Via Crucis para Niños
Via Crucis para Niños
Via Crucis para Niños
Pastoral Educativa
Vía crucis para niños
VÍA CRUCIS (EL CAMINO DE LA CRUZ)
Señor Jesús, que tienes a todos los niños entre tus predilectos, vamos a recorrer y a meditar sobre
tu camino de dolor, no tanto el que viviste hace siglos, sino el que sigues viviendo hoy
especialmente en los niños que sufren. Tú te has identificado con nosotros los cristianos, pero
también, de manera especial con todos los hombres que sufren. Tú sigues sangrando en las heridas
de los hombres y de las mujeres de hoy. Todos somos víctimas del sufrimiento, pero también somos
culpables de que muchos sufran. Ayúdanos a reconocer nuestros errores y sembrar amor en
nuestro corazón. Amen
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
Pilato condena a muerte a Jesús, que es inocente. Cada vez que yo peco, también le
condeno.
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
Él llevaba la Cruz con amor, porque cargaba con nuestros pecados. Yo también
tengo que cargar mi cruz, que son todas las cosas que me cuestan o me hacen sufrir.
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
Jesús se cayó, estaba agotado. Pero se levantó para darnos la fuerza de levantarnos
cada vez que caigamos en el pecado.
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
Jesús no puede ya con la Cruz y los soldados mandan a un hombre llamado Simón
que le ayude. Nosotros podemos ayudarle con nuestras buenas acciones.
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
Una valiente mujer se acerca a Jesús para limpiarle la cara, sucia de sangre y de
barro. No tuvo miedo ni vergüenza de que otros se burlasen de ella. ¿Serías tú capaz
de dar la cara también por defender a Jesús?
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
La Cruz pesa de verdad. La cara de Jesús vuelve a golpearse contra el suelo. Pero en
su amor por nosotros, quiere llegar hasta el fin. El amor nos hace fuertes.
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
Padre Nuestro…. Canción: tus heridas
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
Nuestros pecados hacen más y más pesada la Cruz. Pero se levanta de nuevo,
dispuesto a perdonarnos siempre.
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
Cuando llega al Calvario, los soldados le quitan su túnica y sus ropas, y se las rifan.
Jesús sufre una inmensa vergüenza. También sufre vergüenza cuando ve que los
hombres no se visten bien.
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
Con unos clavos en las muñecas y en los pies clavan a Jesús en la Cruz. Ya no puede
moverse, ni hablar. Pero aún puede mirarnos, rezar por nosotros y amarnos.
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
TODOS "Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo y a mí pecador".
Aún le quedan a Jesús unos amigos fieles que recogen su Cuerpo y lo ponen en un
sepulcro nuevo. Pero sólo en el Corazón de la Virgen se conserva la esperanza. Ella
es la única que sabe que al tercer día resucitará. Si tú crees de verdad en Él, también
un día resucitarás.
Lector: Señor, pequé.
Todos: Ten piedad y misericordia de mí.
ORACIÓN FINAL
Te suplico, Señor, que me concedas, por intercesión de tu Madre la Virgen, que cada vez
que medite tu Pasión, quede grabado en mí con marca de actualidad constante, lo que Tú
has hecho por mí y tus constantes beneficios. Haz, Señor, que me acompañe, durante toda
mi vida, un agradecimiento inmenso a tu Bondad. Amén.