien fuere
imputado del delito respectivo, sin perjuicio de los derechos que le correspondieren en
esa calidad.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
1. Introducción
Las medidas cautelares son mecanismos procesales que procuran asegurar los fines
penales y civiles del procedimiento.
Doctrinariamente, se señalan como requisitos generales de procedencia de toda medida
cautelar, sea esta personal o real, la apariencia de buen derecho (fumus boni iuris) y el
peligro de retardo (periculum in mora).
En razón de las diferencias que existen entre las medidas cautelares personales y reales,
a continuación procederemos a analizarlas en forma separada.
Las medidas cautelares personales se encuentran reguladas en el Título V del Libro I del
Código Procesal Penal (Arts. 122-156 bis), que reconoce las siguientes:
• La Citación;
• La Detención;
• La Prisión Preventiva.
A ellas debemos agregar otras medidas cautelares personales, establecidas en los Arts.
255 y 256 bis CPP.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
B) La Citación
La citación es una orden de comparecencia emanada de las autoridades de la persecución
penal pública, y dirigida a cualquier persona cuya presencia sea necesaria para la
realización de un acto del procedimiento.
Puede dirigirse a un testigo, a un perito, a la víctima o a un imputado, independientemente
de la gravedad del hecho que se investigue y de la autoridad de la cual emana.
En este sentido, conforme al Art. 124 CPP, cuando la imputación se refiriere a faltas o
delitos que la ley no sancionare con penas privativas ni restrictivas de libertad, no se
podrán ordenar medidas cautelares que recaigan sobre la libertad del imputado, con
excepción de la citación.
Sin embargo, lo anterior no tiene lugar en los casos a que se refiere el Art. 134 Inc. 4°
CPP, o cuando procediere el arresto por falta de comparecencia, la detención o la prisión
preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el Art. 33 CPP.
C) La Detención
En sentido amplio, la detención es toda privación de libertad ambulatoria de una persona,
distinta de la prisión preventiva o de la ejecución de una pena privativa de libertad,
ejecutada para un fin previsto y permitido por el ordenamiento jurídico.
En esta situación regirá el estatuto jurídico del detenido, con todos sus derechos y
garantías.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Para que sea procedente la detención judicial, se requiere la concurrencia de las siguientes
condiciones:
• Apariencia de buen derecho, ya que por aplicación del principio de
proporcionalidad, parece necesario exigir un cierto grado de probabilidad acerca
de la existencia del hecho punible y de la participación del imputado.
En razón de la diferente intensidad de las medidas cautelares, parece lógico exigir
un menor grado de probabilidad que aquél que se requiere para la prisión
preventiva;
• Peligro de retardo, en el sentido de que la detención sea necesaria, pues de otra
manera, la comparecencia del imputado podría verse demorada o dificultada;
• Necesidad de la medida, que habrá de ponderarse por el tribunal en los términos
del Art. 122 CPP, esto es, que la detención sea estrictamente indispensable para
asegurar la realización de los fines del procedimiento.
En cuanto al procedimiento a seguir para decretar una detención judicial, debemos tener
en cuenta, en primer lugar, que el tribunal no puede ordenar la detención de oficio, salvo
en el caso de delito flagrante en la sala de su despacho, de modo que, por regla general se
requiere la petición expresa del Ministerio Público.
En segundo lugar, de acceder el tribunal a la solicitud, debe hacerlo a través de una
resolución fundada, expidiendo la orden formal y escrita de detención, que debe ser
extendida de la manera indicada en el Art. 154 CPP.
Sólo en casos graves y urgentes es posible que se despache una orden de detención verbal
para detener a algún sujeto, según lo permite el Art. 9° CPP.
La orden de detención debe ser cumplida por las policías, organismos encargados
legalmente de ejecutar las medidas de coerción que se decreten.
En el ejercicio de esta función, la policía está facultada para registrar los lugares y recintos
de libre acceso público en búsqueda del imputado, y puede incluso entrar y registrar
edificios o lugares cerrados en los que se presumiere que el imputado se encontrare,
siempre que su propietario o encargado consintiere expresamente en la práctica de la
diligencia.
En caso contrario, la policía se limitará a adoptar las medidas para evitar la fuga del
imputado, mientras el fiscal solicite al Juez la autorización para proceder a la entrada y
registro.
Antes de practicar la detención, la policía debe intimar la orden en forma legal al
imputado.
La contrapartida a esta obligación es el derecho del imputado a que la orden le sea
exhibida, y a obtener una copia de ella.
Además, en el acto de la detención, la policía debe informar al detenido acerca del motivo
de la detención, y de los derechos a que se refiere el Art. 135 CPP.
Por último, el detenido debe ser conducido oportunamente al tribunal que hubiere
ordenado la detención.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Si el juez niega lugar a decretar la detención judicial, dicha resolución es apelable ante la
Corte de Apelaciones respectiva.
La detención puede ser llevada a cabo por un funcionario público distinto del juez, pero
autorizado expresamente por la ley, con el mismo objeto de la detención judicial, y sujeta
a sus mismos supuestos de aplicación y procedimientos.
Conforme al Art. 129 CPP, cualquier persona podrá detener a quien sorprendiere en
delito flagrante, debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la policía, al
Ministerio Público o a la autoridad judicial más próxima.
Los agentes policiales están obligados a detener a quienes sorprendieren in fraganti en la
comisión de un delito, y en el mismo acto, la policía podrá proceder al registro de las
vestimentas, equipaje o vehículo de la persona detenida, debiendo cumplir con lo
señalado en el Art. 89 Inc. 2° CPP.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
En los casos de que trata este artículo, la policía podrá ingresar a un lugar cerrado, mueble
o inmueble, cuando se encontrare en actual persecución del individuo a quien debiere
detener, para practicar la respectiva detención.
En este caso, la policía podrá registrar el lugar e incautar los objetos y documentos
vinculados al caso que dio origen a la persecución, dando aviso de inmediato al fiscal,
quien los conservará.
Lo anterior procederá sin perjuicio de lo establecido en el Art. 215 CPP.
La ley no define la flagrancia, sino que se limita a señalar, en el Art. 130 CPP, los casos
en que se entiende que existe una situación de flagrancia, estableciendo que se entiende
que se encuentra en situación de flagrancia:
• El que actualmente se encontrare cometiendo el delito;
• El que acabare de cometerlo;
• El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el ofendido
u otra persona como autor o cómplice;
• El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere encontrado
con objetos procedentes de aquél o con señales, en sí mismo o en sus vestidos,
que permitieren sospechar su participación en él, o con las armas o instrumentos
que hubieren sido empleados para cometerlo;
• El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o testigos presenciales,
señalaren como autor o cómplice de un delito que se hubiere cometido en un
tiempo inmediato;
• El que aparezca en un registro audiovisual cometiendo un crimen o simple delito
al cual la policía tenga acceso en un tiempo inmediato.
Para los efectos de lo establecido en los últimos tres casos, se entenderá por tiempo
inmediato todo aquel que transcurra entre la comisión del hecho y la captura del imputado,
siempre que no hubieren transcurrido más de doce horas.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Si el detenido fuere un diputado o senador, juez, fiscal judicial o fiscal del Ministerio
Público, el fiscal respectivo debe poner al detenido inmediatamente a disposición de la
Corte de Apelaciones correspondiente.
4) Plazos de la Detención
Cualquiera que sea el tipo de detención de que se trate, ella termina tan pronto se cumple
el objetivo perseguido.
Si se trata de una detención por flagrancia, cesa una vez que el detenido es puesto a
disposición del tribunal, al igual que ocurre con la detención imputativa, pues el fiscal
estará en condiciones de formalizar y luego pedir, en su caso, medidas cautelares.
Por último, tratándose de la detención judicial por incomparecencia previa citación, cesa
del mismo modo al cumplirse con la comparecencia.
Cuando la detención se practicare en virtud de los Arts. 129 y 130 CPP, el agente policial
que la hubiere realizado o el encargado del recinto de detención deberán informar de ella
al Ministerio Público dentro de un plazo máximo de doce horas.
El fiscal podrá dejar sin efecto la detención u ordenar que el detenido sea conducido ante
el juez dentro de un plazo máximo de veinticuatro horas, contado desde que la detención
se hubiere practicado.
Si el fiscal nada manifestare, la policía deberá presentar el detenido ante la autoridad
judicial en el plazo indicado.
Cuando el fiscal ordene poner al detenido a disposición del juez, deberá, en el mismo
acto, dar conocimiento de esta situación al abogado de confianza de aquél o a la
Defensoría Penal Pública.
Para los efectos de poner a disposición del juez al detenido, las policías cumplirán con su
obligación legal dejándolo bajo la custodia de Gendarmería del respectivo tribunal.
5) Control de la Detención
El control jurídico de las condiciones de la detención puede producirse, básicamente, por
tres vías contempladas en el Código Procesal Penal:
• Audiencia de Control de la Detención
Así se denomina en la práctica a la primera audiencia judicial del detenido ante el
juez que ordenó su detención imputativa, o en los casos de detención por
flagrancia y las que han sido ordenadas por funcionarios públicos distintos, ante
el juez de garantía competente.
En realidad, es una audiencia del control de la legalidad de la detención.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Aun cuando el Código Procesal Penal no señala que la finalidad de esta audiencia
sea efectuar un control jurídico acerca de las condiciones de la detención, ello
fluye de lo dispuesto en el Art. 95 Inc. 1° CPP.
En la hipótesis de la detención por flagrancia, el control se ejercerá, a petición del
imputado o de su defensa técnica, en torno a la efectiva concurrencia de las
condiciones señaladas en el Art. 130 CPP.
En el caso de la detención dispuesta por otros funcionarios públicos, el juez de
garantía deberá analizar si efectivamente existe la facultad legal, y si ella ha sido
ejercida en los casos y de la forma que esa ley especial señalan.
Si se declara la ilegalidad de la detención, ello no impedirá que el fiscal o el
abogado asistente del fiscal puedan formalizar la investigación y solicitar medidas
cautelares, aunque no podrán pedir ampliación de la detención, y la declaración
de ilegalidad de la detención no producirá el efecto de cosa juzgada en relación
con la solicitud de exclusión de prueba.
La declaración de ilegalidad de la detención no implica una condena desde ya y
sin juicio por el delito de privación de libertad ilegal y arbitraria efectuada por
funcionario público, previsto y sancionado en el Art. 148 CP.
Eventualmente, procederá que el Ministerio Público o la víctima inicien la
respectiva persecución penal por este ilícito, bajo los parámetros de un justo y
debido proceso, y en este caso, el funcionario policial pasa a tener la categoría de
imputado, con todas las garantías y derechos ya vistos.
En cualquiera de las hipótesis de detención, el juez, de oficio debe verificar el
cumplimiento al deber de información de derechos al detenido, y de comprobar
que ello no ha ocurrido, procederá a informarle personalmente de sus derechos, y
además, remitirá oficio a la autoridad competente para que aplique las sanciones
disciplinarias correspondientes o inicie las investigaciones penales que
procedieren.
En esta audiencia, el Fiscal puede formalizar la investigación, y luego, pedir
medidas cautelares, pero si el fiscal no comparece, el detenido quedará en libertad.
No obstante lo anterior, por la modificación de la Ley N°20.931, el juez podrá
suspender la audiencia por un plazo breve y perentorio no superior a dos horas,
con el fin de permitir la concurrencia del fiscal o su abogado asistente.
Transcurrido este plazo sin que concurriere ninguno de ellos, se procederá a la
liberación del detenido.
En todo caso, el juez deberá comunicar la ausencia del fiscal o de su abogado
asistente al fiscal regional respectivo a la mayor brevedad, con el objeto de
determinar la eventual responsabilidad disciplinaria que correspondiere.
Asimismo, el Ministerio Público puede apelar de la resolución que declara la
ilegalidad de la detención, tratándose de algunos delitos, contemplados en el Art.
132 bis CPP, en el sólo efecto devolutivo, y en los demás casos, no es apelable.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
lugar donde aquélla se encontrare, para solicitar que ordene que sea conducida a
su presencia y se ejerzan las facultades antes mencionadas.
Con todo, si la privación de libertad hubiere sido ordenada por resolución judicial,
su legalidad sólo podrá impugnarse por los medios procesales que correspondan
ante el tribunal que la hubiere dictado, sin perjuicio de lo establecido en el Art.
21 CPR.
Los menores adolescentes, en los casos en que sean detenidos en flagrancia o bien por
una orden judicial, deberán ser puestos de manera inmediata y directa y en el menor
tiempo posible, que no exceda las 24 horas, ante un juez de Garantía.
En consecuencia, la policía sólo puede detener en estos casos, debiendo poner directa e
inmediatamente a estos menores a disposición del juez de garantía competente para los
efectos del control de la detención.
El plazo de la detención se puede ampliar, conforme faculta el Art. 132 CPP, hasta por
tres días.
Si ello ocurriere, la detención del menor adolescente sólo puede ser ejecutada en un centro
de internación provisoria.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
D) La Prisión Preventiva
La prisión preventiva es una medida cautelar personal, de carácter excepcional, que
consiste en la privación temporal de la libertad ambulatoria de una persona, mediante su
ingreso a un centro penitenciario, durante la sustanciación de un procedimiento penal, y
con el objeto de asegurar los fines del procedimiento.
Será el tribunal quien determine la ocurrencia de estas situaciones en cada caso concreto,
aunque el legislador ha señalado ciertos parámetros objetivos en que estima que existe
esa necesidad cautelar.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Se entenderá que la seguridad del ofendido se encuentra en peligro por la libertad del
imputado cuando existieren antecedentes calificados que permitieren presumir que éste
realizará atentados en contra de aquél, o en contra de su familia o de sus bienes.
A nivel de valoración judicial, pueden resultar excesivas cuando el delito se castigue con
penas privativas o restrictivas de libertad de duración no superior a la de presidio o
reclusión menores en su grado mínimo, y cuando el tribunal considere que, en el caso de
condena, el imputado pueda ser objeto de un beneficio alternativo, y acredite tener
vínculos permanentes con la comunidad que den cuenta de su arraigo familiar o social.
Ahora bien, aun cuando estemos frente a uno de los casos de improcedencia, el tribunal
puede decretar la prisión preventiva, a solicitud del Ministerio Público, en los casos
contemplados en el Art. 141 Inc. 2° CPP, que son los siguientes:
• Cuando el imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares de los
Arts. 155 o 156 bis CPP;
• Cuando se estimare que el imputado no se presentará a los actos del procedimiento
y a la ejecución de la sentencia, después de requerido o citado;
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
En cuanto a la revisión a petición de parte, esto es, del imputado, puede ser rechazada de
plano por el tribunal o resuelta en audiencia, previo debate en torno a la subsistencia de
los requisitos que la autorizan (Art. 144 CPP).
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
• Revocación
La revocación por resolución judicial operará cuando ya no subsistan los
requisitos que la autorizaron o los motivos que la hubieren justificado.
Así sucede con la dictación de la sentencia absolutoria o de sobreseimiento
definitivo o temporal, aun cuando estas resoluciones no se encuentren
ejecutoriadas.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
• Sustitución
Opera cuando las finalidades perseguidas por la prisión preventiva pasan a
cumplirse, en lo sucesivo, por otra medida cautelar que se dicta en su reemplazo.
Tratándose de ciertos delitos contemplados en el Art. 149 CPP, el imputado que hubiere
sido puesto a disposición del tribunal en calidad de detenido o se encontrare en prisión
preventiva no podrá ser puesto en libertad mientras no se encontrare ejecutoriada la
resolución que negare, sustituyere o revocare la prisión preventiva.
El recurso de apelación contra esta resolución deberá interponerse en la misma audiencia,
gozará de preferencia para su vista y fallo, y será agregado extraordinariamente a la tabla
el mismo día de su ingreso al Tribunal de Alzada, o a más tardar a la del día siguiente
hábil.
Cada Corte de Apelaciones deberá establecer una sala de turno que conozca estas
apelaciones en días feriados.
En los casos en que no sea aplicable lo anterior, estando pendiente el recurso contra la
resolución que dispone la libertad, para impedir la posible fuga del imputado, la Corte de
Apelaciones respectiva tendrá la facultad de decretar una orden de no innovar desde
luego, y sin esperar la vista del recurso de apelación del fiscal o del querellante.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El tribunal podrá imponer una o más de estas medidas según resultare adecuado al caso y
ordenará las actuaciones y comunicaciones necesarias para garantizar su cumplimiento.
La procedencia, duración, impugnación y ejecución de estas medidas cautelares se regirán
por las disposiciones aplicables a la prisión preventiva, en cuanto no se opusieren a lo
previsto en el Párrafo 6° del Libro I del Código Procesal Penal.
El tribunal puede dejar temporalmente sin efecto estas medidas, a petición del afectado
por ellas, oyendo al fiscal y previa citación de los demás intervinientes que hubieren
participado en la audiencia en que se decretaron, cuando estimare que ello no pone en
peligro los objetivos que se tuvieron en vista al imponerlas.
Para estos efectos, el juez podrá admitir las cauciones previstas en el Art. 146 CPP (Art.
156 CPP).
Por otra parte, el Art. 156 bis establece ciertas medidas cautelares especiales, al disponer
que en los casos de investigaciones por fraude en el otorgamiento de licencias médicas,
el tribunal podrá, en la oportunidad y a petición de las personas señaladas en el Art. 155
CPP, decretar la suspensión de la facultad de emitir dichas licencias mientras dure la
investigación, o por el menor plazo que fundadamente determine.
En efecto, el citado Art. 157 CPP prescribe que durante la etapa de investigación, una
vez que ésta ha sido formalizada, el Ministerio Público y la víctima podrán ocurrir ante
el juez de garantía, solicitando por escrito que decrete respecto del imputado una o más
de las medidas precautorias contempladas en el Código de Procedimiento Civil.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El Art. 290 CPC expresa que, para asegurar el resultado de la acción, puede el actor
solicitar una o más de las siguientes medidas:
• El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda;
• El nombramiento de uno o más interventores;
• La retención de bienes determinados;
• La prohibición de celebrar actos y contratos sobre bienes determinados.
Estas medidas precautorias pueden ser solicitadas por escrito al juez de garantía durante
la etapa de investigación, y concedida la medida, el plazo para presentar la demanda se
extenderá hasta la oportunidad prevista en el Art. 60 CPP.
Del mismo modo, al deducir la demanda civil, la víctima podrá solicitar que se decrete
una o más de dichas medidas.
Aun cuando el Art. 157 CPP, que trata de esta clase de medidas, no exigió la
formalización de la investigación como un requisito previo para hacerlas procedentes, la
doctrina mayoritaria señala que se desprende de diversos preceptos del Código Procesal
Penal, entre ellos, los Arts. 61 y 230.
El primero se refiere específicamente a la formalización como trámite previo para cautelar
la demanda civil, y el segundo, a las medidas cautelares que puede solicitar el fiscal, sin
hacer ninguna distinción, para lo cual le exige que previamente haya formalizado la
investigación.
Por otra parte, de acuerdo con lo dispuesto en el citado Art. 257 CPP, estas medidas sólo
pueden solicitarse durante la etapa de investigación, lo cual implica que una vez que el
fiscal la ha declarado cerrada, no es posible una petición semejante.
Sin embargo, la víctima cuenta con una última oportunidad para pedirlas, constituida por
la presentación de su demanda conforme a lo prevenido por el Art. 261 d) CPP.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Además de los efectos civiles propios, estas medidas generan efectos en el proceso penal,
como son determinar la calidad de imputado de una persona desde que se le atribuye un
hecho punible, y constituye una forma de ejercicio de la acción civil que interrumpe la
prescripción.
La resolución que niegue o de lugar a las medidas cautelares reales solicitadas es apelable
en el solo efecto devolutivo.
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Contenidos
I. La Etapa de Investigación
II. La Etapa Intermedia
III. El Juicio Oral
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1. Generalidades
Recordemos que en los delitos de acción penal pública y previa instancia particular,
cuando ha existido denuncia de la víctima, la investigación se encuentra a cargo del
Ministerio Público, cuya actividad es controlada por el Juez de Garantía.
Conviene destacar que, para asegurar la centralidad del juicio oral, la etapa de
investigación se constituye en una fase meramente preparatoria de la acusación y del
juicio, de modo que las actuaciones que en ella se realizan carecen, por regla general, de
valor probatorio.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Sin embargo, este derecho se encuentra limitado por la facultad del Fiscal de disponer la
reserva temporal de ciertas actuaciones, registros o documentos de la investigación,
cuando lo considere necesario para la eficacia de las pesquisas.
En tal caso, debe identificar las piezas o actuaciones respectivas, de modo que no se
vulnere la reserva, y fijar un plazo no superior a 40 días para la mantención del secreto.
El Código no contempla la posibilidad de ampliar el plazo de la reserva, pero los
intervinientes pueden solicitar del Juez de Garantía que ponga término al secreto o que lo
limite, en cuanto a su duración, a las piezas o actuaciones abarcadas por él, o a las
personas a quienes afectare.
