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Teoría de la localización, economía regional

Erika Julieth Vaca Luis

Introducción

El desarrollo económico implica un proceso de mejora y cambio en las condiciones

generales de bienestar y calidad de vida de los habitantes de un territorio, y su competitividad

es fundamental para lograr un mayor grado de desarrollo y bienestar. Para identificar los

factores que contribuyen al desarrollo de un territorio, se deben considerar tanto las variables

internas y externas, y se deben implementar simultáneamente diversas medidas para mejorar

las ventajas comparativas básicas, incluyendo infraestructura física y social, innovación,

formación y desarrollo del capital humano, uso de suelos, políticas tributarias, entre otros. La

interacción entre empresas y centros de conocimiento, así como la acumulación interna de

capital, también son fundamentales para generar una dinámica integral de desarrollo. El

concepto de desarrollo siempre tiene un sentido positivo y puede impactar de manera más

amplia y permanente si es el resultado de un esfuerzo interno originado en la iniciativa de los

agentes locales para potenciar el uso de los recursos disponibles y mejorar la situación de

bienestar de la población. El texto se divide en dos secciones generales: el marco de

referencia del desarrollo local y regional, y los esquemas de medición de la competitividad a

nivel regional, subregional y local.

Marco de referencia del desarrollo local. Aquí parto de hablar sobre el desarrollo

económico local y su relación con la competitividad y el crecimiento económico en una

región o territorio. Destaco la importancia de factores como la innovación, la financiación, el

funcionamiento de los mercados, la infraestructura física y social, la formación del capital

humano y la tecnología en la toma de decisiones de los actores involucrados (gobierno local,

sector productivo, gremios, academia y comunidad en general) en la búsqueda de un fin

común.

Mencionando algunas teorías que explican el desarrollo económico local, como la de

Meyer-Stamer, que identifica seis elementos que determinan el desarrollo económico de un

área geográfica específica, y la de Tello, que destaca cinco aspectos relevantes del desarrollo

económico local, incluyendo los agentes participantes, los factores de localización, las

instituciones y los mercados.

Se ve el cambio en el rol del Estado en el fomento del desarrollo económico local,

pasando de políticas públicas aplicadas desde arriba a acciones ejecutadas desde abajo y

siguiendo el modelo de descentralización administrativo y fiscal. Observo la importancia del

desarrollo económico local como elemento dinamizador que motiva el emprendimiento de los

agentes y genera variaciones sustanciales en aspectos como la innovación, el desarrollo

tecnológico, la productividad, la infraestructura básica y productiva y el capital humano.

Por último, menciono las posiciones encontradas en América Latina sobre el

desarrollo económico local, con políticas de corto plazo que no resuelven las dificultades

estructurales a largo plazo y la participación directa de los territorios como instrumento

fundamental para la acumulación interna de capital y el desarrollo sostenible, de igual manera

la importancia del papel del Estado en la contribución al desarrollo económico y la teoría

institucionalista que reafirma el aporte del Estado en sus diferentes niveles para alcanzar

mejores condiciones de desarrollo y competitividad.

Teorías del desarrollo local y la localización. En efecto, existe una estrecha relación

entre la dinámica económica local y la forma en que se desarrollan y expanden los centros
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urbanos. El crecimiento económico de una región puede dar lugar a la creación de empleo, el

aumento de la población y la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez puede conducir a

una expansión urbana para satisfacer estas necesidades.

Por otro lado, los modelos de planificación del territorio pueden influir en las

decisiones de localización de las empresas del sector real. Por ejemplo, la presencia de

infraestructura adecuada, como carreteras, puertos y aeropuertos, puede ser un factor

importante en la elección de la ubicación de una empresa. Asimismo, las políticas tributarias

y de inversión pública pueden afectar la competitividad de una región y su capacidad para

atraer inversión empresarial.

Las teorías de localización empresarial también tienen en cuenta factores como la

disponibilidad de mano de obra calificada, el acceso a materias primas y la proximidad a los

mercados de consumo. Estos factores pueden influir en la forma en que las empresas eligen

su ubicación y, a su vez, tener un impacto en el desarrollo económico local.

