NUTRICION Cuestionaio
NUTRICION Cuestionaio
NUTRICION Cuestionaio
TERAPIA NUTRICIÓNAL EN PACIENTES QUIRÚRGICOS Evaluación del estado nutricional y del riesgo
nutricional en pacientes quirúrgicos: ¿Por qué, cuándo y cómo realizarlas? Claudia Bordón Instituto
Nacional de Alimentacion y Nutrición, Asunción, Paraguay. Sociedad Paraguaya de Nutrición.
Introducción: La identificación de desnutrición mediante indicadores nutricionales tiene serias
implicaciones en los pacientes hospitalizados, especialmente en aquellos que serán sometidos a
alguna cirugía. Es bien conocida la alta prevalencia de desnutrición en los pacientes hospitalizados
encontrándose una prevalencia de 30 a 50% en general, siendo estos pacientes clínicos o
quirúrgicos. Dada la relación entre desnutrición y complicaciones postoperatorias y mortalidad, la
valoración del estado nutricional se considera fundamental. Si se identifican los pacientes
quirúrgicos que están desnutridos o presentan riesgo de desnutrición y reciben un soporte
nutricional adecuado, pueden reducirse las complicaciones postoperatorias, el tiempo de
hospitalización, los costes de la atención y, finalmente, la mortalidad. En este sentido, teniendo en
cuenta la alta prevalencia y las implicancias que conlleva en la morbimortalidad de los pacientes
quirúrgicos el objetivo de la revisión es determinar el momento adecuado para la realización de la
evaluación nutricional y cuáles son las herramientas actuales disponibles que han mostrado ser
útiles en la práctica clínica. Desarrollo: El proceso de asistencia nutricional inicia con la detección de
los pacientes que cursan con algún grado de desnutrición y la evaluación nutricional objetiva
posterior. Esta detección de pacientes en riesgo nutricional debe realizarse dentro de los primeros
días de ingreso del paciente. La evaluación nutricional tiene como objetivo identificar y cuantificar
las causas y consecuencias de la malnutrición en el individuo, valorar la morbimortalidad que
presenta y si el enfermo se beneficiará de un soporte nutricional. Por tanto, el tamizaje nutricional
debe formar parte de la evaluación clínica-quirúrgica preoperatoria de cualquier paciente que va a
ser sometido a una cirugía mayor. Existen varios métodos y herramientas de tamizaje nutricional
que detectan el riesgo nutricional. Los más utilizados en Latinoamérica son el ¨Nutrition Risk
Screening (NRS) 2002¨ y la ¨Valoración Global Subjetivo (VGS)¨. Ambos métodos son validados para
utilización en pacientes quirúrgicos. Una vez identificados los pacientes con algún riesgo de
desnutrición, es necesaria una evaluación nutricional objetiva más completa, la cual incluye datos
bioquímicos, antropométricos y de ingesta de nutrientes. Es mandatorio que la evaluación
preoperatoria incluya datos de ingesta de nutrientes, pérdida de peso reciente, Índice de Masa
Corporal (IMC), presencia de comorbilidades, y marcadores objetivos como los valores de albumina,
prealbúmina y proteína C reactiva (PCR) como indicador de inflamación. Todo paciente que presente
los valores citados a continuación son considerados pacientes con riesgo de complicaciones; dosaje
de albúmina 40 Kg/m2, porcentaje de peso ideal 5% en 1 mes, >7.5% en 3 meses o >10% en 6 meses.
La hipoalbuminemia es considerada un valor pronóstico válido de riesgo preoperatorio ya que se
correlaciona significativamente con la mayor estancia hospitalaria, infección y mortalidad. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que el uso de la albúmina, prealbúmina y transferrina para
determinar el estado de nutricional es controversial, ya que representan ‘ proteínas de fase aguda’
que sus niveles son alterados por estrés, lesiones y/o infecciones. Por tanto, la albúmina,
prealbúmina sérica y la PCR reflejan mejor la respuesta metabólica de la cirugía y no el estado de la
nutrición en el postoperatorio. Actualmente hay un interés cada vez mayor en la estimación de la
composición corporal como parte de la evaluación nutricional de los pacientes ya que se ha
determinado que las herramientas de evaluación utilizados más frecuentemente (IMC y % de
pérdida de peso) no discriminan la masa libre de grasa, compartimento corporal relacionado con
mejor pronóstico. Las herramientas disponibles para este fin son la antropometría; la bioimpedancia
eléctrica; la absorciometría dual de rayos X; la tomografía computarizada; entre otras, siendo las
primeras las más accesibles en la práctica clínica. La evaluación de la composición corporal permite
tener una evaluación cualitativa de las variaciones del cambio de peso permitiendo documentar la
eficiencia del soporte nutricional en distintas situaciones clínicas, una de ellas los pacientes
quirúrgicos. Conclusiones: La prevalencia de desnutrición es elevada en el ambiente hospitalario y
demanda atención por parte de los profesionales de salud responsables del cuidado y asistencia del
paciente. El paciente con desnutrición tiene peor evolución clínica que el paciente que presenta un
adecuado estado de nutrición. La detección precoz utilizando alguna herramienta de tamizaje de
riesgo nutricional es recomendada, como así también la realización posterior de una evaluación
nutricional completa objetiva en la cual se incluya la determinación de la composición corporal.
Referencias: 1. Study. Correia I, Campos AC. Prevalence of hospital malnutrition in Latin America:
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Nutricional, Nutrición Clínica y Metabolismo. Evaluación del estado nutricional en paciente
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