Por otro lado, la ley prohíbe decretar el secreto sobre la declaración del imputado o
cualquier otra actuación en que hubiere intervenido o tenido derecho a intervenir, las
actuaciones en las que haya participado el tribunal, ni los informes evacuados por peritos,
respecto del propio imputado o su defensor.
Por último, el Código impone sobre los funcionarios que hayan participado en la
investigación y las demás personas que, por cualquier motivo, tuvieren conocimiento de
las actuaciones de la investigación, la obligación de guardar secreto respecto de ellas.
Como ya se señaló, esta etapa puede iniciarse de oficio por el Ministerio Público, por
denuncia o por querella, y concluye con el cierre de la investigación y la decisión del
fiscal sobre el resultado de ésta.
Esta decisión puede ser positiva, lo que ocurrirá cuando existan antecedentes serios y
suficientes para sostener una acusación en contra de una determinada persona, o negativa,
en caso contrario, por lo que procede solicitar el sobreseimiento de la causa o comunicar
la decisión de no perseverar en el procedimiento.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Se entiende iniciado el procedimiento desde que se realice cualquier actuación por o ante
la policía, el Ministerio Público o un tribunal con competencia en lo criminal.
El inicio del procedimiento no está determinado por la realización de actos formales, sino
por la realización de actuaciones que significan la imputación de un delito, y con ello, la
afectación de derechos fundamentales.
Por último, resulta habitual el inicio del procedimiento en situaciones de flagrancia, que
si bien puede subsumirse en el inicio por denuncia o de oficio, tiene la particularidad de
que implica la judicialización inmediata del procedimiento, esto es, la intervención del
juez de garantía, por la necesidad de hacer comparecer al detenido ante la presencia
judicial dentro del plazo máximo de 24 horas desde que la detención se hubiere
practicado, para controlar el respeto del estatuto del detenido.
2. Actuaciones de la Investigación
A) Actuaciones Inmediatas
Dentro de las 24 horas siguientes desde que un fiscal del Ministerio Público tome
conocimiento de un hecho que revista los caracteres de delito de acción penal pública,
deberá proceder, por sí mismo o a través de la policía, a efectuar las siguientes
actuaciones:
• Practicar aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y
averiguación del delito;
• Investigar las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los
partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvan para verificar su
responsabilidad;
• Impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores.
B) Investigación Autónoma
Los fiscales poseen la dirección de la investigación, y pueden realizar por sí mismos o
encomendar a la policía las pesquisas que consideren conducentes al esclarecimiento de
los hechos.
Disponen, en consecuencia, de la posibilidad de realizar numerosas actuaciones de
investigación sin necesidad de solicitar autorización al juez de garantía, y podemos
mencionar las siguientes:
• Consignar el estado de las personas, cosas o lugares;
• Si el hecho hubiere dejado huellas, rastros o señales, tomarán nota de ellos,
especificándolos detalladamente, consignando la descripción del lugar en que el
hecho se hubiere cometido, y el estado de los objetos que en él se encuentren, y
de todo otro dato pertinente;
• Recoger, identificar y conservar bajo sello los objetos, documentos e instrumentos
de cualquier clase que parezcan haber servido o haber estado destinados a la
comisión del hecho investigado, o los que de él provengan, o los que pudieren
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
servir como medios de prueba, así como los que se encuentren en el sitio del
suceso, levantándose un registro de la diligencia conforme a las normas generales;
• Exigir información de toda persona o funcionario público, los que no podrán
excusarse de proporcionarla, salvo en los casos expresamente previstos en la ley;
• Disponer la práctica de operaciones científicas, toma de fotografías, filmación o
grabación, y en general, la reproducción de imágenes, voces o sonidos por los
medios técnicos que resulten más adecuados, requiriendo la intervención de los
organismos especializados;
• Solicitar la práctica de informes periciales a los miembros de organismos técnicos
que le prestan auxilio en su función investigadora, o a terceros expertos en una
ciencia, arte u oficio;
• Tomar exámenes corporales del imputado o del ofendido cuando fuere necesario
para constatar circunstancias relevantes para la investigación, tales como pruebas
de carácter biológico, extracciones de sangre u otros análogos, siempre que no
fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad del interesado;
• Disponer la práctica de autopsias en dependencias del Servicio Médico Legal, o
donde no lo hubiere, en el lugar y con el médico que el propio fiscal designe;
• Tratándose del hallazgo de un cadáver, y existiendo motivo para sospechar que la
muerte es el resultado de un hecho punible, el fiscal deberá proceder a practicar
el reconocimiento e identificación del difunto y disponer su autopsia, ya sea antes
de su inhumación o inmediatamente después de su exhumación;
• Tomar muestras caligráficas al imputado, siempre que éste se allane
voluntariamente a efectuarlas, y de lo contrario, se requerirá autorización judicial;
• Disponer las medidas de vigilancia que estime convenientes para evitar la fuga
del imputado o la substracción de documentos o cosas que constituyan el objeto
de una diligencia de investigación intrusiva que aún no haya sido autorizada
judicialmente;
• Prestar auxilio a la víctima;
• En general, los fiscales pueden llevar a cabo autónomamente cualquier diligencia
de investigación que no signifique privar, restringir o perturbar al imputado o a
un tercero del ejercicio de los derechos que la Constitución asegura.
El imputado también puede declarar voluntariamente ante la policía, siempre que esté
presente su defensor, pero si no es así y no fuere posible conducirlo inmediatamente ante
la presencia del fiscal, la policía podrá consignar las declaraciones que éste se allane a
prestar cuando así lo autorice el fiscal, y bajo su responsabilidad.
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Conforme al Art. 197 CPP, si fuere necesario para constatar circunstancias relevantes
para la investigación, podrán efectuarse exámenes corporales del imputado o del ofendido
por el hecho punible, tales como pruebas de carácter biológico, extracciones de sangre u
otros análogos, siempre que no fuere de temer menoscabo para la salud o dignidad del
interesado.
Si la persona que ha de ser objeto del examen, apercibida de sus derechos consintiere en
hacerlo, el fiscal o la policía ordenará que se practique sin más trámite.
En caso de negarse, se solicitará la correspondiente autorización judicial, exponiéndose
al juez las razones del rechazo.
El juez de garantía autorizará la práctica de la diligencia siempre que se cumplieren las
condiciones señaladas en el inciso primero
Luego, dispone el Art. 198 CPP que, tratándose de los delitos previstos en los Arts. 361-
367 y 375 CP, los hospitales, clínicas y establecimientos de salud semejantes, sean
públicos o privados, deberán practicar los reconocimientos, exámenes médicos y pruebas
biológicas conducentes a acreditar el hecho punible y a identificar a los partícipes en su
comisión, debiendo conservar los antecedentes y muestras correspondientes.
Se levantará acta, en duplicado, del reconocimiento y de los exámenes realizados, la que
será suscrita por el jefe del establecimiento o de la respectiva sección y por los
profesionales que los hubieren practicado.
Una copia será entregada a la persona que hubiere sido sometida al reconocimiento, o a
quien la tuviere bajo su cuidado, y otra, así como las muestras obtenidas y los resultados
de los análisis y exámenes practicados, se mantendrán en custodia y bajo estricta reserva
en la dirección del hospital, clínica o establecimiento de salud, por un período no inferior
a un año, para ser remitidos al Ministerio Público.
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2) Entrada y Registro
La entrada y registro es una diligencia de investigación que persigue la obtención de
fuentes de pruebas para la comprobación del hecho punible o la participación culpable.
Comporta, por regla general, la afectación o perturbación de los derechos fundamentales
a la intimidad e inviolabilidad del hogar.
La propia Constitución admite la afectación del derecho, pero con ciertas limitaciones,
cuando expresa que el hogar sólo puede allanarse en los casos y formas determinados por
la ley.
El Código Procesal Penal regula esta medida y determina sus requisitos según el lugar en
que se realice la actuación, por lo que podemos clasificar la medida de la siguiente forma:
• Entrada y Registro en Lugares de Libre Acceso al Público
Conforme al Art. 204 CPP, Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones
podrán efectuar el registro de lugares y recintos de libre acceso público, en
búsqueda del imputado contra el cual se hubiere librado orden de detención, o de
rastros o huellas del hecho investigado o medios que pudieren servir a la
comprobación del mismo.
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Tratándose del imputado, la incautación se llevará a cabo siempre previa orden judicial
librada a petición del fiscal, cuando se niegue a entregarlos voluntariamente o cuando ese
requerimiento pudiere poner en peligro el éxito de la investigación.
Sin embargo, no requiere aprobación judicial la incautación de objetos que se hallen en
poder del imputado detenido por delito flagrante.
Si las especies se encuentran en poder de una persona distinta del imputado, el juez podrá
apercibirla para que las entregue en lugar de ordenar la incautación, o bien, efectuar
primero el apercibimiento y luego ordenar la incautación.
Cuando los objetos y documentos se encuentren en un lugar cerrado, la incautación se
llevará a cabo conforme al procedimiento contenido en el Art. 205 CPP.
En consecuencia, podrá procederse desde luego a la entrada y registro del lugar cerrado
y a la incautación de los objetos y documentos cuando el propietario o encargado del
inmueble consienta expresamente a la práctica de la diligencia, cumpliéndose con las
demás formalidades que dicho precepto establece.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
También podrán incautarse, previa orden judicial, los objetos o documentos descubiertos
durante la práctica de una diligencia de registro, cuando ellos hagan sospechar la
existencia de un hecho punible distinto del que constituye la materia del procedimiento
en que la orden respectiva se ha librado.
Estos objetos y documentos deberán ser conservados por el fiscal.
6) Exhumación de Cadáveres
En casos calificados, y cuando el fiscal considere que la exhumación de un cadáver puede
resultar de utilidad en la investigación de un hecho punible, podrá solicitar autorización
judicial para su realización.
El juez debe resolver previa citación del cónyuge o del conviviente civil o de los parientes
más cercanos del difunto.
Practicado el examen correspondiente, debe procederse a la inmediata sepultura del
cadáver.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Con esta facultad se busca excluir lo más tempranamente posible del sistema aquellos
casos en que el Estado carece de fundamento para hacer actuar el ius puniendi, generando
una selectividad oportuna y racional que determina, además, un importante ahorro de
recursos.
En las circunstancias descritas, el fiscal busca evitar que el sistema se recargue con casos
que no tiene sentido investigar, porque no existe ninguna posibilidad de llegar a obtener
una sentencia condenatoria en materia penal.
2) El Archivo Provisional
En el evento que no existan antecedentes o datos que permitan al fiscal continuar con la
investigación para el esclarecimiento de los hechos, puede decidir autónomamente el
archivo provisional del caso, siempre que no haya intervenido el juez de garantía en el
procedimiento.
Es decir, se trata de que los fiscales puedan seleccionar de entre el elevado número de
denuncias aquellas que ofrecen posibilidades para conducir una investigación productiva,
y en los demás casos, abstenerse de investigar, a lo menos, mientras no surjan nuevos
antecedentes que permitan generar un proceso de indagación y acumulación de elementos
de prueba.
Esta decisión del fiscal debe ser motivada y comunicada al juez de garantía, quien la
notificará a los intervinientes, si los hubiere.
También, para evitar los abusos, se contemplan dos tipos de controles, uno judicial y otro
administrativo.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El control judicial consiste en que, dentro de los diez días siguientes a la comunicación
de la decisión del fiscal, el juez, de oficio o a petición de parte, podrá dejarla sin efecto
en los siguientes casos:
• Cuando estime que el fiscal ha excedido sus atribuciones sólo en relación a los
límites formales de penalidad mínima y calidad del sujeto activo;
• Cuando la víctima manifieste de cualquier modo su interés en el inicio o
continuación de la persecución penal.
En ambos casos, la resolución del juez obliga al fiscal a continuar con la investigación.
El control administrativo opera cuando, vencido el plazo de diez días para el control
judicial, o rechazada por el juez la reclamación respectiva, los intervinientes decidan,
dentro de un nuevo plazo de diez días, reclamar la decisión del fiscal ante las autoridades
superiores del Ministerio Público, las cuales deben verificar si la decisión del fiscal se
ajusta a las políticas generales del servicio y a las normas que hayan sido dictadas al
respecto.
Transcurrido este nuevo plazo sin que se haya formulado reclamación alguna o si,
formulada la reclamación, ésta hubiese sido rechazada, se entiende extinguida la acción
penal respecto del hecho de que se trate.
Por último, es preciso dejar en claro que la extinción de la acción penal generada por la
aplicación del principio de oportunidad no perjudica el derecho a perseguir por la vía civil
las responsabilidades pecuniarias que correspondan.
También se ha dicho que es una salida alternativa al proceso, en virtud de la cual se puede
detener provisoriamente la persecución penal a favor de una persona imputada por un
delito, quedando ella sometida, dentro de un determinado plazo, al cumplimiento de un
conjunto de condiciones impuestas por el juez de garantía, al término del cual, si son
cumplidas estas condiciones en forma satisfactoria, se extingue la acción penal, y si no lo
son, o se vuelve a imputar un nuevo delito, se revoca la medida, reiniciándose la
persecución penal.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Debe ser resuelta en audiencia, que puede ser la de formalización, una convocada
especialmente al efecto o la audiencia de preparación y en la audiencia, el imputado debe
contar con un defensor letrado.
La solicitud normalmente será planteada por el fiscal con acuerdo del imputado, pero ello
no impide que en una audiencia fluya a iniciativa del imputado o en razón de la actitud
proactiva del juez de garantía.
La solicitud puede ser verbal o escrita.
Si el querellante estuviere presente en la audiencia, tiene derecho a ser oído por el juez de
garantía antes de resolver, y una vez resuelta la solicitud, tiene derecho a apelar de ella si
le causa perjuicio.
La resolución que se dicte es susceptible de ser recurrida vía apelación por el imputado,
la víctima, el Ministerio Público o el querellante.
En el evento que se decrete la suspensión condicional, el Ministerio Público deberá dejar
constancia de ello en el registro público que establece el Art. 246 CPP.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Durante el período de la suspensión, el juez puede modificar una o más de las condiciones
impuestas, decisión que adoptará en audiencia y oyendo a los intervinientes presentes.
En ambos casos, se requiere la declaración judicial para que la revocación opere, y este
pronunciamiento sólo tendrá lugar cuando lo solicite el fiscal o la víctima.
La resolución que se dicte en este sentido es apelable.
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Por último, al igual que la suspensión condicional del procedimiento, los acuerdos
reparatorios aprobados deben hacerse constar en el registro señalado en el Art. 246 CPP.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
4. Formalización de la Investigación
A) Generalidades
La formalización de la investigación es una actuación unilateral, exclusiva y soberana del
fiscal, que cumple una función esencialmente garantista, consistente en informar al
imputado de manera específica y clara acerca de los hechos que se le atribuyen y su
calificación jurídica, esto es, el contenido de la imputación jurídico-penal que se dirige
en su contra.
Esta decisión no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el juez, sin perjuicio de la
facultad del imputado de reclamar ante las autoridades del Ministerio Público cuando la
considere arbitraria.
B) Procedimiento de la Formalización
La forma de proceder difiere según se trate de un imputado libre o de un imputado
detenido.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
iniciada la audiencia ofreciendo la palabra al fiscal para que efectúe su exposición verbal
y plantee las solicitudes que desee.
Enseguida, el imputado podrá manifestar lo que estime conveniente.
Terminada la formalización, el juez abrirá debate sobre las demás peticiones que los
intervinientes deseen efectuar, y que pueden consistir en medidas cautelares, diligencias
de investigación intrusivas con conocimiento del afectado, plazo judicial para el cierre de
la investigación, juicio inmediato, prueba anticipada, suspensión condicional del
procedimiento, acuerdos reparatorios y la declaración judicial del imputado.
Los efectos que genera el cumplimiento del plazo judicial en estudio serán analizados
más adelante, con ocasión del cierre de la investigación.
2) El Juicio Inmediato
El juicio inmediato es un mecanismo de aceleración del procedimiento que puede ser
solicitado por el Ministerio Público al juez de garantía en la audiencia de formalización,
que busca evitar trámites innecesarios, convirtiendo la referida audiencia en una de
preparación de juicio oral.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Al término de la audiencia, el juez dictará auto de apertura del juicio oral, aunque podrá
suspender la audiencia y postergar esta resolución, otorgando al imputado un plazo no
menor de quince ni mayor de treinta días, dependiendo de la naturaleza del delito, para
plantear sus solicitudes de prueba.
Las resoluciones que el juez dictare en conformidad a lo dispuesto en este artículo no
serán susceptibles de recurso alguno.
3) La Prueba Anticipada
Se trata de una verdadera medida prejudicial probatoria, que el fiscal solicita al juez de
garantía, durante la investigación o en la etapa intermedia, cuando tema que un testigo o
perito pueda verse imposibilitado de asistir a la audiencia de juicio oral por tener que
ausentarse a larga distancia, o por existir motivos que hicieren temer la sobreviniencia de
su muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro obstáculo semejante.
En consecuencia, el juez de garantía respectivo deberá analizar los motivos que se aducen,
y calificar su seriedad para acceder a lo pedido.
Si accede a la prueba anticipada, debe citar a todos los intervinientes con derecho a asistir
al juicio oral, y procederá a recibir la prueba con todas las solemnidades que imponen el
principio contradictorio, es decir, existirá la posibilidad de examen directo de la parte que
lo presenta, y contra examen de la opositora.
Sin embargo, la inasistencia del imputado válidamente emplazado no obstará a la validez
de la audiencia en la que se rinda la prueba anticipada.
Una vez rendida la testimonial o pericial, el registro de la misma podrá ser utilizado en el
juicio oral siempre y cuando subsistan los motivos que determinaron su procedencia.
En efecto, como se verá más adelante, el tribunal de juicio oral en lo penal, antes de dar
lectura o reproducir los registros, verificará si el testigo o perito falleció, cayó en
incapacidad física o mental o se ausentó del país y aun no regresa.
También es relevante destacar que para los casos de procedimientos simplificados donde
el imputado requerido, válidamente emplazado, no asista injustificadamente a la
audiencia de juicio por segunda ocasión, el tribunal deberá recibir, siempre que considere
que ello no vulnera el derecho a defensa del imputado, la prueba testimonial y pericial del
Ministerio Público, de la defensa y del querellante, en carácter de prueba anticipada,
conforme a lo previsto en el Art. 191 CPP, sin que sea necesaria su comparecencia
posterior al juicio (Art. 396 Inc. Final CPP).
El Art. 191 bis CPP contempla una norma especial respecto de la anticipación de la
prueba de menores de edad, al disponer que el Fiscal podrá solicitar que se reciba la
declaración anticipada de los menores de 18 años que fueren víctimas de alguno de los
delitos contemplados en el Libro Segundo, Título VII, párrafos 5 y 6 del Código Penal.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
4) Conclusión de la Investigación
Evidentemente, se trata de una decisión administrativa propia del Ministerio Público.
Normalmente, el cierre lo efectuará en forma autónoma el fiscal a cargo, adoptando a
continuación la decisión que estime conveniente en torno al curso posterior del
procedimiento.
Sin embargo, conforme al Art. 247 CPP, transcurrido el plazo de dos años desde la fecha
en que la investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá proceder a cerrarla.
Si el fiscal no declarare cerrada la investigación en el plazo señalado, el imputado o el
querellante podrán solicitar al juez que aperciba al fiscal para que proceda a tal cierre.
Para estos efectos, el juez citará a los intervinientes a una audiencia, y si el fiscal no
compareciere, el juez otorgará un plazo máximo de dos días para que éste se pronuncie,
dando cuenta de ello al fiscal regional.
Transcurrido tal plazo sin que el fiscal se pronuncie, o si, compareciendo, se negare a
declarar cerrada la investigación, el juez decretará el sobreseimiento definitivo de la
causa, informando de ello al fiscal regional a fin de que éste aplique las sanciones
disciplinarias correspondientes, aunque esta resolución será apelable.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Declarado el cierre de la investigación, dentro de los diez días siguientes, el fiscal puede
adoptar una de las siguientes actitudes:
• Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa;
• Comunicar su decisión de no perseverar en el procedimiento;
• Formular acusación, cuando estime que la investigación proporciona fundamento
serio para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado.
Las mismas actuaciones deberá realizar el fiscal cuando haya transcurrido el plazo fijado
por el juez para declarar cerrada la investigación.
Cuando el fiscal decida solicitar el sobreseimiento o comunicar su decisión de no
perseverar, debe formular su requerimiento al juez de garantía, quien citará a todos los
intervinientes a una audiencia.
El Código regula sólo dos supuestos de reapertura, contenidos en los Arts. 254 y 257
CPP.
Conforme al Art. 254 CPP, a solicitud del fiscal o de cualquiera de los restantes
intervinientes, el juez podrá decretar la reapertura del procedimiento cuando cesare la
causa que hubiere motivado el sobreseimiento temporal.