Además, aspectos como la infraestructura productiva, física y social, el uso del suelo,

la formación del capital humano, la aglomeración industrial, el desarrollo de los mercados y

los movimientos migratorios, también tienen una incidencia directa sobre ambas situaciones:

el desarrollo económico local y la localización empresarial. Una región con una

infraestructura de transporte adecuada y una fuerza laboral altamente capacitada, por ejemplo,

puede atraer a empresas que buscan ubicarse en una zona con estas características y, a su vez,

promover el desarrollo económico local.

En resumen, existe una interacción compleja entre la dinámica económica local y la

localización empresarial, y ambos factores pueden influirse mutuamente. Es importante que

los responsables de la planificación y el desarrollo regional tengan en cuenta estos factores al

diseñar políticas y estrategias para promover el crecimiento económico sostenible y la

creación de empleo en una región determinada.

Teorías de la localización. Existen tres lineamientos de las teorías de la localización

en una visión económica espacial que son:

1. La distancia desde o hacia un punto de referencia como elemento fundamental para el

desarrollo de los centros urbanos, explicado por Von Thünen (1826), Weber (1909) y

Christaller (1966). Este concepto se relaciona con la renta diferencial, donde el valor

de la renta varía en proporción con la distancia que existe respecto a los mercados.

2. El costo del transporte como una variable relevante tanto para la generación de valor

agregado como para la distribución en el mercado de los productos finales. Weber

(1909) considera tanto la distancia respecto a los mercados como el origen de las

materias primas como factores de localización.

3. La distribución y jerarquización de las ciudades, basada en el tamaño y funcionalidad

de los distintos centros urbanos, explicada por Christaller (1966). El mejor

posicionamiento geográfico permite reducir los costos de transporte y generar

mayores beneficios.

En general, estas teorías económicas de la localización buscan entender cómo los

factores geográficos y económicos influyen en el desarrollo de las actividades económicas en

un territorio, y cómo estos a su vez influyen en la estructura territorial y la jerarquización de

los centros urbanos.

Esquemas de medición de la competitividad regional. Es cierto que el índice

general de competitividad desarrollado por el Foro Económico Mundial es un referente

ampliamente utilizado para medir la competitividad y el desarrollo de una nación en su

conjunto, pero su enfoque general a menudo no permite una evaluación más detallada de las

diferencias y desigualdades territoriales.

Es importante destacar que existen algunas iniciativas que buscan medir la

competitividad y el desarrollo a nivel subnacional, tales como los índices de competitividad

regional o los índices de desarrollo humano a nivel municipal. Estos índices tratan de

proporcionar una visión más detallada de las disparidades territoriales y de las necesidades

específicas de cada región o municipio.

Sin embargo, estas iniciativas a menudo tienen limitaciones en términos de

disponibilidad de datos y recursos, y pueden variar significativamente en su enfoque y

metodología, lo que dificulta la comparación y la evaluación de los resultados.

Por lo tanto, es necesario continuar desarrollando metodologías y herramientas que

permitan una evaluación más precisa y detallada de la competitividad y el desarrollo en

ámbitos territoriales más básicos, con el fin de apoyar la formulación de políticas públicas y

la toma de decisiones informadas en el nivel local.

Competitividad regional y desarrollo local. Desde un punto de vista económico, es

fundamental identificar los sectores productivos que pueden impulsar el desarrollo local y

regional. Para lograr esto, se requiere la participación de diversas instituciones públicas y

privadas especializadas, incluyendo centros de desarrollo tecnológico, agencias de empleo,

promotoras de productividad, agencias de desarrollo local y incubadoras de empresas.

Sin embargo, estas iniciativas pueden enfrentar desafíos como la falta de recursos,

falta de continuidad en los procesos, baja sinergia y articulación entre las instituciones

participantes, ausencia de políticas de mediano y largo plazo, interferencia política en las

decisiones administrativas, o simplemente falta de visión y desinterés de los responsables de

los procesos administrativos.

