Hacer Masa Madre
Hacer Masa Madre
Hacer Masa Madre
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Es decir, que se cultivan los bichejos poniéndoles a su alcance el alimento, los azúcares
que contienen las harinas. Y ¿para qué? Pues para que nos fermenten la masa de
pan.
Índice
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Añadiendo las pasas a la mezcla de harina y agua
harina,
agua,
pasas,
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un tarro,
un peso,
una cuchara y
paciencia.
Ah, y también un entorno cálido.
En mis recetas de masas y pan os encontráis un botón para acceder a los productos de
El Amasadero. Soy gran forofa de sus productos y su trabajo. Apoyo a estas empresas
pequeñas que cuidan al máximo la calidad y que practican un trato al cliente
magnífico, cosa que ya casi no se estila, por eso me parece que un descuentillo puede
interesar a muchos de vosotros. Os recomiendo sus productos.
Día 2
50 g de harina de trigo o centeno integral
50 g de agua del grifo a temperatura ambiente
Día 3
100 g de harina de trigo o centeno integral
100 g de agua del grifo a temperatura ambiente
Día 4
100 g de harina de trigo o centeno integral
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100 g de agua del grifo a temperatura ambiente
Día 5
100 g de harina de trigo o centeno
100 g de agua del grifo a temperatura ambiente
Instrucciones
Día 1
1. Mezclar en un tarro de cristal (para ver bien la evolución), poner la tapa siempre
sin ajustar (debe poder escapar el dióxido de carbono que se genera) y dejar
reposar en la encimera, a temperatura ambiente, 24 horas. Si tenéis suerte, al cabo
de este periodo podréis ver alguna burbujilla.
Día 2
1. Añadir los ingredientes del día 2. Mezclar bien y dejar otras 24 horas a su aire.
Al cabo de este tiempo deberían verse más burbujillas. Observaréis que tiende a
decantarse el líquido en la superficie, con un color poco apetecible. No pasa nada,
es normal.
Día 3
1. Tirar la mitad de la mezcla del día anterior y añadir los ingredientes del día 3.
Mezclar bien y dejar otras 24 horas a su aire. Podéis hacer una marca en el tarro
con un rotulador del nivel al que llega la masa para comprobar su crecimiento. Si
tenéis suerte y buena temperatura ambiente, posiblemente al cabo de este día
veáis actividad. La mezcla puede haberse esponjado algo.
Día 4
1. Tirar la mezcla del día anterior hasta dejar solamente 100 g y añadir los
ingredientes del día 4. Volver a hacer la marca con el rotulador y dejar otras 24
horas a su aire. Transcurrido ese tiempo, esto ya debería estar funcionando. El olor
habrá cambiado. En este punto podéis pescar las pasas con paciencia, ya no son
necesarias.
Día 5
1. Tirar la mezcla del día anterior hasta dejar solamente 100 g y añadir los
ingredientes del día 5. Volver a hacer la marca con el rotulador y dejar a su aire
hasta que más o menos fermente del todo, por lo menos doblará de volumen, y
puede que esto ocurra antes de pasar 24 horas.
2. Una vez que la masa ha empezado a levantar ya no es necesario que la harina
añadida sea integral, podéis añadirla blanca para acabar teniendo una masa madre
blanca, que os permitirá preparar panes tanto blancos como integrales.
3. Si no veis muchas burbujas ya este día, podéis acelerar el proceso colocando el
recipiente encima de un radiador o dentro del horno conectado a muy baja
temperatura.
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Al tercer día podemos marcar con un rotulador el nivel de la mezcla, para comprobar si se esponja
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¡Esto empieza a burbujear!
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El tercer día, a las 9 horas del refresco (en verano)
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El quinto día, a las 5 horas del refresco (en verano)
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1. Después de seguir el proceso descrito deberíais tener una masa madre activa, que
deberéis refrescar, es decir, renovar tirando la mitad y añadiendo las cantidades
indicadas anteriormente, cada vez que veáis que ha fermentado, si queréis
mantenerla en perfecto estado. Eso si la mantenéis a temperatura ambiente.
2. También podéis conservarla en la nevera, donde no es necesario renovarla con
tanta frecuencia, posiblemente con renovarla cada semana sea suficiente. La
sacáis, la refrescáis, la dejáis fermentar a tope y cuando esté en plena ebullición
la volvéis a guardar en nevera. De esta manera podéis sobrevivir sacándola para
atemperarla y refrescándola una vez a la semana. Así puede estar años.
3. Para aumentar la rapidez con la que se produce la fermentación, usad harina de
centeno integral, es casi infalible.
4. PARA UTILIZAR VUESTRA MASA MADRE: Aunque ya fermente
satisfactoriamente, conviene cultivarla durante al menos una semana adicional
antes de usarla para hacer pan, para desarrollar su potencia. Aunque muchos no
están de acuerdo en esto.
5. Para saber cómo utilizar la masa madre os leéis la continuación de esta historia en
Cómo hacer pan con masa madre.
6. Si congeláis porciones de una masa madre en perfecto estado de funcionamiento
siempre tendréis masa madre a mano que se puede revivir con gran facilidad.
7. La actividad de las levaduras es altamente dependiente de la temperatura. En
pleno verano y con una buena harina integral la cosa funciona a toda pastilla
(puede incluso que el primer día ya fermente a lo bestia, a mí me ha pasado). Por
contra, en invierno si vuestra cocina es fría puede costar incluso más de 4 o 5 días
que aquello levante el vuelo. Pero tened paciencia, que los bichos están ahí, ávidos
de ponerse como el Quico con los azúcares de la harina.
En resumen
Todos los métodos para fabricar masa madre son parecidos:
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3. Luego, esperar varios días e ir renovando parte de la masa para que no se
concentren demasiado los subproductos de la fermentación, como los ácidos, y
para que los bichos tengan alimento fresco.
4. Yo sigo a grandes rasgos el método de Dan Lepard, porque soy una cobardona y
no me atrevo a hacerlo a pelo como Ibán, solo con harina y agua.
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Si te da coraje la masa madre activa que se tira para mantener tu masa en buena
forma, puedes usarla en diversas cosas:
Ah, y si queréis poner a trabajar a vuestra masa madre nuevita y reluciente, viene el
capítulo siguiente, cómo usar la masa madre para hacer pan.
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