Una vez cerrada la investigación, y efectuado el requerimiento de sobreseimiento o para
comunicar la decisión de no perseverar, los intervinientes pueden reiterar la solicitud de
diligencias precisas de investigación que oportunamente hubieren formulado durante la
instrucción, y que el Ministerio Público hubiere rechazado.
Sólo cabe solicitar la reapertura hasta la realización de la audiencia o durante la misma.
En todo caso, el juez no podrá decretar ni renovar las diligencias que en su oportunidad
se hubieren ordenado a petición de los intervinientes que no se hubieren cumplido por
negligencia o hecho imputable a los mismos, las que fueren manifiestamente
impertinentes, y aquellas que hubieren sido solicitadas con fines puramente dilatorios.
Según dispone el Art. 257 CPP, dentro de los diez días siguientes al cierre de la
investigación, los intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de
investigación que oportunamente hubieren formulado durante la investigación y que el
Ministerio Público hubiere rechazado o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado.
Si el juez de garantía acogiere la solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación y
proceder al cumplimiento de las diligencias, en el plazo que le fijará.
Podrá el fiscal, en dicho evento, y por una sola vez, solicitar ampliación del mismo plazo.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
5) Los Sobreseimientos
El sobreseimiento solicitado por el fiscal puede ser definitivo o temporal, total o parcial.
El sobreseimiento definitivo es el que produce el término del procedimiento con la
consiguiente autoridad de cosa juzgada, mientras que el sobreseimiento temporal sólo
suspende el curso del procedimiento y admite la reapertura del mismo.
El Art. 250 CPP establece las causales de sobreseimiento definitivo, que son las
siguientes:
• Cuando el hecho investigado no sea constitutivo de delito;
• Cuando aparezca claramente establecida la inocencia del imputado;
• Cuando el imputado se encuentre exento de responsabilidad criminal en
conformidad al Art. 10 CP, o en virtud de otra disposición legal;
• Cuando se haya extinguido la responsabilidad penal del imputado por alguno de
los motivos establecidos en la ley;
• Cuando sobrevenga un hecho que, con arreglo a la ley, ponga fin a dicha
responsabilidad;
• Cuando el hecho de que se trate haya sido materia de un procedimiento penal en
el que haya recaído sentencia firme respecto del imputado.
El Código prohíbe dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que, conforme
a los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, sean
imprescriptibles o no puedan ser amnistiados, salvo en los casos de los números 1° y 2°
del Art. 93 CP.
Las causales de sobreseimiento temporal están contempladas en el Art. 252 CPP, que
son las siguientes:
• Cuando para el juzgamiento criminal se requiere la resolución previa de una
cuestión civil, de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 171 CPP;
• Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado rebelde,
de acuerdo con lo dispuesto en los Arts. 99 y ss. CPP;
• Cuando después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación mental.
El Art. 252 Inc. Final CPP faculta al Tribunal de Juicio Oral en lo Penal para dictar
sobreseimiento temporal cuando el acusado no hubiere comparecido a la audiencia del
juicio oral y hubiere sido declarado rebelde de conformidad a lo dispuesto en los Arts.
100 y 101 CPP.
Por tratarse del ejercicio de una prerrogativa exclusiva del Ministerio Público, no cabe
que el juez se pronuncie acerca de su procedencia, debiendo limitarse a constatar su
ejercicio.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
7) El Forzamiento de la Acusación
El forzamiento de la acusación es un mecanismo procesal en cuya virtud el querellante
ejerce una especie de control respecto de la actividad persecutora del Ministerio Público,
y consiste en su oposición a la decisión del fiscal de sobreseer o de requerir medidas de
seguridad en el caso del enajenado mental.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
1. Aspectos Generales
La etapa intermedia del procedimiento por crimen o simple delito de acción penal pública
se encuentra reglamentada en el Título II del Libro Segundo del Código Procesal Penal
(Arts. 259-280).
A partir de esta etapa, impera el principio de orden consecutivo legal, donde las facultades
procesales deben ejercerse necesariamente en los plazos que la ley impone, bajo pena de
preclusión.
A su vez, la desformalización de la etapa de instrucción da paso a la formalidad de las
etapas intermedia y de juicio.
Las funciones principales de esta etapa del procedimiento son las siguientes:
• El control, por parte del juez de garantía, de la corrección formal de la acusación
o acusaciones;
• El control de la validez y pertinencia de las pruebas ofrecidas por las partes;
• El control de la congruencia entre la formalización de la investigación y la o las
acusaciones;
• La resolución de las incidencias previas al juicio;
• Constituye la última oportunidad procesal para terminar anticipadamente el
proceso a través de una salida alternativa o un procedimiento especial;
• Fija el tribunal competente y las personas que deben intervenir en el juicio.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Por otro lado, conviene tener en cuenta que en caso de subrogación por inhabilidad
del juez de garantía a cargo del procedimiento, el subrogante sólo puede actuar
hasta la audiencia de preparación, la que no se realizará sino una vez resuelta la
inhabilidad;
• La etapa intermedia consta de dos fases, una escrita y la otra oral.
La fase escrita comienza con la presentación del escrito de acusación por parte del
Ministerio Público, y dura hasta la víspera del día de celebración de la audiencia
de preparación.
La fase oral está constituida precisamente por la audiencia de preparación del
juicio.
La acusación es escrita, y debe contener en forma clara y precisa los requisitos señalados
en el Art. 259 CPP, que son los siguientes:
• La individualización de el o los acusados y de su defensor.
La finalidad de esta exigencia consiste en determinar claramente la persona sobre
quien recaerán los efectos de una eventual sentencia definitiva, debiendo, por lo
demás, coincidir la persona del acusado con aquella que ha sido formalizada
durante la investigación;
• La relación circunstanciada de él o los hechos atribuidos y de su calificación
jurídica.
Esta condición debe relacionarse con el Art. 259 Inc. Final CPP, en cuanto
dispone que la acusación sólo podrá referirse a hechos incluidos en la
formalización de la investigación, aunque se efectúe una distinta calificación
jurídica;
• La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal
que concurrieren, aun subsidiariamente de la petición principal.
Es necesario que la descripción fáctica comprenda los hechos a partir de los cuales
se concluye la existencia de una atenuante o de una agravante;
• La participación que se atribuyere al acusado.
También es un tema de calificación jurídica de los hechos ya descritos
precedentemente por el Fiscal en su escrito, de modo que es indispensable que en
tal descripción se dé cuenta de la intervención que tuvo el acusado en los sucesos,
y que permitirán encuadrarla como autoría, complicidad o encubrimiento;
• La expresión de los preceptos legales aplicables;
• El señalamiento de los medios de prueba de que el Ministerio Público piensa
valerse en juicio.
Esta exigencia obedece al principio de contradicción e igualdad procesal, y
procura respetar el derecho de defensa del acusado.
El Art. 259 Inc. 2° CPP reglamenta la forma en que debe ofrecerse la prueba,
señalando que en el caso de la prueba testimonial, deberá presentarse una lista de
los testigos, individualizándolos, a lo menos, con su nombre, apellidos, profesión
y domicilio o residencia, y señalando además los puntos sobre los que habrán de
recaer sus declaraciones.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Del mismo modo, se individualizará a los peritos, indicando además sus títulos o
calidades.
En el caso de los otros elementos de prueba, como documentos, objetos y otros
medios atípicos, sólo se requiere su mención expresa;
• La pena cuya aplicación se solicitare.
En este punto, el fiscal debe fijar su pretensión punitiva, que deberá ser
concordante con los hechos descritos y calificados jurídicamente;
• En su caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento
abreviado.
Esta es una de las oportunidades en que el Fiscal puede solicitar este
procedimiento especial, y la particularidad que tiene hacerlo de este modo consiste
en que la pretensión punitiva expresada debe estar de acuerdo con los requisitos
de procedencia del abreviado, esto es, no puede ser superior a cinco años de
presidio o reclusión menores en su grado máximo.
La otra posibilidad es plantear la solicitud verbalmente en la audiencia de
preparación, en cuyo caso la ley permite al Fiscal y al acusador particular
modificar sus acusaciones originales, así como la pena solicitada, para ajustarlas
a los requerimientos legales;
• En virtud de lo dispuesto en el Art. 22 de la Ley N°20.000, el Fiscal debe
expresar también en la acusación si la cooperación prestada por el acusado
ha sido eficaz;
• Entrega de los antecedentes de la investigación.
Por último, el Fiscal de la causa debe poner a disposición de los intervinientes, en
el tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación, siendo
conveniente que deje constancia de ello en el escrito de acusación.
Sólo el cumplimiento cabal de esas obligaciones permitirá al acusado y a su
defensa estructurar un eficiente contraexamen o preparar la correspondiente
prueba de refutación.
Son plenamente aplicables las normas especiales para la notificación del Ministerio
Público, en cuanto este organismo será notificado en sus oficinas, y respecto de los otros
intervinientes, distinguiendo si cuentan con defensor o mandatario constituido, en cuyo
caso las notificaciones deberán ser hechas solamente a éste, salvo que la ley o el tribunal
dispongan que también se notifique directamente a aquél.
La notificación al acusado debe efectuarse, a más tardar, diez días antes de la realización
de la audiencia de preparación.
En dicha actuación, se le entregará copia de la acusación, en la que se dejará constancia
del hecho de encontrarse a su disposición, en el tribunal, los antecedentes de la
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A) Verificación de Asistencia
Llegado el día y hora fijados, el juez de garantía procederá a verificar la asistencia de los
intervinientes.
No pueden faltar el Fiscal ni el defensor, ya que su presencia constituye un requisito de
validez de la audiencia.
Respecto de la presencia obligatoria del acusado, algunos plantean que ella resulta
indispensable, no obstante que la ley no la exige en forma expresa.
En primer lugar, por una interpretación extensiva al derecho de toda persona a no ser
juzgada penalmente en ausencia, consagrado positivamente en el Art. 93 I) CPP.
Enseguida, porque esta audiencia es fundamental para la defensa del acusado, y ésta se
divide en defensa material o autodefensa y la defensa técnica, de modo que avanzar en la
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Sin embargo, el problema descrito no es un tema resuelto, tanto que, ante la insistencia
del Ministerio Público, se han realizado audiencias de preparación sin la presencia del
acusado, y sólo con su defensor, entendiendo el tribunal que se trata de una audiencia
técnica, donde se analizan y definen cuestiones jurídicas, que sólo exigen la presencia del
defensor letrado.
Además, a la luz de lo dispuesto en el Art. 101 CPP, se argumenta en apoyo de esta tesis
que si es posible realizar la audiencia cuando el imputado ha sido declarado rebelde, con
mayor razón se podrá celebrar sin él.
La falta de comparecencia del Fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal,
quien además pondrá este hecho en conocimiento del Fiscal Regional.
Si el acusado no hubiere ejercido por escrito las facultades previstas en el Art. 263 CPP,
dentro de las cuales se encuentra la exposición de los argumentos de defensa, el juez le
otorgará la posibilidad de hacerlo verbalmente, si lo desea.
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De lo anterior fluye la conveniencia de que el juez de garantía llame a las partes a explorar,
por última vez, la posibilidad de alguna de las salidas alternativas.
Si prospera la salida alternativa, no será necesario continuar con la audiencia de
preparación, e incluso, si se aprueba el acuerdo reparatorio, el juez deberá, acto seguido,
sobreseer definitivamente la causa.
En cambio, si fracasan los intentos, se debe continuar con la audiencia.
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F) Control de Congruencia
La congruencia es la obligación que la ley impone, en primer lugar, al persecutor penal,
en cuanto debe respetar la necesaria correlación entre el componente fáctico, material y
personal de la formalización de la investigación con aquél señalado en la o las
acusaciones, y en definitiva, al órgano jurisdiccional, en tanto debe respetar la correlación
entre los elementos fácticos de la acusación y aquellos que componen su sentencia.
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2) Excepciones Civiles
Como la demanda civil debe cumplir con los requisitos formales establecidos en el Art.
254 CPC, resulta evidente que el demandado tiene la facultad de oponer a esa demanda
excepciones dilatorias y perentorias.
Respecto de estas excepciones civiles, el Art. 63 CPP dispone que deben ser resueltas
durante la audiencia de preparación del juicio oral.
Sin embargo, ello no parece aplicable a las excepciones de fondo, que constituyen
propiamente la contestación de la demanda, y requieren de prueba, por lo que corresponde
que sean conocidas y resueltas por el tribunal del juicio oral.
1) La Exclusión de Pruebas
La exclusión de prueba que provenga de actuaciones o diligencias declaradas nulas, y las
que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales, constituye un
mecanismo general correctivo para la protección de garantías, junto a la nulidad procesal
y al recurso de nulidad.
Los otros casos de exclusión de prueba dicen relación más bien con la racionalidad y
eficacia del proceso.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
2) La Prueba Ilícita
Como ya sabemos, la prueba ilícita es aquella que es obtenida con inobservancia de las
garantías fundamentales.
Las garantías fundamentales tornan operativos los derechos inherentes a la dignidad
humana, por lo que se trata de garantías sustantivas y procesales que todo Estado y sus
órganos deben respetar y promover.
En esta materia, lo que interesa no es tanto la solución del conflicto penal específico, sino
la definición de las formas y medios lícitos a través de los cuales se autoriza la
averiguación de los hechos.
El proceso penal en un Estado de Derecho se concibe como un instrumento de control
social formalizado, y es por esto que sólo pueden utilizarse como medios de investigación
y de acreditación aquellos que se obtengan con observancia escrupulosa de la disciplina
de garantía de cada instrumento de acreditación.
En el caso de las garantías procesales, no basta con la mera infracción de una norma de
procedimiento aislada, de una formalidad o de un requisito de un acto, siendo preciso,
además, que esas infracciones vulneren una garantía procesal componente del debido
proceso.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
En la fase oral de la etapa intermedia, esto es, durante la audiencia de preparación, y con
ocasión del debate acerca de las pruebas ofrecidas, los litigantes pueden plantear el tema
de la exclusión de la prueba ilícita.
Si la exclusión solicitada opera en contra del fiscal, y es aceptada por el juez de garantía,
el fiscal puede apelar de esa decisión.
En cambio, si la solicitud es rechazada, la resolución que así se pronuncia es inapelable.
Ahora bien, durante el juicio oral, el litigante que no obtuvo la exclusión solicitada podrá
solicitar que los elementos de prueba que estima viciados no sean valorados por el tribunal
en la sentencia.
Finalmente, si el tribunal de juicio oral ha valorado esa prueba que se estima ilegítima,
puede el litigante perjudicado interponer recurso de nulidad, fundado en la causal
contemplada en el Art. 373 A) CPP, esto es por infracción sustancial de derechos o
garantías asegurados por la Constitución o los Tratados Internacionales suscritos por
Chile.
3) Alcance de la Exclusión
Las normas que regulan la actividad probatoria son normas de garantía de los ciudadanos
frente al ejercicio de la potestad penal del Estado, y por ello, no debe permitirse que surtan
efectos las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o
libertades fundamentales.
La exclusión es una exigencia derivada del contenido esencial del derecho vulnerado, y
la prohibición de utilización se extiende a las pruebas derivadas en la medida que éstas
participen de la misma vulneración del derecho fundamental, por lo que se hace necesario,
en cada caso, comprobar si la prueba posterior que no ha sido practicada con vulneración
de un derecho fundamental, participa de la ilicitud de la primera.
En otras palabras, a la prueba posterior, por lo tanto derivada, que ha sido regularmente
obtenida, debe privársele de eficacia probatoria si aparece conectada con la vulneración
de la prueba anterior, de manera que la antijuridicidad de la primera es traspasada a la
derivada.
A través de la exclusión, se afirma la vigencia del contenido esencial del derecho
fundamental vulnerado.
117
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
devienen en ilícitas, y por ende, no pueden ser utilizadas en contra del acusado para
enervar su estado de inocencia.
Dicho de otro modo, el tribunal sólo puede adquirir la convicción condenatoria a través
de pruebas lícitas y válidas, ya que en caso contrario, se vulnera la presunción de
inocencia y el debido proceso.
Por ello, para concluir que el efecto de exclusión se extiende también a ellas, habrá de
precisarse que se encuentran vinculadas a las que vulneraron el derecho fundamental de
modo directo, esto es, habrá que establecer un nexo entre unas y otras que permita afirmar
que la ilegitimidad constitucional de las primeras se extiende también a las segundas.
4) Pruebas Aceptadas
Las demás pruebas que hubieren sido ofrecidas por las partes y no excluidas por el juez
de garantía, después del debate respectivo, serán admitidas y señaladas en el respectivo
auto de apertura.
Si al terminar la audiencia, el juez de garantía comprueba que el acusado no ofreció
prueba oportunamente, por causas que no le son imputables, puede suspender la audiencia
en cautela de garantías hasta por un plazo de diez días.
Como se trata de una excepción, el tribunal de juicio oral debe ser riguroso en la
ponderación de las condiciones que exige el Art. 331 A) CPP, debiendo verificar si las
circunstancias que justificaron proceder de un modo anticipado subsisten a la época del
juicio, esto es, si el testigo o perito falleció o ha caído en incapacidad física o mental, o
estuviere ausente del país, o se ignora su residencia, o que no pudiere declarar por motivos
difíciles de superar.
118
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Sin embargo, en los casos de la letra a) que sobrevengan con posterioridad a lo previsto
en el Art. 280 CPC, cuando se trate de testigos, o de peritos privados cuya declaración
sea considerada esencial por el tribunal, podrá incorporarse la respectiva declaración o
pericia mediante la lectura de la misma, previa solicitud fundada de alguno de los
intervinientes.
Si el juez estima conveniente someter todas estas acusaciones a un solo juicio oral, y ello
no perjudicare el derecho de defensa, previo debate, dispondrá la unión de acusaciones y
dictará un solo auto de apertura.
2) Separación de Acusaciones
En este caso, nos encontramos frente a una acusación presentada por el Ministerio Público
que se refiere a distintos hechos o diferentes imputados que, de ser conocida en un solo
juicio oral, pudiere provocar graves dificultades en la organización o desarrollo del juicio
o detrimento de la defensa, y siempre que ello no implique el riesgo de provocar
decisiones contradictorias.
Si el juez de garantía así lo estima, previo debate, dictará autos de apertura de juicio oral
separados para los distintos hechos o para los distintos imputados.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Como se trata de una resolución que se dicta en audiencia, se entiende notificada a los
intervinientes en el momento de su lectura, dejándose constancia de ello en el estado
diario.
En cuanto a la remisión del auto de apertura, la ley exige al juez de garantía que haga
llegar esta resolución al tribunal oral competente dentro de las cuarenta y ocho horas
siguientes a su notificación.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
1. Generalidades
La fase de juicio oral se encuentra contemplada en el Título III del Libro Segundo del
Código Procesal Penal (Arts. 281-351), el cual se encuentra dividido en diez párrafos,
que son los siguientes:
• Actuaciones Previas al Juicio Oral (Art. 281 CPP);
• Principios del Juicio Oral (Arts. 282-291 CPP);
• Dirección y Disciplina (Arts. 292-294 CPP);
• Disposiciones Generales Sobre la Prueba (Arts. 295-297 CPP);
• Testigos (Arts. 298-313 CPP);
• Informe de Peritos (Arts. 314-322 CPP);
• Otros Medios de Prueba (Art. 323 CPP);
• Prueba de las Acciones Civiles (Art. 324 CPP);
• Desarrollo del Juicio Oral (Arts. 325-338 CPP);
• La Sentencia Definitiva (Arts. 339-351 CPP).
Una vez distribuida la causa, en su caso, el juez presidente de la sala respectiva procederá
de inmediato a decretar la fecha para la celebración de la audiencia de la misma, la que
deberá tener lugar no antes de quince ni después de sesenta días desde la notificación del
auto de apertura del juicio oral.
Señalará, asimismo, la localidad en la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio
oral en lo penal, si se tratare de alguno de los casos previstos en el Art. 21 A COT.
Ordenará, por último, que se cite a la audiencia a todos quienes debieren concurrir a ella.
El acusado deberá ser citado con al menos siete días de anticipación a la realización de la
audiencia, bajo los apercibimientos previstos en los Arts. 33 y 141 Inc. 4° CPP.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Ahora bien, en conformidad al Art. 283 CPP, el tribunal podrá suspender la audiencia
hasta por dos veces, solamente por razones de absoluta necesidad y por el tiempo mínimo
necesario de acuerdo con el motivo de la suspensión.
Al reanudarla, efectuará un breve resumen de los actos realizados hasta ese momento.
El juicio se suspenderá por las causas señaladas en el Art. 252 CPP, que contiene las
causales de sobreseimiento temporal de la causa.
Luego, según dispone el Art. 285 CPP, el acusado deberá estar presente durante toda la
audiencia, aunque el tribunal podrá autorizar la salida de la sala del acusado cuando éste
lo solicitare, ordenando su permanencia en una sala próxima.