Es importante que las políticas destinadas a dinamizar el sector productivo local

vayan más allá de las pequeñas y medianas empresas del sector manufacturero, y se
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establezcan condiciones para atraer capital externo y consolidar los procesos de acumulación

interna. Esto es fundamental para evitar la migración y pérdida de tejido productivo local y

potenciar el mercado local y proyectarse fuera de las fronteras regionales y nacionales.

La articulación entre los procesos de planificación a todos los niveles del Estado es

crucial para el desarrollo local y regional, y se deben establecer estrategias complementarias

trazadas en los planes de desarrollo de cada uno de los entes territoriales. Es fundamental que

se promueva la diversificación de las actividades económicas y se generen nuevas dinámicas

de crecimiento y desarrollo.
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Conclusiones

Sí, es cierto que existen diferentes teorías aplicables al desarrollo local y regional, y

que comparten elementos comunes con los modelos establecidos para medir el nivel de

competitividad de las regiones. En general, estas teorías se enfocan en la localización de

actividades productivas y en la creación de un tejido productivo propio que permita el

desarrollo sostenible de cada territorio.

En este sentido, la acción directa del Estado es fundamental para potenciar las

dinámicas internas que permitan la aplicación de recursos y esfuerzos en la construcción de

un tejido productivo propio. Para ello, es necesario articular e integrar intereses y esfuerzos

entre el sector productivo local, los centros de investigación y conocimiento, y el sector

público.

Algunas de estas teorías aplicables al desarrollo local y regional incluyen la teoría de

las aglomeraciones productivas, que se enfoca en la concentración geográfica de empresas e

industrias que comparten una base común de conocimientos, tecnologías y recursos. También

están las teorías del desarrollo endógeno, que se centran en el fortalecimiento de las

capacidades y recursos locales para el desarrollo, y la teoría de la innovación abierta, que

promueve la colaboración y la cooperación entre empresas, universidades y otros actores en

la generación de conocimiento y tecnología.

En cualquier caso, estas teorías buscan fomentar el desarrollo de una economía local

fuerte y sostenible, que permita la creación de empleo y riqueza en cada territorio. Para ello,

es fundamental que el Estado juegue un papel activo en la articulación y coordinación de los

diferentes actores implicados en el desarrollo local y regional.

Estoy de acuerdo con la afirmación de que la atracción de capital externo es

importante para el desarrollo económico de un país, pero también es importante tener en

cuenta que dicha atracción no es suficiente por sí sola. Para que el capital externo tenga un
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impacto positivo en la economía local, se necesitan una serie de condiciones que permitan

aprovechar al máximo los beneficios que puede traer consigo.

Entre estas condiciones, se encuentran las políticas tributarias adecuadas, una

regulación clara y transparente, infraestructura adecuada, una fuerza laboral capacitada y

servicios eficientes, entre otros. Estos elementos no solo facilitan la inversión de capital

externo, sino que también son necesarios para el desarrollo de empresas locales y la creación

de empleo, lo que a su vez aumenta el bienestar de la población.

En este sentido, los modelos de distritos industriales y aglomeraciones empresariales

pueden ser efectivos para diversificar la actividad económica y aumentar la competitividad en

el largo plazo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos modelos deben adaptarse

a las necesidades locales y ser parte de una planificación integral que tenga en cuenta los

requerimientos específicos de cada entidad territorial.

En conclusión, la atracción de capital externo es importante para el desarrollo

económico, pero se requieren una serie de condiciones y una planificación adecuada para

aprovechar al máximo los beneficios que puede traer consigo.

Referencias bibliográficas

Tello, M. (2006). Las teorías del desarrollo económico local y la teoría y práctica del

proceso de descentralización en los países en desarrollo. Documento de trabajo 247

Consorcio de Investigaciones Económicas y Sociales (CIES).

Christaller, W. (1966). Central Places in Southern Germany. Englewood Cliffs, N.J.:

Prentice Hall, 1966. Traducción del texto original “Die Zentralen Orte in Suddeutschland”.

Weber, A. (1909). Uber den Standort der Industrien. The Theory of Location of

Industries, 1957, University of Chicago.