Asimismo, el tribunal podrá disponer que el acusado abandonare la sala de audiencia
cuando su comportamiento perturbare el orden, y en ambos casos, el tribunal adoptará las
medidas necesarias para asegurar la oportuna comparecencia del acusado.
El presidente de la sala deberá informar al acusado de lo ocurrido en su ausencia, en
cuanto éste reingresare a la sala.
123
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Tras ello, el Art. 286 CPP establece que la presencia del defensor del acusado durante
toda la audiencia del juicio oral será un requisito de validez del mismo, de acuerdo a lo
previsto en el Art. 103 CPP.
La no comparecencia del defensor a la audiencia constituirá abandono de la defensa, y
obligará al tribunal a la designación de un defensor penal público, de acuerdo con lo
dispuesto en el Art. 106 Inc. 4° CPP.
No se podrá suspender la audiencia por la falta de comparecencia del defensor elegido
por el acusado, y en tal caso, se designará de inmediato un defensor penal público, al que
se concederá un período prudente para interiorizarse del caso.
El Art. 287 CPP señala las sanciones a que se expone el fiscal que no asistiere o
abandonare la audiencia injustificadamente, remitiéndose a lo señalado en el Art. 269
Inc. 2° CPP, conforme al cual, la inasistencia o el abandono injustificado de la audiencia
por parte del fiscal deberá ser subsanada de inmediato por el tribunal, el que, además,
pondrá este hecho en conocimiento del fiscal regional respectivo para que determine la
responsabilidad del fiscal ausente, de conformidad a lo que disponga la ley orgánica
constitucional del Ministerio Público.
Por último, y en virtud del Art. 288 CPP, la no comparecencia del querellante o de su
apoderado a la audiencia, o el abandono de la misma sin autorización del tribunal, dará
lugar a la declaración de abandono.
Los medios de comunicación social podrán fotografiar, filmar o transmitir alguna parte
de la audiencia que el tribunal determinare, salvo que las partes se opusieren a ello.
Si sólo alguno de los intervinientes se opusiere, el tribunal resolverá.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
4. Dirección y Disciplina
El Art. 292 CPP establece las facultades del juez presidente de la sala en la audiencia del
juicio oral.
Conforme a esta disposición, el juez presidente de la sala dirigirá el debate, ordenará la
rendición de las pruebas, exigirá el cumplimiento de las solemnidades que
correspondieren y moderará la discusión.
Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no pertinentes o
inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el derecho a defensa.
También podrá limitar el tiempo del uso de la palabra a las partes que debieren intervenir
durante el juicio, fijando límites máximos igualitarios para todas ellas, o interrumpiendo
a quien hiciere uso manifiestamente abusivo de su facultad.
Además, ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro
durante el debate, y en general, a garantizar la eficaz realización del mismo.
En uso de estas facultades, el presidente de la sala podrá ordenar la limitación del acceso
de público a un número determinado de personas.
También podrá impedir el acceso u ordenar la salida de aquellas personas que se
presentaren en condiciones incompatibles con la seriedad de la audiencia.
Por otro lado, el Art. 293 CPP señala los deberes de los asistentes a la audiencia de juicio
oral, al disponer que quienes asistieren a la audiencia deberán guardar respeto y silencio
mientras no estuvieren autorizados para exponer o debieren responder a las preguntas que
se les formularen.
No podrán llevar armas ni ningún elemento que pudiere perturbar el orden de la audiencia,
ni podrán adoptar un comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro.
Por último, en virtud de lo dispuesto en el Art. 294 CPP, quienes infringieren las medidas
sobre publicidad previstas en el Art. 289 CPP, o lo dispuesto en el Art. 293 CPP, podrán
ser sancionados de conformidad con los Arts. 530 y 532 COT, según correspondiere.
Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá expulsar a los infractores de la sala, y en
caso de que el expulsado fuere el fiscal o el defensor, deberá procederse a su reemplazo
antes de continuar el juicio.
Si lo fuere el querellante, se procederá en su ausencia, y si lo fuere su abogado, deberá
reemplazarlo.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Por regla general, la prueba debe producirse ante el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal,
teniendo en consideración la importancia que en este procedimiento tiene el principio de
inmediación, pero sin perjuicio de la posibilidad de rendir prueba anticipada en los
términos estudiados anteriormente.
C) La Valoración de la Prueba
El Art. 297 CPP establece el sistema de valoración de la prueba conforme a las reglas de
la sana crítica.
En virtud de esta disposición, los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no
podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados.
Esta nueva forma de valorar la prueba se enfrenta diametralmente con el antiguo sistema
que imperaba en nuestro país, donde cada medio de prueba era tasado legalmente, es
decir, cada prueba tenía, por así decirlo, un peso específico, y en base a ello, se establecían
o no hechos punibles y la participación del imputado por parte del juez.
La libertad probatoria a que se refiere el Art. 297 CPP no debe ser entendida como una
total o amplia libertad para dar o no dar por acreditados hechos punibles o participación,
sino que, por el contrario, debe ser entendida como una apreciación de la prueba
126
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Es esencial en esta materia lo dispuesto en el Art. 340 CPP, en virtud del cual, nadie
podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más allá
de toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho
punible objeto de la acusación, y que en él hubiere correspondido al acusado una
participación culpable y penada por la ley.
El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio
oral, y no se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración.
La prueba testimonial se encuentra regulada en el Párrafo 5° del Título III del Libro
Segundo del Código Procesal Penal (Arts. 298-313), y pasamos a analizar estas normas.
Para la citación de los testigos regirán las normas previstas en el Párrafo 4º del Título II
del Libro Primero, aunque, en casos urgentes, los testigos podrán ser citados por cualquier
medio, haciéndose constar el motivo de la urgencia.
Con todo, en estos casos no procederá la aplicación de los apercibimientos previstos en
el Art. 33 CPP sino una vez practicada la citación con las formalidades legales.
El Art. 299 CPP, por su parte, señala que si el testigo legalmente citado no compareciere
sin justa causa, se procederá conforme a lo dispuesto en el Art. 33 Inc. 3° CPP, en virtud
del cual, los testigos podrán ser arrestados hasta la realización de la actuación por un
máximo de 24 horas, y podrá imponérseles, además, una multa de hasta 15 UTM.
Además, podrá imponérsele el pago de las costas provocadas por su inasistencia.
127
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El testigo que se negare sin justa causa a declarar será sancionado con las penas que
establece el Art. 240 Inc. 2° CPC, que señala la pena de reclusión menor en su grado
medio a máximo.
Ahora bien, el Art. 300 CPP establece que ciertas personas no cuentan con la obligación
de comparecer, las cuales son:
• El Presidente de la República y los ex Presidentes, los Ministros de Estado, los
Senadores y Diputados, los miembros de la Corte Suprema, los integrantes del
Tribunal Constitucional, el Contralor General de la República y el Fiscal
Nacional;
• Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el General Director de
Carabineros de Chile y el Director General de la Policía de Investigaciones de
Chile;
• Los chilenos o extranjeros que gozaren en el país de inmunidad diplomática, en
conformidad a los tratados vigentes sobre la materia;
• Los que, por enfermedad grave u otro impedimento calificado por el tribunal, se
hallaren en imposibilidad de hacerlo.
Con todo, si las personas enumeradas en el primer, segundo y cuarto caso renunciaren a
su derecho a no comparecer, deberán prestar declaración conforme a las reglas generales.
También deberán hacerlo si, habiendo efectuado el llamamiento un tribunal de juicio oral
en lo penal, la unanimidad de los miembros de la sala, por razones fundadas, estimare
necesaria su concurrencia ante el tribunal.
Ahora bien, estas personas, no obstante no estar obligadas a comparecer, no están exentas
del deber de declarar, lo cual deben llevar a cabo según lo dispuesto en el Art. 301 CPP.
Según este artículo, las personas contempladas en el primer, segundo y cuarto caso deben
ser interrogadas en el lugar en que ejercieren sus funciones o en su domicilio.
A tal efecto, propondrán oportunamente la fecha y el lugar correspondientes, y si así no
lo hicieren, los fijará el tribunal.
En caso de inasistencia del testigo, se aplicarán las normas generales.
A la audiencia ante el tribunal tendrán siempre derecho a asistir los intervinientes.
El tribunal podrá calificar las preguntas que se dirigieren al testigo, teniendo en cuenta su
pertinencia con los hechos y la investidura o estado del testigo.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Las personas comprendidas en este artículo deberán ser informadas acerca de su facultad
de abstenerse antes de comenzar cada declaración, y podrán retractar en cualquier
momento el consentimiento que hubieren dado para prestar su declaración.
Tratándose de las personas que por su inmadurez o por su insuficiencia o alteración de
sus facultades mentales no comprendieren el significado de la facultad de abstenerse, la
declaración se llevará siempre a cabo en presencia del representante legal o curador.
Luego, según dispone el Art. 303 CPP, tampoco están obligadas a declarar aquellas
personas que, por su estado, profesión o función legal, como el abogado, médico o
confesor, tuvieren el deber de guardar el secreto que se les hubiere confiado, pero
únicamente en lo que se refiriere a dicho secreto.
Estas personas no podrán invocar esta facultad cuando se las relevare del deber de guardar
secreto por aquel que lo hubiere confiado.
En ambos casos, conforme al Art. 304 CPP, los testigos deberán comparecer a la
presencia judicial y explicar los motivos de los cuales surgiere la facultad de abstenerse
que invocaren.
El tribunal podrá considerar como suficiente el juramento o promesa que los mencionados
testigos prestaren acerca de la veracidad del hecho fundante de la facultad invocada.
Estos testigos estarán obligados a declarar respecto de los demás imputados con quienes
no estuvieren vinculados de alguna de las maneras allí descritas, a menos que su
declaración pudiere comprometer a aquéllos con quienes existiere dicha relación.
3) Principio de No Autoincriminación
Conforme al Art. 305 CPP, todo testigo tendrá el derecho de negarse a responder aquellas
preguntas cuya respuesta pudiere acarrearle peligro de persecución penal por un delito.
El testigo tendrá el mismo derecho cuando, por su declaración, pudiere incriminar a
alguno de los parientes mencionados en el Art. 302 Inc. 1° CPP, esto es, el cónyuge o el
conviviente del imputado, sus ascendientes o descendientes, sus parientes colaterales
hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, su pupilo o su guardador, su
adoptante o adoptado.
4) Juramento o Promesa
De acuerdo al Art. 306 CPP, todo testigo, antes de comenzar su declaración, prestará
juramento o promesa de decir verdad sobre lo que se le preguntare, sin ocultar ni añadir
nada de lo que pudiere conducir al esclarecimiento de los hechos.
No se tomará juramento o promesa a los testigos menores de dieciocho años, ni a aquellos
de quienes el tribunal sospechare que pudieren haber tomado parte en los hechos
investigados.
Se hará constar en el registro la omisión del juramento o promesa y las causas de ello.
El tribunal, si lo estimare necesario, instruirá al testigo acerca del sentido del juramento
o promesa y de su obligación de ser veraz, así como de las penas con las cuales la ley
castiga el delito de falso testimonio en causa criminal.
129
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Dichas medidas durarán el tiempo razonable que el tribunal dispusiere, y podrán ser
renovadas cuantas veces fuere necesario.
De igual forma, el Ministerio Público, de oficio o a petición del interesado, adoptará las
medidas que fueren procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas sus
declaraciones, la debida protección.
130
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Si el testigo fuere sordo, las preguntas le serán dirigidas por escrito, y si fuere mudo, dará
por escrito sus contestaciones.
Si no fuere posible proceder de esta manera, la declaración del testigo será recibida por
intermedio de una o más personas que pudieren entenderse con él por signos o que
comprendieren a los sordomudos.
Estas personas prestarán previamente el juramento o promesa prescritos en el Art. 306
CPP (Art. 311 CPP).
En caso de desacuerdo, estos gastos serán regulados por el tribunal a simple requerimiento
del interesado, sin forma de juicio y sin ulterior recurso.
Todo lo anterior se entiende sin perjuicio de la resolución que recayere acerca de las
costas de la causa.
B) Informe de Peritos
1) Generalidades
La prueba pericial se encuentra regulada en el Párrafo 6° del Título III del Libro Segundo
del Código Procesal Penal (Arts. 314-322).
Es más adecuado hablar de prueba pericial que de informe pericial, pues el informe que
contiene la pericia nada vale en sí, siendo lo válido en el juicio oral el testimonio del
perito.
En virtud del Art. 314 CPP, el Ministerio Público y los demás intervinientes podrán
presentar informes elaborados por peritos de su confianza, y solicitar en la audiencia de
131
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
preparación del juicio oral que éstos fueren citados a declarar a dicho juicio,
acompañando los comprobantes que acreditaren la idoneidad profesional del perito.
Procederá el informe de peritos en los casos determinados por la ley, y siempre que para
apreciar algún hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o
convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio.
Los informes deberán emitirse con imparcialidad, ateniéndose a los principios de la
ciencia o reglas del arte u oficio que profesare el perito.
132
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
A su vez, y en virtud del Art. 318 CPP, los peritos no podrán ser inhabilitados.
No obstante, durante la audiencia del juicio oral podrán dirigírseles preguntas orientadas
a determinar su imparcialidad e idoneidad, así como el rigor técnico o científico de sus
conclusiones.
Las partes o el tribunal podrán requerir al perito información acerca de su remuneración
y la adecuación de ésta a los montos usuales para el tipo de trabajo realizado.
El Ministerio Público podrá presentar como peritos a los miembros de los organismos
técnicos que le prestaren auxilio en su función investigadora, ya sea que pertenecieren a
la policía, al propio Ministerio Público o a otros organismos estatales especializados en
tales funciones (Art. 321 CPP).
133
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El presidente de la sala señalará las acusaciones que deberán ser objeto del juicio
contenidas en el auto de apertura del juicio oral, advertirá al acusado que deberá estar
atento a lo que oirá, y dispondrá que los peritos y los testigos hagan abandono de la sala
de la audiencia.
Seguidamente, concederá la palabra al fiscal, para que exponga su acusación, al
querellante para que sostenga la acusación, así como la demanda civil si la hubiere
interpuesto (Art. 325 CPP).
El acusado podrá comunicarse libremente con su defensor durante el juicio, siempre que
ello no perturbare el orden de la audiencia, pero no podrá hacerlo mientras prestare
declaración (Art. 327 CPP).
134
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Los interrogatorios serán realizados, en primer lugar, por la parte que hubiere ofrecido la
respectiva prueba, y luego por las restantes.
Si en el juicio intervinieren como acusadores el Ministerio Público y el querellante
particular, o el mismo se realizare contra dos o más acusados, se concederá sucesivamente
la palabra a todos los acusadores o a todos los acusados, según corresponda.
Finalmente, los miembros del tribunal podrán formular preguntas al testigo o perito con
el fin de aclarar sus dichos.
Antes de declarar, los peritos y los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni ver, oír ni
ser informados de lo que ocurriere en la audiencia.
Los testigos y peritos que, por algún motivo grave y difícil de superar, no pudieren
comparecer a declarar a la audiencia del juicio, podrán hacerlo a través de
videoconferencia o a través de cualquier otro medio tecnológico apto para su
interrogatorio y contrainterrogatorio.
La parte que los presente justificará su petición en una audiencia previa, que será
especialmente citada al efecto, debiendo aquéllos comparecer ante el tribunal con
competencia en materia penal más cercano al lugar donde se encuentren.
Excepcionalmente, en el caso de fallecimiento o incapacidad sobreviniente del perito para
comparecer, las pericias podrán introducirse mediante la exposición que realice otro
perito de la misma especialidad, y que forme parte de la misma institución del fallecido
o incapacitado, solicitud que se tramitará conforme a lo dispuesto en el Art. 283 CPP.
3) Métodos de Interrogación
En sus interrogatorios, las partes que hubieren presentado a un testigo o perito no podrán
formular sus preguntas de tal manera que ellas sugieran la respuesta.
Durante el contrainterrogatorio, las partes podrán confrontar al perito o testigo con su
propios dichos u otras versiones de los hechos presentadas en el juicio.
En ningún caso se admitirán preguntas engañosas, aquéllas destinadas a coaccionar
ilegítimamente al testigo o perito, ni las que fueren formuladas en términos poco claros
para ellos.
Estas normas se aplicarán al imputado cuando se allanare a prestar declaración (Art. 330
CPP).
135
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Cabe hablar en este punto del llamado incidente de objeción de pregunta prohibida,
mediante el cual se busca impedir la realización de preguntas prohibidas efectuadas por
la parte contraria, durante el curso del juicio oral, ya sea por impertinencia o porque se
trata de alguno de los casos del Art. 330 CPP.
Este incidente debe plantearse de manera oral y fundada, y debe ser precedido de debate,
ya que si no lo hay, procedería la reposición.
Si el tribunal ha decidido la objeción sin abrir debate, dicho recurso es procedente no
obstante la declaración genérica de improcedencia de recursos contenida en el Art. 290
CPP.
Para ello, debe primar por especialidad la norma del Art. 363 CPP, conforme al cual, la
reposición de las resoluciones pronunciadas durante audiencias orales deberá promoverse
tan pronto se dictaren, y sólo serán admisibles cuando no hubieren sido precedidas de
debate.
La tramitación se efectuará verbalmente y de inmediato, y de la misma manera se
pronunciará el fallo.
• Preguntas Sugestivas
Las preguntas sugestivas son aquellas que contienen la afirmación o negación del
hecho que se espera como respuesta, y aunque están prohibidas en el
interrogatorio, son procedentes en el contrainterrogatorio.
136
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
• No es conveniente permitir que se hagan preguntas que digan relación con hechos
acordados en convenciones probatorias, pues eso sería una pérdida de tiempo.
Respecto de los contrainterrogatorios de peritos o testigos, son aplicables todas las reglas
anteriores, con la salvedad de que se permiten la preguntas sugestivas.
La decisión que inadmite una pregunta, además de ser susceptible de reposición, puede
ser objeto del recurso de nulidad de la sentencia definitiva, sustentado en el motivo
absoluto previsto en el Art. 374 C) CPP, esto es, porque al defensor se le ha impedido
ejercer las facultades que la ley le otorga.
Dentro de las actividades defensivas que puede realizar el letrado que representa al
imputado, se encuentra la posibilidad de refutar y contrainterrogar a los testigos de la
parte contraria, en los términos previstos en los Arts. 329 y 330 CPP.
En consecuencia, al inadmitir el tribunal una determinada pregunta, por estimarla
prohibida, en circunstancias que no lo era, afecta el derecho de defensa técnica del
acusado, vulnerando en esencia las facultades de refutación de su parte.
137
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
necesario para ayudar la memoria del respectivo acusado o testigo, para demostrar o
superar contradicciones o para solicitar las aclaraciones pertinentes.
Con los mismos objetivos, se podrá leer durante la declaración de un perito partes del
informe que él hubiere elaborado.
Ahora bien, ni aun en estos casos se podrá incorporar como medio de prueba o dar lectura
a actas o documentos que dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o
en cuya obtención se hubieren vulnerado garantías fundamentales.
En cuanto a la lectura de documentos, objetos y otros medios, el Art. 333 CPP establece
que los documentos serán leídos y exhibidos en el debate, con indicación de su origen.
Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser exhibidos y podrán ser examinados
por las partes.
Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o cualquier
otro de carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia por
cualquier medio idóneo para su percepción por los asistentes.
El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción parcial o
resumida de los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere conveniente y se
asegurare el conocimiento de su contenido.
Todos estos medios podrán ser exhibidos al acusado, a los peritos o testigos durante sus
declaraciones, para que los reconocieren o se refirieren a su conocimiento de ellos.
Por último, y en conformidad al Art. 335 CPP, no puede invocarse, dar lectura ni
incorporar como medio de prueba al juicio oral ningún antecedente que dijere relación
con la proposición, discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de una
suspensión condicional del procedimiento, de un acuerdo reparatorio o de la tramitación
de un procedimiento abreviado.
138
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
9. Deliberación y Sentencia
Inmediatamente después de clausurado el debate, los miembros del tribunal que hubieren
asistido a él pasarán a deliberar en privado (Art. 339 CPP).
Reiteramos que, en lo relativo a la convicción del tribunal, el Art. 340 CPP establece que
nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere,
más allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el
hecho punible objeto de la acusación, y que en él hubiere correspondido al acusado una
participación culpable y penada por la ley.
El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el juicio
oral, y no se podrá condenar a una persona con el solo mérito de su propia declaración.
Una vez concluida la deliberación privada de los jueces, la sentencia definitiva que
recayere en el juicio oral deberá ser pronunciada en la audiencia respectiva,
comunicándose la decisión relativa a la absolución o condena del acusado por cada uno
de los delitos que se le imputaren, indicando respecto de cada uno de ellos los
fundamentos principales tomados en consideración para llegar a dichas conclusiones.
Excepcionalmente, cuando la audiencia del juicio se hubiere prolongado por más de dos
días, y la complejidad del caso no permitiere pronunciar la decisión inmediatamente, el
tribunal podrá prolongar su deliberación hasta por 24 horas, hecho que será dado a
conocer a los intervinientes en la misma audiencia, fijándose de inmediato la oportunidad
en que la decisión les será comunicada.
La omisión del pronunciamiento de la decisión de conformidad a lo anterior producirá la
nulidad del juicio, el que deberá repetirse en el más breve plazo posible.
139
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El transcurso de estos plazos sin que hubiere tenido lugar la audiencia citada constituirá
falta grave, que deberá ser sancionada disciplinariamente.
Sin perjuicio de ello, se deberá citar a una nueva audiencia de lectura de la sentencia, la
que en caso alguno podrá tener lugar después del segundo día contado desde la fecha
fijada para la primera.
Transcurrido este plazo adicional sin que se comunicare la sentencia, se producirá la
nulidad del juicio, a menos que la decisión hubiere sido la de absolución del acusado.
Si siendo varios los acusados, se hubiere absuelto a alguno de ellos, la repetición del juicio
sólo comprenderá a quienes hubieren sido condenados.
El vencimiento del plazo adicional sin que se diere a conocer el fallo, sea que se produjere
o no la nulidad del juicio, constituirá respecto de los jueces que integraren el tribunal una
nueva infracción que deberá ser sancionada disciplinariamente.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado,
designado por éste, mientras que la disidencia o prevención será redactada por su autor.
La sentencia señalará el nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia o
prevención.
Conforme al Art. 346 CPP, una vez redactada la sentencia, de conformidad a lo previsto
en el Art. 342 CPP, se procederá a darla a conocer en la audiencia fijada al efecto,
oportunidad a contar de la cual se entenderá notificada a todas las partes, aun cuando no
asistieren a la misma.
En caso de que la sentencia sea condenatoria, ésta fijará las penas y se pronunciará sobre
la eventual aplicación de alguna de las penas sustitutivas a la privación o restricción de
libertad previstas en la ley.
La sentencia que condenare a una pena temporal deberá expresar con toda precisión el
día desde el cual empezará ésta a contarse, y fijará el tiempo de detención, prisión
preventiva y privación de libertad que deberá servir de abono para su cumplimiento.
Para estos efectos, se abonará a la pena impuesta un día por cada día completo, o fracción
igual o superior a doce horas, de dichas medidas cautelares que hubiere cumplido el
condenado.
Por último, en los casos de reiteración de crímenes o simples delitos de una misma
especie, se impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como
un solo delito, aumentándola en uno o dos grados.
Si por la naturaleza de las diversas infracciones éstas no pudieren estimarse como un solo
delito, el tribunal aplicará la pena señalada a aquella que, considerada aisladamente, con
las circunstancias del caso, tuviere asignada una pena mayor, aumentándola en uno o dos
grados, según fuere el número de los delitos.
Podrán, con todo, aplicarse las penas en la forma establecida en el Art. 74 CP si, de
seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al condenado una pena menor.
Para los efectos de este artículo, se considerarán delitos de una misma especie aquellos
que afectaren al mismo bien jurídico.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Contenidos
I. Generalidades del Sistema Recursivo en el Proceso Penal
II. Los Recursos en Particular
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
1. Introducción
Los recursos procesales penales son medios que la ley concede al interviniente que se
estima perjudicado por una resolución judicial para obtener del mismo tribunal que la
pronunció, o de otro de categoría superior, que la modifique, la revoque, o la invalide.
Como ya hemos estudiado con detalle los recursos procesales civiles, nos ocuparemos de
consignar las diferencias existentes entre aquellos y los recursos procesales penales, a
medida que hagamos un estudio pormenorizado de las características particulares de estos
últimos, su naturaleza jurídica, objetivos, tramitación y efectos.
Con respecto al recurso de nulidad, debe señalarse, especialmente, que constituye uno de
sus fundamentos específicos la existencia de vicios u omisiones en que pudo incurrirse
en el procedimiento, en el fallo mismo, o con motivo de su dictación, los que deben ser
subsanados por el tribunal superior mediante la invalidación del procedimiento y del fallo,
o tan solo de este último, dependiendo de la causal, pero sólo en caso que estos vicios
ocasionen un perjuicio cierto al recurrente.
En efecto, el Art. 8° del Pacto de San José de Costa Rica establece que durante el
proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, entre otras garantías mínimas, a
recurrir del fallo ante el juez o tribunal superior.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Respetando este derecho, se optó por mantener el recurso de apelación, pero sólo en
contra de determinadas resoluciones del juez de garantía, mientras que para las sentencias
del tribunal oral en lo penal, se instauró el recurso de nulidad en lugar del de casación.
El derecho al recurso implica, por otra parte, que los tribunales superiores no pueden
revocar, modificar ni invalidar la resolución de un tribunal inferior si alguna de las partes
no ha reclamado en contra de ella por el agravio o perjuicio que pudiera haberles
ocasionado.
En conclusión, si no hay reclamo o recurso presentado, el tribunal superior no puede
proceder de oficio a modificar, invalidar o revocar la resolución adoptada por el inferior,
salvo ciertas excepciones.
Para respetar el derecho al recurso, se suprimió el trámite de la consulta, que era de uso
muy frecuente en el antiguo sistema de enjuiciamiento penal, y en cuya virtud,
determinadas resoluciones judiciales, cuando no eran apeladas por las partes, debían ser
consultadas al tribunal superior jerárquico, tribunal que debía revisarlas para decidir si se
encontraban bien o mal dictadas, ejerciendo, de oficio, las facultades propias de un
recurso de apelación.
El legislador no contempló este trámite en el nuevo Código Procesal Penal, que de paso,
implicaba una grave desconfianza hacia la competencia y capacidad profesional de los
jueces unipersonales, y que atentaba contra el derecho de las partes al recurso, consagrado
en la ley y en los Tratados Internacionales referidos.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
B) Tribunal Ante el Cual Deben Ser Interpuestos y Tribunal que los Falla
En cuanto al tribunal ante el cual deben ser interpuestos, debemos distinguir:
• Los recursos de reposición, aclaración, rectificación y enmienda, amparo ante el
juez de garantía, apelación y nulidad, deben ser interpuestos ante el tribunal que
dictó la resolución que se impugna;
• El recurso de hecho, y el amparo constitucional o habeas corpus, deben ser
presentados ante la Corte de Apelaciones respectiva.
Luego, respecto del tribunal llamado a conocer y fallar del recurso, debemos nuevamente
distinguir:
• Los recursos de reposición, aclaración, rectificación o enmienda, y amparo ante
el juez de garantía, deben ser conocidos y resueltos por el mismo tribunal que
dictó la resolución impugnada;
• Los recursos de apelación, amparo constitucional y nulidad, deben ser conocidos
y resueltos por el tribunal superior respectivo.
De acuerdo con las normas del Título II del Libro Primero, los plazos que contempla el
Código Procesal Penal, tienen las siguientes características:
• Todos los Días y Horas son Hábiles
El Art. 14 CPP estatuye que todos los días y horas son hábiles para las
actuaciones del procedimiento penal, y que los plazos no se suspenderán por la
interposición de días feriados.
Los plazos son, por lo tanto, de días corridos, pero el mismo artículo prescribe
que, no obstante, cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere
en día feriado, se considerará ampliado hasta las veinticuatro horas del día
siguiente que no fuere feriado.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
• Nuevo Plazo
Se trata de una situación diferente a la prórroga, establecida por el Art. 17 CPP,
que el que, por un hecho que no le fuere imputable, por defecto de la notificación,
o por fuerza mayor o caso fortuito, un interviniente se hubiere visto impedido de
ejercer un derecho o desarrollar una actividad dentro del plazo previsto por la ley,
caso en el cual podrá solicitar al tribunal un nuevo plazo, que le podrá ser otorgado
por la misma duración del anterior.
La solicitud deberá formularse dentro de los cinco días siguientes a aquél en que
hubiere cesado el impedimento.
Con respecto a la facultad de recurrir, el Art. 352 CPP dispone que podrán recurrir en
contra de las resoluciones judiciales el Ministerio Público y los demás intervinientes
agraviados por ellas, sólo por los medios y en los casos expresamente establecidos por la
ley.
Esta disposición legal vino a puntualizar, desde el inicio, que los recursos procesales
penales son de derecho estricto, por lo que sólo pueden ser deducidos en la forma y en
los casos expresamente autorizados por la ley.
Como observación de carácter general, podemos señalar que los recursos procesales
penales, referidos anteriormente, son similares a los recursos procesales civiles ya
estudiados.
Su naturaleza, objetivos, resoluciones en contra de las que proceden, tribunales ante los
que se interponen, y tribunales que los conocen y resuelven, así como los efectos que
produce su interposición en el procedimiento y en la ejecución de la sentencia que se
impugna, presentan también características similares a las de los recursos procesales
civiles.
Asimismo, los efectos que son llamados a producir las resoluciones judiciales que los
fallan son también semejantes.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Los actuales Arts. 356 y 357 CPP, que tratan la vista de los recursos en los tribunales
superiores, no existían en el Proyecto primitivo remitido por el Ejecutivo al Congreso
Nacional, dado que hacía aplicables las reglas generales que sobre recursos proporcionaba
el Código de Procedimiento Civil.
Ellos fueron introducidos, junto a otras tres disposiciones sobre la misma materia, por la
Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, en un intento
por suplir los vacíos que, en su concepto, presentaba el Proyecto.
Lamentablemente, no cumplieron en forma íntegra dicho propósito, y la reglamentación
completa y debida de los recursos procesales continúa siendo una tarea pendiente.
Con el objeto de evitar dilaciones, se dispuso que la vista de los recursos penales no podrá
suspenderse por las causales previstas en los numerales 1°, 5°, 6° y 7° del Art. 165 CPC.
La del Nº1 se refiere al impedimento que puede producirse por el examen de las causas
puestas en lugar preferente, o la continuación de la vista de otro pleito del día anterior.
La del Nº5 dice relación con el derecho que asiste a alguna de las partes para solicitar la
suspensión, o a los abogados o procuradores de ambas para pedir la suspensión de la vista
de común acuerdo.
La del Nº6 se refiere al derecho de los abogados para pedir la suspensión de la vista por
tener otra vista o comparecencia a la que deben asistir en el mismo día ante otro tribunal.
La del Nº7, en fin, se refiere al derecho del tribunal para ordenar la suspensión de la vista
por disponer la práctica de algún trámite cuyo cumplimiento sea estrictamente
indispensable antes de la vista de la causa.
El mismo Art. 357 CPP agrega que al confeccionar la tabla o al disponer la agregación
extraordinaria de recursos, o al determinar la continuación de un pleito para el día
siguiente, la Corte adoptará las medidas necesarias para que la sala que correspondiere
no viere alterada su labor.
Si en la causa hubiere personas privadas de libertad, sólo se suspenderá la vista de la causa
por muerte del abogado del recurrente, del cónyuge o conviviente civil o de alguno de sus
ascendientes o descendientes, ocurrida dentro de los ocho días anteriores al designado
para la vista del recurso.
El Art. 356 CPP prescribe, además, que no podrá suspenderse la vista de un recurso penal
por falta de jueces que pudieren integrar la sala.
Si fuere necesario, se interrumpirá la vista de recursos civiles para que se integren a la
sala jueces no inhabilitados.
En consecuencia, la audiencia sólo se suspenderá si no se alcanzare, con los jueces que
conformaren ese día el tribunal, el mínimo de miembros no inhabilitados que debieren
intervenir en ella.
En suma, y excepto en el caso del fallecimiento del abogado del recurrente, la vista de un
recurso penal sólo puede suspenderse si lo solicitare el recurrente o todos los
intervinientes facultados para concurrir a ella, de común acuerdo.
Este derecho podrá ejercerse una sola vez por el recurrente o por todos los intervinientes,
por medio de un escrito que deberá presentarse hasta las doce horas del día hábil anterior
a la audiencia correspondiente, a menos que la agregación de la causa se hubiere
efectuado con menos de setenta y dos horas antes de la vista, caso en el cual la suspensión
podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la audiencia.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
En lugar de la audiencia formal del antiguo sistema, en que debía oírse la relación y los
alegatos en un estilo que resultaba bastante rígido, lo que todavía subsiste en materia civil,
se suprimió la relación, y se facultó a los intervinientes, cuando efectuaran sus
alegaciones, para controvertir lo expresado por la parte contraria no sólo en cuestiones de
hecho, sino que de derecho.
Además, cualquiera de los tres jueces puede dirigir preguntas a los abogados que han
alegado para que aclaren o profundicen sus argumentaciones, o las refieran a algún
aspecto específico de la cuestión debatida.
Concordante con el sistema oral, el Art. 358 CPP dispone que la vista de la causa se
efectuará en una audiencia pública, previamente determinada por el Presidente de la
Corte, a la que puede asistir cualquier persona que así lo desee.
Consecuente con la celeridad y desformalización de los recursos, se dispuso que la falta
de comparecencia de uno o más de los recurrentes a la audiencia mencionada dará lugar
a que se declare el abandono del recurso respecto de los ausentes, sin mayor trámite.
Conforme al mismo principio, se dispuso que la incomparecencia de uno o más de los
recurridos permitirá proceder en su ausencia igualmente, y sin necesidad de otro trámite.
La audiencia se iniciará con el anuncio del recurso en la forma usual.
Como puede observarse, los abogados podrán referirse no sólo a las cuestiones de hecho,
sino que a las de derecho, lo que en el fondo importa un derecho de réplica a los
argumentos jurídicos vertidos por la parte contraria.
En el curso de las exposiciones, cualquiera de los miembros del tribunal podrá formular
preguntas a los representantes de las partes a fin de que profundicen su argumentación o
la refieran a algún aspecto específico de la cuestión debatida.
Por último, concluido el debate, el tribunal pronunciará sentencia de inmediato o, si no
fuere posible, en un día y hora que dará a conocer a los concurrentes a la audiencia.
La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste designare, y
el voto disidente o la prevención, por su autor.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
La relación se reemplaza, primeramente, por la lectura personal que pueden efectuar los
miembros del tribunal de los antecedentes referidos, y luego, principalmente, por la
exposición verbal que deberá hacer el recurrente acerca de los fundamentos del recurso y
de las peticiones concretas que formule.
Sin embargo, cabe señalar que la Corte, previo a la resolución sobre el fondo, tiene que
pronunciarse acerca de la admisibilidad del recurso interpuesto, cuestión que en el sistema
procesal civil le corresponde a la Sala de Cuenta.
Como sabemos, para resolver acerca de esta admisibilidad, los integrantes de esa sala
deben conocer materias tales como la clase del recurso deducido, la resolución en contra
de la cual se ejerce, el plazo en que fue presentado, la persona que lo interpone, las
formalidades mínimas del escrito en que se contiene, y los fundamentos y peticiones
concretas que se formulan por su intermedio.
Para adoptar este Acuerdo, la Corte Suprema se fundó en las reglas sobre relación
contenidas en el Código Orgánico de Tribunales y en el Código de Procedimiento Civil,
las que hizo aplicables en virtud de la norma remisoria del Art. 52 CPP, que estatuye que
serán aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en el
Código del ramo o en leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento
contempladas en el Libro Primero del Código de Procedimiento Civil, entre las que se
encuentran, precisamente, las relativas a la Apelación.
No obstante que pudiera ponerse en duda la facultad de la Corte Suprema para interpretar
genéricamente y en forma obligatoria una disposición legal, la solución proporcionada
por ella a esta omisión legal sin duda es acertada, y se encuentra en consonancia con la
celeridad pretendida por el nuevo procedimiento penal.
Sin embargo, es de temer que su aplicación práctica derive en la mantención de la relación
acerca del fondo, puesto que en caso que la cuenta del relator se efectúe privadamente
ante los ministros de la sala respectiva, forzosamente ella se extenderá al fondo del asunto
que se propone, sin conocimiento ni control de los intervinientes.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El Art. 360 Inc. 3° CPP se refiere al principio que la doctrina denomina “reformatio in
peius”, al disponer que si la resolución judicial hubiere sido objeto de un recurso por un
solo interviniente, la Corte no podrá reformarla en su perjuicio.
Esta norma vino a limitar severamente la competencia que tenían las Cortes de
Apelaciones en materia penal bajo el imperio del Código de Procedimiento Penal, puesto
que podían modificar la sentencia en forma desfavorable al procesado cuando éste ejercía
un recurso de apelación.
8. Renuncia y Desistimiento
Como sabemos, la renuncia a ejercer un recurso puede ser expresa o tácita.
Renuncia expresamente al ejercicio de un recurso futuro y eventual la parte que
manifiesta su voluntad en este sentido.
Recordemos que, para ello, el mandatario judicial requiere de facultades especiales, en
virtud de lo previsto en el Art. 7° Inc. 2° CPC, aplicable en la especie por remisión del
Art. 52 CPP.
Renuncia tácitamente al ejercicio de un recurso la parte que, simplemente, decide no
hacer uso de él, y por consiguiente, deja pasar el plazo para recurrir sin hacerlo.
El Art. 354 CPP dispone que los recursos pueden renunciarse expresamente, pero solo
una vez que se ha notificado la resolución en contra de la cual procedieren.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
1. La Reposición
Como sabemos, la reposición, más que un recurso, es una solicitud que se interpone por
la parte agraviada ante el mismo tribunal que pronunció una resolución para que la
modifique o la deje sin efecto, enmendando, de esta forma, su agravio, concepto que es
válido tanto en materia civil como en materia penal.
En materia procesal civil, la reposición procede en contra de los autos y de los decretos,
por regla general, y excepcionalmente, en contra de ciertas sentencias interlocutorias.
Su improcedencia en contra de las sentencias interlocutorias se funda en el principio del
desasimiento del tribunal, en cuya virtud se dice que éste no puede modificar las
sentencias definitivas e interlocutorias que hubiere pronunciado después que éstas hayan
sido notificadas a una de las partes, principio que tiene por objeto favorecer la certeza de
las decisiones de un tribunal.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El objetivo de este recurso se consigna en el Art. 95 Inc. 1° CPP, que estatuye que toda
persona privada de libertad tendrá derecho a ser conducida sin demora ante un juez de
garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad, y en todo
caso, para que examine las condiciones en que se encontrare, constituyéndose, si fuere
necesario, en el lugar en que ella estuviere.
El juez podrá ordenar la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueren
procedentes.
De acuerdo con lo expresado, este recurso no podría ser deducido en los casos en que la
persona detenida ya hubiere sido puesta materialmente a disposición de un juez de
garantía, en razón de que el objetivo principal perseguido ya se habría logrado, esto es,
poner al detenido a disposición de un tribunal, sin perjuicio de otras acciones que pudieren
ejercerse para reclamar acerca de la ilegalidad de la detención o de las condiciones
indebidas en que pudiera haber sido detenida esa persona, o de aquellas en que se la
mantuvo mientras permaneció privada de libertad.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Tampoco podría ser deducido para impedir que una persona pudiera ser detenida, ya que
claramente no tiene un carácter preventivo.
Este recurso debe ser presentado ante el juez de garantía que conociere del caso, o aquel
del lugar en que la persona se encontrare detenida, tribunales que deberán conocer de este
recurso en única instancia.
El recurso puede ser presentado por el abogado del detenido, sus parientes o cualquier
persona en su nombre.
El juez de garantía requerido deberá resolver esta petición derechamente, sin citar a una
audiencia, atendida la naturaleza de dicha solicitud y la urgencia que reviste.
La inapelabilidad de la decisión del juez emana de que la norma referida no contempló el
recurso de apelación en este caso, lo que tampoco hizo alguna otra norma legal, teniendo
presente que de conformidad a lo dispuesto en el Art. 370 CPP, las resoluciones del juez
de garantía sólo son apelables cuando ponen término al juicio, hacen imposible su
prosecución, o la suspenden por más treinta días, y además, cuando la ley lo señale
expresamente.
En el Art. 95 Inc. Final CPP se dispone que si la privación de libertad hubiere sido
dispuesta por una resolución judicial, no podrá utilizarse este recurso de amparo ante el
juez de garantía, sino que los recursos procesales que procedan en contra de dicha
resolución, pero que todo ello es sin perjuicio de lo establecido en el Art. 21 CPR, esto
es, de la Acción de Amparo Constitucional o Habeas Corpus.
Como puede observarse, si bien no es posible emplear el recurso de amparo ante el juez
de garantía en los casos que hemos visto, sí es posible ejercer la acción de amparo
constitucional.
En ocasiones, esta última acción será el único medio de que dispondrá el interesado, dadas
las limitaciones del recurso de amparo ante el juez de garantía, para obtener la libertad de
una persona detenida por orden judicial, para pedir que se guarden las formalidades
legales de su detención, o si se encontrare en libertad, para darle seguridad ante el temor
de que sea privada de ella por una autoridad o persona particular en forma ilegítima.
No obstante, la mayoría de los autores sostuvo, y esta es la opinión que prevaleció, que
la citada acción de amparo constitucional seguía vigente, y que para su aplicación, debía
atenderse a las reglas elementales de tramitación que proporcionaba el mismo Art. 21
CPR, las normas pertinentes del Código Orgánico de Tribunales, y en fin, las del
Autoacordado de la Corte Suprema de 19 de Diciembre de 1932, en lo aplicable, puesto
que si bien había sido dictado para la aplicación del recurso de amparo establecido en la
Constitución de 1925, sustancialmente esta acción de amparo era la misma que la
estatuida en la Constitución de 1980.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Ahora bien, una lectura somera del Auto Acordado referido permite constatar que no
todas sus referencias calzan con el articulado actual de la Constitución de 1980.
Por otra parte, no será posible tomar en cuenta las referencias que se hacen a las normas
del Código de Procedimiento Penal, al encontrarse derogado.
Cabe señalar que dicho Auto Acordado no consideró la situación del amparo preventivo,
en que una persona ve amenazado su derecho a la libertad personal, toda vez que este
derecho sólo vino a ser establecido en la Constitución de 1980.
A lo anterior cabe agregar, como también dijimos, que el propio Art. 95 CPP, que
estableció el recurso de Amparo ante el Juez de Garantía, lo instituyó sin perjuicio de lo
establecido en el Art. 21 CPR.
De acuerdo con el Art. 21 CPR, este recurso debe interponerse ante la magistratura que
señale la ley, y a su vez, el Art. 63 N°2 B) COT dispone que de los recursos de amparo
conocerá, en primera instancia, la Corte de Apelaciones, y el Art. 98 N°4 COT prescribe
que de las apelaciones deducidas en contra de las sentencias pronunciadas en esta materia
por la Corte de Apelaciones, conocerá la Corte Suprema.
En cuanto a las personas que pueden interponer el recurso, el Art. 21 CPR dispone que
todo individuo que se hallare arrestado, detenido o preso o que ilegalmente sufra
cualquiera otra privación, perturbación o amenaza en su derecho a la libertad personal y
seguridad individual, podrá ocurrir por sí o por cualquiera a su nombre a la magistratura
que señale la ley, con el fin de que adopte las providencias que juzgue necesarias para
restablecer el imperio del Derecho y asegurar la debida protección del afectado.
El Auto Acordado de la Corte Suprema, con el objeto de que este recurso quede al alcance
de todos los habitantes de la República, expresa que puede ser ejercido no sólo por el
interesado, sino por cualquier persona a su nombre, capaz de parecer en juicio por sí,
aunque no tenga para ello un mandato especial.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Para resolver estas materias, el tribunal puede disponer que el individuo sea traído a su
presencia, y su decreto será precisamente obedecido por todos los encargados de las
cárceles o lugares de detención, procediendo en todo breve y sumariamente, y corrigiendo
por sí mismo esos defectos, o dando cuenta a quien corresponda para que los corrija.
D) Tramitación
Como hemos visto, la Constitución se limita a expresar que la magistratura pertinente
deberá proceder en todo, breve y sumariamente, corrigiendo por sí los defectos de que
adoleciere la restricción o privación de libertad, o dando cuenta a quien corresponda para
que los corrija.
Por su parte, el Auto Acordado de la Corte Suprema mencionado expresa que se puede
hacer uso, en todas las fases del recurso, de los medios más rápidos de comunicación, y
que el Secretario de la Corte de Apelaciones respectiva deberá consignar el día y hora que
llega a su oficina la solicitud o telegrama en que se deduce el amparo, y la pondrá en el
acto en manos del Relator para que dé cuenta inmediatamente al Tribunal, y éste provea
lo pertinente.
El tribunal requerido deberá pedir informe, igualmente, por la vía más rápida, a la
autoridad o funcionario a quienes el recurrente atribuya, o aparezca del recurso, que tienen
alguna responsabilidad o actuación en la privación, perturbación o amenaza a la libertad
personal y seguridad individual del amparado.
Una cuestión importante que debe dilucidarse es si las normas generales sobre la vista de
los recursos en las Cortes, contempladas en el Código Procesal Penal actual,
particularmente las dadas en sus Arts. 356, 357, 358 y 361, deben aplicarse o no a la
tramitación y fallo del amparo constitucional.
Se trata de una cuestión dudosa, ya que estas normas, si bien no fueron proporcionadas
específicamente para esta acción de amparo, sino que para los recursos de que trata el
Libro Tercero de dicho Código, tienen un indudable carácter general en materia procesal
penal.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
E) La Sentencia
El recurso presentado debe terminar mediante una sentencia, ya sea para acogerlo o para
desecharlo.
En caso que sea acogido, la Corte deberá adoptar, en la misma sentencia, las medidas o
providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del Derecho y asegurar la
debida protección del afectado.
Entre ellas, se encuentra la de que se guarden las formalidades debidas, y si procediere,
la libertad del amparado.
Esta sentencia, como ya expresamos, es apelable ante la Corte Suprema, apelación que, a
falta de regla especial, debe deducirse en el plazo de cinco días.
5. Recurso de Apelación
A) Generalidades
El recurso de apelación es aquel que tiene por objeto obtener que un tribunal superior
modifique o revoque, con arreglo a derecho, la resolución de un tribunal inferior en la
parte en que le causa agravio o perjuicio al apelante.
El recurso de apelación, sin duda, constituye uno de los principales recursos procesales,
y en materia civil, su ejercicio es de general aplicación, al contrario de lo que ocurre en
materia penal, en que su empleo ha sido restringido por la ley.
Pero además, los abogados podrán formular aclaraciones respecto de los hechos o de los
argumentos vertidos en el debate por la parte contraria, sin perjuicio de que en cualquier
momento, alguno de los miembros del tribunal pueda hacer preguntas a dichos abogados
respecto a lo afirmado por ellos o por su contraparte, o pedirles que profundicen su
argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la cuestión debatida.
Como puede observarse, el legislador se esforzó por dar a esta audiencia, que es pública,
un esquema de desarrollo semejante a las audiencias orales que se celebran ante el juez
de garantía.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
La única solución existente por ahora, especialmente con respecto al recurso de apelación,
es la que ha dado la Corte Suprema, consistente en aplicar, en subsidio de las reglas
supletorias del Título III del Código Procesal Penal, las reglas comunes a todo
procedimiento contenidas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil, entre las
cuales se encuentran precisamente las relativas al recurso de apelación, haciendo uso de
la norma remisoria del Art. 52 CPP.
Sobre esta misma materia, es importante tener presente las “Instrucciones sobre el
Recurso de Apelación”, dadas por la Corte Suprema mediante acuerdo de su tribunal
pleno a los tribunales del país, mediante Oficio Nº003264, del 17 de Enero de 2001, en
el que precisamente se adopta el mismo orden en que deben aplicarse todas las
disposiciones relativas al recurso de apelación en materia procesal penal.
Estas reglas se refieren, además, a las características del plazo para apelar, a las
formalidades del escrito de apelación, a los antecedentes que se deben remitir al tribunal
de alzada, a la obligación de los intervinientes de comparecer a dicho tribunal a proseguir
el recurso, al pronunciamiento acerca de la admisibilidad del recurso, al señalamiento de
una audiencia determinada para la vista del recurso, a la apelación de la prisión preventiva
del imputado u otra clase de medidas cautelares personales que le hayan sido impuestas
por el juez de garantía, y a la autorización del acta de registro de la audiencia referida.
En efecto, el Art. 370 CPP dispone que las resoluciones dictadas por el juez de garantía
serán apelables en los siguientes casos:
• Cuando pusieren término al procedimiento, hicieren imposible su prosecución o
la suspendieren por más de treinta días;
• Cuando la ley lo señalare expresamente.
Por otra parte, el Art. 364 CPP prescribe que serán inapelables las resoluciones dictadas
por un tribunal de juicio oral en lo penal.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
En cuanto a la restricción del recurso de apelación en contra de las resoluciones del juez
de garantía, y sin perjuicio de que se pretenda obtener con ello la celeridad del
procedimiento, debe tenerse en consideración que la mayoría de las resoluciones de
dichos jueces se adoptan al final de las audiencias orales públicas, en las que participan
todos los intervinientes, oportunidad en que éstos formulan sus alegaciones y hacen valer
sus puntos de vista, todo lo que el juez podrá tomar en cuenta al resolver, por lo que su
decisión resultará, al menos, debidamente informada.
Los casos particulares en que procede el recurso de apelación son los siguientes:
• De acuerdo con lo prescrito por el Art. 115 CPP, es apelable la resolución que
declara inadmisible la querella, pero sin que en la tramitación del recurso pueda
disponerse la suspensión del procedimiento.
En cambio, la resolución que admitiere a tramitación dicha querella es inapelable;
• Conforme a lo dispuesto por el Art. 120 CPP, es apelable la resolución que
declarare el abandono de la querella, sin que, asimismo, pueda disponerse la
suspensión del procedimiento durante la tramitación del recurso.
Pero la resolución que negare lugar al abandono de la querella será inapelable;
• En virtud del Art. 132 bis CPP, es apelable la resolución que declara la ilegalidad
de la detención tratándose de los delitos establecidos en los Arts. 141, 142, 361,
362, 365 bis, 390, 391, 433 y 440 CP, y los de la Ley Nº20.000 que tengan
señalada pena de crimen, pero en los demás casos, no será apelable.
La resolución que declare la ilegalidad de la detención será apelable por el fiscal
o el abogado asistente del fiscal en el sólo efectivo devolutivo;
• El Art. 149 CPP dispone que la resolución que ordenare, mantuviere, negare
lugar, o revocare la prisión preventiva, será apelable cuando hubiere sido dictada
en una audiencia, y en los demás casos, no será susceptible de recurso alguno;
• El Art. 155 Inc. Final CPP estatuye que la procedencia, duración, impugnación
y ejecución de las medidas cautelares personales establecidas en el Art. 155 CPP
deben regirse por las normas aplicables a la prisión preventiva, en cuanto no se
opusieren a lo establecido en el Párrafo 6° del Título V del Libro Primero del
Código Procesal Penal.
Atendido lo anterior, resulta procedente el recurso de apelación con respecto a las
resoluciones adoptadas por el juez de garantía en estas materias, en los mismos
términos que en la prisión preventiva;
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
• En virtud de lo prevenido por el Art. 158 CPP, son apelables las resoluciones que
negaren o dieren lugar a las medidas cautelares reales contenidas en el Título VI
del Libro Primero del Código Procesal Penal;
• El Art. 237 CPP dispone que es apelable la resolución que se pronunciare acerca
de la suspensión condicional del procedimiento, por el imputado, por la víctima,
por el Ministerio Público y por el querellante;
• El Art. 239 CPP previene que es apelable la resolución del juez de garantía que
revocare la suspensión condicional del procedimiento ya concedida;
• El Art. 247 CPP prescribe que es apelable la resolución del juez de garantía que
decreta el sobreseimiento definitivo de la causa por no haber comparecido el fiscal
a la audiencia convocada, o si luego de que el juez le otorgue un plazo máximo de
dos días para que éste pronuncie sobre el cierre, no lo hiciere o se negare a declarar
cerrada la investigación.
Asimismo, y aun cuando no se señalare expresamente, por aplicación del Art. 253
CPP (apelación de sobreseimientos), o por aplicación de las reglas generales del
Art. 370 CPP (por tratarse de una resolución que pone término al procedimiento),
también es apelable la resolución que declarare el sobreseimiento definitivo por
no acusar dentro del plazo establecido en la norma;
• El Art. 253 CPP dispone que es apelable la resolución que decreta el
sobreseimiento;
• El Art. 258 CPP estatuye que la resolución del juez de garantía que negare lugar
a una de las solicitudes que el querellante formulare en conformidad al mismo
artículo, relativo al forzamiento de la acusación, será inapelable, sin perjuicio de
los recursos que procedieren en contra de aquella que pusiere término al
procedimiento;
• El Art. 271 CPP dispone que es apelable la resolución del juez de garantía que
recayere sobre las excepciones de incompetencia, litispendencia y falta de
autorización para proceder criminalmente, todas las que deberán adoptarse en la
audiencia de preparación del juicio oral.
En cambio, es inapelable la resolución de dicho juez que dejare la resolución de
las excepciones de cosa juzgada y extinción de la responsabilidad penal para la
audiencia del juicio oral;
• En conformidad con lo prevenido por el Art. 277 CPP, es apelable el auto de
apertura del juicio oral cuando el recurso lo interpusiere el Ministerio Público por
exclusión de alguna de las pruebas ofrecidas por él, y el recurso deberá ser
concedido en ambos efectos;
• De acuerdo con lo dispuesto en el Art. 406 CPP, es apelable la sentencia
definitiva que dicte el juez de garantía en el procedimiento abreviado, recurso que
deberá concederse también en ambos efectos.
Es necesario puntualizar que en un juzgado de garantía pueden funcionar uno, dos o más
jueces de garantía, cada uno de los cuales es un tribunal unipersonal, separado e
independiente de los demás.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Sin embargo, como el juzgado de garantía tiene una sola secretaría administrativa, común
a todos los jueces, el escrito de apelación deberá ser presentado precisamente en esa
secretaría, y deberá contener la debida especificación de la causa con respecto al juez de
garantía cuya resolución se impugna, el Rol Único Nacional y el Rol Interno del Tribunal.
El Art. 365 CPP prescribe que el recurso de apelación deberá entablarse ante el mismo
juez que hubiere dictado la resolución, y éste lo concederá o denegará.
3) Adhesión a la Apelación
Con respecto a la adhesión al recurso de apelación, permitida y reglamentada en materia
civil, debe señalarse que el Código Procesal Penal no la contempló expresamente con
respecto a este recurso, lo que de inmediato plantea el problema de su procedencia.
Estimamos que ella no tiene cabida en materia de apelación, al contrario de lo que ocurre
con el recurso de nulidad, que sí contempla y reglamenta el Art. 382 CPP, dado que la
opción contraria, que podría fundarse en la norma remisoria del Art. 52 CPP, trae
aparejada diversos problemas de interpretación, comenzando por la determinación de la
oportunidad en que debería hacerse valer.
No obstante lo anterior, debe observarse que el Art. 149 CPP, por excepción, permite la
deducción del recurso de apelación dentro de la audiencia en que el juez de garantía
negare o revocare la prisión preventiva del imputado.
Es preciso señalar que tanto el recurrente como el recurrido deberán referirse a las
materias comprendidas en el recurso, oralmente, cuando les corresponda alegar en la
audiencia pública que la Corte de Apelaciones respectiva les fije para estos efectos.
En dicha audiencia, podrán hacerse cargo y controvertir lo expresado por la parte
contraria, tanto en los hechos como en el derecho.
Asimismo, los ministros de la sala respectiva de la Corte de Apelaciones podrán dirigirles
preguntas para que aclaren sus dichos o los refieran a una materia concreta.
162
Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Por otra parte, debe tenerse presente que las peticiones concretas que formule el apelante
son las que le dan la competencia específica al tribunal de alzada, de tal manera que éste
sólo podrá pronunciarse sobre las solicitudes formuladas por los recurrentes, quedándole
vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no planteadas por ellos, o más allá
de los límites de lo solicitado, salvo las excepciones legales, conforme lo previene el Art.
360 CPP.
Para resolver su procedencia, examinará los mismos requisitos que en materia civil:
• Que se haya interpuesto en tiempo oportuno (Art. 356 CPP);
• Que la ley haga procedente el recurso de apelación, lo que en materia procesal
penal tiene una importancia especial, puesto que, en conformidad con lo dispuesto
en el Art. 370 CPP, sólo son apelables determinadas resoluciones del juez de
garantía;
• Que se indiquen sus fundamentos (Art. 367 CPP);
• Que contenga peticiones concretas (Art. 367 CPP).
Sin embargo, el Art. 149 Inc. 2° CPP establece una excepción, al señalar que tratándose
de los delitos establecidos en los Arts. 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y
440 CP, en las Leyes N°17.798 y N°20.000, y de los delitos de castración, mutilaciones
y lesiones contra miembros de Carabineros, de la Policía de Investigaciones y de
Gendarmería de Chile, en el ejercicio de sus funciones, el imputado que hubiere sido
puesto a disposición del tribunal en calidad de detenido o se encontrare en prisión
preventiva no podrá ser puesto en libertad mientras no se encontrare ejecutoriada la
resolución que negare, sustituyere o revocare la prisión preventiva.
Como puede observarse, en los casos indicados, el imputado contra quien se ha solicitado
la prisión preventiva por el fiscal o el querellante no podrá ser puesto en libertad, sea que
el juez de garantía deniegue esta medida cautelar personal, o bien, cuando habiéndola
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El recurso de apelación en contra de esta resolución que niega lugar a la prisión preventiva
del imputado o revoca esta medida cautelar, deberá ejercerse por el fiscal o el querellante
en la misma audiencia en que el juez de garantía adopte dicha decisión, gozará de
preferencia para su vista y fallo, y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo
día de su ingreso al tribunal de alzada, o a más tardar, a la del día hábil siguiente.
Cada Corte de Apelaciones deberá establecer una sala de turno para conocer de estas
apelaciones en días feriados.
En dichas instrucciones, se dispone que entre los antecedentes que debe remitir el juez de
garantía a la Corte de Apelaciones respectiva, debe incluirse una certificación acerca de
quiénes son los intervinientes, debidamente individualizados, sus abogados y apoderados,
o si carecen de ellos.
Conviene recordar, además, que en materia procesal penal no existen los expedientes
como en materia civil, sino que únicamente existen los registros del Ministerio Público,
de los juzgados de garantía, del tribunal oral en lo penal y de la policía, que contienen
antecedentes relativos a actuaciones de investigación y de procedimiento.
Luego, deberá entregar estos antecedentes al Presidente de la Corte, el que, sin esperar la
comparecencia del recurrente, citará a los intervinientes a una audiencia posterior al
quinto día hábil siguiente al ingreso de los antecedentes para la vista del recurso, a menos
que se trate de la apelación relativa a la prisión preventiva del imputado o de otra medida
cautelar personal decretada en su contra, caso en el cual, los antecedentes respectivos
serán agregados extraordinariamente a la tabla del día siguiente hábil al de su ingreso al
tribunal, o el mismo día en casos urgentes, de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 69 N°1
COT.
Como puede observarse, las citadas instrucciones alteran el sistema existente para las
apelaciones en materia civil, ya que el Presidente de la Corte deberá fijar una audiencia
determinada para la vista del recurso, la que tendrá el carácter de pública, conforme a lo
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
prescrito por el Art. 358 CPP, distribuyendo para este efecto las apelaciones entre las
salas de que se componga la Corte.
Sin embargo, si bien deben aplicarse al recurso de apelación en materia procesal penal las
normas del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil por mandato del Art. 52
CPP, esta aplicación sólo es posible en cuanto dichas normas no se opongan a lo estatuido
en el Código Procesal Penal o en leyes especiales.
Pues bien, lo que dispone el Art. 358 CPP es que la falta de comparecencia de uno o más
recurrentes a la audiencia dará lugar a que se declare el abandono del recurso respecto de
los ausentes, y la incomparecencia de uno o más de los recurridos permitirá proceder en
su contra.
Como puede observarse, la sanción que el Art. 201 CPC aplica a las partes que no
comparecen al tribunal de alzada a proseguir el recurso interpuesto lo aplica el Art. 358
CPP a los recurrentes que no asisten a la audiencia pública en que deberá verse el recurso.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
3) Orden de No Innovar
En la tramitación del recurso de apelación, no se estableció la orden de no innovar como
institución de carácter general, al contrario de lo que ocurre en materia procesal civil, en
que se encuentra instituida y reglamentada.
Conforme a este objetivo, el Inc. 3° actual del Art. 149 CPP dispone que en los casos en
que no sea aplicable lo dispuesto en el inciso anterior, estando pendiente el recurso contra
la resolución que dispone la libertad, para impedir la posible fuga del imputado, la Corte
de Apelaciones respectiva tendrá la facultad de decretar una orden de no innovar, desde
luego y sin esperar la vista del recurso de apelación del fiscal o del querellante.
Como hemos dicho, en esta materia las Instrucciones referidas se apartan manifiestamente
de las disposiciones de los Códigos de Procedimiento Civil y Penal, por cuanto
encomiendan el examen de admisibilidad a la propia sala que debe conocer el recurso, en
lugar de la sala tramitadora, y porque reponen la relación, suprimida expresamente por el
Código Procesal Penal, aunque solo se trate de una cuenta relativa a la admisibilidad de
la apelación.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Como puede advertirse, el precepto transcrito sustituye la relación del relator por los
fundamentos de hecho y de derecho que deben formular los abogados de las partes en sus
alegatos verbales, suponiendo que por este medio, además de las preguntas que deseen
formularles, quedarán debidamente instruidos de los antecedentes para resolver el recurso
propuesto.
Por último, el Art. 358 Inc. Final CPP dispone que, concluido el debate, el tribunal
pronunciará sentencia de inmediato, o si no fuere posible, en un día y hora que dará a
conocer a los intervinientes en la misma audiencia.
La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste designare, y
el voto disidente o la prevención, por su autor.
6. Recurso de Hecho
El Código Procesal Penal trata el recurso de hecho en un solo artículo, y en materia penal,
no tiene importancia distinguir si se trata de un recurso de hecho verdadero o falso para
los efectos de su tramitación, ya que, al contrario de lo que ocurre en materia civil, en que
la tramitación es diferente según se trate de uno u otro, en materia penal ambos recursos
se sustancian de igual manera.
De acuerdo con el Art. 369 CPP, el recurso de hecho procede en las cuatro hipótesis
siguientes:
• Cuando el recurrente estima que el tribunal inferior denegó un recurso de
apelación que legalmente debió conceder;
• Cuando el tribunal concedió un recurso de apelación que era legalmente
improcedente;
• Cuando concedió un recurso de apelación en el solo efecto devolutivo debiendo
haberlo otorgado en ambos efectos;
• Cuando, por el contrario, concedió una apelación en ambos efectos debiendo
haberla otorgado en el solo efecto devolutivo.
El Art. 369 CPP, siguiendo el esquema del Código de Procedimiento Civil, establece que
el recurrente de hecho deberá interponer su recurso directamente ante el tribunal superior,
que es el que debe conocer del recurso de apelación, para que éste resuelva si debe o no
concederse la apelación, y en caso afirmativo, cuáles deben ser sus efectos.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El citado Art. 369 CPP estatuye que este plazo será de tres días, pero no precisa la fecha
desde la cual debe contarse este plazo.
Ante la ausencia de una norma que resuelva concretamente la situación planteada, se
estima que el plazo de tres días deberá contarse desde que se notifique al recurrente la
resolución que se pronuncia sobre la concesión o denegación de la apelación.
Esta solución, por lo demás, permite interponer el recurso de hecho dentro de plazo,
cualquiera que sea el fundamento de su procedencia.
Aun cuando el Art. 369 CPP no lo dice expresamente, no cabe duda, por su contexto,
que el recurso de hecho debe presentarse por escrito ante el tribunal que debe conocer de
la apelación, y que dicho escrito deberá contener una breve reseña de los fundamentos
del recurso, y desde luego, la petición concreta que se efectúa.
En cuanto al fallo del recurso, la ley se limita a disponer que debe fallarse en cuenta, lo
que equivale a expresar que debe fallarse con la sola cuenta del Relator, agregando que
si se acogiere el recurso de hecho por haberse denegado la apelación, retendrá tales
antecedentes o los recabará, si no los hubiese pedido, para pronunciarse sobre el recurso
de apelación.
7. Recurso de Nulidad
A) Aspectos Generales
El recurso de nulidad es aquel que se concede para invalidar el juicio oral y la sentencia
definitiva, o solamente esta última, cuando en cualquier etapa del procedimiento, o en el
pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente los derechos o
garantías asegurados por la Constitución o por los Tratados Internacionales ratificados
por Chile que se encontraren vigentes, o cuando se hubiere hecho una errónea aplicación
del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, o cuando
concurrieren algunos de los denominados motivos absolutos de nulidad, contemplados en
el Art. 374 CPP.
El legislador dejó claramente establecido que el recurso de nulidad es el medio para anular
o invalidar el juicio oral y las sentencias dictadas al final de dicho juicio por el tribunal
oral en lo penal, o solamente estas últimas, cumpliendo de esta manera el mismo objetivo
que el recurso de casación en materia civil.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Sin embargo, en materia penal, el recurso de nulidad adquiere una mayor importancia,
debido al debilitamiento del recurso de apelación, lo que virtualmente lo convierte en el
cauce obligado para canalizar los agravios de los intervinientes.
Conviene señalar que el recurso de nulidad, como todo recurso, se ejerce en contra de
resoluciones judiciales, en este caso, sentencias definitivas, por haber incurrido éstas en
infracciones a las normas constitucionales, a las contenidas en los Tratados
Internacionales ratificados por Chile y actualmente vigentes, o en contra de las demás
disposiciones legales, siempre que estas infracciones hayan influido en lo dispositivo de
las sentencias.
Pero también se ejerce en contra de las mismas resoluciones cuando se han pronunciado
en un procedimiento que adolece de vicios u omisiones, que igualmente, debido a su
magnitud y gravedad, han influido sustancialmente en lo dispositivo de las sentencias.
Como la ley no dio ninguna regla especial para la interposición, tramitación y fallo del
recurso de nulidad en estas dos últimas clases de procedimiento, se concluye que deberán
aplicarse, en general, las normas que sobre este particular se contienen en los Arts. 372-
387 CPP.
Además, la sentencia definitiva dictada por el juez de garantía en el procedimiento
abreviado sólo puede ser impugnada, conforme a lo previsto en el Art. 414 CPP, por el
recurso de apelación, que en este caso, debe concederse en ambos efectos.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Por último, y antes de entrar a la regulación específica de este recurso, cabe efectuar
ciertas consideraciones generales acerca del mismo:
• Constituye una Solución Necesaria Ante la Ausencia de Apelación
La circunstancia de que no exista un recurso de apelación para revisar las
resoluciones del tribunal de juicio oral en lo penal debiera convertir al recurso de
nulidad en el recurso ordinario para impugnarlas.
El legislador, consciente de esta circunstancia, tuvo que concebir un recurso de
nulidad de carácter desformalizado y con causales amplias y genéricas para
facilitar su interposición, pero que, en todo caso, no significara establecer una
segunda instancia encubierta.
De lo expresado, se sigue que el juicio oral es conocido y fallado en única
instancia por el tribunal oral en lo penal, sin perjuicio de que pueda ser invalidado.
Este recurso implica dar una salida legítima a la situación que pudiera producirse
por la falta de un recurso de apelación frente a la existencia de un procedimiento
visiblemente viciado, o de una decisión manifiestamente injusta.
Por su intermedio, las partes pueden perseguir la invalidación del procedimiento
y la sentencia dictada, o sólo de esta última, lo que dependerá de la causal de
nulidad que invoquen.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
• Valoración de la Prueba
Se incluyó, entre los motivos absolutos de nulidad, el hecho de que la sentencia
hubiere omitido alguno de los contenidos que necesariamente deben figurar en
ella, entre los cuales se encuentra la valoración de los medios de prueba que
fundamentaren las conclusiones acerca de los hechos y circunstancias que se
dieren por probados.
Se sostuvo que apreciar bien o mal la prueba no es un aspecto que esté sujeto al
control del tribunal superior por la vía de la nulidad, pero que otra cosa es la
revisión que éste puede hacer acerca de la relación lógica entre la valoración de la
prueba que los sentenciadores hacen y las conclusiones a que llegan en su fallo.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Se trata, por cierto, de causales genéricas de la más alta trascendencia, que miran
a proteger los principios y garantías establecidos en la Constitución o en los
Tratados Internacionales referidos, y que por su naturaleza, corresponden a todas
las personas, especialmente el racional y justo proceso.
La Corte Suprema debe resolver si el capítulo de invalidación propuesto tiene o
no mérito bastante, en caso de encontrarse comprobado, para producir la
invalidación del juicio oral y la sentencia, o sólo de esta última.
Para ello, tomará en consideración la etapa en que se haya producido la infracción
y su carácter y magnitud.
Al resolver estas delicadas materias, la Corte Suprema deberá fijar la correcta
interpretación no sólo de las normas constitucionales, fijando su debida
interpretación y aplicación, sino que además, estos mismos extremos con respecto
a las normas contenidas en los Tratados Internacionales, relativos a los derechos
y garantías de las personas.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
La primera de estas disposiciones se refiere a una errónea aplicación del derecho con
influencia sustancial en lo dispositivo del fallo.
En primer término, conviene dejar establecido que debe tratarse de la infracción de un
precepto legal que no se encuentre incorporado en la Constitución o en algún tratado
internacional ratificado por Chile y que se hallare actualmente vigente, ya que, en caso
contrario, el conocimiento del recurso le correspondería a la Corte Suprema.
Por otra parte, conviene precisar que el Art. 373 B) CPP se refiere a la errónea aplicación
del derecho, lo que significa que comprende no solo los preceptos legales, codificados o
no, sino que además los Decretos Leyes, los Decretos con Fuerza de Ley, y la costumbre
en los casos en que según la ley constituya derecho.
Por su parte, el Art. 374 CPP contempla los motivos absolutos de nulidad, de manera
que la existencia de uno de ellos deviene en que el juicio oral, o la sentencia dictada en
él, deben necesariamente ser anulados.
Los recursos fundados en estos motivos absolutos de nulidad son conocidos por la Corte
de Apelaciones respectiva.
En primer lugar, el Art. 374 CPP, en su letra a), incluye una serie de motivos, que son
los siguientes:
• Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un tribunal incompetente;
• Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un tribunal no integrado por los
jueces designados por la ley;
• Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un juez de garantía o con la
concurrencia de un juez de tribunal de juicio oral en lo penal legalmente
implicado, o cuya recusación estuviere pendiente o hubiere sido declarada por
tribunal competente;
• Cuando la sentencia hubiere sido acordada por un menor número de votos, o
pronunciada por menor número de jueces que el requerido por la ley, o con
concurrencia de jueces que no hubieren asistido al juicio.
Cualquier trasgresión a las normas que regulan estas situaciones constituye una causal de
invalidación, y autoriza la interposición del recurso de nulidad en contra de la sentencia
dictada por dicho tribunal.
La incompetencia, que puede ser absoluta o relativa, se refiere al tribunal de juicio oral
en lo penal, esto es, a la del tribunal que ha pronunciado la sentencia que se impugna o
bien, y siguiendo el mismo criterio, al juez de garantía que ha dictado la sentencia
definitiva en el procedimiento simplificado o en el de la acción penal privada.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
colegiado, y consiste en el reemplazo de uno de los integrantes del tribunal que ha faltado
a la audiencia respectiva por el juez que designa la ley.
Cabe señalar que el Art. 17 COT se encarga de señalar el número de jueces que
constituyen el tribunal de juicio oral en lo penal, el número de salas de que se compone
el tribunal respectivo, la forma de integración de los jueces entre las distintas salas, y la
distribución de las causas entre ellas.
Por su parte, el Art. 19 COT, luego de indicar la forma en que deben adoptarse las
decisiones en este tribunal colegiado, prescribe que sólo podrán concurrir a las decisiones
del tribunal los jueces que hubieren asistido a la totalidad de la audiencia del juicio oral.
La decisión deberá ser adoptada por la mayoría de los miembros de la sala.
La tercera causal, contemplada en la letra c) del Art. 374 CPP, comprende los casos en
que al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le otorga.
Esta causal no se refiere a la presencia ininterrumpida del defensor en las audiencias que
se han referido en la letra anterior, sino que a las trabas o impedimentos que se le hayan
opuesto para ejercer su labor en defensa de los derechos del imputado.
La cuarta causal, consagrada en la letra d) del Art. 374 CPP, tiene lugar cuando en el
juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la ley sobre
publicidad y continuidad del juicio.
Cabe recordar que el Art. 289 CPP dispone que la audiencia del juicio oral será pública,
pero el tribunal podrá disponer, a petición de parte y por resolución fundada, algunas de
las medidas restrictivas a la publicidad contempladas en la misma disposición, entre ellas,
impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas
específicas.
La sexta causal se encuentra contemplada en la letra f) del Art. 374 CPP, y tiene lugar
cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de lo prescrito en el Art. 341
CPP.
Esta causal se refiere a la competencia específica del tribunal oral en lo penal.
Como dijimos anteriormente, la sentencia condenatoria no puede exceder el contenido de
la acusación.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
En consecuencia, agrega el Art. 341 CPP que no se podrá condenar por hechos o
circunstancias no contenidos en ella, sin perjuicio de la diferente calificación jurídica que
pudiere efectuar el tribunal, o de la consideración de circunstancias agravantes de la
responsabilidad penal no incluidas en ella.
Es la manifestación del principio de congruencia entre formalización, acusación y
sentencia, que ya hemos estudiado.
Por último, la letra g) del Art. 374 CPP contiene la última causal de nulidad, consistente
en que la sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia criminal
pasada en autoridad de cosa juzgada.
Sobre el particular, debemos recordar el Art. 1° Inc. 2° CPP, conforme al cual, la persona
condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada no podrá ser
sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho.
Finalmente, el Art. 375 CPP señala que no causan nulidad los errores de la sentencia
recurrida que no influyeren en su parte dispositiva, sin perjuicio de lo cual, la Corte podrá
corregir los que advirtiere durante el conocimiento del recurso.
El Art. 165 Inc. Final CPP prescribe que la solicitud de nulidad de alguna actuación o
diligencia del procedimiento constituirá suficiente preparación del recurso de nulidad
para el caso en que el tribunal no acoja dicha solicitud.
La misma norma expresa que no será necesaria esta reclamación en los siguientes casos:
• Cuando se tratare de alguno de los motivos absolutos de nulidad señalados en el
Art. 374 CPP;
• Cuando la ley no admitiere recurso alguno en contra de la resolución que
contuviere el vicio o defecto;
• Cuando ésta hubiere tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia
que se tratare de anular;
• Cuando dicho vicio o defecto hubiere llegado al conocimiento de la parte después
de pronunciada la sentencia.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
El recurso de nulidad deberá ser deducido por escrito, y en él deberán consignarse los
fundamentos y las peticiones concretas que se formulen.
Como sabemos, estas últimas determinan la competencia específica del tribunal superior.
El recurso podrá fundarse en más de una causal, y si así ocurriere, deberá indicarse si se
invocan conjunta o subsidiariamente.
En todo caso, cada motivo de nulidad deberá ser fundado separadamente.
Cuando el recurso se fundare en la causal prevista en el Art. 373 letra b) CPP, o sea, en
la errónea aplicación del derecho, y el recurrente sostuviere que por aplicación del Art.
376 Inc. 3° CPP, su conocimiento y fallo correspondiere a la Corte Suprema, deberá
indicar, además, los fallos en que se hubieren sostenido las distintas interpretaciones que
señala, y acompañar copias de dichas sentencias o de las publicaciones que se hubieren
efectuado del texto íntegro de todas ellas.
El Art. 359 CPP dispone, además, que el escrito de interposición del recurso es la
oportunidad procesal de que goza el recurrente para ofrecer la prueba que en su concepto
es necesaria para acreditar las circunstancias que constituyeren la causal invocada,
agregando que esta prueba deberá recibirse en la audiencia decretada para la vista del
recurso, de acuerdo con las reglas que rigen su recepción en el juicio oral.
Cabe precisar que el Art. 379 CPP previene que, interpuesto el recurso, no se podrán
invocar nuevas causales.
El Art. 379 CPP dispone que la interposición de un recurso de nulidad suspende los
efectos de la sentencia condenatoria recurrida, y en lo demás, agrega, se aplicará lo
dispuesto en el Art. 355 CPP, que prescribe que la interposición de un recurso en materia
procesal penal no suspende la ejecución de la decisión impugnada.
Conforme a lo anterior, cuando se recurre de nulidad en contra de una sentencia penal
absolutoria, como no se suspenden sus efectos por el ejercicio del recurso, es necesario
poner en libertad al acusado a quien favorece el fallo.
Es lo que nos dice el Art. 153 CPP, conforme al cual, el tribunal deberá poner término a
la prisión preventiva cuando dictare sentencia absolutoria y cuando decretare
sobreseimiento definitivo o temporal, aunque dichas resoluciones no se encuentren
ejecutoriadas.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Sin embargo, como puede resultar necesario asegurar la presencia del imputado hasta el
momento en que la respectiva resolución sea revisada por el tribunal superior, el tribunal
inferior podrá imponer, entre tanto, algunas de las medidas indicadas en el Art. 155 CPP.
De acuerdo con lo dispuesto por el Art. 380 CPP, presentado el recurso ante el tribunal
que hubiere pronunciado la sentencia que se impugna, éste se pronunciará de plano sobre
su admisibilidad.
La inadmisibilidad sólo podrá fundarse:
• En haberse deducido el recurso en contra de resolución que no fuere impugnable
por este medio;
• En haberse interpuesto fuera de plazo.
Desde la práctica de estos hechos, y sin que medie notificación, comienza a correr el plazo
de cinco días para que las demás partes:
• Soliciten que se declare inadmisible el recurso;
• Se adhieran a él;
• Formulen por escrito las observaciones que estimen pertinentes.
La adhesión al recurso deberá cumplir con todos los requisitos necesarios para interponer
el recurso de nulidad, y su admisibilidad se resolverá de plano.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Si lo declarare inadmisible por no cumplir el recurso con algunos de los requisitos, deberá
devolver los antecedentes al tribunal inferior para que dé cumplimiento a la sentencia
impugnada.
Esta interlocutoria es reponible en materia penal, ya que aun cuando el legislador no
contempló expresamente en este caso el recurso de reposición, éste resulta aplicable en
virtud de la regla general del Art. 362 CPP.
El recurso deberá interponerse por escrito dentro de tercero día, y deberá ser fundado.
No obstante lo anterior, existen casos en que la Corte Suprema está facultada para no
emitir decisión acerca de la admisibilidad del recurso de nulidad, por estimarse
incompetente para conocer del recurso.
Se trata de situaciones en que, no obstante que el recurso de nulidad se ha presentado en
la Secretaría de dicho tribunal por estimarlo competente, éste concluye que la
competencia atribuida no le corresponde, ya que el recurso debe ser conocido y resuelto
por una Corte de Apelaciones.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
La sentencia deberá pronunciarse sobre todas las cuestiones controvertidas, salvo que
acogiere el recurso, en cuyo caso podrá limitarse a la causal o causales que le hubieren
sido suficientes.
Finalmente, emitirá pronunciamiento acerca de si es nulo o no el juicio oral y la sentencia
definitiva, decisión que constituye la regla general, o si solamente es nula dicha sentencia,
en los casos que indica el Art. 385 CPP.
En este último evento, dictará la correspondiente sentencia de reemplazo.
Es importante recordar que el Art. 360 CPP, al referirse a las decisiones sobre los
recursos, dispone que el tribunal que conoce de un recurso sólo podrá pronunciarse sobre
las solicitudes formuladas por los recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de
su decisión a cuestiones no planteadas por ellos, o más allá de los límites de lo solicitado,
salvo en los casos previstos en este artículo y en el Art. 379 Inc. 2° CPP.
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Finalmente, el inciso final del citado Art. 384 CPP dispone que el fallo del recurso se
dará a conocer en la audiencia fijada al efecto, mediante la lectura de su parte resolutiva
o de una breve síntesis de la misma.
G) Declaración de Nulidad
Como hemos dicho anteriormente, este recurso tiene por objeto que se declare la nulidad
del juicio y de la sentencia pronunciada en él, o bien, sólo de esta última.
El Art. 386 Inc. Final CPP previene que no será obstáculo para que se ordene un nuevo
juicio oral la circunstancia de haberse dado lugar al recurso por un vicio o defecto
cometido en el pronunciamiento mismo de la sentencia, cuestión que determinará el
tribunal superior.
Por otra parte, el tribunal ad quem puede invalidar únicamente la sentencia, dejando
subsistente la tramitación del juicio oral, lo que ocurre cuando la causal de nulidad
acogida no se refiere a las formalidades del juicio, ni a los hechos y circunstancias que se
hubieren dado por probados, sino que se debiere a:
• Que el fallo hubiere calificado como delito un hecho que la ley no considere como
tal;
• Que el fallo hubiere aplicado una sanción cuando no correspondía aplicar pena
alguna;
• Que el fallo hubiere impuesto una pena superior a la legalmente correspondiente.
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En todos estos casos, el tribunal deberá dictar, sin nueva audiencia, pero separadamente,
la sentencia de reemplazo que se conformare a la ley.
Esta sentencia reproducirá las consideraciones de hecho, los fundamentos de derecho y
las decisiones de la resolución anulada, que no se refieran a los puntos que hubieren sido
objeto del recurso, o que fueren incompatibles con la resolución recaída en él, tal como
se hubieren dado por establecidos en el fallo recurrido.
8. La Revisión
Como hemos estudiamos en el ámbito civil, la revisión no es realmente un recurso, sino
una acción, ejercida ante la Corte Suprema para que ésta, en este caso, invalide una
sentencia condenatoria en causa criminal, firme o ejecutoriada, en los casos y con los
requisitos señalados por la ley.
Teniendo en cuenta esta indicación acerca de su naturaleza, el Código Procesal Penal no
trata la revisión dentro de los recursos, sino que lo hace en la etapa de la ejecución de una
sentencia criminal, tomando en cuenta, además, que mediante su ejercicio se busca
enervar el cumplimiento de una sentencia.
El Art. 473 CPP prescribe que la Corte Suprema podrá rever en forma extraordinaria las
sentencias firmes en que se hubiere condenado a alguien por un crimen o simple delito,
para anularlas en los casos que indica.
En materia criminal, debe tratarse de una sentencia definitiva que condene a una persona
por crimen o simple delito, y que se encuentre firme o ejecutoriada.
La sentencia condenatoria puede ser dictada por cualquier tribunal, incluso por la Corte
Suprema, dado que el citado Art. 473 CPP, no hace distinción alguna.
Los casos determinados en que procede este recurso son los siguientes:
• Cuando, en virtud de sentencias contradictorias, estuvieren sufriendo condenas
dos o más personas por un mismo delito que no hubiere podido ser cometido más
que por una sola;
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El Art. 474 CPP dispone que la revisión de la sentencia firme podrá ser pedida, en
cualquier tiempo, por el Ministerio Público, por el condenado o por el cónyuge o
conviviente civil, ascendientes, descendientes o hermanos de éste.
Asimismo, podrá interponer dicha solicitud quien hubiere cumplido su condena o sus
herederos, cuando el condenado hubiere muerto y se tratare de rehabilitar su memoria.
El Art. 475 CPP previene que la solicitud deberá expresar con precisión su fundamento
legal, y que deberá a acompañarse a ella copia fiel de la sentencia cuya anulación se pide,
y los documentos que comprobaren los hechos en que se sustenta.
Si la causal alegada fuere la de letra b) del Art. 473 CPP, esto es, cuando alguien se
encuentre sufriendo una condena como autor, cómplice o encubridor del delito de
homicidio de una persona cuya existencia posterior a la condena fuere comprobada, la
solicitud deberá indicar los medios con que se intentare probar que la persona víctima del
pretendido homicidio hubiere vivido después de la fecha en que la sentencia la supone
fallecida.
Si la causal invocada fuere la de la letra d) del Art. 473 CPP, esto es, cuando con
posterioridad a la fecha de la sentencia condenatoria, ocurriere o se descubriere un hecho
o apareciere algún documento desconocido durante el proceso, que fuere de tal naturaleza
que bastare para establecer la inocencia del condenado, el peticionario deberá indicar el
hecho o el documento cuya existencia no se conoció durante el proceso, y además,
expresará los medios con que se pretendiere acreditar el hecho, y acompañará, en su caso,
el documento, o si no fuere posible, manifestará, al menos, su naturaleza y el lugar y
archivo en que se encuentra.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
La solicitud que no se conformare con estas exigencias, o que adolezca de manifiesta falta
de fundamentos, será rechazada de plano por el tribunal, decisión que deberá adoptarse
por la unanimidad del mismo.
Conforme a lo prescrito por el Art. 478 CPP, la resolución de la Corte Suprema que
acogiere la solicitud de revisión declarará la nulidad de la sentencia impugnada.
Además, si de los antecedentes resultare fehacientemente acreditada la inocencia del
condenado, el tribunal dictará acto continuo, pero separadamente, la sentencia de
reemplazo que corresponda, y en caso contrario, ordenará la realización de un nuevo
juicio por el tribunal no inhabilitado pertinente.
Asimismo, cuando hubiere sido pedido y existiere mérito bastante, la Corte podrá
pronunciarse de inmediato sobre la procedencia de la indemnización a que se refiere el
Art. 19 N°7 I) CPR, conforme al cual, una vez dictado sobreseimiento definitivo o
sentencia absolutoria, el que hubiere sido sometido a proceso o condenado en cualquier
instancia por resolución que la Corte Suprema declare injustificadamente errónea o
arbitraria, tendrá derecho a ser indemnizado por el Estado de los perjuicios patrimoniales
y morales que haya sufrido.
La indemnización será determinada judicialmente en procedimiento breve y sumario, y
en él, la prueba se apreciará en conciencia.
El cumplimiento del fallo en lo atinente a las acciones civiles que emanan de él será
conocido por el juez de letras en lo civil que corresponda, en juicio sumario, y los mismos
derechos corresponderán a los herederos del condenado que hubiere fallecido.
Además, la sentencia ordenará, según el caso, la libertad del imputado y la cesación de
las inhabilitaciones impuestas.
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9. Nulidades Procesales
Conforme al Art. 159 CPP, sólo podrán anularse las actuaciones o diligencias judiciales
defectuosas del procedimiento que ocasionaren a los intervinientes un perjuicio reparable
únicamente con la declaración de nulidad.
Existe perjuicio cuando la inobservancia de las formas procesales atenta contra las
posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el procedimiento.
Incluso, el Art. 160 CPP establece una presunción de derecho acerca de la existencia del
perjuicio cuando la infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las garantías y los
derechos reconocidos en la Constitución, o en las demás leyes de la República.
En virtud del Art. 161 CPP, la declaración de nulidad procesal se deberá impetrar, en
forma fundada y por escrito, e incidentalmente, dentro de los cinco días siguientes a aquél
en que el perjudicado hubiere tomado conocimiento fehaciente del acto cuya invalidación
persiguiere, a menos que el vicio se hubiere producido en una actuación verificada en una
audiencia, pues en tal caso, deberá impetrarse verbalmente antes del término de la misma
audiencia.
Con todo, no podrá reclamarse la nulidad de actuaciones verificadas durante la etapa de
investigación después de la audiencia de preparación del juicio oral.
La solicitud de nulidad presentada extemporáneamente será declarada inadmisible.
Por último, el Art. 165 CPP establece los efectos de la declaración de nulidad, al disponer
que la declaración de nulidad del acto conlleva la de los actos consecutivos que de él
emanaren o dependieren.
El tribunal, al declarar la nulidad, determinará concretamente cuáles son los actos a los
que ella se extendiere, y siendo posible, ordenará que se renueven, rectifiquen o
ratifiquen.
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De este modo, si durante la audiencia de preparación del juicio oral se declarare la nulidad
de actuaciones judiciales realizadas durante la etapa de investigación, el tribunal no podrá
ordenar la reapertura de ésta.
Asimismo, las nulidades declaradas durante el desarrollo de la audiencia del juicio oral
no retrotraerán el procedimiento a la etapa de investigación o a la audiencia de
preparación del juicio oral.
La solicitud de nulidad constituirá preparación suficiente del recurso de nulidad para el
caso que el tribunal no resolviere la cuestión de conformidad a lo solicitado.
Como podemos ver, existe una estrecha vinculación entre estas nulidades procesales y el
recurso de nulidad propiamente tal, pero aunque el fundamento de ambas instituciones es
el mismo, difieren fundamentalmente en la circunstancia de que la solicitud de nulidad
sólo es procedente para invalidar una o más diligencias determinadas del procedimiento,
mientras que en el recurso de nulidad, lo que se pretende es la invalidación de todo el
procedimiento constitutivo del juicio oral, incluida la sentencia pronunciada, o solamente
esta última.
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Contenidos
I. Los Procedimientos Penales Especiales
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1. Introducción
El Libro Cuarto del Código Procesal Penal contempla, en Títulos sucesivos, los
denominados procedimientos especiales y de ejecución, que son los siguientes:
• El Procedimiento Simplificado (Arts. 388-399);
• El Procedimiento por Delito de Acción Privada (Arts. 400-405);
• El Procedimiento Abreviado (Arts. 406-415);
• El Procedimiento Relativo a Personas que Gozan de Fuero Constitucional (Arts.
416-423);
• La Querella de Capítulos (Arts. 424-430);
• La Extradición (Arts. 431-454);
• El Procedimiento Para la Aplicación Exclusiva de Medidas de Seguridad (Arts.
455-465);
• La Ejecución de las Sentencias Condenatorias y Medidas de Seguridad (Arts.
466-482).
2. El Procedimiento Simplificado
A) Generalidades
El procedimiento simplificado se encuentra regulado en los Arts. 388-399 CPP, y se trata
de un procedimiento especial, oral, de competencia de los jueces de garantía, para conocer
y fallar los hechos constitutivos de simple delito para los cuales el Ministerio Público
requiera la imposición de una pena que no exceda de presidio o reclusión menor en su
grado mínimo.
Conforme al Art. 388 CPP, este procedimiento se aplica al conocimiento y fallo de las
faltas, así como también respecto de los hechos constitutivos de simple delito para los
cuales el Ministerio Público requiriere la imposición de una pena que no excediere de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo.
En cuanto a la procedencia de una acción civil, sólo se admite aquella que tiene por objeto
la restitución de la cosa o de su valor.
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distinción que tiene sentido porque el procedimiento simplificado se aplica para faltas
cuya sanción conlleve una pena privativa de libertad, mientras que el procedimiento
monitorio es aplicable cuando dicha falta conlleve una pena que consista únicamente en
una multa.
B) El Procedimiento Monitorio
El procedimiento monitorio se encuentra contemplado en el Art. 392 CPP, conforme al
cual, se aplicará a la tramitación de las faltas respecto de las cuales el fiscal pidiere sólo
pena de multa.
Si el juez estimare suficientemente fundado el requerimiento y la proposición relativa a
la multa, deberá acogerlos inmediatamente, dictando una resolución que así lo declare.
Al respecto, cabe precisar que después de la entrada en vigencia del Código Procesal
Penal, se dictaron disposiciones legales que derogaron las penas privativas de libertad a
los hechos delictivos constitutivos de faltas penales, estableciéndose únicamente penas
pecuniarias para estas infracciones punibles, y por lo tanto, a la comisión de faltas se
aplica únicamente el procedimiento monitorio, quedando reservado el procedimiento
simplificado a los casos en que existan hechos constitutivos de simple delito para los
cuales el Ministerio Público requiera la imposición de una pena que no exceda de presidio
o reclusión menor en su grado mínimo.
Una vez que el fiscal recibe una denuncia por un hecho constitutivo de una falta penal,
deberá presentar ante el Juez de Garantía competente un requerimiento que deberá
contener las menciones del Art. 391 CPP, y además, una proposición sobre el monto de
la multa que debiere imponerse al imputado.
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Debemos agregar a esta lista los delitos previstos y sancionados por el Art. 22 del DFL
N°707 de 1982 sobre cuentas corrientes bancarias y cheques, que deriven del giro del
cheque efectuado por un librador que no cuente de antemano con fondos o créditos
disponibles suficientes en su cuenta corriente, que hubiere retirado los fondos disponibles
después de expedido el cheque, o hubiera girado sobre cuenta corriente cerrada.
El delito de giro doloso de cheques puede ser tanto un delito de acción pública como de
acción privada, dependiendo de la causal del protesto.
Si la causal de protesto es falta de fondos o cuenta cerrada, el delito confiere acción penal
privada al tenedor del cheque protestado por dichas causales.
El afectado debe querellarse para poner en movimiento la actividad jurisdiccional del
Estado, mientras que no interviene en este procedimiento el Ministerio Público, y se rige
por las normas contenidas en los Arts. 400-405 CPP, más la remisión que efectúa el
último de los artículos mencionados a las normas del procedimiento simplificado, en lo
no previsto.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que, conforme al Art. 116 CPP, no pueden
querellarse entre sí, sea por delitos de acción pública o privada:
• Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra
sus hijos, o por bigamia;
• Los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el
otro o contra sus hijos;
• Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el segundo
grado, a no ser por delitos cometidos los unos contra los otros, o contra su cónyuge
o hijos.
B) Tramitación
Conforme al Art. 400 CPP, el procedimiento comenzará sólo con la interposición de la
querella por la persona habilitada para promover la acción penal, ante el juez de garantía
competente.
Este escrito deberá cumplir con los requisitos de los Arts. 113 y 261 CPP, en lo que no
fuere contrario a lo dispuesto al procedimiento de acción penal privada.
El querellante deberá acompañar una copia de la querella por cada querellado a quien la
misma debiere ser notificada.
En la misma querella, se podrá solicitar al juez la realización de determinadas diligencias
destinadas a precisar los hechos que configuran el delito de acción privada, y ejecutadas
las diligencias, el tribunal citará a las partes a la audiencia a que se refiere el Art. 403
CPP.
Conforme al Art. 113 CPP, toda querella criminal deberá presentarse por escrito ante el
juez de garantía, y deberá contener:
• La designación del tribunal ante el cual se entablare;
• El nombre, apellido, profesión u oficio y domicilio del querellante;
• El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una
designación clara de su persona, si el querellante ignorare aquellas circunstancias.
Si se ignoraren dichas determinaciones, siempre se podrá deducir querella para
que se proceda a la investigación del delito y al castigo de el o de los culpables;
• La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y
hora en que se hubiere ejecutado, si se supieren;
• La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare al Ministerio Público;
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A su vez, el Art. 261 CPP dispone que hasta quince días antes de la fecha fijada para la
realización de preparación del juicio oral, el querellante, por escrito, podrá:
• Adherir a la acusación del Ministerio Público o acusar particularmente.
En el segundo caso, podrá plantear una distinta calificación de los hechos, otras
formas de participación del acusado, solicitar otra pena o ampliar la acusación del
fiscal, extendiéndola a hechos o a imputados distintos, siempre que hubieren sido
objeto de la formalización de la investigación;
• Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación,
requiriendo su corrección;
• Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación, lo que
deberá hacerse en los mismos términos previstos en el Art. 259 CPP;
• Deducir demanda civil, cuando procediere.
Al inicio de la audiencia, el juez instará a las partes a buscar un acuerdo que ponga término
a la causa.
Tratándose de los delitos de calumnia o de injuria, otorgará al querellado la posibilidad
de dar explicaciones satisfactorias de su conducta.
4. El Procedimiento Abreviado
A) Generalidades
El procedimiento abreviado es un procedimiento especial, de actas, y en base a los
registros que el Ministerio Público ha reunido durante la fase de investigación.
Es conocido por el juez de garantía competente.
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La pena privativa de libertad requerida por el Fiscal, en general, no puede ser superior a
cinco años de presidio o reclusión menores en su grado máximo, pero con la modificación
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de julio del año 2016 al Art. 44 CP, también se permite realizar estos procedimientos en
casos de penas no superiores a diez años de presidio o reclusión mayores en su grado
mínimo, respecto de los delitos contemplados en dicha disposición.
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Terminado el debate, el Juez dictará sentencia, que puede ser absolutoria o condenatoria,
y debe cumplir los requisitos establecidos en el Art. 413 CPP.
Por disposición legal, el Juez no podrá imponer una pena superior ni más desfavorable a
la requerida por el Fiscal o el querellante, en su caso.
En todo caso, la sentencia condenatoria no podrá emitirse exclusivamente sobre la base
de la aceptación de los hechos por parte del imputado, debiendo concurrir antecedentes
adicionales.
En ningún caso el procedimiento abreviado obstará a la concesión de alguna de las penas
sustitutivas consideradas en la ley, cuando correspondiere.
La sentencia no se pronunciará sobre la demanda civil que hubiere sido interpuesta.
E) Recursos
Conforme al Art. 414 CPP, la sentencia definitiva dictada por el juez de garantía en el
procedimiento abreviado sólo será impugnable por apelación, que se deberá conceder en
ambos efectos.
En el conocimiento del recurso de apelación, la Corte podrá pronunciarse acerca de la
concurrencia de los supuestos del procedimiento abreviado previstos en el Art. 406 CPP.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
Definiciones
1. Acción Penal:
• En General: Facultad para hacer desplegar la actividad jurisdiccional en miras de
provocar la persecución de las responsabilidades por un delito;
• Acción Penal Pública: Aquella que nace de un delito que puede ser perseguido
de oficio por el Ministerio Público, sin perjuicio de poder ser ejercida, además,
por las personas que determina la ley;
• Acción Penal Pública Previa Instancia Particular: Aquella que nace de delitos
que no pueden ser perseguidos de oficio por el Ministerio Público, precisando que
de forma previa insten por su persecución el ofendido u otras personas
establecidas por la ley;
• Acción Penal Privada: Aquella cuyo ejercicio corresponde exclusivamente a la
víctima (o a quienes según la ley cuentan con tal calidad), al existir un interés
privado preponderante que impide la intervención del órgano estatal.
2. Denuncia: Acto mediante el cual una persona pone en conocimiento de las autoridades
que señala la ley un hecho que puede revestir el carácter de delito, y además, en cuanto
le constare, las circunstancias del suceso y el nombre o datos que permitan identificar al
presunto responsable y a las personas que lo hubieren presenciado o tuvieren noticia de
él.
3. Querella: Acto jurídico procesal mediante el cual la víctima de un hecho punible, o las
demás personas o instituciones expresamente facultadas por la ley, ponen en
conocimiento de la autoridad competente la existencia de un hecho que puede revestir los
caracteres de un delito.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
8. Víctima: El ofendido por el delito, y en los delitos cuya consecuencia fuere la muerte
del ofendido, y en los casos en que éste no pudiere ejercer los derechos que le otorga el
Código Procesal Penal, se considerará víctima al cónyuge, conviviente civil y a los hijos;
a los ascendientes; al conviviente; a los hermanos; y al adoptado o adoptante.
13. Detención en Caso de Flagrancia: Aquella que puede realizar cualquier persona que
sorprenda a otra en delito flagrante, con el solo objeto de poner inmediatamente al
detenido a disposición de la policía, del Ministerio Público o de la autoridad judicial más
próxima.
14. Prisión Preventiva: Medida cautelar personal, de carácter excepcional, que consiste
en la privación temporal de la libertad ambulatoria de una persona, mediante su ingreso
a un centro penitenciario, durante la sustanciación de un procedimiento penal, y con el
objeto de asegurar los fines del procedimiento.
1. Mecanismos de Descongestión:
• Facultad Para No Iniciar la Investigación: Decisión del fiscal de abstenerse de
la investigación de un delito cuando los hechos relatados en la denuncia no sean
constitutivos de delito, o cuando de los antecedentes y datos suministrados se
determine que la responsabilidad penal se encuentra extinguida;
• Archivo Provisional: Facultad de los fiscales del Ministerio Público de archivar
provisionalmente una investigación cuando en ella no aparecen antecedentes que
permitan desarrollar actividades conducentes al esclarecimiento de los hechos,
siempre y cuando no haya intervenido ya el juez de garantía;
• Principio de Oportunidad: facultad de los fiscales del Ministerio Público para
no iniciar la persecución penal o abandonar la ya iniciada cuando se trate de un
hecho que reviste caracteres de delito, pero que no compromete gravemente el
interés público, a menos que la pena mínima asignada al delito exceda la de
presidio o reclusión menor en su grado mínimo, o se trate de un delito cometido
por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones.
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Licenciatura Derecho Procesal – Tomo VI
2. Salidas Alternativas:
• Suspensión Condicional del Procedimiento: Mecanismo procesal que permite a
los fiscales del Ministerio Público, con el acuerdo del imputado y con la
aprobación del juez de garantía, dar término anticipado al procedimiento cuando
se cumplan ciertos requisitos previstos en la ley y se satisfagan determinadas
condiciones fijadas por el juez, que permiten suponer que el imputado no volverá
a delinquir;
• Acuerdos Reparatorios: Salidas alternativas en cuya virtud el imputado y la
víctima convienen formas de reparación satisfactorias de las consecuencias
dañosas del hecho punible, y que, aprobado por el juez de garantía, produce como
consecuencia la extinción de la acción penal.
10. Auto de Apertura de Juicio Oral: Sentencia interlocutoria dictada por el Juez de
Garantía en la audiencia preparatoria del Juicio Oral, en donde se define el objeto del
juicio, los hechos materia de la acusación, el acusado y los medios de prueba que serán
admitidos, poniendo término a la fase intermedia del proceso penal.
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11. Juicio Oral: Audiencia oral y pública prevista para el juzgamiento de quien ha sido
acusado de uno o más delitos por el Ministerio Público, siempre que atendidas las
características del caso no proceda su juzgamiento conforme a las reglas del
procedimiento simplificado o abreviado, que se desarrolla ante un tribunal de juicio oral
en lo penal, con la presencia, al menos, del fiscal del Ministerio Público, del imputado y
de su defensor, y a cuyo término, el Tribunal debe pronunciar su decisión de condena o
absolución, pudiendo diferir sólo la redacción completa de la sentencia.
1. Amparo Ante el Juez de Garantía: Acción autónoma que procede respecto de toda
persona privada de libertad, la que tiene derecho a ser conducida sin demora ante un juez
de garantía, con el objeto de que examine la legalidad de su privación de libertad, y en
todo caso, para que examine las condiciones en que se encuentra, constituyéndose, si es
necesario, en el lugar en que ella estuviera.
3. Recurso de Nulidad: Aquel que se concede para invalidar el juicio oral y la sentencia
definitiva, o solamente esta última, cuando en cualquier etapa del procedimiento, o en el
pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente los derechos o
garantías asegurados por la Constitución o por los Tratados Internacionales ratificados
por Chile que se encontraren vigentes, o cuando se hubiere hecho una errónea aplicación
del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, o cuando
concurrieren algunos de los denominados motivos absolutos de nulidad, contemplados en
el Art. 374 CPP.
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